“La propaganda imperial en la numismática del emperador Decio” en Propaganda y persuasión en el mundo romano. VIII Coloquio de la Asociación Interdisciplinar de Estudios Romanos (AIER). UCM (2010). Signifer Ed., 2011, pp. 497-514.

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Descripción

La propaganda imperial en la numismática del emperador Decio



Carlos CRESPO PÉREZ Doctorando-UCM

INTRODUCCIÓN Gaio Messio Quinto Trajano Decio alcanzó el trono en el verano del año 249 d. C. en una coyuntura generalizada de crisis aguda en el Imperio. Las transformaciones sociales, políticas y militares, especialmente las establecidas bajo la dinastía Severiana, alcanzaron por entonces una intensidad que chocaba de plano con los últimos reductos de la tradición senatorial más apegada a las costumbres romanas clásicas de siglos pretéritos. Decio, con la conformidad de partida de dicha tradición tuvo que enfrentarse a los enemigos de Roma en un momento de especial fortaleza del pueblo godo y sus aliados en el Danubio central, combatir la crisis económica del momento, fortalecer la imagen y la posición imperiales y de las instituciones romanas frente a la inestabilidad política interna, mantener al ejército en condiciones aceptables para cumplir sus funciones y rechazar las innovaciones religiosas que amenazaban con sus doctrinas las herencias de la forma de vida romana. Para todo ello dotó al Imperio, durante su brevísimo principado, de instrumentos y mecanismos jurídicos, políticos, militares y económicos. Hacia el año 250 d. C. y aprovechando la imperiosa necesidad de revitalizar y reforzar el deteriorado sistema monetario y sus tipos, Decio emprendió unas reformas y desarrolló un programa iconográfico en el que se resumen todas la acciones de su principado para salvaguardar una Res Publica romana de la que siempre se sintió responsable hasta el último extremo. Analizaremos estas reformas en dicho programa para mostrar cómo se reflejan en él todos los aspectos de renovación que Decio consideró necesario exaltar para lograr un saeculum novum, desde el aseguramiento de la sucesión al trono, pasando por el restablecimiento de la antigua censura, la lucha contra el cristianismo, entendido siempre como enemigo del orden romano, la celebración de las victorias militares y la fidelidad de los ejércitos, el establecimiento del poder en Roma y sus provincias danubianas y, en definitiva, el advenimiento de una nueva era para Roma. La reforma de la moneda para recuperar un numerario de calidad como soporte de esta propaganda fue consecuencia directa de esta 

Deseo expresar mi más sincero agradecimiento al Prof. Dr. D. Raúl González Salinero por su amabilidad al revisar de este trabajo.

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política y, como ella, se extinguió con su desaparición en el verano de 251 d. C. LA FAMILIA IMPERIAL Y LA SUCESIÓN AL TRONO Desde la instauración del Principado, asegurar una sucesión ordenada en el trono fue cuestión fundamental para los emperadores. De lo contrario, la amenaza de las guerras civiles se cernía sobre el Imperio. El siglo III con sus convulsiones políticas no fue excepción a esta tendencia, más aún fue acrecentada por la fuerte influencia de orientalización del poder introducida por la dinastía Severiana. Además de elevar a su esposa Herennia Cupressenia Etruscilla al rango de Augusta1, Decio incorporó a sus herederos a la sucesión como Caesares2: al mayor, Quinto Herennio Etrusco Messio Decio hacia el 1

Confirmado en las evidencias epigráficas como CIL 09.04056, CIL 03.11187, CIL 03.04011, CIL 03.08816, CIL 06.31376, entre otras. Conservó el título de Augusta tras la desaparición de su marido Decio. Cfr. HD 020544, HD 007008, HD 021214, HD 035930, HD 005507, CIL 06.31376, CIL 11.07802, AE 1942/43.00055, AE 1951.00142, ILAlg-01.04009. No obstante, se constata que las damnationes memoriae de esta emperatriz fueron intensas. Cfr. HD 020349, HD 012549. 2

Las fuentes para el estudio del principado de Decio son generalmente fragmentarias y se encuentran distribuidas entre fuentes literarias diversas, epigráficas y numismáticas. Las fuentes literarias casi excluyen la Historia Augusta (SHA), que presenta una laguna para los Principados de Filipo el Árabe, Decio, Treboniano Gallo, Emiliano y gran parte del de Valeriano, pese a las referencias casi testimoniales que hace del segundo Trebellio Pollion en HA, Val. Duo, 5.4-6.9. Dichas fuentes pueden clasificarse en seis troncos principales. En lengua griega teniendo como referencia principal a Publio Herennio Dexippo y su perdida Scythica (238-273 d. C.) estarían Zosimo con su Historia Nova (HN) (Neva ÔIstoriva) (490-510 d. C.), Eusebio de Caesarea con su Historia Ecclesiastica (HE) 6; la Passio Pionii y las Actas de Carpo, Papylo y Agathoniké (c. 275-339 d. C.) y Georgios Syncellos con su Chronographia (Ekloghv cronografiva") (c. 800 d. C.). En segundo lugar, en lengua latina, y teniendo como referencia una obra perdida denominada en codicología como Kaisergeshichte, se encuentran Sexto Aurelio Victor con de Caesaribus (de Caes.) 28.1029.5 (c. 361 d. C.), el Epitome de Caesaribus (Ep. de Caes.) 29 (c. 395 d. C.) y Eutropio en Breviarium ab Urbe Condita, liber 9.4 (369 d. C.). La tercera fuente, en griego, es Juan Zonaras con su ∆Epitomhv iJstoriwvn (Codex vindobonensis 16), libro XII (c. 1118-1150). La cuarta es Thasco Caecilio Cypriano, obispo de Cartago en su epístola (c. 258 d. C.), donde cita las vicisitudes del Dyonisio, obispo de Alejandría hacia 251 d. C., así como otras Epistolae donde cita edicta promulgados por Decio y en De Lapsis. La quinta fuente son los Libelli conservados relativos a este emperador, treinta y cuatro procedentes de Theadelphia (El Fayum), tres de Oxyrhynco (Ox. Pap.) y siete de diversas localizaciones del delta del Nilo. La sexta se integra por una miscelánea de obras que citan a Decio en contextos muy diversos, a saber: Paulo Orosio en su Historiarum Adversum Paganos Libri Septem (HAP) 7.21 (c. 383 – c. 420 d. C.); Jordanes en Getica 18.101103 (c. 551 d. C.); Lactancio en de mortibus persecutorum, 4 (c. 313-315 d. C.); los Sybillinae oraculi 13.2.8188, 100-102; Ammiano Marcelino en Res Gestae 31.13.13 (c. 378 - 391 d. C.); Jerónimo en de viris illustribus liber ad Dextrum, 53, 62, 69 y 83 (c. 380 d. C.); el Codex Iustiniani 3.22.2, 4.16.2, 5.12.9, 6.30.4, 6.58.3, 7.32.3, 8.53.3 y 10.16.3; Juan Malalas en Chronographia (cronografiva) 18.47 (c. 565 d. C.); y el Chronicon Pascale (c. 630 d. C.). Sin duda todos ellos adolecen de no ser contemporáneos del propio Decio. Por su referencia original en Dexippo (autor del que se ha perdido toda su obra pero del que se reconocen deudores por su gran calidad literaria e histórica todos los autores desde los SHA hasta el propio Focio), Zosimo es uno de los más fiables. También lo son Zonaras (que bebe de otra fuente, posiblemente cercana a esos hechos y conservada en Constantinopla) y Aurelio Victor. Debe destacarse que ni siquiera los panegiristas cristianos, ni el propio Trebellio Pollion, hablan excesivamente mal de Decio, destacando antes y después de llegar al Principado sus dotes y capacidades como político y militar, así como su carácter humano,

