Las aventuras del Che en el Congo. La experiencia guerrillera en el África de 1965.

La experiencia gue 1-rill e1a en

Africa

por tléctor Ghiretti

El auto r lee y analiza los escritos del Che desde una perspectiva discutible y polémica: la experiencia r evolucionaria del guerrillero argentino-cubano no es más que la obra de un aventurero entusiasmado h as ta la hora del desencanto final. Una mirada singular que obliga a pensar el mito Guevara.

6/ TODO E:SlriSTO:ltlA N°idos y monolíticos co mo el castrista no exceptúa a Pasajes rfe In guerra revolucionaria: Congal. Se trata de un texto dado a conocer tardíamente por el régimen. Los motivos por los cuales se mantuvo en secreto durante tanto tiempo nunca se han hecho explícitos: en 1988 Fidel reconoció su carácter inédito, sin dar mayores explicacionesz. En su li bro sobre la guerrilla cubana en el Congo, Paco Ignacio Taibo ll, Froilán Escobar y Félix Guerra hablan del "secreto más celosamente guardado por la revolución culmna"3 y aluden al texto, pero no abundan sobre las razones de ello. Sin embargo, por los fragmentos que ya se co nocían (contenidos en el citado texto)4 se podían intuir las motivaciones profundas de este ocultamiento. 1965: Un año en ninguna parte La preparación del libro estuvo a cargo de Aleida Guevara March, la hija del Che, que no es conocida precisamente por su postura crítica hacia el castrismo ni -esto último, bastante más comprensible- hacia la figura de su padre. El prólogo -de idéntica responsable- posee un persistente tono apologético, penetrado -aunque con cierto disimulo para la ocasiónpor la propaganda oficial. Paralelamente, se echa en falta un estudio histórico-político, alguna cartografía o comentarios a pie de página que proveyeran un mínim o aparato crítico y facilitaran un mejor aprovechamiento del texto. Sin embargo, la censura con la que posiblemente haya sido maquillado o cercenado el libro (que comienza ilustrativamente con un agradecimiento de los respon sables del Archivo personal del Che al Comandante en j efe -es deci r a Fidelpor la revisión del documento) ha dejado interesantes elementos para la reflexión, no solamente sobre la figura del Che, sino también sobre la mentalidad revolucionaria, las ideologías actuales y la visión romántica de la política . Debe advertirse que el libro, a pesar ele poseer una estructura cronológica, no es un diario: pero es claro, como manifiesta su propio autor, que lo fue en sus orígenes, y lo que hoy llega a nuestras manos es una síntesis articulada en capítulos. La ree laboraci ó n del texto, rea li zada por el autor

de manera casi inmecliatJ a la finalización de.la intervención cubana en el Congo, en noviembre de 1965, pl~rmite arriesgar una serie de conjeturas, que pod1 ían ser confirmadas, corregiJas e) clcsmcntidJs por los escritos originales. Es conocido d resultado con que SI' saldó este priml. ~'sfuer­ zo cubano en Áflica. n tono gellepl del libro es ele un pesimi smo casi sin concesiones, incesantemente progresivo, y arranca desde un punlu -el inicio mismo del libro- que no permite alenL11 en nitlgCm momento esperanza de victoria mi li tar o política alguna . Las manifestaciones de optimismo corresponden invarüLlctlt ,~ nte JI texto origin:~rio -el diario personal-, y gencr:llmente van acompai'íadas de una aclaración sobre el caritcter infundado de tales apreciaciones. Pareciera que el Jutor huUes2 unifi.:::1do el talante derroti>ta y desalentador, suprimiendo toda milnifestación incondicional de optimismo, q1·i·o:í para evitJr una seria contradicción entre las expett.llivas iniciales ele! protagonista y su desenlace. Sin em!Jargo,esta narración, que Lomó su forma definitiva después de que la empresa terminara en el fracaso, no dil cuenta ele las expectativas originales, el desbordante entusiasmo y el febril aCLivbmo con los que el Che iniciara su proyecto de apoyo y ¡xHlicipación Jctiva en la revolución socialista africana. Para encontrar pistas sobre la concepción y preparación ele la expedición cubana al Congo, es preciso recurrir al libro de Taibo, Escobar y Guerra. Allí se narra con algún detalle la maratón de reuniones y entrevistas del Che a lo largo d-= . Lodo el continente, en diversas capitales africanas: desde mediados de diciembre de 1964 hasta marzo de 1965, el itinerario toca Argel, Ma li, Rrazzaville, Guinea Conakry, t;:hana, Dahomcy. De :~llí a 13eijing, Pilrís y a mediados de febrero en Dar es Salaam y El Cairo. En marzo de nuevo Argel, El Cairo, Praga y finalmente, regreso a La Habana. En el curso de unas pocas semanas, el Che mantiene entrevistas con josie, la viuda ele Franz Fanon, ideólogo ele la revolución argel ina y autor del célebre Los CUJJrfenados de la tierra; con Agostinho Neto, líder revolucionario ango lei'i o; con Kwame Nkrum:~ h , presidente de Ghana, y Julius Nyerere, de Tanz:mia; con Liu Sh:\0 Chi y Chou En-lai, canciller de la República Popular China; y con los líderes revolucionarios congolei'íos del Armée Po1wlnirc de Liúémlion: Laurent Kabila y Gaston Soumialot. TODOE:SIIISTOitiA N°485 17

l'or testimonios recogiclm por los autores citados también se las pat ticularidacles de la prc¡1aración de la expedición en Cuba: la selección de voluntarios, la concentración de los grupos y la instrucción específica clel teatro ele operar ·n,Jes, la compleja operació11 de traslado al continente, los t' T ·parativos en Tanzania y la infiltración en el Congo, en abril de 1965. Incluso se narra con detalle y profusión de anécdolas la 11/ei'" ·. rfosis del Cl1e en Cuba, antes de emprender el viaje y L'Oll el objeto de mantener el anonimato, de guerrillero juvenil de estampa mesiánica a turista o funcionario occi dental, regordete y satisfecho de sí mismo, paseándose frente a Fidcl, engañando a conocidos e interpretando divertido el rol enmascaraclors. El a~11nto -rellejadn también en el material fotogr;ífico disponible- llace recordar a las desopilantes visitas de James Roncl al laboratorio de armas ultrasofisticadas del servicio ~' británico. La operación aC:qJicre en estas imágenes tonos hollywoodenses. Guevara repitió este tipo de caracterizaciones en su aventura boliviana. También se da cuenta de las informaciones de la prensa internado 1.t] y los organismos de inteligencia estadoun idenses respecto del paradero del Cite durante los preparativos de la operación en el Congo y en el transcurso de su desarrollo: se dice que fue asesinado en una pelea con Fidel, internado en un psiquiátrico en Cuba o en México, sepultado en secreto en una fábrica de Las Vegas, dirigiendo grupos revolucionarios en Vietnam o Santo Domingo, ocuh., rlespués ele vender in r