La Influencia de China y Japón en la Economía Latinoamericana

LA INFLUENCIA DE CHINA Y JAPÓN EN LAS ECONOMÍAS LATINOAMERICANAS Sebastián Jaramillo M1 China es una superpotencia en desarrollo con el PIB más alto del planeta. Ha logrado un desarrollo económico impresionante, creció a una tasa media anual del 10,1%, pasando de la participación de la producción mundial del 1,9% (1990) al 5,2% (2004). Se estima que estos porcentajes han ido elevándose progresivamente hasta la actualidad. Al haber logrado formar parte de la OMC (Organización Mundial de Comercio) en 2001, ha llegado a conquistar nuevos mercados rápidamente. Frente a estos datos cruciales, se predice fácilmente que la superpotencia del mañana será el gigante asiático. De igual manera, Japón ha superado una deflación de quince largos años junto con avances tecnológicos muy importantes años atrás, especialmente en las energías renovables, automovilismo, y la robótica. Con estos datos expuestos, China y Japón han decidido arriesgarse por América Latina, buscando invertir en estos países tercermundistas esperando una cooperativa recíproca. Especialmente China es quien ha firmado más convenios con los países americanos por la necesidad de abastecerse en materias primas y energía, que es con lo que cuenta Suramérica en este momento gracias al alto crecimiento económico para cumplir con ambiciosos proyectos conociendo que su crecimiento anual es del 7% y se estima que aumente a un 7,5% para 2016 como lo ha indicado el Primer Ministro Chino Li Keqiang en el Foro Económico Mundial. Por otro lado, Japón busca vincularse con Latinoamérica con el fin de expandir su mercado e impulsar un crecimiento económico sostenible. Por ello, estas florecientes economías han invertido grandes cantidades de dinero, principalmente Japón como lo indica el diario El País informando de en un foro internacional en México con la participación del país asiático donde se hicieron un total de $ 7000 millones de dólares en convenios con empresas japonesas y el gobierno japonés, pero China, ha realizado más créditos con los mejores términos crediticios, como lo indica el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro quien hace poco solicitó financiamiento al país de oriente para algunos proyectos en su país. 1

Ensayo final del bloque 6 correspondiente al área de Historia. Año lectivo 2014-2015. Institución Educativa Virgilio Drouet. Presentado a Javier Monroy.

Mediante dos subtemas que expondré se concluirá que Estados Unidos tiene una dura competencia con China por las relaciones comerciales con América Latina y en varios términos. El país asiático ya le está ganando mercados aunque todavía éste país esté en segundos lugares y los norteamericanos aún se conserven primeros. Lo antes mencionado se logrará mediante la exposición de datos como variables políticas y económicas determinantes que argumentarán el objetivo: responder a la pregunta, ¿es China el nuevo competidor comercial de Estados Unidos por América Latina? Estados Unidos como primer foco de comercio latinoamericano Estados Unidos se consolidó como superpotencia después de la Segunda Guerra Mundial y en ese concepto se le tiene aún. Por ello, ha sido quien ha financiado muchos proyectos de infraestructura, educación, cambio social, entre otros siendo éstos los más importantes en Latinoamérica en un contexto general. Durante muchos años le ha brindado financiamiento y apoyo económico junto con la Unión Europea. Como todo crédito se han impuestos términos de pago, donde se estipulan plazos, intereses, formas de pago y condiciones que se deben cumplir para poder beneficiarse del préstamo, y para Estados Unidos ha sido implementar políticas neoliberales, cambios internos en el país y revisiones a sus tratados en relaciones comerciales, en sí se busca amoldar la nación a imagen y necesidades de Estados Unidos donde los convenios benefician financieramente a los países que hacen las solicitudes de forma limitada mientras que los norteamericanos se llevan casi la totalidad del beneficio. Esto se ha suscitado cuando no se imponen aranceles para la entrada de productos pero sí para la salida que tiene como destino principal EE.UU., el establecimiento de bases militares, entre otras. Se suponen que los tratados firmados serían de cooperación bilateral, es decir que ambas partes salgan beneficiadas de igual manera y sobre todo que se conserven las políticas nacionales de cada nación con quien se acuerde, pero no todo esto se cumple como lo indica Alberto Cuevas Ozimica de la Universidad de Chile. El

