Los Chatinos: Etnicidad y Organización Social. México . 1992. Mexico. IISUABJO. ISBN: 968-6205-03-9
Descripción
lOS CHATINOS: ETNICIDAD y ORGANIZACION SOCIAL
Jorge Hernández Díaz
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Comunicación Social Difusión Institucional
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Primera edición: 1992 "Del Barro Nuestro" es una publicación del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la UABJO y la Dirección de Comunicación Social del Gobierno del Estado de Oaxaca. D.A. De la presente edición IISUABJO-Comunicación Social Impreso y hecho en Oaxaca, México. Fotografía de Portada: Ruben Vasconcelos ISBN 968-6205-03-9
PRESENTACION
La Colección Del Barro Nuestro,surge de la necesidad de reflexionar y analizar temas y asuntos oaxaqueños que nos afectan directa o indirectamente. La economía, la sociedad, la educación, la historia, la politica, la cultura de nuestra entidad y sus vínculos con lo nacional se verán aquí reflejados de una u otra manera. Oaxaca, partida por una geografía imponente, ha desarrollado un perfil sui generis en el contexto nacional. Estado pluriregional, pluricultural, plurilinguistico, compuesto por una gran variedad de etnias y diversos matices sociales, encarna la fuerza del pasado de la nación, su presente paradójico, desigual y contradictorio, y, al mismo tiempo, una reserva incalculable de su identidad futura. Descubrirnos a nosotros mismos con el auxilio de las ciencias sociales, valorar nuestros problemas y atisbar el porvenir, constituyen los objetivos globales de esta colección. Barro Nuestro es una propuesta editorial del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma Benito . Juárez de Oaxaca y de la Dirección de Comunicación Social del Gobierno del Estado, quienes suman esfuerzos a fin de que los estudios sobre distintos aspectos de nuestra realidad, analizados por investigadores oaxaqueños, mexicanos y extranjeros, sean puestos al alcance de un público más amplio y nos permitan elevar el nivel de la discusión al respecto y plantear también soluciones. El Instituto cumple asi con su función de investigar y la Dirección de Comunicación Social, con la de difundir informaciones de calidad. Del
Para los oaxaqueños, el t;>arrotiene un enorme significado: es tierra, fertilidad, alimento, vasija, comal, bajareque; techo, vivienda, religión, fantasía, arte; qué mejor entonces que el título de esta colección refleje la creatividad, el talento, la tradición y perseverancia que caracterizan al pueblo de Oaxaca. Conscientes de que. la ciencia, no / puede desarrollarse con restricciones, las instituciones que promueven la colección Del Barro Nuestro, reconocen como principios básicos de la tarea científica la libertad de investigación y de expresión que campean en el ámbito de las universidades e institutos de enseñanza superior en nuestro país; por ello, en estas páginas, los autores se expresan con absoluta libertad.
Oaxaca de Juárez, Oax., enero de 1992 .
• DA. CARLOS SORROZA POLO Director delllSUABJO
UC.MIGUEL ANGEL MORENO TELLO Director de Comunicación Social del Gcbierno del Estado
DR. VICTOR RAUL MARTINEZ VAZQUEZ Coordinador de la Colección
PROLOGO
•
Desde una perspectiva histórica existe un consenso académico de que las culturas indígenas mexicanas no son estáticas, sino por el contrario, han sufrido transformaciones ¡anto en la época colonial como después de la Independencia, a través del impacto de los proyectos de construcción de un Estado-Nación promovidos por las élites mestiza y criolla. Actualmente muchas costumbres e instituciones que tradicionalmente han caracterizado a las comunidades mexicanas amerindias están siendo desplazadas o transformadas a medida que la economía de mercado se expande promoviendo la diferenciación local y regional. Sin embargo, la transformación de los rasgos "tradicionales" de las poblaciones indígenas no ha implicado la obliteración de sus identidades ni ha impedido la emergecia de una conciencia étnica. En este trabajo me propongo analizar etnográfica mente el desarrollo de las relaciones étnicas y sus transformaciones dentro de la formación estatal mexicana y pesquisar en las relaciones más generales que han resultado de la implementación de la politica indigenista oficial que promueve la integración nacional. Desarrollaré este análisis examinando la región chatina en el estado de Oaxaca,. donde un grupo indígena del mismo nombre coexiste con un importante sector de la población mestiza. Tomando la región como unidad análitica comparo las relaciones étnicas en diferentes localidaes que componen el área. El trabajo examina un proceso aparentemente paradójico en el que persiste la manutención de una identidad étnica indígena bajo condiciones de expansión de la economía de mercado e intensificación de la diferenciación social interna. Las interrogantes principales que guían al trabajo son, primero, como las partes evocan, recuperan y usan los factores que contribuyen a la construcción social de la identidad y, segundo, que medios utilizan para facilitar la participación de la población indígena en las esferas más amplias de la formación social que la contiene. Este estudio está basado en información recolectada en diferentes etapas de trabajo de campo. En las tres últimas ha colaborado conmigo León Javier Parra Mora, a quien agradezco su solidaridad y apoyo. He trabajado en la región chatina desde 1978, cuando como asistente de investigación de Alicia Barabas y Miguel Bartolomé residí una temporada en la comunidad
de Panixtlahuaca; en 1979 regresé a fin de obtener la información necesaria para mi tesis de Licenciatura. Durante 1986 y el verano de-1990 vis~é la región residiendo en Nopala, Trttepec, Teotepec y Tata~epec de Valdéz. En 1986, en coordinación con Parra Mora, se censaron cuatro comunidades, entrevistando 487 familias (unidades domésticas) con el propósito de obtener una muestra que representara la totalidad de la región. El resultado de este censo fue capturado para ser analizado a través de un programa computacional bajo la supervisión de Norma Atienza, quien, en 1988, también realizó trabajo de campo para este proyecto. Entrevistando a numerosas personas se obtuvo un total de 80 horas de grabación, mismas que fueron transcritas por personal del IISUABJO y organizadas temáticamente por Patricia Hernández, quien también codificó la información recolectada en mis libretas de trabajo de campo. Mi profunda gramud para el Doctor Scott Cook, Leigh Binford yUdo Krautwurst, quienes leyeron una versión preliminar de este manuscrito enriqueciéndolo con invaluables sugerencias. Quiero mencionar aqui el trabajo de Azareel Arango, quien me auxilió para evitar el máximo de errores ortográficos haciendo al mismo tiempo una depuración del texto; asi como a Irma Martinez, quien per1eccionó la presentación del original. Gracias al personal administrativo del IISUABJO por el apoyo que me brindaron en la captura de los datos y trascripción de las cintas. Deseo expresar mi reconocimiento al Doctor Odavias Martínez Soriano, a cargo de la Dirección de Servicio Social de la UABJO, por brindarme amplias facilidades para recolectar parte de la información aquí contenida y también agradecer a Víctor Raúl Martínez Vásquez por la invitación para publicar este trabajo en la colección "Del Barro Nuestro". A los chatinos y a los mestizos mis agradecimientos por su comprensión durante el Irabajo de campo y mis disculpas por la inter1erencia "accidental" al analizar sus relaciones sociales desde mi particular perspectiva.
