LA INSERCIÓN EN EL CUENTAPROPISMO EN CUBA: EL PAPEL DE LOS CONTACTOS PERSONALES Y DE LA AFILIACIÓN AL PARTIDO COMUNISTA

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LA INSERCIÓN EN EL CUENTAPROPISMO EN CUBA: EL PAPEL DE LOS CONTACTOS PERSONALES Y DE LA AFILIACIÓN AL PARTIDO COMUNISTA Sara Romanò y Dayma Echevarría León

Sara Romanò, PhD Post-doc, Departamento de Cultures, Politica y Sociedad Universidad de Torino (Italia) [email protected] LASA member ID: 44303 Dayma Echevarría León, PhD Profesora Auxiliar, Centro de Estudios de la Economía Cubana Universidad de La Habana (Cuba) [email protected] LASA member ID: 15685

Prepared for delivery at the 2015 Congress of the Latin American Studies Association, San Juan, Puerto Rico, May 27 - 30, 2015. Cuba en tiempos de Raúl Castro: tendencias y nuevos desarrollos into the Track: Political Institutions and Processes

Resumen: Diferentes estudios sobre la movilidad social en las economías en transición analizan el papel de la pertenencia al partido y el uso de la red personal en los procesos para llegar a estatus más altos. Los resultados sugieren que con el surgimiento del mercado, los miembros del partido (Staniszkis 1991, Rona-Tas 1994) y los que acuden a sus contactos para finalizar la búsqueda de trabajo (Gerber 2010) tienen más oportunidades de conseguir posiciones ventajosas. Este artículo explora cuantitativamente la relación entre la inserción en el cuentapropismo y la pertenencia al partido así como el uso de los contactos personales en Cuba. El muestreo se compone de trabajadores estatales y por cuenta propia de La Habana (N = 228). Nuestros resultados indican que (1) la pertenencia al partido no ofrece adicionales probabilidades de entrar en el sector privado y que (2) es una práctica bastante común acudir a los contactos personales, especialmente a los vínculos fuertes, para conseguir un empleo sea en el sector privado o en el estatal. Este último resultado es coherente con la teoría de la fuerza de los vínculos fuertes en los países socialistas bajo reformas (Bian 2002) y con los primeros resultados del estudio de movilidad social del Centro de Estudios Psicológicos y Sociológicos (CIPS) (Espina-Prieto 2012).

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A MODO DE INTRODUCCIÓN En la actualidad, la sociedad cubana está enfrentando un grupo de reformas asociadas al proceso de actualización del modelo económico y social. Las medidas adoptadas repercuten en gran medida en el tejido social, reconfigurando relaciones sociales, que en ocasiones se constituyen como oportunidades para promover la equidad pero en otras resultan desafíos a este principio, ya que, para el logro de posiciones ventajosas en lo económico y en lo social, pueden estar influyendo un grupo de variables poco relacionadas con los aportes individuales a la sociedad. Diferentes estudios sobre la movilidad social en las economías en transición analizan el papel de la pertenencia al Partido y el uso de la red personal en los procesos para llegar a estatus más altos. Los resultados sugieren que con el surgimiento del mercado, los miembros del Partido (Staniszkis 1991, Rona-Tas 1994) y los que acuden a sus contactos para finalizar la búsqueda de trabajo (Gerber 2010) tienen más oportunidades de conseguir posiciones ventajosas. El presente trabajo analiza el período inmediato a la aplicación de las reformas del proceso de actualización, es decir los años 2010-2011 y fue guiado por la pregunta de investigación: ¿cómo los individuos logran tales posiciones ventajosas? En el mercado del trabajo cubano, la inserción y desarrollo del trabajo por cuenta propia ofrece posiciones económicamente ventajosas (Espina-Prieto 2012) y es en este grupo en que se enfoca el estudio. Este grupo, junto a otros, emerge de las reformas de la década de los años 90 como uno de los grupos que componen el cada vez más heterogéneo escenario social. Este artículo explora cuantitativamente la relación entre la inserción en el cuentapropismo y la pertenencia al Partido así como el uso de los contactos personales en Cuba. El muestreo se compone de trabajadores estatales y por cuenta propia de La Habana (N = 228). Nuestros resultados indican que (1) la pertenencia al Partido no ofrece probabilidades adicionales de entrar en el sector por cuenta propia y que (2) es una práctica bastante común acudir a los contactos personales, especialmente a los vínculos fuertes, para conseguir un empleo sea en el sector privado o en el estatal. Este último resultado es coherente con la teoría sobre la fuerza de los vínculos fuertes en los países socialistas bajo reformas (Bian 2002) y con los primeros resultados del estudio de movilidad social del Centro de Estudios Psicológicos y Sociológicos (CIPS) (Espina-Prieto 2012).

