La vida es una sorpresa

July 17, 2017 | Autor: M. Estrella Casado | Categoría: Historias De Vida
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Descripción

LA VIDA ES UNA Sorpresa María Dolores Estrella Casado

Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro, únicamente, se podrán reproducir párrafos parciales del mismo con la mención del título y el autor.

Prólogo: Este libro quiero dedicarlo a mi progenitor, pues ha sido él, quien siempre ha velado por mí, tanto en los momentos buenos como en los malos. También ha sido él, la persona que siempre me ha aconsejado, aunque me haya dejado hacer porque según sus conocimientos, todas las personas tenemos nuestro propio libre albedrío, por eso, cuando las cosas no me han salido como yo esperaba, no ha estado allí para castigarme o recordarme el que no le hubiera hecho caso de sus consejos, al contrario, ha estado a mi lado para consolarme y darme un abrazo. Mi historia: Hoy, como un día cualquiera a estas horas de la tarde, voy a disfrutar leyendo un libro, es lo que, más me apetece, pero de paso, voy a comerme un bombón mientras disfruto de la lectura, es lo que más me gusta hacer en determinados momentos, es decir, descansar, endulzarme el paladar, leer y con ello, imaginar... He levantado la tapa a la caja de bombones, los he mirado todos y me he decidido por uno que está cubierto de papel rojo brillante, y claro, con su llamativo aspecto exterior, está diciendo ¡cómeme! Al quitar el envoltorio, me he dado cuenta de que el bombón está algo blanquecino, no sé si estará en mal estado, pero huele bien, es chocolate puro, aunque quizás

ese aspecto sea debido a que la caja lleva varios días abierta, y solo me comí un par de ellos cuando la traje. Tenía hace tiempo el estuche comenzado, no me acordaba de él, apenas había reparado en la caja de bombones durante todo este tiempo, quizás porque estaba tapada y no veía su interior, por eso, ignoraba el que aún quedaran dulces dentro aunque permanecieran olvidados para mí, pero ahora que me apetecen, parece que no están en condiciones de comérmelos. Esta situación, me ha hecho filosofar sobre varios aspectos de las personas, ya que en ocasiones, también ellas se nos presentan como dulces golosinas ante nuestros ojos, exteriormente pulcras, llamativas, con una envoltura apetitosa, y si son mujeres, lucen un maquillaje perfecto, cabello monísimo, vestidos a la última moda, ropa interior elegante y sensual, pero luego, su interior, al igual que ha ocurrido con el bombón, no está delicioso como quieren hacernos ver, al contrario, está deshumanizado, es intolerante, crítico, desafiante, cargado de celos y envidia, en una palabra, está en mal estado por no decir podrido. Las personas, (vamos a meternos todas y salga la que pueda), solemos ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro, ocurre casi siempre así, es la autodefensa de la que disponemos para que no nos vean los demás como somos en realidad. Un simple bombón, me ha hecho divagar enormemente y sin percatarme apenas, me ha inspirado a plasmar mis pensamientos en un papel. ¿Qué tontería, verdad? Pero la vida es así y no hay que dar más vueltas de hoja a la realidad, aunque como escritor, sí que voy a comenzar a escribir hoja tras hoja para poneros al día de algunas situaciones que pasan inadvertidas continuamente en nuestras vidas, y estoy seguro que cuando cuente alguna que otra ocurrencia, me juego el tipo a que también lo habéis vivido y me vais a entender a la perfección,

