La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas

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Descripción

STVDIA ANGELO VRBANO DICATA

Todos los trabajos aquí publicados han sido cuidadosamente seleccionados, revisados y sancionados por el siguiente

COMITÉ CIENTÍFICO

Presidente: Dr. D. Luis Gil Fernández Catedrático de Filología Griega, Universidad Complutente de Madrid

Miembros: Dra. Dª. Beatriz Antón Martínez Catedrática de Filología Latina, Universidad de Valladolid

Dr. D. José Luis Calvo Martínez Catedrático de Filología Griega, Universidad de Granada

Dr. D. Arnaldo do Espírito Santo Catedrático de Filología Latina, Universidad de Lisboa

Dra. Dª. Rosa María Espinosa Elorza Catedrática de Lengua Española, Universidad de Valladolid

Dr. D. Manuel García Teijeiro Catedrático de Filología Griega, Universidad de Valladolid

Dr. D. Juan Gil Fernández Catedrático de Filología Latina, Universidad de Sevilla

Dr. D. Salvador López Quero Profesor Titular de Lengua Española, Universidad de Córdoba

Dr. D. José María Maestre Maestre Catedrático de Filología Latina, Universidad de Cádiz

Dr. D. José Guillermo Montes Cala (†) Catedrático de Filología Griega, Universidad de Cádiz

Dra. Dª. María Cristina Pimentel Catedrática de Filología Latina, Universidad de Lisboa

Dra. Dª. Emilia Ruiz Yamuza Catedrática de Filología Griega, Universidad de Sevilla

Dr. D. Eustaquio Sánchez Salor Catedrático de Filología Latina, Universidad de Extremadura

Dr. D. Francisco José Talavera Esteso Catedrático de Filología Latina, Universidad de Málaga

Salvador López Quero José María Maestre Maestre EDIDERVNT

STVDIA ANGELO VRBANO DICATA

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ALCAÑIZ – MADRID 2015

STVDIA ANGELO VRBANO DICATA / Salvador López Quero, José María Maestre Maestre, eds.- Alcañiz-Madrid: Instituto de Estudios Humanísticos - Federación Andaluza de Estudios Clásicos, 2015. 1 v. LXIV, p. 740; 24 x 17 cms. Este volumen recoge cuarenta estudios de cuarenta y un autores ofrecidos en homenaje al Prof. Ángel C. Urbán Fernández. ISBN: 978-84-96053-80-9 eISBN: 978-84-96053-81-6 DL.: TE-136-2015 1. Arqueología Clásica. 2. Biblia. 3. Crítica literaria. 4. Diplomática. 5. Emblemática renacentista y barroca. 6. Epigrafía. 7. Filología Griega. 8. Filología Latina. 9. Humanismo. 10. Iconología. 11. Lexicología Clásica y Medieval. 12. Literatura Moderna y Contemporánea. 13. Patrística. 14. Simbología. 15. Tradición Clásica. 16. Tradición Rabínica. 17. Homenaje. 18. Urbán Fernández, Ángel C. I. López Quero, Salvador, ed. II. Maestre Maestre, José María, ed. III. Instituto de Estudios Humanísticos, ed. IV. Federación Andaluza de Estudios Clásicos, ed.

Este libro ha sido publicado gracias a la ayuda del Grupo de Investigación de la Junta de Andalucía PAI HUM-380.

© Instituto de Estudios Humanísticos Federación Andaluza de Estudios Clásicos 1ª edición 2015 ISBN: 978-84-96053-80-9 eISBN: 978-84-96053-81-6 DEPÓSITO LEGAL: TE-136-2015 IMPRESIÓN: Imprenta Kadmos (Salamanca)

Portada: Empresa XV: REGIT ET CORRIGIT de la obra de Francisco Núñez de Cepeda, S.I., Idea del Buen Pastor (Lyon. 1684), p. 245. Contraportada: Foto de fragmento de escayola del antiguo Palacio Episcopal de Córdoba, actualmente Biblioteca Pública Provincial, que reproduce la Empresa XV: REGIT ET CORRIGIT de F. Núñez de Cepeda.

Profesor Ángel C. Urbán Fernández

COLABORADORES DEL PRESENTE HOMENAJE

ÁLVAREZ JURADO, Manuela, Universidad de Córdoba. ANTÓN MARTÍNEZ, Beatriz, Universidad de Valladolid. ASENCIO GONZÁLEZ, Emilio, I.E.S. ‘López Neyra’ de Córdoba y Grupo

PAI Hum. 380, Universidad de Córdoba. BALBUENA TOREZANO, Mª del Carmen, Universidad de Córdoba. BENÍTEZ RODRÍGUEZ, Enrique, Grupo PAI Hum. 380, Universidad de Córdoba. CALVO MARTÍNEZ, José Luis, Universidad de Granada. CAÑAS REÍLLO, José Manuel, CSIC, Madrid: Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo. D’ENCARNAÇÃO, José, Universidad de Coimbra. DEL VALLE RODRÍGUEZ, Carlos, CSIC, Madrid: Instituto de Filología. DO ESPIRITO SANTO, Arnaldo, Universidad de Lisboa. ESPINOSA ELORZA, Rosa María, Universidad de Valladolid. FERNÁNDEZ-ARDANAZ, Santiago (†), Universidad Miguel Hernández, de Elche (Alicante). FUENTES GONZÁLEZ, Pedro Pablo, Universidad de Granada. GALLÉ CEJUDO, Rafael Jesús, Universidad de Cádiz. GARCÍA ÁLVAREZ, César, Universidad de León. GARCÍA CALDERÓN, Ángeles, Universidad de Córdoba. GARCÍA PEINADO, Miguel Ángel, Universidad de Córdoba. GARCÍA TEIJEIRO, Manuel, Universidad de Valladolid. GIL FERNÁNDEZ, Juan, Universidad de Sevilla / Real Academia Española. GIL FERNÁNDEZ, Luis, Universidad Complutense de Madrid.

XII Colaboradores del presente Homenaje _______________________________________________________________________

GONZÁLEZ SALINERO, Raúl, Universidad Nacional de Educación a Dis-

tancia, Madrid. GRANADO BELLIDO , Carmelo, S.I. (†), Facultad de Teología de Granada. HERRERA ROLDÁN, Pedro, I.E.S. ‘El Brocense’ de Cáceres. HINOJO ANDRÉS, Gregorio, Universidad de Salamanca. ISO ECHEGOYEN, José Javier, Universidad de Zaragoza. LÓPEZ FOLGADO, Vicente, Universidad de Córdoba. LÓPEZ QUERO, Salvador, Universidad de Córdoba. LOZANO SEBASTIÁN, Francisco Javier, Nuncio Apostólico en Rumanía y

Moldavia. MAESTRE MAESTRE, José María, Universidad de Cádiz. MÁRQUEZ MORENO, Carlos, Universidad de Córdoba. NIEVES SANZ, Enrique, Doctor en Filología Clásica y Abogado, Jaén. PEREA YÉBENES, Sabino, Universidad de Murcia. PIMENTEL, María Cristina, Universidad de Lisboa. RINCÓN GONZÁLEZ, Mª Dolores, Universidad de Jaén. RODRÍGUEZ-PANTOJA MÁRQUEZ, Miguel, Universidad de Córdoba. RUIZ YAMUZA, Emilia Reyes, Universidad de Sevilla. SÁNCHEZ SALOR, Eustaquio, Universidad de Extremadura. SOLANA PUJALTE, Julián, Universidad de Córdoba. TALAVERA ESTESO, Francisco José, Universidad de Málaga. TORRALBO CABALLERO, Juan de Dios, Universidad de Córdoba. ZAMORANO AGUILAR, Alfonso, Universidad de Córdoba.

