La predicación de Jesús.docx

May 19, 2017 | Autor: Josue Jimenez | Categoría: Theology, Biblical Theology, Teologia, Seventh-day adventist theology
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Descripción



Oscar Hernández "Con la Biblia en mis manos". (Miami, Florida: APIA, 200): 9.

Ibid, 15
Roberto Badenas. "Para conocer al maestro en sus parábolas". (Madrid, España: Safeliz, 2004): 13
Ibid, 14.
Oscar Hernández "Con la Biblia en mis manos". (Miami, Florida: APIA, 200):14-15.
John R. W. Stott, "La predicación puente entre dos mundos" (Grand Rapids, Michigan: Libros Desafío, 1999): 15.
Rudolf Bultmann. "Teología del Nuevo Testamento". (Salamanca, España: Sígueme, 1958): 40
Gerhard Schneider. "Diccionario teológico del Nuevo Testamento tomo I". (Salamanca, España: Sígueme, 1992). Para un mayor análisis de la palabra, ir a dicho diccionario, allí se da una explicación detallada del uso de esta palabra en todo el Nuevo Testamento, además del origen de dicha palabra.
Gerhard Schneider. "Diccionario teológico del Nuevo Testamento tomo I". (Salamanca, España: Sígueme, 1992).
Roberto Badenas, "Para conocer al maestro en sus parábolas" (Madrid, España: Safeliz, 2004):14
Ibid, 14.
Los puntos siguientes que están en negritas fueron tomados y adaptados del libro de Derek Morris Predicación bíblica poderosa, sin embargo, los detalles expresados dentro de esos puntos son expresados en base a la investigación del autor de este artículo. (Derek Morris. "Predicación Bíblica poderosa". (México, D.F: Gema Editores, 2014).
Roberto Badenas. "Para conocer al maestro en sus parábolas". (Madrid, España: Safeliz, 2004): 15.
Roberto Badenas. "Para conocer al maestro en sus parábolas". (Madrid, España: Safeliz, 2004):15
Elena de White. "El deseado de todas las gentes" (D.F, México: Gema Editores, 1977):218
Ibid, 219.
Ibid, 218-220.
Roberto Badenas. "Para conocer al maestro en sus parábolas". (Madrid, España: Safeliz, 2004): 19.








