Los sufijos verbalizadores –ear, -izar e -ificar en la neología rioplatense
Descripción
Los sufijos verbalizadores –ear, -izar e -ificar en la neología rioplatense.
Andrea Bohrn UBA / UNGS
1.
Introducción El estudio de las unidades neológicas de una lengua permite dar cuenta de la vitalidad de la misma y del grado de productividad de los procesos morfosintácticos y semánticos involucrados. La creación de neologismos suele obedecer a necesidades y factores sociales específicos, al tiempo que es señal de la vitalidad de la lengua. Cabré ha definido la neología como: El fenómeno que consiste en introducir en una lengua una unidad léxica u otro recurso lingüístico nuevo, que puede crearse a partir de recursos de la propia lengua o por medio de una lengua extranjera. (2002: 15, nuestra traducción)
Las causas que motivan la creación de estas unidades permiten distinguir dos tipos de neología. El primer tipo se refiere a la necesidad de nombrar conceptos, realidades o procesos nuevos. El segundo tipo, la neología estilística, corresponde a necesidades subjetivas de identificación de un grupo, persona o comunidad, es decir, a la capacidad de expresión que busca generar un efecto de sorpresa en los otros miembros de una comunidad lingüística. En muchas ocasiones estas unidades son efímeras. Raramente se incorporan a la lengua estándar y quedan reducidos al ámbito de los argots. Numerosos son los procesos de formación involucrados en la creación de unidades neológicas. Así, por ejemplo, pueden citarse la conversión categorial, la prefijación, la formación culta o la sufijación. Este último será el eje del presente trabajo. En esta ocasión, se analizarán los sufijos verbalizadores del español rioplatense más frecuentes en la formación de unidades neológicas: -ear, –izar, e –ificar. El corpus de partido está conformado por veintitrés neologismos formados por el sufijo –ear, quince formados con el sufijo –izar, y tres a partir del sufijo –ificar, tomados de los
Andrea Bohrn diarios Clarín y La Nación, y que han sido detectados por el proyecto de relevo de neologismos en prensa escrita, desarrollado en la Universidad de General Sarmiento1. El criterio de selección de los neologismos de este trabajo es lexicográfico, es decir, una unidad se considera neológica si no está registrada en un corpus de contraste, formado por los diccionarios VOX y DRAE, en este caso.2 Los sufijos involucrados en el proceso de derivación mediata se adjuntan a bases nominales, a pesar de lo cual hay claras diferencias en su productividad y en los eductos que generan. El uso de –izar (anualizar; cartelizar) implica la creación de verbos cuyo significado se vincula con las particularidades del argumento interno, en el caso de los verbos transitivos, o con las cualidades del argumento externo, en el caso de los intransitivos. Está fuertemente asociado al matiz causativo. Por el contrario, el afijo –ear genera, con mayor frecuencia, verbos iterativos o frecuentativos que causativos. El uso de –ificar, de menor productividad, se vincularía con la posibilidad de obtener variantes causativas con valor resultativo (pesificar; rostrificar). De esta forma, se describirán tanto las bases seleccionadas por los afijos, las restricciones morfofonemáticas y categoriales, como así también las particularidades semánticas de los eductos y las razones que permitirían hablar o no de una distribución complementaria entre los afijos mencionados (Serrano Dolader, 1999). La hipótesis que guía este trabajo es que la combinación de restricciones que operan en los diferentes niveles de la lengua permitiría explicar el criterio de distribución de estos afijos. El interés en el tema radica en la posibilidad de brindar un nuevo acercamiento al funcionamiento de esos sufijos en la lengua y a su productividad, al tiempo que se espera contribuir a la descripción de las unidades neológicas de naturaleza verbal. Se procederá al análisis de las unidades en contraste con los verbos no neológicos, de forma tal que se detallen las propiedades de los afijos nombrados con anterioridad. Luego, se comentaran algunas conclusiones preliminares. El objetivo del presente trabajo es principalmente descriptivo. 2.
Análisis
2.1.
