Las cartas sobre la mesa. Estudio de las relaciones entre agendas mediáticas y públicas en Cuba: caso Granma

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Descripción

Si en la lucha el destino te derriba/ Si todo en tu camino es cuesta arriba/ Si tu sonrisa es ansia insatisfecha/ Si hay faena excesiva y vil cosecha/ Si a tu caudal se contraponen diques,/ date una tregua. ¡Pero no claudiques! Rudyar Kipling. No claudiques

“Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla de la práctica es un problema puramente escolástico.” Carlos Marx. Tesis sobre Feuerbach

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Agradecimientos

AGRADECIMIENTOS De los dos… A los innumerables tutores que ha tenido esta investigación. A Garcés por sembrar la semilla y la duda; a Bacallao por los primeros meses; al Decano por estar allí a pesar de los pesares. A Alicia Casermeiro (Argentina) por su dedicación y ayuda incondicional, por llenar los espacios que otros dejaron. A toda la tropa de profesores jóvenes que con sus consejos, recomendaciones y/o exquisiteces, contribuyeron a mejorar esta tesis. Abel, Dasniel, Ayrén, Daniel, Lili, Carlos y los demás. A Columbia, una mujer excepcional, y a todas sus “muchachitas” del Departamento de Atención al Lector, por hacernos sentir parte de ese equipo tan especial desde el primer día. A los profesores que durante estos cinco años nos ayudaron a pensar y que también tienen su parte de culpa en esta investigación. A los que están y a los que ya no. Roger, Marcia, Quintana, Yohanka, Emma, Irén Suskó, Marcof, María, Barroso, Luis, Raiza, Karel, Carlos Alberto. A Manuela Batista por soportar con paciencia nuestra ignorancia matemática. A Hilda, por darnos la luz. A los entrevistados, por el torrente de sinceridad que nos ayudó a comprender las causas de las cosas. A todo el personal de Granma por la atención. A Silvia y Frank por la humildad y el cariño. A Naida Orozco, por hacernos un espacio en su apretada agenda. A los que nos abrieron las puertas a una parte de la verdad. A Maxwell McCombs, por romper las fronteras del idioma y pasar por encima de los títulos y nombres; a Raquel Rodríguez Díaz, por darnos una guía cuando parecíamos perdernos. A Raulito, por “adivinar” el diseño que queríamos. A todos los que de una forma u otra ayudaron, aunque fuera un poquito, a la conclusión de esta investigación. Y a los que no, gracias por abstenerse.

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Agradecimientos

De Lasy… A mi madre, por eso de que las primeras líneas son las más importantes, aunque debieras estar en todas…Ojalá no te hubiera llevado la muerte. A mis abuelos – ¡qué digo!- a mis padres, simplemente por existir. Espero que todo el sacrificio haya valido la pena. LOS AMO. A mi hermana, por ponerme metas tan altas; sin ti, nada sería posible. A mi abuelo Rosabal, por enseñarme que los buenos motivos no tienen precio. A mi papá, porque hemos navegado juntos estos dos últimos años por mucho que la marea no haya estado a nuestro favor; y a Mercedes, por ser la capitana en este viaje. A mi tío y toda su pandilla, porque a la familia siempre hay que agradecerle. A mis otros dos hermanos: Adrián y Ailyn, para quienes intento ser ejemplo. A la siempre tía Sonia y mis dos primos. Al tío Rogelio. A los Fernández, los García, los Barroso, e incluso los Vicente. A Gallego, no porque haya confiado en mí para poner Las cartas sobre la mesa –creo que no tuvo otra opción-, sino por enseñarme a conocer y entender mejor “las cosas” de este mundo. Gracias también por hacer más tolerables estos cinco años lejos del terruño… y por soportarme. A Mesa, por toda la logística y por responder sí a todos mis pedidos. A Sergito por ser tan buena compañía y alentarme a trabajar constantemente en esta tesis. A Jose, porque cuidó de mi hermana cuando yo no pude hacerlo por estar tan “metida” en mis cosas. A la Sucy, porque es buena amiga y siempre que lo he necesitado ha estado allí para mí, y porque si no aparece en esta página, más nunca me mira a la cara; a Malvy, por las ideas que compartimos, y por las que no compartimos también pero que al final dieron buen resultado; a Gleicys por defenderme tantas y tantas veces, incluso de las sandeces de Gallego. A mi negra favorita, porque me enseñó a creer en mí misma; a la pequeña Laurita y su eterna sonrisa para mí; a Geidy –“la figura”- por encontrarme un espacio en su apretada agenda, más ahora que es mamá. A Abdul, por ser tan buen caballero. A Patry, por estar ahí en la recta final. A Dayana, Idalmis y Marianela… A todo el grupo por los buenos momentos, y los malos también. A los amigos de siempre, los de Camagüey, en especial a Neisy, Pica, Tamy, Yneisi, Aldito, Pipi…a todos. A los vecinos de Montecarlos por cuidar a mi par de viejos. A Dios, porque aun sin oración, sigue aquí conmigo.

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Agradecimientos

De Gallego… A todo lo que me ha ayudado en la vida. Gracias por responder cuando hace falta. A mi mamá… por todo, sencillamente. Por tener valor para sufrir, pero no para cortarme las alas. A mis abuelas, que fueron mi vida y no pudieron verme. A mi Papá y Maritza. A mi abuelo Raúl, por superar todas la expectativas; a mi tía Tina y tío Chucho, por tener que cargar conmigo; a mis primos y primitas por el cariño; a Sira, por quererme siempre; a todos los parientes y no parientes de La Habana, que me hicieron sentir estos cinco años como en mi casa. En fin, a toda mi familia, los de esta orilla y los de la otra, que siempre han estado aquí a pesar de las millas. A mi gente de siempre, de toda la vida: el Ale, Ulloa, Raicov, Adrián, Reguero, Lili, Lilian, Daimara. A Abdul, que logró hacerse mi hermano en muy poco tiempo. A Ismelys y Malvy por todo y por salvar la unión cuando casi se rompía. A Lasy, Indira, Idalmis, Yanelys, Dorelys, Gleicys, Dayana, Marianela, Patricia, Sucel, mis niñas lindas que han tenido que soportarme… y lo hicieron bastante bien. A mi grupo de Periodismo… lo mejor de lo mejor. A la familia camagüeyana por extensión: Papín, Tía la Niña, Luisa, Amelia, Carly, Baby, Nachy, Rolando, Lisset… A todas las que en algún momento hicieron menos traumática mi relación con el idioma del enemigo: Odalys, Yanelys (otra vez), Cristina, Mónica, Malvy, Alejandra, Hanna. I love you forever. A todas aquellas personas que han dejado una huella en mi formación. Esther María, Caridad, Jorge Luis, la Véliz, Palacio, Jesús, Osmel y tantos otros. A Pepe Alejandro, por el ejemplo, el aliento y demostrar que se pueden romper las barreras sin dejar de ser uno mismo. Al Yoe, por confiar desde el principio. A las flores de un día, que no duraban que no dolían… A toda la gente de bien que en determinado momento me han demostrado que no todo está perdido. Ellos saben quiénes son…

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Resumen

RESUMEN Esta investigación pretende determinar la relación que existe entre la agenda pública nacional, su representación mediática en la sección de correspondencia Cartas a la Dirección y la agenda mediática nacional del periódico Granma, durante los meses de octubre y noviembre de 2009. Se completa con el análisis de los factores y actores que limitan la transferencia de objetos y atributos entre estas agendas. El estudio constituye un primer acercamiento al tema en nuestro país y se realiza desde una perspectiva mixta, determinada por el empleo de técnicas cuantitativas como el cálculo de correlación Rho Spearman, y cualitativas, como la observación, la entrevista en profundidad y el análisis de contenido cualitativo.

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Índice

ÍNDICE Introducción

1

Rutas metodológicas

6

1. Capítulo I. Agenda de coordenadas

22

1.1. Donde todo empieza

23

1.2. Con Gutenberg todo cambió

29

1.3. Viaje al medio de los medios

41

2. Capítulo II. Referencias necesarias

58

3. Capítulo III. Las cartas sobre la mesa

75

3.1. Definición de agendas

76

3.1.1 Definición de la Agenda Pública Nacional (APN)

76

3.1.2 Definición de la Representación Mediática de la Agenda Pública Nacional en la Sección de Correspondencia (RMSC) Cartas a la Dirección

91

3.1.3 Definición de la Agenda Mediática Nacional (AMN) del Periódico Granma

98

3.2. Relación entre agendas

106

3.2.1 Relación entre la APN y la RMSC Cartas a la Dirección

108

3.2.2 Relación entre la RMSC Cartas a la Dirección y la AMN

115

3.2.3 Relación entre la APN y la AMN

120

3.3. Las causas de las cosas

127

Conclusiones

150

Recomendaciones

157

Bibliografía

159

Anexos

169

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Introducción

INTRODUCCIÓN Dicen los grandes escritores que las buenas novelas salen de un tirón, como si alguien se las contara al oído. Las investigaciones, por el contrario, tienen que enredarse, trabarse, retroceder una y otra vez, pues dependen de muchas más variables que de la simple imaginación del autor. Con frecuencia las investigaciones suelen relacionarse con un abultado y aburrido trabajo que solo leerán los especialistas en el tema, o los que por algún motivo tendrán que trabajar con los resultados aportados. Sin embargo, el propio proceso de investigación tiene implícito una dramaturgia natural, orgánica, que sería la envidia de muchas obras literarias. La investigación nace, atraviesa por diferentes fases, y cada una de estas es como un cuento o el capítulo de una gran novela. Así pretendemos “contar” nuestra tesis, para que pueda ser leída y entendida sin muecas en el rostro. Toda investigación surge de una necesidad -o problema, como suele llamársele en el ámbito académico- que responde en mayor o menor medida a intereses personales que por lo general encierran una importancia social. Por aquí “se mueve” nuestro proyecto. Durante cinco años de estudios universitarios la dicotomía entre “lo que se dice” y “lo que se publica” nos ha perseguido como un fantasma, tanto en las aulas como en la esquina del barrio. Cuando menos te lo esperas, allí aparece la sempiterna pregunta incómoda: ¿Y por qué no publican…?” Atrapados entre modelos teóricos, reflexiones sobre las funciones de la prensa y la compleja e irrepetible realidad de nuestro país, decidimos una tarde de un lejano mes de junio del 2008, lanzarnos a la tarea de estudiar la correspondencia entre “lo que se habla en la calle” y lo que “dicen los medios de comunicación”. Empeño nada fácil si se tienen en cuenta las limitaciones del estudio y la carencia de investigaciones de este tipo en nuestro ámbito académico. Sin embargo, si ponemos en un lado de la balanza las dificultades, y en otro lo que puede aportar los resultados de esta investigación, pensamos que valdrían la pena las noches y días de sacrificio.

Pertinencia y dificultades del tema: La idea que sustenta esta tesis no salió de la nada. En los últimos años, la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana ha propiciado la realización de un conjunto de investigaciones que buscan desde diferentes áreas temáticas, contribuir al estudio, comprensión y mejoramiento de nuestro sistema de medios de comunicación, necesariamente distinto al del resto de las sociedades. Página | 1

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Introducción

A pesar de que con anterioridad no se había indagado en la vertiente asumida por nosotros, podemos mencionar un grupo de tesis de pregrado y posgrado que tributan directa o indirectamente a los propósitos de nuestra investigación. Entre ellas destacan la tesis doctoral de Julio García Luis La regulación de la prensa en Cuba. Referentes morales y deontológicos (2004) y la tesis de diploma de Yudaimy Castro Morales Una nueva versión del mito del ying yang. Un estudio en torno a la construcción del discurso periodístico sobre temas nacionales e internacionales en el Periódico Granma (2008). Estas investigaciones y otras se acercan al ejercicio del periodismo desde perspectivas teóricas, deontológicas o de análisis, desde el punto de vista del emisor. Sin embargo, se hacía necesario aterrizar todo ese basamento conceptual en casos específicos y llevarlo al terreno donde son legitimados los medios de prensa: el público. Debemos aclarar que no pretendemos convertir este trabajo en un estudio de recepción (algo que sería lo ideal y que sin dudas completaría y complementaría los resultados que se obtendrán); nuestra propuesta consiste en un acercamiento aunque sea inicial a la relación públicos-medios de prensa, basándonos en los temas y criterios priorizados por unos y otros; así como los factores que median este proceso. El objetivo final de nuestra investigación es evaluar la relación entre los temas que más interesan al público y los priorizados por los medios de prensa. Antes de continuar quisiéramos explicar que, aunque la mayoría de los investigadores a nivel internacional se han dedicado a estudiar y medir ese proceso desde la influencia que ejercen los medios sobre las agendas de los públicos1, nosotros hemos decidido observar desde el lado contrario, pues como establece la Constitución de la República de Cuba en su artículo 53 “la prensa, la radio, la televisión, el cine y otros medios de difusión masiva son de propiedad estatal o social y no pueden ser objeto, en ningún caso, de propiedad privada, lo que asegura su uso al servicio exclusivo del pueblo trabajador y del interés de la sociedad2.” (República de Cuba, 2002, n/p). Por tanto, el periodismo en Cuba y en el socialismo, tiene que ser reflejo y guardián de los intereses del pueblo y no de grupos en el poder o minorías dominantes, mucho más en el momento histórico que estamos viviendo, donde la combinación de diferentes variables como el relevo generacional, los cambios en el contexto internacional y el recrudecimiento de las crisis económicas, hacen evidente que la Revolución se está jugando su continuidad en este mismo minuto. 1

A partir de la década del setenta tomaron auge nuevamente los estudios que centraban su atención en los emisores, otorgándoles un gran poder (powerful media). Por esta época comenzaron a desarrollarse teorías como la agenda setting, la espiral del silencio, la teoría del cultivo, que en todos los casos hacían hincapié en la influencia de los medios de comunicación sobre los públicos y su concepción del entorno. Véase: Wolf, 1994. 2

El subrayado es nuestro. (Nota de los Autores) Página | 2

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Introducción

Al igual que es casi evidente la pertinencia de esta investigación, también son evidentes las dificultades a las que se enfrenta. En primer lugar están las carencias relativas al conocimiento del objeto de estudio específicamente en nuestro contexto social. A lo cual podemos sumar que la casi totalidad de las teorías que se han elaborado para explicar o analizar estos fenómenos han sido desarrolladas en sistemas diferentes, lo que en muchos casos obliga a una readecuación. Además, los estudios de agenda setting, rama que se ha encargado de indagar la relación entre las agendas públicas y mediáticas, adolecen de serias lagunas conceptuales, algo que ha sido señalado por varios investigadores (McLeod, Becker y Byrnes, 1974; citados por Valbuena, 1997, p. 533). Esto conllevó a un extenso y agónico trabajo de construcción conceptual de las categorías y variables estudiadas, basándonos en los múltiples criterios diseminados por una extensa y dispersa bibliografía. Por otra parte, la inexistencia en nuestro país de determinados mecanismos encuestadores que ayuden al menos a esbozar la agenda de los públicos, nos ha hecho recurrir a vías diferentes a las usadas tradicionalmente por este tipo de investigaciones, lo que nos obliga a vincular diversas perspectivas metodológicas. Siguiendo por la línea de las dificultades metodológicas, podemos mencionar que debido a las características formales y estructurales de nuestra unidad de análisis (periódico Granma), se hace necesario readaptar algunos de los patrones que se tienen en cuenta a la hora de realizar el análisis de contenido de los medios, con el objetivo de determinar su agenda. No obstante, las dificultades antes planteadas son inherentes a cualquier estudio –en la medida de que cada caso de análisis es único e irrepetible- , y su superación constituye a la postre, un fortalecimiento de los resultados de la investigación. Otro asunto capital es la complejidad e importancia del tema, que se mueve en las esferas de acción de la política nacional, las cuales están sometidas a múltiples presiones externas, que muchas veces conspiran contra la articulación de las políticas establecidas por nuestro sistema en lo referente al funcionamiento de la prensa.

Estructura de la tesis En pos de una mejor comprensión de la investigación, hemos decidido hacer algunos ajustes a la estructura clásica que adoptan los trabajos de diploma. Debido a la escasez de referentes teóricos y empíricos sobre el tema en nuestro país, resolvimos colocar a continuación de la introducción del trabajo, las Rutas metodológicas de la investigación. Este cambio responde a que creemos necesario en primer lugar, que el lector identifique y se familiarice con las categorías y variables que se analizan, así Página | 3

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Introducción

como con los procedimientos empleados. También resulta importante que se comprenda los objetivos y límites de esta investigación para evitar malinterpretaciones, pues estamos conscientes de que el objeto de estudio es un campo complejo y amplio, que no puede ser abarcado en su totalidad solo desde los elementos a los que nos circunscribimos por limitaciones objetivas. A continuación pasamos a hacer una revisión de los principales presupuestos teóricos que aportan y dan basamento a la investigación. Para ello nos centramos fundamentalmente en cuatro categorías: agenda pública, agenda mediática, relación entre agenda pública y mediática, y mediaciones; para lo cual hicimos uso de un importante número de investigaciones sobre agenda setting que se han realizado en diferentes contextos geográficos desde hace casi cuatro décadas. Además, nos auxiliamos de aportes conceptuales provenientes de otras áreas del conocimiento como la Filosofía, la Sociología, la Psicología Social, la Teoría de los Sistemas, y otras. Entre los autores clásicos que influyeron con más fuerza en nuestras reflexiones podemos mencionar a Carlos Marx, Federico Engels, Antonio Gramsci, Manuel Martín Serrano, Michel Foucault, Leo Festinger, John B. Thompson, Niklas Luhmann, Peter Berger, Thomas Luckmann. Este capítulo, titulado Agenda de coordenadas, se encuentra dividido en tres epígrafes. El primero de ellos, Donde todo empieza pretende un acercamiento al concepto de agenda pública y busca describir los elementos que la integran, así como los determinantes de su conformación. Le sigue Con Gutenberg todo cambió, donde se explica la transformación estructural que supuso el surgimiento y desarrollo de los medios de comunicación masiva, las modificaciones provocadas por estos a la agenda pública y la relación que se establece entre ambos. A continuación, con Viaje al medio de los medios, nos adentramos en la función de los medios de comunicación en las sociedades modernas, con el objetivo de comprender las dinámicas que determinan el establecimiento de las agendas que proponen y las mediaciones que se articulan alrededor de este proceso y que inciden en la relación entre agenda pública y mediática. En el capítulo II de la investigación, Referencias necesarias, enmarcamos nuestro objeto de estudio en el contexto sociohistórico particular de nuestro país, las características del sistema mediático cubano y del periódico Granma como unidad de análisis. Esto ayudará a comprender los resultados del estudio que se muestran a continuación. Con Las cartas sobre la mesa, pretendemos de manera organizada y lógica, dar respuesta a cada una de las interrogantes que han guiado esta investigación. Así, en un primer epígrafe: Definición de agendas, explicitamos –cada una por separada- cómo quedaron constituidas las tres agendas en estudio. Continúa un tópico dedicado a la Relación entre agendas, donde se presentan los resultados de las correlaciones entre los temas y aristas, y la correspondencia entre los enfoques que caracterizan a cada una, y Página | 4

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Introducción

en el que además, se define la modalidad de relación que existe entre estas. Por último, intentamos hurgar en los factores que median dichas relaciones, para así analizar y adentrarnos en las que pudieran ser Las causas de las cosas. Por último, aparecen reflejadas las conclusiones generales de este estudio y algunas recomendaciones que consideramos oportunas. Así, explicadas las pautas que sigue esta investigación dejamos despejado el camino para adentrarse en su lectura y comprensión.

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Rutas Metodológicas

RUTAS METODOLÓGICAS

Problema de investigación: ¿Cuál es la relación entre la agenda pública nacional (APN), su representación mediática en la sección de correspondencia (RMSC) Cartas a la Dirección y la agenda mediática nacional (AMN) del periódico Granma, durante los meses de octubre y noviembre de 2009?

Preguntas específicas: ¿Qué semejanzas y/o diferencias existen entre los objetos y atributos destacados en cada una de estas agendas? ¿Qué mediaciones se articulan en los procesos de transferencia de objetos y atributos de la APN a la RMSC Cartas a la Dirección, de la RMSC Cartas a la Dirección a la AMN del periódico Granma y de la APN a la AMN del periódico Granma? ¿Cómo se utilizan las misivas recibidas en la sección Cartas a la Dirección, en el proceso de producción sobre temas nacionales del periódico?

Objetivo general: Determinar la relación que existe entre la agenda pública nacional, su representación mediática en la sección Cartas a la Dirección y la agenda mediática nacional del periódico Granma, durante los meses de octubre y noviembre de 2009

Objetivos específicos: Identificar las semejanzas y/o diferencias que existen entre los objetos y atributos destacados en cada una de estas agendas. Determinar las mediaciones que se articulan en los procesos de transferencia de objetos y atributos de la agenda pública a la agenda de Cartas a la Dirección, de la agenda de Cartas a la Dirección a la agenda mediática nacional del periódico Granma y de la agenda pública a la agenda mediática nacional del periódico Granma. Analizar el uso de las misivas recibidas en la sección Cartas a la Dirección, en el proceso de producción sobre temas nacionales del periódico Granma.

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Rutas Metodológicas

Establecer modalidades de relación adaptadas a los intereses de nuestro estudio y que expresen de forma organizada y con matices cualitativos, los resultados obtenidos de la correlación entre objetos, la correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos y la correspondencia entre las dimensiones afectivas generales de los atributos.

Premisas de la investigación:  El triunfo de la Revolución marcó una nueva manera de hacer periodismo, comprometido con la obra social, los intereses populares, y alejado de los dictámenes del mercado. Pero la hostilidad constante de los Estados Unidos, la derecha internacional y sus redes mediáticas -que satanizan e hiperbolizan la realidad de Cuba- han llevado a los medios cubanos a asumir una posición defensiva, priorizando la imagen del país que proyectan al mundo, en detrimento a veces del reflejo y análisis objetivo de los problemas internos que nos afectan.  La propia naturaleza del sistema de medios cubanos presupone la necesaria relación que debe establecerse entre los intereses del medio y su público, como una forma de legitimación y reconocimiento mutuo, que garantiza el éxito del medio de prensa.  La sección Cartas a la Dirección funciona como un puente entre la agenda pública y la agenda mediática sobre temas nacionales del periódico Granma, sin embargo, determinadas mediaciones externas e internas, limitan la transmisión de algunos objetos y atributos destacados por el público que no encuentran una representación coherente en la agenda del medio.

Perspectiva metodológica La amplitud y complejidad de este estudio, nos obliga a asumir métodos y técnicas que provienen de ambas tradiciones de investigación: la cuantitativa y la cualitativa. Como puede observarse, este proyecto cuenta con dos momentos fundamentales: 1-el establecimiento de las agendas (predominantemente cuantitativo, porque las entrevistas a expertos no se incluyen en esta modalidad); y 2- el estudio de las mediaciones que se articulan en torno a la relación entre las agendas (eminentemente cualitativo). Por tal motivo, hemos asumido el enfoque mixto como diseño de nuestra investigación, con el propósito fundamental de explicar con más detalles hallazgos cuantitativos. Aunque durante largo tiempo –y aún hoy- este enfoque ha sido desdeñado por muchos (Hernández Sampieri, Fernández-Collado y Baptista; 2006, pp. 751-753), la revisión de la bibliografía metodológica y otros estudios afines realizados, nos hicieron inclinarnos Página | 7

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Rutas Metodológicas

hacia él. Numerosos investigadores (Teddlie y Tashakkori, 2003; Creswell, 2005; Mertens, 2005; Williams, Unrau y Grinnell, 2005; citados por Hernández Sampieri et al; 2006, p. 755) argumentan que “el enfoque mixto es un proceso que recolecta, analiza y vincula datos cuantitativos y cualitativos en un mismo estudio o una serie de investigaciones para responder a un planteamiento del problema. Se usan métodos de los enfoques cuantitativo y cualitativo y pueden involucrar la conversión de datos cuantitativos en cualitativos y viceversa.” (Como puede apreciarse, ni nuestro problema de investigación, ni la totalidad de las preguntas específicas, pueden responderse de forma eficiente ciñéndonos a una sola perspectiva de investigación. No sería del todo seria una investigación que se lanzara a determinar agendas obviando todo un marco metodológico fuerte y validado que proviene de los estudios de agenda setting, basados en metodologías cuantitativas. Y por otra parte, no estaría completo ese estudio, si no se adentrara en los factores que intervienen en esa relación. Y sobre todo, no sería producente pasar por encima de estos dos aspectos en medio de una situación nacional que exige tanto pruebas factibles, como explicaciones. Hernández Sampieri et al (2006), reseñan una serie de ventajas en la aplicación de este diseño. Entre ellas podemos mencionar que logra una perspectiva más precisa del fenómeno, gracias a una percepción más integral, completa y holística. La investigación se sustenta en las fortalezas de cada método y no en sus debilidades potenciales. Se exploran distintos niveles del problema, ya que logran que exploremos y explotemos mejor los datos. Además, este tipo de diseño logra obtener una mayor variedad de perspectivas del problema: frecuencia, amplitud, magnitud (cuantitativa), así como profundidad y complejidad (cualitativa). En concordancia con lo señalado por estos autores nuestro estudio se ubicaría dentro de la variante de aplicación de un diseño cuantitativo y un diseño cualitativo de manera secuencial. O sea, son diseños de aplicación independientes pero cuyos resultados se complementan. Consisten en aplicar un enfoque y luego el otro de manera relativamente independiente dentro del mismo estudio con la finalidad de ampliar el entendimiento de sus resultados.

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Rutas Metodológicas

Esquema del diseño de la investigación

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Rutas Metodológicas

Algunas definiciones importantes Agenda pública: Utilizando como base las definiciones aportadas por Dearing y Rogers, 1996; y DeGeorge, 1981; citados por Rodríguez Díaz, 2004; podemos definir a la agenda pública como la selección y jerarquización que da el público durante un período de tiempo a determinados temas sobre los que posee criterios y emite opiniones, las cuales se forman ya sea por la vivencia personal o de manera indirecta. Representación mediática de la agenda pública en secciones de correspondencia: Es la selección y jerarquización que hace el medio periodístico de las opiniones, análisis, reflexiones, quejas, denuncias, etc., enviados por los lectores, y que se materializa en la publicación de estas en espacios mediáticos que tienen el objetivo de generar debate y presentar los problemas que más interesan a la sociedad. La agenda que allí se construye es mediática en tanto es asumida, seleccionada y presentada por el medio periodístico de acuerdo a sus intereses; y pública porque toma su materia prima (objetos y atributos) de las cartas que envían los lectores. Este tipo de secciones de correspondencia funciona como un puente o correa trasmisora entre ambas agendas. Agenda mediática: Podemos definirla como la parte de la realidad que es atendida por un medio de prensa. Se materializa en la selección, jerarquización y tratamiento periodístico de los objetos y acontecimientos que responden a los intereses del medio. El establecimiento de la agenda mediática es un proceso complejo y multidireccional en el cual intervienen numerosos factores tanto internos como externos. Discurso periodístico: Ajustando el concepto de construcción del discurso periodístico ofrecido por Yudaimy Castro Morales (2009, p.94) podemos entender al discurso periodístico como el conjunto de estructuras formales y conceptuales, orientadas hacia la representación de la realidad y la producción de significados, de acuerdo con el encargo social asumido por el medio, y a través del cual, se legitima o deslegitima un sistema social.

Definición de la variable Relación entre agendas: Es el proceso bidireccional de transferencia de objetos y atributos entre agendas públicas y mediáticas, en el cual se articula una serie de mediaciones externas e internas que influyen sobre la tematización y el discurso, permitiendo o no un nivel determinado de coincidencia entre los temas y criterios manejados por los públicos y los tratados por el medio periodístico. Página | 10

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Rutas Metodológicas

En nuestro caso la relación será estudiada desde de la APN (de referencia) a la RMSC Cartas a la Dirección (a comparar), de la RMSC Cartas a la Dirección (de referencia) a la AMN del periódico Granma (a comparar) y de la APN (de referencia) a la AMN del periódico Granma (a comparar). Esto se expresará a partir de modalidades de relación, las cuales serán presentadas en los resultados de la investigación.

Operacionalización de la variable: 1. Correlación entre objetos: Está dada por la coincidencia de los objetos que conforman la agenda de referencia en relación con los objetos que conforman la agenda a comparar, y la jerarquía que ocupan los mismos. Basándonos en las ideas de McCombs (2006) los objetos1 pueden ser definidos como temas generales de preocupación pública que ocupan períodos de tiempo relativamente largos en las agendas y sobre los que se tiene una actitud u opinión. “Para medir la vinculación entre la agenda de los medios y la agenda pública (…) se utiliza usualmente el Coeficiente de Correlación de Spearman (Rho) como medida de asociación entre órdenes de rango.” (Casermeiro, de la Torre y Téramo, 2009, p.37) Para hallar dicha correlación, primero es necesario determinar cuáles son los objetos presentes en las diferentes agendas2. En cada una de ellas, su determinación tiene características diferentes. 1.1. Objetos y su jerarquía en APN: “Normalmente, la agenda pública se mide por encuestas realizadas a una parte de la población y en ellas a una muestra de individuos se le pregunta: ¿Cuál es el problema más importante al que tiene que hacer frente este país?, pregunta denominada el Problema Más Importante (PMI). Con los resultados que se obtengan, se pretende ver la posición relativa que tiene un tema o varios en la agenda del público.” (Rodríguez Díaz, 2004, p.20) Sin embargo, debido a las limitaciones materiales y de otra índole de nuestra investigación, se nos hace imposible mediante llamadas telefónicas o encuestas, definir de manera fiable una agenda pública nacional. Para ello hemos decidido establecer la agenda pública de objetos a través de una triangulación que incluye los datos aportados por los boletines mensuales del Centro de Estudios Sociopolíticos y de Opinión (CESPO), el análisis de contenido a las cartas escritas durante los 1

El término objeto es una traducción al español del vocablo inglés issue, aunque algunos investigadores también lo han entendido como tema 2

Sondeos realizados por la encuestadora Gallup sugieren que son generalmente cinco los temas que logran alcanzar el umbral de la atención pública significativa, es decir, el 10% de las menciones (McCombs, 2006, p.85). En nuestro caso hemos decidido extender a veinte los objetos para no trabajar con categorías demasiado abarcadoras que afecten la profundidad y la especificidad de la investigación. Página | 11

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meses de octubre y noviembre que llegaron al periódico Granma en este período de tiempo, y entrevistas en profundidad realizadas a investigadores de la realidad nacional. La jerarquía de los objetos responde al ordenamiento, en orden descendente, de los temas más mencionados en dichas cartas. 1.2. Objetos y su jerarquía en la AMN: “La medición de la agenda de los medios se hace con un análisis de contenido. El procedimiento consiste en realizar diferentes mediciones del tema objeto de estudio. Para ello, se contabiliza el número de artículos publicados, el número de páginas o columnas que ocupan, la ubicación que tienen dentro del medio o el total de minutos que le han sido dedicados en un periodo de tiempo, si se trata de un medio no escrito.” (Rodríguez Díaz, 2004, p.19) Al igual que en el resto de los estudios utilizaremos el análisis de contenido para contabilizar el número de veces que ha sido tratado el tema en cuestión. Este resultado se cruzará con el ordenamiento de los objetos de acuerdo al número de líneas que se le dedica y la ubicación en espacios privilegiados (portada, anuncios en portada3 y contraportada). Los resultados obtenidos serán sometidos al cálculo del Coeficiente de Correlación Rho Spearman, para hallar la consistencia entre ellos. 1.3 Objetos y su jerarquía en la RMSC Cartas a la Dirección: En el caso de la representación mediática de la agenda pública en la sección de correspondencia Cartas a la Dirección, la agenda se establecerá también mediante el análisis de contenido de las cartas publicadas durante el período estudiado. 2. Relación entre atributos: Es la coincidencia o no de los atributos que completan la imagen de un objeto presente en ambas agendas. Esta coincidencia debe ser tanto en la dimensión sustantiva como en la afectiva. La relación entre atributos se determinará solo en los casos de los objetos presentes tanto en la agenda de referencia como en la agenda a comparar. Está dada por la correlación entre las dimensiones sustantivas y la correspondencia en cuanto a la dimensión afectiva general. Resumiendo las ideas de varios autores (McCombs, 2006; Casermeiro, 2004; Rodríguez Díaz, 2004; y Semetko, 1995; Canel, 1998; Ghanem, 1997, citados por Rodríguez Díaz, 2004) podemos definir los atributos4 como la variada gama de propiedades y rasgos más sobresalientes que caracterizan a un objeto y completan su imagen. Son elementos subjetivos tales como juicios de opinión, matices, actitudes, que dan prominencia a un asunto. Poseen una dimensión sustantiva y otra afectiva. La primera está formada por aquellos elementos de tipo cognitivo que caracterizan al 3

Aquí se excluyen las ediciones de los viernes pues en el extremo derecho de la portada se anuncia la mayoría de los trabajos. 4

Según McCombs (2006, p. 138) “Hay quien traduce attributes por aspectos”. Página | 12

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objeto, podrían entenderse como aristas o vertientes del tema; la segunda es la valoración de la dimensión sustantiva. Se divide en las categorías de actitud: positivo, neutral y negativo. “Trata con las categorías cognitivas y de actitud más generales, que pueden llegar a pautar la forma acerca de las cuales los medios y las audiencias están pensando acerca de un tema o problema”. (Casermeiro, 2004, p.133-134) Al igual que los objetos, la determinación de los atributos y sus dimensiones implica procedimientos distintos para la agenda pública y la mediática.  Atributos y sus dimensiones en la APN: Desde que McCombs y un equipo de investigadores de la Universidad de Navarra decidieron medir este segundo nivel de la teoría de la agenda setting, la estrategia empleada ha sido fundamentalmente la del uso de las encuestas telefónicas y escritas. “A fin de investigar acerca de la agenda de atributos en la opinión pública, el cuestionario incluyó la siguiente cuestión: ‘Voy a hacerle una pregunta sobre los posibles candidatos de las próximas elecciones presidenciales de 2007. Imagínese que tiene un amigo que no sabe nada de ellos. ¿Qué le diría a su amigo sobre cada uno?’ (…) Cabe señalar que esta es la pregunta abierta que se utiliza usualmente en los estudios de agenda setting de atributos, ya que la misma posibilita una absoluta espontaneidad de parte de los encuestados”. (Casermeiro, de la Torre y Téramo, 2009, p.55) Con la respuesta a estas preguntas se obtienen las dimensiones sustantivas de los objetos de la agenda y las dimensiones afectivas con que es valorado. Pero, debido a las características de conformación de la agenda pública empleada en este proyecto, tal metodología se torna inadecuada, por lo cual hemos recurrido al análisis de contenido de las cartas recibidas y los Boletines del CESPO, así como a los criterios expuestos por los especialistas en temas nacionales. Mediante la triangulación de estas tres fuentes, determinaremos ambas dimensiones. En el caso de la dimensión sustantiva emplearemos una metodología similar a la utilizada para determinar los objetos; respecto a la dimensión afectiva, nos centraremos en identificar aquellas escalas de actitudes explícitas con las cuales se valora la dimensión sustantiva a la que se alude. De esta forma, determinaremos la dimensión sustantiva de los atributos, así como la dimensión afectiva de estos, y la dimensión afectiva general del objeto.  Atributos y sus dimensiones en la AMN: La técnica tradicionalmente es la que asumiremos: el análisis de contenido.

empleada

Este es uno de los momentos más complejos y engorrosos de toda la investigación, pues “los criterios de codificación ofrecen dificultades porque la valoración periodística difícilmente es explícita.” (Casermeiro, de la Torre y Página | 13

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Téramo, 2009, p.60). Es por ello que se sugiere un alto grado de cuidado por parte de los investigadores, quienes solo deben considerar “el contenido manifiesto, evitando las inferencias respecto de significados posibles acerca de lo que los medios afirmaran.” (Casermeiro, de la Torre y Téramo, 2009, p.60) Debemos aclarar que el análisis de contenido no será aplicado solamente al cuerpo de la noticia; también se hará extensivo al titular, los subtítulos, los epígrafes, los pie de fotos, así como a otros elementos formales (signos de exclamación e interrogación) que acompañen a los mismos, esto último será muy útil para la determinación de la dimensión afectiva que predomina en el tratamiento que se le ha dado al objeto y sus dimensiones sustantivas.  Atributos y sus dimensiones en la RMSC Cartas a la Dirección: En el caso de la agenda de Cartas a la Dirección, se realizará un análisis de contenido a las cartas publicadas en la sección. 2.1. Correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos: Mediante el uso del coeficiente Rho de Spearman, se calculará la correlación existente entre las dimensiones sustantivas de los atributos de cada objeto presente en la agenda de referencia y la agenda a comparar. Luego estos resultados se promedian. 2.2 Correspondencia entre la dimensión afectiva general de los atributos: Consiste en determinar la coincidencia entre las categorías de actitud que evalúan las dimensiones sustantivas que componen cada objeto presente en ambas agendas, a partir de la suma de todas las valoraciones, juicios y opiniones emitidas. 3. Mediaciones: Adaptando las ideas de Martín Serrano (1977; 1993), y Gámez (2005) a nuestro objeto de estudio, entenderemos como mediación al proceso estructurante que incide directa o indirectamente en el contenido de los medios y su relación con la agenda pública; y que resulta de la interrelación e interdependencia de agentes, actores, conductas, ideologías y prácticas sociales. Para un mejor estudio de esta dimensión hemos decidido operacionalizarla en cinco subdimensiones básicas a partir de las propuestas de Pamela Shoemaker y Stephen Reese (1994), a las cuales hemos adaptado las ideas de Manuel Martín Serrano (1993) sobre la mediación. Los primeros proponen una serie de niveles de influencia internos y externos que median el contenido de las empresas periodísticas, los cuales pueden entroncarse con los postulados del autor español sobre la relación entre Sistema Social y Sistema de Comunicación y las mediaciones cognitiva y estructural. 3.1 Mediación individual: Se relaciona con las actitudes, la formación, los valores y, las creencias y experiencias personales de los profesionales que intervienen en la selección y construcción de la noticia. Además, se tienen en cuenta los referentes Página | 14

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éticos de estas personas y sus percepciones acerca del papel de los medios de comunicación en la sociedad. 3.2 Mediación de los procedimientos: Se refiere a aquellas prácticas y formas repetidas, modeladas y rutinarias, que los trabajadores de los medios utilizan para realizar su actividad y que resultan de la percepción, apreciación y modelos de acción inculcados por la institución periodística. Aquí se incluye la selección del género periodístico, el espacio y ubicación en página, el uso de infografía y de elementos resaltantes. 3.3 Mediación de la organización: Tiene en cuenta la estructura jerárquica de la organización, sus políticas informativas y editoriales, así como todas aquellas orientaciones de la propia dirección del medio que responden a los objetivos y fines de la organización, estrechamente vinculados a su forma de propiedad. 3.4 Mediación extra-mediática: Alude a todos aquellos factores extrínsecos a la organización mediática que de una u otra forma influyen sobre el contenido de los medios. Entiéndase Gobierno, fuentes de información, demás instituciones sociales y contexto económico, político y social. 3.5 Mediación ideológica: Aquellas prácticas reproductoras del poder que operan desde lo simbólico e inciden directamente sobre el mensaje mediático, no de manera neutral, sino según los intereses de la clase hegemónica. Este nivel incide sobre los anteriores porque los procesos que tienen lugar en estos dependen del patrón ideológicamente reproducido en la sociedad. 4. Modalidades de relación entre agendas: Se basan en el cálculo de la correlación entre los objetos y entre las dimensiones sustantivas de los atributos, a lo cual se añade la correspondencia entre las dimensiones afectivas generales de los atributos, las cuales van a estar determinadas por las mediaciones que se articulan en torno a los procesos de transferencia de objetos y atributos entre las agendas. El objetivo de estas modalidades es expresar de manera más organizada y esclarecedora los tipos de relaciones a tres niveles que puedan darse entre las agendas comparadas.

Unidad de análisis El periódico Granma, expertos en temas de la realidad nacional y Boletines del Centro de Estudio Sociopolíticos y de Opinión (CESPO)

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Población y muestra. Justificación Son varias las poblaciones implicadas en nuestro estudio. En el caso de las cartas y correos recibidos en la Sección y los publicados por esta durante octubre y noviembre de 2009, la población coincide con la muestra, lo mismo pasa con el Boletín del CESPO y los trabajos sobre temáticas nacionales los cuales serán analizados en su totalidad. Hemos decidido enmarcar nuestra investigación en los meses de octubre y noviembre de 2009 por dos razones fundamentales: 1- por tratarse de dos meses en los cuales no se producen grandes acontecimientos que pudieran alterar significativamente la agenda mediática (elecciones parciales o generales, sesiones de la Asamblea del Poder Popular, etc.); y 2- para contar con el tiempo suficiente para poder procesar los datos obtenidos, pues esta investigación está marcada por el imperativo del tiempo de entrega. A continuación explicamos y justificamos las poblaciones y muestras empleadas:  Cartas y correos electrónicos escritos durante los meses de octubre y noviembre y recibidos en este período en la sección Cartas a la Dirección: Esta muestra fue empleada para determinar la agenda pública y para el análisis de la construcción de la agenda de la sección, en relación con el material que recibe. La muestra comprende 243 cartas y 400 correos para un total de 643 misivas.  Cartas publicadas en la sección Cartas a la Dirección durante los meses de octubre y noviembre: Fueron analizadas todas las cartas y correos publicados en el período de tiempo señalado. En total, setenta y seis.  Trabajos periodísticos sobre temas nacionales publicados durante los meses de octubre y noviembre: Se incluyeron todas las noticias y trabajos publicados que abordaran la actualidad nacional. Debido a los objetivos de la investigación y a la propia definición de objetos quedaron excluidos de nuestro análisis las noticias y comentarios culturales y deportivos. También se excluyeron los trabajos conmemorativos sobre fechas y personalidades históricas; y aquellos referidos a las relaciones diplomáticas del país. En total doscientos noventa y cuatro.  Boletín del CESPO correspondiente a los meses de octubre y noviembre  Directivos y periodistas del periódico Granma: Director del Periódico Granma: Lázaro Barredo Medina Subdirector. Responsable de la Redacción Nacional: Alberto Núñez Betancourt Página | 16

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Jefa de la página Nacional: Leticia Martínez Hernández Periodistas de la Redacción Nacional del periódico Granma: Silvia Martínez (también labora en el Dpto. de Atención al Lector) Susana Lee (también labora en el Dpto. de Atención al Lector) Katia Siberia Yudaimi Castro Morales Lianet Arias Sosa Yaima Puig Yoel Mayor Lorán Lourdes Pérez Navarro Juan Varela Annerys Ivette Leyva José Antonio de la Osa  Directivos y trabajadores del Departamento de Atención al Lector del Periódico Granma: Jefa del Departamento de Atención al Lector: Columbia Lugo  Expertos de la realidad nacional: En este caso precisamos de investigadores de reconocido prestigio que se hayan dedicado a estudiar la sociedad cubana en su conjunto, así como expertos con investigaciones recientes en los temas más mencionados en las cartas recibidas en la sección Cartas a la Dirección.5: Rafael Hernández Armando Nova Omar Everleny Pérez Darío L. Machado Francisco Rojas

Técnicas empleadas: Revisión bibliográfico-documental6: Como en la mayoría de los proyectos de investigación, esta técnica constituye un elemento básico. Como plantea Mario Tamayo (1999, p.41) “la revisión del estado de desarrollo del conocimiento, es el primer elemento indispensable de formular en un proyecto de investigación científica.” A través de la consulta de bibliografía especializada, artículos y otras investigaciones, 5

Ver Anexo 1 para consultar síntesis curricular de los entrevistados.

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Ver Anexo 2: Guía temática de la revisión bibliográfico-documental. Página | 17

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fuimos contrastando, seleccionando criterios y obteniendo las claves que nos ayudaron a conformar los marcos metodológico, teórico y referencial de este estudio. También fue empleada para la revisión de los discursos periodísticos, los cuales ocupan un lugar central dentro de la investigación. Análisis de contenido7: El uso de está técnica es parte fundamental del proyecto investigativo, puesto que la mayoría de las muestras analizadas son textos escritos. “Se suele llamar análisis de contenido al conjunto de procedimientos interpretativos de productos comunicativos (mensajes, textos o discursos) que proceden de procesos singulares de comunicación previamente registrados, y que, basados en técnicas de medida, a veces cuantitativas (estadísticas basadas en el recuento de unidades), a veces cualitativas (lógicas basadas en la combinación de categorías) tienen por objeto elaborar y procesar datos relevantes sobre las condiciones mismas en que se han producido aquellos textos, o sobre las condiciones que puedan darse para su empleo posterior. (Piñuel, 2002, p.2) Auxiliándonos del análisis de contenido construiremos las agendas a estudiar, así como los atributos que caracterizan a cada objeto resaltado. Guiándonos por las clasificaciones ofrecidas por Piñuel podemos decir que emplearemos tanto el análisis de contenido cuantitativo (determinación de los objetos jerarquizados en las agendas y la dimensión sustantiva de sus atributos) como el cualitativo (determinación de la dimensión afectiva de los atributos). Según los objetivos de la investigación el análisis de contenido será explicativo y según el diseño de análisis del objeto de estudio, clasificaría dentro de los horizontales (por el corpus documental extendido tomado como muestra) y los triangulares (por la combinación y contrastación de resultados de análisis de contenido realizados a un mismo objeto dentro de una misma investigación). Coeficiente de correlación Rho de Spearman: Esta prueba se ubica dentro de la estadística no paramétrica y fue desarrollada en el año 1904. Es una variante del coeficiente de correlación Pearsons y se utiliza cuando las variables utilizadas son de tipo ordinales y/o se incumple el supuesto de normalidad. Se utiliza para medir la asociación entre órdenes de rango (jerarquía). Este coeficiente arroja resultados numéricos comprendidos entre -1 y 1, siendo 1 relación lineal perfecta entre las variables, -1 la relación inversa perfecta, y 0 la ausencia de relación. Para calcular el Rho de Spearman (ñ) los datos son ordenados y remplazados por su orden. Para ello es necesaria la existencia de datos idénticos en los conjuntos a los que se aplica. Este ha sido el cálculo estadístico empleado tradicionalmente por los estudios enmarcados en la tradición de agenda setting.

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Ver Anexo 3. Guía del análisis de contenido. Página | 18

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Su fórmula matemática es:

Donde D es la diferencia entre los correspondientes valores de x - y. N es el número de parejas. Su cálculo se realizará mediante el programa estadístico SPSS v.10.0 y será empleado para determinar la correlación entre objetos en las agendas estudiadas y la correlación entre las dimensiones afectivas de los atributos de los objetos que se repiten en las agendas. Observación participante: Varios autores señalan a la observación participante como una de las técnicas más empleadas y confiables de la investigación cualitativa (Sandoval, 1996; Rodríguez, Gil, y García, 1996; Valles, 1999; Alonso y Saladrigas, 2000) Entre sus ventajas podemos mencionar que permite observar el objeto de estudio en toda su complejidad y en las condiciones naturales en que ocurre, así como recabar información de primera mano. Como inconvenientes tiene que la presencia del investigador puede alterar el fenómeno estudiado y que se debe ser muy cuidadoso con los factores subjetivos que puedan incidir en la investigación. Rodríguez et al. (1996, p.165) la caracterizan “como un método interactivo de recogida de información que requiere una implicación del observador en los acontecimientos o fenómenos que está observando. (…) Supone, además, aprender los modos de expresión de un determinado grupo, comprender sus reglas y normas de funcionamiento y entender sus modos de comportamiento.” Carlos A. Sandoval (1996, p.142) explica que “el investigador explora, de manera sostenida y dinámica, uno o varios escenarios culturales, sociales o personales, en diferentes circunstancias y momentos. De esta manera, el etnógrafo logra, sin minimizar su capacidad de asombro por efecto de la habituación, un acercamiento tanto a los elementos invariables y constantes como a los elementos eventuales o novedosos que tienen lugar en esa realidad sociocultural que busca conocer y comprender.” En la presente investigación fueron varios los escenarios específicos y los eventos en los cuales aplicamos esta técnica. Durante casi tres meses (septiembre-diciembre de 2009) participamos en el trabajo diario del Departamento de Atención al Lector del periódico Granma, en las reuniones semanales de la Redacción Nacional y en los Consejos de Dirección de los jueves. En el primero de estos espacios nos concentramos en la observación del proceso por el cual atraviesan las cartas y los correos electrónicos una vez llegados al periódico: su tratamiento, clasificación y remisión a otros niveles. En las reuniones semanales de la Redacción Nacional prestamos atención a los procesos de construcción del discurso periodístico sobre temas nacionales, a las mediaciones que intervienen, así como a determinados factores que repercuten en la construcción de la Página | 19

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agenda mediática nacional del periódico. En relación con los Consejos de Dirección de los jueves, nuestra intención fue observar el proceso de construcción de la agenda de Cartas a la Dirección, pues en estas reuniones se presentan las cartas que deben ser publicadas en la edición del día siguiente. Respecto a la observación en la investigación cualitativa, Hernández Sampieri et al. (2006, p.596) ofrecen algunas pistas que fueron utilizadas en este estudio “la observación cualitativa no es un asunto de unidades y categorías predeterminadas (…) sino de ir creando el propio esquema de observación para cada problema de estudio y ambiente (las unidades y categorías irán emergiendo en las observaciones). (…) en la investigación cuantitativa se pretende evitar toda reactividad (efectos de la presencia y conductas del observador), pero en la cualitativa no es así (el efecto reactivo se analiza, los cambios que provoca el observador constituyen datos también).” Atendiendo a las clasificaciones que señalan Alonso y Saladrigas (2000), la observación realizada en esta investigación pudiera describirse como no estructurada, de campo y abierta. Entrevista en profundidad8: Esta técnica, junto con el análisis de contenido y la observación participante, completa el trío decisivo para la obtención de datos e informaciones que tributan directamente al análisis de los resultados de este estudio. “La entrevista es una técnica para la recopilación de información, cuya característica distintiva es el hecho de que el investigador se enfrenta directamente al individuo con el fin de obtener información verbal, generalmente en forma de respuestas a preguntas concretas o estímulos indirectos, con el objetivo o finalidad de obtener de los individuos entrevistados información sobre sí mismos, sobre otros individuos o sobre hechos que le conciernen.” (Alonso y Saladrigas, 2000: 42) Las principales dimensiones a las que nos propusimos acercarnos a través de esta técnica fueron las mediaciones que se articulan en la construcción de las agendas y el discurso periodístico, pues debido a su extrema complejidad y a la multiplicidad de elementos que intervienen, se hace muy difícil (prácticamente imposible con los recursos físicos que contamos) poder aprehenderlas a través de la observación participante. Así, la selección de la entrevista en profundidad se justifica en concordancia con las aclaraciones de Hernández Sampieri et al. (2006, p.598) cuando dice que “las entrevistas, como herramientas para recolectar datos cualitativos, se emplean cuando el problema de estudio no se puede observar o es muy difícil hacerlo por ética o complejidad (…) y permiten obtener información personal detallada.” El diseño empleado fue el de la entrevista en profundidad o abierta en la cual “el entrevistador desea obtener información sobre determinado problema y a partir de él 8

Ver Anexo 4: Guía de Entrevistas. Página | 20

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establece una lista de temas, en relación con los que se focaliza la entrevista, quedando esta a la libre discreción del entrevistador, quien podrá sondear razones y motivos, ayudar a establecer determinado factor, etc., pero sin sujetarse a una estructura formalizada de antemano. (…) [Los entrevistadores] tienen ciertas ideas, más o menos fundadas, y desean profundizar en ellas hasta hallar explicaciones convincentes. Puede, incluso, que en ocasiones solo desee conocer cómo otros –los participantes en la situación o contexto analizado- ven el problema.” (Rodríguez et al., 1996, p. 168) Miguel S. Valles (1999) señala una serie de ventajas que propicia la aplicación de esta técnica, entre las que se encuentra la obtención de una gran riqueza informativa (intensiva, de carácter holístico o contextualizada), en las palabras y enfoques de los entrevistados; proporciona al investigador la oportunidad de clarificación y seguimiento de preguntas y respuestas (incluso por derroteros no previstos) en un marco de interacción más directo, personalizado y flexible; y que durante el desarrollo o la fase final de la investigación, ofrece el contraste o contrapunto cualitativo a los datos obtenidos mediante procedimientos cuantitativos, así como la facilitación de la comprensión de los mismos. La entrevista en profundidad fue empleada indistintamente en diversos momentos de la investigación. En los inicios fue utilizada para acercarnos al fenómeno y conocer sus características fundamentales, luego la empleamos en medio de la etapa de la recogida de los datos para obtener informaciones “en caliente” sobre determinados trabajos periodísticos y como instrumento para la construcción de la agenda pública; y ya en los finales, con las intenciones específicas descritas anteriormente, en las ventajas comentadas por Manuel S. Valles. Como es propio de los diseños mixtos de investigación, utilizaremos la triangulación de los resultados arrojados para arribar a conclusiones sobre procesos complejos a los cuales no podemos acceder en toda su dimensión, puesto que cualquiera de las técnicas mencionadas anteriormente resultaría insuficiente de no integrarse los resultados obtenidos en cada una de ellas.

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CAPÍTULO I. Agenda de coordenadas

“Teseo llegó a Creta y fue llevado junto a los otros jóvenes al laberinto. Ariadna, la hija de Minos, se enamoró de Teseo, y para ayudarle le dio un ovillo de hilo para que atara un extremo en la entrada del laberinto y pudiera encontrar la salida.” Teseo y el Minotauro. Mito griego.

Si Teseo no hubiese contado con la guía de aquel hilo salvador tendido por Ariadna, probablemente el héroe de la leyenda no hubiese sido el joven griego, sino el Minotauro. Cuando nos adentramos en lo desconocido, en la oscuridad, siempre resulta útil un hilo de Ariadna que nos ayude, al menos, a dar los primeros pasos. Eso es el capítulo teórico de una investigación: la guía, o el mapa nocturno, usando la metáfora de Jesús Martín Barbero. El propósito de este anclaje teórico no es hacer un recorrido extenso sobre el origen y evolución de todos los conceptos que pudieran aportar o aportan directamente al estudio de las categorías y variables de la investigación. Simplemente nos proponemos trazar algunas directrices, basándonos en investigaciones anteriores, que permitan entender algunas de las posturas asumidas y que le brinden solidez al estudio, tanto en sus zonas cuantitativas como en las cualitativas. Son cuatro los conceptos fundamentales que intervienen en nuestra investigación: agenda pública, agenda mediática, relación entre agendas1 y mediaciones; todo esto envuelto en las características de un sistema social diferente y sobre el que poco se ha teorizado al respecto. Por estos derroteros se moverá este estudio. Cuando nos adentramos en esa complicada relación entre agendas mediáticas y públicas, es como si chocáramos una y otra vez con la vieja pregunta campesina de ¿por dónde le entra el agua al coco?, algo que no se puede responder desde un primer momento. No obstante, si de acertijos se trata, nuestra propuesta se organizará sobre la base de otra adivinanza: ¿quién nació primero, el huevo o la gallina? Y esa, por suerte, se responde más fácil, pues, aunque la aparición de los medios de comunicación transformó radicalmente la visión que tenían los hombres de su entorno, nadie puede negar que el ser humano ya pensaba y opinaba sobre temas que le eran cercanos, 1

Debemos aclarar que las agendas públicas y mediáticas no son las únicas que existen. Están también la agenda política y las agendas de las instituciones (McCombs, 2006), pero en esta investigación nos limitaremos al estudio de las dos primeras. Página | 22

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muchísimo antes de que callera en manos de algún poblador de Wolfenbüttel, aquel boletín con unas pocas noticias nombrado Avisa-Relation oder Zeitung, allá por el año 1609. Pero vayamos despacio, y poco a poco, para llegar lejos en este camino erizado de Minotauros y al cual Teseo se aventura por primera vez. Comencemos entonces… por donde todo empieza.

1.1 Donde todo empieza “Antes de los siglos, desde el principio, me creó, y por los siglos subsistiré.” Eclesiatés, 24:9

“…el hombre es un animal suspendido en tramas de significado que él mismo ha urdido” Cliford Geerst Hagamos un viaje imaginario hacia la infancia de la historia. Detengámonos 50 mil años atrás, Pleistoceno Superior. Desde hace un tiempo el desarrollo de las áreas de Wernicke y de Broca del hemisferio izquierdo del cerebro, conjuntamente con la evolución de la laringe, las cuerdas vocales y el gen FOXP2, crearon las condiciones necesarias para la aparición del lenguaje articulado en el homo sapiens. La expresión a través de grafismos, remite a la existencia de un pensamiento abstracto. A lo lejos, sentados alrededor de una hoguera, un grupo de hombres discute en lenguaje primitivo sobre la escasez de alimentos y aquel milagro blanco de los dioses que atravesó los cielos y dejó la llama que ahora les ahuyenta el frío. Allí encontramos el germen de una agenda pública. Volvamos ahora 50 mil años hacia acá para explicar la afirmación anterior. (Disculpen las molestias por los saltos temporales.) A mediados del siglo XX el término agenda comenzó a aparecer en la bibliografía especializada en comunicación. Etimológicamente, tiene entre sus acepciones la de “cosas que se han de hacer”, de allí la importancia de que un tema aparezca o no en alguna de las agendas, por el nivel de prioridad que adquiere y reclama. Mucho más estudiada que definida, puede entenderse desde la comunicación -a grandes rasgos- como “un conjunto de cuestiones comunicadas, en función de una determinada jerarquía.” (Aruguete, 2009, p.13) Por eso –y regresamos 50 mil años atrás- decíamos Página | 23

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que allí estaba el germen de una agenda pública: un grupo de personas que discuten y privilegian temas de interés común sobre los que tienen criterios y opiniones. Dearing y Rogers (citados por Rodríguez Díaz, 2004, p.20) la definen como “el grado o jerarquía de importancia que da el público a determinados aspectos noticiosos durante un periodo de tiempo.” En la medida que se expande el universo geográfico y social de la humanidad, el concepto de agenda se hace más claro pues, en primer lugar, la vida de un individuo se encuentra más vinculada a las acciones de los demás y por otro lado, el crecimiento del horizonte cognoscitivo y vivencial impide que pueda apropiarse de la realidad en su totalidad, por lo que se hace necesario priorizar unos temas sobre otros. Así la agenda se hace más selectiva, más jerarquizadora y más pública2. “La realidad de la vida cotidiana se organiza alrededor del ‘aquí’ de mi cuerpo y el ‘ahora’ de mi presente. (…) Sin embargo, la realidad de la vida cotidiana no se agota por estas presencias inmediatas, sino que abarca fenómenos que no están presentes ‘aquí y ahora’. Esto significa que yo experimento la vida cotidiana en grados diferentes de proximidad y alejamiento, tanto espacial como temporal. (…) La realidad de la vida cotidiana se me presenta además como un mundo intersubjetivo, un mundo que comparto con otros.” (Berger y Luckmann, 2001, p.39) Esta forma de apropiación y proyección de la realidad cotidiana vinculada con nuestras vivencias y las de otros seres que nos rodean, ha sido una de las aristas priorizadas en los estudios sobre conformación de las agendas de los públicos. Al respecto, De George (citado por Rodríguez Díaz, 2004, p.42) expone tres elementos claves en la estructuración de la agenda pública: “lo que piensa una persona (agenda intrapersonal), lo que comenta o habla con otros (agenda interpersonal) y lo que esa persona percibe como temas de actualidad dados por los medios de comunicación3 (agenda de los medios)”.