porque quien más, quien menos, sabe de lo que hablo y de lo que son capaces algunos mortales, que envueltos en papel de celofán, cual si fueran un regalo de Navidad, aparentan lo que no son, ya que su interior no contiene ni ha contenido nada jamás de los jamases. Esto no va a ser un libro propiamente dicho, sino reflexiones y ejemplos que he ido observando a lo largo de mi existencia. Como hombre, reconozco que soy muy echado para adelante, suelo ser muy bromista, sin ser guapo soy atractivo y resultón, tengo un gran sentido del humor y conociéndome como me conozco, os voy a contar algo que me sucedió no hace mucho tiempo, para que podáis comprobar vosotros mismos a lo que se puede llegar por conquistar algo inconquistable, algo inalcanzable, modestia aparte, ése soy yo, no lo digo porque me sienta superior a nada ni a nadie, sino porque lo que me tenga deparado el destino en el futuro es cuenta mía y no consiento que nadie me manipule la vida. En calidad de hombre soltero, suelo salir de vez en cuando a cenar en compañía de amigos, otras veces voy al cine a ver algún que otro estreno o a ver actuar a algún grupo que esté de gira y aquí viene la anécdota: Resulta, que uno de esos días en que había ido de “marcha” con mis amigos, como se suele decir vulgarmente, conocí a una chica excepcional, muy bien peinada y maquillada, bien engalanada, como si fuera a pisar la alfombra roja, pues llevaba puestos todos los complementos necesarios para llamar la atención, cinturón, zapatos y bolso a juego, aderezos conjuntados, etc., vamos un bombón de mujer. Aparentemente era única en su clase, pero no voy a adelantar acontecimientos porque quiero que vosotros mismos reflexionéis al respecto.

Resulta que conforme nos fuimos conociendo, nos hicimos inseparables, en definitiva, éramos algo más que amigos; comenzamos a intimar y a tener los primeros escarceos amorosos en cada una de nuestras citas, pero decidimos hacer la relación más consistente porque verdaderamente estábamos a gusto el uno con el otro y la confianza nos llevó a que ella me invitara a su domicilio, con lo cual, quedé gratamente sorprendido porque vivía en una casa totalmente perfecta para una dama, para una señorita fina y delicada cual dulce flor de lis, porque eso era lo que significaba ella para mí. Estar en el lugar en donde ella vivía, donde comía, donde dormía, etc. habría sido impensable un tiempo atrás, pero ahora, allí estaba yo, más bufado que un palomo buscando hembra, alardeando de glamour como un pavo real, porque iba a conseguir una meta casi imposible de alcanzar, pero también actuaba como el lobo de “caperucita”, disimulando, pero a la vez deseando echarle el guante y darle un sonoro ósculo. No tuve más que pasar a la acción, la tomé por sorpresa, la abracé por la espalda y comencé a pasarle la lengua por el cuello, mordiéndole la oreja y haciéndole esas cosquillitas que a ella tanto le gustaban; el vello se le puso de punta cual erizo de mar, pero no me pinchaba, al contrario, se derretía entre mis brazos cual mantequilla en horno microondas. Por un momento se quedó inmóvil pero se dejaba hacer como si fuera una gatita en celo, sabía disimular descaradamente intentando deshacerse de mí, pero yo, con más fuerza que ella, continué rodeándola con mis brazos para que no se pudiera soltar, así que continué con mi hazaña, le desabroché la blusa y le quité el vestido en dos pasos, aunque ahora pienso que no debería haberlo hecho nunca, porque casi me desvanezco al comprobar lo que ocultaba su traje último modelo, que por cierto, era

carísimo, ya que su exquisito diseño era de un modisto internacional y no es que quisiera ver los detalles externos, pero al ver la ropa interior, comparé y comprendí, aunque casi se me enfría “el pajarito”, pues su lencería, dejaba mucho que desear, ya que se notaba que estaban gastadas, con algún que otro remiendo y que tenía más lavadas que mi cara, que ya es decir, vamos, que estaba muy usada. No quise darle importancia a esos inconvenientes, pero me resultó muy raro ver la espectacular apariencia externa, en cuanto a ropa y complementos, que para nada tenían que ver con su ropa íntima. No podía entender, como una persona que es capaz de cuidar hasta el más mínimo detalle en su apariencia en cuanto a todo lo externo se refiere y que se percibe de una persona, no llegara a darse cuenta de lo que no se podía ver y que más tarde o más temprano, podría salir a la luz, porque esa simple cuestión, es decir, el erotismo del momento, es en definitiva lo que puede elevar o no el tono de una relación en una situación de intimidad y afecta más o menos al deseo de la primera cita como me ocurrió a mí. Me viene a la mente, la frase profética de cuando mi madre nos decía que había que tener una muda limpia en el armario para cuando íbamos al médico o para cuando se presentaba una ocasión especial y ¡Qué razón tenía! Volviendo al asunto del empaquetado, voy a continuar con mis elucubraciones, porque si la relación es de amistad, se valora mucho más el cómo sientes por dentro que lo que muestras por fuera, pero si es una relación amorosa que sabes que te puede llevar a un encuentro sexual debes estar atractiva o atractivo tanto por dentro como por fuera, porque eso ayuda a calentar motores aunque no sea el factor principal, pero algo que comienza como un juego, te puede llevar a una vida en común y ¿Por qué no?, a los altares y a formar una familia.

