Los “archivos trofeo” rusos de la Gestapo y del servicio de inteligencia alemán (1912-1945) como indicio del despliegue panóptico anticomunista en América Latina

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Descripción

BOLETÍN DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN Octava época, año 2, núm. 7, julio-septiembre, 2015

Primer Libro de la Escuela del Pueblo. Enseñanza de la Escritura-Lectura. AGN,

Propiedad Artística y Literaria, caja 284, registro 70, expediente 15.

BOLETÍN DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN

Archivo General de la Nación Mercedes de Vega Directora General Alba Alicia Mora Castellanos Directora General Adjunta María Fernanda Treviño Campero Directora de Publicaciones y Difusión Claudia López Iglesias Dirección del Sistema Nacional de Archivos Jorge Núñez Chávez Dirección del Archivo Histórico Central Erick Cardoso Espinoza Dirección de Tecnologías de la Información Marco Antonio Silva Martínez Jefe del Departamento de Publicaciones Legajos. Boletín del Archivo General de la Nación, octava época, año 2, número 7, julioseptiembre de 2015, es una publicación trimestral del Archivo General de la Nación, donde se publica y distribuye, con domicilio en Eduardo Molina 113, colonia Penitenciaría Ampliación, delegación Venustiano Carranza, C. P. 15350, México, D. F. Tel. +52 (55) 51 33 99 00, exts. 19325, 19424 y 19330 Correo electrónico: [email protected] Página web: www.agn.gob.mx Editor responsable: Marco Antonio Silva Martínez Diseño y formación: Elisa Cruz Cabello Corrección de estilo: Roberto Del Vecchyo Calcáneo, María del Carmen Gutiérrez Haces y Francisco Javier González Ruiz Asistencia en la investigación: Carlos Alday García Licitud de título y licitud de contenido otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación, con el número: 15036. Reserva de derechos de uso exclusivo ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor número: 04-2009-110916591800-106. ISSN-0185-1926

Impreso en Omnius Soluciones en Tecnología S. A. de C. V., Av. Manuel Ávila Camacho 116, piso 3, Unidad Veracruzana, Xalapa, Veracruz, C. P. 91030 Se permite la referencia a los contenidos aquí publicados siempre y cuando se cite la fuente. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización del Archivo General de la Nación.

Fabián Herrera León Director de Legajos. Boletín del Archivo General de la Nación

Consejo Editorial del Archivo General de la Nación Pedro Ángeles Jiménez Instituto de Investigaciones Estéticas, Universidad Nacional Autónoma de México

Carlos Armando Preciado de Alba División de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad de Guanajuato

Alicia Barnard Amozorrutia Consultora independiente, Proyecto InterPARES (colaboradora)

Paolo Riguzzi Centro de Estudios Históricos, El Colegio Mexiquense

Diana Birrichaga Gardida Facultad de Humanidades, Universidad Autónoma del Estado de México

Alejandra Ríos Cázares División de Administración Pública, Centro de Investigación y Docencia Económicas

Mercedes de Vega Dirección General, Archivo General de la Nación

Sebastián Rivera Mir Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Autónoma Metropolitana Cuajimalpa

Javier Mac Gregor Campuzano División de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa Sandra Peña Haro Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, Universidad Nacional Autónoma de México

Juan Voutssás Márquez Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información, Universidad Nacional Autónoma de México

Tabla de contenido Presentación

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GALERÍAS DE LA HISTORIA Los “archivos trofeo” rusos de la Gestapo y del servicio de inteligencia alemán (1912-1945) como indicio del despliegue panóptico anticomunista en América Latina Brice Calsapeu Losfeld

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Henequén, chicle y turismo. El financiamiento estatal para la transformación de la economía yucateca, 1915-1970 Luis Anaya Merchant

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La transición democrática española vista desde el México de José López Portillo Carlos Sola Ayape

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PORTALES DE LA ARCHIVÍSTICA Rescate de la memoria de un coleccionista María Sánchez Vega

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Conservación y estabilización de la colección diapositivas sobre vidrio del Archivo Fotográfico Manuel Toussaint del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM Mariana Planck González Rubio

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Expediente del reparto de bienes comunales en Tancítaro, Michoacán Alicia Venegas González

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RESEÑAS Historia judicial eclesiástica de la Nueva España Jorge E. Traslosheros Por Herlinda Ruiz Martínez

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Educar para la paz. México y la cooperación intelectual internacional Alexandra Pita González Por Hubonor Ayala Flores

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La conservación preventiva durante la exposición de fotografía Sandra Peña Haro Por Elia Botello Miranda

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DOCUMENTOS DEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN Imagen centenaria. Primer Libro de la Escuela del Pueblo. Enseñanza de la Escritura-Lectura Omar Ocampo Fuentes

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Normas para la entrega de originales

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PRESENTACIÓN En este número de Legajos. Boletín del Archivo General de la Nación, publicación especializada tanto en historia como en archivística, el lector encontrará atractivas y muy particulares colaboraciones en ambas materias. La sección de Galerías de la historia reúne resultados recientes de investigación de tres estudiosos del siglo XX. El primer artículo de esta sección, escrito por Brice Calsapeu, bien podría servir de bisagra a este número, pues plantea cuestiones de interés sobre desclasificación y uso de archivos, con un enorme valor para los planteamientos de historia del tiempo presente, lo mismo para Europa que para América Latina. El detonante ha sido, en el caso estudiado por Calsapeu, la desclasificación gradual de archivos de inteligencia política decomisados por la Unión Soviética a los alemanes al final de la Segunda Guerra Mundial. El artículo, en cuestión, identifica, claramente, las inquietudes que en materia de seguridad interna compartieron históricamente la República de Weimar y el Tercer Reich, de igual manera, en relación con un entendimiento antibolchevique con regiones aparentemente remotas como la latinoamericana. El artículo siguiente hace interesantes reconsideraciones sobre la economía henequenera de la península de Yucatán a lo largo de prácticamente todo el siglo XX, puesto que reconstruye y explica las medidas de adaptación económica que fueron concebidas para Yucatán en un periodo dilatado de declive del henequén. Luis Anaya Merchant, enfatiza los cambios en la estructura agraria y mide su limitado éxito en términos de eficiencia financiera, diversificación productiva y mejoras en los órdenes social y económico. La sección de Galerías de la historia cierra con el artículo de Carlos Sola Ayape sobre las apreciaciones en México respecto del proceso que condujo al restablecimiento de la democracia en España, hecho que no fue ajeno a la mejora y pleno restablecimiento de las relaciones entre los dos países. La incursión de Sola Ayape en ambas problemáticas es sumamente original, pues tiene como fuente principal el compendio documental que resguarda el Archivo General de la Nación con motivo de la visita presidencial, inmediata a tal normalización de relaciones, que José López Portillo hizo a España a finales de 1977. LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015

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La referencia al uso de las fuentes documentales constituye un excelente puente a la sección Portales de la Archivística que presenta tres textos que exploran el procesamiento técnico de materiales documentales de muy diferentes características. La sección abre con un artículo de María Sánchez Vega, quien hace un espléndido recuento de la trayectoria del archivo de Franz Mayer desde la muerte de su compilador hasta su reciente procesamiento y abunda en las problemáticas que enfrentaron y la soluciones que desarrollaron con la asesoría de especialistas de Apoyo para el Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México. Mariana Planck nos abre las puertas a la colección de diapositivas sobre vidrio que resguarda el Archivo Fotográfico Manuel Toussaint, del Instituto de Investigaciones Estéticas. El texto abunda en el origen y desarrollo histórico y tecnológico de los positivos sobre vidrio que formaron parte de los recursos didácticos de las asignaturas de historia del arte que impartieron Manuel Toussaint y Justino Fernández y nos presenta el diagnóstico y el proceso de estabilización que llevó a cabo. El texto presenta y desarrolla una propuesta que puede ser retomada como punto de referencia para la revisión y procesamiento de colecciones fotográficas similares. Finalmente, el texto sobre el “Archivo Expediente de reparto de bienes comunales en Tancítaro, Michoacán” profundiza en la conformación del Archivo Histórico de la Secretaría de Gobierno y particularmente en la serie documental “Hijuelas”, que contiene los documentos generados por el proceso de reparto de las tierras en esa comunidad. A lo largo del texto, Alicia Venegas González presenta la historia, contenido y servicios del Archivo General Histórico del Poder Ejecutivo de Michoacán y abunda sobre las características de los materiales documentales, sus particularidades y conformación, pero principalmente, sobre la construcción del cuadro de clasificación que determinó la organización documental. Se trata pues, de un número de Legajos. Boletín del Archivo General de la Nación que presenta una temática variada e interesante para quienes se interesen en los textos vinculados con el desarrollo y contenido de la historia y de los archivos. Invitamos al lector a profundizar en las páginas de la presente edición. Fabián Herrera León y Sandra Peña Haro 10

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GALERÍAS DE LA HISTORIA

LOS “ARCHIVOS TROFEO” RUSOS DE LA GESTAPO Y DEL SERVICIO DE INTELIGENCIA ALEMÁN (1912-1945) COMO INDICIO DEL DESPLIEGUE PANÓPTICO ANTICOMUNISTA EN A MÉRICA L ATINA Brice Calsapeu Losfeld* Resumen El trabajo está enfocado en la presentación de los “archivos trofeo” que los soviéticos confiscaron a las autoridades alemanas durante la Segunda Guerra Mundial, a través de algunos documentos – seleccionados por su interés para la historia iberoamericana del periodo–, que puntualizan lo que podrían ser embriones de redes anticomunistas y de colaboración internacional contra el comunismo, que empezaron a formarse bajo la República de Weimar, lo cual plantea un nuevo enfoque de estudio de las relaciones entre Alemania y los países latinoamericanos en este periodo. Palabras clave: archivos trofeo, anticomunismo, Gestapo, Comintern, América Latina, siglo XX. Abstract This article presents the “Trophee-archives” confiscated to German authorities by the U.S.S.R. during World War II, by some documents –selected due to their relevance in the Iberoamerican history of that period–, about the international collaboration against communism, constructed under the Weimar Republic, and what could be the embryos of anticommunist networks will be clarified. Thus, a new study approach regarding the relations between Germany and the Latin-American countries of that period can be set. Keywords: trophee-archive, anticommunism, Gestapo, Comintern, Latin America, XX Century.

* Doctorante del Instituto de Investigaciones Históricas, UMSNH.

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Introducción Marius Losfeld, simpatizante comunista, recién casado con su mujer Marguerite, en cinta del primogénito, tenía apenas 17 años cuando la Wehrmacht irrumpió en la ciudad minera y siderúrgica de Denain, en el norte de Francia. Durante meses la propaganda de la drôle de guerre1 les hizo creer que los alemanes bajo el nazismo se morían de hambre. ¡Cuán sorprendido se quedó viendo llegar a los primeros soldados alemanes! Marius, a pesar de su metro noventa, se sintió de repente pequeño. La siguiente oleada de soldados alemanes llegó, en sus palabras, ya con un “tamaño más normal”; la segunda sorpresa que se llevó fue la organización que tenían los boches (como llamaba a los alemanes de manera despectiva). Se rumoraba mucho sobre la quinta columna y el espionaje organizado. Cuando llegaron los soldados alemanes fueron directamente a buscar en los corons (barrios obreros) a los responsables encargados de prender los altos hornos en la acerería de la ciudad. Ya tenían los nombres y las direcciones de la gente necesaria para que la actividad económica, vital para el esfuerzo de guerra nazi, pudiera empezar de inmediato. ¿Quinta columna o servicios de inteligencia eficientes? Marius, ya abuelo, nunca supo explicarnos, cuando nos lo contó a nosotros, sus nietos, lo que vio durante las primeras horas de la ocupación nazi. La colaboración con las nuevas autoridades de una parte de la población francesa y el reacomodo de la posguerra oscurecieron más todavía asuntos sobre los cuales se prefirió no hablar. La puesta en línea por parte de las autoridades de la federación rusa, a partir del 2011, de los “archivos trofeo” rusos de la Gestapo y del servicio de inteligencia alemán (1912-1945), ofrece una nueva oportunidad para interrogar este acervo de naturaleza policiaca desde la perspectiva del colaboracionismo. Dada su naturaleza –cuyo principal objetivo era la vigilancia de los enemigos políticos del régimen en turno– el archivo encierra una información valiosa, principalmente, del movimiento comunista, vigilado tanto por la República de Weimar como por el régimen nazi, que trasluce las redes y contactos entre las administraciones de varios 1 Periodo que cubre desde la declaración de guerra contra Alemania, el 3 de septiembre 1939, hasta la invasión relámpago del territorio francés, en mayo de 1940, tiempo en el cual no hubo casi actividad militar.

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países con distintos gobiernos alemanes antes de la guerra, en materia de represión anticomunista. Aunque muy poco estudiadas, la existencia de esas redes permiten responder a la perplejidad de Marius frente a esos obreros “marcados”, sus vecinos, llevados a encender los altos hornos apagados por unos dueños que huyeron frente al avance nazi y que dejaron en el paro a miles de trabajadores y sus familias. Lo que hizo el avance nazi en Europa fue poner en relieve la existencia de estas redes. Lo que los “archivos trofeo” nos revelan, es que para América Latina hay indicios de que tales redes existían, y sobre todo, que habían empezado a formarse, no bajo el régimen nazi como se podría pensar, sino en la ciudad de Weimar. El presente artículo presenta los “archivos trofeo” que fueron puestos a disposición en línea muy recientemente; de igual manera, revela cómo ciertos documentos del periodo de Weimar pueden servir para documentar la colaboración anticomunista entre Alemania y algunos países latinoamericanos y cómo, a fin de cuenta, el régimen nazi no hizo otra cosa que seguir una continuidad anticomunista (obviamente) desde su visión paranoica del supuesto peligro bolchevique. La colección de documentos de la policía secreta alemana y los servicios de inteligencia Este acervo representa una colección de actas y documentos que originalmente fueron ordenados en los archivos administrativos del Reich alemán, de Austria, de Francia y de Polonia. Al final de la Segunda Guerra Mundial los documentos se enviaron de Alemania a la Unión Soviética; entre los años cuarenta y sesenta del siglo pasado; el Comité Central del Partido Comunista de la URSS los transfirió al Archivo Central del Partido, al que hoy en día se le llama Archivo Estatal Ruso para la Historia SocialPolítica (RGASPI por sus siglas en ruso). Las actas entregadas provenían del Archivo Central Estatal Especial de la Alta Administración del Archivo del Consejo de Ministros de la URSS, la División General del Comité Central del Partido Comunista de la URSS y el Ministerio de Relaciones Exteriores de la URSS. En 2011 la federación decidió que se compartiera, mediante la puesta en línea del acervo documental, un proyecto de largo aliento en

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colaboración con Alemania y que tendría que terminarse en el 2018. Este esfuerzo representa la disponibilidad de millones de documentos, hasta ahora casi desconocidos, a disposición de los usuarios de la red.2 Gran parte del material del RGASPI está conformado por escritos de la policía secreta o de la Gestapo3 y de los servicios de inteligencia alemanes, franceses, austriacos y polacos, principalmente; se enfocan en la observación de las labores de la Comintern o Internacional Comunista (IC), las actividades de los partidos socialdemócratas, de las organizaciones de la juventud, sindicatos, así como los movimientos de oposición al fascismo en diferentes partes del mundo. Cubren tres periodos de la administración alemana: el final del Segundo Imperio (1871-1918), la República de Weimar (1919-1933) y el Régimen Nazi (1933-1944). Ciertos informes tratan de individuos específicos, como es el caso del dirigente comunista alemán Ernst Thälmann (1886-1944),4 que pertenecen a las organizaciones o movimientos vigilados por su naturaleza política. Una primera revisión de los documentos confirma la investigación histórica que subraya una cierta continuidad policiaca entre las dos administraciones, la de Weimar y la nazi.5 Queda claro, a la luz del archivo, un hecho demasiado olvidado –en buena medida por el trato mediático que se da al nazismo en general–, concentrado en ciertos aspectos del

2 Los archivos se pueden consultar en: http://www.germandocsinrussia.org/. El sitio es accesible en los idiomas ruso, alemán y también en inglés para la página de presentación del archivo. De la página de presentación se obtuvo la información sobre el archivo. 3 Geheime Staatspolizei; abreviado muy rápidamente: Gestapo, fue creado en 1933 a partir de la policía secreta prusiana, la cual ya tenía bajo la República de Weimar la tarea de proteger el Estado y vigilar así como luchar contra los enemigos políticos, principalmente los partidos extremistas. Ya a partir de 1932, a raíz de la infiltración por parte de funcionarios afines al NSDAP de los organismos de vigilancia, las tareas se centraron, principalmente, en el Partido Comunista Alemán (KPD). Sobre la estructura y el funcionamiento de la Gestapo véase: Dams, Die Gestapo Terror; Herbert, “Ideological legitimization”, pp. 95-108. 4 Ernest Thalmann, dirigente del Partido Comunista de Alemania (KPD). Fue arrestado en 1933 y culpado por el incendio del Reichstag. Nunca fue juzgado y quedó encarcelado, en aislamiento total, hasta su ejecución en 1944 en el campo de Buchenwald. El acervo es particularmente rico en documentos sobre el movimiento de solidaridad internacional con el dirigente del KPD, como la carta del Centro de Obrero de Habla española ubicado en Harlem (New York), que representa a unos doscientos trabajadores de habla hispana de Harlem que piden “que se ponga fin al reino del terror en contra de la clase trabajadora y específicamente contra el Partido Comunista y sus líderes”. RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 284/22. Carta al embajador alemán en Washington, con fecha 5/03/1933. 5 Dams, Die Gestapo terror, capítulo 1.

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holocausto: el principal enemigo político del nazismo fue el movimiento comunista.6 En un principio los nazis entendieron, bajo el término comunista, a los integrantes de la IC, para después aplicar las teorías jurídicas de Carl Schmitt (1888-1985) sobre la definición de lo político como una línea de separación entre amigos y enemigos.7 Lo que hizo bascular, con el tiempo, todo oponente al fascismo en la metacategoría de comunista –muchos perseguidos–. Pienso, por ejemplo, en el caso de Ernesto Kroch (1917- 2012)8 y otros casos aludidos más adelante, que son perseguidos, no por su pertenencia a la comunidad judía, sino por su militancia comunista. Por lo tanto, el acceso al poder por los nazis en 1933, implicó una brutal destrucción de la organización de la clase trabajadora. Se estima que a finales de 1933 entre 150,000 y 200,000 izquierdistas fueron víctimas de arrestos,9 y no menos de 20,000 comunistas alemanes fueron asesinados entre 1933 y 1945.10 Vigilancia y colaboración anticomunista bajo Weimar Los archivos cubren un periodo anterior a la toma del poder por el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, o partido nazi (NSDAP). Los dos regímenes alemanes tienen en común la vigilancia del movimiento comunista, por lo cual podemos encontrar información relacionada con la IC y sus organizaciones satelitales, de hecho, los servicios de Weimar –a 6 A modo de ejemplo, en la reciente obra colectiva dirigida por Kershaw sobre el nazismo (El nazismo. Preguntas clave), la palabra “anticomunismo” aparece un sola vez y ni siquiera como un punto desarrollado aparte, p. 140. Está claro que para los autores, la Weltanschauung de Hitler se desarrolla alrededor de la noción del racismo y particularmente del antisemitismo. De acuerdo con Kershaw, esto sería lo propio del hitlerismo y lo que lo diferencia del nazismo como tal. 7 Véase Schmitt, El concepto, pp. 56-63; Slomp, Carl Schmitt. 8 Ernesto Kroch, sindicalista y escritor uruguayo-alemán de origen judío que fue condenado dos veces por actividades de propaganda comunista a penas de trabajos forzados en los campos de concentración antes de poder exiliarse en América del Sur, en 1937, gracias al gobierno paraguayo que le otorgó una visa. En los años setenta, fue víctima de la dictadura militar en Uruguay y tuvo que exiliarse de nuevo, regresando a Alemania. En una plática personal, Ernesto Kroch insistió que, a él, a pesar de que sabían su origen judío, lo condenaron por comunista y que no hubo una diferencia en las penas dictadas entre él y sus compañeros de infortunio “arios”. 9 Wachsmann, “The dynamic of destruction”, p. 18. 10 Margain, “Zwischen Verlusten”, p. 6, en: https://halshs.archives-ouvertes.fr/ halshs-00778512/document [Consultado el 25 de agosto de 2015].

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través de su supervisión de la Comintern–, recopilaban información sobre el movimiento comunista en América Latina. De interés es el documento relativo al Profintern (ISR)11 cuya central de contacto con América del Sur se ubicaba en la ciudad de Berlín a partir de 1927, conforme con los servicios alemanes.12 La ciudad prusiana se había transformado rápidamente, para los soviéticos, en un centro de enlace de la actividad comunista a nivel internacional. El documento comenta que los contactos pasaban por China hasta la derrota de los comunistas del sur. De allí, el cambio organizativo que se dio y que, de acuerdo con la misma fuente, tenía otro objetivo. Acorde con los servicios de Weimar, los soviéticos buscaron entorpecer las “buenas relaciones” entre Alemania y Estados Unidos de Norteamérica que son “el mayor enemigo de Rusia en el continente americano, lo cual deberá tener influencia, también, en América del Sur y así dificultar el acceso de la industria alemana al capital americano”. Dos agentes de la Comintern llegaron a la organización de la central en Berlín, el argentino Resnik13 y un “comunista de la República de S. Salvador, de La Plata [sic]”.14 Un documento ulterior da el nombre de otros dos agentes, encargados de la organización de la Krestintern (Internacional Campesina), “Rugen Warga”15 y “Krajewky” 11 El Profintern o Internacional Sindical Roja (ISR) era un organismo dependiente de la Comintern encargado de los gremios y sindicatos al nivel internacional. Se creó en 1921 para competir contra la influencia del FSI (Federación Sindical Internacional) y se disolvió en 1937, dentro de la política de Frente Popular, para no crear fricciones con las centrales socialdemócratas. 12 Russian State Archive of Socio-Political History (RGASPI), Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/10, 19/12/1927. 13 Se trata, seguramente, de Abraham Resnik o Reznik, secretario general de la Unión Sindical Argentina en 1928, miembro fundador de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) en 1930; también fue miembro de la filial argentina de la Liga Antiimperialista de las Américas (LADLA). Sin embargo, Estados Unidos se caracterizó por un apego al sindicalismo revolucionario y entre 1922 y 1930 por una posición crítica hacia el comunismo. Sin embargo, Resnik estuvo en la URSS en noviembre 1927 en el Congreso de los Amigos de la URSS, en la Primera Conferencia Sindical Latinoamericana (11, 1928), reuniones del buro ejecutivo de la ISR, y fue miembro de la comisión preparatoria de la Segunda Conferencia Latinoamericana en Moscú (1928). Quiero agradecer al doctor Victor Jéifets, profesor de Historia Universal en la Universidad Estatal de San Petersburgo, su valiosa ayuda en la identificación de los cominternistas aludidos en los documentos. 14 El agente que redacta la nota no parece dominar la geografía americana y confunde la ciudad argentina de La Plata en una República llamada “San Salvador”. RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/10-12, 19/12/1927. 15 El documento tal vez remite a Eugen Varga (1879-1964), economista marxista de origen húngaro. De 1922 a 1927, trabajó en el departamento de comercio de la Embajada soviética en Berlín, durante este tiempo escribió una monografía de geografía económica sobre

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en Buenos Aires.16 La supervisión de los órganos cominternistas hubiera podido resumirse a las actividades en el territorio alemán. Sin embargo, el interés mostrado por las autoridades alemanas es mucho más amplio. Una nota de 1928 sobre el secretario latinoamericano de la ISR para América central y del sur explica, como preámbulo, que a raíz de la debilidad del movimiento sindical en esos países, no están todos representados en el secretariado. Sigue la composición del capítulo latinoamericano de la ISR, con sede en Buenos Aires, donde se encuentra un Sikeires d’Alfaro [sic] para Mexiko [sic].17 Uno de los agentes sudamericanos que será así marcado por la policía de Weimar fue Ricardo Paredes.18 Un informe de 1928 sobre la ISR sudamericana –como se le designa internamente–, señala que Katajew mandó a Ricardo Paredes con los plenos poderes otorgados por la Comintern y la ISR para organizar el congreso internacional en Montevideo; como complemento, se dice que es miembro de la Federación Roja de los Ferrocarriles de Chimborazo, que participó –noviembre 1927– en la Conferencia del comité ejecutivo de la IC, al IV Congreso de la ISR y al VI Congreso mundial donde formó parte de la comisión del programa. Entre 1927 y 1928 viajó varias veces a Alemania como enlace entre Moscú y la organización de América Latina. Era considerado como el futuro secretario general del Capítulo latinoamericano de la ISR.19 Si se compara lo que sabía la policía de Weimar con la biografía del ecuatoriano,20 su ficha policiaca parece una complicada mezcolanza de información fidedigna, rastreable en publicaciones comunistas, rumores, imprecisiones y grandes vacíos. Si bien la información es acertada en América Latina. En otro documento del mismo fondo (RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 3/88-89, 25/5/1928), Eugen Varga, exhibido como conocido agitador, es presentado como el posible jefe del Buró Europeo del Comintern en Berlín. Sin embargo, nunca estuvo en América Latina. 16 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/13, 7/01/1928. Probablemente, Boris Izrailevich Kraevski (1888-1938), polaco de origen, militante bolchevique de la vieja guardia, dirigió las actividades comerciales de la URSS en Buenos Aires a partir de 1925, donde permaneció hasta 1930 a la cabeza del Yuzhamtorg (oficina comercial soviética). Fue víctima de las purgas en 1937. 17 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/14. 18 Ricardo Paredes Romero (1898-1979) médico ecuatoriano, fundador del PC de Ecuador. 19 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/41. 20 Toda la información bibliográfica de Paredes se tomó de Jéifets, América Latina, p. 468.

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cuanto a la participación de Paredes en los grandes congresos (VI Congreso IC, IV congreso ISR) representante de la Federación de ferroviarios de Ecuador y de la Federación obrera de Chimborazo en la celebración del X aniversario de la Revolución de Octubre y el Congreso de los amigos de la URSS (10/1927). Falta, tal vez, lo más importante: que fue alumno, durante 1927, de la Escuela Leninista Internacional y preparó activamente la Primera Conferencia sindical Latinoamericana (11/1927) informando al Buro Ejecutivo de la ISR sobre la situación en Ecuador. Su posterior labor tuvo poco que ver con la ISR. A su regreso a América Latina, se enfocó en organizar el PC de su país del cual fue secretario general de 1933 a 1945. El mencionado informe tampoco indica que Paredes regresó a Ecuador, pero acompañado de otro agente de la Comintern, Octave Rabaté Austine (1889-1964), quien fue enviado para organizar el movimiento comunista en Ecuador –donde se quedaría la segunda mitad de 1928–, antes de ir a Colombia, donde la huelga en las plantaciones de plátano de Santa María estaba a punto de empezar.21 Para los servicios alemanes, el nombre de Paredes estaba involucrado, indirectamente, en los problemas políticos entre las facciones soviéticas que estaban en pugna. Los documentos alemanes cuentan que buscó obtener con Katajew una suma de 60,000 dólares, votada en el VI Congreso. En efecto, para “revolucionar lo más rápidamente posible América Latina”, la IC y la ISR consideraban que era indispensable organizar en 1928 un congreso en Montevideo.22 No fue sino hasta mayo de 1929 que se organizó el Primer Congreso Latinoamericano en Montevideo y en el mes siguiente, la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana, en Buenos Aires. De acuerdo con el informe alemán, el asunto fue de relevancia y originó un encontronazo entre Katajew y Krestinsky;23 cuando el primero informó 21 Octave Rabaté, ciudadano francés, empezó a militar en el anarco-sindicalismo antes de incorporarse al PCF donde fundó la Juventud Comunista. En 1924 fue miembro del Comité Central del PCF y a raíz de la represión política en Francia forzado al exilio en la Unión Soviética, donde integra el aparato del Komintern. Jefe de la resistencia en la región de Bordeaux, fue arrestado en 1942 por los alemanes que lo internaron en el campo de Mauthausen. Después de la guerra fungió como redactor del diario del PCF L’humanité, del cual pasó a ser el director de 1957 hasta su muerte. Kersffeld, “Austine”, en: http://eltelegrafo. com.ec/cultura1/item/austine-el-espia-de-la-comintern-en-ecuador.html [Consultado el 25 de agosto de 2015]. 22 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/42, 20/11/1928. 23 Nikolái Krestinski (1883-1938) revolucionario ruso. Cercano a Trotsky hasta 1923 romperá

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al segundo, éste protestó, su argumento fue que dada la situación política actual imperante hubiese sido contraproducente organizar el Congreso de Montevideo, lo cual puede que dañara las relaciones con los Estados Unidos y, a largo plazo, propiciar que los estadunidenses no reconocieran a la URSS. Enseguida, Krestinsky informó a Litvínov (1876-1951)24 y prohibió a Katajew recibir a Paredes en la embajada. Como muestra el documento, este asunto lo utilizaron los adeptos de Stalin en la legación berlinesa (Brodowsky,25 Katajew y Weresajew) en contra de Krestinsky;26 aunque, al final, los dos bandos fueron víctimas de las purgas. Por otro lado, la vigilancia que hacían sobre los camaradas que pasaban por el suelo alemán era total; pero, no sólo se ejercía desde Alemania. Una nota titulada con parsimonia “América Latina”, informa que próximamente irían a América Latina, pasando por Alemania, los compañeros Rjabikow y Martinez,27 con los plenos poderes otorgados por la Comintern y la ISR para dirigir los conflictos laborales que uno está esperando en relación con la agitación en México, la lucha de los trabajadores plataneros contra la firma estadunidense United Fruit Company en Colombia y el conflicto entre Bolivia y Paraguay.28 Rjabikow, oficial del Estado Mayor Rojo, es descrito como uno de los grandes especialistas de la guerra civil en los países coloniales; se deja entender que ha sido nombrado en México para dirigir acciones militares. Para dar más peso a lo antedicho, el funcionario añadió un recorte de prensa alemana que reporta el llamado del secretario del Comintern contra la guerra entre Bolivia y Paraguay.29 Vamos ahora a subir un peldaño en materia de colaboración policiaca. Se trata de una serie de tres documentos que se extraen de otros escritos en ruso, relativos a los métodos y medios a utilizar en América Latina por

totalmente con la oposición de izquierda en 1928. Fue diplomático hasta 1937 cuando cayó víctima de las purgas estalinistas. 24 Maksim Litvínov (1876-1956), principal jefe de la diplomacia soviética. 25 Bratman-Brodowsky (1880-1938) revolucionario de origen polaco que estuvo en función en la embajada soviética en Berlín de 1922 a 1931. Arrestado en 1937; fue víctima de las purgas en 1938. 26 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/43, 20/11/1928. 27 Los dos no son identificados. 28 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/44, 20/12/1928. 29 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/45, 28/12/1928.

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el movimiento comunista.30 El traductor de los tres documentos se va a ocupar de redactar un informe de tres cuartillas donde, apoyándose sobre argumentos filológicos, va a poner en duda la autenticidad del documento, llegando a la conclusión de que fue escrito por un alemán y que por lo tanto era falso.31 El documento, así como el informe del traductor, van a propiciar un intercambio de correo en las más altas instancias del sistema policiaco de Weimar: los servicios secretos del Ministerio de la Guerra y el Comisario de la Vigilancia del Orden Público. Todos fueron convencidos por la buena argumentación del traductor y, de igual manera, consideraron las conclusiones del traductor como acertadas. Sin embargo, y a pesar del decidido carácter apócrifo de los documentos, en un correo del 6 de julio de 1928,32 los servicios policiacos toman contacto con el doctor Ernesto Fricke Lemoine,33 segundo de la legación boliviana en Berlín, para entregarle los documentos. De igual manera serán trasmitidos al primer secretario de la legación brasileña Silvio Rangel de Castro. Cabe recordar que las autoridades alemanas van a transmitir a las autoridades de los países sudamericanos los documentos que consideraron falsos. En ambos casos, la autoridad alemana hace referencia a conversaciones privadas sobre el intercambio de “noticias e informaciones” del movimiento de la IC (caso boliviano) y la “propaganda bolchevique” (caso brasileño). Para entender la manipulación es importante reparar en sutilezas lingüísticas: cuando el documento interno alemán termina considerando la instrucción como falsa,34 el correo al diplomático boliviano avisa que el documento mandado viene de “una fuente confiable pero todavía no comprobada. Por lo tanto se la puede comunicar con toda reserva sin dar garantía de

30 RGASPI , Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)//21-23. Documentos respectivamente del 7/4/1928, 24/4/1928 y 24/3/1928. 31 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/31-33. “Werturteil des Uebersetzers” 32 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/37. 33 Político y diplomático boliviano (1890-1962). A pesar de la aparente preocupación antibolchevique de su embajada, Bolivia acogió a muchos judíos alemanes. Se estima que fueron unos 7,000 entre 1933 y 1938 y de 10 a 15 000 entre 1938 y 1941. Fricke Lemoine formó parte de la cúpula directiva de un proyecto de 1940, la “Sociedad Colonizadora de Bolivia (SOCOBO)” como vicepresidente del comité de ayuda a los refugiados que intentaron colonizar territorios bolivianos con judíos provenientes de Europa. Sobre Fricke Lemoine véase, Brockmann, Tan lejos. Sobre la huida de judíos alemanes a Bolivia véase, Kizsan, Fluchtziel. 34 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/35-36.