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Es válido aclarar que la agenda de los públicos siempre va a estar conformada por temas de interés colectivo, público. La distinción entre lo público y lo privado tiene sus raíces en la Grecia Antigua, con posteriores aportes de Roma y ya en la Modernidad -donde se convierte en una cuestión vital- puede encontrase su evolución con el surgimiento de los términos en las lenguas alemana, francesa e inglesa. (Para más información consultar Habermas, 1997; Arendt, 2005; Noelle-Neumann, 1995; Leyva y Somohano, 2008) Puede entenderse como asunto de incumbencia pública “cualquier situación, fenómeno o condición social sobre la que un público amplio se ve impelido a formarse una opinión y a tomar partido” (Martínez, citado por Aruguete, 2009, p.13) 3

Sobre la relación entre las agendas de los medios y la agenda pública nos concentraremos en el epígrafe siguiente, pues este fue un elemento que se incorporó tardíamente (hace apenas cuatro siglos) en comparación con los de orden intra e interpersonal. En este apartado haremos una abstracción para tratar de analizar el tema de las agendas de los públicos sin tomar en cuenta la acción de los medios de comunicación. Página | 24

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Numerosos estudios priorizan la existencia de espacios públicos como puntos de debate de estos temas de interés común. Jürgen Habermas en su obra Historia y crítica de la opinión pública (publicado en 1962), realiza un minucioso -pero idealizado4- recorrido sobre el surgimiento del espacio público en la modernidad, entendido como “un ámbito de nuestra vida social, en el que se puede construir algo así como opinión pública. La entrada está fundamentalmente abierta a todos los ciudadanos. En cada conversación en la que los individuos privados se reúnen como público se constituye una porción de espacio público.” (Habermas, 1974, p.49) Y aunque no hace referencia directa al término agenda, sino que prefiere trabajar con el de opinión pública, sin dudas esos temas discutidos formaban parte de la agenda del público. Por supuesto que la existencia de esta esfera pública o espacios de discusión, constituyen factores de catalización y definición de agendas de los públicos; no obstante, si volvemos sobre los estudios de De George, -y para nada entraremos en contradicción con los postulados habermasianos5- podemos afirmar que no es imprescindible un espacio físico ni virtual –entendido como lugar de confluencia, reunión de multitudes o públicos amplios- para que existan opiniones y criterios generalizados sobre determinados temas de interés común. Incluso, en sociedades cerradas o tiránicas, en las cuales ha estado vetado el derecho de asociación o reunión, las personas han tenido sus agendas colectivas, entendida como “aquellos temas que son objeto de una amplia atención o, por lo menos, conocimiento; y que requieren de acción desde el punto de vista de una considerable proporción del público” (Cobb, Ross y Ross; citados por Carrillo y Tamayo, 2004, p.1) O sea, que las agendas públicas se conforman a partir de fragmentos de realidades percibidas individualmente, pero que tienen una connotación colectiva más o menos generalizada. Es decir, que la suma, combinación y reconfiguración de las agendas intra e interpersonales, constituyen en esencia, la agenda pública. No por gusto, el método tradicional empleado para determinar las agendas de los públicos es preguntar de forma 4

Un buen compendio de las críticas realizadas a esta obra de Habermas puede encontrarse en Fraser, 1992; Thompson, 1996; Garcés, 2007. 5

“La esfera o espacio de la opinión pública no puede entenderse como institución y, ciertamente, tampoco como organización; no es un entramado de normas con diferenciación de competencias y de roles, con regulación de las condiciones de pertenencia, etc.; tampoco representa un sistema; permite, ciertamente, trazados internos de límites, pero se caracteriza por horizontes abiertos, porosos y desplazables hacia el exterior. El espacio de la opinión pública, como mejor puede describirse es como una red para la comunicación de contenidos y tomas de postura, es decir, de opiniones, y en él los flujos de comunicación quedan filtrados y sintetizados de tal suerte que se condensan en opiniones públicas agavilladas en torno a temas específicos. Al igual que el mundo de la vida en su totalidad, también el espacio de la opinión pública se reproduce a través de la acción comunicativa, para la que basta con dominar un lenguaje natural; y se ajusta a la inteligibilidad general de la práctica comunicativa cotidiana. (…) Todo encuentro que no se agota en contactos restringidos a la observación recíproca, sino que se nutre de la mutua atribución y suposición de libertad comunicativa, se mueve en un espacio público constituido lingüísticamente. ” (Habermas, 1989, p.440) Página | 25

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individual a un numeroso grupo de personas escogidas por criterios estadísticos, cuáles considera que son los problemas más importantes para el país. A lo largo de este epígrafe hemos recalcado que la agenda de los públicos se compone de temas de interés común, pero ¿qué hace entronizar un tema en la agenda? “Carter, Stamm y Heinz-Knowles han investigado los desencadenantes causales, es decir, las razones para ascender un tema: la amenaza del asunto (SIDA, polución), la instrumentalidad negativa del asunto (el paro lleva a la pobreza); el descuido o abandono del tema (la educación en barrios que la necesitan); instrumentalidad positiva (la educación como remedio contra muchos males); reparación o sentido de la equidad (formamos parte de una comunidad)” (Valbuena de la Fuente, 1997, p.537) Estos desencadenantes causales se encuentran emparentados en el fondo, con condicionantes psicológicos analizados a profundidad por el matrimonio Lang y Lang y que han sido asumidos por gran parte de los investigadores que exploran esta rica área del conocimiento. Puede decirse que “…el reconocimiento social de un asunto varía según cómo impacta en la experiencia personal: puede afectar de manera directa a un gran número de personas, puede ser experimentado por un grupo reducido, afectar a ciertos sectores de la población o puede ser percibido como remoto, ajeno a la experiencia cotidiana”. (Lang y Lang, citados por Aruguete, 2005, n/p.) A propósito, Maxwell McCombs (2006), uno de los padres fundadores de la tradición de estudios de agenda, distinguió entre aquellos temas experienciales, de los cuales tenemos un conocimiento directo o que de alguna manera influyen o intervienen en nuestras vidas y los no experienciales, que serían temas que no nos afectan directamente o nos son ajenos y de los cuales obtenemos referencias por otras vías, aunque esto no significa que nos resulten indiferentes.6 Ernesto Carrillo y Manuel Tamayo (2004), basándose en la teoría del ciclo de atención de los temas (isseu-attention cycle) de Anthony Downs (1972), desarrollaron un modelo de caracterización de los temas de la agenda pública, según pautas de evolución en el tiempo. Estos autores dividen los temas en: crónicos (problemas considerados prioritarios por una alta proporción de la población, y que integran la agenda de manera permanente), intermitentes (reciben atención media o baja por parte del público, forman parte de la agenda desde hace mucho tiempo, pero su presencia es discontinua), nuevos (aparecidos recientemente y que puede determinarse el momento en que han

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McCombs (2006, p.122) aclara que esta denominación de experienciales y no experienciales, es una traducción al español de los términos obtrusive-unobtrusive, la cual le parece más acertada que otras parejas dicotómicas empleadas como familiares-desconocidos, cercanos-lejanos, entrometidos-ajenos, entorpecedores-sin referencia personal; o, incluso: de experiencia personal directa-sin confrontación personal. Página | 26

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comenzado a atraer la atención del público, reciben atención media o media-alta), y las crisis (puede delimitarse su inicio y final y suelen estar vinculadas a la coyuntura). Muy relacionado con lo anterior se encuentra la propuesta de Aníbal Ford (citado por Casermeiro, 2004, p.258) según la cual “hay agendas de épocas extensas y hay agendas coyunturales. Las primeras son sincrónicas, mientras que las segundas tienen un anclaje diacrónico. Es decir, que existe continuidad respecto de algunos problemas a lo largo del tiempo y ello hace que se mantengan como parte de las agendas sincrónicas. Pero también hay problemas nuevos, de tipo coyuntural, propio de las agendas diacrónicas. El poder de imposición de las agendas coyunturales del público son particularmente efectivas en el caso de los medios.” Desde los estudios fundacionales en esta rama (McCombs y Shaw, 1972), se hizo una distinción entre los temas “de siempre”, que aparecen de forma continua, permanente, que pueden ser agrupados dentro de grandes categorías; y aquellos acontecimientos que no ocurren de forma fija o constante, sino que son discontinuos y no se centran, de forma sistemática, en un tiempo y espacio concretos. (Shaw, citado por Rodríguez Díaz, 2004, p.29-30) Los primeros, han sido denominados indistintamente objetos, issues, ítems, temas; pero en esencia responden a situaciones, noticias, problemas de interés general que ocupan lugar en la agenda por períodos de tiempo relativamente extensos. Entre las denominaciones de objetos que aportan Lang y Lang (citados por Aruguete, 2009, p.13), hay dos que resultan vitales: son preocupaciones, cosas acerca de las cuales la gente está personalmente preocupada; son la percepción de problemas considerados centrales para un país y sobre los que el gobierno debe hacer algo7. Por otra parte, aquellos acontecimientos “discontinuos” se catalogan como events, y debido a su carácter efímero no han recibido mucha atención en los estudios de agenda. Por supuesto, lo que puede aparecer en un momento como un event, con el paso del tiempo si el problema persiste, podría constituirse en un objeto de la agenda pública. Según McCombs (2006, p.137) “la unidad de análisis para cada agenda es un objeto”, de ahí la importancia de estos como elementos claves en la conformación de las mismas, pues son su material básico. Cada objeto que entra en la agenda, viene acompañado de atributos, que no son más que “esas características y propiedades que completan su imagen. (…) el atributo es un término genérico que engloba toda la gama de propiedades y rasgos que caracterizan a un objeto”. (McCombs, 2006, p.138-139). A

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Antes de nuestra era ya había sido reconocida esa faceta única de la especie humana, que hizo que Aristóteles denominara al hombre como bios politikos. La política, como expresión de las relaciones humanas, penetra y atraviesa todos los órdenes de nuestras vidas y en particular aquellos aspectos que se tornan de interés para muchos; es por ello que la totalidad de los temas que jerarquizan las agendas tienen un matiz político. Página | 27

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lo que podríamos añadir que son “elementos subjetivos, calificativos de opinión y comentarios que dan prominencia a un asunto.” (Rodríguez Díaz, 2004, p.65) O sea, que en estos atributos que acompañan y complementan a los objetos, reside en esencia la materia prima de ese fenómeno tan complejo de naturaleza comunicativa y simbólica denominado opinión pública.8 Lo anterior se comprende mejor si conocemos que los atributos para su estudio son operacionalizados en dos dimensiones: sustantiva y afectiva. La primera expresa las características predominantes de un tema u objeto, sus rasgos más sobresalientes; mientras que la dimensión afectiva se refiere a las categorías cognitivas y de actitud más generales que pueden llegar a pautar la forma en que se piensa sobre un tema o problema, y se resume en las categorías de actitud positivo, neutro o negativo. (López-Escobar, McCombs y Rey, 1996; López Escobar y Llamas, 1996; Casermeiro, 2004; Casermeiro, de la Torre y Téramo, 2009) Esta combinación de objetos con sus respectivos atributos, completa la forma en que el público se apropia, interpreta y exterioriza los problemas que considera de mayor importancia. Desde aquella incipiente agenda a la que hacíamos referencia en el inicio del epígrafe hasta aproximadamente los inicios del siglo XVII, los objetos y atributos que integraban las agendas de los públicos provenían necesariamente de la vivencia propia y de las relaciones interpersonales. Pero, las necesidades económicas de la burguesía comercial naciente y la consecuente aplicación de la tecnología desarrollada por Johann Gutenberg, dieron origen a un elemento que transformaría estructuralmente la historia, evolución y relaciones de los seres humanos: la prensa. “La conformación de una nueva propiedad pública encuentra su punto de partida en el nacimiento de la imprenta, que creó nuevas formas de producción, difusión y apropiación de la información. (…) Con su surgimiento se conformó este público sin lugar, ya no definible por la posibilidad de interacción cara a cara entre sus miembros.” (Leyva y Somohano, 2008, p.17) A partir de entonces, los medios de comunicación se fueron convirtiendo en un determinante –cada vez con mayor peso- de la agenda de los públicos. Con Gutenberg… todo cambió.

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No es objetivo de -ni necesario para- esta investigación arribar a un concepto acabado de opinión pública, máxime cuando muchos de los grandes teóricos que se han acercado al tema han preferido “irse por la tangente” y concentrarse más en su estudio que en su definición. Para no caer en el vacío conceptual, preferimos entenderla –de forma sencilla y tal vez reduccionista- como “la opinión del público sobre lo público.” (San Román, citado por Stusser, 2007, p.174) Página | 28

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1.2 Con Gutenberg todo cambió

“Esto y la imprenta son las dos cosas más necesarias que llevamos a bordo, fuera de los cañones.” Alejo Carpentier. El siglo de las luces.

“La imprenta es un ejército de veintiséis soldados de plomo con el que se puede conquistar el mundo.” Johann Gutenberg Los romanos con su Acta diurna populi urbana, no lograron obtener el grado de socialización que hubieran deseado. No podían, la infraestructura no los acompañaba. Les faltaba la técnica, y como ya dijo en lapidaria frase nuestro afamado tricampeón olímpico de boxeo Félix Savón, “la técnica… es la técnica.” Sin embargo, la solución primera estuvo siempre delante de sus narices, o mejor dicho, debajo de sus pies. Plomo, estaño, antimonio, negro de humo y aceite, y por supuesto, un complemento imprescindible: el conocimiento humano, que tardó siglos en metabolizar los adelantos que permitieron crear la imprenta de tipos móviles y la tinta. Los chinos ya habían dado los primeros pasos, pero no fue hasta la mitad del siglo XV – gracias al tesón de Johann Gutenberg- que “la fiebre de la tinta impresa” se expandió por Europa. Aunque “la invención de la imprenta incidió inicialmente más en el terreno de la literatura que en el de la información” (Vázquez Montalbán, 2003, p.33) y la noticia impresa coexistió con la manuscrita durante mucho tiempo; ya no había vuelta atrás. El mundo había cambiado para siempre pues “el uso de los medios de comunicación implica la creación de nuevas formas de acción e interacción en la sociedad, nuevos tipos de relaciones sociales y nuevas maneras de relacionarse con los otros y con uno mismo. (…) De manera fundamental, el uso de los medios de comunicación transforma la organización espacial y temporal de la vida social, creando nuevas formas de acción e interacción, y nuevos modos de ejercer el poder, disociados del hecho de compartir un lugar común”. (Thompson, 1998, p.17)

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Jürgen Habermas, en su ya citada obra Historia y crítica de la opinión pública…, valora la importancia de los medios de comunicación dentro del sistema social9, sobre todo a partir del instante en que dejan de ser simples portadores de noticias económicas para comerciantes. “A este momento meramente económico se fue añadiendo un momento nuevo, político en el amplio sentido de la palabra, en cuanto comenzó a transformarse la prensa de noticias en una prensa de opinión, y de la correspondencia de anuncios surgió una concurrencia en el periodismo de escritores. El rasgo distintivo de la evolución ha sido sintetizado por Bücher en pocas palabras: ‘Los periódicos pasaron de ser meros lugares de publicación de noticias a ser también portadores y guías de la opinión pública’.” (Habermas, 1997, p. 209-210) Estas líneas develan el naciente vínculo entre medios de comunicación y agenda de los públicos, una simbiosis caracterizada por la acción de cada una de las partes sobre la otra. Los periódicos, como agentes de socialización de realidades distantes y cuyos artículos se encontraban avalados por la firma de prestigiosas plumas, comenzaron a ganar un lugar importante en la apropiación de la realidad –que cada vez se tornaba más amplia, abarcadora y disociada- que hacían las personas. Desde entonces, “la opinión pública tiene dos fuentes: una de ellas, los medios de comunicación”. (Noelle-Neumann, 1995, p.207) Lo anterior, unido a un conjunto de condiciones sociopolíticas e históricas, propició que para principios del siglo XX, los estudios en comunicación se inclinaran más por las funciones de los medios como “guías”, que como “portadores” de la opinión pública. Para 1898 Gustave Le Bon publica La psicología de las multitudes, que marcó una fuerte línea de pensamiento elitista continuada por José Ortega y Gasset con sus teorías acerca del hombre-masa. Estas ideas fueron el soporte conceptual de aquellos primeros estudios que otorgaban una fuerza omnipotente a los medios de comunicación sobre las audiencias, basados en la certidumbre de que “las muchedumbres son incapaces de tener opiniones fuera de las que les son impuestas, que en ellas se acumula la estupidez y no el talento y que sin importar la naturaleza de los que la conforman, por el solo hecho de transformarse en muchedumbre, poseen una clase de alma colectiva que les hace pensar, sentir y obrar de una manera completamente diferente a aquella de cómo pensaría, sentiría u obraría cada uno de ellos aisladamente.” (Le Bon, p. 10-16) El paso del tiempo y los avances logrados por otras disciplinas como la psicología y la sociología, por solo citar algunas, fueron evolucionando las maneras de entender la relación audiencia-medios de comunicación, en un desarrollo caracterizado muchas 9

A pesar de que Habermas por momentos sobredimensiona el papel de la prensa periódica como determinante del debate político, y por extensión, de la naturaleza crítica del público (Garcés, 2007, p.41), “La gran fuerza de los primeros trabajos de Habermas reside en que tratan el desarrollo de los media como una parte integral de la formación de las sociedades modernas.”(Thompson, 1998, p.21) Página | 30

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veces por vaivenes tendientes a los extremos. Coincidiendo con Mauro Wolf podemos decir que este tipo de investigaciones ha estado marcado por ciclos que han coexistido entre sí. “El primer ciclo llega hasta finales de los años treinta y está caracterizado por el convencimiento generalizado de un poder fuerte de influencia de los media. Por el contrario, el segundo período, a principios de los años cuarenta, está marcado por una valoración más modesta de la capacidad de influencia de los media. (…) En nuestros días estamos dentro de la tercera fase, que ofrece un interés renovado hacia el problema de los efectos, fundado sobre paradigmas diferentes de los anteriores. Citando a Elisabeth Noelle-Neumann, hay una vuelta a la idea de los powerful media.” (Wolf, 1994, p.30) Hasta finales de la década del sesenta, la gran mayoría de las investigaciones se centraban en el estudio de las reacciones que provocarían en el público a corto, mediano o largo plazo, determinados mensajes. No es hasta 1968 que un grupo de profesores de la Universidad de Carolina del Norte decidieron cambiar el objeto de atención hacia el proceso de fijación de la agenda temática de los públicos por parte de los medios de comunicación. Así, aprovechando las elecciones presidenciales de 1968, Maxwell McCombs y Donald Shaw se aventuraron a comprobar empíricamente aquella frase de Bernard Cohen acerca de que “los medios informativos a lo mejor no tienen éxito a la hora de decirle a la gente qué es lo que tiene que pensar, pero sí que lo tienen, y mucho, a la hora de decirle a sus audiencias sobre qué tienen que pensar.” (citado por McCombs, 2006, p.26) A grandes rasgos, la hipótesis del efecto de agenda-setting (fijación de agenda) consiste en “que los elementos destacados en la imagen que dan los medios de comunicación se vuelven destacados en la imagen que se hace la audiencia.” (McCombs, 2006, p.135) Luego de cuatro décadas del estudio seminal de Chapell Hill, esta teoría ha sido validada en numerosos y diversos contextos geográficos, lo que ha dado pie a enunciar categóricamente que “los efectos de establecimiento de agenda –la transferencia efectiva de relevancia desde la agenda mediática hasta la pública- se dan dondequiera que haya un sistema político razonablemente abierto y un sistema mediático razonablemente abierto.” (McCombs, 2006, p.82) Lo que en un principio fue solamente la comprobación del efecto de agenda setting, ha ganado en complejidad y hasta hoy podemos hablar de cuatro fases en su evolución. El segundo momento es el “descubrimiento” y estudio de aquellas “condiciones contingentes” que aumentan o inhiben el proceso de trasmisión de relevancia de la agenda mediática a la pública. La tercera etapa estuvo marcada por lo que se ha llamado el segundo nivel o agenda de atributos, es decir, que los medios también influyen en decirle a la gente cómo tiene que pensar; además, se extiende la investigación a otros Página | 31

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asuntos que no se relacionaban con temas electorales. Y la última, indaga en el proceso de construcción de la propia agenda de los medios (agenda-building). Maxwell McCombs declaró sin tapujos que Walter Lippmann10 era el padre intelectual de la idea de la agenda setting, lo cual nos da pistas sobre las bases y las posiciones en cuanto a efectos de esta teoría. La agenda setting se inscribe dentro del marco de los powerful media, brindando una importante cantidad de datos empíricos que comprueban su hipótesis nuclear: los medios inciden fuertemente en la percepción del público acerca de cuáles son los temas más importantes y el énfasis puesto en sus atributos. Sin embargo, la existencia y fortaleza del efecto de agenda setting, supone una contradicción respecto a las funciones clásicas de la prensa como “vigilante del entorno”, guardián y reflejo de los intereses de la sociedad, pues reafirma las posibilidades de manipulación y control social a favor de intereses individuales o grupales. Por otra parte, este tipo de propuestas a lo largo de la historia de la investigación en comunicación se han visto rechazadas o criticadas por argumentos que aluden al carácter activo de los públicos. Este -junto a las deficiencias conceptuales11ha sido uno de los aspectos más criticados a las investigaciones sobre agenda setting. “Parte de lo que hacemos, pensamos y sentimos, está mediatizado por una realidad simbólica que no influye de la misma manera ni con igual intensidad en cada uno de los integrantes de la sociedad. Desde esta perspectiva algunas de las críticas que se le han atribuido al proceso son el poco protagonismo que ha dado a las variables psicosociales como elementos causales de percepción. A la conducta o a gustos o atributos de la propia audiencia a la hora del establecimiento de agendas. (Rodríguez Díaz, 2004, p.72) No obstante, durante la segunda etapa a la cual ya hicimos referencia, salieron a la luz una serie de condiciones que intervienen en el proceso de establecimiento de agenda, las cuales han sido agrupadas en seis categorías: variables psicológicas (necesidad de 10

Walter Lippmann fue uno de los más influyentes investigadores que se ubicaban en el entorno de la Mass Communication Research. Su libro Public Opinion (1922) es uno de los textos clásicos que dio cuerpo a la teoría hipodérmica según la cual “cada individuo es un átomo aislado que reacciona por separado a las órdenes y a las sugerencias de los medios de comunicación de masas monopolizados (Wright Mills, 1963, p.203). Si los mensajes de la propaganda consiguen llegar a los individuos de la masa, la persuasión puede ser fácilmente inoculada.” (Wolf, n/d, p.12) 11

“…hubo algunos autores que, ya desde el principio, emplazaron a McCombs y Shaw a que respondiesen a cuestiones terminológicas importantes. Ya en 1974, McLeod, Becker y Byrnes advertían que los investigadores sobre agenda setting debían ser más conscientes de las exigencias conceptuales y metodológicas. En 1982, Becker se quejó: ‘En ningún lugar hay una definición conceptual de la variable del mensaje (la supuesta causa en la hipótesis) o del criterio, o la variable de respuesta de la audiencia’. Añadía que la mayoría de los tratamientos de la agenda setting habían sido metodológicos y empíricos, más que conceptuales. Es más, lo que resultaba inadmisible era emplear un criterio para los medios y otro para las audiencias. Y por si fuera poco, hizo notar: ‘En el ejercicio de la investigación, las definiciones conceptuales deben preceder a las operativas. Parece claro en este caso que las ambigüedades de la temprana investigación sobre agenda setting desembocaron en problemas metodológicos en el trabajo que siguió’.” (Valbuena, 1997, p. 533) Página | 32

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orientación), de la conducta (comunicación interpersonal y magnitud del uso de los medios de comunicación), demográficas (educación, ingresos, edad, sexo), de actitud (interés por la política y credibilidad de los medios), tipo de medios y tipo de temas. (Casermeiro, 2004, p.104). Y aunque de forma general los investigadores no se han detenido a estudiar aquellas que inhiben el efecto de fijación de agenda -tal vez influidos por ese “afán de exagerar el poder de los medios”-, a grandes rasgos han enunciado su importancia. “Hay otros aspectos, al margen de la cobertura mediática, que influyen en la percepción por parte del público sobre cuáles son los temas más importantes del día. La mente del público no es una tabla rasa que espera ser grabada por los medios de comunicación. (…) A pesar de su influencia sobre muchos temas, los medios informativos tampoco son dictadores todopoderosos de la opinión pública, ni determinan su propia agenda con un absoluto desapego profesional del mundo que los rodea.” (McCombs, 2006, p. 4344) Pensamos son fundamentales las variables asociadas al tipo de temas. Esto se relaciona directamente con las denominaciones de experienciales y no experienciales enunciadas por McCombs. En primer lugar -a pesar de la existencia de evidencia que demuestra que los medios pueden dar importancia desmedida a un tema-, las agendas de las organizaciones periodísticas no salen de la nada, sino que “están sujetas a una dinámica compartida con las inestables masas.” (Peñuela y Álvarez, 2002, n/p) “Autores como McQuail y Windahl (1997) han reseñado que siempre ha existido confusión en ‘si debemos buscar efectos directos de los medios de difusión sobre las agendas personales de los miembros individuales de la audiencia, o si hemos de suponer que el establecimiento de la agenda funciona a través de la influencia interpersonal’. Esta crítica inicial, compartida por otros expertos (Becker, 1982; McLeod et al, 1974; Severin y Tankard, 1979) destaca que aunque las correlaciones entre las agendas sean estrechas no se establece claramente una dirección causal. En el estudio de McCombs y Shaw (1972) se interpreta que la agenda de los medios influye en la agenda del público aunque para Severin y Tankard esto podría ocurrir de forma contraria.” (Rodríguez Díaz, 2004, p.72). Sin dudas, el efecto de fijación de agenda desde los medios a los públicos es real, existe. Tal como señala Martín Serrano (1993, p.101) uno de los efectos disfuncionales relativos a la objetividad del valor del producto comunicativo es la “asimilación por el consumidor del valor que para él tiene la noticia, al valor que tiene para la organización que la produce (fetichización de la mercancía noticia).” Pero “mediante el recurso a la comunicación no se puede transformar un estado dado del mundo en un estado dado de conciencia, ni una determinada representación de la realidad en una práctica social determinada. Sería erróneo atribuirle a cualquier modalidad de comunicación pública, incluida la comunicación de masas, la eficacia de una correa de transmisión entre el Página | 33

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cambio social y el cambio de las ideologías (o viceversa); tanto si se cree que la correa gira progresivamente a favor de la historia o regresivamente oponiéndose a ella.” (Martín Serrano, 1993, p.114) En relación a temas no experienciales, es mucho más fácil jerarquizar y transferir relevancia de objetos y aspectos que respondan a intereses más grupales o individuales, pero en cuanto a problemas experienciales, de los cuales la gente conoce, porque los vive, un medio que no se ocupe de ellos, puede perder credibilidad. Respecto a temas experienciales de impacto, la relación entre agenda pública y mediática, va estar determinado generalmente por la primera. “Winter, Eyal y Rogers (1982) realizaron un estudio en cual demostraron que existía un bajo grado de correspondencia entre las noticias y la relevancia pública de aquellos temas que tocan la experiencia personal12. Esta hipótesis se vio confirmada por diversos estudios en escenarios locales y nacionales, por ejemplo Lasorsa y Wanta (1990), Smith (1987), Zucker (1978).” (Aruguete, 2009, p. 26-27) Una temprana investigación realizada en Louisville (Kentucky) entre 1974 y 1981, a la cual hace referencia someramente McCombs (2006, p. 43-44), es un ejemplo de lo dialéctica y compleja que puede resultar la relación agenda pública-mediática y que la interpretación de la misma puede estar sesgada o determinada por el lente con que analiza el investigador. En el caso Louisville se obtuvo una correlación global alta (+0.650) entre ambas agendas, por lo que los investigadores dieron por sentado el efecto de agenda setting, pues los cuatro temas principales tratados por el periódico local Louisville Times (educación, delincuencia, medio ambiente local y crecimiento económico local; todos de tipo experienciales) coincidían con los de la agenda pública. Sin embargo, el pavimentado de las calles y el gobierno municipal –tercer y sexto temas en los intereses de la gente- no se encontraban reflejados con tal magnitud en las páginas del periódico.13 12

Aunque se plantea que las personas tienen menos necesidad de orientación en relación con temas experienciales (McCombs, n/d; McCombs, 2006; Rodríguez Díaz, 2004; Casermeiro, 2004; Paniagua y Gómez, 2006; Casermeiro, de la Torre y Téramo, 2009; Aruguete, 2009), esto no quiere decir que no resulten de interés los trabajos periodísticos que los aborden, pues debemos recordar que los medios satisfacen necesidades cognitivas y tienen también la función de proporcionar interpretaciones que hagan significativas y coherentes las informaciones (Lasswell, 1985; Berelson, 1949; Wright, 1974; citados por Wolf, n/d, p.40). 13

Un resultado similar obtuvo la Dra. Alicia Casermeiro al investigar la agenda de los medios y los públicos en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Encontró pruebas de fijación de agenda desde los medios en cuanto a corrupción, inseguridad y situación económica. Sin embargo, la prensa dio una pobre cobertura al tema del desempleo, no obstante, este ocupó el lugar cimero en la agenda pública. “Las fuentes directas y la experiencia personal respecto del problema del desempleo son más importantes que el poder de fijación temática o agenda setting de los medios.” (Casermeiro, 2004, p.335) Página | 34

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De lo anterior surgen preguntas y conclusiones. ¿Fue la cobertura del Louisville Times la que colocó en los cuatro primeros puestos de la agenda pública estos temas de tipo experienciales, o por el contrario, el periódico, respondiendo a sus funciones y en pos de sus intereses14, se nutrió y reflejó las preocupaciones de las personas? ¿Qué impidió que pasaran de la agenda pública a la agenda del medio los temas del pavimentado de las calles y el gobierno municipal? Por último, podemos extraer una importante conclusión: por muy influyente que sea el medio, el hecho de que obvie un problema de tipo experiencial presente en la agenda pública, no significa que lo hará desaparecer de la misma, por el contrario, lo azuzará y le dará relevancia provocando que las personas obtengan la información por otras vías, lo que sin dudas aumentará su magnitud y le dará nuevas aristas15. La agenda de los públicos –compuesta por objetos y atributos- se encuentra conformada generalmente por problemas objetivos que responden a lógicas de pensamiento determinadas por un conjunto de nociones, ideas políticas, creencias, etc., que conforman la supraestructura del sistema social y este, como plantea Manuel Martín Serrano (1993, p.54) “está sobredeterminado por la transformación de las necesidades humanas”, lo que justifica la permanencia de estos temas y sus respectivos atributos en la agenda pública, aun cuando sean ignorados olímpicamente por los medios de comunicación -como ocurrió en el caso de Louisville-, o tratados con patrones que se alejan de la realidad. Actuando así, los medios se vuelven inoperantes en su función de mantener el interés del conjunto de la sociedad en la perpetuación de un orden social y se alejan de su posibilidad de transformaciones sobre el sistema social en cuanto a representaciones colectivas y visión del mundo. Siguiendo a Martín Serrano (1993, p. 67-68) podríamos hablar de incongruencias a nivel de las supraestructuras de los sistemas sociales y de comunicación pública cuando 14

La historia ha demostrado que la prensa comercial se mueve hacia aquellos temas que venden, que atraen público –salvo cuando van en contra de los intereses que la patrocinan- pues mientras más personas consuman el medio, mayores serán sus ingresos y sobre todo, será mayor la audiencia expuesta a la publicidad, lo cual incidirá directamente en las propuestas de los anunciantes. Es por ello que los problemas que más afectan a las personas son focos seguros de atención por parte del público siempre y cuando sean tratados de acuerdo con sus intereses y aporten explicaciones al fenómeno o datos reveladores. 15

Al respecto, el intelectual cubano Jorge Mañach, con su verbo punzante y característico, escribió hace más de medio siglo: “la noticia excita, pero desahoga la propia excitación que promueve. Cuando uno lee en los periódicos que las autoridades –cualquiera que sea su calibre- han hecho alguna barbaridad, siente que la indignación que el hecho le causa se calma un poco con la misma publicidad que ha tenido. La letra de molde actúa como algo vindicador. Consuela saber que ‘eso’ no ha pasado así como así, que todo el mundo se ha enterado. En cambio, el hecho inicuo cuya publicidad se secuestra y que llega a nosotros envuelto en el clandestinaje de una confidencia, nos parece doblemente injusto, suscitando en nuestro ánimo una irritación que por no tener desahogo inmediato crea un resentimiento, es decir, un rencor. Inmediatamente apetecemos la venganza, y la encontramos, no solamente en la repetición a otros del hecho secreto, sino en el aliño truculento de esa noticia y el aditamento de intervenciones que ya tienen, francamente y casi sin que nosotros mismos lo advirtamos, la categoría de bola.” (Mañach, 2006, p.70) Página | 35

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los cambios en la concepción del mundo que priman en la sociedad no aparecen reflejados durante largo tiempo en los relatos de los medios de comunicación. “Las interdependencias a nivel de las supraestructuras suelen analizarse en términos de congruencia. Existirá congruencia cuando la representación del entorno que se ofrece en los relatos de la Comunicación Pública es compatible con la concepción del orden social que tiene vigencia en la sociedad.” Aunque han sido muchas las críticas formuladas a los estudios de agenda setting por su sobrevaloración del papel del emisor, nunca han dejado de reconocer los investigadores que defienden esta teoría, que existen circunstancias en que no se produce tal efecto. Solo que no han sido estudiadas con la intensidad requerida y por otra parte, entran en contradicción con algunos enunciados rotundos sobre la validez de la fijación de agenda. Volviendo sobre las variables relacionadas con el tipo de temas –las cuales pensamos son determinantes- podemos tomar algunas pistas y conclusiones obtenidas en diversas investigaciones que nos ayuden a demostrar o al menos mostrar, que el efecto de fijación de agenda no es lineal ni unidireccional, sino, una relación dialéctica, que de ser violada u obviada, actúa en detrimento del propio sistema de comunicación e incluso del sistema social. Para ello realizaremos un análisis a dos niveles –objetos y atributospues si bien pueden encontrarse coincidencias en ambos, en el caso de los objetos la lógica responde al hecho de la presencia o no del tema, sin embargo, respecto a la fijación de atributos, se encuentran enrolados una serie de elementos más complejos que pasan por percepciones ideológicas, manipulación de las audiencias y dosificación de la información. Es válido aclarar que en estos temas de relación entre agenda pública y mediática, constantemente nos movemos sobre una cuerda floja con peligrosos abismos a cada lado, por lo que se corre el riesgo de caer si en algún momento se sobredimensiona a cualquiera de las dos. Las dinámicas de relación responden a situaciones concretas, en las que median una multiplicidad de factores sumamente alterables y cambiantes. Muchas de las investigaciones realizadas han obviado esto, inclinándose decisivamente hacia uno de los dos extremos de forma general. Por tanto, se hace necesario extraer de los estudios que trataremos a continuación, los aportes que demuestran la importancia de la agenda pública, pero sin olvidar que esta puede ser determinada y manipulada en ocasiones por los medios de comunicación, como agentes mediadores entre un segmento de la realidad y el público que nunca puede aprehenderla en su totalidad por más cercana que le sea. Al igual que algunas investigaciones han demostrado que la agenda pública influye sobre la mediática (Brosius y Keplinger, 1990 y Lasorsa y Wanta, 1990; citados por Casermeiro, 2004, p.171; Siune-Borre, 1975, citado por Wolf, n/d, p. 93-94), otras han dado evidencias de que los medios sobredimensionan la magnitud de determinados temas y los jerarquizan en la agenda del público (Ghanem, 1996; Funkhouser, 1974, citado por Casermeiro, 2004, p. 171-172), situación que se ha Página | 36

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tornado alarmante en los últimos años y que explica el regreso a los modelos de los efectos fuertes. Una investigación realizada en Dinamarca en la década del setenta, pudo comprobar la eficacia de los medios en la modificación de la prioridad que tenía el público sobre temas como el Mercado Común, la economía y la política fiscal, sin embargo también llegaron a la conclusión de que “el público es igualmente reacio a descartar completamente sus propios temas preferidos para adoptar simplemente el perfil temático presentado por los media (temas como la política de la vivienda o la ambiental persisten entre el electorado a pesar de que se les ha dado escaso relieve en la campaña radiotelevisiva).” (Siune-Borre, citado por Wolf, n/d, p. 93-94) Otro estudio llevado a cabo por Ernesto Carrillo y Manuel Tamayo (2004), en el que se analiza la correlación entre agenda pública y medios de comunicación en España, aporta datos reveladores. Luego de examinar una serie de objetos, los datos parecían indicar que las preocupaciones de los ciudadanos eran establecidas por los medios, sin embargo, esta impresión no era del todo cierta. Un análisis combinado del impacto de los medios y las señales del mundo real, explicó que la prioridad otorgada a los temas estaba vinculada no solo con la atención prestada por los medios, sino con el impacto real de estos temas en la vida de los españoles. Es decir, la opinión pública refleja, simultáneamente, la situación objetiva de los temas y la atención concedida a estos por los medios de comunicación. “Si damos un paso más y descomponemos el impacto conjunto de las señales del mundo real y los medios sobre la agenda, el resultado es muy revelador: es la realidad la que predomina. En otros términos, la realidad influye sobre los medios e influye también sobre la opinión (…) En suma, la prensa determina la opinión en la medida en que refleja la realidad. La prensa y, en general los medios, influyen porque informan, es mediante ese papel de transmisores de información a través del cual ayudan a conformar la opinión pública. Pero, la realidad es el verdadero determinante, es la variable que explica el número de noticias que aparecen sobre un tema y, a la vez, la que está detrás de la prioridad otorgada a un tema. El cuarto poder es, sobre todo, un mensajero, tanto más poderoso cuanto mejor refleje la realidad de los temas y su evolución.” (Carrillo y Tamayo, 2004, p.11) La afirmación de que el cuarto poder es sobre todo un mensajero, puede ser discutible, sin embargo, no caben dudas respecto a que sus efectos serán mayores y perdurables de acuerdo a cómo refleje los temas y sus características. Respecto a la agenda de atributos, el problema se complejiza aún más. Como ha sido harto demostrado, la realidad se construye, tanto social como mediáticamente, y los atributos vendrían a ser el andamiaje de esa construcción. Por tanto, la utilización por parte de la prensa de atributos no relevantes, o discordantes en su dimensión afectiva Página | 37

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con la realidad en el caso de temas experienciales, conlleva al peligroso abismo de la pérdida de credibilidad del medio y sus periodistas. Una vez que una organización periodística se adentra en temas punzantes de orden experiencial e incluso, intenta trascender el mero hecho de la información; los argumentos empleados deben tener una importante dosis de objetividad, sobre todo de aquella “objetividad” que coincide con las opiniones que posee el público, las cuales se han formado a partir de sus vivencias, puesto que “en ocasiones el conocimiento adquirido a través de los productos comunicativos (…) puede producir los mismos efectos sobre los comportamientos que el conocimiento adquirido por cualquier otro conducto, incluida la experiencia personal del acontecer. Existirá esa equivalencia cuando la información que el Receptor obtenga de los medios de comunicación masiva active los mismos móviles y oriente hacia los mismos objetivos que habría movilizado la información obtenida por la experiencia o por otras fuentes no institucionales de información. Pero en otras ocasiones, la comunicación pública no producirá efecto alguno sobre el comportamiento de los destinatarios, cuando éstos posean otra experiencia u otra información que se adecúe mejor a la evaluación que los sujetos se hacen del acontecer.” (Martín Serrano, 1993, p.114) En estos casos, agenda pública y mediática andarán por caminos diferentes. La fijación de los atributos resaltados por los medios –vertiente de investigación definida en la tercera etapa de la agenda setting- aunque también ha sido comprobada, no ha recorrido igual sendero que la fijación de objetos, debido a que no solo se trata de lograr coincidencia en las aristas resaltadas (dimensión sustantiva), sino también en las valoraciones (dimensión afectiva). La hipótesis de la transferencia ha encontrado más de una piedra en el camino, pues aquí el conjunto de las condiciones contingentes antes mencionadas cobran mayor fuerza. Uno de los estudios que se considera precursor del segundo nivel de la agenda setting, realizado por Marc Benton y Jean Frazier (citado por Casermeiro, 2004, p.129), encontró un alto coeficiente correlación entre la agenda mediática de los periódicos y la pública en cuanto a la dimensión sustantiva de los atributos relativos a la economía. Por su parte, una de las primeras investigaciones enmarcadas en el segundo nivel –realizada en Navarra, durante las elecciones regionales y municipales de mayo de 1995- anuncia que “los resultados obtenidos constituyen una prueba sólida de la hipótesis del segundo nivel del efecto agenda-setting” (LópezEscobar, McCombs y Rey, 1996, p.8); sin embargo, los datos presentados exhiben algunos índices de correlación baja y muy baja entre las agendas de diarios, televisión y la pública, en ambas dimensiones. Lo anterior es una muestra de lo complejo que puede resultar el traspaso de los atributos desde los medios a los públicos. En dos investigaciones encabezadas por la Dra. Alicia Casermeiro en la ciudad de Buenos Aires (Casermeiro, 2004; Casermeiro, de la Torre y Téramo, 2009) no ha podido demostrarse tal efecto, debido a que es mucho más difícil, retomando la frase de Cohen, indicar a las personas cómo pensar. Los medios de comunicación no lograron imponer al público los atributos que destacaron en los candidatos políticos. Página | 38

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“Como parece razonable, la ‘construcción de la realidad’ llevada a cabo por medio del lenguaje periodístico ha de expresarse no sólo en la representación de un determinado ‘mundo’ posible o de unos determinados ‘hechos’ con vistas a que sean compartidos por unos destinatarios de manera neutra. Junto a ello, habrá de expresarse por medio de actos que sean juzgados convenientemente por los receptores como ‘adecuados’, y, de otra parte, por medio de opiniones relativas al ‘mundo’ o a los ‘hechos’ que sean consideradas, a su vez, como verosímiles.” (Noemi Padilla, n/d, p.99) Los atributos se encuentran contenidos dentro del concepto de representación social, aunque este los trasciende. De hecho, un conjunto de atributos que caracteriza a un determinado objeto, forma parte de la representación que se hace de ese objeto un individuo o grupo de individuos. “Las representaciones sociales se presentan bajo formas variadas, más o menos complejas. Imágenes que condensan un conjunto de significados; sistemas de referencias que nos permiten interpretar lo que nos sucede, e incluso, dar un sentido a lo inesperado; categorías que sirven para clasificar las circunstancias, los fenómenos y a los individuos con quienes tenemos algo que ver; teorías que permiten establecer hechos sobre ellos. Y a menudo, cuando se les comprende dentro de la realidad concreta de nuestra vida social, las representaciones sociales son todo ello junto.” (Jodelet, 1986, p.472) Muchas veces resulta difícil que dos personas piensen al menos de forma parecida, sin embargo, las representaciones sociales son constructos de naturaleza colectiva, social – como su nombre lo indica-, por tanto tienen un carácter consensual, necesitan del consenso, y a este solo es posible llegar cuando existe evidencia en la realidad del conocimiento representado (Moscovici, citado por Stusser, 2007, p.26). Lo anterior explica en parte la ruptura que se produce entre los atributos –y también objetosdestacados por las agendas mediáticas que no encuentran eco en los públicos por mucho que se les reitere y justifique: simplemente no tienen un anclaje con la realidad percibida por los públicos, o sea, con aspectos de la representación social que de ese objeto poseen. Contario al planteamiento de que “los medios suministran a la gente las palabras y las frases que pueden utilizar para defender un punto de vista y si la gente no encuentra expresiones habituales, repetidas con frecuencia, a favor de sus puntos de vista, cae en el silencio; se vuelve muda” (Noelle-Neumann, 1995, p.226); podemos decir que el silencio mediático ante problemas palpables y duraderos, les otorga relevancia. A veces no se puede tapar el Sol… ni siquiera con los diez dedos. Si echamos mano a las teorías de Leo Festinger (citado por Rodríguez, 2003) sobre la disonancia cognitiva, entenderemos que la entrada de elementos cognoscitivos (en este caso los atributos destacados por el medio) que no se ajustan a otros que poseemos obtenidos de la experiencia directa, crean una disonancia (entendida como inconsistencia entre dos elementos cognoscitivos) molesta que motiva a la persona a Página | 39

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tratar de reducirla para alcanzar otra vez la consonancia. Esto puede realizarse por dos vías: la primera y más sencilla, hacer caso omiso al mensaje; la segunda, mediante la adición de otros elementos cognoscitivos con el objetivo de sobrepasar a los disonantes. En el caso de la prensa, los más frecuentes son juicios que cuestionan la integridad y el prestigio del medio, o la institución, partido o gobierno que representa. El atributo, como unidad para el análisis de contenido, puede ser un importante campo que permite identificar al investigador los patrones de pensamiento que rigen en la sociedad, organizaciones periodísticas, grupos de poder, etc., determinando así el nivel de consonancia existente entre Sistema Social y Sistema de Comunicación, algo que dice mucho del estado de un país. Después de todo lo analizado hasta aquí –y utilizando las ideas sistémicas de Martín Serrano (1993)-, podemos concluir diciendo que las agendas pública y mediática son cuerpos simbólicos diferentes (tienen componentes propios y relaciones estructurales y funcionales propias en su interior) y autónomos (ninguno de ellos por sí solo tiene la capacidad de determinar los componentes que forman parte del otro; ni de controlar las relaciones entre estos componentes), que establecen entre sí una relación de interdependencia (la organización y desarrollo de cada una de ellas se explica por “leyes” estructurales y funcionales propias, pero algunas transformaciones que ocurren en una pueden tener algunas consecuencias en la estructura de la otra) y que la intensidad y el sentido dominante en esa interacción responde a situaciones concretas y variables psociopsicológicas. No obstante al carácter bidireccional de esa relación y a que “el estado de las conciencias de los miembros de la sociedad afecta al Sistema de Comunicación, pero no por la simple razón de que todos los productos comunicativos contengan ‘ideas’ que estén destinadas a una conciencia; sino porque la conciencia de cada Emisor y de cada Receptor asigna todo posible empleo a la información que procesa” (Martín Serrano, 1993, p. 121); en múltiples ejemplos se ha observado que determinados temas que ocupan lugares de importancia en la agenda de los públicos, no continúan su curso natural hacia la agenda de los medios. ¿Qué pasa entonces? ¿Qué elementos interfieren en este proceso que debiera ser natural y sistémico? La respuesta hay que buscarla en esos procesos estructurantes denominados mediaciones. Pero antes, se hace necesario entrar de lleno en el estudio de la agenda mediática, hurgar en los resultados obtenidos en la cuarta fase de investigación de la agenda setting, desplazarnos a los medios y a las mediaciones, en fin ubicarnos, en el centro del problema; parafraseando a Julio Verne, realizar un viaje al medio de los medios.

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1.3 Viaje al medio de los medios “Vivimos bajo el gobierno de los hombres y los periódicos matutinos.” Oliver W. Phillips

“Nos mean, y la prensa dice que llueve” Grafiti en los muros de Buenos Aires.

Para el título de este epígrafe hemos utilizado una especie de paranomasia, aprovechándonos de los varios significados que tiene la palabra medio. En una de sus acepciones más comunes, se define como “que está entre dos extremos, en el centro de algo o entre dos cosas”; lo que se ajusta a nuestra intención de investigar, de escarbar, de introducirnos, de adentrarnos en el mundo de las organizaciones periodísticas. Por otra parte, medio se entiende como “cosa que puede servir para un determinado fin”, una interpretación del término coherente con las ideas de Niklas Luhmann, quien argumentaba que los medios eran sólo eso: medios (Torres, 1998, p. X), cuyos fines pueden englobarse en “la vigilancia de un entorno de mayor alcance, lograr el consenso entre los sectores de la sociedad y la trasmisión de la cultura.” (Lasswell, 1985) En consonancia con los argumentos del sociólogo alemán, y con los postulados marxistas acerca del fetichismo, los medios de comunicación no pueden ser observados como una entidad abstracta, cosificada, pues la representación mediática de la realidad no es más que la representación social16 que más se ajusta a los intereses de las personas, grupo o sistema a los que responde el medio.

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El carácter social de las representaciones ha sido uno de los aspectos sobre los que más se ha polemizado. Al respecto Serge Moscovici planteó una subdivisión a modo de tipos de relaciones sociales. Así, están las representaciones hegemónicas (aquellas muy compartidas tanto por grupos como por comunidades, que pueden apreciarse siempre en sus prácticas afectivas y simbólicas. Se consideran homogéneas y ejercen un poder dominante sobre los miembros del grupo), las representaciones emancipadas (están ceñidas a grupos interrelacionados, no tienen carácter uniforme o hegemónico. Aparecen entre subgrupos sociales que devienen emergentes y portadores de nuevas formas de pensamiento social, entre los que se evidencia relativa autonomía) y las representaciones polémicas (aparecen entre grupos que atraviesan por situaciones de conflicto o polémica social respecto a hechos u objetos sociales trascendentes. Expresan formas de pensamiento divergente. Son el producto de relaciones antagónicas entre los grupos. Son potencialmente promotoras de los cambios sociales.) (Stusser, 2007, p. 25-26) Página | 41

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Los medios de comunicación pública se han erigido como un sistema17 de la sociedad con código propio, el cual puede resumirse en la expresión binaria informable/no informable (Luhmann, 2000), característica en la que radica una de sus principales funciones desde su surgimiento y posterior consolidación en el siglo XIX. Los media tienen la misión de poner ante los ojos de la sociedad aquellos acontecimientos que son –o consideran que deben ser- importantes para el funcionamiento y reproducción de esta. En otras palabras, exponen, reflejan y ayudan a construir la agenda pública. El grado de participación que tienen en la misma está determinado por variables tan disímiles como el tipo de sistema político y social, régimen de propiedad, culturas profesionales, visión acerca de las funciones del periodismo, etc. La amplitud de nuestro entorno es demasiado grande para nuestros sentidos e incluso, para la más poderosa empresa noticiosa; es por eso que la representación o construcción de la realidad que se hace en cualquier medio siempre va a ser incompleta. Esto responde a cuestiones objetivas y subjetivas. Entre las primeras podemos contar que “los medios de comunicación masiva jamás abarcarán el panorama del acontecer. Ningún vigilante -ni persona ni institución- puede obtener un conocimiento completo de lo que acontece y aún menos transmitirlo. La dificultad para aumentar la capacidad de vigilancia de los medios está inscrita en la naturaleza misma de la comunicación; por eso no podrá resolverse alguna vez mejorando las tecnologías. El paso desde el tiempo y el espacio en los que pasan las cosas, al tiempo y al espacio en los que se relatan las cosas que pasan, se paga siempre con pérdida de información. (…) Aunque no exista control alguno que coarte la libertad del informador, aunque todos los recursos profesionales y tecnológicos estén a disposición de los medios de comunicación masiva, en la naturaleza misma de la comunicación institucional está inscrita una carencia: no existe relato alguno que pueda expresar en información la suma de observaciones que podrían realizarse sobre un acontecer cualquiera.” (Martín Serrano, 1993, p.108-109) Por otra parte, están aquellos criterios subjetivos que determinan qué parte de la realidad será publicada. Aquí se conjugan una serie de factores entre los cuales se incluyen los llamados valores noticia18 relacionados a las ideologías profesionales; además de una serie de mediaciones individuales de las personas que conforman los consejos editoriales de las empresas periodísticas. Esta función de seleccionar y publicitar una parte de la realidad es a lo que Niklas Luhmann llama tematización, “considerada como aquella estructura temática de la 17

“En general, se puede hablar de sistema cuando se tiene ante los ojos características que, si se suprimieran, pondrían en cuestión el carácter de objeto de dicho sistema. A veces, también se llama sistema al conjunto de dichas características.” (Luhmann, citado por Arriaga, 2003, p.281) 18

Para ampliar sobre los valores noticia véase Martín y Leñero (1990); Shoemaker y Reese (1994, p. 108110). Página | 42

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comunicación pública, fundamentada en que ante un número ilimitado de temas, la atención pública sólo puede manifestarse como limitada. (…) el proceso de selección orienta la atención del público a un cierto número de temas y relegan otros.” (Solís, n/d, p.1). Este proceso necesario e inevitable de selección está destinado a “dirigir la autoobservación del sistema de la sociedad. (…) Los medios de masas garantizan a todos los sistemas funcionales una aceptación social amplia, y a los individuos les garantizan un presente conocido, del cual pueden partir para seleccionar un pasado específico o expectativas futuras referidas a los sistemas.” (Luhmann, 2000, p. 139-142) Así, la agenda de los medios se estructura como “una colección compartida de asuntos, que nosotros como comunicadores, como representantes institucionales (estatales o privados), y como unos actores sociales asumimos que los otros quieren (supuesto) / deben (imperativo) conocer, con esta conjetura construimos los itinerarios informativos.” (Peñuela y Álvarez, 2002, n/p.). Este supuesto sobre el “deber conocer” responde a múltiples factores e interpretaciones, pero en el fondo, subyace aquel valor al que Martín Serrano (1993, p.82) llama la utilidad de la información, identificándola como “aquella que se necesita para la propia reproducción del Sistema Social [y que] será apropiada cuando contribuya a la creación, o al menos a la recreación, de las condiciones (materiales, institucionales, culturales) que son determinantes para el funcionamiento de la Formación Social.” La realidad que presentan los medios, al igual que la aprehendida y asumida por nosotros, es una construcción (Alsina, 1993; Berger y Luckmann, 2001; Luhmann, 2000), lo cual es la segunda causa de pérdida de información según Martín Serrano (1993, p.110), generada en la naturaleza misma del observador. “El cambio de la realidad no genera datos sino sucesos (en el sentido ontológico del término); el informador observa sucesos y elabora datos (…) El informador, como cualquier otro sujeto humano, está incapacitado para desprenderse de sus intereses, necesidades, prejuicios, cuando sus sentidos perciben unos sucesos o permanecen ciegos y sordos a otros; y cuando su reflexión interpreta de una u otra forma el acontecer que describe. El informador, sea o no profesional, participe o no como testigo de lo que acontece, es un Mediador.” Al igual que la agenda pública, también la de los medios se encuentra conformada por atributos que completan a los objetos tematizados. La determinación y establecimiento de los atributos que caracterizan un tema en el discurso periodístico ha dado pie a una extensa línea de estudios que bajo la denominación de Framing19 se ha dado a la tarea 19

El término framing es un préstamo de la etimología fotográfica y se relaciona con el proceso de encuadre o enmarcado que se ejecuta para la toma de una fotografía. De esta forma se realiza una analogía con la selección de algunas partes de la realidad que representan los medios en sus contenidos, priorizando algunos aspectos y obviando otros. En el encuadre también se incluyen la asignación de definiciones concretas, interpretaciones causales, juicios morales y recomendaciones para el tratamiento del tema. (Entman, citado por Valbuena, 1997; Humanes, 2004) Página | 43

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de investigar el proceso de encuadre de la realidad. El término framing fue introducido por Todd Gitlin y posteriormente asumido y adaptado al segundo nivel de establecimiento de agenda propuesto por Maxwell McCombs20. El proceso de encuadre ha sido entendido desde la emisión y desde la recepción21. Desde la primera perspectiva, James Tankard (citado por Casermeiro, 2004, p.130) describe el encuadre como “la idea central organizadora del contenido noticioso que proporciona un contexto y sugiere en qué consiste el asunto, mediante la selección, el énfasis, la exclusión y la elaboración.” La idea anterior se encuentra muy relacionada con los criterios de Gitlin (citado por Valbuena, 1997, p. 541) cuando expresa que son “pautas persistentes de cognición, interpretación y presentación, de selección, énfasis y exclusión, por las que los manipuladores de símbolos organizan rutinariamente el discurso, ya sea verbal o visual. Los marcos permiten a los periodistas procesar grandes cantidades de información rápida y rutinariamente: reconocerla como información, asignarla a categorías cognitivas, y empaquetarla para enviarla eficientemente a sus audiencias.” Así, el proceso de framing en última instancia, no es más que aquellas partes del asunto que serán iluminadas, resaltadas, de entre la inmensidad del entorno que nos rodea, por esa especie de linterna que son los medios de comunicación. Encuadrar es, en esencia, seleccionar atributos. De esta forma, la tematización y el encuadre son las prácticas esenciales que establecen la conformación de la agenda mediática, que de acuerdo con las funciones atribuidas a la prensa, debe ser un reflejo o al menos una alerta de los temas que interesan a la población, lo que se ajusta a la perspectiva teórica del periodismo neutral (Shoemaker y Reese, 1994, p.36). Sin embargo, pensar todavía hoy en el periodismo como algo neutral es actuar como las ovejas que piensan que el lobo es vegetariano. Desde hace mucho tiempo, numerosos estudiosos desde múltiples latitudes han comprobado que los medios de comunicación también responden a intereses particulares. “Si fuese cierto que los medios de comunicación masiva carecen de intereses particulares, serían entidades situadas fuera del espacio y del tiempo sociales y, por lo tanto, perfectamente inútiles. Todas las instituciones (…) tratan de lograr al mismo tiempo la producción de aquellas tareas colectivas que tienen encomendadas y la reproducción de sus propios 20

Aunque ya se ha hecho común asumir el concepto de framing como un elemento integrante de los estudios de agenda setting, debe señalarse que la Teoría del Framing se ha desarrollado como una línea de investigación independiente, cuyas diferencias han sido señaladas por Salma Ghanem (citada por Casermeiro, 2004, p.130): “la principal diferencia entre la literatura de investigación respecto del encuadre y la correspondiente al segundo nivel de la agenda setting, es que examina el impacto de las noticias sobre la opinión pública centrada en el encuadre en sí mismo, sin considerar a fondo la relación con el público.” 21

El encuadre de la realidad desde la recepción se relaciona con los aspectos tratados en el acápite anterior, en lo referente a la construcción de la realidad y el proceso de trasferencia de atributos entre las agendas. Página | 44

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recursos. (…) El grado en el que los medios consiguen hacer compatibles ambos intereses, a veces contradictorios, no depende solamente del sentido de la responsabilidad de quienes lo confeccionan: está determinado por la estructura social en la que desarrollan su trabajo.” (Martín Serrano, 1993, p.130) Retomando la sentencia de Luhmann: los medios son solo eso, medios; la verdad hay que buscarla detrás. Y es precisamente en las mediaciones que se articulan en torno a estos procesos de tematización y encuadre de la agenda de los medios, donde residen las claves de la conformación de la agenda mediática y su cercanía y/o relación con la agenda de los públicos. Puesto que el sistema de comunicación puede clasificarse como un sistema de observación autopoiético, con capacidad para distinguir y operar entre la autorreferencia y la heterorreferencia (Luhmann, 2000), y con una serie de mecanismos creados para abastecerse de información y retroalimentarse constantemente, podemos inferir que esa realidad primera –para seguir hablando en términos luhmannianos- y experimentable, compuesta por objetos y atributos determinados y generalizados, llega sin grados extremos de distorsión a las distintas estructuras que componen los medios de comunicación. Es entonces en las llamadas mediaciones donde se encuentran los diques que impiden el libre flujo entre la información que corre por las agendas de los públicos y la que es reflejada por las organizaciones periodísticas. Toneladas de papel y ríos de tintas se han gastado en torno al término mediaciones, tanto desde la perspectiva de la massmediación (la cual se acerca al estudio de los efectos de los medios y por tanto a la teoría del establecimiento de agenda) como desde otras que les otorga una función de filtro o factor intermediario en el proceso comunicativo22. Pueden ser entendidas como “todas aquellas prácticas, sean o no comunicativas, en las que la conciencia, las conductas y los bienes entran en procesos de interdependencia [durante el proceso de producción de información destinada a la comunicación pública]” (Martín Serrano, 1993, p.21) o simplemente como “un proceso estructurante que resulta de la interrelación de los actores, agentes, procesos y prácticas comunicativas con distintas instancias o procesos sociales.” (Gámez, 2005, p.93) Las mediaciones pueden encontrarse fundamentalmente en la respuesta a la interrogante que abre la cuarta fase de los estudios de agenda setting: ¿Quién establece la agenda de los medios? Maxwell McCombs –tomando de los aportes realizados por la sociología de la noticia- ha acudido a la metáfora de las capas de la cebolla para delimitar una serie de factores que influyen en la configuración de la agenda mediática: fuentes informativas externas, interacciones e influencias de los medios entre sí y las tradiciones del periodismo (2006, p. 189-225).

