-PTFGFDUPTSFEJTUSJCVUJWPTEFMBJOĘBDJØO 6ODBTPEFFTUVEJPQBSB#PMJWJBEVSBOUFFMQFSJPEP (BSZ.FOB 8FSOFS-)FSOBOJ-JNBSJOP
8PSLJOHQBQFS +VMJP
Los efectos redistributivos de la inflación
Un caso de estudio para Bolivia durante el periodo 2005-2011 Gary Mena Werner L. Hernani-Limarino Fundación ARU * Julio de 2013
Resumen Este documento expone las diferencias entre los grupos de ingreso en las canastas de consumo e inflación y analiza el impacto distributivo de los episodios recientes de inflación en Bolivia. Primero se documenta la significativa heterogeneidad en las canastas de consumo según grupos de ingreso. Luego, se documenta el nivel, pegajosidad y volatilidad de cada canasta. Finalmente se analizan los efectos de la heterogeneidad de la inflación en los cambios observados en la distribución de ingresos.
*
Los puntos de vista y opiniones expresados en este documento son de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista y opiniones de la Fundación ARU o cualquier otra institución a la que estén afiliados. Comentarios son bienvenidos a
[email protected]
1
1.
Introducción
El análisis de los efectos distributivos de la inflación es importante tanto para académicos como para hacedores de política. Por una parte, la expresión «inflation is the cruelest tax of all» hace alusión a los efectos nocivos de este fenómeno y es interpretado a menudo como que la inflación afecta relativamente más a los pobres que a los ricos. Sin embargo, existen diferentes interpretaciones en la literatura de los efectos de la inflación sobre la distribución de ingresos. Generalmente se relaciona a la inflación con mayores niveles de desigualdad. Fischer S. y Easterly W. (2001) proveen evidencia usando una gran muestra proveniente de encuestas de hogares para varios países, mostrando que los pobres tienen una mayor tendencia en relación a los ricos a considerar la inflación como un gran problema que reduce su auto-percepción del bienestar. Los trabajos de Datt y Ravallion (1998), Ferreira y Litchfield (2001), Dollar y Kraay (2000), entre otros, muestran que un mayor nivel de inflación conlleva a una menor participación de los hogares más pobres en el ingreso total. Esto respalda la regresividad de la inflación. En el caso específico de la inflación por alimentos, Walsh y Yu (2012) señalan que los efectos de este tipo de inflación sobre la distribución de ingresos son mixtos. Esto en contraposición a la inflación por bienes no alimentarios, la cual aumenta los niveles de desigualdad. Contextualizando un poco, la inflación por alimentos podría tener un efecto negativo a nivel urbano, pero dado que en el área rural los ingresos provienen principalmente de la actividad agrícola entonces los efectos de la inflación serían ambiguos. Grimm y Günther (2008) investigan el efecto de tasas heterogéneas de inflación a lo largo de la distribución de ingreso. Argumentan que al ignorar estos efectos se produce un sesgo en la medición del crecimiento pro-pobre. Usando encuestas de hogares para Burkina Faso, los autores construyen índices de Paasche y Curvas de Incidencia de Crecimiento y muestran que la inflación tiene un efecto negativo en la tasa de crecimiento del ingreso de los más pobres. También es común encontrar en la literatura enfoques de tipo macroeconómico. Tal es el caso de Bulir (1998) quien usando datos para 80 países concluye que el impacto de la estabilidad de precios sobre la distribución de ingresos sería no lineal. Esto se debe a que, si bien el paso de una situación de hiperinflación a una de estabilidad de precios reduce la desigualdad, reducciones continuas en los niveles de inflación estarían asociados a incrementos en el coeficiente de Gini. Por otra parte, los hacedores de política (y/o políticos) - de la oposición y del gobierno -, entraron en debate acerca de si fueron los pobres quienes menos se beneficiaron del crecimiento debido a la alta ponderación de los alimentos en su canasta de consumo y los niveles observados del aumento de precios de los alimentos y energéticos. Distintas instituciones y analistas aseguran que la inflación medida con el nuevo IPC sería subestimado debido a la metodología aplicada en la medición del índice y la reponderación de los alimentos en la nueva canasta. El argumento de que la ponderación de los alimentos no refleja la realidad de los patrones de consumo en Bolivia es a priori bastante fuerte a la vez que es el argumento más usado1 . Como consecuencia de los anteriores argumentos se concluye que en un contexto al alza del precio de los alimentos, los hogares más pobres son los que sufren mayor impacto en la pérdida del poder adquisitivo debido a que éstos destinan una mayor proporción de sus gastos en alimentos. De acuerdo a lo anterior, dado que la proporción en que se incrementan los salarios está indexado al valor reportado de la inflación, entonces son los hogares de menores ingresos quienes son compensados en una menor proporción en relación a la inflación que sufren. La caída del valor de los ingresos reales de los hogares más pobres será mayor con relación a la pérdida de ingresos 1
Este argumento aparece en una serie de notas de prensa así como en los análisis de coyuntura 96, 182 y en el Coloquio Económico nro 11 de Fundación Milenio en el cual a través de la encuesta de hogares 2005 se estima que la ponderación de los alimentos sería superior al 40 %.
2
reales de hogares más ricos dando como resultado un aumento en los niveles de desigualdad. Por otra parte, tanto el Banco Central como el INE afirman que el cálculo del IPC sigue estándares internacionales. De igual manera, cuestionan los cálculos que hacen las instituciones usando las ponderaciones del antiguo IPC con año base en 1991 para afirmar que el valor real de la inflación sería más alta argumentando que la estructura de consumo del IPC base 1991 ha quedado obsoleta y por lo tanto su uso para el análisis de la inflación es inapropiado. Al mismo tiempo explican que los niveles de inflación registrados se deben a las oportunas políticas aplicadas tanto en el control de precios así como a la política monetaria y cambiaria que se aplica en el país. Más allá de lo convincente que suenen los argumentos académicos y políticos, al final del día la pregunta es una de tipo empírica y por lo tanto la respuesta se encontrará en los datos y puede diferir entre los países en función a su realidad. Este documento analiza los efectos redistributivos de la inflación en Bolivia para el periodo 2005-2011. Se procede a documentar las diferencias en las canastas de consumo entre los grupos de ingreso y las diferencias en la inflación y volatilidad de cada canasta. Para realizar esto, se combinan los datos en detalle de ingresos y consumo de la Encuesta Continua de Hogares 2003-2004, con datos sobre precios del IPC para 2005-2011 y datos en detalle sobre los cambios en la distribución de ingresos para el periodo de análisis provenientes de las Encuestas de Hogares para 2005-2011. Entre las preguntas que esta investigación pretende responder se encuentran: ¿Qué decil representa el IPC? ¿En qué magnitud afecta la inflación la tasa de crecimiento del ingreso de los percentiles? El resto del documento se organiza de la siguiente manera. En la sección 2 se presenta un ejemplo simple pero iluminante de uno de los muchos mecanismos que podría hacer que la inflación afecte la distribución de ingresos. En la sección 3 se documenta las diferencias en las canastas de consumo entre los grupos de ingreso. La sección 4 documenta las diferencias en la inflación entre los grupos de ingreso. La sección 5 analiza el impacto redistributivo de la inflación en los ingresos y su tasa de crecimiento por percentil. Finalmente en la última sección se comenta lo que el gobierno podría hacer al respecto de este tema.