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su autenticidad. De todos modos no hay que descartar que se trate de un verdadero documento de la Internacional Comunista, porque el contenido, en general, corresponde en este momento a la línea de los métodos de propaganda preferidos de la Comintern”.35 El funcionario anota que sin embargo “suscita la impresión que posiblemente se trate de un falso”.36 Por otra parte, el aviso al diplómate brasileño es algo menos enredado y más directo. Algunos elementos “dejan aparecer hasta un cierto grado la autenticidad cuestionable, pero por otra parte la instrucción recorre la línea de los métodos más queridos de la Comintern”.37 En este estricto sentido, si aceptamos los documentos como verdaderos, se contradicen con la línea del V Congreso de la IC, dado que la del VI Congreso –que llegará a la línea más ofensiva de clase contra clase–, está todavía por darse.38 En todo caso, los documentos sirven como indicio de la colaboración de los servicios de inteligencia anticomunista entre Alemania y los países sudamericanos en la época de Weimar. Queda por determinar el tamaño y la legalidad de la colaboración y si respondía a la iniciativa privada de los representantes sudamericanos o si en cambio respondía a unas directivas concretas de sus gobiernos respectivos. El régimen nazi y el panóptico paranoico del comunismo Con los siguientes documentos se cambia la temporalidad y el régimen, directamente a 1936, donde el gobierno nazi sigue con cierto interés la actividad comunista en América Latina. El caso de Guatemala será paradigmático. Los esfuerzos del gobierno dictatorial de Jorge Ubico y Castañeda (1878-1946) en la lucha contra el comunismo son evaluados como serios. El informe diplomático indica de un supuesto agente de la IC, camino a El Salvador y a Uruguay que fue ejecutado sin proceso y a quien se le decomisó la suma de 38,000 dólares. El informe añade que el caso fue disimulado; por tanto, no trascendió en la opinión pública. Un funcionario 35 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/37. 36 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/38, 6/7/1928. 37 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928)/39. 38 El VI congreso de la IC fue entre julio y septiembre de 1928 y los documentos apócrifos, anteriores, son de marzo y abril de 1928.

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alemán informa que ciertos sectores políticos o influyentes (lastimosamente no aludidos), vislumbran al consulado mexicano y a ciertos elementos judíos como fuente de apoyo al comunismo en Centroamérica.39 En cuanto a la presencia de una comunidad judía en el país, debemos interrogarnos frente a la percepción de la realidad por parte de las elites; a menos que esa visión sea recompensa de la intoxicación producida por un funcionario que busca justificar actividad en una parte del mundo, que había ganado un interés geoestratégico para Alemania y el capitalismo germano. Hasta 1937, en Guatemala, el gobierno de Jorge Ubico mantuvo muy buenas relaciones con Alemania en general (su segundo socio económico), y con la Alemania nazi en particular.40 No es casualidad que uno de los primeros capítulos del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP) en el extranjero se organizara, en el verano de 1931, justamente en Guatemala, bajo la férula de Otto Langmann (1898-1956).41 El siguiente documento hace eco al precedente,42 ya que manifiesta la preocupación por parte de la embajada alemana para seguir la conformación de un sector anticomunista en la elite chilena que distribuyó un folleto, conseguido en Ginebra por el embajador chileno en Londres, que denuncia las actividades y métodos comunistas en América Latina. Resulta cómico que el folleto –conseguido en Suiza–, fuera obra de la Entente Internationale Anticommuniste, una oficina de propaganda internacional fundada en Ginebra en 1924 por unos rusos blancos y financiada tanto por gobiernos (alemán, italiano…) como por particulares.43 Es decir, el trabajo propagandístico intoxicó a los propios servicios consulares, cuyo gobierno de tutela pagaba la producción de tales materiales. La vigilancia paranoica del movimiento comunista por parte de las instancias nazis, operó en el mundo entero ofreciendo a sus lectores noticias pasadas por el filtro de la propaganda, lo que se puede ejemplificar 39 La idea de México como caballo de Troya del comunismo en Centroamérica ya se daba desde 1919. Véase sobre el tema, Díaz Vásquez, “Intelectuales centroamericanos”, pp. 119-134. 40 Wagner, Los alemanes en Guatemala, pp. 348-365. 41 Teólogo evangélico alemán que a partir de 1928 se fue a Colombia y Ecuador como misionero. En 1930 llega a Guatemala; en 1931 organiza el partido nazi. Fue mandado por el gobierno nazi como representante en Uruguay en 1937, en: http://www.deutsche-inguatemala.de/?p=62. [Consultado el 25 de agosto de 2015]. 42 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 144/10-18. 43 Caillat, “Une source inédite”, pp. 25-31.

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con la publicación Narichtendienst der Antikomintern (Servicio de información de la Anticomintern). El 25 de febrero de 1936, la publicación reporta la creación en México (en la lógica del frente común) del sindicato de la CTM por socialdemócratas y comunistas: “El responsable de la CTM es un comunista y el objetivo del sindicato es la lucha contra toda religión y actuar contra el capitalismo a través del boicot y de la huelga”.44 De acuerdo con la misma fuente, el 29 de febrero de 1936, el PCM pide a sus miembros entrar masivamente en el ejército. El mismo órgano de prensa anticomunista reporta que el 25 de mayo se dio una manifestación en la ciudad de México, frente a la embajada brasileña, para protestar contra los arrestos masivos de comunistas a raíz de la intentona de 1935.45 Los acontecimientos en Brasil, seguramente por la enorme población alemana presente en el sur del país sureño, son el objeto de un seguimiento anterior al caso de Olga Benário. En un recorte de periódico del Völkischer Beobachter,46 se aprecia que la Comintern, que ya para esa época estaba en la táctica del Frente Popular, quiere la guerra civil en Brasil y que el jefe de la policía de São Paulo declara que las instancias comunistas decidieron atacar a Brasil para instalar en el país “la dictadura de los soviet” [Rätediktatur, litt. dictadura de los consejos]. El periódico publica que, nada menos que Bela Kuhn (1886-1939)47 y Otto Braun (1900-1974)48 estarían en marcha para supervisar el golpe; noticias que obviamente no tienen ningún fundamento. La colaboración en la lucha en contra del comunismo va a subir un peldaño más en la ignominia, justamente con el caso de Olga Benário (190844 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 124/2, 25 de febrero de 1936. 45 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 124/23, 30/05/36. 46 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 124/40, 1/07/1936, núm. 183. El Völkischer Beobachter (1919-1945) fue el periódico oficial del NSDAP desde 1920 hasta su desaparición. Comprado por el NSDAP en 1920, Hitler adquirió todas las acciones el año siguiente convirtiéndose en su propietario. Para 1936, su editor en jefe era Alfred Rosenberg (18931946) el principal ideólogo del nazismo. 47 Abogado húngaro de origen judío, después de militar en la socialdemocracia fue uno de los fundadores y director del PC húngaro. En marzo de 1919, encabezó la efímera República Soviética Húngara que duró 133 días, después de los cuales se refugió en Austria. Tras su expulsión de Austria en 1928, el dirigente húngaro fue notificado de la interdicción de participar en actividades clandestinas fuera de la Unión Soviética. Participó en el VII Congreso del Comintern, fue destituido de sus cargos en mayo de 1936 y detenido en junio 1937, víctima de las purgas estalinistas bajo la acusación de trotskismo y de traición a la IC. 48 Otto Braun, para estas fechas, trabaja para la Komintern en China de la cual fue expulsado en 1939. Fue amante de Olga Benário quien organizó su huida de la cárcel en 1928.

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1942). Sabido es que la militante comunista de origen judío fue expulsada, en compañía de Elise Saborowski-Ewert (1886-1939),49 por las autoridades brasileñas hacia Alemania y pasará bajo el poder de la Gestapo hasta ser ejecutada. Las complicidades entre el gobierno de Vargas y la Gestapo fueron demostradas de sobra.50 Sin embargo, las expulsiones extrajudiciales no eran algo poco común. Citamos como ejemplo el caso del salvadoreño Aquilino Salinas Martínez (1899-¿?), quien a su regreso de Rusia en 1933, fue detenido en Alemania y enloqueció a consecuencia de las torturas que le fueron infligidas; fue deportado hacia su país de origen donde terminó su vida, al parecer, en un manicomio.51 El trabajo de vigilancia e inteligencia de los militantes de izquierda es internacional, como lo ejemplifica el listado sistemático de los combatientes internacionales participantes en la Guerra Civil española.52 A juzgar por las piezas, la Gestapo tiene expandida, desde 1934, su red de colaboración con autoridades policíacas extranjeras que seguramente jugarán, más tarde, un papel determinante en el momento de la colaboración con las fuerzas nazis de ocupación, por ejemplo, la vigilancia de actividades comunistas en suelo danés.53 La colaboración policiaca con ciertos países, por esos años, con regímenes en vía de derechización y con un movimiento fascista importante como en el caso de Rumania,54 no es de extrañar. Pero hay casos más problemáticos como el de las autoridades de Holanda,55 uno de los países que recibió muchos alemanes perseguidos por el régimen nazi, 49 Agente de la IC, arrestada al mismo tiempo que su marido, Arthur Ewert (1890-1959) dirigente del KPD hasta 1929. Después de caer en desgracia, integró la IC que lo mandó en misiones a China y América Latina. Preso en 1935 al mismo tiempo que su esposa, fue torturado por la policía brasileña al punto de enloquecer; su mujer fue violada y torturada frente a él. Sobre la vida de Ewert se puede consultar la tesis de doctorado de Ronald Friedmann, Arthur Ewert (1890-1959) Der Lebens-und Leidensweg eines deutschen Kommunisten auf drei Kontinenten (Postdam, 2015), descargable en http://www.ronald-friedmann.de/ dissertation/. Una versión reducida de la tesis fue publicada por la editorial Dietz. 50 Botteri, Selvagens e Incendiáro, p. 163. Sobre la extrema brutalidad de la represión de la intentona de 1935, Smallman, “Military terror”. 51 Jeiféts, América Latina, p. 558. 52 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 179/385. El documento enlista 12 nombres de ciudadanos daneses miembros de las Brigadas Internacionales. 53 Caso del jefe Hansen de la policía criminal sección política de Copenhague. RGASPI Bestand 458 Findbuch 9 Akte 401-403. Noviembre-diciembre de 1935. 54 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 216/22-26 y 29. Respectivamente 25 de junio y 14 de julio de 1934. 55 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 216/34, 31 de marzo de 1934.

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pero que no vaciló en expulsar hacia Alemania militantes comunistas,56 o el de la autoridad inglesa en Palestina que no vacila en dar la información que tiene sobre el ciudadano polaco Itzhak Barzelai.57 El caso de Barzelai nos sirve para ilustrar lo que avanzábamos sobre la prioridad dada por el sistema nazi –hasta una cierta fecha–, a la militancia política por encima de la filiación étnica en el despliegue de su aparato represivo.58 Joseph BergerBarzilai (1904-1978) emigró a Palestina en 1920; militante sionista en un principio, fundó el Partido Comunista de Palestina en 1922 y participó de la construcción de las organizaciones comunistas en Líbano y Siria. A partir de 1924 asumió más trabajo dentro de la Comintern; en 1932 ingresa en la comisión del medio oriente en Moscú; los ingleses dejan de tener noticias sobre él. En 1935, aquel que fuera descrito por la policía palestina como “capaz, inteligente y un peligroso comunista”, será una víctima más de las purgas estalinistas. Otro ejemplo ilustrativo es el escritor de origen judío, Bruno Frey (18971988), descendiente directo de Heinrich Heine (1797-1856), quien a partir de 1929 edita el Berlin am Morgen bajo los auspicios del dirigente comunista Willi Münzenberg (1889-1940). Después del incendio del Reichstag, emigró a Praga donde participó en la publicación antifascista Gegenangriff junto con Franz Carl Weiskopf (1900-1955). Internado en el campo de concentración francés en Le Vernet, en 1941, el cónsul mexicano en Marsella, Gilberto Bosques Saldívar (1892-1995),59 le otorgó su visa para México; antes, una nota de 1933, que lo identifica como marxista prominente, había informado a los servicios alemanes que se encontraba en suelo praguense.60 No es el único antifascista alemán exiliado en México que dejó huellas en los archivos del RGASPI. En 1941, la Gestapo mandó al gobierno portugués una lista de 16 comunistas supuestamente presentes en su territorio que había que arrestar.61 En la lista se encuentra Rudolf Feistmann (1908-1950) 56 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 216/35. 57 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 216/18. 58 El momento clave sería en julio de 1936 con la reorganización del sistema policiaco que deja de tener como prioridad al enemigo político para enfocarse en una visión racial y eugenista del cuidado de la nación alemana. Herbert, op. cit., p. 104. 59 La acción del diplomático mexicano permitió salvar aproximadamente 40,000 personas. Sobre Bosques existe un documental de Lilian Lieberman, Visa al paraíso (2010), así como varias publicaciones que relatan su actuar. 60 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 284 (1)/97, 22 mayo de 1933. 61 RGASPI, Bestand 458 Findbuch 9 Akte 185 (1)/86-87 y 82, 31 de julio de 1941.

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periodista de origen judío, miembro del KPD que había emigrado a Francia en 1933, donde había sido miembro del Deutscher Kulturverbandes en París y redactor en jefe del periódico comunista Unsere Zeit. Internado en un campo en 1939, Feistmann, –también conocido como Rudolf Fürth–, ya estaba camino a México cuando la Gestapo lo buscaba en Portugal, huyendo por Marsella en compañía de su compañera Gertrud Düby (1901-1993).62 Los tres exiliados formaron parte del grupo “Alemania Libre/Freies Deutschland” que en colaboración con El Taller de Grafica Popular editó El Libro Negro de Terror Nazi en Europa, en 1942. Algunos documentos provenientes del CAMO63 relativos al pacto antikomintern, permiten profundizar un poco la visión de la lucha anticomunista y las redes que se tejieron antes de la guerra. El pacto anti-komintern, firmado inicialmente el 25 de noviembre de 1936 entre Alemania y el Japón imperial, es relativamente poco estudiado a pesar de las implicaciones entre sus firmantes en cuanto a colaboración cultural, económica, etcétera.64 Otto von Erdmannsdorff, embajador alemán en Budapest, lo define como “movimiento de contención (Niederkämpfung) del bolchevismo”,65 “de resistencia al trabajo de disolución de la Internacional comunista”.66 Hay que recurrir al protocolo adicional del pacto anti-komintern para entender qué se entiende concretamente como resistencia: el punto (a) dictamina que los funcionarios responsables de los dos estados van a trabajar conjuntamente en el intercambio de inteligencia sobre las actividades de la IC. Cabe resaltar que los términos utilizados son exactamente los mismos que en las notificaciones enviadas a los mandatarios suramericanos en relación con los documentos dudosos de la IC de 1928. De igual manera, tomaran medidas 62 Gertrude Elisabeth Lörtscher, más conocida como G. Duby-Blom, suiza de origen, después de casarse con un alemán se integró al SPD. Fue una de las fundadoras del SAPD (Sozialistische Arbeiter Partei Deutschland), una escisión izquierdista del SPD, cercana al POUM y que tuvo un gran papel en la resistencia interna al nazismo. Después de su exilio, DubyBlom se quedó en México donde hizo una gran trayectoria como fotógrafa y antropóloga del mundo maya. 63 Archivo Central del Ministerio de la Defensa de la Federación Rusa (CAMO por sus siglas en ruso) poseedor de “archivos trofeo” que están puestos en línea en el mismo sitio que los del RGASPI. 64 El régimen fascista italiano se unirá al pacto el 6 de noviembre de 1937, el reino de Hungría el 25 de febrero de 1939 y la España franquista el 27 de marzo de 1939. 65 CAMO, Bestand 500 Findbuch 12450,/5, 24 de febrero de 1939. 66 CAMO, Bestand 500 Findbuch 12450,/6, 24 febrero de1939.

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severas contra los que en el país –o en el extranjero–, directa o indirectamente estarían al servicio del comunismo internacional o lo ayudarían en su trabajo de disolución (punto b).67 A pesar de sus declaraciones, el Pacto no es, en la práctica, defensivo, sino más bien ofensivo dado que su campo de acción no se limita al territorio nacional. El mismo aparato de la anticomintern destila una visión de la geopolítica mundial muy lejana de la veracidad factual, donde el objetivo en España sería de constituir una república soviética ibérica que serviría de base para una bolchevización de Europa occidental, en especial en Francia y América Latina. El envío del exministro socialista Indalecio Prieto Tuero (1883- 1962) y del general Manuel “Herera” [sic]68 a la Conferencia Panamericana en Lima y a la toma de cargo del presidente del frente popular chileno, el radical Pedro Aguirre Cerda (1879-1941),69 son presentados como parte de acciones para obtener un apoyo para armas y alimentos dentro de esta política de expansión guiada por la IC.70 El análisis nazi está muy lejos de la realidad de “La lógica de Stalin” imperante en relación con la guerra de España.71 Historiográficamente queda claro que las más altas instancias del poder soviético nunca tuvieron la intención de ganar el conflicto sino, más bien –de manera pragmática–, hacer que el conflicto durará lo más posible para desgastar al máximo a los que iban a ser los próximos enemigos concretos.72 El mismo pragmatismo se aplicará con el pacto germanosoviético. En efecto, Stalin requería tiempo para recomponer un ejército rojo, fuertemente debilitado por las purgas empezadas a partir de 1936.73 Pero, qué visión se tiene de América Latina desde el pacto anti-komintern. América Latina tiene tres centros de expansión comunista: México, Chile y 67 CAMO, Bestand 500 Findbuch 12450/13, 25 noviembre de 1936. El punto (c) establece una comisión permanente de trabajo entre los países miembros. 68 Se trata del general Emilio Herrera Linares (1879-1967), ingeniero militar español, aviador y científico; director técnico de las fuerzas aéreas republicanas. Durante su exilio en Francia el general alemán Von Faupel le ofreció trabajar en el laboratorio de vibraciones de Berlín, proposición que rechazó. Fue presidente de la república en exilio entre 1960 y 1962. 69 Miembro del Partido Radical fue ministro del interior de Arturo Alessandri Palma, de 1932 a 1938. Fue presidente de la república de 1938 a 1941 como candidato del Frente Popular Chileno. En la revista El Libertador, cercana a la IC, Alessandri Palma fue tachado de fascista. 70 CAMO, Bestand 500 Findbuch 12450/64. El documento no tiene fecha de redacción pero parece ser –en toda lógica– de finales de diciembre de 1938. 71 Remitimos al siguiente trabajo, Elorza, “La lógica de Stalin”, pp. 1-23. 72 Para una valoración del tema, Payne, The spanish civil war, pp. 126-129.

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Colombia. La Federación Latinoamericana del Trabajo74 es vista como una organización cominternista. Si bien la CTAL tenía su antecedente directo en la Confederación Sindical Latinoamericana (1929-1938),75 entraba más bien dentro de la política de frente común ante el acercamiento de la Segunda Guerra Mundial. Las personalidades presentes en su fundación, los sindicalistas León Jouhaux (1879-1954),76 John L. Lewis (1880-1969),77 el argentino Francisco Pérez Leirós (1895-1971),78 su presidente, el mexicano Vicente Lombardo Toledano (1894-1968) o el sindicalista español Ramón González Peña (1888-1952),79 considerados por el informe alemán como comunistas, pertenecen al espectro de la socialdemocracia y, en absoluto, no eran miembros de la Comintern y menos se pueden considerar agentes del poder soviético.80 La política que seguía la Unión Soviética fue la aplicada por la propia Alemania nazi hacia América Latina. Es, tal vez excesivo, menospreciar el papel de la ideología cuando se examinan las relaciones de la Alemania hitleriana y la España franquista, sin embargo, la tesis de Pier Paolo Barbieri,81 el cual inscribe la ayuda militar al bando nacionalista dentro de un programa de explotación económica de España a largo plazo, podría complementarse con el fomento de un proyecto de penetración en América Latina por medio de España, que corresponde a la descripción del proyecto imputado 73 Hay que notar que las purgas tocaron también el aparato de la Comintern, en primera línea los militantes alemanes y centroeuropeos. Véase Chase, Enemies. 74 De hecho, se trata de la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL), fundada en 1938 en México durante el Congreso Obrero Latinoamericano, culminación de la Conferencia Regional del Trabajo que se había llevado en Santiago de Chile en 1936. Esos encuentros se inscribían en el desarrollo institucional de un movimiento obrero no comunista bajo el amparo de la OIT. Véase Herrera, “La Primera Conferencia”, pp. 199-242. 75 Fundada en Uruguay, en 1929, después del Congreso de Montevideo de la ISR. 76 León Jouhaux, sindicalista francés, firmó la Charte d’Amiens en 1906 sobre la independencia sindical frente a los partidos políticos. Secretario general de la CGT hasta 1947. Fue deportado al campo de Buchenwald en calidad de rehén de Vichy. Premio nobel de la paz en 1951. 77 John Lewis, sindicalista de los USA, organizador del Committee for Industrial Organization (CIO) una escisión del AFL. Cercano en un primer momento al partido demócrata, se distanciará de Roosevelt para ser fiel a sus posiciones antibélicas. 78 Francisco Pérez Leirós, político y sindicalista argentino responsable de la CGT en la década de los 30. Vicepresidente de la CTAL en su fundación y diputado nacional por el PSOE. 79 Ramón González Peña, fue un sindicalista y político español miembro de la UGT (Unión General de Trabajadores) sindicato cercano al Partido Socialista Obrero Español de orientación social demócrata. 80 Herrera, “La confederación”, pp. 136-164. 81 Barbieri, Hitler´s shadow.

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a la Unión Soviética. En efecto, la política franquista de la hispanidad se inscribía dentro de un plan más amplio de expansión ideado en Berlín y que tenía como centro de difusión el Instituto Iberoamericano, bajo la batuta de Wilhelm von Faupel.82 Conclusión Muchos aspectos de la política alemana en relación con América Latina, desde el periodo de la República de Weimar al Tercer Reich, quedan por esclarecerse; en todo caso, desde 1918 hasta 1944, se puede identificar un enemigo público número uno para las diferentes administraciones alemanas: el socialismo y su principal adalid, la Comintern. Esto lleva –de manera prematura– a los servicios de policía política a vigilar y recopilar información sobre el comunismo en América Latina. Si en muchos aspectos se consideran los dos periodos como una ruptura, en lo que concierne a la vigilancia anticomunista hay una continuidad que revelan las actas. Esa vigilancia se vuelve, a la vez que obsesiva, internacional. Con toda lógica una de las funciones de las legaciones alemanas en suelo extranjero va a ser la vigilancia del movimiento comunista en los países donde están ubicados así como la conformación de redes informales de contacto con sectores de la población que tienden naturalmente al anticomunismo. Basándose tanto en la documentación alemana como en las documentaciones locales, la elaboración de las redes informales queda por esclarecerse. Si algunas colaboraciones muy tempranas pueden entenderse, otras son menos explicables. De igual manera, queda por determinar si la colaboración anticomunista empezada antes de la guerra desde 1928 para el intercambio de información y desde 1933 para la represión física entre ciertos países “democráticos” y el régimen nazi, formó parte de unos acuerdos estatales o simplemente fue la iniciativa de elementos aislados que más tarde pasaron, en el caso europeo, a colaborar con las autoridades de ocupación nazi. A lo mejor la perplejidad de Marius Losfeld, frente a la excelencia de la información con la cual llegaban los soldados alemanes, se explica mejor a través de las redes bicéfalas anticomunistas trasnacionales que se tejieron 82 Brito, La actividad nazi, pp. 98-102.

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a partir de 1919, como se percibe en los “archivos trofeo”. Si se refiere a un sistema comunista trasnacional, como lo hace Annie Kriegel,83 fuerza es de constatar que a la luz de los documentos presentados existen fuertes indicios de un sistema anticomunista trasnacional esbozado anteriormente a los diferentes organismos que se desarrollaron a partir de la Guerra Fría y que implican a América Latina. Bibliografía Fuentes primarias “Archivos trofeo”, en: http://www.germandocsinrussia.org/ CAMO

Bestand 500 Findbuch 12450. RGASPI

Bestand 458 Findbuch 9 Akte 3. Bestand 458 Findbuch 9 Akte 21 (1927-1928). Bestand 458 Findbuch 9 Akte 124. Bestand 458 Findbuch 9 Akte 144/10-18. Bestand 458 Findbuch 9 Akte 179. Bestand 458 Findbuch 9 Akte 185. Bestand 458 Findbuch 9 Akte 216. Bestand 458 Findbuch 9 Akte 284. Fuentes secundarias Barbieri, Pier Paolo, Hitler´s Shadow Empire Nazi Economics and the Spanish Civil War, Cambridge, Harvard University Press, 2015. Botteri Negrão, João Henrique, Selvagens e Incendiários: O Discurso Anticomunista do Governo Vargas, São Paulo, Humanitas/FAPESP, 2005. Brito Cruz, Jairo, La actividad nazi y el sinarquismo en México (1938-1944), tesis de licenciatura, Facultad de historia, UMSNH, Morelia, [sin publicar], 2015.

83 Kriegel, Le système.

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Fecha de recepción: 31 de agosto de 2015 Fecha de aprobación: 28 de septiembre de 2015

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HENEQUÉN, CHICLE Y TURISMO. EL FINANCIAMIENTO ESTATAL PARA LA TRANSFORMACIÓN DE LA ECONOMÍA YUCATECA, 1915-1970 Luis Anaya Merchant*

Resumen Este ensayo explora la experiencia económica yucateca durante medio siglo. La prosperidad henequenera intentó ser repetida bajo nuevos esquemas organizativos por las clases dirigentes que emergieron de la Revolución. Su intento más ambicioso y menos fructífero vino con la denominada cruzada del Mayab. Al revisar este pasaje se hace especial énfasis en sus mecanismos de financiamiento; un segundo aspecto estudiado son las organizaciones de cordeleros. Las dificultades del henequén plantearon pronto la necesidad de encontrar alternativas económicas. En esta perspectiva, el ensayo revisa algunos factores que frenaron los primeros intentos de convertir a la península en un polo de atracción turística. En tal circunstancia, cobrarían realidad otros cultivos, incluyendo el chicle, que no podrían explicarse sin la intervención de mecanismos estatales de financiamiento como el Banco Agrario de Yucatán (BAY). Palabras clave: cordeleros, financiamiento, chicle, turismo, BAY. Abstract This essay explores the economic experience for half a century in Yucatan. The Henequenera prosperity tried to be repeated under new organizational schemes for the ruling classes that emerged from the Revolution. His most ambitious and less successful attempt came with the called “Cruzada del Mayab”. In reviewing, this passage makes special emphasis on financing mechanisms; a second aspect studied are organizations of “Cordeleros”. The difficulties of the henequen raised the need to find economic alternatives. In this perspective, this * Universidad Autónoma de Morelos.

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essay reviews some factors that slowed the first attempts to turn the peninsula into a tourist attraction. In such circumstance, other crops would become important, including the “chicle”, that could not be explained without intervention of the state financing mechanisms such as the Banco Agrario de Yucatán. Keywords: cordeleros, financiamiento, chicle, turismo, BAY.

Yucatán ofrece una imagen de grandes contrastes a lo largo del siglo XX. Fue el estado mexicano más próspero al comienzo del siglo, pero era también de los más pobres en los años sesenta. Sin embargo, todo el siglo tuvo como eje la misma base económica: el henequén. No obstante su continua relevancia, el imaginario que predomina es el de que su producción se derrumbó durante la postrevolución. Entonces su importancia contrastaba con el descenso de su precio, con la competencia en el mercado de fibras duras y con el interés de gobiernos y empresarios por diversificar las actividades económicas en la península. Aún faltan estudios que muestren cómo se combinaron estos procesos: la continuidad del peso económico de la fibra y los esfuerzos por multiplicar alternativas en el campo y el sector servicios. Abordar a profundidad los aspectos de esta articulación requeriría más espacio, por no tenerlo nos limitamos a presentar reflexiones de una investigación en curso sobre los vínculos y paralelismos de estos procesos. Con excepciones notables, hasta hace unas décadas la historiografía destacaba las rupturas y poco las continuidades, en parte pautándose con visiones broncíneas de la “posrevolución”.1 El proceso expansivo del henequén inició en el porfiriato bajo una explotación peculiar que combinaba procesos técnicos novedosos, acuerdos monopólicos y relaciones laborales de semiesclavitud en una atmósfera de economía de plantación.2 El resultado general fue un rápido crecimiento de la producción (situó a la fibra en el segundo puesto de las exportaciones) y la formación de una reducidísima y muy voraz burguesía terrateniente. Una estructura social agraria polarizada por esa oligarquía y una inmensa mayoría de campesinos 1 La excepción más temprana es el trabajo de Gilbert, Joseph, y Allen Wells, Yucatán y la International Harvester, Yucatán, Maldonado Editores. 2 Cfr., Anaya, Luis, “El secreto infame y las quiebras perennes”, en 20/10. Memoria de las revoluciones en México, primavera (7).

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y peones pobres, la cual sucesivos gobiernos revolucionarios intentaron modificar, sin dominar las peculiaridades del cultivo y sus complicaciones financieras y comerciales. Cambiar la estructura social y conservar su fuente de ingresos fue el mismo desafío que asumió la más ambiciosa de las reformas agrarias: la cardenista. En paralelo, personajes que conocían mejor los problemas peninsulares, revisaban opciones económicas. En aras de diversificarla plantearían apoyar nuevos cultivos, desarrollar el turismo, conectar marítimamente con Veracruz y Tampico, construir carreteras o rehabilitar Puerto Progreso y los Ferrocarriles Unidos de Yucatán. Las décadas siguientes observarían que el cambio de la estructura agraria apenas impactó la estructura social. La hipótesis de este trabajo es que el fracaso de las diversas intervenciones financieras estatales fue decisivo para prolongar la falsa imagen de prosperidad, dando lugar a una transferencia inadecuada de recursos a sectores parasitarios de la agricultura. 1. Cambios y revolución En 1860 la producción henequenera fue de 1000 toneladas; en 1873 sumó 5000. Su ascenso continuó sin que la Revolución lo interrumpiera, pues se le identificaba como una fuente de ingresos fiscales.3 En 1916 alcanzó su récord histórico: 200 000 toneladas. Obsérvese que en 1954, los principales competidores mexicanos: Brasil, Haití, Cuba, así como algunos africanos, sumaban en conjunto 300 000 toneladas y que la cifra que aportamos no incluye la producción de Campeche y Tamaulipas. Cárdenas situó, en 1916, el inicio de la “decadencia” que llevó a la disminución de “la superficie sembrada con henequén en 50%, de modo que tal industria en otro tiempo tan próspera, dejó de ser floreciente a pesar de ser vigentes las condiciones de privilegio que siempre disfrutaron los terratenientes”.4 Él simplificaba la compleja situación henequenera para precipitar su intención justa de favorecer al campesinado. Por lo demás, 3 Cfr. Zuleta, Cecilia, “Hacienda pública y exportación henequenera en Yucatán, 1880-1910”, en Historia mexicana, LIV: 1, 2004. 4 Mensaje presidencial de Lázaro Cárdenas, agosto 8, 1937; Partido Nacional Revolucionario. 1937, “La reforma agraria en Yucatán”, Secretaría de Prensa y Propaganda, México, El Nacional.

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si bien era claro que la producción había declinado en los años veinte, el mayor problema sucedió en la Depresión de 1929, cuando el valor de la fibra cayó más del sesenta por ciento y se volvió común venderlo a precios inferiores a los de su producción.5 El 8 de agosto de 1937, inició la denominada “cruzada del Mayab”; la intención de Cárdenas era distribuir la gran hacienda henequenera conservando una parte del viejo esquema productivo. En realidad, amplificaba ensayos realizados en los años veinte, a los que la experimentada burguesía criolla reaccionó disfrazando repartos entre familiares y clientelas.6 Los cardenistas conocían sus argucias y ampliaron las “dotaciones ejidales para manejo colectivo”. En consecuencia, la reforma respetó la pequeña propiedad y una fracción de la grande; pero de las 300 hectáreas inafectables por ley, al menos 50% estarían en plantaciones henequeneras y el resto en plantaciones incultas. El estilo barroco del decreto se enriqueció por otras dos importantes líneas: facultó al arbitrio de los propietarios afectados para precisar las tierras nacionalizadas y no expropió la maquinaria de desfibrilación. Además, el proyecto previó adquirir equipo para que los ejidos constituyeran “unidades agrícolas de producción permanente”. El decreto también creó organismos de fomento: un instituto agrícola henequenero que realizaría estudios para aprovechar desperdicios y proyectar mejores comunicaciones. El cardenismo también transformó el anterior canal de financiamiento; el Banco Nacional de Crédito Agrícola (BNCA) cambió a Banco Nacional de Crédito Ejidal (BNCE) para apoyar el proyecto. Empero, la cruzada coincidió con desequilibrios económicos gubernamentales que limitaron al BNCE para financiar a ejidatarios y al Banco Nacional Obrero de Fomento Industrial para apoyar cooperativas de obreros en Mérida. También el desenlace de la expropiación petrolera y circunstancias políticas complicaron el experimento yucateco. Al paso de unos años y por falta de recursos el BNCE entregó sus fondos a un organismo especializado que se denominó el “Gran Ejido”. No obstante la atención presidencial al proyecto, la situación del henequén 5 Véase, por ejemplo, AHB, Acta 385, diciembre 16, 1931. 6 La reacción afloró con guardias blancas y organizaciones defensoras de los intereses terratenientes, como la Asociación Defensora de la Industria Henequenera, capitaneada por Hernando Ancona, la Unión de Productores Henequeneros, o la Liga de Pequeños y Medianos Productores de Henequén. Mediante éstas presionaban a gobernadores y así a la organización más importante del estado, la Cooperativa de Henequeneros Unidos de Yucatán.

