LA RESILIENCIA EN LOS ADOLESCENTES DE LA LUCIÉRNAGA DE CÓRDOBA: UN ANÁLISIS EXPLORATORIO

July 22, 2017 | Autor: J. Fernández Quevedo | Categoría: Resilience, Social Exclusion, Resiliencia
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Descripción

LA RESILIENCIA EN LOS ADOLESCENTES DE LA LUCIÉRNAGA DE CÓRDOBA: UN ANÁLISIS EXPLORATORIO







Modalidad B
JAVIER FERNÁNDEZ QUEVEDO
Resumen: a través de una entrevista semiestructurada, se estudió la capacidad de resiliencia que tienen los jóvenes que trabajan en la Luciérnaga, un centro no gubernamental que ayuda a jóvenes en situación de vulnerabilidad a superar el umbral de pobreza. Para ello se midieron factores que (en estudios previos) se han determinado como característicos de los sujetos resilientes. El análisis de los datos recogidos nos permite concluir, por un lado, que el nivel de resiliencia de la mayoría de los jóvenes que acuden a la organización es bastante alto, lo que significa que tienen relaciones emocionales estables, control de las emociones y los impulsos, empatía, y tienen interés por recibir responsabilidades sociales. En segundo lugar, las actividades y servicios ofrecidos por el centro permiten a los jóvenes incrementar su nivel de resiliencia cubriendo la mayoría de las carencias que éstos traen en autoestima, nivel educacional, apoyo social, autonomía, competencia cognitiva y optimismo.

Palabras Clave: jóvenes en situación de exclusión social, resiliencia, autoestima, drogas.

Introducción:
La resiliencia define a aquellos sujetos que, a pesar de nacer y vivir en condiciones de alto riesgo, se desarrollan psicológicamente sanos y socialmente exitosos (Munist et al., 1998). La resiliencia engloba un conjunto de factores que han sido determinados a lo largo de los años por numerosos estudios. Estos factores tienen la característica de ayudar a las personas a superar los eventos adversos, y nunca a evadirlos, como se suele pensar (O'Leary, 1998).
De cara a la intervención, los factores resilientes pueden ser representados como continuos según el nivel de riesgo (polo negativo) o de protección (polo positivo) que asumen en el contexto específico que afecta a un individuo concreto (Masten, 2001). Por ejemplo, fomentar una educación avanzada en personas con escaso nivel educativo revierte el factor negativo de riesgo en positivo de protección que, a su vez, ayudará a incrementar la capacidad cognitiva, otro factor asociado positivamente con la resiliencia. Esto es una ventaja que ofrecen los factores resilientes: que son dinámicos, y la capacidad de ser utilizados va cambiando en el tiempo y las circunstancias, moviéndose de un polo a otro.
Esto hace que ciertos momentos en el curso de la vida de los sujetos sean clave para el nivel de resiliencia, y que el estudio científico sea extremadamente complejo, debido a la variación en el tiempo de la situación de los sujetos. Ejemplos de estos eventos pueden ser encontrar un mentor, entrar en el ejército, encontrar una nueva fe o abandonar grupos de peligro. Parece ser que los jóvenes resilientes son capaces de buscar situaciones y ambientes más positivos, donde los factores resilientes se ven promocionados, e integrarse en ellos. Así, generan oportunidades de éxito (Scarr & McCartney, 1983).