CONTEXTO SOCIOECONÓMICO RESULTANTE DE LAS MEDIAS DE LOS 90´s En la década de los 90 para enfrentar la profunda crisis causada por el colapso de la URSS, el gobierno cubano dio prioridad a la reconstrucción del sector turístico internacional y el desarrollo de los servicios de telecomunicaciones y la minería de níquel (Pérez-Villanueva, 2004). Para tal fin, fueron impulsadas políticas destinadas a atraer inversiones extranjeras directas, principalmente de Canadá y Europa. Al mismo tiempo, el gobierno cubano legalizó nuevas formas de trabajo por cuenta-propia1 en el doble intento de impulsar la productividad e incorporar una parte de la creciente economía informal a la economía formal (Henken, 2005). Como resultado de la crisis y las reformas, las estructuras socioeconómicas cubanas han cambiado: aparecieron nuevos sectores económicos, los llamados sectores emergentes2. Por otra parte, la desigualdad comenzó a crecer y un proceso de re-estratificación social se produjo (Ranis y Kosak, 2004; Mesa-Lago, 2004; Espina Prieto, 2004; Romanò, 2012). Precedentes estudios sobre la desigualdad muestran que en el mercado laboral cubano, los sectores emergentes generalmente 1

El Decreto Ley 141 de 1992 amplió la gama de actividades que se pueden ejercer por cuenta. Se refiere a aquellos sectores que presentan un crecimiento –ya sea en volumen de dinero o en empleo- mayor que el resto. En la década de los años 90´s el sector privado y los sectores estatales relacionados con las exportaciones o con el mercado interior en divisas y en términos más generales, los sectores de los servicios y primarios que se expandierontuvieron ese comportamiento, mientras el sector secundario decayó (Espina Prieto y Togores-González, 2012) 2

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ofrecen las ocupaciones económicamente más ventajosas (Espina-Prieto, 2004, 2005, 2008, 2010; Espina-Prieto y Togores-González, 2012; Zabala, 2010; Henken, 2000, 2002, 2008; Corrales, 2004. Martin y Capote, 1997). Efectivamente, un estudio realizado por el CIPS, sobre las percepciones de los sujetos relativas a la movilidad social, señala que, según los cubanos, llegar a una ocupación en los sectores emergentes constituye una forma de hacer movilidad ascendente (Espina Prieto y Togores-González, 2012). Por lo tanto, en este artículo se considera una ocupación en el sector emergente en términos de económicamente ventajoso o deseable. En las estructuras socio-económicas en evolución que se han descrito brevemente más arriba, el control de los recursos específicos (es decir, capital social, humano y económico) ha permitido a algunos individuos conseguir ocupaciones en los sectores emergentes estatales o nuevas formas de empleo, mientras los otros que carecían de tal control, mantuvieron sus posiciones en los sectores tradicionales. En el mercado laboral cubano las posiciones económicamente más ventajosas no necesariamente coinciden con las más prestigiosas; por lo tanto, el Gobierno estableció y reforzó durante finales de la década de los años 90 y los 2000 las restricciones que limitan los cambios de trabajo entre los Ministerios para evitar que, como vía de aumentar sus ingresos, los técnicos o los profesionales de los sectores tradicionales (es decir, los médicos y otros trabajadores de la salud, profesores y maestros) migraran de forma masiva e incontrolada hacia los empleos menos calificados pero más lucrativos. Teniendo en cuenta tales factores básicos descritos arriba, este artículo se propone responder a la siguiente pregunta: ¿cómo las personas llegan a insertarse en el trabajo por cuenta propia, como una de las actividades más remunerativas? Para responder a esta pregunta el presente artículo se focalizará en el papel de la afiliación a un Partido y de las redes personales. Antes de formular las hipótesis, se revisará la literatura sobre la desigualdad en las sociedades socialistas en transición así como en la sociedad cubana.

ANTECEDENTES TEORICO Y EMPIRICO ACERCA DE LA MOVILIDAD SOCIAL EN LAS SOCIEDADES SOCIALISTAS Y EN TRANSICIÓN Aunque el estudio de la movilidad social tiene en una larga tradición en la sociología, los estudios de movilidad social carecen de una tradición en Cuba. (Espina-Prieto, 2012). Los estudios tradicionales sobre la movilidad social desarrollan modelos estadísticos para estimar los efectos de los diferentes atributos individuales (por lo general, el origen social, la educación alcanzada, sexo, raza) para explicar la posición social alcanzada (Marshall, 1998; Goldthorpe, 2007). La literatura sobre la movilidad social recoge resultados empíricos que apoyan la llamada tesis de la ideología socialista, que planeta que las políticas sociales y económicas de los gobiernos socialistas reducen el impacto directo del origen social sobre el nivel de educación alcanzado, por un lado, y, por otro, acercan la relación entre la educación alcanzada y la posición social ocupada por los individuos (Grusky y Hauser, 1984; Yaish y Andersen 2012; Krymkowsky, 1991; Sieben y De Graaf, 2001; Erikson y Goldthorpe, 1992). Sin embargo, el origen social y el nivel de educación alcanzado explican sólo una parte del éxito profesional en las sociedades socialistas. De hecho, los resultados que apoyan esta tesis coexisten de forma contradictoria con aquellos resultados que indican el impacto de las credenciales políticas en las oportunidades profesionales. A diferencia de las credenciales educativas, las credenciales políticas no son un indicador del capital humano de un individuo, sino un señal de su compromiso y de su confiabilidad política (Walder, 1995). Debido al hecho de que en una economía planificada, los dirigentes del Partido no sólo tienen la autoridad para redistribuir los ingresos o los presupuestos, sino también para asignar plazas laborales o licencias, la membresía al Partido puede interferir en los procesos para conseguir estatus social (Moore, 1989; Connor 1979; Acantilado, 1974; Djilas, 1957; Kalleberg, 1988; Parkin, 1976; Szelenyi, Beckett y King 1994; Walder, 1985; 1986). Por otra parte, Sara Romanò y Dayma Echevarría León

