“La poesía epigramática griega en su relación con la literatura romana: el tema amoroso”, en M. BRIOSO Y F.J. GONZÁLEZ PONCE (EDD.), Actitudes literarias en la Grecia Romana, Sevilla: Libros Pórtico, 1998, 93-121. ISBN: 84-7596-017-7.

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Descripción

ACTITUDESLITERARIAS EN LA GRECIAROMAI{A tA ponsÍr BprcRAvrÁucAGRTEcA ENsu RELEcTóN CON LA LITERATURA ROMANA: EL TEMAAMOROSO

GABRIEL LAGUNA MARISCAL T]MVERSIDAD DE EXTRBMADURA

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IA. POESÍA EPIGRAMA^TICA GRIEGA EN SU REIACTÓN coN rA LITERATTIRA ROMANA: EL TEMA AlroRoso GABRIEL LAGUNA MARISCAL .

UNIVERSIDADDE EXTREMADURA

I. PRELIMINARES Mi propósito es presentar un panorama diacrónico de la influencia del epigrama griego sobre la literatuÍa romana. Las ideas que se ofrecerán son fruto del trabaio realizado en el marco de un Proyecto de Investigación sobre motivos amorosos en la literatura Iatinal; restringiré mi exposición, en consecuencia, al tema amoroso, dejando a un lado otros ámbitos de contenido que el epigrama griego abordó en su larga historia, como el funerario, el votivo o el satírico. Queda rá también prácticamente al margen de mi estudio Marcial, aunque hoy se le considere el epigrumatista romano por excelencia; y ello, por dos razonesi porque MarciaI, que es un especialistadel epigtama satírico, en realidad apenas toca el tema amoroso, como tendré ocasión de comentar; y porque su deuda con el epigrama griego ya ha sido desmenuzada por numerosos autores, entre los que yo destaca(taa P. Laurens y a A. Ramírez deYergerz. Quizá sean necesariasdos observaciones más. La recepción del epigrama griego en la literaturalatina ha sido un aspecto bastante investigado, especialmente en las aportaciones de G. Giangrande3:no es mi propósito repetir lo dicho en discusiones previas, acumulando paralelos ya aducidos; antes bien, he rastreado algunos préstamos literarios que habían pasado inadvertidos o, al menos, cuya relevancia no se había ponderado suficientemente; con todo, no me he podido sustraer a la cita de algunos 1. Proyecto PB94-1084 de la DGICYT: " corvtus amatorium.' Temas, motivos y léxico amatorios en la literaútralatina desde Plauto hasta Apuleyo (s. III a.C.-s. II d.C.)". Deseo agrade-cersu amabilidad y hospitali_ dad a los profesores Francisco J. González ponce y Máximo Brioso sánchez. 2. P. Laurens, ttMartial et l'épigramme grecque du Ier siécle aprés J.-c.", REL 43 C96) 315_341,J. Fetnández \?lverde-A. Ramírez de verger en Marcial. Epigramas (Madrid IggD r 17-39 y passirn en las notas de ambos tomos. 3' Especialmente en "Sympotic literature and epigramt', en rtépigranxrnegrecque(Entretiens sur l,Antiquité classique. Tpme )flv) (Gen¿ve 1968) 91-777 y en "Los tópicoi helenísticós eÁ b elegia latina,,, Emerita 42 (1974) 1,-36.

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testimonios especialmente importantes, por mucho que hayan sido ya señalados.En segundo lugar, sobra decir que no aspiro a Ia exhaustividad: muy al contrario, dada la amplitud del período abarcado, me propongo realizar algunas calas en un fenómeno de grandes dimensiones como es el de la rqcepción del epigrama griego en Roma (summa sequarfastigia rerum). He procurado, eso sí, que los ejemplos presentados sean ilustrativos.

II. HISTORIA DEL EPIGRAMA GRIEGO 1. ANTECEDENTES Para empeza¡ un poco de historia. Es de sobra conocido que, como indica el nombre mismo del género (áníypappct = trtextosobre algo, inscripción"), el epigrama tuvo originalmente (en época arcaica griega) una finalidad práctica. Era una inscripción real, de carácterconmemorativo, votivo o sepulcral. Los primeros epigramasconservados, del siglo MII, están escritos en hexámetros dactílicos; posteriormente se introdujo el dístico elegíaco, que desde finales del siglo YI acabaúa por imponerse como metro casi obligado del epigrama. En época clásica (siglos V-IV) se siguen escribiendo epigramas inscripcionales, de autoúa predominantemente anónima.Las atribuciones de epigramasfunerarios a Simónides o Eurípides son muy dudosas; por otro lado, los epigramas de tema amoroso que se han transmitido atribuidos a Platón o Anacreonte parecen composiciones de época helenística.