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30 de septiembre de 250 d. C. (quizás en el primer aniversario de la batalla de Verona) y al menor, Caio Valente Hostiliano Messio Quinto, hacia el 30 de noviembre de ese año3 (en cualquier caso, ambos ostentaban el título ya el 15 de diciembre)4. Herennio Etrusco adquirió al rango de Augustus poco antes de comenzar la campaña gótica (comienzos de junio de 251 d. C.)5; la elevación de Hostiliano debió de producirse tras la muerte de Decio y la ascensión de Treboniano Gallo (entre el 1 de julio y el 31 de agosto de 251 d. C.)6. La numismática muestra buenos ejemplos de esto (Fig. 1).

Fig. 1. Arriba izquierda: Aureo de Herennio Etrusco como Caesar, (C. 25-750 – RIC IV. 147 a [de Trajano Decio] – R3). Anv/ Q(uintus) HER(ennius) ETR(uscus) MES(sius) DECIUS NOB(ilissimus) C(aesar). Rev/ PRINCIPI IUVENTUTIS. Arriba derecha: Antoniniano de Hostiliano como Caesar, (C. 34-4 – RIC IV. 181 d [de Trajano Decio] – S). Anv/ C(aius) VALENS HOSTIL(ianus) MES(sius) QUINTUS N(obilissimus) C(aesar). Rev/ PRINCIPI IUVENTUTIS. Abajo: Doble sestercio de Herennia Etruscilla (C. 21-80 – RIC IV. 136 a [de Trajano Decio] – R2). Anv/ HERENNIA ETRUSCILLA AUG(usta). Rev/ PUDICITIA AUG(ustae). S.C. comprometido con los valores del Imperio, respetuoso con el Senado y regido siempre por un cierto carácter mesiánico y bienintencionado como eje de sus actuaciones. 3

Vid. F. S. Salisbury y H. Mattingly, «The Reign of Trajan Decius», Journal of Roman Studies, 14, 1924, pp. 1-23. 4

Ox. Pap. X, 1284.

5

Como lo confirman el aureo C. 18-1.000 – RIC. 153a [de Trajano Decio]-R3 y el antoniniano C. 41-20 – RIC. 154 [de Trajano Decio]-R2. 6

La situación puede resultar confusa como explican Salisbury y Mattingly en loc. cit. p. 15-16, ya que la referencia numismática y epigráfica a AUGG(USTORUM) no parece estar necesariamente relacionada con la elevación al rango de Augustus de un Caesar. Comparto esta reflexión al constatar cómo en numerosas piezas numismáticas se alude en reverso a la CONCORDIA AUGG y la PIETAS AUGG, en referencia a Decio y a Herennio Etrusco, pero en el anverso se representa al último referido en su titulación como NOB(ILISSIMUS) C(AESAR) y se le muestra revestido pero sin corona (laureada o radiada), Vid. los sestercios C. 12-40 – RIC. IV.167 a [de Trajano Decio]-R2 y C. 15-15 – RIC. IV.168 a [de Trajano Decio]-R; el as C. 13-8 – RIC IV.167 b [de Trajano Decio]-R; los antoninianos C. 11-C – RIC. IV.142 b [de Trajano Decio]-S; C. 4-3 – RIC. IV.138 [de Trajano Decio]-R y C. 14-3 – RIC. IV.143 [de Trajano Decio]-S.

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Aunque resultan mucho más elusivas que con principados anteriores (Fig. 2)7, especialmente el Severiano, también se constata la acuñación de piezas conocidas comúnmente como «dinásticas» donde la filiación de la familia imperial es más evidente si cabe.

Fig. 2. Antoniniano. Prototipo dinástico de la familia Deciana (C. 1-400-RIC IV. 31 [de Trajano Decio] – R4).

EL ASCENSO AL PODER, LA FUNCIÓN MILITAR Y LAS ESTABILIZACIÓN DEL LIMES DANUBIANO

Decio recupera la celebración del ascenso al poder8 en varias series de acuñaciones (aureo, antoniniano) tanto a su nombre como al del resto de miembros de su familia (Fig. 3), y la consideración de sus hijos como Principes Iuventutis9. También son 7

Se conocen dos tipos, antoninianos, a saber: C. 1-400 - RIC IV. 31 [de Trajano Decio] – R4, Anv/ IMP(erator) C(aius) M(essius) Q(uintus) TRAIANUS DECIUS AUG(ustus). Rev/ CONCORDIA AUGG(ustorum). / CONCORDIA AUGUSTORUM; y (No en Cohen); E. de Quelen sale, lot. 1594 - RIC IV. 32 [de Trajano Decio] – R4, Anv/ IMP(erator) C(aius) M(essius) Q(uintus) TRAIANUS DECIUS AUG(ustus). Rev/ PIETAS AUGG(ustorum). 8