2.
El problema distributivo: un ejemplo ilustrativo
Es posible definir diferentes tipos de canasta de consumo. La canasta del índice de precios al consumidor (IPC) usualmente define los ponderadores basándose en el gasto total. Una canasta alternativa democrática, asume que los consumidores tienen ingresos diferentes y define los ponderadores basándose en el promedio de las participaciones en el gasto indivual. La principal diferencia entre el IPC y el índice democrático es que el primero calcula la canasta a partir de las participaciones en el gasto agregado, mientras que el segundo elimina las diferencias en el ingreso y promedia las participaciones en el gasto individual. Existe una amplia literatura que discute cual canasta es la más apropiada (Véase Deaton,1998 y Ley,2002). El propósito de este documento no es indicar lo que los hacedores de política deben o no hacer, sino poner de manifiesto lo que estan haciendo. Si hay desigualdad de ingresos, las canastas de consumo podrían ser diferentes. Más aun, si los precios tienen tasas de inflación heterogéneas, entonces la tasa de inflación que enfrentan los diferentes consumidores podría no ser la misma que reporta la del IPC. Más precisamente, la canasta del IPC puede estar sesgada hacia la canasta de los percentiles más ricos.
3
Para hacer más claro este argumento, asumamos que hay dos tipos de consumidores en la economía, con la misma proporción del total de la población. Asumamos también que hay dos tipos de bienes: alimentos y servicios; y que la participación en el gasto es como sigue: Participación en el gasto Tipo 1 Tipo 2 Alimentos 70 30 Servicios 30 70
Participación según canasta Democrática ( %) Plutocrática ( %) ≠æ 50 50 50 50
Nótese que a pesar del nivel de desigualdad de ingresos, si hay el mismo número de agentes en cada grupo, entonces la participación promedio en el gasto en la economía será de 50 % para ambos, alimentos y servicios. Si no hay desigualdad de ingresos, i.e. ambos tipos tienen el mismo ingreso, la canasta del gasto total definirá pesos para los alimentos y servicios iguales a 50 %. Por ejemplo, si el ingreso de ambos tipos es 100 de manera que el gasto agregado es 100 para ambos, servicios y alimentos; por lo tanto las ponderaciones en el IPC serán 50 % para los alimentos y servicios. En el caso donde existe desigualdad de ingresos, la canasta de gasto total será diferente de la canasta de participación de gasto promedio. Si asumimos que los consumidores del tipo 1 tienen ingresos de 100 mientras que los consumidores de tipo 2 tienen ingresos de 1000, de manera que el gasto agregado es 370 para los alimentos y 730 para los servicios; por lo tanto el gasto total en alimentos será solo el 33.6 % del ingreso agregado mientras que el gasto total en servicios será 66.4 %, i.e. los pesos del IPC para los alimentos y servicios serán 33.6 % y 66.4 %, respectivamente. Este ejemplo ilustra de manera simple que a mayor desigualdad, más cercana será la canasta del IPC a la canasta del más rico. Participación en el gasto Tipo 1 Tipo 2 Total Alimentos 70 300 370 Servicios 30 700 730
3. 3.1.
Participación según canasta Democrática ( %) Plutocrática ( %) ≠æ 50 33.6 50 66.4
Diferencias en las canastas de consumo Datos
El primer paso para analizar el impacto redistributivo de la inflación es documentar las diferencias en las participaciones en el gasto según grupos de ingreso y analizar como estas diferencias afectan la canasta del IPC, el «objetivo» que el IPC esta capturando. Para hacer eso, usamos los datos de la encuesta de ingresos y gastos 2003-2004. La encuesta de hogares realizada para 2003 - 2004 recopiló con mayor detalle información sobre los gastos e ingresos de los hogares. Se recolectaron datos sobre gasto a nivel de producto. Esto la convierte en una fuente de información idónea para construir ponderadores que reflejen la estructura de consumo para los distintos grupos de ingreso. La encuesta recolectó datos sobre 9,149 hogares, de los cuales la muestra se delimitó a las ciudades capitales de los departamentos. Esto redujo la muestra a 5,566 hogares, los cuales son la base para el cálculo del IPC oficial. No se realizó ningún tratamiento para controlar los valores extremos, sin embargo se adoptaron criterios específicos para incorporar el valor de adquisición del automovil y del anticrético de la vivienda, en ambos casos se distribuyó el gasto en el tiempo de manera que está más cerca de expresar un valor anual.
4
3.2.
Diferenciales de consumo
3.2.1.
Diferencias en el consumo total
Para empezar, la Figura 1 muestra el ingreso medio de cada decil (panel A) y el ingreso de cada decil relativo al del más pobre (panel B). El eje vertical esta medido en logaritmos. Nótese que el decil más rico representa 2.2 veces el ingreso del más pobre. Figura 1: Diferencias de ingreso 2003 - 2004 10
3
7.69 6.89
6
5.44
5.71
5.95
6.21
Diferencia relativa en log
Logaritmo del Ingreso
8 6.49
5.11 4.64
4
3.49
2.20
1.97
2 1.86 1.78 1.70 1.64 1.56 1.46
2
1.33
0
1 1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
2
3
4
Decil
5
6
7
8
9
10
Decil
(a) Ingreso según decil
(b) Ingreso relativo al decil más pobre
Fuente: Elaboración propia a partir de la serie armonizada de Encuestas de Hogares por la Fundación ARU.
Cuadro 1: Estadisticas del Ingreso real per-cápita según decil (en log) Corte Media Desv. Est. Mediana
Decil 1 4.275 3.491 0.742 3.740
Decil 2 4.917 4.644 0.181 4.675
Decil 3 5.301 5.110 0.111 5.112
Decil 4 5.582 5.444 0.079 5.444
Decil 5 5.837 5.713 0.073 5.715
Decil 6 6.069 5.947 0.069 5.941
Decil 7 6.345 6.207 0.080 6.210
Decil 8 6.662 6.493 0.094 6.481
Decil 9 7.165 6.885 0.140 6.873
Fuente: Elaboración propia a partir de la serie armonizada de Encuestas de Hogares por la Fundación ARU.
5
Decil 10 9.426 7.694 0.434 7.587
3.2.2.
Diferenciales en el consumo de bienes alimentarios y no alimentarios
La figura 2 muestra la participación de los gastos alimentarios vs. los gastos no alimentarios por decil. Se aprecia que las diferencia entre los deciles es estadísticamente significativa. El decil más pobre gasta alrededor del 55 % de su consumo en alimentos, mientras que el decil más rico destina alrededor del 23 %. Visto de otra forma, la diferencia en la participación del gasto entre los pobres y los más ricos es más de 32 puntos porcentuales. Figura 2: Peso de los bienes alimentarios y no alimentarios por decil 80
60
% 40
20
0
1
2
3
4
5
Alimento
6
7
8
9
10
No alimentos
Fuente: Elaboración propia a partir de la serie armonizada de Encuestas de Hogares por la Fundación ARU.