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Para ampliar sobre las conceptualizaciones y los estudios sobre las mediaciones véase Gámez, 2005. Página | 45

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Estos argumentos fueron presentados en 1992 y revisados un año después de conjunto con Donald Shaw, agregándoles algunos de los aportes realizados por Pamela Shoemaker y Stephen Reese en su libro Medianting the message. Theories of Influences on Mass Media Content. En esta última obra se sintetizan una serie de “niveles” que influyen sobre el contenido de los medios de comunicación. La propuesta de Shoemaker y Reese, desarrollada un año antes que la metáfora de la cebolla de McCombs, incluye los elementos planteados por este, y en buena medida, los trasciende.23 Por otra parte, la obra de estos autores se encuentra fuertemente respaldada por un gran número de investigaciones empíricas y teóricas, además de que lograron una organicidad en la exposición de sus teorías, lo que facilita su utilización como modelos de análisis. Y como el contenido es la parte sustancial de la agenda, por ende, pueden extenderse sus teorías a los procesos de construcción de la agenda mediática, por lo cual haremos uso de sus postulados para develar algunas de las causas que permiten o impiden la transferencia de objetos y atributos desde la agenda pública a la mediática. En primer lugar debemos hurgar en las características individuales de cada persona – aquí se incluyen variables demográficas, raciales, de sexo, religiosas, militancia política, etc.- que interviene en el proceso de selección y/o construcción de la noticia. “Existe la tendencia a que nuestros antecedentes afecten la forma en que vemos el mundo. Nuestras familias, nuestras escuelas y todas nuestras experiencias en la vida moldean nuestras prioridades, expectativas y sueños. Este no es un proceso diferente para los profesionales de la comunicación, que para los trabajadores de la construcción, los médicos o los trabajadores sociales.” (Shoemaker y Reese, 1993, p.76) A esto habría que sumarles las concepciones que cada cual tiene acerca del periodismo y su relación con la sociedad y fundamentalmente, los marcos de referencia éticos a nivel individual. Por muy disminuida que se encuentre la libertad del periodista en la determinación de la noticia y sus atributos, siempre le quedará un espacio elemental en su confección y encuadre dentro de determinadas perspectivas. Por supuesto que la influencia de las variables individuales está estrechamente relacionada con el modo de producción del medio y las rutinas y restricciones impuestas por este, pues “como Gans lo señala (1985) las rutinas y las restricciones impuestas por la organización de los medios pueden negar la influencia de las actitudes, valores y creencias personales.” (Shoemaker y Reese, 1994, p. 86-87) Precisamente estos procedimientos o rutinas constituyen el segundo nivel de influencias identificados por estos autores: “Con el término de procedimientos nos referimos a algo similar a aquellas prácticas y formas repetidas, modeladas y hechas rutina, que los 23

Ver Anexo 5: Esquema de los niveles de influencias desarrollado por Shoemaker y Reese. Página | 46

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trabajadores de los medios utilizan para realizar su actividad. Desde la perspectiva de Mannheim24 podemos ver a estos procedimientos como una serie de limitaciones que se ejercen sobre el trabajador de los medios. Los procedimientos o rutinas forman el contexto inmediato, dentro y mediante el cual estos individuos hacen su trabajo25.” (Shoemaker y Reese, 1994, p.102) En esta perspectiva aparece un eslabón fundamental que vincula el nivel individual y el de procedimientos: el gatekeeper26. La tarea de decidir qué se publica y qué no, teniendo en cuenta los factores objetivos y subjetivos ya explicados, le corresponde al gatekeeper o seleccionador, definición acuñada por Kurt Lewin en 1947 en el campo de la Psicología Social a raíz de un estudio sobre el consumo de alimentos y adaptada a los estudios en comunicación por David Manning White en 1950 (Valbuena, 1997, p. 147149). De manera general el término se le aplica a todo aquel encargado de enjuiciar qué temas son periodísticamente interesantes y cuáles no; o, ante la numerosidad de materiales periodísticos y en relación con el tiempo y el espacio disponible según el medio, da prioridad a uno u otro trabajo, y determina la ubicación y el titular de estos; además, es quien impone la importancia que hay que dar a un ítem o el género periodístico con el que tiene que ser tratado. (De George, citado por Rodríguez, 2004). Desde el primer momento Lewin –ciñéndose a su formación- definió una tríada de aspectos básicos para el estudio de la psicología del gatekeeper como una de las máximas encarnaciones del poder dentro del mundo periodístico: estructura cognitiva (para saber qué consideraba debía estar fuera o dentro), motivaciones (valores subyacentes, necesidades y obstáculos a superar) y conflictos a los que se enfrenta. El gatekeeper es esencial en la construcción de la agenda mediática, una vez que determina los objetos y atributos que han de destacarse en los medios y transmitirse al público. Ciertamente, es esta una tarea en extremo subjetiva, pues pasa por la individualidad de cada persona(s) que toma dichas decisiones en los medios, aunque “estos gatekeeper representan a sus respectivas profesiones y organizaciones” (Shoemaker y Reese, 1994, p.103). Por eso es válido aclarar que aunque algunos 24

Karl Mannheim, (1893-1947), sociólogo alemán, fundador de la sociología del conocimiento. En su libro Ideología y utopía (1929) se adentra en los problemas del conocimiento social, arribando a conclusiones acerca del carácter social de las representaciones que poseen los individuos. 25

Los procedimientos referidos por Shoemaker y Reese podemos asumirlos como rutinas productivas, las cuales pueden ser entendidas como “esquemas de percepción, apreciación y acción inculcados por el medio social en un momento y lugar determinado; es decir, son todas las disposiciones socialmente adquiridas mediante el aprendizaje. Estas se encuentran mediando las condiciones objetivas y las conductas de los individuos, y se presentan como viejas costumbres, repeticiones, o hábitos.” (Naya, 2003, p.42) 26

El término gatekeeper ha sido traducido del inglés indistintamente como seleccionador, guardabarreras, portero, cancerbero. “En el fondo de este concepto laten dos símiles: a) la información como corriente, como fluir y b) alguien con poder para cerrar o abrir las compuertas que detienen o facilitan que la información siga avanzando.” (Valbuena, 1997, p.147) Página | 47

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estudiosos (White, 1949; Roshco, 1975; Nicolai y Riley, 1972; Galtung y Ruge, 1973; citados por Rodríguez, 2004, p. 40-41) señalan que “los factores psicológicos o de percepción son los que favorecen que unos temas sean más lucidos que otros y por consiguiente llamen más la atención del gatekeeper”, estos se apoyan en los llamados valores noticias a la hora de seleccionar el contenido de los medios (White, citado por Valbuena, 1997, p. 151-152), además de en la llamada objetividad periodística y los intereses de la propia audiencia. Pero, la responsabilidad de la conformación de la agenda de un medio no depende solamente de la decisión del o los gatekeepers, pues este tiene que atenerse en primer lugar a criterios objetivos de disponibilidad de información que se encuentran regulados por los canales de procedimientos laborales y oficiales de los cuales dispone, y las relaciones con las fuentes que proveen y administran en algunos casos dicha información. “En una sala de redacción, el editor debe considerar las tres preguntas para decidir qué notas va a publicar. ¿De qué notas dispone, cuáles interesarían a la audiencia y cuáles satisfacen las necesidades de la organización?” (Shoemaker y Reese, 1994, p.107) Por otra parte, el gatekeeper, por mucho poder que encarne, es solo un elemento más de esa compleja red de estructuras y funciones que son las organizaciones periodísticas. A la organización, como conjunto, se subordinan los dos niveles anteriores. Como expresa Hirsch (citado por Shoemaker y Reese, 1994, p.140): “El análisis de la organización busca explicar las variaciones del contenido, las que no se pueden atribuir a los procedimientos laborales y a los individuos.” La organización de los medios -que incluye tanto su ubicación espacial, distribución de corresponsales, número de trabajadores-, así como los modelos de dirección imperantes son factores que sin dudas inciden sobre la toma de decisiones y el ejercicio de la profesión. Los medios de comunicación pueden ser analizados a partir de organigramas que reflejen sus estructuras decisorias y el sentido en el que fluyen las líneas de dirección, todo esto muy vinculado a los objetivos del propio medio. Sin embargo, “el poder fundamental yace en la propiedad” (Shoemaker y Reese, 1994, p.153), pues por muy flexible y dialéctica que pueda ser planteada en términos conceptuales la libertad de las estructuras periodísticas de una institución, la potestad reservada al propietario de designar y remover a esas propias estructuras, siempre encierra una cuota de poder importantísima, que a la larga, va a ser definitiva sobre los contenidos del medio. Es el propietario quien decide o al menos influye con gran fuerza en la determinación de los objetivos de la organización y en función de estos se elaboran las políticas editoriales e informativas que actúan como uno de los principales mecanismos de selección y discriminación temática. Página | 48

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“Las empresas comunicativas que respetan la libertad de expresión de los Emisores (sean o no profesionales) siguen en disposición de ejercer sobre ellos un control institucional. Esa capacidad de controlar la labor comunicativa del Emisor deriva del dominio que se les reconoce a las empresas informativas sobre los productos comunicativos que van a ser difundidos. Dicho dominio se legitima precisamente porque el producto comunicativo en los medios de comunicación masiva es una versión pública de lo que acontece, y porque compromete institucionalmente a la empresa como responsable jurídica de la versión de los hechos.” (Martín Serrano, 1993, p.127-128) En estos tres niveles se articula el proceso conocido como autorregulación desde los marcos de la propia organización, el cual “actúa sobre los contenidos de forma directa, mediante los instrumentos de funcionamiento interno de los medios, la planificación del trabajo, las definiciones de las coberturas, los procesos de elaboración y edición de los mensajes, y la aplicación, en síntesis, de las normas concernientes a la cultura profesional, todo ello impregnado por las convicciones morales, políticas e ideológicas en sentido general de sus protagonistas.” (García Luis, 2004, p.66) Debemos recordar que los medios de comunicación son solo un subsistema dentro de la variedad que conforma la sociedad, con lo cual queremos decir, que no están solos en el mundo y mucho menos aislados. Por otra parte, debido al recurso que administran –la información-, ocupan un lugar central en la sociedad y se encuentran relacionados directa o indirectamente al sistema político al cual producen y reproducen la mayoría de las veces. A diferencia de otros aparatos ideológicos del Estado (Althusser, 1970), los medios de comunicación ejercen su función “en muchos casos, de forma inmediata al poder” (García Luis, 2004, p.69). También debe añadirse que, producto a la actividad heterorreferencial de los medios de comunicación, las organizaciones implicadas en el quehacer sociopolítico se sienten “afectadas por la versión de los acontecimientos que difunden los medios de comunicación masiva. En muchas sociedades (y no sólo en las dictatoriales) las instituciones públicas e incluso privadas pueden coaccionar o eliminar directa o indirectamente a los Emisores que les desagradan, recurriendo a una variada gama de intervenciones: asesinato, rescisión de contrato, silenciamiento, censura; presión sobre la empresa periodística controlando el papel, la publicidad, la difusión, los créditos, etc.” (Martín Serrano, 1993, p.127) Esta variada gama de intervenciones a las que hace referencia Martín Serrano, se encuentran contenidas dentro de las influencias que ejercen las fuerzas externas a las organizaciones, que proponen Shoemaker y Reese (1994, p. 178-221). Como su nombre lo indica, el nivel extra-mediático está compuesto por los factores extrínsecos a la organización mediática. Pudiera parecer redundante esta aclaración, pero consideramos necesario que se le preste mucha atención, pues resulta clave delimitar qué organizaciones pertenecen y cuáles no a la estructura del medio, para poder entender el nivel de influencia directa o indirecta que ejercen sobre este. En algunos casos, los Página | 49

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partidos políticos, por ejemplo, pueden ser propietarios de los medios, mientras que en otros, actuarían como fuerzas externas. En este nivel “se incluyen las fuentes de información que se convierten en el contenido de los medios, como son los grupos de presión especial, campañas de relaciones públicas y aun las organizaciones informativas; fuentes de ingresos como son los anunciantes y las audiencias; otras instituciones sociales, como empresas y gobierno; el ambiente económico y la tecnología.”27 (Shoemaker y Reese, 1994, p.179) Las fuentes constituyen un elemento fundamental para el funcionamiento de la comunicación pública. La casi totalidad de los trabajos que aparecen en los medios tienen vínculos con las fuentes, ya sea como protagonistas o informantes de la noticia, o como criterios especializados o de respaldo. Gans (citado por Reyes, 2003, p.7) identifica como fuente “tanto al individuo que facilita alguna pista para ponerse detrás de la noticia, como a las diferentes instituciones que por medio de sus gabinetes de prensa dan información a los distintos medios de comunicación.” Y su influencia se hace evidente en el simple hecho de la negativa a dar toda o parte de la información que se necesita. Aunque existen en casi todos los países leyes que estipulan el acceso a la información, son múltiples las reacciones que pueden ejecutar las fuentes para ocultar, al menos temporalmente, los datos que se requieren. Por otra parte, existe la práctica a negar información a los medios que resulten incómodos, lo que provoca una especie de subordinación mediática sobre todo en el caso de fuentes exclusivas o muy poderosas, como pueden ser los ministerios o funcionarios gubernamentales, por solo citar algunos. La influencia del gobierno puede ser incluida en este nivel en el caso de los medios privados, no así, cuando los controla directamente. En cualquiera de los dos casos “existen pocas dudas de que los gobiernos de todos los países ejercen control sobre los medios masivos. En las naciones donde los medios son principalmente de propiedad privada, los controles se ejercen a través de leyes, regulaciones, licencias e impuestos. En las naciones donde los medios son fundamentalmente propiedad del gobierno, el

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Julio García Luis (2004, p.46) en su análisis sobre los agentes externos que influyen en la regulación de los medios, arriba a conclusiones similares a las de Shoemaker y Reese. Entre los elementos que influyen e intervienen en la regulación mediática, identifica: el sistema político (su estructura, instituciones, valores, normas de funcionamiento y políticas específicas), el marco jurídico (constitucional, civil, penal y las legislaciones y reglamentos referidos en particular a los medios), el sistema económico (el mercado, el sistema de trabajo y salarios y, en especial, el régimen de propiedad sobre los medios), el complejo ciencia-tecnología (en tanto modifica a los actores, instrumentos, expresiones y representaciones de la comunicación), las relaciones con las fuentes ( imbuida de un elevado componente de poder debido a su relación con los medios), las relaciones entre los medios y la sociedad civil (como espacio multilateral de socialización, intercambio e influencia), la cultura espiritual, material y simbólica de la sociedad (abarca el consumo y los hábitos, tradiciones y mitos) y la ideología dominante (expresada en forma de teorías, interpretaciones, valores, juicios morales y normas, que influyen sobre todos los elementos antes enumerados). Los dos últimos elementos también fueron señalados por Shoemaker y Reese; estos se ubican en el último nivel de influencia, el ideológico, que interpenetra a todos los demás. Página | 50

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control que este ejerce es mediante el financiamiento a los medios”. (Janus, citado por Shoemaker y Reese, 1994, p.202) Respecto al ambiente económico, estos autores lo entienden en términos de mercado y competencia, pero nosotros preferimos –ajustándonos a las características de nuestro sistema- asumirlo desde la perspectiva de Martín Serrano de Sistema Referencial (entorno en el cual se opera), haciendo hincapié en las variables económicas, políticas, sociales que marcan, influyen y determinan el curso de las acciones. Visto así, se comprenderá la influencia de determinadas situaciones históricas o coyunturales sobre los contenidos –objetos y atributos- que se incluyen en la agenda de los medios. Por último cabría mencionar a la tecnología, que puede en primer lugar, aumentar el área de cobertura de los medios, además de la inmediatez de la noticia y su profundidad. La propuesta de incluir a la tecnología como una mediación que se articula en torno al contenido de los medios resulta un gran acierto por parte de Shoemaker y Reese, pero consideramos que no explotan la totalidad de su impacto, algo que puede ser complementado con las ideas de Martín Serrano acerca de lo que él llama mediación estructural. La teoría de la mediación desarrollada por este autor se compone de dos mediaciones fundamentales: la cognitiva y la estructural (Martín Serrano, 1993), y a pesar del acierto y la intensidad teórica que logra en su libro La producción social de Comunicación, varias han sido las críticas formuladas debido al vacío en el que caen algunos conceptos. Al respecto Nora Gámez (2005, p.47) ha señalado: “¿Quiénes son los mediadores: instituciones comunicativas, periodistas, editores; grupos económicos y políticos que usan los medios..?, ¿todos participan por igual en la mediación?, ¿qué grado de ‘penetración’ reflexiva tienen los agentes de sus prácticas mediadoras?, ¿hasta qué punto la mediación es resultado de prácticas intencionales y/o rutinarias?, son algunas de las preguntas que quedan sin respuesta en el análisis de Serrano, sobre todo porque la producción se estudia solamente desde sus resultados, es decir, los mensajes. Sería interesante una convergencia entre el estudio de la mediación, la sociología de los emisores y los estudios sobre los procesos de producción de la noticia.” Por tanto, pensamos que sería útil lograr esa convergencia de las teorías de Serrano con los estudios de Shoemaker y Reese desde la sociología de las noticias, para entender mejor el conjunto de variables que influyen en el contenido de los medios y por ende, en su interrelación con los intereses de los públicos. Así, la mediación estructural, entendida como aquella que opera con el uso comunicativo del soporte expresivo, en parte determinada por sus respectivas características tecnológicas (Martín Serrano, 1993, 143) pudiera incluirse –vista desde la óptica de la disponibilidad- dentro del nivel de influencia extra-mediática; pero si ampliamos su comprensión hacia el terreno de la intervención entre la apertura del medio al acontecer imprevisto y su cerramiento en función de una forma comunicativa, actuando como una labor ritual que diseña la forma Página | 51

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del objeto comunicativo y ofrece seguridad por el recurso a la repetición de las formas estables del relato (Martín Serrano, 1993, p. 135-146), entonces debemos emparentarla con el nivel de los procedimientos. Mucho más interesante resulta el hecho de dar importancia a la mediación que se ejerce en lo relativo a las cuestiones del género, la ubicación y el espacio dedicado a una noticia, algo que no es muy abordado por Shoemaker y Reese y que también puede incluirse en el ámbito de los procedimientos. “Las expresiones son diferenciables según la naturaleza tecnológica del medio. En la Prensa pueden consistir en textos escritos o imágenes fijas, (…) se mide el espacio destinado a cada producto comunicativo (…), se comprueba la ubicación del relato en la paginación del periódico (…) y se controla el género bajo el cual aparece etiquetado el relato (por ejemplo, editorial, sucesos, vida cultural).” (Martín Serrano, 1993, p. 145-146) La cuestión de los géneros, así como la ubicación y la utilización de recursos que resaltan la noticia (color y tamaño de la tipografía, bajantes, epígrafes, signos de exclamación, fotografías, infografías, entre otros) son elementos empleados que ofrecen una información adicional28 y que activan en los públicos resortes mentales -los cuales han sido fijados con anterioridad- que conllevan a pactos de lectura entre el emisor y el receptor. La mediación cognitiva propuesta por Martín Serrano se ajusta y complementa perfectamente con el último nivel esbozado por Shoemaker y Reese (la influencia de la ideología). En los argumentos expuestos por ellos se distingue que tanto la mediación cognitiva como el nivel ideológico atraviesan todo el proceso de selección, construcción y publicación de la noticia. Mientras el catedrático español hace énfasis en aquellas prácticas reproductoras del poder –a la manera de Foucault29- que operan desde lo simbólico de forma más subrepticia, directamente desde el mensaje; los autores norteamericanos se centran más en las relaciones ideológicas que actúan sobre los mensajes y que pueden relacionarse directamente con los centros de mayor poder en la sociedad. Según Martín Serrano (1993, p. 135-145) “La mediación cognitiva opera sobre los relatos de los medios de comunicación ofreciendo a las audiencias modelos de 28

Estos aspectos se incluyen dentro de los parámetros a los que se atiende cuando se realiza análisis de contenido a los medios (Ghanem, 1996; Casermeiro, 2004; Casermeiro, de la Torre y Téramo, 2009) 29

Michel Foucault entiende el poder como una multiplicidad de relaciones de fuerza inmanentes al dominio en el que se inscriben, que se produce y reproduce continuamente, en toda relación. “El poder tiene que ser analizado como algo que circula, o más bien, como algo que no funciona sino en cadena. No está nunca localizado aquí o allí, no está nunca en las manos de algunos, no es un atributo como la riqueza o un bien. El poder funciona, se ejercita a través de una organización reticular. Y en sus redes no sólo circulan los individuos, sino que además están siempre en situación de sufrir o de ejercitar ese poder, no son nunca el blanco inerte o consintiente del poder ni son siempre los elementos de conexión. En otros términos, el poder transita transversalmente, no está quieto en los individuos. (…) Se puede decir que todos tenemos algo, y más profundamente, de poder en el cuerpo.” (Foucault, 1979, p. 144) Página | 52

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representación del mundo (…) Cuando elabora un relato en el que se propone una versión de lo que sucede por el mundo, se enfrenta con el conflicto entre acontecer//creer (…) por eso produce mitos (…). Relaciona la noticia de lo que acontece con las normas y los valores sociales.” Como señala Gámez (2005, p.36): “Está orientada a integrar el cambio del entorno en la concepción del mundo de las audiencias, es decir, intenta lidiar con el conflicto entre el cambio del acontecer y la reproducción de las normas sociales, proponiendo marcos de referencia a partir de lo cual interpretar lo que sucede.” Por el otro lado, Shoemaker y Reese (1994, p. 223-225) establecen que el “nivel ideológico incluye a todos los demás –de los que ya hemos hablado- y por lo tanto, es el nivel macro en nuestra jerarquía. El nivel ideológico difiere de los niveles anteriores porque los procesos que tienen lugar en estos dependen del patrón ideológicamente relacionado de los mensajes y están a favor de los centros de mayor poder en la sociedad. (…) A nivel ideológico observamos con mayor claridad al poderoso en la sociedad y en forma expresa cómo ese poder es manejado a través de los medios. Asumimos que las ideas tienen lazos con los intereses y el poder y que este al crear símbolos no actúa como fuerza neutral. No solo es noticia algo acerca del poderoso, sino que estructura notas de manera que los acontecimientos se interpretan desde la perspectiva del interés de dicho poder. (…) A nivel ideológico buscamos pronosticar cuándo las élites políticas y de los medios intervendrán en contra de los procedimientos periodísticos normales y del profesionalismo.” La ideología en ambos contextos debe ser entendida como mecanismo integrador y cohesivo en la sociedad. Por lo que pueden asumirse las ideas de John B. Thompson (2008, p.78) acerca de la ideología como “formas simbólicas [que] se interceptan con las relaciones de poder. Trata de las maneras en que se moviliza el significado en el mundo social y sirve en consecuencia para reforzar a los individuos y grupos que ocupan posiciones de poder. (…) Los fenómenos ideológicos son fenómenos simbólicos significativos en la medida en que sirven, en circunstancias sociohistóricas particulares, para establecer y sostener las relaciones de dominación.” Este carácter dominante que confiere Thompson a la ideología ha sido uno de los aspectos que más críticas ha generado. Incluso, él mismo, en réplica a posibles objeciones que pudieran realizarse en relación con aquellas formas simbólicas, doctrinas e ideas que desafían, combaten y alteran el statu quo; argumenta que “…el estudio de la ideología debería ocuparse de las formas simbólicas contestatarias, puesto que ellas pueden ayudar a poner de relieve –tal como una rebelión pone de relieve un régimen opresivo- aquellas formas simbólicas que sirven para establecer y sostener las relaciones de dominación. Sin embargo, las formas simbólicas contestatarias no son ideológicas (…). Las formas simbólicas son ideológicas solo en la medida en que sirven para establecer y sostener las relaciones de poder sistemáticamente asimétricas; y es esta actividad al servicio de los grupos e individuos dominantes la que a la vez que delimita Página | 53

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el fenómeno de la ideología, dándole una especificidad y apartándola de la circulación de las formas simbólicas en general, otorga a la concepción propuesta de ideología un sentido negativo. De acuerdo con esta concepción, la ideología es hegemónica por naturaleza, en el sentido de que sirve necesariamente para establecer y sostener las relaciones de dominación, y, en consecuencia, para reproducir un orden social que favorece a los individuos y grupos dominantes.” (Thompson, 2008, p. 94-95) Pensamos que esta aclaración puede resultar bastante convincente y que se adapta perfectamente a la concepción de ideología a la que hacen referencia Serrano, Shoemaker y Reese, cuando puede ser identificada como mecanismo simbólico integrador y por tanto hegemónico. La ideología dominante es aquella que se impone y trasluce en las relaciones cotidianas de reproducción de la sociedad. Los medios informativos operan sobre y mantienen los límites ideológicos estableciendo tres esferas (Hallin, citado por Shoemaker y Reese, 1994, p.228) que van desde el consenso, el espacio para la controversia legítima (aquella que se produce dentro de los límites establecidos por el propio sistema y que rara vez afectará su esencia) y la disidencia o esfera de la desviación. En función de la mantención de las dos primeras esferas y de las relaciones dominantes, la ideología opera a partir de estrategias de construcción simbólica que Thompson ha agrupado en cinco modos generales: legitimación, simulación, unificación, fragmentación y cosificación30, todas ellas puestas en función de “construir y transmitir el significado en el mundo social, [de manera que] el significado trasmitido de este modo pueda establecer y sostener las relaciones de poder.” (Thompson, 2008, p.93) Esta mediación de la ideología como fuerza integradora que permite “que los diversos grupos con intereses en conflicto permanezcan unidos en una sociedad” (Shoemaker y Reese, 1994, p.223) puede ser interpretada en los términos gramscianos de consenso y hegemonía. En el Cuaderno 13, párrafo 37 titulado Notas sobre la vida nacional francesa, Antonio Gramsci explica que “El ejercicio ‘normal’ de la hegemonía (…) se caracteriza por la combinación de la fuerza y del consenso que se equilibran diversamente, sin que la fuerza domine demasiado al consenso, incluso tratando de obtener que la fuerza parezca apoyada en el consenso de la mayoría, expresado por los llamados órganos de la opinión pública –periódicos y asociaciones- los cuales, por lo tanto, en ciertas situaciones, son multiplicados artificiosamente.” (Gramsci, 1999b, p.81) A lo que podría añadirse que “cada relación de ‘hegemonía’ es necesariamente 30

Sería interesante poder extendernos en la explicación de estos modos generales de operar la ideología desde la construcción simbólica, pues a menudo nos encontramos con su presencia y efectos en los productos comunicativos que consumimos. Además, constituyen prácticas empleadas con frecuencia para justificar la exclusión de determinados objetos y atributos en las agendas de los medios, o que, aparezcan solo satanizados. Recomendamos que para una mejor comprensión de las influencias del nivel ideológico, sería útil que se revisase el citado trabajo de Thompson, en especial los contenidos que aparecen entre las páginas 73 y 102. Página | 54

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una relación pedagógica.” (Gramsci, 1999a, p.210) Lo que puede asociarse sin problemas a la labor ideológica realizada por los medios de comunicación y ya descrita anteriormente. A decir de Jorge Luis Acanda (2002, p.251): “El concepto de hegemonía, en Gramsci, resalta la capacidad de la clase dominante de obtener y mantener su poder sobre la sociedad, no sólo por su control de los medios de producción económicos y de los instrumentos represivos, sino sobre todo porque es capaz de producir y organizar el consenso y la dirección política, intelectual y moral de la misma. La hegemonía es tanto dirección ideológico-política de la sociedad civil como combinación de fuerza y consenso para lograr el control social.” Esa organización del consenso, es precisamente una de las funciones atribuidas a la prensa desde los primeros estudios sobre medios de comunicación. Es la reproducción y operacionalización de aquellas formas de poder que a pesar de que afectan a determinados individuos, estos las asumen como válidas. La ideología, como ya se ha apuntado, opera sobre el resto de los niveles. No debe pensarse en términos conspirativos sino como un proceso que actúa, fundamentalmente, desde la subjetividad del propio individuo. “La legitimación del orden social no es el producto, como algunos creen, de una acción deliberadamente orientada de propaganda o de imposición simbólica; resulta del hecho de que los agentes aplican a las estructuras objetivas del mundo social estructuras de percepción y de apreciación que salen de esas estructuras objetivas y tienden por eso mismo a percibir el mundo como evidente.” (Bordieu, citado por García Luis, 2004, p.28) Sus efectos se hacen sentir también en el caso de la organización. Un aspecto interesante y determinante de la influencia del nivel ideológico, es su incidencia desde los puestos máximos de dirección debido a su vinculación con otros factores de carácter extra-mediático. “Los directores de alto nivel, en particular de los principales periódicos, tienen un contacto más directo con los valores de los funcionarios y de otras fuentes de élite y son reacios a romper dichos valores. (…) Los directores ascienden a sus puestos solo después de que hacen completamente suyas las normas del paradigma periodístico31.” (Shoemaker y Reese, 1994, p.240) La ideología como práctica hegemónica, que interpenetra el resto de los niveles, es el principal determinante del contenido de los medios y de su agenda. Al final, todas las consideraciones valoradas anteriormente se encuentran calzadas por ese sistema de 31

Cuando Shoemaker y Reese hacen uso del concepto paradigma periodístico se refieren, en el sentido de Thomas Kuhn, a un modelo o patrón aceptado que ayuda a que tenga sentido el mundo, el cual se considera de utilidad siempre y cuando proporcione un lineamiento práctico a los profesionales, quienes comparten sus hipótesis fundamentales. El paradigma periodístico es validado por el consenso y opera mediante la inclusión y exclusión de temas, ejerciendo de esta forma una influencia sobre nuestras visiones y opiniones. El paradigma se articula sobre la base de normas como la objetividad, la imparcialidad, la precisión, que en el fondo, responden a los requerimientos hegemónicos. El paradigma ilustra cómo se ejerce la hegemonía desde el nivel de procedimientos. (Shoemaker y Reese, 1994, p. 238241) Página | 55

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ideas que se ubica en la supraestructura de la sociedad y que se encuentra en estrecha relación con toda la estructura e infraestructura social. Aunque estos niveles de influencia han sido establecidos de forma jerárquica dando la mayor importancia a los tres últimos (organización, extra-mediático e ideológico), debe señalarse que el grado de incidencia de cualquiera de los cinco niveles puede variar atendiendo a cada caso específico. Es en este conjunto de mediaciones descritas anteriormente, en las que radican las causas que posibilitan o interfieren la correspondencia entre los contenidos de la agenda pública y la mediática que, si bien debe darse como una relación orgánica, puede verse afectada por la influencia de estos niveles. Podemos decir entonces que la agenda pública se estructura en torno a un grupo de temas que interesan o afectan directa o indirectamente a la colectividad, estos guardan una estrecha relación con la agenda propuesta por los medios de comunicación debido a que gran parte del conocimiento al que accedemos nos llega de “segundas manos”. Esta relación es bidireccional y de interdependencia, no obstante, en temas experienciales en los cuales las personas tienen conocimiento directo, la agenda de los medios debe reflejar y nutrirse de las preocupaciones públicas, de lo contrario se abre una brecha entre ambas. Sin embargo, existen una serie de mediaciones que actúan desde diferentes niveles, que pueden interferir en el proceso de transferencia de relevancia desde la agenda pública a la mediática. Ahora, si entendemos la comunicación pública como “una de las actividades colectivas destinadas a proveer de la información necesaria para la reproducción de la comunidad” (Martín Serrano, 1993, p.72), debemos partir entonces por identificar cuáles son aquellas informaciones que permiten la reproducción de la formación social, las cuales estarán vinculadas a la ideología de la clase dominante de cada sistema. Por tanto, a formaciones sociales diferentes, clases dominantes diferentes, ideologías diferentes. Entonces, en una sociedad en la que la clase dominante sea minoritaria, se entiende que existan diferencias entre la agenda que interesa a esa élite (que a la larga se plasma de cierta manera en el contenido de los medios) y las del público, por lo que debe establecerse una relación de lucha entre ambas por imponer sus prioridades sobre las otras. “Las agendas recogen el juego de los agentes sociales en la arena pública. Aunque cada agenda mantiene su propia estructura y dinámica, mantienen una estrecha relación. Por un lado, existe una alimentación recíproca de cuestiones en las que convergen sus intereses. Por otro lado hay una competencia para conseguir que las proposiciones que cada una tiene por fundamentales, lo sean también para el resto de los actores públicos. Tanto la retroalimentación continua como el posible conflicto entre las agendas dejan

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implícita la idea de que los agentes construyen lo social con el suministro de temas, donde las visiones no siempre son coincidentes.” (Sádaba y Rodríguez, 2007) Pero, ¿qué debe ocurrir en una formación social en la que la clase dominante es mayoritaria? ¿Existirá entonces una convergencia de ambas agendas (pública y mediática) puesto que clase dominante y población son un mismo sujeto? ¿La influencia de las múltiples mediaciones se articulará necesariamente a favor de los verdaderos intereses públicos? Esas han sido algunas de las grandes interrogantes y retos que ha enfrentado y debe enfrentar la prensa en los sistemas socialistas, dentro de los cuales se encuentra el cubano. Sin embargo, la variedad y complejidad de los factores internos y externos que entran en escena, hacen que muchas veces la práctica no sea tan parecida a la teoría. En el transcurso de esta investigación realizaremos un análisis de la relación entre las agendas públicas y mediáticas en nuestro país, utilizando el caso concreto del periódico Granma y su sección Cartas a la Dirección. Pero antes, para poder comprender las características y funcionamiento del sistema de medios cubanos, se hace imprescindible precisar algunas referencias necesarias.

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CAPÍTULO II. Referencias necesarias

“Toda revolución es una victoria contra los límites de lo posible, y la cubana tuvo ese rasgo a un grado extremo.” Fernando Martínez Heredia.

“Sería exigirles algo sobrehumano a Lenin y sus camaradas pretender que en tales circunstancias apliquen la democracia más decantada, la dictadura del proletariado más ejemplar y una floreciente economía socialista. Por su definida posición revolucionaria, su fuerza ejemplar en la acción, su inquebrantable lealtad al socialismo internacional, hicieron todo lo posible en condiciones tan endiabladamente difíciles. El peligro comienza cuando hacen de la necesidad una virtud, y quieren congelar en un sistema teórico acabado todas las tácticas que se han visto obligados a adoptar en estas fatales circunstancias” Rosa Luxemburgo

Diciembre 7 de 1958. El presidente de la República de Cuba, General Fulgencio Batista y Zaldívar, acuña el decreto presidencial 4150 que suspende por cuarenta y cinco días más las garantías constitucionales. Acto seguido, Ramón Jiménez Maseda, Ministro de Gobernación, por medio de la Resolución 1836 establece la censura previa a la prensa escrita. Idéntica medida aplica a los noticieros de radio y televisión el Ministro de Comunicaciones Alberto García Valdés. La gravedad de la situación y el inminente fin de la tiranía, habían roto el amigable silencio que la alianza dinero-censura-palmacristi mantuvo por casi siete años en una buena parte de la prensa nacional. Otra vez se hacía necesario ponerle la capucha negra de rehén a los medios de comunicación. Solo que esta vez duraría menos de cuatro semanas. “Con el triunfo de la revolución, excepto los periódicos Tiempo en Cuba, Ataja, Mañana, Pueblo y Alerta, cuyos dueños y directores eran testaferros de la dictadura de Batista, y las emisoras de radio Cadena Oriental de Radio, Unión Radio y Reloj de Cuba, cuyos propietarios eran figuras de la dictadura vinculadas a escándalos y desfalcos públicos, los medios de comunicación tradicionales se mantuvieron saliendo

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de modo normal.”1 (Marrero, 2003a, p.75) Incluso, surgieron nuevos medios vinculados a las organizaciones revolucionarias y reaparecieron otros que habían sido cerrados por la tiranía. Como había sucedido en otras ocasiones, los dueños de periódicos, emisoras y canales, formaron fila ante el gobierno de turno. A fin de cuentas, los acontecimientos constituían motivos perfectos para engordar sus tiradas y por ende, sus bolsillos. Siempre y cuando se mantuvieran sus privilegios, todo estaba bien. Pero, la naciente Revolución pronto comenzó a levantar la desconfianza de los círculos gobernantes de los Estados Unidos. El ajusticiamiento de figuras vinculadas a crímenes de guerra y torturas fue la primera causa de (des)encuentro entre el nuevo gobierno y los dueños de medios. Más tarde, las primeras medidas de carácter popular y el acelerado proceso de radicalización que experimentó la Revolución, conllevaron a definir posturas. Un grupo de publicaciones tradicionales que hasta el momento habían coqueteado con el proceso revolucionario, comenzaron a asumir el discurso venido de Washington y a hurgar en las discrepancias existentes entre distintos sectores del gobierno. A esto se opuso la reacción de periodistas y trabajadores que instauraron la coletilla2 en defensa de su libertad de expresión. La insostenible batalla campal entre periodistas, trabajadores y dueños de periódicos, la salida del país de muchos de estos últimos, y la intervención de algunos periódicos y cadenas de radio y televisión; propició que en poco tiempo los medios de comunicación pasaran a ser propiedad social y fueran asumidos por los trabajadores y las organizaciones implicadas en la lucha insurreccional. La magnitud y profundidad del proceso revolucionario “abatió la manera de vivir del sistema social previo y las ideologías y creencias que estaban en la base de su hegemonía” (Martínez Heredia, 2001, p. 373), entre las cuales se encontraban ciertos “valores” asociados a la prensa. La actitud asumida por una buena parte de los magnates de los medios nacionales, las agencias de noticias norteamericanas y la Sociedad

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Para la década del cincuenta Cuba había alcanzado un nivel relativamente alto –para el entorno latinoamericano de la época y las proporciones del país- en cuanto al desarrollo de los medios. Ello se expresa cuantitativamente en unos 15 diarios nacionales y otros 10-12 provinciales o locales, 6 emisoras de radio de alcance nacional y otras 146 locales, 5 canales de televisión en La Habana y uno local en Camagüey. Existían 3 noticiarios de cine. Se editaban más de 400 publicaciones, algunas de singular relieve, como la revista semanal Bohemia, que circulaba incluso fuera de la Isla. (Marrero, 1999; ICRT, 2004; citados por García Luis, 2004, p.79) 2

Como forma de enfrentamiento a la línea editorial contrarrevolucionaria trazada por un grupo de medios periodísticos; el Colegio Nacional de Locutores, la Federación Nacional de Artes Gráficas y el Colegio de Periodistas de La Habana, acordaron el 4 de enero de 1960, agregar notas aclaratorias que trasmitieran el sentir y la inconformidad de los trabajadores con aquellos trabajos periodísticos y despachos cablegráficos que tergiversaran o atacaran al gobierno revolucionario. Este proceder, aplicado por los Comité Local de Libertad de Prensa fue conocido como coletilla y fue utilizado hasta el 26 de mayo de 1960. Para más información véase Marrero, 2003, p. 69-103. Página | 59

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Interamericana de Prensa (SIP), sin dudas, contribuyó a la asimilación popular de los cambios conceptuales y estructurales que vivió la prensa. Con el coro guarachero “A llorar a Pepín Rivero3, zumba, canalla extranjero” entonado por una multitud durante el entierro simbólico del Diario de la Marina, se sepultaba también el modelo de prensa burgués que había regido en Cuba por décadas. “Periodismo no quiere decir empresa, sino periodismo, porque empresa quiere decir negocio y periodismo quiere decir esfuerzo intelectual, quiere decir pensamiento”, dijo Fidel Castro (citado por Marrero, 2003, p.149) meses después. El cambio era inminente… lo incierto era cómo articularlo. La vorágine revolucionaria y las ansias de recuperar el tiempo perdido destrabaron las fuerzas que se dieron a la tarea de crear, sin prestar mucha atención a las formalidades o la institucionalización.4 Así, se fue desarrollando un sistema de prensa endémico –por llamarlo de algún modo-, que por ósmosis asumió lo mejor de la tradición del periodismo cubano, basado en la libertad de expresión, la eticidad y el compromiso social; y que fue capaz de romper, incluso, con los cánones estilísticos burgueses5. Por otra parte, ya se comenzaba a hablar de marxismo y socialismo sin sonrojarse6 en algunos sectores de la dirigencia revolucionaria, lo que motivó que poco a poco se fueran incorporando -a veces con mayor acierto y otras no tanto- las ideas que 3

José Ignacio ‘Pepín’ Rivero Hernández. Último director del Diario de la Marina, el periódico más antiguo y conservador que existía en la Cuba Republicana. Durante el año 1959 coqueteó con el poder revolucionario intentando erigirse como consejero, pero la radicalización del proceso lo hizo rápidamente cambiar de posición, realizando desde las páginas de su diario (particularmente desde la sección editorial Cartas sin Sobre) una labor francamente contrarrevolucionaria y afín a los intereses norteamericanos. Ante la posición de los trabajadores de emplear la coletilla como respuesta, presentó un recurso de anticonstitucionalidad ante la Sala de Garantías del Tribunal Supremo. Finalmente, el 10 de mayo de 1960 dejó su periódico a la deriva, se asiló en la embajada peruana y posteriormente abandonó el país. (Marrero, 2003; Marrero, 2003a) 4

En el libro Ideología y Revolución: Cuba, 1959-1962 la Doctora en Ciencias Filosóficas María del Pilar Díaz Castañón da cuenta de lo vertiginoso que resultaron aquellos primeros años de Revolución: “Mucho se hacía y rápido. De hecho, la prisa revelaba los escollos de la inquietud renovadora. El vertiginoso inicio de 1959 no solo fue testigo de la avalancha de leyes revolucionarias, sino también de los equívocos que su celeridad producía. Faustino Pérez fue nombrado Ministro de Recuperación de Bienes Malversados sin haber sido creado dicho ministerio, lo mismo sucedió con Ernesto Che Guevara el que fue colocado al frente del departamento de Industrialización dos meses antes de que este se instituyera. Fidel Castro es designado Comandante de las Fuerzas de Tierra, Mar y Aire en los primeros días de enero, y tal nombramiento no adquiere efecto legal hasta finales de mes.” (Díaz Castañón, 2001, p. 1-2) 5 Se puede “reconocer como distinto el estilo discursivo de la joven revolución: simple, directo, sin adjetivos, se aleja radicalmente de la usual retórica política y permite su acceso a las grandes mayorías (…). El diálogo y la incorporación al discurso de las anónimas proposiciones populares logran una interacción tal que convierte al asistente de espectador en actor.” (Díaz Castañón, 2001, p.111) 6

En octubre de 1960, el Che escribía: “Nuestra posición cuando se nos pregunta: somos marxistas o no, es la que tendría un físico al que se le preguntara si es ‘newtoniano’, o un biólogo si es ‘pasteuriano’. (…) hay verdades tan evidentes, tan incorporadas al conocimiento de los pueblos que ya es inútil discutirlas. Se debe ser marxista con la misma naturalidad que se es ‘newtoniano’ en física, o ‘pasteuriano’ en biología” (Guevara, 1960, p.2). La metralla caída el 15 de abril de 1961 sobre La Habana y Santiago de Cuba catalizó la asunción popular y definitiva del socialismo. Página | 60

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sustentaban el funcionamiento y objeto de la prensa en un sistema cuya finalidad es el hombre y no la realización de la mercancía. Sin embargo, el socialismo no contaba entonces –ni cuenta aún- con una teoría consistente respecto a la función y el funcionamiento de los medios de comunicación en ese sistema. Y tanto los proyectos reales como las teorías han sufrido fuertes contradicciones en lo referente al carácter social (estatalizado) de los medios, su función en la sociedad y la libertad de prensa. Es muy importante no perder de vista que “en el caso de los teóricos que se han planteado el estudio de la libertad de prensa, desde una visión crítica, es necesario distinguir entre aquellos que lo han hecho en el contexto de la lucha por el poder, y los que han tenido en sus manos la construcción de un mundo distinto, con las ventajas y limitantes que semejante posición otorga. De este modo, es válido tener en cuenta que el socialismo real ha estado marcado por la contingencia, mientras que el socialismo teórico, lo ha estado por la utopía.” (Salazar, 2006, p.96) Mientras la joven Revolución se abría camino enfrentando a un enemigo interno todavía poderoso y a las agudas contradicciones surgidas en su seno, en el sistema de medios cubanos se pueden identificar muchas de las características sugeridas por teóricos socialistas en contextos de lucha por el poder: 1-“la emancipación de la prensa del yugo del capital, la transformación de las fábricas de papel y de la imprenta en propiedad del Estado y el reconocimiento a cada grupo de ciudadanos que alcance cierto número, del derecho igual a disfrutar de la parte correspondiente de las reservas de papel y de la cantidad correspondiente del trabajo tipográfico” (Lenin, 1973a, p.169); 2- libertad para el que piensa de manera diferente (Luxemburgo, n/d, p.396); 3- “la progresiva adquisición de la conciencia de la propia personalidad histórica” (Gramsci, 1999, p.55); 4- desarrollo de un periodismo “que presupone no sólo el satisfacer todas las necesidades de su público, sino el crear estas necesidades y en consecuencia crear, en cierto sentido, el público mismo” (Gramsci, 1999b, p.153). Así, bajo la máxima de “Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada” (Castro, Fidel, 1961, n/p) el sistema mediático cubano se desarrolló de forma singular, dando cabida a históricos debates críticos, funcionando como sujeto gestor de los cambios y como un importante mediador en el constante diálogo entre el pueblo y los dirigentes7. “Esta etapa y los años inmediatos que le siguieron hasta mediados de los sesenta constituyen un período extraordinariamente rico en experiencias. (…) Es cierto que en ellos se manifestaron dentro de la prensa algunos fenómenos negativos de oportunismo, ambiciones de poder y sectarismo. Pero tampoco hay duda de la riqueza testimonial y 7

“Uno de los rasgos característicos de la joven revolución cubana es el uso intenso y acertado de la televisión como medio de comunicación y movilización. ‘Telemundo Pregunta’ o ‘Ante la Prensa’, programas de cadenas televisivas distintas, transmitían a diario con sus reportajes, comparecencias y entrevistas el quehacer intenso de la obra revolucionaria. La habitual aparición de Fidel Castro en ‘Ante la Prensa’ para explicar las medidas revolucionarias provoca el jocoso comentario de El Mundo: ‘Veinte años después: Y ahora, queridos televidentes, para dar fin a este programa hará uso de la palabra, como todas las noches, el Dr. Fidel Castro’.” (Díaz Castañón, 2001, p.116) Página | 61

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épica del periodismo ejercido en esos años, tanto escrito como fotográfico, radial, televisivo y cinematográfico, de la iniciativa y creatividad desplegadas, y de la altura política, profesional y ética alcanzada por algunas publicaciones.” (García Luis, 2004, p.81) A partir del segundo lustro de esta época, la confluencia de una serie de factores – traiciones en la dirigencia revolucionaria, sectarismo que tuvo sus reflejos en la prensa, acción de la contrarrevolución interna, recrudecimiento de la presión norteamericana e internacional, fortalecimiento del proceso revolucionario y apoyo cuasi general entre la población, primeros pasos en la institucionalización, acercamiento a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)- llevó a que las concepciones sobre los medios de comunicación fueran perdiendo ese matiz inclusivo y desprejuiciado, su organización se fuera centralizando y el funcionamiento se ajustara a los consejos de aquellos que habían tenido la misión histórica de construir un modelo distinto y la responsabilidad de mantenerlo en pie ante un asfixiante cúmulo de amenazas y presiones. De esta forma, fue ocupando lugar esa otra parte más fuerte del discurso que proclamaba: “proteger los intereses de la clase obrera contra los puñados, los grupos, las capas de obreros que se aferran tenazmente a las tradiciones (costumbres) del capitalismo” (Lenin, 1973, p.150); “marchar hacia adelante, hacia la nueva sociedad, y tratar a los periódicos burgueses igual que tratamos a los ultrarreaccionarios de febrero y marzo” (Lenin, 1973b, p.170); “jamás nos hemos comprometido a conceder libertad de prensa a todas las clases, a hacer feliz a todas las clases” (Stalin, 1953, p.71); “exponer ante las masas con la mayor rapidez y amplitud el programa y la línea del Partido, sus principios y medidas políticos, sus tareas y métodos de trabajo (Mao, 1972, p.249); “educar a las masas, hacerles conocer sus propios intereses, sus propias tareas y los principios y medidas políticos del Partido.” (Mao, 1972, p.250); “tomar medidas para que, en los órganos de prensa, lo mismo del Partido que de los Soviets, lo mismo en periódicos que en revistas, se mantenga íntegramente la línea del Partido y los acuerdos de sus máximos dirigentes” (Stalin, 1953a, p.37). En octubre de 1965 la dirección política de la Revolución se reestructura en torno al Comité Central del Partido Comunista de Cuba. En el acto de presentación, realizado el día 3 en el Teatro Chaplin (hoy Karl Marx), el Comandante en Jefe Fidel Castro define la posición de vanguardia y la misión del nuevo partido. “Nuestro Partido educará a las masas, nuestro Partido educará a sus militantes. Entiéndase bien: ¡Nuestro Partido! ¡Ningún otro partido, sino nuestro Partido y su Comité Central! Y la prerrogativa de educar y orientar a las masas revolucionarias es una prerrogativa irrenunciable de nuestro Partido, y seremos muy celosos defensores de ese derecho. Y en materia ideológica será el Partido quien diga lo que debe decir. (…) Y todo material de tipo político, excepto que se trate de enemigos, solo podrá llegar al pueblo a través de Página | 62

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nuestro Partido en el momento y en la oportunidad en que nuestro Partido lo determine.” (Castro, Fidel, 1965, n/p) A tono con estas intenciones, uno de los acuerdos del entonces recién constituido Comité Central fue la creación del Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba: el periódico Granma, resultante de la fusión de los diarios Hoy y Revolución. En medio del proceso de unificación de recursos y reorganización de la prensa, Granma se convierte en el principal periódico del país, ocupando un lugar central dentro del sistema de medios cubanos debido a su condición de Órgano Oficial del único partido político existente en la Isla, la trascendencia de los acontecimientos reflejados, el acceso a fuentes e información de primer nivel, el tamaño de la tirada y el prestigio de muchos de los periodistas, colaboradores y artistas gráficos que conformaron su plantilla8. En los comienzos, cuando aún no existía una política informativa bien estructurada, “los canales principales de información provenían de la iniciativa de los propios periodistas, de las orientaciones de la redacción de acuerdo con los planes que llegan del Partido y del Gobierno, y finalmente, de las notas oficiales.” (Castro Morales, 2009, p.84) No obstante, desde su nacimiento Granma tuvo una vinculación muy directa con la dirigencia revolucionaria, especialmente con su máximo líder. “Fidel Castro ha estado en la redacción de Granma orientando trabajos a sus periodistas, escribiendo él mismo editoriales y secciones, sugiriendo títulos y caricaturas, revisando artículos y cables, leyendo las pruebas finales y retirándose ya avanzada la madrugada llevando consigo los primeros ejemplares de la tirada.” (Marrero, 2003a, p.105). “Fidel ocupaba la silla del Director y desde allí, o dando largos pasos por ese recinto, a puertas abiertas, mandaba a buscar a los compañeros implicados en la solución de los problemas: ministros, miembros del Comité Central, jefes militares. Pero también lo hacía cuando tenía en mente planes extraordinarios para la Revolución, todos los cuales se llevaron a cabo. El local de la Dirección de Granma y la silla giratoria de piel color crema, que ya no está, es un mueble y sitio histórico de la Revolución.” (Rojas, 2005, n/p) El primer director de Granma fue Isidoro Malmierca, proveniente del Partido Socialista Popular, al cual sustituyó en 1967 el capitán del Ejército Rebelde Jorge Enrique Mendoza, quien estuvo al frente del diario por más de dos décadas. También estuvieron muy vinculados al periódico la heroína de la Sierra y el Llano Celia Sánchez Manduley y los comandantes Jesús Montané y Manuel Piñeiro. “Ellos, junto a Fidel y a otros 8

Por las páginas de Granma han desfilado en calidad de colaboradores grandes personalidades de la política y las letras nacionales y extranjeras; entre los más destacados se encuentran el Comandante en Jefe Fidel Castro, Celia Sánchez Manduley, Armando Hart Dávalos, Alejo Carpentier, Jorge Timossi, Marta Rojas, Gabriel García Márquez, Nicolás Guillén, Dulce María Loynaz, Eusebio Leal, Jesús Orta Ruiz, entre otros. También han sido parte de su nómina grandes artistas de la plástica y la fotografía, entre los cuales podemos mencionar a Osvaldo Salas, Adigio Benítez, René de la Nuez, Virgilio Martínez, Liborio Noval y Jorge Oller. Página | 63

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dirigentes de la Revolución, dedicaron numerosas madrugadas a sugerir y compartir decisiones sobre artículos, fotos y el diseño de Granma, o a recorrer sus talleres y la redacción de este barco de papel.” (“Continuamos navegando…,” 2005, n/p) La difícil situación internacional de aquellos años y las constantes campañas anticubanas desatadas en medios extranjeros, hicieron que el periódico en muchas ocasiones funcionara como Estado Mayor del Gobierno Revolucionario, lo cual ha podido evidenciarse en los párrafos anteriores. Si a esto sumamos, que este diario “es el medio cubano más referenciado por los órganos de prensa foráneos, los cuales tratan de buscarle aristas negativas a cualquier información que en él se publique para atacar a la Revolución” (Soto, 2009), entonces se comprenderá mejor el estrecho vínculo en materia editorial e informativa con las esferas del Partido (el cual rige la política informativa de todo el sistema de medios cubanos) y el Gobierno (cuyos máximos dirigentes coinciden en muchos casos con los miembros de las máximas instancias partidistas), y la marcada presencia durante toda su existencia de mecanismos de regulación externa, los cuales generalmente sobrepasan a los de autorregulación. Este es uno de los grandes nudos gordianos a la hora de hacer un análisis serio sobre el papel y funcionamiento de los medios de prensa en Cuba. Nos centraremos en Granma por dos razones fundamentales: 1- por ser nuestro caso de estudio y 2- por ser el Órgano Oficial del PCC; pero este razonamiento puede extenderse al resto del sistema, puesto que es el Partido el que traza la política informativa de todas las organizaciones periodísticas del país. Granma, como órgano oficial del PCC, tiene la misión de ser un auxiliar del mismo tanto en el trabajo político ideológico como en sus funciones de “coordinar, controlar y encauzar las tareas del aparato estatal y las organizaciones de masas hacia un mismo objetivo.” (Castro, Raúl, 1988, p.221) O sea, que el Partido es el encargado de controlar que el Estado cumpla las misiones que le han sido encargadas, y Granma como órgano del Partido -el cual es representante y defensor de los intereses del pueblo cubano- tiene entre sus funciones la de señalar, criticar, poner en evidencia los errores, conductas negativas, fallas, etc. que deben ser atendidas por el propio Partido en busca de soluciones. En Cuba, por definición, el Partido y el Estado desempeñan “papeles complementarios, pero diferentes. (…)El partido y sus instituciones no se deben identificar con el aparato estatal y sus instituciones, en el sentido de sustituirlos.” (Castro, Raúl, 1988, p.222). Sin embargo, el hecho “necesario e inevitable durante mucho tiempo, de que los principales dirigentes del partido, o por lo menos, la mayor parte de ellos sean también los principales dirigentes del Estado” (Castro, Raúl, 1988, p.224) provoca que en muchas ocasiones la prensa no pueda realizar la función social que le corresponde, pues como afirma el profesor Roger Ricardo (citado por Estenoz y Martínez, 2006, p.70) “En una sociedad donde el partido es la dirección, el partido no se puede volver juez y parte. Si Página | 64

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tú hacías un señalamiento crítico o una investigación, el objeto de ellas no estaba de acuerdo y por esa vía también el funcionario del partido que atendía esa esfera tampoco lo asimilaba y comenzaban a cerrarse algunas puertas.” A esto se suma que “la política oficialmente establecida tiene en cuenta que por la constante agresión del imperio, recrudecida en los últimos años, no siempre es conveniente abordar un tema, pues podría revelarse una estrategia o un programa antes de que existan condiciones para ello” (Buró Político…, 2007, p.1), lo cual obliga a mantener en silencio muchas de las informaciones y planes que se traza el Estado, pero, esta limitación objetiva ha sido muchas veces hiperbolizada y trasladada a otras esferas, dando lugar al conocido síndrome de plaza sitiada. Como refleja el Doctor Julio García Luis (2004, p.86) “La psicología de país sitiado y en constante peligro, crea el temor de que cualquier cosa que digamos se malinterprete o sirva a esa agresión. Claro está que ese peligro y ese acoso son reales. Claro que tiene que haber discreción y secreto. Pero no pocas veces esa necesidad se hiperboliza y magnifica. Y esto trae dos fenómenos: la psicología de plaza sitiada, (…) pero también el oportunismo de gente que se aprovecha de esto para ocultar miserias y problemas, para manipular.” La suma y combinación de estos factores y otros, fueron calando en nuestros medios en detrimento de su eficacia y funcionamiento, lo que se expresó en la aparición de conductas triunfalistas, apologéticas y reacias a todo tipo de crítica; a pesar de que esto contradecía las indicaciones de la más alta dirección del Partido. Existe un detalle que pudiera parecer intrascendente pero que en el fondo revela y explica algo acerca del funcionamiento del sistema mediático nacional por estos años. Aún en la década del setenta los medios en el país son considerados como medios de difusión masiva9 -no de comunicación- que deben funcionar como “instrumentos (…) que actúen en interés de las transformaciones revolucionarias, como órganos del Partido, del Estado y de las organizaciones de masas y sociales en las tareas de educar, informar, orientar, organizar y movilizar al pueblo apelando a la razón y a la conciencia”10 (Partido Comunista de Cuba, 1976, p.328), lo cual es totalmente válido y acorde con los intereses de un sistema mediático comprometido y partícipe de la construcción de una sociedad de iguales, pero encierra un carácter muy paternalista que no hace demasiado énfasis en el carácter crítico, necesariamente polémico y de relativa autonomía de los medios de comunicación. El primer lustro de la década del setenta es conocido como el quinquenio gris de la cultura cubana, pero las tendencias negativas que se manifestaron en esta época dentro del ámbito cultural no fueron más que el reflejo a nivel supraestructural de los errores 9

Véase el artículo 53 de la Constitución de la República de Cuba vigente y las Tesis y Resolución del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba sobre los medios de difusión masiva. 10

El subrayado es nuestro. (Nota de los Autores) Página | 65

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que se venían cometiendo en materia económica, ideológica y social y que también tuvieron su repercusión en la prensa nacional. Ya para esa fecha, “la prensa cubana había comenzado a emitir señales de inquietud. El Tercer Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), en 1973, debatió algunos problemas preocupantes. Armando Hart definió allí políticas razonadas de largo alcance que, sin embargo, como luego se repetiría en otros episodios, no hallarían el modo de concretarse plenamente en sus puntos medulares.” (García Luis, 2004, p. 81-82) Durante el Primer Congreso del PCC realizado en 1975, se aprobaron unas Tesis y Resolución sobre los medios de difusión masiva que aunque reconocía “que subsisten aún deficiencias y limitaciones que es necesario erradicar” (PCC, 1976, p.327) los lineamientos planteados para enmendarlos y regular el funcionamiento de la prensa, no fueron los más efectivos y en muchos puntos se observa una interpretación dogmática y poco dialéctica del marxismo leninismo, así como la incorporación de “algunos aspectos típicos de la teoría y la práctica de la prensa soviética [que provocaron en los medios], procesos de reflujo, estancamiento y retroceso. Pero ellos, más que de una influencia directa del modelo de prensa soviético, que la conocida impermeabilidad cultural y lingüística hizo prácticamente imposible, pudo haberse derivado indirectamente de la similitud de políticas, estructuras y formas de gestión social adoptadas.” (García Luis, 2004, p. 81-82) Por ejemplo, en el afán de demostrar la superioridad del sistema socialista sobre el capitalismo, caímos en el costoso error de trasladar la lucha a campos en los cuales no siempre se evidenciaba lo anterior debido al innegable desarrollo alcanzado durante siglos por las potencias capitalistas y que por momentos se asemejaba a una competencia entre rivales signados por el gigantismo y el arribismo11. Por ello se le orienta a los medios como prioridad “reflejar los logros de la Unión Soviética y demás países socialistas en la construcción de la nueva sociedad; de sus victorias económicas, políticas, sociales, culturales, deportivas y científico-técnicas. Esta imagen del socialismo real, incomparablemente superior a la sociedad capitalista, debe ser divulgada de manera sistemática” (PCC, 1976, p.333). Esta visión triunfalista y en muchas ocasiones poco objetiva -contraria a los propios principios leninistas y la actuación de revolucionarios cubanos que, como Ernesto Guevara, criticaron oportunamente los errores que se venían cometiendo en la URSS- contribuyó a cimentar tanto en el plano de la información internacional como nacional, posturas maniqueas que subsisten hasta nuestros días, donde todo se mueve del blanco al negro, obviando que los tonos grises existen.