instaurar bases militares a lo largo de Latinoamérica ha sido una estrategia geopolítica desde la Guerra Fría para poder realizar un ataque a Oriente desde Occidente en caso de que el conflicto ideológico llegue a mayores y se convierta en un asunto bélico. El instaurar estas bases militares han formado parte de los términos que se especifican cuando se solicita apoyo económico, siendo un claro ejemplo de donde se prioriza el beneficio a la superpotencia y se minimiza el de los países americanos. Algunos gobiernos de países en América Latina que no comparten la idea de someterse a estas condiciones financieras han ido en busca de nuevos inversionistas después de incluso haber finalizado con la participación militar de EE.UU. en estos como es el caso de Ecuador y Venezuela; Jorge Zambrano, alcalde de Manta dio la razones por las que se retiró la base militar de Manta. Ambos países no sólo están en contra de estas políticas antes mencionadas, sino también en contra de la ideología imperialista que presenta esta nación con respecto a las demás al imponer este tipo de estipulaciones como lo indicó el Presidente Nicolás Maduro en una rueda de prensa criticando las decisiones del Presidente norteamericano Barack Obama. Esto, junto con una diversificación de nuevos potenciales inversionistas de Oriente se ha disminuido el ir en busca de las potencias occidentales sobre todo porque algunos gobiernos de izquierda en Latinoamérica prefieren conservar sus políticas y no ceder al neoliberalismo. China es el nuevo prestamista, junto con Rusia se han convertido en países que respetan las políticas nacionales de cada nación y la forma en que se gobierno, no se solicitan informes de la política interna para poder dar el financiamiento y demorarse tanto en procesarlo, lo hacen sin estos trámites y sin buscar implementar, como es el caso de China con su Primer Mandatario, sistemas económicos diferentes como el comunismo. El país asiático se ha potenciado lo suficiente para ganarle terreno a Norteamérica sin perder relaciones con esta misma nación como lo indica el diario El País estableciendo a China como el segundo socio

comercial de Suramérica. A pesar del gran impacto que se está evidencia por parte de China, hay quienes aún en Latinoamérica creen que la participación de Estados Unidos es mayor que la de China como lo indican encuestas en El Salvador, Brasil, Argentina, Chile y México. Y no sólo presencia, si no influencia en sus economías; en este caso los valores no han variado considerablemente. Sin embargo a estas condiciones que presentan un impacto en las relaciones con el país del Norte de América no son del todo negativas. Un caso claro es el de entablar relaciones con Cuba, que es un paso importantísimo para poder incluirse en la CELAC con la intervención entre Barack Obama y el presidente cubano Raúl Castro para entablar relaciones diplomáticas, y ganar terreno que se lo está llevando China, compartiendo algunas políticas relativamente nuevas (nuevas al saber que Estados Unidos maneja sus acuerdos de acuerdo a beneficios individuales y no bilaterales en casi la totalidad de las firmas) con las que Asia está planteando como es el respetar la forma de gobierno y las ideologías políticas que guían el liderazgo de cada nación con el objetivo de llamar la atención a los países suramericanos cómo en alguna forma China lo ha venido haciendo. A pesar de esto EEUU tiene un problema político aún consistente como son las críticas hacia países tales como Ecuador y Venezuela que rasgan un poco en las decadentes relaciones que han dejado de lado con la llegada de los asiáticos por lo que es una competencia dura pero que de seguro, con las políticas adecuadas se podrán manejar pero es difícil definir si abra un ganador por América Latina después de estos conflictos con los que deben lidiar esta potencia y la próxima consolidación de China como potencia mundial. Cabe señalar que los créditos orientales son más accesibles en todo sentido en comparación con los occidentales, definiendo, por primeros mandatarios de algunos países latinos, variables determinantes como son objetivos concretos, metas cuantificables y presupuestos comprometidos con plazos realistas.