Las primeras piezas numismáticas de advenimiento (Adventus Augusti) son de Hadriano. Cfr. En aureo C. 79 - RIC II.224; BMC 84 – RIC. II.225; C. 80 – RIC. II. 226; en denario RIC. II.375, RIC II.227-C, C. 84-6 – RIC. II.225-C; en sestercio C. 91 – RIC. II.547, C. 89, 88, 86, 90 – RIC. II.793; C. 83 – RIC. II. 794, RIC. II.740, RIC. II.741, RIC. II.742 y en dupondio C. 92-6 – RIC. II.554-S. Las de Decio se corresponden a aureo C. 3-200 - RIC IV.11 a – R2 y antoniniano C. 4-3 – RIC IV.11 b-C, Anv/ IMP(erator) C(aius) M(essius) Q(uintus) TRAIANUS DECIUS AUG(ustus). Rev/ ADVENTUS AUG(usti); en antoniniano, C. 2 – RIC. IV. 62 a [de Trajano Decio] – R, Anv/ HER(ennia) ETRUSCILLA AUG(usta). Rev/ ADVENTUS AUG(usti); en antoniniano, C. 1-10 – RIC. IV.210 [de Trajano Decio], Anv/ C(aius) VALENS HOSTIL(ianus) MES(sius) QUINTUS N(obilissimus) C(aesar). Rev/ ADVENTUS AUG(usti). 9

Es decir, esperanza de continuidad para el Estado. En aureo C. 18-1.000 – RIC. IV.153 a [de Trajano Decio]-R3, C. 25-750 – RIC. IV.147 a [de Trajano Decio]-R3, C. 32-750 – RIC. IV.148 a [de Trajano Decio]-R3, C. 33-750 – RIC. IV. 181 b [de Trajano Decio]-R3; en quinario de oro RIC. IV. 183 [b] [de Trajano Decio]-R3; en denario RIC. IV. 144 a [de Trajano Decio]-R3; en quinario de plata C. 27-50 – RIC. IV.147 b [de Trajano Decio]-R3; en antoniniano C. 22-C – RIC. IV.145 [de Trajano Decio]-R, C. 26-C – RIC. IV.147 c [de Trajano Decio]-S, C.30-6 – RIC. IV.180 [de Trajano Decio]-R, C. 34-4 – RIC. IV. 181 d [de Trajano Decio]-S; en sestercio C. 23-15 – RIC. IV.169 a [de Trajano Decio]-R, C. 28-15 – RIC. IV.171 a [de Trajano Decio]-R, C. 31-15 – RIC. IV.173 [de Trajano Decio]-R, C. 31-15 – RIC. IV. 215 a [de Trajano Decio]-R, C. 35-15 – RIC. IV.216 a [de Trajano Decio]-R; en As C. 29-8 – RIC. IV.171 b [de Trajano Decio]R, C. 32-20 – RIC. IV. 215 b [de Trajano Decio]-R.

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objeto de celebración motivos vinculados al aseguramiento10 del limes centro y bajo danubiano y de las provincias correspondientes (Pannonia inferior y superior11, Illyria12 y especialmente la Dacia transdanubiana13: Figs. 4 y 5) como los ejércitos allí destacados14, las victorias sobre los godos15 y las tres únicas menciones de este emperador a dioses del panteón clásico oficial: Mars Propugnator16 (Fig. 6) y Iuno Martial17 y Iuno Regina18, evidentemente vinculado a las acciones de carácter bélico y al poder imperial. Fig. 3. Aureo (C. 3-200 - RIC IV.11 a – R2). 249-251 d. C.

10

En antoniniano C. 59-20 – RIC. IV.191 a [de Trajano Decio]-R2; en sestercio C. 60-30 – RIC. IV.225 [de Trajano Decio]-R2. 11

En aureo C. 85-200 – RIC. IV.21 a-R2; en antoniniano C. 81-2 – RIC. IV.26-S, C. 86-2 – RIC. IV. 21 b-C, C. 79-C – RIC. IV.5-S; en sestercio C. 87-C – RIC. IV.124 a-S; en as C. 88-4 – RIC.IV.124 c-S. 12

En antoniniano C. 43-C – RIC. IV.38 a-S.

13

Esta acuñación es original (DACIA y DACIA FELIX) de Decio. En aureo (C. 12 – RIC. IV.2 aR2; en quinario de plata C. 17-40 – RIC. IV.12 a-R3, C. 14-40 – RIC. IV.35 [a]-R3, C. 15 – RIC. IV.35 [b, c]R, C. 25, 26 – RIC. IV.36-R; en antoniniano C. 25-C – RIC. IV.36 a-R, C. 27 – RIC. IV.13-S, C. 16-2 – RIC. IV.12 b-C, C. 13-2 – RIC. IV.2 [b]-S, C. 32-2 – RIC. IV.37 [c]-S, C. 34-2 – RIC. IV.14 b-R; en sestercio C. 22-4 – RIC. IV.101 a, b-S, C. 21 – RIC. IV.101 e, f-S, C. 18-4 – RIC. IV.112-S, C. 28-C – RIC. IV.113 a,b-R; en dupondio C. 20-S – RIC. IV.112 e, f-S, C. 24 – RIC. IV.101 d-S; en as C. 18-4 – RIC. IV.112 c, d-S, C. 29C – RIC. IV.113-R, C. 23 – RIC. IV.101 c-S, Vautier Sale 12/6/1926 lot. 1536 – RIC. IV. 101 g-R, entre otras. 14

En denario RIC. IV.16 b-R3; en antoniniano C. 49-C – RIC. IV.16 c-C, C. 63-2 – RIC. IV. 4 [b]S; en sestercio C. 53-C – RIC. IV.117 b-S, C. 65-C – RIC. IV.105 d-R; en as C. 54-C – RIC. IV.117 c-S 15

En quinario de plata C. 112-40 – RIC. IV.29 y 42 [b]-R2; en antoniniano C. 113, var. C – RIC. IV.29 c-C, C. 111-C – RIC. IV.7 [c]-S, C. 122-20 – RIC. IV.43-R, C. 34 – RIC. IV.70 [a] [de Trajano Decio]R, RIC. IV.76 [de Trajano Decio]-S, C. 41-20 – RIC. IV.154 [de Trajano Decio]-R2, C. 67-25 RIC. IV.209 a [de Trajano Decio]-R, C. 70-40 – RIC. IV.185 [de Trajano Decio]-R2; en sestercio C. 117-5 – RIC. IV.126 dC. 16

En semis de reverso anepígrafo C. 102-6 – RIC. IV.128-S; en antoniniano C. 15-4 – RIC. IV.177 b [de Trajano Decio]-S. 17

En antoniniano C. 8-20 – RIC. IV.190 [de Trajano Decio]-R2.

18

En antoniniano C. 14-C – RIC. IV.57 [de Trajano Decio]-S.

Carlos CRESPO PÉREZ La propaganda imperial en la numismática del emperador Decio Fig. 4. Sestercio (C. 18-4 - RIC IV.112 – S). 249-251 d. C.

Fig. 5. Antoniniano (C. 86-2 - RIC IV.21 b – C). 249-251 d. C.

Fig. 6. Antoniniano (C. 15-4 RIC IV.177 b [de Trajano Decio]–S). 249-251 d. C.