El sufijo –ificar
Las bases a las que tradicionalmente se ha adjuntado el sufijo de origen latino –ificar tuvieron esta misma procedencia, es decir, se trató de bases simples latinas. Es el caso, por ejemplo, de deificar, damnificar, fructificar. Algunas formas, como bonificar o certificar, han tendido a lexicalizarse con significado específico. Otras tuvieron, en su origen, cierto matiz técnico (osificar, petrificar, vitrificar). Tiende a participar en la formación de verbos causativos, que pueden pronominalizarse, como así también expresar valores resultativos (calcificar, gasificar). En lo que respecta a la formación de neologismos, señala Serrano Dolader: 3
En la expresión de valores causativos, -ificar entra en competencia con –izar. Aunque no hay distribución complementaria entre ellos, sí hay una tendencia a que –izar seleccione bases adjetivas e –ificar sustantivas. (1999: 4698) 1
Los datos proviene del proyecto La neología en la prensa escrita argentina (Código 30/3008, Res. CS 1304/04), Universidad Nacional de General Sarmiento, asociado al proyecto Antenas Neológicas, Universidad Pompeu Fabra /SPES /UNGS y otras universidades de Latinoamérica. 2 Por esta razón, se han incluido para este análisis unidades que desde otra perspectiva podrían considerarse no neológicas, como bicicletear o cajonear 3 El DRAE señala la existencia de –ficar, como formante de verbos que significan 'hacer, convertir en, producir'.
Los sufijos verbalizadotes –era, -izar e –ificar en la neología rioplatense
De esta forma, la productividad de –ificar es altamente reducida, tanto en nombres como en adjetivos. Por lo general, se los suele utilizar en construcciones transitivas y se los considera causativos, aunque pueden aparecer matices. Aceptan la pronominalización para la expresión de situaciones resultativas, en las cuales no se requiere que el agente se haga explícito. Bernal (1997), refiriéndose a los sufijos verbalizadores del catalán, remarca que el carácter culto es determinante para los contextos de aparición de este afijo. De esta forma, la alternancia –ificar / -izar en la formación de verbos causativos estaría fundamentada en este hecho. El corpus de partida para el español registra tres casos, el primero de ellos con múltiples apariciones: (1) Sin embargo, a pesar de estos pagos, la deuda pública pesificada fue aumentando. (2) Pero el gasoil, cuya comercialización está cuotificada (se venden cantidades fijas a cada cliente), falta en todo el país. (3) Había como una necesidad de no adherir, de no apegar al personaje, de no rostrificarlo, de que el mismo personaje pudiera en diferentes momentos parecerme diferente. Las tres bases utilizadas, pes-, cuot- y rostr-, tienen una derivación clara del latín. Se trata de tres sustantivos, lo que confirma que la productividad del afijo es levemente mayor en estos casos, que en la formación de verbos deajetivales. No está claro que la estructura bisilábica de las bases influya en los procesos de derivación, aún considerando el largo del afijo. Sintácticamente, se trata de tres verbos diádicos, cuyo argumento externo se realiza como causa del proceso. El último de ellos, rostrificar, se ubica en el ámbito de la neología efímera y estilística. Es una unidad que ha sido creada para expresar las necesidades subjetivas antes mencionadas. Por ello, en parte, no presenta mayores similitudes como las que guardan entre sí las formas pesificar y cuotificar, como por ejemplo, que los argumentos internos de estos verbos pueden ser tanto nombres de masa como nombres contables. En el caso de los nombres de masa, podría decirse que permiten la existencia de más de un evento. Por un lado, habría un primer subevento que consiste en la segmentación de ese nombre incontable en unidades susceptibles de ser tratadas luego por otro subevento, cuya finalidad es convertirlas en pesos o cuotas, según sea el caso. Este segundo subevento es el único que se hace presente si el objeto involucrado es contable. Si bien el corpus se ha conformado sobre la base del discurso periodístico, es posible ubicar a pesificar y cuotificar en un mismo dominio. Aluden entonces a proceso relativos a un área específica como es la economía, lo que permite señalar que el matiz técnico de –ificar se mantiene. En este sentido, puede decirse que rostrificar se ubica en un contexto en el que se intenta dar cuenta del proceso formal y técnico de construcción de un personaje. Como ya se ha comentado, su productividad es altamente reducida en el caso de los nombres y nula en el de los adjetivos. No obstante, la frecuencia de aparición de estas unidades tiende a ser alta
Andrea Bohrn Semánticamente, el uso del afijo –ificar se parafrasea como X causa que Y devenga en el significado de la base. 2.2.