JHD
NACIONALlSMO,ETNICIDAD E INDIGENISMO: . PERSPECTIVA DE ANALlSIS
UNA
La unidad política actualmente conocida como México, al igual que la mayoría de los Estados Latinoamericanos contemporáneos, emergieron como resultado de un proyecto de Estado-Nación criollo lanzado en los comienzos del siglo XIX como una forma de acabar con el colonialismo español. Hoy generalmente es aceptado por la comunidad académica que como resultado de la expansión colonial europea el mundo entero ha sufrido cambios y/o transtormaciones. A causa de estos procesos, importantes transformaciones políticas y económicas han ocurrido en aquellas sociedades que fueron subsecuente mente incorporadas a la economía mundial mientras el Estado se tornaba la unidad política predominante (Connor, 1978:379: Smith, 1988:5; Wallerstein, 1973)' Clásicamente se ha establecido que un cierto Estado debería contener una nación, es decir la unidad política debería ejercer su soberanía sobre una población cultural, lingüística y étnicamente homogénea, pero tal aspiración ha sido realizada sólo en muy pocos casos.' Hoy en día los Estados-Nación son la excepción más que la regla.' Generalmente hablando los Estados actuales tienen soberanía sobre poblaciones diversas y aún contendiendo territorios discontinuos (Connor, 1973; Smith, 1981:9-10; 1979; 1983).
1 Por Estado se entlende la unidad políUca que posee soberania sobre un lernlono dado y que puede contener vanas unidades culturales, lingüísticas o étnicas dllerenles
2 Según Connor, de los 132 Estados Independientes existentes en 1971, sólo 12 se consideraban étnlcamente homogéneos, representando tan sólo el 9,1% delIcIa! (Connor, 1972, Smllh, 1981 10.11)
) Aunque habría que considerar que los reaentes hechos en lo que juera la URSS y en Europa del Este muestran una tendencia actual haaa la formaaón de nuevos Estados-NacIón
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Siendo así, en el proceso de la construcción de la naclon pueden reconocerse históricamente dos fuerzas contendientes: una, aquella del grupo étnico que quiere establecer un Estado propio, y la otra, aquella de los grupos que deberán ser incluídos dentro del Estado. Considerando la etnicidad como un proceso de movilización masiva a través del uso selectivo de símbolos culturales para propósitos políticos, se puede conceptualizar al nacionalismo como una forma especial de etnicidad que implica la institucionalización de una identidad étnica particular que es asociada al Estado. Así, el nacionalismo se refiere a movimientos sociales y sus ideólogos que persiguen adquirir o sustentar un Estado por su cuenta (Worsley, t984:248). Es decir, el proceso de construcción nacional ha significado la implementación de políticas destinadas a homogeneizar, integrar, aculturar o asimilar aquellas poblaciones que no pertenecieran al grupo étnico que se encuentra controlando el poder del Estado. (Worsley, 1984:251-258; Breuilly, 1985:3-18). Los teóricos del nacionalismo han puesto atención preferentemente en los procesos históricos de aquellas etnicidades que fueron capaces de transformarse en nacionalismos, es decir, en movimientos sociales dirigidos a controlar al Estado. Aquí intentaré revertir la dirección del análisis para focalizar sobre la situación de una de aquellas poblaciones que han sido objeto de las políticas del Estado implementadas para construir un EstadoNación. .
El Proceso Mexicano de Construcción Nacional En América Latina durante el siglo XIX, después de que la mayoría de los países se independizara de España, las nuevas élites económicas y políticas se involucraron ampliamente en la implementación de la construcción de los Estados-Nación, justificada básicamente como una estrategia para promover el desarrollo económico similar al alcanzado por las metrópolis coloniales. Las élites criollas explícitamente planearon construir Estados-Nación siguiendo el modelo de los del continente europeo,'
• Benedlcl Anderson argumenta que el naCionalismo criollo en Amenca Latina tuvo como resultado tos primeros "Estados.Nación" en el mundo y que en Europa se desarrollaron basados en el modelo del continente amencano SI bien es cieno que las fuentes hlslóncas indican que el sentlmlenl0 nacionalista existía entre los criollos antes de que lal fenómeno tuera registrado en los pueblos europeos, no indican que exislIera una voluntad política de
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intentaron así construir entidades étnica y lingüísticamente homogéneas; sin embargo, su camino fue bastante peculiar. La entidades políticas y los nuevos Estados-Nación en Asia, Africa, y actualmente en Europa del Este fueron, o están siendo, construidas teniendo como base grupos étnicos que podrían ser considerados "aborígenes" (Deutsch y Follz, 1966; Gellner, 1983; Smith, 1979, 1988). Este no fue el caso de los países latinoamericanos donde la construcción de los Estados-Nación fue una tarea implementada por los descendientes de los colonizadores, los llamados criollos, quienes establecieron estas unidades políticas modernas y las han gobernado hasta ahora (Berdichewsky, 1986:664, Anderson, 1983:52). El caso mexicano podría ser considerado un ejemplo de este proceso general, pero adquirió características especiales, que se originaron básicamente en el período inmediato posterior a la Revolución Mexicana de 1910 (Seton-Watson, 1977:223-224, Brading, 1980). Como resultado del proceso revolucionario la intelectualidad de la facción política que tomó el poder implementó una ideología que destaca a la población mestiza como el modelo a seguir sobre el cual el Estado-Nación mexicano debería ser construído. Para situar este fenómeno históricamente es necesario tener en cuenta el desarrollo de la composición étnica en México. Al tiempo de la conquista española en el territorio que hoy se conoce como México habitaba una población heterogénea y estratificada que incluía más de 100 grupos étnicos singulares, una compleja realidad ofuscada por el término español "indio" (Wolf, 1982:131; Berdan, 1982:45; Bonfil, 1988:19). La información histórica muestra que al tiempo de la conquista colonial muchos de estos grupos eran unidades políticas independientes (Berdan, 1982; Wagley y Harris, 1964:49; Worsley, 1984:263); mientras otros vivían bajo la dominación de grupos más poderosos, pero mantenían sus propias élites gobernantes (Berdan, 1985:103; Wolf, 1982). El encuentro colonial desmanteló casi totalmente estas formaciones políticas reduciéndolas a meras organizaciones locales (Wagley y Harris. 1964:48; Aguirre y Pozas, 1954:177; C.f. Carmagnani, 1988:53). Algunos descendientes de aquellos pueblos que habitaron el territorio mexicano antes de la conquista española son hasta ahora comúnmente identificados por otros, incluyendo a la mayoría de los científicos sociales, como "indios" "indígenas" o "población indígena". Obviamente estos pueblos y su gente han experimentado una multiplicidad
independencia basada en lales sentimientos (Pagden, 1987:51-93. La Faye, 1973'38-36)
