La Primera Guerra Mundial en la mirada de Jünger y Spengler

July 26, 2017 | Autor: Matías Ballejos | Categoría: Conservative Revolution, Ernst Jünger, Oswald Spengler, Clausewitz
Share Embed


Descripción

La Primera Guerra Mundial en la mirada de Jünger y Spengler

La Alemania de Weimar se hallaba francamente agobiada por una derrota que imprime una dura marca sobre la sociedad lo cual lleva a un nuevo clima de efervescencia política e intelectual. Es en este contexto en el que Jünger comienza a desarrollar su obra. El elemento fundamental de dicha obra jungeriana acerca de la Gran Guerra es el concepto de Movilización Total, referido a la participación de las grandes masas en la guerra, un concepto novedoso que pudo verse claramente como nunca antes durante el primer conflicto mundial del siglo XX. Siendo esta visión de la guerra como totalidad el concepto fundamental para Jünger a su vez los dos ejes fundamentales de su análisis son la relación entre la guerra y la técnica.
Al igual que Jünger, Clausewitz escribe su obra cumbre1 en un contexto que se asemeja en cuanto que ambos estuvieron sellados por la experiencia reciente del pueblo alemán en la guerra. En el caso de Clausewitz su escrito está fuertemente marcado por la experiencia prusiana en las Guerras Napoleónicas. A partir de dicha experiencia nuestro autor no deja destacar dos factores fundamentales que hicieron su aparición en la guerra recientemente: la Nación, con la cual los soldados pasaban a identificarse por primera vez y el Pueblo como factor novedoso que conforma los voluminosos ejércitos de voluntarios. El Pueblo como novedad es una constante en Clausewitz quien de hecho lo toma en cuenta ya en las primeras páginas de su en su obra como uno de los elementos de la "trinidad" de la guerra: así mientras el elemento del azar interesa al jefe militar y el carácter político tiene su protagonista en el gobierno, es el elemento de la pasión el que tiene como sujeto protagonista al Pueblo.2
El concepto de Movilización Total, si bien es exclusivamente utilizado por Jünger, ya se puede delinear en algunos puntos de los planteos de Clausewitz en tanto analiza los cambios que entonces se estaban produciendo en las formas de hacer la guerra. Se puede destacar aquí una tendencia del autor a remarcar una evolución que lleva desde la movilización limitada típica del Antiguo Régimen hasta una movilización de las grandes masas cada vez más notoria. 3 Ambos autores coinciden en remarcar a la Revolución Francesa como el punto de ruptura del cual nace la guerra moderna a partir de la Levée en masse.4 Se trata del tránsito hacia una concepción novedosa de la guerra: desde entonces ya no es un asunto exclusivo del gobierno monárquico sino de la Nación en su totalidad. Los límites a los que podía llegar la magnitud de las fuerzas liberadas era algo estrecho, algo de lo cual además se podía llegar a tener un cálculo mas o menos aproximado debido a que la guerra era sostenida por el Tesoro del Soberano y de ninguna manera podía exceder los límites financieros de la Casa Real. Tras la Revolución Francesa y gradualmente a lo largo del siglo XIX estos problemas pasan a segundo plano, el foco no se centra ya en el costo financiero de la guerra sino en la efectividad que puede tener la participación del elemento popular. A partir de entonces las fuerzas explosivas de la guerra que estaban contenidas quedaron libradas sin ningún tipo de limitación.5 6 Este punto de la devastación a la que llega la guerra moderna es un punto en común en el análisis que hacen Jünger y Clausewitz con otro pensador contemporáneo al primero: Oswald Spengler, quien también hace un análisis de la transición que se da entre los ejércitos profesionales dinásticos hacia el ejercito de masas. En este sentido los tres autores dan la misma importancia a la Revolución Francesa como el puente hacia una nueva forma de hacer la guerra. Clausewitz y Spengler coinciden en su análisis de la figura de Napoleón como el organizador de la guerra de masas, aquel que dio el paso tanto en la guerra como en la política a formas plebeyas.