No le di mayor valor a aquel incidente, era una apetencia momentánea, pero aquello me rondaba la cabeza, como si aquel insignificante detalle quisiera decirme algo más, lo vi como una contraseña de algo que más tarde quedó clara y es que no me había equivocado en aquello que había pensado en el primer momento. Evidentemente, aquella señal se destapó con el tiempo y tengo que agradecer que lo que viví con aquella chica, fue una relación efímera, porque sus armas de mujer consistían en actuar como las arañas: tejía su tela y atrapaba a su presa, aunque conmigo no lo consiguió. Compartimos solo unos meses de relación y algunos días de intimidad, pero fue suficiente como para darme cuenta de cómo era ella en cuestión, pude ver la frialdad con la que actuaba, lo estudiado de sus movimientos y el ensayo de sus palabras; para mí, la experiencia de aquella relación fue descubrir el vacío interno en el que vivía esa persona, pensé en las amistades que compartía, sus intereses, los desembolsos que hacía cada dos por tres en productos que no le hacían falta porque no sabía dónde echar el dinero. Me fijé en los gastos tan superfluos de su día a día y en cada una de sus premeditadas actuaciones, observé sus cómo calculaba sus decisiones, además, aquel día, entendí lo que quería de mí, quería poseer mi soltería, mi estatus, mi persona, mis ideas, mi tarjeta junto con mi cuenta corriente y todo un largo etcétera de cosas materiales y eso lo veía reflejado en sus ojos cada vez que me decía “te quiero”, porque se le ponían ojos de Euro. No expresaba sentimientos hacia mí, quería darme a entender que sabía mucho de sexo, que se llevaba a la cama a quien quería y que valía mucho para el resto de la gente porque todos disputaban su compañía. ¡Pobre boba! Se creía las adulaciones de los demás y no reparaba en los consejos de las personas que verdaderamente la

apreciábamos, que sin lugar a dudas, éramos muchas, pero ella, era y es un espíritu libre y cree que no necesita a nadie para equivocarse una y otra vez Recuerdo un día en que al salir del ascensor, sin querer le rocé el trasero y cuando estuvo con sus amigas lo que contó fue toda una mentira diciéndoles: -¡Diego me ha tocado el culo! ¿Cómo podía pensar en aquello? Lo que ocurrió, es que al salir del ascensor y debido a que toda la gente quería salir al mismo tiempo, se deslizó por el lado que yo estaba, con tanto ímpetu que se rozó sin querer, pero que conste que por mi parte, no hubo intención, además el roce fue algo imperceptible. Como la relación estaba en su preludio, incluso me hizo gracia la anécdota, porque llegué a pensar que si un simple roce, le había gustado si llegara a tocarla de verdad, ¿Qué pasaría? ¡Qué poco sabía de cómo actúo cuando le toco el culo a una mujer! Porque habitualmente y sin dármelas de ser grosero, cuando toco, ¡Toco! Cuando pasó el tiempo y después de acabada la relación, recordaba esa anécdota que tanto me fastidiaba por haberme dejado llevar por aquellas bromas tan simples. Si aquel día, verdaderamente le hubiera tocado el trasero, se habría dado cuenta de lo que vale un peine y que cuando Diego toca, es porque TOCA. Unos años más tarde, vi con incredulidad que cada día marchaba a la caza y captura de un buen partido, porque los años no pasan en balde y ella había pasado la barrera de los treinta y era necesario encontrar pareja a toda costa, aunque ella, que se creía muy “lista”, no se dio cuenta de que siempre iba de flor en flor y al final, después