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no mejoró. A ello contribuyó que la cruzada agravó el enfrentamiento entre cardenistas y hacendados que hizo declinar más la producción; entre 19381942, descendió a su peor nivel –promediaría las 50,000 toneladas– a pesar de que la guerra anunció la elevación de su precio. Conviene hacer una breve nota comparativa de las tendencias generales de precios de la fibra: el denominado oro verde tenía un ciclo distinto a la fibra blanda más importante, el algodón. Además, mientras la demanda mundial de algodón crecía, la del henequén decrecía sensiblemente. Como sucedió con otros productos, la Segunda Guerra Mundial les dio un respiro, pero su tendencia declinante sería inevitable. Ésta se arrastraba desde hacía más de una década. En 1937, el sisal de África oriental se pagó en Londres 24% más alto que el yucateco en Nuevo Orleáns. Por si ello fuera poco, el cáñamo de Manila se cotizaba mejor que el sisal africano. Aunque la guerra modificó pasajeramente las cosas, la depreciación obedecía a la menor calidad del yucateco y, a decir de compradores norteamericanos y europeos, porque los costos de producción también eran más altos.7 2. La banca estatal y el henequén El cultivo tenía su dificultad para ser rentable; observaba un complicado equilibrio debido a su escalonado esquema de reposición. Éste dividía en tres tipos al cultivo: jóvenes, en producción y decadentes. La producción se escalonaba para reponer la precedente, así, el término de una extensión plenamente explotada suponía su simultáneo reemplazo por una fase previa; esto equilibraba los gastos de explotación, conservación y cultivo; en caso de haber huecos entre fases descendía el volumen de producción y crecían los gastos. Naturalmente, otros cuidados ante plagas, invasión de yerbas, malos temporales, etcétera, se necesitaban para controlar la buena calidad de la fibra. De estos requerimientos agrícolas se derivaba la necesidad de su financiamiento a plazos que eran largos para la banca mexicana. Esto explica las razones de la temprana dependencia de los cultivadores hacia 7 Cfr., Mesa Andraca, Manuel y Rogelio Villanueva, La producción de fibras duras de México, México, Monografías Industriales del Banco de México, 1948 y, el estudio introductorio de Alanís Patiño.

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desfibriladores norteamericanas. Sólo lentamente surgieron organismos financieros locales y cuando lo hicieron fueron una parte selecta de la burguesía que colaboraba con industriales y bancos norteamericanos y que no tenía buenas prácticas bancarias. Su mayor prueba ocurrió con la crisis de 1907, en la que el Estado porfiriano intervino para salvar a los desfalcados bancos de Yucatán.8 La crisis se produjo por malos manejos internos y porque la demanda declinaba por la contracción norteamericana. La fundación de La Caja de Préstamos para Obras de Irrigación y Agricultura, en 1908, fue la respuesta de la Federación a problemas originados para apoyar a los henequeneros. Su resultado inmediato fue salvar la banca privada yucateca y ocultar sus malos manejos. Claro, la administración revolucionaria de La Caja desconoció los objetivos originales de lucro y trasladó, parcialmente, créditos henequeneros a la Comisión Monetaria. El éxito del oro verde interesó a las camarillas constitucionalistas, ansiosas de fuentes fiscales, en las cuales sustentar sus gobiernos, de ahí que cuidaran su explotación manifiesta en importantes cosechas entre 1911 y 1920. Pero la tendencia declinó coincidiendo con el agravamiento de las disputas políticas: el asesinato de Felipe Carrillo Puerto y la agitación delahuertista (1923-1924). Los enfrentamientos de “socialistas” y “liberales” acentuaron los daños al cultivo. La “pacificación” estatal fue compleja e incubó tres tendencias importantes: la primera fue estabilizar el producto en promedios de 90 000 toneladas con declinación de su calidad. La segunda fueron los esfuerzos por crear una industria cordelera (los “cordeleros”) que sería favorecida con el privilegio de adquirir el henequén en rama para transformarlo.9 La tercera consistió en el fortalecimiento del ensayismo económico; con improvisación se intentaría casi todo, excepto la observancia constante de las decisiones. Los revolucionarios, como los Gracos, distribuirían tierra y condonarían deudas. Idearon impuestos para apoyar la industria 8 Cfr., Anaya, Luis, “La crisis internacional y el sistema bancario mexicano, 1907-1909”, en Secuencia, p. 54. 9 En 1930 las cordelerías consumían 10,000 pacas anuales; en 1935 consumían 68,000 y en 1944 consumían 210,000 pacas por año. Con estos productores locales se impulsó la exportación de hilo de engavillar, bolsas de mano, jarcias, hamacas. A mediados de los años sesenta su consumo representaba 80% de la producción henequenera.

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y nuevos organismos (la Comisión Reguladora de Henequén, la Comisión Exportadora de Yucatán, la Cooperativa de Productores Henequeneros, entre otros) burocráticos para reorganizar la explotación del cultivo; buscaron neutralizar conflictos sindicales aunque, sin duda, también los alentaban. Entre 1926 y 1934 hubo ocho restricciones a la producción y dos paros totales. Eran respuestas desfasadas pues, para entonces, Yucatán había perdido su liderazgo productivo y sus trastornos económicos no sustentaban la respuesta favorable que demandaban los trabajadores. Las primeras dos tendencias merecen un comentario particular. La declinación fue relativa porque si se observa a largo plazo, su producción es realmente estable, como se muestra en el siguiente cuadro.

CUADRO 1. PRODUCCIÓN DE HENEQUÉN (TONELADAS), 1910-1960.

Fuentes: Estimaciones generales propias con base en Alanís, 1937; Echeverría, 1987; Solís, 1967.10

10 Cfr., Alanís Patiño, Emilio, Panorama estadístico de las industrias de México (mimeo); Echeverría, Pedro, La política en Yucatán en el siglo XX (1900-1964); Mérida, Maldonado Editores, 1985; Solís Preciat, Francisco, La economía del estado de Yucatán, Colección de Estudios Económicos Regionales, México, Bancomer, 1969.

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Desde luego, merecería un comentario más amplio lo sucedido entre 19401950 puesto que –como fue señalado– la guerra elevó el precio de la fibra pero no con el aliento que trajo el inicio de la siguiente década. El auge de la guerra fue fugaz y tuvo cierta artificialidad. Se intuía que el problema sería la posguerra, así que Yucatán se preparó a “industrializar progresivamente la fibra”. De hecho, se intentó cumplir con requisitos técnicos y se elevó la producción desde 1942; año en el que la Defense Supply Corporation, de Estados Unidos compró toda la producción hasta 1945. Con base en su política de “Unidad Nacional”, el gobierno federal, regresó equipos a propietarios “sentándose la conciliación de ejidatarios y hacendados”.11 Así, la industrialización era alentada por demanda extranjera. Incluso podía prescindirse de compradores domésticos de henequén en rama y dedicar todo el producto a la industrialización. Bajo esta situación crecieron muchos capitales y aumentó la demanda de obreros, pero era una prosperidad con un auge anormal. Además, había un obstáculo estructural al competir con las más y mejor tecnificadas fábricas norteamericanas. En este punto cabe comentar la cuestión de los cordeleros más ampliamente. En el auge de la Segunda Guerra se crearon 110 nuevas cordelerías.12 Fue su época de oro; pero, como en el pasado, algunas parecían ser meras fachadas. La posguerra trajo una nueva situación: incrementó la competencia y bajó la calidad de la fibra. Esto indujo la formación de la “Asociación de Productores de Artefactos de Henequén”, en 1950. El organismo (luego llamado, Cordeleros de México S. de R. L.) buscó controlar la compra de materia prima (incluyendo la producida por el ejido y la pequeña propiedad), la exportación independiente del henequén en rama y defender sus ventas en Estados Unidos. Los pequeños propietarios reaccionaron constituyendo la Unión de Crédito Henequenero para vender henequén en rama y obtener créditos. Sus objetivos antagonizaban porque los cordeleros reclamaban (auspiciados en acuerdos gubernamentales anteriores) precios 11 Los precios siguieron subiendo en la posguerra; en 1945 fue de nueve centavos de dólar por libra y en 1950 de 12.5 cts.; en 1951 de 24.5 cts., nivel que jamás se igualó; pero en 1952 bajó a 18.2 cts.; en 1953 a 10.2, en 1954 a 8.8 y, entre 1964 y 1968 se cotizaba a 4.5 y 4.7 centavos. 12 Sauri Riancho, Dulce, “El proceso de industrialización de Yucatán 1880-1970. Henequén, estado y empresarios”. Tesis de maestría en Historia, CIESAS, 2012. Menciona 115 que localiza, “especialmente”, en Mérida.

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preferenciales de compra, mientras que los cultivadores (dada el alza del mercado) se beneficiaban más si vendían la fibra directamente en el mercado estadunidense. El apoyo financiero federal había cobrado importancia con el BNCA a mediados de los años veinte. El Banco de México refinanciaba al BNCA y también respaldaba operaciones de henequeneros con otros bancos.13 Pero los nuevos financiamientos se contrajeron al caer su precio en 1929. Los efectos depresivos norteamericanos se combinaron con problemas internos y se manifestaron en una recaída productiva de 1931 a 1942, con dos ciclos; hasta 1938 bajó a promedios de setenta mil toneladas y de 1938 a 1942 a promedios de cincuenta mil. En 1934 nadie apostaba que su auge porfiriano podría regresar, pero conservaba inercias considerables. Con más de seis mil operarios era la sexta industria por ocupación obrera nacional. Era la vigésima por valor de producto pero sus salarios reflejaban su contracción: la inmensa mayoría de sus obreros ganaba de uno a dos pesos diarios. Si se estima que las desfibradoras trabajaban menos de doscientos días y se considerara en $1.50 el salario promedio,14 el medio anual iría de doscientos sesenta a trescientos pesos. El ingreso representaba alrededor del 13% del valor de la producción que se estimaba entre 15.8 y 16 millones.15 Realmente, el cambio social más importante era el fin del trabajo forzado y la emergente actividad política popular, pero las condiciones materiales de vida eran muy semejantes a las porfirianas. Los cambios ocurrían también a nivel del mercado internacional y con la menor posibilidad de influir sobre éste. Su precio tenía una tendencia decreciente y la competencia extranjera reducía el anterior monopolio yucateco a un tercio del mercado mundial. Esta nueva circunstancia afectaría los impulsos “revolucionarios” y/o cuestionaba los programas de reforma agraria. 13 En agosto de 1927 el BNCA adeudaba a Banco de México 2,5 millones de pesos por redescuentos con garantías relacionadas con la Cooperativa de Henequeneros, cfr., AHB, Acta 117. 14 Una cifra distinta, 1.60 pesos, pero también para 1934 puede verse en Varios, Nuevos ensayos sobre Francisco J. Múgica, México, INHERM, p. 545. 15 En 1934, el valor de las pencas (6,2 millones de pesos en 1934) representaba casi el cuarenta por ciento; mientras que con 1,1 millones, los combustibles y leña formaban 7% del mismo valor. Otros costos importantes eran el mantenimiento de caminos, transporte y la electricidad. Alanís, 1937, op. cit.

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En una “lógica” característica de la época, al comenzar los años treinta, aunque convergían las cifras y las premisas, las conclusiones sobre el cultivo del henequén divergían: Plutarco Elías Calles se “pronunció” por detener la reforma agraria mientras que Cárdenas la impulsó. Ambos, claro, compartían preocupaciones sociales de fondo. Los anhelos de justicia social, el deseo de redimir al campesino y al indígena, los efectos de la depresión, el impulso cooperativista, las ambiguas promesas revolucionarias y la imposibilidad de conciliarlas con el establishment yucateco, empujaban la decisión del reparto agrario, pese a que los informes y análisis económicos que sustanciaban el proyecto eran contradictorios. El experimento reformador optó por enfatizar al ejido como unidad económica alternativa a la hacienda que se acotó entre límites de 150 y 200 hectáreas. Como advertimos, los hacendados previeron los repartos y fingieron fraccionar sus propiedades. Su acción planteó desafíos legales, pero los problemas importantes para la “cruzada del Mayab” eran, ante todo, técnicos, organizativos y comerciales. Los primeros señalaban límites a cultivos alternativos debido al suelo calcáreo de la península. Experimentos de los años veinte, cuando la Comisión Nacional Agraria hizo más de doscientas dotaciones a pueblos yucatecos para producir maíz, bajo el esquema de rotación de suelos prehispánico (siembra nómada), mostraron la baja rentabilidad de la tierra con los métodos conocidos. Los anhelos de redención social encontraron muchos obstáculos. Siguiendo proyectos reformistas de Alvarado y Carrillo Puerto, los cardenistas idearon la coordinación de ejidos y cooperativas, que los caciques obstaculizaron.16 El cultivo había “aprendido, históricamente, su equilibrio”, en circunstancias especiales: costo mínimo de la tierra y formas productivas que forzaban directamente a los productores primarios. Ahora, pese a idealizaciones tropicales, la transformación del trabajo forzado en “trabajo libre” prometía seguir su curso clásico: abaratar costos a los hacendados. Y esto se habría visto más rápidamente si las condiciones de producción no se hubieran alterado. Pero el caso fue que en el marco reformista reinante se 16 Para la resistencia frente a los programas de Alvarado y Carrillo, además de Joseph, véase, Carey, James, 1984, The Mexican Revolution in Yucatán, 1915-1924, Boulder and London, Westview Press; Mesa Andraca, Manuel, 1955, “La situación henequenera en Yucatán”, en Problemas agrícolas e industriales de México, vol. VII, 2. Fallaw, Ben, 2000. Cárdenas Compromised.

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respaldaron políticamente nuevas demandas: “mejor vestido, alimentación, habitación, salud, diversiones”.17 La dignificación de la vida del trabajador era un leit motiv revolucionario. Pero las preguntas eran, si los peones recién transformados a ejidatarios y cooperativistas resolverían sus complicaciones de corto plazo y, si sus cooperativas tendrían viabilidad económica. Más allá de la campaña negra de los terratenientes y sus corifeos, el reto era mayúsculo. Para salvarlo, Cárdenas depositó su fe en la banca. Un paso decisivo fue transformar el BNCA en BNCE. Significaba que el crédito privilegiaría a ejidatarios respecto de pequeños productores, entre los que habían figurado miembros de la pequeña burguesía agrícola. La imposición de la estructura organizativa del BNCE sería onerosa por su burocratismo, su origen se fundamentó en ideas básicas, complicaciones técnicas del cultivo y financieras de las cooperativas. Antes del ejido era normal que cada hectárea sembrada de henequén costara al hacendado 500 pesos y siete años de trabajo antes de obtener algún producto y beneficio. Por supuesto, podía preverse que los costos del nuevo modelo serían un tanto mayores debido a dificultades de organizar en cooperativas el proceso productivo, a sus incentivos inmediatistas y a la burocracia que no cargaron los hacendados; algunos tuvieron sus propios bancos, que usaron de modo pragmático e incluso fraudulento contra su propia clase.18 Pero, allende estos problemas, estaba el costo del cultivo que oscilaba en 500 pesos, más los intereses acumulados en siete años. Ahora había que sumar el costo parasitario del BNCE y descontar la menor capacidad y conocimiento de comercialización de la fibra. En sumas y restas, los resultados amenazaban ser más pobres.19 La ruta cardenista, con sus organizaciones y leyes, difícilmente podría mejorar las condiciones morales y materiales de los campesinos yucatecos en el corto plazo. ¿Cómo podrían sobrevivir siete

17 La “elevación de sus medios de vida se realizará sólo mediante el reparto agrario, solución que ha ido reivindicando los derechos de los campesinos en todo el país”, Mensaje presidencial de Lázaro Cárdenas, agosto 8, 1937; op. cit., La Reforma, p. 15. 18 Véase, Anaya, Luis, “El secreto infame”. 19 Porque sus volúmenes de producción tendían a ser menores y enfrentaban los mismos “contactos comerciales” norteamericanos. “Socios” que fueron duros negociadores con los antiguos hacendados. Además, la reforma no determinó qué hacer con los peones acasillados nacidos en haciendas. Para ellos la situación fue más difícil pues los terrenos que antes cultivaban –o buena parte de ellos– pasaron al ejido.

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años con menos ingresos reales? ¿Cómo obtendrían “mejores vestidos, alimentación, habitaciones, medicinas y diversiones” si su producto se depreciaba? El balance de la redención del ejidatario yucateco y de la producción henequenera puede verse desde otro ángulo. En 1936, antes de encabezar la transformación estructural yucateca, el BNCE hizo un balance de los 53 ejidos que administraba: 14 alcanzaron un saldo favorable que sumó 185 mil pesos, mientras que los 39 restantes le adeudaban 740 mil. Los montos revelaban diferencias entre pequeños productores cuyos desequilibrios eran más perceptibles. El BNCE enfrentaba con pocos recursos la organización de la naciente agricultura ejidal y la desvalida de pequeños agricultores; el reto exigía grandes gastos que no parecía posible pagar con utilidades obtenidas de sus operaciones de crédito previas. En general, los bancos estatales tenían un bajo índice de recuperación crediticia; confirmado, en años subsiguientes, por el incremento de garantías prendarias, que obedecían a la dificultad de recuperar pagos en efectivo. En su experiencia nacional estos problemas se agravaban en años de malas cosechas o de malos precios. Pero 1936 fue un año excepcional, “por circunstancias exógenas la cotización de la fibra subió a un nivel superior al más alto que se registró en el último quinquenio”. Un observador, sin duda interesado, destacó una ironía: los ejidos que tuvieron déficit fueron los más celosos en aplicar “los planes maravillosos del ingeniero Peralta”, no obstante que este funcionario del BNCE sólo explotó los henequenales de mejor producción y cultivó sin hacer las siembras proporcionales necesarias para preparar la futura reposición de los plantíos que venían acabando.20 Y esto era en los años buenos. Aun dejando al lado la mordacidad de la vieja élite, había dudas legítimas sobre el ensayo y surgía la conciencia de que la “cruzada del Mayab” no alcanzaría sus fines económicos y sociales. El malestar crecería y la protesta, que lentamente inducían los antiguos hacendados, pareció encontrar justificaciones económicas. En cualquier caso, fue hasta 1963 que el gobierno federal creó el Banco Agrario de Yucatán (BAY) para sustituir funciones del BNCE y de la Sociedad 20 Molina Font, Gustavo, La tragedia de Yucatán, p. 136. sufrió por la primera temporada de lluvias, AGY, IPE, 1925-1937, Sección Oficina de Turismo, octubre15, 1934.

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de Servicios Ejidales en la administración de plantas desfibradoras que beneficiaban la producción ejidal. El BAY también financiaba mediante anticipos a los ejidatarios. Ellos los recibían como aportaciones periódicas por sus trabajos agrícolas y ya vendida la producción se le entregaba, si la había, la diferencia entre el precio de venta y los anticipos recibidos. Con 70% de las tierras de explotación, el ejido producía cantidades que oscilaban 60% del henequén que generalmente era de calidad inferior. Los bajos rendimientos no los alentaban a cuidar sus cultivos que se veían enyerbados, sus matas de tamaño desigual y distribución irregular. Su falta de incentivos se ligaba al exceso de población campesina y la actitud paternalista gubernamental (siempre tenían remuneración de una u otra forma). El subsidio estatal tenía sentido como apoyo coyuntural a sectores no asistidos antes, sin embargo, el sector ejidal henequenero no entraba en esas categorías. En los hechos operaba la empresa estatal más grande del país con sus 60 000 ejidatarios (Pemex tenía 55 000 obreros y empleados) que trabajaban como empleados del BAY y que recibían salarios en forma de anticipos. En promedio, cada agricultor sembraba tres hectáreas, pero para que un henequenero y familia pudieran satisfacer necesidades elementales requerían al menos seis.21 Es decir, sobraban 30 000 ejidatarios o faltaban 190,000 hectáreas, para tener un mejor equilibrio. Por supuesto, esta realidad se reflejó en el BAY que, en promedio anual, perdía 130 millones. En 1968, con apenas cinco años de operar sumaba una cartera vencida de 600 millones de pesos. Éste era el famoso subsidio federal a Yucatán. 3. Alternativas: el turismo, otros cultivos y el chicle Para redondear nuestro panorama de la economía yucateca es importante observar que la clase política y los agentes económicos buscaron alternativas a lo que ya estimaban como un largo ciclo de declive de la fibra. En esta perspectiva, la reforma cardenista fue otra alternativa, más inclinada a 21 Cárdenas dotó al ejido con seis y ocho hectáreas y admitiendo que no era compatible con las escalas usuales de operación, dado su esquema de reposición y equilibrio. De ahí y de las experiencias incubadas en el callismo, que concibiera la integración en cooperativas para librar los obstáculos del pequeño productor.

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neutralizar conflictos inminentes y menos a buscar salidas económicas de largo plazo. Se entendía que éstas suponían diversificar la economía peninsular. Para esto había que explorar nuevos cultivos y nuevos servicios. El Egipto de América Al final de los años veinte Yucatán ofrecía la amplia gama de contrastes sociales que aún lo caracterizan, pero la recién inmigrada revolución constitucionalista añadió más intereses económicos, polarización política, influencia de militares y burocratismo. Los hacendados vieron disminuir su fuerza política y social pero conservarían riquezas, influencias, lazos y sentimientos de unidad grupal que les permitirían extender una situación de impasse, incluso después de la denominada “cruzada del Mayab”. El envidiado éxito turístico de Cuba se imbricaría con la conciencia sobre las atracciones naturales de la península y la creciente curiosidad internacional por la arqueología maya, motivando a emprendedores locales y autoridades federales a empujar el potencial turístico yucateco. En esa incipiente atmósfera no debiera desestimarse el interés de autoridades cubanas que impulsaban convenios de colaboración.22 Miguel González Rodríguez, miembro del Comité Ejecutivo de la Corporación Nacional de Turismo de La Habana, actuó como el comisionado especial que planteó el intercambio turístico México-Cuba. Uno de sus primeros interlocutores fue el gerente del Banco de México en Mérida, Rafael Torres, quien lo introdujo con Efraín Buenrostro, primer director de Petróleos Mexicanos (empresa que iniciaría un ambicioso programa de apoyo al turismo) y con Luis Montes de Oca, director del Banco de México y un temprano e importante impulsor del turismo mexicano. Sin mayor experiencia previa y sin recursos iniciaron las primeras campañas pro Yucatán; mostraron candor y objetivos altos. Las primeras propagandas aparecerían con el lema de “El Egipto de América”. Parecían óptimas para Yucatán. Era un eslogan que evocaba las “pirámides” y a los “misterios” que aún envolvían la civilización maya. Pero pronto los promotores yucatecos entendieron su resonancia esclavista y la imagen 22 Cfr., doc. 27688, enero 12, 1937, CEH-CARSO, CMLXXV.

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negativa que tenía en el mundo anglosajón, así que lo cancelaron.23 Los ensayos, pruebas y errores cometidos reflejaban el ímpetu de los promotores, el carácter inmaduro del polo turístico y las dificultades enfrentadas al coordinar sus esfuerzos.24 La inexperiencia de los promocionales era comprensible. Allende estos problemas, preocupaba más el aislamiento relativo de la península, falta u aleatoriedad de los transportes y la escasez de recursos del gobierno estatal.25 Los gobiernos de la postrevolución no habían establecido tráficos comerciales y de pasajeros adecuados hacia la península. Privaba el flujo irregular de flotas comerciales escasas dominadas por banderas extranjeras. Tampoco había una carretera que conectara Yucatán y el Istmo de Tehuantepec. Incluso, no obstante el auge carretero del país siguió considerándose difícil construirla. Por otro lado, la incipiente aviación comercial aún no podía ofrecer una opción de flujos interesantes. La Secretaría de Comunicaciones conocía estos problemas, recordados por agrupaciones cívicas yucatecas o por la Asociación Mexicana Automovilística (AMA) para que autorizara que barcos extranjeros embarcaran en puertos yucatecos evitando restricciones. Como sucedía en otras localidades, cámaras de comercio secundaban activamente estas iniciativas.26 La falta de flota comercial no los desanimó ni se desalentaron para construir carreteras de conexión a accesos marítimos de Yucatán (Mérida-Progreso), como las que conectaban hacia el sur y el este (MéridaUxmal y Mérida-Chichén);27 aunque repetían el vicio de ser paralelas a la 23 Influidos por la punzante crítica del conocido libro de Arnold Channing y Frederick Frost, sobre las condiciones de esclavitud porfirianas, The American Egypt: A Record of Travel in Yucatan, 1908. Y el aún más famoso México bárbaro de John K. Turner. 24 Que, por ejemplo, hacían a la Secretaría de Agricultura y Fomento presentar como “mapa para el turista” de la península, un mapa simple de su “oficina de cartografía y cálculo”, cfr., Secretaría de Agricultura y Fomento, Dirección de Geografía, Meteorología e Hidrología, 1938. Yucatán. Mapa para el turista, México. 25 Un informe de la recién fundada “oficina promotora del turismo” del Departamento de Educación Pública revela un exiguo presupuesto de “159.00 pesos”. Alojada en un mal local sufrió por la primera temporada de lluvias, AGY, IPE, 1925-1937, Sección Oficina de Turismo, octubre15, 1934. 26 En numerosos oficios entre las cámaras nacionales de comercio, funcionarios de Banco de México, autoridades de la Secretaría de Comunicaciones, empresarios cubanos, norteamericanos y mexicanos se insistía en la potencialidad de Yucatán y en los desfavorables resultados del impulso al turismo debidos a la “falta de barcos”. 27 Claro, otros puntos de interés cercanos estaban presentes en el gobierno estatal, como Labná, Zaiji, Soltin y más cercanos a Mérida, Chacmulinú, Grutas de Sabacha y ruinas de Mayapan.

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red ferroviaria y ocasionaran la subutilización de un medio ya instalado. Cabe observar que estos enlaces eran seguidos atentamente por el referido Miguel González, en lo que parecía un intento de encauzar al creciente parque automotriz cubano y dar alternativas al turismo norteamericano; pronto se ofrecieron circuitos turísticos que incluían a la isla y la península. Pese a esta importante coordinación de esfuerzos que incluían a la línea de vapores New York and Cuba Mail Steamship Co., hasta mediados de los años treinta, no hay evidencia suficiente ni clara de que dichos proyectos conocieran una realización positiva. Funcionarios de esa Línea comunicaban a sus pares del gobierno yucateco: “todos los esfuerzos de los últimos años para fomentar el tráfico turístico de México a Yucatán no han producido los resultados que las personas interesadas y nosotros mismos hubiéramos deseado”.28 De ninguna manera debería pensarse que estos esfuerzos iniciaron tardíamente. Una década antes, el ministro Montes de Oca buscó adquirir buques comerciales capacitados para trasladar pasajeros con las Líneas Nacionales de Navegación, incluso gestionó la construcción de uno en Hamburgo. Infortunadamente, la mala situación económica y los escándalos ligados a la reciente compra del tren presidencial en Nueva York afectaron tal posibilidad posponiéndola sin que ninguna mejoría presupuestal hubiese permitido la búsqueda de alternativas a los inadecuados navíos que se ofrecieron en planes.29 Un evento que permite establecer un contraste entre lo planeado y lo alcanzado, fueron las comparativamente más grandes excursiones

28 “Y debido a los resultados poco satisfactorios… no creemos justificable el caso de cambiar, por completo, nuestro itinerario para incluir Puerto Progreso como puerto de escala en los viajes con rumbo al norte de nuestros vapores en el servicio entre Nueva York y Veracruz. Recientemente se hizo prueba por salida del vapor Siboney de Veracruz..., entendiéndose que se incluiría a Progreso como un puerto de escala si se podía obtener un mínimo de 75 pasajeros para el viaje. Desgraciadamente, el promotor no pudo conseguir más de 20, y al fin decidieron usar el servicio de la línea nacional”, cfr., M. C. Campbell, NY and Cuba Mail Steamship Co., Foot of Wall Street a Germán Sosa Vázquez, 20 nov 1935. AGY, IPE, 19251937, Sección Oficina de Turismo. 29 En varios momentos el gobierno mexicano intentó comprar un barco en Alemania. También requirió planos y especificaciones para construirlo. Los primeros resultados fueron infructuosos: la mayoría de los que se ofrecieron eran de calados mayores a los que permitían, con su cargamento regular, la mayoría de los puertos de ambos litorales del país. Tampoco sus combinaciones de espacio, precio y capacidad del pasaje resultaron satisfactorios.

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de yucatecos a la ciudad de México. Un estupendo ejemplo ocurrió con motivo de las fiestas por el ascenso presidencial de Lázaro Cárdenas.30 Resulta irónico que las excursiones más voluminosas se movieran en sentido contrario al deseado; pero no debiera extrañarnos, pues obedecía al incipiente carácter de la industria, a la aleatoriedad de sus flujos y a las inversiones requeridas para encauzarlos. Estas condiciones contradictorias no impidieron que funcionarios del recién creado Departamento de Turismo, de la Secretaría de Comunicaciones y promotores privados continuaran coordinándose para que flotas de cabotaje –como “Transportes Marítimos y Fluviales, de Veracruz”– condujeran excursiones a Progreso, el principal puerto yucateco. Ambiciosos, los circuitos se planearon para tocar Tampico, Veracruz y Progreso, pero la realidad continuó ofreciendo obstáculos y las personas que se transportaban entre Puerto Progreso y Veracruz o Tampico, lo hacían predominantemente en los vapores del “Gremio Unido de Alijadores de Tampico” que “no servían al turismo por incómodos, insuficientes y no tener itinerario fijo”.31 Hacia 1937 hubo un cambio importante en el escenario: la finalización de la nueva carretera Panamericana. Ésta acentuó el interés de promotores norteamericanos y cubanos para organizar viajes de circuito en el Golfo de México.32 Ese año, Charles Upham, miembro importante de la American Road Builders Association (ARBA), preparó una convención cuyo objetivo central era organizar tours y cruceros entre La Habana, Veracruz y la Ciudad de México. La convención rediscutió el asunto y era frustrante constatar que las empresas marítimas de Nueva York no se interesaban por los flujos potenciales de la industria. Lo hacían por una dificultad propia de recursos o por la inmadurez de un mercado que, sabían, requería grandes inversiones antes de tener algunos beneficios. Tampoco era alentador que 30 Incluyó al menos a 68 excursionistas y dejó utilidades a sus organizadores; como solía ocurrir a la excursión se le dio un título, “Mensajeros de Acercamiento Nacional”. 31 Mérida, Reyes Baeza a gobernador, octubre 15, 934, AGY, IPE, 1925-1937, Sección Oficina de Turismo. 32 W. H. Furlong, Estados Unidos, representante de National Highway Direction, San Antonio, Tx, tenía contacto con funcionarios y empresarios mexicanos y participó en la revisión de la construcción de extensiones de caminos nacionales y viajes combinados (barco y automóvil). Participó en desarrollar circuitos como el de Yucatán y Cuba.

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la incapacidad del personal de la Compañía de Transportes Marítimos y Fluviales pudiera atender la demanda de promotores y funcionarios.33 Las dificultades para desarrollar la alternativa turística, presentes en la coyuntura, se ilustran también con la actividad de Fernando Barbachano Ponce, propietario de la promotora “Mayaland Tours” y socio –con familiares– de la “Pan American Tours”. Barbachano compartía este interés con muchos personajes de la época. Siendo corresponsal de Montes de Oca, le solicitó insistentemente interceder ante empresas navieras para trazar rutas regulares de pasajeros. No obstante desear ayudarlo, Montes de Oca le señalaría que la enorme cantidad de deficiencias de la “empresa” Transportes Marítimos y Fluviales, de Veracruz, posiblemente “representará inconvenientes tales, que más que fomentar el turismo sería motivo para alejarlo de la Península”. Huelga mencionar que Montes de Oca afirmó que su opinión era compartida por la Secretaría de Comunicaciones. No es improbable que por estas dificultades Barbachano haya fundado la “Pan American Tours”. Al final de 1937, él intentaba cubrir servicios para el medio oeste norteamericano e incluso zonas del noroeste. Sus expectativas se fundaban en que la carretera Panamericana sería de gran atracción para el turismo norteamericano. Aunque todavía era “frenada” por las distancias, el desconocimiento de servicios, las seguridades que podían ofrecerse, una insuficiente oferta hotelera, etcétera. Estimaba que le sería relativamente fácil, dada su experiencia, obtener contratos con la casa Thos Cook & Son, y con la incipiente American Express, para desarrollar estos proyectos y otros para el centro y el Pacífico mexicano. Es una asignatura pendiente sistematizar los fragmentarios conocimientos que se podrían recabar de empresarios como Barbachano. Sin embargo, hay que subrayar que personajes tan dinámicos como él, que intentaban conectar sus propias regiones con flujos de población estadunidense recibieron un balde de agua helada en 1938. La crisis diplomática que desató la expropiación petrolera fue seguida por una campaña negra y de boicots desde Estados Unidos. Quizá nacionalmente fue una coyuntura relativamente corta. Sin embargo, las circunstancias yucatecas tenían más 33 Diversas denuncias de este problema aparecieron en abril de 1937, tanto en medios impresos como en la correspondencia de los nuevos empresarios del ramo.

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lastre y eran más complicadas. Luego de la “cruzada del Mayab” se agravaron las condiciones de agitación política popular y cupularmente. Además, la potencialidad del enclave caribeño se venía reduciendo considerablemente y los pronósticos del inicio de la guerra en Europa no eran halagüeños. El caso de la península yucateca (a la postre el más importante destino turístico mexicano) resultó ser tardío pese a su enorme potencial y a la coordinación de esfuerzos locales y federales. El freno más importante fue la dificultad para conectar marítimamente a Puerto Progreso con los puertos del golfo y la baja rentabilidad que registraba el propósito para las navieras norteamericanas. Evidenció también que las sociedades más interesadas en desarrollar estos polos, como la AMA y la ARBA, no distraerían sus escasos recursos –más orientados a la comunicación terrestre– para generar opciones de comunicación naval. Otros cultivos y el chicle Los cambios en Yucatán tenían una dimensión financiera que normalmente se deja al lado por la trascendencia moral de los fines perseguidos; pero hoy como ayer cabe preguntar ¿cuánto habría costado sembrar las 50 000 hectáreas que idearon los “cruzados”? Con seguridad rebasaría los techos del BNCE para refaccionar ejidos. La pregunta era si, en estimaciones bajas ¿realmente podía inmovilizar en un solo producto más del cuarenta por ciento de su capital? ¿Estaba facultado para hacerlo? ¿Qué otro organismo financiero respaldaría este gran riesgo? Los balances más serios sobre el pronóstico de esas inversiones eran pesimistas. De hecho, el crédito se contraería. El Banco de México ya mostraba cautela en los negocios del henequén y a fines de 1935 le limitaba líneas de crédito. En el otoño de 1937, el Nacional de México convergía vigilando más sus redescuentos y transfiriendo “responsabilidades al dueño deudor de las mercancías pignoradas”, para no descansar la garantía sólo en el valor de ésas.34 También en 1938, Cárdenas trasladaba más responsabilidades crediticias a autoridades locales y el Banco de México reorganizaba sus 34 Se restringieron los redescuentos al Banco de Yucatán, “a fin de no dar la impresión de que se conceden límites desproporcionados a sus necesidades de crédito”, cfr., AHB, Acta 599, noviembre 27, 1935.