La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas Pedro Pablo FUENTES GONZÁLEZ Universidad de Granada

Resumen: El hecho de que Crates de Tebas abrazara el cinismo abandonando voluntariamente la posición propia de quien pertenecía a una familia privilegiada y acomodada convierte en especialmente significativo el modo como realizó en su vida ulterior la reacuñación cínica de los valores corrientes, sobre todo en lo tocante a la riqueza y a las relaciones familiares. Se analizan los datos de que disponemos sobre su abandono de las riquezas y sobre su relación con su esposa Hiparquia y con sus hijos, todo ello en el marco del ideal comunitario de vida descrito en su poema Zurrón. En el caso de los hijos, se ofrece una interpretación de la prueba a la que fueron sometidos por su padre con vistas a la comprobación de sus aptitudes cínicas, considerándose fundamental en este sentido la distinción entre la figura de la prostituta (demencia, apariencias y descontrol) y la del filósofo (cínico) (inteligencia, autenticidad y autodominio). Palabras clave: Cinismo antiguo; Crates de Tebas; familia; contracultura.

Í The Cynical Defacing in Family Relationships According to Crates of Thebes Abstract: Crates of Thebes’ adoption of cynicism after his renunciation of the privileges linked to his being a member of a local wealthy propertied family enlightens the way he strove to implement the cynical defacing of the currency in family relationships and material conditions. We shall try to discuss the available evidences about Crates abandoning his wealth and behaving towards his mate Hipparchia and their children along a communitarian ideal of life whose manifesto can be read in his poem The knapsack. As far as the children are concerned, we shall suggest an interpretation of the test required by the father to check their skills and aptitudes toward cynicism, stressing the importance of the parallel between the figure of the prostitute (madness, appearances and incontinence) and the (cynic) philosopher (intelligence, authenticity and self-control). Keywords: Ancient cynicism; Crates of Thebes; family; counterculture.

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Crates de Tebas, el principal discípulo de Diógenes de Sínope, representa sin duda una de las figuras más interesantes del panorama filosófico de la Grecia del siglo IV a.C. Lamentablemente, como sucede en el caso de tantos otros filósofos de la época y muy en particular de aquellos vinculados al cinismo (poco susceptibles en principio de interesar en sí mismos a las instancias conservadoras y transmisoras en cada momento de la cultura establecida), sólo de un modo muy fragmentario y a menudo confuso podemos hacernos una idea de su vida y de su obra 1 . Sin embargo, pese a todos los inconvenientes con los que el filólogo se encuentra a la hora de reconstruir una imagen más o menos coherente de su andadura vital y de su pensamiento, Crates brilla con una luz que nos da cumplido testimonio de su singularidad, así como de su importancia e influencia. Dentro del cinismo de la primera época ocupa un lugar de extraordinaria relevancia, comenzando por el hecho de que se trata del primero que abraza esta forma de pensamiento y de vida sin el concurso de factores personales externos vinculados a una cierta marginalidad que de algún modo pudieran resultar condicionantes en el caso de sus predecesores, como la condición de bastardo en el caso de Antístenes de Atenas o la de exiliado-extranjero en el de su discípulo Diógenes. Muy al contrario, las circunstancias vitales de Crates eran tales que podrían ser consideradas, desde la perspectiva convencional, como privilegiadas y envidiables: había nacido en el seno de una familia distinguida y acomodada, y podía disponer en su edad adulta de una fortuna considerable 2 . Se puede afirmar así que pertenecía en principio a un estatus social y cultural de lo más conservador y convencional. De ahí que, a mi juicio, resulte especialmente significativo estudiar el modo como se opera en su caso aquella reacuñación de los valores establecidos tan propia del cinismo, sobre todo en lo tocante a la familia y a las riquezas. El proceso de desmantelamiento de los valores tradicionales desde el cinismo fue iniciado por Antístenes (como producto de una evolución y radicali-

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Cito por la edición de G. Giannantoni, Socratis et Socraticorum reliquiae, 4 vols., Napoli, Bibliopolis (Elenchos 18), 1990 (= SSR). Hijo de Ascondas, pertenecía a una familia principal tebana (h=n tw/n evpifanw/n), como leemos en Diógenes Laercio (= D.L.) VI 87-88 (= SSR V H 4), y la magnitud de su fortuna personal se deduce del mismo testimonio (se dice que su valor ascendía a unos 200 talentos). Para el texto de Diógenes Laercio (s. III d.C.) remito a la excelente nueva edición de T. Dorandi, Diogenes Laertius, Lives of eminent philosophers, Cambridge, Cambridge University Press (Cambridge Classical Texts and Commentaries 50), 2013.

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zación de las enseñanzas de Sócrates 3 ) bajo la forma de un desaprendizaje de todos aquellos valores que la educación (paidei,a) tradicional había venido acarreando y que no representaban para él en realidad los verdaderos valores sino más bien su contrario, en la medida en que, lejos de garantizar la autonomía y la felicidad del individuo, habían terminado por esclavizarlo y convertirlo en un ser desdichado y sometido al azar de las circunstancias 4 . Cuando el individuo es presa de una educación errónea, no cabe más que un proceso de desaprender, aunque lo ideal sin duda sería no tener que llevar a cabo un proceso de estas características 5 , sino poder consagrarse directamente a la adquisición de los verdaderos valores (estos sí indelebles) que constituyen para Antístenes como un muro impenetrable del individuo. En el caso de Diógenes, este mismo proceso se expresa en unos términos que tienen que ver con su propia andadura vital, que lo pone en relación con un episodio de falsificación monetaria en su Sínope natal del que nos han llegado testimonios suficientes, aunque sometidos a las fluctuaciones e imprecisiones normales en la tradición biográfica antigua. Sea como fuere, en un momento determinado el propio Diógenes debió de ver las posibilidades expresivas de esa peripecia personal, y de utilizar la expresión “falsificar (reacuñar) la moneda (= los valores)” (paracara,xai to. no,misma) para caracterizar su propia andadura filosófica 6 . Se trata de tomar los valores antiguos y marcarlos con un sello que resulta incompatible con ellos, de tal forma que tales valores, marcados con ese cuño, adquieren una dimensión del todo nueva: aparentemente los cínicos manejan los mismos términos de la tradición y de la convención, pero en boca de ellos estos no expresan lo que parece. De ahí

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Frente a una cierta tendencia crítica actual que se empeña en alejar de Sócrates al cinismo, por la vía de considerar que la representación cínica de Antístenes sería sólo una construcción a posteriori y que la relación entre Antístenes y Diógenes sería igualmente inventada (por una tradición historiográfica vinculada al estoicismo y reticente o renuente con respecto a los orígenes cínicos de la Estoa), he defendido recientemente la conexión (por supuesto, sometida siempre a tensión) de la que nos hablan nuestras fuentes antiguas entre socratismo-cinismo-estoicismo: cf. P. P. Fuentes González, “En defensa del encuentro entre dos Perros, Antístenes y Diógenes: historia de una tensa amistad”, Cuadernos de Filología Clásica: Estudios Griegos e Indoeuropeos, 23 (2013) 225-267. Antístenes hablaba, en efecto, de la necesidad de to. avpomaqei/n ta. kaka, (cf. SSR V A 87). Quizá sea este matiz el que se introduce en uno de nuestros testimonios de este desaprender: el de D.L. VI 7, donde el texto aparece corrupto (cf. Dorandi [ed.] 2013: 410). Se nos dice que la expresión aparecía en boca del propio Diógenes en un diálogo suyo (perdido) titulado Pórdalo (El pedorrero, cf. D.L. VI 20 = SSR V B 2).

