La posibilidad de un río

July 13, 2017 | Autor: Jimena Torre Rojas | Categoría: Urban History, River Restoration
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Descripción

Coyoacán, Capilla de San Antonio, ca. 1920. Fototeca Constantino Reyes-Valerio de la CNMH-CONACULTA-INAH-MEX.

La historia de este río es una muestra de las políticas hidrológicas que históricamente se han llevado a cabo en la capital. Repartida la bondad de su cauce con criterios parciales, en las riberas del Magdalena se apostaron las unidades productivas que dominaron los destinos de varios pueblos de la región debido a sus suelos fértiles para la agricultura, sus bosques para la explotación de la madera y una geografía propicia para la implantación de molinos, batanes y, más tarde, generadores de energía eléctrica, todos ellos aprovechando al máximo tanto la calidad del agua como su ímpetu. Hoy en día, esas industrias y las grandes haciendas han desaparecido engullidas por el desarrollo urbano. Nos queda un medio ambiente ecológico y humano completamente transformado, del cual aún sobreviven ciertos remanentes históricos, algunos como testigos mudos y otros en un estado de vida latente, como el propio río. Muchos de ellos nos llegan como

nombres que nos son cotidianos: el batán de Anzaldo; las fábricas de Contreras, la Magdalena, Santa Teresa y La Hormiga; las haciendas de Eslava, la Cañada, de Guadalupe y del Altillo; los huertos del Olivar de los Padres y del Colegio de San Ángel. Otros son inclusive restos físicos, reutilizados o incorporados patrimonialmente a la vida urbana moderna, como la fábrica de papel Loreto, el colegio carmelita de Chimalistac y sus puentes del siglo XVII, la capilla de Panzacola o los Viveros de Coyoacán. Todos ellos relacionados íntimamente con el río, del cual una extensión aún permanece viva en lo alto de la sierra y otra gran parte ha sido soterrada e incorporada a la red de drenaje urbano. El salvamento y la supervivencia del sistema de lagos y ríos de la cuenca de México requiere no sólo del conocimiento profundo de cómo funcionaban los subsistemas que dentro de ésta se desarrollaban, sino también de una consideración muy particular sobre la apreciación y el

De existir la posibilidad de una revitalización del río Magdalena o los lagos del oriente de la ciudad y su adaptación a la actual urbe, pasaría por una transformación de lo que representa histórica y actualmente para sus ciudadanos. La posibilidad de un cambio regenerativo existe si, como dijera Marc Bloch, utilizamos la historia no como un manual para el futuro sino como un campo de reflexión, escapando de la trampa generada por imaginarios culturales heredados e imaginando nuevas posibilidades de ciudad.

Es una cooperativa que nace con la idea de crear una organización propia de los apicultores, distinta, amplia, abierta, que capacita a sus socios para obtener una miel de excelente calidad, que la exporta directamente, que cuida el ambiente y que tiene como propósito mejorar la calidad de vida de todos sus participantes y de sus comunidades. México es rico en biodiversidad. Las abejas fortalecen el medio por la polinización que realizan. La cooperativa aprovecha estos recursos biológicos colectivos a la vez que fortalece los ecosistemas. Los apicultores orgánicos cuidan la naturaleza por principio y particularmente las flores, los ríos y manantiales de los que beben las abejas. Por eso la apicultura es considerada una de las actividades productivas más ecológicas. Cortesía Luis Enrique Castañón

¿cómo se extrae la miel? 1. La apicultura puede ser rústica o tecnificada. 2. La apicultura rústica se practica extrayendo la miel de panales silvestres, pero se destruye la colmena. Por eso es poco practicada. 3. La apicultura tecnificada consiste de una caja o colmena que contiene cuadros de madera con cera donde las abejas construyen sus panales. Se divide en cámara de cría (la caja de abajo que es más grande) y alzas. La cámara de cría tiene larvas o crías, abeja reina, zánganos, abejas obreras y el alimento que necesita la colonia. En las alzas se encuentra el excedente de miel que es lo que aprovechamos. Es muy importante colocar las colmenas en un lugar bien orientado con abundante floración y agua. 4. Cuando hay floración las abejas recogen el néctar para convertirlo en miel. Entonces los apicultores colocan unas cajas de 15 cm. de altura que se llaman alzas para que las abejas depositen ahí el excedente. 5. Cuando las abejas han llenado todos los panales de las alzas se realiza la cosecha quitando solamente las alzas llenas de miel. 6. Las alzas son llevadas a una sala de extracción donde se colocan los cuadros en una máquina centrífuga. 7. Luego se sedimenta en tanques para separar las basuritas.