La extensión que llega a abarcar la guerra en relación con la política es un punto en el que Jünger va más lejos que Clausewitz, acaso –como una interpretación personal- esto se deba a la diferencia del contexto histórico, siendo que en Jünger la guerra de masas estaba ya mucho más arraigada que en el momento en el cual Clausewitz desarrolla su obra. Mientras que la guerra en Clausewitz es –tal como expresa su máxima- la "continuación de la política por otros medios", para Jünger la misma abarca una realidad mucho más amplia y profunda: es en la guerra donde se expresa con toda violencia la vida misma.8 Un ejemplo a remarcar en esta diferenciación es como en Clausewitz si bien se le da un papel importante al elemento popular, el pueblo como tal tiene una mayor limitación que en el caso de Jünger. Clausewitz propone en la guerra una acción conjunta del elemento popular con apoyo de un ejército regular profesional.9 Tal distinción es inexistente en la obra de Jünger donde la movilización bélica es una tarea colectiva característica de una nueva era que reconoce como la era de las "guerras de trabajadores".10
Jünger ve una relación directa entre la guerra mundial y la revolución mundial11 como su consecuencia natural que trae consigo el nacimiento de una nueva era caracterizada por el papel cada vez más influyentes de las masas dentro de estados fuertes donde predominan formas de gobierno que conllevan recortes a la libertad individual. Estos cambios son, para Jünger, necesarios ya que se producen como un proceso en pos de la formación de una nueva concepción del mundo. Tanto Jünger como Spengler ven lo ocurrido a partir de la confrontación mundial como algo necesario, una oportunidad para acabar con la era de la comodidad y la seguridad del espíritu burgués. Spengler coincide con Jünger al proclamar que tras la Guerra comienza la vida "en peligro" a la cual define como "verdadera vida".12 En tanto ambos autores coinciden en ciertas consecuencias que trae el desencadenamiento de la guerra, es de notar una diferencia importante que se deriva de la concepción de la historia que defienden. Así vemos como para Jünger, el período que se abre con la guerra es totalmente novedoso, una nueva era en todo su sentido, y esto es así debido a que en su concepción de la historia, la misma se mueve hacia adelante a través de fuerzas que están ocultas, por lo cual vemos que se refiere a la guerra como un "acontecimiento cósmico".13De esta manera, para Jünger la realidad se impone a la vez que esconde un significado oculto que está detrás de diversos fenómenos, particularmente –el autor hace un hincapié especial en esto- en el progreso, concepto clave de la época que conduce a un nuevo mundo mediante su movimiento. Spengler, en cambio, tiene una concepción del tiempo distinta a la de Jünger, una concepción basada en la historia cíclica. En la filosofía spengleriana las civilizaciones tienen ciclos similares a un ser viviente por lo cual pasan por etapas de nacimiento, esplendor, decadencia y muerte. Según esta particular visión, tras la guerra se abre una nueva era de revoluciones y crisis constantes que el mismo reconoce como la "era de las guerras mundiales", lo cual no es un hecho patrimonial y exclusivo de la época sino que es una repetición de la historia ya que Spengler ve en los fenómenos de su tiempo la misma esencia de los fenómenos ocurridos en el tránsito de la decadencia de la República Romana hacia el Imperium. 14 El Imperio Romano es un arquetipo que usa constantemente en su obra, señalando a partir de dicho ideal un paralelismo: la época de las guerras y revoluciones deriva en una era de formas cesaristas e imperiales. Siguiendo esta línea es importante destacar la mención que hace de la figura de Mussolini como posible creador de un Imperio.15