El sufijo –ear
El sufijo de origen latino –ear se adjunta a bases nominales, preferentemente sustantivas, e incluso, a algunos pronombres (tutear, vosear). Ocasionalmente, conlleva un matiz despectivo. Serrano Dolader señala que la productividad de este sufijo debe medirse en función del tipo de verbos que genera. En consecuencia, será útil en la formación de verbos iterativos y no así en la de deajetivales causativos-transitivos. Por ello, muchos de los verbos considerados, tales como hermosear, malear o redondear, pueden ser usados como intransitivos. Se hace presente un valor ingresivo (“tirar a X”), en casos como blanquear, amarillear, negrear , al tiempo que ocupan un lugar destacado los verbos que poseen un valor frecuentativo de habitualidad, como babosear, coquetear, holgazanear, etc. Este valor frecuentativo implica, según Pena, que se trata de procesos nuevos, que se realizan cada cierto tiempo y no de un proceso extenso, compuesto por diferentes actos. Los verbos denominales en –ear presentan también un matiz frecuentativo (bromear, chapotear). No obstante, el valor que resalta es más bien iterativo. Pena señala que: Un proceso es iterativo cuando su realización supone la ejecución de una serie sucesiva de actos. Es un proceso de duración interna ilimitada, pero compuesto por procesos diminutos o mínimos que se manifiestan como actos acabados o perfectos de duración interna mínima (momentáneos o puntuales). (1993: 235)
La inmensa mayoría de verbos en –ear se forman a partir de bases simples, o bien, a partir de bases que han sido fuertemente lexicalizadas: babosear, banderillar, etc. Este sufijo es el más productivo en la neología rioplatense. Se han registrado veintitrés unidades. Ocho de ellas se construyen a partir de palabras del inglés, lo que constituye un claro contraste con el sufijo –ificar, que sólo admitía bases latinas. Se trata de los verbos clickear, flashear, hackaer, samplear, sponsorear y tacklear, entre otros. A partir de la diversidad de bases, puede afirmarse que no están operando restricciones fonológicas. Por otro lado, no se han relevado casos de verbos deajetivales formados con el sufijo -ear. La totalidad de las bases son, por ende, sustantivas. Es posible, entonces, distinguir tres tipos: (4) Frecuentativos: camisetear, hackear, cartonear, piquetear, samplear, sponsorear, surfear, virutear4. (4.1) Pero faltando cinco para el cierre de la primera mitad, Añaños camiseteó a Argüello en un centro y el árbitro Walter Díaz volvió a indicar la pena máxima, Argüello selló el 1 a 1. (4.2) Para mí es mejor, después de cobrar organizo los gastos de toda la semana y ya sé cuánto puedo gastar por día en comida, cuenta María, quien cartonea desde hace dos años. 4
Este verbo entraría en lo que Morimoto denomina “verbos de manera de moverse”
Los sufijos verbalizadotes –era, -izar e –ificar en la neología rioplatense (4.3) Hace poco, se pasó todo un domingo viruteando el piso de madera de una vitrina para una nueva sala. (5) Iterativos: bicicletear, cajonear, cubetear, monitorear, relojear, tipear. (5.1) La Cancillería me bicicleteó, pero ahora soy el de mayor rango. (5.2) Al último momento aceptó cajonearlo. (5.3) El Gobierno de los Estados Unidos permitirá el ingreso de carne argentina cocida y cubeteada. (6) Puntuales: flashear, primerear, shockear, tacklear, telonear, fogonear. (6.1) Nos primerearon, Tato, protestó la diputada (PJ) Marina Cassese a Carlos Brown cuando encontraron ayer que la UCR terminaba una conferencia de prensa sobre pymes en el Salón de Pasos Perdidos. (6.2) Ha llegado el momento de devolverles la voz a los pueblos originarios, declaró Barrios Sosa desde su escritorio en Asunción y taloneado por las tres banderas patrias. (6.3) También fogoneó la rápida integración de su país a la unión monetaria europea. Se observa entonces que los matices frecuentativo e iterativo se mantienen, en principio, como rasgos pertinentes en la descripción de estos neologismos. Por otro lado, subyace otra diferencia entre estos dos grupos de verbos. Mientras en el primero, el énfasis está puesto en el argumento externo y en la agentividad, en el segundo grupo el acento recae en el argumento interno. De esta forma, es posible reconocer que quien cartonea es un cartonero, quien piquetea es un piquetero y quien gorilea, es un gorila. Este proceso no puede aplicarse a los verbos del segundo grupo, con lo cual puede afirmarse que en el caso de los frecuentativos la base suele ser un sustantivo que si bien designa un objeto, está emparentado con la persona que realiza esa acción. Asimismo, tienden a presentar un objeto interno prototípico. Por el contrario, los verbos iterativos tienen en común el estar sujetos a un proceso de metaforización o metonimización en torno al significado de la base que operan en la constitución del educto. Básicamente, si bien estos procesos se relacionan con el conocimiento de mundo más que con propiedades formales o gramaticales, los verbos resultantes heredan el matiz iterativo propio del movimiento o acción que puede realizarse a partir del objeto base. El carácter novedoso de este sufijo, y quizás la razón de su alta productividad, radica en la amplia variedad de nombres concretos que pueden ser usados como bases para la derivación. Las unidades formadas a partir de –ear constituyeron en su totalidad predicados diádicos y no fue posible darles, a los del segundo grupo, como sugería Serrano Dolader, usos intransitivos. Sin embargo, es frecuente encontrar sus formas participiales, acompañadas del complemento agente y de la elisión del objeto, de forma tal que la causatividad esté ausente. A nivel semántico, el significado del sufijo puede parafrasearse como X realiza una acción que involucra al objeto de la base. Por último, cabe mencionar que este afijo, a diferencia de los causativos –ificar e –izar, genera verbos donde se hace patente el matiz coloquial.