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de transformaciones culturales. economlcas, políticas y sociales desde comienzos del encuentro colonial (esta discusión será retomada más adelante).' Los cambios experimentados por los pueblos mesoamericanos no fueron sólo políticos y económicos. La transformación demográfica fue catastrófica. En 1570 había aproximadamente tres y medio millones de gente indígena que representaban 98% del total de la población de Nueva España. Para 1742 había disminuído a millón y medío, es decir 61% del total de la población. Desde esa fecha al presente la población' indígena se ha incrementado constantemente en términos absolutos, pero ha declinado en términos relativos con respecto a la población total" Al finalizar el siglo XVIII la Nueva España tenía una población de cerca de seis millones. de los cuales 0.5% eran europeos mientras que la población indígena representaba 60% del total. La política. colonial con respecto a las relaciones étnicas se caracterizó por la ambivalencia y fluctuó entre el separatismo y el asimilacionismo, -aunque se ha argumentado que la última tendencia fue dominante (Francis, 1976; Brading; 1980). A pesar de las contradicciones de la política colonial, al final de período histórico la población en Nueva España reflejaba el impacto de dos fenómenos: la miscibilidad racial y la asimilación cultural; dos procesos singulares que fueron fundidos en el término mestizaje. En otras palabras, al tiempo de la Independencia mexicana (1810) la población estaba compuesta de "indios", mestizos y europeos. siendo los "indios" la mayoría, pero los mestizos mostraban un crecimiento proporcíonal. Después de la Independencia. al inicio del siglo XIX. la élite criolla impulsó una política de supresión de las diferencias étnicas como un elemento central en su estrategia política de construcción nacíonal (Bonfil, 1969, 1990; Warman, 1978; Adams, 1968; Brading, 1980). Para 1910 la
s Aquí usaré el término "gente indígena" o .población indígena" para referirme a aquella gente que habla una lengua de origen prehispánico, Aunque estoy consciente de las implicaCiones políticas e ideológicas que el uso de esta terminología acarrea. desafortunadamente no tengo olra allernabva confiable i Según los historiadores demógrafos la poblaCIón de Mesoamérica al Ilem~ de la conqUIsta españ~laera de aproximadamente 25 millones, sólo en lerntorio de lo que actualmente es MéxIco cenlral había 11 mIllones de personas en 1519 (Cook y Borah. 19601, Woll. 1982131; McAJister, 1984.83.84) Para una documentación más detallada de la sltuaaón demográfica de la población Indígena ver Borah y Cook, 1960; Momer, 1967; Agulrre Beltrán, 1972 Un análisis demograflco de los ultlmos ueinta años se encuentra en Beaucage, 1988
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población mestiza ya se había vuelto el elemento predominante, se estima que 43% del total de la población de aproximadamente 17 millones era mestiza, mientras 20% era "blanca" y 37% "india" (Aguirre Beltrán y Pozas, 1954:176;Wagley y Harris, 1967;56). Es necesario insistir que en México no hubo suficiente emigración para cambiar la composición demográfica en estas proporciones, sino que fueron precisamente las estrategias pOlíticas Implementadas por las élites gobernantes las que transformaron gran parte de la sociedad mexicana. y su cultura. Después de la Independencia el proyecto nacional eliminó constitucionalmente las diferencias étnicas' sin embargo el México independiente no se transformó en una soci~dad cultural mente homogénea ni eliminó la estratificación étnica en favor de la díferenciación clasista. Las dos formas de estratificación continuaron coexistiendo y su eliminación estaba muy lejos de ser una realidad al tiempo de la Revolución (Knight, 1990:78). Después de la Revolución de 1910. las relaciones de clase se tornaron un factor importante en las relaciones sociales establecidas por la población indígena. pero los elementos étnicos también continuaron siendo un dimensión significativa en la definición de las posiciones sociales de la ge~te indígena, Stavenhagen ha enfatizado correctamente que la gente Indlgena eran generalmente campesinos que sufrían una doble opresión: como campesinos pobres, peones residentes, y lumpenproletariado de la cíudad sufrían una explotación característica de su posición de clase social; y como grupos étnicos en condición de inferioridad con respecto a mestizos y'crlollos, eran culturalmente oprimidos por quienes representaban la cultura dominante (Stavenhagen, 1980).
La Identidad
Mestiza y la Población
Indígena
El m.ovímiento armado en contra de la dictadura de Portirio Díaz trajo otro catastroflco descenso de la poblacíón indígena. Durante los diez años de lucha ... murieron aproximadamente un millón de indígenas, quienes paradojlcamente no tenian ni tuvieron una representación importante en la arena politlca mexicana. En esa época México no habría podido ser caracterizado como un Estado-Nación o un Estado multinacional. No era un Estado-Nación ya que la lengua oficial, el español, era hablado solamente por la clase media y las clases dominantes. quienes representaban un pequeño
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porcentaje del total de la población. México tampoco era un Estado multinacional ya que los numerosos pueblos indígenas de diferentes tradiciones culturales no contaban con instituciones orgánicas que fueran más allá del nivel local. La organización política indígena había sido reducida al nivel local, también la actividad de los intelectuales orgánicos de los pueblos indígenas había sido restringida a territorios confinados. En 1910 México era un país donde una minoría hablaba español y la mayoría hablaba diferentes lenguas nativas. Después de la Revolución la construcción de un Estado nacional fue una constante preocupación de la intelectualidad mestiza mexicana. Aunque no hubo consenso en como alcanzar tal objetivo, la mayoría de los intelectuales coincidíeron en afirmar que la meta principal sería forjar una población con una cultura nacional homogénea que tuviera al español como lengua vernácula. Pero en México la diversidad cultural y lingüística era la regla, consecuentemente tal objetivo se convertía en una tarea de titanes. Es significativo que la mayoría de los análisis sociales elaborados durante los 20s y 30s acerca de los fenómenos sociales de México consideran la ausencia de una población homogénea como uno de los grandes problemas del país. El problema principal de México en materia humana consiste en procurar que su población sea más homogénea. Esa homogenización tiene que hacerse sobre la base del mestizo, procurando aumentar la proporción de este último como procedimiento para reducir y hacer desaparecer la población indígena y absorber la población blanca (Cabrera, 1934:47). Durante las primeras décadas del siglo XX como resultado de la Revol'Jción, intelectuales como Moisés Sáenz, José Vasconcelos, entre otros, contribuyeron con sus escritos a modelar una identidad nacional compatible con la nueva realidad política en la cual los mestizos tenían un papel prominente. Estos intelectuales elaboraron las bases ideológicas para la construcción de una identidad mexicana mestiza en términos de raza, cultura y lenguaje (Gamio, 1916:325; Caso y Aguírre Beltrán, 1960:59). Knight (1990:86) correctamente apunta que la nueva élite revolucionaria apeló a esta filosofía, primero porque era nacionalista y' aglutinante, apropiada a los deseos políticos que enfrentaba; segundo, porque copiaba perfectamente la autoimagen de los revolucionarios norteños, una "raza intermediaria", en 14