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que el intérprete deba continuamente tener en cuenta ese proceso de reacuñación y de radical redefinición. Se trata, en definitiva, de un proceso de gran calado no sólo semántico sino sobre todo filosófico y existencial que requiere del estudioso operar una profunda reorganización conceptual para interpretar debidamente nuestros testimonios. “Riqueza”, “placer”, “belleza”, “libertad”, “matrimonio”, “paternidad”, etc. no significan en boca de los cínicos lo que sus contemporáneos (y nosotros mismos) entendían comúnmente por tales sino conceptos completamente reacuñados, que a menudo adquieren la consistencia semántica de sus contrarios tradicionales y convencionales. Pues bien, el principal objeto de estas páginas es mostrar cómo pudo Crates concebir y experimentar este proceso de radical transformación conceptual y vital, pasando de ser un acomodado representante del statu quo de su época a convertirse en uno de los más destacados practicantes de la filosofía cínica tal como esta se forja en el s. IV a.C. Y más en concreto me interesa mostrar aquí cómo la filosofía cínica se hace compatible en él con determinados aspectos de lo que podemos llamar una “vida familiar”, por cuanto se trata del único cínico de esta primera época del que tenemos datos que lo ponen en relación con una familia propia, con esposa e hijos (la tradición nos habla de un hijo y una hija), en pleno ejercicio de su actividad filosófica (cf. SSR V H 4, 19-25, V I 1). Sin embargo, antes de abordar esta cuestión, me parecen oportunas unas palabras sobre cuáles pudieron ser la formación y el carácter de Crates. Como corresponde a su alta alcurnia, este debió sin duda de recibir una esmerada educación. Ya de su época cínica nos han llegado algunos fragmentos de su producción poética que así lo demuestran, pero que ponen de manifiesto al mismo tiempo su peculiar concepto literario. En efecto, todo lo que pudo haber aprendido desde la educación tradicional en cuanto a poética y retórica lo pone Crates al servicio de su cinismo: junto a las cualidades mnemotécnicas y pedagógicas propias de la poesía, explota este recurso ante todo como instrumento de descubrimiento y revelación de la realidad (y también de desenmascaramiento de la tradición) a través de un acercamiento cómico y paródico que desvela las falsedades, mezquindades y abominaciones de los valores establecidos, y paralelamente la autenticidad y necesidad de los valores de la verdadera existencia humana y de la verdadera filosofía. Crates se alinea de este modo en la misma tradición del estilo serio-cómico (spoudaio& ge,loion) cultivado por otro de los discípulos de Diógenes, Mónimo de Sira-

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cusa, y llevado a su expresión más singular y proverbial por uno de los discípulos del propio Crates, Menipo de Gádara 7 . Diógenes Laercio y más tarde (s. IV d.C.) Juliano presentan las composiciones poéticas de Crates con el término pai,gnia (SSR V H 70, 84), es decir, como versos jocosos o juguetes que, bajo una apariencia de ligereza y divertimento, encierran, sin embargo (por obra de la reacuñación cínica), un hondo trasfondo filosófico y existencial. Es de hecho Crates un poeta de gran sutileza y agudeza intelectual, siempre encauzadas en una dulzura (no blandura) expresiva al servicio de la utilidad pedagógica. Es en este sentido en el que podemos recordar otro concepto que le aplican con acierto Plutarco (s. I-II d.C.) y Juliano, el de ca,rij o gracia, hecha de maestría y donaire (cf. SSR V H 74, 84). En efecto, a la gracia se une aquí el refinamiento técnico y la perfección formal de un hombre que, aun siendo como era cínico, no estaba exento de un cierto tipo de donosura literaria 8 . Ello debemos explicarlo sobre todo como reflejo de su carácter (el carácter personal es un elemento determinante en la modulación del cinismo en sus distintos representantes) y de su comportamiento cotidiano: un reflejo de su carácter comprensivo y benevolente, propio de alguien que se tomaba la vida “como una fiesta” (cf. SSR V H 46) y que, como regla general, se dirigía a los demás sin exabruptos sino con cierta amabilidad y gentileza, buscando siempre ser útil: frente a la pikri,a de Diógenes, y del mismo Antístenes, en Crates predomina la filanqrwpi,a (cf. SSR V H 17, 34, 36). No en vano era tenido entre los atenienses por un genio doméstico (“lar familiaris”), y la confianza que generaba y sus habilidades conciliadoras le merecieron el apodo de Abrepuertas (cf. SSR V H 18). En semejante donosura no se reconocía sin duda el propio Juliano, que se asemejaba en su carácter más a la aspereza y al desaliño diogeniano, pero que coincidía con Crates en todo caso en una marcada voluntad contracultural, ejercida a través de la parodia y la sátira (cf. Guido 1992: 125 s.). Es, en efecto, una de las maneras como el cinismo realiza su decidida oposición a la cultura establecida, tornando con ello a la vieja tradición de la poesía burlesca y de denuncia paródica cultivada en el s. VI-V a.C. por Jenófanes de 7

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Cf. U. Criscuolo, “Cratete di Tebe e la tradizione cinica”, Maia, 22 (1970) 360-367, en p. 363. Sobre Menipo como discípulo de Crates, cf. M.-O. Goulet-Cazé, “Un liste de disciples de Cratès le Cynique en Diogène Laërce 6, 95”, Hermes, 114 (1986) 247-252. Cf. R. Guido, “La figura e gli insegnamenti di Cratete di Tebe in Giuliano Imperatore”, Rudiae, 4 (1992) 121-125.

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Colofón (cf. D.L. IX 18), y que, con posterioridad a Crates, proseguirá en el s. III a.C. el escéptico Timón de Fliunte con sus si,lloi (cf. D.L. IX 109 ss.). Nos han llegado fragmentos de parodias de Crates de tipo épico (cf. SSR V H 67-75), elegíaco (SSR V H 84, 76-77) y yámbico, algunas de estas últimas pertenecientes a tragedias (no en vano, el género de la paratragedia parece haber sido bastante cultivado por los cínicos). Homero, Solón y los trágicos atenienses son cumplidamente parodiados en estas composiciones, fundamentalmente según la modalidad correctiva de la evpano,rqwsij que ya cultivara el propio Solón. Se trata de volver sobre la paidei,a tradicional y alterarla hasta que se ajuste a lo que el autor entiende como el sentido correcto y verdadero, lo que, desde el punto de vista cínico, equivale a darle completamente la vuelta. Nuestros fragmentos nos dejan vislumbrar lo que fueron sin duda textos de gran calado poético y filosófico, donde Crates, con agudo espíritu satírico, plasma un pensamiento decididamente contestatario, y sabe hacerlo también con verdadero encanto, un encanto, eso sí, que no busca en modo alguno tratar con blandura a su destinatario sino que siempre responde en última instancia a una personal estrategia pedagógica. Decir las cosas graves y duras con la necesaria dosis de gracia y encanto, la suficiente para que nadie se pierda en las delicias de la expresión poética ni en las dificultades de la ironía y de la parodia, he ahí la gran virtud literaria de nuestro autor, que condujo así el estilo serio-cómico a uno de sus más espléndidos y fructíferos momentos cínicos. Las tragedias son descritas por D.L. como de un “un elevadísimo carácter filosófico” (cf. SSR V H 80). Lamentablemente, nuestra evidencia al respecto es muy pobre, aunque bastante significativa. El único fragmento de los que nos han llegado que puede ser considerado sin lugar a dudas como trágico ha sido interpretado como perteneciente a una tragedia sobre Heracles, el héroe por excelencia de los cínicos, y es un canto a la independencia y al cosmopolitismo cínicos, un cosmopolitismo que no se traduce en la afirmación de un Estado universal sino de que cualquier parte es la patria del filósofo. Por otro lado, en su reescritura cínica de la soloniana Elegía a las Musas (cf. SSR V H 84), Crates hace una exaltación de los bienes espirituales, y en particular de los valores de la autosuficiencia y de la sencillez que también son el motivo de su Himno a la Sencillez (cf. SSR V H 77). Mientras que Solón suplicaba por una felicidad procurada por las riquezas y la fama, en la esperanza de que le fueran concedidas en el respeto a la justicia, Crates a lo que aspira es a