2. ELEPIGRAMA HELEN1STICO Es el período helenístico el que más nos interesa. En este momento el género va a experimentar una transformación significativa: por un lado, y aunque se siguen escribiendo epigramas inscripcionales (esto es, con una finalidad práctica), por yez primera se componen epigramas literarios, destinaclosa Ia recitación en voz alta o a la lectura silenciosa. Y, por otro lado, aunque se mantiene el epigrama de tema sepulcral.y votivo, ahora el género se convierte en vehículo de expresión de sentimientos personales4.Fue Asclepíades de Samosel pionero o eúpetíq de este cambio de derrotero. De las dos escuelas que distinguiera R. Reitzensteint para el epigrama helenístico, la dórico-peloponésica (representada por Anite de Tegea y Leónidas de Tarento) no necesita ocupar nuestra atención, pues cultiva con preferencia el epigrama votivo y funerario, como recreación .hteraria de los orígenes inscripcionales del género. Fue la otra escuela,la jónico-alejandrina,la que desarrollaria preferentemente la temática amorosa y habúa de tener gran predicamento entre los escritoresromanos.

quese desamolló durantelos siglosIII de estaescuela, Losprincipales representantes 4. P. M. Fraser, Ptolemaic Alexandria

(Oxford 1972) | 567.

5 . C f . E p i g r a r n n x u n d s k o l i o n ( G i e s s e n I B 9 3 ) 1 2 1 s, s . y s u a r t í c u l o " E p i g r a m " e n R E 6 . T c o l s . 7 1 - 1 1 1 . O t r o s autores como P. M. Fraser recltazan esta teoría de las dos escuelas(cf . PtolemaicAlexandriall 802,n.7D.

LA PoESiA EPIGRAl,ancA

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y II en torno a la ciudad de Alejandría,fueron Asclepíadesde Samos,Calímaco, Posidipode Pelay Hédilo de Samos.

3. DIFUSION DEL EPIGMMA HELENÍSTICO Una cosa parece clara: la brevedad del epigrama literario va en contra de su difusión y conservaciÓn.(Imagínese un ejempio gráfico: un número de teléfono escrito aisladamenteen un papelito es tácil de perder). En cambio, y como ha comentado P. M. Fraser6,la compilaciones de epigramas en forma de antologías facilitanla difusión e incrementan las posibilidades de supervivencia de estos poemitas. (por seguir con el ejemplo propuesto: si el número de teléfono se anota en una agendatiene más posibilidades de conservarse y de que pueda ser consultado en el futuro). Consiguientemente,un factor que contribuyó decisivamente a la difusión del epigrama helenístico por el Mediterráneo grecorromano fue la compilaci6n de antologías7,tanto individuales como colectivas, pero especialmente éstas últimas. Tenemos noticia prácticamente segura de una Antología publicada a mediados del siglo III bajo el título de It¡póg ("montónrr)8,que incluiría una selección de epigramasde tres poetas que compartieron escuela literaria y círculo social: Asclepíades, Posidipo y Hédilo. Posiblemente esa Antología, u otra similar, circulara ya por la Roma del siglo II y propiciara una primera toma de contacto con el género entre escritores romanos como Ennio o Lucilio. Fue hacia el año 100 a.C. cuando el poeta Meleagro de Gadara compiló una antología con el título de Corona(Lr(fiavoO. La Corona de Meleagro incluía una amplia selección de unos 50 poetas pertenecientesa un largo período de cinco siglos, desde Ia época arcaica hasta el propio Meleagro, pero la parte del león se la llevaban los poetas helenísticos de los siglos III y II. Entre ellos, Asclepíades,Calímaco,Leónidas y el propio Meleagro. Hoy tenemos seguridad casi total de que esta colección fue conocida tempranamente en Roma, aunque no sabemos exactamente cómo: probablemente llegó importada por algún intelectual griego, como Arquías de Antioquíae o Antípatro de Sidón. No debe de ser casualidad que el primer escritor romano que imita fehacientemente el epigrama griego (como tendremos ocasión de ver después), e. Lutacio Cátulo, patrocinara a Arquías y a Antípatoto. 6. Ptolemaic Alexandria,I

608.

