La Revolución Energética del “Fracking”

La Revolución Energética del "Fracking"
"Levántate pronto, trabaja hasta tarde y encuentra petróleo"
John D. Rockefeller


Fernando Álvarez Simán*
Técnicamente se llama fractura hidráulica o "fracking" en inglés, consiste en inyectar agua a presión, arena y otros productos químicos para extraer hidrocarburos que se encuentran en grandes profundidades terrestres y atrapadas en rocas. La técnica permite que la roca se fracture y el hidrocarburo se libere a través de las grietas. Australia realiza la técnica desde el 2005 a 1,250 metros bajo la superficie en la cuenca Cooper, en Canadá se practica en la Columbia Británica; China y Francia pusieron en operación cada una el primer pozo en el 2011; Dinamarca lo hizo en el 2012; en Holanda el número de pozos es de doscientos tanto terrestres como marítimos, mismo número con los que cuenta Gran Bretaña.

Pero estas cifras palidecen cuando se observan los datos de Estados Unidos: de acuerdo al Departamento de Energía de ese país, en nuestro vecino existen desde el 2013 dos millones de pozos petroleros que son explotados con la técnica del "fracking", cifra que representa el 95 por ciento del total los pozos petroleros y que producen el 43 por ciento del petróleo y el 67 por ciento del gas americano. Incluso se contabiliza que en la industria petrolera, esta técnica de extracción ha posibilitado la creación de dos millones y medio de puestos de trabajo mundiales, un millón de ellos en Estados Unidos.

A pesar del ascenso en la producción petrolera posibilitado por el "fracking", la técnica tiene partidarios y detractores. Quienes se oponen a ella sostienen que implica grandes riesgos ambientales como la contaminación de aguas subterráneas, la contaminación del aire, ríos y lagos, que además incrementa la actividad sísmica e incluso conlleva serios riesgos para la salud por el escape de los gases subterráneos a cielo abierto. Quienes son partidarios de esta técnica argumentan los grandes beneficios económicos ha acarreado al permitir extraer grandes cantidades de hidrocarburo de manera económica en yacimientos que antes eran inaccesibles, el número de empleos bien remunerados que ha provocado, la reducción de los precios, sobre todo del gas natural y que las cuestiones de contaminación ambiental son resultado de malas prácticas y el abuso de las compañías, no de las técnicas de perforación. De hecho los datos aportados por las agencias ambientales americanas hablan de que las emisiones de dióxido de carbono en Estados Unidos han vuelto a los niveles de principios de 1990, en gran medida porque el gas natural ha desplazado al carbón en la generación de energía eléctrica.

¿Qué es el "fracking"?

Aunque se sabe desde 1821 que el petróleo y gas pueden estar atrapados en rocas a grandes profundidades; la técnica para extraer petróleo a grandes profundidades se conoce desde 1947, la historia de esta industria está asociada al nombre de George P. Mitchell, un ingeniero petrolero hijo de inmigrantes griegos que tras conocer los datos y cifras del declive petrolero anunciado por analistas de los años 80 y 90s, comenzó a perforar pozos combinando todas las técnicas conocidas hasta el momento, con la esperanza de obtener algún resultado que hiciera ver mal las proyecciones sobre las reservas petroleras y que ayudara a bajar los precios internacionales.

En 1998, diecisiete años y seis millones de dólares, (principalmente aportados por agencias gubernamentales) después de su primer intento Mitchell logra el éxito, con ello inicia la revolución energética de Estados Unidos, de paso cambia también el panorama energético mundial y no pocos analistas le reconocen responsabilidad en el retorno de empresas y de inversiones que antes se concentraban en proyectos petroleros en otros países. Lo que movió a Mitchell fue la necesidad comercial y su éxito fue tanto que logró vender su empresa petrolera Mitchell Energy a Devon Energy por 3.5 mil millones de dólares en el 2001.

El "fracking" es una técnica que permite extraer el llamado "gas de esquisto", un hidrocarburo que se encuentra literalmente atrapado en capas de roca, a gran profundidad. Para llegar hacia la veta se necesita perforar, después se inyecta agua, arena y químicos para fracturar las rocas y liberar el gas, el cual comienza a fluir hacia la superficie. Esta técnica representa una enorme diferencia con los llamados hidrocarburos "convencionales"; estos son aquellos que se encuentran en un yacimiento o depósito que una vez perforado la presión hace salir al petróleo a la superficie. En cambio los hidrocarburos "no convencionales" son aquellos que no migraron hacia un yacimiento y están atrapados entre rocas, la que es necesario fracturar para que el gas o petróleo salga a la superficie.
Ese proceso es precisamente el "fracking" que hace algunos años era técnicamente viable, pero financieramente caro. George P. Mitchell y el bombeo horizontal es lo que finalmente hizo barata la técnica.

Una Revolución Energética Exclusivamente Americana

Si bien la industria petrolera es una actividad económica bastante extendida por el mundo, hasta el momento solamente Estados Unidos y sus empresas petroleras dominan la técnica del "fracking", constituyendo con ello prácticamente un nuevo monopolio petrolero que obliga por lo pronto a gobiernos y empresas a asociarse con las petroleras americanas.

Esta nueva técnica, combinada con otros factores como por ejemplo la propiedad de la tierra ha permitido que en Estados Unidos las grandes petroleras se concentren en grandes proyectos sobre todo en el exterior y que en territorio local aparezcan numerosas compañías pequeñas dedicadas a explotar yacimientos locales.