Universidad de Navojoa

Escuela de Teología






Artículo







Trabajo presentado en cumplimiento parcial

de los requisitos de la materia

de Taller de Homilética










Por

Josué Ismael Jiménez Cauich

Mayo 2016




LA PREDICACIÓN DE JESÚS

Cada sábado, centenares, y quizás miles, de predicadores laicos usan el púlpito para predicar a miles de creyentes. Sea en cualquier país, la realidad es la misma. La predicación adventista es realizada mayormente, por predicadores laicos. A medida que la iglesia crece en número de miembros, los pastores tienen a su cargo más iglesias, y como resultado, aumenta más y más la necesidad de predicadores laicos competentes.
La predicación ha sido un punto de inferencia respecto a la forma en como la gente concluye que la iglesia debe de alimentarse, puesto que más allá de la concepción típica de exponer un tema el sábado por la mañana, la predicación adquiere proporciones universales al momento de ser expuesta, porque todos saben que la predicación no es otra cosa que el medio escogido por Dios para proclamar su mensaje de salvación.
Escritores de la iglesia primitiva, apóstoles, entre otros utilizaron dicho recurso para persuadir a la gente a aceptar el sacrificio hecho por Jesús y de esa manera revelarles su labor como Mesías. La predicación jugó un papel fundamental en la reforma, y en los movimientos protestantes del siglo XVI y XVII, pero alcanzaron su máximo esplendor, para nuestra concepción adventista, en el siglo XIX con el surgimiento de la predicación millerita que diera lugar más adelante al movimiento adventista.
Pero esto, como se mencionó anteriormente, fue un instrumento usado por la iglesia primitiva, que a su vez fue aprendida de los apóstoles y estos lo aprendieron de Jesús mismo, cobra sentido entonces, ver la forma en como Jesús predicó aquí en la tierra, puesto que nos ofrecerá una concepción alentadora, y métodos claramente definidos que, si los hubiéramos puesto en práctica desde tiempo atrás, el mundo hubiera sucumbido ante "la locura de la predicación" (1 Cor 1.18)
La importancia de la predicación y la Palabra de Dios para Jesús
Hablar del tema de la predicación de Jesús, resulta interesante puesto que, aunque en la actualidad existen muchos métodos sobre los cuales se presenta una comprensión de lo que es la predicación, ninguno de ellos se ha podido definir como un punto de referencia a lo que Jesús logró mediante su labor como predicador aquí en la tierra.
Jesús declaró tenazmente que su misión era la de predicar y proclamar. Para Jesús, la centralidad dela palabra de Dios en su ministerio fue un hecho indiscutible. Lo mismo debiera ser para todos los predicadores. Más aún, Jesús fue la palabra encarnada, por medio del cual continua hablándonos hasta nuestros días.
La iglesia cristiana nació con el cometido sagrado de predicar la palabra de Dios. Jesús mismo forjó su ministerio público en torno a la palabra de Dios. Las primeras palabras registradas que brotaron de sus labios después de la unción del Espíritu Santo en el día de su bautismo, fueron las citas de la palabra de Dios. El evangelio de Mateo capítulo 4 presenta la batalla que tuvo lugar en el desierto, mediante la cual Jesús al enfrentarse con el diablo, en lugar de recurrir a su propia experiencia o saber, utilizó de forma magistral la frase "Escrito está". Se puede notar en estas palabras el manejo correcto de la palabra de Dios por Jesús, demuestra también, que, dicho sea de paso, la Biblia no era algo ajeno a Jesús, en sus 30 años de edad, Jesús en ocasión del desierto, demostró que durante su vida antes de su ministerio, no se la pasó ajeno a las escrituras, sino que estas fueron la fuente de alimento espiritual que en el futuro le dio la victoria sobre el diablo en el desierto, y no solo eso, sino que le dio la victoria sobre el pecado en la cruz, la vida de dependencia a Dios en su correcta relación con él, lo capacitó para lo que más adelante sería el difícil camino hacia la victoria en la cruz, su vida de devoción lo llevó a que sus predicaciones y enseñanzas fueran de un nivel superior al conocido en ese momento y al conocido en estos días.
Durante su ministerio público, Cristo le dio realce al concepto de predicación que se tenía en aquella época, no solamente porque sus métodos eran novedosos, sino que como menciona Roberto Badenas "el nuevo Maestro, además de ser más joven, no hablaba como los demás maestros", esto catalogaba a Jesús en un nivel elevado más que sus contemporáneos, de igual forma Badenas dice que "daba buenos consejos como los rabinos, predicaba sermones como los teólogos e interpretaba las Escrituras como los doctores, pero no se expresaba como ninguno de ellos".