de tanto picar flores abiertas y de colores, se quedó con el “capullo”, es decir con el más insignificante de los hombres, aunque, -¡Eso sí!- Con un buen negocio y dinero a mansalva en el Banco, que era lo que ella buscaba, para de ese modo, poder tener una vida cómoda y contactos sociales, el resto lo pondría ella, haciendo creer a su “maridito” que su “mujercita” le quería sobre todas las cosas, aunque tuviera que fingir todos sus orgasmos y tener un par de hijos, para asegurarse una pensión tras el programado divorcio. Así fue su vida, aparentando ser la mejor de todas pero cayendo por un precipicio cada vez mayor, porque aquella relación no resultó, su marido, (una buena persona, por cierto), aguantó lo que pudo aunque no voy a entrar en detalles, pero todas las personas tenemos un límite, y al final, después de ocho años de relación, se acabó el amor, como ella comentaba entre risas, aunque como fruto del matrimonio había dos hijos, le quedó una buena renta, un descapotable y una casa espectacular con la que presumir entre sus amistades pero como persona ignorante, creyó que estaba otra vez soltera y sin responsabilidades. Al verse de nuevo libre, volvió a las andadas, sus hijos los cuidaba una niñera, y aunque ya no tenía veinte años ni la lozanía de la juventud, seguía vistiendo a la última y arreglándose perfectamente como para ir de boda. Los “pubs” y las “boîtes” de moda eran su delirio pero no se daba cuenta de que ya no pegaba en determinados lugares y aunque quizás seguía siendo atractiva, era ya una cuarentona de tantas, además con dos hijos a su cargo pocos hombres se fijarían en ella, pero como creía que seguía “estupenda”, no se percató de que lo que llamaba la atención era su modo de comportarse, pues no tenía sentido del ridículo. En la oficina, cada día, podía verla durante el descanso que teníamos a la hora del almuerzo en la

cafetería de la sucursal en la que ambos trabajábamos; allí la observaba cuando se sentaba a la mesa con sus compañeras creyendo que eran sus amigas, porque sólo la querían para escuchar sus cotilleos pues siempre llegaba contando sus conquistas porque se había llevado a la cama a “Fulano de tal” o a “Fulano de cual”, pero lo contaba como quien enseña un trofeo, y mientras hablaba, volvía la cabeza, para mirarme de reojo como queriéndome decir que había perdido la ocasión de tenerla a ella de nuevo entre mis brazos. Desde aquella perspectiva, volví a sentir que yo nunca le había interesado lo más mínimo en el terreno personal, pero sí que le habría interesado en lo que se refiere a lo material, debido, claro está a la posición privilegiada que mantengo desde hace varios años. Al ver el caso omiso que le dediqué primero de soltera y después de divorciada, se dedicó a atacarme por la espalda, hablando barbaridades sobre mí, dando a entender entre sus amistades que yo no era un hombre como tal y que no servía para la cama. Gracias a Dios que siempre he tenido gente que conociéndome de muchos años, sabía que aquellos rumores no eran ciertos, ya que todos sus comentarios fueron un ataque de ira, celos y envidia contra mí, porque no había conseguido su propósito, porque ese era y es su modo de actuar cuando no le salen las cuentas y a ella sí que la conocen en ese juego. Aquella estrategia me hizo retroceder en el tiempo y comencé a ver a cada una de las “arañas” que me había encontrado por el camino, dándome cuenta de que los perros no se comen entre sí, y que si un gato saca las uñas, huye el más mordaz de los enemigos, porque el “gato”, “araña”, ¿Comprendéis la indirecta?.