En consecuencia, no existe otro país en el mundo que esté aumentando su producción de hidrocarburos como lo hace Estados Unidos. De hecho ha superado a Rusia como primer productor mundial de gas y a Arabia Saudita como el mayor productor de crudo. Este especular ascenso mundial lo ha logrado en menos de un lustro; ya que su producción de gas ha crecido 25 por ciento desde 2010 y la de crudo 60 por ciento. Incluso, a la par del aumento de la producción del crudo y gas en Estados Unidos, el precio de los hidrocarburos en el mercado local ha disminuido un poco más de la mitad. Es decir, Estados Unidos ahora tiene independencia energética, abundante gas y petróleo y además barato.

De manera tal que según diversas proyecciones económicas del mercado energético mundial, debido al "fracking", a la disponibilidad de mayores cantidades de hidrocarburos y más baratos Estados Unidos está cambiando el mapa energético mundial porque dentro de cinco años pasará de ser el principal importador del mundo a un exportador neto. Hoy Norteamérica produce el 40% del petróleo que consume y para quienes defienden la idea que ese país alcance la independencia energética lo más importante es proteger a la industria de la inestabilidad política que sufren sus principales proveedores.

Los riesgos del "Fracking"

Se habla de que el fracking puede provocar riesgos sobre la calidad del agua, la contaminación ambiental y del aire y puede también ser responsable de sismos. En ese sentido se afirma que los sismos pueden ser desatados principalmente por la inyección a alta presión de aguas residuales o cuando el proceso de fracturación se topa con una falla que ya estaba bajo estrés. El hecho es que aunque está comprobado que incluso la actividad minera provoca microsismos, la evidencia indica hasta el momento que el "fracking" no provoca sismos a gran escala.

Lo que sí es evidente es que la técnica puede contaminar los mantos acuíferos, para evitarlo de toman medidas como poner alrededor del tubo de extracción anillos de acero que eviten el contacto del hidrocarburo con el agua. Los defensores del "fracking" explican que el no hacerlo es una mala práctica de la industria que debe evitarse. Incluso existe un debate abierto sobre el destino de las aguas residuales que se utilizan en el proceso de extracción (20 millones de litros por pozo), algunas compañías la vuelven a utilizar; pero la industria se defiende argumentando que cualquier proceso industrial en el mundo utiliza agua que después desecha.

México y el panorama mundial de la industria petrolera

En materia energética muchos acontecimientos alteran a esta industria y los precios, por ejemplo la inestabilidad de la gran zona productora del medio oriente y las decisiones geopolíticas de los grandes productores como Rusia, además de las condiciones económicas de los consumidores. Particularmente uno de los últimos acontecimientos que impactó la industria fue el accidente nuclear de Fukushima en Japón; evento que provocó que muchos países abandonaran los planes de construir nuevas centrales nucleares como fuente de energía.

En el mundo existe mucha gente que se opone a la utilización de la técnica el "fracking" para producir energía, sobre todo los ecologistas que se oponen a este tipo de extracción; incluso varios informes americanos de seguridad nacional afirman que esta "nueva era petrolera" si buen liberará a los Estados Unidos de la presión energética, no resolverá de fondo los asuntos de estabilidad política mundial en las zonas petroleras, al contrario los profundizará a menos que Norteamérica quiera perder influencia política sobre medio oriente a costa de la injerencia china que está desplazando a Estados Unidos como principal comprador petrolero mundial. Afirman no sin razón que el mercado petrolero es global y de gran influencia en la configuración política mundial.

De hecho, no hay ninguna proyección que afirme que la producción petrolera mundial decaerá en los próximos años, al contrario esta aumenta ocho por ciento anual porque si bien la producción de electricidad está dejando de ser generada con petróleo, el transporte aéreo, marino y terrestre aumenta con la globalización y se realiza con productos derivados del petróleo, eso sin contar el aumento constante de la demanda de los países asiáticos. Ahora bien, por lo pronto y derivado de la revolución petrolera americana; el hecho es que México al corte de los primeros tres meses de este año, por primera vez en su historia compró más petróleo americano que el crudo que vendió en el mismo periodo; sobre todo en lo que se refiere a sus productos derivados como la gasolina y gas natural. El déficit fue de 591 millones de dólares. En ese contexto, se necesita transformar el sector petrolero mexicano porque con "fracking" o sin él, es necesario que produzcamos petróleo más barato para ser competitivos en un mercado mundial donde podríamos perder a Estados Unidos nuestro socio principal; pero competiríamos por el mercado asiático, de entrada en este escenario el costo del transporte se incrementaría en relación a nuestros competidores del Medio Oriente o Rusia.

Con la reforma energética aprobada por el congreso de la unión el año pasado se afirma que se incrementarán los puestos de trabajo en la industria petrolera por el aumento de las inversiones privadas. Efectivamente esto es bastante probable que se concrete. En lo que existe divergencia en si la reforma reducirá los precios de la electricidad y otros servicios, la experiencia mundial dice que los precios solo podrán reducirse si existe competencia en la generación de energía, en un régimen monopolista las nuevas tecnologías reducen los costos de producción, pero no necesariamente los precios. La pregunta que está en el aíre es ¿Cuál será el futuro de nuestra industria petrolera en un contexto mundial donde su principal cliente se está convirtiendo en su principal proveedor? También cabría preguntarse si México está preparado para este cambio de paradigma.

*Docente Investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas