LA INDUSTRIA LÍTICA DE LA PEÑA DE ESTEBANVELA (SEGOVIA): ESTUDIO TECNOLÓGICO Y TIPOLÓGICO

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INDUSTRIA LÍTICA DE LA PEÑA DE ESTEBANVELA (SEGOVIA): ESTUDIO TECNOLÓGICO Y TIPOLÓGICO Carmen Cacho Quesada*, Francisco J. Muñoz Ibáñez** y Juan Antonio Martos Romero* * Dpto. de Prehistoria. Museo Arqueológico Nacional. Serrano 13. E-28001 Madrid. [email protected] [email protected] ** Dpto. de Prehistoria y Arqueología. Facultad de Geografía e Historia. Universidad Nacional de Educación a Distancia. Ciudad Universitaria. Calle Senda del Rey, 7. E- 28040 Madrid. fjmuñ[email protected]

RESUMEN

ABSTRACT

Se presenta una síntesis del estudio de los materiales líticos del yacimiento de La Peña de Estevanbela (Segovia). Se comentan las fuentes potenciales de aprovisionamiento de materias líticas en el entorno del yacimiento; y se analizan los conjuntos líticos de cada nivel desde una perspectiva tecnotipológica, incidiendo en las estrategias de gestión de los recursos líticos y su transformación en útiles. Con variaciones poco significativas en toda la secuencia, se constata la preferencia por sistemas de explotación orientados a la obtención de hojitas que serán incorporadas al utillaje, y un dominio casi absoluto del sílex frente a otras rocas. Palabras clave Meseta Norte española. Magdaleniense. Materias primas. Tecnología lítica.

This contribution presents a synthesis of the lithic materials from the site of La Peña de Estebanvela (Segovia). We discuss the possible sources of raw material for the lithic industry in the vicinity of the site and analyze the lithic assemblages from each level from a techno-typological perspective, with particular attention to how lithic resources were allocated and transformed into tools. Throughout the sequence, with little variation, we observe both a preference for systems of exploitation oriented to obtaining bladelets for incorporation in the toolkit and an almost complete dominance of flint in comparison to other types of stone. Key words Spanish Northern Meseta. Magdalenien. Raw materials. Lithic technology.

1. INTRODUCCIÓN El conjunto de material lítico registrado en el yacimiento de la Peña de Estebanvela (campañas 1999-2004) reúne un total de 37.244 piezas. Por categorías generales se distribuyen en: 95 núcleos (0,25%), 105 productos de acondicionamiento (0,28%), 35.763 restos de talla (96%) de los cuales 11.817 son debris (31,7%); y 1.281 elementos retocados (3,4%)1. La superficie abierta en las seis campañas es de unos 26 m2 y el volumen de sedimentos excavados alcanza algo más de 11 m3.

La distribución del material lítico a lo largo de la secuencia estratigráfica experimenta su mayor concentración y densidad en el nivel II, se muestra homogénea en los niveles I, III, IV y V; y desciende de forma acentuada en el nivel VI. No obstante, la superficie y potencia excavada en este nivel y en el V es reducida y no llega a un m3 (Tabla 1). En principio, la enorme proporción de productos y restos de talla lleva a pensar en un bajo índice de transformación de sopor-

1 Estos datos actualizan los publicados hasta la fecha para las campañas de 1999 a 2001 (Cacho et al, 2003: 27-32). Entonces el número total de piezas era 17.465 y el material retocado, 500 elementos, representaba un 2,8% de ese total.

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Nivel

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Total piezas

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Superficie (m2)

Densidad piezas m2

Volumen (m3)

Densidad piezas m3

Peso (kg)

I

10.893

9

1.210

4,5

2.420

15,77

II

15.923

10,7

1.488

2,4

6.634

15,69

III

6.926

533

2,4

2.886

8,56

IV

2.438

5,4

451

1,1

2.196

3,29

13

V

823

2

412

0,4

-

1,30

VI

241

3

80

0,5

-

0,43

37.244

26

1.432

11,3

3.210

45,04

Total

Tabla 1. Distribución del material lítico en la secuencia arqueológica de la Peña de Estebanvela.