Lo que ocurre, es que aparento ser un perro fiel que se amodorra ante el adversario y las “lobas” se creen que me van a tener sentado delante de la chimenea acurrucadito, calladito, bostezando de vez en cuando y levantando las orejas y el rabo cada vez que el amo o el ama, me pasa la mano por el lomo. ¡Qué fácil es equivocar a la gente!-¡Qué pronto muerden el anzuelo!-Sobre todo, cuando te muestras a ellos como un dócil corderito que acepta cada uno de los comentarios de los demás. Como buen español, soy “torero”, no de lidiar toros, sino de lanzarme al ruedo y esperar a la res, verle los cuernos, plantarle cara, pero todo ello con nobleza, aunque eso, es lo que menos se imaginan. Por mis ascendencias gallegas, heredadas de mis abuelos paternos, también soy pescador, sé poner el anzuelo más gustoso y cuando alguien lo muerde, sé tirar con disimulo hasta sacarle las tripas como se dice vulgarmente, para ver lo que lleva dentro. No podría olvidar a mis abuelos maternos, asturianos de pura cepa y excelentes cazadores porque ellos me enseñaron el riesgo que se corre cuando una presa se convierte en un enemigo, así que sé utilizar trampas, poniendo “carnaza” a la que sólo acuden animales tan carroñeros como las hienas, que tras su risa, esconden la burla y el desafío hacia sus congéneres. En ocasiones pienso que soy malo, que no debería actuar así, pero mi padre cuando ve como me desenvuelvo, me dice con algarabía: ¡Suerte maestro!-A la vez que emite una sonora carcajada que retumba en el lugar en donde la suelta.

Ya he dicho anteriormente que no es un libro lo que pretendo escribir con una historieta de por medio, sino un cúmulo de reflexiones e ideas que vienen a mi mente y en eso, tiene gran parte de culpa mi padre, que es un “santo” y no permite que me ocurran según qué cosas. En ocasiones, me estimula diciendo que soy el hijo más guapo que tiene, yo en cambio, me miro en el espejo y digo que soy normalito, así que no me dejo tomar el pelo por él, pero insiste e insiste, porque se repite más que las fabadas de mi abuela. Cuando alguna mujer se me pone a tiro, la mira, la examina de arriba abajo, para luego decirme dice al oído: ¡No se te ocurra tener un hijo con ésa!-Yo creo que no lo dice con ninguna mala intención y que sólo quiere protegerme, pero le entiendo perfectamente, porque mi padre ya es viejo, hace muchos años que peina canas, es muy sabio, quizás por lo mucho que ha vivido y sabe darme los mejores consejos del mundo, y acabo haciéndole caso porque siempre tiene razón. A veces piensa que a su pobre niño lo van a seducir con cualquier cosa, (son pensamientos de viejos), pero luego, reflexiono y siento que lo que quiere es prevenirme con sus consejos para que nadie me haga daño. Cuando me visita, disfruta como nunca de su estancia en mi casa y si ese día tengo que ir a trabajar, al marcharme se queda en la ventana para ver mi partida, cuando regreso me dice todos los ademanes que utilizo antes de entrar en el coche, desde ponerme las gafas de sol, mirar el reloj y comprobar que lo llevo todo, incluso como busco las llaves del coche una y otra vez en los bolsillos, porque no sería la primera ocasión en que se me olvidan o las pierdo sin saber dónde las he dejado.

