LA PARTICIPACIÓN DE LOS CABALLEROS DE HÁBITO EN LAS EMPRESAS BÉLICAS DE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA: EL BATALLÓN DE LAS ÓRDENES (1640-1700)

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Descripción

II Encuentro de Jovenes Investigadores en Historia Moderna. Uneas recientes de investigacion en Historia Moderna

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La participaci6n de los caballeros de habito en las ernpresas belicas de la rnonarquia espanola: el Batallon de las Ordenes (1640-1700).

Agustin Jimenez Moreno URJC [email protected]

Resumen: A principios del ano 1640, y tras varios intentos infructuosos, se hizo realidad uno de los objetivos mas perseguidos por el Conde Duque de Olivares: la movilizacion de los caballeros de habito. Con ellos se formo una unidad de caballeria que paso a conocerse como el Batallon de las Ordenes. Aunque no fue capaz de conseguir un servicio personal de caracter masivo, el tiempo vino a demostrar su utilidad. A este respecto debe tenerse en cuenta que la presencia en el campo de batalla no era mas que una de las muchas formas en que se podia asistir al monarca, que tambien gozaban de una alta estimacion. Partiendo de este punto, y con el objetivo de cuestionar los planteamientos heredados de la historiografia tradicional, que inciden el abismo existente entre las Ordenes Militares y la profesion de las armas, pretendo abordar la evolucion y adaptacion de los servicios prestados por los caballeros de las Ordenes Militares durante el resto de la centuria. Palabras clave: Ordenes Militares; Conde Duque de Olivares, Caballeros de Habito; Servicio Militar; Caballeria.

Abstract: After several failures, in 1640 the Count Duke of Olivares reached one of his most desired: mobilizing the knights of Military Orders.With them was formed a cavalry troop was known as "Batallon de las Ordenes". Although not got a personal service on a massive scale, over time proved their worth. In this regard, it should be noted that the presence in the battlefield was just one of many ways in which the king could be served. From this point, and in order to challenge the inherited proposals from the traditional historiography, which focused on the gap between the Military Orders and war, I intend to analyze the evolution and transformation on services provided by "los caballeros de habito" during the rest of the seventeenth century. Key Words: Military Orders; Count Duke of Olivares; Knights of Military Orders; Military Service; Chivalry.

Ala hora de abordar este tema es complicado no dejarse influenciar por las ideas preconcebidas que sefialan la toma de Granada, y el fin de la Reconquista, como el momenta a partir de cual empez6 a disolverse el vinculo que unia alas

Ordenes

Militares con la profesi6n de Martel. Si bien pienso que la mayor parte de quienes

1 A. DOMINGUEZ ORTIZ (1955). "La movilizacion de la nobleza castellana en 1640". Anuario de Historia del Derecho Espanol, 25, pp. 799-823. E. BENITO RUANO (1956). "Las Ordenes Militares espaiiolas y la idea de Cruzada". Hispania, 62, pp. 3-15. M.A. LADERa QUESADA (1967). Castilla y fa

denunciaron

la progreslva

desmilitarizacion

de estas corporaciones

exageraban

intencionadamente la situacion, pues buscaban regresar a un pasado idilico que ya nunca volveria, y al mismo tiempo acaparar la mayor parte de las concesiones de habitos para gratificar a los soldados, no es menos cierto que conforme avanzo el Quinientos, y sobre todo en sus ultimas decadas, la dimension beIica habia quedado reducida a un plano testimoniat2. Esta fue la situacion que, con respecto a estas instituciones, se encontro el Conde Duque cuando irrumpio en la escena politica espanola a principios de la decada de los 20 del siglo XVII. Lo cierto es que este panorama tenia dificil acomodo dentro de sus

proyectos para configurar una nobleza de servicio, aspecto que consideraba capital si la monarquia espanola queria conservar su hegemonia. Por ese motivo desde que a1canzo el poder empezo a trabajar en dos aspectos: uno, recuperar el papel de las Ordenes Militares como milicias al servicio de la Corona; y dos, utilizar los babitos y las encomiendas en una triple direccion. En primer lugar como herramienta con la que remunerar servicios, sobre todo de naturaleza militar, sin tener en cuenta el origen de la persona que los habia realizado. Dos, como premio para conseguir que profesionales de las armas, con largas trayectorias a sus espaldas, se comprometieran a continuar sirviendo durante un numero variable de anos a cambio de recibir el babito. Y en ultimo lugar como senuelo gracias al cual animar a determinados perfiles, en particular a los cuadros inferiores del estamento privilegiado

0

vastagos de la nobleza titulada, a

iniciarse en esta profesion3. Para el tema que me ocupa me centrare en el primero de ellos, si bien ambos estan relacionados. En este sentido la inminencia del conflicto con

conquista del reino de Granada. Valladolid, pp. 135-140. A. ANTELO IGLESIAS (1967) "El ideal de cruzada en la Baja Edad Media peninsular". Cuadernos de Historia, 1, pp. 37-43. C. TORRES-FONTES suAREz (1977). "Rodrigo Tellez Giron, maestre de Calatrava". Miscelanea Medieval Murciana, 3, pp. 75-118. 2 Recuerdo dado a SM de Ramon Ezquerra, sabre las tres Ordenes Militares de Santiago, Calatrava y Alcantara, y ejercitar la nobleza de Espana. S.l., 28-11-1596. Biblioteca Nacional [En adelante BNE], Manuscritos [En adelante Mss], 904, fols. 169r-l72v. Batallon de los treinta y seis mil a caballo (...) S.f., s.l. Archivo General de Simancas [En adelante AGS], Estado, Leg. 493. Edicion modema: E. GARciA HERNAN (2005). Milicia general en la Edad Moderna. El Batall6n de D. Rafael de la Barreda y Figueroa. Madrid, pp. 101-116. Discurso sabre el ejercicio militar de las Ordenes Militares para la defensa de las costas de Africa. S.l, s.f. BNE, Mss, 9442, fols. 130r-140v. F. MURCIA DE LA LLANA (1624). Discurso politico del desempeno del reino, segura de la mar, y defensa de las costas de la Monarquia de Espana. Madrid. B. DE PENALOSA (1629). Libra de las cinco excelencias que despueblan a Espana para su mayor potencia y dilacion. Pamplona. 3 J.1. GlJTIERREZ NIETO (1990). "El reformismo social de Olivares". En J.H ELLIOTT y A. GARciA S."-.'-:Z (coords.). La Espana del Conde Duque de Olivares. Valladolid, pp. 419-441. A. JIMENEZ MOR£\O (2009). "En busca de una nobleza de servicio. EI Conde Duque de Olivares, la aristocracia y las Ordenes Militares (1621-1643)". En M. RIVERO RODRiGUEZ (coord.). Nobleza hispana, nobleza cristiana. La Orden de San Juan. Madrid, vol. I, pp. 209-256.