A partir de esto, aumentaron considerablemente las intervenciones para fomentar la resiliencia, al igual que las investigaciones sobre este concepto. Estos estudios de resiliencia han encontrado que la resiliencia no se manifiesta en casos excepcionales, como se pensaba al comienzo del estudio de la resiliencia, sino que es bastante común. Estos resultados muestran una perspectiva mucho más positiva sobre las posibilidades de desarrollo de la resiliencia en niños en situación de riesgo (Masten, 2001), y establecen unos objetivos comunes en los que fijarse durante el desarrollo de estos sujetos, entre los que destacan tres. Primero, es importante que el joven tenga una figura parental que lo apoye de manera incondicional, sin importar los enfrentamientos sufridos en la convivencia. Los adultos deben manifestar este amor de manera clara y abierta, siendo especialmente importante mostrarlo cuando el joven tome decisiones importantes. A pesar de ello, el joven debe separarse de las figuras parentales, y buscar una identidad propia. Tener un trabajo es otro objetivo importante en el que fijarse durante el desarrollo del sujeto, ya que el trabajo resulta determinante para la resiliencia de los jóvenes porque les da independencia y, además, un joven sin trabajo tiene una alta probabilidad de sentirse fracasado y desarrollar una baja autoestima. Esto es también un problema para los jóvenes que no son capaces de acabar la escuela y se sienten fracasados por ello. Por último, es importante que los jóvenes tengan una figura adulta fuera de la familia que les sirva como puente con el mundo exterior, ya sea un profesor, un entrenador, o un amigo de la familia. Esta persona sería capaz de comprender los conflictos del joven sin juzgarlo, estableciéndose así un vínculo afectivo entre el joven y el adulto diferente al que los jóvenes tienen con sus familiares, y que es necesario para ellos (Munist et al., 1998).
Hay que tener en cuenta que la independencia alcanzada demasiado temprano no es buena, ya que somete al joven a la toma de decisiones cuando todavía no está preparado, creando inseguridades y dependencias futuras (Munist et al., 1998). Esto se convierte en un gran riesgo para los jóvenes en situaciones familiares extremadamente difíciles y que deben huir de casa o asumir el papel de padres de familia en el caso de la muerte o incapacidad de alguno de ellos, algo que, por desgracia, no es poco común.
La pregunta ahora es, ¿son las organizaciones dedicadas a la intervención con jóvenes en riesgo de exclusión social conscientes de qué es la resiliencia y de cómo el fomentarla ayuda al bienestar de sus individuos? ¿Saben cómo deben actuar para fomentar la resiliencia? ¿Lo hacen de manera inconsciente? ¿Es la resiliencia realmente tan común como demuestran los estudios (Masten, 2001)?
La Luciérnaga de Córdoba, Argentina, es un centro que se encarga de dar trabajo a jóvenes en riesgo de exclusión. Lo hace a través de una revista, que los jóvenes venden y de la que se llevan los beneficios de las ventas. Con esto, comienzan a tener unos ingresos que les permiten mantener a su familia, ahorrar y aprender a asumir responsabilidades laborales para posteriormente buscar y mantener un trabajo adecuadamente. El centro cuenta con una psicóloga, un trabajador social, y varios voluntarios, que apoyan a los jóvenes a cubrir sus necesidades, además de ayudarles y animarles a mejorar en varios aspectos de su vida, como puede ser la educación, las relaciones interpersonales, o el desempeño laboral. La dinámica del centro pretende que los jóvenes se sientan queridos, que sepan que allí tienen adultos dispuestos a entender sus problemas sin juzgar sus decisiones, y que si se equivocan, allí tienen los medios para ayudarles.
En este estudio exploratorio se ha indagado el nivel de resiliencia de los jóvenes de La Luciérnaga y los factores que pueden relacionarse de forma positiva o negativa con la misma, en específico, aquellos que pueden ser potenciados o remediados por el centro. En este sentido, asumiendo la importancia de la interacción del individuo con los medios en los que se encuentra, es importante conocer cómo las organizaciones para el desarrollo pueden ayudar a una mejora del estado de resiliencia de los sujetos. Para ello, se realizó una entrevista semiestructurada que recogía información sobre varios factores asociados a la resiliencia. En el apartado siguiente se explicará cómo se llevó a cabo el estudio y se presentarán los resultados siguiendo los apartados que detallamos a continuación:
Objetivos que llevaron a realizar el estudio
Procedimiento con el que se realizó
Metodología
Resultados
Discusión de los resultados
Conclusiones

Desarrollo:

Objetivo
Estudiar los factores asociados con la resiliencia para saber el estado de esta última en los jóvenes del centro. Respecto a éstos, nos hemos planteado las siguientes preguntas de investigación: ¿es la resiliencia común en todos ellos? ¿Cómo se expresa?¿Hay factores más determinantes de resiliencia que otros? ¿ Qué diferencia al sujeto más resiliente del resto de sujetos, y que diferencia al menos resiliente?
