Los molinos hidráulicos harineros de Andilla. Un patrimonio olvidado.

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Descripción

Los molinos hidráulicos harineros de Andilla. Un patrimonio olvidado Javier Hidalgo Mora1, Andrea Lamas Domingo2, Anna Rico Llopis3 1 2 3

Arquitecto | [email protected] Arquitecta | [email protected] Estudiante de arquitectura | [email protected]

Resumen: En la comarca de La Serranía existe un gran número de molinos harineros debido al papel predominante que la harina y el pan tuvieron durante siglos en la dieta alimenticia de las gentes del lugar. En el caso de los molinos hidráulicos, su construcción se incrementó a partir de la primera mitad del siglo XIX con la despatrimonialización del agua y la supresión de los señoríos. En el término municipal de Andilla llegaron a funcionar cinco de estos molinos que representan una parte fundamental de su patrimonio y que sin embargo hoy se encuentran en estado de ruina. Con la intención de rescatar este rico patrimonio del olvido se ha llevado a cabo un estudio de estos molinos, que puede ayudar a aportar propuestas para su recuperación y puesta en valor como recurso didáctico de enorme valor para el pueblo de Andilla. Palabras Clave: molinos, arquitectura del agua, etnología, arquitectura tradicional.

1. INTRODUCCIÓN 1.1. La red hidrográfica de Andilla La red hidrográfica del municipio de Andilla pertenece en su práctica totalidad a la cuenca del Río Turia, excepto una parte situada al noreste del término vinculada a la cuenca del Río Palancia. La Hoya de Andilla está atravesada por dos cursos permanentes, el Río de Andilla y el Barranco de la Barchesa. En el resto del término la circulación hídrica tiene un carácter esporádico e incluso la Rambla de Artaj, en la que confluyen los anteriores cursos, presenta caudal únicamente de manera circunstancial. 1.2. El cultivo del cereal en Andilla Durante siglos el aprovechamiento del territorio a través de las actividades agrarias y forestales, junto con una desarrollada ganadería, ha constituido la base socioeconómica de Andilla. Históricamente ha predominado la agricultura de secano, centrándose en el norte del término el cultivo del cereal, orientado principalmente al autoabastecimiento. Trigo, cebada, avena, maíz y centeno eran cultivados en Andilla, tal y como ha sido testimoniado por diversos autores como Espinalt y Cavanilles en el siglo XVIII o Miñano y Madoz en el XIX. Durante el siglo XVIII se produce un notable crecimiento demográfico y una significativa expansión agrícola, lo que supuso un considerable aumento de la superficie de cultivo y por lo tanto del cereal.

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pasado siglo una drástica disminución del cultivo del cereal hasta prácticamente desaparecer, debido a su escasa rentabilidad frente a otros cultivos y la pérdida de su papel preponderante por la desaparición de la agricultura de autoabastecimiento. 2. LA MOLINERÍA HISTÓRICA ANDILLANA La transformación de los productos agrícolas y principalmente la molturación de los cereales ha sido durante siglos uno de los procesos productivos tradicionales más importantes de la economía de la comarca de La Serranía y en particular de Andilla. Para poder realizar la molturación del grano era indispensable disponer de agua en cantidad suficiente. El caudal permanente en el Río Andilla y en el Barranco de la Barchesa, junto con la topografía montañosa que permitía conseguir desniveles de cierta magnitud necesarios para el funcionamiento de los cubos, ha justificado históricamente la construcción de diversos molinos a lo largo de estos cursos de agua. La construcción de los molinos hidráulicos se incrementó a partir de la primera mitad del siglo XIX con la despatrimonialización del agua y la supresión de los señoríos, época que coincidiría con la construcción de algunos de los molinos andillanos.

En el siglo XIX se produjo un proceso de liberalización de la tierra, lo que supuso el aumento de la transformación de tierras agrícolas; sin embargo se produjo un retroceso del cereal frente al olivo y la viña.

En el río Andilla se han documentado tres molinos, otro en el barranco de la Barchesa y otro en la rambla de Artaj, desconociéndose cuántos de ellos llegaron a funcionar simultáneamente. En cualquier caso, estos molinos serían utilizados básicamente por los propios andillanos.

A partir de las primeras décadas del siglo XX se inicia un proceso de retroceso demográfico y consecuentemente de abandono de tierras de cultivo. Poco a poco se va produciendo a lo largo del

Los que se encontraban dentro de un mismo curso de agua conformaban un sistema integral en la red de riego de forma que compartían el caudal y el uso de azudes, acequias y balsas.