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llevar una vida sencilla y frugal, sin más posesiones que la propia razón. Todas estas ideas filosóficas (de filosofía práctica, ya sea ética o política, como siempre en el caso de los cínicos) aparecían expuestas en la parodia utópica de Crates titulada Zurrón (Ph,rh), nombre de una de las insignias más significativas del atuendo cínico que aquel reservara para su ciudad ideal descrita en el poema, donde el referente tradicional parodiado es la Creta homérica (cf. SSR V H 70-75) 9 . En el contexto de esta pieza es donde se suele colocar la parodia del epitafio de Sardanápalo, que exalta de nuevo los bienes espirituales, respetables y eternos, sobre los materiales y carnales, vanos y fugaces (cf. SSR V H 74). A partir de uno de nuestros testimonios (cf. SSR V H 66) se ha podido reconstruir el título de otra pieza satírica (pai,gnion) de Crates, un Elogio del puré de lentejas. Pese a que algunos estudiosos han puesto en duda esta interpretación del testimonio, no parece haber un argumento suficientemente fuerte como para rechazarla sin más 10 . En efecto, no es difícil imaginar aquí un escrito donde, de nuevo, hiciera Crates una exaltación, en su habitual tono jocoso, de la independencia y frugalidad cínicas procuradas por un componente de la dieta alimenticia del filósofo, el puré de lentejas, a menudo elogiado en la tradición cínico-estoica, a la vez que denostado como alimento miserable por filósofos adversarios como peripatéticos o epicúreos. En nuestro testimonio este escrito aparecería citado como un ejemplo más concreto de su poética (serio-cómica), especialmente apropiado en el ámbito de los banquetes y reproducido ante hombres delicados. No es imposible tampoco reconstruir el título de otra pieza de este tipo satírico en otro pasaje (cf. SSR VH 78), donde se citan versos de un Dietario en que Crates parece haber hecho una especie de irónico balance cínico del valor de las ocupaciones humanas, para poner de manifiesto la ridiculez de otorgar más valor a la

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Interesa señalar que la imagen del Estado cretense fue objeto de un proceso de mitificación en el s. IV a.C., fundamentalmente por su primitivismo y en conexión con la idealización de Esparta: cf. J. Lens Tuero, “La mitificación de Creta en la cultura griega del siglo IV”, en

Actas del VIII Congreso Español de Estudios Clásicos (Madrid, 23-28 de septiembre de 1991), Madrid 1994, vol. III, p. 219-222. Podríamos pensar así que Crates, con su Creta10

Zurrón, hizo su peculiar contribución cínica a este proceso. Cf. M.-O. Goulet-Cazé, “Cratès de Thèbes”, en R. Goulet (ed.), Dictionnaire des philosophes antiques, vol. III, Paris, CNRS, 1994, p. 496-500, en p. 499, que aboga también por esta interpretación.

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ocupación más perniciosa 11 . El escrito jugaría de algún modo con la imagen del cínico como monedero falso, alterador del valor de las cosas del mundo, en busca de nuevo del ajuste de cuentas y de la corrección filosófica de la vida cotidiana. Antes de abrazar el cinismo en Atenas (junto a Diógenes) no es improbable que Crates estuviera en contacto con la filosofía. Y en este sentido puede orientarnos el dato de que su hermano Pasicles (por el que podemos imaginar que sintió cierta admiración como para ponerle su nombre, como veremos, a uno de sus hijos) fue discípulo de Euclides de Mégara, que fuera a su vez discípulo de Sócrates 12 . Y el propio Crates parece que pudo estar en contacto con esta filosofía socrática megárica, si pensamos que un historiador antiguo afirmaba que fue alumno de Brisón de Acaya (e identificamos a este con Brisón de Heraclea, sofista que fuera también discípulo de Euclides) 13 , y que otros añaden también como maestro suyo a Estilpón (cf. supra, n. 12). El hecho de que en algunos aspectos, como el cosmopolitismo o la impasibilidad, la filosofía de este presentara puntos de contacto con el cinismo quizá pudo favorecer más tarde la conversión de Crates a esta filosofía. Lo cierto en cualquier caso es que el Crates cínico mantuvo con posterioridad una relación polémica con Estilpón y que en cierto modo se disputó con él a su discípulo Zenón, que acabaría fundando la Estoa (cf. SSR V H 38). Nos

Los versos que nos han llegado contraponen en este sentido: cocinero y médico, adulador y consejero, prostituta y filósofo. Médico-consejero-filósofo representan sin duda los términos que describen la actividad irónicamente exaltada por el propio Crates. 12 Cf. D.L. VI 89 = SSR V H 3. Algunos estudiosos (cf. el aparato crítico de Dorandi [ed.] 2013: 462) corrigen aquí “Euclides” en “Dioclides” (discípulo de Euclides), siguiendo el testimonio tardío de la Suda (s.v. “Estilpón” Σ 1114), pero este testimonio no parece del todo fiable, ya que hace a Pasicles discípulo de su propio hermano Crates. Si así hubiera sido, extraña que el dato no figurara en D.L. Personalmente me decanto por pensar que Pasicles sería mayor que su hermano Crates, y de este modo pudo ser discípulo de Euclides, mientras que Crates pudo serlo de Estilpón de Mégara (otro discípulo de Euclides), como leemos en D.L. II 114 (cf. SSR V H 1). 13 El historiador en cuestión fue Hipóboto (mediados del s. II, finales del I a.C.), autor de un Repertorio de los filósofos y de un libro Sobre las escuelas filosóficas. Es posible que afirmara que Crates fue discípulo “no de Diógenes sino de Brisón” en el mismo sentido en que negaba al cinismo la condición de escuela filosófica (ai[resij) mientras que consideraba como tal a la megárica (cf. D.L. I 19). Desde su perspectiva técnica de lo que debía ser una relación maestro-discípulo y una escuela filosófica propiamente dicha (dotada de doctrinas, cosa que echaba de menos en el cinismo), Crates no debió de tener ningún interés para él como cínico ni en su relación con Diógenes. 11

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consta, por otro lado, que la dialéctica vana de Estilpón sería objeto de otra de las parodias de Crates (cf. SSR V H 67). Es probable que fuera tras la destrucción de Tebas por Alejandro Magno en 335 a.C. cuando Crates debió de trasladarse a Atenas, donde desarrollaría en adelante su actividad, no de modo exclusivo (cf. SSR V H 35, donde se menciona Corinto) pero sí habitual (cf. Giannantoni 1990: IV, p. 565). Diógenes debió de morir en torno al 324/321 a.C., por lo que la relación entre ambos no pudo ser muy dilatada en el tiempo, lo que podría explicar que nuestras fuentes no exploten un anecdotario entre ambos como sería de esperar (lo mismo sucedió entre Antístenes y Diógenes). Al parecer, lo importante para Crates debió de ser sobre todo el momento inicial en que su contacto con Diógenes le llevó al convencimiento de que debía desprenderse de sus riquezas, como si se liberara de una esclavitud, e iniciar así la andadura de la libertad a través del desposeimiento y practicando la frugalidad y el contentamiento con aquello que en cada momento la ocasión le deparase. Nuestras fuentes no coinciden plenamente en la exposición de este episodio de autodesposeimiento, e incluso tenemos el dato de un historiador del s. IIIII a.C., Antístenes (de Rodas) que señalaba como detonante de que Crates se lanzara hacia la filosofía cínica el haber contemplado en una tragedia al héroe Télefo vagabundo y mendicante 14 . Sin embargo, este dato parece de la misma índole del que relaciona (en este caso la fuente es Teofrasto, peripatético del s. IV-III a.C.) a Diógenes con el aprendizaje de la vida libre y simple a través de la contemplación del comportamiento de un ratón (cf. SSR V B 172). Forma parte del gusto etiológico propio de la tradición biográficodoxográfica antigua. Ni en el caso de Diógenes contradice el discipulado de Antístenes, ni en el de Crates el de Diógenes. En efecto, no hay razones de peso para poner en duda una relación de discipulado de Crates con respecto a Diógenes, aunque una relación de este tipo debe ser entendida siempre de un modo muy singular en el caso de los cínicos: se trataba sobre todo de recibir el impulso inicial para seguidamente proseguir cada uno su camino del modo más autónomo posible. Los cínicos, al menos en esta primera época, no manifestaron el menor empeño proselitista. 14

Podría referirse a la tragedia (perdida) de Eurípides sobre este personaje (hijo de Heracles) que, tras llegar a ser rey (de Misia), pasó a convertirse en mendigo, cuando fue herido por Aquiles en el inicio de la expedición aquea contra Troya. Disfrazado como mendigo llegó a Áulide para que Aquiles curara la herida que sólo él podía curar, y a cambio les reveló a los aqueos el rumbo para llegar a Troya.