Un detalle a advertir en estos datos es que el gasto en alimentos no toma en cuenta que los deciles más pobres, por lo general, suministran parte de los alimentos que consumen. La figura 3 ajusta las participaciones iniciales por la proporción del auto-consumo2 . Cuadro 2: Diferenciales en la ponderación de los alimentos ( %) Decil 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Con auto-consumo Alim. No Alim. 54.500 45.500 55.297 44.703 49.804 50.196 48.607 51.393 46.679 53.321 43.265 56.735 39.687 60.313 36.255 63.745 29.621 70.379 22.093 77.907
Sin auto-consumo Alim. No Alim. 41.215 58.785 47.610 52.390 45.855 54.145 46.480 53.520 43.966 56.034 41.610 58.390 37.987 62.013 35.087 64.913 28.730 71.270 21.538 78.462
Fuente: Elaboración propia a partir de la serie armonizada de Encuestas de Hogares por la Fundación ARU.
Como puede verse, las diferencias una vez que el auto-consumo es dejado de lado son menores que con el auto-consumo, lo que es un reflejo de que las familias pobres consumen una gran proporción de los alimentos producidos en casa. De cualquier manera, las diferencias en la 2
El auto-consumo se define como la parte del consumo que los agentes adquieren a través del retiro de parte de su producción o retiro de su negocio.
6
Figura 3: Peso de los bienes alimentarios y no alimentarios por decil, sin autoconsumo 80
60
% 40
20
0
1
2
3
4
5
Alimento
6
7
8
9
10
No alimentos
Fuente: Elaboración propia a partir de la serie armonizada de Encuestas de Hogares por la Fundación ARU.
participación en el gasto entre los más pobres y los más ricos es todavía grande, cercana a los 20 puntos porcentuales. No es claro cual debería escogerse para el cálculo de la inflación. La razón es que el precio es el costo de oportunidad del auto-consumo, y por lo tanto la canasta estaría incrementándose a esa velocidad. Una perspectiva diferente de estas diferencias es preguntarse a que decil apunta el IPC, i.e. que percentil tiene la canasta más cercana al IPC. Un supuesto requerido es que las participaciones cambien suavemente de percentil a percentil. Bajo este supuesto, las Figuras 4 y 5 presenta el percetil y decil implícitamente capturados por el IPC. El propósito es comparar la canasta con la del ciudadano medio i.e. ¿Qué tan lejos está la canasta del IPC de la mediana? Para responder esta pregunta, planteamos un índice de captura de la ponderación de los alimentos que se define de la siguiente forma: Ic =
wIP C ú 100 wc100
donde wIP C representa la ponderación de los alimentos en la canasta del IPC y wc100 representa la ponderación de los alimentos que otorga cada percentil. Claramente se observa que la ponderación de alimentos del IPC se encuentra sesgado hacia los deciles más altos. La captura de la ponderación de los alimentos del primer decil es del 50 %. Mientras que la captura de la ponderación del decil más rico es del 147 %. Se resaltaron 3 puntos en particular en la figura 5: el percentil menos representado, el percentil 50 y el percentil que mejor captura el IPC. El percentil 2 tiene un índice de captura de 52 %, implicando que ante un eventual incremento de los alimentos el IPC subestimaría la inflación de este percentil. Por otra parte, el percentil 80 tiene un índice de captura de 99.7 % y es el percentil cuya ponderación por alimentos es el mejor representado. Finalmente, el percentil 50 tiene un índice de captura de 81.5 %, reflejo del sesgo del IPC hacia los percentiles más altos.
7
Figura 4: Participación de los alimentos capturado por el IPC según decil 60 200
147.32
109.97
%
%
40
27.4
100 91.05
20
81.53
0
66.60
65.15
61.52
57.82
73.34
69.71
0 1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
1
2
3
4
5
Decile
6
7
8
9
10
Decile
Peso alimentos
Peso alimentos, IPC
Porcentaje de captura
Fuente: Elaboración propia a partir de la serie armonizada de Encuestas de Hogares por la Fundación ARU.
Figura 5: Participación de los alimentos capturado por el IPC según percentil 60 200
40
%
%
99.65
27.4
81.52
100 52.76
20
0
0 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0
Percentil Peso alimentos
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
Percentil Peso alimentos, IPC
Porcentaje de captura
Fuente: Elaboración propia a partir de la serie armonizada de Encuestas de Hogares por la Fundación ARU.
3.2.3.
Diferenciales en las canastas de consumo
Podemos extender el análisis anterior a una canasta de consumo de bienes y servicios. Además de la canasta para cada decil, construimos tres canastas alternativas: 1. La canasta mediana, la canasta de consumo del ciudadano medio (el promedio de los deciles 6 y 5). 2. La canasta media, el promedio de todos los deciles- que en general no coincide con la canasta mediana porque la distribución de las canastas esta sesgada-; y 3. La canasta del IPC replicada, que se obtiene calculando el consumo de cada decil y su agregación. La figura 6 presenta las ponderaciones de los bienes alimentarios y no-alimentarios que otorga cada canasta. Como era de esperarse, la canasta del IPC pone una menor ponderación en los alimentos en relación a la canasta media y a su vez la canasta media otorga una menor ponderación a los alimentos en relación a la canasta de la mediana.
8
Figura 6: Ponderación de los alimentos según canasta 90
%
60
30
0 1
2
3
4
5 6 Decil
7
Participación alimentos
8
9
10
Med Prom CPI
Participación no-alimentos
Fuente: Elaboración propia a partir de la serie armonizada de Encuestas de Hogares por la Fundación ARU.
4.
Diferencias en la inflación
4.1.
Datos y metodología
Para calcular el IPC y otros asepectos importantes de la evolución de los precios se combinan los datos de la ECH 2003-2004 para calcular los ponderadores, con los datos de precios del IPC base 2007. Los datos en precios se encuentran a nivel de variedad y son el promedio de los precios recolectados mensualmente por el INE3 . La serie se caracteriza por ser homogénea, por lo tanto no se realizaron tratamiento especiales a los datos de precios. Sin embargo, los precios del nuevo IPC fueron recolectados desde 2008, lo que implica que los precios para 2005-2007 corresponden a los usados en el cálculo del antiguo IPC. La información de precios consta de 2472 observaciones que se reportan mensualmente. No se cuenta con los precios de la ciudad de El Alto, probablemente porque se reporte el precio de esta ciudad y La Paz como uno solo. Los datos a nivel desagregado se encuentran en el cuadro 3: Cuadro 3: Precios IPC 2007 Ciudad Sucre La Paz Cochabamba Oruro Potosí Tarija Santa Cruz Trinidad Cobija Total
Observaciones por mes 271 314 308 274 281 260 287 250 227 2472
Fuente: Elaboración propia a partir de los precios reportados para el IPC.