Hay que recordar una variable esencial para el análisis y es el que EEUU y Europa compartieron una característica importante para que China lograse posicionarse tan bien en Latinoamérica y es la implementación de políticas de libre comercio. Esto también ha generado desconformidad entre los representantes de las naciones de América teniendo varios puntos de vista y desde diferentes perspectivas la imagen de Estados Unidos como un país imperialista. Estas políticas de libre comercio se han manejado durante varios años en la que se beneficia solo el país proveedor. El espionaje denunciado por países latinoamericanos también ha dañado las relaciones internacionales con la primera potencia. Gobiernos como los de Brasil, Ecuador y Venezuela han denunciado espionaje del FBI, de la CIA para derrocar y acabar con los gobiernos e imponer las políticas del primer mundo para mantener un sigiloso control y conocimiento de todas las conversaciones, mensajes, llamadas, entre otras acciones con el fin de precautelar la seguridad nacional de EE.UU como indicó la presidenta de Brasil, Dilma Ruseff al denunciar esto frente a la prensa y buscando respuestas por medio de una investigación con la embajada de Estados Unidos en Brasil. Esto molesta a muchos países, no sólo a Latinoamérica sino también a Rusia, China, Pakistán y algunos más de los cuales aún no se tenga conocimiento sufren de espionaje como lo indica la nota del diario O Globo. Sin embargo, la presencia de esta potencia es latente en las naciones. China, nuevo foco inversionista de Latinoamérica China ha logrado un desarrollo muy próspero gracias a su diversificación en su economía y principalmente mercados gracias al gran abastecimiento que tiene con su manufactura por la amplia mano de obra con la que cuenta. La mano de obra en China es un factor importantísimo en la producción mundial, sobre todo porque esto ha permitido que el país oriental entre a muchos mercados y crezca con enorme rapidez como lo indica Pablo Bustelo Gómez de la Universidad Complutense de Madrid. Como se evidencian las

exportaciones mundiales de mercancías en el año 1993 con un 2,5% y un 9,0% en el año 2007. Al crecer con semejante velocidad ha logrado ganar muchos contratos comerciales y una apertura nueva en el aspecto de relaciones exteriores especialmente con la adquisición de productos de materias primas que es donde América Latina juega un papel importante. Se sabe que China ha buscado una dependencia menor en el petróleo de Oriente Medio y concentrarse en América Latina, África, Rusia, y Asia Central.

Se ha

incrementado notablemente la demanda de petróleo de Rusia, Venezuela y Kazajistán como lo indica el periódico Diagonal en su nota: “El imperialismo blando de China conquista América Latina”. Gracias a este crecimiento junto con nuevas políticas progresistas y reformas internas en el país ha incrementado la demanda de productos de materias primas para la construcción de muchos proyectos en lo que se refiere a vialidad, transporte, y especialmente la producción en donde existe una gran demanda de energía. Para el año 2010 se tuvo la estimación de que China sería el primer consumidor mundial de energía. Al ver que América Latina necesita de inversión extranjera para ir en busca de un desarrollo China no ha dudo en realizar importantes préstamos a estos países con formas de pago accesibles y beneficiosas para el gigante asiático como indica el presidente Rafael Correa en una rueda de prensa. En pagos accesibles enfatiza el pago de los préstamos con petróleo a un precio fijo lo que para algunos expertos parece ser perjudicial a los países latinoamericanos exportadores del crudo que hayan firmado convenios de pago de esta forma con China por el hecho de que no se podrán beneficiar de la subida del precio del barril como lo indica el diario El Comercio en su nota: “Petróleo para China hasta el 2016”. Sin embargo para los primeros mandatarios son grandes oportunidades para buscar fuentes de financiamiento tan altas y a estas “cómodas” condiciones. Por otro lado expertos dicen de igual forma que lo que va a generar China es un entorpecimiento en la diversificación de mercados y el impulso a la industria

puesto que sólo se está buscando materias primas y precisamente es de estos productos lo que América Latina quiere dejar de depender como lo ha venido haciendo por tantos años como lo indica el Diálogo, de la Universidad de Puerto Rico en su nota: “América Latina y China: Entre el imperialismo, la dependencia y la maldición de los recursos”. A pesar de ello países como Ecuador sigue en busca de cambios en su matriz productiva y se han impulsado campañas y convenios dentro del país para que este cambio prospere. China también no ha se quedado estancada con el convenio de materias primas, busca también que se genere un desarrollo tecnológico en Latinoamérica para poder diversificar las exportaciones latinas. El impacto que busca China es significativo como se evidencia en con el convenio de una empresa de Hong Kong y el gobierno de Nicaragua para la apertura del canal que conecta el Pacífico con el Caribe como lo indica el canal Deutsche Welle en su nota: “Crece la influencia de China en América Latina”. Si bien se busca una independencia de Estados Unidos y la Unión Europea por centrarse en China, también se cae una dependencia de este nuevo socio comercial. No sólo se buscan impactos económico, sino también culturales con la implementación de 32 nuevos institutos Confucio a lo largo del continente junto con la difusión de programas en español en la Televisión Central de China y un espacio en el diario chino People’s Daily de igual manera, con una versión del mismo en español. Los fondos que se otorgan a los países de la Celac, principal comunidad con la que se afianzan relaciones no se espera sean invertidos solo a la explotación de recursos naturales sino también a proyectos de desarrollo y conocimiento como lo dice Miguel Miranda, jefe de la cancillería de la Embajada de Perú en China. China no sólo se ha centrado en el aspecto económico y comercial, sino también en el político con la participación constante de foros internacionales con naciones latinoamericanas y el formar parte del BID y observador de la OEA como lo indica el diario El País. Toda esta influencia ha venido