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Las versiones recogidas por D.L. (VI 87-88) describen distintas opciones de Crates a la hora de desposeerse de su patrimonio: la venta y el reparto altruista entre sus conciudadanos; el abandono o directamente el desecho en el mar; y, por último, el depósito bancario condicionado al carácter futuro de sus hijos, en función de que se dedicaran o no a la filosofía (cínica). Esta última versión resulta quizá la más sofisticada, sobre todo si pensamos que no parece que Crates tuviera todavía hijos, aunque su presencia en la tradición bien pudiera obedecer a transmitir la idea de que el filósofo no quiso condicionar la suerte personal de una futura descendencia. La tradición nos dice además que Crates vivió su desposeimiento de las riquezas como una liberación personal, y que dio cumplida cuenta de ello utilizando públicamente el formulismo de la manumisión (de sí mismo en su caso, como otra reacuñación cínica). Ni que decir tiene que algunos de los elementos que conforman este episodio de desprendimiento de las riquezas no constituyen sino lugares comunes que la tradición antigua aplica también a otros filósofos 15 . Lo que resulta patente en cualquier caso es que el cinismo fue para Crates una opción personal y que el desposeimiento de los aparentes bienes materiales era visto por él como un requisito previo ineludible. Tras cortar los lazos con su patrimonio anterior, el acontecimiento más relevante en la vida de Crates es su relación con Hiparquia, hermana de su discípulo Metrocles, ambos oriundos de Maronea (al sur de Tracia) y pertenecientes a una familia acomodada (quizá incluso aristocrática). Sabemos que Metrocles se convirtió al cinismo en Atenas después de haber recibido las enseñanzas de las escuelas aristocráticas: del Liceo bajo Teofrasto y de la Academia bajo Jenócrates (cf. SSR V L 1, 5). Al parecer, estas enseñanzas lo convirtieron en un ser extremadamente frágil, delicado e insatisfecho, hasta que Crates lo rescató mostrándole la bondad de los aspectos más naturales de la condición humana y del impudor, y el secreto de la vida sencilla, basada en el contentamiento con aquello que fácilmente se puede encontrar alrededor, sin otra posesión ni previsión que el propio carácter. Parece verosímil que Hiparquia entrara en contacto con Crates por medio de su hermano, al que tanto bien le había proporcionado. Nuestras fuentes nos relatan en cualquier 15

Para las distintas versiones del episodio a lo largo de la Antigüedad remito a los testimonios reunidos en SSR V H 4-12. Sobre la pervivencia en particular en la Edad Media y el Renacimiento del proverbial motivo de Crates arrojando sus riquezas al mar, cf. V. Pöschl, “Krates, Horaz und Pinturicchio”, Acta Antiqua Academiae Scientiarum Hungaricae, 30 (1982-1984) 267-273.

211 La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas _______________________________________________________________________

caso que sintió una irrefrenable atracción por el cínico. Crates, Metrocles e Hiparquia compartieron sin duda unos mismos orígenes acomodados y un mismo sentimiento de insatisfacción ante el tipo de vida que les estaba predestinado por nacimiento, y paralelamente una necesidad de cambiar radicalmente de modo de vida, con la natural oposición de su familia (cf. D.L VI 88 en el caso de Crates). Representan así mejor que nadie la grandeza del cinismo y del reto que supone para un individuo que, sabiendo ver más allá de las apariencias, se busca plenamente en sí mismo como libre y dichoso. La historia de Crates e Hiparquia, al margen de cualquier elemento novelesco, se alza con una fuerza sin igual en la tradición cínica. La doncella queda prendada hasta tal punto por las palabras y el modo de vida de Crates que, lejos de prestar la menor atención a ninguno de sus pretendientes, ni a su riqueza ni a su alcurnia ni a su belleza, considera que nadie sino Crates existe para ella y sólo aspira a ser su esposa, hasta el punto de preferir la muerte a no poder vivir con él (cf. D.L. VI 96 s., SSR V I 1). Nada pudieron contra ese convencimiento (tampoco en su caso) sus familiares, ni siquiera recurriendo a la intervención del propio Crates para disuadirla. Ante esta situación, a Crates sólo le queda mostrarle a la joven si cabe más a las claras quién es él y cómo vive. Y así, poniéndole al descubierto su cuerpo, que la tradición nos presenta como poco agraciado (feo de cara, jorobado y cojo, cf. SSR V I 17, 24, 40), y dejándole claro que es todo lo que posee, la coloca ante la soledad de su propia decisión personal y ante la conciencia de que convertirse en su compañera-esposa implica tener sus mismas ideas y practicar su mismo tipo de vida. La joven no dudó en su elección (su opciónai[resij filosófica no era otra que la misma de Crates) y, adoptando su misma indumentaria, vivió con él en los espacios públicos de la ciudad, donde realizaban públicamente su vida en común, incluidas las relaciones sexuales 16 . En el s. II d.C., Apuleyo (Flor. 1, SSR V H 24) nos dice que Hipar16

No sigo en modo alguno a quienes piensan, como Giannantoni 1990: IV, p. 565, que esto último habría sido producto de la invención de fuentes tardías. La práctica de la cópula en público entre Crates e Hiparquia debió de ser una realidad, ciertamente chocante (y que debió de escandalizar tanto a sus contemporáneos como más tarde a los comentaristas cristianos), pero completamente coherente con la vida y la pedagogía cínica. Al parecer, C. Nepote (s. I a.C.) habría narrado que el primer encuentro sexual entre Crates e Hiparquia habría venido acompañado por una muestra de pudor de la doncella, que Crates le habría censurado (cf. SSR V H 25). Este tipo de detalles pudieron incorporarse a la tradición con el objeto de reforzar el carácter absolutamente novedoso y escandaloso de la práctica, como cuando Apuleyo nos dice también (cf. infra) que Zenón (entonces discípulo de Crates)

