LOS ARQUETIPOS Y EL DESTINO

LOS ARQUETIPOS Y EL DESTINO (Los tiempos de Dios) Decidir cuándo hacer las cosas o cuándo no, es nuestra prerrogativa, como hombres libres y autónomos que somos o pretendemos ser. Pero, ¿hasta dónde es esto y siempre es esto absolutamente real e infalible?

Cada cierto tiempo surgen y se difunden noticias de acontecimientos que se reputan como verdaderos milagros. Hay muchos de ellos todos los días pero no se los conocen o difunden. Por ejemplo, a pesar de que una mujer ha sido sometida a una esterilización tubárica o método anticonceptivo permanente al separar, ligar o interrumpir de varias maneras el desarrollo físico de los tubos de Falopio y así evitar la fecundación de los óvulos, queda embarazada. Igualmente, una vasectomía no es óbice, a veces, para que se produzca un embarazo. En un sismo devastado y bajo toneladas de tierra, las brigadas de socorro encuentran “accidentalmente” a un bebé vivo luego de varios días de denodada labor de búsqueda de sobrevivientes. De vez en cuando los medios informativos destacan historias de bebés abandonados a su suerte por sus despiadados progenitores y son encontrados accidentalmente con vida por alguna persona. O un individuo cae al vació desde un edificio y sobrevive de manera milagrosa a la fatal caída, y asi por el estilo. En tiempos de conflictos armados, cada instante se producen hechos portentosos que escudan y

protegen la vida de soldados en las batallas o seres humanos en gravísimo peligro. Por otro lado, hay casos de pacientes que despiertan repentinamente de un letargo casi inanimado de varios años o curan milagrosamente de una enfermedad considerada por la ciencia médica como de carácter fatal o en etapa terminal. La red informática nos acaba de relatar el caso de una mujer que a pocas horas de que se le practique la eutanasia, una persona de edad madura despierta del coma profundo, pero amputados sus miembros inferiores y sus manos:

https://es-us.noticias.yahoo.com/blogs/el-viralero/abuela-despierta-del-coma-4-horas-antesde-ser-desconectada-183514473.html

¿Qué es lo que ocurre, entonces, cuáles son las razones espirituales y por tanto las de fondo, para estas excepciones que el ser humano considera como milagrosas? La respuesta se encuentra precisamente en los motivos espirituales que siempre subyacen en cada acción o acontecimiento y les preceden.

Sabemos que todo suceso que ocurre en la naturaleza incluyendo los hechos humanos, ya han sido planeados y estructurados en los planos superiores. En el tema específico del ser humano y de su destino en general, las cosas son así mismo y claro, se sustentan y generan en base a una serie casi infinita de factores externos e internos que rodean su destino. Aparecen y operan las siempre estudiadas y a veces poco entendidas leyes de la Consecuencia y las del Renacimiento, que son las llaves maestras para entender, desde nuestra limitada condición actual y en base a los postulados espirituales o esotéricos, cómo funcionan estas variables. Los científicos materialistas, reacios a estudiar y peor validar estos conceptos, acuden a la casualidad y la probabilidad para explicar estos hechos prodigiosos que comentamos, y se basan en la ciencia de la estadística para reputar los hechos como una posibilidad aleatoria, contingente. Y para validar estos acontecimientos en el mundo y en el universo, la mecánica cuántica las refuerza e interpreta usando lo que se denomina desviación estándar respecto a los errores posibles o si, en un campo de acción, como ‘fluctuaciones aleatorias’ según los principios de incertidumbre de Heisenberg, etc., etc. y degradan cualquier explicación no materialista al potenciar la presencia de factores perturbadores ‘no conocidos’ en esas teorías que tan bien funcionan en general, pero no en lo espiritual.

Ante toda esta polémica entre el determinismo y el indeterminismo, el ocultismo científico exhibe una luz vasta y sublime y nos explica cómo la aventura sideral nace de la Voluntad del Ser Supremo y se va desarrollando mediante la combinación de lo que llamamos creación evolutiva a cargo de inteligencias superiores que han ido alcanzando estas altura de perfección precisamente a través del tiempo y mediante un diseño inteligente y complejo que la cosmogonía rosacruz expone.

Sucesos como el que compartimos ameritan un profundo análisis que supera este medio de

comunicación y el tiempo a él dedicado en estos momentos. Sólo decir que la duración de la vida humana depende de un espacio de tiempo establecido previamente en planos superiores y que su contraparte modélica se llama arquetipo, el que vibra coherentemente y existe genéricamente para todo lo que en los planos materiales luego se manifiesta. Cuando se interrumpe la vida por voluntad propia (suicidio) o de manera consensuada (eutanasia o muerte programada), se está dando paso al mal uso del libre albedrío y eso constituye un grave error, pero el arquetipo sigue existiendo hasta el tiempo previamente establecido. Pero hay acontecimientos que ni siquiera la voluntad y decisión humana pueden impedir. Son los que encajan en la fraseología hindú llamados karma maduro y sobre ellos no existe poder humano o universal que pueda coartar. El hecho que la noticia relata es uno de ellos. La amputación de sus miembros inferiores y las manos, son un indicio muy probable de que solamente así, con esta situación desvalida extrema, dicha persona seguramente podrá realizar un compago kármico a situaciones pretéritas que en los planos invisible se comprometió a equilibrar. El estudio científico de su horóscopo o una investigación de sus vidas pasadas daría la respuesta exacta.

Todo lo que hemos mencionado sobre este asunto cae en el campo de las probabilidades que ya hemos esbozado de manera muy sucinta en este improvisado escrito y se puede trocar en un aserto si es que se realizase la investigación correcta con los medios apropiados. Por tanto, si se comprobase que es así, triunfaría el determinismo o causalidad a nivel superior o espiritual sobre lo aleatorio, pues es en aquel nivel donde se justifica y entiende lo inexplicable o casual.

José Mejía R.

Febrero 03, 2015