Andrea Bohrn 2.3.
El sufijo –izar
El sufijo de origen griego –izar ha sido ampliamente estudiado por la bibliografía especializada. Parte del interés radica en la existencia de formas que se le corresponden en otras lenguas5. Participa en procesos derivativos y parasintéticos, adjuntándose a bases de origen griego, latino, o románico. Genera predicados diádicos, cuyo argumento externo se corresponde con la causa del proceso. Cabe mencionar que la aparición de la causatividad está condicionada por la posibilidad de que el sustantivo que se utiliza como base pueda denotar un estado o una cualidad que luego sea entendido como estado. Los eductos hacen referencia a un proceso cuyo resultado implica el significado del sustantivo o del adjetivo que han servido como base de forma tal que si el verbo es transitivo (carbonizar, esclavizar) se realiza una reducción del complemento directo a cierto estado y si el verbo es intransitivo (escrupulizar, simpatizar), opera una reducción a la actitud del sujeto. Al mismo tiempo, acepta la decausativización y la pronominalización. La productividad de este sufijo es bastante reciente. Al respecto, Bosque comenta: Al hablante parece no importarle demasiado si verbos como vietnamizar, causativizar o internacionalizar están o no en el diccionario, para que los utilice espontáneamente; lo que actúa es la propia capacidad causativa. (1976: 106)6
Existen formaciones con matices técnicos (robotizar, vulcanizar, velarizar) como con valores cotidianos (humanizar, escolarizar, localizar), con lo cual no es posible limitarlo al ámbito de especialidad. La hipótesis que presenta Serrano Dolader es que el sufijo rechazaría bases excesivamente triviales o cotidianas. Asimismo, recupera los siguientes tipos: (7) (8) (9) (10) (11)
Resultativos: atomizar, capitalizar, caramelizar Con el significado de “dotar o proveer de X”: bautizar, señalizar, obstaculizar Instrumentales: balizar, galvanizar Locativos: canalizar, hospitalizar, memorizar Agentivos: fiscalizar, profetizar, poetizar.