Tizapán, ca. 1945. Fototeca Constantino Reyes-Valerio de la CNMH-CONACULTA-INAH-MEX.

8. Se envasa en la presentación que se necesite y se comercializa.

créditos y agradecimientos El Museo de Arte Moderno agradece a las siguientes personas, expositores e instituciones por su invaluable apoyo para la realización de la muestra Asteroide B612. Diseño regenerativo y balances ambientales: Ask Nature, Biomimicry Institute, Canal 22, Colección Jumex, Galería Labor, GODOYLAB, Instituto de Ecología/UNAM, Jardín Botánico de Culiacán, Max Wilgram Gallery. Raúl Cárdenas/ TOROLAB, Olafur Eliasson, Gilberto Esparza, Cynthia Hooper, Irene Kopelman, Anette Kuhn, Agnés Mèrat & Juan Miguel Gutiérrez, Fernando Ortega, Rafael Ortega, Pedro Reyes, Julian Rosefeldt, Thomas Struth/ Enrique Castañón, Emiliano García, Emiliano Godoy, Gustavo Lipkau, Rurik List, Guillermo Piñon, Juan Rovalo. Carlos Acosta, Rodrigo Alegre, Felipe Antúnez, María de la Luz Ayora, Pamela Echeverría, Flor de María González, Jorge Kanahuati, Jorge Lestrade, Renata Rivera, Santiago Sepúlveda. curaduría: Víctor Palacios coordinación y asistencia curatorial: Valentina García diseño museográfico: Rodrigo Luna diseño gráfico: Vladimir Zambrano

exposición · temporal colectiva · MAY 28 - OCT/ 10

significado del agua en los imaginarios culturales de la sociedad. El agua es y ha sido en nuestra cultura un elemento utilitario, su valor está supeditado a su provecho dentro de las cadenas económicamente productivas, y esto condiciona de manera inequívoca el modo en el que nos relacionamos con ella. ¿Es este el punto de partida para generar un cambio de actitud hacia el agua? ¿Es posible a través de ese cambio evitar el desperdicio inmoral de grandes cantidades de agua de lluvia, de reciclaje, o de ríos y fuentes subterráneas aún con vida? ¿En qué instancia práctica —necesaria en la realidad político económica actual— podemos colocar la factibilidad de rescatar ríos y lagos semiextintos dentro de un contexto urbano que los ha relegado a la inexistencia?

Imagen prospectiva de la ciudad de México 2080, Enrique Rosas

miel mexicana volcán Popocatépetl

De tal forma, el proyecto en cuestión se entiende como un espacio de reflexión crítica en donde coincidirán y dialogarán aquellos factores concomitantes a las iniciativas que, no sólo buscan proteger el medio ambiente en términos de sustentabilidad y certificación oficial sino que también proponen modelos enfocados en la regeneración ambiental. En relación a esto último, el diseño regenerativo asume la necesidad de crear modelos de pensamiento sistémico que no sólo mitiguen los efectos destructivos del modelo de desarrollo imperante sino que logren reemplazar la degeneración ecológica y social que marcan nuestro presente. MAM, Equipo curatorial.

TOA/diseño de estructura para pabellón en el MAM, Santiago Carral O'gorman. 2010

¿De dónde proviene el agua que tomamos, la energía que utilizamos, nuestros alimentos?, ¿cómo nos organizamos para mejorar nuestra calidad de vida? Todos los días surgen preguntas para las que consideramos necesario intentar nuevas respuestas. Queremos redefinir la relación con nuestro entorno basados en el estudio e interconexión de disciplinas como el urbanismo, la arquitectura, la biología, la ingeniería, la historia, la sociología, la agricultura; así como de estrategias de diseño como la permacultura, el diseño ecológico, el diseño regenerativo, la biomimesis. La vida en este planeta está organizada en ecosistemas. Los ecosistemas están formados por organismos interdependientes donde el flujo de energía genera interrelaciones definidas y reciclado de materiales entre componentes vivos e inertes. Entendemos los asentamientos