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riesgos involucrando al recién fundado Banco Nacional de Comercio Exterior, además, atendía más cerca las operaciones del BNCA, del BNCE y del antiguo y reformado Banco de Yucatán.35 No era para menos, al final de 1937 el sobregiro gubernamental actualizaba la posibilidad de que Banco de México abandonara el tipo de cambio. Para evitarlo, el secretario de Hacienda, Eduardo Suárez, lo refinanció con recursos fiscales y ventas de algodón pero su “equilibrio” siguió siendo frágil; más aún, él aclaró que era inaplazable aportar seis millones de pesos al BNCE. Banco de México estuvo dispuesto a apoyar este “compromiso” si se respaldaba en la recaudación petrolera (estimada en 10 millones de dólares).36 No parece coincidencia que tal cifra fuera la que propuso Morgenthau para respaldar al peso un mes después. No obstante que la producción henequenera decaía a su peor promedio (50,000 toneladas), que la estructura agraria se había modificado y que cobraba fuerza la idea de diversificar cultivos, el horizonte de la Segunda Guerra Mundial daría un respiro al henequén. Veamos los alcances de la diversificación. Yucatán tiene tres tipos de suelos: delgados (Tzekel), medianos (Kankab Tzekel) y profundos (Kankab). Los primeros en el centro norte, los segundos en manchones del territorio y los terceros en el sur y en los municipios de Panabá y Tizimín. Otros aspectos generales a considerar son que la técnica agrícola seguía siendo atrasada y que hubo retrocesos al combatir plagas por descuido de políticas. En el henequén, por ejemplo, provocaba fibra manchada y menor calidad. Pero había deficiencias más serias al cultivar maíz que aún se hacía con tumba y quema. Debiera señalarse que contra lo que aún puede implicar polémica, los agrónomos de los años sesenta no 35 Montes de Oca a Martín Díaz de Cossío, junio 14, 1938, doc. 31643, CEH-CARSO, le comunicó la “situación más distante con respecto a la agricultura e industria henequenera” que ahora guardaría Banco de México. Así como el traslado a las autoridades locales que hacía “el general Cárdenas” sin implicar “que el gobierno Federal se haya desentendido de vigilar convenientemente el problema de la fibra yucateca”. “Por lo que toca a operaciones bancarias, como Ud. sabe, éstas ya no se hacen directamente por nosotros, sino por intermedio de bancos privados y particularmente el Agrícola, el de Comercio Exterior, y el de Yucatán”. 36 Véase, CA-AHB, Acta 696, noviembre 19, 1937, el sobregiro ascendía entonces a 112 millones de pesos y Banco de México condicionó la facultad de rehusar cualquier pago “si el gobierno no cuenta con la provisión de fondos”. La coyuntura permitió ajustes importantes gracias a ventas de algodón que redujeron el saldo a 89 millones. La estimación de ventas petroleras era, de 1934 y 1937, entre 42 y 44 millones de dólares (150-160 millones de pesos) anuales., cfr., doc. 31584, CEH-CARSO.

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pensaban que las tierras se agotaran rápido sino que la feracidad aceleraba la invasión de “malas hierbas”; así, la idea era apostar por herbicidas, pero faltando éstos, la población recurría a rotaciones excesivas y esto a agotamientos tempranos de su potencial. No obstante los traspiés de las décadas de los cuarenta y cincuenta hacia el final de los sesenta, la agricultura yucateca conocía una mayor diversificación. Descansaba en seis productos: henequén, maíz, camote, coco de agua, naranja (con preferencia de la variedad agria para el consumo local) y plátano. En 1967, de los 500 millones de pesos que representó la producción agrícola estatal, los artículos mencionados representaron las 9/10 partes. En 1960 el valor de la producción agrícola yucateca sumaba $380 millones y los referidos seis productos eran los de mayor peso. No obstante los esfuerzos realizados por diversificar la economía, hablar entonces de Yucatán significaba aún, hablar de henequén, como hablar de Brasil era hacerlo de café. El henequén se cultivaba en 200,400 hectáreas (58% del total estatal) y en 1967 su producción llegó a 133,000 toneladas y su valor se acercaba a 600 millones. El resto de las actividades agrícolas tenían un lugar muy secundario. En segundo lugar, el maíz se sembraba en 100,000 has con rendimientos de 800 a 1000 kg x ha, para significar un producto de 80 a 100,000 toneladas e ingresos por 90 millones (pero su precio solía ser superior al de garantía de Conasupo, $940 pesos por tonelada) para 25,000 campesinos. Infortunadamente, este producto no satisfacía a los yucatecos que consumían entre 135 y 150,000 toneladas anuales, normalmente transportadas de Tamaulipas. Las oscilaciones de la producción determinaban, además, una recuperación baja para los precios del maíz, que como señalamos, era poco eficiente. Esto se traducía en que a mediados de los años sesenta, el BNCE recuperara incluso menos del treinta por ciento de los créditos que concedía. Pese a su gran importancia en la dieta, el frijol –cuya siembra se intercalaba con el maíz– registraba déficits de ocho mil a 12,000 toneladas. En 1966 apenas se producían 3 400 toneladas en una superficie de 12,700 has. La producción anual de camote ascendía a 7,000 toneladas y valía 10 millones de pesos. Mientras que producciones menores de jitomate y aguacate (2,000 toneladas) comenzaban a llamar la atención.

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Del resto de los cultivos, el más importante fue la naranja; un millón de naranjos producían 125 millones de naranjas con valor de 12 millones de pesos. No obstante su escaso valor se planeaba sembrar otros cientos de miles de naranjos dado el dinamismo del mercado de cítricos. Las hortalizas iban en aumento y suscitaron un gran proyecto en la Unidad de Santa Rosa al sureste del estado, en la frontera con Quintana Roo. Jitomate, aguacate y pepino serían los productos clave pero hubo errores muy graves. Se abrieron 3,500 hectáreas, se perforaron pozos de agua y los cultivos se regaron por inundación. Previamente se contrataron intermediarios para vender al extranjero asignándoseles comisiones exageradas; el colmo fue fletar barcos a toda capacidad que con frecuencia salían casi vacíos. Las tierras de Santa Rosa se repartieron entre el BNCE y algunos colonos, pero a la hora de cosechar no hubo personal suficiente para recogerlas y vinieron nuevas pérdidas. Para empeorar las cosas, también fracasaron las ventas en Estados Unidos, así que los excedentes se intentaron colocar en el mercado local y esto deprimió los precios en la península, desalentando a pequeños horticultores que se organizaban para surtir colectivamente al estado. En consecuencia, al menos en estos tres cultivos la primera experiencia distó de ser positiva. Debe señalarse, también, que desde el inicio de los años cincuenta ya se producían cantidades limitadas de melón, piña, sandía, ciruela, coco de agua, mamey, limón, mango, papaya, plátano para un valor conjunto de 50 millones de pesos. Se estimaba que la cifra podría multiplicarse varias veces con un buen programa de inversión. La infertilidad del suelo no parecía confirmada por los hechos, pues incluso en tierras de temporal se producían de 40 a 50 toneladas de caña de azúcar. En este escenario faltaría mencionar un producto promesa: el chicle. Su sustancia base se extraía del látex del chicozapote desde tiempos prehispánicos y la golosina fue creada tempranamente, aunque su explotación masiva corresponde al siglo XX, principalmente por las compañías norteamericanas William Wrigley Jr. Co., Beach Nuit Co., y American Chicle Co. El chicozapote florecía mejor en los bosques de Veracruz, Campeche y Quintana Roo. En Campeche el éxito de la resina obedeció a la caída internacional de los precios del palo de tinte y a “la mayor calidad” y precio más bajo del chicle peninsular en relación con el veracruzano, dominante hasta inicios del siglo XX.37 37 Para análisis de precios y un balance más amplio de la trayectoria de la industria chiclera,

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Sin duda, la combinación de cambios atraería la atención de cultivadores yucatecos, sobre todo de regiones limítrofes con Campeche y Quintana Roo, donde crecían mejor las variedades óptimas de sapodilla. En los años veinte y treinta, se renovaron los esfuerzos pero aún estaban lejos de aproximarse a los que rendían los frutos de sus estados vecinos; considérese que, en promedios de los años treinta, la producción campechana relacionada con el árbol del chicozapote equivalía al total de la producción frutícola yucateca.

CUADRO 2. PRODUCCIÓN Y EXPORTACIÓN (KGS) Y VALOR DE LA EXPORTACIÓN (PESOS) DE CHICLE EN MÉXICO, 1920-1946.

Fuente: Jiménez, 1951.38

véase Vadillo López, Claudio, “La explotación del chicle en el Circuncaribe siglo XIX y XX“, en Revista Brasileira do Caribe, I (2), enero-junio, 2001. 38 Jiménez, Luis, El chicle, su explotación forestal e industrial, Ed. Gto, Coahuila.

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Comentarios finales Elástico, aunque quizá no tanto como la ideología revolucionaria, el chicle es una metáfora en este trabajo. Recuerda el alargamiento de la producción henequenera, las burbujas financieras que ayudó a crear, sus estallidos y su capacidad para endulzar la vida de grandes hacendados, burócratas, cordeleros y cultivadores que supieron hacer grandes fortunas con su explotación. Éstas continuarían con la captura del subsidio federal por “cordeleros” importantes, tesis que ya puede suscribirse, pero que quizá aún merezca estudios de caso para documentarla más fehacientemente.39 A mediados de los años veinte, los gobiernos revolucionarios ensayaron fórmulas para justificar su lucha por la “redención” social. En un primer ciclo se privilegiaron la pequeña industrialización, los repartos selectivos y la búsqueda de alternativas de crecimiento en el turismo y la inversión en infraestructura pública; en un segundo se amplió el reparto y se buscó concentrar la producción en una cooperativa de mayor tamaño; en un tercero, continuaron algunos privilegios a los pequeños industriales y se apostó por agilizar la diversificación agrícola. Los resultados sociales y económicos fueron pobres. Los empobreció un conjunto de fuerzas y circunstancias: la resistencia de la antigua oligarquía, las oscilaciones en el precio de la fibra, la aparición de nuevos competidores, las disputas políticas nacionales y estatales, el oportunismo de líderes sindicales, empresarios y comerciantes, la ineficacia e interés de burócratas, etcétera. Un último ejemplo muestra algunas de estas características ya estructurales en la economía yucateca. La alternativa de fortalecer a los pequeños propietarios no era fácil de seguir. Eran más eficientes, sus cultivos estaban bien ordenados pero tenían límites para explotarlos. Uno muy actual era la dificultad de encontrar trabajo. Claro había suficiente gente, pues los ejidatarios tenían media semana libre, pero los pequeños agricultores no podían pagarles los salarios que les entregaba el BAY y entonces los ejidatarios preferían no trabajar. Siendo bajos estos “salarios-anticipos” se puede afirmar que pese la creciente intervención financiera estatal y a las importantes 39 En la revisión final de este trabajo pudimos explorar el estupendo trabajo de Sauri Riancho, 2012, op. cit., quien aporta más evidencia al respecto.

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transformaciones estructurales, el ingreso económico de la clase campesina local estaba literalmente estancado desde el porfiriato; una época que aún en los años sesenta era referida como la de la esclavitud. Cabe por último anotar que no podemos coincidir con los críticos que etiquetaron el experimento cardenista de socialista. Si bien hubo expropiación y colectivización, nunca afirmó la abolición del intercambio mercantil; la comercialización externa de la fibra continuó siendo su objetivo básico “dirigido” por cooperativas y funcionarios estatales. Las alianzas y disputas de intereses de estos grupos, con cultivadores, pequeños industriales, los resabios oligárquicos, la clase política local y federal contribuirían, decisivamente, a la disfuncionalidad económica de la península. Fecha de recepción: 10 de septiembre de 2015 Fecha de aprobación: 21 de octubre de 2015

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L A TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA ESPAÑOLA VISTA DESDE EL MÉXICO DE JOSÉ L ÓPEZ PORTILLO Carlos Sola Ayape*

La verdadera lucha política está entablada entre el pueblo [español] –cuya conciencia política despierta rápidamente– y los estamentos representativos del antiguo régimen. Archivo General de la Nación, expediente Visita a España del Presidente López Portillo, del 8 al 16 de octubre de 1977. Resumen Un largo expediente de la Secretaría de Relaciones Exteriores, guardado en el Archivo General de la Nación y que, en su día, formó parte de la carpeta operativa del viaje oficial del presidente José López Portillo a España, en octubre de 1977, nos arroja luz sobre las claves que hicieron posible la transición democrática española. De este modo, el presente artículo rescata la mirada que desde el México de López Portillo se tenía de aquel complejo tránsito de la dictadura franquista a la monarquía de Juan Carlos I, precisamente, en el marco coyuntural del restablecimiento de las relaciones hispano-mexicanas. Palabras clave: franquismo, José López Portillo, Juan Carlos I, transición democrática española, relaciones hispano-mexicanas. Abstract A long file of the Ministry of Foreign Affairs, kept in the General Archive of the Nation and, at the time, was part of the operating folder official trip of President Jose Lopez-Portillo to Spain in October

* Escuela de Humanidades y Ciencias Sociales del Tecnológico de Monterrey, campus ciudad de México.

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1977, gives us light on the keys that made the Spanish democratic transition possible. Thus, this article rescues the look from Mexico Lopez Portillo had of this complex transition from dictatorship to the monarchy of Juan Carlos I, precisely in the cyclical part of the restoration of Spanish-Mexican relations. Keywords: Franco, José Lopez Portillo, Juan Carlos I, spanish democratic transition, hispanic-mexican relations.

1. La mirada en un expediente: a modo de introito Del 8 al 16 de octubre de 1977 –cuando todavía no había cumplido un año al frente de la alta magistratura del Estado–, el presidente José López Portillo y Pacheco hizo su primera y única visita oficial a España, un país receptor donde, entre otras circunstancias políticas que se irán presentando a lo largo de estas páginas, los correligionarios del franquismo venían preparando la celebración del segundo aniversario de la muerte del general Francisco Franco, acaecida el 20 de noviembre de 1975. A decir verdad, aquel viaje presidencial a España presentó un sinfín de particularidades, como, a buen seguro, no las ha reunido ningún otro viaje al exterior por parte de los presidentes que desde entonces hasta la fecha han ocupado la residencia oficial de Los Pinos, ya que, de entrada, se trataba de la primera visita que un presidente de México hacía a España en su siglo y medio de vida independiente. En efecto, 1977 fue el marco temporal donde tuvo lugar buena parte de los hitos estelares de las relaciones hispanomexicanas contemporáneas, primero, por registrar el fin de la amistad de México con el gobierno de la República Española en el exilio (18 de marzo) y, diez días más tarde, la consiguiente normalización del vínculo diplomático con la España del rey Juan Carlos o, más bien, la “España territorial”, término utilizado en ese entonces en los círculos internos de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Con ambas medidas, y al margen de otras valoraciones, se ponía fin a cuatro largas décadas de enemistad diplomática entre ambos países como consecuencia directa de la Guerra Civil Española. Cabe recordar que, en ese entonces, José Gómez Gordoa desempeñaba, desde el 3 de septiembre de 1977, el cargo de embajador 62

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extraordinario y plenipotenciario de México ante el gobierno español, mientras que Luis Coronel de Palma asumía el mismo cargo en la embajada de España en México.1 De hecho, el viaje de José López Portillo a España, programado con precisión varios meses antes, venía a corresponder a la visita oficial de Estado que en abril de ese mismo año había hecho a México el presidente del gobierno español Adolfo Suárez, tan sólo unos días después de recuperarse el vínculo diplomático entre los países (28 de marzo de 1977). Es importante señalar que el presidente de México viajó a Madrid para encontrarse con el rey Juan Carlos, pero también para reencontrarse con el presidente Suárez, quien había resultado ganador en las elecciones generales del 15 de junio de 1977, y a quien había recibido en México en abril de ese mismo año en calidad de presidente de gobierno elegido, no por votación popular, sino por designación directa del nuevo jefe de Estado: el rey Juan Carlos I. Como se dice, José López Portillo fue el presidente que canceló – mas no rompió– las relaciones oficiales con el gobierno republicano de José Maldonado –el día en que México celebraba el aniversario de la nacionalización del petróleo–, para normalizarlas poco después con una España monárquica.2 Con ambos gestos no sólo se cerraba para dos países la profunda herida generada por la guerra civil, sino también algunos episodios recientes como la fuerte tensión que se generó entre ambos países cuando en su periodo el presidente Luis Echeverría solicitó al secretario general de las Naciones Unidas la inmediata expulsión de España de este organismo internacional, reaccionando así, y con tal petitorio, el 27 de septiembre de 1975, a la ejecución de cinco fusilamientos –tres de las víctimas eran militantes del FRAP y dos de ETA– y por considerar, según su lectura de los 1 Sobre los pormenores del complejo proceso de restablecimiento de las relaciones entre México y España, véase Sola Ayape, El reencuentro de las águilas, 220 pp. 2 Aquel 18 de marzo de 1977, en el salón Carranza de la residencia oficial de Los Pinos, el presidente de la República Española en el exilio, José Maldonado, pronunció estas palabras en un discurso que no duró más de 20 segundos: “El Presidente de México don José López Portillo y yo convinimos hoy cancelar las relaciones diplomáticas que sostenían ambos gobiernos”. Véase una copia mecanografiada del discurso de Maldonado en el Archivo Histórico Genaro Estrada, expediente III-5251-1 (segunda parte). Habida cuenta de que este paso –por otra parte, cargado de gran simbolismo– fue una demanda expresa del gobierno mexicano –tal y como asimismo a éste se lo había pedido el ejecutivo español de Adolfo Suárez– aquella cancelación debe ser traducida en clave de ruptura en toda regla.

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hechos, que la España franquista constituía un foco de perturbación para la paz internacional.3 Para superar el pasado, el viaje a España también quiso opacar el incidente relacionado con la recién abierta embajada de México en Madrid y con el titular que, de manera fugaz y por espacio de 12 días, habría de ocupar la titularidad a partir del 21 de julio: el ex presidente Gustavo Díaz Ordaz. Mientras que la prensa progresista española, especialmente El País, criticaba a golpe de editorial la decisión de tal nombramiento –por asociarse al nuevo embajador con el episodio de la matanza de Tlatelolco, del 2 de octubre de 1968–, la embajada mexicana en Madrid se convertía en el escenario de enfrentamiento entre dos ex presidentes, Díaz Ordaz y Luis Echeverría, producto de las luchas internas que se vivían en el seno de la familia del Partido Revolucionario Institucional.4 Sin entrar en otro tipo de detalles, aquel viaje presidencial se caracterizó por la nutrida delegación mexicana que se desplazó hasta España, por la copiosa agenda de trabajo que aseguró el encuentro del presidente de México con todo tipo de autoridades, presencia en instituciones, contactos con partidos políticos y sindicatos, así como con empresarios u otro tipo de actores de aquella España en transición democrática y, por último, por las grandes expectativas de negocio, especialmente cifradas en la venta de petróleo a España, un país especialmente dependiente en materia energética y que, estratégicamente, había iniciado un proceso de diversificación de sus mercados de compra para ir minimizando su hasta entonces acentuada dependencia de los países árabes. Finalmente, y para sorpresa de algunos, la larga duración de aquel viaje oficial tuvo su gran colofón en el breve pero intenso paso del presidente mexicano por Navarra: primero, por Pamplona y, después, por Caparroso; aquel pueblo, asentado sobre una de las riberas del río Aragón, lo recibió con honores de jefe de Estado y lo nombró alcalde honorario, y no sólo porque allí nació Alonso López del Portillo, quien en el siglo XVI partió rumbo a la Nueva España y al otro lado del Atlántico plantó el árbol genealógico de aquel que, siglos más tarde, acabaría siendo el nuevo presidente de México. 3 Sánchez; Landavazo, “La crisis entre México y España”, pp. 95-120. 4 Véase el capítulo “Gustavo Díaz Ordaz: el embajador de los 12 días”, en Sola Ayape, El reencuentro de las águilas, pp. 118-156.

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En Caparroso, López Portillo se mostró ante España como un español más, consumando así su anhelo de convertir su árbol genealógico en un capital simbólico que, debidamente gestionado, le permitiera lograr su acercamiento definitivo a la España del rey Juan Carlos. Por momentos, la normalización de relaciones se hizo entre dos españoles –un monarca español y un mexicano de Caparroso–, hasta el punto de hacer de este pueblo navarro una especie de improvisada capital del restablecimiento de las relaciones hispano-mexicanas.5 En este sentido, y si bien son diversas las vías de información y también distintas las fuentes documentales para el conocimiento y estudio de esta importante coyuntura histórica, tan determinante en la intrahistoria de las relaciones entre México y España, el Archivo General de la Nación de México –conocido por su siglas como AGN– atesora una valiosa información entre sus copiosos fondos, relacionada precisamente con el viaje oficial del presidente López Portillo a España en aquel mes de octubre de 1977. De hecho, por su origen, la documentación que aquí se analiza proviene del “Archivo Gubernamental del C. Presidente de la República, 1976-1982”, del fondo Presidencia de la República, presidente José López Portillo, serie Secretaría de Relaciones Exteriores, caja 2345 y expediente 37414. Este expediente mecanografiado intitulado “Visita a España del Presidente López Portillo, del 8 al 16 de octubre de 1977”, se encuentra en un buen estado de conservación y, desde el punto de vista formal externo, se articula en torno a siete grandes apartados, a saber: 1. Programa de la visita del presidente López Portillo. 2. Composición de la delegación. 3. Carpeta operativa. 4. Documento para la prensa (comunicado conjunto). 5. Discurso de respuesta. 6. Informes de nuestra embajada relativos a la visita. 7. Recortes de prensa extranjera enviados por nuestra embajada.

5 Sola Ayape, El tlatoani de Caparroso, 306 pp.

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A su vez, la “carpeta operativa” –apartado tres–, de la que nos valemos para escribir estas páginas, contiene un largo y detallado informe sobre muchos aspectos vinculados con España –políticos, sociales, económicos, etcétera–, así con las relaciones hispano-mexicanas y, en general, con la vinculación de España con el mundo en aquellos años de abierta transición democrática. Asimismo, y desde un punto de vista formal, el índice del informe contiene los ocho apartados siguientes: 1. Datos históricos. 2. Breve reseña histórica. 3. Forma de gobierno. 4. Situación política actual. 5. Situación económica actual. 6. Política exterior de España. 7. Relaciones entre México y España. 8. Temas de conversación que interesan a México y que interesan a España. Por su naturaleza “operativa” –y como es de imaginar–, el origen de la fuente se encuentra en la necesidad de la Secretaría de Relaciones Exteriores de reunir y después proveer de información precisa y variada sobre aquella España en transición a la democracia, que venía dejando atrás, aunque no sin problemas, el largo pasado franquista. Si la razón de ser de la fuente hay que vincularla con la visita oficial de López Portillo a España, deducimos que su manejo estaba pensado para uso exclusivo del cuerpo de funcionarios que acompañaron al presidente en su viaje a Madrid, especialmente por las consideraciones y hasta recomendaciones que de manera explícita se hicieron en el mismo. No obstante, no hay que descartar que algunos de sus apartados fueran también compartidos con los medios de comunicación, especialmente, mexicanos que cubrieron puntualmente la visita de Estado. En síntesis, el presente expediente, elaborado minuciosamente en las oficinas de Tlatelolco, se convierte en una fuente documental de primera mano por tratarse de una excelente radiografía política, social y económica de la España de los años setenta, tal y como se verá a continuación. A lo largo de sus páginas, todas ellas sin foliar, se fueron identificando aspectos 66

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tan interesantes como la estructura y funcionamiento del nuevo Estado español, sus leyes fundamentales en vigor, el proyecto de reforma política, las particularidades de los tres poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), así como, y entre muchos aspectos más, la incidencia de la pesada herencia del franquismo, el papel de los diferentes actores –pueblo, ejército, Iglesia, partidos políticos o sindicatos–, así como problemáticas tan distintas como los nacionalismos secesionistas (vasco y catalán, principalmente) o el fenómeno de la llamada “pornocracia”, es decir, aquella repentina –aunque fugaz–, obsesión por la cultura del porno y el destape, como clara muestra de la liberación sexual tras cuatro décadas de represión moral. Pues bien, partiendo del conocimiento y análisis de la suculenta información de este expediente de naturaleza diplomática, a continuación se presenta la visión puntual que desde el México lópez-portillista se tenía de aquella transición democrática española, en ese entonces dirigida bajo el timón de la jefatura del Estado del rey Juan Carlos I. No se oculta que detrás de esta reunión estratégica de información se encontraba el afán de concebir una política exterior mexicana hacia España no sólo para superar los fantasmas del pasado, sino para vertebrar un presente y futuro de estrecha colaboración mutua y de intercambios recíprocos no con la “madre patria”, sino con la hermana España. 2. Reseña histórica sobre España De entrada, hay que decir que el informe de la “carpeta operativa”6 comenzaba con la incorporación de un cuadro de “datos históricos” que, a modo de radiografía, reunía una primera y muy básica información sobre España en los años setenta que, en ese entonces, contaba con una población de 35’783,000 personas –48% del área rural y 52% de la zona urbana–, de las cuales 13’144,466 (37%) formaban parte de la población económicamente activa. Así, y por ejemplo, se decía que, en cuanto a su organización política, 6 AGN, Presidencia de la República, presidente José López Portillo, serie Secretaría de Relaciones Exteriores, caja 2345, exp. 37414. Habida cuenta de que se trata de un gran expediente sin foliar, los entrecomillados que se irán presentando están sacados de esta fuente documental, advirtiendo oportunamente cuando la información utilizada se obtenga de otras procedencias, sobre todo, bibliográficas.

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España era “un Estado católico, social y representativo, constituido en Reino”, que tenía por jefe de Estado a un monarca –Juan Carlos de Borbón–, por jefe de Gobierno a Adolfo Suárez González, por ministro de Asuntos Exteriores a Marcelino Oreja Aguirre y por ministro de Comercio y Turismo a Juan Antonio García Díaz. A su vez, se hacía la indicación de que el país pertenecía a diversos organismos internacionales como la ONU, a “organismos especializados” como el GATT (Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles), la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), el FMI (Fondo Monetario Internacional) y el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), haciéndose también la mención de que España había firmado en junio de 1970 un “acuerdo preferencial” para comerciar con la CEE (Comunidad Económica Europea). En cuanto al capítulo de las cifras económicas, se señalaba que en 1975 el producto nacional bruto español había sido de 84.525 millones de dólares, habiéndose registrado un incremento anual promedio de 8% desde 1958 hasta 1970, con un estimado de 1.4% para 1975 y con una tendencia inflacionista para 1977 de 30%. En materia de detalles, y con respecto a la distribución por sectores de la población económicamente activa, se hacía la siguiente constatación y además en este orden: agricultura, silvicultura, caza y pesca (26.1%); industria extractiva (0.9%); industria de transformación (27.3%); construcción (9.0%); electricidad, agua y gas (0.7%); comercio (12.0%); transportes (5.2%) y otros servicios (18.8%). En materia de importaciones, se señalaba que España venía comprando a otros países –entre otros productos de interés–, petróleo crudo, maíz amarillo, soya, aviones, café, carne de bovino congelada, hierro, hulla, algodón sin cardar, tabaco en rama y piezas para automóviles. A tenor de este prontuario de datos, se deduce que en los años setenta España se encontraba en claro proceso de tránsito de la dictadura a una democracia –todavía sin una carta magna–, con un cierto nivel de presencia internacional –aun siendo un país europeo que no pertenecía al consorcio de países democráticos vecinos–, con una fuerte presencia de la población rural y un sector primario de gran peso económico y, por último, con una acentuada dependencia comercial hacia ciertos productos estratégicos como el petróleo. De este modo y por el cariz de este breviario de información, no había dudas acerca de las intenciones del México de López Portillo 68

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por vertebrar unas relaciones diplomáticas con España donde hubiera una fuerte dominancia de los aspectos comerciales y económicos, dirigida de entrada a reequilibrar la deficitaria balanza comercial que venía arrojando considerables saldos negativos. BALANZA COMERCIAL DE MÉXICO CON ESPAÑA, 1970-1976 (MILES DE DÓLARES)7 Año

Exportaciones

Importaciones

Saldo

1970

14.036

30.257

-16.221

1971

10.254

40.005

-29.751

1972

15.479

58.555

-43.076

1973

33.319

60.275

-26.956

1974

46.772

71.467

-24.695

1975

19.985

58.103

-38.118

1976

23.157

51.475

-28.318

Junto a la semblanza de aquella España, incluidos estos datos comerciales favorables, el informe de la carpeta operativa daba paso a un segundo apartado para presentar una “breve reseña histórica”, tan breve como peculiar, ya que se remontó hasta los tiempos de la antigüedad cuando la Península Ibérica estuvo habitada, primero, por iberos, y después por fenicios, cartagineses y romanos. Para la ocasión, es importante significar los apuntes históricos que se hicieron del siglo XX, comenzando por el señalamiento de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 que “favorecieron a los republicanos, por lo que Alfonso XIII y su familia se vieron obligados a abandonar España”. En esta nueva coyuntura republicana –segunda en la historia contemporánea española tras la primera tentativa del siglo XIX (febrero de 1873-diciembre de 1874)–, “Niceto Alcalá Zamora fue elegido por las Cortes, en 1931, Presidente de la República”. 7 Para esta reunión de datos que confirmaba la tendencia negativa de la balanza comercial de México con respecto a España, la Secretaría de Relaciones Exteriores se basó en la información proporcionada por la Dirección General de Estadística, que fue incorporada en el informe que dio cuerpo a la carpeta operativa del viaje presidencial a España en octubre de 1977.

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Así se daba cuenta de que “las medidas del gobierno (leyes de libertad de cultos, reforma agraria, etcétera) provocaron mucha oposición”, además se señala que en las elecciones de 1933 “triunfaron los radicales” y en las de 1936 el Frente Popular, “el cual destituyó a Zamora y eligió presidente de la República a Manuel Azaña”. Con estos antecedentes poco después, el 18 de julio de 1936 estallaba en Marruecos “una rebelión militar, siendo el comienzo de la Guerra Civil española (1936-1939)”, donde el general Franco se puso “al frente de la rebelión, la cual, con la ayuda de Italia y Alemania, lograba triunfar en todo el territorio mediante la rendición de Madrid del 28 de marzo de 1939”. Finalmente, también se señalaba que durante la Segunda Guerra Mundial España “se mantuvo neutral”, que fue hasta 1955 “cuando ingresó en las Naciones Unidas” y que a la muerte de Franco, acaecida en noviembre de 1975, “el príncipe Juan Carlos de Borbón, nieto de Alfonso XIII, fue proclamado rey, de acuerdo con las leyes y la designación efectuada por el general Franco en 1969”.8 Con estos últimos apuntes se cerraba esta breve pero significativa reseña histórica sobre España, desde la presencia de los iberos hasta la reciente restauración de la monarquía borbónica tras la muerte de Franco. Este considerable esfuerzo de síntesis –donde no se hizo alusión alguna a la Nueva España– dejó, sin embargo, cinco interesantes señalamientos a modo de advertencia para todos aquellos que, de una forma u otra, iban a hacer uso de esta carpeta operativa durante su viaje oficial a España: primero, las grandes tensiones políticas internas vividas durante la Segunda República española y las dificultades para gestar un proyecto de país conjunto; segundo, la calificación de rebelión militar al alzamiento nacional del 18 de julio de 1936; tercero, el señalamiento del general Franco como responsable y líder, aunque con la ayuda militar del nazi-fascismo de la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini; cuarto, la restauración monárquica en España y la consiguiente proclamación del príncipe Juan Carlos de Borbón como nuevo rey de España, conforme a los dictados de las leyes franquistas del momento; quinto, la presencia del nuevo rey como jefe de Estado español por designación del general Franco en 1969, esto es, conforme 8 Sobre los fundamentos de la política exterior hacia la España de Franco, véase Sola Ayape, “De Cárdenas a Echeverría” (en prensa).

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a la proclamación de las Cortes franquistas del 22 de julio, que vinieron a sancionar el deseo explícito del dictador de designar como su sucesor al príncipe Juan Carlos, obviando, en consecuencia, el orden sucesorio natural que correspondía a su padre Juan. De hecho, y como contrapartida, fue en ese entonces cuando Juan Carlos hizo juramento de fidelidad a los principios del Movimiento Nacional y demás Leyes Fundamentales del Reino. 3. La transición política española: del general Franco al rey Juan Carlos Con estas particularidades señaladas desde las oficinas de Tlatelolco, se inició en España lo que a la postre acabaría siendo un irreversible proceso de transición hacia la democracia, donde el nada fácil desmantelamiento de las estructuras de la dictadura franquista fue conviviendo durante un tiempo con el progresivo establecimiento de un Estado de pleno derecho y libertades. Precisamente, y al respecto, la “forma de gobierno” fue el tenor que encabezó uno de los apartados que configuró la mencionada carpeta operativa, dadas las singularidades que iban nutriendo el tránsito político en España. Así, se decía que el español era “un Estado católico, representativo y democrático constituido en Monarquía parlamentaria” y se hacía la advertencia de que España aún no tenía una Constitución –misma que sería aprobada en referéndum por el pueblo español el 6 de diciembre de 1978–, y que “su vida política” se regía todavía por las “Leyes Fundamentales del Reino”. Éstas no eran otras que ese gran corpus legislativo del franquismo conformado por las siguientes disposiciones legales: el Fuero de los Españoles, del 17 de julio de 1945 –y no 1975, como se señala en el expediente–; el Fuero del Trabajo, del 9 de marzo de 1938; la Ley Constitutiva de las Cortes, del 17 de julio de 1942; la Ley de Sucesión, del 26 de julio de 1947; la Ley de Referéndum Nacional, del 22 de octubre de 1945 y la Ley Orgánica del Estado, del 10 de enero de 1967. A su vez, se hacía la expresa indicación de que este marco legislativo franquista venía conviviendo ya con la Ley para la Reforma Política, aprobada en referéndum el 15 de diciembre de 1976.9 9 El discurso político de la transición democrática española se fue legitimando paulatinamente mediante su vinculación con la idea de cambio y democracia. Véase Del Águila, “La dinámica de la legitimidad”, en Cotarelo (comp.), Transición política, pp. 58 y 59.