Analizar cómo las acciones del centro la Luciérnaga potencian la resiliencia de los adolescentes. Por tanto, respecto al centro, nos hemos planteado las siguientes preguntas de investigación: ¿cómo está ayudando a que los factores resilientes se expresen en los jóvenes? ¿Cómo cubre sus necesidades resilientes? ¿Qué puede mejorar?


Metodología
Muestra: 20 jóvenes del centro de La Luciérnaga, contando el estudio con 15 hombres y 5 mujeres, de los que una mujer fue descartada a causa de su avanzada edad (41 años) y su situación especial dentro de la organización. Las edades iban desde los 20 hasta los 33 años.
Instrumento: se diseñó una entrevista semiestructurada que comprendía 26 preguntas sobre 13 conceptos diferentes asociados con la resiliencia. Además, se preguntó por la edad y el sexo. El nombre fue recogido pero, para el análisis de los datos, se ha mantenido el anonimato de los sujetos.
Contenidos: los factores a estudiar se obtuvieron de estudios previos, sobre todo del Manual de Identificación y Promoción de la Resiliencia en Niños y Adolescentes (Munist et al., 1998). Se escogieron:
Relación emocional estable: al menos con una persona, ya sea con un padre, la pareja, o alguien con quien vive.
Apoyo social: alguna institución/política de ayuda que mire por su bienestar. Si tienen personas en las que pueden contar tanto para escuchar como para contar sus problemas.
Clima educacional: si sus familiares y conocidos han ido o van a la escuela o han acabado los estudios.
Responsabilidades sociales y exigencias de logro: si sienten que tienen un papel dentro de la sociedad y forman parte de ella, y si se exigen cumplir con estas obligaciones sociales.
Orientación a la tarea: si están focalizados a conseguir los objetivos que le impone su trabajo, sus estudios, o su familia.
Nivel de estudios: si han recibido una formación adecuada.
Emociones que permitan la resolución de conflictos efectiva: y no su evitación.
Control de las emociones en situaciones extremas.
Autoimagen positiva.
Autonomía: sobre todo orientada en referencia a los padres y la pareja, y sobre todo desde un punto de vista económico.
Empatía: si son capaces de entender los problemas de las personas que les rodean y de ayudarles.
Optimismo: si sienten que van a mejorar, que el futuro será mejor.
Además, se estudió la resiliencia que tenían antes de entrar en el centro, para tener una perspectiva temporal de la evolución de la resiliencia.
Análisis de los datos: a las entrevistas se aplicó un análisis de contenido (Taylor y Bogdan, 1992), con el objetivo de determinar el perfil de cada entrevistado en base a los factores estudiados. Para ello, de cada factor se establecía un nivel de cinco posibles: desde lo que más contribuye a desarrollar altos niveles de resiliencia a lo que lo hace menos. Estos niveles serían muy alto, alto, medio, bajo y muy bajo. Además, cada nivel se acompañaba con una explicación breve de las razones por las que se colocaban en ese nivel, y las preguntas pertinentes se acompañaban con los adjetivos descritos por los sujetos, para después evaluar si éstos se repetían en el resto de la muestra. Después se realizó un perfil global que recogía los datos de los factores que tenían en común al menos más de la mitad de la muestra. Para decidir los casos con mayor y menor resiliencia, se dio a cada nivel un número, creando una escala: muy bajo equivalía a uno, bajo era dos, y así sucesivamente hasta muy alto, que era cinco. Por tanto, el sujeto con la puntuación más alta era el más resiliente, y viceversa. A este análisis se le añadieron las características particulares de cada sujeto que eran relevantes para el estudio: edad, consumo de sustancias, o si reciben psicoterapia.