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el ingreso y permanencia en el Partido, conlleva un proceso de selección y verificación sistemático, por lo cual constituye una credencial política de confiabilidad que debería ser recompensada. De acuerdo con la evidencia proveniente desde países socialistas bajos reformas, el hecho de ser miembro del Partido juega un papel fundamental y directo en la probabilidad de obtener un alto cargo administrativo o gerencial en las empresas estatales. Con tal propósito, Walder (1995) encontró que en China el hecho de ser miembro del Partido unido a la educación alcanzada afectan positivamente las posibilidades de un individuo de volverse un administrador o gerente, pero el impacto de credenciales políticas es mayor - hasta 10 veces - que las del nivel educativo. Por el contrario, los profesionales de alto nivel (y como consecuencia también los trabajadores con un perfil más bajo) no parecen estar evaluados de forma sistemática con respecto a las credenciales políticas. Existen evidencias que apoyan el hecho de que en la llamada segunda fase de las sociedades socialistas los miembros del Partido tienden a no insertarse en el sector privado (Szelenyi, 1987). También existen indicios de que durante las transformaciones empiezan a hacerlo solo después de que el mercado se legitima como un espacio adecuado o por lo menos tolerado (Szelemyi y Kostello, 1998). Por otra parte, hay resultados mixtos respecto a las ventajas o no de los miembros del Partido para insertarse en el sector privado en la sociedades socialistas bajo reformas o en transición. Diversas investigaciones muestran que el hecho de ser (o haber sido) miembro del Partido aumenta la probabilidad de conseguir posiciones más ventajosas en el sector privado, aún después de la transición política (Rona-Tas, 1994; Staniszkis, 1991). Al menos tres mecanismos distintos pueden dar cuenta de las ventajas que ofrece la afiliación a un Partido en la inserción en el sector privado durante la transición. En comparación con los individuos que no pertenecen al Partido, los miembros del Partido tienen más probabilidades de lograr información sobre los cambios a través de la amplia red de conexiones basadas en la organización del Partido. Tener acceso a informaciones confiables constituye un recurso muy ventajoso si se tiene en cuenta que generalmente las informaciones acerca de las reformas económicas tienden a ser escasas y fragmentadas durante la transición. Esto es lo que se conoce como tesis de la persistencia del poder, (cfr. Nee, 1991). En segundo lugar, los miembros del Partido de acuerdo con el nivel alcanzado, pueden contar con sus conocimientos, previamente adquiridos a través de los cargos que han desempeñado, para llegar a ocupaciones económicamente más ventajosas en los sectores privados más dinámicos. Esto es lo que se conoce como tesis de la continuidad tecnocrática (RonaTas, 1994). Este segundo mecanismo se fundamenta en el hecho de que en la llamada segunda fase de las sociedades socialistas, la relación entre la membresía al Partido y el conseguir posiciones de alto estatus (principalmente, administrativas, gerenciales y profesionales) es espuria, ya que la educación es el principal factor que explica la ocupación que alcanza la membresía del Partido (véase Szelenyi 1982; Konrad y Szelenyi, 1979). En tercer lugar, los miembros del Partido, sobre todo aquellos en posiciones de poder, pueden convertir sus privilegios burocráticos en capital económico con el fin de crearse nuevas oportunidades de ingresos para sí mismos (o sus descendientes) fuera de la economía planificada. Esto es lo que se conoce como la tesis de conversión de poder, (cfr. Staniszkis, 1991). Otros resultados evidencian que los descendientes de la burguesía de la era pre-socialista tienen mayores probabilidades de volverse dueños de un negocio durante la transición (Szelenyi y Kostello, 1998; Hanley y Treman, 2004). La propiedad pre-comunista puede representar una ventaja directa para que un individuo sea dueño de un negocio durante la transición, por ejemplo, cuando los derechos de propiedad pre-socialistas se hayan mantenido durante el socialismo o restaurados durante la transición. Por otra parte, hay indicios de que la propiedad pre-comunista se mantenga como una ventaja aun en los países que no hayan mantenido o restaurado los derecho de propiedad en socialismo o durante la transición. El mecanismo supuesto es que la propiedad pre-comunista represente una ventaja indirecta: las personas (o sus descendientes) que tenían propiedades en la etapa pre-socialista tienen más posibilidades de alcanzar una ocupación de élite en el período Sara Romanò y Dayma Echevarría León