212 Pedro Pablo Fuentes González _________________________________________________________________________

quia estaba convencida de que en ninguna parte podía haber encontrado un marido más hermoso ni más rico, y es que, como decíamos, el cinismo implica una radical reacuñación de los conceptos convencionales. La bella y la bestia no son sino una y la misma cosa, porque la verdadera belleza radica en el modo de vida. Y no en vano pudo Crates calificar su Zurrón ideal, como la Creta legendaria, de hermosa y fértil, y al mismo tiempo acompañarla del calificativo de toda sucia, como corresponde al harapiento mendigo (cf. SSR V H 70) 17 . He ahí la belleza de la vida cínica, aquella que supo ver Hiparquia trascendiendo su propia belleza exterior 18 , del mismo modo que trascendía Crates su propia aparente fealdad cuando, indiferente ante las burlas, ejercitaba su cuerpo en aras de la mejor salud (cf. SSR V H 40, 63) y cuando, presintiendo cercana su muerte, se despedía de la vida (esa fiesta, como él la veía) con unos versos en los que se llamaba afectuosamente a sí mismo “querido jorobado” (cf. SSR V H 75). Ni que decir tiene que este matrimonio cínico (kunogami,a) implicaba una reacuñación tal del concepto mismo de matrimonio que contravenía cualquier idea que pudiera circular en torno a dicho concepto en la época (y quizá hasta no hace mucho). No sólo era un matrimonio realizado al margen del consentimiento de la familia de la joven y decidido por ella misma sino y sobre todo un matrimonio que no respetaba ninguna de las normas relativas a la convivencia entre los esposos en el marco del espacio íntimo y privado del habría experimentado pudor ajeno, intentando con su manto cubrir a los amantes, mientras que en este caso ambos actuaban con la misma firmeza y naturalidad. En otro testimonio transmitido por Plutarco (s. I-II d.C.) se nos dice que Crates afirmaba que el verdadero adorno de una mujer eran su dignidad, moderación y pudor (cf. Coniug. praec. 26, 141e, SSR V H 29). O bien debemos ver aquí una revisión del cinismo de Crates pasado por el tamiz de la literatura en torno al matrimonio, teñida de cierto estoicismo, o bien debemos entender que el pudor al que se refiere aquí el cínico es un concepto reacuñado que nada tiene que ver con el convencional. 17 Es significativo que el relato de la Creta homérica que está detrás del poema de Crates (cf. Od. XIX 172 ss.) se lo cuente a Penélope Odiseo (otra figura heroica querida por los cínicos) disfrazado de viejo mendigo, sucio y harapiento (ibid. 71-74). En efecto, no podemos dejar de recordar aquí esta imagen de un Odiseo bajo cuyo disfraz andrajoso se apreciaba, sin embargo, la verdadera fuerza del héroe ante los pretendientes de su esposa (cf. Od. XVIII 74). Esta imagen la utilizó por ejemplo el célebre Eratóstenes de Cirene (s. III a.C.) para llamar la atención sobre el potencial valor oculto, bajo una apariencia dudosa y vulgar, de la filosofía del cínico Bion de Borístenes (cf. test. 12 Kindstrand), otro representante del estilo serio-cómico en filosofía. Eratóstenes se apartaba aquí sin duda de las críticas más netamente negativas dirigidas contra este por el peripatético Teofrasto (cf. Bion, test. 13 Kindstrand). 18 La belleza física de Hiparquia aparece evocada en un testimonio de la tradición árabe: cf. Abū Sulaimān, Cuarteto filosófico, Sócrates 44 (p. 109 Gutas).

213 La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas _______________________________________________________________________

hogar, mientras que el espacio público sólo queda reservado para el varón. Crates e Hiparquia, en cambio, viven una relación matrimonial pública y la comparten por igual, ya sea en Atenas o fuera de ella, ya que nos consta por ejemplo que en torno a los años 320 a.C. estuvieron en la zona de Tracia (cf. SSR V I 1). Como un espacio más donde dejar constancia de su cinismo, se dejan ver en banquetes (marco por excelencia para la discusión filosófica) y ahí se muestra Hiparquia como alguien que actúa con la misma naturalidad, fortaleza y autoridad con que podría hacerlo Crates, ridiculizando, por ejemplo, a Teodoro el ateo (representante de la escuela hedonista cirenaica). Cuando este intenta en vano avergonzarla como mujer, levantándole el manto, o burlándose de su elección de abandonar las tareas que, por la educación recibida en función de su sexo, le estaban destinadas, Hiparquia reacciona con la fuerza de quien sabe que no habría podido hacer mejor elección. Hiparquia no es una mujer como las demás, pero ello no la convierte en una mujer cualquiera (una prostituta), aunque a los ojos de los demás pueda parecerlo (así en cierto modo la pretendía tratar y desautorizar Teodoro). El matrimonio cínico de Crates e Hiparquia no es en el fondo sino un antimatrimonio, y, sin embargo, sus protagonistas se empeñan en definirlo recurriendo al tradicional término de ga,moj, reacuñado en kunogami,a (cf. SSR V H 19), como el modo más eficaz de defender su modo alternativo de vida como mucho más que el aparente comportamiento extravagante de unos marginales. Crates e Hiparquia son un matrimonio cínico porque libremente se han dado el uno al otro en su desnuda consistencia filosófica (sin más accesorios), compartiendo los mismos principios y el mismo modo de vida. Son dos como podrían ser uno. Crates es otra Hiparquia como Hiparquia es otro Crates. Y dado que los cínicos son amigos de aquellos que son iguales a ellos (por antonomasia de los dioses, que, como ellos, viven fácilmente), la relación entre Hiparquia y Crates es la expresión más acabada de la amistad cínica 19 . Ambos han ido en este sentido más allá de los comportamientos que suelen describir las relaciones de amistad (pedagógica) entre los cínicos, más allá de los puntuales encuentros para mostrar el camino en los momentos iniciales de la andadura filosófica o para recordarlo o reforzarlo en momentos de necesidad o de zozobra. Y con ello muestran del modo más eficaz y

19

Cf. P. P. Fuentes González, “¿Necesitaban de un amigo los cínicos antiguos?”, Bitarte, 31 (2003) 51-72.

214 Pedro Pablo Fuentes González _________________________________________________________________________

contundente la posibilidad de una nueva sociedad, la de aquella Zurrón utópica poetizada por Crates. Sabemos por un autor del siglo III a.C., el ya citado Eratóstenes (cf. D.L. VI 88-89, SSR V H 19), que tuvieron un hijo llamado Pasicles, y la misma fuente nos proporciona un dato intrigante: que, al salir este de la efebía, Crates lo llevó a la casa de una prostituta y allí le dijo que ese era el matrimonio que le proponía su padre. El dato nos da a entender en primer lugar que Crates no ha condicionado hasta ese momento la libertad de elección de su hijo, quien bien pudiera incluso haber seguido en parte una formación tradicional. Esto podríamos ponerlo en relación con la versión evocada más arriba según la cual Crates habría depositado su patrimonio en un banco a la espera de que se revelara la verdadera condición de sus hijos en cuanto a su disposición a la filosofía (cínica). D.L. sigue diciendo (la fuente parece seguir siendo Eratóstenes) que Crates calificaba de trágicos los matrimonios de los adúlteros, en la medida en que acarrean exilios y asesinatos; y de cómicos los de quienes frecuentan a las prostitutas, en la medida en que se produce en este caso un descontrol demente como resultado del desenfreno y de la ebriedad. Según mi interpretación, con la visita al prostíbulo Crates quiere someter a su hijo a una especie de prueba iniciática para ver si está preparado o no para abrazar el cinismo. ¿Pero cuál podría ser su sentido? Para intentar una respuesta tenemos que partir del hecho de que numerosos testimonios (cf. SSR V H 27-28) nos muestran a Crates atacando a las prostitutas y viendo en ellas la prueba más patente del desenfreno humano, en particular en la célebre cortesana (de origen beocio) Mnesarete, llamada Friné, inspiradora de artistas y en cuyo honor los griegos elevaron una ostentosa estatua en Delfos. Un dato de capital importancia en este sentido es que en los versos conservados de su utópica Zurrón leemos que a esa isla (hermosa, fértil y toda sucia) “no arriba ningún loco parásito ni ningún concupiscente pavoneándose ante las nalgas de una prostituta, sino que produce tomillo y ajos, higos y panes, por ninguno de los cuales luchan entre sí sus habitantes ni se hacen con armas por el dinero ni por la gloria” 20 .

20

En Cinulco, un cínico (probablemente ficticio) que aparece en libro XIII de Ateneo que la tradición titula Sobre las mujeres (566f-571a), el amor de las prostitutas aparece vinculado a una vida muelle. Frente a él, el literato Mirtilo realiza su elogio (571a-601b). Recordemos al respecto que Diógenes (y el mismo Antístenes) parece que tuvieron una visión más positiva de las prostitutas (cf. Fuentes González 2013: 260 n. 162).