Mi padre, siempre está pendiente de mí, porque tuve una época que no viene a cuento contar, pero en la que me encontré con una grave y fuerte depresión, todo fue porque a pesar de hallarme en una situación fácil, con un trabajo estupendo y un sueldo excelente, no era feliz, y no me encontraba a mí mismo. Pensaba que nada podía interrumpir mi ascensión a la cumbre, pero una cosa es lo que nos proponemos y otra es lo que nos sucede. Debido a esa depresión y a que no quería salir de casa, tuve que solicitar la ayuda de un profesional, visité a un Psicólogo que me envió a un Psiquiatra después de más de un año de tratamiento. El Psiquiatra, me recetó tranquilizantes, que me dejaban como un zombi casi todo el día y pasaba más tiempo en la cama que el mismo colchón. Ante la desesperación de verme en aquel estado, un día me tomé todo el blíster de pastillas y me acosté esperando terminar con mi vida con un dulce sueño, pero tengo que decir que mi padre siempre ha tenido las llaves de mi casa y pasó a visitarme porque quería que le pusiera en marcha un teléfono táctil que acababa de comprarse, llamó varias veces antes de utilizar las llaves y al no encontrar respuesta y sabiendo que yo debería estar dentro, abrió temiendo lo peor y se encontró con aquella desagradable sorpresa. Apenas recuerdo cómo llegué al Hospital, pasé más de tres días durmiendo sin saber dónde estaba, soñaba cosas inverosímiles, que aún no sé si fueron verdad o imaginaciones mías. Cuando mejoré y me llevaron a la planta, entablé amistad con Lorena, una de las enfermeras que me cuidaban dependiendo de los turnos. Aquellos días

pasados en la habitación de un hospital, me hicieron reflexionar mucho, estaba triste, afligido, arrepentido y con la necesidad de contar a alguien lo que me sucedía. Así se lo hice saber a aquella sanitaria, entonces, uno de los días, al terminar su jornada, se quedó un rato conmigo y poco a poco le fui relatando mi historia. Me escuchó atentamente, fue haciéndome preguntas que yo respondía sin rechistar; creía que Lorena, quería saber mi historia, pero inusitadamente, fui yo el que pude sacar muchísima información de mí mismo, ella tenía algo especial, me preguntaba una interrogante tras otra, pero lo hacía para que yo comenzara a trabajar conmigo mismo, entonces, encontré respuestas inesperadas a mi vida, a toda mi inseguridad, a mi falta de Fe y a mis nulas metas. Después de hablar con ella, tardé apenas unas horas en reaccionar, fue como si de pronto se hubiera abierto una puerta en mi vida y de un modo transparente, comencé a vislumbrar mi misión. Le pregunté cómo, en aquellas circunstancias, había conseguido sacar lo mejor de mí: entonces, me contó que era Coach de Vida y que tenía un gabinete donde ofrecía sesiones de Coaching con Programación Neurolingüística, ya que esos conocimientos bien aplicados, le estaban dando unos resultados extraordinarios a muchos de sus pacientes, pues algunos acudían allí como si ella fuera la última esperanza para conseguir soluciones a sus problemas y lo conseguían. Cuando me dieron el alta, después de un tiempo de reposo, me di cuenta de que me encontraba mejor que nunca, pero llamé a Lorena y le pedí una cita para que me diese alguno de sus tratamientos, me atendió de manera excelente, pero lo mejor fue darme cuenta de que yo también podía hacer lo mismo, podía aprender rápido porque ese tema me había tocado de lleno.

Ahora vuelvo al principio, al momento del bombón, porque las personas no sabemos lo que tenemos dentro, y si no nos damos cuenta de lo que hay por fuera, todo lo dejamos al aire. Si no queremos que nos vean como somos, nos disfrazamos para no llamar la atención sobre aquello que no queremos que se nos reconozca. Durante mi convalecencia, comencé a estudiar en una afamada Universidad española, la novedosa carrera de Coaching, comencé a distancia, aunque después, tuve que desplazarme a la capital para las prácticas y el posterior examen, allí conocí a uno de los profesionales más afamados de Programación Neuro Lingüística. De vuelta a casa, ya con el Título de Coach en mano, comencé el curso de PNL que tanto me llamó la atención, ya que Lorena me había enviado varios libros y vídeos sobre el tema y me entusiasmé con aquellas herramientas. Dejé de lado mi trabajo oficial en el Banco, mis amigos decían que estaba loco pues tenía una buena posición económica, personas a mi cargo, vida social, reuniones, etc. pero no lo cambio por mi actual día a día. Hoy mi vida es más rica, hago lo que me gusta, ayudo a personas a sacar desde dentro, lo mejor de ellas mismas y los guío hasta que consiguen sus metas, da igual si quieren poner un negocio, emprender o como otras que lo que quieren es escribir un libro, salvar su matrimonio o mejorar alguna parte de su vida, ya sea amorosa, de salud o de abundancia, los llevo de la mano desde el principio hasta el final y a mí me queda una plena satisfacción por los resultados obtenidos. Económicamente, me va muy bien, trabajo en lo que quiero, tengo una profesión liberal con la que tengo