TOA

humanos como parte de estos sistemas y por eso buscamos desarrollar diseños bien adaptados al lugar en donde se encuentran. El diseño puede ser un agente restaurador de las funciones naturales de los ecosistemas, propiciando relaciones cooperativas entre las personas y su entorno. Buscamos definir estrategias que amplíen nuestra capacidad de adaptarnos a los cambios que están sucediendo en el sistema de la Tierra, que generen condiciones conducentes a la vida y que permitan nuestra evolución como parte de un sistema dinámico. Este proceso no sería posible sin la existencia de procesos de reflexión e intercambio de conocimiento, sin un esfuerzo por mantener viva la historia de nuestros lugares para que nuevas generaciones conozcan de donde vienen y se proyecten al futuro. (taller de operaciones ambientales)

Pure Bond Visitando la costa del pacífico norte, el Dr. Kaichang Li se pregunto: ¿cómo los mejillones sostienen su adherencia a las rocas mientras son constantemente golpeados por el oleaje? El Dr. Li, profesor de la Universidad de Estudios Forestales de Oregon, EUA, encontró que los mejillones secretan un tipo de proteínas que forman una estructura filamentosa conocida como biso, el cual provee una adhesión fuerte y una extraordinaria flexibilidad. “Columbia Forest Products” (reconocida por el aprovechamiento sustentable de sus bosques) y otras empresas financiaron la investigación. Basándose en los principios de biomimesis, desarrollaron un adhesivo de gran eficacia. Li descubrió que las proteínas de soya pueden ser modificadas para tener un desempeño similar a los filamentos del biso de los mejillones, no solamente en términos de la capacidad de adhesión, también posee la resistencia al agua.

México ciudad futura

La aproximación de la biomimesis consiste en buscar consejo en la naturaleza durante todas las etapas del diseño, expandiendo el espacio de referencias y posibles soluciones, enriqueciendo el proceso y el desempeño del diseño. Este proceso en movimiento espiral gira en torno a una pregunta central, ¿cómo lo hace la naturaleza?, ¿cómo lo haría la naturaleza?

biomímesis

Éstos reciclan los nutrientes, limpian el aire, purifican el agua, crean suelo de la roca, obtienen agua potable de la neblina; dichos organismos llevan a cabo tareas que parecen hazañas tecnológicas y obras maestras de ingeniería y lo hacen aprovechando las oportunidades de sus hábitats, respetando los límites naturales, partiendo de materiales simples y comunes; logran subsistir sin contaminar o intoxicar su entorno, generando condiciones que conducen a la vida.

(bio: vida, naturaleza / mimesis: emular, imitar.) nos invita a aprender de la naturaleza para emular formas, procesos y sistemas con la intención consciente de lograr diseños bien adaptados a la vida.

La intención de este ejercicio expositivo es ofrecer un plural y amplio panorama sobre las distintas formas en que actualmente se conciben y manifiestan los estudios, ciencias, ámbitos de conocimiento y prácticas abocados a rediseñar la forma en que el ser humano concibe su relación con el entorno, en el sentido más extenso del término. Con ello nos referimos a cuestiones ecológicas y biofísicas pero también a elementos estrechamente ligados a la responsabilidad ética y social de empresas e individuos, la planeación urbana, las políticas ambientales y la participación de la ciudadanía en la concepción y ejecución de las mismas, el diseño industrial, la arquitectura, la explotación de recursos naturales, la justicia social, el consumo responsable, la producción artística contemporánea, etc.

diseño y regeneración

Richard Buckminster Fuller ( 1895 – 1983)

“Si el éxito o el fracaso de este planeta dependiera de cómo soy y de lo que hago, ¿cómo sería?, ¿qué haría?”

El escenario planteado por quien fuera uno de los personajes más influyentes del siglo XX, no sólo por su trabajo en el campo de la ingeniería, la arquitectura y el diseño sino por su pensamiento visionario respecto al carácter efímero de los recursos naturales y a la necesidad de desarrollar una profunda conciencia ambiental en el seno de la sociedad, lanza un reto agudo y certero a cada uno de nosotros. Ahora, más que en cualquier otro momento, la gravedad del deterioro ambiental y sus múltiples consecuencias negativas, nos exige cuestionar el modelo de vida que seguimos y a ser conscientes de lo que éste implica para las generaciones futuras. Nos obliga asimismo a imaginar y a poner en práctica posibles vías de conocimiento y educación encaminadas a terminar con el recurrente afán del ser humano por desacoplarse de la naturaleza y sus ecosistemas.