Una desventaja que debió ser superada es la ausencia de precios debido al cambio de canasta del IPC. El antiguo IPC recolectaba información de La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz, lo 3
http://www.ine.gob.bo/ipc/ipcprecios.aspx
9
que reduce la cantidad de observaciones disponibles para el cálculo de IPC. Para sobrellevar este problema se procedió a imputar los precios faltantes para poder analizar los efectos de la inflación desde 2005. Existen varias metodologías para imputar precios con las respectivas ventajas y desventajas. Para una revisión de las implicaciones de los diferentes métodos de imputación véase Feenstra y Diewert (2001). En este documento se procederá a completar los precios anteriores a 2008 de la siguiente forma4 : Se trató de controlar en la medida de lo posible el precio por la cantidad, esto es, se trató de homogeneizar los precios para que estos no reflejen algún cambio en la especificación sino sólo la evolución de los precios. Se codificó la serie completa de precios de acuerdo a la clasificación del nuevo IPC. Esta codificación corresponde a la Clasificación Internacional de Consumos Final (CCIF), en la cual se agrupan los productos de acuerdo a criterios de uso final de los hogares. Se procedió a una imputación de precios de tal forma que los precios faltantes siguen la evolución del agregado inmediato superior según región. Muchas veces los precios se caracterizan según área geográfica, es por esto que se tomó la media geométrica para la región, primero a nivel de producto y pasando a niveles superiores de agregación hasta obtener todos los valores necesarios para el cálculo del IPC. Dadas las diferencias entre el IPC de 2007 y 1991, existieron productos cuyos precios debieron imputarse al nivel máximo de agregación5 sin tomar en cuenta la región. Se calcula un coeficiente de enlace entre el último mes de la vieja serie y el primer mes de la nueva serie. Estos coeficientes sirven para ajustar el cambio en la calidad de los bienes y servicios entre los precios del IPC base ’91 y base ’07.
4.2.
Cálculo del índice de precios para los grupos de ingreso
La metodología aplicada sigue los lineamientos establecidos en el «Manual de IPC» OIT(2004). Generalmente los índices de precios se calculan en dos etapas. En la primera se calcula los índices elementales de precios y en la segunda se procede a la agregación de dichos índices a través de una media aritmética ponderada. Una vez que se cuenta con la información tanto en precios como de los ponderadores, se procede al cálculo del índice de precios de la siguiente forma: 4.2.1.
Primera etapa: cálculo de los índices elementales de precio
Existen distintas formas de calcular los índices elementales de precios. Dentro de la literatura los índices más usados son el índice de Carli, el índice de Dutot y el índice de Jevons. Dado que el índice de Jevons posee propiedades deseables y cumple los test6 más básicos de proporcionalidad, conmensurabilidad, reversión y transitividad, se convierte en la mejor opción para calcular los índices elementales. El índice de Jevons es una media geométrica que se define como: PJ =
ˆ K ı 1 ı Ÿ K pk Ù
k=1
p0k
(1)
donde ptk representa el precio del producto k en el periodo t. 4
Los detalles de esta forma de completar los precios se encuentran en el capítulo 7 del «Manual del IPC» OIT (2004). 5 El CCIF se desagrega de la siguiente manera: (i) División æ (ii) Grupo æ (iii) Clase æ (iv) Sub-clase æ (v) Producto. 6 Para una descripición breve de los tests véanse los anexos
10
4.2.2.
Segunda etapa: cálculo del índice agregado de precios
La agregación de los índices elementales se realiza a través de un índice de Laspeyres: Pt0L
=
k ÿ
w0k
k=1
A
ptk p0k
B
(2)
donde w0k es la participación en el gasto total corriente del bien k en el el periodo 0, pti y p0k son los precios de los bienes en el periodo t y en el periodo 0 respectivamente. Este índice también puede ser calculado para distintos subgrupos que componen el total de la población. Para el caso de los deciles por ejemplo, se tiene que el índice de Laspeyres está definido por: A B k ÿ ptkd L Pt0d = w0kd , d œ [1, 10] (3) p0kd k=1 w0kd representa la ponderación del bien k en el gasto total del decil d, ptkd y p0kd son los precios tkd del bien k que enfrenta cada decil. El cociente pp0kd es el relativo de precios. Idealmente uno debería disponer con información de precios para cada subconjunto de la población, sin embargo ante la inexistencia de dicha información el índice de Laspeyres se convierte en: L Pt0d
=
k ÿ
k=1
w0kd
A
B
ptk , d œ [1, 10] p0k
(4)
tk donde pp0k representa el relativo de precios a nivel nacional. Esto implica que cada subconjunto de la población enfrenta la misma variación de precios y lo único que cambia es la ponderación que dan ha dicha variación. Por lo tanto esto nos permitirá analizar el efecto de las variaciones en el índice de precios para cada subconjunto de la población en función a su estructura de consumo. A partir del IPC de cada decil es posible obtener 2, calculando la media aritmética ponderada q L según la cual Pt0L = dd=1 w0d ú Pt0d donde w0d representa la participación del decil d en el gasto total de la población. Se procede de forma análoga para el cálculo del índice para los percentiles.
4.3.
Inflación, pegajosidad y diferencias de volatilidad
Con los datos y una vez establecida la metodología se procede a estudiar varias dimensiones. Primero se estudia la inflación anual media. En general, el precio de los alimentos se incrementó mucho más rápido que el precio de los servicios y otros items -lo que implica que los pobres, que otorgan una mayor ponderación a los alimentos, sufrirán mayor inflación. La pregunta es cuanto más. Segundo, el grado de pegajosidad de las canastas. La teoría monetaria moderna ha resaltado que, ceteris paribus, los encargados de la política monetaria deberían poner una mayor ponderación a aquellos bienes que tienen un mayor grado de pegajosidad7 . La razón es que en los sectores donde los precios son más flexibles, las acciones de política monetaria serán irrelevantes debido al ajuste rápido de los precios. De hecho, esta es un explicación común de porque los bancos centrales buscan definir el núcleo de la inflación y eliminar del índice los precios flexibles y los precios que son objeto de shocks del lado de la oferta. Para medir el grado de pegajosidad seguimos los trabajos de Bills y Klenow (2004) y Gopinath and Rigobon (2008). El procedimiento es simple y esquemático: 1. Determinar que artículos sufrieron un cambio de precio en relación al mes anterior. 7
Véase Aoki(2001), Benigno(1999) y Woodford(2003).
11
2. Obtener la frecuencia con que cambian el precio de los artículos para un periodo de un año. 3. Obtener la media ponderada de la frecuencia, ya que el IPC define ponderaciones diferentes a cada producto. Por último se documenta el grado de volatilidad de las canastas de cada decil. En general los alimentos y los energéticos tienen precios más volátiles y, dado que los pobres otorgan una mayor ponderación a estos productos, es importante medir que tan volátiles son las canastas de los pobres en relación a la canasta de los ricos. La volatilidad es importante ya que los pobres tienen menor capacidad de proteger sus ingresos reales, de manera que la volatilidad es capaz de disminuir el bienestar de los pobres en mayor grado en relación a los agentes que son capaces de protegerse contra la inflación. 4.3.1.