Procedimiento: la entrevista fue realizada individualmente por un becario que llevaba dos meses trabajando en el centro y que era a su vez el investigador. Algunas entrevistas fueron grabadas, en función de si los jóvenes accedían a ello o no, pero en ningún caso se permitía su publicación ya que su función era únicamente la recolección de datos. En las entrevistas era solo el entrevistador e investigador quien conocía la identidad de los sujetos, siendo ésta anónima en la presentación de los datos. La organización tuvo que aprobar la entrevista en primer lugar, decisión que después tuvo que ratificar la psicóloga del centro. Fue ella quien ayudó en el diseño de la entrevista, modificando las preguntas que podían resultar poco eficientes a la hora de obtener información de los jóvenes, o que podían resultar ofensivas. Estas medidas eran un requisito para permitir al investigador realizar las entrevistas. Después, fueron tanto los empleados del centro como el entrevistador quienes pidieron el consentimiento informado a los sujetos, a los que se les informó que los datos serían utilizados para un trabajo universitario y a los que se les garantizó que los datos serían anónimos. El lugar elegido fue tanto el centro de La Luciérnaga como la calle, donde los jóvenes trabajan.

Resultados
Relación emocional estable
Las entrevistas mostraron que casi todos los sujetos tenían algún tipo de relación emocional estable. La mayoría eran parejas jóvenes, ya establecidas, con hijos y casa propia. Un número elevado de sujetos tenía también un trato cordial con sus parientes a los que veían de manera habitual, ya que suelen vivir en los mismos barrios.
Apoyo social
El apoyo social que reciben los jóvenes suele llegar de La Luciérnaga, y suele ser suficiente para las necesidades que presentan. De entre los servicios ofrecidos, juega un papel muy importante la intervención de la psicóloga: cuando el joven recibe el apoyo de ésta, se siente mejor comprendido y apoyado, más capacitado para salir adelante. Otros servicios mencionados son el económico (a través de la revista), el del trabajador social, que les anima a estudiar, y el del jefe de la institución, que los cree capaces de mejorar. Además, recibir apoyo de transeúntes y clientes les hace mejorar mucho en este factor.
Clima educacional bueno
Los datos mostraron que el clima educacional en el que se encuentran suele ser malo. Por ello, muchos no han acabado el instituto, y la mayoría tampoco la primaria. Los que la han acabado suelen ser los más mayores, que han retomado los estudios en cursos intensivos, después de varios años. Aún así, algunos se encuentran en proceso de acabar la primaria/secundaria. Es interesante ver cómo los sujetos con mejores datos de resiliencia tienen un nivel intelectual promedio más alto que sus compañeros, en todos los casos.
Responsabilidad social, exigencia de logro y orientación a la tarea
Las responsabilidades sociales, exigencias de logro y orientación a la tarea se evaluaron de manera conjunta, al estar intensamente relacionadas y tener como base para su estimación las mismas preguntas. Se puede decir que los datos no son concluyentes para este factor, que se presenta de manera muy dispar entre los sujetos. Si bien su aportación resulta siempre positiva para la resiliencia, también se encuentran sujetos con este factor y bajo nivel de resiliencia si no hay niveles altos de otros factores como la autoestima o si no tienen una relación emocional estable. Sí parece que todos los sujetos tienen un gran sentimiento de responsabilidad social, pero diluido dentro del grupo, por lo que no lo sienten de modo personal.
Emociones que permiten una resolución de conflictos efectiva
Las emociones que permiten una resolución de conflictos efectiva suelen ser adquiridas con la experiencia (muchos de ellos han estado en conflictos peligrosos en los que ha llegado a intervenir la ley). Las emociones negativas que les suelen llevar a conflictos son la ira, la envidia y los celos, mientras que los principales motivos por los que comienzan los conflictos son herir el honor, desacuerdo en resultado de deportes, deudas, o desacuerdo respecto a los límites en los que debe trabajar cada uno en la calle. En general, tienen dificultad para expresar sus sentimientos, describiéndolos simplemente como nervios repentinos que les bloquea el pensamiento y les hace actuar sin pensar. Las emociones positivas que aparecen en los conflictos son la calma, la pasividad, o la falta de preocupación, que les ayuda a no irritarse, escapar de la situación problemática, no irritarse ante provocaciones y más tarde pensar en cómo resolver el problema o, como suelen admitir, darse cuenta de que no es un problema real sino solo imaginado.