tes en objetos retocados y en una importante y continua actividad de talla en el sitio. No obstante, estas afirmaciones deben ser matizadas cuando se considera por ejemplo la relación entre restos de talla y elementos retocados, el porcentaje de debris, o el de soportes con córtex de primer orden. La baja proporción de núcleos y productos de acondicionamiento también obliga a considerar que, al menos parte de la fase inicial de talla y preparación de los núcleos pudo haberse realizado fuera del sitio. Nuestra intención es abordar el estudio del material lítico de la Peña de Estebanvela desde una perspectiva tecnológica, entendida como la gestión que de la materia prima realizaron los grupos que visitaron el sitio, completada con la tipológica. La finalidad es identificar y caracterizar en la medida de lo posible los elementos claves que definen esa gestión, desde la adquisición de la materia prima a las diferentes modalidades de obtención, transformación y uso de soportes; y ordenarlos en una secuencia diacrónica, en una cadena operativa:

“Cette notion intervient comme instrument d’analyse pour reconstituer, dans une séquence chronologique, les étapes de la transformation d’un bloc de matière première en un certain nombre de produits qui seront postérieurement sélectionnes puis façonnés en outils” (Célérier, 1993: 8) Con este objetivo hemos delimitado en líneas generales cuatro esferas en esa secuencia (Figura 1): – aprovisionamiento de materia prima lítica. – primera fase de transformación o preparación de bloques o nódulos, incluyendo aquí a núcleos y reavivados. – producción de soportes. – y consumo o transformación de soportes en elementos retocados.

Etapa I Aprovisionamiento de materia prima Preparación de núcleos

Etapa II Obtención de soportes

Etapa III Elaboración de útiles

Etapa IV Uso/Abandono

Figura 1. Esferas de la cadena operativa (modificado de Muñoz Ibáñez, 2000: 261).

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2. METODOLOGÍA Tanto en el estudio del resto de talla, como del material retocado han primado desde el punto de vista tecnológico los aspectos tipométricos2, aunque también se han tenido en cuenta otros criterios como por ejemplo la materia prima, la presencia de córtex, los tipos de talón, las fracturas y su localización, los accidentes de talla, o los retoques. Uno de los propósitos es tratar de detectar la posible orientación o preferencia en esa gestión hacia determinados soportes, que por sus medidas o morfología pudieran haber sido seleccionados en detrimento de otros a la hora de confeccionar diferentes tipos del utillaje. Con ese mismo objetivo se ha prestado especial atención a los grupos que dominan la lista tipológica en cada nivel y a los soportes sobre los que están realizados. Para analizar los núcleos se ha elaborado una clasificación a partir de las propuestas realizadas por Cinzia Joris (2002: 11 y 12) y adaptada a las características observadas en los núcleos de la Peña de Estebanvela. La única pretensión de dicha clasificación es la de reunir los núcleos en una serie de grupos que permitan su interpretación a partir de unos criterios compartidos. Esos criterios se basan fundamentalmente en: – el número y características de los planos o plataformas de percusión utilizadas para la explotación y obtención de soportes. – la localización y orientación de los planos de percusión. – la extensión del frente explotado a lo largo del perímetro del plano de percusión. – la existencia o no de córtex reservado. – la dirección de los negativos conservados. Un primer conjunto reuniría a aquellos núcleos donde la explotación y extracción de soportes se ha realizado desde un único plano o plataforma de percusión. Aquí hemos diferenciado dos grupos: Grupo I: Son núcleos explotados desde un único plano de percusión y en los que la extensión del frente que sirve para obtener soportes cubre prácticamente todo el perímetro del plano de percusión. Se distinguen a su vez dos variantes: – Ia, núcleos con córtex reservado En esta variante la decisión de no completar la remoción del córtex podría deberse en ocasiones a que el espesor del mismo, junto a las dimensiones del núcleo, desaconseja tal operación si no es a cambio de una pérdida muy importante de la cantidad de materia prima disponible.

2

Todas las dimensiones se ofrecen en milímetros

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Así, en la última fase de explotación todavía conservarían un frente posterior totalmente cortical. Este sistema de gestión se ha identificado en yacimientos magdalenienses de diferentes regiones. Por ejemplo, nosotros mismos en Tossal de la Roca (Alicante) (Cacho y Martos, 2004: 93 y 97), en Etiolles (Olive, 1988) en Pont d’Ambon (Celerier, 1993) o también en Francia, en conjuntos de la región de Ardèche, donde se pone en relación con sistemas de reducción adaptados a núcleos pequeños y de morfología más bien prismática, que no habrían necesitado prácticamente de ninguna modificación inicial de su volumen (Joris, 2002: 11). – Ib, núcleos sin córtex. En estos núcleos la operación de remover totalmente el córtex pudo haberse producido ya en los primeros momentos de la talla, sobre todo en núcleos donde la extensión del frente explotado ocupa todo el perímetro del plano de percusión. Grupo II. Son también núcleos explotados desde un único plano o plataforma de percusión, pero en los que la extensión del frente que sirve para obtener soportes cubre menos de la mitad del perímetro del plano de percusión. Distinguimos dos variantes: – IIa, núcleos con córtex reservado – IIb, núcleos sin córtex El segundo conjunto importante se configura en torno a los grupos vinculados a una explotación realizada desde dos planos: Grupo III. Son núcleos en los que se habría explotado desde dos planos opuestos el mismo frente para la obtención de soportes y no se cubriría más de la mitad del perímetro de esas plataformas. Nuevamente reconocemos dos variantes en función del córtex: – IIIa, núcleos con córtex reservado – IIIb, núcleos sin córtex Grupo IV. Estos núcleos son explotados desde dos planos opuestos, pero al menos desde una de las plataformas se