Resultados
Las figuras 7 a la 9 muestran los niveles de inflación, pegajosidad y volatilidad. Las canastas fueron calculadas usando los valores de consumo reportado por cada decil. Figura 7: IPC e inflación 150
300
140 200
120
%
IPC
130
100
110 0 100
20
20
12
11
10 20
09 20
20
20
08
07
06 20
05
13 n
20
Ja
-100
Ja
n
12
11 n Ja
10 Ja
n
09 n
08 n
Ja
Ja
Ja
07 n
06 n Ja
Ja
n
05
90
d1
d2
d3
d4
d5
d1
d2
d3
d4
d5
d6
d7
d8
d9
d10
d6
d7
d8
d9
d10
(a) Evolución del IPC
(b) Inflación relativa
Fuente: Elaboración propia a partir de la ECH 2003 - 2004 y precios de IPC (INE)
La figura 7 describe la evolución de los precios para cada canasta. El precio de las canastas ha sido normalizado a 100 para el primer periodo. El panel B muestra los diferentes índices de inflación acumulada anual para cada decil en relación a la inflación del decil más rico. En este caso, el eje vertical mide el exceso de la tasa de inflación (en porcentaje) relativo a la inflación del decil más rico. La evolución del IPC entre los deciles no muestra grandes diferencias en el periodo 2005 - 2006, comportamiento que cambia a mediados de 2007. A partir de este año se generan brechas entre los IPC, particularmente el IPC del primer decil crece más en relación al último decil. Durante el periodo 2008 - 2009 la brecha existente entre los deciles se incrementa. Este hecho se explica a partir del incremento del precio de los alimentos y las distintas ponderaciones que les otorga cada decil. En 2009 - 2010 las brechas entre el IPC de los deciles se redujo. La evolución de los precios en 2009 fue estable y esto ayudó a que los índices mantuvieran las distancias. 2010 se caracterizó por tener una evolución de precios relativamente normal hasta fin de año. Durante la última mitad de este año los índices aumentaron considerablemente y lo notable es que las brechas entre el índice de los más pobres y el de los más ricos no aumentó. Este hecho coincide con las 12
medidas tomadas para reformar el subsidio a los hidrocarburos, lo que provocó un aumento en los precios de los artículos de la canasta en general y no de un grupo en particular, i .e. los alimentos. El panel (b) de la figura 7 muestra la evolución de la inflación relativo al decil más alto. 2007 y 2008 son años donde la inflación de los más pobres superó en más de un 50 % la inflación de los más ricos. Por otra parte, en 2009 este fenómeno se revierte pues como se puede apreciar los niveles de inflación fueron tan bajos que los deciles más pobres reportaron deflación. En 2010 queda en evidencia que la inflación afectó de una forma más homogénea a los sub-grupos de la población y finalmente en 2011 la inflación relativa de los deciles más pobres es menor a la inflación del decil más rico. En la figura 8 se muestra el índice de precios de los bienes alimentarios y no alimentarios. El panel (a) muestra la evolución del índice para los alimentos y en el panel (b) se muestra la evolución de los bienes no alimentarios usando la misma escala en ambos gráficos. Hay una diferencia clara entre la evolución de ambos índices. La evolución del índice no alimentario es mucho más suave. Otro detalle importante es que el índice de precios para los alimentos del decil más bajo se encuentra por encima del índice del decil más alto. Esta característica se invierte para el caso de los bienes no alimentarios, donde el índice de precios de los más pobres se localiza debajo del índice de los demás grupo durante el periodo de estudio. La evolución suave del IPC de los bienes no alimentarios queda reflejado en la inflación mensual que se expone en el panel (d) de la figura 8. La inflación de los alimentos (panel (c)) es mucho más errática e impredecible.
13
Figura 8: IPC e inflación de los bienes alimentarios y no alimentarios
150
150
13 n
12
Ja
Ja
Ja
n
n
11
10 Ja
n
09 Ja
n
08 Ja
n
07 n
n Ja
Ja n
13 Ja
Ja
n
12 n
11 n Ja
Ja
n
09 Ja
n
08 Ja
n
07 Ja
Ja
n
n
05 Ja n
Ja
90
05
90
10
120
06
120
06
IPC
180
IPC
180
d1
d2
d3
d4
d5
d1
d2
d3
d4
d5
d6
d7
d8
d9
d10
d6
d7
d8
d9
d10
(a) Evolución del IPC. Bienes alimen- (b) Evolución del IPC. Bienes no alitarios mentarios 10
Variación Porcentual Mensual IPC
7
4
1
-2
4
1
-2
13 Ja
Ja
n
n
12
11 n Ja
10
09 n
Ja n
Ja
Ja
08 Ja n
n
n
07
06
05 Ja n
13 Ja
Ja
n
n
12
11 n Ja
Ja n
10
09 n Ja
08 Ja n
07 Ja
Ja
n
n
Ja n
06
-5
05
-5
7
Ja
Variación Porcentual Mensual IPC
10
d1
d2
d3
d4
d5
d1
d2
d3
d4
d5
d6
d7
d8
d9
d10
d6
d7
d8
d9
d10
(c) Inflación mensual. Bienes alimen- (d) Inflación mensual. Bienes no alitarios mentarios 40
Variación Porcentual a 12 meses IPC
30
20
10
0
20
10
0
13 Ja n
12 Ja n
11 Ja n
10 Ja n
08
09 n Ja
Ja n
Ja n
07
06 n
05 Ja n
13 Ja n
12 Ja n
11 Ja n
Ja n
10
09 n Ja
08 Ja n
07 Ja n
n Ja
Ja n
06
-10
05
-10
30
Ja
Variación Porcentual a 12 meses IPC
40
d1
d2
d3
d4
d5
d1
d2
d3
d4
d5
d6
d7
d8
d9
d10
d6
d7
d8
d9
d10
(e) Inflación a 12 meses. Bienes ali- (f) Inflación a 12 meses. Bienes no alimentarios mentarios Fuente: Elaboración propia a partir de la ECH 2003 - 2004 y precios de IPC (INE)
14
Los cuadros 4 y 5 muestran el grado de pegajosidad de las diferentes canastas y la canasta del IPC. Los valores altos de los artículos alimentarios son indicio de que sus precios son más flexibles. En particular es el primer decil cuya canasta tiene los precios más flexibles. Cuadro 4: Grado de flexibilidad promedio de los precios de los artículos alimentarios según canasta Canasta IPC Decil 1 Decil 2 Decil 3 Decil 4 Decil 5 Decil 6 Decil 7 Decil 8 Decil 9 Decil 10
2008 17.077 25.676 23.972 23.489 22.958 22.668 21.465 18.869 16.360 13.364 10.992
2009 17.897 26.190 23.388 24.314 23.959 23.730 22.546 19.857 17.237 14.066 11.634
2010 17.151 24.856 23.388 23.107 22.827 22.662 21.634 18.953 16.588 13.454 11.202
2011 17.361 24.535 23.249 23.055 22.905 22.797 21.800 19.181 16.856 13.789 11.566
2012 15.570 21.471 20.446 20.430 20.374 20.444 19.545 17.287 15.199 12.494 10.524
Fuente: Elaboración propia a partir de la ECH 2003 - 2004 y precios de IPC (INE)
De manera análoga, los valores bajos que se muestran en el cuadro 5 señalan que los precios de los artículos no alimentarios de la canasta del primer decil son menos propensos a sufrir cambios. Cuadro 5: Grado de flexibilidad promedio de los precios de los artículos no alimentarios según canasta Canasta IPC Decil 1 Decil 2 Decil 3 Decil 4 Decil 5 Decil 6 Decil 7 Decil 8 Decil 9 Decil 10
2008 16.231 11.846 12.920 13.405 13.939 14.388 14.962 16.146 17.323 18.166 18.958
2009 14.991 11.138 12.085 12.524 13.027 13.497 13.972 15.018 16.060 16.886 17.356
2010 14.520 10.702 11.689 12.150 12.670 13.066 13.548 14.569 15.510 16.307 16.799
2011 17.132 12.700 13.845 14.316 14.752 15.259 15.721 17.062 18.000 19.148 20.122
2012 14.509 10.314 11.246 11.593 12.173 12.667 13.160 14.346 15.228 16.398 17.382
Fuente: Elaboración propia a partir de la ECH 2003 - 2004 y precios de IPC (INE)
La figura 9 (a) presenta la volatilidad de la inflación mensual, i.e. la desviación estándar de la inflación mensual en cada canasta. El panel B muestra la varianza en cada grupo de ingreso relativo al decil más rico. La volatilidad de la canasta del primer decil es superior a la volatilidad de los ricos en 2007 - 2008. Nótese también que los movimientos de la volatilidad de la canasta del decil más rico es más suave en relación a la canasta del primer decil. El panel (b) muestra que en términos relativos la varianza de la canasta del primer decil es 200 % más volátil que la canasta de los más ricos. ¿A qué puede deberse este hecho?. A raíz de los datos mostrados anteriormente, la mayor volatilidad de la canasta del decil más pobre 15
se debe a un efecto combinado de una alta ponderación de los alimentos con un incremento inestable del precio de los alimentos. Anteriormente se había mostrado que la inflación de los bienes no alimentarios era más estable que la inflación de los alimentos. Sin embargo esto no es suficiente para compensar la mayor varianza de la evolución de los precios de los alimentos. Una mayor volatilidad implica que los pobres deben buscar diferentes formas de proteger sus ingresos reales. Caso contrario la merma en el ingreso real sería muy alto. Algo que empeora la situación es que la evolución de los precios de los alimentos no es sencilla de predecir y está sujeta muchas veces a shocks del lado de la oferta contra los cuales poco o nada se puede hacer.