7 ' Sobre la impor-tancia de la publicación de antologías como instrumento de difusión y preservación de los epigramas, cf. P. M. Fraser, ptolemaic Alexandria, | 607_g. 8' Fue R. Reitzenstein es el que lanz6la teoría de la publicación de una antología de los tres poetas con el título de ltopóq (Epigramma und skolion, rol-2). Es cierro que dicho título plante a alguna dificultad semántica, pues viene a sugerir la (peyorativa) noción de "pila'i (esto es, "montán ldesorg"anizu¿oi'1. b. ahí que se hava postulado que el término sugiera más bien la noción positiva de ,,tesoro,,,como sinónimo aproximado de 0qoaupóq (M. coffey, en cRB0 (1966) 73 y P. M. Frase¡ ptolemaic Alexandria, II 801 n.72). 9' Es la hipótesis de J. Hubaux, res tbérnes bucoliques dans la poesie latine(Bruxelles-p i0. Según nos testimonia Cicerón, pro Arcb.3.6 y De Orat. 3.794, respecrivamente.

aris 1925) 26.

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El tema amoroso, uno de los filones más importantes de la Corona de Meleagro, propició que ésta se convirtiera rápidamente en una especie de tbesaurus de motivos amatorios. Como dice A. A. Day, "Greek literary epigram provided probably the most important single source of polished erotic and didactic themes"tt. Habria de tener gran influencia en la poesía amorosa escrita en Roma, y no sólo durante el período final de Ia República (siglo I a.C.), sino también durante los inicios del Principadorz. Por otro lado, se documenta un fenÓmeno interesante: la temática amorosa desarrollada en los epigramas griegos influye no sólo en el género epigramático tambiérl romano propiamente dicho sino, en virtud del llamado "cruce de género5rrt3, amoel tema tangencialmente, que aunque sea abordatán, en otros géneros poéticos la eleroso:1o veremos en la poesía polimétricay en los poemas largos de Catulo, en gía amorosa latina, en la lírica y en los Epodos de Horacio, en la poesía didáctica de Lucrecio y hasta en la lirica epidíctica de Marcial y Estacio. Hacia el año 40 d.C., Filipo de Tesalónica publica en Roma una segunda CoronA, que recogía epigramas de Ia generación de poetas siguiente a Meleagro. Lo que nos interesa destacar es que la mayoría de los autores de epigramas de esta generación, ya de época imperial, viven y escriben en Roma (lo que favorecerá decisivamente su influencia en la poesía latina). Como afirma P. Laurens, "desde el declive de Alejandúa el epigrama griego se escribe de hecho en Roma; y los nuevos poetas como Arquías, Filodemo, el segundo Antípatro [de Tesalónica), Crinágoras,Antífilo..., y más tarde Leónidas de Aleiandria o Lucilio, son todos o bien clientes de grandes gentes,o bien protegidos de la familia imperial"r¿.El tema amoroso pierde peso relativo en la Corona de Filipo, como ilustra el mismo Laurenslt, pues el tratamiento de los sentimientos amorosos se torna en mero ejercicio retórico. Encontramos ahora una visión más irónica y cínica del amoq algunos de cuyos ingredientes son la misoginia, la fúa codificación de las relaciones amorosas y el incremento de la pornografía y de la obscenidad. Una tercera generación de epigramatistas, que escribe en época de Nerón y después, es la protagonizada por Lucilio, Nicarco y Rufino. Cultivan predominantemente el epigrama satírico y obsceno; tuvieron una influencia determinante en Marcial, pero se mueven fuera de la lrbita temática que abordamos ahora: el amor. Amor al que ahora vamos a dedicar nuestra atención.