Pero no se limitaba a eso, sino que cuando los "rabinos, teólogos y doctores se esforzaban por explicar el mundo, el Maestro albergaba el utópico deseo de cambiarlo. El Maestro parecía encarnar el mismo su enseñanza viva, sus palabras echaban raíces en los corazones, como si tuvieran vida propia. El maestro veía, mas allá de las apariencias, otra realidad superior".
Se dice que durante el ministerio público les predicaba la palabra. Al final de su vida, durante su última noche sobre la tierra, oró e intercedió por los suyos; y de nuevo, durante la oración sacerdotal, se refirió tres veces a la palabra de Dios (Juan 17. 8, 14, 17), el encargo de Jesús hasta ese punto parecía haberse cumplido en parte, Jesús les había entregado la Palabra, se las había confiado y por último había provisto un medio para que pudieran seguir en su caminar diario: santificarse a través de la verdad, la palabra era la verdad. Se podría decir que el ministerio de Jesús, desde al principio al final, se basó en la palabra de Dios.
La predicación de Jesús en los Evangelios
Los evangelios proveen una valiosa argumentación respecto a la predicación de Jesús, es interesante que el propósito de los evangelios fue el de plasmar de forma vívida la realidad histórica de Jesús, sus hechos, hazañas y rasgos distintivos. Cada uno aportó lo que a su parecer era una secuencia lógica y los puntos más importantes de la vida de Jesús para encontrar refuerzo a la tarea de demostrar que en realidad era el Mesías enviado por Dios. De manera que un análisis a los eventos descritos en los evangelios otorgará evidencias valiosas respecto a la labor de Jesús durante su estancia en la tierra, respecto a la forma en como entendía y ponía en práctica el concepto de la predicación.
Lucas registra lo siguiente en relación con la visita de Jesús a la sinagoga de Nazaret (Lucas 4.16-21), allí se menciona que Jesús, justamente después de su inicio en su ministerio, durante la estancia en Nazaret, inicio su labor como predicador itinerante, ya en el versículo 14 y 15 de Lucas 4 lo había mencionado, pero da mayor realce puesto que la predicación de Jesús, ese sábado en la sinagoga, tocó un tema un tanto especial para los judíos: el pasaje mesiánico de Isaías 61, dicho pasaje abogaba por la relevancia y otorgaba las credenciales a Jesús en su labor como el ungido de Dios, dicha unción incluía el concepto de proclamar las buenas nuevas, una labor que Jesús cumplió con ahínco mientras estuvo en la tierra. Es interesante que, en esa lectura de la Biblia, Jesús demostrará sus dotes como predicador, puesto que el texto menciona que "todos los presentes lo miraban atentamente" (Lucas 4.20 énfasis añadido), pero no solo eso el versículo 22 argumenta la realidad del impacto que logró con aquel primer sermón, puesto que "estaban maravillados por todas las palabras que había mencionado". Pero no solo eso, también supo cómo dirigir su sermón cuando surgieron dudas respecto a su identidad en su tierra natal.
Sin duda esta fue la primera visión de Jesús sobre su misión en este periodo. En la sinagoga de Nazaret afirmó el cumplimiento de la profecía de Isaías 61, el Espíritu del Señor lo había ungido para predicar su mensaje libertador.
Este pasaje expone la influencia de las palabras de Jesús en su labor como predicador. Esto se logró puesto que Dios habló en forma suprema, a través de su hijo, el verbo que se hizo hombre, y, en las palabras del Verbo, fuera en forma directa o por medio de los apóstoles. El único punto de comienzo es Jesús mismo.
Los evangelistas presentan a Jesús ante todo, como un predicador itinerante (Mr 1.14; Mr 4.17). Los evangelios sinópticos resumen su ministerio en Galilea en estos términos "Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas judías. Predicaba la buena noticia del Reino…" (Mat 9.35; 4.23; Mr 1.39), en varios pasajes se registra dicha frase como una realidad en el ministerio de Jesús (Lucas 4.18, 43; Mr. 1.38).
El "Κερυσσω" de Jesús
En palabras de Bultmann, la predicación de Jesús pertenece a los presupuestos de la teología del NT y no constituye una parte de ésta, dicho de otra manera, la predicación es importante en el NT pero no trasciende a tal punto de sobreponerse a los puntos teológicos focales del NT, esto no quiere decir que no tenga valor, sino que la "kerigma" –como define Bultmann a la predicación- es de gran importancia, ya que definió la base para propagar las ideas de la acción salvífica de Dios a través de Jesucristo.