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comunista y, en virtud de su situación profesional, pueden haber adquirido la propiedad, ya sea durante el período comunista o posteriormente, mediante la explotación de la nueva oportunidades de la era post-comunista. (Hanley y Treman, 2004). En la medida en que crece el número de investigaciones sobre las economías en transición, los estudiosos van coincidiendo sobre el hecho de que los resultados mixtos y tal vez inconsistentes entre el impacto de la membresía al Partido y su inserción en el sector privado, se debe a que las reformas económicas y su camino ha sido diferente entre los países (o regiones de un mismo país) y en el tiempo en que ocurren (Szelenyi y Kostello, 1996; Walder, 1996; Gerber, 2002; Nee, 1991). No obstante, esta tesis sobre la afiliación al Partido como vía para alcanzar mejores ocupaciones y estatus, resulta una de las principales en los estudios sobre la desigualdad en sociedades socialistas bajo reformas o en transición pero, al menos en los estudios revisados sobre Cuba, no se pudo detectar estudios empíricos y publicados que analicen el impacto de la membresía al Partido en la probabilidad de insertarse en el sector privado. Sin embargo, en algunos estudios esta tesis se utiliza para explicar el por qué el gobierno cubano ha sobrevivido a la profunda crisis económica de los años 90 (véase, por ejemplo, Corrales, 2004). Otra de las formas de analizar la movilidad social viene del esquema de análisis de las redes sociales, el cual concibe la movilidad social en función de los recursos sociales –principalmente información e influencia- a los que pueda acceder y movilizar una persona a través de su red social (Granovetter, 1988; Granovetter y Sweberg, 2001; Lin, Walter y Vaughn 1981; Lin, 1999, 2004; Flap, 1988). Así, los estudios de esta perspectiva se enfocan en el papel que los contactos personales desempeñan en los mercados de trabajo. Los estudios sobre movilidad social desde la perspectiva de red se han desarrollado principalmente en China y Rusia (Bian, 2002; Bian, Breiger, Davis y Galaskiewicz, 2005; Bian y Pronto, 1997; Gerber, 2010; Huang, 2008; Yakubovich, 2006; Rona-Tas , 1994). Los resultados muestran que, efectivamente, una persona que acude a contactos personales tiene una mejor oportunidad de obtener una ocupación deseada (Gerber, 2010; Huang, 2008; Yakubovich, 2006). Al igual que en las sociedades capitalistas, en China las redes personales facilitan tres aspectos: la entrada en el mercado laboral, la movilidad entre empresas y la oportunidad de reemplearse después de haber sido despedido (Bian, 2002). Por otra parte, las entrevistas realizadas por Huang’s (2008) sugieren que en China las redes sociales juegan un papel más importante en el sector estatal que en el sector privado. Del mismo modo, los resultados iniciales de Cuba sugieren que la obtención de empleos a través de canales informales resulta una práctica común (Echevarría-León 2008; Espina Prieto y TogoresGonzález, 2012, Echevarría y Díaz, 2014). Las entrevistas del CIPS sugieren que las redes personales son decisivas para llegar a posiciones económicamente ventajosas en las empresas mixtas: las condiciones indispensables para obtener plazas laborales deseables en las empresas de los sectores emergentes combinan alta calificación profesional con el uso de contactos personales que informen sobre las plazas vacantes y que ofrezcan referencias para favorecer la entrada en este nuevo sector (ver Espina Prieto y Togores-González, 2012). Los estudios sobre el capital social realizado en los países occidentales sugieren que un individuo que moviliza vínculos débiles –es decir conocidos- (Granovetter, 1973) y contactos de alto estatus social (Lin, 1999; 2004) para buscar trabajo tiene una mejor oportunidad de llegar a ocupaciones deseables. En contraste con lo que ocurre en las sociedades occidentales, los resultados iniciales de las investigaciones realizadas en China, sugieren que los individuos que buscan empleo acuden más frecuentemente a los vínculos fuertes –es decir, padres, hermanos u otros familiares o amigos cercanos– en vez que a los vínculos débiles. El mecanismo que explica la llamada fuerza de los vínculos fuertes en los países socialistas se fundamenta en el hecho de que el valor de los recursos sociales está afectado por el marco institucional. En las sociedades socialistas los individuos movilizan los vínculos fuertes para obtener la influencia de las autoridades, un recurso social más que se añade a la obtención de la información (Bian, 2002). Sara Romanò y Dayma Echevarría León