215 La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas _______________________________________________________________________

Recordemos también el pasaje del irónico Dietario evocado más arriba donde Crates contrapone el cocinero y el médico, el adulador y el consejero, el filósofo y la prostituta. Un filósofo cínico (y más una filósofo 21 como Hiparquia) puede parecer una prostituta (promisora de placer inmediato), pero para quien sabe analizar bien la realidad se parece tan poco a ella como un médico a un cocinero, o un consejero a un adulador. Lo que bien pudiera buscar Crates es comprobar en qué medida su hijo sabía entender sus palabras (y su modo de vida), en qué medida estaba dispuesto a ver, más allá de las apariencias del prostíbulo, la verdadera senda de la filosofía: un camino consciente y difícil que en modo alguno se presenta como una concatenación de momentos placenteros, como pretendían los filósofos hedonistas de la escuela de Cirene 22 . Dicho de otro modo: lo que pretende comprobar Crates es si su hijo será capaz de ver la diferencia entre una Hiparquia (una filósofo como lo era su madre) y una Frine (una simple prostituta), si será digno en definitiva de entrar en su Zurrón ideal o se limitará a comportarse como un concupiscente ante las nalgas de una prostituta. Otro testimonio, que D.L. toma en este caso de una comedia (perdida) de Menandro (s. III a.C.), Las gemelas (fr. 14 Kassel-Austin, SSR V H 26), evoca ahora la que habría sido hija de Crates, afirmando que el propio Crates habría dicho que la dio en matrimonio (entendemos que a un cínico) poniéndola a prueba durante treinta días. De nuevo podríamos ver aquí una prueba iniciática que sacaría de dudas al padre sobre la capacidad o no de su hija para emprender la andadura cínica. En ambos casos se trataría de probar a sus hijos a través de una relación sexual en la que debería quedar de manifiesto si podían o no ser cínicos mediante la comprobación de su nivel de análisis de la realidad (las apariencias engañan) y de dominio de los impulsos ante los que sucumben los necios. El contexto sexual habría sido para él la mejor piedra de toque, quizá por tratarse de un ámbito regido por las apariencias y los impulsos que se prestaba especialmente a comportamientos ambiguos o

Cf. J. M. García González, “Hiparquia, la de Maronea, filósofo cínico”, en A. Pociña & J. M. García González (eds.), Studia Graecolatina Carmen Sanmillán in memoriam dicata, Granada, Universidad de Granada, 1988, p. 179-187. 22 Cf. en este sentido el fundamental testimonio conservado por Teles (s. III a.C.), fr. V Hense, para el que remito a mi libro Les diatribes de Télès, introduction, texte revu, traduction et commentaire des fragments (avec en appendice une traduction espagnole), Paris, Vrin (Histoire des doctrines de l’Antiquité Classique 23), 1998, p. 448-465. 21

216 Pedro Pablo Fuentes González _________________________________________________________________________

descontrolados, donde sólo podría triunfar el verdadero cínico, el único capaz de entrar en la utópica Zurrón. La familia de Crates representa de este modo lo más cerca que podemos estar de una realización de esta comunidad ideal por parte de los cínicos. Un discurso del mismo tipo político fue producido por Diógenes en su República perdida, y retomado en una obra homónima por su discípulo Zenón (cf. SSR V B 125-126). Allí preconizaban también una sociedad sin moneda y sin armas, de individuos libres, concordes y autosuficientes, con una comunidad de relaciones sexuales libres, una comunidad de mujeres e hijos, donde todos los hijos (niños o niñas) fueran amados por igual y no tuviera sentido el adulterio, donde también fueran vistas con naturalidad las relaciones homosexuales, como en la Creta legendaria 23 . No deja de ser curioso en este sentido que Crates elija Creta como trasfondo mítico de su Zurrón ideal, como tampoco que al propio Crates se le atribuya el dato de la comunidad de mujeres 24 . ¿Se revelaron los hijos de Crates e Hiparquia como verdaderos cínicos? Lo ignoramos, y ello es de hecho tan incierto como lo era la propia suerte del mensaje cínico. Lo que se alza en cualquier caso como un conjunto de datos extraordinariamente poderoso y significativo en nuestra tradición biográfica (al menos por su valor simbólico, ya que no por su trascendencia social o política) es el matrimonio cínico que ambos padres encarnaron. En la compenetración plena en un mismo pensamiento y en un mismo modo de 23

24

Cf. Sexto Empírico, P. III 24, 199 s. (testimonio aportado por J. L. López Cruces a SSR V B 125). Sobre la pederastia cretense, cf. Ateneo, Deipn. XIII 601e-605d). Filodemo, que comenta conjuntamente ambas Repúblicas desde la más abierta hostilidad de un epicúreo (cf. T. Dorandi, “Filodemo. Gli stoici [PHerc. 155 e 339]”, Cronache Ercolanesi, 12 [1982] 91-133), introduce en los esperables términos una serie de elementos como la antropofagia o el incesto que sin duda debieron de aparecer en aquellas como consecuencias lógicas de la afirmación de la indiferencia de determinados actos humanos, más que como preceptos positivos. Sobre la compleja problemática ligada a las Repúblicas de Diógenes y Zenón, cf. M.-O. Goulet-Cazé, Les Kynika du stoïcisme, Stuttgart, Steiner (Hermes Einzelschriften 89), 2003; S. Husson, La République de Diogène: une cité en quête de la nature, Paris, Vrin (Histoire des Doctrines de l’Antiquité Classique 40), 2011; R. Bees, Zenons Politeia, Leiden, Brill (Studies on the Interaction of Art, Thought and Power 4), 2011; y M.-O. Goulet-Cazé, “La République de Zénon: essai d’interprétation éthique”, en S. Husson & J. Lemaire (eds.), Les trois Républiques: Platon, Diogène de Sinope et Zénon de Citium, Paris, Vrin (en prensa). El dato lo encontramos en Gregorio de Nacianzo, Or. XXV (De Herone) 7, PG XXXVI 1208b, testimonio ausente de los SSR.

217 La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas _______________________________________________________________________

vida en común entre individuos de distinto sexo que demostrara públicamente dicho matrimonio, se halla para nosotros el paradigma más real de lo que podría ser el núcleo esencial de la dimensión familiar y comunitaria (política) de la filosofía cínica, que tanto Crates como su maestro Diógenes imaginaron y plasmaron, más o menos paródica y utópicamente, a través de sendas obras literarias.

ÍNDICE GENERAL

ÍNDICE GENERAL

COMITÉ CIENTÍFICO .............................................................................

IV

COLABORADORES DEL PRESENTE HOMENAJE .......................................

XI

LÓPEZ QUERO, Salvador - MAESTRE MAESTRE, José María PRÓLOGO DE LOS EDITORES junto con el trabajo inédito de Ángel Urbán «Dos lecciones sobre filología y emblemática: en torno a la escalera principal del antiguo Palacio Episcopal en la actual Biblioteca Provincial de Córdoba» [EDITORS’

PROLOGUE together with the Unpublished Work «Two Lessons on Philology and Emblematics: About the Main Staircase of the Old Episcopal Palace in the Present Córdoba Public Library» by Ángel Urbán.................................................. PRODUCCIÓN CIENTÍFICA DEL PROFESOR ÁNGEL URBÁN FERNÁNDEZ

XIII XLV

STVDIA ÁLVAREZ JURADO, Manuela Reescribiendo el mito de Prosérpina. Entre traducciones y adaptaciones [Rewriting the Myth of Proserpine. Among Translations and Adaptations] ....................................................

3

ANTÓN, Beatriz - ESPINOSA, Rosa María Vulnere vulnera sano o el bálsamo de la mutua benevolencia [«Vulnere vulnera sano» or the Balsam of Mutual Benevolence] ..............................................................................................

17

734 ÍNDICE GENERAL _______________________________________________________________________

ASENCIO GONZÁLEZ, Emilio Iconografía de la Lujuria en la Alegoría de Bronzino: claves interpretativas y temas conexos en el abrazo entre Venus y Cupido [Iconography of Lust in Bronzino’s «Allegory»: Inter-

pretative Keys and Connected Themes to the Embrace Between Venus and Cupid] .........................................................

37

BALBUENA TOREZANO, M. del Carmen «Schöne Welt, wo bist du?» Mitología en el Sturm und Drang y el periodo clásico alemán [«Schöne Welt, wo bist du?» Mythology in the ‘Sturm und Drang’ and the German Classical Period] ...........................................................................................

65

BENÍTEZ RODRÍGUEZ, Enrique La fenología y el simbolismo de las flores en los refranes del calendario [Phenology and Symbolism of Flowers in Calendar Proverbs] .......................................................................................