La vida en la Tierra está formada por una increíble red de organismos interconectados, interdependientes, en proceso de cambio continuo.

El proyecto México Ciudad Futura propone la recuperación del lago de Texcoco como primer paso lógico para la sustentabilidad ambiental de la cuenca de México. Considera la construcción de un sistema de lagos y parques en una extensión de 20,000 hectáreas de la zona del antiguo lago; para que se constituya como el nuevo gran espacio público de la ciudad, donde se lleven a cabo los procesos de metabolismo urbano-ambiental que necesita esta metrópolis. El proyecto lograría, a través del correcto manejo del agua, otros importantes beneficios ecológicos como: la organización del crecimiento metropolitano, el mejoramiento de la calidad del aire, la multiplicación de los espacios verdes, el fomento de la micro economía, el adecuado manejo de los residuos, la distribución de servicios e infraestructura y, sobre todo, la posibilidad de la construcción colectiva del futuro.

Gustavo Lipkau/ FDU, Balances hidrológicos. 2010

El fracaso o éxito ecológico y económico de un proyecto sutentable depende de procesos dinámicos interrelacionados, que responden a principios y que ofrecen tanto oportunidades como limitaciones para su utilización. Puede ser evaluado, modelado, en cierta medida programado. Es una resultante o suma algebraica de cinco factores: H= humano, N= natural, F=financiero, S= social y P= físico.

Este descubrimiento llevó al surgimiento de PureBond® –tecnología de maderas laminadas y aglomeradas–, mostrando que la eficiencia de un producto y su desempeño ambiental pueden ir de la mano. La madera adherida con PureBond® no emite compuestos tóxicos volátiles.

La Ciudad de México en el 2010 ejemplifica de manera extrema las condiciones dominantes de la mega ciudad tercermundista: crecimiento descontrolado, desarrollo informal, contaminación, riesgos (de abasto de agua y de inundaciones), injusticia, y graves carencias de espacio público e infraestructura. Columbia forest products, Pure Bond Formaldehyde - free Technology

la posibilidad de un río por Jimena Torre

A menudo escuchamos diferentes voces decir que conocer nuestra historia resulta útil para evitar cometer los errores del pasado. Pero, ¿cómo puede afectar en tal objetivo la responsabilidad que aceptemos de esa historia, como miembros de la sociedad que la creó? El trágico devenir del sistema de ríos y lagos de la cuenca de México se nos presenta como una construcción histórica de sucesivas decisiones desafortunadas, desde la elección del pueblo mexica para situar su centro de poder en el islote de Tenochtitlán, y la obstinación de los gobiernos virreinales por aplastar los rescoldos de éste con la construcción de la nueva capital, hasta la cortedad de miras del México independiente en su afán por convertir la cuenca en un valle y consumir irresponsablemente sus recursos acuíferos a pesar de la existencia de voces científicas que llamaban la atención sobre la conservación del sistema hidrológico original, como la del barón von Humboldt en el siglo XIX y la de Nabor Carrillo con su Proyecto Texcoco cien años después. A lo largo de las últimas dos décadas se unen a estas voces los proyectos de la Vuelta a la Ciudad Lacustre o el Plan Maestro Integral de Rescate del río Magdalena, a favor de revertir parte de las acciones nocivas de nuestra ciudad contra los ríos y lagos de la cuenca. El río de la Magdalena nace en el manantial de Cieneguillas en la Sierra de las Cruces al poniente del D.F. y recala en llanuras coyoacanenses hasta perderse en el río Churubusco. Su cauce se nutre de escurrimientos pluviales y de manantiales aún activos, situación que lo coloca como el único río vivo restante de aquel gran conjunto que nutría al sistema de lagos de la cuenca.

Coyoacán, Capilla de San Antonio, ca. 1920. Fototeca Constantino Reyes-Valerio de la CNMH-CONACULTA-INAH-MEX.