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TEORÍAS E HIPÓTESIS Pregunta empírica e hipótesis Hasta ahora se ha revisado brevemente la literatura sobre la movilidad social en las sociedades socialistas bajo reforma o en transición, con el fin de identificar los posibles factores claves -como atributos individuales, la afiliación del Partido, red personal- que afectan la inserción en el sector privado en ocupaciones por cuentapropia o más en general, la obtención de ocupaciones económicamente ventajosas. Tales factores serán debatido a luz de sus consistencia con la realidad cubana para formular las hipótesis sobre cómo las personas llegan a insertarse en el sector privado en las ocupación económicamente mejor remuneradas en Cuba. En Cuba, la membresía al Partido debe ser solicitada, y normalmente hay dos caminos que conducen a su obtención o no: haber sido seleccionado como un" trabajador de vanguardia "o haberse distinguido con anterioridad en la Unión de Jóvenes Comunistas” (en adelante, UJC) (Henken, 2008: 221). Por lo general, para obtener la militancia al Partido, independientemente de la forma en que se acceda, es de dos años (Henken, 2008), aunque esto se ha reducido en épocas recientes. Las personas que solicitan su afiliación son evaluados con respecto a la vida privada, los antecedentes familiares, el activismo en asociaciones institucionales y la participación en la vida del barrio (es decir, el Comité de Defensa de la Revolución, CDR, la Federación de Mujeres Cubanas, FMC, etc), trabajo, carreras educativas y antecedentes políticos. Debido al hecho de que el camino formal para convertirse en un miembro del Partido es bastante costoso en términos de esfuerzos individuales necesarios para cumplir con las normas de la organización, no todos los que desean ser miembros del Partido pueden lograrlo. Sucesivamente, una vez que se tiene obtiene la membresía, los esfuerzos para cumplir con los requisitos deben continuar. En general, a los miembros del Partido se les pide la participación en reuniones, la disponibilidad para ocupar cargos, la participación en trabajos voluntarios, tener una vida activa en la comunidad, la cooperación con los funcionarios del Partido, y mostrar un comportamiento político y personal adecuado, entre otros requisitos. Además, los miembros del Partido deben mantener la ejemplaridad ante sus colegas, vecinos y amigos, una conducta coherente con los ideales socialistas. Un miembro del Partido debe rendir cuentas a los compañeros de su conducta pública y privada. Por último, pero no menos importante, cuando un miembro del Partido tiene problemas de disciplina en el trabajo, el Partido aplica sanciones más severas que las sanciones administrativas correspondientes. En sus esfuerzos por alcanzar los ideales socialistas (incluyendo llevar una vida honesta y simple), los miembros del Partido se observan y evalúan entre sí. Por supuesto siendo el Partido una organización jerárquica, también los miembros están sujetos a observación y evaluación de sus superiores. Por lo tanto, un miembro del Partido se enfrenta más que cualquiera otro cubano con el control formal e informal y con la (des) valoración política. Como se describió anteriormente, los resultados sobre la relación entre afiliación al Partido e inserción al cuentapropismo son mixtos pero en la medida en que se incrementaron los estudios, existe cierto consenso sobre tres puntos. El primero hace referencia a que, en la medida en que el Partido mantiene el control sobre las actividades económicas, la membresía al Partido es un prerrequisito para conseguir un cargo administrativo o gerencial en el sector estatal; mientras no hay indicaciones de que la afiliación al Partido tenga efectos directos en la obtención del resto de las ocupaciones. Segundo, la probabilidad de que los miembros del Partido se inserten en el cuentapropismo o más en general se incorporen al sector privado, varía en el tiempo y entre los países en dependencia de las diferentes reformas de mercado y de los diferentes caminos de las reformas. Tercero, directamente conectado al segundo, generalmente los miembros del Partido se mantienen poco propensos a insertarse al cuentapropismo hasta que el mercado no se legitima o al menos, se tolera. Sara Romanò y Dayma Echevarría León