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En 1850 existían tres molinos en funcionamiento, los del Barón, Blanquines y de Abajo, el primero de los cuales fue propiedad del Barón de Andilla durante siglos y hasta su venta hacia el año 1910. En 1851 se presentó la solicitud de establecimiento de un cuarto ingenio por parte del presbítero Antonio Moreno, correspondiente al Molino del Salto de las Truchas, situado junto a la Fuente del Señor, el cual recibió licencia por Real Orden de 20 de marzo de 1854 y entró en funcionamiento en 1855. En 1920 aún funcionaban tres aunque a lo largo de dicha década se redujeron a dos (Rodrigo, 1999: 101). En Andilla, aun funcionando varios molinos, la producción de harina no era suficiente para abastecer a su población y los andillanos tenían que desplazarse a moler a otros lugares. Por ejemplo, en 1847, el ayuntamiento de Andilla explica sobre los molinos que se encuentran en su término, que muelen cuando no riega la huerta o cuando hay suficiente agua a causa de las lluvias: ‘Hay dos molinos de represa de una piedra que muelen luego que la valsa se llena, en el tiempo que no riega la referida huerta, que está más arriba que dichos molinos ó cuando por razón de lluvias suele haver avenidas. El número de fanegadas que cada uno suele moler no puede calcularse, solo puedo decir que no abastan para el consumo de este corto vecindario, que aun en tiempo que no se riega van fuera a moler’ (Hermosilla, 2009: 47-48). En el conjunto de la comarca a principios del siglo XX fueron numerosas las peticiones para transformar algunos molinos en centrales o “fábricas” de luz, que solían ser atendidas por las autoridades por considerarse positivo para la industria y el progreso de la sociedad. En el caso de Andilla esto sucedió con el Molino de la Fuente del Señor, que fue transformado en “fábrica de luz” a principios del siglo pasado. A mediados de siglo XX, la molinería hidráulica tradicional es definitivamente abandonada y sustituida por las fábricas harineras eléctricas, que ofrecían una productividad mucho mayor. 2. TIPOLOGÍA DEL MOLINO HARINERO DE ANDILLA Los molinos documentados en Andilla responden todos a un mismo tipo: molino de rueda horizontal o de rodezno en su variante de molino de balsa y cubo. Este tipo es característico de las zonas de escasa pluviosidad, caudales reducidos y topografía accidentada, en las que es fácil conseguir desniveles de entre 5 y 10 m. necesarios para el correcto funcionamiento del cubo. Eran molinos de reducidas dimensiones destinados al autoabastecimiento de la población andillana. Los dos elementos que caracterizan este tipo de molino son la balsa y el cubo: La balsa En estos molinos el agua proveniente del río era canalizada mediante acequias hasta la balsa (o “represa”) donde era almacenada.

Cuando ésta se llenaba el molino podía entrar en funcionamiento. Las balsas estaban excavadas directamente en el terreno, estando la base ligeramente inclinada hacia la boca del cubo. En este punto de contacto entre la balsa y el cubo se colocaba una compuerta o “partidor” que controlaba la entrada de agua al cubo a voluntad del molinero. Cuando el agua era suficiente para hacer funcionar el molino de manera continuada, de alguno de los lados de la balsa salía una acequia que actuaba como canal de desagüe, evitando que se perdiera, y permitía derivarla hacia las huertas cercanas. El cubo El cubo característico del molino andillano es un pozo vertical de unos 6 m de altura, de sección circular, cuyo diámetro en la boca oscila entre 1 y 1,20 m. Es de sección cilíndrica o de forma cónica invertida (más estrecho en su base) y su función es la de conseguir una altura de presión lo más constante posible para accionar el rodezno y poner en funcionamiento la maquinaria del molino. Estaban construidos con fábrica de sillería, o de mampostería en algunos casos, revestida con mortero de cal para evitar las pérdidas de agua. Eran la parte del conjunto en la que se cuidaba más la construcción siendo precisamente esa la razón de que sea la única parte de todos los molinos que ha llegado hasta nosotros. La parte del cubo en contacto con la balsa se solía proteger con un enrejado metálico o de madera que retenía las ramas o piedras que pudiera arrastrar el agua. La parte superior se protegía con una tapa metálica o de madera para evitar la entrada de objetos extraños al cubo, tal y como hemos podido documentar en el Molino del Barón. Todos los molinos estudiados cuentan con un solo cárcavo que alojaba un rodezno y que vertía el agua directamente al río o barranco del cual se nutrían aguas arriba. De la maquinaria de los molinos poco ha llegado hasta nuestros días, sólo hemos podido apreciar restos del saetín en el cárcavo del molino de Blanquines y algunas viejas muelas en casi todos los molinos. El edificio o molino propiamente dicho se adosaba al cubo, estaba construido con fábrica de mampostería, reservándose la sillería para reforzar las esquinas, o como en el caso del molino del Barón, de carácter más señorial, para el arco de acceso. La cubierta, a una o dos aguas, sigue el sistema de la arquitectura vernácula de la zona, formado por vigas y rollizos de madera, tablero de cañizo y teja cerámica curva. 2. LOS MOLINOS DE ANDILLA 2.1. Molino Viejo El Molino Viejo se considera el más antiguo de los existentes en Andilla. Está situado en un lugar estratégico, en la ribera derecha del Río Andilla aguas abajo, junto al antiguo Camino Real de Aragón donde todavía se conserva parte de la calzada medieval y