11. En Tbe origins of Latin loue-eleglt (Oxford 1938) (reimp. Hildesheim 1984) 705, 72. Como ha señalado también M. Fernández-GaIiano: "la Antología constituye y ha constituido siempre un inagotable repertorio de temas y modos literarios para los propios autores griegos primero, para los romanos después y, tras su redescubrimiento, para.foda la Literatura moderna, especialmente Ia de carácter amoroso y pastoril". (Antología Palatina [Epigramas helenísticos| lMadrid 1978] 2r. 73. El concepto de "Kreuzung der Gattungen" fue introducido, como es sabido, por'W. Kroll, en el capítulo del mismo nombre incluido en studien zum verstcindnis der rómiscben Literatur (Sttutgart 7924) 20224 (reimp. Darmstadt 1,97r. Para un tratamiento más reciente, cf. P. Fedeli, "Le intersezioni dei generi e dei modelli", en G. CavalIo, P. Fedeli, A. Giardina (edd.), Io spazio letterario di Roma Antica. Volume I. La produzione del /es¡o (Roma 198D 375-397. 74, P. Laur€ns, "Martial etl'épígramme grecque...", 318 (traducción mía). 15. "Martial et l'épigramme grecque...', 327-22.

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4, EL AMOR EN EL EPIGRAMA HELENÍSTTCO(Y SU RECEPCIÓNEN ROMA) Antes de caracterizar el amor en el epigrama alejandrino conviene hacer tres precisiones. El amor tratado en el epigrama griego es predominantemente bisexual, sin que pueda apreciarseuna diferencia de tono entre amor heterosexual y amor homosexual. Sí es cierto que, en medio de esa tónica bisexual, algunos autores se decantan por la relación heterosexual (así, Asclepíades),mientras que un poeta como Calímaco desarrolla exclusivamente el tema homosexualt6. La segunda precisión es que predomina en el epigrama alejandrino la mención promiscua de múltiples amantes. No encontramos la relaciln romántica exclusiva que asociamos con la elegía latina amorosau. Así, los poetas del siglo III a.C. (Asclepíades, Posidipo, Hédilo, Calímaco) nos hablan de sus múltiples relaciones y afectos con cierto distanciamiento irónico. Hemos de esperar hasta Meleagro, de finales del siglo II, para encontrar, por primera vez, una relación romántica y exclusiva, con implicación emocional. En ese sentido, Meleagro es el precedente inmediato de Catulo y de la elegía latina (Propercio, Tibulo). Volveremos sobre ello. Hemos de tener en cuenta, además, que los dos contextos o escenarios (no meramente literarios, sino reales) en que tiene lugar la relactón amorosa son el banquete (oupzróorov) y la ronda nocturna (x6¡roq)ra. Los dos ámbitos tendrán relevancia a la hora de configurar el universo temático del epigrama amoroso. Dicho lo cual, podemos caracterizarpor fin el amor en los epigramatistas griegos. Garrisonteha explicado que los epigramatistashelenísticos incluidos en la Corona de Meleagro muestran sentimientos encontrados ante el amor. Por un lado, se afirma el gozo de la vivencia amorosa;el amorse erige enrazón de serfundamental de Iavida, en la estela del famoso apotegma antiguo de Mimnermo: "¿Peroqué vida y qué placer existen sin la dorada Afrodita?" (frag. 1.1). Este aspecto se manifiesta, por ejemplo, en las exaltadas descripciones de la belleza de la persona amada (efebo o muchacha)zo. Pero, por otro lado, hay una conciencia del carácterpernicioso y destructivo del amor. Así, la manicJaimagen del "Amor dulciamargo,, (yl,urúrnKpoq "Epoq), que encontramos repetida ad nausearn en los epigramas helenísticos21,no es mera figura retÓrica: es el reflejo exacto de esa actitud ambivalente ante la afección amorosa. Si 16. Sobre las preferencias sexuales en el epigrama, cf.J.PérezCabrera, "preferenciasamorosas en el epigrama helenísticott,Fort!.tnatae7 (J99, 143-157. 77. Léase,sobre esta cuestión, P. M. Fraseq ptolemaic Alexandria,r 563. 18. Sobre estos dos escenarios del amor, cf. D. H. Garison, Mild frenzy. A reading of bellenistic loue epigram (Hermes: Einelschriften-Heft 41) (Viesbaden 1978) 22-25. 19, Lo mejor que he leído sobre la concepción del amor en el epigrama helenístico es su estudio: D. H. Garrison, "The world of love", en Mild frenzy..., 16-32. Un extenso elenco de temas puede leerse también en G. Giangrande, "Sympotic literature...".Muy recientemente un excelente compendio de tópicos amorosos, aunque se centra en la elegra erótica objetiva, toca también el epigrama y es útil para nuestros propósitos: E. Calderón Dorda, "Los tópicos eróticos en la elegía helenística', Emerita 65 Og97t I-1,j. 20. Cf. E. Calderón Dorda, "Los tópicos eróticos...",3. 21. El tópico, que se remonra a Safo (fr. 130 L.-p.), Eurípides (HiW.34B) y Teognis (l3jr, apareceen Ap 12.153(Asclepíades),5.734(posidipo), 1.63,7.4I9, I2.BI, t2.t09y IZ.t54 (Meleagro).En la poesía latina, cf. Plaut. Cist.69, Pseud.63, Catul 64.95,68.18 u Ov. am.2.9.26. Hay una monografia cledicadaal mismo: A. Carson, Eros tbe bittersueet. An essay (princeton 1936).