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Una plataforma

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Dos plataformas

Tres o más plataformas

Con plano cortical

10

Con plano cortical

7

Sin plano cortical

15

Sin plano cortical

27

Total

25

Otros

Organización inicial en una o dos plataformas

10

No se pueden identificar fases anteriores

14

34

24

12 12

Tabla 2. Sistemas de explotación identificados en los núcleos de la Peña de Estebanvela.

242

trabaja más de la mitad de su perímetro para extraer soportes.

Por último, en un cuarto conjunto colocamos aquellos grupos que no encajan en las categorías establecidas hasta aquí:

A partir de este grupo y en los siguientes la presencia o no de córtex no implica ninguna decisión relevante desde el punto de vista tecnológico. No determina por ejemplo la localización de las plataformas, ni condiciona la amplitud del frente que se explota.

Grupo VIII. Núcleos realizados sobre un soporte ocasional, por ejemplo una lasca retocada o no, un fragmento de núcleo reaprovechado, y donde la secuencia de reducción ofrece siempre una lectura muy compleja.

Grupo V. En esta ocasión se explotan desde dos planos convergentes. El esquema tecnológico es en principio el mismo que el observado en el grupo IV, sólo que a partir de dos plataformas convergentes. En la mayoría de los casos la localización de la segunda plataforma está determinada por algún factor relacionado con la calidad del sílex o sus características físicas, como por ejemplo la existencia de alguna fisura, microcaverna o elemento similar que condiciona gravemente la explotación del núcleo.

Grupo X. Núcleos que presentan únicamente un descortezado muy parcial, mínimo, que apenas pueden considerarse como bloques de prueba o de comprobación de las cualidades de la materia prima.

El tercero de los conjuntos reúne a los núcleos explotados desde tres o más planos: Grupo VI. En este caso se observa un cambio progresivo de plano para explotar el frente o los frentes de extracción de soportes. Existen dos variantes: – VIa, aquéllos en los que se mantiene una clara jerarquización de la pieza a partir de un plano o plataforma de percusión que habría funcionado como la principal, y además habría sido la primera desde la que se obtuvieron soportes. En general ese eje tecnológico está tan marcado que mantienen una morfología prismática y casi nunca incorporan más de tres planos. – VIb, aquéllos en los que no se observa de forma nítida esa jerarquización a partir de una plataforma de percusión principal, aunque desde cada plano se explota un único frente; o bien el estado de explotación en que se encuentran ha terminado por borrar su rastro. Su morfología es irregular y suelen incorporar más de tres plataformas de percusión. Grupo VII. Lo hemos denominado como “multifacial irregular” por su aspecto, resultado de núcleos en los que se ha explotado más de un frente desde una o varias plataformas.

Grupo IX. Reúne a los de aspecto centrípeto.

Estos grupos no deben entenderse como unidades tecnológicas cerradas, ya que a lo largo de su secuencia de reducción o explotación no sólo pudieron introducirse decisiones personales del tallista que dieran lugar a variaciones, sino que la propia dinámica de talla podría haber acabado transformando, a partir de las decisiones técnicas adoptadas, las características iniciales de muchos núcleos. Así, es posible que núcleos explotados inicialmente de acuerdo con los criterios definidos para el grupo I, terminasen configurados como del grupo III e incluso del IV o del VI cuando su explotación se llevó al máximo3. Esas decisiones pudieron consistir en la remoción total del córtex, en extender el frente de obtención de soportes a todo el perímetro del plano de percusión, o en la creación de nuevas plataformas para agotar al máximo las posibilidades del núcleo o para solucionar, evitando operaciones de reavivado, condicionantes insalvables como grietas o fisuras mediante el cambio de plano (Tabla 2). Entre los productos de acondicionamiento se han distinguido hasta cinco categorías de restos: aristas, semiaristas, flancos de núcleo, tabletas y semitabletas (Bernaldo de Quirós et al, 1981: 13 y 14). En el análisis de los flancos de núcleo se ha prestado atención a la morfología y dirección de los negativos conservados. De igual manera se ha tenido en cuenta la forma y dimensiones de los negativos observados en los demás productos de acondicionamiento. Por último, hemos valorado la presencia de golpes de buril primario y sin retoque de preparación como posibles restos de acondicionamiento de soportes nucleiformes.