creciendo desde la creación de planes para la inclusión y el desarrollo de América Latina. Las bases del modelo económico con el que busca partir China en Latinoamérica son de igualdad, beneficio bilateral y participación. La clara competencia con EE.UU. que está realizando China es notoria al realizar conversatorios entre políticos de las naciones involucradas con un total de 33 países con la excepción de Estados Unidos. Las políticas de Norteamérica estipulan una economía neoliberal mientras que para China es más bien un socialismo en el aspecto financiero. Esto permite que las naciones puedan beneficiarse de créditos sin cambios a sus modelos económicos y políticos que Estados Unidos no permitiría. Ecuador ha dejado una significativa dependencia de Norteamérica y ha garantizado el impacto de China en su desarrollo con los convenios firmados con empresas chinas para la construcción de hidroeléctricas que generarán cantidad más que suficiente de energía eléctrica. Con este excedente de energía se conseguirá pagar parte de la deuda con China mediante el envió de energía al país asiático. La confianza que deposita el gobierno ecuatoriano tiene mucho que ver con la impresionante obra de ingeniería hidroeléctrica, las Tres Gargantas. Obra colosal asiática que generará inmensa cantidad de energía para cumplir con el objetivo de genera energía suficiente para el cumplimiento de programas de desarrollo como lo indica el diario El Espectador en su nota: “Presa china de Tres Gargantas supera a Itaipú como mayora productora eléctrica”. China ha dejado en claro que quiere ser el eje fundamental en el desarrollo de Latinoamérica. Sin duda el gigante asiático se ha convertido en un colchón económico para los países latinos frente a la crisis petrolera que se está viviendo por la caída del precio del barril de petróleo por intereses económicos estratégicos implementados por países miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), siendo estos intereses el evitar que se continúe el desarrollo de los campos estadounidenses, que obtienen petróleo a

partir de rocas marinas, con el colapso de los precios incidiendo que las compañías que estén con estos proyectos quiebren o finalmente abandonen estas iniciativas. Este daño no sólo ha tenido impacto en las económicas privadas para el desarrollo de aquellos proyectos, sino también la economía latina al saberse que existe una gran dependencia de la venta del crudo. Lo bueno que ha generado este colchón es que el impacto de la crisis sea menor al esperado de no haber obtenido el financiamiento chino, pero por otro lado se está generando una dependencia al saber que se contará con China cuando las implicaciones y rezagos de la crisis sigan fluctuando a lo largo del tiempo en el que se recupere la economía y se comience a realizar los pagos de la deuda, generando también complejidades con el pago de las altas deudas a pesar de los plazos y convenios beneficiosos. Un claro ejemplo es el de Ecuador y Venezuela. En el caso de Ecuador, el país no sólo tiene una deuda externa alta, sino que también tiene una deuda interna alta que no se cumple desde hace ya algún buen tiempo con la empresa privada y con el mismo sector público como lo indica la nota del diario El Telégrafo: “¿Qué hay detrás de la deuda pública de un país?”. Esto ha producido que se hagan cambios a las políticas del manejo de fondos económicos y subsidios a algunos sectores como es la salud con la deuda de medicinas e insumos de la salud pública junto con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social del cual se ha retirado aportes del Estado esperando éste sea suficiente durante algunos años con los fondos que cuenta actualmente para solventar las pensiones jubilares que es otro nuevo problema que aparece en el país. Los fondos económicos que pasan a manos del Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, que es un banco del Estado y como lo indica su nombre, del IESS, como lo indica el diario El Universo en su nota: “El BIESS ya administra el Fondo del Magisterio Nacional”, porque el Estado aporto financieramente a estos fondos por lo que se ha generado descontento