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queremos empezancon un ejemplo de la faceta optimista en la visión del amor, que habrá de tener eco también en la poesía latina, nada mejor que leer uno de los más hermosos epigramas de la Antología Palatina: el 5.169. Su autor fue Asclepíades de Samos,el epigramatista que ha sido considerado el "inventor del epigrama erótico alejandrinot'zz: 'HDü

0épouqDrryóvn Xrüv roróv, ñDü Db vaúrarq ár xer¡róvoe iDeiv eiaprvbv lr$avov' iiDrov D' ónórav Kpúqrn ¡ríc roüq Qr),éovraq Xl.ociva,rcci aivflrar Kúnprq úr' a¡rQorépcov. (AP 5.169 [AsclepíadesJ) "Grata es para el sediento el agua fresca en el estío, grato para eI marino contemplar luego del invierno la primaveral Corona Boreal. Pero más grato que una misma manta cubra a dos enamorados que veneran a Afrodita". (Trad. de M. Brioso, D. 2242t¡

El epigrama enfatiza la superioridad del amor sensual (o, más concretamente, de la relación sexual) sobre otros placeres de la vida mediante Ia anáfora ('Hñü..., iÓÚ..., íDrov...) y la estructuraconocida como "priamel", que es la exposición de "una serie de asertos separados que, por comparuciln o contraste, conducen a la idea que interesa primariamente al hablante", según la define E. Fránkelz¿.Asclepíadesse ha inspirado, parala estructura del priamel y el tema general (supremacía del amorz5),en el famoso fragmento de Safo en que la poetisa proclamaba que la persona amada es lo más hermoso que existe sobre la tierra (fr. 16 L.-P.).De unos versos del Agamenón de Esquilo (899-901) toma los términos figurados de la companci1n: el navegante, el sediento. Y añade de su cosecha la anáfora citada y el erotismo sensual del término final. 22. Cf . A. Cameron, en Tbe Oxford Classical Dictionary. Tbird edition (Oxford 7996) 757 s.u. "Asclepiades" (2). En la misma línea, P. M. Fraser comenta: "Asclepiades is a figure of great significance in the history of the epigram, since it is in his hands that it [...] becomes the vehicle of personal feelings and of portrayals of the most varied and passing experiences". (Ptolemaic Alexandria,I 560). N. Hopkinson estima que fue de gran importancia en el desarrollo del epigrama literario, porque inició temas que habrían de convertirse en clisés de la poesía erótica (A hellenistic antbologjt [Cambridge 79BB],244). Por su parte, G. O. Hutchinson indica cómo Asclepíades, junto a Posidipo, nrarcó Ia patta en temas y formas al eptgrama amoroso (Hellenistic poetry lOxford 1988/1266). 23. Todas las traducciones de epigramas que se incluyen de M. Brioso pertenecen a su obra Antología de la Poesía Erótica de la Grecia Antigua (Sevilla 1991). Se indica la corespondiente página de este libro. 24. Aeschylus. Agammenon (Oxford 19622),II 407 n. 3 @d Agalwnenon 899-902; traducción mía). Una monografía dedicada al priamel no estudia, sin embargo, el epigrama de Asclepíades: W. A. Race, Tbe classical priamelfrom Homer to Boetbius (Leiden 1982). 25. Sobre este tema, cf., no obstante, ei verso antes citado de Mimnermo (frag. 1, v. 1), a.sícomo otro epigrama helenístico del s. III: AP5,170 (Nóside).

