LOS ROSTROS DE LA CANDELARIA EN VERACRUZ Y CHIAPAS

LOS ROSTROS DE LA CANDELARIA EN VERACRUZ Y CHIAPAS* Guadalupe Sánchez Álvarez** Instituto de Antropología-Univ. Veracruzana Abel Juárez Martínez Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales-Univ. Veracruzana

INTRODUCCIÓN En las Islas Canarias, la Arqueología, Astronomía e Historia, han cruzado las miradas, unos al suelo y otros al cielo, hasta coincidir en una misma dirección, confirmar la importancia que los astros tenían entre los antiguos isleños. Como una madre que desde lo alto observaba amorosa a sus hijos, la estrella Canopo1 aparecía cada septiembre en el cielo para alumbrarlos. Después se marchaba dejándoles su luz que fulgurosos conservaban en sus poblaciones con la esperanza de verla nuevamente. Con el tiempo, la madre-luz, la madre-fulgor, la madre-candela se tornó más terrenal y se transfiguró en una imagen de madera con la forma de madre que en un brazo sostiene al hijo, y en el otro una vela, la luz, la candela. Se cuenta que así la encontraron unos pastores en 1390 aproximadamente, a las afueras de una cueva2 en la isla Tenerife. Por su forma, rasgos, tamaño y complexión, se dice que la imagen era de origen marroquí, como muchas deidades que aparecieron en lugares del mundo habitado antes de ese año y en siglos posteriores. Lo cierto es que a partir de ese momento ya no *Ponencia presentada en el CONGRESO MESOAMERICANO DE INVESTIGACIÓN UNACH-2014 **Investigadora Repatriada por el CONACyT 1 Canopo es la segunda estrella más brillante del hemisferio norte, y el cuerpo celeste más idolatrado por los aborígenes canarios de las islas Tenerife, La Gomera y La Palma (la primera es Sirio). 2 La Cueva de Achbinico, también llamada Cueva de San Blas, fue tras la conquista el primer santuario cristiano de Canarias, en importancia y difusión.

se llamó Canopo o estrella brillante del firmamento, sino Candelaria, virgen de La Candelaria para expresarlo con mayor precisión. La cristiandad, asegura que el culto a la virgen pertenece a la religión católica, acaso puede pensarse que detrás de ella se esconde algún ritual antiguo tal como ocurre con la mayoría de los santos que llegaron a América a partir del siglo XVI. Quienes nos dedicamos al estudio del culto a esta deidad, sabemos que se originó en las Islas Canarias y de allí partió a América con los viajes de Colón y los navegantes posteriores. Hoy día la Candelaria es considerada patrona de muchos lugares del mundo, y es venerada en numerosas localidades de España, Cuba, y América. En esta ponencia, que es parte integral de una investigación más amplia y profunda, destacaremos el hecho de que en cada región devocional donde se rinde culto a esta virgen, las imágenes que la representan adquieren singularidad simbólica e iconográfica. Empero, debido a lo extenso que ha resultado el estudio del fenómeno candelariano, puntualizaremos las características de las imágenes, considerando la que apareció en Tenerife, hasta llegar a las de Veracruz y Chiapas. Nos detendremos brevemente en las candelarias peninsulares y cubanas, pues resulta particular que en cada sitio al que llegan, adquieren la fisionomía de los habitantes o de las deidades prehistóricas de cada región.

LOS ROSTROS DE CANDELARIA La primera Candelaria que se conoció era negra y con ojos rasgados. Los materiales y técnicas de fabricación indican su procedencia gótica,3 pero el tono de piel fue clave para formar un vínculo identitario con los aborígenes de la isla, quienes antes de la aparición, además de rendir culto a la estrella canopo, veneraban a Chaxiraxiue, una de las principales diosas del panteón Guanche, considerada la Madre del Sol y Señora del Mundo, La que sostiene el Firmamento o Princesa de Gran Bondad. Se infiere que La Candelaria engulló a las dos deidades, no obstante, los rasgos de su rostro cambiaron conforme se expandió el culto. Ello se constata gracias a las descripciones que sobre la talla original hicieran fray Alonso de Espinosa, y posteriormente fray Juan Abreu Galindo, cronistas de la Candelaria, ellos coinciden en que la imagen medía 5 palmos de altura y sostenía en el brazo derecho al niño, y en el otro un trozo de vela de color verde. Asimismo, mencionan que el niño aprisionaba por las alas un pajarito dorado. El ropaje: una túnica dorada imitando el color amarillo, desde el cuello hasta los pies, haciendo el talle un cinturón cerrado, azul. El manto, también azul obscuro, salpicado de flores de color de oro le caía desde los hombros a ambos costados del cuerpo. Los frailes 3

La versión oficial señala que la imagen se perdió en 1826 a causa de un aluvión, no obstante, existen versiones que aseguran no se perdió la talla y que se encuentra en la iglesia Santa Úrsula, Adeje, Tenerife. La talla actual es obra del tinerfeño Fernando Estévez, quien la realizó en 1827 para llenar el vacío que dejó la anterior. de una nueva imagen. Para información sobre la talla y su historia Para más información vea: José Carlos Gil Marín, El enigma templario de Tenerife: la Virgen de Adeje, Cultivalibros, 2010.