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Plano de situación de los molinos y de los principales recursos hidráulicos de Andilla.

FIG. 2.

Esquema y partes del molino tipo andillano.

FIG. 3.

Molino Viejo. Estado actual.

FIG. 4.

Molino Viejo. Sistema hidráulico.

FIG. 5.

Molino del Barón. Estado actual.

FIG. 6.

Molino del Barón. Sistema hidráulico.

FIG. 7.

Molino del Barón. Fotografía histórica. (Fuente: Daniel Domingo).

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un puente de la misma época. Gracias a los datos aportados por el geógrafo Carles Rodrigo (1999: 101) sabemos que en 1850 este molino ya no se encontraba en funcionamiento. Actualmente sólo se conserva el cubo pudiéndose observar la parte superior del cárcavo que se encuentra enterrado en un bancal de cultivo.

animales y para almacenaje. Las tres construcciones tenían la cubierta de teja árabe a un agua, recayente hacia el cauce del río (Figura 7).

Debido a la transformación del territorio a lo largo de los siglos y a la degradación de la construcción resulta de gran dificultad conocer el sistema de captación y conducción del agua hasta el cubo, no obstante pueden observarse restos de la antigua Acequia Madre de Andilla.

El Molino de Abajo, también llamado Capón o del Puente, se sitúa en la margen izquierda, aguas abajo, de la Rambla de Artaj. Forma parte de un sistema de riego autónomo integrado por pequeños huertos. El agua llegaba desde el azud, conservado en buen estado y ubicado próximo al Molino del Barón, y era dirigida por una acequia hasta la balsa.

El exterior o caja del cubo está construido con sillares y sillarejos de piedra del lugar tomados con mortero de cal. Este elemento está escalonado en 6 tramos retranqueados entre sí de 30 a 40 cm. La base tiene una longitud de 11,15 m. en la parte frontal, desconociéndose su altura por hallarse enterrada la mayor parte de ella. Los tramos superiores tienen una altura aproximada de 1,20 m. Actualmente el cárcavo está cegado y el cubo colmatado con piedras y tierra, existiendo abundante vegetación en la parte superior, por lo que no nos ha sido posible su estudio detallado. Próximo al cubo se encuentra sobre el terreno una muela catalana fragmentada de piedra de rodeno muy desgastada. Los restos del Molino Viejo se encuentran en el recorrido de una ruta turística denominada Ruta Medieval. Fomentar este tipo de rutas culturales proporciona un mayor conocimiento del patrimonio e historia local y contribuye a aumentar la sensibilidad de la población respecto al patrimonio cultural. 2.2. Molino del Barón El Molino del Barón, también llamado Molino Alto, se encuentra situado en la ribera derecha del Río de Andilla aguas abajo, entre los núcleos de población de Andilla y La Pobleta, y al final del sistema de regadío de la Acequia del Barón. El molino se encuentra en estado de ruina muy avanzada, habiéndose desplomado la práctica totalidad de los muros y la cubierta; no obstante, el cubo, la construcción más sólida del conjunto, permanece estable. No hemos podido documentar la balsa, sin embargo Hermosilla, en su estudio sobre los regadíos históricos del Turia Medio, ofrece datos sobre la misma afirmando que es de forma rectangular y mide 35,4 x 7,3 m. y 1,6 m. de profunda, y utilizaba el agua de la Acequia del Barón, hoy en día en desuso. El cubo propiamente dicho es de sillería bien trabajada. La caja del mismo es de sillarejos de piedra de rodeno y argamasa, pudiéndose distinguir cuatro tramos retranqueados entre sí. En el tercer tramo se observa una gran roza que recibiría la cumbrera de la cubierta del edificio principal, hoy desaparecida.