3 Entendemos por núcleo agotado o muy explotado los que hemos recuperado en un estado de aprovechamiento tal que no permite la obtención de más soportes, bien por sus dimensiones, bien porque sus irregularidades, accidentes u otros condicionantes han impedido continuar realizando extracciones.

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3. FUENTES DE MATERIA PRIMA La mayor parte del material lítico que aparece en la Peña de Estebanvela está tallado en sílex de ahí que uno de los objetivos prioritarios durante la investigación de estos años en el yacimiento haya sido localizar y caracterizar las fuentes de aprovisionamiento de esta materia prima. Si bien conocíamos la existencia de algún afloramiento, e incluso habíamos efectuado una prospección preliminar en el año 2003, es justo reconocer que no fue hasta septiembre de 2004 y gracias a la colaboración del Dr. Ildefonso Armenteros (Dpto. de Geología, Universidad

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de Salamanca), buen conocedor de las formaciones silíceas de la región, que estudió en su Tesis doctoral (Armenteros, 1986), cuando conseguimos situar un número significativo de afloramientos (ocho puntos) que posiblemente fueron utilizados como lugares de aprovisionamiento (Figura 2). Estas formaciones se encuentran a una veintena de kilómetros al Oeste del yacimiento siguiendo el curso del río AguisejoRiaza. Están situadas en la margen izquierda del curso fluvial

Figura 2. Localización de los afloramientos silíceos en las inmediaciones de la Peña de Estebanvela.

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Figura 3. Localización de las principales fuentes de sílex en el mapa geológico (escala 1:50.000).

y tienen una curiosa distribución en forma de semicírculo, cubriendo una superficie aproximada de 3 ó 4 km2 entre Alconada de Maderuelo, Fuentemizarra, Valdevarnés y Maderuelo (Figura 2). La mayor parte de estos afloramientos se presentan en formaciones del Mioceno Superior (Figura 3), en las que aparecen encajados los nódulos de sílex de diferentes tonalidades:

marrón-gris, blanco-crema, … (Armenteros et al, 1995). En ocasiones estos nódulos pueden alcanzar dimensiones de más de 1 m de diámetro (Figura 4), lo que implicaría un primer desbastado en este lugar para facilitar su posterior traslado al yacimiento. Una excepción es el afloramiento cercano a la estación de Maderuelo, donde esta materia prima se presenta en forma tabular.

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Figura 4. Detalle del afloramiento silíceo en el Cerro Colorado, nivel de base.

Casi todo el sílex de la industria recuperada hasta el momento parece proceder de esta zona en los alrededores de Maderuelo, pero también existen otros tipos ausentes en estos afloramientos, como es el caso del sílex negro que podría provenir de las cercanías de Sacramenia a unos 55 km aproximadamente al Oeste del yacimiento, junto al Duratón, curso fluvial que como el Riaza vierte sus aguas al río Duero. En cualquier caso para poder profundizar en el conocimiento de las fuentes de aprovisionamiento, así como para la caracterización de los distintos tipos de sílex explotados habrá que esperar al estudio de las láminas delgadas en proceso de realización en el Dpto. de Geología de la Universidad de Salamanca. Aunque el sílex es la materia prima más empleada en la industria lítica de este asentamiento, existen otras materias con porcentajes realmente mínimos en los dos niveles superiores cuya presencia se va incrementado progresivamente hacia la base de la secuencia. Se trata, en orden de importancia, de la cuarcita, cristal de roca, cuarzo y caliza. Todas estas materias primas están presentes en el conglomerado en el que se ha formado el abrigo y por tanto son de fácil accesibilidad. Es obvio que su presencia siempre en porcentajes relativamente bajos, incluso en los niveles inferiores, indica una clara preferencia por el sílex. Pero esta aseveración hay que matizarla ya que en ocasiones recurrieron al uso de otros materiales por motivos que se nos escapan. En este sentido llama la atención la presencia en el nivel IV de un núcleo de hojitas en cristal de

roca de reducidas dimensiones (1 cm de longitud), perfectamente preparado y bastante explotado, un claro ejemplo de la maestría del tallador, a pesar de que esta materia prima “en principio” resulte más difícil de trabajar y de peor calidad para su posterior utilización.

