Las relaciones contractuales de la nobleza y las élites urbanas en el País Vasco al final de la Edad Media (c. 1300-1500)

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FnexqomFonoNDA Aiv¿,IsansrCnnnescoMeNcHADo (Directares)

EL CONTRATOPOLÍTICO EN tA CORONADE CASTILLA Culturny sociedadpolíticasentrelos siglosx al xn

@o**efx, 2008

de la todos los derechos.Ni la toialidadni partede estelibro, incluido el diseño Reservados electtonicoo mecánico,inclucubierta,puedereproducirseo transmitirsepor ningrinprooedimiento y sistemas derecu' información de yendofoóoopia,grabaciónmagnéticao cualquieralmacenamiento peración,sin ¡ermisoescritodel AUT0R y de la EditorialDYKINSON' S'L'

del proyectodel Ministerio aportaciones Estelibro ha sidopublicadocon lasgenerosas del Laboratoirede Médiévisti' de Educacióny Ciencia,I+D HIIM 2006-05233/HIST, queoccidentalede Parisy del Institutuniversitairede France

de Ilustraciónde cubierüa:PazentreGriegosy Troyanos,miniahrradelRonan de Troie Benoltde Sainte-Mawe(Parfs,BNF,Ms. Lat. 60, fol' l29v)

@ CopyrightbY

Los Autores Madrid,2008 EditorialDYKINSON,S.L.MeléndezValdés,61- 28015Madrid Teléfono(+34)91 5M28 46 - (+34)91 5442869 e-rhail:[email protected] http://wwu dYkinson.es htp ://www.dykinson.com -225-5 ISBN: 978-84-9849 DepósitoLegal:M-l 6034-2008 Preimpresiónpor: BesingSenicios Gráficos'L-L' es e-mail: besing@terra.

bnpresopor: SAFEKAT,S.L. BelmontedeTajo,55- 3.oA - 28019Madrid

ÍNntcs EL CONTRATOPOTfUCO EN LACORONA DE CASTILLA. PRESENTAcIóN FneucolsFonoNp¡.. PRIMERA PARTE

ARQUEorocf¡ DE tA cutruRA coNFEDERATIVA DEDISTITCIÓN Y ESTRATEGIAS VÍmCUTOSCOMUNITARIOS (cAsTrLLA,SIGLOSX-XII) jur,roEscntoNe Moxcr

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DELASHERMANDADES ECLESIASTICOS LOSPROLEGÓTT¡EITTOS

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DELAS LASHERMANDADES ENTRECABALLEROS. ACUERDOS ónonñss MILITARESEN LA CASTILLAMEDIEVAL(SIGLOS¡tI-XrV) Novo¡ Ponrsm FsLrcrANo DE PODER LA pARTICIPACIÓNCONCEIILEN LA ESTRUCTURA DE LA CORONADECASTILLADURANTEEL REINADODE FERNANDOIV (L295-t3t2) Mñcusz CÉsmGoNzA¡"sz

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SEGUNDAPARTE CIUDADANAS PERSPECTIVAS EN LA SOCIEDADPOLTNCA CONCORDIA,PACTOSY ACUERDOS URBANADELA CASTILLABAJOMEDIEVAL Mmf¡rAsrNroG,Hispania,185,1993,pp. 861-884iro.,,enFundamentosmeT.e6n,2005,pp, 153-177 diwalesile:losparticulmisfins kisp;ánicos,

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- IoNAlpot¡l FnnNANnrz RoI¿s onLRnns¿ Dle,znr Dunerue OnuzosUnsrNR IosÉtt¡rr¿óN traición. El ejemplomejor conocidoesel del SeñoríodeYizcayaquefue transmitido hereditariarnentedentro del linaje de los Haro hasta 1334,pasando posúeriormentea la CasadeLara, para acabarpor vía matrimonial en manos del bastardoinfante Tello,hermanode PedroI ¡zEnriqueII. Precisa,mente,las frecuentesdisputas surgidasentre los Señoresde Yacayay los monarcascastellanos desdeel rlltimo cuarto del siglo XIII supusieron en algurta ocasiónla confiscacióndel Señoríopor los reyes.Ejemploparadigmáticoseríanlosaños por de la guerracivil castellan+con los vaivenesde fidelidad.protagonizados el infante Tello, hastaque su muerte dejó a Yizcaya en manos de la reina consorte ]uana Manuel, que la entregóa su hiio, eI futuro Reyjuan 16.Más afortunados fueron los destinosde los señoresde Ayala que,una vez superadauna crisis sucesoriaen el primer tercio del siglo xrv, adquirieronno sololos viejos señoríoslimftrofes -Llodio, Oquendo y Orozco- en 1349,sinoque tambiénse hicieron con el señoríosobreel valle de Cuartango(1355)y lasvillas de Arceniega (1371)y Salvatierra(1384X.La fortuna del linaje,sin embargo,setruncó a principios del s€lo xW como consecuenciade Ia implicación de PedroLópez de AyaLaenel movimiento comuneros. La Cofradía de Arriaga o de Alav as era,como relata la CrónicadeAlfonso XI, un , En Ia Esptñamedieaal,ÍV,t984, pp. 513-536;MicaelaJ. PoRTnLe,..La Cofradfade Arriaga>, en LaformacióndeAtaoa.Ponencías,, Vitoria, L984,pp. 342-949. -l j