Autoimagen positiva
La autoestima es un factor controvertido. Por las entrevistas, se podría decir que todos los sujetos tienen una autoimagen muy positiva de sí mismos. En realidad, no parece que esta información sea tan cierta, ya que a la hora de afrontar problemas en el día a día, fuera del contexto de la entrevista, muestran cierta inseguridad que les impide mejorar su situación personal. También se observa que los sujetos más problemáticos tienden a los extremos: pueden tener una autoestima muy alta o muy baja de sí mismos. Estos sujetos, además, suelen tener problemas de consumo y abuso de sustancias ilegales. Esto hace que haya sujetos con aparentes niveles altos de resiliencia, capaces de superar la adversidad de la pobreza (que es la principal adversidad de este estudio) pero que son totalmente incapaces de superar su adicción y todos los problemas que ésta les causa.
Autonomía
La autonomía es una característica que muestran en las entrevistas casi la totalidad de los sujetos. Resulta aún así sorprendente pensar que, con una edad tan temprana, ya hayan adquirido grandes responsabilidades: casa propia, esposo/a, hijos, trabajo. Esto puede haber sido la causa de numerosos problemas en el pasado y de problemas en el presente, ya que es una autonomía alcanzada, en la mayoría de los casos, por falta de apoyo en casa durante su adolescencia.
Empatía
La empatía, al igual que el nivel educativo, suele presentar niveles altos o adecuados en los mismos entrevistados que presentan niveles altos en los demás factores y, por tanto, un buen ajuste y nivel de afrontamiento. En cambio, en el resto de los entrevistados no resulta posible establecer un patrón, dándose casos de niveles de empatía alta pese a peores ajustes generales.
Optimismo
El optimismo resulta muy alto en todos los sujetos, a excepción de los casos más complicados. Uno de estos casos cree en una mejora a corto plazo, pero no cree lograr mantener este progreso en un plazo de tiempo más largo, ya que nunca ha sido capaz de mantenerse en niveles positivos por mucho tiempo.
Resiliencia en el pasado
El nivel de resiliencia que presentaban en el pasado todos los sujetos, en general, era menor. La mayoría han delinquido en algún momento de su vida, han estado en la cárcel o han tenido serios problemas de abuso de sustancias. Sin embargo, en los jóvenes entrevistados que muestran niveles bajos de resiliencia, no hay diferencias entre el antes y el después.

Por lo tanto, un caso estándar de los sujetos estudiados del centro La Luciérnaga sería un sujeto con problemas familiares que ha superado formando él/ella mismo una familia independiente, en la que hay de uno a tres hijos. Es una persona trabajadora, con apariencia de tener una autoestima alta. Tiene problemas con la constancia y con la escolaridad, que es en general baja e insuficiente para conseguir un trabajo mejor del que tienen actualmente. Su gestión de las emociones es positiva, pero siempre mejorable, al igual que su nivel de estudios.

Discusión de los resultados
Es probable que la asunción tan temprana de compromisos familiares se deba a la búsqueda de una relación emocional estable, factor clave para su resiliencia (Munist et al., 1998).
Lo que les hace sentir menos apoyados socialmente es el sentirse acosados por la policía y la ley del Código de Faltas (Crisafulli, 2013), una ley de la provincia que permite a la policía detener a personas en la calle, juzgándolas en base a su aspecto, y llevarlas a la cárcel sin necesidad de pasar ante un juez. De hecho, la mayoría de ellos ha pasado por la cárcel en algún momento de su vida. Esto además hace que los jóvenes recuerden constantemente su estigma. A pesar de ello, el resto de leyes institucionales no parece influirles mucho, principalmente porque ni las conocen ni les afectan, y no les discriminan de una forma tan clara como la anterior. Por último, encuentran poco apoyo cuando han tenido problemas con las drogas, ya que no hay medios en la ciudad para atender este problema (La Luciérnaga no realiza esta labor).