grandes satisfacciones y con la que he conseguido lograr mi total libertad financiera. No soy amigo de consejos, porque como son gratis, no se toman en cuenta, pero sí os digo que ante las adversidades de la vida, respirar hondo, coger fuerza, sacar pecho, echar hacia atrás los hombros y comenzar a dar el primer paso, porque al final del camino, está esperando vuestra meta, y… Moraleja: ¡Pon un Coach en tu vida!

María Dolores Estrella Casado Nacida el 27 DE Noviembre 1.955 en Melilla e-mail: [email protected] http://www.hoylaestrellaerestu.com http://www.estrellacasado.com

Datos académicos: Bachiller Elemental, Auxiliar Administrativa y Contable, F.P. 1-Rama Sanitaria, en Alicante. Dama Auxiliar Voluntaria de Cruz Roja y Técnico en cuidados de Enfermería, en Alcoy F.P.1- Rama Estética, Maquillaje Especializado, Quiromasaje, Masaje para Animales en Alicante. Reciclaje completo en Técnicas, Aparatología y nuevas normas en Estética, en Sevilla.

Tanatoestética Granada.

y

Maquillaje

de

Caracterización,

en

Reflexología Podal y Digitopuntura”, en Málaga Sofrología, Instituto Hispano-Americano, en Málaga Técnicas Energéticas y Flores de Bach en Alicante. Técnicas de Regresión y Máster en Parapsicología Valencia.

en

Aplicación del Libro de los Médiums, en Villena Instructora del Método Silva, en Madrid. Cursos: Tú naciste rico, Formación Intensiva, El secreto de Napoleón Hill, Ciencia Coach y Conquistando Objetivos. Hipnoprogramación Mental Efectiva, Inmunidad Energética, Aprende a ser un buen Coach, Cómo ser Mentor Emocional y Coaching con PNL. Ley de Atracción en Acción, Dale valor al dinero, Visualízate, Las llaves del éxito y Neuromarketing. El toque ZEN”, Nivel I y II, con Suzane Powell, Reiki nivel III-III y Maestría, Un Curso de Milagros, Aprendizaje del Método Sedona, EFT, Quantum y Fosfenismo. Seminario-Retiro: Pon el Cielo a Trabajar y Pide y se te Dará. Patrones de Excelencia con PNL, Programación Neurolingüística Básica, Facilitador en procesos de cambio con PNL, Influencia Irresistible con PNL y Máster Coach Internacional con PNL. The Secret University:

Cómo usar El Secreto, Formadora Oficial de El Secreto en Nivel I, II y III Secreto para Crear tu Fortuna, Secreto para Hablar en Público, Secretos para los Negocios, Mente eficaz, Gestión eficaz del tiempo, La Magia, 21 días para crear un hábito, Inteligencia Emocional, Ho’hoponopono, Nivel I y II, P.N.L. con La Ley de Atracción, Ángeles Guardianes, Reiki con la Ley de Atracción, Feng Shui, Psicología Transpersonal, Mentoría y Liderazgo, Otros datos de interés: Cuatro libros publicados como co-autora. Seis libros personales editados en Amazon. Cuatro Best Sellers. Datos laborales: Administrativa desde 1.972-1.979, trabajos varios desde 1.979-1.980, Servicio Valenciano de Salud desde 1.980 en Alicante, Alcoy y desde 1.989 hasta en la actualidad, como Auxiliar de Enfermería en Servicio de Urgencias de Elche). Todo ello compatibilizado con: Servicio Free-lance de Maquillaje, Formaciones en Centro Esotérico y Gabinete de Masajes con Terapias Complementarias.

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