400
6
300
20
20
12
11
10 20
09 20
08 20
20
20
12 20
20
10 20
20
08 20
20
06 20
20
05
0
11
0
09
100
07
2
07
200
06
4
20
%
8
05
SD of inflation
Figura 9: Diferencias de la volatilidad de la inflación
d1
d2
d3
d4
d5
d1
d2
d3
d4
d5
d6
d7
d8
d9
d10
d6
d7
d8
d9
d10
(a) Volatilidad de la inflación
(b) Varianza relativa de la inflación
Fuente: Elaboración propia a partir de la ECH 2003 - 2004 y precios de IPC (INE)
5. 5.1.
El impacto distributivo de la inflación Datos
El paso final en nuestro análisis es ver los efectos de la heterogeneidad en la inflación en la evolución de la distribución de ingresos en el periodo 2005-2011. Para investigar esto, usamos la serie armonizada por la Fundación ARU de encuestas de hogares. Aunque el conjunto de encuestas cubre un periodo más largo que el analizado, nos restringimos al periodo 2005-2011 no sólo por la disponibilidad de los datos, sino también porque este periodo ha presenciado la mayor reducción en la desigualdad de ingresos.
5.2.
Cambios en la distribución de ingresos bajo una inflación homogénea
Antes de analizar los efectos de la heterogeneidad de la inflación en la evolución de la distribución de ingresos, presentamos algunos hechos estilizados acerca de los cambios en la distribución de ingresos. Para mayores detalles véase Hernani-Limarino and Eid (2013). La figura 11 presenta la tasa anual de crecimiento del ingreso por percentil para el periodo de análisis (panel A) así como la tasas de crecimiento para cada año (paneles B - F). El primer hecho a notarse es que la tasa de crecimiento de los distintos percentiles en 2005 - 2011 fue positiva y particularmente la tasa de crecimiento es mayor en los percentiles más bajos. Las tasas de crecimiento para cada año muestran que en general han sido los sectores de menores ingresos los mayores beneficiados del crecimiento económico durante el periodo de análisis. 16
La figura 10 presenta la evolución de un grupo seleccionado de medida de desigualdad. Nótese que para comparar el crecimiento en el poder de compra se implementó el IPC oficial en el cálculo de estos gráficos. (Para mayores detalles véase Hernani-Limarino and Eid (2013)). Figura 10: Medidas de desigualdad seleccionadas 0.800
0.600
0.400
0.200
0.000 2005
2006
Gini
2007
2008
Mehran
Piesch
2009
2010
Kakwani
2011
Theil
Fuente: Elaboración propia a partir de la serie armonizada de Encuestas de Hogares por la Fundación ARU.
17
Figura 11: Tasa de crecimiento del ingreso per-cápita real. Bolivia 20
10
0
15
%
%
-10 10
-20 5 -30
0 -40 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0
10
20
30
40
Percentil
50
60
70
80
90
100
80
90
100
80
90
100
Percentil
(a) 2005 - 2011
(b) 2005 - 2006
100
40
80 20
%
%
60
40 0 20
0
-20 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0
10
20
30
40
Percentil
50
60
70
Percentil
(c) 2006 - 2007
(d) 2007 - 2008 40
30
%
%
20
20
10
10
0
-10
0 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0
Percentil
10
20
30
40
50
60
70
Percentil
(e) 2008 - 2009
(f) 2009 - 2011
Fuente: Elaboración propia a partir de la serie armonizada de Encuestas de Hogares por la Fundación ARU.
18
5.3.
Cambios en la distribución de ingresos bajo una inflación heterogénea
La figura 12 presenta la tasa de crecimiento para cada percentil durante el periodo de análisis (panel A) así como la tasa anual de crecimiento para cada año usando un índice de precios basado en la canasta de consumo de cada percentil. El gráfico del panel (a) da evidencia del efecto de una inflación heterogénea en la tasa de crecimiento del ingreso de los percentiles. La tasa de crecimiento de los percentiles más bajos se vio afectado en una mayor proporción. Esta diferencia se aprecia más claramente en figura 13 en la cual se graficó la diferencia entre el IPC homogéneo y IPC de cada percentil. La diferencia se encontraría entre 0 y 1 % para 2005-2011. Resalta el hecho que esta diferencia ronda el 0 % para los últimos percentiles. Esto implica que fueron los hogares más ricos quienes vieron afectadas en menor proporción su poder de compra. En 2005-2006 la inflación tuvo un efecto neutral en la tasa de crecimiento del ingreso. Ninguno de los percentiles, en particular, mostró grandes efectos negativos o positvos a raíz de la inflación . 2007 y 2008 se caracterizaron por ser años inflacionarios. Los aumentos «anormales» de precios tuvieron el efecto de mermar la tasa de crecimiento de los percentiles más bajos en una mayor proporción en relación a los percentiles más altos. La brecha entre las tasas de crecimiento se aprecia claramente en los paneles (c) y (d) de la figura 13. El buen desempeño de la economía en 2008, por ejemplo, no benefició a todos los sectores de la economía por igual debido entre otras cosas al aumento del precio de los bienes alimentarios. Los valores negativos en el panel (d) de la figura 13, son reflejo de que la inflación no afectó de forma negativa a los percentiles más altos. Esto implica que la inflación es una fuente de desigualdad cuya magnitud dependerá de la fuente que la origine y la ponderación que le otorguen los diferentes sub-grupos de la población. Continuando con el análisis, 2009 fue el año con menor inflación de la década, este hecho se vio reflejado en una diferencia negativa entre la tasa de crecimiento ajustada por el IPC y la tasa de crecimiento ajustada por el IPC por percentil. Este hecho en particular señala que la inflación habría tenido efectos redistributivos en favor de las familias de menores ingresos. Este resultado posiblemente haya mitigado los efectos adversos de la inflación durante el periodo 2007 - 2008. Finalmente, en 2011 la inflación tuvo un efecto menos nocivo sobre los percentiles más bajos, contrarrestando nuevamente los efectos adversos de la inflación de 2007 - 2008. La figura 17 presenta la evolución de las medidas de desigualdad seleccionadas anteriormente una vez que el índice de precios de los percentiles ha sido usado para controlar las diferencias en el poder de compra. Para el cálculo se usó como base del IPC el primer periodo de estudio. Los índices nos muestran que la inflación tuvo un efecto redistributivo adverso en 2007 y 2008. La brecha entre los índices se incrementa en los años de mayor inflación. Por el contrario en los años de menor inflación los efectos redistributivos de la inflación no fueron adversos.