El quiebre histórico con el cual se abre la oportunidad de cortar definitivamente los lazos con la sociedad burguesa, es un punto de contacto entre Jünger y Spengler. A partir de la guerra los tiempos se van dirigiendo hacia una era de estados fuertes donde la libertad en el sentido individualista burgués pasa a un segundo plano y se revalidan formas jerárquicas, cesaristas y autoritarias que se creían olvidadas en el tiempo.
Un punto de contacto entre los mencionados autores gira en torno a la cuestión de la técnica. Spengler hace el mismo hincapié que Jünger en cuanto al surgimiento de la técnica en el campo de batalla, mencionando la aparición de la artillería pesada como la segunda gran transformación en la historia bélica desde el uso del caballo de silla.16 La visión del progreso de la técnica en el campo de batalla como algo positivo está presente sobre todo en la obra de Jünger quien idealiza la acción de las armas de fuego como un elemento que pone en juego las fuerzas vitales que llevan a dar una mayor acción en combate. Asimismo ve en dicho progreso el medio para forjar una nueva Alemania que, libre de todo rastro de espíritu burgués, puede forjarse como nuevo centro de poder en el que la esencia militarista prusiana se vea potenciada por el progreso técnico. Es contra este misticismo con el que Jünger exalta el progreso técnico que, en el mismo contexto histórico que los autores mencionados, levanta su voz Walter Benjamin en su escrito de 1930 Teorías del fascismo alemán.
La idealización de la técnica en Jünger se relaciona con su visión combativa de la vida que lo lleva a un encumbramiento de todo aquello que pueda ser integrado al avance bélico que, como señalábamos antes, es para Jünger el escenario donde se desarrolla la verdadera existencia en su máximo esplendor. La crítica de Benjamin se enfatiza sobre esta idealización remarcando como la misma elude el análisis de las condiciones materiales de la guerra en sí misma, llevando a un culto místico de la actividad guerrera del soldado a través de la cual, como dice Benjamin, "las categorías soldadescas se despiden a favor de las deportivas, ya que las acciones militares se registran como records"17. Este culto metafísico a la guerra y la idealización de la técnica aplicada a la misma es visto por Benjamin como un intento de superación de la derrota: es así que en la novela y en general, en esta creación de imágenes es donde el derrotado puede refugiarse de la pérdida. 18 Dicho culto, según Benjamin, no solo sirve de refugio al derrotado sino que además, al excluir un análisis de la realidad concreta de la guerra y hacer un culto a lo bélico, sirve de justificativo para el avance de nuevos grupos de poder, a saber, de los movimientos fascistas que surgieron tras la guerra. En este sentido se hace notar en Benjamin el clásico visión marxista según el cual el fascismo es una herramienta de la burguesía para frenar violentamente la revolución socialista. Esto se ve claramente cuando dice que los "capitanes financieros" ven en estas agrupaciones surgidas al calor de la guerra una protección de sus propiedades que no encuentran en un estado débil.19 El concepto de estado jerárquico y fuerte que desembocaría a partir de la guerra, es visto por Benjamin como un justificativo del fascismo.
En definitiva Benjamin realiza una crítica al culto estético de la guerra que hace Jünger debido al "peligro" que encierra al servir como base de apoyo al movimiento fascista que en ese momento ganaba terreno en Europa.




NOTAS:

Clausewitz, Karl von, De la guerra. Ediciones Solar SA, Buenos Aires, 1983.

2 Ídem, p. 26

3 Jünger, Ernst, La movilización total y Fuego, p. 94

4 El término es usado constantemente por Clausewitz para reflejar el cambio que representa la aparición de las masas en la Revolución Francesa.

5Clausewitz, págs. 547 – 554

6 Jünger, p.95

7Spengler, Oswald, Años Decisivos, p. 35

8Jünger, p.141

9Clausewitz, p.440

10Junger p.101

11Junger p. 91

12 Spengler, p. 28

13Junger, p.90

14 Spengler, p.33

15Spengler, p. 39-40 y 73

16Spengler, p. 53

17Benjamin, Walter: "Teorías del fascismo alemán", p. 48

18Benjamin, p. 51






5


Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.