Francia motivo que desde 1634, y ante 1a eventualidad de un ataque enemigo en 1a frontera pirenaica, se disefiaran proyectos para convocar a los caballeros de las Ordenes Mi1itares de un modo muy parecido a como se hacia en tiempos medievales. No obstante se trataba de movilizaciones inscritas dentro de llamamientos generales al estamento privilegiado, que no empezaron a delimitarse hasta 10s afios siguientes, y que estaban supeditados a la presencia del monarca en el frente 4. La ruptura de las hostilidades entre ambas coronas, en mayo de 1635, motivo que se dinamizara este designi05. Dicho acontecimiento, junto con la invasion francesa de Guipuzcoa y el posterior sitio al que sometieron a Fuenterrabia6, convencieron a Olivares de la imperiosa necesidad de implicar a 10s caballeros de habito en la defensa de la frontera pirenaica, si bien se creyo conveniente destinar10s al frente catalan. Durante 10sultimos meses de 1638 y 1639 se fueron perfilando las lineas maestras de 10 que constituyo la convocatoria oficial de 10s caballeros de habito y comendadores en enero de 16407, quienes constituirian la unidad de caballeria que paso a conocerse como Batallon de las Ordenes8. Al igual que otras iniciativas aparecidas durante el ministerio

Instrucciones que han traido a la Junta de la Ejecltcion de las Prevenciones de la Defensa, tocantes a las comisiones que S.M mando encargar a diferentes ministros. S.l., s.f. (1634). AGS, Guerra Antigua [En adelante GA], Leg. 1099. Consulta que se tuvo en el aposento del conde duque, diciendo 10 que se Ie ofrece cerca de los inconvenientes que tendria dar luego principio alas levas. Madrid, 22-1-1635. AGS, GA, Leg. 1121. 5 Consulta de D. Juan de Chaves y Mendoza, en la que da cuenta de 10 que escriben algunos corregidores, acerca de la prevencion de los caballeros que han de salir sirviendo a S.M, en caso de ir personalmente a la guerra. Madrid, 21-12-1635. AGS, GA, Leg. 1150. 6 Consulta del Consejo de Estado y Guerra pleno, en la que representa a VM 10 que se podrci ordenar para socorrer a Navarra y Guipuzcoa, y 10 que se Ie ofrece para en caso de hacer entrada el enemigo con ejercito, con animo de sitiar alguna plaza de las de aquellas fronteras. Madrid, 30-6-1638. AGS, GA, Leg. 1218. Consulta del Consejo de Estado y Guerra pleno sobre las noticias que se han tenido, por D. Juan Chacon. del estado en que se halla la provincia de Guipuzcoa. y de 10 que conviene prevenir para su defensa. Madrid, 5-7-1638. AGS, GA, Leg. 1329. 7 Decreto sobre el servicio militar de los caballeros de habito. Madrid, 1-1-1640. BNE, Mss, 11.362, fols. 27r-28v. 8 Se trata de un tema al que la historiografia no ha prestado demasiada atenci6n. Hasta finales de la decada de los 80 del siglo XX las linicas excepciones fueron: A. DOMINGUEZ ORTIZ (1955). op. cit. L.P. WRIGHT (1982). "Las Ordenes Militares en la sociedad espanola de los siglos XVI y XVII. La encarnaci6n de una tradici6n hist6rica". En 1.H. ELLIOTT (ed.). Poder y Sociedad en la Espana de los Austrias. Barcelona, pp. 15-56. [Publicado par primera vez en Past and Present, nO43 (1969). pp. 34-70]. Posteriormente han aparecido otros trabajos que han profundizado en la participaci6n de los caballeros de habito en la guerra, entre los que destacan los siguientes: E. POSTIGO CASTELLANOS (1988). Honor y privilegio en la Corona de Castilla. El Consejo de las Ordenes y los caballeros de habito en el siglo XVII. Valladolid, sobre todo pp. 48, 96 y 214. E. POSTIGO CASTELLANOS (1989). "Notas para un fracaso: la convocatoria de las Ordenes Militares, 1640-1645". En Las Ordenes Militares en el Mediterraneo Occidental (Siglos XIII-XVIII). Madrid, pp. 397-414. F. FERNANDEZ IZQUIERDO (2004). "Los caballeros cruzados en el ejercito de la Monarquia Hispanica durante los siglos XVI y XVII: (,anhelo y realidad?". Revista de Historia Moderna. Anales de la Universidad de Alicante, 22, pp. 11-60. A. JIMENEZ MORENO (2009). "Poder central y poderes locales. EI cumplimiento de la convocatoria de los caballeros de habito del ano 1640 en Jerez de la Frontera". En J.1. BRAVO CARO y S. VILLAS TINOCO (eds.). Tradicion versus innovacion en la Espana Moderna. Malaga, vol. II; pp. 705-728. A. 4

de D. Gaspar de Guzman, el primer ministro opt6 porque la gesti6n de 10 relativo a la puesta en marcha de esta formaci6n comera por cuenta de una junta, en este caso la Junta de la Milicia de las Ordenes, compuesta por individuos de su maxima confianza9.