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El molino se componía de tres volúmenes diferentes adosados entre sí, la construcción principal de dos alturas albergaba la maquinaria (sala de molienda), y parte de la vivienda en la planta baja, y el resto de las dependencias de la vivienda en la planta primera. Los otros dos volúmenes adosados eran construcciones auxiliares para los

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2.3. Molino de Abajo

El acceso al molino se realizaba desde La Pobleta a través de la senda del Puente, actualmente perdida. En la actualidad aún es posible observar gran parte de la acequia y la balsa, aunque han perdido totalmente su funcionalidad. La balsa es de forma sensiblemente triangular y conserva parte de los muros de mampostería en los que existe alguna reparación con fábrica de ladrillo. El cubo, de sección circular, es de sillería, está en buen estado y es de 1 m. de diámetro y unos 6 m. de profundidad. El edificio del molino, actualmente en ruinas, sigue el esquema característico de los molinos de la comarca, muy similar al molino del Barón, aunque de construcción más pobre. Los muros exteriores, de mampostería ordinaria revocados con mortero de cal, están parcialmente derruidos. La cubierta a dos aguas, de teja árabe sobre cañizo, está hundida conservándose solo parte del forjado intermedio y la escalera, elementos resueltos mediante rollizos y tablero de cañizo. La maquinaria está desmantelada aunque se conservan tres muelas, una solera catalana y otras dos muelas volanderas francesas de 1,20 m. de diámetro. El cárcavo está en buen estado y se distingue el recorrido directo que hacía el agua desde el molino a la Rambla de Artaj. 2.4. Molino de Blanquines El Molino de Blanquines o de la Gallarda es el único no alimentado por el caudal del Río de Andilla puesto que se ubica en la margen izquierda del Barranco de la Barchesa de donde toma el agua para impulsarlo. El agua llegaba hasta la balsa del molino conducida por la acequia. Aún hoy se pueden apreciar perfectamente los límites de la balsa, de forma irregular y delimitada por gruesos muros de mampostería enfoscados con mortero de cal. El cubo, de fábrica de mampostería revestida, mide unos 6 m. de profundidad y es de sección circular, con un diámetro en la boca de 1,20 m. Actualmente se encuentra en ruinas y se conservan restos de los muros del molino construidos con mampostería ordinaria revestida con mortero de cal. La cubierta, desaparecida, era de teja árabe a dos aguas. No se han localizado indicios de su maquinaria salvo un juego de muelas: una solera y una volandera francesa (procedente de La Ferté) de 1,3 m. de diámetro. El cárcavo está en buen estado apreciándose en su interior restos del saetín y algunos restos de piezas metálicas de la maquinaria.

2.5. Molino de la Fuente del Señor

Otra de las razones de este abandono es el desconocimiento de

El Molino del Señor o del Salto de las Truchas se encontraba en la zona noreste del término, en el paraje natural conocido como La Mulatica. Estaba junto a la Fuente del Señor en el margen derecho del río Andilla aguas abajo, aprovechando un desnivel natural del cauce del río. En la actualidad sólo se conserva el cubo y el muro posterior del molino así como los restos de una de las fachadas de la fábrica de luz.

este rico patrimonio preindustrial por parte de una sociedad que

Resulta difícil describir el sistema de captación y conducción del agua hasta el cubo debido a la importante transformación que ha sufrido el paisaje próximo.

ellos, y mucho menos un plan de actuación que aborde de una

El cubo, de sillarejos y mampostería de piedra de rodeno, muestra tres de sus caras quedando una de ellas adosada al terreno. El muro en la parte inferior es de mayor longitud y constituía la fachada posterior del molino a la vez que realizaba la función de contención de las tierras. El cubo se encuentra colmatado y el cárcavo cegado, y pese a ser estructuralmente estable, se encuentra en muy mal estado de conservación, observándose un gran número de plantas parásitas que contribuyen a la degradación de la fábrica de mampostería. El muro posterior de la que fuera la construcción principal del molino presenta diversas grietas y se encuentra desplomada en diversos puntos. Es posible observar antiguos restos del revestimiento interior del molino así como la impronta de dos muros perpendiculares al muro de cerramiento posterior.