Estas series se encuentran estrechamente relacionadas no sólo con el momento histórico (gran actividad del las confederaciones godas en el bajo Danubio), conocido como «anarquía militar» (238-285 d. C.), sino con la exaltación de las virtudes militares que lleva aparejadas la titulatura de Imperator y que son parte del ejercicio de un emperador que pretende ser un Optimus Princeps para el populus romanus, como deja claramente establecido al adoptar el cognomen Traianus en su onomástica. LAS VIRTUDES ASOCIADAS AL BUEN GOBIERNO EN LA TRADICIÓN ROMANA CLÁSICA Decio reincorpora las virtudes personificadas asociadas al buen gobierno desde época altoimperial. No renuncia tampoco a la introducción de variaciones sobre tipos

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conocidos. En este sentido, se hace referencia a la Uberitas19, la Abundantia20 (Fig. 7), la Fecunditas21 para remarcar la idea de riqueza y prosperidad, algo que es más una muestra de deseo que de realidad de los tiempos. Se resaltan las virtudes de los emperadores, como la Aequitas22, la Virtus23, la Liberalitas24 (Fig. 8), la Pietas25 (Fig. 9) y de las emperatrices, como la Pudicitia26 (Fig. 10) sin olvidar la Concordia27 (Fig. 11), necesaria entre los miembros de la familia imperial que comparten el poder, ni el objetivo de todo el programa político, esto es, ofrecer al populus romanus un Saeculum

19

Inédita hasta Decio. En aureo C. 104-200 – RIC. IV.28-R2; en antoniniano C. 105-2 – RIC. IV.28-C, C. 31-10 – RIC. IV.68 [a] [de Trajano Decio]-R, C. 40-C – RIC. IV.160 a [de Trajano Decio]-R, C. 63-10 – RIC. IV.200 a [de Trajano Decio]-R. 20

Con formato inédito en Decio (en reversos, Abundantia estante a derechas vaciando cornucopia). En aureo C. 1-200 – RIC. IV.10 a-R2; en antoniniano C. 2-C – RIC. IV.10 b-S, C. 1-20 – RIC. IV.74 [de Trajano Decio]. 21

En antoniniano RIC. IV.52 a, C. 8-C – RIC. IV.55 b [de Trajano Decio]-S; en Sestercio C. 9-8 – RIC. IV.134 a [de Trajano Decio]-R. 22

En antoniniano C. 9-6 RIC. IV.44 [a]-R, C.3 – RIC. IV.63 [a] [de Trajano Decio]-R, C. 3-12 – RIC. IV.202 [a] [de Trajano Decio]-R 23

En antoniniano C. 123-C – RIC. IV.8-S.

24

En sestercio C. 75-60 – RIC. IV.121-R3; en dupondio C. 72-C – RIC. IV.120 c-S; en as C. 71-C – RIC. IV.120 a-S. La acuñación de este motivo en piezas de muy escaso valor pero muy amplia difusión y circulación y en toda la serie muestra el interés por difundir esta virtud, muy vinculada a los actos públicos de reparto de dinero y alimentos, annona, a los grupos más desfavorecidos de la sociedad y que fue especialmente intensa desde Trajano con fines tanto propagandísticos como sociales. 25

En antoniniano RIC. IV.32 [de Trajano Decio]-R4, C. 11-C – RIC. IV.142 b [de Trajano Decio]S, C. 14-3 – RIC. IV.143 [de Trajano Decio]-S, C. 20-4 – RIC. IV.178 b [de Trajano Decio]-S, C. 25-4 – RIC. IV.179 [de Trajano Decio]-S; en sestercio C. 12-40 – RIC. IV.167 a [de Trajano Decio]-R2, C. 15-15 – RIC. IV.168 a [de Trajano Decio]-R, C. 23-20 – RIC. IV.213 [de Trajano Decio]-R; en as C. 13-8 – RIC. IV.167 b [de Trajano Decio]-R, C. 24-25 – RIC. IV.220 [de Trajano Decio]-R. Sobre esta virtud puede decirse algo similar a la n. 24. Encarna la Pietas ad parentes erga deorum tan relevante para el pensamiento tradicional de la Nobilitas romana. En este tipo Decio introduce la representación atípica para esta virtud de Mercurio tanto para las acuñaciones de Herennio Etrusco como para las de Hostiliano. 26

En aureo C. 16-300 – RIC. IV.58 a [de Trajano Decio]-R2, C. 18-300 – RIC. IV.59 a [de Trajano Decio]-R2; en antoniniano C. 98-6 – RIC. IV.46 [a]-R, C. 17-C – RIC. IV.58 b [de Trajano Decio]-C, C. 19-C – RIC. IV.59 b [de Trajano Decio]-C, RIC. IV.60 [de Trajano Decio]-R3, C. 43-15 – RIC. IV.196 a [de Trajano Decio]-R; en doble sestercio C. 21-80 – RIC. IV.136 a [de Trajano Decio]-R2; en sestercio C. 22-8 – RIC. IV.136 b [de Trajano Decio]-R; en dupondio C. 24-5 – RIC. IV.136 d [de Trajano Decio]-R2; en as C. 23-5 – RIC. IV.136 c [de Trajano Decio]-R, C. 24-5 – RIC. IV.136 d [de Trajano Decio]-R2. Sobre esta virtud cabe decir algo similar a la n. 24. Es especialmente representativa para la emperatriz, Herennia Etruscilla, siendo de facto el único reverso en el relevante doble sestercio y monopolizando el 60% de sus acuñaciones. Debe recordarse que la Pudicitia es la virtud que según los mores maiorum corresponde a las matronas romanas y muy especialmente a la esposa del Pontifex Maximus, por su estrecha vinculación con el culto de Vesta, que en época imperial encarna el propio emperador. Vid. Salisbury y Mattingly, loc. cit. p. 16. 27

En antoniniano C. 1-400 – RIC. IV.31 [de Trajano Decio]-R4, C. 5-3 – RIC. IV.72 [de Trajano Decio]-S, C. 4-3 – RIC. IV.138 [de Trajano Decio]-R, C. 5-10 – RIC. IV.174 [a] [de Trajano Decio]-R.

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Novum28 con Meritas29 y Spes Publica30 para una Felicitas Temporum o Saeculi31 (Fig. 12), garantizadas por la Pax Augusta32 y Aeterna33. Tampoco se olvida de los buenos deseos para la familia real, garantía de esa renovación, de la Roma Aeterna34, concretada en la Salus Augustae35 y en los anhelados y tan frecuentemente inalcanzables en el periodo de «anarquía militar» Vota Decennalia36, recordando que su ascenso es en última instancia una Providentia Deorum37 (Fig. 13).