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dela noblemy laséIitesurbnrwsm el PalsVascoalfínal dela Edndlvledia contractuales Ins retaciones

alavés10, sobreel cual . El mismo título describe tarnbién qué se entiende por tierra y honor: .,LeyII. Qué departimientoha entrela tierra,e el feudo,e honor. >Tierrallaman en Españaa los maravedfsque el rey pone a los ricoshombres,e a los caballerosen lugaresciertos.E honor dicen aquellos maravedísque les pone en cosasseñaladasu elr€ pertenecentan solamenteal señorfodel rey, e dáselosél por leshacerhonra,asfcomo todas las rentas de alguna villa o castillo. E cuando el rey pone esta tierra e honor a los caballerose vasallos,e no haceninguna postura. Puesenüéndese,segúnfuero de España,{n€ lo han de servir lealrnente, e no los debenperder por toda su vida si no hicierenporqué.Mas el feudo se otorga con posfura,prometiendo el vasallo al señorde hacerleservicio a su costae a su misión, con ciertacuantíade caballeros o de hombres,u otro servicioseñaladoen otra maneraque le prometiesede hacer>. Los feudos de cámara o de bolsa comien zan aaparecer en Europa Occidental en Ia segunda mitad del siglo xI, generalizándose desde las décadas finales del siglo xII22.En el caso de los vasallos del rey de Castilla, el feudo de bolsa23se denomina lanza. Aunque en los textos de las Partidas que hemos visto anteriormente se diferencia entre tierra y feudo, en los siglos siguientes ambos términos se hicieron equivalentes. Así,-tanto en las crónicas de Pedro López de Ayala como en el libro de asientos de luan II,las dos voces -tierra y lanza- designan la misma realidad2a. Según el ordenamiento 2' Bryce D. LvoN, , Englísh HistorícalRevíew,LXVI/259, L95L,pp. 1"61-L93; rp., ,speculum,29;L954,pp.503-5LL. GeorgesDuBv, cupodemosencontraralgunosmesnaderosguiptJT.eoa' nos al servicio de lós monarcasnavarros,es a partir de mediadosdel siglo ru cuando podemos obsen¡arcomo un apreciablecontingentede lobles guiPuzcoanos1ialavesesentraron en la fidelidad de Carlostr de Eweux30.En 1350los cuatro frincip"tes escuderosde la zonaorientalde Guiprizcoa-Lope Garcfade Murua, señorde Lazcano,Martúr López de Murua, Martín Gil de Oñaz,señor de Laryea,y Oclroa Maftínez de Berásteg,ri-te convirtieron en vasallosdel rey de Navarrá a cambio de una renta anual global de novecientasübrascarlines3l. Tan solo un año más tarde, en L351,BettránYélezde Guevara,señorde Oñate, prestabahomenajey se declarabavasallo del monarcanavaffo a carnbiode la bonación en feudo áe tres villas enla merindad de Estella:Riezu,OcoyEtayo3z. En esemismo año, cinco escuderosalaveses-Femando López de Alda, Pedro Ruiz de Alda Iuan P&ez de Lecea,Corbaránde LeceaI luan MartÍnez de Araya- prestaron tarribién vasallajeal Éweux33.La vinculación mtre el señor de Ó¡aie y el soberanonavarro se estrechótodavfamás en 1355al dotar éstea su vasallo guipuzcoanocon diez feudos de bolsae. 8n1357 fallecióMaffn López de Murua y en 1361Lope Garcíade Murua, señorde Lazcano.No fue hasta1361 cuando toi hi¡os del difunto Martín L6pez -Mgout, Pedro y Martín López de Murua- seconvirtieron en vasallosdel Rey de Navana, recibiendopor ello una renta anual de cincuentalibras carlinescadauno. El nuevo señor de Lazcano, Miguel Lípezde Murua, ocupóel lugar de su padre en la nómina de vasallosde el trecede mayo de 136Lle fue asignadala renta Navarra casiinstantáneamente, de la que disfrutaba su progenitor tras prestarel correspondientehomenajes. so'j. A. Fnnrrr{r.¡nnz m L¡nnne RoI¿s, , €rr La LuchadeBandosen el PaísVasco:de losParientesMayoresala Hidalguía alaProaíncia(sillosW a xtt),Bilbao,1998,pp.26l-321. delosbandos Llniaersal. Guipúzcoa ot. ¡. A. LE¡\4A" J. A. Fmxf¡¡prz m L¿nnn¿vE. GARdA"J. A. Mu¡mn y I. R. Df¡z on Dunerr¡+ Losseñoresde Ia guerrny de la tiura: Nueaostextospara el estudioile lasParientes (1265-1"548), doc.28, pp.123't2-4. SanSebastián,2000, Mayores -32. guipuzeoanos deOñ.ateyseñoríodelosGuettara(SiglosxMaria RosaA.¡m¡q Historíadel Cond.ado ].985,doc. 7,PP. xvr).Aportaciónal estudiodelrégimenseínrialm Castilla,t.II, SanSebasüán, 27-28tr, enMítoy realidad m la Historia deNaoana.ActasdelIV Congreso deHistoriadeNavarra.Pamplona, septíanbre de 7998, vol. tr, Pamplona,1998,pp. 149-159. st' 1.A.Luueefalii,Lossúoresdelaguerca, doc.89,p,167. 38'Ihid,,doc.11Opp. 177-L78 se'Ibid.,docs. 7L3,LL4,LL5,116,LLT y 118,pp. L78-779. N. Ihíd,,doc. 123,p. 181. tt' Ibid,,docs.234y %5, pp. 240-24L. -