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A pesar de que esta ley no fue producto del consenso, a la postre acabó marcando el “punto de inflexión” que permitió construir un régimen democrático en España.10 En cuanto a su estructura orgánica, se hacía el señalamiento de que el Estado español se asentaba sobre dos principios constitutivos de primera magnitud: “la institución monárquica” y “el recién declarado principio de democracia representativa”. Y esto así, porque en ese momento España se encontraba en “un proceso constituyente” en el que debían “coexistir actualmente las antiguas leyes franquistas con las fórmulas que ofrece la ley de Reforma Política”. De este modo, el viaje del presidente López Portillo a España iba a coincidir con el estudio por parte de las Cortes españolas de una nueva Constitución “que sustituya a las leyes fundamentales”, donde, desde un punto de vista procedimental, “las iniciativas de reforma constitucional correspondían al gobierno y al Congreso de los diputados”. El cuadro siguiente revela la complejidad del panorama político español, tras la celebración el 15 de junio de 1977, de las primeras elecciones legislativas tras la muerte de Franco y la conformación fragmentada de un parlamento dominado, en ese entonces, por la Unión de Centro Democrático del presidente Adolfo Suárez. ESTRUCTURA DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS EN ESPAÑA TRAS LAS ELECCIONES DE 197711 Candidatura

Votos %

Escaños

Unión de Centro Democrático (UCD)

34.5

165

Partido Socialista Obrero Español (PSOE)

29.4

118

Partido Comunista de España (PCE)

9.4

20

Alianza Popular (AP)

8.2

16

Pacte Democràtic per Catalunya (PDC)

2.8

11

Partido Nacionalista Vasco (PNV)

1.6

8

10 Gómez, La monarquía parlamentaria, p. 52. 11 Ruiz, La España democrática, p. 37.

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Candidatura

Votos %

Escaños

Partido Socialista Popular-Unidad Socialista (PSP-US)

4.5

6

Unió del Centro i de la Democracia Cristiana de Catalunya (UC-DCC)

1.0

2

Esquerra de Catalunya-Front Electoral Democràtic (EC-FED)

0.8

1

Euskadiko Ezkerra-Izquierda de Euskadi (EE-IE)

0.3

1

Candidatura Aragonesa Independiente del Centro (CAIC)

0.2

1

Candidatura Independiente del Centro (CIC)

0.2

1

Otros

7.2

0

En la misma línea y en este apartado del informe de la carpeta operativa, se hacía la observación de que la estructura del Estado español se asentaba “en el triángulo de poderes Iglesia, Ejército y Capital”, aunque la ley para la reforma política declaraba que “el Estado se sustenta en la voluntad popular”, algo que advertía con claridad que las leyes las debían elaborar y aprobar las Cortes, aunque “tocando al rey su sanción y promulgación”, precisamente la figura troncal en aquel nuevo modelo en gestación por ejercer el poder ejecutivo “por medio del jefe de gobierno, por el Consejo del Reino y el Consejo de Ministros”. Si bien el poder legislativo se componía –y así sigue siendo–, de dos cámaras –la del Congreso (350 escaños) y la del Senado (207 senadores)–, el rey se reservaba en ese entonces “la potestad de designar hasta una quinta parte de senadores”. A su vez, se hacía la observación de que los proyectos de ley aprobados por el Congreso de los diputados por mayoría absoluta, se sometían al Senado y en caso de no ser aprobados por este último “será una comisión mixta la que decida sobre la aprobación de los proyectos de ley”. Como bien se apunta en la carpeta operativa las Cortes españolas venían rigiéndose “por los lineamientos generales de la Ley de Reforma Política, ya que aún no existen los reglamentos que regulen su actuación”. En cuanto

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al Poder Judicial, venía estando “ligado a la jefatura del Estado, a través del ministerio de Justicia”, aunque “tiende a su autonomía, y a la creación de un único sistema judicial, tradicionalmente fraccionado en los ramos militar, eclesiástico, de orden público, etcétera”. Finalmente, con respecto al sistema de gobierno, se advertía del gran peso del centralismo “que ejerce el gobierno de Madrid”, aunque, “dadas las corrientes federalistas y nacionalistas de algunas regiones, se prevé una pronta federalización de España”; se hacía la observación de “la autonomía provisional de la Generalitat de Cataluña y las avanzadas negociaciones con las entidades nacionalistas de las Vascongadas”.12 En este sentido, otro de los apartados del informe de la carpeta operativa estuvo dedicado a elaborar una síntesis de la “situación política actual” de España, fruto de la complejidad partidista que presentaba España sin Franco, una vez que se había legalizado el Partido Comunista de España, en la Semana Santa de ese mismo 1977.13 De entrada –y al respecto–, se adelantaban tres importantes valoraciones: primera, que las elecciones parlamentarias del 15 de junio de 1977 habían sido “un éxito de civismo”; segunda, que el pueblo español había hecho un ejercicio “de madurez política”; tercera, a pesar de estas primeras e importantes manifestaciones la configuración parlamentaria era “difícilmente armonizable”. De este modo, ante tal condicionante, se recordaba que el partido que más votos había obtenido era el Partido Socialista Obrero Español (29%), aunque la coalición “Unión del Centro Democrático”, conformada por un conglomerado de 12 partidos, había sido la formación más votada (34%), a pesar de que, con esta unificación para las elecciones, “apenas pudieron remontar al PSOE”. En el fondo, pensando en alguna clave de gobernabilidad, se advertía que estas 12 formaciones políticas presentaban “programas políticos, sociales y económicos diferentes” y que “su única afinidad” era “el centrismo democrático, término muy subjetivo para hacer una unidad consistente”. En efecto, recordemos que esta coalición estuvo conformada por partidos de matriz ideológica distinta, bien de procedencia democristiana, 12 Sobre la nueva organización del Estado español en el marco de aquella transición democrática, véase Vilas, “La organización territorial”, pp. 219-242 y De Blas, Andrés, “Estado de las autonomías”, pp. 105-120. 13 El País, 10 de abril de 1977, p. 1.

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socialdemócrata, liberal o regional. Entre ellos, se encontraba el Partido Demócrata Cristiano de Fernando Álvarez de Miranda e Iñigo Cavero; la Federación Social Demócrata de José Ramón Lasuén Sancho; el Partido Social Demócrata de España de Francisco Fernández Ordóñez y Rafael Arias Salgado; el Partido Popular de Pío Cabanillas, Emilio Attard y José Pedro Pérez Llorca; la Federación de Partidos Demócratas y Liberales (FPDL) de Joaquín Garrigues Walker y Antonio Fontán o, por citar a un regionalista, el Partido Social Liberal Andaluz de Manuel Clavero. De cara a futuros pactos de estabilidad gubernamental, en el informe también se advertía que los partidos centristas eran “difícilmente conciliables con la derecha representada por Alianza Popular que obtuvo 8% del sufragio”, mientras que en la franja política de la izquierda se veían “más factibles las alianzas parlamentarias del PSOE con el Partido Socialista Popular de Enrique Tierno Galván, con su 4% de electorado, y con el Partido Comunista de España, un 8%, cuya tendencia eurocomunista lo acerca al socialismo”. Sin embargo, a pesar de que “históricamente la fórmula socialismocomunismo del Frente Popular de 1936 fue un fracaso”, se registraba que “el sector renovado del PSOE”, de Felipe González, no se había cerrado “a la posible alianza”, a pesar de que los dirigentes socialistas venían sosteniendo “una postura intransigente de no aceptar formar parte del gobierno”. No obstante, también se atestiguaba que, aunque “tácitamente” el PSOE había aceptado “el plan económico del gobierno”, su brazo sindical –la Unión General de Trabajadores– se venía negando a aceptar “el pacto social que propone Suárez, bloqueando así cualquier avance socio-económico, desgastando por esta vez al tercer gobierno de la monarquía, propiciando así su ascensión al poder desde el parlamento, en el que mantienen la segunda posición”.14 Como se verá más adelante, a pesar de la grave situación económica que vivía aquella España, faltaban unos meses para la 14 En palabras de Reynaldo Yunuen Ortega, “si el Rey y Suárez actuaron como lo hicieron, se debió a la presión desde abajo que clausuró otras alternativas. [...] Hubo un aumento creciente en las movilizaciones de la sociedad civil, dirigida por las organizaciones de trabajadores y estudiantes, durante los años cincuenta y sesenta, y coordinada alrededor de los partidos políticos de oposición, en los setenta”. Ortega, “Tipos de transición”, en Ortega (ed.), Caminos a la democracia, pp. 276 y 284.

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firma de los Pactos de la Moncloa, que sentaron las bases para la gradual recuperación socioeconómica. Ante semejante diagnóstico –y como era de prever–, el informe de la carpeta operativa también se hacía eco de que el panorama parlamentario español era especialmente “incierto”, porque “el partido del centro democrático” tenía una “mayoría muy precaria, sujeta a los bloques que se creen en las votaciones, en las que tendrán un papel determinante las minorías parlamentarias de los partidos regionalistas, cuya definición no los enmarca dentro de los problemas nacionales”. A esto hay que añadir el gran reto pendiente de la agenda política de aquella transición española a la democracia, esto es, la necesidad de ir consensuando un proyecto constitucional, por consiguiente, “los grandes debates que se esperan en las cámaras serán sin duda los de la aprobación de la nueva Constitución, cuyo pluralismo deberá ser evidente: el de la autonomía regional y los referentes a temas económicos”.15 Asimismo, no se oculta la expectación generada ante las elecciones municipales, que “históricamente provocaron la caída de la Monarquía”, y que finalmente tuvieron lugar en la España democrática el 3 de abril de 1979. Como se menciona en el informe, “originalmente y de acuerdo con la ley, las elecciones municipales estaban previstas para el mes de marzo de 1977; sin embargo, fueron aplazadas para dar margen a un mejor desarrollo de las parlamentarias, a través de un control municipal de las fuerzas políticas en el poder”. Así, “con el mayor acceso al poder que tienen actualmente los grupos de oposición, gracias a la configuración parlamentaria, es posible que las elecciones municipales disminuyan el margen entre el centro y la izquierda, máxime que ante el Pueblo se está desacreditando el gobierno centrista debido al acrecentamiento de la crisis económica”. En este entonces, hay que decir que C ganaría las elecciones con 30.63% de los votos (28,960 concejales), mientras que el PSOE quedaría como segunda y gran fuerza política con 28.17% de votos (12,077 concejales). En este sentido, y como se apunta, el informe sobre el panorama político español también se hacía eco de la cuestión de la autonomía 15 En palabras de Fuentes Quintana –creador del borrador de los Pactos de la Moncloa, que después se sometió a revisión y discusión–, “la suerte de los Pactos estuvo asociada a la suerte de la Constitución”. Fuentes, “De los Pactos de la Moncloa”, en García (dir.), Economía española, p. 34.

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regional –catalogada como “de intensa actualidad”–, ya que las elecciones municipales podían resultar “determinantes en la composición política de los ayuntamientos y, en última instancia, en la presión sobre el gobierno central”. Y esto así, porque tradicionalmente “los partidos de izquierda se han pronunciado por un autonomismo regional que los coloca en posición de superioridad sobre otros grupos”. En materia de ejemplos se recordaba que los “conflictos más serios” se venían situando en la provincia de Vizcaya, “donde los extremistas pretenden incluso separar a la región de España”, así como en Cataluña, “donde el día 29 de septiembre fue concedida la autonomía y restablecida la ´Generalitat´ promovida por José Tarradellas y sustentada por un importante grupo parlamentario”. También se hacía alusión a Galicia, “donde recientemente ha surgido un movimiento autonomista que resultó con pocos sufragios en las elecciones parlamentarias”, y a las Islas Canarias, “en las que existe un separatismo alentado desde el exterior; por una parte, [desde] Argel, a través del Frente Polisario que estuvo auspiciando la independencia del territorio del Sahara Español y, por la otra, [desde] Marruecos, que sin una reivindicación formal ha venido afectando los intereses españoles en Canarias, cortando las ligas continentales de las Islas”. Otro de los problemas señalados desde las oficinas de Tlatelolco estaba vinculado con el necesario y nada fácil proceso de desmantelamiento de las estructuras del viejo régimen dictatorial, señalando, de manera muy puntual, a los tres grandes poderes fácticos del momento: el Ejército, el Capital y la Iglesia católica. Así, “la permanencia de las estructuras militares de antiguos miembros del régimen franquista mantiene una situación de bloqueo frente a algunas iniciativas de reforma y, si bien el ejército ha permanecido neutral ante los cambios visibles en la política, sigue afectando los cambios profundos”. De igual forma, el capital venía haciendo “presión sobre los medios políticos, propiciando una situación económica crítica” y, por último, la Iglesia, “que mantiene tradicionalmente posiciones políticas y económicas muy importantes, está realizando un juego velado que incide en el proceso de reforma política”. En síntesis, y desde el señalamiento de esta compleja problemática que condicionaba puntualmente el éxito de aquella transición democrática, se hacía el señalamiento último de que “la verdadera lucha política [estaba] entablada entre el pueblo [español] –cuya

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conciencia política despierta rápidamente– y los estamentos representativos del antiguo régimen”. 4. La radiografía económica de una España en crisis En buena medida, y tal y como se ha anunciado más arriba, la garantía de éxito de aquella transición hacia la democracia pasaba por resolver la grave crisis económica en la que estaba sumida España, aquejada de graves problemas de descapitalización, de ausencia de inversiones internas y externas, de una elevada e incontrolada inflación y, de manera especial, todo lo acentuado por los muchos recelos que venía despertando la conformación del nuevo modelo político y de Estado, donde su principal timonel –el monarca– había logrado una restauración monárquica por expreso deseo de Franco.16 Ante estas circunstancias, el informe incorporado en la carpeta operativa del viaje presidencial incluyó un conciso apartado sobre los distintos pormenores que permitían explicar la delicada situación económica por la que venía atravesando aquel país, que por vez primera iba a visitar un presidente mexicano. Tras las elecciones generales, y una vez conformado el nuevo gobierno democrático de Adolfo Suárez, un grave problema se presentó delante de los actores que venían asumiendo diferentes niveles de responsabilidad ejecutiva. De esta forma, “al caer el telón político con las elecciones parlamentarias, aparece ahora en la escena española un oscuro panorama económico, que venía siendo soslayado deliberadamente por los anteriores gobiernos de la monarquía”. Como si de una calculada estrategia de dosificación se tratara, se advertía que, “de repente”, se había “permitido al pueblo darse cuenta de la crisis, agravando la situación, pues cierto pánico está trascendiendo de los círculos económicos a la calle, donde el trabajador, el pequeño ahorrador y el consumidor están seriamente preocupados por la evolución del desempleo, la caída de la bolsa, el aumento del costo de vida, etcétera, repercutiendo en paros y huelgas, contracción del ahorro y disminución del consumo”.17 16 Sobre el peso de la cuestión económica durante la transición democrática española véase, y a modo de ejemplos, Aguirre, La política económica de la transición española, 288 pp. y Martínez, La transición económica de España, 382 pp. 17 En palabras de Del Águila y Montoro, “si el consenso se utilizó como un argumento de fortalecimiento de la democracia y una cooperación en esa dirección, no cabe duda de que fue

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Ante tal situación el presente informe del viaje presidencial dio cuenta de cinco importantes problemáticas entrelazadas, y cuya alargada sombra se cernía sobre el oscuro panorama de la economía española en 1977: a) La descapitalización. Ante el horizonte de riesgos que venía ofreciendo el cambio político en España, principalmente “ante el desmantelamiento del sistema de sindicatos verticales que propiciaban una estabilidad laboral”, en el informe se decía que los capitales, especialmente industriales, se iban retirando “de las actividades más riesgosas, encauzándose, principalmente, a las inversiones inmobiliarias o a la especulación, cuando no a la evasión de divisas”. A su vez, se comentaba que la salida de capitales hacia el exterior era una condición “no menos considerable, del cual se tiene indicadores poco precisos que la sitúan en 200 mil millones de pesetas en los dos últimos años”. b) La desaceleración de la producción. La descapitalización industrial, la falta de nuevas inversiones, la creciente reacción laboral con huelgas y paros y, por otra parte, la contracción de la demanda tanto nacional como externa habían generado, tal y como se señaló en el informe, “una caída considerable de la producción con sus repercusiones en desempleo e inflación”. c) El desempleo. Ambos factores precedentes venían afectando directamente a la tasa del desempleo, que en ese entonces se estimaba en torno a 8% de la población económicamente activa, con un registro en términos absolutos de 1’400,000 desempleados. El fuerte desempleo, que también se explicaba por la caída de la actividad productiva, se debía al “retorno a España de un número importante de trabajadores emigrantes, que anteriormente se situaban en los mercados de trabajo de Europa”. d) La inflación. La fuerte presión inflacionaria era, sin lugar a dudas, uno de los grandes problemas que aquejaban a la economía española, con el también a costa de que determinados temas […] no fueran lanzados al tapete de la discusión política. En este sentido, el consenso no fue un argumento de diálogo y comunicación, sino justamente lo contrario: un argumento silenciador”. Del Águila; Montoro, El discurso político, pp. 131 y 132.

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consiguiente, inmediato y negativo impacto en la economía doméstica de la población. Como se ha indicado, la inflación rondaba por 30%, resultado directo de “la desaceleración productiva y la baja de la demanda, además de la dependencia de los suministros del extranjero, sobre todo en materia energética, cuyos precios se han venido incrementando considerablemente desde el otoño de 1973”. A pesar de las medidas de austeridad adoptadas por el gobierno de Suárez, especialmente en cuanto al control del gasto público, no se había logrado detener la espiral inflacionaria “que amenaza con agravarse ante las reivindicaciones obreras que solicitan aumento de salarios”. e) La deuda exterior. Este problema era el quinto de los aspectos abordados en el informe de la carpeta operativa. Se le vinculó directamente con la crisis económica, primero, porque los bienes y servicios españoles resultaban “menos competitivos a la exportación” y, segundo, porque las necesidades productivas españolas dependían de bienes de importación “difícilmente sustituibles”, como el petróleo y sus derivados, “de los cuales España depende en un 80% para cubrir sus necesidades”. Esta doble situación había llevado al país “a mantener un déficit crónico de balanza comercial” que venía gravando “fuertemente el sector externo”. Por eso, se recordaba que España había incrementado el consumo de crudo en 21%, mientras que Europa lo había reducido en 18% desde 1973. A pesar de esta notable disparidad, se hacía la constatación de que el gobierno español todavía no había definido “un plan energético que frene este problema”. Junto a estas cinco inconveniencias que venían aquejando fuertemente a la economía española en aquellos años de transición a la democracia, se señalaban otras más como los efectos retardados de la crisis del petróleo de octubre de 1973, por sufrir “aún las consecuencias del reajuste económico que ocasionó la recesión europea”; el retorno de trabajadores emigrantes que no sólo tenía su incidencia en el mercado de trabajo interno, sino que había mermado las remesas de divisas –“que es un rubro importante en la balanza de pagos española”– y, finalmente, la sobrevaluación de la peseta que, “aún después de su depreciación en el mes de julio, incide desfavorablemente en 80

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el desarrollo de la balanza de bienes y servicios”. Así, y en este último rubro, se indicaba que la evasión de pesetas estaba siendo empleada por los países extranjeros para “pagar bienes y servicios adquiridos en España, por lo que la economía española no recibe suficientes divisas extranjeras para financiar sus compras”. Así analizado este adverso panorama de la economía española convergía, como se ha señalado anteriormente, “con una situación sociopolítica muy incierta” que hacía “temer ciertos descalabros económicos durante el tercer trimestre del año, una vez restablecida la actividad después de las vacaciones”. Y, a pesar de que el gobierno había congelado los precios y “devaluado recientemente la peseta un 24%”, se estimaba que “la incapacidad de los dos gobiernos anteriores de la monarquía por resolver la situación se vería agravada por la intervención del parlamento y todas las tendencias económicas allí representadas”, así como por “la presencia de sindicatos libres”, por lo que “puede resultar más difícil de resolver la situación”. Ciertamente, el arreglo de la situación económica era premisa para la credibilidad democrática y garantía indispensable para la gestación de la nueva Constitución, la conformación del proceso político, la consolidación de las estructuras del Estado y, finalmente, legitimidad de un rey al frente de la jefatura del Estado sin pasar por ningún tipo de aval plebiscitario. La necesidad de llegar a acuerdos por medio de la vía del consenso de las distintas fuerzas se tradujo en los llamados Pactos de la Moncloa, de octubre de ese año, que tenían como punto de partida “la constatación de que la crisis existía” y que, para afrontarla, era precisa “la colaboración de todos los agentes económicos y un programa de saneamiento y reforma de aspectos fundamentales de la economía nacional”.18 A su vez, aquellos acuerdos, donde todos los agentes ganaron algo desde la renuncia a algunas de sus peticiones iniciales, evidenciaron “un amplio consenso básico en torno a la economía social de mercado como futuro sistema socioeconómico”.19 Por cierto, el presidente López Portillo acabó siendo un testigo de excepción de aquel proceso de negociación de los Pactos de la Moncloa.20 18 Tusell, La transición española, p. 181. 19 Powell, España en democracia, p. 208. 20 El contenido completo de los Pactos de la Moncloa puede consultarse, entre otros, en Rubio, “Algunos textos significativos”, en Cotarelo (comp.), Transición política, pp. 473-487.

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Su presencia en España y el encuentro personal con muchos de los actores políticos y sindicales que hicieron posible la consumación del ejercicio de consenso le ayudaron a madurar un juicio propio sobre los mismos. A este respecto, y en palabras del presidente mexicano, “todos los partidos políticos –y creo que ésta es la clave del asunto– han reconocido que ahora y aquí en España no hay más alternativa que seguir en una economía de mercado”.21 5. A modo de final Como se ha visto a lo largo de estas páginas, y en el marco del viaje oficial de José López Portillo a España, en octubre de 1977, la Secretaría de Relaciones Exteriores se dio a la tarea de elaborar un minucioso informe para uso interno de los miembros de la nutrida delegación que acompañaron al presidente de México. Página a página, la “carpeta operativa” se fue enriqueciendo con estadísticas diversas, valoraciones cuantitativas, consideraciones cualitativas, infinidad de datos de todo tipo y, finalmente, con un sinfín de detalles más sobre diferentes aspectos de la vida política, social, económica y cultural de aquella España en declarada transición hacia la democracia tras el largo pasado franquista. Aunque no se registra constancia de ello, es de imaginar que el embajador José Gómez Gordoa estuvo detrás del mismo. Más allá de los diferentes réditos operativos que podían obtenerse del manejo de esta información, el conocimiento de aquella España –sin dictador pero con rey– se convertía en una estrategia de primer orden no sólo porque se acababan de normalizar las relaciones diplomáticas tan sólo unos meses antes (marzo de 1977), sino porque entre ambos países había una gran ignorancia después del paréntesis del franquismo. En consecuencia, no se oculta que el conocimiento de las partes, con la consiguiente eliminación de prejuicios y de estereotipos que tanto nutrieron la construcción del otro durante aquellas cuatro décadas, se convertía en una tarea crucial para

21 Presidencia de la República, El gobierno mexicano, pp. 132 y 144. Véase también El País, 16 de octubre de 1977, p. 8.

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asegurar el entendimiento mutuo que habría de nutrir el presente y el futuro de la relación bilateral.22 De este modo, la presente carpeta operativa que guarda el Archivo General de la Nación se convierte en una fuente documental de primera mano para conocer, y hasta comprender, la mirada del México lópezportillista sobre aquella España en transición hacia la democracia que, si bien daba pasos hacia adelante y se distanciaba del pasado franquista, todavía tenía pendiente el otorgamiento por la vía de referéndum de su nueva carta magna, la misma que fue aprobada por votación popular el 6 de diciembre de 1978. Por eso, y esto es importante recalcarlo, el valor de la fuente no reside únicamente en la información que nos brinda, sino en el registro puntual de los temas que señala. Por consiguiente, y entre otros, se hizo una especial alusión a la singular presencia de Juan Carlos en su doble condición de nuevo rey y de jefe del Estado, al marcado centralismo del aparato institucional estatal, a la fuerza del nacionalismo en Cataluña y País Vasco, a la tendencia hacia el federalismo como fórmula de vertebración administrativa y territorial, a la injerencia del jefe del Estado en el poder legislativo y judicial, a las primeras elecciones parlamentarias de mediados de junio de 1977 –“éxito de civismo y madurez política del pueblo español”, tal y como se dijo–, a la complejidad de la vida política ante la gran fragmentación partidista y, entre otros aspectos más, a la fuerte crisis económica que venía sacudiendo al país con registros inflacionarios de 30%. Así –y con esto cerramos–, la Secretaría de Relaciones Exteriores elaboró un minucioso informe para nutrir la carpeta operativa de aquel viaje presidencial de octubre de 1977 que, a la postre, y así lo entendemos, se convirtió en una evidencia clara de la mirada precisa que el México de López Portillo tenía sobre aquella España en transición hacia la democracia que, entre sus muchas singularidades, se contaba con un monarca al frente de la jefatura del Estado que, a su vez, había recuperado la titularidad de la Corona por expreso deseo del general Franco.

22 Un buen trabajo de investigación sobre la mirada de la prensa mexicana sobre aquella España en proceso de democratización, en Sánchez, “La transición española”, pp. 635-659.

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PORTALES

DE LA ARCHIVÍSTICA

R ESCATE DE LA MEMORIA DE UN COLECCIONISTA* María Sánchez Vega**

Resumen Muchos de los museos mexicanos no sólo resguardan obras históricas o artísticas, sino también acervos documentales o fotográficos, como es el caso del Museo Franz Mayer. En el presente texto, se hará un recorrido por los distintos momentos de organización por los que ha atravesado el acervo, actualmente denominado Fondo Documental Franz Mayer. Palabras clave: coleccionismo, archivo personal, Museo Franz Mayer.

Abstract Many of the Mexican museums not only safeguard historical and artistic works also documentary or photographic collections, it is the case of Franz Mayer Museum. This text shows the different moments of organization for which documentary heritage, now called Fondo Documental Franz Mayer, has gone through. Keywords: collectinng, personal archive, Museo Franz Mayer.

* Se agradece el apoyo brindado para la realización de este artículo a la licenciada Tania Vargas, quien actualmente es responsable de los acervos documentales, y al licenciado Ricardo Pérez Álvarez, director de Colecciones, ambos colaboradores del Museo Franz Mayer. ** Museo Nacional de Historia, INAH.

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Cada vez son más los museos que resguardan acervos documentales o fotográficos, los cuales muchas veces son legados a estas instituciones culturales tanto por coleccionistas como por académicos, y en otras ocasiones llegan ahí por mera coincidencia. En el caso del Museo Franz Mayer, el acervo documental y fotográfico más complejo, amplio y significativo, lo dejó el propio Mayer. Posteriormente, con la inclusión de otras colecciones, se recibieron los acervos que las acompañaban, tal es el caso de Wolfgang Paalen, pintor austriaco nacionalizado mexicano, y del platero norteamericano William Spratling. Comúnmente, la prioridad de un museo es la conservación y cuidado de la colección de objetos que exhibe y resguarda, por lo que los acervos documentales y fotográficos quedan en segundo término y esperan su turno para ser organizados y consultados. El Museo Franz Mayer comenzó con la organización de los acervos fotográficos, constituidos por las fotografías que Franz Mayer realizó o coleccionó (Fondo Fotográfico FM), fotografías digitales e impresas de las piezas de la colección (Fondo Colección FM), así como de las exposiciones temporales y la exhibición permanente del museo (Fondo Memoria Institucional).1 Aquí se hará un recorrido por los distintos momentos de organización por los que ha atravesado el acervo documental legado por Franz Mayer, actualmente denominado Fondo Documental Franz Mayer.2 Antecedentes Los archivos personales presentan características que no tienen los eclesiásticos o los civiles, ya que preservan la memoria del individuo que lo organizó sin seguir ninguna normativa. Al morir Franz Mayer, los miembros del patronato, en colaboración con el Banco de México, se dieron a la tarea de llevar a cabo las instrucciones dejadas en su testamento para formar un museo de arte. Para lograrlo debían 1 A partir de 2014 los fondos fotográficos y documentales se encuentran en una misma área, denominada Acervos Documentales, como parte de la Dirección de Colecciones del museo. 2 En lo relativo a los Fondo Wolfgang Paalen y el Fondo William Spratling, el primero se organizó y se le hizo un inventario como ejercicio primigenio al Fondo Documental Franz Mayer. El segundo sólo está registrado.

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encontrar un inmueble, así como realizar el registro de la colección legada, con el apoyo de investigadores doctos en el tema de las artes decorativas novohispanas. Los documentos que estaban en el despacho de su casa, en Reforma 960, fueron guardados en cajas, tal y como estaban en sus archiveros. Algunas de estas cajas se abrieron 25 años después de la muerte de este filántropo.3 Es relevante mencionar la dificultad de revisar un archivo de esta naturaleza, pues cuando el creador muere, los responsables de custodiar el acervo consideran la consulta como una intrusión a su vida privada. Sin embargo, la distancia histórica que se tuvo para su organización y catalogación permitió que este sentimiento se difuminara. Las cajas fueron trasladadas a un edificio de origen juanino, proporcionado en comodato al Fideicomiso Cultural Franz Mayer, que hasta la fecha sigue siendo la sede del museo. Asimismo, por más de dos de décadas, el conjunto documental se resguardó en la bodega de Colecciones. En ocasiones, algunas de estas cajas fueron revisadas sin ninguna sistematización por personal del Área de Investigación. Comienza la historia En el 2008, la doctora Ana Ortiz Islas, coordinadora del Área de Investigación, tuvo la iniciativa de organizarlo, y contó con el apoyo de la doctora Esther Aigner, quien comenzó a revisar las cartas en alemán y a traducirlas al español.4 Ya que no se contaba con un inventario de las cajas, resultaba complicado saber el total de las mismas, así como la cantidad de expedientes; por ello y para llevar a cabo el registro de información, la doctora Aigner diseñó un formato (fig. 1) en el que se anotaban los datos relevantes de las cartas traducidas al español. Esta tabla estaba conformada por los siguientes rubros: número, fojas, fecha, remitente, destinatario, personas relacionadas y asunto. 3 La información de cómo llegó el archivo a las instalaciones del museo fue proporcionada por Ricardo Pérez Álvarez, actual director de Colecciones, siendo él quien lo transportó con el apoyo del entonces director del museo, el licenciado Eugenio Sisto. 4 El 29 de diciembre de 2008, la doctora Esther Aigner realizó un reporte de las actividades que realizó durante ese año, y lo entregó al director del museo, licenciado Héctor Rivero Borrell. Asimismo, dejó en el Área de Investigación un archivo electrónico con las ocho cajas que revisó.

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FIG. 1. FORMATO ELABORADO POR LA DRA. ESTHER AIGNER PARA EL VACIADO DE INFORMACIÓN DEL ACERVO DOCUMENTAL.

En 2009, cuando la doctora Ortiz dejó la coordinación del Área de Investigación, la licenciada Rosa Dopazo retomó la revisión de archivo y contó con el apoyo tanto de la licenciada Martha Kuthy, quien estaba trabajando su tesis de maestría en estudios de arte acerca de Franz Mayer y el coleccionismo, como de quien suscribe este documento. Se decidió iniciar con la revisión de las cajas según se encontraban apiladas en la bodega de Colecciones, adaptando el formato para hacer el registro (fig. 2). Al formato original se le agregó el rubro de tema. Aunque en ese momento no se contaba con una información certera, se hizo un listado con aquello que parecía lógico y, en caso de ser necesario, era viable de ser modificado; los temas fueron: hobbies, actividades lucrativas, personajes a los que trató, contexto social, contexto cultural, coleccionista, artículos de oficina, artículos personales, asuntos domésticos, obra de invernadero y ampliaciones, aportaciones de caridad y obra. La revisión del acervo documental se llevó a cabo desde febrero de 2009 hasta junio de 20105 y se denominó Fondo Personal Franz Mayer. Se implantaron normas básicas, tanto de higiene y seguridad, como de procesos: se revisaron las cajas aleatoriamente y se identificaron con los números y leyendas en ellas escritos. La mayoría de los documentos se encontraba en carpetas rotuladas por Franz Mayer, por lo que se numeraron conforme al orden que tenían en las cajas. No se mezclaron ni se cambiaron de lugar, solamente se indicó con qué carpeta se inició la revisión. Los documentos se dejaron en el mismo orden cronológico en el que se encontraron, de la fecha más antigua a la más reciente. Desde la muerte de don Franz, muchas de las cajas permanecían cerradas y selladas, al momento de abrirlas, fue posible darse cuenta que el orden de los expedientes era cronológico y temático. En general, los documentos se encontraron en buenas condiciones, puesto que el museo había tenido la precaución de fumigar las cajas, aunque 5 En ese momento, el personal del Área de Investigación solamente éramos Rosa Dopazo y la que suscribe este documento, por lo que se recurrió a voluntarios y alumnos de servicio social para lograr la revisión completa. Participaron alumnos de la licenciatura y maestría del Departamento de Arte de la Universidad Iberoamericana, de la Universidad del Claustro de Sor Juana y del Instituto Mora, un total de 13 personas: Martha Kuthy, Andrea de Caso Rivero Borrell, Mayela Flores Enríquez, Mariana Sánchez Monroy, Grecia González, Andrea Van Rankin, Adriana López Mariscal, Julieta Inman y Campos, Elena Salmerón, María José Mancera y Nicolás Medina Mora.