La historia de este río es una muestra de las políticas hidrológicas que históricamente se han llevado a cabo en la capital. Repartida la bondad de su cauce con criterios parciales, en las riberas del Magdalena se apostaron las unidades productivas que dominaron los destinos de varios pueblos de la región debido a sus suelos fértiles para la agricultura, sus bosques para la explotación de la madera y una geografía propicia para la implantación de molinos, batanes y, más tarde, generadores de energía eléctrica, todos ellos aprovechando al máximo tanto la calidad del agua como su ímpetu. Hoy en día, esas industrias y las grandes haciendas han desaparecido engullidas por el desarrollo urbano. Nos queda un medio ambiente ecológico y humano completamente transformado, del cual aún sobreviven ciertos remanentes históricos, algunos como testigos mudos y otros en un estado de vida latente, como el propio río. Muchos de ellos nos llegan como

nombres que nos son cotidianos: el batán de Anzaldo; las fábricas de Contreras, la Magdalena, Santa Teresa y La Hormiga; las haciendas de Eslava, la Cañada, de Guadalupe y del Altillo; los huertos del Olivar de los Padres y del Colegio de San Ángel. Otros son inclusive restos físicos, reutilizados o incorporados patrimonialmente a la vida urbana moderna, como la fábrica de papel Loreto, el colegio carmelita de Chimalistac y sus puentes del siglo XVII, la capilla de Panzacola o los Viveros de Coyoacán. Todos ellos relacionados íntimamente con el río, del cual una extensión aún permanece viva en lo alto de la sierra y otra gran parte ha sido soterrada e incorporada a la red de drenaje urbano. El salvamento y la supervivencia del sistema de lagos y ríos de la cuenca de México requiere no sólo del conocimiento profundo de cómo funcionaban los subsistemas que dentro de ésta se desarrollaban, sino también de una consideración muy particular sobre la apreciación y el

De existir la posibilidad de una revitalización del río Magdalena o los lagos del oriente de la ciudad y su adaptación a la actual urbe, pasaría por una transformación de lo que representa histórica y actualmente para sus ciudadanos. La posibilidad de un cambio regenerativo existe si, como dijera Marc Bloch, utilizamos la historia no como un manual para el futuro sino como un campo de reflexión, escapando de la trampa generada por imaginarios culturales heredados e imaginando nuevas posibilidades de ciudad.

Es una cooperativa que nace con la idea de crear una organización propia de los apicultores, distinta, amplia, abierta, que capacita a sus socios para obtener una miel de excelente calidad, que la exporta directamente, que cuida el ambiente y que tiene como propósito mejorar la calidad de vida de todos sus participantes y de sus comunidades. México es rico en biodiversidad. Las abejas fortalecen el medio por la polinización que realizan. La cooperativa aprovecha estos recursos biológicos colectivos a la vez que fortalece los ecosistemas. Los apicultores orgánicos cuidan la naturaleza por principio y particularmente las flores, los ríos y manantiales de los que beben las abejas. Por eso la apicultura es considerada una de las actividades productivas más ecológicas. Cortesía Luis Enrique Castañón

¿cómo se extrae la miel? 1. La apicultura puede ser rústica o tecnificada. 2. La apicultura rústica se practica extrayendo la miel de panales silvestres, pero se destruye la colmena. Por eso es poco practicada. 3. La apicultura tecnificada consiste de una caja o colmena que contiene cuadros de madera con cera donde las abejas construyen sus panales. Se divide en cámara de cría (la caja de abajo que es más grande) y alzas. La cámara de cría tiene larvas o crías, abeja reina, zánganos, abejas obreras y el alimento que necesita la colonia. En las alzas se encuentra el excedente de miel que es lo que aprovechamos. Es muy importante colocar las colmenas en un lugar bien orientado con abundante floración y agua. 4. Cuando hay floración las abejas recogen el néctar para convertirlo en miel. Entonces los apicultores colocan unas cajas de 15 cm. de altura que se llaman alzas para que las abejas depositen ahí el excedente. 5. Cuando las abejas han llenado todos los panales de las alzas se realiza la cosecha quitando solamente las alzas llenas de miel. 6. Las alzas son llevadas a una sala de extracción donde se colocan los cuadros en una máquina centrífuga. 7. Luego se sedimenta en tanques para separar las basuritas.

Tizapán, ca. 1945. Fototeca Constantino Reyes-Valerio de la CNMH-CONACULTA-INAH-MEX.