Bernal, en su análisis para el catalán, revisa varios intentos de abarcar las particularidades semánticas de los verbos denominales formados a partir del afijo –izar. Retomando la distinción de Sager y Kageura entre entidades (objetos que provienen de nuestra experiencia y a los cuales les asignamos un lugar temporoespacial) y estados (conceptos que provienen de la abstracción de procesos; involucran el concepto de acción), señala que la mayoría de las bases sustantivas a las que se adjunta se corresponden con entidades. Se han registrado un total de trece formas neológicas rioplatenses formadas a partir del sufijo –izar, algunas de las cuales tienen más de una aparición. Nuevamente, pareciera no haber restricciones de tipo fonológico. Las formas anualizar, lateralizar, complejizar, tercerizar y bancarizar toman como base adjetivos de diversos tipos (calificativos y relacionales). Se trata, entonces, 5 6
En francés, -iser, en catalán, -itza, en inglés, -ize/-ise, en alemán, -isieren, etc. Tomado de Serrano Dolader (1999: 4693)
Los sufijos verbalizadotes –era, -izar e –ificar en la neología rioplatense de verbos diádicos, causativos con argumento externo agentivo, aunque este no necesariamente se corresponda con el rasgo [+ humano]. A partir de los siguientes ejemplos puede evidenciarse esto: (12) Este año, los consumidores de EE.UU. han aumentado sus gastos en bienes y servicios a una tasa anualizada del 3% real, al igual que en los últimos dos años. (13) Sus apreciaciones me parecieron de un carácter simplista, de manera que no deja lugar a la posibilidad de complejizar y problematizar cuestiones que no se definen en meros eslogans. (14) Y ahí empezó a armar Vélez su juego, a apoderarse totalmente del mediocampo, a ganar posiciones, a lateralizar el juego y pasar rápido arriba. (15) Según Pegorari, esta forma de trabajo se centra en hacer más eficiente toda la cadena de valor de la compañía, desde el consumidor hasta las firmas tercerizadas. (16) La financiera se especializa en el otorgamiento de préstamos personales de hasta $ 10.000, apuntando a un público no bancarizado. De esta forma, pueden funcionar como argumento externo tanto el jugador de fútbol como las instituciones bancarias, el sistema financiero o los factores sociales, según sea el caso. Es posible parafrasear el significado aquí presente al decir X causa que Y adquiera la propiedad o cualidad denota por el adjetivo tomado como base. Por otro lado, se hallan las formas denominales que también presentan también un predicado diádico con el argumento externo agentivo, y un valor causativo, con valores diferentes a los propuestos por Serrano Dolader en su análisis. Es posible agruparlas de la siguiente manera: (17) Verbos que designan un cambio en la valoración del argumento interno: primarizar, victimizar, demonizar. (17.1) La provincia de Buenos Aires, primarizó el 8º y 9º años y de esta forma, bajó el nivel de repitencia, pero porque bajó también el nivel de exigencia, afirmó (17.2) Este colectivo (...) considera que la designación de Ternera es "un insulto y una burla", de manera que "las víctimas del terrorismo volvemos a ser victimizadas (17.3) El ex jefe montonero agregó que existió en la causa la pretensión de demonizar a un grupo de compañeros. (18) Verbos que designan cambio en las propiedades del argumento interno: sectorizar, masterizar, oligopolizar, parquizar, praderizar. (18.1) Si un disco debut tiene la producción artística del Gonzo palacios, fue grabado en La Diosa Salvaje, masterizado por el legendario Mario Breuer (18.2) Una gran área será parquizada y ya están construidos cuatro espigones, grandes explanadas de cemento y escaleras que bajan al río. (18.3) Si bien las mejores hectáreas que hay podrían dar más plata con la agricultura de cosecha, praderizando parte del campo y haciendo un maíz para silo se me potencia el resto de la actividad. En primer lugar debe mencionarse que primarizar toma como base al sustantivo primaria, producto de la recategorización del adjetivo del sintagma escuela primaria. Los verbos que se ubican en el primer grupo presentan dos características centrales. Por un lado, denotan un proceso, de cierta duración, que culmina en el cambio de las propiedades, características, o de cierto lugar del objeto. Por otro, ese proceso al que se somete el objeto implica también un cambio en la valoración, de forma tal que el
Andrea Bohrn resultado del proceso se considera negativo. Podría hablarse aquí también de dos subeventos relacionados. En el segundo grupo, se observa también que el proceso altera las particularidades del objeto involucrado en la acción y lo dota de nuevas características, las que se asocian al sustantivo usado como base, pero sin que se haga patente una valorización en torno a lo que este cambio implica. Las perífrasis semánticas correspondientes serían X causa que Y adquiera las características de la base y devenga en [- positivo], para el primer caso, y X causa que Y adquiera las características de la base, para el segundo. Algunos de los verbos tratados aquí podrían contener cierto matiz técnico (bancarizar, sectorizar, oligopolizar). En este sentido, puede señalarse que todas ellas pertenecen al segundo grupo, es decir, a los verbos que designan un cambio en las propiedades del argumento interno. Esto constituye evidencia adicional para afirmar la distinción entre los dos grupos antes mencionados. 3.