Al igual que en otros requerimientos dirigidos a consegulr la participaci6n personal del estamento privilegiado, en el caso de comendadores y caballeros de habito tambien se busc6 trocar dicha la obligaci6n de presentar un hidalgo sustituto por un pago en metalico. No obstante si algo caracteriz6 el proceso de formaci6n de la unidad durante los primeros meses fue la negativa de la Corona, encamada en el Conde Duque, a permitir cualquier innovaci6n al respectolO.

Pese alas

presiones recibidas para

autorizar la entrega de cierta cantidad de dinero en lugar de la presencia de un sustituto se mantuvo firme en su decisi6n, ya que consideraba que el aceptar esa modalidad asistencial supondria un duro golpe para la continuidad del Bata1l6n11. Esta insistencia revela uno de los objetivos que esperaba alcanzar con la formaci6n de esta unidad: explotar el efecto psico16gico que tendria sobre una poblaci6n sometida a numerosos sacrificios, y a la que aim se exigirian filis durante los afios siguientes, en terminos de prestigio y de ejemplaridad. Pero junto a tales consideraciones se encontraban las propiamente militares. A este respecto debe tenerse en cuenta que su instituci6n perseguia dos objetivos: el primero de ellos era insuflar nuevos brios al binomio Ordenes Militares-profesi6n de las armas; mientras que el segundo era ofrecer una oportunidad (sobre todo a hidalgos y a militares experimentados) de ingresar en estas milicias a traves de la asistencia personal en el campo de batalla. Esta dualidad escondia una de las paradojas que rode6 el establecimiento del Bata1l6n de las Ordenes, pues si bien se trataba de una fuerza donde el peso de la sangre adquiri6 un destacado papel, la piedra angular sobre la que se JIMENEZ MORENO (2011). Nobleza, guerra y servicio a la Corona. Los caballeros de habito en el siglo XVII. [recurso electronico], pp. 532-865. http://eprints.ucm.esI12051/1/T32672.pdf 9 Para esta responsabilidad escogio a ocho individuos: el conde de Monterrey y D. Antonio de Luna para centralizar todo 10 relacionado con 10s caballeros de Santiago; el conde de Castrillo y D, Diego de Cevallos se encargarian de Calatrava; el marques de Castrofuerte y D. Juan de Chacon de Alcantara; y finalmente D. Melchor Sisternes yD. Jeronimo de Villanueva se ocuparian de la orden de Montesa. J.F. BALTAR RODRIGUEZ (1998). Las Juntas de Gobierno en la monarquia hispanica (siglos XVI-XVII). Madrid, pp. 387-390. A. JIMENEZ MORENO (2011). op. cit. p. 531. 10 Papel del conde de Monterrey al secretario D. Gregorio de Tapia. Madrid, 4-3-1640. Archivo Historico Nacional [En adelante AHN], Ordenes Militares [En adelante OO.MM], Leg. 4642. 11 Decreto dirigido al conde de Monterrey. en el que se ordena no se admita dinero en lugar de los sustitutos de los comendadores y caballeros de las ordenes. Madrid, 5-3-1640. AHN, OO.MevI, Leg. 4642.

sustentaria todo este entramado fueron aquellos individuos con expenenCla en la milicia, sobre todo en la caballeria, la mayor parte de los cuales pertenecian el estamento llano. En mi opinion tal disyuntiva no era mas que un ejemplo practico de algo que llevaba debatiendose durante largo tiempo entre la intelectualidad de la epoca, y mas en concreto por los tratadistas nobiliarios: l,que conferia la verdadera nobleza: el . 1 ,. 12? ongen 0 os mentos . Pese alas dificultades que encontro la Junta de la Milicia de las Ordenes para conseguir que el Batallon fuera una realidad, 10 cierto es que tras ocho meses de duro trabajo se habia conseguido formar una unidad de caballeria integrada (entre caballeros y sustitutos) por algo mas de un millar de individuos 13. A este respecto considero que ese logro tiene que ser valorado de manera muy positiva, pues se habia conseguido algo que unas decadas antes parecia practicamente imposible: obligar a los caballeros y comendadores a que prestaran servicio militar

0,

al menos, que asumieran el coste de un

sustituto que 10 hiciera en su lugar. Los primeros testimonios de su presencia en el teatro de operaciones catalan datan de los primeros dias del mes de diciembre, y todos ellos mencionan como la unidad estuvo a la altura de las circunstancias, sobre todo en la toma de la poblacion de Cambrils (acontecimiento que se produjo el dia 15 del referido mes)14. Este exito supuso una merecida recompensa para el Conde Duque, pues justificaba todos los sinsabores padecidos para conseguir que los caballeros de las Ordenes Militares (bien por ellos mismos, bien mediante un sustituto) prestaran servicio en primera linea de combate. Se trataba de un triunfo en todos los sentidos, ya que demostro la validez de 12 A. DOMINGUEZ ORTIZ (1973). Las clases privilegiadas en la Espana del Antiguo Regimen. Madrid, pp. 185-197. J.I. GUTIERREZ NIETO (1973). "La estructura castizo-estamenta1 de la sociedad castellana del siglo XVI". Hispania, 125, pp. 519-563. J.A. MARA VALL (1979). Poder, honor y elites. Madrid, pp. 202-215. A. CARRASCO MARTINEZ (1998). "Herencia y virtud. Interpretaciones e imagenes de 10 nobi1iario en la segunda mitad del siglo XVI". En L. RIBOT y E. BELENGUER (coords.). Las sociedades ibericas y el mar a finales del siglo XVI. Tomo IV La Corona de Castilla. Madrid, pp. 231271. A. CARRASCO MARTINEZ (2004). "La formaci6n de los va10res nobi1iarios en e1 reinado de Isabella Cat6lica". Cuadernos de Investigacion Historica, 21, pp. 21-37. J.A. GUILLEN BERRENDERO (2007). La idea de nobleza en Castilla durante el reinado de Felipe II. Valladolid. J.A. GUILLEN BERRENDERO (2012). La Edad de la Nobleza. Identidad nobiliaria en Castilla y Portugal (1556-1621). Madrid. 13 Por razones de espacio no puedo extenderme en 10s pormenores de 1a formaci6n, ni en el proceso de selecci6n del alto mando y de 1a oficialidad que comandaria las compaiiias que integraron e1 Batall6n de las Ordenes. Para ello vease: A. ITMENEZ MORENO (2011). op. cit. pp. 542-565. 14 Marcha del ejercito desde Tortosa a Barcelona hasta retirarse a Tarragona. S.£., s.l. (principios de diciembre de 1640). BNE, Mss, 2371, fo1s. 121v-123r. F.M. de MELO (1645). Historia de los movimientos, separacion y guerra de Cataluna. San Vicente. [Edici6n de J. Estruch Tobella (1996). Madrid, pp. 283-285]. Diario de la guerra de Cataluna. BNE, Mss, 2371, fols. 160r-161r. Relacion de los sucesos de D. Alvaro de Quinones, teniente general de la caballeria de las Ordenes Militares, despues de la sublevacion de Cataluna, y 10 que ha obrado ... S.£., s.l., BNE, Mss, 2372, fo1. 311r.