Fig. 7. Izquierda: Áureo (C. 104-200 – RIC. IV.28-R2). Derecha: Áureo (C. 1-200 – RIC. IV.10 a-R2).

28

En antoniniano C. 28-20 – RIC. IV.67 [a] [de Trajano Decio]-R, C. 53 – RIC. IV. 199 d [de Trajano Decio]-R, C. 54 – RIC. IV.199 a, b, c [de Trajano Decio]-R, Cianni Stock 1928 nº 4077 – RIC. IV.205 a [de Trajano Decio]-R, Vienna – RIC. IV.205 b [de Trajano Decio]-R. 29

En antoniniano RIC. IV.28. Hace referencia a la Libertad de acción. Esta mención es inédita hasta

Decio. 30

En antoniniano C. 38-C – RIC. IV.149 [de Trajano Decio]-S.

31

En doble sestercio C. 39-30 – RIC. IV.115-R, C. 40-30 – RIC. IV.115 c-R. Se muestra la relevancia de esta concepción de un nuevo tiempo para Roma al acuñarse en la moneda de mayor relevancia y núcleo de la reforma monetaria de Decio. 32

En antoniniano C. 92-C – RIC. IV.27-S, C. 91-C – RIC. IV.6-S; en sestercio C. 94-C – RIC. IV.107 a-R, C. 93-C – RIC. IV.125 a-S. 33

En antoniniano C. 90-6 – RIC. IV.49-S.

34

En antoniniano C. 99-6 – RIC. IV.47-R, C. 52-15 – RIC. IV.197 [de Trajano Decio]-R, C. 45-20 – RIC. IV.204 a [de Trajano Decio]-R.; en sestercio C. 48, 49 – RIC. IV. 223 a [de Trajano Decio]-R, C. 47 – RIC. IV.223 c [de Trajano Decio]-R; en as RIC. IV.223 b [de Trajano Decio]-R. 35

En sestercio C. 56-30 – RIC. IV.224 [de Trajano Decio]-R2.

36

En antoniniano C. 129-25 – RIC. IV.30-R2, C. 42 – RIC. IV.155 a, b [de Trajano Decio]-R2; en sestercio C. 130 - RIC. IV.110 a, b-R – Hunter 31var; C. 71 – RIC. IV.226 [de Trajano Decio]-R3; en as C. 132 – RIC. IV.110c-R. Esta celebración sólo se registra una vez en la epigrafía en CIL 03.01776. 37

En aureo (inédito; no en Cohen ni en RIC. Sala Calicó subasta de 12 de mayo de 2002, lote nº 3320); en antoniniano C. 129 – RIC. IV.30-R2; en sestercio C. 42 – RIC. IV.221 a [de Trajano Decio]-R2, C. 131 – RIC. IV.110 a [de Trajano Decio]-R, C. 132 – RIC. IV.110 b [de Trajano Decio]-R; en as RIC. IV.110 c [de Trajano Decio]-R.

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Fig. 8. Sestercio (C. 75-60 – RIC. IV.121-R3).

Fig. 9. Sestercio (C. 23-20 – RIC. IV.213 [de Trajano Decio]-R).

Fig. 10. Antoniniano (C. 19-C – RIC. IV.59 b [de Trajano Decio]-C).

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Fig. 11. Antoniniano (C. 4-3 – RIC. IV.138 [de Trajano Decio]-R).

Fig. 12. Doble sestercio (C. 39-30 – RIC. IV.115-R).

Fig. 13. Izquierda: Sestercio. (C. 71 – RIC. IV.226 [de Trajano Decio]-R3). Derecha: Aureo (inédito; no en Cohen ni en RIC. Sala Calicó subasta de 12/05/2002, lote nº 3320. Hostiliano [de Trajano Decio]-R4. Anv/G(aius) VALE(ns) QU(in)T(us) MOSTILIAN(us) (sic) N(obilissimus) C(aesar). Rev/ PROVIDENTIA AUG(ustae). 251 d. C.

EL NUMEN IMPERIAL Y LAS RESTITUCIONES NUMISMÁTICAS Quizás una de las actuaciones más significativas de Decio fue el intento de prestigiar de nuevo la figura del emperador, intentando recuperar la estabilidad perdida como consecuencia de los procesos violentos de acceso al poder, cuyo culmen lo representan

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estos años centrales del siglo III d. C38. Para ello, sitúa de nuevo el numen del emperador y de la familia imperial en una posición privilegiada desde el punto de vista de los actos y cultos públicos. La recuperación de este culto de carácter claramente propagandístico se materializa en diversos campos de actuación. Uno de ellos, que queda fuera del contenido de este trabajo, es el que remite a la obligación pública de sacrificio al numen imperial con el recibimiento por parte del oficiante del correspondiente libellum que así lo justificaba legalmente y las consecuencias que tuvo, entre otras, para el cristianismo emergente39. La otra, es la recuperación paralelamente de los numenes de los emperadores precedentes que en este momento eran considerados como tales divi tras su desaparición. Esto último se plasmó en unas series numismáticas denominadas restituciones40, que sin ser inéditas41 son, sin embargo, las más abundantes que se hicieron hasta la fecha y posteriormente al principado de Decio, quedando para los estudios históricos como una fuente muy interesante para comprender qué emperadores habían sobrevivido a los procesos alternos y fluctuantes de divinización y de damnatio memoriae, casi continuos desde finales del siglo II d. C. Los tipos que conforman la serie, exclusivamente de antoninianos, se caracterizan por un patrón fijo de anverso donde se enuncia el estado del rememorado al que se dedican como divo ―praenomen, nomen o cognomen en dativo―, apareciendo éste con corona radiada. En el reverso se ofrecen dos variantes, una con ara votiva y otra con águila explayada, con la leyenda en ambos casos de Consecratio en referencia al proceso 38

G. Alföldy «The Crisis of the Empire (A.D. 249 – 270)» en Cambridge Ancient History, XII: The Imperial Crisis and Recovery A.D. 193-324, Cambrige University Press, Cambridge, 1939, pp. 165-231. 39