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Las reformas económicas de los años ’90 aunque zigzagueantes fueron profundas si se comparan con otras tomadas en períodos anteriores de la Revolución, pero muy tímidas en comparación con las reformas de mercado realizadas en otros países socialistas. Como consecuencia, la centralidad del plan en la economía cubana resultó poco afectada. Por esta razón, no puede afirmarse que Cuba represente una economía en transición, similar a la ocurrida en los países de Europa del Este, o al menos no en una transición hacia el capitalismo. Además, las reformas de los ’90 fueron presentadas como respuestas coyunturales para enfrentar el shock externo de la caída del bloque soviético. Las declaraciones y los discursos públicos sobre las reformas de los años 90, referidos al cuentapropismo se caracterizan por una constante ambivalencia. Hasta el VI Congreso del Partido en el 2011, el cuentapropismo aún en su forma legalizada, ha sido representado como un área “gris” y fundamentalmente ajena respecto al modelo cubano. Además, esta diferenciación se evidenció en los ajustes de los años 2000, los cuales, entre otros elementos, persiguieron un decrecimiento en el número y peso de las empresas mixtas y de los pequeños negocios en la economía cubana. En un contexto como el cubano, los principios de la economía de mercado se mantuvieron bien lejos de ser legitimados y solo en el actual proceso de “actualización del modelo económico y social” elementos de la economía de mercado se presentan como complementarios al plan, el que se mantiene como elemento constitutivo y predominante de la economía cubana, donde las reformas han sido presentadas como estructurales. En el marco socioeconómico previo al proceso iniciado en los 2010, donde el estado mantuvo un fuerte control sobre las actividades económicas y el mercado no había sido legitimado en su totalidad, parece muy probable que los miembros del Partido se hayan sentido poco propensos a involucrarse en el sector de trabajo por cuentapropia. Por otro lado, el Partido con su estructura organizacional, representa un contexto relacional a través del cual sus miembros podrían ampliar sus redes personales. Desde esta perspectiva, el Partido ofrece a sus miembros dos importante ventajas para la obtención de posiciones deseables: acceder a contactos influyentes así como a informaciones confiables acerca de las orientaciones políticas y económicas a nivel local o nacional en dependencia del cargo que se detente al interior del Partido. A la luz del amplio control que el estado mantiene sobre la economía, resulta más probable que ambas ventajas puedan explotarse para obtener mejores oportunidades de hacer carrera en el sector estatal que en el sector por cuenta propia. Según la evidencia, la afiliación al Partido no está igualmente distribuida entre las ocupaciones: generalmente los miembros del Partido están mayormente concentrados en ocupaciones profesionales y técnicas (Szelenyi, 1987; Dominguez, 1979; Hernández, 2014). Por lo tanto, es posible imaginar que una parte importante de los militantes del Partido, aunque estuviesen interesados en insertarse en el sector por cuenta propia, ha encontrado obstáculos asociados a las restricciones establecidas para limitar las migraciones de profesionales y técnicos desde los sectores tradicionales hacia los sectores emergentes. De hecho, en las reformas de la década de los años 90´s, casi ninguna de las ocupaciones incluidas en los listados de actividades aprobadas para ejercer el trabajo por cuenta propia estaba permitida para para profesionales. Solo después de las reformas iniciadas alrededor del 2010, los profesionales pueden ocuparse también en el sector por cuenta propia pero no ejerciendo la actividad profesional que detentan en el sector estatal3. Tales restricciones sobre los cambios de trabajo durante la trayectoria laboral resultan indirectamente reforzados por las normas del Partido, porque se les da seguimiento a los movimientos de sus miembros en el mercado laboral. Debido a la estructura organizativa del Partido, cada núcleo del 3

Se mantiene que los profesionales en activo no pueden ejercer su profesión, a excepción de los que eran trabajadores por cuenta propia antes del año 1964 y los traductores-intérpretes; sobre el tema consultar: Resolución No 32/2010 del MTSS, en Gaceta Oficial Extraordinaria, 8 de octubre del 2010 Sara Romanò y Dayma Echevarría León

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Partido está vinculado a un determinado lugar de trabajo o estudio. Los miembros del Partido que desean cambiar trabajo, como parte del proceso de traslado de núcleo, deben presentar una evaluación de su trayectoria, firmada por el núcleo de procedencia, al núcleo de destino, y éste tiene que dar una carta de aceptación escrita para el núcleo de partida. Por otro lado, se debe tener en cuenta que salir del Partido podría considerarse difícil: un miembro que solicita salir del Partido – “desactivarse”- debe explicar los motivos de tal decisión. Aunque este proceso en los últimos años ha sido mucho más flexible, los motivos de la solicitud de desactivación deben estar fundamentados en cuestiones razonables: jubilación, salud precaria, necesidad de cuidar de otros parientes- para no tener antecedentes políticos negativos4. Resumiendo, si bien el capital económico constituye un factor imprescindible para desarrollar un negocio, no hay indicaciones de que la afiliación al Partido como tal produzca un plus económico adicional en Cuba (Romanò, 2012). Por otro lado, en Cuba aún no han ocurrido procesos de privatización profunda -el mercado de la vivienda, así como de otros bienes como autos, ha sido legalizado solo desde el 2011-, es poco probable suponer mecanismos de conversión de poder (Staniskis, 1991) que en otros países han favorecido a los miembros del Partido, y especialmente los de alto cargo. A la luz de las consideraciones hasta aquí presentadas, la primera hipótesis a probar es: Hipótesis 1: De acuerdo con las características de las reformas económicas, controlando otras variables, la afiliación al Partido reduce la probabilidad que un individuo se inserte en el cuentapropismo Como fue descrito con anterioridad, desde la perspectiva de red, las oportunidades de hacer movilidad social son el resultado del acceso a información e influencia a partir de las propias redes sociales (Granovetter, 1973; Bian, 2002). Teniendo en cuenta que el valor de los recursos sociales depende del contexto institucional (Volker, 1995), los estudiosos de movilidad en las sociedades socialistas bajo reformas, indican que los individuos acuden preferiblemente a los vínculos fuertes para moverse en el mercado laboral. Esto se debe a que los vínculos fuertes son más eficaces en garantizar la influencia de las autoridades. La tesis de la fuerza de los vínculos fuertes en las sociedades socialistas elaborada por Bian (2002) es consistente con el llamado “sociolismo” que existe en Cuba. Socios son aquellos contactos personales cercanos que un individuo utiliza para realizar sus acciones instrumentales o para facilitar las de sus familiares más cercanos. Por lo general, los socios representan una fuente confiable de información y constituyen “puertas”/ “porteros” para llegar a los proveedores confiables de artículos que son escasos. Los cubanos pueden movilizar a sus socios cuando tratan de romper las reglas institucionales y formales, pero a veces acuden a ellos sólo para acelerar o garantizar el logro de bienes "lícitamente" deseables. En general, en la sociedad cubana los “socios” se adquieren a través del desempeño en contextos institucionales, como la escuela, lugar de trabajo, barrio, etc. En otras palabras, en Cuba generalmente el apareamiento "instrumental" se realiza a partir de la “reunión” en contextos institucionales que van a generar vínculos fuertes. Por lo tanto, los socios son fuentes útiles de información confiable acerca de las oportunidades de empleo, al mismo tiempo, proveedores voluntarios de referencias. Los discursos oficiales de finales de los años 90´s y de los 2000 insistían en presentar al trabajo por cuentapropia entre los sectores emergentes más remunerativos, pero aún periférico y ajeno al modelo socialista cubano, y, al mismo tiempo, el otorgamiento de licencias para su ejercicio estaba sometido a la demostración de una conducta social “correcta”. Por tanto, se puede suponer que los individuos 4