4. NIVEL I 4.1. Estudio tecnológico del nivel I Se han registrado un total de 10.893 piezas de las que un 94% son desechos de talla. El resto del lote lo componen por categorías 32 núcleos (0,29%); 32 productos de acondicionamiento (0,29%); y 553 elementos retocados (5%).

Núcleos La materia prima empleada en todos los núcleos ha sido el sílex, a excepción de un núcleo de caliza y otro de cuarzo. En el plano de superficie del yacimiento se distribuyen de la siguiente forma: 2 en E11; 6 en F9-G9; 4 en F10-G10; 4 en F11-G11; 4 en F12-G12; 4 en I9; y 8 en J9. Los pesos y dimensiones de estos núcleos muestran una variabilidad reducida y en todo caso se corresponden con piezas de escaso tamaño. Esta circunstancia debe ponerse en un principio en relación con un alto grado de aprovechamiento. El peso medio es de unos 45 gramos con un intervalo entre el máximo

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Figura 5. Pesos de los núcleos del nivel I.

Figura 6. Volumen de los núcleos del nivel I.

y el mínimo de 382/5 gramos. No obstante, hay que señalar que el peso máximo alcanzado corresponde a un núcleo excepcional en la serie y que, si se excluye éste el peso medio desciende a 35 gramos (Figura 5). El intervalo de medidas máximas y mínimas es de 98/29 x 72/16 x 38/10 mm con una media de 44 x 34 x 23 mm. El núcleo de mayor tamaño, es también el más pesado de los de

UN PLANO 6

DOS PLANOS 11

este nivel, pertenece a los que hemos clasificado como del grupo X, es decir de comprobación de la calidad de la roca (Figura 6). En este caso es un cuarzo, de mala calidad, con córtex dominante y únicamente dos extracciones de lasca. En el nivel I dominan los sistemas de reducción realizados desde dos planos, fundamentalmente opuestos, y los gestionados desde tres o más planos de percusión (Tabla 3).

TRES O MÁS PLANOS 11

OTROS

Grupo

N

Grupo

N

Grupo

N

Grupo

N

Ia

1

IIIa

4

VIa

5

VIII

1

Ib

1

IIIb

4

VIb

4

IX

1

IIa

3

IV

1

VII

2

X

2

IIb

1

V

2

Tabla 3. Sistemas de explotación de los núcleos del nivel I (N= número de piezas).

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Figura 7. Núcleos del nivel I.

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Sistema de explotación desde dos planos Entre los núcleos explotados desde dos planos hay que comenzar por destacar los ocho del grupo III, todos ellos de sílex. La mitad pertenecen a la variante IIIa con tres piezas de buena calidad. Dos están muy explotados y otros dos fueron abandonados cuando aún podían seguir explotándose. Sus dimensiones máximas y mínimas son 54/39 x 38/33 x 33/17 mm, con una media de 42 x 36 x 24 mm. Se han contabilizado un total de 36 extracciones en estos núcleos que se reparten en: 15 en un núcleo de hojitas; 6 en un núcleo de hojitas; 5 en un núcleo de lascas y hojas; y 10 en un núcleo de lascas y hojitas. La media de las dimensiones de estas extracciones está en 26 x 15 mm (Tabla 4). En estos núcleos se mantiene un frente cortical y la explotación desde dos planos opuestos deja una orientación de talla bidireccional (Figura 7 nº 1). El grosor del córtex es en todos estos núcleos escaso, lo que puede haber determinado la decisión de no suprimirlo. Además, el tamaño de los nódulos por lo que deja apreciar la extensión del córtex conservado no habría sido demasiado grande, con una media muy similar a la de todo el conjunto de este nivel y una variabilidad de dimensiones reducida. La decisión de crear una segunda plataforma parece en estos núcleos una respuesta a los condicionantes de la materia prima. En todos se repite la misma situación de manera que las fisuras en el sílex hacen inviable continuar la explotación desde la plataforma original e incluso terminan por inutilizar también la segunda, momento en el que el núcleo se abandona. Hay también cuatro núcleos de la variante IIIb, en general de buena calidad. En esta ocasión tan sólo uno aparece realmente agotado. Los intervalos de sus dimensiones son 61/29 x 49/16 x 30/10 mm con una media de 43 x 31 x 21 mm. Se han contabilizado en total 35 extracciones que se distribuyen en: 7 en un núcleo de hojitas; 9 en un núcleo de hojitas; 11 en un núcleo de hojas y hojitas; y 8 en un núcleo de hojitas. Las dimensiones medias de estas extracciones se sitúan en 28 x 10 mm. Todos ellos se han explotado con un sistema de gestión bidireccional a partir de dos planos opuestos. Hay que destacar la regularidad de los bordes, muy rectos, en todos los negativos de hojitas. En esta ocasión parece que abrir una segunda plataforma para continuar la explotación es la decisión técnica preferida frente a la posibilidad de reavivar el frente que se explota. Tal vez, porque la primera opción supone una menor perdida de materia prima o es más rápida; o porque responde a una dinámica de talla que no exige un mantenimiento cuidado de los ángulos formados por las plataformas y el o los frentes de explotación. Del grupo IV hay sólo una pieza en este nivel (Figura 7 nº 2). Es un sílex de calidad regular, pero está muy explotado (47 x 17