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Lasrelacíones contractuales ile la nablezaylaséIitesurbanasenel PafsVascoalfinal dela EdadMedia

En el Señoríode Vizcaya las fórmulas adoptadaspara la relación entre el señory susvasallosno difierendemasiadode lo observadoen el casocastellano, existiendo algunos elementosdistintivos. El empleo de los feudos de bolsa es/aquí también, la forma predominante de vinculación entre los hidalgos y el señor,tanto en la etapade las casasde Haro y Lara comocuandola ütularidad pasó a manos de juan I de Castilla. La documentaciór¡ sin embargo,es bastanteparca hastael siglo xv. El primer feudo de bolsa documentadolo enconframosen el último cuarto del síglo xIII y/ en estecaso,el señorde Vizcaya aparececomo receptor.Setrata del homenajeque Lope Díaz de Haro prestó en 128Lal rey de Franciaa cambio de una renta anual de catorcemil libras tornesas/por la cual el vizcaínodebíaprestarservicioarmadocon frescientoscaballeros )durante cuarentadías al año€. Los feudos de bolsavizcaínossesubdividfan en dos categorías,siendoel criterio de distinción el espacioen el que sedebíaprestarel servicio.Una parte de los vasallos eran calificadosde mareantes,esdecir, debíanprestar servicio naval, mientras que el resto 1oharían en tierra6. A pesar de ésta distincióru parece ser que en ocasioneslos vasallosmareantesfueron reclamadospara prestar servicio en üerra, aunque en'J"475 consiguieronque la monarquía reconociera que su servicio debía ser exclusivamentenavala. Otra particularidad de los feudos de bolsa vizcaínosera la distinción entre el servicio debido en hombres de armas,laslanzas,y el que sedebíaproporcionarenballesteros/correspondiendo a cada uno de ellos un feudo diferenciadoas. A1 igual que en el a2'SabinoAGIJIRRE Geruoenres,Ins.dosprímerascrónicasdeVizcaya,Bilbao,1987,doc.I, pp.199-201,. 43'> Londres, 1987, pp. IX-XXVfi; P. R. COSS, , pp. 797 enth Cmtuty . ColleetedEssays, yt99.