términos de Gamio; y tercero porque el culto al mestizaje le ofreció a la intelectualidad postrevolucionaria los medios para distanciarse de la retórica revolucíonaria y tambien del ethos cosmopolita y extranjerízante del porfiriato. Como Cabrera y Gamio, Malina Enríquez insistió, por encima de todo, en el surgimiento histórico del mestizo quien estaba destinado a dominar México: "La base fundamental e inevitable del trabajo futuro para el bien del país debe ser la continuación de los mestizos como el elemento étnico dominante y como la base de control político de la población" (Malina Enríquez, citado por Knight , 1990:85). De igual forma Alfonso Caso ardientemente defendió el hecho de que "México es un país mest:zo, donde la mayoría de la población tiene sangre indígena y blanca" (Caso 1971 :155). Uno de los más importantes defensores del mestizaje fue, por supuesto, José Vasconcelos, escritor, filósofo y político. Vasconcelos formuló la idea de la "raza cósmica" la nueva mezcla racial que debería prevalecer no sólo en México sino en el mundo entero. . La pcblación que vivía en México era (y continúa siendo) étnicamente diversa, por lo tanto el problema para estos ideólogos del nacionalismo lo representaban aquellos que aún no formaban parte de la población mestiza. Pa~adóiicamente mientras el Estado trataba de aculturar a la población rndlgena, la rdenlidad mestiza mexicana era construida mediante la apropiación de la cultura de los pueblos indigenas misma que el Estado consideraba su herencia legítima. Esto fue claramente celebrado por los m~ralistas revolucionarios como David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera, qUienes contnbuyeron con el movimiento nacionalista mestizo aportando una representación pictórica del sufrimiento y los alcances indígenas (Knight, 1990:82). Las culturas indigenas fueron pues, un elemento esencial para fundamentar la construcción de la tradición de la nacionalidad mestiza mexic~na (Anderson, 1983; Hobsbawm, 1983), pero al mismo tiempo tal trad/clon negaba la existencia real de la población indígena contemporánea; las poblaciones maya, nahuall, zapoteca, etcétera, fueron consideradas parte de un pasado histórico a quienes definitivamente se les negaba su pertenencia a la nueva nación mexicana (Sáenz, 1970:15).Actualmente, en las llamadas "regiones de refugio", los nr,estizos continúan llamándose mexicanos par~ diferen~iarse de los "indios" (Aguirre Beltrán, 1967, De la Fuente, 1965). AqUlla naclon mestiza era realmente una "cr¡munidad imaginada" (Anderson, 1983; Hobsbawm, 1983) ya que era una abstracción, una construcción social que eliminaba o pretendía eliminar la multiplicidad étnica del pais. 15
La Identidad Mestiza Como Política Estatal Las actividades de la intelectualidad mexicana no fueron confinadas a la justificación teórica y a la elaboración ideológica de la identidad mexicana mestiza. Los intelectuales se envolvieron también en el diseño y la elaboración práctica de una política específica para homogeneizar la población. Una vez que ésta se ccnstituyó como oficial, aunque en ella convergieron diversos puntos de vista, la mayoría de sus protagonistas coincidieron en la necesidad de asimilar la poblacíón indígena en la cultura mexícana nacional; en otras palabras, mestizar la población indígena. Para este fin el Estado mexicano implementó una serie de medidas a las cuales se les conoce como; la política indigenista o indigenismo. En esta tarea muchos intelectuales criollos y mestizos participaron como científicos socíales produciendo conocimiento sobre las poblaciones indígenas y como políticos implementando las medidas que ellos mismos formularon. Es muy importante enfatizar que estos intelectuales no fueron solamente ejecutores, también han sido figuras importantes en los llamados gobiernos revolucionaríos, Vasconcelos fue Secretario de Educación, mientras Gamio y Sáenz fueron subsecretarios de la misma dependencia (Aguirre Beltrán, 1970:XII). Ellos consideraban que la población indígena debía ser aniquilada, tanto física como culturalmente lo que claramente enfatiza Gamio: Debe tenerse en cuenta que el mestizaje conviene a México, no sólo desde el punto de vista étnico, sino principalmente para poder establecer un lipo de cultura más avanzado que el poco satisfactorio que hoy presenta la mayoria de la población, y si bien esto puede conseguirse valiéndose de la educación y otros medios, esta tarea se consumará más pronto si se intensifica el mestizaje, pues éste traerá consigo automá ticamente un efectivo progreso cultural, como resultado de la eliminación o substitución de las características culturales retrasadas de tipo indigena (1987 (1935j:46). La implementación de la política indigenista fue claramente el resultado de una ideologia nacionalista mestiza. El pensamiento de Lázaro Cárdenas, cuando se desempeñaba como presidente de México, ciertamente ilustra el interés con que el Estado mexicano impulsó esta politica. En una famosa
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frase dicha en la inauguración del Primer Congreso Indigenista Interamericano; Cárdenas dijo: "nosotros debemos mexicanizar a los índios, en vez de indianizar a México", lo que en la práctica ha significado la eliminación de identidad asociada a la población considerada "india" (Warman 1978:32). La política indigenista al promover la integración de los pueblos indígenas en la llamada sociedad mexicana experimentó diversos métodos para alcanzar este objetivo, y. entre ellos la educación fue el instrumento privilegiado usado por la cruzada indigenista. A partír de 1920 los gobíernos revolucionarios comenzaron un intensivo programa de educación rural. Las escuelas rurales frecuentemente conocidas como "Casas del Pueblo" se propusieron alfabetizar la totalidad de comunidades rurales (Wagley y Harris; 1964;65). Esta idea fue básicamente implementada por Cabrera cuya idea era "enseñar español como la única lengua nacional para eliminar las lenguas indígenas y dialectos" (Cabrera 1934:55). Como disciplina académica la antropología también fue institucionalizada y usada como instrumento del estado para asimifar la población indígena en la "sociedad nacional mestiza". (Aguirre Beltrán, 1934, Warman, 1978, Stavenhagen 1980).Así durante casi todo el periodo del México revolucionario (y hasta muy recientemente) la antropología ha estado frecuentemente ligada con la política indigenista (Bonfil Batalla, 1969, 1988; Stavenhagen 1980; Cockcroft 1989, 1983). Esto ha sido claramente reconocido por dos de sus más notables proponentes. La antropologia en Mexico, baJO la compulsión de un impetuoso fenómeno social, fue convertida en una fuerza activa y vital que proporcinnó las bases teóricas y los instrumentos práclicos para la elaboración e implementación de una politica de nacionalización económica y social que lue llamada indigenismo (Caso y Aguirre Beltrán, 1960:55) La política indigenista fue decididamente institucionalizada con la creación del Instituto Nacional Indigenista (INI). en 1948,(Aguirre Beltrán, 1988:14).Pero a pesar de todos estos esfuerzos, la diversidad cultural y étnica en México es evidente y poderosa. La construcción de la "raza cósmica", en palabras de Vasconcelos, como la única identidad nacional mexicana no ha sido conseguida. Los distintos grupos étnicos han luchado para mantener sus 17
identidades cutturales. La actual existencia de 5 millones de mexicanos que hablan 56 singulares lenguas nativas, indica que la diversidad étnica es una importante dimensión social en este pais (Valdés, 1988),' aunque debe ser dicho que el lenguaje es sólo uno entre muchos otros factores que pueden servir para definir las diferencias étnicas. (Olsak, 1985; Olsak y Nagel, 1986; Smith,1981). Como lo indica la información anterior, la construcción del Estado nacional mexicano ha implicado un complejo proceso. Primero fueron los criollos quienes impulsaron la creación de un país criollo, luego ese proyecto fue sustituido por uno que vislumbraba un México mestizo. Pero mnguno de estos proyectos fue realmente concretado. Actualmente el Estado mexicano está compuesto de muchos grupos étnicos, siendo el de los mestizos el grupo más numeroso y dominante políticamente, en tanto que los grup~s étnicos indígenas, como en otras partes de América Latina (Guatemala, Peru) viven como grupos minoritarios dominados. Como resultado del desarrollo histórico del periodo colonial y del proceso de la consolidación del Estado mexicano, la población indígena en México se compone de grupos étnicos o culturas políticamente oprimidos y subordinados ya que sus proyectos étnicos o culturales han sido ignorados o reprimidos para favorecer el proceso de construcción de una identidad mestiza hegemónica.