11

Cinco años después, durante el IV Congreso de la UPEC, Raúl Castro criticaría esta práctica al decir

“Nada aporta cuando se pondera en abstracto las bondades del socialismo y del comunismo, contraponiéndolas a la marginalidad del capitalismo y del imperialismo”. (citado por Castro Morales, 2009, p.70) Página | 66

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Se reconoce que “En el Socialismo, forma superior de democracia, el hombre tiene derecho pleno a la información; a conocer las decisiones y directivas del Partido y del Estado; los resultados y perspectivas del esfuerzo común; todos los aspectos de la vida política, económica y social del país, así como del mundo en que vive. (…) En lo nacional, son objetivos vitales de los medios: fortalecer el conocimiento de las masas en torno al papel que desempeñan el Partido, el Estado y las organizaciones de masas; divulgar los resultados de la gestión estatal; los esfuerzos por elevar la eficiencia económica; los logros de nuestra cultura; la legalidad socialista y cuanto se relacione con la defensa de la Revolución.” (Partido Comunista de Cuba, 1976, p.335) De esto se deriva que la prioridad de los medios de difusión es dar a conocer, fundamentalmente, los aspectos positivos de nuestra realidad. No obstante, en el último acápite del citado documento, se hace referencia a la crítica, a la cual se le atribuye una vital importancia como proceso de carácter constructivo, afín con los intereses del propio Partido y necesario “Para que los órganos de difusión masiva cumplan a plenitud su papel en la educación político-ideológica, moral y estética de la población, para que sean capaces de realizar con eficacia su función movilizadora en interés de las grandes tareas de la construcción socialista.” (Partido Comunista de Cuba, 1976, p.362). Se puntualiza que “debe abarcar todas las esferas de nuestro desarrollo social. (…) incluye las deficiencias que puedan tener las instituciones políticas, de masas y sociales de la Revolución y comporta el examen crítico de la gestión económica, administrativa y de servicios de los organismos estatales. (Partido Comunista de Cuba, p. 362-363) Refiere que “la prensa escrita será el medio fundamental para el ejercicio de la crítica en aspectos de la gestión económica y administrativa por ser permanente su mensaje, permitir un análisis exhaustivo y facilitar la labor educadora del examen colectivo de la crítica en la localidad, centro de producción o de servicio.” (Partido Comunista de Cuba, 1976, p.352) Sin embargo, este documento a pesar de lo avanzado de muchos de sus planteamientos en relación con este tema, adopta una postura algo idealista en cuanto a la relación con las fuentes, asumiendo que “la estrecha colaboración entre los órganos de prensa y los organismos económicos y administrativos, y demás instituciones; la mutua comprensión del carácter de la crítica en el Socialismo, permitirán que esta cumpla cabalmente su cometido.” (Partido Comunista de Cuba, 1976, p.354) Este ha sido uno de los temas más recurrentes en cuanto debate se ha realizado sobre el periodismo en Cuba, sin embargo, todavía no ha logrado implementarse un mecanismo realmente eficiente que asegure y respalde el acceso de los periodistas a la información. Respecto a la crítica en la actividad político-ideológica, regula que “el análisis crítico de las cuestiones políticas e ideológicas, estará, en todos los casos, en estrecha dependencia de la política trazada en la conducción de la lucha ideológica y de los lineamientos que, cumpliendo esta política, emanen de la dirección del Partido.” (Partido Comunista de Cuba, 1976, p.354). Página | 67

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Un último detalle. A pesar del apoyo explícito a la realización de señalamientos críticos, entrelíneas aparece por momentos el síndrome de plaza sitiada, relegando la crítica puntual “fundamentalmente [a] los periódicos provinciales” salvo en “aquellos casos en que se considere ejemplarizante que se conozca nacionalmente.” (Partido Comunista de Cuba, 1976, p.353) Nos hemos detenido en este documento por considerar que es de vital importancia para entender los problemas que, en cuanto a presencia de temas, ejercicio de la crítica y objetividad, ha manifestado nuestra prensa durante décadas. A esto se une que los aires triunfalistas y apologéticos fueron alimentando un estilo ampuloso, poco original, repetitivo, cargado de frases hechas y zonas comunes que hizo que muchos –tanto en Cuba como en el extranjero- catalogaron de aburrido al periodismo cubano.12 Otras resoluciones, muy similares a la anterior y que continuaban señalando los mismos defectos, fueron emitidas por el Buro Político del CC del PCC y los Plenos del CC del PCC en 1976, 1979, 1984 y 1987. Además, de que en cada Pleno o Congreso de la UPEC volvían a emerger como demonios salidos de la caja de Pandora, los problemas de siempre. A mediados de la década del ochenta, con el proceso de rectificación de errores y tendencias negativas que vivió nuestra sociedad, se puso de manifiesto sobremanera, las disfunciones de nuestra prensa. “Ni una sola de las deficiencias y deformaciones que después dieron lugar al proceso de rectificación fue conocida por medio de la prensa. No se habría podido concebir una demostración más palpable y dramática de que nuestro periodismo marchaba por un camino erróneo. (…) La prensa, no obstante su indiscutible posición militante, se revelaba incapaz de alertar, denunciar o prevenir los problemas que pudieran lesionar a la Revolución. Como una paradoja aleccionadora, el estilo apologético y el triunfalismo, sustentados bajo el supuesto de defender a ultranza nuestro proceso hacia el socialismo, se volvían contra los intereses más vitales de la sociedad. La opinión pública real no hallaba cauce en los periódicos y en los espacios de la radio y la televisión. Se creaba un divorcio muy peligroso. La falta de credibilidad en los medios podía conducir a una falta de credibilidad en el partido y en las instituciones de la Revolución. Esto ocurría, por cierto, sin que pudiera acusarse a la prensa cubana de decir una sola mentira. Era otra enseñanza abrumadora. Aun sin faltar a la verdad, la prensa podía crear un país formal, en el que todo marchaba bien, todo era positivo y unánime; mientras el país verdadero se debatía en una seria crisis socioeconómica y moral.” (García Luis, 1988, p. 1-2)

12

“‘¿Por qué ustedes, con una revolución tan apasionante, tienen sin embargo una prensa tan aburrida?’. Esta pregunta, dicha así o en términos similares, la formularon durante años muchas personas amigas o simplemente gente sincera que visitaba nuestro país.” (García Luis, 1988, p.1) Página | 68

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En otro artículo al respecto, Julio García Luis (1988a, p. 1-2) entonces presidente de la UPEC, añade una explicación que dos décadas después conserva toda su validez: “Tal vez los periodistas fueran los menos responsables de esta situación (…) Las tendencias negativas en la prensa afloraban en forma de autocensura de una parte de los periodistas y directores de órganos de prensa, del extendido síndrome del misterio en los organismos estatales y el propio Partido, de la burocratización del periodismo y la penetración en el sector de un acusado sentimiento de frustración, escepticismo e inercia, al que contribuyeron los reiterados fracasos de intentos anteriores por conducir a la prensa hacia el ejercicio de la crítica sobre la actividad productiva y social. A los efectos profesionales esto se traducía en monotonía, falta de agilidad y atractivo en el tratamiento de la noticia, carencia de criterio, superficialidad en el análisis, reiteraciones innecesarias entre unos y otros órganos de prensa, lenguaje esquemático y pobre y, sobre todo, grandes vacíos de información.” Desgraciadamente, los cambios que se produjeron y los importantes resultados obtenidos fueron frustrados por el contexto. Los efectos devastadores de la perestroika y la glasnost soviéticas, se abalanzaron sobre esta Isla caribeña, como tsunamis que hicieron a muchos regresar a las viejas barricadas. Los avances de aquellos cortos años que algunos calificaron como la época de oro del periodismo cubano, desaparecieron rápidamente, lo que unido a la debacle económica que casi colapsa al sistema mediático nacional13 y el recrudecimiento de las políticas anticubanas diseñadas por el gobierno norteamericano, provocaron que durante el período especial volvieran a manifestarse, aún con más fuerza, las tendencias negativas antes señaladas. Durante el IV Congreso del PCC realizado en 1991, varios delegados, la mayoría de ellos periodistas, criticaron estas dificultades. Una sentida frase de Pedro Martínez Pires, periodista de Radio Habana Cuba, resume el sentimiento general y de los profesionales del ramo: “Sentimos la vergüenza de que nuestro periodismo esté por debajo de lo que necesita la Revolución, más en este período especial.” (Partido Comunista de Cuba, 2000, p.203) “La política informativa se centró en fomentar el espíritu de supervivencia, resistencia, unidad y la explicación de los fenómenos generados por los problemas objetivos más que por los subjetivos.” (Castro Morales, 2009, p.73) Por si esto fuera poco, el ramo vivió un éxodo considerable de profesionales que se trasladaron a otros sectores mejor remunerados como el turismo, o decidieron abandonar el país en busca de mejores condiciones económicas. Esto trajo consigo un costoso -y aún presente- proceso de 13

En estos años los medios de comunicación cubanos se vieron en la necesidad de restringir los horarios de programación en la radio y la televisión y, en el caso de la prensa escrita, también se redujeron los espacios de publicación. Cuba importaba de la URSS 41 000t de papel gaceta, 25 000t eran para la prensa, además de tinta, rollos fotográficos y maquinarias. Con el cese de las relaciones entre ambos países, estos recursos comenzaron a escasear. Ya para 1992, el número de publicaciones que circulaba en el país se redujo en un 58%, el diarismo había dejado de existir y las tiradas de Granma y Juventud Rebelde se contrajeron en un 41,2 % y un 87%, respectivamente. (Castro Morales, 2009, p.74) Página | 69

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desprofesionalización que también se sintió en las estructuras de dirección y que acentúo aún más los problemas de tratamiento de la información, autocensura, censura y ejercicio crítico. A pesar de que numerosas resoluciones del Buró Político recalcaban que la responsabilidad de lo que se publica en cada órgano corresponde de manera personal e intransferible a su director, y que si es preciso consultar sobre la publicación de algún material esta debe ser la excepción y no la regla; tanto directivos como periodistas se volvieron en extremos cautelosos y dependientes de los criterios externos. Un sentido de conservación basado en la autocensura que persiste en nuestros días, que a veces puede parecer exagerado, pero que sin dudas debe haber tenido y tiene bases más objetivas que subjetivas. A medida que el país fue aliviando su situación económica, se fueron produciendo mejoras infraestructurales en el sistema mediático cubano, entre las que se destaca la entrada en el ciberespacio de todos los periódicos, emisoras radiales y televisivas, tanto nacionales como provinciales. Pero, como sucede siempre, los cambios en la infraestructura son mucho más fáciles que los de la superestructura. A pesar de que se han visto algunos avances en materia de política informativa, la situación no ha cambiado mucho. En su tesis doctoral, Julio García Luis (2004, p. 84-120) señala: “el predominio en nuestra prensa de los mecanismos externos de regulación que desbordan su ámbito de acción propio e interviene directamente en la regulación de los contenidos, lo que provoca una asimetría de poder en las relaciones de los medios con el sistema político, las instituciones del Estado y la Administración, y al menos con una parte de la sociedad civil, que se traduce en una regulación externa desequilibrada, en detrimento de la prensa”. Entiende este profesor que “los medios cubanos no constituyen un sistema en sí mismos, puesto que no poseen capacidad para la interdependencia o el vínculo autorreferencial. Los medios son parte del sistema político y prevalece, como regla, una relación unívoca entre éste y la prensa. Dicho en los términos de Martín Serrano, existe un vínculo de dependencia, puesto que cambios y acciones en el sistema político provocan cambios y reacciones en los medios, pero no es posible documentar que algunas eventuales transformaciones comunicativas, a la inversa, tengan consecuencias para la estructura y funcionamiento de la sociedad política.” En el 2007, el Buró Político del CC del PCC volvió a redactar nuevas orientaciones sobre el funcionamiento de la prensa. Al igual que en las predecesoras, se reconocen nuevamente los males de que adolece el periodismo cubano y relanza las líneas a seguir para resolver fundamentalmente tres grandes problemas que se complementan: acceso a la información, zonas de silencio, ejercicio de la crítica. Sin embargo, en el sector periodístico se aprecia un cierto pesimismo respecto al éxito de estas orientaciones que muchas veces se convierten en letra muerta, caen en el olvido y luego vuelven a aparecer años más tarde con nuevas palabras, pero con idéntico Página | 70

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contenido. “Hay una política informativa que en su discurso es muy avanzada, pero se contradice en la práctica. Se establece un límite entre ese discurso, la voluntad política y los propósitos de hacer periodismo. Eso se traduce, resumiendo, en un predominio de la propaganda política sobre el ejercicio periodístico.” (Ricardo Luis, citado por Castro Morales, 2009, p.77) El VIII Congreso de la UPEC celebrado en el 2008 fue una confirmación de lo anterior. Los debates giraron en torno a los mismos tópicos. Algunos de los delegados de mayor edad, comentaban con escepticismo que llevaban treinta años “oyendo lo mismo”. El propio Raúl Castro, en su discurso de clausura señaló: “Muchos de los problemas que se han planteado aquí son tan viejos como Gutenberg.” En estos momentos, la prensa cubana atraviesa por momentos difíciles que la obligan a perfeccionarse si quiere subsistir. Esto es de conocimiento general, pero los recuerdos de la glasnost y el síndrome de plaza sitiada –unido a factores de orden más individual que ven en el correcto funcionamiento de una prensa revolucionaria un peligro para sus puestos- al parecer se encuentran todavía muy presentes; y la excesiva cautela se torna en freno que no permite avanzar. El acceso a las nuevas tecnologías y la existencia de canales alternativos de información, son algunas de las condicionantes que obligan a que nuestra política informativa se corrija o se ajuste a su línea. “Realmente ha habido una pérdida de credibilidad de la prensa en Cuba. En la población se ha desarrollado un estado de opinión, sobre todo en las nuevas generaciones, que no es favorable e incluso, han surgido chistes populares referidos al NTV, a Granma, y en todos, la idea central es que los medios van por un lado y la realidad por otro. (…) La credibilidad en los medios de información se construye, pero no es un fenómeno que se da de ahora para ahorita, se pierde de ahora para ahorita; la construcción de la credibilidad se produce en el día a día. (Ricardo Luis, citado por Castro Morales, p.80) Pero, además de lo que significa el perfeccionamiento de nuestra prensa para la propia supervivencia de la Revolución, los cubanos tenemos la enorme responsabilidad histórica de constituir una guía para todos aquellos que aún confían en el socialismo. Por tanto, nuestra prensa debe y tiene que ser reflejo de las aspiraciones de libertad, humanismo y sinceridad, acorde con los principios que proclama dicho sistema. En el 2007 se inició un nuevo proceso de análisis en nuestro país, encabezado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, que tiene como objetivo llevar a cabo cambios estructurales y conceptuales necesarios para la supervivencia de la Revolución. En este contexto, los medios de comunicación han sido llamados nuevamente a aumentar su eficacia informativa y a recuperar el terreno perdido; y aunque aún no se pueden exhibir grandes avances, se han visto algunos logros en materia de investigación y tratamiento

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de temas en medios como Juventud Rebelde y Bohemia; así como la experiencia de la sección Cartas a la Dirección del periódico Granma. Esta sección, punto de debate y puente entre la agenda del público y la del diario, ha llamado la atención tanto dentro como fuera de Cuba, al punto de que algunas de las cartas publicadas han sido reflejadas en agencias internacionales. La condición de Órgano Oficial del Partido, la importancia de los debates que se ventilan en esta sección y los incipientes avances que se observan en materia de investigación, opinión y crítica, han renovado el interés del público lector que cada día vuelve sobre sus páginas, en espera de encontrar el país que construye, disfruta, sufre y defiende a diario, y no un constructo edulcorado de bondades y sobrecumplimientos, tan frágil e inseguro como un barco de papel. La estrategia de diálogo con los lectores responde a una orientación tácita de la máxima dirección del Partido en función de darle a estos accesos a los medios –los cuales en teoría le pertenecen- y lograr la tan necesaria retroalimentación. En la ya citada Tesis y Resolución… del año 1975 se plasma que “Es deber de la radio, la televisión, la prensa escrita y el cine en nuestra sociedad, contribuir a que las masas no sean solo receptores pasivos de un mensaje sino que consideren a los distintos órganos como vehículos para expresar sus criterios, sus sugerencias y quejas. Una vía para ello es estimular la correspondencia y dedicar secciones especializadas a dar respuesta a los planteamientos recibidos.” (Partido Comunista de Cuba, 1976, p.339). Además, esta alternativa complementa y facilita el derecho de todo ciudadano cubano a “dirigir quejas y peticiones a las autoridades y a recibir la atención o respuestas pertinentes y en plazo adecuado, conforme a la ley.” (República de Cuba, 2002, n/p) plasmado en el artículo 63 de la Constitución de la República de Cuba. Cartas a la Dirección surge el 14 de marzo de 2008 -con frecuencia semanal- fecha en que el periódico de los viernes comienza a editarse en un formato ampliado de dieciséis páginas, lo que permite un mayor espacio para la publicación de trabajos investigativos y críticas. Anteriormente Granma había tenido otras secciones de correspondencia. La primera fue A vuelta de correos, surgida por iniciativa del propio periódico, el 24 de junio de 1974. La complejidad de algunos casos publicados, así como los lentos trámites de investigación y consulta con funcionarios y expertos en los temas, hizo que su publicación comenzara a presentar irregularidades, hasta que finalmente desapareció en septiembre de 1979. Esta sección logró marcar una diferencia con el resto del periódico. Tal vez este fue uno de los motivos que conllevó a su clausura si nos fiamos de algunas explicaciones que argumentaban que “la crítica como tal no debía encasillarse en una sola sección o página del periódico, debía existir crítica en todas las páginas del órgano y en cada uno de los trabajos publicados” (Rodríguez Alemán, citado por Castro Morales, 2009, p.86) Pero, más allá de la sección, la crítica continuó brillando por su ausencia. Como se dice en buen cubano: “botamos el sofá”, una práctica que por desgracia se repite constantemente. Página | 72

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En la década del noventa, aparece la columna Abrecartas, la cual tuvo una duración más prolongada, pero igualmente desapareció en el 2005. Tres años más tarde y en contexto mucho más favorable -marcado por el debate incitado por Raúl Castro-, Cartas a la Dirección retoma la publicación de correspondencia pero esta vez con mayores aspiraciones. En su presentación de credenciales, Lázaro Barredo, director del periódico escribió: “Nos proponemos abordar los planteamientos y problemas más frecuentes o coincidentes en los mensajes de los lectores. (…) Nuestra sección tiene también entre sus objetivos alertar y sugerir alternativas. Nuestra divisa será escuchar, leer atentamente cuanto se nos plantee, aun cuando podamos no coincidir en todo o en parte con lectores e interlocutores.” (Barredo, 2008, p.11) A diferencia de otras secciones de correspondencia existentes, en Cartas… no se comentan las misivas recibidas, sino que se publican íntegramente respetando el criterio de los autores y tratando de representar la variada gama de opiniones emitidas y exponer múltiples aristas y criterios –en ocasiones discordantes- sobre determinados temas de interés nacional. La sección busca reflejar análisis generales o situaciones particulares que constituyan preocupaciones inherentes a la gran mayoría de los cubanos. Además, ofrece en sus páginas el espacio para que los organismos respondan a las inquietudes o quejas planteadas por los lectores. A decir de los directivos del Departamento de Atención al Lector y del periódico, no existen temas tabúes, y solo no se publican aquellas cartas marcadas por la falta de ética, la crítica destructiva o un carácter abiertamente contrarrevolucionario, aunque estas últimas, constituyen un porciento ínfimo. El proceso de selección de las cartas a publicar comienza con la lectura de las mismas en el Departamento de Atención al lector pasando por tres filtros principales: Columbia Lugo, Directora de dicho Departamento; Susana Lee, periodista que presenta las propuestas al director y por último Lázaro Barredo, quien tiene a su cargo el diseño definitivo del contenido de la sección, el cual se presenta cada jueves en las reuniones del Consejo de Dirección. El resto de las cartas son tramitadas a los organismos y ministerios encargados de dar respuesta o soluciones, y entregadas a los periodistas que trabajan los temas correspondientes para que sean empleadas como material de trabajo para posibles investigaciones. Más allá de su objetivo inicial de responder las inquietudes de los lectores, Cartas a la Dirección se ha convertido en un eficiente espacio público de debate que de cierta manera, reconfigura la agenda mediática del periódico Granma y le aporta temas actuales y de interés. Sin embargo, la fortaleza de Cartas a la Dirección se ha erigido como una espada de Damocles para el resto del periódico y un acicate para periodistas y directivos. Algunos Página | 73

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de ellos reconocen que “Hoy enfrentamos una paradoja. Cuando leo las cartas de los lectores veo que estos le están subiendo la parada a los periodistas, y entonces me pregunto ¿por qué no escribimos de estas cosas? Porque seguimos dormidos en el sueño eterno de la autocensura, de la duda de si se publicará y nos limitamos sin saber o sin percatarnos, de que los tiempos cambian, los contextos y las estrategias también. Nuestra función está en encontrar ese momento exacto y las cartas deben ser una plataforma para escribir”. (Pérez Betancourt, citado por Castro Morales, 2009, p.190) Lo que debería ser un complemento del trabajo periodístico ha tomado cuerpo propio, alzándose como un espacio independiente, que a decir de muchos, marca la existencia de dos periódicos: uno en las páginas 10 y 11 de los viernes; y otro el resto de los días. La sagacidad, agudeza y amplitud de las cartas publicadas, da al traste con el tratamiento que se da a la información nacional en el periódico. Una reciente investigación realizada por Yudaimi Castro Morales (2009, p. 153-158) en el periódico Granma concluye que: al interior de la sociedad, nuestras faltas continúan reproduciéndose con un escaso o casi nulo reflejo en la prensa. En torno al acontecer doméstico, las informaciones, generalmente, enfatizan en las aristas beneficiosas del tema abordado, signadas por la poca variedad temática, la reiteración de los ítems, la exagerada presencia de la agenda institucional y la tendencia al “periodismo de campaña”. En cuanto a géneros la prioridad estriba en las notas informativas, lo que devela el interés por comunicar, anunciar los hechos, sin detenerse en su interpretación o valoración. Otro de los grandes problemas radica en el concepto de noticia, generalmente asociado a la prominencia de los personajes implicados. Las estrategias discursivas constituyen una oda al paraíso, marcadas por la adjetivación y la narrativización. Así, lo que debía ser una línea de trabajo orgánica y complementaria se torna por momentos paradójica. Tanto al interior como al exterior de la organización, existen una serie de factores –algunos de ellos producto del propio diseño del sistema mediático cubano- que distorsionan el cauce normal de los temas y contenidos desde la agenda pública a la mediática, e incluso, han provocado diferencias en la agenda nacional del periódico Grama y la de su sección Cartas a la Dirección. Esperamos hayan servido estas referencias para entender algunas de esas condicionantes, aspecto que pasaremos a estudiar con más profundidad en el siguiente capítulo. Después de todo este recorrido metodológico, conceptual y referencial, estamos en condiciones de poner las cartas sobre la mesas.

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CAPÍTULO III. Las cartas sobre la mesa

“Conócete a ti mismo.” Oráculo de Delfos

"Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla." Sun Tzu

Conocerse a sí mismos quiere decir ser lo que se es, quiere decir ser dueños de sí mismo, distinguirse, salir fuera del caso, ser elemento de orden” Antonio Gramsci

El humanista estadounidense Josh Billings dijo en una ocasión –y luego muchos repitieron- que el éxito en la vida no consiste en tener buenas cartas, sino en jugar bien las que se tienen. Pero el buen juego parte, en primer lugar, de conocer los recursos con los que se cuenta. En un terreno tan sensible y subjetivo como el manejo de información, condicionado por múltiples factores y actores, se hace imprescindible un conocimiento del entorno en el que nos movemos. Más allá del consabido y comprobado poder manipulador y movilizador de los medios de prensa, siempre queda una barrera infranqueable marcada por la inteligencia y la vivencia de las personas. Por tanto, a la larga, la credibilidad y prestigio de un medio se define por su apego a la ideología, creencias, valores y percepciones de sus lectores. De ahí la importancia de encontrar ese punto de equilibrio o consonancia entre los intereses del público y los del propio medio. Sólo así, podrá establecerse un pulso justo y efectivo entre ambas agendas, interactuando, y reconfigurándose entre sí, para beneficio mutuo. Porque una agenda es como un ser vivo, que muta, evoluciona –a veces con rapidez inesperada- y reacciona a los estímulos del medio que le circunda. Posee una sinergia misteriosa, casi única, que sobrepasa a la simple suma de causas y la convierten en un Página | 75

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peligroso boomerang para quienes pretenden controlarla. Tanto en los públicos, como en los medios, los efectos por coartarla o exaltarla pueden ser contradictorios. Y es que detrás de cada agenda, se encuentra la subjetividad individual de seres pensantes en contacto con la realidad, y en última instancia, esta siempre logra imponerse por encima de caprichos, dictámenes o manipulaciones. Esperamos que las siguientes páginas contribuyan al conocimiento de estas complicadas “cartas” con que nos ha tocada jugar, en aras de buscar las mejores combinaciones para que todos salgamos ganando.

3.1 Definición de Agendas.

3.1.1 Definición de la Agenda Pública Nacional (APN).

“No es en los hombres, sino en las cosas mismas, donde es preciso buscar la verdad.” Platón. “Nunca se alcanza la verdad total, ni nunca se está totalmente alejado de ella.” Aristóteles. El proceso de definición de una agenda pública en nuestro país, implicó la necesidad de encontrar rutas metodológicas diferentes a las usadas tradicionalmente en este tipo de estudios. La inexistencia en Cuba de agencias encuestadoras que apliquen la tradicional pregunta PMI (Problema Más Importante) obligó a idear nuevos caminos con las consabidas desventajas y ventajas que esto conlleva. Como todo lo nuevo, su principal inconveniente es el margen de incertidumbre que genera emplear métodos que no han sido validados con anterioridad por otras investigaciones. No obstante, la variedad de fuentes contrastadas y la triangulación de las técnicas empleadas, disminuye este rango de inseguridad. Por otra parte, es cierto que el uso de cartas remitidas a un diario para determinar agenda pública, está marcado por cierta predisposición de quien escribe, pues no son todas las personas las que se deciden a emplear parte de su tiempo en redactar una carta en la cual denuncian una situación personal o analizan un tema de importancia general. Sin embargo, podemos argumentar que entre las cartas y correos que integran la muestra Página | 76

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–un total de 643- existe presencia de personas de todas las provincias del país e incluso de cubanos residentes permanente o temporalmente en el exterior, pudimos identificar remitentes de 119 municipios –incluyendo el municipio especial Isla de la Juventud-, hay presencia de ambos sexos, los rangos de edades son múltiples, al igual que el nivel de escolaridad y la ocupación; lo cual genera una variedad muestral importante. Además, la clásica pregunta PMI tiene el inconveniente de que sorprende a la persona desprevenida y muchas veces responde lo primero que viene a su mente, mientras que en una carta, se tiene la ventaja de reflexionar y profundizar, algo muy útil a la hora de mencionar los atributos del objeto y su valoración. Esta ha sido una de las causas que nos ha permitido realizar una caracterización completa de la agenda pública, incluyendo objetos y atributos, pues las investigaciones anteriores tenían que limitarse a estudiar el segundo nivel de la agenda con un solo objeto; generalmente referido a candidatos presidenciales. La agenda obtenida a partir del análisis de contenido aplicado a las cartas, fue cruzada con los resultados contenidos en los boletines mensuales del Centro de Estudios Sociopolíticos y de Opinión (CESPO) adjunto al Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Este centro, realiza mensualmente informes destinados al Comité Central y a los Consejos de Estado y de Ministros, en los cuales recoge mediante una red de activistas en todos los municipios del país, las opiniones espontáneas que emite la población respecto a temas de preocupación o interés. Este método, a pesar de no contar con una validación científica, constituye una herramienta muy útil y exhaustiva para estudiar estados de opinión y conocer los principales problemas que afectan a la población. Como podrá apreciarse, esta “opinión espontánea” es muy semejante a la respuesta que pudiera darse a una pregunta PMI, por lo que resultó de gran valor para nuestra investigación, además de que corroboró, tal como se esperaba, los resultados ofrecidos por el análisis de las cartas, pues aunque los criterios de clasificación no son del todo coincidentes, se pueden establecer líneas comunes como se verá posteriormente. Por último, realizamos entrevistas a expertos que se han dedicado a estudiar estos temas resaltados en las cartas y el boletín del CESPO, para entender el por qué de su presencia en la agenda pública, además de obtener datos y cifras precisas que ayuden a calzar los atributos y las valoraciones que complementan a estos objetos. En aras de lograr una mayor exhaustividad y profundidad en esta investigación, decidimos extendernos al estudio de veinte temas, aún cuando se sugiere que las agendas son como juegos de suma cero y que más de siete objetos no logran captar la atención prioritaria del público (McCombs, 2006, p.85). En efecto, solo los seis primeros temas de la agenda pública lograron alcanzar o rebasar el 10% de las menciones en las cartas, cifra que es considerada el umbral de la atención pública. Página | 77

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Es necesario mencionar que en la inmensa mayoría de las cartas -aun cuando algunas presentan matices muy críticos- se hace evidente un apoyo al proceso revolucionario y sus líderes históricos (Fidel y Raúl Castro), así como una intención de colaborar a partir de opiniones con el perfeccionamiento del país y su sistema. Tan sólo seis cartas son explícitamente contrarrevolucionarias, lo cual a pesar de ser un porciento insignificante estadísticamente, es digno de mencionar pues refleja la pluralidad de pensamiento existente en la sociedad cubana actual, además de que dota a la investigación de consistencia pues contradice la afirmación de que solo escriben a la sección partidarios del Gobierno. Los veinte problemas a los cuales hicieron referencia las personas pueden ser catalogados como objetos o issues, no puede decirse que sean events o acontecimientos coyunturales. Por el contrario, son temas que existen desde hace un tiempo y sobre los cuales se espera una solución lo más pronto posible. Como era de esperarse, la agenda pública nacional1 está conformada en su totalidad por problemas de tipo experienciales, sobre los cuales las personas tienen una experiencia directa, lo cual limita la influencia que puedan tener los medios de prensa sobre el público. Si en otros países las agendas públicas se han caracterizado por la presencia de temas como el medio ambiente o conflictos exteriores, ese no es el caso de Cuba. En nuestro país la agenda se compone fundamentalmente por problemas materiales que marcan el día a día del cubano y por aquellos problemas subjetivos referentes a la organización y el funcionamiento de las instituciones relacionadas con los primeros. Utilizando la propuesta de Aníbal Ford (citado por Casermeiro, 2004, p.258) podemos decir que la agenda pública nacional es fundamentalmente de tipo sincrónica, es decir, que existe una continuidad de los temas a lo largo del tiempo y que se mantienen normalmente bien posicionados en los niveles de atención de las personas, sobre todo los mejor rankeados. Auxiliándonos de la ideas de Carrillo y Tamayo acerca de la evolución temporal de los temas, pueden catalogarse como crónicos (considerados prioritarios por una alta proporción de la población, y que integran la agenda de manera permanente) una buena parte de los objetos, otros son de tipo intermitentes (reciben atención media o baja por parte del público, forman parte de la agenda desde hace mucho tiempo, pero su presencia es discontinua) y uno de los objetos puede ser definido como un tema nuevo (aparecido recientemente y que puede determinarse el momento en que ha comenzado a atraer la atención del público, recibe atención media o alta). A medida que vayamos desglosando y analizando la agenda pública nacional volveremos sobre estas denominaciones. 1

Para ver los objetos y los atributos con sus dimensiones que conformaron la agenda pública nacional, remitirse al Anexo 6: Agenda Pública Resumen. Página | 78

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La agenda pública estuvo dominada abrumadoramente por el objeto Gobierno y Administración, el cual aparece mencionado en el 21 % de las misivas. Es decir, de cada cinco cartas una hacía referencia a aspectos vinculados con los atributos que componen este objeto, lo cual se comprende si tenemos en cuenta la estrecha relación que existe entre los órganos políticos, gubernamentales y administrativos en la solución de los problemas que afectan a la población. También “este objeto es la punta del iceberg, con el cual se relacionan en mayor o menor medida todos los demás, puesto que el resto de los temas -fundamentalmente económicos-, se encuentran indisolublemente ligados a las acciones y disposiciones políticas que de él emanan, no por gusto hablamos de políticas económicas.”2 En referencia al tema Gobierno y Administración valoramos todo lo referido al funcionamiento y los funcionarios que atienden las cuestiones de gobierno, incluido el Partido Comunista de Cuba (PCC), así como las Administraciones Centrales del Estado. También se incluyen en este objeto el conocimiento de las leyes, la participación ciudadana y las prohibiciones legales que afectan a los cubanos. Los atributos más destacados fueron precisamente Funcionarios (70 menciones, 83% negativo) y Funcionamiento (65 menciones, 91% negativo). En relación con el primer atributo, las valoraciones positivas hacían referencia esencialmente a la objetividad de las intenciones políticas del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro y sobre todo a la actuación de los Primeros Secretarios del Partido de Santiago de Cuba (Lázaro Expósito) y Ciego de Ávila (Jorge Luis Tapia). Lo anterior es una muestra de que las personas no solo escriben para quejarse, y de que saben reconocer el esfuerzo de quienes consideran que cumplen cabalmente con sus funciones. Los matices neutros, de manera general resaltan la capacidad y los valores en que están formados nuestros dirigentes, pero sancionan la imprudencia de algunos que manifiestan abuso de poder u olvidan que su razón de ser es el pueblo. Por su parte los atributos negativos, altamente predominantes, critican de manera abierta, directa y con fuerza la actuación incorrecta de cuadros. Las opiniones recogidas por el CESPO también reflejan estas preocupaciones, sobre todo en lo referido a dirigentes administrativos y del Poder Popular, y en menor medida a los cuadros del Partido. Respecto al Funcionamiento la casi totalidad de las críticas están dirigidas contra la excesiva burocracia que caracteriza al aparato estatal, y muy ligado a esto, la verticalidad de la dirección y la centralización de recursos que resta poder a los organismos municipales y provinciales. “Se trata de otorgarle más poder de decisión a niveles no centrales, más ligados con la base; eso es una transformación política fundamental que afecta al sistema completo, puesto que el sistema está altamente 2

Durante este capítulo las citas corresponden a periodistas, directivos y expertos de la realidad nacional que fueron entrevistados. Por cuestiones éticas, no se revelarán los autores de las frases citadas. Página | 79

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centralizado. No solamente los aparatos estatales, todas las organizaciones están afectadas por la burocracia… en el estilo, en la manera de conducirse y comportarse.” Con menor frecuencia, aparecieron Prohibiciones, Participación ciudadana, Conocimiento de las leyes y Políticas Económicas, por ese orden. Si bien el número de menciones fue muy inferior en relación con los dos atributos anteriores, lo significativo es que, a diferencia de los primeros, estos atributos son valorados unánimemente de forma negativa, excepto Políticas Económicas (75% negativo, 25% neutro) Lo cierto es que “existe una excesiva cantidad de regulaciones que afectan la vida de la gente, que tienen que ver con lo que se puede hacer y con lo que no; hay una cantidad de cosas enormes que se están violando según la norma, pero muchas de esas violaciones son a normas que no tienen razón de ser y que desaparecerían como violaciones si simplemente fueran cosas que se admiten como normales, por ejemplo, entrar y salir del país sin tener que pasar por todo un proceso de trámites.” Las personas coinciden en que muchas de estas prohibiciones en su momento respondieron a lógicas situacionales en que eran necesarias, pero actualmente se han vuelto obsoletas e inoperantes. Además, estas prohibiciones inciden directamente sobre otros de los objetos destacados en la agenda y contribuyen a la valoración negativa de los mismos. El ejemplo más evidente: Vivienda. En relación con la Participación ciudadana, la valoración negativa para nada es sinónimo de tiranía o dictadura, como intentan hacer creer los enemigos de la Revolución. El problema radica en que “el sistema tiene una alta capacidad de participación en términos de movilización y de consulta con las masas, pero en términos de toma de decisiones y de control de las políticas hay carencias de una participación real porque el Estado está altamente burocratizado, porque es verticalista, porque está hipercentralizado.” Lo anterior está muy ligado al Conocimiento de las leyes, pues la cultura cívica se ha resentido en nuestro país lo cual repercute en el correcto desempeño de las instituciones y sus dirigentes; de ahí parte el constante llamado de Raúl Castro a reforzar la institucionalidad. Como puede apreciarse Gobierno y Administración es un tema de tipo experiencial, del cual se adquiere información mediante la vivencia cotidiana y que su conocimiento no depende en gran medida de lo que publican los medios de prensa. La actuación de los funcionarios, el funcionamiento y las políticas emitidas son acciones que afectan directamente a las personas. Este objeto también puede ser catalogado como crónico; una de las causas es el alto porcentaje de menciones y la otra, el tiempo que lleva presente en la agenda pública nacional. Aunque no contamos con estudios anteriores, valiéndonos de otras fuentes podemos referir que “desde finales de la década del ochenta, con la rectificación de errores y tendencias negativas, asomaron estos problemas, los cuales fueron discutidos en el llamamiento al IV Congreso del Partido. Parten de un agotamiento del modelo socialista establecido a principios de los años setenta lo cual impactó negativamente en la esfera pública. La caída de la Unión Página | 80

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Soviética truncó todo el proceso de rectificación que se venía desarrollando en Cuba y muchos de estos problemas se agudizaron con las carencias y el aislamiento que vivió el país durante el período especial. Hoy la sociedad ha cambiado, porque las condiciones son otras, porque la forma de comportarse y de pensar la gente son otras y porque también la situación de la vida material es otra, sin embargo bajo estas condiciones no se ha desarrollado, no se ha recreado, no se ha producido un nuevo criterio, enfoque, modo de control social, que para que sea socialista tiene que ser más participativo.” Estas condiciones, unido al alto sentido de pertenencia con la Revolución presente en la mayoría de la población, hacen que el objeto Gobierno y Administración aparezca como un tema de máxima atención sobre el cual se requieren acciones en función de perfeccionar el proceso revolucionario y con él, la vida de sus principales artífices: los cubanos. El segundo objeto más importante fue Alimentación, mencionado en el 14% de las cartas y correos. Este problema, básico para la supervivencia de cualquier especie, entra rápidamente en las agendas y se entroniza en ellas con relativa facilidad ante cualquier carencia o disminución de las ofertas. Como es evidente, es un tema netamente experiencial. Según expertos, este ha sido una de las dificultades que no se ha logrado resolver de manera efectiva. La alimentación es un tema de seguridad nacional para cualquier país y en el caso cubano ha sido uno de los sectores hacia los cuales las administraciones norteamericanas han dirigido su política de desestabilización, a lo que se suma un grupo de insuficiencias internas que han recrudecido la situación alimentaria. Si bien a las enormes carencias de las dos primeras décadas de Revolución, le siguió en los años ochenta un período de abundancia, “el proceso de ajuste entre los años 1989 y 1993, derivado de la pérdida de las relaciones con los antiguos países socialistas y el recrudecimiento del bloqueo, tuvo consecuencias importantes sobre la seguridad alimentaria, al punto de afectarse el estado nutricional y de salud” (Ferriol, 1996, p.1), situación que aunque se ha aliviado, aún no ha logrado alcanzarse un estado de estabilidad de la oferta. La presencia continua de este objeto por más de veinte años en la agenda pública, lo convierte sin dudas en un tema de tipo crónico. Las aristas más tratadas del tópico fueron Eliminación de la Libreta de Abastecimiento, Disponibilidad de Alimentos, Servicios Gastronómicos y Precios de los Alimentos, respectivamente. Desproporcional fue la atención que recibió el primero de estos atributos si lo comparamos con el resto. El debate sobre la posible eliminación de la canasta básica y su significación para la población, centró los criterios en un debate de posiciones algo equilibradas (60 menciones, 23% positivo, 17% neutro y 60% negativo). A pesar de la existencia de un grupo importante de opiniones favorables a la eliminación de este mecanismo, predominó la tendencia a mantenerla, Página | 81

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pues a pesar de que solo cubre una pequeña parte del consumo de alimentos, es una ayuda inestimable para una gran cantidad de personas.3 Los restantes atributos no corrieron igual suerte. Esta terna solo alcanzó sendas valoraciones positivas, todas referidas a un caso específico. El resto de las valoraciones fueron negativas, haciendo énfasis en el desabastecimiento de productos, en la calidad de los mismos, en la no correspondencia de los precios con las posibilidades reales de los trabajadores y en las constantes irregularidades que sufren las tarifas de los alimentos en los establecimientos gastronómicos y mercados. Coincidentemente, este tema se ubicó como la primera inquietud de la población según los informes del CESPO, acaparando el 18% de las opiniones espontáneas recogidas. De 24 473 opiniones procesadas, 11 720 presentaron matices críticos. El análisis de las mismas revela que la mayor cantidad de las opiniones favorables responden a los resultados de medidas aprobadas recientemente o a casos puntuales. Por ejemplo: “Es muy buena la idea de dar leche por yogurt a los niños de 7 a 13 años. (Opiniones en cuatro provincias); “En estos días el abastecimiento a las casillas ha mejorado considerablemente. (Granma); “Las placitas ofertan buenos productos (Pinar del Río). Sin embargo, abundan los criterios desfavorables y muchas de las críticas presentan carácter general. Veamos: “El pan tiene mala calidad” (Opiniones en doce provincias y la Isla de la Juventud); “No hay frijoles en ninguna parte” (Opiniones en cuatro provincias); “No se sabe lo que piensan con el pueblo, a las casillas no llega nada.” (Opiniones en siete provincias); “¡Qué caros están los productos alimenticios!” (Opiniones en diez provincias y la Isla de la Juventud). Lo anterior demuestra que existe consistencia entre el resultado arrojado por el análisis de la correspondencia llegada a Granma y los reflejados por los boletines del CESPO. En ambos, la valoración afectiva general del objeto Alimentación es negativa. Muy unido a este tema se encuentran otros dos objetos destacados en la agenda pública, solo que en posiciones menos privilegiadas, estamos hablando de Trabajo y Agricultura. De lo que se desprende que la solución a este objeto, considerado de máxima prioridad por ciudadanos y gobernantes, pasa por el buen funcionamiento de otros renglones que también están atravesando problemas. El literato francés François Rabelais escribió en el siglo XVI que “Sin salud la vida no es vida: es un estado de tristeza y una imagen de la muerte”. Semejante comparación es suficiente para comprender el lugar central que ocupa en la vida de las personas el tema Salud Pública, tercero en la agenda nacional referida en esta investigación (mencionado en el 11% de las misivas). Aunque antes de comenzar el estudio sospechábamos que este objeto se situaría entre los de mayor jerarquía, lo imaginábamos dos o tres rangos más abajo y nunca por encima de otros problemas más 3

Sobre el tema de la Libreta de Abastecimiento volveremos más adelante, debido a que es un caso interesante dentro de nuestro estudio. Página | 82

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“visibles”. Pero todo tiene su explicación: a determinadas dificultades materiales y de personal acumuladas durante años, se sumó la incidencia en nuestro país de un grupo de epidemias durante los meses en que se recogió la muestra, lo que provocó que aumentara el número de personas que entrara en contacto directo con este objeto. La Salud Pública es una de las principales conquistas y motivo de orgullo de la Revolución Cubana. No existe foro de discusión, informe a organismos o simple discusión en que no se acuda a este aspecto para mostrar la valía del proceso político y social iniciado en Cuba en 1959. Sin embargo, el ya mencionado período especial con su rosario de carencias, generó una situación de deterioro de la infraestructura y de escasez de recursos. A esto se sumó la aparición cada vez con más fuerza –sobre todo en determinadas regiones- de conductas poco éticas y contrarias a los principios de la medicina revolucionaria. Todo esto contribuyó a que este objeto, al igual que los anteriores, fuera valorado negativamente, con la diferencia de que en él se ubica uno de los pocos atributos evaluados positivamente en la agenda pública: Personal Médico (45% positivo, 16% neutro y 39% negativo). El resto de los atributos, exceptuando Servicios Médicos –el cual fue valorado de forma neutra- fueron juzgados negativamente. La cerrada división de criterios que caracterizó al atributo Personal Médico, es una muestra de que aunque aún predomina la profesionalidad, eticidad y humanismo de nuestros galenos, se están emitiendo señales de alerta sobre el deterioro de uno de los principales orgullos de nuestro país: el capital humano, lo cual se encuentra en consonancia con otro de los objetos centrales de la agenda, Problemas Sociales. Este fenómeno, muy ligado a la situación económica, también se agravó con “la salida de miles de médicos a misiones internacionalistas”, algo que provocó una sobrecarga de trabajo y repercutió también en la valoración neutra de Servicios Médicos, fundamentalmente en el deterioro de la atención primaria. “El efecto del médico de familia en su primera versión casi tenía ganada la batalla, porque la gente sí aceptó, sí quiso, sí respetó el médico de familia, y lo usó y vio que era bueno. Pero después los problemas administrativos, de concepciones, golpearon mucho al sistema, que ha retrocedido. Hubo un momento en que el sistema era altamente eficiente, la gente lo aceptaba y el médico también, y el golpe principal fue con la salida masiva de médicos al exterior.” Los datos aportados por el Boletín del CESPO confirman a Salud Pública, como el tercer tema más referenciado en el país y al igual que en la correspondencia predominan las valoraciones negativas, pues de 12 813 opiniones recogidas, 7 033 presentan matices críticos. También en estos informes, las opiniones respecto a estos dos atributos hacen énfasis en el deterioro de los servicios médicos, la pérdida de calidad en la atención y es recurrente el contraste del trabajo que realizan los médicos cubanos en el exterior con la atención que brindan en su propio país. Los siguientes ejemplos ilustran claramente lo Página | 83

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anterior: “En el hospital hay maltrato y existe amiguismo” (Opiniones en siete provincias); “Los servicios en Salud cada día están peores, a cualquier lugar que vas es maltrato y desinformación” (Opiniones en cuatro provincias y la Isla de la Juventud); “En Venezuela o en otros países los médicos atienden a cualquier hora y aquí es lo contrario.” (Opiniones en seis provincias); “No se puede ir al consultorio, te pasas el día y no ves al médico.” (Opiniones en siete provincias); “Algunas ambulancias están cobrando para dar viajes a los enfermos” (Ciudad de la Habana y La Habana). Otra arista en la cual se hizo mucho énfasis fue Estado de los Hospitales (94% negativo), referido fundamentalmente al estado higiénico y a aspectos constructivos. Señalan los expertos que “el hospital también se deterioró; en primer lugar hubo un deterioro físico del período especial fuerte, cuando se estaban cayendo, luego hubo una recuperación pero no fue del todo satisfactoria, porque el trabajo fue deficiente. La construcción ha contribuido no haciendo bien los trabajos, dejando etapas incompletas, haciendo cosas como inaugurar el hospital Miguel Enríquez hoy y al otro día casi tenerlo que evacuar porque se filtró todo lo que habían arreglado”. Las opiniones contenidas en las cartas y las emitidas por los expertos coinciden con los resúmenes del CESPO: “¿Hasta cuándo el hospital seguirá con esa suciedad?” (Opiniones en seis provincias); “¡Qué mala está la alimentación en el hospital!” (Opiniones en cinco provincias). Algo similar ocurre con los atributos Funcionarios, Farmacia y tratamientos y Gestiones, los cuales son evaluados negativamente casi de forma unánime (81%, 77% y 100%, respectivamente). En el caso de Funcionarios varios son los señalamientos al mal trabajo con la población y la utilización de métodos de dirección no adecuados. Una buena parte del problema radica en que “nosotros nos creemos que porque alguien haya hecho buena la medicina rural en el pico de una loma, ya es un director de policlínico o de hospital, cuando en realidad es aún un principiante. Antes existía una especialidad en Salud Pública pero se descontinuó, el posgrado en Administración se cerró. Entonces, muchos funcionarios no tienen preparación para hacer salud pública, para dirigir y coordinar los servicios. No se fomenta la disciplina laboral ni administrativa en ese funcionario, se le permiten trasgresiones, se les tolera, y de ahí se cae muy fácil en la corrupción, y cuando el dirigente es indisciplinado qué podemos pedirle al trabajador.” Gestiones fue criticado de forma unánime aludiendo a la burocratización y la desinformación reinante en muchas ocasiones. En el caso de Farmacia y tratamientos -aspecto en el que se tuvo en cuenta todo lo referente a la existencia y distribución de medicamentos, los servicios ortopédicos, ópticos y de rehabilitación, así como el personal que trabaja en estas instituciones- es reconocido el esfuerzo que realiza el país por garantizar estas costosas prestaciones, pero pesó más la innegable escasez de recursos y sobre todo el mal manejo de los que existen. Estos criterios coinciden con el Boletín del CESPO, el cual recoge avances en lugares específicos, pero predominan las críticas entre las que podemos mencionar: “Los medicamentos tienen mucha Página | 84

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inestabilidad en las farmacias” (Opiniones en doce provincias y la Isla de la Juventud); “¡Cómo se tardan los espejuelos en venir a la óptica” (Ciego de Ávila y Ciudad de La Habana); “Los que necesitan espejuelos están embarcados, nunca hay cristales” (Villa Clara y Sancti Spíritus). Curiosamente el atributo menos reseñado fue Influenza AH1N1, a pesar de que en esta época el virus pandémico se encontraba presente en nuestro país. La única referencia al mismo lo valoraba de manera neutra, reconociendo la campaña desarrollada, pero señalando algunas deficiencias. Este es el diapasón de atributos que componen el objeto Salud Pública, un problema de tipo experiencial y que puede dividirse su entrada a la agenda en dos etapas: la primera a inicios de los noventa con las escaseces y deterioros causados por el período especial, y la segunda, con las misiones internacionalistas a gran escala comenzadas en los inicios del 2000. Tomando cualquiera de estas dos etapas como punto de partida, veremos que el objeto está presente en la agenda pública nacional por más de una década, tiempo suficiente para convertirlo en un tema de tipo crónico. La rápida aparición en las agendas intra e interpersonales de los temas relacionados con la salud pública es un síntoma evidente de que algo no anda bien. Por demás, es un tema que no necesita de mucho tiempo para ocupar posiciones cimeras debido a que la salud es un bien personal y público de alto valor para las personas y máxime en el caso de Cuba donde por más de cinco décadas “se ha educado a la población en el sentido de que la salud es un derecho y un valor capital.” El cuarto escaño de la agenda lo ocupó uno de los problemas más visibles, sensibles y difíciles que enfrenta el país. Desde antes de 1959 ocupaba un lugar primordial entre las preocupaciones de los cubanos, fue denunciado por Fidel Castro en su alegato La Historia me Absolverá y hasta la fecha es una de los cuestiones que no ha logrado resolver en ningún momento la Revolución Cubana. Por supuesto que nos referimos a Vivienda. Según especialistas en el tema, “el déficit habitacional del país sobrepasa el millón de viviendas, tomando en cuenta que lo normal es que no convivan juntas más de dos generaciones. Eso sin contar las casas que se encuentran en mal estado y que deben ser reparadas. Entonces, realmente el déficit es tan alto, que construyendo 100 mil viviendas por año, demora 20 años resolver el problema, y este país nunca ha construido más de 50 mil por año. Es un tema de muy largo plazo y mucho dinero”; el cual se agudiza cada vez más por el lógico paso del tiempo y el embate constante de huracanes y tormentas tropicales sobre gran parte del territorio nacional. Como es evidente, también el objeto Vivienda es un tema experiencial y por su antigüedad es posiblemente el más crónico de todos los presentes en la agenda. Este tema fue valorado negativamente y las críticas se concentraron en tres aspectos Página | 85

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fundamentales Funcionamiento de la entidad, Fondo habitacional y Materiales. Todo indicaría que las aristas más abordadas fueran las dos últimas pues se vinculan a problemas objetivos y mucho más complejos de resolver debido a que no existe el respaldo productivo ni económico que se necesita para enfrentarlos, sin embargo, no fue así. Mucho más tratado fue el atributo Funcionamiento de la entidad, indicio de que en numerosas ocasiones los problemas subjetivos derivados de la mal organización, las prohibiciones, el mal trato y la burocracia, pueden ser más perjudiciales incluso que las propias carencias materiales. De 50 menciones, solo una persona valoró positivamente este aspecto, dos lo hicieron de forma neutra y el resto criticó fuertemente la desatención y las constantes ilegalidades y actitudes corruptas que se generan en dicha entidad a casi todos los niveles. En cuanto a Fondo habitacional el énfasis recayó en el deterioro generalizado que sufren gran parte de las viviendas cubanas, las dificultades para repararlas y las condiciones de hacinamiento en que conviven muchas personas. En solo una carta se valoró este aspecto neutralmente, mientras que nadie lo hizo de forma positiva. El atributo Materiales corrió la misma suerte que el anterior, pues aún no son suficientes los recursos que se distribuyen a personas damnificadas y por otra parte, estos esfuerzos son empañados muchas veces por problemas de distribución y conductas inescrupulosas. En las actas del CESPO, el problema no fue recogido como una preocupación central, pero sí aparece reflejado con críticas precisas y radicales: “El peloteo en Vivienda Municipal es una falta de respeto” (Opiniones en ocho provincias y la Isla de la Juventud); “Los edificios se filtran y nadie los repara” (Opiniones en cuatro provincias y la Isla de la Juventud); “¿Por qué no dan materiales para reparar las casas?” (Opiniones en diez provincias y la Isla de la Juventud); “Existe mal trabajo por los encargados de repartir los materiales de las viviendas, hay desvío de recursos” (Opiniones en siete provincias y la Isla de la Juventud); “La demora en los trámites de Vivienda es aberrante” (Opiniones en cuatro provincias y la Isla de la Juventud). De acuerdo con la opinión de los expertos “la vivienda es uno de los problemas que necesita de reformas tanto en lo conceptual como en lo estructural. Muchos de los problemas que hoy existen están dados por las propias prohibiciones, las cuales generan una burocracia que se beneficia de la burocracia, cargando al final todos los problemas sobre la persona necesitada. Por otra parte, deben liberarse una serie de ataduras que permitan que la vivienda pueda dejar de ser un problema del Estado para que se convierta en un problema individual, aunque para esto deben resolverse un gran número de inconvenientes vinculados a la creación de nuevas formas de asociación y a la política salarial. Es imposible que un trabajador repare su vivienda por cuenta propia cuando un saco de cemento vale seis dólares, y encima, no tiene dónde adquirir la cabilla, el bloque, la arena, a no ser que lo compre en el mercado negro; por tanto, fue el mismo Estado el que estableció que le roben los recursos.” Página | 86

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De aquí sale el quinto objeto de la agenda pública nacional. Con un diez por ciento de la atención, Salario apareció como otra de las grandes preocupaciones de los cubanos. El salario, como retribución al trabajo realizado, se convierte en la vía que permite el acceso a todos los recursos y servicios que se necesitan para satisfacer las condiciones de vida de cualquier persona. Pero el salario, no es una variable independiente, sino que se encuentra ligada a muchos otros factores económicos que pueden empañar e incluso complicar la mejor de las intenciones políticas. Para el año 2008 el salario medio nominal había crecido en un 220% con respecto a 19894, sin embargo el salario medio real disminuyó tres veces, incluso considerando las gratuidades. Para tener una idea, basta decir que un peso cubano de 1989, equivale a 9,25 pesos actuales, y aunque se aprecia una recuperación gradual del salario real desde mediados de la década de los noventa, todavía dista mucho de los niveles de pre-crisis. (Vidal, 2009, p.1-2) Precisamente el atributo más destacado de este objeto fue el Valor del salario, con 38 menciones, todas negativas. Las personas critican fuertemente la desproporcional relación entre el salario y el precio de los productos y servicios, el bajo nivel adquisitivo en algunos sectores, así como la imposibilidad de satisfacer al menos las necesidades primarias, ni siquiera con los salarios más altos que hoy se pagan. Las opiniones espontáneas recolectadas por el CESPO también se hacen eco de estas preocupaciones: “Es necesario que se revisen los precios de los productos que no están acordes con los salarios (Opiniones en diez provincias y la Isla de la Juventud). También se recogen una serie de preocupaciones expresadas de forma menos general, pero que aluden de cierta manera a las políticas salariales del Estado: “Mientras que un obrero no gane con su salario lo que necesita para vivir, no hay quien trabaje con el país.” (Matanzas). Al igual que en las cartas, no aparece ninguna referencia positiva a este problema. Tampoco aparecen en el Boletín opiniones sobre los otros tres atributos mencionados en las misivas: Cumplimiento con el pago, Pago por resultados y Sistema de pago vigente. Este primer atributo, valorado en su totalidad negativamente, refiere irregularidades y atrasos en el pago a los trabajadores, muchos de los casos focalizados en el sector educacional. La idea del Pago por resultados -impulsada por la Resolución 9/2008 emitida por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social- es una de las medidas que las personas observan con mayor optimismo. Este sistema, valorado positivamente al 100%, contrasta con el actual Sistema de pago vigente en la mayoría de las empresas, al que se valoró en igual magnitud, pero en sentido contrario. La complejidad, la importancia y la estrecha relación de este asunto con otros objetos de suma importancia para el público, se expresa en el hecho de que no hubo valoraciones neutras. Las condiciones actuales se tildaron de negativas, mientras los futuros cambios 4

Se toma 1989 como año de comparación, pues se estima que para entonces existía una correspondencia entre el salario nominal y el salario real. (Vidal, 2009) Página | 87

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que deben estimular al trabajador y reconocer materialmente el esfuerzo, centraron todas las esperanzas de las personas. La debacle económica causada por el derrumbe del campo socialista, puso en evidencia muchos de los errores cometidos anteriormente y provocó la aparición de otros. Luego de la década del ochenta, el salario real del cubano no ha logrado equipararse –ni siquiera acercarse- nuevamente al salario nominal, aspecto que se convierte en uno de los temas “nudo” de la problemática nacional y que sin dudas, puede ser catalogado también como crónico y de tipo experiencial. Esta gran contrariedad, expresada en que el trabajo ha dejado de ser la principal fuente de riquezas para las personas, desencadena una serie de problemas que han ido calando incluso en los valores de las personas. Una opinión contenida en el Boletín del CESPO respecto al tema de los salarios, puede servirnos como engarce entre este objeto y el que lo sucede en la agenda pública nacional, veamos: “El Estado es el responsable de que el pueblo robe, los precios son muy altos y los que roban venden más barato” (Colón, Matanzas). Es precisamente Problemas Sociales el sexto objeto destacado por la población y el último que logró alcanzar el 10% de la atención pública. Una buena parte de los estudiosos del tema coinciden en señalar el empeoramiento de la situación económica del país como una de las principales causas de la pérdida de Valores, el deterioro de la Conducta Social, el aumento de las Ilegalidades, la Vagancia y el Alcoholismo. Un pequeño verso de la canción Juego que me regalo un seis de enero compuesta por Silvio Rodríguez en 1992 sintetiza esta realidad: “Martí me habló de la amistad y creo en él cada día, / aunque la cruda economía ha dado luz a otra verdad.” Las opiniones recogidas en el Boletín del CESPO, muestran cómo para las personas los temas referidos a la disciplina social, constituyen un problema sobre el cual debe actuarse inmediatamente, sobre todo en relación con las ilegalidades que se cometen y las inadecuadas conductas sociales. Expresiones como: “Hay que ponerle freno a las broncas, ya no se puede salir a las fiestas ni a lugares recreativos” (Opiniones en cinco provincias), ilustran algunas de las preocupaciones del pueblo en torno a las alteraciones de la tranquilidad ciudadana. El tema de la pérdida de los Valores fue mayoritario en las cartas respecto a los que enaltecían actuaciones positivas individuales; lo mismo ocurrió con Conducta Social, atributo en el cual se hacía hincapié en el comportamiento en espacios públicos, la contaminación sonora, la decadencia de las normas de convivencia y otros por el estilo. Ambos fueron valorados negativamente en el 88% de las cartas muestreadas. El tercer tópico más tratado fueron las Ilegalidades, tema muy sensible y complejo en la población cubana pues la existencia de una serie de prohibiciones, unido al desabastecimiento de determinados productos y la insuficiencia del salario, propician Página | 88

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que muchas personas incurran en acciones catalogadas de “ilegales”. Una señal de lo pantanoso que se torna este asunto es que en la propia fraseología popular, la acción de desviar los recursos del Estado no se entiende como “robar” sino como “luchar”, considerado por muchos como un modo de vida. De ahí la jocosa frase: “El deporte nacional ya no es el béisbol, sino la lucha”; y ya sabemos por Freud (1978, p.75) que “Tales chistes cínicos no serían posibles si no comunicaran una verdad desmentida que no se podría confesar de manera expresa, seriamente y sin disfraz.” Aún así, estas violaciones fueron sancionadas de forma unánime por quienes se refirieron a ellas. Algo similar ocurrió con las aristas referidas a la Vagancia y al Alcoholismo, males que afectan a la sociedad cubana y que también tienen parte de sus causas en la situación económica. El cuarto atributo más señalado dentro de este objeto fue Juventud, en el cual se produjo una división de criterios (46% negativo, 23% neutro, 31% positivo) respecto a la eterna discusión sobre si la juventud está “perdida” o no. El objeto Problemas Sociales cierra el sexteto de temas más mencionados en la agenda pública nacional y su presencia está indisolublemente ligada a los anteriores tópicos. Así, aparece unas veces como causa y otras como efecto de muchas de las problemáticas que golpean la vida diaria de los cubanos. Los otros dos objetos que se ubicaron a continuación también pueden ser considerados como crónicos, a pesar de que no alcanzaron el umbral de la atención pública. Al igual que los anteriores son temas de tipo experiencial que interfieren en la vida de las personas. Nos referimos a Higiene ambiental y Transporte. Ambos casos se encuentran presentes en la agenda pública desde hace algún tiempo y acaparan altos grados de atención. El primero de estos temas está compuesto por atributos que desde hace muchísimo tiempo aparecen posicionados en la agenda pública como Abastecimiento de agua, Vertederos y basura, Salideros, Fosas y Alcantarillado, Reparaciones y Estado constructivo de las instalaciones. Además este objeto recibió mayor atención durante el período muestreado debido a la incidencia del dengue y conjuntivitis que desencadenaron una Situación epidemiológica que provocó un aumento en la atención a las medidas de higienización. La valoración afectiva general del objeto fue altamente negativa, concentrándose los señalamientos en estas aristas y en las críticas a la Actuación de las instituciones vinculadas a estas tareas. Aunque buena parte de las valoraciones negativas provienen de Ciudad de La Habana –provincia que presenta una de las situaciones higiénicas más complicadastambién se sintieron los reclamos de otros territorios con situaciones de urbanismo menos complejas. En el caso del CESPO, de 8 938 opiniones procesadas, 5 353 presentan matices críticos, deteniéndose prácticamente en los mismos atributos. La mayoría de las opiniones favorables responden a casos concretos mientras que las negativas son más generalizadas: “Hay basura en muchos lugares, se demoran mucho en recogerla” (Opiniones en once provincias); “El problema del abasto de agua parece que Página | 89

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no tiene solución” (Opiniones en siete provincias); “Ya no se sabe cómo hablar para que destupan las fosas, con la cantidad de enfermedades que tenemos” (Opiniones en seis provincias). El problema del Transporte es uno de los objetos que más suele acaparar la atención de la población, en primer lugar por su amplitud, que abarca las ramas del transporte urbano, por ómnibus interprovinciales y ferroviario; además de que la constante movilidad que caracteriza la vida en las ciudades, obliga a que dependa de él un gran número de personas. Sin embargo, este tema no ocupó una mejor ubicación debido a que por esta fecha la capital del país y algunas cabeceras de provincias recibieron una dotación de vehículos que si bien no solucionó el problema del transporte urbano, al menos lo alivió. Por otra parte, los contratos con la firma china Yutong mejoró en términos de capacidades el transporte interprovincial por ómnibus. No obstante, la valoración afectiva general del objeto fue altamente negativa, con énfasis en el Transporte urbano y ASTRO, fundamentalmente por la indisciplina de los trabajadores, las irregularidades con el cobro del pasaje y la organización de los servicios. Los Transportistas particulares, Funcionarios e Inspectores, Trenes y las Terminales Interprovinciales, por ese orden, cargaron con el resto de las críticas, sin lograr siquiera una referencia positiva. Este objeto fue identificado por el CESPO como el segundo en importancia, predominando también el aspecto negativo. El resto de los objetos presentes en la agenda pública nacional –excepto uno- pueden ser catalogados como intermitentes, pues a pesar de que integran la agenda desde hace bastante tiempo, no logran acaparar de forma estable la atención prioritaria del público por largos períodos. Entre ellos se encuentran Trabajo (lugar 10), Periodismo (11), Instituciones militares y de Protección (12), Correos de Cuba (13); Socialismo (14), Educación (15), Sistema Eléctrico (16), Agricultura (17), Producciones Industriales (18), Tiendas en Divisa (19) y Otros (20). El objeto exceptuado de la anterior enumeración es Revolución Energética, tema cercano en el tiempo y que puede determinarse cuándo empieza a llamar la atención de las personas, pero no cuándo dejará de hacerlo, por lo que clasifica como un tema nuevo en la agenda del público. Como puede apreciarse, con la excepción de Socialismo, los demás temas son de tipo experiencial y en los atributos que los integran se repiten factores de índole subjetiva que entorpecen el buen funcionamiento de dichas ramas o instituciones. En todos los casos fueron valorados de forma negativa. Socialismo también se diferenció del resto porque fue el único objeto de la agenda valorado positivamente. Sobresalió casi de forma unánime la Confianza en el sistema, aparejado con el visto bueno a la Coexistencia de formas de propiedad en determinados sectores -siempre que siga siendo mayoritaria cualitativamente la Página | 90

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propiedad social- y a la posibilidad de incorporar –no copiar- experiencias validadas por Otras formas de socialismo. De manera general en la agenda pública nacional primaron las valoraciones negativas, lo cual coincide con los resultados del CESPO, pues de las 136 087 opiniones recogidas en todo el territorio nacional solo el 19% es favorable mientras un 47% presenta matices críticos, y el 34% restante refleja dudas, sugerencias rumores y expectativas. Aunque esto es una situación que reclama atención, insistimos en que no puede ser tomado como sinónimo de caos total, situaciones de ingobernabilidad o rechazo al proceso revolucionario; sino que son señalamientos a problemas que afectan la vida cotidiana de las personas y que se esperan sean resueltos. Además, la propia definición de agenda pública y objetos, presupone que ocupen las altas posiciones aquellos temas que presentan dificultades, por lo que es normal el predominio de las valoraciones negativas. No obstante, una agenda cargada negativamente siempre es una señal de alerta que de ser bien aprovechada y atendida puede dar resultados positivos tanto para gobernantes como para gobernados.