81

CALVO MARTÍNEZ, José Luis El nombre de Orfeo [Orpheus’ Name] ........................................

101

CAÑAS REÍLLO, José Manuel La traducción de la Septuaginta al español: problemas y soluciones [Translation of Septuagint into Spanish: Problems and Solutions] ......................................................................................

113

D’ ENCARNAÇÃO, José Ecos sugestivos de fórmulas epigráficas romanas [Attractive Echoes in Roman Epigraphic Formulas] .....................................

127

DEL VALLE RODRÍGUEZ, Carlos Tratado de la división de la Biblia, de Saadia Ibn Danán [Saadia Ibn Danan’s Treatise on Bible Division] .........................

141

DO ESPIRITO SANTO, Arnaldo «Sententiae Patrum Aegyptiorum»: Implicações do estudo filológico da tradução de Martinho Dumiense [«Sententiae

Patrum Aegyptorum»: Philological Implications in the Translation by Martinho Dumiense] ....................................................

165

735 ÍNDICE GENERAL _______________________________________________________________________

FERNÁNDEZ-ARDANAZ, Santiago L’antropologia dei trattati ‘De anima’ nel mondo latino dei secoli III-IV d.C. [The Anthropology of the Treatises ‘De anima’ in the Latin World During 3rd-4th Centuries A.D.] ........................

183

FUENTES GONZÁLEZ, Pedro Pablo La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas [The

Cynical Defacing in Family Relationships According to Crates of Thebes] ......................................................................................

201

GALLÉ CEJUDO, Rafael J. Partenio de Nicea, el motivo de ‘Tarpeya’ y la Fundación de Lesbos atribuida a Apolonio de Rodas [Parthenius of Nicaea,

the Topic of Tarpeia and the Foundation of Lesbos Attributed to Apollonius Rhodius] ................................................................

219

GARCÍA ÁLVAREZ, César Sobre la presencia de un Eros en la Catedral de León y el sentido de la hermenéutica [About the Presence of an Eros in the Cathedral of Leon and the Sense of Hermeneutic] ..............

233

GARCÍA PEINADO, Miguel Ángel - GARCÍA CALDERÓN, Ángeles «Les conversations d’Émilie» (1774) de Mme d’Épinay, uno de los primeros tratados sobre pedagogía infantil [«Les Conversa-

tions d’ Émile» (1774), by Mme d’ Épinay: One of the First Treatises Devoted to Childish Pedagogy] ..................................

245

GARCÍA TEIJEIRO, Manuel La tradición clásica en Gonzalo de Berceo [Classical Tradition in Gonzalo de Berceo] ..................................................................

269

GIL, Juan Un poema latino del Conde de Villamediana [A Latin Poem by the Count of Villamediana Juan de Tarsis y Peralta]..................

283

GIL FERNÁNDEZ, Luis Nueva luz sobre la expedición al Egeo de Antonio Sherley [New Light on Antonio Sherley’s Expedition to Egeo] ..............

297

GONZÁLEZ SALINERO, Raúl El grafito de Alexámeno: recuperando el debate sobre la caricatura anticristiana del Palatino (inv. 381403) [The Alexame-

736 ÍNDICE GENERAL _______________________________________________________________________

nos’ Graffito: Recovering the Debate About the Antichristian Caricature of Palatine (inv. 381403)] ..........................................

323

GRANADO, Carmelo Teología Trinitaria de Basilio Magno [Basil the Great’s Trinitarian Theology] ..............................................................................

341

HERRERA ROLDÁN, Pedro Sobre helenismos en textos literarios mozárabes [On Hellenisms in Texts of Mozarabic Literature]......................................

373

HINOJO ANDRÉS, Gregorio Lo,goj ‘Verbum’: ¿Traducción correcta? [Lo,goj ‘Verbum’: A Right Translation?] .......................................................................

387

ISO, José-Javier Baltasar Gracián y Anthologia Latina 709 [Balthasar Gracian and Latin Anthology 709] ............................................................

399

LÓPEZ FOLGADO, Vicente El medievalismo victoriano: William Morris como traductor [Victorian Medievalism: William Morris as a Translator] .........

405

LÓPEZ QUERO, Salvador El léxico de la teoría humoral en los poetas del Cancionero de Baena [The Vocabulary of Humours Theory in the Poets of Song-book of Baena] ....................................................................

421

LOZANO SEBASTIÁN, Javier Vatican Diplomacy [Diplomacia Vaticana] .................................

439

MAESTRE MAESTRE, José María Rodrigo Fernández de Santaella, apostolicus et regius commissarius durante la expulsión de los judíos del Reino de Sicilia (1492-1493) [Rodrigo Fernández de Santaella, «Apostolicus et

Regius Commissarius» During the Jews’ Expulsion from the Kingdom of Sicily (1492-1493)] ...................................................

451

MÁRQUEZ, Carlos Talleres atenienses en la Villa Adriana de Tívoli [Athenian Ateliers at Villa Adriana in Tivoli] ..............................................

493

737 ÍNDICE GENERAL _______________________________________________________________________

NIEVES SANZ, Enrique Citas de los cuatro grandes Padres Orientales de la Iglesia en la obra de D. Martín Pérez de Ayala (1504-66), De divinis, apostolicis atque ecclesiasticis Traditionibus [Quotations from

the Four Principal Oriental Fathers of the Church in «De divinis, apostolicis atque ecclesiasticis Traditionibus» by D. Martín Pérez de Ayala (1504-1566)] .......................................................

503

PEREA YÉBENES, Sabino Los «dátiles de Nicolás» (de Damasco) y la tinta mágica en los PGM y la literatura rabínica [The «Nicolaus’ (of Damascus)

Dates» and the Magic Ink in Greek Magical Papyri and Rabbinical Literature] .........................................................................

537

PIMENTEL, María Cristina Marcial: métrica, encómio e propaganda [Martial: Metric, Encomium and Propaganda] ........................................................

553

RINCÓN GONZÁLEZ, Mª Dolores Un círculo de ingeniosos escritores en Baeza (siglos XVI-XVII) [A Circle of Ingenious Writers in Baeza, 16th-17th Centuries]..

571

RODRÍGUEZ-PANTOJA MÁRQUEZ, Miguel Traducir los Evangelios [Translating the Gospels] .....................

581

RUIZ YAMUZA, Emilia Reyes Los editores de Sófocles y el adverbio nu/n [The Editors of Sophocles and the Adverb nu/n] ....................................................

597

SÁNCHEZ SALOR, Eustaquio La exégesis bíblica como instrumento didáctico-moralizante en los siglos XIII-XIV. El caso del libro de Kalila y Dimna [Biblical Exegesis as Didactic and Moralistic Instrument on the 13th-14th Centuries. The Example of Kalila and Dimna].....

613

SOLANA PUJALTE, Julián Bibliotecas privadas de los siglos XVI y XVII en la biblioteca del antiguo Colegio de la Asunción de Córdoba [Private

Libraries of 16th and 17th Centuries in the Library of the Old Colegio de la Asunción of Cordoba] ............................................

645

738 ÍNDICE GENERAL _______________________________________________________________________

TALAVERA, Francisco José - ANTÓN, Beatriz El simbolismo de la amistad en los Hieroglyphica de Pierio Valeriano [Symbolism of Friendship in Piero Valeriano’s «Hieroglyphica»] ...........................................................................

669

TORRALBO CABALLERO, Juan de Dios Introducción a la narrativa de Aphra Behn: dos obras innovadoras en el camino hacia la novela [Introduction to Aphra

Behn's Fiction: Two Innovative Works Paving the Way Towards the Novel] ......................................................................

681

ZAMORANO AGUILAR, Alfonso Los humanistas decimonónicos Luis de Mata y Ángel María Terradillos: ¿dos modelos teóricos opuestos en la enseñanza del español? [Nineteenth Century Humanists Luis de Mata

and Ángel María Terradillos: Two Opposite Theoretical Patterns in the Teaching of Spanish] ...........................................

699

ÍNDICE GENERAL ..........................................................................

733

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