J. B. Rives «The Decree of Decius and the Religion of Empire», Journal of Roman Studies, 89, 1999, pp. 135-154. 40 41

J. Meyer «Coins of Decius: Consecration Issues Rare», The Celator, 4 (1), 1990, p. 14.

Si se exceptúan las rememoraciones de padres por hijos o herederos en el seno de las familias imperiales, las cuales se dan desde el propio Augusto en adelante, son conocidas las restituciones desde la época de los Flavios. Se pueden citar restituciones de Augusto en C. 567-10 – RIC. I.130 [de Nerón]-R, C. 548-15, 549-15 - RIC. II.185 [de Tito]-R, C. 560-30 – RIC. II.188 [de Tito]-R, C. 511-10 – RIC. II.197 [de Tito]-S, C. 554-10 – RIC. II.206 [de Tito]-S, C. 563-25 – RIC. II.455 [de Domiciano], C. 562 – RIC. II.456 [de Domiciano]-R, C. 1-150 – RIC. I.11 [de Calígula], C. 150 – RIC. I.14 [de Calígula], C. 3-12 – RIC. I.12 [de Calígula], C. 2-12 – RIC. I.11 [de Calígula], C. 7-12 – RIC. I.14 [de Calígula], C. 9-12 – RIC. I.9 [de Calígula], C. 11-12 – RIC. I.10 [de Calígula], C. 570-15 – RIC. II.136 [de Nerva]-R, C.568-15 – RIC. II.131 [de Nerva]R; restituciones de Claudio en C. 103-20 – RIC. II.234 [de Tito]-R, C. 104-20 – RIC. II.232 [de Tito]-R, C. 105-10 – RIC. II.241 [de Tito]-R, C. 108-25 – RIC. II.461 [de Domiciano]-R, RIC. II.462 [de Domiciano]-R, C. 110-400 – RIC. II.823 [de Trajano]-R3; restituciones de Vespasiano en C. 647-1.500 – RIC. II.828 [de Trajano]-R4, C. 650-400 – RIC. II.830 [de Trajano]-R3; restituciones de Tito en C. 403-400 – RIC. II.833 [de Trajano]-R3, C. 402-400 – RIC. II.831 [de Trajano]-R3; restituciones de Nerva en C. 150-500 – RIC. II.835 [de Trajano]-R3; restituciones de Pertinax en C. 7-400 – RIC. IV.24 a [de Septimio Severo]-R4, C. 6-100 – RIC. IV.24 a [de Septimio Severo]-R3, C. 12-300 – RIC. IV.660 c [de Septimio Severo]-R4, C. 10-150 – RIC. IV.660 B [c] [de Septimio Severo]-R3; restituciones de Antonino «Caracalla» en C. 32-60 – RIC. IV.717 [de Alejandro Severo]-R2, C. 33-150 [de Alejandro Severo], C. 34-80 – RIC. IV.719 [de Alejandro Severo]-R2, entre otros. También y con este mismo espíritu se produjeron las restituciones de denario tardorepublicano de Trajano en RIC. II.813-R4, 776-R4, 818-R4, 780-R4, 781-R4, 810-R4, 797-R4, 802-R4, 769-R4, 790-R4, 765-R4.

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de consagración y recepción de la divinización postmortem según el rito establecido42. Se recuerda a Augusto43, Vespasiano44, Tito45, Nerva46, Trajano47, Hadriano48, Antonino Pio49, Marco Aurelio50, Commodo51, Septimio Severo52 y Alejandro Severo53 (Fig. 14). Es notable la ausencia de mención a Claudio, a Antonino Caracalla y, sin embargo, no es menos remarcable la recuperación de la memoria de Alejandro Severo y el mantenimiento de Commodo. Tanto Caracalla como Alejandro Severo sufrieron diversos avatares con procesos de divinización y de damnatio memoriae según las circunstancias turbulentas que siguieron sus asesinatos y la desaparición de la dinastía Severiana en 235 d. C. Commodo conservó el valor de nexo con la valorada dinastía Antonina, proclamada por Septimio Severo con claro interés propagandístico y legitimador de su propia familia en el trono54. Claudio es el caso más sorprendente. Valorado desde la época Flavia y vinculado al inicio de la conquista de Britannia, debía de haber perdido esa consideración, pese a los evidentes elementos que lo recordaban incluso en la topología de la Urbs (Templo del Divino Claudio, el puerto de Ostia, el Aqua Claudia…). Quizás el paso del tiempo y las obras notables escritas posteriormente a su desaparición marcaran el rechazo definitivo a su persona, acentuando sus defectos (indecisión, gula, gran afición por los juegos gladiatorios, matrimonios escandalosos, adopción de Nerón como sucesor, haber 42

J. Arce Funus Imperatorum: Los funerales de los emperadores romanos, Alianza, Madrid, 1990.

43

C. 577-3 – RIC. IV.77 [de Trajano Decio]-R, C. 578-3 – RIC. IV.78 [de Trajano Decio]-R.

44

C. 651-4 – RIC. IV.79 [de Trajano Decio]-R, C. 652-4 – RIC. IV.80 [de Trajano Decio-R.

45

C. 404-3 – RIC. IV.81 a [de Trajano Decio]-R, RIC. IV.81 b [de Trajano Decio]-R2, C. 406-3 – RIC. IV.82 a [de Trajano Decio]-R2, C. 405-3 – RIC. IV.82 b [de Trajano Decio]-R. 46

C. 152-4 – RIC. IV.83 a [de Trajano Decio]-R2, RIC. IV.83 b [de Trajano Decio]-R2, RIC. IV.84 a [de Trajano Decio]-R2, C. 153-4 – RIC. IV.83 b [de Trajano Decio]-R2. 47

C. 666-3 – RIC. IV.85 a [de Trajano Decio]-S, RIC. IV.85 b [de Trajano Decio]-R, C. 669-3 – RIC. IV.86 a [de Trajano Decio]-S, R. It. 197, p. 555 (Budapest) – RIC. IV.86 b [de Trajano Decio]-R. 48

C. 1.509-30 – RIC. IV.87 [de Trajano Decio]-R2, C. 1.510-30 – RIC. IV.88 [de Trajano Decio]-

49

C. 1.188-3 – RIC. IV.89 [de Trajano Decio]-S, C. 1.189-3 – RIC. IV.90 [de Trajano Decio]-S.

R2. 50

C. 1.056-3 – RIC. IV.91 a [de Trajano Decio]-R, C. 1.057-3 – RIC. IV.91 b [de Trajano Decio]R2, C. 1.058-3 – RIC. IV.92 a [de Trajano Decio]-R2, C. 1.059-3 – RIC. IV.92 b [de Trajano Decio]-R2. 51