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alfínaldclaEdndMedia eneIPafsVasco y lasélitesurbanas dela nobleza Lasrelaciones contuactuales Enparanheredarenen todo el tiempo que en las tregoase conpañíaquisierenestare continuap>74. Aunque no hay prestación de homenaje, ambas partes juraron el compromiso sobre la uuzy los santos evangeliosTs.La semejanzacon las indentu' resinglesas o con las nllíancesfrancesases notableTd,como podemos observar al comparar la tregua con la índmture concluida ese mismo año, L435,entre Richard Neville, conde de Salisbvry,y Sir Thomas Dacre: (This indeture madebi¡vix RichardErle of Salisburyon the oneparte and Ttromasdacreknyght son and heire of the lorde Dacreon the other parte bereth wifiressethat the said Thomasis belastand witholden with the said Erl for terme of lyve of the said Thomasayenstal folke, saving his ligeance,aswelein fFmeof paix asof werre, wele and covenablyhorsid, armed and arraied and alwey redy to ride with or for the said Erle, at al fymes that he be reasonablywarned on his bihalve, takyng the said Thomas of the said Erle, fereli for his fee, living |ohanne contesseof Westmorl', twent¡/ marke of moneie ar,rdafter hirdecesse or in casthe said lord Dacredye twmty pound, at termesof Michaelmesseand Pas7a'Ildefonso Gunnr.rrrnc,e,>,Rwista Internacional delosEstudiosVascos,XXVI, L935,pp. aBL498,doc. fV, pp. 489-497¡ |oséAntonio Me'semejante RA.tPARffi, ParienteMayor', Parmtesco,solar, comuníd.aily linaje m la ínstitución deun ParienteMayor m Gipuzlwa:losseñoresdel solarde Añazy Loyola(siglos|w- xr), SanSebastián,1998,pp. L9G202. 7s.Ver H. Gn¿ssorr, Ins instituciones en Leóny Castílla.TomoPrimo. feudoflasallú.tieas El uasallaj e,Spoleto,1969,p. 194. 76'Como podemos observar enla allíanceconvenida entre lean tV, duqrle de Bretagn€, I Raoul de Kersaliou en 1380:,(P. S.Lgtlils,, doc. 3, p. 140).

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- Io{ANDchuFmti¡A¡¡nrznaL¡nnneRg¿s IcÉRAIvrS.lDfAzDEDIXAttAOnrzm'U.nnnrl¿, quebi evenPorcions,and the said Erle shalhave the thirdes of wynnyng of werre getenbi the said Thornasor bi his merLwihch he shal have at wagesor cost of the said Erle. And if eny capitaigneor man of statebe -said takenbi the said Thomasor bi eny of his *et the said Erl shalhave him, doyng to the said taker reasbnablerewarde for him. hr witnesseof widt thing the said Erle and Thomasto the partiesof this indeture entrechangeablyhave set thetusealx,yifen the XXII dai of Avrill the yere of the Regneof King Hemy sexts¡mthe conquestthirtenedrrn. A esternismo rnodelo parecen correE>onderotras menciones menos extensasPero que hacen referencia a la misma realidad como podemos observaren el pleito que Mondragón mantuvo con el serlor de Oñate enhe 1390y"!.41'l,donde las gentes de la villa descalificaron en las tachas de 1391a los testigos presentaPedro VéIez de Guevara porque >81. Finalmente,encontramostarnbiénmencionesar¡nmásvagasa quién percibla rentasen dinero de un ParienteMayor, comoerael c'asode Alonso Garciade Salaz-a\Pedro Ofiz de Arteaga,Garda Orfrz de Abarrategw y Hurtado de Sagay con respectoa ]uan Alonso de Mújica, señorde Aramayona,segundenr:nciabanlos vecinosde didro valle en el pleito conüasu señoren1499: 82. andangas Las numerosísimasmencionesrecogidasen elLibrodelasbuenas efortunasde Lope Garclade Salazar,en los ordenamientosjurldicos de los terri.torios (FuerosViejo y Nuevo de Vizcaya,Aumento del Fuero de Ayala, diferentescuadernosde ordenanzasde las hermandades...), en los pleitos coetáneos,etc., nos permiten pensar que la tregua formaba el armazón que soportaba la estruitura de las relacionesinternobiliarias en Alava, Guiprlzcoa,Yizcayay el Norte de Navarras3.El sistemaseestructurabaverticalmente, asl los vasallosde los ParientesMayorestenfana su vez sus propios afreguados,por ejemplo,en 1407:> yando (Áyah)107.Si el servicio debíallevarsea cabofuera de Vizcayaperoal norte del sistemacentral,el señor debfapagarlesel sueldo de dos meses.El señorpagarfa el sueldo de tres rn€sescuandolos vizcafnoseran compelidos a marchai al Sur de dichospuertos,enla prácticaenlas campañascontra los musulmanesandaluces.Esiasdisposicionesfueron confirmadasen L475y en La situación debía ser similar en los otros señorlos el Fuero Nuevo de152610s. antiguos donde, aunque carezcamosde coleccionesnormativas como las vizcáínas,sabemosquó en h práctica sushabitantesprestáron serviciosmilitares,incluso podernosafirmar que 1ohicieron a su Pesar.Serfael casode las gentes de Arámayona, quienes en el pleito que iniciaron contra su señor, I1t*, Alonso de Mrijicu, eo \4gg,sequejabande que sehabíanvisto obligados a combatir en las batallas de Elorrio (1468)y Munguía (1471)tor)>), meiliwales,pp.53-89. 118'Andrés Eliseo oE Meñen¡cúe v NUeRE , Historiogrffi deVizcaya:DesdeI*pe Garcla a t deSalazara Inbayru, Búb ao,L971. t ;:; i!