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¿Y qué recepción tuvo este epigrama en la poesía latina? Creo que este poemita inspiró a Lucrecio el famoso comienzo del libro 2 de su De rerum naturd6. Lucrecio toma de Asclepíades la estructura del priamel y la anáfora con gradatio del ' mismo lexema' suaue...suaue...nil dulciLts= HDü... iEü 0b...,iiDrov D' (pues suaue es el equivalente exacto, semántica y etimológicamente, del griego t'fDú). Pero no ensalza el amor físico, sino el ideal filosófico de la ataraxia. Más importante es que Catulo adaptara el epigrama asclepiadeo en un pasaje de su poema 6g Gl que muchos autores consideran Ia poesía de transición entre el epigrama amoroso y la elegía amorosa latinazt). Veamos los versos 5I-69: nam) mihi quam dederit duplex Amathusia curam, scitis, et in quo me torruerit genere, cum tantum arderem quantum Trinacria rupes lymphaque in Oetaeis Malia Thermopylis, maesta neque assiduo tabescere lumina fletu cessarenttristique imbre madere genae. qualis in aerii perlucens vertice montis rivus muscoso prosilit a Iapide, qui cum de prona praeceps est valle volutus, per medium densi transit iter populi, dulce viatori lasso in sudore levamen, cum gravis exustos aestus hiulcat agros; ac velut in nigro iactatis turbine nautis lenius aspirans aura secunda venit iam prece Pollucis, iam Castoris implorata: tale fuit nobis Allius auxilium. is clausum lato patefecit limite campum, isque domum nobis isque dedit dominam, ad quam communes exerceremus amores.

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"Pues conocéis los sufrimientos que me causó la doble Amatusia y de qué maneta me abrasó, 26. Cf. Lucr. 2.1-9: SUAVE, mari magno turbantibus aequora uentis, e terra magnum alterius spectare laborem; non quia uexari quemquamst iucunda uoluptas, sed quibus ipse malis careas quia cernere suaue est. suaue etiam belli certamina magna tueri per campos instructa tua sine parte pericli. sed nil dulcius est, bene quam munita tenere edita doctrina sapientum templa serena, despicere unde queas alios passimque uidere. 27. Asi, ya A. \V. sü'heeler, tanto en "Catullus as an elegisttt, ffPb 26 (191, 155-184 como en Catullus and. tbe traditions of ancient poetry (Berkeley f%q Ul-74. posteriormente, son de la misma opinión A. A. Day, Tbe origins..., 108-11 y G. Luck, La elegía erótica latina (Sevilla 199D 63: "Desde muchos punros de vista, este poema representa el prototipo de la elegía erótica latina" (la primera edición es de 195D. Pueden leerse E. Pasoli, "Appunti sul ruolo del C. 68 di Catullo nell'origine dell'elegia latina,,, en A. Thill (dir.), 1'¿¡"fie romaine. Enracinement-Tbémes-Diffusion (Paris 19BO) 77-26 y J. Granarolo, "Carulle á I'origine de l'élegie latine?",ibid.27-36.

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cuando yo ardia tanto como Ia roca Trtnacria y la fuente de Malis en las Termópilas del Eta, y mis pobres ojos estaban siempre húmedos de llanto continuo y mis mejillas empapadas de sentidas lágrimas. Como un cristalino río que en la cima de una alta montaña brota de rocas cubiertas de musgo y, tras precipitarse corriendo hacia un valle en pendiente, fluye por caminos muy frecuentados, alivio agradecido para el viajero lleno de sudor, cuando el caluroso estío abre los campos requemados; y como a los marineros perdidos en medio de negro vendaval llega una corriente favorable que sopla suave en respuesta a sus plegarias a Cástor y Pólux: tal fue Ia ayuda que me ofreció Alio. Él me abrió sin límites un campo antes cerrado y me dio una dueña y una casa, donde poder compartir nuestro amor". (Trad. de A. Ramftez de Vergerzs) Catulo prescinde dela forma de priamel y de Ia anáfora,pero preserva la sustancia de los dos términos figurados (la fuente, los marineros) y la del término real (el amor físico). Incluso hay algún eco léxico de detalle, quizá inconsciente, pues dulce (61) evoca inequívocamente riDú; y nautis(63), a vaúratq, en cláusula del hexámetro. Creo, además, que ha entendido perfectamente la frase aivf rar Kúrptq isn'
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