Hay interés por acabar los estudios primarios, lo cual resulta imprescindible para encontrar un buen trabajo. La escolarización también resulta fundamental para que los sujetos logren un nivel intelectual promedio más alto, ya que éste suele resultar muy bajo entre los sujetos, como afirman los empleados de La Luciérnaga. Es muy importante fomentar el nivel intelectual de los jóvenes, ya que los resultados indican que, con un alto nivel intelectual, la resiliencia siempre es alta (Masten, 2001): comprenden cuáles son los grupos y las personas con las que pueden relacionarse y con cuáles no, saben tomar mejores decisiones, que les repercuten en el resto de factores resilientes y les hace mejorar a nivel global. El trabajo en La Luciérnaga, como dicen los encargados del centro, es temporal y ayuda a los jóvenes a adquirir unos hábitos de trabajo que no tienen. Pero no pueden permitir que los trabajadores se queden allí perennemente, porque el objetivo es que se integren plenamente en la sociedad y sean independientes, mientras que si se quedan en La Luciérnaga, dependerán siempre de la "ayuda" del centro.
Respecto a la responsabilidad social, la orientación a la tarea y exigencia de logro, los sujetos se sienten más exigentes consigo mismos, y trabajan más y de forma más organizada, dependiendo de la situación personal particular de cada momento. Por ejemplo, un sujeto que está en pleno ascenso en niveles de resiliencia, trabaja más. Sin embargo, una vez que ha llegado a un máximo, se confía y trabaja con menores exigencias.
En general, los sujetos ahora mismo son capaces de dominar fuertes impulsos violentos, y aunque las amenazas o los rifirrafes son comunes entre ellos, es más una parte de su dinámica relacional que un conflicto real. Donde se ve la diferencia es en los sujetos menos resilientes, que tienen más emociones negativas a la hora de resolver conflictos. Esto se relaciona con las emociones negativas en los conflictos, que suelen ser dominadas por todos los sujetos, pero mucho menos por los sujetos con menores niveles de resiliencia, con más emociones negativas. Aún así, se puede decir que todos los jóvenes de La Luciérnaga son capaces de dominar las emociones negativas, y por tanto lograr una resolución de conflictos efectiva.
La autoestima, como se ha explicado, no es tan alta como parecen mostrar los resultados, debido fundamentalmente a la inseguridad. Ésta se relaciona con el no percibirse capaces de realizar un trabajo, y lo suficientemente buenos para competir con otras personas. Esto les lleva al estancamiento en la situación actual o la evitación de situaciones más demandantes o complicadas, que les exijan más trabajo o la competencia con otras personas. Parece que decir que tienen una autoestima alta es algo que han memorizado, porque se lo han repetido muchas veces, pero en lo que no creen realmente. Por lo tanto es importante trabajar en cuestiones de autoimagen positiva con los sujetos.
Como observan los estudios previos (Munist et al., 1998), la autonomía temprana no resulta positiva para los sujetos. Pero la falta de autonomía no es un indicador de baja resiliencia por sí solo, ya que los sujetos dependientes (sobre todo las mujeres) se han mostrado igual de resilientes que otros sujetos que eran independientes.
La empatía parece ser un indicador de alta resiliencia, pero no parece ser útil para establecer otras conclusiones sobre los sujetos y su nivel de resiliencia. A pesar de ello, de forma general, todos se apoyan mutuamente dentro de La Luciérnaga cuando a alguno de ellos les ocurre una desgracia mayor, y saben confortar y ayudar a la persona necesitada. Casi todos tienen unos compañeros con los que se entienden más y con los que se apoyan mutuamente. De hecho, uno de ellos vende revistas para una de las chicas cuando ella no vende lo suficiente, sabiendo que ella lo necesita para su hijo.
Parece que el optimismo es el primer factor que se manifiesta cuando el joven alcanza un nivel efectivo de resiliencia. Es cierto que en muchos casos se encuentran niveles altos de optimismo que no están justificados, pero también es cierto que la mayoría se encuentra en una situación mejor de la que se encontraba en el pasado.
Los niveles de resiliencia en el pasado reflejan que la ayuda que los sujetos están recibiendo actualmente por parte de La Luciérnaga es efectiva y sí está haciendo progresar a la mayoría. Los sujetos con baja resiliencia en el pasado no han estado mucho peor de como se encuentran en el momento, lo que quiere decir que, en el pasado, han mantenido niveles de resiliencia más altos que el de sus compañeros. Sin embargo, se muestran incapaces de salir de ese nivel, al contrario que sus compañeros que, aunque hayan tocado niveles extremadamente bajos de resiliencia en el pasado, ahora son capaces de mejorar. Esto se debe a que no son capaces de cambiar alguno de los factores resilientes que les ayudaría, junto con otros factores que ya poseen, a alcanzar niveles más altos de resiliencia. Entre estos factores se encuentran una relación emocional inestable dentro del núcleo familiar, un nivel extremadamente bajo de educación, o una baja autoestima.