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Notas

Núm.

Tipo de documento

Fecha de inicio: Revisado por: Datos de la caja: Fecha

Remitente

Destinatario

Documentos archivo personal Franz Mayer

Tema

Asunto/Observaciones

Fecha de término:

FIG. 2. FORMATO PARA VACIADO DE INFORMACIÓN REALIZADO EN 2009 POR EL ÁREA DE INVESTIGACIÓN.

un par de éstas sí presentaron deterioros biológicos, moho principalmente; se hallaron ocho libros de cuentas con moho en estado activo. El personal de la Dirección de Colecciones recomendó aislarlos para evitar que el resto de los documentos se contaminara. Con la intención de tener el panorama completo del acervo, las carpetas que se encontraban aún en los cajones de archivero, se quedaron en ellos. Tomar esta medida lo hacía más fácil y no se transgredía el orden dado por el coleccionista. Una vez terminada la revisión de una caja o archivero, se imprimía el registro correspondiente por duplicado, una copia se colocaba en la caja (figura 3) y a otra en una carpeta. Las cajas y los cajones de los archiveros que no tenían nombre se denominaron con las letras del abecedario, mientras que las carpetas sueltas fueron numeradas. FIG. 3. CAJA 36 CON REGISTRO EN LA TAPA.

Foto: María Sánchez Vega (29.06.2010).

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Al terminar este proceso, en 2010, se habían contabilizado 3,400 legajos distribuidos en 53 cajas (tamaño archivo muerto), seis cajones de archivero y 16 carpetas sueltas, con una gran variedad de documentos que iban desde cartas, postales, tarjetas de presentación, invitaciones, fotografías, entre otros. En un primer momento se entregaron al Archivo Fotográfico las fotos impresas y los negativos que acompañaban a algunos de los documentos, pero posteriormente se decidió que no debían ser separadas de sus legajos, por lo que se regresaron al Fondo. Con tal panorama general, era posible hacer un proyecto para organizar el acervo, pero en ese momento no se contaba con el apoyo de personal o de instituciones especializadas en archivística. Nuestra metodología partió del sentido común y el respeto al archivo, el personal del museo involucrado éramos investigadoras y habíamos tenido contacto con diferentes archivos en distintas consultas para trabajos relacionados con nuestro quehacer cotidiano. Para facilitar la revisión, el archivo se desplazó de la bodega de Colecciones al Área de Investigación y a una de las bodegas de la biblioteca. Pasos para conservar una memoria Debido a la necesidad de generar un proyecto con la normativa, protocolos y metodología dictadas por la archivística, en octubre de 2010 se realizó un plan de trabajo, el cual fue presentado a la asociación Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México (ADABI) para contar con la asesoría necesaria y llevar a cabo la organización y el inventario del acervo. Asimismo, se contrató a un archivista6 para que estuviera tiempo completo. En esta etapa la licenciada Dopazo dejó el museo y quedé como responsable del proyecto. Con el apoyo de la citada institución y con el personal de la biblioteca del museo, se elaboró el “Manual de políticas para la organización y automatización de documentos personales de Franz Mayer”. Una vez terminados los procesos administrativos correspondientes entre el Fideicomiso Cultural Franz Mayer y ADABI, el proyecto arrancó 6 Al analista Armando Ávila González, egresado de la Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía.

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formalmente el 1 de febrero de 2011. Así, se procedió a diseñar una base de datos para los documentos del Fondo Reservado en el programa Access, lo relacionado con la colección se realizó en el sistema Altair, con el que cuenta la biblioteca. Conforme se capturaba el registro, por acuerdo previo con ADABI, cada documento se limpió superficialmente, retirándosele clips o grapas y colocándole una cintilla mylar para agruparse por legajos (figura 4). Posteriormente, a la mayoría de los documentos se les hizo un proceso de limpieza más detallado. FIG. 4. EJEMPLO DE LEGAJO LIMPIO Y AGRUPADO CON CINTILLA MYLAR.

Foto: María Sánchez Vega (24.02.2011).

Los legajos se retiraron de las cajas donde se habían resguardado por tantos años y se acomodaron en cajas de archivo con la etiqueta correspondiente al registro, según lo establecido en el manual (figuras 5 y 6). Con esta metodología se trabajó hasta diciembre de 2011. Aquellos libros de cuentas, separados del resto del acervo documental a causa del moho, se enviaron a fumigar, gracias al apoyo de ADABI, cuyo LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015

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FIG. 5 Y 6. CAJAS Y LEGAJOS ORDENADOS.

Foto: María Sánchez Vega (25.08.2011).

personal realizó el dictamen correspondiente para indicar el proceso de fumigación pertinente. A principios de 2012, el avance del proyecto se detuvo, cuando el analista dejó el museo. Por cuestiones presupuestarias, se buscó un analista que sólo estuviera medio tiempo.7 En junio, fue necesario detener una vez más el proyecto, puesto que ADABI indicó que la organización de los acervos se estaba haciendo con criterios bibliotecológicos y de catalogación, no de inventario, por lo que hubo que replantar las directrices. El primer paso fue revisar la documentación para crear bajo la asesoría de ADABI un cuadro de clasificación adecuado al fondo. El trabajo era lento porque debieron cotejarse los expedientes trabajados anteriormente y esperar a que la licenciada Vargas terminara un proyecto relacionado con el Fondo Wolfgang Paalen, el cual, aunque era más pequeño, fue de gran utilidad como ejercicio primigenio de inventario.8 7 Pedro Banda Contreras, egresado de la Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía. Asimismo, se contó con el apoyo de Ana Mayagoitia, alumna que realizó prácticas profesionales en el museo. 8 La licenciada Vargas tomó varios cursos sobre catalogación de archivos y conservación preventiva de documentos y fotografías, lo cual permitió el replanteamiento de la catalogación del acervo y de intervenciones menores necesarias para la correcta conservación de los documentos y fotografías.

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El proceso para lograr el cuadro de clasificación adecuado fue largo y con muchos cambios, por lo que se decidió no continuar con el proceso de inventario hasta no tener el visto bueno de ADABI, ya que no era apropiado manipular tanto los documentos del acervo. En los escritos que se entregaron a ADABI, se mostraba el cuadro que se presenta a continuación (cuadro 1), elaborado por la licenciada Vargas y el licenciado José Carlos Toledo, pertinente para explicar el acervo como resultado de la primera revisión. El nombre del acervo cambió a Fondo Franz Mayer. CUADRO 1. INDICA CÓMO SE ENCONTRÓ EL FONDO PERSONAL FRANZ MAYER EN EL AÑO DE 2009.

Para afinar la construcción del cuadro de clasificación hubo una serie de reuniones entre el personal del museo involucrado en el proyecto y el de ADABI. Sin transgredir el principio de procedencia, el cuadro de clasificación quedó inicialmente integrado por 10 secciones documentales, 42 series documentales y 94 subseries. Posteriormente, para facilitar el acceso y el trabajo de inventario, quedó integrado por cuatro secciones documentales y 20 series documentales (cuadro 2). En julio de 2013 ya se trabajaba de manera sistematizada, de acuerdo con el manual “Normas para la organización e inventario de los fondos documentales” y al cuadro de clasificación acordado. Como ya se mencionó, todo el primer semestre de ese año fue necesario revisar lo LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015

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CUADRO 2. CUADRO DE CLASIFICACIÓN PARA EL FONDO FRANZ MAYER Fondo Franz Mayer Sección

Serie Arte

Coleccionista

Bibliofilia Fideicomiso cultural Notafilia Bienes Bolsa de Valores

Economía

Contabilidad Donativos Negocios Servicios

Gráficos

Mapas Planos Aficiones Agendas Amigos

Personal

Directorios Documentos personales Familia Salud Viajes

Elaborado por la licenciada Tania Vargas, julio-agosto de 2013.

trabajado durante 2011 y 2012. Asimismo, los libros fumigados ya habían sido reintegrados al acervo y se dio seguimiento a las recomendaciones de conservación y preservación. Se contó con el apoyo de alumnas de servicio social para el cotejo y los procesos de conservación preventiva,9 siempre bajo la supervisión del director de Colecciones, quien es restaurador.

9 En proceso colaboraron alumnas de las licenciaturas en Historia e Historia del Arte de la Universidad Iberoamericana: Fernanda Belmot, Jimena López, Andrea López, Jimena Hernández.

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El proceso continúa Para tener un mejor control y evitar errores significativos, se decidió que la licenciada Vargas y el licenciado Toledo organizaran y catalogaran los acervos, basándose en las normas citadas, las cuales constituyen un manual que explica de manera clara, precisa y concisa, los pasos y conceptos a seguir (figuras 7 y 8), y está dividido en varios apartados: introducción, objetivos, organización documental, proceso físico de objetos documentales y objetos fotográficos y ubicación topográfica. Todos los documentos elaborados fueron revisados de manera conjunta con la que suscribe este documento antes de ser enviados a ADABI para el visto bueno. Los programas Access y Altair, utilizados primigeniamente para el registro, se dejaron a un lado, remplazándolos por una tabla con los rubros básicos de un inventario (cuadro 3). Siguiendo el manual, la tabla contaba con la clave técnica, la sección documental, la serie documental, el número de expediente, la cronología, la ubicación, las observaciones y la documentación asociada. A los objetos fotográficos incluidos en los expedientes se les aplicó un tratamiento consistente en una limpieza superficial con brocha de pelo fino y se fabricó una guarda de mylar. En el caso de las carpetas originales, donde estaban los documentos, sólo se guardaron aquellas que contaban con rótulos o textos escritos por Franz Mayer. Se continuó con el retiro de elementos metálicos (grapas o alfileres) y adhesivos, y si algún objeto documental o fotográfico necesitaba una intervención menor, era realizada por la licenciada Vargas. Las cajas con los expedientes se etiquetaron con los datos correspondientes. En septiembre de 2013, la que suscribe este documento dejó el Museo Franz Mayer y, por consecuencia, la coordinación en la organización e inventario de los acervos documentales. La persona adecuada por formación y conocimiento de los acervos que debía quedar como coordinadora era la licenciada Tania Vargas, a la que se le hizo la entrega correspondiente. Los acervos documentales quedaron bajo la responsabilidad de la Dirección de Colecciones del museo.

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FIGS. 7 Y 8. PRIMERA Y SEGUNDA PÁGINA DE LAS “NORMAS PARA LA ORGANIZACIÓN E INVENTARIO DE LOS FONDOS DOCUMENTALES”

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Los acervos documentales hoy en día La licenciada Vargas continúo con los procesos de septiembre de 2013 a junio del 2015, siempre con el apoyo de alumnas de servicio social.10 El 10 El licenciado Carlos Toledo dejó el museo para continuar con proyectos personales y se contrató a Jimena López, quien ya se había licenciado y contaba con un conocimiento de los procesos para la organización e inventario del fondo.

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Sección documental

Coleccionista

Clave técnica

FDFM1

Arte

1

Serie Número documental de exp.

S/F

Cronología

Caja 1

Ubicación

Entre Franz Mayer y Banco de México, sobre la creación de un fideicomiso.

Observaciones

CUADRO 3. EJEMPLO DE LA TABLA PARA LA ORGANIZACIÓN DEL ACERVO. Documentación asociada

Fondo Documental Franz Mayer (FDFM) se encuentra totalmente organizado e inventariado, listo para continuar con la siguiente etapa: su catalogación. Consta de 6,345 expedientes distribuidos en 325 cajas de archivo y tres planeros. De igual manera, todos los archivos y planeros tienen una etiqueta de identificación con el nombre del fondo, la sección y la serie documental, las fechas y números de expedientes que contiene, así como el número de contendor asignado. El FDFM contiene documentos de distintos tipos: facturas, notas de remisión, comprobantes de adquisición de objetos, cartas, fotografías recortes de periódicos, inventarios, listados y documentos relacionados con préstamos de obra a diferentes instituciones nacionales e internacionales, documentos legales y contables relacionados con la actividad de Franz Mayer como inversionista y corredor de bolsa, mapas de distintos tipos y temporalidades, actas de nacimiento, naturalización y tarjetas de presentación, entre otros.11 Ahora, los investigadores interesados en el coleccionismo y el arte decorativo, sólo por mencionar un par de temas, pueden consultar el FDFM que aportará datos para sus investigaciones. Debe enfatizarse que este logro llevó casi siete años de trabajo con el esfuerzo del personal del museo, alumnas de servicio social, prácticas profesionales y voluntarias; contando siempre con el apoyo de las autoridades y del Patronato del Museo Franz Mayer y de ADABI. El proyecto tuvo tropiezos pero también una continuidad, superando los cambios que enfrentó, lo que demuestra que todo es posible con esfuerzo y dedicación, además de logística. Fecha de recepción: 23 de junio de 2015 Fecha de aprobación: 18 de julio de 2015

11 Información tomada de la “Descripción de secciones documentales” elaborada por la licenciada Tania Vargas y el licenciado Carlos Toledo, con el visto bueno de María Sánchez Vega, 1 de agosto del 2013.

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CONSERVACIÓN Y ESTABILIZACIÓN DE LA COLECCIÓN DIAPOSITIVAS SOBRE VIDRIO DEL A RCHIVO FOTOGRÁFICO M ANUEL TOUSSAINT DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTÉTICAS DE LA UNAM Mariana Planck González Rubio*

Resumen Este trabajo muestra el progreso y resultados de las tareas de identificación, organización y conservación realizadas a la Colección Diapositivas sobre Vidrio del Archivo Fotográfico Manuel Toussaint del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM. Una vez identificada la técnica fotográfica, se llevó a cabo la organización de las 543 diapositivas, las cuales fueron clasificadas por técnica y tema. Posteriormente fueron numeradas, digitalizadas y dadas de alta en la base de datos del archivo. Por último, se llevó a cabo el diagnóstico del estado de conservación; las imágenes fueron almacenadas de acuerdo con la norma ISO 18918-2000: “Recomendaciones generales para la conservación de placas fotográficas sobre vidrio”. Palabras clave: diapositivas sobre vidrio, identificación, recomendaciones generales de conservación o almacenamiento, normas internacionales ISO. Abstract This work shows the progress and results of the identification, organization and conservation tasks done to the Lantern Slide/s Collection of the Manuel Toussaint Photographic Archive at the Institute of Aesthetic Studies, UNAM. Having identified the photographic technique, the 543 slides were organized and classified by subject and technique. Later, they were numbered, digitized and registered in the archive´s database. And the final step, a conservation report was carried out for each item, which was then stored in accordance

* Directora de la Fundación Leo Matiz.

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with ISO 18918-2000 standard: “Imaging materials - Processed Photographic Plates - Storage Practices”. Keywords: lantern slides, identification, storage practices, international standards.

ISO

Antecedentes El Archivo Fotográfico Manuel Toussaint cuenta con más de setecientas cincuenta mil imágenes, agrupadas o clasificadas en cuatro grandes series o fondos:1    

Diapositeca. Fotografías blanco y negro. Colecciones especiales. Imagen digital.

Entre las colecciones especiales se encuentra la Colección Diapositivas sobre Vidrio, integrada por 543 que, además de servir como material didáctico para la asignatura de historia del arte que se impartía en la Facultad de Filosofía y Letras, fueron utilizadas para ilustrar algunas publicaciones de Manuel Toussaint (1890-1955) y Justino Fernández (1904-1972). Probablemente, la colección ingresó a la antigua fototeca del Instituto de Investigaciones Estéticas en los años de 1953-1954, cuando se formaron sus primeros fondos. Se sabe que en 1942 el rector de la UNAM, Mario de la Cueva, adquirió por 1,200 pesos la colección de 550 diapositivas en cristal sobre la historia del arte en México, desde sus orígenes hasta el siglo XX, propiedad del pintor Adolfo Best Maugard (1891-1964).

1 Página web del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, disponible en: [Consultado en diciembre de 2009].

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FIGURA 1

El material serviría como apoyo didáctico para la escuela de verano que se ubicaba en la Facultad de Filosofía y Letras.2 El aparato que se utilizó para proyectar las diapositivas fue un Delineascope, modelo VA, núm. 44089, de 500 watts y 115 volts, fabricado por la Spencer Lens Company de Buffalo, Nueva York, el cual aún se conserva en el Archivo Fotográfico Manuel Toussaint.3 En un inicio la colección fue nombrada “Linternas Mágicas”, sin embargo, debido a que el término corresponde al antecedente del proyector de diapositivas y no a la diapositiva en sí (lantern slide plate) como lo indica su caja; en 2008 el nombre de la colección cambió a “Diapositivas sobre Vidrio”.

2 Ficha ISAD(G) [General International Standard Archival Description] de la Colección Linternas Mágicas (ahora Colección Diapositivas sobre Vidrio) del Archivo Fotográfico Manuel Toussaint del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, elaborada por Rocío Gamiño Ochoa en noviembre de 2008. 3 Idem.

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La invención de los aparatos de proyección en el siglo XVII El jesuita alemán Athanasius Kircher (1602-1680) es conocido como el inventor del aparato de proyección (o linterna mágica), sin embargo, su invención –en 1659– se debe al físico holandés Christian Huygens (1629-1695), fundador de la teoría ondulatoria de la luz y de las probabilidades, quien también mejoró el telescopio y descubrió los anillos de Saturno, el principio de la fuerza centrífuga y el reloj de péndulo, en 1656. Se cree que tanto la linterna mágica como el aparato de proyección, desarrollado a partir de la misma, surgieron de la cámara oscura. A continuación, algunos datos cronológicos de su desarrollo histórico y tecnológico:4  En 1662 Thomas Walgenstein (1622-1701), matemático y físico

danés, conocido de Huygens, tomó el principio de la linterna mágica y lo desarrolló en forma práctica, dándolo a conocer en sus presentaciones, sobre todo en Francia e Italia.  En 1668 aparece por primera vez el término “linterna mágica”, que Athanasius Kircher le dio al aparato, en un libro de texto de óptica poco conocido Centuriae optical pars altera pars, escrito por el sacerdote italiano Francesco Eschinardi (1623-1703).  La siguiente linterna mágica, descrita en 1720-1721, por el físico holandés Willem Jacob’s Gravesande (1688-1742), estaba equipada con una lámpara de aceite, cuatro mecheros colocados en el centro de la curvatura de un espejo cóncavo y un objetivo doble con un diafragma central.  Aunque desde su invención la linterna mágica sirvió para entretener a los niños, en 1685 Johann Zahn (1631-1707) propuso impartir conferencias sobre anatomía; en 1705 Johann Conrad Creiling (16731752) la recomendó para todos los fines educativos; no tuvo éxito debido a que la linterna mágica era utilizada por aventureros para la presentación de espíritus con los que engañaban a los supersticiosos. 4 Eder, Josef Maria, History of Photography, pp. 46-50.

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 Las proyecciones de fantasmas o fantasmagoría,5 que Étienne-

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Gaspard Robert (1763-1837) presentó en 1798 en París y otras ciudades con gran éxito, dio origen a las famosas “vistas disolventes” que fueron, durante casi medio siglo, los principales exponentes del arte de la proyección. Éstas consistían en la colocación de dos, tres o más aparatos de proyección puestos en funcionamiento alternativa o simultáneamente. Para este equipo fue relevante la luz de calcio, inventada en 1822 por el médico londinense Goldsworthy Gurney (1793-1875) que, debido a su mayor poder de iluminación, desplazó a la lámpara de aceite y permitió crear proyecciones de gran formato. En 1849, Léon Foucault (1819-1868) y Jules Duboscq (1817-1886) construyeron las lámparas de arco eléctrico para proyección. Sin embargo, debido a que su uso era problemático, en la mayoría de los casos se seguía utilizando la lámpara de aceite. En 1872, L. J. Marcy, óptico de Filadelfia, sustituyó la lámpara de aceite por una de queroseno con mechas planas. El “Sciopticon” creó una revolución en el arte de la proyección y contribuyó en gran medida a su propagación. El método debe su gran crecimiento a la luz eléctrica de los tiempos modernos, lo que permitió que todas las lámparas de arco eléctrico para los aparatos de proyección pudieran ser utilizadas adecuadamente. El aparato de proyección para cuerpos opacos, conocido como “megascopio” o “episcopio” fue descrito por el matemático Leonhard Euler (1707-1783) en 1750; la proyección de este aparato mejoró en gran medida mediante el empleo de lámparas eléctricas de arco, siendo el primer aparato práctico el “Epidiascopio” de Zeiss, introducido en Jena en 1898. Éste servía para proyectar tanto cuerpos opacos como transparentes. Por último, la luz eléctrica incandescente fue empleada, por primera vez, en 1911 por Schmidt y Haensch en su “episcopio esférico”, así

5“Arte de representar figuras por medio de una ilusión óptica”. Diccionario de la lengua española - Vigésima segunda edición, disponible en: [Consultado en diciembre de 2009].

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como por Liesegang en su “globoscopio” empleando las entonces nuevas lámparas de filamento metálico. Identificación y organización Definición e identificación de la técnica fotográfica Las primeras diapositivas en vidrio surgieron en el siglo XIX, eran proyectadas en una pantalla por medio de una “linterna” con un carro deslizante que las colocaba dentro y fuera del aparato; de ahí la palabra inglesa slide: deslizar, con la que se denomina a las transparencias de formato 35 mm.6 También conocidas como diapositivas de linterna, o lantern slide plates, su fabricación era similar a la de los negativos de plata/gelatina, excepto por la formulación de las sales utilizadas en la emulsión y algunos de los pasos del procesado. Eventualmente, los soportes de plástico sustituyeron las pesadas placas de vidrio y, nuevamente, la emulsión de bromuro de plata fue vertida sobre el soporte de plástico, que podía ser negativo o positivo, siendo en su mayoría negativos.7 De acuerdo con la norma ISO 18918-2000: “Recomendaciones generales para la conservación de placas fotográficas sobre vidrio”,8 las diapositivas sobre vidrio se definen como placas sobre las cuales yace una imagen visible de plata/gelatina que fue expuesta y procesada. Éstas están constituidas por dos vidrios unidos entre sí por una cinta de papel de color negro, cuyo adhesivo es goma arábiga. La capa de gelatina que contiene la imagen de plata se encuentra sobre uno de los dos vidrios. El montaje o paquete original incluye un marco de papel negro, que impide el contacto de la gelatina con el vidrio protector. Éstas fueron producidas en los siguientes formatos:9 85 x 100 mm; 80 x 80 mm; 85 x 85 mm. Las diapositivas sobre vidrio a color se definen como placas sobre las cuales yace una película a color formada por elementos entintados en contacto con una imagen visible de plata/gelatina que fue expuesta y procesada. Están constituidas por dos vidrios unidos entre sí por una cinta 6 Pavão, Luis, Conservación de colecciones de fotografía, p. 189. 7 Rempel, Siegfried, The Care of Photographs, p. 8. 8 International Organization for Standardization, ISO 18918-2000, pp. 1-3. 9 Pavão, Luis, op. cit., p. 59.

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de papel de color negro y el montaje o paquete original incluye un marco de papel negro, que impide el contacto de la gelatina con el vidrio protector. Los tres procesos a color más utilizados son:10 Autochrome, Dufaycolor y Finlaycolor. Estos procesos se diferencian entre sí por el patrón de la imagen, el cual puede observarse con un aumento mínimo de 30x. Las nueve diapositivas sobre vidrio a color incluidas en la colección, fueron identificadas al microscopio estereoscópico como “Dufaycolor”. Las 534 diapositivas restantes fueron identificadas como diapositivas sobre vidrio blanco y negro. Organización de la colección Una vez identificada la técnica fotográfica se llevó a cabo la organización de las 543 diapositivas, clasificándolas en los siguientes grupos o categorías: Por técnica fotográfica:  Diapositivas sobre vidrio blanco y negro (534 imágenes).  Diapositivas sobre vidrio a color (nueve imágenes).

Por tema:11  Arte mexicano (ver cuadro clasificador).  Arte universal (ver cuadro clasificador).

10 Ibid., pp. 79-80. 11 Se aplicó el mismo criterio de clasificación empleado para organizar las imágenes que conforman la diapositeca en consulta pública y el fondo reservado del Archivo Fotográfico Manuel Toussaint del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.

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ARTE MEXICANO Arte prehispánico

Arte colonial

Arte siglo XIX

Arte siglo XX

Olmecas

Arquitectura

Arquitectura

Arquitectura

Huastecos

Pintura

Pintura

Pintura

Altiplano central

Escultura

Escultura

Escultura

Oaxaca

Grabado y dibujo

Grabado y dibujo

Grabado y dibujo

Norte de México

Miscelánea

Fotografía

Mayas

Otras artes

Otras artes

Códices

Mapas y planos

Arte popular

ARTE UNIVERSAL Arquitectura Pintura Escultura Grabado y dibujo Fotografía

Posteriormente las diapositivas fueron numeradas, digitalizadas y dadas de alta en la base de datos del archivo. Diagnóstico del estado de conservación Por último, se llevó a cabo el diagnóstico del estado de conservación de las diapositivas, el cual contempló:

     114

Información general. Intervenciones anteriores. Estado de conservación. Propuesta de intervención.

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En la siguiente tabla se presentan los resultados: INFORMACIÓN GENERAL Características

Resultados

Formato en mm: 85 x 100

100%

Técnica fotográfica: diapositiva sobre vidrio

100%

Soporte: vidrio

100%

Medio o aglutinante: gelatina

100%

Partícula formadora de la imagen: plata

100%

Presencia de película entintada

2%

Encapsulado entre dos vidrios

100%

INTERVENCIONES ANTERIORES Intervención o tratamiento

Resultados

Sustitución del sello con cinta Filmoplast® P90

4%

ESTADO DE CONSERVACIÓN Deterioro

Resultados Deterioro químico

Manchas

64% 12

Espejo de plata

20% Deterioro físico

Polvo superficial

100%

12 Deterioro natural, inherente al material fotográfico que contiene plata. En él, la plata se ve afectada por agentes oxidantes, produciendo iones que pueden migrar a través de la capa de gelatina, hasta llegar al soporte, o bien, a la superficie. Ahí, por medio de un proceso de reducción, se transforman en sulfuro de plata. AIC Wiki, A Collaborative Knowledge Resource, disponible en: [Consultado en septiembre de 2015].

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Depósitos (fibras)

100%

Arrugas o dobleces en sello o cinta

56%

Abrasión

20% Deterioro biológico

Presencia de microorganismos

0%

PROPUESTA DE INTERVENCIÓN Intervención o tratamiento

Resultados

Limpieza superficial

100%

Separadores de cartulina o polipropileno

100%

Guarda de cuatro solapas

100%

Estabilización y condiciones de almacenamiento Como lo indica la norma ISO 18918-2000, las diapositivas se almacenaron en cajas de polipropileno con separadores de cartulina y polipropileno, que imitan el sistema de almacenamiento original de cajones de madera tipo “rack” con ranuras paralelas en forma de “U”, que mantienen las placas en posición vertical y evitan que se golpeen unas con otras (ver figuras 2 y 3). Se espera que, eventualmente, las diapositivas sean colocadas dentro de guardas individuales de cuatro solapas con el fin de protegerlas del polvo, daños mecánicos o físicos y facilitar su identificación o manipulación. Las cajas de polipropileno fueron numeradas del uno al 18, se colocaron en el área de prebóveda del archivo, la cual se encuentra a 18 grados centígrados y 40% de humedad relativa con variaciones de más menos dos grados centígrados y más menos cinco por ciento, lo que se traduce en un Índice de preservación13 de 74 años. 13 Medio para expresar cómo afectan las condiciones ambientales el rango de descomposición química de las colecciones. Ilustra en años, cuánto tiempo tomará para que los materiales orgánicos sensibles o vulnerables, tales como el papel de mala calidad, se deterioren notablemente en las condiciones ambientales existentes (sin tomar en cuenta las variaciones). Image Permanence Institute, disponible en: [Consultado en diciembre de 2009].

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FIGURAS

2Y3

Norma ISO 18918-2000: “Recomendaciones generales para la conservación de placas fotográficas sobre vidrio” Con respecto al almacenamiento y conservación de las placas fotográficas sobre vidrio, esta norma señala lo siguiente: Los principales elementos que afectan la preservación de las fotografías con soporte de vidrio o metal son:     

Humedad relativa y temperatura. Riesgos por incendio, inundación y exposición a la luz. Presencia de hongos y otros microorganismos. Contacto con ciertos químicos en estado sólido, líquido o gaseoso. Daños físicos.

Por lo anterior, la norma recomienda: Guardas de primer nivel, contenedores y áreas de almacenamiento:

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 Diferentes tipos de placas fotográficas no deben ser almacenadas

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en la misma guarda o contenedor, tienen que separarse por tipo o técnica fotográfica. Las guardas y contenedores deben ser diseñados de forma que permitan el almacenamiento vertical de las placas, apoyándose en el borde más largo. No deben ser almacenadas horizontalmente, ya que las placas que se encuentran debajo pueden ser sometidas a una presión excesiva. Las placas fabricadas en el siglo XIX son particularmente vulnerables a fracturas cuando se almacenan horizontalmente, ya que generalmente el vidrio no es plano. Si las placas que no están protegidas, se almacenan en contacto unas con otras, deben colocarse con el lado de la emulsión hacia el reverso de la placa anterior o vecina y no emulsión contra emulsión. Las placas con imágenes de grano muy fino que no están protegidas deben almacenarse en contenedores con ranuras. Las placas fotográficas pueden almacenarse en sobres, fundas, carpetas, cajas o álbumes de papel o plástico que reúnan los requisitos establecidos en las normas ISO 18902: “Guardas y contenedores para fotografías sobre soporte de vidrio, papel y película plástica” e ISO 14523: “Prueba de Actividad Fotográfica para materiales o para guarda”. Cada placa debe colocarse en un sobre, funda o carpeta individual con el fin de protegerla del polvo, daños mecánicos o físicos y facilitar su identificación o manipulación. Los materiales empleados para su identificación, tales como tintas, marcadores y etiquetas deben pasar la “Prueba de la actividad fotográfica”,14 descrita en la norma ISO 14523. Los materiales de los contenedores deben ser de metal, plástico o cartón con las características definidas en las normas ISO 18902 e ISO 14523. Estos materiales deben ser resistentes a la corrosión. Deben evitarse los materiales hechos a base de madera y otros materiales

14 Único método reconocido por la ISO (International Organization for Standardization) para predecir las interacciones químicas entre las guardas de protección y las imágenes fotográficas. Permite anticipar la posible actividad fotográfica causada por los componentes de las guardas tales como adhesivos, tintas, pinturas, etiquetas y cintas adhesivas. Image Permanence Institute, disponible en: [Consultado en diciembre de 2009].

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naturales, ya que contienen oxidantes que pueden alterar la imagen de plata. Los contenedores estándar para documentos pueden ser empleados para el almacenamiento vertical de las placas, en contacto una con otra o con separadores. Deben estar diseñadas de forma que permitan y mantengan el almacenamiento vertical sobre el borde más largo, así como la inserción y remoción de las placas sin provocar daños. Las dimensiones interiores del contenedor tienen que ser ligeramente mayores que el tamaño de la placa; el soporte y rigidez del contenedor deben ser proporcionales al peso del bloque completo de placas. Se pueden utilizar los separadores de cartón o cartulina que reúnen los requisitos establecidos en la norma ISO 18902 e ISO 14523, para garantizar que las placas se mantengan en posición vertical y evitar que golpeen unas con otras. Los contenedores con ranuras paralelas para la colocación de las placas que las mantienen separadas y en posición vertical, deben utilizarse cuando sea necesario evitar que las placas golpeen unas con otras, como las placas con imágenes de grano muy fino, o cuando las placas no están protegidas por una guarda individual o vidrio protector. Estos contenedores, normalmente cuentan en su interior con ranuras paralelas. Los surcos tienen forma de “U” o “V” para restringir el contacto en los bordes extremos de las placas, manteniéndolas en posición vertical. Las placas deben almacenarse en cajas o contenedores que puedan cerrarse, como cajones o gabinetes para almacenamiento vertical, en armarios con puertas herméticas, o dentro de contenedores cerrados en estanterías abiertas. Las cajas o contenedores deben ser diseñados para soportar una carga de peso considerable. Las placas, en sus contenedores, deben ser colocadas de forma que su peso esté balanceado al centro de la estantería o interior del cajón, minimizando así la tendencia a caerse de las estanterías o armarios debido a la distribución desigual del peso. Las cajas o contenedores pueden ser atornillados a pisos y paredes como precaución adicional para evitar que vuelquen.