sus propuestas no solo en el plano teorico, sino tambien en la pnictica. Esto fue posible porque su proyecto ofrecia alicientes, tanto a los caballeros que estaban dispuestos a acudir en persona, como sobre todo a los sustitutos (entre los que se inc1uian un importante nfunero de profesionales de la carrera de las armas, e individuos con vocacion castrense), que vieron en el servicio en esta fuerza montada una ocasion inmejorable para a1canzar los honores que se les negaban. De la mima manera, estos individuos podian llegar a constituirse como la nobleza de servicio que D. Gaspar tanto anhelaba. Pese a todo, al igual que en otras ocasiones el primer ministro saco conc1usiones excesivamente optimistas, que la propia dinamica de los acontecimientos se encargaria de devolver ala realidad. Uno de ellos fue el desgaste padecido por el Batallon durante su primera campana en el frente, tanto de sus efectivos humanos como de las monturas; aunque tambien el reyeS sufrido por las tropas realistas como consecuencia de la derrota de Montjuich, y el sitio al que las fuerzas franco-catalanas sometieron a Tarragona. Por ese motivo el estado que presentaba el Batallon de las Ordenes a principios del ano 1642 era muy delicado. Tal situacion era extensible a1resto de 1as fuerzas espano1as, y empeoro aim mas, cuando D. Pedro de Aragon, marques de Povar, fue derrotado y capturado por enemigo a finales de marzo cuando trataba de socorrer Perpinan15. Este acontecimiento termino por convencer al monarca de 1a necesidad de abandonar la Corte y dirigirse al teatro de operaciones catalan. No obstante 1a decision de partir hacia Aragon ya estaba tomada antes de este reves, pues unos dias antes de que se produjeran tan desgraciado acontecimiento se habia comunicado ala primera nobleza del Reino esta decision16, estableciendose como fecha de partida el dia 23 de abril17• La principal consecuencia que tuvo esta decision para los caballeros de habito fue la resolucion del monarca, a instancias de D. Jeronimo Diaz de Aux, marques de Carpinete, de formar una nueva unidad de caballeria compuesta por caballeros y sustitutos, que se encargaria de su proteccion mientras estuviera en campanal8. 15 Relacion del socorro que iba a los condados de Rose!lon y Cerdana a cargo de D. Pedro de Aragon. hermano del duque de Cardona y Segorbe, capitim general del ejercito de Aragon, del consejo supremo de Guerra, y de la !lave dorada de S.M (..) escrita por los capitanes Tomas de Lubiano, Gabriel Manrique, Pedro Portocarrero y Alfonso de Padilla. S.L 4-5-1645. BNE, Mss, 18.666/47. 16 A modo de ejempl0 vease: Carta del rey dirigida al conde de Fuensalida para que Ie acompane en su jornada a la Corona de Aragon. Madrid, 16-3-1642. SNAHN, Frfas, 26/5. 17 R.A. STRADLING (1989). Felipe IVy el gobierno de Espana (1621-1665). Madrid, pp. 312-314. [1 edicion inglesa: Cambridge University Press, 1988]. A. SIMON I TARRES (2010). "La Jomada Real de Catalufia que propicio la caida del Conde Duque de Olivares". Revista de Historia Moderna. Anales de la Universidad de Alicante, 28, pp. 235-268. 18 PapeI de D. Jeronimo Diaz de Aux. S.f., s.l. [mediados de marzo de 1642]. AHN, aO.MM, Leg. 4644.

3

Dos fueron las novedades con respecto a 10 acontecido en 1640: en primer lugar, que a partir de ese momenta se empezo a ver con mejores ojos el aceptar un pago en metalico en lugar del servicio personal. Se trataba un acuerdo ventajoso para ambas partes; en primer lugar la Corona podia pagar un combatiente profesional, cuya operatividad seria mayor que la de un individuo sin relacion con la milicia. Mientras que el caballero podria eximirse de esta obligacion mediante una contribucion economica, mucho mejor que acudir al frente19• Pienso que esta decision se produjo por el deseo de tramitar este asunto 10 antes posible, y por ese motivo equivalente

en vellon,

10

mas comodo seria exigir 120 ducados de plata,

a los caballeros

que no sirvieran

en persona20.