en la población como es el sector laboral de los maestros al verse comprometidos con el Fondo de Cesantía del Magisterio Ecuatoriano. Estas son algunas de las medidas económicas y políticas que ha optado el gobierno para lo que se cree una manera de llevar la crisis al saber que el impacto de la baja del precio del petróleo ha sido tan significativo aún de tener las inversiones chinas que en parte han ayudado a reducir el daño que genera la crisis económica mundial. El caso de Venezuela es semejante. El país petrolero ha sufrido una gran decadencia en su economía con la baja del precio del petróleo además de crisis políticas internas que perjudican a la población en general. Esto ha conseguido que hasta los productos básicos sean difíciles de conseguir además de estar en una permanente insolvencia en cuestión de abastecimiento de productos a nivel nacional. Pese a la inversión extranjera no se ha logrado cambiar esta realidad por lo que en parte se supone que los préstamos a China sirvan de igual manera para levantar la economía venezolana. China sin duda alguna se está convirtiendo en el país con la mayor demanda de productos a nivel mundial por su creciente economía que demandan nuevos objetivos a llevarse a cabo que deben financiarse. Una evidencia de la demanda mundial que genera China es la dependencia de importaciones que se estimó pase del 46,3% en 2005 al 64% en 2015 y 79,4% en 2030. Aquí se ve que China será quién sea el nuevo objetivo de exportación de América Latina generando un crecimiento en su economía significativo después de recuperarse de una crisis petrolera. Pero con ello traerá posibles repercusiones dependentistas lo que no es bueno para muchos.

A pesar de que China está en “caza” por las relaciones con Latinoamérica no perjudica tampoco las que tiene con Estados Unidos al saber un foco muy importante en su economía por los intercambios que se han venido haciendo

y que en gran medida han generado que tenga un crecimiento en la economía que actualmente tiene y se espera siga teniendo sabiendo que el gigante asiático se ha convertido en la mayor potencia comercial del mundo. También hay deuda importante de Estados Unidos con China, por lo que se supone no deberían generarse conflictos por la disputa hegemónica por el comercio de América Latina conociendo que la deuda implica un 23% del total de la deuda estadounidense. Además que se estima que para 2016 la mayor economía del mundo superando a Estados Unidos en el poder adquisitivo. De esta manera se concluye que el crecimiento de China ha generado una expansión de sus relaciones comerciales en todo el mundo produciendo una gran demanda de materias primas lo que ha conseguido la atención en América Latina y la atracción de la misma como proveedores de recursos naturales y energéticos para poder abastecer el desarrollo que contempla el auge económico del país oriental. Esto también ha generado una “competencia” con Estados Unidos con su intervención en Panamá al reabrir relaciones exteriores con Cuba, un hito en la historia de ambos países después del rezago contemplado por el mundo a causa de disputas ideológicas durante años por la Guerra Fría. Frente a los datos económicos y porcentuales junto con las estimaciones que se presentaron, China es el nuevo competidor de Estados Unidos por América Latina frente al terreno que el gigante asiático le ha ganado a los estadounidenses sin duda alguna. Las políticas y estipulaciones económicas en la financiación de los países latinos se contemplado como un imperialismo, pero como uno tolerable y muy bien acogido por los presidentes de las naciones involucradas. Incluso este imperialismo se ha denominado “blando” comparado con el de Estados Unidos y la Unión Europea. El impacto que han tenido las altas inversiones y las formas de pago han llevado a cabo la influencia que buscaba China para ganar la atracción suficiente a Latinoamérica para que firme convenios y contratos, añadiendo las continuas reuniones y foros que se han abierto de forma incluyente recibiendo a la Celac y toda la participación de la misma al brindar esa apertura y flexibilidad que Primeros Mandatarios latinos esperaban al verse fuertemente presionados por países neoliberales que imponen condiciones que reducen la competitividad beneficiando sustancialmente a las ofertas Chinas. Sin objeción, el país oriental es el nuevo

competidor de Estados Unidos no sólo por América Latina si no por diferentes e importantes variables como es el comercio mundial y el crecimiento económico.

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