19
Figura 12: Tasa de crecimiento del ingreso per-cápita real. Bolivia 20
20
10 15
%
%
0
10
-10
-20 5 -30
0
-40 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0
10
20
30
40
50
Percentil CPI general
60
70
80
90
100
90
100
90
100
Percentil CPI por percentil
CPI general
(a) 2005 - 2011
CPI por percentil
(b) 2005 - 2006
100
40
30
80
20
%
%
60 10
40 0 20
-10
0
-20 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0
10
20
30
40
50
Percentil
60
70
80
Percentil
CPI general
CPI por percentil
CPI general
(c) 2006 - 2007
CPI por percentil
(d) 2007 - 2008 40
30 30
%
%
20 20
10
10
0
-10
0 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0
10
20
30
40
Percentil CPI general
50
60
70
80
Percentil CPI por percentil
CPI general
(e) 2008 - 2009
CPI por percentil
(f) 2009 - 2011
Fuente: Elaboración propia a partir de la serie armonizada de Encuestas de Hogares por la Fundación ARU. Nota: No se reportan los 3 primeros ni los 3 últimos percentiles.
20
Figura 13: Diferencia tasa de crecimiento: IPC general vs IPC por percentil. Bolivia
3
3
1
1 %
5
%
5
-1
-1
-3
-3
-5
-5 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0
10
20
30
40
Percentil
50
60
70
80
90
100
80
90
100
80
90
100
Percentil
(a) 2005 - 2011
(b) 2005 - 2006 7
12 5 10 3
%
%
8
6
1
4
-1
2
-3
0
-5 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0
10
20
30
40
Percentil
50
60
70
Percentil
(c) 2006 - 2007
(d) 2007 - 2008
3
3
1
1 %
5
%
5
-1
-1
-3
-3
-5
-5 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0
Percentil
10
20
30
40
50
60
70
Percentil
(e) 2008 - 2009
(f) 2009 - 2011
Fuente: Elaboración propia a partir de la serie armonizada de Encuestas de Hogares por la Fundación ARU.
21
Figura 14: Medidas de desigualdad: IPC general vs IPC por percentil. Bolivia 0.6
0.7 0.571
0.635
0.559 0.571 0.559
0.524
0.635
0.533
0.6 0.510
0.519
0.5
0.588 0.589
0.522
0.537 0.514
0.504
0.5
0.504
Theil
Gini
0.466 0.461
0.483
0.513
0.473 0.384
0.4 0.4
0.378
0.3
0.3
0.2
2005
2006
2007
2008
CPI general
2009
2010
2011
2005
2006
CPI por percentil
2007
2008
CPI general
(a) Coeficiente de Gini
2009
2010
2011
CPI por percentil
(b) Índice de Theil
0.3
0.6 0.267
0.267
0.257 0.257 0.229
0.236
0.5
0.225
0.227 0.213
0.2
0.499
0.499
0.184
0.484 0.484
Piesch
Kakwani
0.218
0.452
0.459 0.436
0.447
0.448 0.430
0.181
0.393
0.4
0.389
0.1
0.3
2005
2006
2007
2008
CPI general
2009
2010
2011
2005
2006
CPI por percentil
2007
2008
CPI general
(c) Kakwani
2009
2010
2011
CPI por percentil
(d) Piesch
0.8
2.0
1.8 0.713
0.70.713
0.708
1.607
0.709 0.669
1.6
0.679
1.607 1.454
COV
Mehran
0.658 0.664
0.668 0.651
1.456
1.4
1.351
0.611
0.6
1.395 1.323 1.306
1.2
0.606
1.294 1.286 1.045
1.0
0.5 2005
1.041
0.8 2006
2007
CPI general
2008
2009
2010
2011
2005
CPI por percentil
2006
2007
CPI general
(e) Mehran
2008
2009
2010
2011
CPI por percentil
(f) Coeficiente de variación
Fuente: Elaboración propia a partir de la serie armonizada de Encuestas de Hogares por la Fundación ARU.
22
6.
Conclusiones y recomendaciones de política
En esta sección se analizan las implicaciones de política de los resultados, i.e. ¿Qué debería hacer el gobierno al respecto? ¿Es éste un problema del Banco Central? Si fuera así, ¿Qué se puede hacer? o es solamente un problema que la política fiscal debe tratar. A menudo las noticias reportan comentarios como: «¿A quién representará esa inflación?». Esto se debe a que la inflación no es una sola sino más bien cuenta con una distribución en función a la estructura de consumo y el lugar de compra habitual. En este trabajó se estudió la distribución de la inflación en función a la estructura de consumo de los distintos grupos de ingreso y sus efectos redistributivos. Primero se observó que existen diferencias significativas en la ponderación que otorgan las canastas de los distintos sub-grupos y que la canasta del IPC no captura bien la ponderación que dan los más pobres a los alimentos, siendo los alimentos un componente importante de su estructura de consumo. Sin embargo este no es un hecho que se de a propósito, sino más bien es resultado del modo de cálculo, el cual responde a estándares internacionales. Luego se mostró que existen diferencias en la inflación que enfrentan los distintos deciles, sobretodo en la inflación de alimentos. Estas diferencias merman el crecimiento de los sectores de menores ingresos. Por otra parte la inflación tiene un efecto redistributivo que aumenta los niveles de desigualdad cuando la inflación de los alimentos es alta. Una alternativa a considerarse para sobrellevar las diferencias en la inflación es la construcción de índice de precios al consumidor para distintos sub-conjuntos de la población (no necesariamente para pobres-ricos, sino según tipo de ocupación por ejemplo). Sin embargo, esto sería un gran reto para el ente encargado del cálculo de IPC, al mismo tiempo que existe la posibilidad de que la población no logre interpretar correctamente más de un índice de precios y se genere confusión. Esto también implicaría un problema para los encargados de la política monetaria ya que tendrían más de un índice de precios para basarse en sus análisis ¿Cuál sería el mejor? Existen grandes costos y dificultades asociados a la construcción de diferentes IPC. Ante el costo y posiblemente la ineficiencia de tener muchos índices el gobierno atacó el problema de la inflación desde distintos flancos. Por ejemplo, el Banco Central mantiene una política que estibiliza el tipo de cambio y protege en cierto grado a la economía de la inflación importada. Por otra parte, a la luz de la teoría monetarista, el control de la masa monetaria que se ha ejercido permite tener control sobre el nivel de precios en la economía. Las medidas de política fiscal se enfocaron en controlar el precio de artículos que son importantes en la estructura de consumo de los hogares. Se establecieron políticas de fomento a la producción de alimento con el fin de asegurar un normal aprovisionamiento de estos bienes que son tan importantes dentro de la estructura de consumo de los más pobres. De manera similar, los subsidios y políticas aplicadas en el sector de los energéticos ayudan a proteger a los hogares de shocks externos. En suma, las políticas adoptadas para proteger los ingresos de los hogares no apuntan a un sector específico de la población sino más bien a un rango amplio de consumidores. El gobierno usa una amplia gama de instrumentos en su afán de mantener un nivel estable de precios y por lo tanto la inflación no es un problema del cual solamente se han encargado el Banco Central o el gobierno. Hay un aspecto final que debe tomarse en cuenta y es que el IPC tiene un supuesto que puede resultar bastante fuerte: la canasta usada en su cálculo es fija. Esto implica que no se toma en cuenta el efecto sustitución del cambio en el relativo de los precios. Por ejemplo, supongamos que el precio del arroz de primera calidad aumenta de manera anormal. En este caso los hogares con mayores recursos, i.e. los deciles más altos, podrán seguir consumiendo este bien a pesar del aumento en el precio, mientras que los hogares más pobres posiblemente dejen de consumir arroz de primera calidad y busquen sustitutos en el afán de mantener su nivel de utilidad. 23
«If there are inefficiencies such as price stickiness, the central banks should at least be aware of the distributional impact that choosing their target causes.»