C. 1.009-4 – RIC. IV.93 [de Trajano Decio]-R, C. 1.010-4 – RIC. IV.94 [de Trajano Decio]-R.

52

C. 799-4 – RIC. IV.95 [de Trajano Decio]-R2, C. 800-4 – RIC. IV.96 [de Trajano Decio]-R2.

53

C. 599-3 – RIC. IV.97 [de Trajano Decio]-R, C. 598-3 – RIC. IV.98 [de Trajano Decio]-R.

54

C. Crespo, «In aeterna damnatione» en G. Bravo y R. González Salinero (Eds.) Toga y daga: Teoría y praxis de la política en Roma, Signifer Libros, Madrid, 2010, pp. 454-477. Severo se arrogó la potestad de vengar no sólo el asesinato de Pertinax, sino el del propio Commodo. Para ello asoció los propios cognomina de ambos, Pertinax (del que luego prescindió por considerarlo de mal augurio) y Antonino, a la filiación de su propia familia; su heredero directo y sus sucesores harán de este último un pilar de legitimación dinástica. Cfr. HA (Aelio Spartiano) Sev. 7, 9; 11, 4-6; 12, 8; 16, 3-5; 19, 2-4; Aur. Vict. 18.6. Vid. M.ª Bats, «Mort violente et ‘damnatio memoriae’ sous les Sévères dans les sources littéraires», Cahiers du Centre Gustave Glotz, 14, 2003, pp. 281-298.

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sido elevado por la Guardia Praetoriana contra el deseo del Senado, sus taras más o menos confirmadas, etc)55. Lo único que puede certificarse es que no mereció la mención en su proceso de restitución, quedando sólo Augusto como representante de la familia Julio-Claudia.

Fig. 14. Serie de restituciones en antoniniano de Decio. 250-251 d. C. 55

No hay más que observar cómo es tratado en la literatura prosenatorial como en Suet. Vit. Caes. Claud. o en Sen. Apokol.

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Respecto del propio Decio56 y de su familia57 cabe decir que las fuentes son esquivas en relación con su divinización postmortem y también con los procesos de damnatio memoriae que sufrieron, alternándose unas y otras actitudes hacia ellos según transcurría el siglo III d. C58. LAS REFORMAS MONETARIAS Desde la última década del siglo II d. C., las apreturas económicas y el estado general del Erario público romano se trasladaron de forma severa a la calidad del numerario acuñado. Esto fue especialmente crítico con la moneda de plata por excelencia, el denario, que entre 190 y 211 d. C.59 sufrió oscilaciones de talla alrededor de un 10-12% y una degradación media de su ley en torno al 15%60. El numerario en bronce y cobre no fue tampoco ajeno a la situación perdiendo calidad, volumen y sufriendo aumentos en la talla a la libra que afeaban la moneda típicamente utilizada como soporte para la propaganda política, especialmente el sestercio, de gran módulo. La reforma monetaria emprendida por Caracalla con la introducción del antoniano, nominalmente doble denario, no ayudó a recomponer la situación, que continuó degradándose, con diversos altibajos ligados a momentos muy efímeros de triunfo para las armas romanas61, a partir de 235 d. C. Decio intentó revitalizar el sistema hasta donde era posible por entonces. Abandonando la idea de recuperar el denario en su estado original como referencia en las acu-

56

Eutrop. 9.4 es la única referencia conocida a su posible divinización junto con su hijo Herennio Etrusco. Asimismo, Jordanes (Get. 18) reconoce la erección de un ara allí donde murió en combate (AbrittusForum Terebronii) dos siglos después. 57

Herennia Etruscilla conservó el título de Augusta tras la desaparición de Decio por voluntad de su sucesor, Gaio Vibio Treboniano Gallo. Vid. n. 1. Asimismo, Treboniano Gallo adoptó como coemperador a Hostiliano, en detrimento de su propia esposa y del hijo habido con ella, Gaio Vibio Volusiano. Por ello, y por las circunstancias históricas, Afinia Gemina Baebiana nunca recibió el reconocimiento como Augusta y nunca se llegó a acuñar moneda a su nombre. Volusiano sería co-Augusto con su padre sólo a la muerte de Hostiliano. Un solo epígrafe, de Perugia, con damnatio parcial, nos da cuenta de la onomástica completa de Baebiana y de su relación con Gallo. La define como clarissima femina, es decir, mujer procedente del estamento más elevado del ordo senatorial. Cfr. CIL 11.01927 = D00527 58

Es muy interesante por la visión global que presenta de los años centrales del siglo III d. C. en relación con las cuestiones abordadas en este documento el trabajo de R. Edlund «…Achieved Nothing Worthy of Memory. Coinage and Autorithy in the Roman Empire c. AD 260-295», Studia Numismatica Upsaliensia, 5, 2008, pp. 1-267. 59

H. Gitler y M. J. Ponting The Silver Coinage of Septimius Severus and His Family (AD 193-211): A Study of the Chemical Composition of the Roman and Eastern Issues, Milan, 2003. 60

K. Butcher, M. J. Ponting y G. Chandler «A Study of the Chemical Composition of Roman Silver Coinage AD 196-197», American Journal of Numismatics, 9, 1997, pp. 17-36. 61

R. Alston «Roman Military Pay from Caesar to Diocletian», Journal of Roman Studies, 84, 1994, pp. 113-123. R. MacMullen «The Roman Emperor’s Army Cost», Latomus, 43, 1984, pp. 570-580.

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ñaciones de plata, aseguró el mantenimiento del peso y la ley del antoniniano62, recuperó el formato de las tetradracmas acuñadas en Antioquía de Siria y en Berytus (Fig. 15) y mantuvo las acuñaciones de dracmas alejandrinas en calidad semejante a las de época Severiana (Fig. 16). Pero el elemento más significativo de su reforma fue la introducción del doble sestercio63. Con la misma filosofía que se practicó con el antoniniano cuarenta años antes, Decio recuperó un formato de moneda que no sólo resarcía la talla original del sestercio imperial (una onza) sino que duplicaba el peso al que había sido reducido, en torno a 20 gr, al nominal de 39 gr. Esta pieza que, siguiendo ya el criterio clásico, mostraba en anverso el busto del emperador radiado, símbolo del doble valor, (manteniendo el sestercio con busto laureado) y el creciente lunar soportando el busto de la emperatriz (no se acuñó ni a nombre de Herennio Etrusco, ni al de Hostiliano) (Fig. 17). La amplia superficie del cospel de esta nueva moneda permitió restablecer este soporte tal y como era en tiempos de los Julio-Claudios y los Flavios. Fig. 15. Tetradracma de Decio. Anv/ AUT(okratwn) K(ais-aro") G(aiou) ME(ssio") KU(nto") DEKIOÇ TRAIA-NOÇ ÇEB(astou) X bajo el busto. Rev/ DEMARC EXOUÇI A S C en exergo. Antioquía de Siria. 7ª oficina. 249250 d. C. (Consulado I). (McAlee 1116g, Prieur 534).