0

su

Este

acontecimiento es muy revelador de la direccion hacia la que se encaminaba la participacion de los miembros de las Ordenes Militares en el esfuerzo belico, pues se trata de una de las primeras muestras inequivocas de que la movilizacion de los caballeros de habito estaba evolucionando hacia una forma de tributacion encubierta. La segunda fue el esfuerzo de la Corona para conseguir que este proyecto saliera adelante, ofreciendo un habito a cambio de servir en el Batallon la campana de 1642, siempre y cuando se costeara su propia montura y el equipo de combate, aunque de nuevo se reservo esta inmejorable oportunidad a militares con experiencia y a los cuadros inferiores del estamento nobiliario. Lo sucedido ese ano echa por tierra uno de los argumentos mas empleados para explicar las dificultades militares de la monarquia espanola: la falta de hombres. A este respecto considero que debe elevarse a la primera linea todo 10 relacionado con la falta de incentivos y la inexistencia de un sistema de gratificacion de los servicios que hiciera atractiva la profesion de Marte. Una prueba de ello fue que la Junta de la Milicia de las Ordenes recibio mas de mil solicitudes de ingreso en el Batallon, viendose obligada a rechazar un buen numero de candidaturas21. Por otra parte, se debatio sobre la conveniencia de introducir alguna regulacion temporal al servicio prestado por los integrantes de esta unidad, planteandose la opcion de circunscribir su periodo de servicio a la presencia del monarca el frente, tras 10 cual 19 Decreto del rey. dirigido al conde de Onate. presidente del Consejo de Ordenes. sobre el llamamiento de los caballeros de habiro. y forma que han de servir los ocupados e impedidos en esta ocasion. Madrid, 30-3-1642. AHN, aO.MM, Leg, 4668. 20 Consulta de la Junta de la milicia de las Ordenes sobre 10que se ahora se ofi'ece en el llamamiento de los caballeros de habiro, conforme las 6rdenes que V.M tiene dadas. Madrid, 23-4-1642. AHN, OO.MM, Leg. 4668. 21 Consulta de la Junta de la Milicia de las Ordenes en la que representa que sera de sum a conveniencia se cumpla el ofrecimiento que se hace, por premia preciso. a los hijosdalgo y soldados que salieren a servir en el bata1l6n de ellas. Madrid, 5-5-1642. AHN, OO.MM, Leg. 4668.

estarian autorizados a regresar a sus casas. A pesar de todo no se contemplaba desmantelar totalmente

el Batallon, sino que se dejarfa operative un pequeno

contingente sobre el que organizarle para el ano siguiente, de un modo muy similar (en 10 relativo a los meses establecidos para permanecer en el frente) a como hacia la monarquia francesa con las unidades nobiliarias de caballeria 22. En mi opinion 10 mas importante de esta controversia es que evidencia la disparidad de planteamientos, en cuanto a las condiciones en las que debia realizarse el servicio militar que estaba obligado a prestar el segundo estado, entre el monarca y sus principales subditos. Si algo estaba claro era que el estamento privilegiado (en sentido amplio, desde grandes y titulos hasta hidalgos) no tenia ninglin deseo de tomar parte en conflictos belicos que acarrearan su presencia de forma permanente, pues seglin la legislacion vigente solo 23

debian hacerlo durante el tiempo que el rey estuviera en campana

.

Esto suponia que si

se incumplia la premisa que les obligaba a ello, no quedaba mas remedio que pactar 24

unas condiciones de servicio que fueran aceptables para ambas partes

.

Pero todas las esperanzas puestas en obtener una victoria decisiva ese ano se desvanecieron a principios del mes de octubre, cuando las fuerzas realistas fueron derrotadas en Lerida por los franco-catalanes. Este reves, y la situacion en que quedaron las tropas de Felipe IV, tuvieron unas consecuencias muy negativas para el Batallon de las Ordenes que a punto estuvieron de suponer su desaparicion. A este respecto a mediados de noviembre ya se habian suprimido algunas companias del cuerpo formado unos meses antes25. Si bien se llevaron a cabo otras actuaciones para garantizar su continuidad, pues se contaba con esta fuerza montada para el ano siguiente. Una de ellas fue fusionar ambos batallones en uno, compuesto por nueve companias y, con el objetivo de elevar la moral de sus integrantes, remitir a cada una de ellas una cedula de

Consufta de fa Junta de fa Milicia de las Ordenes sobre el titulo con que ha de gobernar el batallon de ellas ef sefior conde de Monterrey. Madrid, 16-5-1642. AHN, OO.MM, Leg. 4668. 23 B. de PENALOSA. op. Git. Fo!. 88r. 24 Vease: J. HERNANDEZ FRANCO Y S. MaUNA PUCHE (2004). "E1 retraimiento de 1a nobleza castellana con motivo de la guerra franco-espanola (1635-1648). El ejemplo contrapuesto del Reino de Murcia". Cuadernos de Historia Moderna, 29, pp. 111-130. A. JIMENEZ MORENO (2011). "Las repercusiones de la guerra sobre 10s privilegiados: el Escuadr6n de la Nobleza (1641-1643)". Estudios Humanisticos. Historia, 10, pp. 71-94. 25 Certijicacion del marques de La Hinojosa, maestre de campo general de los ejercitos de la Corona de Aragon, su lugarteniente general de toda fa caballeria de Espana, en que concede licencia al capitlm D. Juan Florez de Quinones. Alcaniz, 18-12-1642. AHN, aO.MM, Leg. 114(2), nO2.

22

habito con el nombre del beneficiario en blanco, para que fueran los capitanes quienes designaran al agraciado con este honor de entre los soldados mas benemeritos26. Esta decisi6n supuso asumir que se habia fracas ado en el objetivo de garantizar el ingreso en estas milicias a quienes se habian alistado a cambio de dicha distinci6n. En mi opini6n esto se debia a que la Corona no tenia capacidad suficiente para ello, y se vio forzada a reconocer que a pesar de haber servido a satisfacci6n, la mayor parte de ellos no recibirian el habito. Y ademas tuvo que hacer frente a la oposici6n del Consejo de Ordenes, pues este organismo estaba dispuesto a obstaculizar el despacho de las mercedes de individuos que no tenian unos origenes esclarecidos. Como alternativa se pens6 en reservar 10s empleos de alferez y teniente de las compafifas del Bata1l6n para gratificar a quienes hubieran militado en la unidad durante al menos dos campafias (a pesar de que no tuvieran los afios exigidos en las Ordenanzas Militares)27. A pesar de todo los testimonios recogidos en los ultimos dias de 1642 indican que ninguna de estas propuestas tuvo el exito esperado, pues el numero de abandonos de la unidad (tanto con permiso como sin el) aumentaban dia a dia. Pero las deserciones no solo se produjeron entre los individuos pertenecientes al estamento llano, sino que mucha "gente de calidad" retorn6 a sus localidades de origen28.