Referencias [1] Aoki, Kosuki (2001) «Optimal monetary policy responses to relative-price changes» Journal of Monetary Economics, pp 55-80. [2] Benigno, Pierpaolo (1999) «Optimal monetary policy in a currency area» Working Paper, Princeton. [3] Bils, Mark and Pete Klenow (2004), «Some Evidence on the Importance of Sticky Prices» , Journal of Political Economy, October, pp.947-985. [4] Deaton, Angus (1998) «Getting Prices Right: What Should Be Done?,» Journal of Economic Perspectives, Winter, pp. 37-46. [5] Gopinath, Gita and Roberto Rigobon (2008) «Sticky Borders» Quarterly Journal of Economics, vol. 123(2), pages 531-575. [6] Grimm and Günther (2008) - «Inflation inequality and the measurement of pro-poor growth». Working Paper, University Paris Dauphine. [7] Ley, Eduardo (2002) «On Plutocratic and Democratic CPIs» Economics Bulletin, pp. 1-5. [8] Ley Eduardo, Javier Ruiz-Castillo, Mario Izquierdo (2000) «The plutocratic bias in the CPI: Evidence from Spain» IMF Working Papers 00/167. [9] Mena, Gary (2013) - «Replicando el IPC en Bolivia: ¿La inflación de quién se está midiendo?». Working Paper, Fundación ARU. [10] Walsh and Yu (2012) - «Inflation and income inequality:is food inflation different?». IMF Working Paper 12/147.
24
Anexo
25
Descripción de los tests de los índices elementales: La calidad del IPC se verá fuertemente afectado por la elección que se tome en este punto. Dado que la elección de los índices elementales no es trivial, existen una serie de propiedades deseables que debe tener el índice escogido. De manera resumida presentamos 4 tests básicos que aseguran las propiedades más importantes para un índice elemental: Test de Proporcionalidad. Si todos los precios se incrementan en una proporción ⁄ a los precios del periodo de referencia, entonces el índice debe incrementarse en ⁄. Los 3 índices mostrados anteriormente cumplen este test. Test de Conmensurabilidad. El índice de precio no debe cambiar si la unidad en que se mide la cantidad del producto es cambiada. Los índices de Carli y Jevons cumplen el test, mas no el índice de Dutot. Test de Reversión. Si los datos para ambos periodos son intercambiados, el índice resultante debe ser igual al recíproco del índice original. Los índices de Jevons y el de Dutot cumplen el test, sin embargo el índice de Carli lo falla. Test de Transitividad. El índice encadenado entre dos periodos debe ser igual al índice calculado directamente entre ambos periodos. Los índices de Jevons y el de Dutot cumplen el test mientras que el de Carli lo falla.
26
Figura 15: Tasa de crecimiento del ingreso per-cápita real. Área urbana 20
30
20 10
%
%
10
0 0 -10
-10
-20 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0
10
20
30
40
Percentil CPI general
CPI por percentil
CPI general
(a) Tasa de crecimiento 2005 - 2011
60
70
80
90
100
CPI por percentil
(b) Tasa de crecimiento 2005 - 2006
40
10
30
0
%
%
50
Percentil
20
10
-10
-20
0
-30 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0
10
20
30
40
Percentil CPI general
50
60
70
80
90
100
Percentil CPI por percentil
CPI general
(c) Tasa de crecimiento 2006 - 2007
CPI por percentil
(d) Tasa de crecimiento 2007 - 2008
40
30
20 30
%
%
10 20
0 10 -10
0
-20 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0
10
20
30
40
Percentil CPI general
50
60
70
80
90
100
Percentil CPI por percentil
CPI general
(e) Tasa de crecimiento 2008 - 2009
CPI por percentil
(f) Tasa de crecimiento 2009 - 2011
Fuente: Elaboración propia a partir de la serie armonizada de Encuestas de Hogares por la Fundación ARU.
27
Figura 16: Diferencia tasa de crecimiento: CPI general vs CPI por percentil. Área urbana
3
3
1
1 %
5
%
5
-1
-1
-3
-3
-5
-5 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0
10
20
30
40
Percentil
50
60
70
80
90
100
80
90
100
80
90
100
Percentil
(a) 2005 - 2011
(b) 2005 - 2006
5
3
3
1 %
5
%
7
1
-1
-1
-3
-3
-5 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0
10
20
30
40
Percentil
50
60
70
Percentil
(c) 2006 - 2007
(d) 2007 - 2008
3
3
1
1 %
5
%
5
-1
-1
-3
-3
-5
-5 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
0
Percentil
10
20
30
40
50
60
70
Percentil
(e) 2008 - 2009
(f) 2009 - 2011
Fuente: Elaboración propia a partir de la serie armonizada de Encuestas de Hogares por la Fundación ARU.
28
Figura 17: Medidas de desigualdad: CPI general vs CPI por percentil. Área urbana 0.5
0.5
0.4
Gini
Theil
0.6
0.4
0.3
0.3 2005
0.2 2007
CPI general
2009
2011
2005
CPI por percentil
(a) Coeficiente de Gini
2011
0.5
Piesch
Kakwani
2009
CPI por percentil
(b) Índice de Theil
0.3
0.2
0.1 2005
2007
CPI general
0.4
0.3 2007
CPI general
2009
2011
2005
CPI por percentil
2007
CPI general
(c) Kakwani
2009
2011
CPI por percentil
(d) Piesch
0.7
1.3
1.1 COV
Mehran
1.2
0.6
1.0
0.9
0.5 2005
0.8 2007
CPI general
2009
2011
2005
CPI por percentil
2007
CPI general
(e) Mehran
2009
2011
CPI por percentil
(f) Coeficiente de variación
Fuente: Elaboración propia a partir de la serie armonizada de Encuestas de Hogares por la Fundación ARU.
29