3.1.2 Definición de la Representación Mediática de la Agenda Pública Nacional en la Sección de Correspondencia Cartas a la Dirección (RMSC Cartas a la Dirección)

“Quien quiera enseñarnos una verdad, que no nos la diga: que nos sitúe de modo que la descubramos nosotros” José Ortega y Gasset

Qué criterios de selección sigue la representación mediática de la agenda pública en la sección de correspondencia Cartas a la Dirección, es uno de los grandes enigmas de todos aquellos que se han interesado por las páginas diez y once del periódico Granma. La osadía de abordar temas medulares y polémicos de la realidad cubana que no aparecen con frecuencia en los medios de comunicación, le ha ganado el respeto de muchos y la sospecha de algunos que se niegan a aceptar que tales debates no estén sugeridos o tutorados “desde arriba”. Según sus responsables, la agenda de la sección se construye basándose en cuatro principios generales: 1- Que las cartas sean revolucionarias; 2- Que aborden la mayor cantidad de aristas del problema; 3- Que no sean situaciones demasiado particulares; 4Se priorizan los temas que la Dirección del periódico entiende que son medulares para el país. También se toma en cuenta la cantidad de cartas que llegan sobre un mismo asunto, aunque este no es un factor decisivo según varios de los entrevistados. Página | 91

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En la sección Cartas a la Dirección pueden identificarse dos líneas de trabajo claramente definidas. Una cuyo objetivo es poner sobre el tapete determinados temas, generalmente con carácter de denuncia; y otra, más analítica y extensa, con el propósito de debatir y profundizar en aquellos temas considerados en el centro de la problemática nacional. Estos últimos se han concentrado en el ámbito de las políticas económicas y sociales, sobre todo relacionadas con los cambios anunciados por la dirección del país, y que aún no se ha materializado. En un primer momento, estos análisis se centraron principalmente en la cuestión económica, azuzados por un artículo publicado por Lázaro Barredo el 14 de marzo de 2008, titulado Sería imperdonable que hipotecáramos el futuro. Este trabajo constituyó uno de los motores impulsores de la sección debido a la amplia gama de opiniones que generó, las cuales fueron aprovechadas en beneficio de este apartado. La agudeza y radicalidad de las opiniones publicadas, provocó que aumentara rápida y considerablemente el prestigio de Cartas… lo que se reflejó en el vertiginoso ascenso de la correspondencia recibida. “La mayor parte de los escritos que llegan al Departamento de Atención al Lector tienen este concepto de debate económico, político y social, además de un deseo de cambios en estos ámbitos, pero cambios dentro de la Revolución; o sea, la gente propone fórmulas, estilos, métodos de cambios en todo el proceso del país, siempre defendiendo el mantenimiento del socialismo. Así, el tema del trabajo ha sido muy tocado; el tema de la estimulación salarial, las formas de mejorar la calidad de vida del pueblo a partir del salario; el problema de la doble moneda, y otras cosas relacionadas con la situación económica que tenemos.” Ciertamente estos temas han estado a la vanguardia dentro de la sección. En los meses estudiados pueden definirse cuatro líneas de debate en torno a la realidad cubana, y referidos a la necesidad de establecer nuevas maneras de hacer en las políticas del país, sobre todo en lo concerniente a su compromiso con el pueblo. Esas tendencias han sido: subsidios y gratuidades, sistema salarial, productividad y problemas sociales; todas abordadas desde diferentes posturas, incluso con opiniones totalmente discordantes entre sí, síntoma de verdadero debate. Los directivos del periódico y algunos que desde fuera siguen con perspicacia la sección, aseguran que el trabajo de Cartas… es adelantarse en cierta medida y “sin ninguna orientación” al debate que pueda generarse en torno al llamamiento al VI Congreso del Partido. Se trata de ir reflejando, guiando determinados climas de opinión, estableciendo una agenda, que pueda contribuir a generar una discusión abierta, inteligente, franca, de la que puedan salir las mejores soluciones. Según Lázaro Barredo durante estos dos años solo ha recibido un señalamiento de la alta dirección del país y fue por publicar cartas demasiado “a la izquierda” que no Página | 92

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fueron balanceadas con otras opiniones. Al resto de las cartas publicadas se les da seguimiento, son utilizadas para el trabajo del Partido, pero nada más. Hasta el momento las estructuras superiores “no han interferido en el diseño de la sección.” Siguiendo todas estas razones, la publicación o no, de una carta o temática, responde en esencia del trabajo y los criterios de: 1- Trabajadoras del Departamento de Atención al Lector que procesan las cartas en soporte físico; 2- Columbia Lugo, Jefa del Departamento de Atención al Lector, quien revisa todos los correos que entran y las cartas seleccionadas por sus subordinadas; 3- Susana Lee, periodista, que recibe una primera selección de las cartas y correos realizada por Columbia Lugo; y 4- Lázaro Barredo, director del periódico Granma, quien recibe algunas correos enviados por Columbia y una segunda selección preparada por Susana Lee de la cual sale el diseño definitivo de la sección. La selección final corresponde exclusivamente al Director, lo que quiere decir que de él dependen enteramente los contenidos que aparecen en estas páginas, pues aunque la propuesta es presentada al Consejo de Dirección cada jueves, durante el tiempo que realizamos la observación nunca se le hicieron cambios a la selección del Director. Esta presentación se realiza con fines prácticamente informativos y no con el objetivo de discutir o reelegir las cartas que aparecerán al día siguiente. Durante los meses analizados, se publicaron en total 76 misivas5, de ellas 75 entraron al Departamento por la vía email y solo una por el correo tradicional6. Existió un predominio de las cartas procedentes de la capital del país, pero pudieron identificarse remitentes de otras doce provincias y el municipio especial Isla de la Juventud; sólo estuvo ausente Guantánamo. Guiándonos por los mismos criterios de clasificación que empleamos para definir la agenda pública nacional, pudimos identificar dieciocho temas presentes en la sección. Acorde con lo planteado por los directivos del medio, el objeto que dominó la agenda de la sección fue Problemas Sociales, el cual protagonizó uno de los debates fundamentales de la sección, extendido principalmente a sus atributos Juventud y Vagancia. Este tema salió a colación en el 21% de las cartas y correos publicados, enfatizando también en los Valores, la Conducta Social, el Alcoholismo y las Ilegalidades. El atributo Juventud fue el único valorado positivamente (67% positivo, 33% negativo), además de que este tópico provocó un debate en el cual se vieron 5

En realidad fueron 77 las cartas publicadas, pero debido a un error de selección, una de ellas (Elevar la producción de bienes de consumo es imprescindible, L. Campoalegre Sánchez) apareció repetida los días 9 de octubre y 13 de noviembre. 6

Debido a la escasez de personal del Departamento, a la demora en el procesamiento de las cartas en soporte físico y al desfasaje temporal con que llegan a la sección, generalmente las misivas que se publican en Cartas… provienen del correo electrónico. No obstante, esto ni significa una exclusión de temas pues, por esta vía –mucho más utilizada- se reciben todo tipo de temáticas, excepto algunos muy específicos como el atributo Prisiones, el cual “no es interés del medio publicar”. Página | 93

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involucrados desde estudiantes universitarios de 20 años hasta profesores retirados de 76. Es destacable la existencia de criterios discordantes incluso entre personas que pertenecían a grupos etáreos similares, dándose el caso de jóvenes que valoraban a su generación de formas totalmente opuestas. Todos los demás atributos fueron enfocados de forma negativa, con altos índices de coincidencia y argumentos fuertes. Acto seguido se ubicó el objeto Gobierno y Administración (18% de las menciones), y los tópicos más recurrentes fueron Funcionamiento (100% negativo) y Funcionarios (67% negativo). Las cartas sobre el primero de estos temas se referían fundamentalmente a los vicios burocráticos que afectan el sector estatal y el paternalismo institucionalizado por determinadas políticas del Estado; mientras en el caso de Funcionarios, las críticas se centraron en el mal uso de los recursos del Estado y la falta de responsabilidad ante los problemas. El reconocimiento positivo fue a la “Dirección de la Revolución que siempre ha sido el amparo de la familia”, en tanto el neutro resultó del contraste de la respuesta eficaz del Viceministro de la Agricultura7 y la pálida actuación de otros funcionarios públicos. En todos los casos, los planteamientos fueron de tipo general, sin caer en especificidades. El tercer atributo en orden de importancia fue Políticas Económicas, arista poco mencionada en la agenda pública nacional y que revela el interés del medio por llevar a la palestra este tipo de temas que tanto influyen en la vida del país y sus ciudadanos. Aquí los criterios fueron equilibrados (33% neutro) mostrando matices que van desde el reconocimiento a algunas de las medidas adoptadas en beneficio de la economía del país, hasta la crítica a las demoras en su implementación. Completó los elementos del objeto el tema Prohibiciones (100% negativo) referido en esencia a las ilegalidades y problemas que generan algunas de ellas. En la tercera posición de la agenda de Cartas… aparece el objeto Alimentación, remolcado a esa posición a raíz del intenso debate en torno a la Eliminación de la Libreta de Abastecimientos. La selección de las cartas que abordaron el tema fue muy cuidadosa, reflejando un balance entre las muy diversas opiniones (25% positivo, 50% neutro, 25% negativo), evidenciando la intencionalidad del periódico de no remarcar ninguna de las posiciones debido en primer lugar, a lo sensible del tema y en segundo lugar, al hecho de que este es un problema que se encuentra en estudio por la máxima dirección del país y sobre el cual aún no se han hecho pronunciamientos. Por tanto, el periódico Granma, como órgano oficial del Partido debe ser muy meticuloso a la hora de presentar estas opiniones, pues un desbalance demasiado evidente, podría ser interpretado por la población y por los enemigos de la Revolución como una posición oficial.

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Se refiere a la respuesta dada a la denuncia hecha por Osmany Travieso, respecto a irregularidades en la entrega de tierras ociosas en el municipio matancero de Jagüey Grande. En esta carta nos detendremos más adelante. Página | 94

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El tema de la Libreta de Abastecimientos es un ejemplo de cómo los medios de comunicación pueden resaltar determinados tópicos en la agenda del público, pues este es un tema que si bien resultaba de interés para la población, no puede decirse -según los expertos- que fuera la arista más destacada del objeto Alimentación, máxime cuando existen otros atributos como Disponibilidad de Alimentos y Precios de los alimentos que golpean más directa y frecuentemente a la población. Sin embargo, bastó que el periódico Granma priorizara un debate sobre su posible eliminación, para que se tocara la fibra del problema -estrechamente relacionada con los otros dos atributos-, el tema ganara en relevancia y se fijara en la agenda pública. Podemos decir que este caso sirve de validación al efecto de agenda setting enunciado por Maxwell McCombs y Donald Shaw en 1972. El debate alrededor de la Libreta de Abastecimientos agrupó tres posturas fundamentales: 1- aquellos que la identifican como un mecanismo obsoleto, desmotivador de la producción y una carga económica que el Estado no puede continuar sosteniendo; 2- los que la consideran indispensable y necesaria para la mayoría de las familias cubanas y la catalogan como una de las principales expresiones de la justicia y sentido de la igualdad de la Revolución; y 3- Aquellos que reconocen sus problemas y limitaciones, pero creen que aún no están creadas las condiciones para su desaparición. Esta última fue la opinión predominante. Los restantes atributos (Precios de los alimentos, Servicios Gastronómicos y Disponibilidad de alimentos) fueron valorados negativamente al cien por ciento, refiriéndose en mucho de los casos a problemas puntuales y focalizados. Con un 12% de las menciones, se ubicó en el cuarto escaño el objeto Salud Pública, uno de los dos temas de la agenda de Cartas… cuya dimensión afectiva general es positiva. Aunque la mayoría de los atributos que lo componen son reflejados de forma negativa o neutra, la marcada presencia de Personal Médico (100% positivo) inclinó la balanza hacia la valoración positiva del objeto. Abundaron los agradecimientos a doctores y equipos médicos por el trato y la profesionalidad con que trataron a sus pacientes, fundamentalmente en situaciones difíciles o terminales. También resultó positivo el tratamiento a Servicios Médicos en alusión a la gratuidad y cobertura del sistema de salud cubano. En menor medida aparecieron -100% negativo- Farmacia y tratamientos y Estado de los hospitales. A este último tópico correspondió una de las cartas que causó mayor sensación no solo en la población, sino al interior del medio. Nos referimos a ¿Por qué permitimos estas cosas que no tienen que ver con recursos? escrita por F. Alonso Amaya que denunciaba de manera precisa y contundente la situación de insalubridad extrema del hospital santiaguero Saturnino Lora. La propuesta de esta carta venía acompañada de la nota “Para tu conocimiento. El tema de la atención de salud es crítico y el de la higiene en las instituciones peor.” Tal vez por esto, la decisión del Director de Página | 95

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publicar esta crítica directa a uno de los temas menos tratados en los medios de prensa, provocó sorpresa tanto en periodistas como en los lectores, quienes respondieron con una avalancha de mensajes felicitando al medio y denunciando situaciones similares. La arista Funcionarios fue reflejada con una de cal y otra de arena; mientras que los comentarios sobre Influenza AH1N1 resaltaron los esfuerzos que realiza el Estado pero cuestionaron la actuación de instituciones y personas involucradas en la lucha contra esta pandemia internacional. Otra de las preocupaciones que centró la atención de la sección fue Salario. Con un total de nueve menciones, este objeto alcanzó el 12% de atención por parte de la agenda de Cartas…, lo que refleja que además de ser una inquietud fundamental para los lectores, el periódico consideró oportuno abrir una línea de debate al respecto, teniendo en cuenta la vitalidad de este tema para la población debido a la estrecha relación con otros muchos problemas de la sociedad cubana actual. El atributo más destacado fue Valor del salario, con un alto porcentaje de argumentos negativos (75%), y en consonancia con esto aparecieron también reflejadas críticas al Sistema de pago vigente, que está incidiendo directamente en el freno del desarrollo de las fuerzas productivas. Aunque con solo una mención, apareció reflejado el Pago por resultados, valorado positivamente, como una opción para recuperar el valor del salario. Las cartas publicadas hacían referencia igualmente a problemas con el Cumplimiento del pago, relacionados con la tardanza e irregularidades en este proceso. De manera general, el objeto fue valorado negativamente. Otros temas destacados fueron Producciones Industriales (lugar 6), Higiene ambiental (8) y Transporte (9). Si bien estos objetos no lograron sobrepasar el umbral del 10%, sí sobresalieron por el tratamiento que recibieron, pues en ninguno de los casos consiguieron siquiera una valoración positiva a cualquiera de sus atributos. Las cartas publicadas se caracterizaron por presentar un balance entre situaciones específicas y problemas generalizados, abordando diversas aristas del tema a pesar de la complejidad de los mismos. El resto de los objetos8 aparecieron con una frecuencia relativamente baja, algo que es comprensible si tenemos en cuenta el espacio limitado de que dispone la sección. No obstante, su sola presencia ya es un indicio de que son tenidos en cuenta tanto por el público, como por el medio. Antes de concluir la descripción de la representación de la agenda pública hecha por la sección de correspondencia Cartas a la Dirección, quisiéramos detenernos en un caso particular. La citada carta sobre las irregularidades en la entrega de tierras ociosas en el municipio matancero de Jovellanos fue una muestra del poder movilizador que posee la 8

Para conocer con más detalles la conformación de la agenda de la sección Cartas a la Dirección, ver Anexo 7: Agenda Cartas a la Dirección Resumen. Página | 96

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prensa. Este correo, inicialmente fue apostillado “No para publicar” debido a que “era un problema muy gordo, se veía nepotismo e iba contra la política que estaba planteando Raúl, además de que decía los nombres de los involucrados lo que implicaba también una sanción pública”. Aún así, la Dirección del periódico contactó con el remitente, comprobó su postura y se arriesgó a hacerlo público. La rapidez de la investigación realizada por el Ministerio de Agricultura y la ejemplar respuesta ofrecida provocó un efecto positivo en muchos de los lectores quienes veían cómo la denuncia pública podía convertirse en una herramienta para solucionar muchos de los problemas subjetivos que diariamente les afectan. La prensa probó su fuerza como elemento movilizador de la opinión pública y su eficacia como instrumento auxiliar del trabajo del Partido. Una vez definida la agenda de la sección, podríamos enunciar algunas reflexiones finales sobre los criterios de selección que definen la representación mediática de la agenda pública en esta sección. Si bien es cierto que el periódico Granma es orientado en materia de política informativa por el Partido Comunista de Cuba y que todo lo que en él se publica responde a la línea de trabajo de este; no podemos afirmar –según la observación realizada y las entrevistas a periodistas y directivos- que la selección de las cartas y temas que se publican esté orientado directamente por el Partido. Incluso, ni siquiera podemos decir que intervengan en la proposición o exclusión de determinadas temáticas. No obstante, sería absurdo enunciar que Cartas… sigue un trazado totalmente independiente, pues el hecho de que esta sección forme parte del periódico Granma y sea diseñada por los mismos encargados de ejecutar y desarrollar con eficacia la línea informativa del Partido, le crea -al menos indirectamente- una relación entre su agenda y los intereses del Partido. Lo cual no constituye una contradicción y mucho menos un secreto. Gran parte de los entrevistados afirma que no existen temas vetados a priori -lo cual está en consonancia con los principios enunciados en la sección-, pero la vivencia directa nos llevó a afirmar que la principal censura pasa por el “sentido común” de los que intervienen en los procesos de selección en cualquiera de los niveles. Por ejemplo, algunas de las cartas que recibe el Director van acompañadas de notas como “Para tu conocimiento”, “No para publicar”; sin embargo, estas etiquetas responden a apreciaciones personales que incluso reconocen la posibilidad de estar erradas, dejando a consideración del Director la decisión final. De hecho, los casos referidos al hospital Saturnino Lora y a la entrega de tierras en Jagüey, venían con estas marcas y sin embargo, fueron publicados. O sea, que sobre la sección en ocasiones actúa el mejor de los mecanismos de censura y que está presente en todas las organizaciones periodísticas: la autocensura. Por otro lado, también los responsables tratan de establecer un cierto equilibrio y no publicar tan solo cartas críticas, en ocasiones se divulgan mensajes de reconocimiento, agradecimientos; aunque no es lo usual. Página | 97

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Otro factor que acrecienta la apreciación individual a la hora de seleccionar las cartas, es que el Departamento de Atención al Lector no cuenta ni con la infraestructura material, ni con el personal, ni con el diseño, que le permita llevar un control científico y estructurado de toda la información que recibe. Es decir, en estos momentos la selección responde a criterios en gran medida subjetivos ya que no tienen los recursos necesarios para poder realizar análisis de contenidos, estudios de tendencias y otras herramientas desarrolladas por las ciencias sociales y estadísticas que permitan un mejor uso de las opiniones de los lectores. Estas deficiencias son reconocidas por los miembros del Departamento y ya existen ideas que esperan sean puestas en práctica para ascender a niveles superiores de especialización. De todos modos, este proyecto cuenta tan solo con dos años de existencia y aún le queda mucho camino por delante.

3.1.3 Definición de la Agenda Mediática Nacional (AMN) del periódico Granma

“¿Quién, cómo y según qué criterios decide qué grado de rigurosidad crítica es necesaria o conveniente para la sociedad socialista? o, lo que es lo mismo, ¿cuánta verdad y cuánto silenciamiento de la verdad son necesarios o convenientes?” Desiderio Navarro

Suele compararse el trabajo de los medios de prensa con una linterna que alumbra en la oscuridad. El espacio es mayor de lo que puedan abarcar nuestros sentidos, por eso solo una parte puede ser iluminada. El enigma no está en cuál parte se ilumina, sino en qué manos (o mano) deciden hacia dónde apuntar la linterna. El gran “secreto” de la construcción de la agenda mediática, que todos creen conocer pero que a ciencia cierta muchas veces ni sus protagonistas pueden dar una respuesta efectiva y definitiva. La agenda de un medio es como un ser vivo: siempre cambiante y movible para poder adaptarse a la vorágine informativa. En su constitución entran –o deben entrar- en juego múltiples fuerzas que intentan (im)poner sus intereses, siempre con sus matices y diferencias por muy similares que puedan parecer. Unos acuden a la imagen de los caballos despedazando a Cuauhtémoc, otros optan por fórmulas más conciliadoras como las “capas de una cebolla”, y están quienes son menos optimistas y prefieren buscar símiles menos “democráticos”. El objetivo de esta investigación no es desentrañar cómo se configura la política informativa del periódico Granma, sin embargo, nos resulta imprescindible realizar al menos una breve descripción, que permita comprender cuáles lugares y por qué son iluminados por la “linterna”. Página | 98

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Según los documentos que norman el ejercicio periodístico –y así lo confirmaron las entrevistas realizadas-, es una responsabilidad del Partido trazar, dirigir y controlar la política informativa en los medios de comunicación, la cual es de estricto cumplimiento para los funcionarios del Partido y el Estado, y los directores y consejos de dirección de los órganos de prensa. (Buró Político, 2007, p.6) Cada año el Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba diseña las “principales direcciones del trabajo político ideológico” que luego son actualizadas semanalmente en reuniones con los directores de medios, subdirectores y jefes de información. Estas líneas generales responden a intereses directos del Partido y al frente de ellas “se colocan a funcionarios del más alto nivel encargados de hacerlas cumplir y darles seguimiento”. En las reuniones semanales con los jefes de información, “se llevan compañeros preparados y especialistas en determinados temas para que informen y actualicen a los periodistas. También es lícito que se presenten otros temas de interés que hacen falta levantar en los medios de prensa. En estos encuentros no se dice cómo hay que enfocar los temas, pero sí por lo menos cuáles son las principales direcciones de tratamiento, de asuntos, de ángulos de interés que son importantes resaltar”. Luego esas líneas generales deben ser adaptadas al perfil editorial de cada medio. En el caso de Granma, a su condición de Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba. Al interior del medio, corresponde al director y al Consejo de Dirección establecer, en consonancia con las orientaciones anteriores, los intereses específicos del periódico, los cuales se van nutriendo de las sugerencias emanadas de las redacciones y de los propios periodistas. De esta forma, la política informativa queda diseñada tomando en cuenta todos estos factores, pero con un predominio de las orientaciones del Partido y la adaptación realizada a estas por las estructuras de dirección del periódico. Aquí debemos añadir que debido a la ya referida condición de Órgano Oficial, Granma tiene en vínculo directo con la máxima dirección del país, aspecto que también influye en el diseño de esa política informativa y por ende, de la agenda temática que construyen. Definir la agenda de un medio es mucho más complicado que establecer la de los públicos, fundamentalmente por el carácter intencionado, trabajado y solapado del discurso periodístico, pues debido a su impacto y relevancia, muchas veces el reportero tiene que acudir a formas discursivas que le permitan hacer llegar su mensaje sin tener que enunciarlo directamente. Este es un primer problema. Otra dificultad radica en que a diferencia de la agenda pública, no basta con la presencia de un tema para definir su nivel de importancia. Si bien es cierto que lo principal es la aparición del objeto, existen otros factores como la ubicación en página y la extensión, que permiten diferenciar la prioridad que se le otorga a determinadas temáticas. En

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función de resolver esta disyuntiva, construimos tres agendas mediáticas basándonos en estos tres criterios. Tomando como referencia la agenda construida a partir de la presencia del objeto, utilizamos la estadística de correlación Rho de Spearman para conocer cuán consistentes eran entre sí, obteniendo en ambos casos resultados muy altos: +0.944 para la correlación entre la agenda según la cantidad de menciones y la agenda según la extensión; y +0.929 para la correlación entre la agenda según la cantidad de menciones y la agenda según la ubicación9 [Ambas correlaciones son significativas al nivel 0.01 (bilateral)]10 Esta consistencia entre las diferentes formas de definir la agenda mediática, se ajusta a los obtenidos por otros investigadores. Según la Dra. Alicia Casermeiro de Pereson (correspondencia vía email con los autores) “la medición de importancia tomando en cuenta el espacio y la ubicación da los mismos resultados que basándose en la cantidad de artículos.” En su libro Los medios en las elecciones. Agenda setting en la ciudad de Buenos Aires concluye que “Existe una coherencia interna en la jerarquización que hacen los diarios, medida tanto en términos de cobertura de los temas, como de número de artículos sobre los mismos. Por tanto, la cantidad de artículos configura una medida representativa de la jerarquización de las noticias de los diarios.” (Casermeiro, 2004, p.206) Apoyándonos en los altos índices de correlación obtenidos y en los criterios de esta investigadora, procederemos a describir la agenda mediática obtenida tomando como referencia el orden de acuerdo a la presencia de los temas11. Durante el período estudiado, cumplieron con los requisitos de la muestra 294 trabajos, y en ellos solo no aparecía uno de los objetos resaltado en la agenda pública. La incidencia sobre nuestro país del virus de la influenza AH1N1, durante los meses de octubre y noviembre, hizo que este tema se convirtiera en una de las líneas de información priorizadas. En la reunión de la redacción nacional celebrada el lunes 5 de octubre de 2009, se informó que desde ese momento debía hacerse énfasis en el tema del AH1N1 para levantar la percepción de riesgo por parte de la población, solicitándose a los periodistas materiales con enfoque preventivo.

9

Para conocer la estructura de las agendas atendiendo a estos tres criterios, y las correlaciones entre ellas, ver Anexo 8: Definición de Agenda Mediática según cantidad de artículos, extensión y ubicación. Cálculo de correlaciones. 10

La significación refleja el margen de error. En este caso, de cada 100 veces que se aplique esta prueba, 99 van a dar resultados similares. 11

Para conocer con más detalles la conformación de la agenda mediática nacional del periódico Granma, ver Anexo 9: Agenda Mediática Resumen. Página | 100

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Esta fue una de las causas que convirtió a Salud Pública en el principal objeto de la agenda mediática. Si a esto sumamos lo que representa la salud para la Revolución Cubana y el hecho de ser una temática que se ajusta a la línea editorial de resaltar las conquistas del país, entenderemos entonces el por qué de la marcada prevalencia del tema (18% de las menciones). La presencia de la Influenza AH1N1 fue el tercer atributo en importancia, pues el tratamiento de esta arista daba cabida a resaltar los aspectos positivos de los Servicios Médicos y el Personal Médico. El virus pandémico fue el único atributo valorado neutralmente (36% positivo, 64% neutro), pues la mayoría de los artículos daban cuenta de los peligros de la enfermedad al tiempo que resaltaban las medidas tomadas por el Sistema de Salud y Gobierno cubanos para hacerle frente. Por su parte, las otras dos aristas mencionadas fueron representadas positivamente. Sistema de Salud no tuvo calificaciones negativas, mientras que en Personal Médico primó el reconocimiento y el elogio, con la excepción de dos artículos12 en los cuales las valoraciones negativas respondieron a críticas realizadas en reuniones por dirigentes del Partido, quienes señalaron “problemáticas relacionadas con la ética médica, la mala atención, inestabilidad de médicos y enfermeros en los consultorios, ausencia de especialistas a las interconsultas, inadecuado uso del equipamiento médico e irregularidades en oftalmología y óptica, servicios altamente demandados por la población y que generan un alto nivel de insatisfacción.” La misma causa propició que el atributo Funcionarios resultara valorado negativamente, aunque este solo apareció en una ocasión y tocado de forma tangencial. De aquí también surgió la única valoración negativa a Estado de los Hospitales, en su mayoría analizado desde lo positivo (50% positivo, 25% neutro, 25% negativo). Farmacia y tratamientos también recibió de forma unánime un tratamiento positivo. La agenda mediática incorporó un nuevo atributo con respecto a los señalados por el público en sus cartas: Eventos, en el que dio cuenta de la actividad académica del sector en el país. Esta arista se priorizó por encima de las reflexiones en torno al Estado de los Hospitales y Funcionarios. Podemos señalar como una de las características del tratamiento del tema Salud Pública en Granma que muchas de las valoraciones positivas reflejaron casos identificados, precisos, exactos, mientras que de los pocos señalamientos negativos que aparecieron, todos, sin excepción, fueron hechos de forma general, superficial, sin profundizar en el tema. Las crónicas, reportajes y otros trabajos de opinión se 12

Nos referimos a los trabajos Nuestra juventud puede influir más en la Salud Pública (Leticia Martínez, 15 de octubre, p.3) sobre el X Pleno Nacional de la UJC al cual asistió el Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros José Ramón Machado Ventura; y a la información Fortalecer la ética y los servicios de la Salud Pública (Ventura de Jesús, 2 de noviembre, p.2) sobre el Pleno del Partido en Matanzas. Página | 101

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reservaron para los ejemplos positivos, mientras que los problemas solo aparecieron de forma aislada en informaciones; dos, para ser precisos. Agricultura, constituyó el segundo tema en importancia para el periódico. Desde que Raúl enunció el 26 de julio de 2007 en Camagüey la necesidad imperiosa de producir más alimentos -voluntad que ratificó unos meses después en el V Pleno del Comité Central del PCC cuando la definió como “un asunto de máxima seguridad nacional”- el tema de la agricultura, como principal fuente de alimentos, se ha convertido en una de las líneas de trabajo prioritarias para el periódico Granma. El tratamiento del objeto Agricultura tuvo en cuenta atributos referidos a Infraestructura, organización y estrategias, Productores, Acopio, Mercados Agropecuarios, Funcionarios y Entrega de Tierras Ociosas, por ese orden. Los cuatro últimos atributos fueron valorados negativamente, concentrándose las críticas en grandes reportajes publicados que hacían referencia fundamentalmente a problemas de funcionamiento en los agromercados, así como del sistema de recogida y comercialización de los productos. Estos trabajos, si bien resaltaban deficiencias, también se ilustraban muchas veces con buenos ejemplos como una vía para señalar posibles soluciones. La mayoría de estas insuficiencias responden a renglones que el país está reestructurando, debido a los grandes problemas que han presentado. A pesar de que fueron mayoría los tópicos catalogados negativamente, la dimensión afectiva general del objeto fue positiva, debido al predominio de este tipo de valoraciones a los dos primeros atributos. En el caso de Infraestructura, organización y estrategias (69% positivo, 23% neutro; 8% negativo) los trabajos enfatizaron en los buenos resultados que propician los nuevos cambios conceptuales y estructurales que se están realizando en el sector, mientras que los neutros y negativos se concentraron en los problemas materiales y de infraestructura que aún conspiran contra la producción de alimentos. La otra arista favorecida fue Productores, donde los únicos señalamientos partieron de una situación particular en Villa Clara, en la cual los campesinos sobrecumplieron el plan de entrega “provocando una sobresaturación del producto”; y del análisis efectuado en la capital con los administradores y directivos de mercados agropecuarios. La valoración neutra provino de un análisis crítico de la producción cafetalera en la zona oriental en el cual se contraponen ejemplos favorables y otros no tanto. El resto de los trabajos se dedican a resaltar la capacidad de quienes, con las mismas condiciones del resto, logran sobresalir por su trabajo y dedicación; lo cual se corresponde con la orientación tácita de “potenciar los ejemplos positivos y los valores de nuestra sociedad”. (Buró Político, 2007, p.5) Si Agricultura ocupó el segundo puesto, no es de extrañar que a continuación aparezca el tema Alimentación, el que por demás, se encuentra estrechamente ligado al objeto Página | 102

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que le sucede en la agenda mediática. Alimentación estuvo presente en el 12% de los trabajos publicados y en su tratamiento se observa un caso singular: en solo uno de sus cuatro atributos se concentra las ¾ partes de las referencias. Nos referimos a Disponibilidad de Alimentos (77% positivo, 17% neutro, 6% negativo). La mayoría de los artículos al respecto se referían exclusivamente a situaciones concretas en las cuales se observaba aumentos en la producción y en la oferta, aunque este último aspecto no siempre se tenía en cuenta. A continuación algunos ejemplos: “La producción de arroz, por ejemplo, prácticamente duplica lo alcanzado el pasado año”; “se producen surtidos como caramelos, bombones, galletas de dulce, mezclas para pastas, pizzas y refrescos instantáneos, sorbetos y bizcochos revestidos con chocolate (llamados africanas). En otras unidades se fabrican pastas cortas y pastas largas, como coditos, macarrones, espaguetis y tallarines”; “mayores ofertas a la población y mejor situación en cuanto a abastecimientos”. Solo cinco trabajos contrastaron estos logros con la situación general, lo que dio lugar a las valoraciones neutras. Menos reflejados fueron los atributos Precios de los Alimentos y Servicios Gastronómicos, ambos valorados de forma negativa (80% y 75%, en ese orden), pero solo con 5 y 4 referencias respectivamente. En el caso de los Precios solo se abordaron en un comentario sobre las irregularidades que sufren constantemente; en los grandes reportajes sobre los agromercados realizados por Juan Varela y Pedro de la Hoz, y en el trabajo que hiciera este último en compañía de Ortelio González sobre la reanimación de la ciudad de Ciego de Ávila. La situación con Servicios Gastronómicos es aún más curiosa. Las críticas salieron de la pluma de un mismo periodista, el corresponsal villaclareño Freddy Pérez, una de ellas procedente del análisis realizado en el Pleno Provincial del Partido y otras dos en las cuales se toca de manera indirecta alertando sobre la violación de las normas higiénicas y el peligro que esto representa ante la compleja situación epidemiológica. El argumento neutro, también provino de los análisis realizados en el Pleno del Partido en Camagüey. En cuanto a Eliminación de la Libreta de Abastecimientos, tan solo apareció, de forma tangencial, en un comentario realizado por el Directo del periódico Lázaro Barredo, acerca del paternalismo. De forma general, Alimentación fue valorado positivamente. Como anunciábamos anteriormente, el siguiente objeto también tiene nexos con Alimentación, nos referimos a Producciones Industriales (11% de las menciones), que aunque posee un espectro mucho más amplio, la cobertura mediática recayó muchas veces en el terreno de la industria alimentaria. Por mucho, el atributo más trabajado fue Situación de la industria. Solo en tres ocasiones se valoró de forma negativa este aspecto, otras seis contrastaron los problemas materiales con la voluntad de sobreponerse a los mismos, mientras que el resto profundizó en sobrecumplimientos y buenos desempeños. Al igual que sucede en Página | 103

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Agricultura, la estrategia de resaltar los ejemplos positivos se impuso en este tópico, extendido a múltiples sectores industriales de nuestra economía. En relación con la Disponibilidad de productos, la cual fue valorada positivamente sin sombra de aspectos negativos-, la totalidad de los casos hacían referencia a productos destinados esencialmente a la industria y que no son considerados de primera necesidad para las personas. Aparejado a esto se valora de forma positiva la Calidad de productos similares. El otro atributo presente fue Eventos, el cual se trató de forma netamente informativa sin emitir valoraciones. La complicada situación epidemiológica que generó la conjugación de los efectos del dengue y la conjuntivitis, provocó que el tema de la Higiene ambiental alcanzara una cifra significativa de menciones (23), a pesar de que no alcanzara el 10%. A principios del mes de octubre, la jefatura de la redacción nacional informó a sus periodistas el interés del Partido por reflejar en la prensa todo lo relacionado con la campaña contra el Aedes aegypti, el saneamiento de las ciudades y las medidas para prevenir el contagio del dengue y la conjuntivitis. De ahí, la alta presencia del atributo Situación epidemiológica durante los meses en estudio. De manera general, el objeto se valoró de forma neutra, algo lógico si tenemos en cuenta que el interés informativo era precisamente reconocer la existencia de un complejo escenario higiénico sanitario y señalar las medidas puestas en práctica para invertir la situación. Otro atributo destacado dentro de este objeto y muy a tono con el anterior, fue Salideros, Fosas y Alcantarillado. Valorado también neutralmente (33%), los argumentos empleados contrastan las disposiciones emitidas para enfrentar los problemas referidos a tupiciones, desborde de fosas, salideros de agua, con la demora en la puesta en práctica de tales medidas. El único tópico valorado de manera negativa fue Abastecimiento de agua (50% negativo 25% neutro, 25% positivo). Los argumentos críticos se vinculan precisamente con el enfrentamiento al Aedes aegypti y los peligros que genera el almacenamiento de agua en zonas del país que carecen regularmente de este servicio. En consonancia con este esfuerzo de resaltar la Higiene ambiental, el resto de los atributos (Reparaciones, Vertederos y Basura, Actuación de instituciones y Estado constructivo de las instalaciones) fueron valorados positivamente, enfatizando en las acciones que se realizan con el fin de higienizar las ciudades y disminuir los factores de riesgo. En relación con la última temática, coincidió con nuestro período de muestra el aniversario 490 de la capital, lo cual fue reflejado en el diario con informaciones sobre las obras sociales realizadas y las reanimaciones de otras. Esto provocó que apareciera en la agenda dicho atributo. Existe un grupo de temas que en la agenda pública fueron catalogados como Otros debido al escaso número de apariciones. Sin embargo, algunos de ellos forman parte del Página | 104

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núcleo central de la política informativa orientada por el Partido, lo cual le reserva un lugar de relevancia en la agenda del periódico. Por ejemplo, los temas Cinco Héroes y Bloqueo constituyen pilares del trabajo político ideológico del Partido. Habría que destacar también que durante estos meses se llevó a cabo la votación en Naciones Unidas contra el bloqueo y el proceso de resentencia a Antonio Guerrero y Ramón Labañino, lo que motivó un alza de la cobertura sobre estas temáticas. Si estos temas hubieran sido analizados como objetos independientes, se hubieran ubicado en los puestos seis y nueve respectivamente, pero debido a que empleamos los mismos criterios de clasificación para las tres agendas estudiadas –tomando como referencia la agenda pública- fueron catalogados como Otros. No obstante, la marcada presencia de estos temas y otros como UJC y organizaciones de masas, Medio ambiente, Museos y sitios históricos, etc.; hizo que el objeto Otros ascendiera considerablemente y se ubicara en el puesto 14 de la agenda mediática.13 Otro de los temas que ganó en relevancia producto de situaciones coyunturales fue Instituciones militares y de protección, pues entre los días 26 y 28 de noviembre se celebró el Ejercicio Estratégico Bastión 2009, el cual recibió un alto perfil de cobertura.14 De manera general podemos decir que la agenda mediática se caracterizó por el predominio de los argumentos positivos en el tratamiento de los temas. Incluso, en muchos trabajos que abordaban aristas críticas de los asuntos, el contraste con elementos positivos generalmente favorecía a estos últimos. Por otra parte, aunque se observa una recuperación del reportaje como género que permite abordar los temas en profundidad, aún es muy superior la presencia de la información, la cual en muchos casos se limita a reflejar datos aportados por instituciones, sin emitir juicios o valoraciones propias al respecto.

13

Para determinar la ubicación del objeto Otros, sumamos la totalidad de los trabajos que se inscribían en esta categoría y lo dividimos entre la cantidad de temáticas abordadas. El resultado obtenido fue considerado como el número promedio de aparición y sobre la base de este lo ubicamos en la agenda mediática. El mismo procedimiento se aplicó en cuanto a la agenda de Cartas a la Dirección. 14

Con el objetivo de no alterar la configuración de la agenda mediática, decidimos contabilizar solo un artículo por día, durante el tiempo que se realizó el Ejercicio Estratégico Bastión 2009. Página | 105

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3.2 Relación entre Agendas “Dios habla a través de las matemáticas.” Pitágoras

“Las estadísticas me producen la misma impresión que las minifaldas: Muestran lo atractivo, ocultan lo vital.” Doris Band Por lo general, las investigaciones de este perfil no utilizan la palabra relación, sino correlación, pues el objetivo es precisamente calcular esta medida de asociación tanto en el primer como en el segundo nivel de establecimiento de agenda. Como ya explicamos en la propuesta metodológica, nuestro interés no queda solo allí, pues un número no bastaría para abordar un fenómeno de tal magnitud; por eso hemos decidido extendernos al análisis de la correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos y construir un instrumento que nos permita una valoración más profunda del fenómeno. No discrepamos con Pitágoras, pero coincidimos totalmente con la Doris Band. Con el objetivo de exponer con mayor claridad y organización los resultados de la correlación entre objetos y entre las dimensiones sustantivas de los atributos, y la correspondencia entre las dimensiones afectivas generales de los mismos, hemos diseñado una serie de modalidades de relación. Para arribar a ellas es necesario realizar tres procedimientos fundamentales. En primer lugar se calcula de la manera tradicional la correlación entre objetos, utilizando el coeficiente Rho de Spearman. El resultado numérico obtenido se transforma a la siguiente escala: Perfecta: +1 Relevante: valores entre +0.8 y +0,999 Significativa: valores entre +0.6 y +0.799 Moderada: valores entre +0.4 y +0.599 No Significativa: valores entre +0.2 y +0.399 Ínfima: valores entre +0.001 y +1.999 Nula: valores entre 0 y -1 Página | 106

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En el caso de la denominación Nula hemos incluido los resultados entre 0 y -1, porque a pesar de que matemáticamente los valores negativos indican que existe correlación inversa, el hecho de que un tema que ascienda en una de las agendas, descienda en la otra, expresa incompatibilidad de intereses y por tanto, un tratamiento temático deficiente. O lo que es lo mismo, ambas agendas estarían enfrentadas o al menos desconectadas. Luego de este paso, se procede a calcular de manera similar la correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos. Para ello se toma cada uno de los objetos por separado y mediante el cálculo del coeficiente Rho de Spearman se halla la correlación existente entre las dimensiones sustantivas de los atributos presentes en cada agenda. Posteriormente se promedian los resultados. En el caso de los objetos de la agenda a comparar que no compartan al menos la mitad de los atributos presentes en la agenda de referencia, automáticamente se les otorga valor cero, pues se sobreentiende que no existe un tratamiento efectivo del tema, debido a la pobreza de aristas tenidas en cuenta. Lo mismo sucede con aquellos objetos cuya correlación de las dimensiones sustantivas arroje valores negativos, pues la inversión de las prioridades es sinónimo -como dijimos anteriormente- de un distanciamiento de intereses. Así, el resultado obtenido luego de promediar esos valores, se convierte a: Excelente: +1 Exhaustiva: valores entre +0.8 y +0,999 Notable: valores entre +0.6 y +0.799 Balanceada: valores entre +0.4 y +0.599 Poco exhaustiva: valores entre +0.2 y +0.399 Intrascendente: valores entre +0.001 y +1.999 Pésima: 0 Estas denominaciones expresan la manera en que se trató determinado tema en cuanto a las aristas, tópicos, subtemas, tenidos en cuenta en la agenda a comparar en relación con los presentes en la agenda de referencia. Por último queda una cuestión trascendental: el enfoque; es decir la correspondencia entre las dimensiones afectivas generales de los atributos. Esta resulta de la suma de las categorías de actitud con que son valorados los subtemas que conforman el objeto. La categoría predominante será la dimensión afectiva general de estos atributos, y por ende, la dimensión afectiva que caracteriza a cada objeto.

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Este dato resulta vital, pues concreta y resume la esencia de la relación entre agendas. Pueden estar presentes todos los objetos y atributos, pero si son valorados de manera opuesta, no existirá una verdadera consonancia entre las agendas comparadas. Existirá un tratamiento enfocado cuando coincidan las valoraciones afectivas generales de, al menos, ⅔ de los objetos presentes en ambas agendas; de lo contrario, no habrá correspondencia, por lo que será catalogado de desenfocada. Una vez que se cuente con estos resultados, se procederá a enunciar la modalidad de relación correspondiente resultante de la combinación de estos tres aspectos.

Modalidades de relación

Correlación entre objetos

Correspondencia entre Correlación entre dimensión dimensiones afectivas sustantiva de los atributos atributos

Perfecta (+1)

Excelente (+1)

Relevante (0.8- 0,999)

Exhaustiva (0.8- 0,999)

Significativa (0.6- 0.799)

Notable (0.6- 0.799)

Moderada (0.4- 0.599)

Balanceada (0.4- 0.599)

Enfocada

No Significativa 0.399)

(0.2- Poco exhaustiva (0.2- 0.399) Desenfocada

Ínfima (0.001-1.999)

Intrascendente (0.001-1.999)

Nula (0 a -1)

Pésima (0)

3.2.1 Relación entre la APN y su RMSC Cartas a la Dirección El hecho de que la agenda pública nacional construida en esta investigación se haya basado fundamentalmente en las cartas y correos recibidos durante los meses de octubre y noviembre en el Departamento de Atención al Lector, podría suponer que deba existir una correspondencia entre los temas resaltados por el público y los reflejados por la sección Cartas a la Dirección. Y es cierto, pero no tiene que ser así necesariamente, pues el simple hecho de que las cartas publicadas atraviesen por un proceso de selección en el cual interfieren una serie de intereses y factores subjetivos, podría determinar que Página | 108

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se representara o construyera una agenda bien distante de las opiniones y temáticas que llegan diariamente a los buzones del periódico Granma. ¿Hasta qué punto es fiel la agenda de Cartas… a las propuestas y reclamos de sus lectores? Esa es una pregunta que nos proponemos responder hurgando en los tres niveles de relación expuestos anteriormente, y en las especificidades de cada uno de ellos. Uno de los principales aspectos para determinar la sinceridad y pluralidad de la sección, sería analizar si los temas que aborda se corresponden con los que más les interesan a las personas, e incluso si les otorga órdenes de importancia similares. El uso del coeficiente de correlación Rho de Spearman, nos permitió comprobar que en cuanto a objetos, existe una correlación entre ambas agendas de +0.626; lo cual puede ser considerado como un valor alto.15

Correlaciones Agenda Pública Rho de Spearman

Agenda Pública

Agenda Cartas

Coeficiente de correlación Sig. (bilateral) N Coeficiente de correlación Sig. (bilateral) N

1,000

Agenda Cartas ,626**

. 20

,003 20

,626**

1,000

,003 20

. 20

**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

Tabla 1. Cálculo de la correlación entre los objetos presentes en la agenda pública nacional y la de Cartas a la Dirección.

Este valor incluso pudo ser mayor, de no haber sido por la total ausencia en la agenda de Cartas… de dos objetos resaltados por las personas y de otros dos cuya ubicación se distanció de la posición que ocupaban en la pública nacional. Los temas ausentes fueron Periodismo e Instituciones militares y de protección, lugares 11 y 12 respectivamente en la agenda pública. Como puede inferirse estos dos temas no se encuentran entre las máximas preocupaciones ciudadanas, no obstante fueron mencionados entre ambos 65 veces, lo cual les da un nivel medio de atención.

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Para una información más detallada sobre los cálculos correlacionales y la correspondencia entre las dimensiones afectivas generales de los atributos que componen cada objeto, ver Anexo 10: Correlaciones. Página | 109

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En el caso de Periodismo, al Departamento llegaron una serie de correos que de manera crítica analizaban el papel que desempeñan los medios de comunicación en nuestra sociedad. Del total de 49 valoraciones al respecto –repartidas en los atributos Tratamiento de la realidad nacional, Ejercicio de la crítica, Censura y Veracidad, por ese orden- solo hubo un reconocimiento y fue específicamente al trabajo que realizan los miembros del programa Libre Acceso del canal Habana.16 La presencia de este objeto se vio incrementada por la publicación, el 23 de noviembre, del comentario titulado Periodismo con fobias, escrito por Katia Siberia, el cual abordaba algunas de las dificultades que enfrentan los periodistas en su labor diaria. Este trabajo generó un interesante debate sobre las funciones y el tipo de periodismo que necesita un país como el nuestro, empeñado en construir una sociedad más justa, humana y socialista. Al cierre de la muestra, solo una semana después de la publicación del comentario, se habían recibido siete correos de lectores que hacían referencia a dicho trabajo, lo cual supone que la cifra debió haber aumentado. Las críticas referidas al objeto Periodismo estuvieron dirigidas fundamentalmente a la manera en que los medios cubanos reflejan la realidad, considerada por muchos como poco profunda, triunfalista, edulcorada, sobre todo en lo referido a los temas más polémicos dentro de la sociedad. Otro asunto señalado fue el Ejercicio de la crítica aspecto que, en teoría, debe ser “algo inherente a la actividad periodística” (Buró Político, 2007, p.3), sin embargo, el público consideró de manera unánime que no se está cumpliendo con la anterior afirmación. Señalamientos como “la crítica periodística se enmascara tanto detrás de frases maniqueas y hasta estultas que al final terminan por dar la sensación al oyente poco avispado de no saber a ciencia cierta qué es lo que se critica o si en definitiva se está criticando algo” o “todavía no parece que la prensa oficial, la que leemos nosotros, sea un proceso de auscultación más que de complacencia o compromiso”; demuestran las insuficiencias de nuestra prensa y las expectativas insatisfechas de los lectores.17 Sin embargo, lo que más llama la atención son los cuestionamientos relacionados con la Veracidad de la prensa cubana, uno de nuestros principales preceptos que está comenzando a ponerse en duda en una parte de la población. Este fatídico resultado viene asomando desde hace unos años y ya se hizo presente durante los debates realizados a raíz del discurso de Raúl Castro en Camagüey¸ señal de peligro que no

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Aquí no incluimos los reconocimientos al trabajo de la sección Cartas a la Dirección, debido a que este fue un tema presente en muchas de las cartas recibidas. 17

La RSB 232 12/02/2007 redactada por el Buró Político para enfrentar la eficacia informativa de los medios de comunicación masiva del país reconoce al respecto que: “lo que debía ser consustancial a la labor de la prensa, el llamar por su nombre a las deficiencias en la producción, los servicios y la vida social, para coadyuvar así a su enfrentamiento oportuno y solución, está pasando a ser alga esporádico.” (Buró Político, 2007, p.4) Página | 110

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puede pasarse por alto, pues como afirmó un alto directivo de la prensa cubana: “Si la prensa pierde credibilidad, pierde credibilidad el Partido, y eso no podemos permitirlo.” Al indagar sobre las causas de la no presencia del tema Periodismo en la agenda de la sección, recibimos como respuesta que “no era interés fomentar un debate sobre los medios de prensa, cuando el país tiene en estos momentos otros problemas mucho más importantes que resolver”. El otro objeto ausente de la agenda de Cartas… fue Instituciones militares y de protección. Sobre este tema se pronunciaron en 32 cartas, siendo la actuación de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) la arista más recurrente. Con solo un pronunciamiento positivo –reconociendo “la destreza durante el proceso y el buen trato”-, el resto de las valoraciones denunciaron situaciones de malos procederes, demoras y problemas en la manera de tratar a la población. Estos argumentos coinciden con algunos de los recogidos por el CESPO en los cuales se critican asuntos similares: “Los jefes del MININT tienen que preocuparse por darle una mayor preparación a los policías, muchos no saben ni dirigirse a las personas” (Guantánamo); “La Policía está corrupta, toman, permiten que se les sobornen y se hacen los de la vista gorda.” (Pinar del Río, La Habana y Ciudad Habana). Las restantes aristas tratadas fueron Prisiones, FAR y MININT, Aduana, Tránsito e Inmigración y Extranjería, todas enfocadas de forma negativa. El único argumento neutro provino del ensalzamiento a la labor educativa de un agente de tránsito, caso considerado una excepción por el remitente. Respecto al último de los atributos, también en los informes del CESPO se recogen inquietudes respecto al trato que se da a la población en algunas de estas instituciones. Según los entrevistados, no existe ninguna orientación expresa de que no puedan tocarse este tipo de temas. “No se ha dicho que no, pero no se publican”. De hecho, en las propuestas de cartas para publicar en la sección que se envían al Director, no encontramos ninguna misiva que aludiera a este asunto. Por otra parte, es válido señalar que Instituciones militares y de protección es un tema que toca directamente los asuntos de Seguridad Nacional, lo cual complejiza grandemente su tratamiento. No obstante, la prensa tiene el deber de alertar y adelantarse a los problemas, más si se trabaja con la convicción de que dentro de la Revolución es posible tratar cualquier tema por muy problemático que este sea. Sería necesario además, detenernos en otros dos objetos que aunque estuvieron presentes en ambas agendas, la diferencia de rangos de ubicación es notable. Nos referimos específicamente a Vivienda y Producciones Industriales; el primero, ocupante del puesto cuatro en la agenda pública, diez posiciones más arribas que en Cartas…; el segundo, no tan importante para el público –lugar dieciocho de un total de veinte- y sí priorizado en la sección, donde ocupó la sexta posición. Página | 111

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A pesar de que el artículo que inauguró la sección el 14 de marzo de 2008 se refería a los vericuetos burocráticos de Vivienda, poco a poco el tema fue reduciendo su presencia a pesar de la avalancha de cartas que se reciben al respecto. La explicación a esta situación, causante de la diferencia posicional entre las agendas, la encontramos en la respuesta reiterativa de directivos del órgano de prensa: “Es un tema muy personal; además los problemas son tan graves que hasta que no se cambie la política del país en torno a la vivienda, no podremos hacer nada, porque sería darle cabida en la sección a un tema que no va a tener ningún tipo de solución.” Así se comportó la correlación entre los objetos, la cual podemos valorar de forma positiva, a pesar de los anteriores señalamientos. En cuanto a la correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos, luego de calcular el coeficiente de correlación por separado de cada objeto y promediarlo, el resultado obtenido fue +0.538, un valor considerado medio. Contribuyeron a este resultado la forma exhaustiva y en concordancia con los intereses del público en que se reflejaron los objetos Salario, Revolución Energética y Socialismo, los cuales obtuvieron correlaciones perfectas. Algo similar ocurrió con un tema tan importante y a veces polémico como Higiene de la ciudad en el cual se tuvieron en cuenta la gran mayoría de las aristas abordadas por los lectores. Es digno de mencionar la fuerza que ha demostrado esta sección y su capacidad de influir sobre la opinión pública a la hora de fijar y darle relevancia a determinados temas. Tal es el caso de los atributos Eliminación de la Libreta de Abastecimientos, Juventud y Vagancia, los cuales a raíz de los debates propiciados por Cartas… se volvieron puntos de discusión y análisis en los públicos. Una de las premisas de la sección es publicar aquellas cartas “que aborden la mayor cantidad de aristas del problema”, sin embargo, respecto a determinados objetos, este precepto no se cumplió. Por ejemplo, en los casos de Trabajo, Correos de Cuba y Educación no fueron abordados con toda la profundidad que reclamaba el tratamiento dado en la agenda pública. Estos tres objetos no fueron representados ni siquiera con la mitad de los argumentos que lo hicieron los lectores. Respecto a Trabajo, puntos como la situación del Empleo y Fuerza Laboral, Ubicación Laboral y Adiestramiento y Funcionamiento del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social no aparecieron en las cartas publicadas. Con Educación y Correos de Cuba ocurrió algo similar, temas medulares como el Estado de los Centros y las Nuevas Medidas en el caso del primero; y la Actuación de Funcionarios y las Indemnizaciones en el segundo, no fueron reflejados por la sección. No obstante, debemos argumentar a favor de Cartas…, que estos objetos tanto en la agenda pública como en la de la sección, no fueron de los más priorizados, lo que limita el espacio dedicado a los mismos y por ende, la exhaustividad en su tratamiento. Página | 112

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Sin embargo, algo diferente ocurrió con Alimentación y Vivienda. El segundo atributo en importancia para la población fue la Disponibilidad de Alimentos al cual apenas se le brindó importancia en la agenda de la sección, con solo dos menciones, ocupando el último lugar de este objeto. Lo mismo ocurrió con el segundo tópico más importante de Vivienda: Fondo Habitacional, el cual estuvo ausente en las cartas seleccionadas para publicar. En esta última temática al parecer afectó la decisión de “no publicar casos demasiado personales”, pero lo cierto es que este “caso personal” se ha convertido en uno de los grandes problemas de buena parte de los cubanos, tal como lo demuestra su prominencia en la agenda pública, por tanto, debería dársele un espacio dentro del medio con el fin de, a través de una situación particular, arribar a una problemática general. No obstante estos problemas, creemos que en general el reflejo de las dimensiones sustantivas es bueno, pues son más las aristas abordadas en relación con las que no aparecen. Además, resulta en verdad difícil agotar todas las variables manejadas por una colectividad heterogénea y extensa, más cuando solo se cuenta con un pequeño espacio semanal de dos páginas, en el que a lo sumo, pueden presentarse diez pequeñas cartas. Si los resultados obtenidos en las correlaciones son alentadores, el mayor mérito radica en el tratamiento Enfocado de acuerdo con las valoraciones del público. La gran mayoría de los atributos fueron catalogados con idénticas categorías de actitud, predominando los matices negativos. Solo uno de los objetos representados en la agenda de Cartas… no corrió igual suerte. Estamos hablando de Salud Pública. La dimensión afectiva general de los atributos fue negativa en la agenda pública, mientras que en la agenda de la sección fue valorada de manera contraria. Las mayores discordancias se centraron en Servicios Médicos, el cual obtuvo categoría neutra en el público, pues a pesar de que se reconocían las bondades y fortalezas de nuestro sistema, se señalaban determinadas deficiencias que atentaban contra uno de los grandes logros de la Revolución. Sin embargo, en la agenda de Cartas… recibió una valoración positiva absoluta. Ante esta disyuntiva, acudimos a las señales que envía la realidad, y los criterios de los expertos parecen darle la razón al público pues, además de las consabidas dificultades materiales y otras de índole subjetivo, sobre todo en los últimos años “se han reducido las oportunidades de acceder con más facilidad y rapidez a los servicios, en especial en la atención primaria.” El segundo problema se encuentra en Personal Médico. Aunque en ambas agendas la dimensión afectiva general es positiva, en el caso de la pública el índice porcentual es de un 45%, producto de 17 valoraciones positivas, 6 neutras y 15 negativas. Como puede verse la diferencia entre las opiniones favorables y desfavorables es pequeña; sin embargo, en la agenda de la sección, se valoró este atributo de forma positiva al 100%. Esto se debió a la publicación de cuatro cartas de agradecimiento, aparecidas los días 16 y 30 de octubre, y 20 y 27 de noviembre; y una última en la cual se denunciaba el mal trato de una trabajadora de Farmacia, pero se elogiaba a un grupo de médicos; esta salió Página | 113

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el 27 de noviembre. Todas estas cartas referidas a Salud Pública aparecieron conjuntamente o después de la publicación de la carta sobre la falta de higiene en el hospital santiaguero Saturnino Lora, sin embargo en entrevistas con los responsables de la sección, negaron que existiera algún vínculo o conexión entre ambos hechos. “Se publican los agradecimientos porque llegan muchos”. Lo cual es cierto, no obstante, también llegan muchas quejas de situaciones que se están tornando generalizadas y que merecen un espacio en la agenda de los medios. Incluso, esta situación es reconocida por miembros del equipo de Cartas a la Dirección; una de los agradecimientos propuesto al Director, y que posteriormente fue publicado, venía acompañado de la siguiente nota harto elocuente: “No soy partidaria de este tipo de cartas cuando abunda ‘lo otro’ que se publica poco…” Salvo esta excepción, el resto de los atributos y por ende, de los objetos, fue tratado con mucho apego a los criterios que predominan entre la población; incluso, temas tan polémicos como Gobierno y Administración, Transporte o Salario, fueron reflejados de manera objetiva. Por tanto, después de este minucioso análisis, si volviéramos sobre la pregunta inicial de ¿Hasta qué punto es fiel la agenda de Cartas… a las propuestas y reclamos de sus lectores?, podemos responder que durante los meses de octubre y noviembre de 2009 lo fue en gran medida. Lo anterior es fruto del trabajo diario y consciente de todas las compañeras que integran el equipo del Departamento de Atención al Lector, cuyo quehacer no queda solamente en las ocho o diez cartas publicadas semanalmente, pues detrás de esto hay una labor constante de procesamiento, tramitación y seguimiento a TODAS las cartas, correos y llamadas telefónicas que llegan a esa oficina. El compartir por más de seis meses el trabajo diario de este departamento nos hizo conocer lo abnegado de esta labor, la cual realizan muchas veces sin contar con los recursos y condiciones necesarias. Igual reconocimiento es extensivo a los periodistas que en algún momento han colaborado en la realización de las propuestas al Director y que de manera honesta han tratado de colocar en la agenda de Cartas… los temas que en su opinión más interesan a los cubanos. Por último, también es artífice de estos resultados la persona que se encuentra al final de la cadena, el Director del periódico Granma, quien tiene en sus manos la enorme y agotadora responsabilidad del diseño definitivo de la sección, tarea que -en nuestra opinión- pudiera realizarse apoyada en otros compañeros con el fin de lograr la confluencia de un mayor número de criterios y sobre todo, de repartir una labor que indudablemente exige muchísimo tiempo y esfuerzo físico, al tener que leer cientos de cartas y correos. Los resultados del trabajo de la sección se expresan en las numerosas cartas que felicitan la labor de este equipo de trabajo que brinda semanalmente un espacio para el debate y el análisis de temas medulares de la sociedad cubana. Entre las opiniones espontáneas recogidas por el CESPO se encuentra también el reconocimiento a la sección. Idéntico resultado pudo apreciarse en los tres encuentros con los lectores Página | 114

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realizados en el 2009 en Ciudad de La Habana, Ciego de Ávila y Las Tunas. Todo esto le valió el premio en la categoría “Vínculo con los Lectores” otorgado por la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) durante la Jornada de la Prensa. Todos estos reconocimientos también se encuentran en correspondencia con los resultados de esta investigación, pues no puede haber mayor satisfacción que saberse en consonancia con la agenda de ese público para el que trabajan, y en este sentido, entre la agenda pública nacional y la representación mediática que hizo de esta la sección de correspondencia Cartas a la Dirección existió una relación Significativa, Balanceada y Enfocada.