De cua1quier modo 10 acontecido ese afio supuso un punto de inflexi6n en 10 relativo al servicio militar de los caballeros de habito, pues a partir de entonces, y coincidiendo con la salida de Olivares de la vida poHtica29, se limit6 mucho mas la concesi6n de habitos a cambio de formar parte del Bata1l6n y esta asistencia comenz6 a transformarse en una figura impositiva mas. Asi se derog6 la obligatoriedad de prestar servicio personal, que pas6 a ser una opci6n voluntaria, y se instituy6 la obligatoriedad

Carta de D. Diego Brizuela Salcedo al marques de Leganes. Pina de Ebro, 19-12-1642. AHN, OO.MM, Leg. 4644. 27 Ibidem 28 Carta de D. Francisco de Unzueta, veedor y contador de la caballeria de las Ordenes, al secretario D. Gregorio de Tapia,. Belchite, 22-12-1642. AHN, OO.MM, Leg. 4644. 29 No obstante, y a diferencia de otras juntas creadas durante el ministerio de D. Gaspar de Guzman, se creyo conveniente que continuara trabajando. Se trata de una decision que pone de manifiesto que hasta sus mas acerrimos enemigos no tenian mas remedio que reconocer la validez de sus propuestas con respecto a la participacion de los caballeros de las Ordenes Militares en la defensa de la monarquia, pues habia conseguido algo que parecia inalcanzable unas decadas antes. Pese a todo no se trato de una decision consensuada, pues algunos de los miembros del organismo a quien se cometio evaluar la continuidad 0 la supresion de las juntas creadas durante el periodo olivarista propugnaron su desaparicion. Consulta de la Junta de Reformacion de juntas sobre 10 que se ha obrado hasta ahora. Madrid, 8-3-1643. AHN, Consejos, Leg. 12431. Sobre este proceso vease: J.F. BALTAR RODRIGUEZ. op. cit. pp. 89-102. 26

de depositar 300 ducados al recibir el habito, imposicion que solo podria eludirse sentando plaza en el Batallon (si bien poco despues se establecio que quedaran exentos quienes combatieran en los otros frentes que tenia abiertos la monarquia espanola). Otra de 1as medidas adoptadas, que confirma el cambio de tendencia hacia posiciones mucho mas restrictivas, fue el hecho de que durante los primeros meses de 1643 se para1izo otro de los expedientes acordados a finales de 1642: el ofrecimiento de un habito a todos aquellos caballeros que entregaran un hidalgo que 10s sustituyera (armado y pagado por 18 meses), antes de mediados del mes de febrero de 1643, merced que podrian hacer efectiva (sin ninglin tipo de limitacion) en la persona que creyeran oportuno. El movil que se encontraba detras de esta iniciativa era el deseo de asegurar la continuidad del Batallon, debido a los parcos rendimientos que ofrecian las rentas consignadas para este fin30. Lo cierto es que la preferencia del servicio monetario fue cada vez mayor, pues la Junta de la Milicia de las Ordenes debia hacer frente a los gastos de formacion de nuevas companias, asi como la recomposicion de las que estaban en activo, y sus fondos no eran suficientes para atender a todo. A ello hay que sumar la voracidad de la Corona, que en momentos concretos secuestro parte

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la

totalidad de sus ingresos para atender otros compromisos31. Pero esto no supuso el fin del Batallon como fuerza de combate, si bien obligo a replantarse los objetivos a conseguir. En este sentido se opto por unas metas mucho mas modestas que las contempladas en 1640, y gracias a ello la caballeria de las Ordenes Militares pudo continuar operativa durante e1resto de la centuria. A este respecto, tras la firma de la Paz de los Pirineos e1Batallon de las Ordenes estuvo presente en los ultimos anos de la guerra contra Portugal y participo en la batalla de Estremoz

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Ameixial,

acaecida el 8 de junio de 1663. En ella D. Antonio de Montenegro, que servia como

Carta del rey a D. Francisco Perez de los Cobos, caballero de la orden de Santiago, en que Ie ofrece un hdbito para la persona que designare, presentando un sustituto. Madrid, 28-12-1642. AHN, OO.MM, Leg. 4646. 31 Por ejemp10 en 1645, cuando se apropio de la de las cantidades abonadas por los caballeros de habito del Nuevo Mundo para la conservacion de la unidad. La razon aducida para ello era atender el pago de unos asientos suscritos por el conde de Castrillo con diferentes hombres de negocios sevillanos, para el abastecimiento de los ejercitos que combatian en la peninsula, parte de cuyo resarcimiento estaba consignado en la plata americana. Pero el cargamento desembarcado era inferior al de otros anos y no fue suficiente para liquidar las deudas, por 10 que la Corona embargo la totalidad de los metales precis os que arribaron dicho ano. Con tal decision la Junta de la Milicia de las Ordenes vio como desapareda de sus manos una cantidad en plata cercana a los 224.000 reales. Cedula del rey, dirigida al presidente de la Casa de la Contrataci6n, para que se entreguen al conde de Castrillo los 7.616.544 que han venido registrados en los galeones para el receptor de lajunta de la milicia de las Ordenes. Madrid, 23-2-1645. AHN, OO.MM, Leg. 4641 30

comisario general de la caballeria de las Ordenes, fue hecho pnslOnero por los portugueses junto con otros 4.000 hombres32. En 1668, una vez concluidas las operaciones en ese sector en virtud del Tratado de Lisboa, el Bata1l6n 0 Trozo de las Ordenes Militares, volvi6 a su antiguo destino donde particip6 en las guerras que enfrentaron a Espana y Francia, distinguiendose en la reconquista de Camprod6n (Gerona) en 168933. Ademas, el ano anterior, parte de esta unidad fue empleada en el socorro de Oran, que sufri6 un duro asedio entre los meses de abril y diciembre34. En esta ocasi6n su presencia estaba mas que justificada, pues se trataba de un enclave ubicado en tierra de infieles. Su periodo en activo tambien se prolong6 a la centuria siguiente, pero rebasa ellimite cronol6gico de este trabaj035. Mas alIa de si combati6 en tal