Dentro de los resultados, encontramos el caso de un sujeto que parece reunir muchas cualidades positivas para la resiliencia, y que lo hacen destacar de entre sus compañeros. Es el caso del chico más joven de la Luciérnaga. Este chico tiene una situación familiar difícil, sin padre, con varias hermanas sin trabajo pero con hijos, sin ningún tipo de estudios. Por esto, él tiene que aportar dinero a la familia que, a pesar de ello, vive en condiciones de extrema pobreza. Sin embargo, él tiene un gran apoyo social tanto por parte de La Luciérnaga como por otras personas de la ciudad de Córdoba involucradas en los servicios sociales. De hecho, recientemente ha conseguido un trabajo, que consigue compaginar con el que realiza en La Luciérnaga. Además, este chico se siente muy motivado para trabajar y mejorar, lo que demuestra vendiendo revistas todos los días, manteniendo dos trabajos y, además, atendiendo la escuela en el turno de noche. Esto está haciendo que mejore su nivel intelectual, que se encuentra en niveles bastante bajos, y está favoreciendo su gestión de las emociones, que por el momento se mantiene de forma muy positiva. Es también un chico independiente, empático, optimista y sociable: un ejemplo a seguir por sus compañeros. En este caso se puede afirmar que la juventud ha ayudado a que el joven sea capaz de realizar tantos cambios en su vida, y que la resiliencia se encuentre en aumento es también una característica que se encuentra ligada a mejores resultados en los jóvenes, como se observa en este caso en particular y en otros sujetos estudiados.
Después nos encontramos con otro caso similar, otro de los chicos más jóvenes de La Luciérnaga. Su caso tiene muchas similitudes, pero a la vez diferencias que llaman la atención. Él también tiene una situación familiar difícil, creada por él. Tiene una novia, que está embarazada, y una mujer de la que se encuentra separado y con la que tiene un hijo. Las dos mujeres son hermanas. Él vive con su madre y su novia actual, y no puede ver ni a su mujer ni a su hijo. En su caso, el formar una familia no ha ayudado a mantener una relación emocional estable. Sin embargo, es un chico muy trabajador, y también vende muchas revistas, incluso ayuda a sus amigos a vender más, y aunque no va a la escuela, sí tiene una capacidad intelectual adaptativa. Lo que hace que este caso sea tan diferente del anterior es que el chico tiene serios problemas con las drogas. Esto significa que no es capaz de concentrarse completamente, que su alto rendimiento se debe a una necesidad extrema de conseguir más droga y consumirla en casi cualquier circunstancia, y tampoco es capaz de controlar sus emociones, ya que tiene una irritabilidad alta. Para este chico, se podría afirmar que tiene todas las características para tener un alto nivel de resiliencia, pero las drogas no permiten que ésta se mantenga.
Esto se puede comprender a través del caso de otro joven de La Luciérnaga con serios problemas de abuso de sustancias. Este chico tiene una buena situación familiar: sigue viviendo con sus padres y otros miembros de su familia. Esto lo hace ser menos independiente, pero sí es capaz de vivir y apoyar a su familia con los ingresos que obtiene. No tiene apenas apoyo social, ya que no es una persona que "guste": no es de los más sociables de los jóvenes. Tiene escasa escolarización, y esto se corresponde con un nivel intelectual bastante pobre. Tiene poco interés por lograr cambios, tener objetivos, o trabajar más de lo estrictamente necesario. No es capaz de afrontar los conflictos y, por tanto, los evita, principalmente porque no cree ser capaz de superarlos. Además, tiene una baja autoestima y muy bajo optimismo. A pesar de llevar varios años en La Luciérnaga y tener periodos mejores, no ha habido un gran cambio con el paso del tiempo. Por lo que se refleja en la entrevista y los conocimientos que de él tienen los miembros del centro, su problema es el consumo y abuso: como en el caso anterior, este factor ha anulado cualquier otro aspecto positivo. Sin embargo, los factores resilientes de este caso tienen valores menores, y por ello su situación es mucho peor que la del caso anterior.