3.2.2 Relación entre la RMSC Cartas a la Dirección y la AMN Siguiendo el esquema de pensamiento con que iniciamos el tópico anterior, podríamos inferir que si esta sección forma parte del periódico y algunos de los que intervienen en su diseño de cierta manera son parte del proceso productivo del diario, entonces, por lógica, debe existir una alta consonancia entre la agenda del medio y la de Cartas…, más cuando se conoce que esta última se encuentra muy cercana a los intereses de los lectores. Pero esta lógica demasiado “formal” no tiene en cuenta la existencia de otros factores que median en la producción del discurso periodístico, y lamentablemente la correspondencia entre ambas agendas no es tan alta como pudiera suponerse. Después de realizados los cálculos y análisis correspondientes, arribamos a la conclusión que la relación entre la agenda de la sección y la mediática nacional del periódico Granma es Moderada, Poco Exhaustiva y Desenfocada. A continuación, explicaremos las características y el por qué de dicha relación. En cuanto a la correlación entre objetos, sólo uno de los temas resaltados por los lectores, Socialismo (lugar 11 en la agenda de Cartas…) no apareció en los temas nacionales del periódico durante los meses de octubre y noviembre. Aquí podríamos señalar como una de las causas de esta ausencia, que semanas antes de iniciar la muestra se habían publicado una serie de trabajos del periodista Félix López referidos a este tema. El principal factor que influyó negativamente en el resultado final de la correlación (+0.509) fueron las diferencias en las ubicaciones de los objetos Gobierno y Administración, Salario y Agricultura. En el caso de los dos primeros (lugar 2 y 5, respectivamente en Cartas…) fueron temas de alto interés para los lectores que no recibieron igual tratamiento en la agenda del medio (puesto 10 y 16, por ese orden en la agenda mediática nacional), lo cual revela un desinterés o cierta reticencia a abordar este tipo de temáticas. Mientras que con Agricultura, ocurrió la contrario. Este fue un tema poco tratado por los lectores (lugar 10), sin embargo constituyó una de las Página | 115

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prioridades de Granma (lugar 2), en consonancia con las líneas de trabajo orientadas y debido a la relación que guarda con otro de los temas medulares del país: la Alimentación. Por lo demás, el resto de los objetos se ubicaron de forma similar lo cual contribuyó a la obtención de este valor medio, que aunque no puede decirse que sea halagador, tampoco puede calificarse de malo. Correlaciones Agenda Cartas Dirección Rho de Spearman

Agenda Cartas Dirección

Agenda Mediática

Coeficiente de correlación Sig. (bilateral) N Coeficiente de correlación Sig. (bilateral) N

1,000

Agenda Mediática ,509*

. 18

,031 18

,509*

1,000

,031 18

. 18

*. La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).

Tabla 2. Cálculo de la correlación entre los objetos presentes en las agendas de Cartas a la Dirección y mediática nacional del periódico Granma.

En relación con las dimensiones sustantivas de los atributos, hubo un grupo de tres temas que fueron abordados en toda su dimensión y otorgándoles los mismos niveles de importancia a las aristas tratadas por los lectores. Son los casos de Correos de Cuba, Tiendas en Divisas y Agricultura. A pesar de las complejidades que presentan estos objetos los periodistas supieron profundizar en ellos, utilizando los tópicos aparecidos en las cartas y agregándoles otros. Sin embargo, esta no fue la generalidad. Una buena parte del resto de los temas carecieron de la exhaustividad necesaria. En ese caso, como reconocen algunos periodistas, “los lectores se fueron por delante”. Aquí aparece otra vez Salario, que además de la desproporcional ubicación que ocupó, también fueron omitidos en los trabajos periodísticos los dos subtemas más presentes en las cartas: el Valor del Salario y el Cumplimiento con el pago. Otro tanto ocurre con Educación y Vivienda. Respecto al primero, resulta contrastante que, a pesar de la variedad de aristas que se consideran en la agenda mediática nacional, no incluya las únicas dos temáticas abordadas por los lectores en las cartas publicadas: Cumplimiento con el pago de los profesores y Funcionarios. Como puede verse, este primer atributo se encuentra muy vinculado con otro de los omitidos en el objeto Salario, y es que de todas las denuncias hechas debido a atrasos e irregularidades con el pago, una buena parte correspondió al sector de Educación. Sin embargo, el medio Página | 116

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periodístico no se hizo eco de estas opiniones, que muchas veces hacían alusión a la falta de responsabilidad de los directivos ante estas anomalías. En el caso de Vivienda, lo más significativo fue la ausencia en las páginas de nacionales del periódico, del atributo Funcionamiento de la entidad, arista más tratada en las cartas de la sección. Deficiente resultó también el tratamiento en la agenda mediática de Alimentación, Salud Pública, Higiene ambiental y Transporte. Aunque estos objetos fueron reflejados con la mayoría de los atributos que destacaron los lectores, la ubicación que se les dio fue muy diferente, por ejemplo Actuación de instituciones perteneciente al objeto Higiene Ambiental, ocupó el primer lugar en la agenda de Cartas…, en tanto, fue de las aristas menos trabajada en los artículos que el medio dedicó a este objeto. Otro tanto ocurrió con Alimentación; el subtema más reflejado en la sección resultó Eliminación de la Libreta de Abastecimientos debido a que este fue uno de los debates propiciados por la Dirección del medio; sin embargo no se realizó un solo trabajo periodístico al respecto. Esta situación fue analizada en uno de los Consejos de Dirección, en el cual se mostró preocupación por los efectos que podía tener este debate en la población si no se brindaba una posición oficial al respecto. Pero, debido a la inexistencia de ese “pronunciamiento oficial”, el periódico como institución, prefirió mantenerse al margen del asunto. Debido a estas dificultades el promedio obtenido de la correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos es bajo (+0.284) lo cual puede considerarse como Poco Exhaustiva. Sin embargo, el talón de Aquiles en la relación entre ambas agendas se encuentra en las correspondencias entre las dimensiones afectivas generales de los atributos. Solo hubo coincidencia en el tratamiento de seis temas, y con la excepción de Salud Pública y Problemas Sociales, el resto de estos objetos estuvieron entre los menos destacados en la agenda de referencia [Trabajo (lugar 12); Correos de Cuba (13); Vivienda (14) y Tiendas en Divisas (18)]. Todos fueron valorados con juicios predominantemente negativos, excepto Salud Pública, enfocado de manera positiva en ambas agendas. El reverso de la moneda estuvo precisamente en aquellos temas que más aparecieron en la sección. Por ejemplo, los objetos Gobierno y Administración; Alimentación; Salud Pública; Salario; Higiene Ambiental; Agricultura y Educación recibieron valoraciones generales negativas en Cartas…, mientras que en los trabajos periodísticos fueron calificados positivamente. Llama la atención el caso de Higiene Ambiental, en el que atributos como Reparaciones; Vertederos y Basura; y Actuación de instituciones -todos criticados fuertemente por los lectores y valorados 100% negativos- aparecieron reflejados con aspectos positivos en la agenda del medio. Otro punto aparte merece Salud Pública, en el que a pesar de que la dimensión afectiva general es coincidente, cuando analizamos los atributos por separado, surgen algunas Página | 117

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incongruencias. La mayor dificultad radica en los subtemas Farmacia y Tratamientos y Estado de los hospitales. En el primero de los atributos la oposición es total: negativo al 100% en las cartas publicadas –hacen referencia fundamentalmente a malos tratos y carencias- y 100% positivo en la agenda mediática –énfasis en los descubrimientos científicos aplicados a diversos tratamientos y en la calidad de los mismos. El caso de Estado de los hospitales amerita una atención especial, pues las referencias al tema en los trabajos periodísticos no se corresponden con las de Cartas… A pesar de los señalamientos negativos realizados –de forma puntual y precisa- en la sección, en la agenda mediática predominan las valoraciones positivas (50%); solo hubo un señalamiento negativo, y muy leve, en un trabajo del corresponsal de Matanzas, Ventura de Jesús, sobre el pleno del Partido en esta ciudad, donde se reconocía la “falta de higiene en algunos centros hospitalarios y de asistencia primaria”. Pero aún así, la inconsistencia entre las valoraciones fue significativa, sobre todo si tenemos en cuenta la agudeza con que se trató en la sección. Resulta interesante que después de publicada la carta sobre la insalubridad en el hospital de Santiago de Cuba, los periodistas se interesaron por la respuesta que supuestamente debió dar el Ministerio de Salud Pública, la cual “apareció” cuatro meses después y se decidió no publicarla por ser “demasiado justificativa”. La reflexión enviada por un preocupado lector toca de manera precisa algunos puntos medulares del problema: “[En la edición del viernes] un lector hace la denuncia de la situación sanitaria que presenta el hospital provincial en Santiago de Cuba y cuál fue mi sorpresa que transcurrida una semana en nuestros medios de comunicación no hay ninguna noticia o reportaje verificando o desmintiendo la denuncia, el ministerio aludido tampoco ha respondido y me pregunto ¿estos son los medios de prensa que realmente necesitamos? Medios de prensa que no investigan la situación real, que han dejado pasar una semana para cubrir una información que si es real, es la vergüenza de un sistema de salud, de un sistema que apuesta por la salud de un pueblo y que además apoya a otros países en sus planes de salud.” Opiniones como esta, también fueron esgrimidas por los periodistas en la reunión de la redacción nacional celebrada el lunes 2 de noviembre, sin embargo, seis meses después, aún no ha llegado el anhelado reportaje a la mesa del Director, algo que según directivos y periodistas, responde a “una deficiencia interna”. Por demás, no ha vuelto a publicarse en la sección otra carta sobre este tópico. Cabe preguntarse entonces -en respuesta a uno de los objetivos específicos de esta investigación-: ¿Cómo se utilizan las misivas recibidas en la sección Cartas a la Dirección, en el proceso de producción sobre temas nacionales del periódico? En la modalidad que caracteriza la relación entre ambas agendas (Moderada, Poco Exhaustiva y Desenfocada) está la respuesta: Todavía queda mucho camino por avanzar. Si bien la agenda de la sección ha logrado un reflejo bastante acertado de la Página | 118

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agenda pública, esta fortaleza no ha sido aprovechada al máximo por los responsables del diseño y construcción de la agenda mediática nacional. Es un criterio generalizado entre periodistas y directivos que no se explotan todas las posibilidades que brinda la sección. Aunque algunos hablan de que “a veces falla la comunicación directamente con el periodista” o de que “generalmente hay comunicación solo cuando se están realizando determinados trabajos”, lo cierto es que el aprovechamiento o no de la sección queda en el plano de la responsabilidad personal, pues en cada reunión semanal de la redacción nacional, se establece un diálogo con la Responsable del Departamento de Atención al Lector, en el cual se informan de los temas que más llegan, ciertas situaciones particulares y se actualiza a los periodistas con las cartas sobre el sector que atiende. Algunos reporteros han desarrollado un vínculo directo con el Departamento y se les envían personalmente todas las cartas que se reciben sobre los temas que trata, sin embargo “algunos de los profesionales no le dan a esta vía todo el valor que de verdad tiene”, situación que con el tiempo, y los resultados obtenidos por aquellos que sí utilizan las cartas, debe ir cambiando. Por ejemplo, dos de los temas que lograron una consonancia entre las dimensiones afectivas en ambas agendas fueron Tiendas en Divisas y Correos de Cuba. Estos objetos, poco tratados, aparecieron en la agenda mediática gracias a tres trabajos realizados por las periodistas Silvia Martínez, Katia Siberia y Lianet Arias en los cuales hacían uso –incluso de forma explícita- de cartas enviadas por lectores en las cuales se denunciaban irregularidades en los servicios prestados por estas entidades. Según estas redactoras, la información obtenida de antemano gracias a la correspondencia, les permitió formarse una visión general del asunto, alejada de las declaraciones de las fuentes, las cuales muchas veces vienen cargadas de una lógica intencionalidad; aunque no puede dejar de reconocerse que en algunas ocasiones determinados lectores exageran situaciones personales y emiten juicios que no son del todo acertados, aspectos que no debe obviar el periodista. Sin embargo, amén de estas dificultades, no cabe duda de lo importante de la utilización de este termómetro de la opinión pública que constituye Cartas a la Dirección. La visión de que el periódico Granma cambió con la salida los viernes de la sección, es una certeza poco cuestionada, las dudas radican en cuánto ha podido influir en el tratamiento de los temas que forman parte de la agenda mediática nacional. Las etiquetas de Poco Exhaustiva y Desenfocada reafirman que aún no todo lo que debería; opinión compartida por muchos de los que integran esa propia organización periodística. Sin embargo, las causas de estas disfunciones no deben buscarse solamente en el plano individual de cada periodista, pues existen un grupo de factores de otras índoles que dificultan tanto, o más, el paso de objetos y atributos desde la agenda de la sección a la del medio. “En muchas reuniones los periodistas hemos dicho que nos vamos a dedicar a escribir cartas, porque muchas veces son más osadas en el tratamiento de los temas que nosotros mismos. ¿Por qué sucede? Creo que parte de muchas cosas, de los periodistas que a Página | 119

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veces no lo hacemos o nos censuramos, de la dirección que a veces cree que a determinados temas se le da el enfoque equivocado; sin embargo, las cartas tienen a veces ese llamado enfoque equivocado y nadie se las reprocha; pero no es el mismo nivel de responsabilidad el que tiene un lector al que tenemos nosotros. No obstante, la respuesta exacta a esa interrogante no la tenemos.” Algunas de las causas que podrían dar respuesta a esta pregunta, ya han asomado en los resultados de esta investigación, a otras nos referiremos con más exactitud en los próximos epígrafes, pues algunas son problemáticas o situaciones que trascienden el marco interno del periódico Granma.

3.2.3 Relación entre la APN y la AMN. Cierto día se encontraron en el cielo todos los grandes conquistadores de la humanidad, cada uno de ellos haciendo alarde de sus logros y reprochándose las limitaciones que inhibieron mayores victorias. Iván el Terrible, el primer zar ruso coronado oficialmente, añoraba haber tenido en su poder las armas nucleares; con ellas hubiera definido a su favor la costosa guerra que durante 25 años libró contra Livonia. Julio César, por su parte, lamentaba no haber contado con un servicio secreto eficiente como el Mossad israelí, lo cual hubiera impedido su asesinato a manos de Bruto y sus secuaces. Así fueron desfilando cada uno de los estrategas hasta que llegó el turno a Napoleón Bonaparte. El Gran Corso, con mucha seriedad se limitó a decir: Yo hubiera querido tener el periódico Granma. Ante tal enunciado, la asamblea quedó atónita en espera de una explicación a tan extraño deseo. Luego de un silencio que pareció durar siglos, el Emperador francés reveló: Si yo hubiera tenido el periódico Granma, nadie se hubiera enterado de mi derrota en Waterloo. Este famoso chiste -que se incluye dentro de toda una “saga” dirigida hacia los medios de prensa- da una idea de las deficiencias que ha sufrido el diario Granma a lo largo de su historia con el manejo de la información. Estos problemas son reconocidos no solo popularmente, sino por los propios periodistas, directivos e incluso, por la principal dirección del país. En los últimos años se ha notado una cierta mejoría en determinados aspectos, pero aún no es suficiente. Según su director, Lázaro Barredo, sólo han avanzado un 10%, lo cual, por un lado, es una esperanza, pero tras ella se cierne abrumador el 90% que aún queda. La batalla de la prensa cubana es una pelea dura, y la de Granma, más difícil aún. Su condición de Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba, lo pone en el ojo del huracán cuando de ataques se trata. Cualquier comentario, acotación, señalamiento, puede ser utilizado por “el enemigo” y ya sabemos lo que esto implica, pues según Martí, en esas condiciones, el papel de la prensa es diferente. No obstante, “el enemigo, según la definición, es la persona que tiene mala voluntad a otra y le desea o hace mal; Página | 120

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por tanto todo lo que digamos intentará utilizarlo en nuestra contra”, entonces, si nos proponemos un periodismo crítico, revolucionario, acorde con la realidad, habría que valorar entre “darle armas al enemigo” o darle información y explicaciones a la población. Volviendo al tema de los porcientos, dentro de la décima parte avanzada, podría ubicarse el hecho de que solo uno de los temas priorizado por el público no aparece entre los objetos tratados por el periódico Granma durante los meses de octubre y noviembre. Nos referimos a Socialismo, al cual hicimos alusión en el acápite anterior. Pero, además de la aparición del tema en las semanas anteriores, el silencio de los periodistas y editorialistas en torno a la polémica desatada por Cartas… respecto a las formas de propiedad y otros elementos importantes, podría deberse a causas semejantes a las que inhibieron el tratamiento de la Eliminación de la Libreta de Abastecimientos como parte de la agenda mediática. Algunos argumentan que los reporteros no cuentan con la preparación suficiente para abordar estas temáticas tan complejas, pero también predominan los razonamientos de que “si no se tiene una solución para proponer, para qué nos vamos a meter nosotros a dar opiniones cuando el país está discutiendo esos temas en estos momentos.” Más allá de estas concepciones, el principal problema en cuanto a objetos es un poco menos evidente, pero igual de peligroso, y es que tres de los cinco primeros temas ubicados en la agenda pública, se encuentran relegados a la mitad inferior del organigrama de la agenda mediática. Son los temas Gobierno y Administración (lugar 1 en la pública y 10 en la mediática); Vivienda (4o en la pública y 11o en la mediática) y Salario (5o en la pública y 16o en la mediática). Tan solo Alimentación y Salud Pública se encuentran entre las prioridades compartidas por ambas agendas. El resto de los temas priorizados por Granma, se relacionan directamente a orientaciones de la dirección del Partido que responden a necesidades estratégicas, lo cual es válido; sin embargo, no debían descuidarse estos otros temas vitales para la población, máxime cuando el Partido constituye la vanguardia del pueblo cubano y por tanto representa sus intereses. En este sentido, cabe señalar que “a pesar de que el Partido cuenta con centros como el CESPO que le permiten conocer los estados de la opinión pública y los medios tienen sus propias fuentes de retroalimentación, aún falta organizar de forma más académica y dirigida el trabajo con los estados de opinión para que fluya mejor la relación prensa-poder-opinión pública.” Por ejemplo, el caso de Vivienda, es un tema al que no se le da prioridad debido a que “es muy engorroso, que parte de recursos, y en cual no hay muchas soluciones”. De los nueve trabajos que tocaron la temática, en solo dos de ellos constituía el tema central, en los restantes solo se hacía alusión de manera tangencial y superficial. No obstante, Página | 121

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Vivienda no ha desaparecido de la agenda pública, por el contrario. Y es que estos temas de tipo experiencial no necesitan de los medios para ocupar un lugar en la atención del público, porque de hecho, ellos constituyen “las preocupaciones” objetivas de las personas, que le tocan a diario; y el silencio, la omisión y el enmascaramiento de los mismos por parte de la prensa, no hace más que exacerbarlos y sumarles jerarquía. Diferente fue el caso de Higiene ambiental, asunto que el Partido, de conjunto con los periodistas, supo valorar por su importancia y darle un lugar en la agenda del medio similar al que ocupó en la agenda pública; aunque esto no significa que la temática haya sido abordada correctamente de acuerdo a sus atributos. Y es que aquí la situación se torna más preocupante. Si la correlación entre los objetos de ambas agendas arroja niveles bajos (+0.305) –debido fundamentalmente a la deficiente ubicación de los mismos en la agenda mediática- la correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos también reporte valores bajos (+0.350), influido muchas veces por la ausencia de determinadas aristas, lo cual complica aún más el panorama. Correlaciones Agenda Pública Rho de Spearman

Agenda Pública

Agenda Mediática

Coeficiente de correlación Sig. (bilateral) N Coeficiente de correlación Sig. (bilateral) N

Agenda Mediática

1,000

,305

. 20

,191 20

,305

1,000

,191 20

. 20

Tabla 3. Cálculo de la correlación entre los objetos presentes en la agenda pública nacional y mediática nacional del periódico Granma.

Resulta curioso que otra vez aparecen Gobierno y Administración, Vivienda y Salario, entre los objetos que no fueron representados por el medio con la variada gama de tópicos resaltados por el público, lo cual no parece ser una casualidad. Si al hecho de que estos temas sean relegados se suma que no son tratados con la profundidad que requieren; entonces todo parece indicar que algo anda mal. El caso de Gobierno y Administración es digno de análisis, mientras en la agenda pública aparece mencionado en una carta de cada cinco, vinculado generalmente al resto de los problemas; en el periódico es tocado en escasas ocasiones. Y en buena parte, esto se debe a que no existe un periodista que atienda directamente las cuestiones de Gobierno. Los periodistas atienden sectores, vinculados por lo regular a Ministerios, Página | 122

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mientras que la cobertura al trabajo de la Asamblea Nacional del Poder Popular se limita a dos veces al año cuando esta se reúne. El trabajo de las Comisiones, que es permanente, no se refleja con regularidad en la prensa. “Yo quisiera que en vez de hacer el resumen de la sesión abierta se cogieran a las comisiones y se hicieran los resúmenes de lo que se dice allí, para que la gente que votó en las elecciones generales por un diputado, lo vea pararse allí y batirse por los problemas que tiene la población, batirse de verdad y fajarse de verdad; ¿y qué publicamos nosotros de las Comisiones? No hay mejor caricatura de la Asamblea Nacional que esas tres páginas de Granma y los 15 minutos de la televisión y lo que da la radio. Los diputados se sienten mal porque lo gordo que ellos discuten, las preocupaciones que ellos transmiten no lo ve nadie. El resumen es el discurso del Ministro de Economía, o la de Finanzas… eso es lo público de la Asamblea. Yo quisiera que alguna vez se hablara un cachito, de verdad, de lo que discuten los diputados.” El hecho de que el atributo Políticas Económicas se encuentre ausente, da una idea de la falta de perspectiva y análisis que padece el medio de prensa, pues aunque son temas que se encuentran limitados en determinados casos por la incidencia de las leyes extraterritoriales norteamericanas, en muchas ocasiones este vacío responde –entre otras causas- al déficit de información al respecto. En toda la muestra analizada -294 trabajos periodísticos- no está presente ni un solo miembro del Consejo de Ministros dando explicaciones de la gestión y proyecciones de su ministerio. La mayoría de las veces aparecen como participantes en actos o revisando la marcha de proyectos. Sin embargo, los trabajos realizados sobre el impacto del bloqueo sobre la economía cubana, contaron con sendas declaraciones de los viceministros de las entidades en cuestión. La arista Prohibiciones tampoco fue reflejada. Lo mismo sucedió con Conocimiento de las leyes, a pesar del llamado constante de Raúl Castro a reforzar la institucionalidad. Aunque la Dirección del periódico constantemente recalca que no existen temas prohibidos a priori, los resultados de esta investigación apuntan a una serie de aristas que no fueron reflejadas de ninguna manera en las páginas de Granma. Ante este hecho innegable, la respuesta es que los periodistas no se deciden o no quieren abordar dichas temáticas, sin embargo, algunos reporteros afirman que existe un grupo de temas acerca de los cuales es imposible hablar, a veces por la falta de información, y otras, porque “no es conveniente”. El tema Salario se encuentra entre estos. A la baja relevancia otorgada por el diario se suma la ausencia de sus dos atributos principales Valor del salario y Cumplimiento con el pago. De hecho, este primer atributo, referido a las desproporciones existentes entre el salario de los trabajadores y los precios, no constituyó un motivo de atención para Granma, a pesar de ser una de las principales preocupaciones de la mayoría de las personas. Incluso, cuando se sabe que el país está rediseñando la política monetaria y estudiando nuevos sistemas, no existe la información al respecto que permita dar cuenta Página | 123

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a la población de que algo se está haciendo por intentar resolver esta engorrosa situación. A esta lista se suman las ausencias de ciertas aristas en el tratamiento de los temas Educación, Trabajo y Instituciones militares y de protección, las cuales fueron abordadas en el subepígrafe anterior. Una vez más, el tópico Estado de los Hospitales sale a relucir como una deficiencia en el tratamiento del tema Salud Pública por parte de la agenda mediática. Como quedó explicado en el epígrafe anterior, el periódico trató de manera muy insustancial esta arista (6o lugar), en tanto las cartas arremetían con fuerza contra la poca higiene y el deficiente estado constructivo de los centros hospitalarios. Pero vale aclarar que, incluso antes de que saliera publicada la misiva sobre la pésima situación sanitaria en el hospital Saturnino Lora, una periodista de Granma había sugerido la realización de un trabajo que abordara precisamente esta temática. Y si bien la idea fue aceptada por la dirección de la redacción nacional, incluso por estar estrechamente relacionado con la prioridad dada por esa fecha a la situación epidemiológica del país, nunca llegó a concretarse, “porque aunque el tema pareció oportuno y no fue prohibido, personas que han atendido el sector por muchos años me han dicho: ese tema no va a pasar, no vas a lograr entrar a los hospitales, y mucho menos si ese es el interés que tienes con el trabajo. Por eso no me lancé a hacerlo.” No obstante, el análisis más detallado de las dimensiones sustantivas descubre otros matices. Una buena parte de los atributos referidos a aristas polémicas de los objetos Educación, Salud Pública, Gobierno y Administración y Vivienda, aparecen en la agenda mediática debido a informaciones que dan cuenta de los Plenos Provinciales del Partido o en las que participan altos dirigentes del país. “Esa es una de las deficiencias, porque allí quedan plasmados esos problemas fríamente, en notas de treinta o cuarenta líneas, sin que después se les de seguimiento.” Lo anterior genera una contradicción o cuando menos una insuficiencia: Si el Partido conoce estos problemas, los analiza en sus reuniones y es él quien orienta la política informativa de los medios, la cual dicta que “los temas más complejos pueden ser tratados, a partir de un alto sentido de responsabilidad política y profesionalidad periodística” (Buró Político, 2007, p.4) ¿cómo es posible entonces que dichas problemáticas no encuentren un reflejo cabal en las páginas de su órgano oficial? Contradictorio también, resulta que la manera en que son tratados los temas por cada una de las agendas no es coincidente. Mientras el público –por las características que ya han sido explicadas- valora negativamente casi todos los objetos que forman parte de su agenda, el periódico –influido por esa “necesidad” de no dar una imagen de caosprioriza los argumentos positivos, en función de la estrategia de no solo señalar los problemas, sino ilustrar las acciones que se realizan para resolverlos. Página | 124

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Pero esa política se torna insuficiente para los lectores, sobre todo porque el medio tiende a realizar trabajos -a los cuales luego no da seguimiento- en los que por encima de las deficiencias predominan las “acciones acometidas” y “problemas en vías de solución”. De esta forma en el papel queda la imagen de organización, confianza y eficiencia, mientras afuera, “la vida sigue igual” en muchas ocasiones. Y por desgracia, el medio “choca con el problema” esporádicamente, pero la gente, “choca” todos los días. Así, de los 294 trabajos periodísticos sobre temas nacionales que integran la muestra, solo 79 presentan al menos un matiz crítico o argumento negativo, es decir un 27% del total. El resto fueron informaciones, investigaciones u opiniones en las cuales se abordaba el acontecer doméstico sin hacer referencia a un aspecto deficiente de nuestra realidad. Tan solo puede decirse que hubo coincidencia en los objetos, Problemas Sociales, Trabajo, Vivienda, Correos de Cuba y Tiendas en Divisas, los cuales fueron valorados de forma negativa en ambas agendas. Debe apuntarse que en el caso de Vivienda, como ya se ha explicado con anterioridad, fue tratado generalmente de forma tangencial, y de los dos trabajos en que constituía el tema central, uno de ellos se concentraba en valorar positivamente el atributo Fondo habitacional, refiriéndose al programa de rehabilitación de viviendas afectadas por el ciclón Dennis en zonas costeras de Granma. Entre los casos paradigmáticos de tratamiento discordante, debemos mencionar al objeto Alimentación y en especial al atributo Disponibilidad de alimentos. Aunque muchos de los reporteros y trabajadores del medio reconocen que la situación con la alimentación es difícil, el 77% de los trabajos periodísticos que abordaron el tema dieron una imagen positiva del mismo, al referirse a situaciones concretas, a avances específicos sin hacer alusión al panorama general. Como se dice popularmente: hablaron de la trompa, pero no del elefante. Este caso ilustra a la perfección una de las tendencias negativas más criticadas a nuestro periodismo durante el proceso de rectificación de errores de los años ochenta, y es que “aun sin faltar a la verdad, la prensa podía crear un país formal, en el que todo marchaba bien, todo era positivo y unánime; mientras el país verdadero se debatía en una seria crisis socioeconómica y moral.” (García Luis, 1988, p.2) Y la opinión pública no perdona ni demora en pasar cuenta. Varios de los trabajos que se alejaban demasiado de los criterios del público o daban informaciones que en la práctica no se veían, fueron replicados rápida y enérgicamente. Aquí están los casos del reconocimiento hecho por la Ministra Yadira García, a la industria salinera por el temprano cumplimiento del plan anual de extracción de sal (Ariel Soler Costafreda, 7 de octubre) objetado por una lectora cienfueguera ante la escasez de ese producto en su provincia la cual se encuentra entre las favorecidas por la producción de la salina Página | 125

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reconocida. También podemos mencionar la crítica realizada a los productores de ajo villaclareños por sobrecumplir el plan de entrega (Freddy Pérez, 2 de octubre), la cual fue rebatida en un importante grupo de cartas por el enfoque que dio al mismo. Igual suerte corrió el comentario Él es paternalista, tú eres paternalista, yo soy paternalista… (Lázaro Barredo, 9 de octubre), cuyos puntos de vista no fueron bien recibidos por la mayoría de los lectores. Incluso, un reportaje que abordó de forma crítica el problema del transporte particular en la provincia La Habana (Lourdes Pérez, 30 de octubre) fue replicado en varias cartas por los propios pasajeros por haber dado una imagen de futuras soluciones –que al parecer nunca se concretaron- y no darle seguimiento al tema. Es decir, que en este trabajo de informar e interpretar debe tenerse mucho cuidado. De manera general puede decirse que se ve un esfuerzo o interés por acercarse críticamente a determinados aspectos negativos, pero a la postre, la propia concepción del diseño de los productos noticiosos y la agenda del periódico, hace que sobresalgan demasiado las valoraciones positivas. Es cierto que existe una obra que defender y avances innegables, pero su defensa no puede radicar en regodearnos o atrincherarnos en ellos mientras la realidad emite señales de alerta. Sería demasiado larga esta exposición si nos detuviéramos en cada uno de los objetos y atributos valorados de manera opuesta por el público y Granma, y es (re)conocido por casi todos los encuestados que ambas agendas andan todavía por caminos diferentes. El periódico tiene que parecerse más a las conversaciones entre cubanos, y menos a los informes de los funcionarios. De hecho, allí está buena parte del 90% que falta por avanzar. En esta correspondencia Desenfocada entre las dimensiones afectivas de los atributos se encuentra uno de los mayores retos del periódico y a la vez uno de los mayores peligros. Todo medio de comunicación, si pretende tener éxito, debe trabajar sobre la base de las necesidades y las preferencias de su público, pues no es secreto que el divorcio entre intereses es la primera causa de pérdida de credibilidad y, de allí, el camino al fracaso es bien corto. Por eso la relación No Significativa, Poco Exhaustiva y Desenfocada entre la agenda pública nacional y mediática nacional del periódico Granma, debe constituir un motivo de preocupación no solo para los responsables de su diseño, sino para todos los que vemos en la prensa una de las principales armas de legitimación del Partido y por ende de la Revolución. Se sabe que es una tarea difícil y bien peligrosa la de representar de forma fiel un país que se encuentra inmerso en una profunda crisis económica -con todos los efectos colaterales que esta provoca en las demás esferas- y que se halla en el punto de mira de poderosos grupos políticos a los cuales no conviene la existencia de una sociedad Página | 126

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diferente. No obstante, en disímiles momentos de nuestra historia se ha demostrado que todo tema puede ser tratado siempre que exista un diálogo constructivo con el público y sobre todo, cuando la razón nos asiste. Allí están los temas de la prostitución, las drogas y todos los problemas analizados durante el proceso de rectificación de errores y tendencias negativas. Nuestra guía deben ser las palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro cuando expresó en el V Congreso de la UPEC: “Prefiero los inconvenientes de las equivocaciones a los inconvenientes del silencio. Es mejor que lavemos los trapos sucios antes de que los trapos sucios nos sepulten por estarlos guardando”. (Citado por García Luis, 2004, p.121) Por demás, sería conveniente investigar con métodos científicos si el silencio constituye una estrategia correcta. El entramado mediático que hoy existe, unido a la creciente popularización de las tecnologías de la información –internet, redes sociales, celulares, etc.- hacen prácticamente imposible aprisionar la información. Cada deficiencia o vacío de nuestra política informativa es aprovechada por los verdaderos enemigos de la Revolución para reproducirla hasta la saciedad con todas las malas intenciones; mensaje que a la larga llega por disímiles vías a los cubanos y en algunos logra su efecto. Y al final pierde nuestro sistema mediático y la Revolución, porque cada vez que los medios extranjeros nos llevan la delantera en noticias nacionales, es un golpe a nuestra credibilidad; y perdemos porque en definitiva, desaprovechamos la oportunidad de contar la historia desde nuestra óptica, y demostrarles a los cubanos que se tiene confianza en ellos, puesto que han sabido ganársela durante más de cincuenta años.

3.3 Las causas de las cosas

“Compañeros de Historia, tomando en cuenta lo implacable/ que debe ser la verdad quisiera preguntar, me urge tanto,/ qué debemos decir, qué fronteras debo respetar,/ si alguien roba comida y después de la vida qué hacer./ Hasta dónde debemos respetar las verdades…/ Hasta dónde sabemos.” Silvio Rodríguez Unas décadas antes de que Jesús de Nazaret hiciera su entrada en el reino de este mundo, partiendo en dos la historia de la humanidad, el poeta romano Virgilio escribió en sus Geórgicas “Feliz el hombre que pueda ver las causas de las cosas”. Esta obsesión, que desde antes atormentó a los filósofos griegos en su búsqueda de La Verdad y posiblemente al resto de las civilizaciones, es un grillete que arrastramos hasta nuestros días en el eterno empeño de demostrar que el mundo es cognoscible. Solo que Página | 127

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muchas veces las “cosas” son tan complejas que resulta muy difícil poder ver y sobre todo entender sus verdaderas causas. En el caso que nos ocupa, sería de locos, petulantes o cuando menos ingenuos, pensar que se ha llegado a toda la verdad, pues el tema de la prensa en Cuba es un asunto más que tratado y en el que sus mismos actores no logran ponerse de acuerdo, porque cada cual observa y juzga desde su ángulo. Por otro lado, consideramos poco probable que alguien pueda dar un criterio definitivo “desde afuera” pues se necesita estar inmerso en el problema para conocerlo, aunque muchas veces esa participación y comprometimiento impide ver determinadas aristas. En fin, que es difícil ser juez y a la vez juzgado, por lo que se necesita una visión dialéctica que permita evaluar diferentes criterios y adoptar variados puntos de vista. En primer lugar es necesario dejar claro que la situación que existe entre las relaciones de las agendas no es un fenómeno nuevo, la evidencia empírica indica que tiene hondas raíces y que está mediado por contextos específicos. O sea, que siguiendo el esquema de influencias sobre el contenido de los medios de Shoemaker y Reese (1994) podemos afirmar que cada uno de estos niveles ha tenido mayor o menor incidencia en determinadas épocas, pero que sus efectos se arrastran hasta el presente. Recordemos que estos niveles desarrollan pautas o esquemas mentales, los cuales una vez posicionados no se cambian de la noche a la mañana. De esta forma, cada nivel superior va condicionando, marcando y determinando al que le sucede. Puede ser que en situaciones específicas determinado nivel rompa el esquema jerárquico y condicione los contenidos por encima de lo normal, no obstante, cuando se analiza el proceso de forma general y no puntual, el equilibrio retorna, estableciéndose la estructura tradicional que va en orden descendente desde el nivel ideológico al individual. Sobre esta idea volveremos más adelante. Guiándonos por el orden propuesto por estos autores, comenzaremos analizando cuánto pueden influir los periodistas que abordan los temas nacionales y las personas que seleccionan las cartas que se publican, en dichos espacios. Como es de suponer, existen una serie de valores, creencias, criterios personales que no pueden ser anulados por los estándares del medio periodístico y que de cierta manera están influyendo constantemente. La subjetividad individual es demasiado rica como para que pueda ser normada o encasillada con facilidad. Estas formas de pensar, vinculadas a factores demográficos, religiosos y de militancia, inciden en la representación de esa parte de la realidad que queda a disposición del periodista. En nuestro caso, tenemos un elemento compartido por todos los que intervienen en la construcción de ambas agendas que es de suma importancia: la militancia política. Tanto los periodistas como los directivos son miembros del Partido Comunista de Cuba o de la Unión de Jóvenes Comunistas -organizaciones a las cuales Página | 128

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se ingresa de forma voluntaria- lo cual asegura, al menos teóricamente, una identificación con el proceso revolucionario y su ideología. Esto pudo ser comprobado de forma práctica a través de las entrevistas realizadas, pues aunque el poder de simulación de un ser humano puede alcanzar límites insospechados, los entrevistados manifestaron de forma espontánea una actitud favorable y comprometida para con la Revolución y la labor que realizan. Este es un detalle importante y que no puede perderse de vista: no existe una “quinta columna” entre los periodistas que pretenda aprovecharse de determinados escenarios de flexibilización informativa para echar por tierra la obra social del país. En consonancia con lo anterior, podemos decir que los trabajadores de los medios no poseen una diferenciación salarial que los haga constituirse como sector independiente con ideología propia y diferente a la del resto de la población. El periodista cubano es un ciudadano más que percibe, palpa vive, sufre y disfruta la realidad cotidiana de manera semejante a como lo haría un campesino, un médico o un electricista. O sea, que estos problemas resaltados por la agenda del público, también forman parte de su experiencia. Un factor que actualmente influye en las maneras de hacer en Granma es la edad. En estos momentos existe un desbalance generacional en la redacción de temas nacionales del periódico, marcado por la presencia de un grupo minoritario de periodistas con más de sesenta años y vinculados al periodismo por más de cuatro décadas; y por una gran mayoría de reporteros jóvenes con pocos años de experiencia, algunos de ellos en proceso de adiestramiento. Esto trae variadas consecuencias: ese primer grupo tiene la ventaja de contar con la experiencia que dan las canas -algo muy importante en cualquier profesión-, sin embargo los desfavorece haber sufrido las prácticas y tendencias negativas que han lastrado el ejercicio del periodismo en determinados períodos, justificadas en parte, por los constantes avatares vividos por nuestro país. Por otra parte, el conocimiento de la etapa anterior a la Revolución y su participación directa en la construcción de los logros que hoy se exhiben, lleva a algunos a sentir una cierta pertenencia que les impide abordar los problemas de manera crítica. Para ellos, el síndrome de la plaza sitiada no constituye una frase vacía, sino una realidad vivida. Incluso, algunos afirman que no critican determinados sectores porque “sería como lanzarle una piedra a la Revolución”, actitudes que no pueden ser vistas como formas de acomodamiento u oportunismo, sino como modos de pensar honestos amoldados por la época que les tocó vivir. Por su parte, los jóvenes cuentan con el ímpetu típico de esta etapa de la vida, lo que unido a la teoría recibida en la academia, los lleva a tratar de abordar directamente aquellas aristas más problemáticas de la realidad. Sin embargo, les falta conocimiento y práctica, lo cual influye en que a menudo cometan determinados “errores” que pueden influir en su posterior trayectoria. Por otro lado, esa propia visión que se trae de la universidad sobre el papel de los medios de comunicación, provoca que el contraste con Página | 129

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la dura y diferente realidad cause sentimientos de desmotivación, frustración y a la larga, cansancio que deriva en el acomodamiento a las prácticas establecidas. No obstante, estas anteriores características, típicas de cada edad, se pueden apreciar en cualquier organización y de ser combinadas y aprovechadas, dan como resultado una simbiosis que tributa de forma favorable al periódico. Y allí es donde puede encontrarse la principal dificultad: en la ausencia de una generación intermedia que logre funcionar como un nexo entre juventud y experiencia. Ese grupo de periodistas que se encuentran en plenitud de forma, que debido a los años de trabajo han adquirido cierta madurez, que poseen conocimiento de los temas que atienden y de las dinámicas del medio; no está presente de manera representativa en Granma. Existe una ruptura generacional marcada por la salida hacia otras publicaciones de un grupo importante de profesionales con una obra sólida dentro del periodismo. En nuestra opinión, ese es uno de los factores que más contribuye a que no se haya consolidado la redacción nacional del periódico, al que podemos sumar la inestabilidad de la plantilla en los últimos años. Constantemente se señala como uno de los factores que atentan contra el buen desempeño del periodismo, la desprofesionalización que sufrió el sector a partir del período especial. Sin embargo, este no es un problema presente en Granma, pues la gran mayoría de los reporteros que atienden temas nacionales son graduados de la carrera de Periodismo, excepto unos pocos formados en cursos de reorientación. Tanto los periodistas como aquellos encargados del diseño de la sección conciben el periodismo de acuerdo a los criterios que han regido lo mejor de la tradición ética nacional: reflejar la realidad de la forma más objetiva posible, adelantarse a los sucesos, tener un compromiso con el pueblo y cumplir con su función de alerta social. Sin embargo, los resultados de esta investigación indican que se han presentado problemas con tres de estos preceptos, lo cual hace cuestionar la cuantía de la cuota de influencia que pueda tener el nivel individual en los contenidos que publica el medio. No obstante, este es uno de los niveles más discutidos y desbalanceados en cuanto opiniones. Por un lado, los directivos plantean que debe librarse “una batalla contra el facilismo, porque hay compañeros que pretenden vivir de la cobertura y hacer del periódico una gacetilla, por eso lo primero que debemos hacer es lograr información, pero para eso los periodistas tienen que meterse en los organismos; emplear todas las fuentes de información que tienen a su disposición; mientras eso no pase seguirá habiendo improvisación y mucha rutina. El hacer un periodismo de nuevo tipo no viene por decreto, eso viene por la persona.” En estas conductas facilistas reconocen una de las causas fundamentales –también los efectos de otras épocas- de la llamada autocensura a la que se someten los periodistas y les cohíbe a adentrarse en temas complejos. Mientras, al otro lado de la cuerda, las tonalidades son vistas de otro modo. Aunque se reconoce la existencia de facilismos y acomodamiento en muchos casos, se alude con Página | 130

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fuerza a las restricciones que existen sobre la información y las posiciones asumidas en determinados momentos y ante determinados temas, tanto por las altas esferas de la dirección del país como por la propia dirección del órgano de prensa. Y pudiera ser que en ciertos momentos la responsabilidad de que no aparezcan algunos temas y matices recaiga con más fuerza sobre los periodistas, pero como decíamos al principio, estos son procesos acumulativos y cuando esta conducta individual se convierte en una práctica generalizada, entonces las respuestas hay que buscarlas en otros niveles, porque una persona puede estar errada, pero todas no. Debido a esto, decidimos no analizar el tema de la autocensura en el ámbito de la mediación individual, sino como parte de las rutinas profesionales o mediación de los procedimientos. Este nivel se identifica con aquellas prácticas y formas repetidas, modeladas y rutinarias que los trabajadores de los medios utilizan para realizar su actividad y que resultan de la percepción, apreciación y modelos de acción inculcados por la institución periodística. Dichas prácticas no se enseñan, sino que son trasmitidas en el ejercicio diario como una especie de ósmosis. En conversaciones con los periodistas más jóvenes pudimos comprobar cómo este proceso de la autocensura se va trasmitiendo gradualmente de “generación en generación”. Algunos lo catalogan como “una cultura de los periodistas”, otros lo identifican como “un proceso de aprendizaje” o un “mecanismo de protección”. Por ejemplo, el tan mencionado tema de la higiene de los hospitales, ascendió a la agenda de Cartas… contra todos los pronósticos, sin embargo no tuvo la misma suerte con su entrada a la agenda mediática. Y tanto directores, como periodistas, coincidieron en reconocer que no existió una prohibición “superior” a tratar el tema –por el contrario, fue orientado por la Dirección del medio- sin embargo, no logró concretarse debido a la inercia o la autocensura de los periodistas encargados de hacerlo. Pero, la reticencia de los reporteros a abordar estas temáticas, no sale de la nada, pues este desarrollo de la autocensura está determinado en gran medida por la influencia sobre cada periodista de los niveles restantes. Respecto al tema de las valoraciones, se ha convertido casi en una estrategia discursiva que “a la hora de ilustrar la realidad y aunque se haga con una visión crítica, se trata de ejemplificar con el lugar donde se está haciendo bien con el fin de extender ese ejemplo, para tratar de dar esa visión de que se puede hacer. A veces también se trata de ir a los lugares malos porque se busca que haya un equilibrio, pero no siempre se logra. Como política nos los piden, pero, quizás por prácticas de año de un periodismo súper triunfalista que siempre nos caracterizó y ahora todavía lo tenemos, siempre priorizamos la parte buena, y ponemos entonces algo malo para equilibrar un poquito, sin embargo nunca hacemos lo contrario, nunca ponemos lo malo y lo bueno para equilibrar. Repito, como política hay un interés, pero estamos súper condicionados por ese periodismo que Página | 131

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hemos hecho siempre donde ponderamos –desde la parte profesional sobre todo- el mejor ejemplo.” Muy vinculado a estos temas y al problema del facilismo con la información, se encuentra la fuerte dinámica de trabajo que implica la confección de un diario. El hecho de publicar casi todos los días, constituye un ejercicio que requiere además de talento, dedicación y sacrificio, al cual no todos están dispuestos a someterse por mucho tiempo. A esto se suma que los periodistas realizan su trabajo ateniéndose a una serie de carencias y limitaciones que enfrentan la mayoría de los cubanos a diario, las cuales pueden ir en detrimento de esa entrega total que exige la profesión. En cuanto a las dinámicas de trabajo puede decirse que la reunión semanal de los lunes constituye un espacio bien pensado en el cual confluyen tanto los responsables de la sección como los periodistas y directivos de la página nacional, que de ser mejor aprovechado, pudiera ofrecer resultados superiores en cuanto al reflejo de las preocupaciones y valoraciones del público en los trabajos periodísticos. Pero en ocasiones, estos encuentros carecen de la interacción fructífera de la cual podrían surgir mejores ideas para los trabajos. Otro factor que se incluye dentro de este nivel y que también afecta el tratamiento de los temas tanto en la agenda mediática como en la de la sección, es el espacio. Los efectos del período especial hicieron mella tanto en la tirada de Granma, como en su formato. Lo que en un momento fue un periódico de doce páginas tamaño sábana, se redujo a ocho páginas tipo tabloide, lo cual disminuía considerablemente el área de publicación sobre temas nacionales. A lo que se añade que debido a su carácter de Órgano Oficial del Partido, el periódico constantemente debe sacrificar parte de su espacio para la publicación de visitas de delegaciones oficiales, firmas de convenios, biografías de visitantes, etc., las cuales aportan muy poca información que resulte de interés público. De esta forma, prácticamente quedan solo dos páginas –a lo sumo- para concentrar todo el acontecer nacional, pues la portada se emplea para informaciones elaboradas muchas veces fuera del periódico y que responden generalmente al tipo de noticias a las cuales nos referimos anteriormente, o a otras vinculadas a dirigentes políticos del país. La página dos, casi siempre se utiliza para informaciones que aborden el acontecer de las diferentes provincias del país, por lo que queda solo una página –generalmente la contraportada o la página tres- para presentar trabajos de género que aborden la realidad con mayor profundidad. Y aquí entra en juego otro de los procedimientos que puede estar influyendo de cierta forma en el divorcio entre agenda pública y agenda mediática. Si bien es cierto que el periódico ha emprendido una cruzada para rescatar el reportaje, como el género periodístico más completo y que permite un mayor nivel de análisis, por otra parte se ha descuidado un poco el comentario y demás géneros de opinión. Página | 132

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Resulta incuestionable la pertinencia del reportaje para abordar temas complejos pues permite la profundización, la contrastación de fuentes y que el lector arribe a conclusiones propias a través de los datos que se le ofrecen; sin embargo, para hacer un reportaje se necesitan fuentes autorizadas dispuestas a aparecer públicamente sosteniendo sus criterios, se requiere mucha información y en ocasiones esta no existe o escasea. Por otra parte, hay determinados temas que se ajustan más a ser tratados desde criterios personales, con un tono más cercano a la gente, y esto, además de ser una vía para acercarse al lector, también es un arma que puede ser usada cuando las puertas a la información se cierran. De hecho, los dos trabajos que más impacto tuvieron en los lectores durante los meses analizados fueron dos comentarios: Él es paternalista, tú eres paternalista, yo soy paternalista… (Lázaro Barredo, 9 de octubre) y Periodismo con fobias (Katia Siberia, 23 de noviembre), lo cual es una muestra de la efectividad de este género para comunicar y establecer vínculos con el público. También debemos señalar que en mucho de estos trabajos de opinión que resultaron minoría, se logró consonancia con las valoraciones del público en objetos como Gobierno y Administración y Periodismo, los cuales fueron tratados por el medio deficientemente de manera general, si lo comparamos con los argumentos de la agenda pública. Aunque no se encuentra prohibido ni mucho menos el uso de este género, tampoco se estimula ni se explotan sus potencialidades. Según criterios de la Dirección: “Yo puedo aceptar que la gente me escriba hoy un comentario, pero trato de evitar que se metan en el comentario, porque se convierte en lo más fácil, aunque sea aparentemente. En este periódico casi desapareció el género reportaje, la gente no iba, no chocaba con la realidad concreta, y si es así uno no tiene la vivencia. Yo digo que no necesitamos meternos en los problemas superestructurales, sino en los problemas más concretos de la gente, para no divorciar el periódico con esa realidad.” En esta cierta “apatía” hacia el comentario por parte de la Dirección puede influir también el hecho de la juventud de la redacción nacional pues es sabido que el uso de la opinión necesita de un respaldo moral y de conocimientos que solo se alcanza con el ejercicio prolongado y prestigioso de la profesión. Este tema de los géneros encierra, además, una segunda cuestión digna de atender: al periodista se le pide que aborde situaciones concretas a través de los reportajes y que no se desgaste en problemas superestructurales, sin embargo, en las cartas se da prioridad al debate de este tipo de temáticas. Por un lado pudiera pensarse que se explota la capacidad del reportero de aterrizar los casos, lo cual está bien, pero por otro lado se produce una especie de devaluación de la profesión cuando aparecen firmados por los lectores análisis de tipo económico y de cuestiones trascendentales que no son tratados de manera oficial por el medio. De esta forma, queda en duda la propia capacidad de los periodistas para enfrentar tales tópicos.