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cual batalla, considero que 10 verdaderamente

importante es que se consigui6 encontrar una f6rmula que asegurara la continuidad del Bata1l6n de las Ordenes, consistente en el ofrecimiento de habitos a individuos seleccionados (siempre con cuidado de no abrir demasiado la mana) y buscando integrar en sus filas a militares experimentados y a hidalgos aunque tambien a caballeros, ofreciendoseles otras mercedes, como habitos para familiares, empleos civiles 0 militares y ascensos. En funci6n de estos nuevos prop6sitos, el factor econ6mico adquiri6 cada vez mas peso. Por ese motivo no puede resuItar una sorpresa que unos anos mas tarde, en 1647, el poder real exigiera a la Junta de Milicia de las Ordenes que dispusiera un numero variable de caballos con cargo a sus rentas, para la conservaci6n de la unidad36. Esta nueva petici6n parecia responder mejor alas necesidades de la monarquia, pues cada vez habia mas necesidad de monturas para 10s soldados y era mas dificil aprestarlos37. Si bien este modo de servicio no tuvo una existencia longeva, pues Relacion de la famosa y memorable victoria que el ejercito del rey de Portugal, gobernado por el conde de Villaflor, D. Sancho Manuel, alcanzo del rey de Castilla, gobernado por su hijo D. Juan de Austria, en laprovincia del Alentejo, en 8 dejunio de 1663 (... ). S.f, s.l. BNE, Mss, 11.021, fols. 313r327v. 33 Relacion de los servicios de D. Jose de Salazar, caballero de la orden de Santiago y comisario general del Trozo de ellas. S.l., s.f. (1694). Archivo General de Indias [En adelante AGI], Indiferente, Leg. 130/66. 34 Relacion de los servicios del capitlm de caballos corazas D. Pedro Sancho Gonzalez del Valle y Miranda. Madrid, 12-12-1690. AGI, Indiferente, Leg. 1321108. 35 lA SAMANIEGO (1738). Disertacion sobre la antigiiedad de los regimientos de infanteria, caballeria y dragones de Espana. Madrid. [Edicion de: M. Gomez Ruiz y V. Alonso Juanola (1992) pp. 145-148]. S. Ma de SOTTO Y ABACH (1853). Historia organica de las armas de in[anteria y caballeria desde la creacion del ejercito permanente hasta el dia. Madrid, vol. lV, pp. 462-475. F. FERNANDEZ IZQUIERDO. op. eft. pp. 47-52. 36 Orden de S.M, dirigida al presidente del Consejo de Ordenes, para que la Junta de la Milicia de ellas de 200 caballos para la campana del ano que viene. Madrid, 11-12-1646. AHN, OO.MM, Leg. 4669. 37 Sobre la escasez de caballos para su uso militar vease: R.A. STRADLING (1984). "Spain's military failure and the supply of horses, 1600-1660". History, 226, pp. 208-221. 32

a mediados de 1651, e invocando 1a importancia de prevenir los fondos necesarios para afrontar con exito el asedio de Barcelona, se participo a los consejos de 1a monarquia que cada uno de ellos debia aportar una suma en metalico. En el caso de la Junta de la Milicia de las Ordenes, la peticion fue cursada a traves de su organismo nodriza: el Consejo de Ordenes. No obstante este descargo gran parte del servicio solicitado sobre los fondos de aquella38. En un principio se trato de una medida extraordinaria, al modo de 10 acontecido en anos anteriores, en esta ocasion motivada por la necesidad de golpear decisivamente a los rebeldes tomando su capital, pero desde la administracion real se empezo a p1antear 1aposibilidad de sustituir definitivamente 1a entrega de los equinos por un pago en efectivo; si bien no fue hasta el ano 1655 cuando se oficializo. Tras esta medida se encuentran las dificultades economicas de la monarquia espanola para atender a sus compromisos militares, pero tambien su incapacidad para satisfacer sus necesidades logisticas, que debian ser resueltas (a1 menos en parte) por contratistas privados39. Por ese motivo, a principios de 1655 dieron instrucciones tanto a la Junta como al Consejo para que en lugar de las monturas que debian prevenir, reunieran su equivalente en dinero y 10 pusieran a disposicion de D. Sebastian Cortizos40, quien se encargaria de proveerlos41. Desde un punto de vista practico se trataba de la opcion mas favorable para ambas partes, pues con ella se relevaba a la Junta de la Milicia de las Ordenes del engorro de juntar las monturas por sus propios medios, limitandose a una contribucion de naturaleza monetaria. Ademas con esta decision se trataba de legalizar una practica que ya estaba rea1izando con anterioridad: la entrega de esta partida a asentistas de la

38 Consulta del Consejo de Ordenes en la que representa 10 que se Ie ofrece sabre el servicio de los 200.000 escudos en plata solicitado alas consejos para el asedio de Barcelona. Madrid, 22-8-1651. AHN, OO.MM, Leg. 6347. 39 Sobre esta cuesti6n vease: LA.A. THOMPSON (1981). Guerra y decadencia: Gobierno y administracion en la Espana de los Austrias, 1560-1620. Barcelona, pp. 375-390. [1" edici6n en ing1es: Londres, 1976]. LA.A. THOMPSON (1990). "Aspectos de 1a organizaci6n naval y militar durante e1 ministerio de Olivares". En l.H. ELLIOTT Y A. GARCIA SANZ (coords.). op. cit. pp. 251-274. 40 • • C. SANZ AYAN (1989). Los banqueros de Carlos 11. Valladolid, pp. 176-178. C. SANZ AYAN (2002). "Conso1idaci6n y destrucci6n de patrimonios financieros en 1a Edad Modema: Los Cortizos (1630-1715)". En R. ROBLEDO HERNANDEZ Y H. CASADO SOTO (coords.). Fortuna y negocios: formacion y gestion de los grandes patrimonios (siglos XVI-XX). Vallado1id, pp. 73-98. 41 Decreta de S.M, para que la Junta de la milicia de las Ordenes disponga los medias mas prontos y efectivos para la remonta de 120 caballos para la caballeria de Cataluna, y que se entregue a D. Sebastian de Cortizos el dinero que importaren. Madrid, 27-2-1655. AHN, OO.MM, Leg. 4649. Decreto de S.M para que el Consejo de las Ordenes Ie sirva can 50 caballos para la remonta de fa cabafleria de Catafuna, y que se entregue a D. Sebastian Cortizos el dinero que importare. Madrid, 27-2-1655. AI-IN, OO.MM, Leg. 4670.