En los últimos tiempos, también la migración para reunificación familiar o contratos de trabajo prolongados en el exterior se consideran causas razonables para la desactivación, en la búsqueda de ser coherentes con los cambios en la ley migratoria y en las políticas de empleo. Sara Romanò y Dayma Echevarría León

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que movilicen a sus vínculos fuertes como medio para lograr informaciones e influencia en la autoridad, tengan más probabilidad de insertarse en el sector cuentapropista. De esta forma, la segunda hipótesis a probar es: Hipótesis 2: De acuerdo con la tesis de la fuerza de los vínculos fuertes y tenido en cuenta el estatus del trabajo por cuentapropria en los discursos oficiales, los individuos que movilizan los vínculos fuertes para lograr informaciones e influencia en la autoridad tienen más probabilidades de insertarse en el sector privado cuentapropista

LA ENCUESTA (MÉTODO) Técnicas de muestreo Las hipótesis han sido probadas sobre datos recogidos por estudiantes cubanos entrenados por las autoras y otros profesores de sociología en la Habana entre mayo del 2010 y enero del 2011 5, es decir, antes del inicio del nuevo ciclo de reformas económicas, llamado oficialmente proceso de actualización del modelo económico y social y que tiene su plataforma programática en los Lineamientos de la Política Económica y Social del VI Congreso del Partido (PCC, 2011). El set de datos está compuesto por dos grupos básicos agrupados según su inserción en el sector cuentapropista o en el sector estatal, como se describe a continuación: ▪ el primer grupo (n = 92) se compone trabajadores por cuentapropia del turismo con licencias para ejercer actividades en divisas y por tanto, de acceso al turismo. La mayoría son arrendadores de casas/ habitaciones. También este grupo estuvo integrado por algunos artistas o dueños de paladares –restaurantes-. ▪ el segundo grupo (n = 136) se compone de trabajadores estatales empleados en los sectores tradicionales, por ejemplo profesores, maestros, técnicos, empleados de oficina, médicos, bibliotecarios, militares. Entre estos empleados estatales en los sectores tradicionales, los profesionales están sobrerrepresentados (representan el 36% del submuestreo), mientras el resto se distribuye como sigue: militares (6% ), técnicos y oficinistas (35%) o de los servicios obreros o operadores de máquinas. Los entrevistados que tenían cargos de dirigentes en todos los niveles (6% del submuestreo) fueron excluidos de los análisis. En la muestra total, la distribución de las variables sociodemográficas como el color de la piel refleja la población cubana, las mujeres se encuentran ligeramente sobrerepresentadas (9% en el muestreo total) con respecto a los habitantes de La Habana. Los miembros del Partido (miembros de la UJC fueron considerados como miembros del Partido) representan el 21% de la muestra. En el 1997 los miembros del Partido eran 750.000 en toda Cuba (Domínguez, 2002). Teniendo en cuenta que en el 2010 la población en edad laboral estaba compuesta de 6,8 millones de trabajadores, un estimado aproximado de la membresía del Partido, como un porcentaje de la población cubana en su conjunto, podría variar de 10 a 15%. Según Rafael Hernández (Hernández, 2014) en el 2012 la membresía del Partido representaba el 22,7% de la población en edad laboral cubana. Por lo tanto, en nuestra muestra la distribución de la variable membresía refleja perfectamente la población cubana en edad laboral. El Cuestionario y su aplicación La Tabla 1 muestra las descripciones y la operalización de las variables dependiente, independientes y de control. 5