1 16 De estos grupos se encuentran en Oaxaca, donde reside aproximadamente el 25%. de I~ pobl~cjón in~ígena del pais Según el Censo General de PoblaClón de 1980, Oaxaca lenia 891.048 habitantes de clncoanos ~ mas q~e hablaban alguna lengua indígena Esto slgmflca que 45% dellolal de la poblaCión del estado con Cinco anos o m~ podía 5er considerada lndigena. Tamando en consideración que el censo oficial generalmente subesbma la poblaclon indígena. es posible considerar Que ésta sea supeflor al 50% en el estado de Oaxaca
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Los Objetivos de esta Investigación Una parte importante de los análisis de la relación entre los llamados "indios" con la "sociedad nacional" ha diluído las diferencias y el carácter subordinado de lasculturas indígenas, enfatizando la desigualdad económica. En 1960 Carrasco decía: El interés original de los antropólogos en América central (Middle America) fue el estudio de los primitivos grupos americanos nativos, los indios. Los indios modernos, sin embargo, forman solamente parte de las naciones modernas de esta región, después de cuatro siglos de contacto cultural e interacción social, las diferencias culturales entre los diferentes grupos étnicos se han borrado, y la importancia de la estratificación étnica se ha tornado subordinada a la estructura total de clases de las naciones modernas. Consecuentemente ha habido una discusión acerca de como definir nuestro objeto de estudio, los indios (1960:37).
Estas aseveraciones son indicadores de que la desigualdad económica y las diferencias culturales han sido aspectos problemáticos para quienes pretenden conceptualizar al "indio". Los científicos sociales generalmente han caracterizado a la gente indígena como campesinos que mantienen un sistema cultural particular y se mantienen parcialmente fuera de la estructura de clases dominante en el conjunto del Estado mexicano (Carrasco, 1951;Wolf 1959Y 1966;Bartra, 1974). De igual manera los indígenas fueron teóricamente si1uados en un proceso en el cual sus culturas estaban destinadas a la extinción como parte de este proceso de integración. Esta tendencia es claramente revelada por los conceptos acuñados para el análisis de las relaciones étnicas en Mesoamérica, tales como "aculturación" (Beals, 1953; 1968; Aguirre Beltrán, 1957); "nacionalización" (Adams, 1968) y"ladinización" (Stavenhagen), 1968:70-72; 1969:263-264). Estas y otras abstracciones privilegian la transformación en un solo sentido, el de la asimilación de la población indígena a la llamada sociedad nacional, y suponen que este proceso ha sido básicamente resultado de la expansión económica nacional en las comunidades indígenas, propiciando la asimilación de las poblaciones
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indígenas subalternas por el sistema mestizo dominante. Por lo tanto, la mayoría de estos estudios proponía como conclusión la eventual desaparición de las identidades indígenas como resultado de la incorporación de la gente indígena en la estructura clasista nacional. El hecho de que los grupos indígenas en el México contemporáneo se sitúen en una categoría supraétnica distribuida a lo largo de diferentes clases sociales ha presentado varios problemas teórícos a quienes intentan analizar las relaciones sociales de la población indígena. Los analistas sociales frecuent3mente han enfatizado sólo una de las múltiples dimensiones sociales envueltas en estas relaciones, así algunos han remarcado el carácter dominante de la dimensión económica mientras otros atribuyen caracteristicas definitivas de las relaciones sociales a la dimensión cultural o ideológica. Algunos de estos análisis reducen las relaciones étnicas a relaciones sociales de clase como puede claramente ejemplificarse con el trabajo del maestro Ricardo Pozas, para quien los "indios" son realmente proletarios cuyas peculiaridades culturales son remanentes precapitalistas dentro del capitalismo mexicano moderno (Pozas y Pozas, 19). Algunos académicos, sobre todo aquellos que se reclaman marxistas, han insistido en caracterizar a los pueblos indígenas como parte del campesinado o del proletariado rural y de esta forma han relegado los factores étnicos a una dimensión básicamente "superestructural", es decir, una dimensión determinada por la "estructura" económica (Artis y Coello 1977; Bartra, 1974). Por otro lado están aquellos que consideran que las características particulares de las relaciones étnicas son el resultado del proceso colonial que ha sido reproducido en regiones específicas de México caracterizadas como "regiones de relugio" (Aguirre Beltrán, 1967).o "regiones ínterculturales" (De la Fuente, 1965).En términos generales estas ideas son compartidas con la corriente del "colonialismo interno" (González Casanova 1965). Los distintos autores de esta perspectiva consideran que las relaciones étnicas son dimensiones importantes para entender las relaciones sociales de la población indígena, pero en el análisis final niegan objetividad a la existencia de los grupos étnicos, es decir, establecen que las diferencias étnicas resultan de la herencia colonial, por lo tanto consideran que cuando no existan las condiciones particulares que mantienen el colonialismo interno desaparecerán las relaciones ásimétricas y por ende las culturas indígenas. Mi propuesta sigue en lo fundamental la perspectiva de Stavenhagen quien sugiere como explicación que las asimétricas relaciones étnicas contemporáneas son e~ resultado del sistema de castas heredado de la 20
Colonia, pero también son reforzadas y constituyen parte de la estructura socioeconómica del México postcolonial (Stavenhagen 1968:61). Tomando como ejemplo el caso de las montañas chiapanecas y guatemaltecas, Stavenhagen mostró como diferentes formas de estratificación y dominación social pueden existir simultáneamente e interactuar una con otra, consecuentemente Stavenhagen ha insistido que para propósitos analiticos todas estas dimensiones -diferenciación clasista, herencia colonial, la estratificación étnica y el proceso de aculturación- son elementos cruciales para construir un modelo explicativo de la situación de los pueblos indígenas en el Méxíco contemporáneo (Stavenhagen 1968, 1980), Por otra parte, numerosos estudios han documentado ampliamente que la ídentidad étníca es una dímensión flexible (Smíth, 1981). Así con respecto a la población indígena uno puede observar que existen diferentes niveles de identíficación. Al nivel más general corresponde la categoria de "indio" e íncluye toda la población indígena, eliminando así la diversidad interna de esta categoría. Un nivel menos incluyente es aquel basado en la lengua hablada. A este respecto, designaciones como Chatino, Huave, Mixteco, etcétera, son categorías que envuelven toda la gente indígena que habla una lengua particular. Y finalmente el nivel local asocia la identidad con el lugar de nacimiento o residencía, Gonzalo Aguirre Beltrán, Ricardo Pozas y Julio de la Fuente documentaron casos en los que la gente indígena se identifica preferentemente como parte de su comunidad de residencia en lugar de su grupo lingüístico. Así "sanjuaneros" en vez de "zapotecos", por ejemplo .• Como en cualquier otro caso de identificación social, los casos descritos son ídentidades flexibles y manipulables. Por ejemplo, gentes que no hablan ninguna lengua indigena son considerados "indios" por su lugar de nacimiento, sus ropas, la adscripción de sus padres, su posición económica, descendencía, entre otros elementos. En contraste otros que si hablan una o más lenguas indígenas no se consideran "indios", como es el caso de los zapotecos del Istmo de Tehuantepec, quienes se consideran diferentes de la cultura mestiza pero no por eso se definen a sí mismos como "indios". Para los zapotecos los "indios" son los pobres y marginalizados grupos étnicos,