Corona como parte del pago pOI los servicios que habian corrido por su cuenta 42. De la misma manera, Cortizos era un empresario con experiencia en el suministro de caballos para el ejercito, pues durante los ailos anteriores se habia encargado de su envio tanto a Cataluila como a Portuga143, y 10 inteligente seria aprovechar su peri cia en la materia para acortar los plazos de entrega. Vista la concomitancia de intereses entre todas las partes el acuerdo era inminente, de modo que a partir de ese momenta la Junta quedaba relevada de su contribucion equina a cambio de entregar a este hombre de negocios una cantidad anual, tasada en 200.000 reales (0 20.000 escudos) de vellon, en teoria para proporcionar corceles alas fuerzas montadas de la monarquia44.

Pese a tratarse de una iniciativa satisfactoria para todos, y que posiblemente era la que mejor se adaptaba alas circunstancias, debe tenerse en cuenta otra perspectiva: los efectos psicologicos que tendria esta decision sobre el prestigio de la unidad. Como ya he referido, la importancia de esta materia era capital en todo 10 relacionado con las milicias catolicas, y dicha decision acarreaba que el organismo encargado de gestionar el servicio armado de los caballeros de habito quedaba reducido a poco mas que un recaudador de impuestos, sin ninglin control sobre los fondos aprestados pues estos irian a parar a un asentista sin ninguna vinculacion con ella (mas aHa de la meramente financiera). Con todo aun quedaba un escalon por descender en la devaluacion de la idea original, circunstancia que se produjo en 1666. Ese ailo, con la excusa de atender un compromiso de la Corona, la Real Hacienda se apropio de la contribucion de la Junta. Se trataba de un prestamo ade1antado a la regente Mariana de Austria, consistente en 100.000 escudos de vellon, para costear el viaje de la infanta Margarita Teresa a Viena, donde contraeria matrimonio con su tio, el Emperador Leopoldo 1. Y entre las

Por ejemplo, entre 1650 y 1655 el propio D. Sebastian Cortizos y su hermano Manuel percibieron 873.000 reales de ve1l6n, procedentes de los fondos de la junta, para satisfacer el pago de monturas y otros suministros para la caballeria del ejercito de Cataluna. Refacion de fos maravedies entregados pOl' fa Junta de fa Caballeria de fas Ordenes a Manuel y D. Sebastilm Cortizos de Villasante, hermanos, caballeros de fa de Calatrava. S.f., s.l. (mediados de 1655). AHN, OO.MM, Leg. 4738. 43 C. SANZ AYAN (1989). op. cit. pp. 34-35 y 176-178. 44 Decreto para que ef presidente del Consejo de las Ordenes, y de la Junta de fa Milicia de ellas, entregue a D. Sebastian Cortizos 200.000 reales de ve1l6n, en lugar de los 120 caballos que habia de dar para la remonta de fa caballeria. Madrid, 22-10-1655. AHN, OO.MM, Leg. 4738. 42

rentas consignadas para su devoluci6n se encontraban los 200.000 reales que debia entregar la Junta de la Milicia de las Ordenes 45. A pesar de todo, 10 que de nuevo iba a ser algo puntual se convirti6 en un hecho consumado. Pues desde entonces fue utilizada para atender obligaciones que no tenian relaci6n con la caballeria y, en ocasiones, para financiar gastos ajenos al presupuesto militar. Por ejemplo, en 1671 fue a obligada a contribuir con 22.000 reales (ademas de 10s 200.000 ordinarios) para financiar los gastos ocasionados para conseguir la canonizacion de Fernando III el Sant046. Y ese mismo ano tuvo que hacer frente a la mas cuantiosa de todas, pues con motivo del ataque de Henry Morgan sobre la ciudad de ciudad Panama, se solicit6 a 10s consejos una contribuci6n extraordinaria con la que financiar una flota de socorro con la que acudir a la defensa de estas posesiones, que en su caso se tradujo en 1aaportaci6n de otros 440.000 reales47. Pero el punto culminante de esta politica de intromisiones se produjo en 1690, ano en el que se tom6 la decision se utilizar parte de su consignaci6n, correspondiente a 1691, para costear los trabajos de reparaci6n del palacio de El Pardo y el adecentamiento del personal asignado 48. A la Junta no Ie qued6 mas remedio que acceder a esta pretensi6n yentreg6 la cantidad solicitada (aunque solo para costear las obras). Sin embargo represento su malestar por 10 que a su juicio una actuaci6n irregular, pues con tales practicas se devaluaba (todavia mas) la causa que justificaba dicha contribuci6n. A pesar de haberse salido con la suya, Carlos II sabia que habia cometido una irregularidad. Por ese motivo orden6 que la cantidad tomada para ese fin fuera restituida al ano siguiente y, sobre todo, que bajo ninguna circunstancia se reyelase en que se habia utilizado, pues todos debian pensar que destinaria a gastos militares 49. Pese a que decisiones de esa naturaleza amenazaban con echar por tierra el poco prestigio que aun quedaba a la participacion de los caballeros de habito en la defensa de la monarquia, a principios de 1697 se puso en marcha un proyecto que se acercaba ~s Copia del asiento firmado con Juan Bautista de Benavente, para que provea 100.000 escudos de vell6n para lajornada de la serenisima senora emperatriz de Alemania, y apresto de la Armada. Madrid, 1-11666. AHN, OO.MM, Leg. 4649. -'
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