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y lasélitesurbanasenelPaísV ascaalfinal dela EdadMedia contractuales dela nobleza Lasrelaciones

El primero de los territorios en disponer de un relato justificatívo del pacto entre el señory la comunidadpolítica fue Vizcafalre.H núcleooriginal áe h historia procedede un texto compuestoentre 1325y!3M, e\Liarodelinhagensdel conde Barcelos.La narración nos indica cómo en un momento de apuro para los vizcaÍnos,iurte el acosode un condeasturiano,su suertefue aliviada por la llegadade Froom, un hermanodesterradodel rey de Inglatedeparsenhor,queosdefenderia rra. El inglés seofrecióa queseo quisessemfilhar Io. Los vizcafnosaceptarony los asturianosfueron derrotadosen Arrigorriagalzo.El relato, como podemosobservar,recogeuna versión favorablea los intereses del señor. Sin embargo, Ia narración triunfante al final de la Edad Media esotra. Debemossu transmisióna l-opeGarcíade Salazar,quenos llega a dar dos versionesligeramentediferentes.La primera divergenciacon el relato portuguésesque el protagonistaesaquíel hijo de una princesaescocesa, llama do Zuria12l'mientras el agresor es un hijo del rey de León. Cuando los vizcaínospretendenpresentarbatalla al invasor,ésteles exigeenfrentarse exclusivamentea un personajede sangrereal. Las gentesde Vizcaya tomaron aZuriapor su capitány derrotaron a los leoneses.Solotras la victoria, una vez probado su mérito, fue elegido comoSeñorde Vizcaya-]aun Zt:r.i* y los vizcalnospactaroncon él el reparto de los derechosy rentasdel Señorlo como serelata en la CrfinícadelosSuioresdeVizcaya,concluidaen 1454: ..Econ la gran alegrlaque ovieron, e porque el dicho don Quria probo muybien por susmanos,tomaronlopor señore algaronlopor condede Viscaya,e partieroncon el los montese los monesteriosa mediase Prometieronlede ir con el cadaque menesterlos oviesefastaen el arbol gafo, e su costadellose con susannase sin sueldo,e quesi de allí adelante los quisieselevar,que les diesesueldoolz.

efortunas,la versión esligeramentedifeEn el Librodelasbuenasandangas rente, más explícita en los elementosdel pacto, concretandoun reparto de los derechosdel Señoríoen el que podemos apreciar una coincidenciade conceptos-como señalaronAndrés de Mañaricrlaf Jonluaristi-con el texto ru' ]on IuARIsfiL[riAcERo,>,StudiaHistorica,Historia Contemporánea, tzo.fosé Ramón Pnuro L,tsA,Ias leyendasde losSeñores de Vizcayay la tradiciónmelusípp. L99 26&1265. 4, niana,Madrid, 121. En euskerazuria signthcablanco. 122. Editado por S.Aq"rnnsGatoanrAs,I^asdosprimeras,pp.S6-37.