x 22 mm). Presenta dos plataformas de percusión opuestas y cuatro extracciones de hojas bidireccionales con unas dimensiones medias de 42 x 18 mm. Se observan también algunas extracciones sobre ambas plataformas que responderían a un intento de agotar la explotación del núcleo al máximo. Del grupo V tendríamos dos núcleos de sílex de buena calidad (38 x 32 x 26 mm y 42 x 40 x 30 mm). En el primero los negativos conservados pertenecen a tres lascas, en el segundo a seis hojas. Las dimensiones medias de esos negativos son 27 x 15 mm. En ambos la localización de las plataformas está claramente condicionada por la existencia de fisuras o microcavernas que impiden situarlas de manera opuesta.

Sistemas de explotación desde tres o más planos Los nueve núcleos del grupo VI son de sílex. En la variante VIa tres de ellos son de buena calidad y los otros dos regular. A excepción de uno todos están muy explotados, incluso el único que mantiene restos de córtex mínimos. Sus intervalos en dimensiones son 46/29 x 45/25 x 34/18 mm con una media de 42 x 34 x 25 mm. No hay señales de preparación de las plataformas excepto en un núcleo con negativos de lascas y hojas. En cuanto a las alteraciones también en uno solo se observan señales de desilificación. Se han contabilizado en estos cinco núcleos un total de 47 extracciones que se reparten en los siguientes valores: 10 en un núcleo de lascas y hojas; 6 en un núcleo de hojitas, 6 en un núcleo de hojitas, 12 en un núcleo de hojitas y 13 en un núcleo de lascas y lasquitas. La media de estas extracciones es de 26 x 12 mm. En todos se han utilizado como máximo tres plataformas y la orientación de los negativos conservados es multidireccional. En dos de estos núcleos se observa claramente la existencia y organización inicial de la talla desde una plataforma principal. En otro el esquema de talla corresponde en un principio con el de dos planos opuestos al que termina por añadirse un nuevo plano ante la imposibilidad de continuar obteniendo soportes desde los primeros debido a la aparición de microcavernas. En la variante VIb, de los cuatro núcleos sólo uno es de mala calidad (Figura 8 nº 1). Dos de ellos están muy explotados y en otros dos pudo haberse continuado la extracción de soportes antes de ser abandonados. La presencia de córtex en dos de ellos es mínima. Los intervalos de dimensiones son 50/30 x 43/24 x 27/14 mm con una media de 39 x 32 x 20 mm. Se han contabilizado en estos cuatro núcleos 22 extracciones que se reparten en los siguientes valores: 7 en un núcleo de hojitas; 4 en núcleo de lascas y hojitas; 4 en un núcleo de lascas; y 7 en un núcleo de lascas. La media de estas extracciones es de 19 x 13 mm (Tabla 4). En dos de ellos se han utilizado tres plata-

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Figura 8. Núcleos del nivel I.

formas para explotar el núcleo y en los otros dos hasta cuatro plataformas siendo estos últimos los más explotados. Todos muestran una orientación en la talla multidireccional. Al grupo VII pertenecen dos núcleos de sílex, uno de ellos de mala calidad, con córtex y poco explotado. Es un núcleo de lascas con dos plataformas y una gran microcaverna que ha condicionado el abandono del núcleo. Únicamente se cuentan tres extracciones con una media de 29 x 18 mm. En el otro núcleo, está muy explotado, se han trabajado hasta cuatro plataformas. El resultado son seis extracciones de hojitas con orientaciones multidireccionales y una media de 21 x 5 mm (Tabla 4). Este núcleo es un buen ejemplo de como las sucesivas decisiones transforman una pieza trabajada desde dos planos opuestos en un núcleo de aspecto irregular al explotarse al máximo, llegando a convertir una de las plataformas iniciales en un nuevo frente de extracción de soportes.