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“El periódico Granma los viernes es uno y el resto de la semana es otro, porque los lectores ponen el dedo sobre la llaga en muchos problemas que luego los periodistas no lo ponen, y yo creo que no tiene tan solo que ver con los periodistas, es un problema también de política editorial y de cómo lo abordan los lectores y cómo lo abordan los periodistas porque de cualquier manera el periodista es una voz oficial mientras el lector es una voz independiente, el periodista depende de muchas cosas, de una fuente que te de la información, mientras que el lector depende solo de su experiencia.” Como puede observarse, hay una serie de procedimientos -muchos de ellos producto de deformaciones de la norma- que atentan directamente contra la calidad del contenido de los medios y que en ocasiones se contradicen con las propias concepciones que tienen acerca del periodismo. Según uno de sus protagonistas “no es que los periodistas hayamos perdido la capacidad de adelantarnos a los acontecimientos, es que se ha perdido en la rutina de los medios cubanos”. Y en esto tiene su cuota importante la organización periodística y las estructuras que la rigen. En este punto quisiéramos detenernos en una cuestión que puede resultar vital: el lugar que ocupa el Partido Comunista de Cuba respecto al diario Granma. Si bien es cierto que el PCC no es una organización mediática sino política, y que su acción sobre los medios puede catalogarse como parte de la regulación de un agente externo al sistema mediático como tal; en el caso de Granma, el Partido forma parte de la organización, de hecho, ocupa la cima del organigrama al ser este periódico su Órgano Oficial, lo cual lo hace responsable de todo lo que en él se publica. Es el Partido quien orienta las líneas generales de la política informativa, además corresponde al Buró Político la designación –y la cesantía- de la Dirección del medio, lo cual le otorga un poder real sobre la organización. Por tanto, aunque “el director de cada medio de comunicación es el responsable, de modo personal e intransferible, de la ejecución de la política editorial e informativa” (Buró Político, 2007, p.2) se sobreentiende que su nivel de decisión y autonomía llega hasta donde empiezan los límites que el Partido imponga por disímiles circunstancias. Por demás, el PCC tiene el derecho legítimo de normar la publicación de determinados contenidos y exigir la revisión de los que considere necesario. Por tanto, la influencia que ejerce no la hace de manera indirecta, todo lo contrario, influye por partida triple: como “fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado” (República de Cuba, 2002, n/p); como responsable de “trazar, dirigir y controlar la política informativa en los medios de comunicación” (Buró Político, 2007, p.6) y como organización a la que Granma responde y representa. Entonces, al analizar cuánto influye el nivel organizacional sobre la relación entre las diferentes agendas, debemos tomar en cuenta tanto el organigrama de dirección a lo interno del medio, como las orientaciones que se gestan en las altas esferas del Partido y su Departamento Ideológico. Página | 134

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Según los entrevistados, existe una influencia –principalmente sobre los atributos- por parte de las estructuras intermedias de dirección, es decir, los responsables de la página. La propia vorágine productiva del diario implica que constantemente por problemas de espacio, cambio de prioridades o de otras índoles, se hagan ciertas modificaciones a los trabajos. Este asunto, descrito por sus responsables como un “proceso normal en el que cada cual emite su criterio” no es visto de la misma manera por una parte de los periodistas los cuales se quejan de que en ocasiones por la premura y las avanzadas horas de cierre del diario, se obvia la consulta con el periodista de ciertos cambios. Pero el principal reclamo radica en la supresión de algunos enfoques, práctica que también corresponde al Director del medio. “Son comunes los cambios con determinadas temáticas o enfoques sobre las que según ellos [la Dirección], todavía uno [el periodista] no tiene la visión política del asunto”; otros, que atienden sectores “complicados”, comentan que “de cada cinco trabajos que hago, en cuatro me cambian cosas”. En ocasiones estas correcciones son válidas debido a que el Director tiene información que puede desconocer el periodista, pero otras veces, son una de las causas fundamentales de que se omitan de la agenda mediática, determinadas aristas y criterios que constituyen vox populi entre el público y que por demás, su tratamiento se ajustaría a la actitud crítica orientada por el Partido y la propia Dirección del medio. Sin embargo, “Hay trabajos en los cuales tenemos declaraciones de altos funcionarios administrativos reconociendo problemas de robos, de insuficiencia de las inversiones; o reflejamos criterios acerca de la necesidad de aumentos de salario, etc., que son desechados. Entonces, nos piden que seamos incisivos, pero en el periódico con frecuencia eliminan justamente las cosas más incisivas. En algunos reportajes que tocan problemas neurálgicos y de complicada solución en determinados sectores, se nos dice que dejemos esos temas a los ministros. Otras veces la observación del problema te lleva a que existen muchos otros culpables, lo cual por una cuestión de política informativa y editorial no se va a publicar en Granma. Generalmente, el periodismo llega hasta donde te dejan llegar.” Este proceso a lo interno, el cual muchos catalogan también de “autocensura”, pudiera estar definiendo la ausencia o poco reflejo de temáticas como Valor del salario, Precios u otras vinculadas a políticas en discusión o reestructuración. “Esas son las llamadas estrategias, de las cuales no hay que hablar porque en definitiva se están tratando de resolver, y lo que hay que hacer no es abordarlo, lo que hay que hacer es resolverlo; nos dicen.” Y esto no solo influye en la relación entre la agenda pública y la mediática, también incide –y de manera más visible aún- en la relación entre la agenda de Cartas… y la de Granma, pues esta inhibición a tratar los temas a los que según algunos criterios “no se tiene una solución para proponer”, ha provocado que hoy se hable de “temas para lectores” y “temas para periodistas”. “Nosotros sí nos cuestionamos por qué poner temas en la agenda, someterlos al debate y al final no dar respuesta. Eso no solo pasa con la libreta de abastecimientos, también Página | 135

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con la propiedad respecto a la cual tampoco se ha tomado una postura; nosotros los periodistas lo cuestionamos, pero tampoco nos dan una respuesta. Para nosotros debería ser un ciclo: poner el tema a debate, llegar a un clímax y cerrarlo, concluir, pero nunca es así, lo hemos dicho, pero nada.” Por supuesto que estos llamados “temas para lectores” de marcados matices económicos, son los que se mueven en el terreno de la opinión, de los criterios y sobre los que menos información se maneja. Por tanto, son los más proclives a las “equivocaciones”, “a la inmadurez política” o al uso de “enfoques desacertados”; y constituyen un terreno pantanoso en el que es fácil hundirse. Lázaro Barredo recalca con frecuencia que “no tiene sobre su mesa retenido ningún trabajo que aborde estos temas lo cual es muestra de que son los periodistas quienes no se deciden a abordarlos, salvo excepciones como Pedro de la Hoz o Juan Varela.” Y aquí radica otro problema, y es que para defender ciertos argumentos críticos que puedan resultar incómodos –y salir ilesos a cuestionamientos malintencionados-, se necesita de un prestigio y una obra dentro del periodismo que te haga una voz autorizada, reconocida públicamente y con altos niveles de credibilidad y respetabilidad. Por desgracia, estas figuras no abundan hoy en nuestro periodismo y tampoco en Granma. Por otra parte, el periodismo trabaja con informaciones e interpretaciones de carácter subjetivo, por lo que el error es posible y puede depender en gran medida de quien juzgue. ¿Qué sucede entonces ante el reclamo hecho por instituciones ante determinado enfoque o trabajo que consideren incorrecto? “He visto dos variantes: que se defienda al periodista y también he visto que se hiera al periodista. Generalmente si el error o lo que se critica tiene que ver con el mal trabajo que está haciendo esa institución, se defiende al periodista, pero si de alguna forma el periodista tiene alguna culpa en lo que se redactó o se piensa que no miró todas las aristas, entonces es él quien termina mal.” Un grupo de reporteros dijo sentirse totalmente respaldados por el periódico a la hora de realizar su trabajo y reconocieron “la dirección experimentada de Lázaro [Barredo] y la relación que tiene a todos los niveles”, lo que facilita el acceso a determinadas fuentes. Sin embargo, otros afirman que la posición que puede asumir el periódico ante las quejas de instituciones o personas “depende de quién reclame. Hay ministerios con determinado poder, que ejercen más presión, y ante esos, la cadena se rompe por el lado más débil y el periodista siempre sale perdiendo aunque tenga los argumentos. Ante otros se puede echar la pelea.” “He visto muchos casos en los que le dan la razón a la entidad que reclama, sin tenerla claro. Pueden ocurrir múltiples variantes, solo sé que las consecuencias no son para nada positivas, el periodista se decepciona, se frustra; puede ser sancionado, amonestado, tanto política como administrativamente. Eso trae como consecuencia que el periodista se cuide mucho a la hora de escribir.” “Sí, exactamente es así; somos el eslabón más débil de la cadena y cuando hay un trabajo crítico que no está cuadrado, orientado y aprobado por otras instancias, puede suceder que haya una inconformidad y acabamos pagando nosotros por algo que en definitiva es Página | 136

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una realidad que nos excede, y nosotros no tenemos culpa, somos simplemente observadores y redactores de lo que vemos.” En estos criterios pudo observarse cierta división generacional en torno a ambas posturas, lo cual puede tener dos explicaciones: 1- O bien los jóvenes no reciben en la Universidad la preparación adecuada –aspecto señalado por el Director en múltiples ocasiones- para enfrentar las exigencias del trabajo periodístico, lo que los lleva a cometer errores, demostrar pasividad, desanimarse; o 2- Los propios criterios de la Dirección en desacuerdo a la formación que estos reciben, genera diferencias conceptuales y prácticas en cuanto a las maneras de hacer y concebir el periodismo y su función para con la sociedad. De cualquier manera, el miedo a las consecuencias de lo que pudiera considerarse “equivocado” fundamentalmente en altos niveles –tanto por el Partido como por otras instituciones ajenas a la prensa- constituye una de las causas fundamentales de que no aparezcan en la agenda mediática –y en menor medida en la de Cartas…- algunas aristas y valoraciones presentes en la agenda pública. Como se desprende de los comentarios anteriores, la llamada autocensura no es tan “auto” como se dice, sino que tiene bases objetivas e incluso trasciende el nivel de los periodistas y se entrona con mucha frecuencia en los propios directivos de los medios. Nada sale de la nada. Si ascendemos en la escala de dirección, también pueden encontrarse causas que inhiben una relación más precisa entre las agendas y que tienen su origen en políticas que en cierto modo respondieron a situaciones coyunturales, pero que en determinado momento se tornaron inoperantes y contraproducentes. Los problemas que hoy presenta la prensa no son nuevos, por el contrario. Y aunque una buena parte de la responsabilidad haya que buscarla hacia lo interno del sector, tampoco puede eludirse la parte que le toca a la organización encargada de trazar, dirigir y controlar la política informativa de los medios -el Partido Comunista de Cuba-, sobre todo por lo referente a este último verbo, pues aunque pudiera pensarse que los problemas responden exclusivamente a deformaciones realizadas por los periodistas a las políticas trazadas; le toca al Partido el control de que se cumplan sus disposiciones, en lo cual no ha desarrollado una labor sistemática. Las conductas triunfalistas, el estilo apologético, la ausencia de la crítica y de ciertos temas, han estado allí, a la vista de todos por años y no se han tomado medidas eficientes al respecto. “En mi opinión no se chequea el cumplimiento de la Resolución del Buró Político sobre el trabajo de la prensa, lo cual no creo que sería muy difícil de hacer, y si tú no chequeas una política es igual que nada, nunca llega a convertirse en política real.” Desde 1975 el Partido ha elaborado un grupo de resoluciones acerca del trabajo de los medios, todas con características semejantes, y en las cuales se repiten los mismos problemas que lastran el buen ejercicio del periodismo. Son políticas muy avanzadas en su discurso, pero que en la práctica no han dado los frutos que se esperan de ellas. Al Página | 137

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respecto, algunos opinan que “los periodistas no podemos seguir esperando a que nuestros problemas nos los resuelvan otros, somos nosotros mismos los únicos responsables de la calidad de nuestro periodismo”; sin embargo, otros argumentan que se necesita una voluntad política constante de los más altos niveles, con consecuencias en la práctica, para que puedan desatarse los nudos gordianos que hoy atan al periodismo cubano. La constancia es un elemento fundamental. Gran parte de los entrevistados coinciden en que en estos momentos existe un clima favorable para el ejercicio de la crítica y que la más alta dirección del país está abogando porque la prensa sea un reflejo de nuestra realidad. Pero, no siempre ha sido así. La complejidad de determinadas épocas ha condicionado la imposición de límites por momentos más o menos extensos, cuyos efectos no son fáciles de eliminar. Períodos de flexibilización, rectificación de errores y gran desarrollo del ejercicio periodístico –como fueron los finales de la década del ochenta- han sido seguidos por tiempos menos felices y desgraciadamente más largos. Aunque muchas veces la coyuntura ha determinado la práctica, debe reconocerse que el Partido no ha sido del todo sistemático en esta exigencia y facilitación del correcto funcionamiento de los medios de prensa. “Somos campañistas, trabajamos por racha, eso nos pasa a todos y se aplaude; por ejemplo el tema de las jineteras fue tabú, después se permitió que se tratara en los medios con tremendos trabajos que se sacaron, y de pronto cae en un letargo hasta nuevo aviso, es un trabajo por rachas, por momentos, y no debiera ser, todo lo contrario, tendría que ser sistemático, mesurado.” Sobre todo si se quiere romper la inercia de muchos periodistas acostumbrados a esas épocas de menos claridad, y desterrar poco a poco a la excesiva autocensura de las rutinas profesionales de una buena parte de la prensa nacional. Un papel más activo del Partido como controlador del cumplimiento de la política por él trazada, sería sin dudas un elemento clave en un mayor acercamiento entre la opinión pública y los medios de comunicación. “Hace un tiempo la fuente estaba muy a la mano con los periodistas porque el primero que se preocupaba de eso era el Partido, había un sistema de trabajo con los periodistas que ya no lo hay, ahora a los intercambios va el jefe de la página, los subdirectores, pero antes iban los periodistas y se reunían con los miembros del secretariado que atendían los diferentes sectores, ahí estaban todos los que tenían que estar para brindar información; cuando hay eso, donde quiera que ese periodista llegue, lo hace con información de primera mano, y puede ir a todos los lugares; hoy no pasa así.” En ese sentido, se reclama que se debe “perfeccionar mucho más la relación de la prensa y el Partido. La política informativa no es de un área determinada, tiene que haber una intervinculación, sobre todo en el caso del periódico Granma, de todas las áreas del Comité Central con las redacciones periodísticas para poder orientar hacia dónde hay que conducir la propia política, hacia los defectos, los problemas, las insuficiencias, Página | 138

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para combatir, para que la prensa pueda cumplir realmente su papel de influencia sobre las tendencias nocivas de la sociedad.” Por demás, el control y cumplimiento de la política informativa no puede ser responsabilidad del Partido entendido como Comité Central, Buró Político o Departamento Ideológico, sino del Partido como organización conformada por numerosos núcleos que se encuentran distribuidos por todas las esferas de nuestra sociedad. Por tanto, sería muy útil la divulgación y conocimiento por todos los militantes, de esta Resolución sobre la prensa (RSB 232 12/02/2007, de carácter Limitado) de manera que desde cada organización de base se contribuya y se exija su cumplimiento. La política informativa es de EL PARTIDO no de una estructura específica de este. Otro elemento que está influyendo directamente sobre todo en la jerarquía que da a los objetos la agenda de Granma (baja en relación con la agenda pública), es el diseño de la política informativa trazada por el Partido. Aunque esta se complementa con los aportes que realiza el periódico, esta investigación demostró que los cinco temas que dominaron la agenda del medio, responden directamente a las orientaciones del Partido, pero solo dos de ellos se encuentran entre las prioridades del público. Por lo que se deduce que los responsables de diseñar esta política debieran lograr una mayor consonancia entre los intereses específicos del Partido y los de la población, tal como señalan los Estatutos de esta organización al referirse a la “indisoluble unión entre partido y pueblo que se expresa en la capacidad de sus cuadros y militantes para aprender del pueblo, estar atentos a sus valoraciones, criterios y opiniones, e incorporar a la propia actividad partidista, como estilo, el diálogo permanente con las masas.” (Partido Comunista de Cuba, 1998, p.3) Esta separación entre algunas de las líneas de trabajo orientadas por el Partido y los principales intereses del público, pudiera ser la causa de que objetos como Gobierno y Administración (dentro del cual se incluye el propio Partido), Salario y Vivienda, por solo mencionar algunos, se encuentren tan relegados y poco tratados en la agenda mediática. Por demás, del abordaje mediático de estos temas podríamos salir todos muy beneficiados, pues a la larga serán estos tópicos los que dominen los debates que convocará el Partido en el llamamiento a la Conferencia Nacional de la organización, y sería conveniente ir creando un clima favorable que permita el tratamiento franco y profundo de estos asuntos en función de encontrarles las mejores soluciones. No es lícito, ni perdonable, que la prensa vuelva a perder la oportunidad –como sucedió con el debate promovido a raíz del discurso pronunciado por Raúl Castro el 26 de julio de 2007 en Camagüey- de abrirse, reflejar y participar de un análisis amplio y revolucionario del que sin dudas saldrá fortalecida nuestra Revolución, como ocurrió en los finales de los ochenta y en los primeros años del período especial.

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Como se ha visto, el Partido sí ejerce una influencia directa sobre el contenido que aparece en Granma, pero según los entrevistados y algunos expertos consultados, el veto de esta organización política a determinados temas responde en esencia a coyunturas puntuales y no a una intención de apartarlos de los medios: “el Partido aquí de lo que habla es de los asuntos estratégicos del periódico; o sea, yo puedo recibir una determinada orientación sobre un problema en específico, pero no me dicen que no debo meterme en x tema, que debo dejar de hacer tal trabajo, ni que no ponga tal criterio.” El gran problema radica en la definición de “coyuntura”. El asedio permanente al que se ha enfrentado nuestro país desde el triunfo de la Revolución y la incidencia de múltiples factores adversos, ha provocado que prácticamente vivamos “en cuarentena”. En ocasiones es la situación económica, o escenarios políticos internacionales desfavorables, o caprichos de la naturaleza como ciclones y sismos, o la combinación de todos ellos; lo cierto es que siempre va a existir un factor externo, contextual, que dificulte el tratamiento de algunos temas con todo el rigor que merecen. Pero, más allá de esta realidad que no podemos cambiar, debemos intentar superarla, aprender a vivir con ella, no sobredimensionarla, para evitar que la coyuntura se convierta en permanente y constituya un freno al tipo de periodismo que reclaman el pueblo de Cuba y el Partido. Sobre todo en Granma, esta superación de los límites impuestos por el contexto se hace aún más difícil pero a la vez, más necesaria. Su condición de Órgano Oficial del único partido existente en Cuba –y por demás en el poder- lo convierte en el medio más referenciado por la prensa extranjera, y cuando hablamos de referenciado, entiéndase asediado en busca de aristas que pudieran emplearse para dañar o desacreditar a la Revolución. Este elemento espinoso e imposible de obviar, condiciona que “muchas veces la política informativa se elabore pensando más en los efectos que pueda provocar en el extranjero, que en el país.”, máxime cuando el periódico Granma tiene como principal objetivo “defender por medio de los artículos y comentarios reflejados en sus páginas, la Revolución y sus principios, las conquistas alcanzadas y la integridad y cohesión de todo nuestro pueblo.” Esto condiciona una “visión de que trabajamos para el mundo, para que sepan las cosas buenas que tiene Cuba –y está bien porque la mayoría de la opinión internacional trabaja para que el mundo sepa las cosas malas que tiene Cuba, y por supuesto que nosotros tenemos que defendernos-, pero somos un diario preocupado principalmente por el público exterior y no por el público que tenemos dentro.” El temor de darle armas al enemigo se convierte en una causa evidente y con gran responsabilidad de que no aparezcan como debieran, tanto en la agenda de Cartas… como en la del medio, algunos temas complejos referidos a la propia obra de la Revolución o sus estructuras como pudieran ser las aristas Funcionarios, Funcionamiento y Participación ciudadana (dentro del objeto Gobierno y Administración) o Policía Nacional Revolucionaria (correspondiente a Instituciones militares y de protección), por solo citar algunos. Página | 140

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Como dicen varios de sus miembros, Granma funciona como un escudo de la Revolución, lo que da la idea de un “periodismo a la defensiva”, pero sería mucho mejor si en vez de escudo, fungiera como lanza. La excesiva cautela condicionada por los ambientes exteriores puede ser una de las causas principales de un peligroso inmovilismo o estancamiento, contra el cual debe luchar el Partido según sus estatutos (Partido Comunista de Cuba, 1998, p.4), pues lo que constituye una realidad inobjetable, también se convierte a menudo en pretexto. “Si tú haces una lista de las frases que se hayan utilizado históricamente para producir inmovilidad, una es: no debemos darle armas al enemigo. Otras son: no hay que ser ingenuos; este no es el momento. Estoy seguro de que en checo, en ruso y en polaco deben existir esas frases, porque se han arraigado en la ‘cultura’ del socialismo.” Y aquí entra otro de los elementos que más influye en la actualidad en el desnivel que existe entre la agenda pública y la mediática: las fuentes de información. Las fuentes constituyen la eterna queja de los directivos y periodistas cubanos en cuanto evento se realiza y no se trata de –como dicen algunos- que los reporteros sueñan con que automáticamente se les abran todas las puertas, sino que esta lucha dialéctica entre partes opuestas se torna en nuestro país demasiado desequilibrada; y no hace falta decir hacia qué lado se inclina la balanza. El carácter oficialista de Granma prácticamente obliga que las fuentes a las que se recurra en busca de información provengan de los más altos niveles de dirección y administración. Ciertamente, y muy en consonancia con la constante coyuntura desfavorable, toda la información que se publica en el periódico debe contar con el respaldo y los argumentos explicativos, muchas veces –para no ser absolutos- solo de dominio ministerial. Vale destacar además, que la condición de medio de prensa nacional, implica también que “las fuentes sean las altas direcciones del país: el Comité Central, los Ministerios… y a eso uno se tiene que ir acostumbrando, porque cuando se llega aquí al periódico se quiere hablar, por ejemplo, del timbiriche de la esquina, y no puede ser, aquí ese timbiriche de la esquina tiene un Ministerio y está multiplicado en 10 mil timbiriches más en todo el país. Por tanto y demás no puede hablarse de nimiedades, hay que hablar de problemas mayores.” Desde la Tesis y Resolución… de 1975, se refleja el dilema con las fuentes de información. A finales de los ochenta un columnista escribía: “Tampoco es posible hablar de buen periodismo en el país cuando las personas que atesoran la información y el conocimiento casi no son figuras públicas, los principales especialistas no quieren aparecer con sus opiniones en la prensa, y si lo hacen, algunas de sus instituciones pueden censurarlo. Cuba es casi el único país donde en los periódicos de mayor circulación nacional los gestores de Gobierno no se ven reflejados, a pesar de la concepción de Fidel de la prensa como un poderoso instrumento para profundizar el Página | 141

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conocimiento del pueblo.” (Barredo, 1989, p.2). Veinte años después, estas palabras conservan toda su vigencia. A pesar de que se defiende como principio que la información es un bien público que no puede ser administrado, los Ministerios y otras instituciones han desarrollado mecanismos que más allá de facilitar el diálogo del periodista con el organismo, lo que hacen es entorpecerlo. Cada trabajo que se realiza debe contar con previa coordinación del Ministerio en cuestión, lo cual tiene su lógica, pero el peligro comienza cuando en determinadas administraciones, la “coordinación” cambia por “autorización”, la cual solo proviene de los más altos niveles, dígase Ministro o Viceministro Primero. Estas limitaciones, presentes en sectores como Salud Pública o Educación, entorpecen, frenan o demoran el trabajo de los periodistas. Muchas de ellas no constituyen siquiera circulares escritas, reglamentadas, sino orientaciones orales, imprecisas, que muchas veces sobreviven incluso a quien las creó, resultando en ocasiones imposible rastrear su origen. Hoy mismo, pocos saben con exactitud cómo y cuándo se implementó el sistema de autorizos en Educación, y aunque “la actual Ministra ha dicho a los periodistas que esta traba puede ser eliminada” continúa en pie provocando más inconvenientes que beneficios. Esta fue la causa de que trabajos sobre el destino de los preuniversitarios en el campo que se cerraron, no aparecieran en la agenda del medio, por citar un ejemplo. “No depende de que sea un tema complicado o sencillo, los dos llevan el mismo trámite, Lo que se hace trabajoso es la entrada a los centros escolares; es decir, no es el tratamiento.” Estas políticas, que tiene puntos comprensibles sobre todo en lo que respecta a no alterar las dinámicas docentes de los centros, se convierten en responsables, muchas veces, de la pérdida de la capacidad de alerta que puede tener un medio de prensa. Los problemas con la información no solo pueden cargarse a los Ministros, en numerosas ocasiones los obstáculos provienen de estructuras intermedias que no asumen las responsabilidades que les corresponden -aquí otra vez se hace presente la autocensura, ahora fuera de los marcos del periodismo lo cual es una señal que no debe obviarse para próximas conclusiones-: “La relación con las fuentes es caótica, si yo no he hecho más trabajos críticos de los que se me han ocurrido ha sido por las fuentes; los trabajos que me han mandado sí los he hecho porque son cosas orientadas y me escudo tras eso, digo que ha sido aprobado por tal Ministro, o que se conversó entre mi director y tal funcionario, y me abren un poco más las puertas. Pero si vas a hacer el trabajo por tu cuenta, cuando llegas te dicen que tienes que consultarlo con el Departamento de Comunicación y tiene que aprobarlo tal Ministro, que no puede aprobártelo más nadie, y los Ministros tienen muchos temas más importantes de los que ocuparse.” Entonces surge una pregunta ¿cómo pueden existir este tipo de disposiciones internas que contravienen las orientaciones del Partido al controlar, encauzar o retener informaciones que para nada tienen que ver con el secreto estatal? Este puede ser uno de Página | 142

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los puntos hacia el cual el Partido debería dirigir su atención en función de mejorar la eficacia de los medios de prensa. Para resolver algunas de estas deficiencias, se crearon en los Ministerios las Oficinas o Departamentos de Comunicación Institucional, que han establecido políticas internas de comunicación que en su discurso se encuentran acorde con las orientaciones del Partido. Pero, según los integrantes de los medios: “El organismo te dice que para cumplir la resolución hizo al relacionista público, para viabilizar y facilitar el trabajo, pero en la práctica se convierte en una pared, pone reparos y demoras.” Aunque para ser justos, la culpa no habría que buscarla en la figura del relacionista público, pues a la larga este solo significó la adición de un eslabón más a la larga cadena de autorizos por las que tiene que transitar un trabajo periodístico, y en ocasiones, su función de facilitador se encuentra limitada por las mismas dificultades que atraviesan los propios periodistas. Al final, no es el Departamento de Comunicación quien autoriza, sino que se mantiene el mismo esquema centralizado. Incluso, algunos de ellos reconocen que “nuestro papel es el más difícil pues somos quienes tenemos que dar la cara, y al final no somos responsables de que en otras instancias se demoren o rechacen determinados trabajos”. Y en verdad, tal como reconocen directivos, periodistas y expertos, sí existe conservadurismo por parte de muchos funcionarios a abrirse a la prensa. Unos lo hacen por concepciones erradas, otros con la intención de ocultar sus errores y cuidar sus espaldas. La mayoría de las veces los Ministerios no dan una negativa tajante, sino que se acuden a dilaciones o al popularmente conocido “peloteo”, las cuales se tornan en eficientes herramientas disuasivas sobre todo si se tiene en cuenta la dinámica productiva de una publicación diaria. “El problema es que ellos no te dicen que no pueden dar la información, esa respuesta yo nunca la he tenido, pero te dicen que deben consultarlo con el Ministro y si el periódico me está pidiendo el trabajo para esta semana y el Ministro se demora en dar respuesta y encima te dice que le mandes el trabajo, puedes tardar un mes y muchas veces el periódico no puede esperar ese tiempo; además, uno se cansa, se dedica también a escribir otras cosas, a atender otros eventos, y el tiempo va pasando, la propia rutina te va consumiendo y al final no se hace el trabajo.” En cuanto a las revisiones, los periodistas coinciden en que “los funcionarios pueden hacerte aclaraciones o señalarte ciertos enfoques, pero nosotros por un problema de ética no permitimos que nos hagan cambios, a no ser que nos demos cuenta de que estamos en un error. Generalmente los trabajos los enviamos para que revisen cuestiones técnicas, en las cuales no tenemos mucho dominio.” Sin embargo, el proceso de revisión parece no siempre ser color de rosas según los criterios de algunos que argumentan: “Cuando tienes que mandar a revisar un material, yo prefiero a veces que el director me diga que no lo publique, porque se traspasa la autoridad y la responsabilidad del periódico.” Página | 143

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Es una práctica bastante común en Granma que las administraciones revisen los trabajos, lo que puede traer como consecuencia algunas “sugerencias” o la retención del trabajo que a veces provoca su desactualización. Por ejemplo, el reportaje Bultos postales… ¿solución a las puertas? (Lianet Arias, 30 de octubre) entre la solicitud de autorización al Ministro y la publicación transcurrieron dos meses; otro trabajo de la periodista Katia Siberia sobre la venta liberada de papas y chícharos -propuesto debido a las inquietudes llegadas al Departamento de Atención al Lector- ni siquiera pudo llegar a publicarse por problemas similares: “Estuve una semana llamando para obtener la información y nadie me atendía, hasta que el director llamó al Ministro y entonces a través de este me atendió un Viceministro. Entregué el trabajo ese mismo día, pero el Viceministro quería revisarlo y se lo envié; lo último que me dijo era que ya él lo había visto pero que se lo había dado al Ministro y este decidió dárselo a un Vicepresidente del gobierno. Entre ese tiempo transcurrió más de un mes. Ya todo el mundo sabe de la venta de estos productos, los cables dijeron lo cierto y lo inverosímil, pero todavía la prensa oficial no ha dicho que las papas y los chícharos están liberados, por qué se tomó esta decisión, cuáles han sido los comportamientos de las compras, cómo se va a garantizar el suministro estable; nada de eso se ha dicho y todo está en el trabajo que hice.” Otros ejemplos son mucho más extremos y demuestran las limitaciones que ponen las fuentes de información y las presiones que pueden ejercer. El ejemplo más evidente dentro del período que duró nuestra observación ocurrió a raíz del trabajo Insisten en moler piedras… y obstáculos publicado el 6 de noviembre por la periodista Yaima Puig Meneses. Este reportaje, “que resaltaba la labor de quienes trabajan en las canteras, pero que señalaba algunas deficiencias que son innegables”, no fue bien recibido por el titular del sector, que lo catalogó de “hipercrítico y sin basamento”; sin embargo este trabajo había recibido la felicitación de la más alta dirección del país. En esta ocasión, la periodista recibió todo el apoyo del periódico en las discusiones con el Ministro “porque el trabajo no tenía problemas políticos, ni problemas económicos ni de ningún tipo, sencillamente estaba diciendo la verdad de lo que estaba pasando.” No obstante, durante las próximas tres semanas que duró la observación, en todas las reuniones de la redacción nacional esta periodista presentó una serie de proyectos “detenidos por falta de información.” La acción de los Ministerios ha llegado al punto de declarar a ciertos periodistas personas no gratas en dichas instituciones. También se hace visible el poco valor que dan muchas instituciones a la labor de la prensa, en la ausencia de respuestas a las denuncias y reclamos presentados en Cartas…; y aunque esto no ha constituido un freno para la sección –que se niega a publicar contestaciones justificativas- sí ha dañado en cierta medida la imagen de la misma e incluso, del propio periódico. De cualquier manera, hay algo que debe quedar bien claro: al igual que para hacer azúcar se necesita caña, para hacer periodismo se necesita información, es su materia Página | 144

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prima elemental. Y de la misma manera que resulta lógico que si no hay caña no puede haber azúcar, entonces es muy difícil que sin información pueda hacerse periodismo. Esta es una verdad de Perogrullo que prácticamente no admite discusión. Es cierto que en ningún país del mundo las noticias valiosas se regalan y Cuba no puede ser la excepción. Alrededor de ciertas cifras, datos e informaciones se mueven intereses contrarios que luchan por exponerla o mantenerla en la oscuridad; pues de ello pueden depender muchas cosas. El gran dilema está en la fuerza de los contrarios. No puede pretenderse plantear la cuestión en términos de cuotas de poder, cuando de un lado se cuenta con la posibilidad de negar, demorar, restringir, e incluso influir sobre sanciones, mientras que del otro lado no han podido desarrollarse las herramientas eficaces para el cumplimiento de las orientaciones del Partido, del cual forman parte generalmente, tanto el que solicita como el que posee la información. “Esta situación crea, en muchos casos, una asimetría de poder en las relaciones de los medios con el sistema político, las instituciones del Estado y la Administración, y al menos con una parte de la sociedad civil, que se traduce en una regulación externa desequilibrada, en detrimento de la prensa.” (García Luis, 2004, p.86-87) En ese sentido debería también señalarse “la necesidad de una Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) fortalecida, que tome partido en esta batalla representando de verdad los intereses de sus miembros.” Muchos periodistas y académicos reclaman la necesidad de un Ministerio de Información que se ocupe exclusivamente de estos asuntos o abogan por la implementación de una Ley de Prensa que norme y regule el acceso a la información y sancione legalmente a aquellos que lo entorpezcan. Sin embargo, otros no piensan que allí pudiera estar la solución: “Puede que sea necesaria una Ley de Prensa, pero vale preguntarse si nosotros cumplimos las otras leyes, si cumplimos la Constitución de la República…, por lo tanto yo creo que no es un problema de leyes, es un problema de que nos creamos nosotros que como país tenemos que institucionalizar, y cumplir y hacer cumplir lo que está estipulado. Si no se cumplen las resoluciones del Buró Político –y todos sabemos lo que representa el Partido en nuestro país- no creo que una ley pueda marcar la diferencia.” Y es que el periodismo, como ente que trabaja con ideas y recursos intangibles que se encuentran en la superestructura de la sociedad, no puede ser otra cosa que reflejo y expresión de la infraestructura y la estructura de esta. Los problemas que afectan al periodismo de hoy, no son más que la expresión -contextualizada a una esfera- de las dificultades internas de nuestro país. La mediación ideológica, entendida como aquellas prácticas reproductoras del poder que operan desde lo simbólico, atraviesa el resto de los niveles y los predetermina. La autocensura, censura o como quiera llamársele, no puede verse como un fenómeno Página | 145

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individual, sino como un proceso acumulativo -producto de la sedimentación de prácticas verticalistas marcadas por situaciones específicas- que aparece tanto en la prensa, como en una empresa, en un ministerio o en una reunión de los CDR. La autocensura sería el equivalente, o mejor dicho, el efecto del tan mencionado síndrome de plaza sitiada, que se ha entronizado –no sin justificación- en la mentalidad de los cubanos, siempre empeñados en defender nuestra Revolución, aunque no siempre escojamos los mejores métodos. Esa posición defensiva, ha generado incluso cambios en las maneras de concebir la prensa, obviando en ocasiones su función social y convirtiéndola en un simple instrumento de trabajo que permita identificar los errores sin publicarlos, para después que se resuelvan dar a conocer la solución. Pero entre tanto ¿qué pasa...? Por otra parte, la ausencia de temas y enfoques que se puede observar en los medios no se diferencia mucho, ni tiene causas distintas, al silencio y apatía que puede observarse en las reuniones de otras organizaciones, en las cuales la rutina ha generado una inmovilidad -que desplaza el debate a cauces informales- y que solo cede ante estímulos fuertes como el discurso de Fidel pronunciado en el Aula Magna en noviembre de 2005, el de Raúl el 26 de Julio de 2007 en Camagüey o los amplios debates convocados por el Partido, los cuales son una muestra de que aún late el espíritu y la efervescencia revolucionaria, tan solo hay que dejarlos realizarse. En otro orden de cosas, no podemos aspirar a un flujo menos accidentado de la información cuando esta se encuentra centralizada, porque las estructuras también están centralizadas, en exceso, según expertos. Si una gran parte de las decisiones empresariales deben ser autorizadas y consultadas con la alta dirección del organismo, es lógico que la información no recorra un camino diferente. Sabemos que en estos momentos el país está realizando algunos experimentos en municipios pilotos con el fin de otorgar más movilidad a los niveles inferiores, confiamos en que una mayor autonomía –que tenga en cuenta la posibilidad del error- podrá ir rompiendo las trabas que enyugan la información a “los de arriba”. “Hay que fortalecer la administración territorial, debilitada por problemas de concepción anteriores. El Poder Popular en un municipio hoy no es un poder real, porque todo el poder lo tienen los ministerios. Si la base del gobierno es el municipio, hay que darle poder al municipio, y un gobierno sin recursos no es poder, sino un papalote como nos está pasando hoy, en que te quedas con los problemas de la gente pero no eres capaz de resolvérselos, y entonces, como todo, tienes que elevarlo.” A esta cuestión está muy vinculado el llamado de Raúl a reforzar la institucionalidad, que no responde a un capricho, sino a una necesidad impostergable de ordenamiento, separación de funciones y por ende, de establecimiento de responsabilidades. En primer lugar porque se hace necesario un conocimiento de las leyes existentes para poder exigir entonces su cumplimiento. Si realmente cada ciudadano tuviera un dominio de lo que Página | 146

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estipula la legalidad, sería entonces más difícil escamotearle lo que por derecho le corresponde. Solo con una verdadera organización, podrán deslindarse las funciones de cada cual sin necesidad de que coincidan en una misma persona el que administra, el que ejecuta y el que controla. Resulta realmente romántico pensar que el encargado de dar una información –con la cual se va a trabajar críticamente- sea también quien tenga que velar porque esa información no sea retenida. Sencillamente es muy complejo, pues en él coincide una contraposición de intereses muy difícil de resolver. “Los Ministros no redactan la Resolución; lo que pasa es que hay dirigentes políticos y dirigentes políticos, pero todo el que esté apercibido de la importancia de la política informativa –que es como su nombre lo indica la información al servicio de la política, que no es la Administración- cumple con lo establecido. Pero eso hoy es muy difícil de deslindar porque ni dentro del Estado está deslindado, están mezcladas las funciones estatales con las funciones empresariales; hay que definir los campos de las relaciones estatales para que cada cual responda por lo que le concierne y que el que está para controlar respete las funciones empresariales y dejar que se desarrollen dentro del marco de sus propias atribuciones.” Esta es una de las grandes tareas que debe resolver el sistema cubano. Durante muchos años la política ha sido fortalecer las estructuras del Partido, no así las de Gobierno, por lo que en estos momentos, se ha vuelto prácticamente imprescindible la participación del Partido en la administración, para llevar adelante determinadas tareas. Y el Partido, según su concepción, orienta, dirige y controla, no administra. Cuando analizamos las máximas estructuras políticas y administrativas del país, observamos que existe una dualidad de funciones en gran parte de los dirigentes. Según datos consultados en las páginas web del Partido Comunista de Cuba y de la Asamblea Nacional del Poder Popular, actualmente de los 27 ministros18 que encabezan los organismos de la Administración Central del Estado, 14 de ellos son miembros del Comité Central del PCC, y 8 son integrantes además del Buró Político. Esta imbricación de funciones puede ser consecuencia de que no se cumpla del todo con las orientaciones del país sobre el funcionamiento de la prensa, pues en muchas ocasiones, los encargados de chequearla, se encuentran en el papel de fuentes administrativas. Y los resultados pocas veces son satisfactorios cuando se es juez y parte, sobre todo si aplicamos el principio marxista de que el hombre piensa como vive y reconocemos que los seres humanos estamos muy lejos de la perfección.

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En esta cifra se incluyen todos los Ministros y Vicepresidentes del Consejo de Ministros. Se excluyeron Raúl Castro y José Ramón Machado Ventura, Presidente y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros respectivamente, así como los compañeros que se encuentran al frente del Instituto Nacional de la Aviación Civil (IACC), el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) y el Banco Central de Cuba (BCC). Página | 147

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“Realmente las fuentes tienen cautiva la información y eso es algo que desde hace mucho tiempo el Buró Político está reclamando, pero yo pienso que en un país como Cuba lo que diga el Buró Político es para que se acate. Entonces, no entiendo por qué sucede lo que sucede. Dónde está la duda: si fuera uno, dos, tres organismos, se pudiera pensar que esa es una política de ese organismo en específico, pero es que son todos, y cuando son todos ya uno se cuestiona qué es lo que está pasando.” “Ahora mismo, no pudiera decir que desde el punto de vista de políticas que rigen el periodismo pudiera cambiarse la manera de hacer, no, es un problema de mentalidad, porque ahora mismo me pueden poner a mí como presidente de la UPEC o jefe en el Comité Central y me rijo por las mismas políticas, no se resuelve nada; no se trata de cambiar uno por otro, se trata de cambiar mentalidades, y eso es muy difícil porque ya está sedimentado en la cultura del periodista. Un cambio de dirigente ni de lineamientos lograría que la realidad se transformara, tiene que ser un proceso en el que sobre todo cambie la mentalidad.” Como ha podido demostrarse, detrás de cada traba o deformación, se encuentran apertrechados en la mente de los hombres –que al final son las piezas claves de todos los niveles de influencia- ciertos esquemas de pensamientos y conductas que condicionan la práctica de sus relaciones. Las dificultades de nuestro periodismo no son otras que las dificultades de nuestro país. El análisis de nuestra realidad y la historia, han demostrado que no podemos esperar un cambio radical en nuestras maneras de hacer periodismo que provenga solamente desde el interior de los medios. Y es que como demostró el Doctor Julio García Luis en su tesis doctoral, “los medios cubanos no constituyen un sistema en sí mismos, puesto que no poseen capacidad para la interdependencia o el vínculo autorreferencial. Se percibe con claridad que los medios, en nuestro caso, son parte del sistema político y que prevalece, como regla, una relación unívoca entre éste y la prensa. Dicho en los términos de Martín Serrano, existe un vínculo de dependencia, puesto que cambios y acciones en el sistema político provocan cambios y reacciones en los medios, pero no es posible documentar que algunas eventuales transformaciones comunicativas, a la inversa, tengan consecuencias para la estructura y funcionamiento de la sociedad política.” (García Luis, 2004, p.89-90) Si revisamos las páginas del periodismo revolucionario -fundamentalmente a partir de la década del setenta- podemos descubrir que el mejor momento de nuestra prensa fue la segunda mitad de los años ochenta –conocidos como la época de oro del periodismo cubano-, coincidentemente con el proceso de rectificación de errores y tendencias negativas. Cuando la sociedad, impulsada por las altas esferas del sistema político, se lanzó a un proceso de auscultación y sinceridad, reconociendo sus defectos y recalcando la necesidad de señalarnos nuestras dificultades; entonces, y solo entonces, los medios formaron parte del debate y jugaron su papel. Cuando este proceso se vio interrumpido Página | 148

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producto de la debacle del campo socialista y el inicio de período especial, la prensa se contrajo y de un momento a otro fueron desaparecieron los avances conseguidos, a pesar de que siguieron ejerciendo los mismos periodistas. Por tanto, solo podrá lograrse una consonancia estable entre las agendas mediáticas y públicas, cuando se desarrolle un proceso a nivel social de carácter público –y publicable- que abarque todos los niveles y estructuras, dando amplio cauce a la participación popular, lo cual generará nuevas actitudes y esquemas mentales flexibles que asuman la necesidad de la crítica y la información, imponiéndose por mayoría a aquellos que se resistan. Se necesita un proceso que atraviese todos los niveles, pero según las condiciones actuales de Cuba, solo es factible –sin causar traumatismos- por iniciativa y con la voluntad de las más altas esferas. Este es el momento que debe aprovechar la prensa para demostrar su potencial y recuperar el lugar que le corresponde. De esta forma, podrán salir a relucir nuestros verdaderos problemas pasando por encima del temor a lo que pueda decir “el enemigo” -pues a la larga nada sería más doloroso para “el enemigo” que palpar el nivel de participación y respuesta del pueblo cubano al llamado de su Revolución- y llegando a convertirse en una práctica habitual. El mejoramiento de la prensa cubana no puede depender solamente de la buena voluntad y valentía de los periodistas. Sin rectificación en la sociedad, no habrá rectificación posible en la prensa. Los pequeños avances que han podido observarse en los últimos años, constituyen un halo de esperanza de que el momento pudiera estar cerca, en los debates a realizarse en torno a la Conferencia del Partido. Esperemos que sepamos aprovechar la oportunidad, pues no queda mucho tiempo para emprender este proceso vital para nuestros destinos y la supervivencia del socialismo.

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Conclusiones

CONCLUSIONES “Arreglemos nuestras diferencias por nosotros mismos para no caer en el abismo que vienen cavando nuestros verdaderos enemigos.” Anónimo. La anexión no, la independencia. El tema de la relación entre las agendas públicas y mediáticas, encierra una enorme importancia, pues de ello depende en gran medida la aceptación y credibilidad del medio de prensa, así como de la organización a la que representa. Lograr una consonancia entre ambos cuerpos resulta una tarea nada fácil pues requiere no solo del tratamiento de ciertos temas, sino también de las aristas manejadas y las valoraciones que se emiten, aspectos que se encuentran mediados por numerosos factores que incluso trascienden a la propia institución periodística. Así, lo que pudiera considerarse como un proceso normal de transferencia entre agendas, suele ser más complicado de lo que parece a simple vista. En el caso que nos ocupa, a pesar de que en los últimos años se observa un interés por mejorar el trabajo de los medios, lo cual se ha visto correspondido con el abordaje de algunas temáticas antes consideradas tabú, aún no se logra un acercamiento significativo a las inquietudes e intereses de los cubanos. Con la intención de exponer con mayor claridad y organización las relaciones a tres niveles que pueden darse entre las agendas, hemos diseñado una serie de modalidades de relación basadas en el cálculo de la correlación entre los objetos y entre las dimensiones sustantivas de los atributos, a lo cual se añade la correspondencia entre las dimensiones afectivas generales de estos. La agenda pública nacional está conformada por temas de tipo experiencial y la presencia de estos en ella no se debió a una atención desmesurada por parte de los medios de comunicación, sino a problemas objetivos, palpables y tangibles que atraviesa nuestra sociedad desde hace más de dos décadas y que ha provocado que se conviertan en centros de atención en la vida de la mayoría de las personas. Casi todos estos objetos o problemas, se encuentran estrechamente vinculados a cuestiones económicas y a las políticas que los condicionan, de allí que las principales preocupaciones estén referidas a Gobierno y Administración, Alimentación, Salud Pública, Vivienda y Salario. Son problemas que pueden ser considerados en su mayoría crónicos debido al tiempo que llevan entre las preocupaciones públicas y el alto índice de atención que reciben. Los temas ubicados en posiciones menos relevantes son de tipo intermitente ya que, al igual que los anteriores, se encuentran presentes Página | 150

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desde hace varios lustros, pero no logran recibir de forma estable altos niveles de relevancia. En todas las fuentes utilizadas en la construcción de la agenda pública, se evidenció un predominio de valoraciones negativas hacia numerosos aspectos de la realidad, lo cual no implica contradicción con el apoyo mayoritario al proceso revolucionario cubano y sus líderes históricos, también evidente. Además, el público demostró un interés y conocimiento general sobre los temas debido a la amplitud de las aristas tratadas en cada problema y la precisión de los señalamientos. Con el objetivo de fomentar el debate y lograr un acercamiento a esas preocupaciones públicas, en el año 2008 el periódico Granma reabrió su sección de correspondencia, esta vez bajo el nombre Cartas a la Dirección y con las peculiaridades del espacio dedicado (dos páginas) y la publicación prácticamente íntegra de los criterios del lector. Sin estar excepto de mediaciones –fundamentalmente de tipo individual- esta sección logró representar mediáticamente la agenda pública con reconocibles niveles de fiabilidad. De los temas potenciados por el público solo dos no estuvieron presentes en las setenta y seis cartas publicadas durante los meses de octubre y noviembre: Periodismo e Instituciones militares y de protección. El otro aspecto que incidió negativamente sobre el resultado, fue la poca atención dada –intencionalmente- al tema Vivienda, aún así la correspondencia entre ambas agendas en cuanto a objetos fue alta. Con la excepción de algunos objetos abordados de manera insuficiente respecto a la cantidad de elementos tocados, la mayoría de los temas se correspondió con las aristas señaladas por los lectores. En relación a esto la sección demostró la capacidad de la prensa para imponer temas en la agenda pública al lograr que atributos como Eliminación de la Libreta de Abastecimiento se entronizaran fuertemente en los debates públicos, lo cual es una confirmación de las teorías de la fijación de agenda. Al valor medio obtenido en cuanto a la correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos se sumó la valoración Enfocada que dio la sección a las temáticas publicadas. La combinación de estos tres elementos otorga un resultado positivo respecto al trabajo de Cartas y su vinculación con la agenda pública que puede ser expresado en una relación de tipo Significativa, Balanceada y Enfocada. Por su parte, la agenda mediática nacional del periódico Granma dio prioridad a temas más vinculados a las orientaciones e intereses de su organización rectora, el Partido Comunista de Cuba. Fue esta la causa de que Salud y Agricultura ocuparan los dos primeros lugares en la agenda, pues la situación epidemiológica por la que atravesó el país en los meses de estudio, así como el interés por potenciar el desarrollo del sector agrícola, están entre las prioridades del Partido. Producto de esas mismas orientaciones se destacaron temas como Cinco Héroes, Bloqueo y UJC y Organizaciones de masas, los cuales no fueron potenciados por el público. Página | 151

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Conclusiones

Generalmente las aristas destacadas en cada uno de los objetos, se quedaron por debajo, respecto al tratamiento que recibieron tanto en la agenda pública como en la de Cartas… Hubo un predominio de los argumentos positivos en el abordaje de los temas, e incluso en los trabajos que se empleaban matices negativos, siempre se contrastaban con buenos ejemplos -que a la postre dominaban el artículo- como parte de la política de trabajo del órgano de prensa. Estas características, hicieron que la relación entre la agenda del medio y las otras dos en estudio, arrojaran resultados desfavorables. Al comparar los objetos destacados en las páginas de nacionales con los de los lectores, solo uno no estuvo presente: Socialismo; no obstante el resultado de la correlación no fue del todo favorable, debido fundamentalmente a las diferencias en las ubicaciones de tres temas medulares: Gobierno y Administración, Salario y Agricultura. En torno a las dimensiones sustantivas de los atributos, hay que destacar la omisión por parte del periódico de aristas tan importantes como Valor del salario y Cumplimiento con el pago (ambos del objeto Salario), Funcionamiento de la entidad en Vivienda; por solo citar algunos, lo que evidenció la poca exhaustividad en el tratamiento de los temas, en relación con los lectores. En este sentido resulta contradictorio que varios de los temas puestos en debate intencionalmente por la sección como fueron Eliminación de la libreta de abastecimientos y Coexistencia de otras formas de propiedad, no encontraran eco en las páginas nacionales. Lo cual deja entrever una intención de reservar ciertas temáticas a los lectores, con el objetivo de no ofrecer una posición oficial respecto a asuntos vitales que aún se encuentran en discusión en las más altas esferas de la dirección del país. Sin embargo, la mayor deficiencia de la agenda del medio respecto a la de Cartas… radicó en las marcadas diferencias con que fueron valorados los objetos, con un predominio de los matices positivos en la primera y los negativos en la segunda. Fue así que la relación final resultó Moderada en cuanto a la correlación entre objetos, pero Poco Exhaustiva y Desenfocada en lo que concierne al tratamiento de los atributos. Por tanto, es evidente que entre la agenda pública nacional y la mediática nacional, los resultados tampoco sean favorables, sino todo lo contrario. (es aquí donde se presentan los más evidentes y mayores problemas) En la relación entre la agenda pública y la mediática se concentran los mayores y más evidentes problemas. Únicamente dos temas: Alimentación y Salud Pública, se encuentran entre las prioridades máximas en ambas agendas, el resto, recibió órdenes jerárquicos diferentes, lo que justifica el bajo índice de correlación. Por ejemplo: Gobierno y Administración, Vivienda y Salario, estuvieron entre las máximas preocupaciones de las personas, en tanto fueron relegados por Granma a planos inferiores. Hubo una serie de aristas que no se reflejaron de Página | 152

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ninguna manera en el diario, aun siendo abordadas con constancia y agudeza en las cartas y correos, mientras otras recibieron muy poca atención, lo que demostró que en ciertos temas el periódico estuvo lejos de ser incisivo. Por supuesto que el mayor desfase en la relación entre ambas agendas radicó en el contraste de las valoraciones emitidas respecto a las temáticas abordadas; pues si bien es característico que en el público predominen los argumentos negativos -porque la agenda está constituida por objetos que se consideran problemas sobre los que se debe actuar-, en el periódico, por su parte, pesó más “la necesidad de no dar una imagen de caos”, que el ser consecuente con los criterios que emite el público, muchos de ellos validados por “las señales del mundo real” . De ahí, la relación No Significativa, Poco Exhaustiva y Desenfocada. Este desfase entre agenda pública y mediática, viene a demostrar la necesidad de revisar algunos postulados rotundos sobre el poder de establecimiento de agenda de los medios (agenda setting) y de ahondar más en el estudio de aquellas condiciones contingentes que limitan el influjo de la prensa sobre el público, sobre todo en lo relacionado al tipo de temas. La naturaleza experiencial de los objetos resaltados por las personas les asegura un lugar privilegiado en la agenda pública, sin que influya mucho la atención que le brinden los medios. De hecho, en el caso de este tipo de temas, son los medios los que deben hacerse eco de los intereses públicos para evitar desfases y distanciamientos entre ambas agendas. Cartas…constituye ese puente necesario para acercar los intereses del público a los del medio, sin embargo no ha sido aprovechado al máximo por el periódico. Algunos reporteros no establecen una buena retroalimentación con el Departamento de Atención al Lector, y por ende no emplean como se debiera, las cartas que abordan temáticas relacionadas con sus sectores; además, existen ciertos temas que al parecer han estado reservados para los lectores, pues de abordarlos un periodista, se estaría dando la versión oficial del asunto, cuando aún no existe. No obstante, en los casos que se han utilizado las misivas como fuentes de trabajos periodísticos, los resultados han sido favorables, en términos de correspondencia con la agenda pública. Las causas de estas insuficiencias de la prensa hay que buscarlas en todo el esquema de mediación que incluye desde factores individuales hasta la propia ideología predominante en el país. Desde el punto de vista personal destaca la ausencia de una generación intermedia de periodistas que significarían el nexo entre los criterios que sostienen aquellos que llevan más de cuarenta años en la prensa –minoría en Granma- y los jóvenes; respecto a las maneras de hacer periodismo. Pero en este nivel de influencia, lo que más sobresale es al acomodamiento y facilismo que se ha entronizado en algunos periodistas, como resultado de las dificultades al acceso de información y al “inconveniente”, en determinados momentos, de que aparezcan ciertos temas en la prensa y aún más en Granma. Sobre ese facilismo hecho rutina incide la vorágine de trabajo que caracteriza a un diario, aún más, si tenemos en cuenta que el periodista padece las mismas limitaciones materiales de la mayoría de los cubanos. Página | 153

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Tampoco puede dejar de mencionarse a la llamada “autocensura” que poco a poco ha pasado de ser una conducta individual para convertirse en una práctica generalizada, “en una cultura de los periodistas”, por lo que debe analizarse ya a nivel de procedimientos, y que está condicionada por la influencia de los niveles superiores, mucho más que por factores individuales. La influencia de los procedimientos en la relación entre las agendas pública y mediática, puede verse también en cierta desatención a la práctica del comentario, máxime cuando muchos de los temas que más preocupan a las personas son dados a abordarse desde los géneros de opinión. Otro factor importante a la hora de evaluar esta relación entre agendas debe ser el poco espacio –prácticamente dos páginas- del que dispone el periódico para abordar el acontecer nacional, lo cual influye en las ausencias o superficialidad al tratar los temas. Los diferentes niveles de dirección de la organización tienen también su cuota de responsabilidad en el desfase que existe entre los contenidos de la agenda pública, la de Cartas… y las informaciones nacionales. En el caso de la sección corresponde exclusivamente al Director la selección de las cartas que se publican y respecto al periódico, aunque se observa una voluntad de acercarse críticamente a la realidad, aún subsisten una serie de limitaciones condicionadas por la propia política informativa y la naturaleza del órgano de prensa que dificultan la entrada de ciertos contenidos y enfoques. Incluido dentro de la jerarquía de la organización se encuentra el Partido Comunista de Cuba, encargado de trazar, dirigir y controlar la política informativa del medio y con una incidencia directa sobre los contenidos de este. La observación realizada y las entrevistas a periodistas y directivos parecen indicar que, al menos en estos momentos, las limitaciones que impone el Partido al abordaje de ciertos temas, responde más a lógicas coyunturales que a una intención de alejar la crítica de los medios de comunicación. Por el contrario, según los entrevistados el Partido constituye uno de los principales impulsores de un periodismo más realista y objetivo. Sin embargo, las principales deficiencias radican precisamente en que no ha logrado una articulación entre las principales preocupaciones presentes en la agenda pública y las líneas de trabajo que orienta al medio y que este prioriza. Otro de los aspectos que al parecer incide con mayor fuerza en que no fluyan determinadas temáticas a la agenda mediática, es el poco control que se ejerce sobre el cumplimiento de las orientaciones emitidas por el Buró Político para incrementar la eficacia informativa de los medios de comunicación del país. Esta Resolución, muy avanzada en su discurso, en la práctica se convierte muchas veces en letra muerta debido a su pobre divulgación y a que no se han implementado mecanismos eficientes que garanticen su cumplimiento por aquellos que controlan la información a cualquier nivel. En cuanto a elementos externos responsables de algunas de las deficiencias que presenta el periódico Granma no puede dejar de mencionarse el eterno contexto desfavorable –ya Página | 154

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sea económico o político- que ha marcado la historia de la Revolución, siempre acosada por la derecha internacional y sus grupos mediáticos, liderados por los círculos de poder de los Estados Unidos. Esta incuestionable e indiscutible presión, ha condicionado un periodismo a la defensiva, muchas veces diseñado pensando más en las reacciones externas que en las internas; característica que se agudiza aún más en el caso de Granma por su condición de Órgano Oficial del único partido político del país y fuerza directriz de la nación. Esta situación ha provocado en sus momentos más tensos contracciones de las políticas informativas que han marcado modos de pensar dentro del periodismo y la sociedad. Determinadas prácticas verticalistas condicionadas por estos climas adversos y la persecución extraterritorial a nuestra gestión económica, han generado controles excesivos de la información, de los cuales otros se han aprovechado para evitar que salgan a la luz pública deficiencias y malos manejos. Las llamadas fuentes, constituyen hoy una de las principales preocupaciones de los periodistas cubanos y uno de los grandes obstáculos a un mejor periodismo, y esto no se debe solo al aprisionamiento de la información, sino a las presiones que algunos pueden ejercer sobre la propia organización periodística. La concomitancia de funciones que hoy puede apreciarse en buena parte de las estructuras de dirección del país, provoca una mezcla de roles que atenta contra el correcto cumplimiento de las responsabilidades que corresponde a cada instancia. La necesidad de fortalecer las estructuras del Partido, como organización de vanguardia de la sociedad, ha traído como consecuencia un debilitamiento de los organismos administrativos y empresariales, lo que a la larga ha generado una simbiosis de funciones que distorsiona los roles de controlador y ejecutor. Esta puede ser una de las causas que inhiben el cumplimiento cabal de la Resolución del Buró Político sobre los medios de prensa. Por otra parte, los organismos han implementado una serie de regulaciones internas que en vez de facilitar, entorpecen el acceso a la información, generalmente acudiendo a prácticas dilatorias que se aprovechan del ritmo productivo de un diario y que a la postre, traen como consecuencia el cansancio del periodista. Otra de las estrategias más acudidas es solicitar la revisión de los trabajos antes de su publicación, con frecuencia realizando sugerencias sobre determinadas valoraciones o reteniéndolos por períodos extensos que provocan su desactualización. Todas estas mediaciones descritas anteriormente, se encuentran condicionadas y determinadas en esencia por aquellas prácticas reproductoras del poder que operan desde lo simbólico en cada individuo. Tanto los periodistas, los directivos y los funcionarios se encuentran condicionados por la mentalidad de peligro constante desarrollada por el hostigamiento de más de cinco décadas a nuestro país. El síndrome de plaza sitiada opera en unos como freno a un tipo de periodismo “que pudiera darle Página | 155

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Conclusiones

armas al enemigo” y en otros, como una conveniente fobia que les permite escapar al control social, el más efectivo de todos los controles. En resumen, los problemas que hoy sufre el periodismo cubano –sin importar el medio en cuestión- no son otra cosa que el reflejo de los propios problemas de nuestro país. El periodismo como sistema de concepciones y valores, se ubica en la superestructura de la sociedad y por tanto, está determinado por la infraestructura y la estructura de la misma. No podemos aspirar a un flujo menos accidentado y vertical de la información, cuando la sociedad en sí misma se encuentra en estos momentos altamente centralizada. Como tampoco podemos esperar que el cambio que necesita, y que todos piden a la prensa, pueda provenir solamente desde lo interno del sector. Los medios de comunicación en Cuba no constituyen un sistema en sí mismos, sino que son parte del sistema político, y prevalece, como regla, una relación unívoca entre éste y la prensa, que se expresa en un vínculo de dependencia. Los cambios y acciones en el sistema político provocan cambios y reacciones en los medios, pero no es posible documentar que algunas eventuales transformaciones comunicativas, a la inversa, tengan consecuencias para la estructura y funcionamiento de la sociedad política. (García Luis, 2004, p.89-90) Solo podrá lograrse –de manera no traumática- un verdadero y permanente acercamiento entre las agendas públicas y mediáticas cuando se impulse desde el poder una política de debate franco, marcada por la participación popular, que atraviese todas las esferas de la sociedad y que pueda ser aprovechada por la prensa para mostrar su potencial. Este proceso, de tornarse prolongado, podría derribar algunos de los esquemas mentales que hoy nos frenan y es ahí cuando los periodistas y directores deben mostrar su profesionalidad, valentía e inteligencia para recuperar el terreno perdido. Solo con un mejoramiento de nuestra sociedad –que no puede venir desde afuera, sino de nosotros mismos- podrá mejorar nuestro periodismo. Esperamos que ese momento no esté muy lejos y que sepamos aprovecharlo, todos, cuando llegue. No podemos seguir esperando para poner las cartas sobre la mesa.

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Recomendaciones

RECOMENDACIONES Llegados a este punto, solo nos queda realizar algunas recomendaciones puntuales, derivadas de los resultados de esta investigación:

1- Promover la realización de investigaciones de este tipo en otros órganos de prensa, o sobre temáticas específicas; pues al parecer, la pobre relación que existe entre la agenda pública y mediática nacional del periódico Granma no es un problema circunscrito a dicho diario, sino que por sus causas, puede ser extensivo a todo el sistema mediático cubano. 2- Adjuntar a la línea de estudios sobre Opinión Pública de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, una vertiente focalizada en la investigación de las relaciones entre diferentes agendas, tomando como bases las teorías sobre agenda setting, priming, framing, tematización, newsmaking, sociología de la producción de noticias y otras. 3- Continuar trabajando en las modalidades de relación propuestas en esta investigación con el fin de perfeccionarlas y evolucionar hasta modalidades gradativas que permita una comparación entre diferentes relaciones, para que puedan convertirse en un instrumento consolidado y acreditado por otros estudios. 4- Facilitar, en la medida de las posibilidades, los recursos materiales y humanos que permitan al Departamento de Atención al Lector del periódico Granma implementar herramientas desarrolladas por las ciencias sociales y estadísticas (análisis de contenidos, estudios de tendencias, etc.) que permitan un mejor control, procesamiento y empleo de toda la información que recibe. 5- Evolucionar hacia un esquema más colegiado en el diseño definitivo de la sección, de manera que esta responsabilidad no recaiga en una sola persona y puedan confluir un mayor número de criterios y opiniones. 6- Sugerir una mejor comunicación desde los periodistas hacia el Departamento de Atención al Lector en función de lograr un mayor acercamiento a los intereses y enfoques del público. 7- Promover y estimular que desde las páginas nacionales del periódico se aborden los temas de debate propuestos por la sección, de manera que los periodistas puedan ejercer su función de facilitadores, moderadores y guías de la opinión pública; además de aclarar determinadas dudas que surgen entre la población ante la ausencia de una posición oficial. Página | 157

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Recomendaciones

8- Lograr una mayor articulación entre las prioridades informativas establecidas por el Partido y los intereses de la agenda pública. 9- Fomentar una mayor divulgación entre los militantes y núcleos del Partido de las Orientaciones del Buró Político para incrementar la eficacia informativa de los medios de comunicación masiva en el país, como un primer paso para establecer mecanismos más eficientes para el control de su cumplimiento. 10- Exhortar a continuar trabajando por mantener y aumentar los incipientes avances conseguidos en materia informativa en los últimos años.

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Bibliografía

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Anexos

ANEXO 1. Síntesis curricular de los expertos de la realidad nacional entrevistados.

Rafael Hernández: Estudió literatura, filosofía, y ciencia política. Se desempeñó como profesor universitario e investigador en el Centro de Estudios sobre América. Actualmente es investigador titular en el Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello y dirige la revista Temas. Ha ejercido la docencia en la Universidad de La Habana, y ha acudido como profesor e investigador visitante a universidades de los EE.UU., México y Puerto Rico. Ha publicado libros y ensayos sobre relaciones Cuba- EE.UU., sociedad civil y pensamiento cubano. Es autor, entre otros libros, de Mirar a Cuba. Ensayos sobre cultura y sociedad civil (1999), y Otra guerra. Estudios cubanos sobre estrategia y seguridad internacional (1999). Darío L. Machado Rodríguez: Licenciado en Ciencias Políticas, Doctor en Filosofía, Investigador Titular, Presidente de la Cátedra de Periodismo de Investigación de la UPEC. Director por varios años del Centro de Estudios Sociopolíticos y de Opinión adjunto al Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Profesor Titular Adjunto del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, de la Universidad de las Ciencias Informáticas y otras instituciones. Ha publicado entre otras obras: Burocracia y Burocratismo, Nuestro propio camino, Cuba: Ideología Revolucionaria, ¿Es posible construir el socialismo en Cuba?, Curso introductorio al análisis del contenido ideológico del discurso. Omar Everleny Pérez Villanueva: Doctor en Ciencias Económicas en la Universidad de la Habana desde 1998. Master en Economía y Política Internacional realizado en México, Distrito Federal, desde 1990. Licenciado en Economía en la Universidad de la Habana en 1984. Posee la categoría docente de Profesor Titular en el Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de la Habana. Ha sido profesor de la asignatura Estructura Económica de Cuba y Economía Cubana desde 1984 en el Centro de Estudios de Economía Cubana. Es profesor de Economía Cubana en diferentes maestrías y diplomados de la Universidad de la Habana y de otras instituciones. Ha realizado más de 60 trabajos de Investigación en distintas áreas de la economía cubana y en la economía internacional. Ha asesorado a distintas organizaciones cubanas en temas económicos y ha impartido centenares de seminarios y conferencias a distintos organismos de la Administración Central del Estado, y a otras instancias gubernamentales cubanas. Durante el año 2001 fue asesor en la Vicepresidencia Económica del Gobierno de la Ciudad de la Habana. Es autor, entre otros estudios de, La reestructuración de la economía cubana. El proceso en la agricultura; y La administración del Presupuesto del Estado cubano. Una valoración.