Fig. 16. Tetradracma de Decio. Anv/ A(utokratwn) K(aisa-ro") DEKIOÇ TRAIANO(Ç) ÇEB(astou). Rev/ L A (Año 1). Alejandría. 249-250 d. C. (Dattari 5088).

Por desgracia, la breve duración de su principado y las continuas dificultades económicas, debidas en muy buena medida a los acuciantes gastos militares, no permitieron consolidar estas reformas. El sistema continuaría degradándose llegando a sus mínimos

62

E. Lo Cascio «Una possibile testimonianza sul valore dell’antoninianus negli anni di Decio?», en F. Chausson y E. Wolff (eds.) Consuetudinis amor: fragments de histoire romaine (IIe-VIIe) siècles offerts à Jean-Pierre Callu, Rome, 2003, pp. 299-309. 63

C. W. A. Carlson «‘Doble Standard’. The Double Sestertius of Trajan Decius and Its Significance in the Changing Roman Economy», Journal of the Society of Ancient Numismatics, 8, 1976-1977, pp. 20-21.

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durante los principados de Gallieno y de Claudio II el Gótico64, momentos en los cuales hasta el antoniniano, que ya sólo era una pequeña moneda de cobre, o con no más de un 5% de plata en la mayor parte de las ocasiones, estuvo a punto de desaparecer. Treboniano Gallo abandonó sus reformas que no volvieron a ser retomadas. Únicamente tuvieron cierto eco en el breve «Imperio de las Gallias» bajo el principado de Marco Cassiano Latinio Póstumo (259-268 d. C.). Este príncipe también efectuó reformas monetarias efímeras pero que permitieron a su moneda alcanzar una calidad excepcional en todos los metales. Entre estas reformas se incluyó la adopción del doble sestercio de Decio que, no obstante, no alcanzó nunca la calidad del que fuera acuñado en Roma y fue definitivamente abandonado tras su muerte y nunca retomado tras la reincorporación del «Imperio Galo» por Aureliano en 273 d. C. (Fig. 18).

Fig. 17. Doble sestercio de Decio. Anv/ IMP(erator) C(aesar) TRAIANUS DECIUS AUG(ustus). Rev/ VICTORIA AUG(usta). 249-251 d. C. (C. 115 – RIC. IV.126 a-R).

Fig. 18. Doble sestercio de Postumo. Anv/ IMP(erator) C(aesar) M(arcus) CASS(ianus) LAT(inius) POSTUMUS P(ius) F(elix) AUG(ustus). Rev/ FIDES MILITUM. 261 d. C. Oficina de Tréveris (C. 74-C – RIC. IV.123-C). 64

L. H. Cope, «The Nadir of the Imperial Antoninianus in the Reign of Claudius II Gothicus, AD 268-270», Numismatic Chronicle, 9, 1969, pp. 145-161.

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CONCLUSIONES Trajano Decio abordó la grave situación general que atravesaba el Imperio a mediados del siglo III d. C. imponiendo unas líneas de actuación dirigidas a recuperar el estado de esplendor de siglos anteriores por la vía de la restauración de principios y costumbres tradicionales romanos. El regreso a los viejos tiempos de Augusto, Trajano, Hadriano y los Antoninos pasaba para este César por devolver a los ejércitos el orgullo de las victorias contra los bárbaros en el Danubio central y en Moesia, restableciendo la disciplina perdida, pero también la dignidad mancillada por pagas escasas o nunca recibidas, la laxitud en el cumplimiento del deber, la desmoralización por las batallas perdidas y las paces deshonrosas, así como las acciones temerarias por miedo a las represalias en un contexto de acceso al poder imperial dominado por la traición, las malas artes de la Guardia Praetoriana, el soborno y, en resumidas cuentas, los actos mundanos que habían degradado la imagen, en su día idealizada, del Princeps Augustus, Optimus, Pius y Felix, con todas sus virtudes del buen gobierno. Para todo ello se hizo precisa la acción en varios frentes: por una parte, el restablecimiento de las provincias asaltadas por los godos de Cniva y la reconstitución de las legiones, en especial, las danubianas. Por otra, la rehabilitación de los medios que hacían posible el funcionamiento del Imperio, como obras públicas, legislación actualizada a las nuevas situaciones y la moral en el Senado, intentando recuperar la figura anacrónica del Censor. De entre todas estas iniciativas, la más importante fue la recuperación de la imagen del emperador a través del respeto público y certificado mostrado a su numen y al de sus antepasados, el culto imperial, así como la atención a la familia imperial, entendidos además como una forma de vigorizar y traer de nuevo al cuerpo de la sociedad los valores acordes con los mores maiorum, más por encima incluso del respeto a los cultos tradicionales, que también recibieron atención. La reforma de la moneda fue esencial por ser espejo de la prestancia del poder emisor que la garantizaba y porque el comercio y las soldadas debían ser cubiertos por un buen numerario y su degradación, tanto en la plata, antoniniano y denario, como en el sestercio, venía siendo crónica desde el principado de Commodo. Toda esta declaración de intenciones fue plasmada en la propia numismática como elemento esencial de la propaganda política que llegaba por su propia función a todo el mundo y en todo el Imperio. Si las reformas de Decio no tuvieron un largo alcance y terminaron por desaparecer con él, casi con la única excepción de la recuperación del numen imperial como eje de fortalecimiento de la figura del Princeps, que fue continuada por sus sucesores y exaltada desde Diocleciano como fundamento de un nuevo enfoque del poder romano, el Dominado, no fue porque no tuvieran fundamento, sino porque no consiguieron captar la esencia de sus tiempos: el cambio social operado. La simple imposición de medidas, si no se tiene en cuenta a quién se pretenden aplicar, puede hacerlas caer en saco roto o no fructificar en una determinada coyuntura. Quizás de haber tenido más tiempo y de haber tomado en consideración esta cuestión, como hicieron más tarde Diocleciano y Constantino I, las reformas decianas podrían haber salido adelante. Se podría decir que Decio, Treboniano Gallo y Valeriano fueron los últimos

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«altoimperiales» de espíritu e intención. Quizás por ello observemos que en todas las fuentes, esquivas y no excesivamente abundantes, incluidas las más adversas, se hable bien, o al menos no muy mal, de este César como político, como militar, como emperador y como persona, aún cuando las más adversas, las de tradición cristiana, tendrían motivos para temer a aquel que estuvo más cerca que ninguno de haber acabado con ella, alcanzando tan agudamente como ejercía la acción política, la clave para ello, que era tanto como decir la clave para la supervivencia del Imperio tal y como lo concibió Augusto.

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