El concepto dominante de la predicación de Jesús es la idea de la realeza divina de «reino de Dios» (βασιλεια του θεου). Él anuncia su inmediata, ya inminente, irrupción, que ya ahora se siente. Ciertamente es claro que no está influido por la concepción, viva aún en ciertos grupos del pueblo judío, de la esperanza nacional, que entiende el tiempo de salvación que Dios aporta como un restablecimiento de lo antiguo, entendido a la luz del ideal prometido a la casa de David.
La predicación de Jesús como interpretación de la voluntad, de la exigencia de Dios, es una gran protesta contra el legalismo judío.
Un análisis a la palabra "κηρυσσω" en el idioma griego proporciona evidencia de lo que Jesús realizaba, tomando en cuenta la particularidad de la palabra.
La palabra κηρυσσω se usa 61 veces en el Nuevo Testamento, de las cuales 4 veces la usa Mateo para referirse a Jesus realizando esta labor, 3 veces en Marcos, 4 veces en Lucas. Significa en su forma más simple "proclamar" y va ligado al concepto de "kerigma" que significa proclamación
Se usa también para designar la acción de otras personas ligadas a Jesus, a los cuales les manda a realizar dicha acción, Jesus mismo se aplica la misión de predicar "κηρυσσω" basado en Isaías 61.
El "κηρυσσω" de Jesús se basaba en una alusión a la llegada del Reino de Dios a la tierra, fue la misma característica que tuvieron sus seguidores que predicaron después de él, puesto que "estos términos son desarrollados teológicamente en el curso ulterior de la tradición cristiana primitiva y son asociados con el mensaje propio de Jesús"
Es interesante que dicha palabra no se use en relación con Jesús en el evangelio según Juan, puesto que Juan más que nada objetivamente expone la realidad "kerigmatica" de Jesús en un nivel más profundo, al exponer las predicaciones de Jesús en unos asombrosos discursos que nos proporcionan un punto de vista más analítico respecto a la labor de Jesús como orador y predicador.
Entonces, tomando en cuenta el análisis de la palabra, los escritores de los evangelios sinópticos vieron en Jesús la expresión del
El método de predicación de Jesús
Cada persona propone un método para presentar sus argumentos en una predicación, también cada persona se prepara y elige el tipo de estructura y sermón que pretende realizar, con el paso de los años, la predicación se ha vuelto monótona, cargada de un sinfín de pasos "homiléticos" que pretenden agregar algo más para que la predicación sea una realidad firmemente establecida y que capacite al creyente a aceptar la salvación de Dios. Por muchos años se ha dedicado a analizar los pasos metodológicos para una predicación efectiva, y se ha olvidado de ver al maestro por excelencia: Jesús.
Los evangelios proponen un método que Jesús siguió mientras mantuvo su labor aquí en la tierra. Roberto Badenas expone varias cuestiones ligadas al método de Jesús, él dice que "se diría que le gustaba hablar en clave, y que la clave para entender sus palabras estaba en su propia persona".
Utilizaba diversos medios para exponer sus enseñanzas, en vez de argumentar sus ideas prefería seguirlas por medio de imágenes. Con naturalidad pasaba de lo conocido a lo desconocido, incluso en sus reflexiones religiosas había más imágenes que preceptos, "si quisiéramos dar nombre técnico a su estilo, tal vez habría que denominarlo teología narrativa. Así pues, su medio preferido eran las historias, un tercio de las enseñanzas recopiladas por los apóstoles conservan todavía la forma de parábolas".
Es interesante entonces analizar el método usado por Jesús, y poder tomar en cuenta sus consejos para poder realizar y exponer un sermón poderoso, porque se podrá basar en la realidad expuesta por el Hijo de Dios.
En la presente se exponen algunos conceptos sacados de los Evangelios respecto a la predicación de Jesús:
Predicaba con el poder del Espíritu Santo: Estaba ungido para predicar por el ES (Lucas 4.18) (Juan 14.12-18). El mismo Jesús dio evidencias de la realidad de su labor como Mesías y como ungido de Dios, dicha unción lo capacitaba para predicar lleno del poder de Dios, por tal motivo se puede ver los resultados de su labor como predicar en el deseo de las masas de seguirlo siempre y de vivir lo que el predicaba, esto no quiere decir que siempre tuviera un efecto positivo en la vida de la persona, pero si lograba impactarlos para que estos reconocieran que el poder expresado por Jesús a través de la predicación no era de este mundo.