Sistemas de explotación desde un plano Los núcleos explotados desde una plataforma, los terceros en importancia en el nivel I, suman un total de seis. Dentro del grupo IIa encajan 3 piezas. Dos de estos núcleos son de sílex y están muy explotados, pese a que uno de ellos es de mala calidad y está desilificado. El tercero es de caliza y con córtex dominante. El intervalo de dimensiones se sitúa en 47/33 x 44/21 x 17/21 mm con una media de 40 x 33 x 18 mm. Se han contabilizado un total de 11 extracciones: 3 en un núcleo de lascas, 6 en uno de hojitas, y 2 de hojitas en el de caliza. La media de las dimensiones de estas extracciones es de 16 x 5 mm. La dirección de la talla es siempre unidireccional. El más agotado está realizado sobre una lasca y presenta negativos de hojitas con bordes muy rectos y regulares en longitud y anchura (Figura 8 nº 2). Un núcleo ha sido incluido en el grupo IIb (35

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x 31 x 23 mm). Es de sílex, de calidad regular, pero muy explotado, con orientación de talla unidireccional y negativos de hojitas con una dimensión media de 21 x 9 mm (Tabla 4). Dentro del grupo I hay dos núcleos de sílex. Uno de la variante Ia, de calidad regular y muy explotado (38 x 29 x 21 mm). Conserva extracciones de hojas (24 x 8 mm). Una de las extracciones, posterior al resto, está realizada sobre la plataforma de percusión posiblemente para suprimir parte del córtex existente. La explotación del núcleo pudo haberse interrumpido cuando una microcaverna terminó por fracturarlo y fue dado por agotado. La pieza del grupo Ib (34 x 25 x 17 mm) es de muy buena calidad y también está prácticamente agotada. Cuenta con hasta 10 extracciones de hojitas con una media de 18 x 5 mm. Cabe señalar en este núcleo la existencia de alteraciones térmicas (Figura 8 nº 3).

F12-G12; 3 semiaristas en H9; 1 semiarista en I9; y 3 semiaristas en J9. El flanco de núcleo tiene unas dimensiones de 40 x 33 x 31 mm. Lleva dos extracciones de 14 x 30 y 13 x 30 mm con orientación unidireccional. Los intervalos de las dimensiones máximas y mínimas de las semitabletas son 55/27 x 53/23 x 18/9 mm; y los de las semiaristas 85/32 x 28/3 x 24/2 mm. Entre las semitabletas los restos de negativos muestran anchuras muy diferentes y bordes poco regulares. Hay tres golpes de buril primarios, dos de ellos con preparación dorsal. Hay que destacar una semiarista, la única pieza con córtex dominante, sin fracturas, con talón liso y unas dimensiones de 59 x 17 x 10 mm, que podría ponerse en relación con las fases iniciales de desbastado o preparación de un núcleo. Con córtex 2 aparecen otros diez elementos: cinco semiaristas; cuatro semitabletas; y el flanco de núcleo.

Otros

Preparación y explotación de los núcleos

Hay que destacar en la serie de este nivel dos núcleos del grupo X que consideramos ejemplos de bloques con pocas extracciones destinadas a comprobar la calidad de la roca. Uno de ellos es un cuarzo de mala calidad con dos negativos de lascas (27 x 18 mm) y es el más pesado y el de mayores dimensiones de la serie del nivel I (98 x 72 x 38 mm). El otro es de sílex y también de mayor tamaño a los del resto de la serie (74 x 34 x 20 mm). Entre los núcleos sobre soporte ocasional (grupo VIII) cabe citar una única pieza realizada sobre un fragmento de un núcleo anterior (57 x 34 x 36 mm). Es un sílex de calidad regular, con señales de desilificación y no obstante muy explotado. Se ha utilizado una sola plataforma para extraer al menos 3 hojas. La pieza no se pudo aprovechar más debido a fisuras y microcavernas. De los dos núcleos de aspecto centrípeto (grupo IX) de la Peña de Estebanvela uno se encuentra en este nivel. Es un sílex de buena calidad y está muy explotado (36 x 32 x 17 mm). Se cuentan hasta siete extracciones de lascas/lasquitas con una media de 14 x 17 mm (Tabla 4).