no lo valora suficientemente, quizá por estar demasiado presente aún en la memoria o por no considerarlo patrimonio “digno” de ser conservado y restaurado. Cabe señalar que por parte de la Administración tampoco ha habido hasta ahora ninguna iniciativa que apueste por la recuperación de estas construcciones tradicionales o en su caso de los elementos que aún quedan de manera coherente y unitaria el conjunto, marcando unas pautas de intervención como parte de un proyecto global de puesta en valor de este importante patrimonio arquitectónico y etnológico. Además de considerar los molinos individualmente como bienes susceptibles de ser conservados y puestos en valor, no nos podemos olvidar del sistema hidráulico asociado a estos ingenios, especialmente el sistema artificial de captación, distribución y toma de agua formado por fuentes, acequias, azudes, balsas, etc. que forma junto a los molinos un conjunto con gran interés patrimonial. Sin duda debe implementarse su recuperación, en la medida de lo posible, y su valorización como recurso pedagógico y didáctico para los ciudadanos y visitantes de Andilla. En la mano de todos: propietarios, administración, ciudadanos, técnicos, etc. está el futuro de este rico patrimonio. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Una excavación arqueológica, al igual que en el Molino Viejo, nos ayudaría a resolver muchas dudas sobre este molino.

Álvaro, F. y BarberàB. , (2001): Molins fariners d’aigua. Castellón, Centre d’Estudis del Maestrat.

3. CONCLUSIONES

Glick, Thomas F., Guinot, E. y Matínez, Luis P.,(2000), Els molins hidràulics valencians. Tecnologia, història i context social. Institució Alfons el Magnànim, Diputació de València.

Como principal conclusión de nuestro estudio podemos decir que la situación general de los molinos andillanos es de ruina generalizada. Este proceso se ha visto acelerado en los últimos años en algunos de ellos, como el del Barón o el de Abajo, que hace apenas una decena de años aún conservaban todos sus cerramientos y la cubierta y de los cuales hoy, desgraciadamente, apenas quedan restos. Las razones por las que hemos llegado a esta situación son múltiples. Los molinos, como edificaciones de carácter fabril, fueron cayendo poco a poco en desuso y abandonados definitivamente a mediados del siglo XX; sabemos que los dos últimos molinos que funcionaron en Andilla lo hicieron hasta los años 60 del siglo pasado. Por ello, y como ocurre con cualquier inmueble en el que no existe ningún tipo de mantenimiento, con el paso de los años debido a la acción meteorológica y la acción antrópica (expolio de materiales de construcción principalmente) la degradación se va produciendo paulatinamente hasta desaparecer por completo, como ha pasado en el caso de los molinos de la Fuente del Señor y Viejo, de los que sólo queda el cubo.

Hermosilla, J., (2009): ‘Los regadíos históricos del Turia Medio: La Serranía y el Camp del Túria (volumen nº11)’. Valencia, Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano, Conselleria de Cultura, Educació i Esport, Generalitat Valenciana y Departament de Geografia, Universitat de València. López, M., (2011): ‘Conjunto de molinos de cubo en Fregenal de la Sierra’. Actas del séptimo Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Santiago 26-29 Octubre 2011, eds. S. Huerta, I. Gil Crespo, S. García, M. Taín. Madrid: Instituto Juan de Herrera 2011, 767-776. Palanca, F., Gregori J. J., Llobregat E. A., y Martínez F., (1986): La memòria d’abans. Del gra al pa. Els molins. Valencia, Museu d’Etnologia Diputació Provincial de València. Sendra, F., (2003): La Arquitectura del Agua. Guía de patrimonio hidráulico en las zonas rurales de la Comunidad Valenciana. Valencia, Centre Excursionista de València, Papers de Muntanya. Rambla, R., (2009): ‘Molinos harineros hidráulicos en la provincia de Castellón. El caso particular de la red hidráulica en el río Molinell’. Memòria Viva, Publicación del proyecto Patrimoni del Programa de Extensión Universitaria. Universitat Jaume I de Castellón. Servicio de Comunicación y Publicaciones, Universitat Jaume I. 67-73 Rodrigo, C., (1999): Geografía de Andilla. Valencia, Ayuntamiento de Andilla. Rodrigo, C., (2000): La Serranía: análisis geográfico comarcal. Valencia, Centro de Estudios de La Serranía y Carles Rodrigo Alfonso.

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Molino de Abajo. Estado actual.

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Molino de Abajo. Sistema hidráulico.

FIG. 10.

Molino de Blanquines. Sistema hidráulico.

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Molino de Blanquines. Estado actual.

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Molino de la Fuente del Señor. Estado actual

FIG. 13.

Molino de la Fuente del Señor. Sistema hidráulico.

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