8. Se envasa en la presentación que se necesite y se comercializa.

créditos y agradecimientos El Museo de Arte Moderno agradece a las siguientes personas, expositores e instituciones por su invaluable apoyo para la realización de la muestra Asteroide B612. Diseño regenerativo y balances ambientales: Ask Nature, Biomimicry Institute, Canal 22, Colección Jumex, Galería Labor, GODOYLAB, Instituto de Ecología/UNAM, Jardín Botánico de Culiacán, Max Wilgram Gallery. Raúl Cárdenas/ TOROLAB, Olafur Eliasson, Gilberto Esparza, Cynthia Hooper, Irene Kopelman, Anette Kuhn, Agnés Mèrat & Juan Miguel Gutiérrez, Fernando Ortega, Rafael Ortega, Pedro Reyes, Julian Rosefeldt, Thomas Struth/ Enrique Castañón, Emiliano García, Emiliano Godoy, Gustavo Lipkau, Rurik List, Guillermo Piñon, Juan Rovalo. Carlos Acosta, Rodrigo Alegre, Felipe Antúnez, María de la Luz Ayora, Pamela Echeverría, Flor de María González, Jorge Kanahuati, Jorge Lestrade, Renata Rivera, Santiago Sepúlveda. curaduría: Víctor Palacios coordinación y asistencia curatorial: Valentina García diseño museográfico: Rodrigo Luna diseño gráfico: Vladimir Zambrano

exposición · temporal colectiva · MAY 28 - OCT/ 10

significado del agua en los imaginarios culturales de la sociedad. El agua es y ha sido en nuestra cultura un elemento utilitario, su valor está supeditado a su provecho dentro de las cadenas económicamente productivas, y esto condiciona de manera inequívoca el modo en el que nos relacionamos con ella. ¿Es este el punto de partida para generar un cambio de actitud hacia el agua? ¿Es posible a través de ese cambio evitar el desperdicio inmoral de grandes cantidades de agua de lluvia, de reciclaje, o de ríos y fuentes subterráneas aún con vida? ¿En qué instancia práctica —necesaria en la realidad político económica actual— podemos colocar la factibilidad de rescatar ríos y lagos semiextintos dentro de un contexto urbano que los ha relegado a la inexistencia?

Imagen prospectiva de la ciudad de México 2080, Enrique Rosas

miel mexicana volcán Popocatépetl

Coyoacán, Capilla de San Antonio, ca. 1920. Fototeca Constantino Reyes-Valerio de la CNMH-CONACULTA-INAH-MEX.

La historia de este río es una muestra de las políticas hidrológicas que históricamente se han llevado a cabo en la capital. Repartida la bondad de su cauce con criterios parciales, en las riberas del Magdalena se apostaron las unidades productivas que dominaron los destinos de varios pueblos de la región debido a sus suelos fértiles para la agricultura, sus bosques para la explotación de la madera y una geografía propicia para la implantación de molinos, batanes y, más tarde, generadores de energía eléctrica, todos ellos aprovechando al máximo tanto la calidad del agua como su ímpetu. Hoy en día, esas industrias y las grandes haciendas han desaparecido engullidas por el desarrollo urbano. Nos queda un medio ambiente ecológico y humano completamente transformado, del cual aún sobreviven ciertos remanentes históricos, algunos como testigos mudos y otros en un estado de vida latente, como el propio río. Muchos de ellos nos llegan como

nombres que nos son cotidianos: el batán de Anzaldo; las fábricas de Contreras, la Magdalena, Santa Teresa y La Hormiga; las haciendas de Eslava, la Cañada, de Guadalupe y del Altillo; los huertos del Olivar de los Padres y del Colegio de San Ángel. Otros son inclusive restos físicos, reutilizados o incorporados patrimonialmente a la vida urbana moderna, como la fábrica de papel Loreto, el colegio carmelita de Chimalistac y sus puentes del siglo XVII, la capilla de Panzacola o los Viveros de Coyoacán. Todos ellos relacionados íntimamente con el río, del cual una extensión aún permanece viva en lo alto de la sierra y otra gran parte ha sido soterrada e incorporada a la red de drenaje urbano. El salvamento y la supervivencia del sistema de lagos y ríos de la cuenca de México requiere no sólo del conocimiento profundo de cómo funcionaban los subsistemas que dentro de ésta se desarrollaban, sino también de una consideración muy particular sobre la apreciación y el

De existir la posibilidad de una revitalización del río Magdalena o los lagos del oriente de la ciudad y su adaptación a la actual urbe, pasaría por una transformación de lo que representa histórica y actualmente para sus ciudadanos. La posibilidad de un cambio regenerativo existe si, como dijera Marc Bloch, utilizamos la historia no como un manual para el futuro sino como un campo de reflexión, escapando de la trampa generada por imaginarios culturales heredados e imaginando nuevas posibilidades de ciudad.