Ore al preparar su predicación: Dedicaba muchas horas a la oración. (Mr 1.35) Antes de predicar su sermón estratégico, Jesús oró (Mat 14.23-25) Para él la oración y la predicación estaban intrínsecamente conectados.
Predicaba la palabra de Dios, en vez de opiniones humanas: El mensaje expuesto por Jesús era una encomienda del Padre, tal como lo expresó el mismo Jesús, no se otorgaba a él mismo la labor de convencimiento, toda la labor realizada por Jesús era en absoluta dependencia al Padre (Juan 14.24; Juan 17.14). El predicador entonces no debe verse inmerso en expresar realidades basadas en las opiniones humanas, ni predicar algo que este fuera de los parámetros establecidos por la Palabra de Dios, el pulpito no debe de ser usado como un lugar para exponer ideas que no tengan base en la Biblia por más interesantes y provechosas que estas parezcan.
Comunicaba la gracia de Dios: (Lucas 4.22, Juan 1.14; Juan 3.16-17) La palabra de Dios estaba cargada de la libertad otorgada por la gracia de Dios, no se limitaba a condenar, es más, categóricamente Jesús declaró que él no había venido a enjuiciar al mundo, no era su labor, su labor era atraer a todos para de esa forma encontrar la vida eterna (Juan 3.16)
Jesús conocía bien a su audiencia: El entendía que la comunicación efectiva es un dialogo, más que un simple monologo. Jesús trataba asuntos que estaban en la mente de quienes lo escuchaban (Mat 23.3; Lucas 10.39) por lo menos en una ocasión permitio que la ruda interrupción de alguien cambiara el curso de su sermón (Lucas 12.13-21)
Estaba atento al lenguaje tanto verbal como corporal de su público. Durante su sermón en Nazaret, Jesús percibió los mensajes no verbales de aquellos que estaban presentes. El lenguaje corporal que acompañó al comentario "¿no es ese el hijo de José?" (Marcos 6.3) sugería un espíritu de resistencia y de falta de fe. Al responder Jesús a la pregunta de la audiencia, Jesús le dijo lo expresado en Lucas 4.23, entonces cambio el enfoque de su sermón de la proclamación del año aceptable del Señor hacia la importancia de la fe.
Utilizó una declaración sencilla y memorable: Día después del milagro panes y peces predica un poderoso sermón, utilizó una declaración sencilla y memorable para presentar su idea principal: "Yo soy el pan de vida". (Juan 6.35), en primera es una oración sencilla, no tiene complejidades de construcción. Segundo, esta expresado en forma positiva. Jesús pudo haber hecho un énfasis, para resaltar su idea, así como lo hizo en otras ocasiones (Juan 7.37).
Utilizó la repetición y la reafirmación: En sus discursos Jesús utilizaba el recurso de la repetición, era algo utilizado en aquellos tiempos, dado lo imposible que era retener e a través de los recursos existentes hoy en día. En su sermón sobre el pan de vida, Jesús repite de manera directa dos veces la frase "yo soy el pan de vida", pero intrínsecamente lo hace de una manera tan sutil que el público que lo escuchaba claramente podía retener el concepto expuesto por Jesús. En su discurso sobre "buen pastor", repite esta frase tres veces en su discurso, y otras más pero no de forma directa, estos ejemplos exponen la importancia que le daba Jesús a la repetición en sus sermones.
Encontraba ilustraciones prácticas: Badenas afirma que Jesús veía más allá de las apariencias, otra realidad superior. Podía sacar lecciones de cosas tan sencillas como el agua de la lluvia, de los ríos, de las fuentes… En sus historias utilizaba un lenguaje que por el encanto de su sencillez cautivaba a cualquier persona, todos quedaban absortos ante las historias que incluía en sus predicaciones. (Mateo 18.3; Mateo 13,34)
Hacía un llamado para un cambio radical en la vida: Jesús habló como quien tiene autoridad (Mateo 7.39). En su conclusión del sermón del monte invitó y desafió a su audiencia para que aplicaran en su vida las verdades que habían escuchado. (Mateo 7.24). Mediante una historia, Jesús impactaba con sus llamados, retomando el ejemplo del sermón del monte, Jesús invita a sus oyentes a ser comparados como personas que construyen sus casas en la roca o en la arena, dando a entender la categórica afirmación de que no todos aceptarían sus enseñanzas, cabe mencionar que esta invitación abría el interés por parte de los oyentes a aceptar las enseñanzas de Jesús y aplicarlas a su vida. Badenas concluye que "cuando el relato terminaba diciendo algo parecido a "ve haz tu lo mismo", todos eran capaces de sentirse interpelados, aunque no todos llegasen por igual hasta el fondo de su intención".
Elena de White y la predicación de Jesús