• Ambos niveles de identificación, el de la categoría general de 'Indlo. y las identidades locales. coexislleron en los tiempos coloniales en Nueva España así como en otros lugares de Amértea (Gruzlnskl, 1988.46) Las Identidades locales, entonces como ahora, han estado ligadas con los títulos de propiedad de las tierras comunales locales (Gruzinski, 1988:47.50; ver también el capítulo tres más adelante)
21
tales como los mixes o huaves a quienes los zapotecos dominan económica, y algunas veces, políticamente.' El objetivo de este estudio es investigar etnográficamente el hecho de lo que significa mantener una identidad étnica indígena y sus transformaciones dentro de la formación estatal mexicana e inquirir en las relaciones más generales que resultan de la implementación de las políticas de integración nacional derivadas del proyecto de construcción de una nacionalidad mestiza. Esta discusíón será implementada analizando la región chatina donde un grupo indígena del mismo nombre comparte el territorío con poblacíón mestiza. Debe recordarse que en Oaxaca las relaciones étnicas no están restringidas a las interacciones entre los hablantes de español' (mestizos) y la gente indígena '0, sin embargo en el presente análisis serán estas las relaciones privilegiadas porque son las que están directamente asociadas con la construcción del Estado nacional mexicano. No me interesa pues saber si los sustentos a la etnicidad entre los indigenas son construcciones sociales recientes o bien rasgos adscríptívos originales, finalmente todas las circunstancias humanas son construcciones sociales (Bourdieu 1987; 1990:118 Joppke, 1906), la cuestión crucial es conocer como aquellos factores que contribuyen a la construcción social de la etnicidad (el color de la piel, la religión, el lenguaje, la región, etcétera) son evocados, recuperados y empleados en circunstancias particulares como materia para fortalecer o negar una identidad dada. Además se discute cuándo, porqué y por quiénes son implementadas la concientización y movilización étnica; quienes movilizan a la gente en términos étnicos y porqué causas y cuáles son las características sociales de aquellos sectores que promueven la movilización política usando identidades étnicas como factores que justifican su presencia en la arena política. El plan de trabajo puede ser resumido así: En el capítulo dos se proporciona información general sobre la región chatína así como información demográfica y enseguida se hace una breve narración histórica. En el capítulO tres se discute el proceso actual de diferenciación social dentro de
, Recientemente
los Inlelectuales
zapoteces han comenzado
a usar el término "Indio' para caracterizarse
s.comunidades y se proporciona información al respecto de las últímas tres .~.das. El capítulo cuatro documenta y discute los elementos de lo que se ,nsiderado el "modelo tradicional" de las comunidades indígenas, en este • para las comunidades chatinas. En el capítulo cinco se analízan las nsformaciones de la organización política de varias comunidades chatinas se' muestra como éstas son producto de un proceso; el capítulo seis • inúa la descripción y análisis anteriores, en él se discute la formación de rupo de profesionales. que a la vez ilustra tanto la composición social de ••••" os ,sectores dentro de la diferenciación social al mismo tiempo que se isci!te la participación política de este grupo en las comunidades y su papel atql¡z.ador de la etnicidad chatina. En el capítulo siete se relata la forma en t),1I,jestasrelaciones son elaboradas al nivel del discurso cotidiano, así los iscursos étnicos son analizados como parte de las relaciones sociales antenidas por estos grupos; finalmente el capítulo ocho hace una capitulación de los puntos discutidos a lo largo del trabajo.
a ellos
mismos (Víctor de la Cruz, 1984) 1~ En varias reglones de Oaxaca exislen relaciones sociales mantenidas por poblaciones provenientes da diferentes grupos indigenas que representan una variedad de situaciones sociales (Hemández Dial, 1986:305-308).
22
23
'. -,,-;
i
11 ,,-
HISTORIA ECONOMICA
.~ . ...•
y POLlTICA DE LA REGION CHATINA>
La situación adual de la población indígena que habita en la regióll chalina no puede ser entendida totalmente si no se consideran los procesos históricos específicos que han influido en su conformación. En este capítúlo se aportaprímero una descripción del hábitat y luego se relata someramente su historia:
cada minúscula porción de terreno representa una microregión. Sin embargo pueden distinguirse en ella tres grandes tipos ecológicos definidos con base en la altitud y la temperatura, tenemos así la "tierra fría", la "tierra templada" y la "tierra caliente" (para mayores detalles sobre estos tipos ver Sanders y Price 1968:101-105: Aschmann, 1960: Palerm y Wolf 1957). Tomando en cuenta que gran parte de la región está incluída dentro de la Sierra Madre del Sur, misma que domina la zona costera de Oaxaca, es entendible que en la región se encuentren altitudes que van de cero a 2500 metros sobre el nivel del mar. Debido a estas variaciones en los micro ambientes una variedad de cultivos pueden encontrarse en pequeñas áreas.
Cuadro 1, Altitud Sobre el Nivel del Mar en Algunas Localidades Chalinas
El Territorio Chatino. Localidad
Hoy en día los chatinos habitan un territorio situado en el suroeste del estado de Oaxaca. Se asientan en ocho :de doce) municipalidades del distrito de Juquila y en una (de 16) del distrito de Sola de Vega. En el distrito de Juquila la población chatina está concentrada básicamente en los siguientes municipios: San Juan Ouiahije, Santiago Yaitepec, San Juan Lachao, Santos Reyes Nopala, Santa Catarina Juquila, San Miguel Panixtlahuaca, Santa María Temaxcaltepec, Tataltepec de Valdéz y San Pedro Tututepec. En Sola de Vega los chatinos están básicamente localizados en Santa Cruz Zenzontepec 11 cada una de estas unidades políticas tiene su propio centro administrativo llamado cabecera municipal, que en todos los casos es el asentamiento humano más importante. En esta región, como en gran parte de Mesoamérica, el ambiente físico está principalmente determinado por la altitud más que por la latitud. En general el territorio chatino es dominado por montañas; 80% del terreno es montañoso, 10% consiste en pequeños y dispersos valles y cañadas y el restante 10% son lomeríos. Debido a la naturaleza montañosa del territorio
Altitud en metros
San Juan Lachao P. V:
2.000
San Juan Ouiahije
2,300
San Miguel Panixtlahuaca
770
Santa Catarina Juquila
1,450
Santa Maria Temaxcaltepec
1,600
Santiago Yaitepec
',825
Santos Reyes Nopala
500
Tataltepec de Valdéz
500
San Pedro Tututepec
28
Fuente: Cédulas de Investigación para el Diagnóstico Indigenista, INI, 1978-1983.