Es una cooperativa que nace con la idea de crear una organización propia de los apicultores, distinta, amplia, abierta, que capacita a sus socios para obtener una miel de excelente calidad, que la exporta directamente, que cuida el ambiente y que tiene como propósito mejorar la calidad de vida de todos sus participantes y de sus comunidades. México es rico en biodiversidad. Las abejas fortalecen el medio por la polinización que realizan. La cooperativa aprovecha estos recursos biológicos colectivos a la vez que fortalece los ecosistemas. Los apicultores orgánicos cuidan la naturaleza por principio y particularmente las flores, los ríos y manantiales de los que beben las abejas. Por eso la apicultura es considerada una de las actividades productivas más ecológicas. Cortesía Luis Enrique Castañón

¿cómo se extrae la miel? 1. La apicultura puede ser rústica o tecnificada. 2. La apicultura rústica se practica extrayendo la miel de panales silvestres, pero se destruye la colmena. Por eso es poco practicada. 3. La apicultura tecnificada consiste de una caja o colmena que contiene cuadros de madera con cera donde las abejas construyen sus panales. Se divide en cámara de cría (la caja de abajo que es más grande) y alzas. La cámara de cría tiene larvas o crías, abeja reina, zánganos, abejas obreras y el alimento que necesita la colonia. En las alzas se encuentra el excedente de miel que es lo que aprovechamos. Es muy importante colocar las colmenas en un lugar bien orientado con abundante floración y agua. 4. Cuando hay floración las abejas recogen el néctar para convertirlo en miel. Entonces los apicultores colocan unas cajas de 15 cm. de altura que se llaman alzas para que las abejas depositen ahí el excedente. 5. Cuando las abejas han llenado todos los panales de las alzas se realiza la cosecha quitando solamente las alzas llenas de miel. 6. Las alzas son llevadas a una sala de extracción donde se colocan los cuadros en una máquina centrífuga. 7. Luego se sedimenta en tanques para separar las basuritas.

Tizapán, ca. 1945. Fototeca Constantino Reyes-Valerio de la CNMH-CONACULTA-INAH-MEX.

8. Se envasa en la presentación que se necesite y se comercializa.

créditos y agradecimientos El Museo de Arte Moderno agradece a las siguientes personas, expositores e instituciones por su invaluable apoyo para la realización de la muestra Asteroide B612. Diseño regenerativo y balances ambientales: Ask Nature, Biomimicry Institute, Canal 22, Colección Jumex, Galería Labor, GODOYLAB, Instituto de Ecología/UNAM, Jardín Botánico de Culiacán, Max Wilgram Gallery. Raúl Cárdenas/ TOROLAB, Olafur Eliasson, Gilberto Esparza, Cynthia Hooper, Irene Kopelman, Anette Kuhn, Agnés Mèrat & Juan Miguel Gutiérrez, Fernando Ortega, Rafael Ortega, Pedro Reyes, Julian Rosefeldt, Thomas Struth/ Enrique Castañón, Emiliano García, Emiliano Godoy, Gustavo Lipkau, Rurik List, Guillermo Piñon, Juan Rovalo. Carlos Acosta, Rodrigo Alegre, Felipe Antúnez, María de la Luz Ayora, Pamela Echeverría, Flor de María González, Jorge Kanahuati, Jorge Lestrade, Renata Rivera, Santiago Sepúlveda. curaduría: Víctor Palacios coordinación y asistencia curatorial: Valentina García diseño museográfico: Rodrigo Luna diseño gráfico: Vladimir Zambrano

exposición · temporal colectiva · MAY 28 - OCT/ 10

significado del agua en los imaginarios culturales de la sociedad. El agua es y ha sido en nuestra cultura un elemento utilitario, su valor está supeditado a su provecho dentro de las cadenas económicamente productivas, y esto condiciona de manera inequívoca el modo en el que nos relacionamos con ella. ¿Es este el punto de partida para generar un cambio de actitud hacia el agua? ¿Es posible a través de ese cambio evitar el desperdicio inmoral de grandes cantidades de agua de lluvia, de reciclaje, o de ríos y fuentes subterráneas aún con vida? ¿En qué instancia práctica —necesaria en la realidad político económica actual— podemos colocar la factibilidad de rescatar ríos y lagos semiextintos dentro de un contexto urbano que los ha relegado a la inexistencia?

Imagen prospectiva de la ciudad de México 2080, Enrique Rosas

miel mexicana volcán Popocatépetl

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