describen incluso la cabeza de la Imagen, y dicen, la adornaba hermosa cabellera partida a la mitad, cayendo sobre los hombros en seis ramales tendidos por la espalda; mencionan además sus ojos rasgados. Tenemos entonces que de Tenerife, el culto pasó a las demás islas que conforman el archipiélago canario, y posteriormente a Europa donde a la fiesta se la llama De la luz o De las candelas, y finalmente a América. La constante fue siempre sustituir deidades regionales, así, vemos candelarias negras, morenas, blancas, trigueñas, de facciones moras, moriscas, orientales, árabes, italianas, tibetanas e indígenas. A Cuba, al igual que a otros países de Latinoamérica, arribó unida a la emigración canaria. Actualmente es venerada en Camagüey4 una talla suya se encuentra en el altar de la Parroquia Mayor. Se la venera además en Cienfuegos, Sancti Espíritu y Ciudad Candelaria, ésta última fundada durante la conquista española evidentemente para propagar la devoción y el culto. En este país, la veneración a Candelaria, se encuentra sincretizada con el culto a Oyá, deidad de la religión yoruba que llegó a la isla muy temprano con los esclavos africanos. Además sustituye a Atabeira, deidad femenina venerada por los aborígenes de la isla antes de la llegada de Cristóbal Colón. Una escultura en piedra que la representación se haya en una gruta, lugar de lo más singular en el que se vive un espectáculo, cuando el sol ilumina de modo particular a la deidad, exactamente en el solsticio de invierno (21 al 22 de diciembre). 4

En la isla Cuba como en Tenerife, Chiapas y muchas ciudades de México y América, existen barrios candelarios por excelencia, dado que llevan el mismo nombre y cuentan con una ermita, convento o parroquia dedicado a esa virgen.

La apariencia de La Candelaria cubana es distinta en cada sitio, puede ser negra, mulata o blanca, pero en su iconografía se haya presentes los nueve colores que representan a Oyá. A Veracruz la Candelaria llegó también con la emigración canaria y los frailes de la Orden de San Juan de Dios en el siglo XVII.5 Su presencia es importante y su culto no se constriñe a Tlacotalpan, éste se manifiesta en varias localidades del estado, y aunque la fiesta que en su honor se realiza en Tlacotalpan se ha proyectado considerablemente, a ella se unen de manera anónima otras. En esta zona de Veracruz se rendía culto Chachiuhtlicue, Diosa del agua también conocida como Nuestra Señora de la falda turquesa, Señora de la falda de jade, Diosa del agua en el suelo, en los ríos, lagos, y mares, igual que la Oyá yoruba-cubana. En el caso de Chiapas, se afirma que la Candelaria apareció hace más de 400 años en la costa y también aquí sus facciones y atuendos cobran un estilo muy particular. Por ejemplo, en San Fernando, se viste a la virgen con traje y peinado típicos de las mujeres tzotziles. En otra localidad se idolatra un cuadro que coincide con la iconografía canaria de origen, pero además con la cubana, específicamente me refiero al colorido del vestido que se relaciona con Oyá. Es probable que en este estado la Candelaria haya suplantado o sustituido a la diosa lunar también relacionada con el agua. Los 5

Para más información sobre los documentos que demuestran la presencia de ciudadanos canarios en Veracruz y la Nueva España desde el año 1775, consulte la siguiente comunicación: Juárez Martínez Abel, “Pasajeros de canarias a finales del siglo de las luces con destino al hinterland veracruzano”, XX Coloquio de historia canario-americana, celebrado en la ciudad de Las Palmas, Gran Canaria, España.

cakchiqueles de Panajachel creen que la diosa de la luna es dueña del lago de Atitlán y que tiene su palacio bajo de las aguas. Los tzotziles de Chenalho la consideran diosa de uno o varios lagos locales, le rezan y le ponen muchas flores; los de San Juan Chamula corren a los pozos y depósitos de agua durante los eclipses para ver mejor el reflejo de la luna6. En el poblado La Candelaria, durante su festejo y en las procesiones se iluminan con velas y candelas. CONCLUSIONES Con base en lo expuesto, se puede decir, que las imágenes católicas fueron sembradas en cada región devocional prehispánica para usurpar el lugar de las deidades indígenas que les antecedieron, y erguirse como nuevas Diosas. Entonces no es casual que la devoción a la Candelaria se haya plantado en sitios donde se adoraba deidades relacionadas con los cuerpos naturales de agua, cuevas y estrellas. De otro modo, los rostros de La Candelaria serían siempre los de la virgen María, y no variarían las fechas de sus festividades. BIBLIOGRAFÍA José Carlos Gil Marín, El enigma templario de Tenerife: la Virgen de Adeje, Cultivalibros, 2010. Juárez Martínez Abel, “Pasajeros de canarias a finales del siglo de las luces con destino al hinterland veracruzano”, memorias del XX Coloquio de historia canarioamericana. Eric S. Thompson. La religión maya en las tierras bajas (2) El dios sol y la diosa Luna. 6

J. Eric S. Thompson. La religión maya en las tierras bajas (2) El dios sol y la diosa Luna. Consultado el 28/06/2014. http://americaindigena.com/thompson/thomp son_dioses_2.htm

http://americaindigena.com/thompson /thompson_dioses_2.htm