" Cuarenta años atrás esla hsta Incluía al mUniCIpIOde San Jacinto Tlacotepec en el DIstrito de Sola de Vega y exduia la mUl1lclpahdad de San Pedro Tutulepec
24
25
Los chatinos plantan caña de azúcar en las escasas tierras planas y húmedas que poseen, mientras que las tierras templadas son usadas para cultivar frijol y maíz principalmente. En las tierras localizadas arriba de los 1500 metros sobre el nivel del mar plantan café, requiriendo para su buen desarrollo de la protección de la sombra de árboles como el regionalmente conocido con el nombre de: "cuajuiniquiU". Gran parte de la escasa tierra arable es de calidad marginal. Primordiando los cultivos, las comunidades chatinas pueden ser clasificadas, en términos generales, en aquellas que poseen tierra fértil propicia para la plantación de café y aquellas que carecen de dicho elemento, mismas que se encuentran localizadas precisamente en el dlstnto de Sola~e Vega y áreas adyacentes que han sido terriblemente afectadas por la eros Ion y actualmente se caracterizan por su aridez. Generalmente las comunidades con tierra propicia para el café tienen también importantes recursos fore6tales (principalmente pinos y encinos) que han sido intensamente explotados por compañías con sede en la capital del estado. . Debido a lo accidentado del terreno y a la falta de extensas porciones de tierra plana el cultivo del café, maíz y frijol y otras semillas es realizado sin ayuda de tracción animal o mecánica. Gran parte de las tareas son realizadas por la gente con el auxilio de una coa y un machete. . El sistema de transportación es bastante deficiente, la red de caminos se compone principalmente de brechas y una porción importante de la región es prácticamente inaccesible durante la época lluviosa, (de agosto a octubre). En esta época para llegar a ciertas localidades, como Zenzontepec, desde la carretera más cercana hay que caminar cerca de ocho horas. Por las condiciones geográficas. los caballos, mulas y burros son indispensables como medio generalizado de transporte.
Características
une la ciudad de Oaxaca con Puerto Escondido. La composición de los emigrantes es muy variada, unos son mestizos pobres que se han desplazado hacia esta reglón en busca de trabajo o una parcela de tierra para cultivar, pero también han emigrado comerciantes ricos quienes han previsto mejores oportunidades para sus negocios en esta zona. Según la información de los censos oficiales, a principios del siglo XX, la mayoría de la población era' chatina. Actualmente esta situación se ha revertido, un ejemplo extremo de esta 'tendencia ocurrió en Nopala donde en 1883 vivían 563 chatinos (Jijón, 1883). En 1940 Nopala todavía era una pequeña villa chatina subordinada a Teotepec, pero en 1970 alcanzó una población de 2995 habitantes, transformándose en el segundo poblado más importante de la región (después de Juquila) con la mayoría de su población mestiza. La emigración a la región chatina es relativamente reciente. La mayoría son de poblados mestizos de los vecinos distritos de Miahuatlán y Sola de Vega. Pero el incremento de la población considerada mestiza en una comunidad dada no siempre es resultado de la emigración ya que en cierta proporción esto es debido, también, al proceso de aculturación y asimilación, como en el caso de Tlacotepec donde una comunidad chatina fue transformada lotalmente en mestiza (ver detalles en el capítulo 6).
Demográficas
Aunque el grupo indígena que da nombre a esta r~gión históricamente ha vivido en este territorio, actualmente comparte su habltat con gente de otras culturas. Esta es una tendencia que comenzó a finales del siglo XIX y ha continuado a través del presente siglo. Greenberg asegura que "entre 1880 y 1900 el flujo de mestizos duplicó la población de los mUnicIpIOS de Juquila, Nopala y Zenzontepec" (1989:188). Un nuevo flUJOemlg~atono ocurrió durante y después de la construcción de la carretera de terracena que
26
27
Cuadro 2. Distribución de la Población de Cinco Años y Más que Habla Chatlno por Municipio, de 1930-1980 1940
1930 Mixtepec Tlacotepec
105
212
1950
1960
1970
1980
76
28
53
71
133
.12
405
687
565
230
849
1,141
596
980
944
148
1,675
Panixtlahuaca
517
781
1,124
736
603
2,196
Tulutepec
267
1,106
52
333
825
Juquila
923
697
1,728
1,528
1,349
2,709
1,366
1,627
2,419
2,107
3,329
3,228 231
Quiahije
Zenzontepec Temaxcaltepec Nopala
506 807
Años
7
285
Lachao
Cuadro 3. Distribución Porcentual de Personas con Cinco Años o más Según la Edad y la Lengua Hablada en Cuatro Comunidades Chatinas12
12.75
20.76
473
10.14
17.39
18.26
16.82
1721
392
19.20
7.15
14.44
1349
1163
265
20.24
7.29
1168
13.12
10.93
249 184
25.29
603
5.73
10.54
808
30.34
6.59
4.25
721
6.37
145
35.39
7.99
4.67
647
654
149
40.44
6.03
234
675
558
127
45.49
3.51
2.55
425
364
83
144
458
81
1,406
919
2,720
4,326
50.54
351
2.76
3.51
334
76
974
1,223
798
55.59
154
2.12
1.57
1.67
38
99
780
951
60.64
2.66
1.27
148
180
41
65.69
.98
106
.37
.70
16
70.74
.84
.42
46
.57
13
7S.79
.56
64
37
48
11
83
.70
16
10000
2266
599
1,079
Yartepec
895
853
212
Fuente: Censos Nacionales de Población y Vivienda, 1930.1980. Es común asegurar que en Oaxaca las comunidades chatinas son predominantemente monolingües, aunque los datos muestran que la mayor,ía de los habrtantes de estas comunidades habla chatlno, una proporclon importante de ellos es bilingüe, especialmente la población en edad escolar, 3.