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 Los materiales empleados en su fabricación no deben ser inflamables

o corrosivos y químicamente inertes, como el aluminio anodizado, acero inoxidable o acero con acabado de resina sintética no plastificada. La madera común, la madera contrachapada y otros materiales similares deben evitarse por su carácter combustible y la posibilidad de producir agentes activos conforme envejecen.  Las áreas de almacenamiento de las placas deben ubicarse en el mismo lugar o espacio donde serán consultadas. La limpieza y mantenimiento de estos espacios es esencial. Deben tomarse medidas contra los daños provocados por inundaciones, fugas, rociadores e incendios. Condiciones ambientales:  Las condiciones de humedad relativa y temperatura recomendadas

son de 18 grados centígrados y 30-40% de humedad relativa con variaciones de más menos dos grados centígrados y más menos cinco por ciento.  La descomposición del vidrio depende de la humedad relativa cuando ésta rebasa 40%; sin embargo, la exposición prolongada a una humedad relativa muy baja puede promover la contracción o distorsión de la emulsión o capa fotográfica y su desprendimiento de las placas.  Las partículas sólidas, que pueden rayar las placas fotográficas o reaccionar con la imagen, deben eliminarse por medio de filtros mecánicos. Protección frente a incendios:  Las placas deben colocarse en contenedores o cajas cerradas, dentro

de bóvedas resistentes al fuego o en contenedores aislantes. Manipulación e inspección:  La manipulación adecuada es importante: las placas deben sostenerse

por los bordes; durante su consulta, deben estar sobre un soporte. 120

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Quien las manipule debe utilizar guantes delgados y limpios de algodón, nylon o plástico.  Un número suficiente de muestras seleccionadas adecuadamente deben ser inspeccionadas cada dos o tres años. Debe partirse de un plan de muestreo aleatorio establecido con anticipación. Conclusiones La identificación de la técnica fotográfica es un paso previo e indispensable para la organización y conservación de las colecciones fotográficas. Tal y como lo establece la norma ISO 18918-2000, los objetos deben ser separados por técnica fotográfica y almacenados en guardas o contenedores distintos, porque se requieren condiciones de humedad relativa y temperatura diferentes. La numeración, digitalización y alta en la base de datos de las fotografías facilita su localización y reduce los riesgos por manipulación. La duplicación de las diapositivas sobre vidrio es indispensable, ya que por su fragilidad no se recomienda su proyección. Es necesario analizar y evaluar los sistemas de almacenamiento originales, rescatando sus virtudes y efectividad, con el fin de generar nuevas soluciones que contribuyan a la preservación de las colecciones fotográficas. Todos los materiales empleados para el almacenamiento de fotografías –ya sea a nivel de guarda individual, contenedor o mobiliario–, deben reunir los requisitos establecidos en las normas internacionales ISO. La probabilidad de degradación y problemas físicos derivados del almacenamiento de las placas de vidrio por disminución de temperatura o a baja humedad relativa no es bien conocida hasta el momento; por lo tanto, se recomienda almacenarlos en condiciones ambientales moderadas, lo que equivale a un promedio de 18 grados centígrados y 35-40% de humedad relativa. Fuentes bibliográficas Eder, Josef Maria, History of Photography, Edward Epstean (trad.), Nueva York, Columbia University Press, 1945.

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Pavão, Luis, Conservación de colecciones de fotografía, Granada, Comares, 2001. Rempel, Siegfried, The Care of Photographs, Nueva York, Lyons & Burford, Publishers, 1987. Planck González Rubio, Mariana, “Estudio de papeles para guarda de fotografías en México”, tesis de licenciatura, México, ENCRyM, INAH, 2007. Normas internacionales International Organization for Standardization, Imaging Materials-Processed Photographic Materials-Photographic Activity Test for Enclosure Materials, ISO 14523-1999, International Organization for Standardization, Geneva, 1999. International Organization for Standardization, Imaging materials-Processed Photographic Plates-Storage Practices, ISO 18918-2000, Geneva, 2000. International Organization for Standardization, Imaging Materials-Processed Photographic Films, Plates and Papers-Filing Enclosures and Storage Containers, ISO 18902-2001, Geneva, 2001. International Organization for Standardization, Imaging materials-Processed Photographic Plates-Storage Practices, ISO 18918-2000, Geneva, 2000. Ficha ISAD(G) [General International Standard Archival Description] de la Colección Linternas Mágicas (ahora Colección Diapositivas sobre Vidrio) del Archivo Fotográfico Manuel Toussaint del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, elaborada por Rocío Gamiño Ochoa en noviembre de 2008. Fuentes en sitios web Página del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, disponible en: [Consultado en diciembre de 2009]. Diccionario de la lengua española - Vigésima segunda edición, disponible en: [Consultado en diciembre de 2009].

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Image Permanence Institute, disponible en: [Consultado en diciembre de 2009]. Jerez Moliner, Felipe: “Luz y sombra para la diversión y el aprendizaje: breve historia de la linterna mágica (siglos XVII-XIX)”, Arena numerosa: colección de fotografía histórica de la Universitat de València, Daniel Benito Goerlich (coord.), 2006, pp. 41-70, disponible en: [Consultado en enero de 2010]. AIC Wiki: A Collaborative Knowledge Resource, disponible en: [Consultado en septiembre del 2015]. Fecha de recepción: 23 de junio de 2015 Fecha de aprobación: 30 de julio de 2015

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EXPEDIENTE DEL REPARTO DE BIENES COMUNALES EN TANCÍTARO, MICHOACÁN Alicia Venegas González

Resumen El presente trabajo corresponde a los avances de catalogación de la serie documental “Hijuelas”, libros 5 y 6, distrito de Uruapan, comunidad indígena de Tancítaro, 1872-1911. Fondo: Secretaría de Gobierno. Sección: Gobernación, resguardada en el Archivo General Histórico del Poder Ejecutivo de Michoacán (AGHPEM); documentos generados por el proceso de reparto de bienes comunales realizado durante el siglo XIX en Michoacán. Consta de una breve historia, contenido y servicios del AGHPEM, (organismo que los custodia); un estudio institucional de la Secretaría de Gobierno como entidad generadora de la documentación en cuestión; descripción de la serie documental Hijuelas; así como un análisis archivístico del expediente del reparto de bienes comunales en Tancítaro, desde su génesis hasta su destino final. Palabras clave: Michoacán, Tancítaro, hijuelas, indígenas, bienes comunales. Abstract The present work corresponds to advances in cataloging of the document series “Hijuelas”, books 5 and 6, Uruapan District, indigenous community of Tancítaro, 1872-1911 fund: Secretary of Government, Section: “Government”, archived at the General Archives and Historical Archives of Executive Power of Michoacán (AGHPEM); documents generated by the process of division of community property conducted in the Nineteenth Century in Michoacán. It contains brief historical content and services of the AGHPEM (of which they are cus* Responsable de la Sala Histórica del Archivo General e Histórico del Poder Ejecutivo de Michoacán.

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todians); an institutional study of the Secretary of Government as a institution that generates documentation in question; Hijuelas description of the documentary series; in addition to archival analysis of the recorded division of communal property in Tancítaro from its genesis to its final. Keywords: Michoacán, Tancítaro, hijuelas, indigenous, communal property.

Archivo General e Histórico del Poder Ejecutivo de Michoacán Historia El 30 de noviembre de 1891 se decretó el establecimiento del Archivo General y Público durante el periodo del gobernador del estado don Aristeo Mercado; se estipuló que el archivo se conformaría, entre otros materiales, con todos los expedientes, libros, comunicaciones, documentos, leyes, decretos, periódicos y demás escritos y papeles útiles existentes en lo que entonces se conocía como Archivo General: los archivos correspondientes a oficinas extinguidas o que en lo sucesivo se extinguieran; el de la Secretaría de Gobierno, los expedientes concluidos y los que se fueran terminando; los negocios civiles y las causas criminales concluidas, las copias de los libros de las actas del Registro Civil; los expedientes, documentos y otros papeles interesantes para la historia, la estadística, la agricultura, la instrucción y beneficencia pública. El 25 de diciembre de 1891 se expidió el reglamento del archivo en el cual quedaron plasmados los deberes y facultades del director, obligaciones y labores de los empleados, normas de organización y clasificación del acervo así como los servicios al público. Queda instalado formalmente el 1 de enero de 1892, en el piso bajo del primer patio del palacio de gobierno.1 Durante la segunda mitad del siglo XIX, el archivo fue trasladado al Palacio Clavijero. En 1989, en la administración del gobernador doctor Genovevo Figueroa Zamudio, dentro de la estructura orgánica de la Oficialía Mayor, se creó la Dirección de Archivos del Poder Ejecutivo, y como parte de 1 Coromina, Recopilación de leyes y decretos, tomo XXXI, pp. 84-87 y 93-105.

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ésta, el Departamento del Archivo General del estado con dos secciones: el Archivo Histórico del Poder Ejecutivo y el Archivo General de Notarías (segregado cuatro años después para integrarse al Registro Público de la Propiedad). Posteriormente, se crearon otros dos departamentos, el de Investigación y difusión y el de Capacitación y archivística. En la administración del maestro Leonel Godoy (2008-2011), desapareció la Oficialía Mayor, y la Secretaría de Gobierno se dividió en dos subsecretarías, la de Gobernación y la de Enlace Legislativo y asuntos registrales, pasando a ser parte de esta última la Dirección de Archivos del Poder Ejecutivo. El Archivo General e Histórico del Poder Ejecutivo de Michoacán (AGHPEM) no cuenta con un edificio propio, por lo que ha ocupado varios espacios físicos; actualmente se encuentra en la calle Corregidora núm. 666, Centro, en esta ciudad capital. El edificio es una casa del siglo XX, edificada sobre una antigua construcción; tiene 20 piezas además de tres pequeños patios. Imagen 1

Dirección de Archivos del Poder Ejecutivo, cuadro de clasificación del AGHPEM, p. 4.

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Estructura organizativa Contenido El AGHPEM custodia aproximadamente 1900 metros lineales de documentos, resguardados en estantería metálica y cajas de cartón especiales para archivo. Está conformado por cinco áreas de acervo; dos oficinas, una es la jefatura donde se realizan las cuestiones administrativas laborales y del personal, otra, que realiza actividades relacionadas con la aplicación del presupuesto y un taller básico de restauración. Los materiales que conserva cuentan con inventario general, además de algunos índices y catálogos. Los acervos son los siguientes: Fototeca. Se tienen 34 fondos y 23,594 imágenes en diferentes soportes y procesos fotográficos. Los años que comprende, según la temática, son a partir de 1824, pero, conforme la fecha de toma, la más antigua es de 1860, hasta el presente. Los temas son variados: “Los gobernadores de Michoacán y su Administración Pública”, “Vida cotidiana”, “Arquitectura”, “Municipios”, entre otros. Hemeroteca. Periódico Oficial de 1857 hasta la actualidad. Diario Oficial de 1894 a 1898 y de 1930 a la fecha. Mapoteca. Contiene un total de 589 piezas entre planos, mapas y croquis de Michoacán y sus municipios, así como de algunos edificios públicos. Datan de finales del siglo XIX y principios del XX. Existe también un lienzo – sin fecha– posiblemente del siglo XVIII, con la división territorial del Estado, la distancia de cada uno de los lugares respecto de la capital del Estado y de la República. Biblioteca. Es un acervo pequeño, básicamente tres temáticas: Administración Pública Estatal, Historia de Michoacán y Archivística. Archivo de concentración (1934-2006). Acceso exclusivo para la dependencia generadora. Fondos: Junta Central de Conciliación y Arbitraje, Tribunal de Conciliación y Arbitraje, Dirección de Desarrollo de Personal 128

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y PROMIVI. Otros sin clasificar y sujetos a valoración son: Secretaría de Gobierno, Secretaría Particular, Secretaría Auxiliar, CIDEM, Tesorería y Oficialía Mayor, aproximadamente de finales de la década de los setenta hasta los noventa. Archivo histórico (1827–1985). La mayor parte de esta documentación corresponde al Fondo Secretaría de Gobierno, con un total de 77 series, algunas de éstas son: los Libros de Registro de Títulos y Despachos, Memorias de Gobierno, Hijuelas, División Territorial, Asuntos Religiosos, Aguas y Bosques, Comunicaciones y Transportes, Gobernadores, Leyes y Decretos, Personajes Ilustres, Partidos Políticos, Conflictos Políticos, Materia Agraria, Pasaportes y Visas, Programa de Braceros, Municipios, Instrucción, Colegio de San Nicolás, Universidad Michoacana, Titulación de Profesores de Primaria, y otros. Servicios El archivo ofrece varios servicios: el préstamo de expedientes del archivo de concentración a dependencias generadoras de la documentación; otros de tipo archivístico dirigidos a instituciones públicas que lo requieran; así como la consulta del acervo histórico a investigadores, estudiantes y público en general. El préstamo de expedientes del archivo de concentración se realiza mediante oficio de la dependencia generadora de la documentación. En coordinación con el Departamento de capacitación:  Cursos de temática archivística y asesorías para la depuración a

dependencias municipales y estatales, previa solicitud. En coordinación con el Departamento de investigación y difusión:  Montaje de exposiciones gráfico-documentales.  Donación del Boletín Ziranda Uandani, publicación de la Dirección de

Archivos.  Visitas guiadas al interior del archivo, previa solicitud.

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La consulta del acervo histórico cuenta con las siguientes disposiciones: Reglamento de consulta Establece normas a las que deben sujetarse los usuarios, entre otras: llenar la ficha de consulta; manejo cuidadoso de los documentos (no escribir sobre ellos, mutilarlos o rayarlos); el material solicitado será proporcionado en la sala de consulta por el personal de la institución; se prohíbe fumar e introducir alimentos. Requisitos Credencial vigente; carta de presentación de la institución a la que pertenecen, especificando el tema de investigación, intereses de la misma y compromiso de citar la fuente; usar guantes de látex o algodón y cubrebocas. Reproducción de materiales: se permitirá según su estado de conservación y fines de la misma, previa solicitud. Certificación de expedientes, presentar solicitud. Todos los oficios y solicitudes deberán dirigirse al titular de la Dirección de Archivos del Poder Ejecutivo o bien al jefe del AGHPEM. Ubicación: Calle Corregidora, núm. 666, Centro, C. P. 58000, Morelia, Michoacán. Teléfono: (01 443) 3 13 02 66 Horario: 8:30 a 17:00 horas de lunes a viernes. Cuadro de clasificación del AGHPEM El cuadro de clasificación es un instrumento técnico que refleja la estructura de un archivo con base en las atribuciones de cada dependencia y entidad. Se representa de manera jerárquica y atiende a los conceptos básicos de fondo, sección y serie; facilita el acceso del usuario a la información mediante una visión general y dinámica de la ubicación de los grupos documentales que lo conforman.2 2 Archivo General de la Nación, Guía para el cumplimiento de los lineamientos generales, p. 32.

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Durante su historia, el archivo ha modificado su cuadro de clasificación. De acuerdo con el reglamento de 1891, estaba estructurado en épocas: Colonial, Independencia y República, que a su vez se dividían en Secretarías de Estado, de las cuales se desprendían los asuntos que a cada una correspondían jurídicamente.3 Para finales del siglo XX, se implementó una clasificación por ramos y sub-ramos, respetando el principio de procedencia; algunos de ellos eran: Gobernación, Educación, Industria y comercio, Congreso del Estado, Justicia, Hacienda, Municipios, Materia Agraria, etcétera. Antes de arribar al siglo XXI, considerando los principios de procedencia y orden original, la clasificación se estructuró de acuerdo con los niveles: Fondo, Sección, Serie y Subserie, tal como se encuentra en la actualidad. Estudio institucional de la Secretaría de Gobierno Uno de los principios de la Norma Internacional de Descripción Archivística (ISAD-G) es la descripción multinivel, es uno de los rasgos diferenciadores de la descripción archivística, que permite hacerlo en diferentes niveles interconectados desde el más amplio (fondo) al más específico (pieza documental simple).4 Considerando que el principio de procedencia es fundamental para la organización y la descripción de materiales de archivo, el creador o la procedencia deben ser identificados e incluidos en su descripción, sus actividades y funciones deben detallarse de igual modo, así el nivel de descripción fundamental a partir del cual se establece el plan de descripción de un archivo, es el fondo.5 La Ley de reparto de bienes comunales de 1851 estableció que el gobierno dispondría que se efectuara ese proceso, la unidad responsable de su tramitación fue la Secretaría de Gobierno a través de las prefecturas. Siendo estas entidades las que intervienen en el proceso, se analizará su estructura orgánica, funcional y su sustento jurídico. 3 Coromina, Recopilación de leyes y decretos, tomo XXXI, pp. 93-105. 4 Cruz Mundet, Diccionario de archivística, p. 138. 5 Delgado Gómez, Normalización de la descripción archivística, pp. 34-35.

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IMAGEN 2. CUADRO DE CLASIFICACIÓN DEL ARCHIVO GENERAL E HISTÓRICO DEL PODER EJECUTIVO

Dirección de Archivos del Poder Ejecutivo, Cuadro de clasificación del AGHPEM, pp. 7-8. número 7, julio-septiembre, 2015

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El estudio institucional es el proceso de identificación de una entidad o institución centrado en su estructura organizativa y en el análisis funcional (funciones, actividades y trámites). También se identifica el flujo de los procesos y de los trámites que comprenden. En Michoacán –desde el inicio de la vida independiente por mandato de la Constitución de 1825–, la Secretaría de Gobierno empezó a fungir. Como parte de sus funciones le corresponde autorizar las órdenes y providencias del gobernador, requisito sin el cual no serían obedecidas; de igual forma, es responsable de las que autorizara contra la Constitución y leyes del estado, sin que le sirviera de excusa haberlo mandado el gobernador. Su despacho quedó establecido, formalmente, el 10 de diciembre de 1827, pero fue hasta 1831 cuando se aprobó su primer reglamento, el cual plasmó que se integraría de un secretario, cuatro oficiales y seis escribientes.6 Para 1858 se promulgó una nueva Constitución en el estado de Michoacán, que por la situación de guerra que imperaba en el país empezó a regir hasta 1867. La nueva legislación estableció, para la atención de los negocios del Ejecutivo, un despacho que sería el órgano responsable de comunicar las resoluciones del gobernador del estado, y un Secretario General, responsable de los actos del Ejecutivo y lo representaría ante el H. Congreso del Estado cuando fuese necesario. En 1897 entró en vigor un nuevo reglamento, que sustituyó al de 1831. Este nuevo instrumento jurídico especificó que la Secretaría de Gobierno era la encargada del despacho de los negocios administrativos, que son de la competencia del Ejecutivo del estado, distribuidos en seis secciones: 1ª Relaciones y Justicia; 2ª Hacienda; 3ª Instrucción Pública; 4ª Gobernación; 5ª Fomento y 6ª. Guerra. Ya en el siglo XX, la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, siguió sufriendo diversas reformas, modificándose con ellas la estructura de la Secretaría General. En 1995 se dividió en tres subsecretarías: 1ª Gobernación; 2ª Seguridad Pública y Protección Civil, y 3ª Asuntos Jurídicos y Agrarios.7 La Secretaría de Gobierno ha tenido cambios significativos y radicales en el siglo XXI, actualmente, se divide en dos subsecretarías, la de Gobernación 6 Coromina, Recopilación de leyes y decretos, tomo I, p. 119 y tomo III, pp. 24-25. 7 Marcos Martínez, Catálogo documental, pp. 16-18.

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y la de Enlace Legislativo y Asuntos Registrales, cada una con varias direcciones y departamentos. Estructura orgánica al momento del reparto IMAGEN 4

Estructura funcional Aquí sólo se plasman autoridades y funciones en relación con el proceso de reparto de bienes comunales. Gobernador  Promulgar, mandar cumplir y ejecutar las leyes y decretos del Congreso del Estado.  Nombrar secretario del Despacho de gobierno y prefectos.  Velar sobre el puntual cumplimiento, tanto de la Constitución estatal, como de la general, de las leyes y decretos de la Federación y del Congreso del estado; expide las órdenes correspondientes para su ejecución.  Formar los reglamentos que juzgue necesarios para el mejor gobierno en los ramos de la Administración Pública del estado, presentándolos al Congreso para su aprobación. Secretario de gobierno  Recibir y abrir toda correspondencia oficial que no contenga nota de reservado.

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 Dar cuenta con ella al gobernador por el orden que exigiera la mayor

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importancia de los asuntos, conferenciándolo con él y presentándole los antecedentes que correspondieran. Proponer al gobernador los proyectos que juzgara conveniente. Conservar la llave del archivo secreto de las comunicaciones de esta clase que le confiare el gobernador, despachándolas por sí o por otro oficial de la aprobación de aquel. Extender los documentos que fueren propios de su empleo, como certificados, copias autorizadas, etcétera, cuando los pidieran legalmente, sin necesidad del permiso del gobernador. Dar orden de manifestar algunos documentos a los interesados que los solicitaran, o bien se les entregaran cuando los pidieran, sin cuyo requisito no podría hacer ni uno ni otro. Firmar con el gobernador la correspondencia que contenga orden o providencia, lo mismo que los decretos, órdenes para gastos de la tesorería, en los títulos o despachos, y en los documentos sobre contratos u otros de semejante importancia.

Oficialía 1ª  Cubrir faltas del secretario.  Manejar la correspondencia con todas las autoridades o particulares del exterior del estado, Congreso, consejo de gobierno, tribunal de primera, segunda y tercera instancia y autoridades eclesiásticas; la sanción de las leyes y expedición de los decretos del gobierno, finalmente la formación de pasaportes, licencias, títulos o despachos y otros documentos de esta clase. Oficialía 2ª  Tratar los asuntos con hacienda, con el Congreso, consejo de

gobierno, tribunales, y demás autoridades y empleados del estado y la federación; de los asuntos de gravedad, formar expediente con antecedentes, documentos del caso, informe sustentado en leyes u órdenes y pasarlos al secretario para su resolución. Esto mismo observarían los otros departamentos.

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Oficialía 3ª Atender asuntos de las prefecturas, subprefecturas y otras autoridades inferiores y particulares, así como los de la comandancia general e inspección de milicia cívica. Oficialía 4ª Tiene a su cargo el archivo: Llevar los libros de registro de despachos, títulos, licencias, etcétera. Comenzar los expedientes que se formaran en la Secretaría. Proporcionaría al secretario y oficiales los documentos de su necesidad. Cuidar la rúbrica y circulación de los decretos, dejando en número competente, para constancia y usos que se ofrecieran. Conservar los sellos del gobierno franqueándolos al oficial que los necesitara. Llevar cuenta de gastos de la Secretaría, proveer a ésta de útiles, conservar su aseo y abrir y cerrar a las horas convenientes.

Prefecto  Mantener la tranquilidad y orden público, así como la seguridad de

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las personas y propiedades de los habitantes de su distrito con la eficacia y prontitud que merecen objetos tan importantes. Cuidar del puntual y exacto cumplimiento de las leyes y órdenes emanadas del gobierno. Dar curso a las solicitudes que por su conducto eleven los particulares a las autoridades superiores, sentando al calce de ellas el informe correspondiente como requisito indispensable. Cerciorarse en las visitas que hagan, de la conducta pública de los funcionarios y empleados de la administración y de si estos cumplen o no con sus deberes. Inspeccionar los archivos de ayuntamientos y jefes de policía para ver si están arreglados, y formar con vista de ellos y de los demás datos que recojan, los expedientes respectivos, con los que darán cuenta al gobierno del estado para la resolución conveniente. Nombrar a su secretario con aprobación del gobernador.

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Marco jurídico Constitución Federal Mexicana de 1824, concedió la capacidad soberana de los estados para “organizar su gobierno y administración interior”, acorde con las directrices generales. Así cada estado formularía su propia constitución, su división territorial y las formas de su gobierno y administración política interna.8 Constitución del estado de Michoacán 1825. -Facultades y obligaciones del gobernador: cap. IV. Art. 73, fracc. 1, 5, 6 y 7. -Facultades y obligaciones del secretario de gobierno: cap. VI.9 Decreto de 10 de diciembre de 1827, habilita la Secretaría de Gobierno.10 Reglamento de la Secretaría de Gobierno de 1831.11 Constitución de Michoacán de 1858, reflejó en general las mismas facultades y obligaciones para el gobernador, incluyendo el nombramiento de los prefectos.12 La Secretaría de Gobierno siguió operando bajo el reglamento de 1831. De los prefectos Constitución Política del estado de Michoacán de 1858, Art. 13, 60 y 62.13 Ley Orgánica de División Territorial del estado de 1868.14 Ley de reparto de bienes comunales de 1851 y su reglamento.15 8 Mijangos Díaz, La dictadura enana, p. 64. 9 Coromina, Recopilación de leyes y decretos, tomo I, pp. 99-135. 10 Ibid., tomo III, pp. 24-25. 11 Ibid., tomo IV, pp. 141-148. 12 Ibid., tomo XIV, pp. 41-69. 13 Ibid., pp. 44, 55 y 56. 14 Ibid., tomo XIX, pp. 55-64. 15 Ibid., tomo XI, pp. 195-205.

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Descripción de la serie documental “Hijuelas” La serie documental “Hijuelas” corresponde al fondo “Secretaría de Gobierno”; se encuentran los documentos generados por el proceso de reparto de tierras comunales en Michoacán, que inició desde principios del siglo XIX, y que se dio con mayor fuerza durante el último tercio del mismo. Los documentos de esta serie originariamente se empezaron a custodiar en la sección cuarta de la Secretaría de Gobierno, encargada de llevar el archivo de toda la institución, a partir de 1891, con el establecimiento del Archivo General y Público, estos documentos pasaron a su custodia. Actualmente se encuentran resguardados en el AGHPEM. Esta serie documental abarca de 1828 a 1915; está dividida en 16 distritos, con un total de 196 libros. La clasificación que se le dio en el Archivo Histórico del Poder Ejecutivo fue: Fondo: Secretaría de Gobierno; Sección: Gobernación; Serie: Hijuelas. Son libros organizados por distritos, en orden alfabético; varios no cuentan con un estricto orden cronológico, alfabético o geográfico en su interior debido quizá a los cambios de recintos, así como descuidos de funcionarios y empleados. Al parecer, en la segunda mitad del siglo XX se mandaron encuadernar estos documentos sin tener el cuidado de que quedaran en su orden original. Los documentos que podemos encontrar en la serie Hijuelas son: actas de nombramiento de la comisión repartidora, padrones de los indígenas que tienen derecho al reparto y de los terrenos a repartir, peticiones varias, informes, respuestas del gobierno, comunicados, pago de contribuciones, telegramas, certificaciones de propiedad; transcripciones certificadas de los títulos de propiedad comunal, recibos, información testimonial, entre otros. Todos son documentos originales escritos en español en su mayoría con letra manuscrita y algunos mecanografiados, con firmas, sellos, timbres, croquis y planos producto de los trámites que se hicieron para el reparto de tierras comunales, de acuerdo con los instrumentos jurídicos que existían sobre la materia en el estado de Michoacán. Por contener valores histórico-legales su conservación es permanente; fueron y son consultados por asuntos legales de tierras así como para

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investigaciones históricas que han dado como resultado varias publicaciones vinculadas al reparto de tierras. El estado de conservación de esta serie no es uniforme, algunos libros están deteriorados por el paso natural del tiempo, pero otros se encuentran rotos, mutilados o manchados por mal manejo, varios han sido restaurados. Para su consulta en sitio se requiere presentar credencial de elector actualizada, utilizar guantes de látex o algodón y cubrebocas, además de las indicaciones generales del reglamento de consulta interno. Para apoyo de los usuarios se cuenta con un índice que describe de manera general los expedientes que contiene cada libro, así como varios catálogos. Se permite la reproducción del material si su estado de conservación lo permite, previa solicitud para fines académicos, o bien se expiden copias certificadas para fines legales. Otras unidades de descripción que se relacionan temáticamente con las Hijuelas –que se ubican en el mismo archivo– son la recopilación de Leyes y Decretos expedidos en el estado de Michoacán (1824-1915) y las Memorias de Gobierno (1828-1904). IMAGEN 5. LIBROS DE HIJUELAs

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Análisis del circuito de tramitación del proceso de reparto de bienes comunales en Tancítaro, tiempos y tipo de documento que generó Circuito de tramitación De acuerdo con sus atribuciones, el prefecto y secretario de gobierno podían resolver algunas cuestiones relativas al proceso de reparto de tierras, pero otras competían exclusivamente al gobernador. El seguimiento de la tramitación del reparto de tierras era: El presidente de la comisión repartidora acudía al prefecto quien a su vez enviaba el asunto al secretario de gobierno, a través de la Oficialía 3ª y éste lo turnaba al gobernador. La contestación vendría en la misma línea pero inversa. Delimitación del proceso De acuerdo con la ley de 1851, el proceso de reparto de bienes comunales iniciaría con la publicación de la ley en febrero 29 de 1852 y un año después debería estar concluido. Este término sólo podría prorrogarlo el gobierno por causa justa bien calificada. Para el caso de Tancítaro se realizó hasta 1872, inició el 25 de marzo de ese año, concediéndosele un término de tres meses para su verificación que terminaría el 25 de junio, aunque se aplazó un poco más, ya que fue aprobado el 5 de septiembre del mismo año. Fases del proceso 1. Iniciación  Publicación de la Ley de Reparto de Bienes Comunales. ▪ Tiempo: febrero 29 de 1852. ▪ Tipo documental: decreto o ley. 2. Desarrollo  Reunión de la comunidad para dar a conocer los términos del reparto y para nombrar comisión repartidora, comisión de reclamos y defensor de ausentes. ▪ Tiempo: se verificó el 25 de marzo de 1872. ▪ Tipo documental: acta.

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 Nombramiento y notificación de las comisiones.

Tiempo: debió realizarse al mes de la publicación de la ley. En términos reales se verificó el 28 de marzo de 1872. ▪ Tipo documental: nombramiento y notificación. Inicio de la formación del expediente de reparto de Tancítaro por parte del alcalde 1º y entrega al presidente de la comisión repartidora, dando recibo de él y avisando a la prefectura de la fecha en que lo recibió. ▪ Tiempo: se verificó el 29 de marzo de 1872. ▪ Tipo documental: expediente abierto. Elaboración por parte de la comisión repartidora de los padrones de individuos que tienen derecho al reparto, así como el de los terrenos a repartir. Éstos deberían estar concluidos a los dos meses de que la comisión recibiera el expediente. ▪ Tiempo: quedaron elaborados el 10 de mayo de 1872. ▪ Tipo documental: padrón, inventario. Publicación de los padrones en lugar público por término de 15 días, con el fin de que se hicieran reclamos por omisiones. ▪ Tiempo: inmediatamente al término de su elaboración, 10 de mayo de 1872. ▪ Tipo documental: cartel del padrón. Reclamos por omisión. ▪ Tiempo: a partir del 10 de mayo de 1872. ▪ Tipo documental: solicitud, acta. Formación de la cuenta de partición entre todos los indígenas que tuvieran derecho a ella y adjudicación de los terrenos, procurando la mayor posible igualdad en cantidad y calidad. ▪ Tiempo: se concluyó el 10 de junio de 1872. ▪ Tipo documental: cuenta de partición y adjudicación de bienes comunales. La cuenta de partición de bienes y adjudicación se fijaría en lugar público apropiado para conocimiento de los interesados y, de ser necesario, se hicieran los reclamos convenientes. ▪ Tiempo: a partir del 10 de junio de 1872. ▪

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Tipo documental: cartel de la cuenta de partición de bienes y adjudicación.  Atención a los reclamos con argumentos y pruebas ante la comisión repartidora para su rectificación en una primera instancia. Si hubiera desacuerdo por los interesados, acudirían como segunda instancia a la Comisión de reclamos y como una tercera al prefecto para su resolución. ▪ Tiempo: 2 meses a partir de la publicación de la cuenta de partición de bienes (10 de junio de 1872). ▪ Tipos documentales: solicitud, acta, reclamo, rectificación, resolución, informe.  Enviar expediente de reparto al gobernador para su aprobación. ▪ Término: concluidos los 2 meses para reclamos. En términos reales se verificó el 15 de julio de 1872 ▪ Tipo documental: oficio de remisión y expediente de reparto de la comunidad de Tancítaro. ▪

3. Terminación  Aprobación del reparto por el gobernador. ▪ En términos reales se verificó el 31 de agosto de 1872. ▪ Comunicado el 5 de septiembre del mismo año. ▪ Tipo documental: acuerdo y comunicado. 4. Ejecución  Expedición de títulos de propiedad por la comisión repartidora, Secretaría de Gobierno o Archivo General y Público de Michoacán. ▪ Término: después del 5 de septiembre de 1872. ▪ Tipo documental: título de propiedad o hijuela. Expediente del reparto de Tancítaro En Tancítaro, tiempo después de concluido el reparto, se envió el expediente de 1,122 fojas a la Secretaría de Gobierno.16 Este expediente pasaría a la 16 AGHPEM, Fondo: Secretaría de Gobierno, sección: Gobernación, serie: Hijuelas, distrito: Uruapan, libro 5, 1882, f. 199.

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sección 4ª y posteriormente al Archivo General y Público de Michoacán, donde se encuentra hasta la fecha. Cabe destacar que aunque en un inicio el expediente se envió en el orden natural de su gestión, en la actualidad se encuentra un tanto disperso, pues los documentos que lo conforman no tienen continuidad, aunque se encuentran dentro del distrito de Uruapan mezclados con expedientes de otras comunidades. De 196 libros que comprenden esta serie, 22 corresponden al distrito de Uruapan, 9 contienen información de Tancítaro; cuenta con un índice general y algunos catálogos. Los expedientes de reparto de tierras comunales normativamente debían constituirse de la siguiente manera: El alcalde 1º empezaría a formar los expedientes de los pueblos de su jurisdicción, en los que se llevaría el reparto, con los siguientes documentos: 1) un ejemplar de la ley; 2) la remisión de ella a cada pueblo y la fecha en que se les citó; 3) su comparecencia y lista de los que se presentaron; 4) el nombramiento de secretario; 5) la elección de los comisionados y defensores de ausentes; 6) la notificación a éstos y su aceptación, así como la de los suplentes, en caso de excusa de los propietarios; 7) las diligencias consiguientes al nombramiento y aceptación de los curadores que se nombren; 8) nota de haber dado parte a la prefectura del estado que tenga cada expediente. Estos expedientes debían entregarse al presidente de cada comisión repartidora (recibo de por medio) notificando a la prefectura. Ya en posesión de la comisión, ésta integraría los documentos que se fueran generando como las actas de reuniones, el padrón de individuos con derecho al reparto, el padrón de bienes a repartir, la cuenta de partición y adjudicaciones, los oficios de reclamos y resoluciones, remisión del expediente de reparto al gobierno para su aprobación, constancia de expedición de títulos de propiedad a los comuneros así como toda la correspondencia entre los comuneros y autoridades relacionada con el reparto.