Elena de White no se queda atrás en su exposición acerca del ministerio de Jesús, respecto a su labor como predicador, ella afirma en sus escritos algunos conceptos claves de Jesús como predicar de manera que sus seguidores puedan seguir sus pasos, algunos consejos son los siguientes:
Elena de White comenta que:
Jesús no tenía nada que ver con los diversos temas de disensión entre los judíos. Su obra era presentar la verdad. Sus palabras derramaban raudales de luz sobre las enseñanzas de los patriarcas y profetas, y presentaban las Escrituras a los hombres como una nueva revelación. Nunca habían percibido sus oyentes tan profundo significado en la Palabra de Dios. Jesús se encontraba con la gente en su propio terreno, como quien está familiarizado con sus perplejidades. Hacía hermosa la verdad presentándola de la manera más directa y sencilla. Su lenguaje era puro, refinado y claro como un arroyo cristalino. Su hablar era como música para los que habían escuchado las voces monótonas de los rabinos. Pero aunque su enseñanza era sencilla, hablaba como persona investida de autoridad. Esta característica ponía su enseñanza en contraste con la de todos los demás. Los rabinos hablaban con duda y vacilación, como si se pudiese entender que las Escrituras tenían un significado u otro exactamente opuesto. Los oyentes estaban diariamente envueltos en mayor incertidumbre. Pero al enseñar, Jesús presentaba las Escrituras como autoridad indudable. Cualquiera que fuese su tema, lo exponía con poder, con palabras incontrovertibles.
Pero no solo eso, Elena de White también presenta algunas cuestiones respecto a las características de la predicación de Jesús al decir que "hablaba como quien tenía un propósito definido que cumplir… En todo tema, revelaba a Dios. Enseñaba que el cielo y la tierra están vinculados".
Elena de White no dejó dudas respecto de la labor interesante e importante de Jesús como predicador, puesto que no era uno más del montón, era la Palabra Encarnada, sus dotes homiléticos trascienden y son evidentes en los escritos de la señora White al afirmar que "variaba sus mensajes para adaptarlos a su auditorio; tenía tacto para trata con los espíritus llenos de prejuicios, sacaba sus ilustraciones de las cosas de la vida diaria. Nunca adulaba a los hombres, la verdad espiritual la expresaba en lenguaje sencillo… Vigilaba con profundo fervor los cambios en el rostro de sus oyentes".
Estas palabras expuestas en el libro del Deseado de todas las gentes, exponen la importancia de la predicación que Jesús le otorgaba, no era una predicación normal, todo lo que Jesús realizaba estaba cargado de un amor por las personas y su deseo de salvarlos hacía que todo lo que hiciera pudiera elevar a las personas en un nivel nunca antes visto desde la caída del pecado. Elena de White expresó dichas situaciones para beneficio del predicador, si se pusiera en práctica dichos consejos, la historia del mundo sería distinta.
Conclusión
El ejemplo de Jesús es el mejor modelo para poder ser grandes predicadores, aunque parezca que no existe mucho en relación a la labor de Jesús como predicar, los evangelios nos permiten ver un cuadro de Jesús en el contexto de su faceta como predicador como el ejemplo máximo en cuanto a cómo debemos proceder en la preparación y exposición de los sermones como palabra de Dios.
Por otro lado, Elena presenta la realidad de la predicación de Jesús como algo que nunca se ha visto en el mundo, una realidad que todos pueden llegar a alcanzar en base a la contemplación de Jesús.
La labor significativa de Jesús debe invitar al lector a trascender en su faceta como oyente para ser el expositor de las grandes verdades contenidas en la Biblia, tomando como ejemplo a Jesús. Recordando que "el maestro prefería, en fin, hablar en parábolas por las parábolas dejan siempre algo entre líneas. Y es que no hace falta decirlo todo. Hay cosas que se entienden por si solas, y otras que se adivinan, se entrevén, se imaginan o se sueñan. A veces la mejor palabra es la que no se dice. Por eso si quieres enseñar una gran verdad, no la digas… Cuenta una parábola".
Agregando al comentario de Badenas, se podría decir que si se quiere enseñar una gran verdad, no sigas tus propios conceptos y métodos, mejor sigue el modelo de Jesús.







BIBLIOGRAFÍA
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Bultmann, Rudolf. Teología del Nuevo Testamento. Salamanca, España: Sígueme, 1980.
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Stott, John. La predicación: puente entre dos mundos. Grand Rapids, Michigan: Libros Desafío, 1999
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