N
27.39
725
Tataltepec
el cuadro
Tolal
Ambos
27.21
754
1,839
como lo muestra
Español
Chatino
5.9
-
80>
.70
42
Total
100.00
100.00
100.00
713
471
1082
N
2266
12 De aquí en adelante. mientras no se Indique Jo contrarlo.los dalas de las cuatro comunidades corresponden a Tillepec. Zenzontepec, Ladlao, Pueblo Nuevo y Pueblo VieJo
28
29
Según el censa nacianal, en 1980, la mayería de.las chatinas residía en camunidades que tenían menas de das mil habitantes (cuadra .2). Solamente San Miguel Panixtlahuaca y Santa Catarina J~qulla tenlan pablacianes superiares a las das mil habitantes, Napala era el unrca ~ablada can más de 3 mil gentes. Cansideranda que la densidad demagrallca en México. es de 34.4 habitantes par Km' y que la de Oaxaca es de. 26.8 habitantes par kilómetro. cuadrada (Secretaría de Pragramaclan y Presupuesta, 1983:68) es pasible caracterizar a las pablaclanes chatlnas coma relativamente despabladas, can un pramedia de 18 habitantes par km2 (cuadro 4). Cuadre 4. Densidad Demagráfica por Municipalidad. 1970-1980
Municipalidad
Area Km'
Pablación
Densidad Habitantes/Km' 1970
1980
190.10
12.5
17.0
2,067
91.86
13.1
22.5
2.073
2,788
264.10
7.8
10.5
Juquila
6,753
7.485
811.42
8.3
92
Zenzantepec
7,528
6,501
557.13
13.5
11.7
Temaxcaltepec
1,,174
1,434
86.76
135
16.5
Napala
7,556
8,802
196.48
38.5
44.8
Tataltepec
2,407
3,700
36999
6.5
10.0
909
1,264
53.58
17.0
23.6
1970
1980
Lachaa
2,385
3,242
Ouiahije
1,203
Panixtlahuaca
Yaitepec
Fuente: IX y X Censo Nacional de Poblacion y Vivienda.
30
Así cama muchas mestizas se han asentada en la región, muchas chatinas están emigrando. hacia atras regianes. Parte de esta emigración es temparaL Sin. embarga muchas familias chalinas la han dejada penmanentemente. En 1980 cerca de112% de las 20,281 chatinas registradas par el censa nacianal había dejado. sus camunidades para irse a vivir en 43 municipias del estada de Oaxaca. De estas, 27% se trasladaran a la ciudad de Oaxaca. Otra significativa parcentaje se trasladó a lugares en las que encuentran trabaja en las plantacianes agrícolas, cama Pluma Hidalga (café) y Lama Banita (piña), a a Salina Cruz dande trabajan en la industria de la canstrucción (Secretaría de Programación y Presupuesta, 1984:633:659; Greenberg, 1989: 228-229). En la estructura de edad de cuatro. comunidades censadas en 1986 (ver cuadro 5) es natable abservar que acurre un significativo. descenso. de la pablación de hambres y mujeres can el ranga de 14-19 añas. Este es abviamente el períade en el que la gente emigra para irse a trabajar a las áreas urbanas. Es precisa aclarar que la emigración na necesariamente implica la pérdida de la identidad étnica, la histaria migrataria de etras puebles indígenas cama las zapatecas y mixtecas muestran que las migrantes mantienen su cultura e identidad fuera de sus territarias ariginales (Rames. 1988; Kearney, t991; Nagengast y Kearney, 1990).
La Fiesta del Día de la Santa Cruz (el 3 de mayo) en Zenzontepec
31
Cuadro 5.
,
Antecedentes Históricos
.
~(>:IC)!Jfb.Ctr'bVC"" 'c8~!;EifadC¡¡ déí1'É!:fP~'d{48\tUh¡(jáile~." :n.6..i-ht5!~lrf:t.. ;:r;,~9:t1~.",~~,:.J.j~~~-I,.~J.S ICÚ.~h; bl..:t)~ ".J.l'Ch.) ~.UdltBI :;;q"t;' ,:Pr\TIE1~11C:~fl;~h~P; CHf¡jtr,9I prn\Jmd~;~:", ~.•:na.Si:1:)~r:'.!l
Basado en evidencias arqueológicas y lingüísticas Greénberg (1987:47-48) y Bartolomé y Barabas (1982:15-18) afirman que la gente ~," ...,•. ,;~,'r-c," );"',;l~~~- f'"~' n:..' ".-, hr'-;;"I'~rl,.;.J, ,-:.J -;:I'~r'~' 1:1?lh-.r,!,.-.'t chalina ha ocupado la región en la que actualmente viven desde el aiíO 2300 . .. '-1,:,;:'!~r:Muíéres,:\Jt;l~lr:'cf~~_,;£,.-j !,:~_'-tp.r~i:i,~:.:::~.:~~:{t~.,10 a.C. Según Swadesh (1976) el lenguaje chatino se diferenció de la rama zapotecana del Otomangue aproximadamente en el año 400 a.C .• lo que ,.~.: ., Ó:~" ~~:( ..:;2~ ~- t~h.: 11.4~2~ . 'l:f;j:\9,~_n\.¡~ ::~..14:-~.4,1 .~')'". ~; ~Q.1 £J5/.\~]4b indica que la cultura chatina se originó hace cerca de 24 siglos. La historia de los chatinos parece estar llena de luchas en contra del dominio exterior. Antes de la conquista española los chatinos fueron tributarios de los aztecas a través de intermediarios mixtecos. quienes colectaban el tributo que pagaban a los aztecas, muchos sitios arqueológicos son hoy día silenciosos 1,; testigos del pasado chatino. En el palacio municipal de Nopala, recientemente construido fueron colocadas en las paredes varias estelas que muestran ,:;~ :;,ufa .¡"n.~,sEí'~87~' detalles de un pasado que los chatinos intentan recuperar. La historia colonial de los chatinos comparte con la de otros grupos indígenas mesoamericanos varios aspectos. En Chiapas por ejemplo, Wasserstrom (1983:32-68) asegura que durante el dominio español las autoridades ibéricas promovieron una economía de exportación altamente redituable basada en la producción forzada de productos como cacao . .:o~2 .,";;'T;~ ' ,.... 4'1'305 83 310 cochinilla, algodón e índigo; como en otras partes de América Latina, el punto 2.84 76 crítico de esta economía fue el "repartimiento de mercancías" (Chance. 1989:103; Hamnett, 1971). El sistema de repartimiento fue una clásica 142 38 herramienta colonial usada para extraer riquezas de los territorios 153 41 dominados. En su forma básica el sistema reclutaba gente indigena para que sirviera en los trabajos de proyectos públicos, en las minas o en las 0.60 16 haciendas. En cada distrito el alcalde o el corregidor era nombrado para 049 13 administrar el repartimiento. 0,41 11 En Oaxaca este procedimiento fue un tanto diferente, en vez de trabajo, los alcaldes mayores repartían a la gente indígena mercancías o 0.60 16 dinero en efectivo provenientes de un comerciante español; de esta forma 10000 2.678 las deudas contraídas eran pagadas con productos regionales tales como cochinilla, algodón o índigo. Estas eran cambiadas por mercancías noindígenas a una tasa muy desfavorable para los productores indígenas. Esto fue, según Hamnett (1971 :12). particularmente notable en el caso de Oaxaca, donde, a pesar de la prohibición de la corona española, los alcaldes mayores
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Cuadro 11. Distri?ución de Unidad Doméstica~ que Han Vendido Tierra y .el Tamaño Actual de sus Parcelas
Cuadro 10. Distribución de Unidades Domésticas que Trabajan Tierras Rentadas o "a Medias"
Hectáreas
rentadas
0.5
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