Conclusión
Se han analizado entonces las propiedades de los sufijos –ificar, -ear e –izar, que intervienen en la formación de verbos neológicos a partir de bases nominales. En primer lugar, ninguno de los afijos presentó restricciones de tipo fonológico. Se observa, en segundo lugar, una alternancia en función de la etimología de la base que hace que –ificar sea mucho más restrictivo en tanto sólo toma bases latinas7. Esto le confiere cierto carácter culto, afianzado a su vez, por cierto matiz técnico. Por el contrario, –ear es el más amplio ya que puede adjuntarse a bases provenientes de otras lenguas. Por su parte, –izar se adjunta a bases griegas o románicas. A pesar de que existe la posibilidad de que estos afijos se adjunten a adjetivos, sólo se registran verbos deadjetivales formados a partir de –izar. Se mantiene en estos casos la tendencia, antes mencionada, de que –ificar seleccione preferentemente sustantivos. Si bien la productividad de este último afijo es baja, la frecuencia de aparición de sus unidades no lo es. Los eductos de los tres afijos tendieron a ser verbos diádicos, aunque el argumento externo otorgaba diferentes matices. En el caso de –izar e –ificar se identificaban con la causa del proceso. En el caso de –ear, el énfasis en el argumento externo se asociaba con los verbos frecuentativos y el énfasis en objeto tomado como base, que previamente estuvo sujeto a un desplazamiento en su significado, con los iterativos. El sufijo –izar es señalado como uno de los sufijos más productivos en la bibliografía. Presenta una serie de particularidades que le permiten ocupar este lugar: existen formas equivalentes en otras lenguas, participa tanto en procesos sufijales como parasintéticos y ciertos rasgos de polisemia que se observan en la existencia de los tipos presentados. No obstante, en el caso de la neología rioplatense es superado por –ear, lo que permite oponer verbos causativos, por un lado, y verbos iterativos y frecuentativos, por otro. Asimismo, -ear vehiculiza matices coloquiales. Puede decirse que, en principio, el afijo –ear es el más producido, junto con -izar, al tiempo que se reconoce una mayor amplitud en la selección de bases en relación con las bases de las formas no neológicas.
7
Bernal (1997: 166) recupera de Plag la siguiente restricción etimológica: Latinate consraint: Bases and affixes may combine only if their etymological features are compatible.
Los sufijos verbalizadotes –era, -izar e –ificar en la neología rioplatense Los afijos –izar e -ificar comparten la posibilidad de generar verbos causativos. No obstante, Bernal, en torno a la existencia de dos formas verbales sinónimas formadas con diferentes sufijos, señala: Se podría decir entonces que estamos delante de dos verbos sinónimos en fase “de convivencia”, con el paso del tiempo se decidirá cual de los dos sufijos se fija en la comunidad de hablantes. (1997: 91)
Tal sería la situación de la alternancia entre –ificar e -izar, este último con la especial ventaja de adjuntarse a adjetivos. Por otra parte, se ha sugerido la existencia de subeventos en algunos de los eductos, como forma de afinar los criterios de selección de cada uno de los afijos. Así, el algunos casos el uso de –izar implicaría una valoración en relación con el cambio sufrido por el objeto o el uso de -ificar, una segmentación del argumento interno. Los verbos estudiados sufijazos con –ificar y, en –izar manifiestan matices técnicos, en oposición al matiz coloquial de –ear. En conclusión, factores diversos como el origen de la base, el tipo de verbos que constituye el educto, su estructura argumental y temática y por supuesto la intención del hablante en lo que a la neología estilística se refiere influyen en la distribución de estos afijos. Un estudio de la sufijación inmediata podría complementar este panorama.
Referencias Bernal, Elisenda 1997. Els sufixos verbalitzadors del català. Descripció sintacticosemàntica. Barcelona, Institut Universitari de Lingüística Aplicada. Universitat Pompeu Fabra. Cabré, M. Teresa 2002. “La neologia efímera”. En Cabré, M. Teresa et al. Lèxic i neologia. Barcelona, Observatori de Neologia. Institut Universitari de Lingüística Aplicada. Universitat Pompeu Fabra. Morimoto, Yuko 2001. Los verbos de movimiento. Madrid: Visor Libros. Pena, Jesús 1993. “La formación de verbos en español: la sufijación verbal”. En Varela Ortega, Soledad (ed) La formación de palabras. Madrid: Taurus Ediciones. Serrano-Dolader, David 1999. “La derivación verbal y la parasíntesis”. En Bosque, Ignacio y Violeta Demonte (ed.) Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Espasa. Tomo 3. pp. 4683- 4755.
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