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- Jo{ANmrvFmN¡ANnsz Rges nnLennxe JcÉRAlvó{Df¡zm Dun¡NeOnr¡zpnUnsns¡, Estasegundaversión,elaboradaentre L471, y L475, del FueroViejo de"L4ü1;trts como ha señaladoI. |uaristi, verfa afianzarselos elementoscomunalesdel f,s¡¿concepciónpaccontrato a expenasde los exclusivamentedinásticosl24. tista, basadaen la natwaleza electiva del Señorfoy el reparto de derechosy deberesentre la comunidad políüca y el señor/con algún añadido de los Fueros Viejo y Nuevo, constituyó uno de los pilares del discursopolítico de las instituciones vizcaÍnas durante el Antiguo Régimen. En el casoguipuzcoano,como en el alavés,la tesismás difundida sobre la incorporaciónde los respectivosterritorios al Reinode Castilla sepresenta como una voluntaria entrega/con connotacionespactistasls. Auque la elaboración del discursopudiera ser anterior, no seconocenescritossobreel tema hasta la segundamitad del siglo ),pp.276-2L7. . 124'I.fuanrmlwncmo, ,Vasconía,2,1998,pp.37-S2.Recientemente (M. R. Atmm Inft¿n, >, pp. 7-136)pero lá leclua atenta del mismo y $l comparacióncon los textos emanadosde ia cancillerfa de Alfonso VIII permiten observar claras incongruencias que nos üevan a seguir -rzs. considerando el documento como r¡na falsificación. v Rcrr¿enmr,HístoríaCfuit de Ia Mny Nobtey Muy kat |eaquln ]osé m LA¡{DAzuru Prwincía le Alaaa,t. tr, Vitoria,1798, Libro Tercero,CapftulosVI, VII y VItr (utilizamos aquf la ed.iciónd.eg)., Abras hístÍrí.cassobreln Prwincia deAlaaa,vol. II, Vitoria, L976'pp. 287-308)' 12e.f,ss trabajos¡ de deAtaoa [n Pr,', ilelaProvíncía dp otros orrosautoles autoresdel d siglo xy'Il,como elGobierno )lGobíernode han conserno se Sarrfa Alonso de de luan deLazánaga o el TeatroCantábricode Martf¡t .1ruáo,nrientras que de la obra del doqtor ]uan de Arcaya (finalizada hacia 1665e inédita hastael final del sigloXX) solonos hanllegado los libros terceroy cuarto,que arrancanen L332,Delos acontecimientosde esteaño, Arcaya selimita a repetir lo que dice la Crónica deAtfonsoXly a extractárel actade Arriaga de 1332.De los hechosde 1200solosabemos q.r, il doctoi alavés crefa que en aqueilá ocasión si bien Vitoria se entregó a Alfonio Cotrrye1td.i9 üm, Ahna ni se entregó aliey ni se integró en su Corona: |uan DEARCAYA' hí.storialy antigüedadesheta piovíncía de Atava (lJn manuscritodel s. wn de Ia Historía de Alava),ed' SilvestrePortilla, Vitoria, L993,pp. 22-25y 62'63. r:: i!iit

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- JcNIAI{Dca[FmNAh¡nSzDELARBEARQAS IcÉRAr\4ó.rDfAzmDr.tRAr.{AOxnzonUnsn'iA 1s0.

Las coincidenciascon el casoguipwcoano son notables,aunqueen el alavés se produce 1oque podrfamos denominar una renovación del pacto,o ircluso un segundopacto, con el procesode incoqporacióndel señoríode la Cofradíaah Corona en!33l,eldenominado pactode Arriaga. Aunque,comoya hemos dicho, la publicación del habajo de Landánm, es relativamentetardfa con respectoa las argumentacionesvizcal¡ra y pipuzcoana/ el bagajebásico del ideario pactista ya seenconhabaen las élites polfticas alavesastiempo antes.Asf aflora en un actade las|rlntas Generalesde junio de 1656: 131.

A Landázuri solo le quedó dar a esteprograma ideológicouna formulación literaria, que garantizó su éxito para generacionesvenideras.No es de 130.J. I. w L¿¡¡nÁzuruy RoDv{ARATE/ Historia Ciaí|, Libro Tercero, Capftulo VI (n, 289). Obrashist1rícas,vol. II, p. 131.A. T. H. A. Actas de la JuntasGeneralesde Ahva, Libro L5,fols.531v. -532r. Todavía en la ]unta General de noviembre del mismo año se reiteraba que:
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