El set de datos fue construido al interior de un proyecto de investigación más amplio enfocado principalmente en la relación entre las oportunidades de brokerage y bienestar económico en Cuba. De acuerdo con este fin, el diseño de muestro es de tipo factorial (Corbetta, 2003) donde en la base de los estratos que lo componen se encuentra detentar o no la oportunidades de brokerage. En consecuencia, el muestro quedó constituido por distintos grupos de categorías de los trabajadores, cuyas oportunidades de brokerage varían. Sara Romanò y Dayma Echevarría León

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El set de datos no dispone de la información sobre el número de años que una persona lleva como militante del Partido. Por lo tanto, a nivel teórico se puede excluir el caso de que el entrevistado se incorporó al Partido después de haber alcanzado la posición actual. De todas formas, esta posibilidad es poco real porque como se describió, la membresía al Partido debe ser solicitada y la incorporación de un miembro conlleva trámites bastante largos y costoso en términos de esfuerzo individual para cumplir con los requisitos del Partido. Por lo tanto, es razonable suponer que las personas que ya ocupan posiciones económicamente ventajosas vean muy pocos beneficios y demasiados costos en convertirse en un miembro del Partido. Esto es más probable si se considera que pertenecer al Partido no ofrece ventajas económicas adicionales (Romanò, 2012). Del mismo modo, no se puede excluir que el entrevistado salió del Partido para alcanzar la posición actual. Sin embargo, debido a las normas que regulan la salida del Partido, tal posibilidad podría considerarse aún más improbable. Cuando se comenten los resultados se mostrará que estas deficiencias de los datos de la encuesta no afectan seriamente los resultados del análisis. Tabla 1. Descripción y operalizacion de las variables Variables Operationalizacion Variable dependiente: Dummy: trabajadores por cuentapropia con licencia en CUC (n = 92) Forma de empleo trabajadores estatales empleado en los sectores tradicionales (Categoría de referenciaù; n = 136) Variable independientes: Miembro del Partido Dummy (si = 21%) Vínculos fuertes movilizados Dummy. Padres, hermanos, otros familiares y para llegar a la ocupación que amigos cercanos que se consideren vínculos hoy detentan fuertes (si = xxx%) Control variables Sexo Dummy (mujer = 64%) Blanco Dummy (si = 64%) Receptor de remesas Dummy (si = 19%) Graduado Dummy (si = 45%) Edad Número de años (Mean = 45 años, sd = 15 ) Origine social Dummy. Al menos uno de los padres es graduado universitario (si = 31%)

RESULTADOS La Tabla 2 presenta la proporción de oportunidades obtenida por dos regresiones logísticas. Los dos modelos comparan las probabilidades de alcanzar la posición de trabajador por cuentapropia (en adelante, TPCP) frente a las probabilidad de alcanzar un empleo estatal en los sectores tradicionales (en adelante, TEST). Los trabajadores estatales representan la categoría de referencia. El Modelo 1 incluye sólo las variables de control que hacen referencia a los atributos individuales de los entrevistados y a la educación de sus padres, además de la variable receptor de remesas que razonablemente interfiere con la posibilidad de tener el capital necesario a montar un negocio por cuentapropia. El Modelo 2 incluye las variables de control y la dos variables independientes que se refieren a las dos hipótesis. Sara Romanò y Dayma Echevarría León

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El Modelo 2 indica que, manteniendo el control de educación, sexo y otras variables, los miembros del Partido no tienen más probabilidades de insertarse en el cuentapropismo. Por el contrario, nuestro estudio indica que la afiliación al Partido disminuye la probabilidad de que un individuo se inserte en el cuentapropismo, ya que la proporción de posibilidades si se es miembro del Partido es 0.43 y significativo. Por lo tanto, la hipótesis 1 está confirmada. Este resultado parece indicar que, en los veinte años sucesivos a las reformas de los 90s los militantes del Partido no han utilizado o convertido su capital político en capital económico6. Tabla 2. Proporción de Oportunidades de Regresiones Logísticas acerca del Inserción al Cuentapropismo Modelo 1 Modelo 2 VARIABLES TPCP/ TEST TPCP/ TEST Hipothesis Sexo 0.85 0.80 (0.285) (0.272) Edad 1.09*** 1.09*** (0. 014) (0.014) Blanco 1.10 1.08 (0.357) (0.356) Graduado 0.59 0.64 (0.189) (0. 211) Origine social 1.70 1.91 (0.63) (0.740) Remesas 2.73* 2.44* (1.067) (0.992) Hp 2: OR>1 nc Vínculos fuertes 1.07 (0.362) Hp 1: OR
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