Y estos no son los únicos casos encontrados en los que los jóvenes tienen o han tenido problemas con las drogas, solo que el resto de sujetos con estos problemas se encuentran en la media, ya sea porque compensan los problemas con la droga con factores resilientes más positivos o porque el consumo de drogas no es tan fuerte o determinante en ellos como en otros sujetos. Esto, además, corrobora la teoría de Masten (2001): a pesar de las dificultades, la mayoría de los sujetos muestran una resiliencia bastante alta y casi todos son capaces de superar las adversidades.

Conclusiones:
El estudio de los factores relacionados con la resiliencia supone una gran ayuda para la mejora de la situación de los jóvenes, ya que muestran al trabajador social o al psicólogo cuáles son las necesidades o carencias que hay que trabajar o mejorar con la persona que busca ayuda.
La mayor diferencia encontrada entre los sujetos del presente estudio y los sujetos de otros estudios son los bajos niveles de escolaridad, que resultan alarmantes y que afectan profundamente a su capacidad intelectual, como afirman los trabajadores del centro. Debería ser revisado si estos niveles de escolarización y las medidas nacionales sobre educación de cada país guardan alguna relación con el desarrollo de la resiliencia. ¿Hay diferente resiliencia en diferentes países dependiendo de las políticas sociales de cada país, y de la inversión que se realiza en educación?
La droga afecta muy negativamente a la resiliencia. Aunque la mayoría de los sujetos han pasado por un consumo fuerte de drogas, la mayoría han sabido sobreponerse con el tiempo. ¿Qué hace que unos pocos no lo consigan? Para esto parece importante tener una relación emocional estable dentro de la familia, un familiar que vea al sujeto capaz de superarse a sí mismo y superar la situación, algo que le falta a muchos de los sujetos con este problema. En otros casos, se ve que los sujetos no han sido capaces de sobreponerse a eventos traumáticos dentro de la familia, como la muerte de los dos padres o el encarcelamiento de un hermano. Sería interesante realizar un estudio futuro sobre qué otros factores psicológicos poseen los drogadictos que son inhibidores de un óptimo desarrollo positivo de la resiliencia, teniendo en cuenta estos datos.
El centro La Luciérnaga es capaz, a día de hoy, de brindar un fuerte apoyo social y autonomía (al menos económica) a los jóvenes. Además, es un entorno en el que se fomentan un clima educacional bueno (que termina aumentando el nivel intelectual de los jóvenes) y el optimismo. También hacen una buena labor con las exigencias de logro de los jóvenes, los orientan hacia la cultura del trabajo y, a través de la revista, les dan una responsabilidad social importante. Sin embargo, sería importante que se trabajara sobre la empatía, la autoestima y las emociones que permitan la resolución de conflictos efectiva. Estos factores pueden pasar desapercibidos al lado de otros factores, que socialmente se asocian más a una superación de las adversidades, pero resulta importante trabajar en cada uno de estos factores para que los sujetos consigan aumentar sus niveles de resiliencia. Sería interesante que el centro evaluara estos factores en sus miembros, y así saber sobre qué campos debe trabajar, siempre que sea posible una intervención.
También hubiera sido interesante hacer un estudio comparado entre estos jóvenes, que llegan a La Luciérnaga de manera voluntaria, y otros jóvenes de Córdoba que se encuentren en situaciones similares, pero que no trabajen en La Luciérnaga. Es probable que los niveles de resiliencia sean mucho más bajos, pero ¿son capaces con el paso del tiempo de superar las situaciones de dificultad? ¿Tienen los jóvenes de La Luciérnaga niveles de resiliencia muy diferentes de sujetos que reciben otro tipo de ayuda para la inserción laboral que no sea vender la revista y que se encuentren en la misma situación socioeconómica?










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ANEXO:



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