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Anexos

Armando Nova González: Doctor en Ciencias Económicas de La Universidad de La Habana desde 1989; Licenciado en Economía graduado en 1969. Investigador Titular, Profesor Titular Adjunto y Profesor Auxiliar del Centro de Estudio de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana. Actualmente imparte la asignatura de pregrado: Economía Agropecuaria. Es profesor de diferentes cursos de Doctorados, Maestrías, Diplomados y Postgrado, todos relacionados con temas referidos al Sector Agropecuario, impartidos en diferentes Facultades de La Universidad de La Habana, Organismos Centrales del Estado y Universidades Extranjeras. Es autor de tres libros publicados y dos como coautor. Ha realizado mas 84 investigaciones y estudios económicos y tiene publicado mas de 65 artículos, en diferentes revistas nacionales e internacionales. Algunos de ellos han obtenidos diferentes premios. Es Consultor de FAO para los asuntos del la Agroindustria. Forma parte del Grupo de Experto de los Programas Nacional de Investigación de la Agroindustria azucarera y el Programa Nacional de Economía Internacional. Entre sus trabajos realizados se encuentran La UBPC y el cooperativismo en la Agricultura Cubana; Situación actual de la alimentación en el Mundo y en Cuba; El mercado interno de los alimentos en Cuba; y Redimensionamiento de la agroindustria azucarera cubana, historia y actualidad. Francisco Rojas Ochoa: Graduado de Medicina en la Universidad de La Habana en 1959. Profesor Titular, Investigador Titular, Miembro de Honor de la Sociedad Cubana de Salud Pública y Miembro Titular de la Academia de Ciencias de Cuba. Cumplió su servicio social en zonas rurales de Baracoa y la Sierra Maestra. Se desempeñó como Director de Salud Pública en la provincia de Camagüey entre 1961 y 1963. Graduado de Máster en Salud Pública en México. Director del Instituto de Desarrollo de la Salud entre los años 1977 y 1981. Fungió como Consultor de la Organización Panamericana de la Salud en Nicaragua. Vicerrector del Instituto Superior de Ciencias Médicas de la Habana en el período 1985-1996. Actualmente labora en la Escuela Nacional de Salud Pública.

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Anexos

ANEXO 2. Guía temática de la revisión bibliográfica documental Caracterización de la agenda pública. • • • • •

Definición. Fuentes que nutren y configuran la agenda pública Condiciones que propician que un tema se convierta en objeto de agenda pública. Ciclo de evolución de los temas. Temas experienciales y no experienciales Elementos que componen la agenda. Objetos y events. Atributos y sus dimensiones.

Caracterización de la agenda mediática. • • • •

Aparición y consolidación de los MCM, su incidencia en la sociedad y en la agenda pública. Configuración de la agenda mediática. La tematización. Construcción social de la realidad.

Relación entre agenda pública y agenda mediática. • • •

Estudio de efectos de los medios de comunicación. Teoría de la agenda setting. Fases. Críticas. Interdependencia entre los sistemas sociales y de comunicación pública.

Mediaciones en el proceso de transferencia de objetos y atributos de la agenda pública a la agenda mediática. 

 

Teoría de las influencias en el contenido de los medios de comunicación. Nivel individual, de procedimientos, de la organización, extramediático e ideológico. Regulación y autorregulación de los medios de prensa. Teoría de la mediación cognitiva y estructural.

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Anexos

ANEXO 3. Guía de análisis de contenido

Análisis de contenido de los medios. -Número del trabajo: -Fecha de publicación: -Autor (es): -Ubicación en página: Portada Contraportada Anuncio en portada (Excepto edición de los viernes) -Extensión del trabajo: -Temas (Objetos): -Subtemas (Dimensión sustantiva atributos): -Valoraciones (Dimensión afectiva de los atributos): Extensiva a los pies de fotos y titulares. Positiva: Neutra: Negativa:

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Anexos

Análisis de contenido de las cartas y correos. -Número de la carta o correo: -Fecha de redacción o recepción en el Dpto. Atención al Lector: -Autor (es): -Referencia a la sección Cartas a la Dirección: -Referencias explícitas en contra o a favor del proceso revolucionario: -Temas (Objetos): -Subtemas (Dimensión sustantiva atributos): -Valoraciones (Dimensión afectiva de los atributos): Positiva: Neutra: Negativa:

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Anexos

Análisis de contenido Boletines CESPO -Temas (Objetos): -Subtemas (Dimensión sustantiva atributos): -Valoraciones (Dimensión afectiva de los atributos): Positiva: Neutra: Negativa:

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Anexos

Análisis de contenido de la Sección Cartas a la Dirección. -Número del trabajo: -Fecha de publicación: -Autor: -Temas (Objetos): -Subtemas (Dimensión sustantiva atributos): -Valoraciones (Dimensión afectiva de los atributos): Positiva: Neutra: Negativa:

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Anexos

ANEXO 4. Guía de entrevistas

A periodistas y directivos del periódico Granma. Relación con el Departamento de Atención al Lector. Uso de las cartas como fuentes para trabajos. Función del periodista en nuestro país. Relación con las fuentes. Relación con los directivos de la organización. Influencia de lo individual en el trabajo. Coherencia entre las políticas respecto al trabajo de la prensa y su puesta en práctica. Temas más espinosos para escribir en el medio. Diseño de la política informativa en el periódico. Granma como Órgano Oficial del PCC: ventajas y desventajas. Estrategias de la dirección para enfrentar dificultades en el desarrollo del trabajo en el periódico, a partir de deficiencias tanto de carácter interno como externo. Principales dificultades para el ejercicio de un buen periodismo.

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Anexos

A implicados en la confección de la sección Cartas a la Dirección y trabajadores del departamento de Atención al Lector. Características de la sección, objetivos, perspectivas. Peculiaridades en relación con secciones de correspondencia anteriores. Temas que se priorizan y temas que se eluden. Criterio de selección de los temas a publicar en la sección. Relación de los periodistas de la Redacción Nacional con el Departamento de Atención al Lector. Cambios que ha generado la sección a lo interno del periódico, fundamentalmente para la Redacción Nacional. Significación de Cartas a la Dirección para el periódico, los periodistas y el periodismo en general. Proceso por el que atraviesa la correspondencia al llegar al Departamento, tanto las cartas para publicar como las que no clasifican para la sección. Temas más referenciados en las cartas, correos y llamadas telefónicas.

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Anexos

A expertos en la realidad nacional.1 Temas que a su consideración integran la agenda pública nacional. Por qué Jerarquía de los temas según criterios de nivel de impacto en la población y el tiempo que llevan presentes en la agenda pública. Carácter de estos temas: nuevos, contingentes o permanentes. Evolución, involución o inmovilidad en la solución de estos temas que constituyen preocupaciones para la población. Temas aislados, independientes, o relacionados entre sí. Aristas más críticas de estos temas. Por qué. Papel de la prensa en el reflejo de estos temas. Por qué la diferencia en la manera de abordar estos temas en la agenda pública y en los medios de comunicación.

1

Estas entrevistas fueron aplicadas luego del análisis de contenido al boletín del CESPO correspondiente a los meses de octubre y noviembre, y a las cartas y correos redactados durante esa fecha y recibidos en este mismo período en el Departamento de Atención al Lector del periódico Granma; de donde construimos la agenda pública para este estudio. Por tanto, las preguntas realizadas a los expertos estuvieron dirigidas fundamentalmente a ahondar en temas específicos, según su especialización. No obstante, también se indagó sobre cuestiones más generales, relacionadas con los ítems que se exponen en esta guía. Página | 178

Las cartas sobre la mesa

Anexos

ANEXO 5. Propuesta de Shoemaker y Reese (1993) acerca de las influencias sobre el contenido de los medios en un modelo jerárquico

Tomado de: Shoemaker y Reese, 1993, p.224.

Página | 179

Las cartas sobre la mesa

Anexos

ANEXO 6. Objetos y atributos con sus dimensiones destacados en la agenda pública:

1- Gobierno y Administración: 136 menciones (21%)  Funcionarios: 70 menciones (83% negativo)  Funcionamiento: 65 menciones (91% negativo)  Prohibiciones: 15 menciones (100% negativo)  Participación ciudadana: 14 menciones (100% negativo)  Conocimiento de las leyes: 5 menciones (100% negativo)  Políticas Económicas: 4 menciones (75% negativo)

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Funcionarios

5

7

58

Funcionamiento

1

5

59

Prohibiciones

0

0

15

Participación ciudadana

0

0

14

Conocimiento de las leyes

0

0

5

Políticas Económicas

0

1

3

Página | 180

Las cartas sobre la mesa

Anexos

2- Alimentación: 93 menciones (14%)  Eliminación libreta de abastecimiento: 60 menciones (60% negativo)  Disponibilidad de Alimentos: 17 menciones (94% negativo)  Servicios gastronómicos: 15 menciones (93 % negativo)  Precios de los alimentos: 13 menciones (85 % negativo)

Dimensión afectiva Positivo

Dimensión sustantiva

Neutro

Negativo

Eliminación de la libreta

14

10

36

Disponibilidad alimentos

1

0

16

Servicios gastronómicos

1

0

14

Precios alimentos

1

1

11

3- Salud Pública: 67 menciones (11%)  Personal Médico: 38 menciones (45% positivo)  Estado de los hospitales: 17 menciones (94% negativo)  Funcionarios: 16 menciones (81% negativo)  Farmacia y tratamientos: 13 menciones (77% negativo)  Servicios médicos: 10 menciones (100% neutro)  Gestiones: 8 menciones (100% negativo)  Influenza AH1N1: 1 mención (100% neutro) Página | 181

Las cartas sobre la mesa

Anexos

Dimensión afectiva Positivo

Dimensión sustantiva

Neutro

Negativo

Personal médico

17

6

15

Estado de los hospitales

0

1

16

Funcionarios

1

2

13

Farmacia y tratamientos

3

0

10

Servicios médicos

5

0

5

Gestiones

0

0

8

Influenza AH1N1

0

1

0

4- Vivienda: 64 menciones (10 %)  Funcionamiento de la entidad: 50 menciones (94% negativo)  Fondo habitacional: 24 menciones (96% negativo)  Materiales de construcción: 17 menciones (94% negativo)

Dimensión afectiva Positivo

Dimensión sustantiva

Neutro

Negativo

Funcionamiento entidad

1

2

47

Fondo habitacional

0

1

23

Materiales de construcción

0

1

16

Página | 182

Las cartas sobre la mesa

Anexos

5- Salario: 64 menciones (10%)  Valor del salario: 38 menciones (100% negativo)  Cumplimiento con el pago: 16 menciones (100% negativo)  Sistema de pago vigente: 9 menciones (100% negativo)  Pago por resultados: 9 menciones (100% positivo)

Dimensión afectiva Positivo

Dimensión sustantiva

Neutro

Negativo

Valor del salario

0

0

38

Cumplimiento con el pago

0

0

16

Pago por resultados

9

0

0

Sistema de pago vigente

0

0

9

6- Problemas Sociales: 62 menciones (10%)  Valores: 17 menciones (88% negativo)  Conducta Social: 16 menciones (88% negativo)  Ilegalidades: 14 menciones (100% negativo)  Juventud: 13 menciones (46% negativo)  Vagancia: 11 menciones (100% negativo)  Alcoholismo: 3 menciones (100% negativo)

Página | 183

Las cartas sobre la mesa

Anexos

Dimensión afectiva Positivo

Dimensión sustantiva

Neutro

Negativo

Valores

2

0

15

Conducta Social

0

2

14

Ilegalidades

0

0

14

Juventud

4

3

6

Vagancia

0

0

11

Alcoholismo

0

0

5

7- Higiene ambiental: 48 menciones (7%)  Actuación de instituciones: 29 menciones (97% negativo)  Abastecimiento de agua: 14 menciones (93% negativo)  Vertederos y basura: 13 menciones (100% negativo)  Salideros, Fosas y Alcantarillado: 11 menciones (100% negativo)  Reparaciones: 11 menciones (91% negativo)  Situación epidemiológica: 11 menciones (82% neutro)  Estado constructivo de instalaciones: 6 menciones (83% negativo

Página | 184

Las cartas sobre la mesa

Anexos

Dimensión afectiva Positivo

Neutro

Negativo

Actuación de instituciones

0

1

28

Abastecimiento de agua

0

1

13

Vertederos y Basura

0

0

13

0

0

11

Reparaciones

0

1

10

Situación epidemiológica

0

9

2

Estado de las instalaciones

0

1

5

Dimensión

Salideros, Fosas y

sustantiva

Alcantarillado

8- Transporte: 39 menciones (6%) 

Transporte urbano: 21 menciones (81% negativo)



ASTRO: 8 menciones (75% negativo)



Transportistas particulares: 6 menciones (67% negativo)



Funcionarios e inspectores: 7 menciones (100% negativo)



Trenes: 3 menciones (100% negativo)



Terminales interprovinciales: 3 menciones (100% negativo)

Página | 185

Las cartas sobre la mesa

Anexos

Dimensión afectiva Positivo

Dimensión sustantiva

Neutro

Negativo

Transporte urbano

1

3

17

ASTRO

1

1

6

Transportistas particulares

0

2

4

Funcionarios

0

0

7

Trenes

0

0

3

Terminales interprovinciales

0

0

3

9- Revolución energética: 37 menciones (6%)  Electrodomésticos: 19 menciones (79% negativo)  Implementación del ahorro: 13 menciones (100% negativo)  Ahorro: 10 menciones (90% positivo)

Dimensión afectiva Positivo

Dimensión sustantiva

Neutro

Negativo

Electrodomésticos

2

2

15

Implementación del ahorro

0

0

13

Ahorro

9

1

0 Página | 186

Las cartas sobre la mesa

Anexos

10- Trabajo: 35 menciones (5%)  Infraestructura, productividad y organización: 13 menciones (92% negativo)  Empleo y fuerza laboral: 8 menciones (100% negativo)  Ubicación laboral y adiestramiento: 5 menciones (100% negativo)  Funcionamiento del MTSS: 3 menciones (100% negativo)

Dimensión afectiva Positivo

Dimensión sustantiva

Neutro

Negativo

Infraestructura, productividad y organización

0

1

12

Empleo y fuerza laboral

0

0

8

Ub. laboral y adiestramiento

0

0

5

Funcionamiento del MTSS

0

0

3

11- Periodismo: 33 menciones (5%)  Tratamiento de la realidad nacional: 26 menciones (92% negativo)  Ejercicio de la crítica: 9 menciones (100% negativo)  Censura: 7 menciones (100% negativo)  Veracidad: 5 menciones (100% negativo)

Página | 187

Las cartas sobre la mesa

Anexos

Dimensión afectiva Positivo

Dimensión sustantiva

Neutro

Negativo

Tratamiento realidad nac.

1

1

24

Ejercicio de la crítica

0

0

9

Censura

0

0

7

Veracidad

0

0

5

12- Instituciones Militares y de Protección: 32 menciones (5%)  PNR: 14 menciones (93% negativo)  Prisiones: 5 menciones (100% negativo)  FAR y MININT: 5 menciones (100% negativo)  Aduana: 4 menciones (100% negativo)  Tránsito: 3 menciones (67% negativo)  Inmigración y Extranjería: 2 menciones (100% negativo)

Dimensión afectiva Positivo

Dimensión sustantiva

Neutro

Negativo

PNR

1

0

13

Prisiones

0

0

5

FAR y MININT

0

0

5

Aduana

0

0

4

Tránsito

0

1

2

Inmigración y Extranjería

0

0

2 Página | 188

Las cartas sobre la mesa

Anexos

13- Correos de Cuba: 26 menciones (4%)  Servicios: 23 menciones (96% negativo)  Actuación funcionarios: 11 menciones (100% negativo)  Trabajadores: 8 menciones (63% negativo)  Indemnizaciones: 2 menciones (100% negativo)

Dimensión afectiva Positivo

Dimensión

Neutro

Negativo

Servicios

1

0

22

Actuación de funcionarios

0

0

11

Trabajadores

2

1

5

Indemnizaciones

0

0

2

sustantiva

14- Socialismo: 26 menciones (4%)  Coexistencia de formas de propiedad: 16 menciones (94% positivo)  Confianza en el sistema: 12 menciones (92% positivo)  Variantes de socialismo: 3 menciones (100% positivo)

Página | 189

Las cartas sobre la mesa

Anexos

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Coexistencia de formas de propiedad

15

0

1

Confianza en el sistema

11

0

1

Variantes de socialismo

3

0

0

15- Educación: 21 menciones (3%)  Actuación de funcionarios: 7 menciones (100% negativo)  Sistema Educacional: 6 menciones (67% negativo)  Cumplimiento con el pago: 5 menciones (100% negativo)  Prohibiciones: 3 menciones (100% negativo)  Nuevas medidas: 3 menciones (33% neutro)  Estado de los centros: 2 menciones (100% negativo)  Claustro: 1 mención (100% negativo)

Página | 190

Las cartas sobre la mesa

Anexos Dimensión afectiva Positivo

Dimensión sustantiva

Neutro

Negativo

Actuación de funcionarios

0

0

7

Sistema Educacional

1

1

4

Cumplimiento con el pago

0

0

5

Prohibiciones

0

0

3

Nuevas medidas

1

1

1

Estado de los centros

0

0

2

Claustro

0

0

1

16- Sistema Eléctrico: 19 menciones (3%)  Empresa Eléctrica: 17 menciones (100% negativo)  Estado del sistema: 10 menciones (90% negativo)

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Empresa Eléctrica

0

0

17

Estado del sistema

1

0

9

Página | 191

Las cartas sobre la mesa

Anexos

17- Agricultura: 18 menciones (3%)  Infraestructura, Organización y estrategias: 9 menciones (89% negativo)  Funcionarios: 6 menciones (83% negativo)  Entrega de Tierras Ociosas: 6 menciones (83% negativo)  Acopio: 4 menciones (75% negativo)  Mercados Agropecuarios: 2 menciones (100% negativo)

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Organización y estrategias

0

1

8

Funcionarios

1

0

5

Entrega Tierras Ociosas

1

0

5

Acopio

0

1

3

Mercados Agropecuarios

0

0

2

18- Producciones industriales: 17 menciones (2%)  Disponibilidad de los productos: 13 menciones (100% negativo)  Calidad de los productos: 4 menciones (100% negativo)  Precios: 1 mención (100% negativo) Página | 192

Las cartas sobre la mesa

Anexos

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Disponibilidad de productos

0

0

13

Calidad de los productos

0

0

4

Precios

0

0

1

19- Tiendas en Divisa: 16 menciones (2%)  Protección al consumidor: 9 menciones (89% negativo)  Precios: 8 menciones (100% negativo)  Calidad de los productos: 5 menciones (80% negativo)

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Precios

0

0

11

Protección al consumidor

1

0

8

Calidad de los productos

1

0

4

Otros: En esta categoría fueron agrupados objetos tratados esporádicamente y que no alcanzaron las 15 menciones como Viales, Doble Moneda, Televisión, Comedores Obreros, UJC y Organizaciones de masas, Trabajadores Sociales, Banco y seguros, Materias Primas, Medio Ambiente, Bloqueo, Cinco Héroes, Telefonía, Servicios Funerarios, Cultura, Tribunales, Seguridad Social, Museos y sitios históricos. Página | 193

Las cartas sobre la mesa

Anexos

ANEXO 7. Objetos y atributos, con sus dimensiones, destacados en la representación mediática de la opinión pública en la sección de correspondencia Cartas a la Dirección.

1- Problemas Sociales: 16 menciones (21%) 

Valores: 6 menciones (83% negativo)



Juventud: 6 menciones (67% positivo)



Conducta social: 5 menciones (80% negativo)



Vagancia: 3 menciones (100% negativo)



Alcoholismo: 3 menciones (100% negativo)



Ilegalidades: 2 menciones (100% negativo)

Dimensión afectiva Positivo

Neutro

Negativo

Valores

1

0

5

Juventud

4

0

2

0

1

4

0

0

3

Alcoholismo

0

0

3

Ilegalidades

0

0

2

Dimensión Conducta social Sustantiva Vagancia

Página | 194

Las cartas sobre la mesa

Anexos

2- Gobierno y Administración: 14 menciones (18%) 

Funcionamiento: 6 menciones (100% negativo)



Funcionarios: 6 menciones (67% negativo)



Políticas económicas: 3 menciones (33% neutro)



Prohibiciones: 2 menciones (100% negativo)

Dimensión afectiva

Funcionamiento Dimensión Funcionarios Sustantiva Políticas económicas Prohibiciones

Positivo

Neutro

Negativo

0

0

6

1

1

4

1

1

1

0

0

2

3- Alimentación: 12 menciones (16%) 

Eliminación libreta de abastecimientos: 8 menciones (50% neutro)



Precios de los alimentos: 3 menciones (100% negativo)



Servicios gastronómicos: 2 menciones (100% negativo)



Disponibilidad de alimentos: 2 menciones (100% negativo)

Página | 195

Las cartas sobre la mesa

Anexos

Dimensión afectiva Positivo

Neutro

Negativo

Eliminación de la libreta

2

4

2

Dimensión Precios de los alimentos Sustantiva Servicios gastronómicos

0

0

2

0

0

2

0

0

2

Disponibilidad de alimentos

4- Salud Pública: 9 menciones, 512 líneas (12%) 

Personal médico: 5 menciones (100% positivo)



Farmacia y Tratamientos: 2 menciones (100% negativo)



Influenza AH1N1: 2 menciones (100% neutro)



Estado de los hospitales: 2 menciones (100% negativo)



Funcionarios: 2 menciones (neutro)



Servicios médicos: 1 mención (100% positivo)

Dimensión afectiva Positivo

Neutro

Negativo

Personal médico

5

0

0

Farmacia y medicamentos

0

0

2

0

2

0

0

0

2

Funcionarios

1

0

1

Servicios médicos

1

0

0

Dimensión Influenza AH1N1 Sustantiva Estado de los hospitales

Página | 196

Las cartas sobre la mesa

Anexos

5- Salario: 9 menciones, 338 líneas (12%) 

Valor del salario: 4 menciones (75% negativo)



Cumplimiento con el pago: 3 menciones (100% negativo)



Sistema de pago vigente: 2 menciones (100% negativo)



Pago por resultados: 1 mención (100% positivo)

Dimensión afectiva

Dimensión Sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Valor del salario

1

0

3

Cumplimiento con el pago

0

0

3

Sistema de pago vigente

0

0

2

Pago por resultados

1

0

0

6- Producciones industriales: 7 menciones (9%) 

Disponibilidad de productos: 7 menciones (100% negativo)



Precios: 2 menciones (100% negativo)

Página | 197

Las cartas sobre la mesa

Anexos

Dimensión afectiva

Dimensión Sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Disponibilidad de productos

0

0

7

Precios

0

0

2

7- Revolución energética: 6 menciones (8%) 

Electrodomésticos: 3 menciones (100% negativo)



Implementación del ahorro: 2 menciones (100% negativo)



Ahorro: 1 mención (100% positivo)

Dimensión afectiva

Dimensión Sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Electrodomésticos

0

0

3

Implementación del ahorro

0

0

2

Ahorro

1

0

0

Página | 198

Las cartas sobre la mesa

Anexos

8- Higiene ambiental: 5 menciones (7%) 

Actuación de instituciones: 3 menciones (100% negativo)



Vertederos y basura: 3 menciones (100% negativo)



Abastecimiento de agua: 2 menciones (100% negativo)



Salideros, Fosas y Alcantarillado: 2 menciones (100% negativo)



Reparaciones: 2 menciones (100% negativo)



Situación epidemiológica: 2 menciones (100% neutro)

Dimensión afectiva

Dimensión Sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Actuación de funcionarios

0

0

3

Vertederos y basura

0

0

3

Abastecimiento de agua

0

0

2

Salideros, Fosas y Alcantarillado

0

0

2

Reparaciones

0

0

2

Situación epidemiológica

0

2

0

9- Transporte: 4 menciones (5%) 

Funcionarios e inspectores: 4 menciones (100% negativo)



Transportistas particulares: 2 menciones (100% negativo)



Transporte urbano: 2 menciones (50% negativo)



ASTRO: 1 mención (100% negativo)



Trenes: 1 mención (100% negativo)



Terminales interprovinciales: 1 mención (100% negativo) Página | 199

Las cartas sobre la mesa

Anexos Dimensión afectiva

Dimensión Sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Funcionarios

0

0

4

Transportistas particulares

0

0

2

Transporte urbano

0

1

1

ASTRO

0

0

1

Trenes

0

0

1

Terminales interprovinciales

0

0

1

10- Agricultura: 4 menciones (5%) 

Infraestructura, organización y estrategias: 2 menciones (100% negativo)



Funcionarios: 2 menciones (100% neutro)



Entrega de Tierras Ociosas: 1 mención (100% negativo)

Dimensión afectiva

Dimensión Sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Infraestructura, Organización y estrategias

0

0

2

Funcionarios

1

0

1

Entrega de Tierras Ociosas

0

0

1

Página | 200

Las cartas sobre la mesa

Anexos

11- Socialismo: 3 menciones (4%)



Coexistencia de formas de propiedad: 2 menciones (100% positivo)



Confianza en el sistema: 1 mención (100% positivo)



Variantes de socialismo: 1 mención (100% positivo)

Dimensión afectiva

Dimensión Sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Coexistencia formas propiedad

2

0

0

Confianza en el sistema

1

0

0

Otras formas de socialismo

1

0

0

12- Trabajo: 2 menciones (3%) 

Infraestructura, Productividad y organización: 2 menciones (100% negativo)

Dimensión afectiva

Dimensión Sustantiva

Infraestructura, Productividad y organización

Positivo

Neutro

Negativo

0

0

2

Página | 201

Las cartas sobre la mesa

Anexos

13- Correos de Cuba: 2 menciones (3%) 

Servicios: 1 mención (100% negativo)



Trabajadores: 1 mención (100% neutro)

Dimensión afectiva

Dimensión Sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Servicios

0

0

1

Trabajadores

0

1

0

14- Vivienda: 2 menciones (3%) 

Funcionamiento de la entidad: 2 menciones (100% negativo)



Materiales: 1 mención (100% negativo)

Dimensión afectiva

Dimensión Sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Funcionamiento de la entidad

0

0

2

Materiales

0

0

1

15- Otros: (2 como promedio)

Página | 202

Las cartas sobre la mesa

Anexos

16- Educación: 1 mención (1%) 

Cumplimiento con el pago de profesores: 1 mención (100% negativo)



Funcionarios: 1 mención (100% negativo)

Dimensión afectiva

Dimensión Sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Cumplimiento pago profesores

0

0

1

Funcionarios

0

0

1

17- Sistema Eléctrico: 1 mención (1%) 

Empresa Eléctrica: 1 mención (100% negativo)

Dimensión afectiva

Dimensión Sustantiva

Empresa Eléctrica

Positivo

Neutro

Negativo

0

0

1

18- Tiendas en Divisa: 1 mención (2%) 

Precios: 1 mención (100% negativo)

Dimensión afectiva

Dimensión Sustantiva

Precios

Positivo

Neutro

Negativo

0

0

1

Página | 203

Las cartas sobre la mesa

Anexos

ANEXO 8. Definición de Agenda Mediática según cantidad de artículos, extensión y ubicación. Cálculo de correlaciones.

Agenda mediática según la cantidad de menciones

1-

Salud Pública

2-

Agricultura

3-

Alimentación

4-

Producciones industriales

5-

Higiene ambiental

6-

Problemas sociales

7-

Instituciones militares y de protección

8-

Trabajo

9-

Educación

10-

Gobierno y Administración

11-

Vivienda

12-

Transporte

13-

Revolución Energética

14-

Otros

15-

Sistema Eléctrico

16-

Salario

17-

Periodismo

18-

Tiendas en Divisas

19-

Correos de Cuba

Página | 204

Las cartas sobre la mesa

Anexos

Agenda mediática según la extensión

1-

Agricultura: (4207 líneas)

2-

Salud Pública: (4207 líneas)

3-

Alimentación: (3868 líneas)

4-

Trabajo: (2977 líneas)

5-

Producciones industriales: (2931 líneas)

6-

Problemas sociales: (2837 líneas)

7-

Higiene ambiental: (2446 líneas)

8-

Instituciones militares y de protección: 19 (2048 líneas)

9-

Transporte: (1343 líneas)

10-

Educación: (1325 líneas)

11-

Vivienda: (1194 líneas)

12-

Gobierno y Administración: (1182 líneas)

13-

Salario: (984 líneas)

14-

Otros: (769 líneas)

15-

Revolución Energética: (580 líneas)

16-

Correos de Cuba: (368 líneas)

17-

Tiendas en Divisas: (360 líneas)

18-

Sistema Eléctrico: (348 líneas)

19-

Periodismo: (266 líneas)

Página | 205

Las cartas sobre la mesa

Anexos

Agenda mediática según la ubicación (portada y contraportada)

1-

Salud Pública (20 menciones)

2-

Agricultura (15 menciones)

3-

Alimentación (12 menciones)

4-

Trabajo (10 menciones)

5-

Producciones Industriales (9 menciones)

6-

Instituciones militares (8 menciones)

7-

Educación (7 menciones)

8-

Vivienda (7 menciones)

9-

Higiene ambiental (5 menciones)

10-

Problemas Sociales (4 menciones)

11-

Transporte (3 menciones)

12-

Salario (3 menciones)

13-

Gobierno y Administración (3 menciones)

14-

Otros (3 como promedio)

15-

Revolución Energética (2 menciones)

16-

Sistema Eléctrico (1 mención)

17-

Periodismo (0 menciones)

18-

Tiendas en Divisa (0 menciones)

19-

Correos de Cuba (0 menciones)

Página | 206

Las cartas sobre la mesa

Anexos

Correlaciones

Correlación entre la agenda según cantidad de menciones y la agenda según la extensión

Correlaciones Agenda mediática líneas

Agenda mediática Rho de Spearman

Agenda mediática

Agenda mediática líneas

Coeficiente de correlación Sig. (bilateral) N Coeficiente de correlación Sig. (bilateral) N

1,000

,944**

. 20

,000 20

,944**

1,000

,000 20

. 20

**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

Correlación entre la agenda según cantidad de menciones y la agenda según la ubicación

Correlaciones Agenda mediática Rho de Spearman

Agenda mediática

Agenda mediática ubicación

Coeficiente de correlación Sig. (bilateral) N Coeficiente de correlación Sig. (bilateral) N

1,000

Agenda mediática ubicación ,929**

. 20

,000 20

,929**

1,000

,000 20

. 20

**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

Página | 207

Las cartas sobre la mesa

Anexos

ANEXO 9. Objetos y atributos con sus dimensiones resaltados en la agenda mediática:

1- Salud Pública: 52 menciones (48 como principal) (18%)  Servicios médicos: 29 menciones (100% positivo)  Personal médico: 14 menciones (86% positivo)  Influenza AH1N1: 14 menciones (64% neutro)  Farmacia y tratamientos: 10 menciones (100% positivo)  Eventos: 7 menciones (71% positivo)  Estado de los hospitales: 4 menciones (50% positivo)  Funcionarios: 1 mención (100% negativo)

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Servicios médicos

29

0

0

Personal médico

12

0

2

Influenza AH1N1

5

9

0

Farmacia y tratamientos

10

0

0

Eventos

5

2

0

Estado de los hospitales

2

1

1

Funcionarios

0

0

1

Página | 208

Las cartas sobre la mesa

Anexos

2- Agricultura: 41 menciones (38 como principal) (14%)  Infraestructura, organización y estrategias: 26 menciones (69% positivo)  Productores: 13 menciones (77% positivo)  Acopio: 10 menciones (60% negativo)  Mercados Agropecuarios: 4 menciones (75% negativo)  Funcionarios: 3 menciones (100% negativo)  Entrega de Tierras Ociosas: 3 menciones (67% negativo)

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Infraestructura, organización y estrategias

18

6

2

Productores

10

2

1

Acopio

2

2

6

Mercados Agropecuarios

1

0

3

Funcionarios

0

0

3

Entrega de Tierras Ociosas

1

0

2

3- Alimentación: 36 menciones (18 como principal) (12%)  Disponibilidad de Alimentos: 30 menciones (77% positivo)  Precios de los Alimentos: 5 menciones (80% negativo)  Servicios Gastronómicos: 4 menciones (75% negativo)  Eliminación de la Libreta de Abastecimiento: 1 mención (100% positivo) Página | 209

Las cartas sobre la mesa

Anexos

Dimensión afectiva Positivo

Neutro

Negativo

23

5

2

0

1

4

0

1

3

1

0

0

Disponibilidad Alimentos Dimensión Precios de los Alimentos sustantiva Servicios Gastronómicos Eliminación Libreta

4- Producciones industriales: 32 menciones (31 como principal) (11%) 

Situación de la industria: 28 menciones (68% positivo)



Disponibilidad de productos: 7 menciones (71% positivo)



Eventos: 4 menciones (100% neutro)



Calidad de los productos: 3 menciones (100% positivo)

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Situación de la industria

19

6

3

Disponibilidad de productos

5

2

0

Eventos

0

4

0

Calidad de los productos

3

0

0

Página | 210

Las cartas sobre la mesa

Anexos

5- Higiene ambiental: 23 menciones (20 como principal) 

Situación epidemiológica: 16 menciones (69% neutro)



Salideros, Fosas y Alcantarillado: 6 menciones (33% neutro)



Abastecimiento de Agua: 4 menciones (50% negativo)



Reparaciones: 3 menciones (100% positivo)



Vertederos y Basura: 3 menciones (67% positivo)



Actuación de instituciones: 2 menciones (100% positivo)



Estado constructivo de instalaciones: 2 menciones (100% positivo)

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Situación epidemiológica

3

11

2

Salideros, Fosas y Alcantarillado

2

2

2

Abastecimiento de Agua

1

1

2

Reparaciones

3

0

0

Vertederos y Basura

2

0

1

Actuación de instituciones

2

0

0

Estado de las instalaciones

2

0

0

Página | 211

Las cartas sobre la mesa

Anexos

6- Problemas sociales: 21 menciones (9 como principal) 

Conducta Social: 9 menciones (89% negativo)



Ilegalidades: 7 menciones (100% negativo)



Juventud: 4 menciones (75% positivo)



Valores: 2 menciones (50% negativo)



Vagancia: 1 mención (100% negativo)



Alcoholismo: 1 mención (100% negativo)

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Conducta Social

1

0

8

Ilegalidades

0

0

7

Juventud

3

1

0

Valores

0

1

1

Vagancia

0

0

1

Alcoholismo

0

0

1

7- Instituciones militares y de protección: 19 menciones (15 como principal) 

FAR y MININT: 12 menciones (92% positivo)



Tránsito: 4 menciones (75% neutro)



Aduana: 2 menciones (50% positivo)



PNR: 1 mención (100% positivo)

Página | 212

Las cartas sobre la mesa

Anexos Dimensión afectiva Positivo

Neutro

Negativo

11

1

0

1

3

0

1

1

0

1

0

0

FAR y MININT Dimensión Tránsito sustantiva Aduana PNR

8- Trabajo: 18 menciones (11 como principal) 

Infraestructura, productividad y organización: 13 menciones (69% positivo)



Empleo y Fuerza Laboral: 7 menciones (100% negativo)



Administraciones: 1 mención (100% negativo)

Dimensión afectiva

Infraestructura, productividad y organización Dimensión sustantiva Empleo y Fuerza Laboral Administraciones

Positivo

Neutro

Negativo

9

1

3

0

0

7

0

0

1

Página | 213

Las cartas sobre la mesa

Anexos

9- Educación : 14 menciones (14 como principal) 

Sistema Educacional: 9 menciones (89% positivo)



Claustro: 6 menciones (67% positivo)



Eventos: 3 menciones (100% positivo)



Nuevas medidas: 2 menciones (100% positivo)



SUM: 2 menciones (100% negativo)

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Sistema Educacional

8

0

1

Claustro

4

1

1

Eventos

3

0

0

Nuevas Medidas

0

0

2

SUM

0

0

2

10- Gobierno y Administración: 13 menciones (6 como principal) 

Funcionamiento: 6 menciones (50% negativo)



Funcionarios: 5 menciones (60% positivo)



Participación ciudadana: 3 menciones (100% positivo)

Página | 214

Las cartas sobre la mesa

Anexos Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Funcionamiento

1

2

3

Funcionarios

3

0

2

Participación ciudadana

3

0

0

11- Vivienda: 9 menciones (3 como principal)



Fondo habitacional: 8 menciones (62% negativo)



Materiales de construcción: 1 mención (100% positivo)

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Fondo habitacional

3

0

5

Materiales de construcción

1

0

0

12- Transporte: 8 menciones (7 como principal) 

Transporte urbano: 3 menciones (67% positivo)



ASTRO: 2 menciones (50% positivo)



Trenes: 2 menciones (50% negativo)



Transportistas particulares: 1 mención (100% neutro)



Funcionarios e inspectores: 1 mención (100% neutro) Página | 215

Las cartas sobre la mesa

Anexos

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Transporte Urbano

2

0

1

ASTRO

1

1

0

Trenes

0

1

1

Transportistas particulares

0

1

0

Funcionarios e inspectores

0

1

0

13- Revolución Energética: 7 menciones (7 como principal) 

Implementación del ahorro: 6 menciones (50% positivo)



Electrodomésticos: 1 mención (100% neutro)

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Implementación del ahorro

3

1

2

Electrodomésticos

0

1

0

14- Otros: 6 como promedio

15- Sistema Eléctrico: 5 menciones (5 como principal) 

Estado del sistema: 4 menciones (75% positivo)



Empresa Eléctrica: 1 mención (100% positivo) Página | 216

Las cartas sobre la mesa

Anexos

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Estado del sistema

3

0

1

Empresa Eléctrica

1

0

0

16- Salario: 5 menciones (2 como principal) 

Implementación del pago por resultados: 3 menciones (67% positivo)



Pago por resultados: 2 menciones (100% positivo)



Sistema de pago vigente: 2 menciones (100% negativo)

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Implementación pago resultados

2

0

1

Pago por resultados

2

0

0

Sistema de pago vigente

0

0

2

Página | 217

Las cartas sobre la mesa

Anexos

17- Periodismo: 3 menciones (2 como principal) 

Tratamiento de la realidad nacional: 2 menciones (100% neutro)



Censura: 1 mención (100% negativo)



Ejercicio de la crítica: 1 mención (100% positivo)

Dimensión afectiva

Dimensión sustantiva

Positivo

Neutro

Negativo

Tratamiento realidad nacional

1

0

1

Ejercicio de la crítica

1

0

0

Censura

0

0

1

18- Tiendas en Divisas: 2 menciones (2 como principal) 

Protección al Consumidor: 2 menciones (50% negativo)



Calidad de los productos: 1 mención (100% negativo)



Precios de los productos: 1 mención (100% negativo)

Dimensión afectiva

Protección al Consumidor Dimensión Precios de los productos sustantiva Calidad de los productos

Positivo

Neutro

Negativo

0

1

1

0

0

1

0

0

1 Página | 218

Las cartas sobre la mesa

Anexos

19- Correos de Cuba: 1 mención (1 como principal) 

Servicios: 1 mención (negativo)



Trabajadores: 1 mención (negativo)



Indemnizaciones: 1 mención (neutro)

Dimensión afectiva

Servicios Dimensión Trabajadores sustantiva Indemnizaciones

Positivo

Neutro

Negativo

0

0

1

0

0

1

0

1

0

Página | 219

Las cartas sobre la mesa

Anexos

ANEXO 10. Correlaciones

OBJETOS Y ATRIBUTOS Objeto 1: Gobierno y Administración 1.1 Funcionarios 1.2 Funcionamiento 1.3 Prohibiciones 1.4 Participación ciudadana 1.5 Conocimiento de las leyes 1.6 Políticas Económicas Objeto 2: Alimentación 2.1 Eliminación de la Libreta de Abastecimiento 2.2 Disponibilidad de Alimentos 2.3 Servicios Gastronómicos 2.4 Precios de los Alimentos Objeto 3: Salud Pública 3.1 Personal Médico 3.2 Estado de los hospitales 3.3 Funcionarios 3.4 Farmacia y tratamientos 3.5 Servicios médicos 3.6 Gestiones 3.7 Influenza AH1N1 3.8 Eventos Objeto 4: Vivienda Página | 220

Las cartas sobre la mesa

Anexos

4.1 Funcionamiento de la entidad 4.2 Fondo habitacional 4.3 Materiales de construcción Objeto 5: Salario 5.1 Valor del salario 5.2 Cumplimiento con el pago 5.3 Pago por resultados 5.4 Sistema de pago vigente 5.5 Implementación del pago por resultados Objeto 6: Problemas Sociales 6.1 Valores 6.2 Conducta Social 6.3 Ilegalidades 6.4 Juventud 6.5 Vagancia 6.6 Alcoholismo Objeto 7: Higiene ambiental 7.1 Actuación de instituciones 7.2 Abastecimiento de agua 7.3 Vertederos y basura 7.4 Salideros, Fosas y Alcantarillado 7.5 Reparaciones 7.6 Situación epidemiológica 7.7 Estado constructivo de las instalaciones Objeto 8: Transporte Página | 221

Las cartas sobre la mesa

Anexos

8.1 Transporte Urbano 8.2 ASTRO 8.3 Transportistas particulares 8.4 Funcionarios e inspectores 8.5 Trenes 8.6 Terminales interprovinciales Objeto 9: Revolución Energética 9.1 Electrodomésticos 9.2 Implementación del ahorro 9.3 Ahorro Objeto 10: Trabajo 10.1 Infraestructura, productividad y organización 10.2 Empleo y Fuerza laboral 10.3 Ubicación laboral y Adiestramiento 10.4 Funcionamiento del MTSS 10.5 Administraciones Objeto 11: Periodismo 11.1 Tratamiento de la realidad nacional 11.2 Ejercicio de la crítica 11.3 Censura 11.4 Veracidad Objeto 12: Instituciones Militares y de Seguridad 12.1 PNR 12.2 Prisiones 12.3 Aduana 12.4 FAR y MININT Página | 222

Las cartas sobre la mesa

Anexos

12.5 Tránsito 12.6 Inmigración y Extranjería Objeto 13: Correos de Cuba 13.1 Servicios 13.2 Actuación de funcionarios 13.3 Trabajadores 13.4 Indemnizaciones Objeto 14: Socialismo 14.1 Coexistencia de formas de propiedad 14.2 Confianza en el sistema 14.3 Variantes de socialismo Objeto 15: Educación 15.1 Actuación de funcionarios 15.2 Cumplimiento con el pago 15.3 Prohibiciones 15.4 Nuevas medidas 15.5 Estado de los Centros 15.6 Claustro 15.7 Eventos Objeto 16: Sistema Eléctrico 16.1 Empresa Eléctrica 16.2 Estado del sistema Objeto 17: Agricultura 17.1 Organización y estrategias 17.2 Funcionarios 17.3 Entrega de tierras Página | 223

Las cartas sobre la mesa

Anexos

17.4 Acopio 17.5 Mercados Agropecuarios 17.6 Productores Objeto 18: Producciones Industriales 18.1 Disponibilidad de los productos 18.2 Calidad de los productos 18.3 Precios 18.4 Situación de la industria Objeto 19: Tiendas en Divisa 19.1 Protección al consumidor 19.2 Precios 19.3 Calidad de los productos Objeto 20: Otros

Página | 224

Las cartas sobre la mesa

Rango

Objetos Agenda Pública

1

Anexos

Objetos Agenda Cartas Dirección

Objetos Agenda Mediática

1

6

3

2

2

1

17

3

3

2

2

4

4

3

18

5

5

5

7

6

6

18

6

7

7

9

12

8

8

7

10

9

9

8

15

10

10

17

1

11

11

14

4

12

12

10

8

13

13

13

9

14

14

4

20

15

15

20

16

16

16

15

5

17

17

16

11

18

18

19

19

18

19

12

13

20

20

11

14

Página | 225

Las cartas sobre la mesa

Anexos

Correlaciones Agenda pública- Agenda Cartas a la Dirección Correlación entre objetos Correlaciones Agenda Pública Rho de Spearman

Agenda Pública

Agenda Cartas

Coeficiente de correlación Sig. (bilateral) N Coeficiente de correlación Sig. (bilateral) N

1,000

Agenda Cartas ,626**

. 20

,003 20

,626**

1,000

,003 20

. 20

**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

Correlación entre las dimensiones sustantivas y correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos

1- Problemas Sociales Están presentes todos los atributos. La correlación entre las dimensiones sustantivas es alta (+0.643). La dimensión afectiva general es negativa en ambas agendas. Existe una alta correspondencia entre las dimensiones afectivas, solo difieren respecto al atributo Juventud.

2- Gobierno y Administración No están presentes los atributos Participación ciudadana y Conocimiento de las leyes. La correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos es media (+0.543). La dimensión afectiva general del objeto es negativa en ambas agendas. Existe una alta correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos.

Página | 226

Las cartas sobre la mesa

Anexos

3- Alimentación Están presentes todos los atributos en ambas agendas. La correlación entre las dimensiones sustantivas es baja (+0.200) debido fundamentalmente a que el atributo Disponibilidad de Alimentos que ocupa el segundo lugar dentro de la agenda pública; se encuentra relegado a la última posición en la agenda de Cartas. La dimensión afectiva general del objeto es negativa. Existe una alta correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos.

4- Salud Pública Están presentes todos los atributos, excepto Gestiones. La correlación entre las dimensiones sustantivas es media (+0.464). Coinciden las dimensiones afectivas en los casos de los atributos Farmacia y Tratamientos, Influenza AH1N1 y Estado de los Hospitales. En el caso de Personal Médico, coinciden las dimensiones, pero existe entre ambas una diferencia de 55 puntos porcentuales. Respecto a Funcionarios y Servicios Médicos las dimensiones afectivas son diferentes. La dimensión afectiva general del objeto en la Agenda Pública es negativa, mientras que en la Agenda de Cartas a la Dirección es positiva. Por tanto, no existe correspondencia entre las dimensiones afectivas.

5- Salario Están presentes todos los atributos en ambas agendas. La correlación entre las dimensiones sustantivas es perfecta (+1.00). La dimensión afectiva general del objeto es negativa. Existe una alta correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos.

6- Producciones industriales No se encuentra presente el atributo Calidad de los productos. La correlación entre las dimensiones sustantivas es media (+0.500). La dimensión afectiva general es negativa en ambas agendas. Las dimensiones afectivas coinciden, por lo que hay una alta correspondencia entre ellas.

7- Revolución Energética Están presentes todos los atributos. La correlación entre las dimensiones sustantivas es perfecta (+1.000). Existe una alta correspondencia entre las dimensiones afectivas.

Página | 227

Las cartas sobre la mesa

Anexos

8- Higiene ambiental Están presentes todos los atributos, excepto Estado constructivo de las instalaciones. La correlación entre las dimensiones sustantivas es muy alta (+0.964). La dimensión afectiva general es negativa en ambas agendas. Existe una alta correspondencia entre las dimensiones afectivas.

9- Transporte Están presentes todos los atributos. La correlación entre las dimensiones sustantivas es media (+0.486). La dimensión afectiva general en ambas agendas es negativa. Existe una alta correspondencia entre las dimensiones afectivas.

10- Agricultura Sólo están presentes dos de los cinco atributos que componen este objeto. Existe correspondencia entre las dimensiones afectivas generales.

11- Socialismo Están presentes todos los atributos. La correlación entre las dimensiones afectivas es perfecta (+1.00). La dimensión afectiva general es positiva en ambas agendas. Existe una alta correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos.

12- Trabajo Solo está presente uno de los cinco atributos que posee este objeto. Existe correspondencia entre las dimensiones afectivas generales.

13- Correos de Cuba Está presente la mitad de los atributos. No aparecen en la agenda a comparar Actuación de funcionarios e Indemnizaciones. La correlación entre las dimensiones sustantivas es media (+0.400). La dimensión afectiva general es negativa en ambas agendas. Existe correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos.

14- Vivienda Están presentes dos de los tres atributos, solo falta Fondo habitacional, el número 2 de la agenda pública. La correlación entre las dimensiones sustantivas es media Página | 228

Las cartas sobre la mesa

Anexos

(+0.500). La dimensión afectiva general es negativa en ambas agendas. Existe una alta correspondencia entre las dimensiones afectivas.

15- Otros

16- Educación Sólo están presentes dos de los seis atributos que integran este objeto. No existe correspondencia entre las dimensiones sustantivas de los atributos. Existe correspondencia entre las dimensiones afectivas generales.

17- Sistema Eléctrico Está presente uno de los dos atributos que forman parte del objeto. No aparece Estado del sistema. La dimensión afectiva predominante es negativa en ambas agendas. Existe correspondencia entre las dimensiones afectivas.

18- Tiendas en Divisas Solo está presente uno de los tres atributos que componen el objeto. Existe correspondencia entre las dimensiones afectivas generales.

19- Instituciones Militares y de Protección No aparece en la agenda de Cartas a la Dirección.

20- Periodismo No aparece en la agenda de Cartas a la Dirección.

Resumen La correlación entre los objetos es alta (+0.626). La correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos es media (0.481). Existe alta correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos. Por tanto, existe una relación Significativa, Balanceada y Enfocada.

Página | 229

Las cartas sobre la mesa

Anexos

Correlaciones Agenda Cartas- Agenda mediática

Correlación entre objetos Correlaciones Agenda Cartas Dirección Rho de Spearman

Agenda Cartas Dirección

Agenda Mediática

Coeficiente de correlación Sig. (bilateral) N Coeficiente de correlación Sig. (bilateral) N

1,000

Agenda Mediática ,509*

. 18

,031 18

,509*

1,000

,031 18

. 18

*. La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).

1- Problemas Sociales Están presentes todos los atributos. La correlación entre las dimensiones sustantivas es muy baja (+0.086). Existe correspondencia entre las dimensiones afectivas generales.

2- Gobierno y Administración Comparten dos atributos: Funcionarios y Funcionamiento. En la agenda de Cartas a la Dirección aparecen además los atributos Políticas Económicas y Prohibiciones. En la Agenda Mediática está el atributo Participación ciudadana. La correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos es muy alta (+0.800). No hay correlación entre las dimensiones afectivas.

3- Alimentación Están presentes todos los atributos en ambas agendas. La correlación entre las dimensiones sustantivas es nula (-0.800). La dimensión afectiva general es negativa en la Agenda de Cartas a la Dirección, mientras que en la Agenda Mediática es positiva. No existe correspondencia entre las dimensiones afectivas.

Página | 230

Las cartas sobre la mesa

Anexos

4- Salud Pública Están presentes todos los atributos. La correlación entre las dimensiones sustantivas es muy baja (+0.086). La agenda mediática agrega el atributo Eventos. La dimensión afectiva general del objeto en ambas agendas es positiva. Hay correspondencia entre las dimensiones afectivas.

5- Salario Están presentes la mitad de los atributos, no aparecen en la Agenda Mediática Valor del Salario y Cumplimiento con el pago los dos atributos más resaltados en la agenda de Cartas…. La correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos es nula (1.000). En la agenda mediática se agrega el atributo Implementación del pago por resultados. Las dimensiones afectivas generales no concuerdan. No existe correspondencia entre las dimensiones afectivas.

6- Producciones industriales Ambas agendas solo comparten un atributo, Disponibilidad de productos. El otro atributo de la Agenda de Cartas no aparece en la Mediática, pero en esta aparecen otros tres atributos. No existe correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos. Tampoco existe correspondencia entre las dimensiones afectivas generales.

7- Revolución Energética Solo no aparece el atributo Ahorro. La correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos es media (+0.500). No existe correspondencia entre las dimensiones afectivas generales del objeto.

8- Higiene ambiental Están presentes todos los atributos. En la Agenda Mediática aparece además el atributo Estado constructivo de las instalaciones. La correlación entre las dimensiones sustantivas es nula (-0.829). No existe correspondencia entre las dimensiones afectivas generales.

Página | 231

Las cartas sobre la mesa

Anexos

9- Transporte Están presentes todos los atributos excepto Terminales Interprovinciales. La correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos es muy baja (+0.086). No existe correspondencia entre las dimensiones afectivas generales.

10- Agricultura La Agenda Mediática incluye los tres atributos contenidos en la Agenda de Cartas a la Dirección, y además agrega otros tres. La correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos es perfecta (+1.000) No existe correspondencia entre las dimensiones afectivas generales.

11- Socialismo No aparece en la Agenda Mediática

12- Trabajo La agenda mediática aborda y en primer lugar el único atributo aparecido en Cartas…, Infraestructura, Productividad y Estrategias, por lo que la correlación es perfecta (+1.000) La Agenda Mediática agrega otros dos atributos. Existe correspondencia entre las dimensiones afectivas generales.

13- Correos de Cuba Están presentes todos los atributos. La Agenda mediática agrega Indemnizaciones. La correlación entre las dimensiones sustantivas es perfecta (+1.000). Existe correspondencia entre las dimensiones afectivas generales.

14- Vivienda Solo comparten un atributo. No existe correspondencia entre las dimensiones sustantivas de los atributos. Existe correspondencia entre las dimensiones afectivas generales.

Página | 232

Las cartas sobre la mesa

Anexos

15- Otros

16- Educación No comparten atributos, por tanto no existe correlación entre las dimensiones sustantivas. Tampoco existe correspondencia entre las dimensiones afectivas generales.

17- Sistema Eléctrico Está presente uno de los dos atributos que conforman el objeto. No existe correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos. No existe correspondencia entre las dimensiones afectivas generales.

18- Tiendas en Divisa Solo comparten un atributo Precios. No existe correspondencia entre las dimensiones sustantivas. Existe correspondencia entre las dimensiones afectivas generales.

19- Periodismo No está presente en la Agenda de Cartas a la Dirección.

20- Instituciones militares y de protección No está presente en la Agenda de Cartas a la Dirección.

Resumen La correlación entre objetos es media (+0.466). La correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos es baja (+0.284). No existe correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos. Por tanto la relación es Moderada, Poco Exhaustiva y Desenfocada.

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Correlaciones Agenda Pública- Agenda Mediática

Correlación entre objetos Correlaciones Agenda Pública Rho de Spearman

Agenda Pública

Agenda Mediática

Coeficiente de correlación Sig. (bilateral) N Coeficiente de correlación Sig. (bilateral) N

Agenda Mediática

1,000

,305

. 20

,191 20

,305

1,000

,191 20

. 20

1- Salud Pública Están presentes todos los atributos, excepto Gestiones. Se añade el atributo Eventos. La correlación entre las dimensiones sustantivas es muy baja (+0.071). En el caso de Estado de los Hospitales, Servicios Médicos y Farmacia y Tratamientos, las dimensiones afectivas no coinciden, y en Personal Médico, aunque las categorías de actitud coinciden, la diferencia porcentual es muy grande respecto a las valoraciones. Existe coincidencia en cuanto a los atributos Funcionarios e Influenza AH1N1. La dimensión afectiva general en la agenda pública es negativa y en la agenda mediática negativa. Por tanto, no existe correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos.

2- Agricultura Están presentes todos los atributos. Se añade el atributo Productores. La correlación entre las dimensiones sustantivas es baja (+0.200). Existe coincidencia en las dimensiones afectivas de cuatro atributos, pero estos son los menos presentes. Sin embargo, la dimensión afectiva predominante en la agenda pública es negativa, mientras que en la mediática positiva. Por tanto, no existe correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos.

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3- Alimentación Están presentes todos los atributos. La correlación entre las dimensiones sustantivas es nula (-0.400). No existe correspondencia en las dimensiones afectivas de dos de los cuatro atributos. Las dimensiones afectivas generales no concuerdan, en la agenda pública es negativa y en la mediática, positiva. No existe correspondencia entre las dimensiones afectivas.

4- Producciones industriales Están presentes todos los atributos, excepto Precios. Se añaden los atributos Situación de la industria y Eventos en la agenda mediática. La correlación entre las dimensiones sustantivas es perfecta (+1.000). No existe correspondencia entre las valoraciones afectivas de los atributos coincidentes. En la agenda pública todas las valoraciones son negativas, en tanto en la mediática, predomina la valoración positiva.

5- Higiene ambiental Están presentes todos los atributos. La correlación entre las dimensiones sustantivas es nula (-0.071). No existe correspondencia en las dimensiones afectivas de cinco de los atributos coincidentes. Las dimensiones afectivas generales no concuerdan, en la agenda mediática predomina la positiva, valoración ausente en la agenda pública, en la que sobresale lo negativo.

6- Problemas sociales Están presentes todos los atributos. La correlación entre las dimensiones sustantivas es alta (+0.657). Existe correspondencia en la dimensión afectiva de todos los atributos, excepto Juventud. La dimensión afectiva general es negativa en ambas agendas. Existe una alta correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos.

7- Instituciones militares y de protección Están presentes cuatro de los seis atributos que integran el objeto. No aparecen en la agenda mediática los atributos Prisiones e Inmigración y Extranjería. La correlación entre la dimensión sustantiva de los atributos es nula (-0.143). No existe correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos y por ende, tampoco en la dimensión afectiva general.

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8- Trabajo Están presentes tres de los cinco atributos que componen el objeto en la agenda pública. No aparecen en la agenda mediática los atributos Ubicación laboral y adiestramiento y Funcionamiento del MTSS. La correlación entre las dimensiones sustantivas es muy alta (+0.800). Existe correspondencia entre cuatro de las dimensiones afectivas, pero no hay correspondencia en el atributo más mencionado. No obstante, la dimensión afectiva general es negativa en ambas agendas. Existe correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos.

9- Educación Solo están presentes tres de los siete atributos que componen la agenda de referencia. No existe correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos. No existe correspondencia entre la dimensión afectiva general de los atributos.

10- Gobierno y Administración Están presentes tres de los seis atributos que componen el objeto. No aparecen Prohibiciones, Conocimiento de las leyes y Políticas Económicas. La correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos es media (+0.543). No existe correspondencia en dos de los tres atributos presentes en ambas agendas. La dimensión afectiva general de la agenda pública es negativa, mientras que en la agenda mediática es negativa. No existe correspondencia entre las dimensiones afectivas.

11- Vivienda Están presentes dos de los tres atributos que componen el objeto. No aparece Funcionamiento de la entidad, el atributo más destacado en la agenda pública. La correlación entre las dimensiones sustantivas es nula (-0.500). No existe correspondencia entre la dimensión afectiva de uno de los atributos. La dimensión afectiva general en ambas agendas es negativa. Existe correspondencia entre las dimensiones afectivas.

12- Transporte Están presentes todos los atributos excepto Terminales Interprovinciales. La correlación entre las dimensiones sustantivas es muy alta (+0.829). No existe correspondencia entre las dimensiones afectivas de cuatro atributos, solo existe correspondencia respecto al atributo Trenes. La dimensión afectiva general es negativa Página | 236

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en la agenda pública y neutra en la agenda mediática. No existe correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos.

13- Revolución Energética Están presentes dos de los tres atributos, falta Ahorro. La correlación entre las dimensiones sustantivas es media (+0.500). No existe correspondencia en la dimensión afectiva del atributo Implementación del ahorro y no existe correspondencia entre las dimensiones afectivas generales de ambas agendas. En la agenda pública el objeto es valorado negativamente y en la mediática, positivamente.

14- Otros

15- Salario Están presentes tres de los cinco atributos que conforman el objeto. No aparecen en la agenda mediática los atributos Valor del salario y cumplimiento con el pago, se añade el atributo Implementación del pago por resultados. La correlación entre las dimensiones sustantivas es nula (-1.000). No existe correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos.

16- Sistema Eléctrico Están presentes todos los atributos que integran el objeto. La correlación entre las dimensiones sustantivas es nula (-1.000) La dimensión afectiva general es diferente en ambas agendas. No existe correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos.

17- Periodismo Están presentes tres de los cuatro atributos que componen el objeto. No aparece Veracidad. La correlación entre las dimensiones sustantivas es muy alta (+0.800). Las dimensiones afectivas no coinciden en dos de los atributos. La dimensión afectiva general de la agenda pública es negativa, mientras que la de la mediática es neutra. No existe correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos.

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18- Tiendas en Divisa Están presentes todos los atributos. La correlación entre las dimensiones sustantivas es media (+0.500). Existe correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos y en la dimensión afectiva general.

19- Correos de Cuba Están presentes todos los atributos, excepto Actuación de Funcionarios. La correlación entre las dimensiones sustantivas es media (+0.400). Existe correspondencia en las dimensiones afectivas de dos atributos y en las dimensiones afectivas del objeto en ambas agendas.

20- Socialismo No está presente en la agenda mediática.

Resumen La correlación entre los objetos es baja (+0.305). La correlación entre las dimensiones sustantivas de los atributos es baja (+0.350). No existe correspondencia entre las dimensiones afectivas de los atributos. Por tanto, la relación es No Significativa, Poco Exhaustiva y Desenfocada.

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