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En la práctica el expediente de reparto de bienes comunales de Tancítaro se apegó a la ley; el acta de reunión de la comisión repartidora, de junio 10 de 1872, señala que lo abriría el cuaderno general número 1, seguido de cuatro cuadernos de padrones de terrenos designados por los cuatro vientos (cuadernos 2 al 5) y por último, el cuaderno de Hijuelas y adjudicaciones de los accionistas (cuaderno 6 y al parecer abarcó hasta el 7).17 Así se debió conformar originalmente:  Documentos relativos a la iniciativa de reparto en Tancítaro en 1868.  Cuaderno núm. 1 en que constan los acuerdos de la comisión, notas

            

de la superioridad, padrón del número de accionistas y la ley a que debe sujetarse la citada comisión para hacer el reparto (1872). Publicación de la ley de reparto que se hizo en febrero de 1852. Acta de la reunión comunal de 25 de marzo de 1872, donde se nombraron comisiones. Notificación del nombramiento y toma de protesta de los comisionados, por el alcalde 1º, en marzo de 1872. Notificación de la entrega del expediente al presidente de la comisión repartidora por parte del alcalde el 29 de marzo del mismo año. Padrón de terrenos de la sección primera del norte de 1872. Padrón de terrenos de la sección segunda del oriente de 1872. Padrón de terrenos de la sección tercera del sur de 1872. Padrón de terrenos de la sección cuarta del poniente de 1872. Inventario de la comunidad de indígenas de 1872. Cuaderno primero de aplicaciones a los accionistas a los bienes de esa comunidad de 1872. Cuaderno segundo de aplicaciones a los accionistas a los bienes de la comunidad de 1872. Hijuelas de la sección primera del norte de Tancítaro de 1872. Quejas por abusos de la comisión repartidora y otras diligencias de 1873.

17 AGHPEM, fondo: Secretaría de Gobierno, sección: Gobernación, serie Hijuelas, distrito: Uruapan, libro 5, 1872, f. 17.

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 Relativo al embargo por adeudo de contribuciones de 1873.  Informe de la comisión repartidora de 1877.  Solicitudes y expedición de certificaciones de hijuelas de 1893, 1904

y 1905. Actualmente se encuentran así: De 21 libros del distrito de Uruapan, encontramos documentos dispersos entre los libros núms. 2, 4, 5, 6, 7, 9, 13, 14 y 21. Libro núm. 2  Cuaderno primero de aplicaciones a los accionistas a los bienes de esa comunidad de 1872.  Padrón de terrenos de la sección primera del norte.  Padrón de los terrenos de la sección tercera del sur, fs. 1-179. Libro núm . 4.  Cuaderno segundo de aplicaciones a los accionistas a los bienes de la comunidad de 1872, fs. 22- 145.  Diligencias relativas al reparto y quejas por abusos cometidos por la comisión repartidora de 1873, fs. 149-250.  Relativo al embargo por adeudo de contribuciones de 1873, fs. 251297. Libro núm. 5.  Relativo al reparto de 1872, fs. 1-53.  Asuntos posteriores al reparto y solicitudes de certificados de hijuelas de 1876-1910, fs. 54-323. Libro núm. 6.  Contiene solicitudes de certificaciones de hijuelas de 1904, fs. 1-187 Libro núm. 7.  Contiene solicitudes de certificaciones de hijuelas y expedición de las mismas de 1905, fs. 1-177. Libro núm. 9.  Cuaderno núm. 1 en que constan los acuerdos de la comisión, notas de la superioridad, padrón del número de accionistas y la ley a que debe sujetarse la citada comisión para hacer el reparto de 1872, fs. 5-207. 148

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 Contiene la publicación de la ley, f. 7.  Acta de reunión de marzo 25 de 1872, f. 9v.  Notificación del nombramiento y toma de protesta de la comisión

por el alcalde, marzo 28 de 1872, f.10.  Entrega del expediente al presidente de la comisión repartidora por

parte del alcalde el 29 de marzo, f. 11v. Libro núm. 11  Certificaciones y solicitudes de hijuelas de 1893, fs. 1-143.  Relativo al reparto de terrenos de 1869, fs. 144-147. Libro núm. 13  Informe de la comisión repartidora de 1877, fs. 28-36.  1|1 de la sección primera del norte de Tancítaro de 1872, fs. 172178. Libro núm. 14  Padrón de terrenos, sección cuarta del poniente e inventario de la comunidad de indígenas de 1872, fs. 1-235. Libro núm. 21  Curso de los apoderados de varias comunidades entre ellas, Tancítaro, pidiendo se aplacen los trabajos de reparto de 1869, fs. 40-44.  Relativo al reparto de terrenos de 1869. Conclusiones La catalogación documental es una actividad que permite el control intelectual de los acervos. El acceso eficaz contribuye a su mejor conservación y facilita la difusión de la información. La aportación de este trabajo de descripción archivística radica en la recuperación del orden original del expediente de Tancítaro, a su vez, cuándo y cómo se realizó el proceso de reparto de bienes comunales en dicho lugar; ambos, elementos que constituyen un apoyo importante en la construcción del conocimiento histórico regional, así como en la delimitación de los procesos archivísticos que ayudan a una mejor comprensión de la información contenida en los documentos.

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Certificado de Hijuela expedido por la Comisión Repartidora de Tancítaro, libro 5, distrito Uruapan, de 1877, fs. 53 y 53v.

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Pie de foto: acta de reunión de la Comisión Repartidora de Tancítaro, libro 5, de Hijuelas, distrito Uruapan, de 1892, fs. 28 y 28v.

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Bibliografía AGHPEM, Coromina, Amador, Recopilación de leyes, decretos, reglamentos y circulares

expedidos en el estado de Michoacán, tomos I, III, IV, XI, XIV y XIX, Morelia, Michoacán, Imprenta de los hijos de I. Arango, 1886. AGHPEM, Coromina, Amador, Recopilación de leyes, decretos, reglamentos y circulares expedidas en el estado de Michoacán, tomo XXXI, Morelia, Michoacán, Imprenta de la Escuela de Artes, 1894. Archivo General de la Nación, Guía para el cumplimiento de los lineamientos generales para la organización y conservación de archivos de las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, México, AGN. Cruz Mundet, José Ramón, Diccionario de Archivística (con equivalencias en inglés, francés, alemán, portugués, catalán, euskera y gallego). Estudio preliminar de Carmen Díez Carrera, España, Alianza Editorial, 2001. Delgado Gómez, Alejando, Normalización de la descripción archivística: Introducción a Encoded Archival Description (EAD), 2ª ed., Cartagena, Archivo Municipal. 2004. Dirección de Archivos del Poder Ejecutivo, Cuadro de clasificación del Archivo General e Histórico del Poder Ejecutivo de Michoacán, Morelia, Michoacán, DAPE, 2012. Marcos Martínez, Álvaro, Catálogo documental “Profesores de Primeras letras” (1871-1894), Morelia, Michoacán, Archivo General e Histórico del Poder Ejecutivo de Michoacán, 2007. Mijangos Díaz, Eduardo N., La dictadura enana. Prefecturas del porfiriato en Michoacán, Morelia, Michoacán, UMSNH-IIH, 2008. Fuentes documentales AGHPEM,

Fondo: Secretaría de Gobierno, sección: Gobernación, serie: Hijuelas, distrito: Uruapan, libros 5 y 6. Fecha de recepción: 27 de junio de 2015 Fecha de aprobación: 19 de agosto de 2015

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RESEÑAS

HISTORIA JUDICIAL ECLESIÁSTICA DE LA NUEVA ESPAÑA

Traslosheros, Jorge E., Historia judicial eclesiástica de la Nueva España. Materia, método y razones, México, Porrúa/UNAM/IIH, 2014, 201 pp., ISBN: 978-607-09-1728-8.

En los últimos años se han difundido estudios que versan en torno a tribunales de justicia civil y eclesiástica, siendo este último foro el abordado por investigadores como el doctor Jorge Traslosheros, quien ha dedicado gran parte de su trayectoria académica a develar los poco explorados caminos de la historia judicial en el ramo eclesiástico para el caso novohispano. Recientemente vio la luz su obra Historia judicial eclesiástica de la Nueva España. Materia, método y razones, que muestra el resultado de exhaustivas investigaciones y meditaciones sobre el tema. El estudio aborda, de manera completa, los foros de justicia eclesiástica, además de sugerir un interesante y funcional procedimiento para estudiar dichos organismos y conocer por qué su existencia, analizado a través de la historia judicial. Con un lenguaje ameno y claro, Traslosheros transporta al lector a un interesante viaje en el tiempo mediante fuentes archivísticas y bibliografía especializadas, con la finalidad de comprender mejor el desarrollo de la justicia eclesiástica novohispana y sus ramificaciones, remontándose, para sustentar, aclarar y ejemplificar aspectos relevantes, hasta la época de los apóstoles o la Edad Media. Al inicio de su escrito el autor propone considerar tres aspectos que acompañarán al lector: las relaciones entre justicia y misericordia, teología moral y derecho canónico, así como prejuicios y limitaciones que pudieran prestarse a polémica. LEGAJOS, número 7, julio-septiembre, 2015

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Al respecto, parece pertinente resaltar un aspecto clave que defiende el doctor Traslosheros al afirmar que la historia judicial “debe nutrirse de la realidad en la cual cobran vida los foros, dar cuenta de su dependencia con ‘otros órdenes de la realidad’, de sus procesos de cambio y permanencia, de los factores que los condicionaron, de los ideales que les inspiraron, así como de los valores que persiguieron y trataron de hacer realidad” (p. IX). Así, amalgamando estos aspectos, el resultado de la investigación será exitoso. El libro se conforma de dos partes, con un total de siete bloques temáticos. En el primer segmento, compuesto por tres capítulos, el autor explica ampliamente el surgimiento y desarrollo del Derecho Canónico, describiendo los cinco foros de justicia eclesiástica: la confesión sacramental (o foro interno), la visita episcopal, tribunales eclesiásticos ordinarios, el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, así como los foros de corte privado, adscritos a congregaciones y órdenes religiosas. Concluye el primer bloque compartiendo la propuesta metodológica para estudiar dichos organismos. En la segunda parte, expuesta en cuatro capítulos, el doctor Traslosheros presenta, con interesantes ejemplos, cuatro de los más importantes motivos que dieron sentido a los tribunales en cuestión: el realismo antropológico, plasmado a través del pecado y el delito; la reforma de las costumbres y la visita episcopal en su aspecto jurídico; la protección de la persona, tomando como ejemplo a los indios y su interacción con tribunales eclesiásticos. Traslosheros concluye esta segunda parte con un breve pero sustancioso capítulo del trabajo de los tribunales eclesiásticos con el fin de mantener relaciones cordiales entre sí, aunque esto no siempre fue posible, como se lee en un par de casos suscitados a mediados del siglo XVII en el obispado de Michoacán. La obra cuenta con varios aspectos a destacar pero, sin duda, uno de los que más llama la atención es el método con el que el autor sugiere aproximarse a las fuentes documentales, pues considera que cuando los historiadores utilizan la hermenéutica (y con ayuda de otras fuentes) se logra reconstruir parte del pasado, es decir, debemos tratar a los expedientes consultados en archivos permitiendo que cuenten su historia hasta conseguir mediante el documento una conversación con los actores que vivieron en 158

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épocas pretéritas, personajes centrales que estuvieron implicados, de manera directa o indirecta en un tribunal de justicia eclesiástica e inclusive de quienes escribieron la historia y, ¿por qué no?, recibir alguna sorpresa; de lo contrario, al forzar nuestra documentación a hablar, nos diría únicamente lo que queremos oír, cayendo en una interpretación errónea del objeto de estudio. El autor reitera que las reflexiones sobre el tema estudiado y su análisis correcto tienen importantes implicaciones en el resultado final, pues estamos obligados a respetar lo que dicen las fuentes y entender a quienes nos antecedieron en la historia, sin juzgarlos; como asevera con toda razón el autor: “Siempre será conveniente tomar en cuenta que no tenemos la obligación de creer en lo que ellos creían; pero sin duda tenemos el deber de comprender que ellos así lo creían” (p. 54). Evidentemente, la obra resulta de gran utilidad para los estudiosos de la historia judicial eclesiástica en Nueva España, por sugerir nuevas herramientas de trabajo que facilitan el estudio de las fuentes jurídicas que están a la espera de compartir sus secretos, aludir a tribunales eclesiásticos que requieren ser explorados, así como dar cuenta de aspectos claves para el estudio de estos foros de justicia y que pasamos por alto, tales como la definición de persona jurídica (llámese indio, extranjero, viuda, etcétera) o la interacción que se vivía al interior de estos organismos, entre funcionarios y la población implicada, como parte acusada o denunciante durante los pleitos. Para terminar, sólo resta recomendar ampliamente la lectura y consulta de esta nueva propuesta, no sólo para los interesados en explorar los poco estudiados, pero valiosos expedientes judiciales virreinales, sino para quienes trabajamos con fuentes de archivo en general y aquellos que gusten entablar una conversación con el pasado para observar con una mirada más crítica y abierta los temas que atraen nuestra atención. Herlinda Ruiz Martínez Facultad de Filosofía y Letras, UNAM

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EDUCAR PARA LA PAZ. MÉXICO Y LA COOPERACIÓN INTELECTUAL INTERNACIONAL Pita González, Alexandra, Educar para la paz. México y la cooperación intelectual internacional, 1922-1948, México, Universidad de Colima/Secretaría de Relaciones Exteriores, Dirección General del Acervo Histórico Diplomático (col. Organismos Internacionales, vol. 3), 2014, 316 pp., ISBN: 978-607-446-065-0.

Educar para la paz. México y la cooperación intelectual internacional, 1922-1948, de Alexandra Pita González, forma parte de la colección Organismos Internacionales, editada por la Secretaría de Relaciones Exteriores, en la que se aborda la historia de las relaciones exteriores de México a través de diferentes instancias y organismos, como la Sociedad de Naciones o las conferencias de paz de La Haya. En particular analiza los esfuerzos, anhelos y acciones encaminados a generar la cooperación intelectual entre los países durante el mencionado periodo, para asegurar un entendimiento más racional, abierto, armónico y generar un clima de paz y estabilidad entre las naciones. De este espíritu participaron activamente reconocidos intelectuales mexicanos como Alfonso Reyes, Genaro Estrada, Isidro Fabela, Jaime Torres Bodet, por mencionar a los más importantes, quienes entre las décadas de los veinte y los cuarenta del siglo XX, tuvieron como tarea principal posicionar en el panorama mundial al Estado mexicano surgido de la Revolución. Estos personajes, instruidos en diversos conocimientos, dominio de diferentes lenguas y, sobre todo, dotados de un espíritu universal y la capacidad de comprender la situación histórica del país, así como de la realidad mundial de su tiempo son, en buena medida, los actores principales de este libro. Pita González aborda una temática poco estudiada y tomada en cuenta por la historia mexicana: la participación de los gobiernos revolucionarios en los principales escenarios internacionales a través de destacados 160

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intelectuales que dieron vida a toda una época dorada de la diplomacia mexicana y su influencia internacional en la primera mitad del siglo XX; de las cuales, no obstante su importancia, aún se conoce poco. Con un notable trabajo de acopio, organización y análisis de fuentes, la autora va encontrando respuestas y explicaciones a varios de los procesos que le han interesando desde hace algunos años, como las redes y relaciones entre la intelectualidad latinoamericana y mundial, las características y papel desempeñado por la diplomacia cultural, así como la comprensión de un periodo fundamental de la historia nacional y mundial contemporáneas del que se ha investigado poco, comparado con la producción historiográfica de otras épocas. El libro nos invita a reflexionar que la relación entre la cultura, las ideas y la diplomacia es uno de los temas más relevantes para la comprensión de la historia de las relaciones internacionales del siglo XX cuyo estudio no debe dejarse de lado. En la actualidad, nadie puede negar que entre las principales estrategias de los Estados para influir en el exterior se encuentre presente el papel de los agregados culturales, los intercambios académicos, las exposiciones artísticas, así como las relaciones culturales entre los países. La obra se divide en siete capítulos, que sugieren al lector un cierto hilo cronológico de los acontecimientos, pero también de varios procesos interesantes, entre otros, la trascendencia de la educación como arma contra la barbarie, y la participación de los países latinoamericanos en el escenario mundial y su propuesta por alcanzar un auténtico espíritu de paz ante los conflictos europeos que desgastaban las relaciones entre los países del Viejo Mundo. Al leer el libro inevitablemente surge la primera crítica: la modestia de la autora al anotar en el título sólo el papel de México en la cooperación intelectual internacional, cuando en realidad su trabajo es mucho más rico y extenso, pues reconstruye el complicado entramado de las relaciones culturales e intelectuales de América Latina con Europa y Estados Unidos de Norteamérica, el papel de diferentes intelectuales de nivel mundial para mediar la paz, una discusión sobre el panamericanismo, así como la creación y la desaparición de instituciones como el Comité Internacional de Cooperación Intelectual o el Instituto internacional de Cooperación Intelectual.

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En este sentido el libro no sólo aborda los derroteros del gobierno y los intelectuales mexicanos que participaron en los foros internacionales que trataban de enriquecer la relación entre los países por medio de la educación, el arte y la cultura, sino también el complejo panorama internacional de la cooperación intelectual en las décadas de los años veinte a los cuarenta del siglo XX. Los hombres y mujeres intelectuales o de la “república de las letras” en aquel entonces –como bien lo apunta Pita González– estaban realmente preocupados por el entendimiento del otro, por la búsqueda de la paz y por un intercambio cultural y de ideas respetuoso entre las naciones. Del mismo modo, se resalta la presencia del espíritu americano, sobre todo entre los países latinos, incluso cuando se creía, pese a sus naturales diferencias, que la América era la tierra de los sueños, la igualdad y la paz. Enumero a continuación el valor de este trabajo: en primer lugar, si bien el libro es resultado de una investigación histórica profunda, también debe destacarse su cualidad de obra de consulta para el periodo y los temas de la cooperación intelectual, resultado del interés de la autora por hacer asequible y claro su conocimiento a sus colegas, estudiantes y público en general; en segundo lugar, destaca la nutrida información de las explicaciones contenidas en los pies de página, los cuales enriquecen el trabajo. También sobresale una copiosa bibliografía en diferentes idiomas que acercan a los iniciados en el tema a materiales más completos y especializados; en tercer lugar, debo destacar el esfuerzo por incorporar un índice onomástico y documentos anexos que brindan agilidad en la búsqueda de personajes y facilitan el entendimiento del organigrama de las instituciones de cooperación intelectual nacional e internacional. Aunque se extrañan los pies de foto más informativos, el material gráfico del libro es otro aporte destacable de la obra, pues no se conocían, o por lo menos no se habían publicado hasta ahora, muchas fotografías referentes al tema durante ese periodo. Hubonor Ayala Flores Facultad de Historia Universidad Veracruzana

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LA CONSERVACIÓN PREVENTIVA DURANTE LA EXPOSICIÓN DE FOTOGRAFÍA

Peña Haro, Sandra La conservación preventiva durante la exposición de fotografía, Gijón, Trea, 2014, ISBN 9788497047593.

¿Cómo realizar un montaje para una exposición con fotografías? ¿Qué riesgos tiene la fotografía al ser exhibida? ¿Cuáles son las condiciones ambientales óptimas? Este libro está dirigido, precisamente, para quien directa o indirectamente participa en el montaje de exposiciones garantizando su conservación al término de la exposición. Su presentación en forma de manual y la organización de la información da cuenta de una lectura concreta, puntual, sin tecnicismos, amena y de gran utilidad. La fotografía como objeto artístico, documental y social ha tenido un impacto en la sociedad que se ha transformado como producto de la tecnología. Asimismo, se ha producido una revaloración como objeto material y se ha posicionado en el mercado como nunca lo habíamos visto. Las exposiciones de fotografía han adquirido mayor demanda por ser uno de los medios de expresión preferidos entre los fotógrafos y artistas, quienes se han apropiado de la fotografía digital sin olvidar las experiencias que dejaba el cuarto oscuro. El libro describe qué es la fotografía, los procesos de revelado, los componentes que la conforman y las diferentes técnicas producidas y que pertenecen a colecciones privadas o se resguardan en museos, para cuya exhibición es indispensable conocer la técnica fotográfica, ya que de ello depende el tipo de soporte que la resguarda o la cantidad de iluminación que puede recibir sin deteriorarse.

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En uno de sus apartados la obra se refiere a la valoración del objeto original y su exhibición dentro de una amplia gama de posibilidades: impresión de autor, vintage (impresión cerca de la toma del negativo), de época (10 a 15 años después) o impresión contemporánea. Si bien el público especializado y no especializado se inclina por una preferencia y gusto de la impresión original sobre un facsímil, existe una serie de ventajas y desventajas en cuanto a cada elección. Por otra parte, se mencionan los deterioros que aparecen en los materiales fotográficos y que son en su mayoría irreversibles. De acuerdo con cada técnica fotográfica existe un patrón de deterioros que se relaciona con la técnica de manufactura y los materiales constitutivos que se utilizaron; un ejemplo común en impresiones de gelatina y colodión es cuando se presentan manchas de color marrón, causadas por un lavado deficiente durante el revelado, ya que los residuos de fijador reaccionan con la plata de la imagen. Los deterioros pueden acentuarse en condiciones no controladas de exhibición. Para evitar cualquier deterioro se recomienda establecer, en cada institución, una política de exhibición para definir qué materiales se van a exhibir, y en caso de exponer las fotografías originales, se deberá realizar un registro detallado antes y después de la exposición para detectar cualquier cambio o alteración en el material fotográfico. Para lograrlo, se recomienda realizar registros de densidad y color en cada ejemplar, y en caso de existir alguna variación, el objeto deberá considerarse como sensible y quedará restringida su exhibición para otras exposiciones. Algunos aspectos previos a la exposición son: la protección legal que incluye el convenio de préstamo o comodato, describiendo las obligaciones y responsabilidades de las partes; el reporte de condición es el registro físico del objeto que se va a exhibir, así como la documentación de las intervenciones anteriores y la participación en exhibiciones previas; también se anotarán indicaciones de las condiciones ambientales, de iluminación, los cuidados de manipulación y otras indicaciones que coadyuven a la seguridad del material fotográfico. Otra consideración importante son las guardas que protegen las fotografías y evitan nuevos deterioros mientras se almacenan; por ejemplo, las fundas de papel o plástico: los papeles se caracterizan por ser opacos, protegen

el objeto de la luz y permiten un intercambio de humedad; asimismo, deben alcanzar los parámetros de la prueba de actividad fotográfica (PAT) o la norma ISO 18902. Los plásticos, como el poliéster, son transparentes, estables, rígidos e inertes; no obstante, no hay intercambio de humedad y a largo plazo esto puede ser causa de algún deterioro. Se proporcionan indicaciones del montaje de las impresiones, las cuales deben seguirse cabalmente, por ejemplo, para aislar la fotografía del exterior, se debe colocar en un paquete de vidrio con filtro ultravioleta o plexiglás el objeto fotográfico con paspartú y una película de poliéster al reverso y sellar los bordes con cinta adhesiva; el paquete se introducirá al marco, que de preferencia debe ser de aluminio anodizado. En materia de exhibición se recomienda un control de la humedad y temperatura, una iluminación adecuada para cada técnica fotográfica y la ausencia de contaminantes, así como usar aparatos que midan las condiciones óptimas de las salas. En cuanto a la humedad y temperatura se recomienda un intervalo de 30 a 50% de HR y 18 a 21° C, con variaciones mínimas (± 6% y ± 2°C), de lo contrario puede aparecer un deterioro provocado por la absorción de humedad, y como consecuencia un cambio dimensional en cada estrato del material fotográfico. La iluminación se debe regular conforme al objeto fotográfico y su sensibilidad a la luz. Los materiales “especialmente sensibles” se expondrán a 50 luxes, mientras que los “sensibles” a 150. Además de las mediciones se pueden colocar testigos de colorantes donde se puede detectar una decoloración y un posible deterioro en el objeto de exhibición. Asimismo, para cada objeto fotográfico se recomienda estimar una dosis total de exposición a la luz, debido a que es acumulativa. Este libro es recomendable para las personas que trabajan en los distintos espacios donde se exponen colecciones fotográficas. Una exposición implica una toma de decisiones en la cual se debe conocer el material que se exhibe, el espacio, las condiciones ambientales y de iluminación, los materiales de montaje y embalaje requeridos para garantizar la conservación de los objetos a largo plazo; actuar de forma preventiva ofrece mayores beneficios a una colección y favorece su preservación. Elia Botello Miranda Museo Nacional de Historia

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DOCUMENTOS DEL

ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN

Imagen centenaria PRIMER LIBRO DE LA ESCUELA DEL PUEBLO. ENSEÑANZA DE LA ESCRITURA-LECTURA Omar Ocampo Fuentes*

La portada que muestra este número de Legajos. Boletín del Archivo General de la Nación se inserta en el contexto centenario de la Revolución mexicana. Se trata de un manual de enseñanza, conocido actualmente en México como libro de texto, el cual funcionó para el aprendizaje de la lectoescritura hace un siglo. Este Primer Libro de la Escuela del Pueblo se resguarda en el AGN como parte del fondo Instrucción Pública y Bellas Artes, sección Propiedad Artística y Literaria, caja 284, registro 270, expediente 15. Fue elaborado por * Centro de Referencias, AGN.

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el profesor normalista veracruzano Baldomero Zenil en 1912, y publicado por la editorial Librería de la Viuda de C. Bouret. El periodo revolucionario mexicano convulsionó muchos aspectos de la vida política y social del país, donde se defendieron prerrogativas de desarrollo que se conseguían con dificultades en años anteriores. Tal fue el caso de la educación. Justo Sierra subsecretario de Justicia e Instrucción Pública de 1901 a 1905 y luego responsable de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes hasta 1911,1 fue impulsor de la reforma integral de la educación, su proyecto se fincaba en ideas liberales que iban dirigidas a una pedagogía social incluyente. Para 1901 se había fundo el Consejo Nacional de Educación Superior, cuyas aspiraciones fueron, primero la creación de la Universidad Nacional y, segundo la obligatoriedad de la instrucción primaria. Con esto se estaban plasmando las pautas de la labor educativa en el país. Dichos planes renovadores rompían en cierta forma con la visión de una educación selectiva. La primera década del siglo XX mostraba un México con un alto porcentaje de analfabetismo y por el contrario una minoría que tenía la posibilidad de acceder a un nivel universitario; también se daba el caso de que ciertos sectores acomodados mandaran a sus hijos al extranjero a educarse para que, al cabo del tiempo y una vez concluida su formación, regresaran al país para insertarse en algún puesto o institución de la administración pública donde pudieran aplicar los conocimientos adquiridos. Como parte de la demanda de justicia social, la Revolución mexicana aspiraba a democratizar la educación: escuelas y libros para todos, se vislumbraba un vínculo justo entre libertad y libros. La revolución se hizo para obtener la libertad y la tierra, pero también la escuela.2 La prerrogativa de hacer llegar la educación a los sectores más olvidados de la sociedad se concretó en la letra a partir de la ley expedida el 1 de junio de 1911, cuando se determinó hacer llegar la educación básica al campo y las regiones más alejadas; por educación básica se entendía saber leer y escribir, así como 1 En 1841 se denominaba Ministerio de Instrucción Pública e Industria; en 1843 se convirtió en Ministerio de Justicia Negocios Eclesiásticos; de 1853 a 1861 fue dependencia de la Secretaría de Relaciones Interiores: Justicia, Negocios Eclesiásticos Instrucción Pública; en el periodo 1861-1905, Secretaría de Justicia Fomento e Instrucción Pública, y en el lapso 19051921, Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes. 2 Castillo Isidro, México: sus revoluciones sociales y la educación, t. 3, México, Gobierno del Estado de Michoacán, 1976, p. 130.

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ejecutar operaciones elementales de cálculo numérico o matemático. Esta ley contemplaba establecer las llamadas escuelas rudimentarias que acogerían a cuantos analfabetos acudieran a ellas, sin distinción de sexo o edad. El Libro de la Escuela del Pueblo formaba parte del proyecto nacional de educación a inicios del siglo XX, que consistía en extender el conocimiento elemental de escritura y lectura al pueblo, como el mismo título lo indica. También se inscribe –como lo han puntualizado Lucía Martínez Moctezuma y Luz Elena Galván Lafarga–3 en la proliferación de libros o manuales de texto ocurrida en aquella época, los cuales se convirtieron en fuentes primarias para la interpretación y el conocimiento de las prácticas escolares concretas de las sociedades que las generaron, así como de los postulados socioeducativos propuestos en las distintas comunidades escolares. El texto elaborado por Zenil parte del sistema de escritura denominado fonetismo, que empezó a utilizarse a partir de la segunda mitad del siglo XIX y hasta el siglo XX, consistía en emitir el sonido de la letra, vinculándolo con el nombre de la misma. El libro invita al interesado a consultar uno de los fondos más sugerentes que resguarda el Archivo General de la Nación, correspondiente al periodo del México Independiente y contemporáneo: Propiedad Artística y Literaria que consta de 1,324 volúmenes, equivalentes a 159 metros lineales y 8,723 fotografías, con una ordenación cronológica.4 El registro autoral comenzó en México en 1871. Para adquirir la propiedad artística y literaria el autor debía recurrir a la Secretaría de Justicia Fomento e Instrucción Pública y entregar dos ejemplares de su obra; el primero se depositaba en el Archivo General de la Nación, el segundo, en caso de ser un libro, se remitía a la Biblioteca Nacional. Los ejemplares que el AGN recibía por las obras registradas en la oficina de propiedad artística integran un extenso acervo documental compuesto de diversos géneros y formatos, como fotografías, fotogramas, partituras, revistas, guiones y, por supuesto, libros y manuales de métodos de enseñanza, los cuales están disponibles para la consulta de las personas interesadas.

3 Galván Lafarga, Luz Elena y Lucía Martínez Moctezuma, Las disciplinas escolares y sus libros, México, CIESAS/Juan Pablos/Ediciones Mínimas, 2010, p. 312. 4 Herrera Huerta Juan Manuel y Victoria San Vicente Tello, Guía General Archivo General de la Nación, México, AGN, 1990, p. 191.

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NORMAS PARA LA ENTREGA DE ORIGINALES 1. Sólo se recibirán materiales inéditos. 2. Las propuestas de colaboración deberán cumplir con lo siguiente: a. Presentar a doble espacio, con fuente ARIAL de 12 puntos, en versión word para windows. Para las secciones “Galerías de la Historia” y “Portales de la Archivística”, la extensión de los textos no deberá sobrepasar las 35 cuartillas incluyendo notas, cuadros, gráficos, mapas, apéndices y bibliografía. Los textos iniciarán con un resumen en español (máximo 120 palabras), así como su equivalente en inglés (abstract) y de tres a cinco palabras clave y sus key words equivalentes. b. Para la sección “Reseñas” deberán comentarse libros de reciente edición cuya temática se relacione con la historia o la archivística, con una extensión no mayor a 1,000 palabras; la ficha bibliográfica deberá incluir también el número de páginas y el ISBN; en archivo separado deberá enviarse la imagen de portada del libro en formato .jpg o .tiff a 300 dpi. c. Sólo se aceptarán trabajos escritos en español. d. Las ilustraciones, gráficas, cuadros y tablas se numerarán de modo consecutivo. Se indicará su lugar de ubicación en el texto y se enviarán en archivo por separado en formato “imagen” (tiff o jpg a 300 dpi). e. Los textos irán precedidos de una página con los datos del o los autor(es), filiación académica, dirección profesional, teléfono de contacto y dirección de correo electrónico. f. Los textos deberán enviarse en forma electrónica a la dirección: [email protected] 3. Notas al pie de página a. Las referencias aparecerán de manera resumida. b. Para libros deberá seguirse el siguiente modelo: Apellidos seguidos por una coma, título resumido en itálica seguido por una coma, p. o pp., seguido por el número(s) de página(s). Ejemplo: Sierra, Evolución política, p. 34. c. Para artículos o capítulos de libros deberá seguirse el siguiente modelo: Apellidos seguidos por una coma, título resumido entre comillas seguido por una coma, p. o pp. seguido por el número(s) de página(s). 174

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Ejemplo: Tutino, John, “Soberanía quebrada”, p. 34. d. Las referencias de diferentes autores se separarán con punto y coma. Ejemplo: Tutino, John, “Soberanía quebrada”, p. 34; Azuela, Arturo, La ciencia renacentista, p. 17. Siglas y bibliografía a. Se incluirán sólo los libros o artículos citados en el texto, así como las siglas de los archivos a los que se hace referencia. b. Las referencias bibliográficas se presentarán después de las siglas, en orden alfabético. c. Deberá seguirse el siguiente modelo: Libros Apellidos, nombre(s), título en itálica, lugar de edición, editorial, año de edición. Capítulo en libro Apellidos, nombre(s), “título”, en autor(es) compilación o edición nombre y apellido, título resumido en itálica, páginas del capítulo. Artículo Apellido, nombre(s), “título artículo”, en nombre de revista en itálica, vol., número, año, páginas. Citas Las transcripciones de más de seis líneas de texto se incluirán en párrafo aparte, con un margen igual al de la sangría izquierda, sin comillas, a espacio sencillo. No se aceptarán contribuciones que no cumplan con los requisitos. En un plazo no mayor de 15 días Legajos confirmará la recepción de la colaboración. Todos los artículos serán sometidos a por lo menos la evaluación de dos dictaminadores en el esquema de doble ciego; así como a la aprobación del Consejo Editorial que, con base en los dictámenes, se reserva el derecho de solicitar modificaciones a los autores o de rechazar los textos. En un promedio de ocho semanas se notificará a los autores el resultado del dictamen. El contenido de los artículos es responsabilidad exclusiva de los autores y no refleja en modo alguno el punto de vista de Legajos o del Archivo General de la Nación.

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Legajos. Boletín del Archivo General de la Nación, octava época, núm. 7, se terminó de imprimir en noviembre de 2015 en Omnius Soluciones en Tecnología S. A. de C. V. Se tiraron 500 ejemplares.

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