La serie está dominada por los núcleos gestionados desde dos o más plataformas de percusión, aunque nunca más de cuatro. El mayor número de piezas pertenece al grupo VI, todos con tres planos, y en concreto a la variante donde puede observarse sin dificultad el predominio de un eje tecnológico marcado por una plataforma de percusión original y/o una segunda opuesta a la primera que proporciona al núcleo una morfología prismática. Una explotación más intensa de estos núcleos habría terminado por borrar las huellas de ese esquema de trabajo de tal manera que algunos núcleos incorporan una cuarta plataforma. De hecho los núcleos de los grupos VIb y VII, presentan unas dimensiones inferiores a las de la media del nivel y también en relación a los núcleos del grupo VIa (Tabla 4). Así pues, el análisis de los núcleos explotados desde tres o más planos permite concluir que en 8 de las 11 piezas se repite el mismo esquema de explotación iniciada desde una o dos plataformas con la incorporación progresiva de nuevos planos (casi nunca más de un tercero) al intentar aprovechar al máximo las posibilidades del núcleo. De hecho, el segundo grupo en importancia es el III, es decir un sistema de gestión realizado desde dos planos opuestos con o sin reserva de un frente cortical. En todo caso cuando éste está presente su espesor es siempre escaso. Las dimensiones de estos núcleos están por debajo de la media del nivel y con carácter general similar a los que incorporan un sistema de explotación realizado desde tres o más planos. Los grupos IV y V deben considerarse como una pequeña variante dentro del mismo esquema de trabajo observado en el grupo III. Esto es especialmente claro en el grupo IV, aun-

Productos de acondicionamiento En este nivel se han registrado 25 semiaristas, 6 semitabletas y 1 flanco de núcleo, todos de sílex. Sobre el plano de superficie se distribuyen de la siguiente forma: 1 semiarista en E8; 2 semiaristas en E9-E10; 1 semiarista en E11; 1 semiarista en E13F13; 1 semitableta en F8-G8; 3 semiaristas en F9-G9; 1 semitableta en F10-G10; 1 flanco de núcleo, 1 semitableta y 7 semiaristas en F11-G11; 1 semitableta y 4 semiaristas en

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Grupo

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Dimensiones Intervalo máximo/mínimo (media)

Extracciones media

Ia

38 x 29 x 21

3

24 x 8

Ib

34 x 25 x 17

10

18 x 5

IIa

47/33 x 44/21 x 17/21 (40 x 33 x 18)

4

16 x 5

IIb

35 x 31 x 23

3

21 x 9

IIIa

54/39 x 38/33 x 33/17 (42 x 36 x 24)

9

26 x 15

IIIb

61/29 x 49/16 x 30/10 (43 x 31 x 21)

9

28 x 10

IV

47 x 17 x 22

4

42 x 18

V

42/38 x 40/32 x 30/26 (40 x 36 28)

4

27 x 15

VIa

46/29 x 45/25 x 34/18 (42 x 34 x 25)

9

26 x 12

VIb

50/30 x 43/24 x 27/14 (39 x 32 x 20)

5

19 x 13

VII

44/31 x 41/28 x 30/21 (37 x 34 x 25)

4

25 x 11

VIII

57 x 34 x 36

3

-

IX

36 x 32 x 17

7

14 x 17

X

98/74 x 72/34 x 38/20 (86 x 53 x 29)

-

27 x 18

(44 x 34 x 23)

6

24 x 12

Nivel I

Dimensiones Negativos media

Tabla 4. Dimensiones de los núcleos y negativos del nivel I. (Medidas en mm, las cifras en cursiva hacen referencia a una única pieza)

que conviene señalar que la única pieza incluida en este grupo presenta unas dimensiones mayores, y es también la que conserva los negativos más completos y regulares de hojas (Tabla 4). La posición de la segunda plataforma es siempre opuesta salvo en dos núcleos en los que la elección se ha visto condicionada por las fisuras y/o microcavernas sobre la superficie del bloque. También están representados en este nivel los núcleos gestionados únicamente desde una sola plataforma de percusión, casi siempre con reserva de un frente cortical. Estos núcleos conservan en general los negativos de hojitas de mayor cali-

dad, con los bordes más rectos, y son los más regulares tanto en longitud como en anchura. La calidad del sílex con excepciones es siempre buena por lo que estos sistemas bidireccionales y multidireccionales están condicionados principalmente por las características físicas de cada bloque, como por ejemplo la presencia de fisuras, microcavernas o impurezas que puedan dificultar la explotación del núcleo. En este sentido creemos que los tallistas habrían preferido el cambio progresivo de plano a reavivar las plataformas que se estaban utilizando, hasta el punto de que en ocasiones estas últimas terminan por reaprovecharse como frentes de

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soportes con córtex dominante a fases iniciales de desbastado, dada la escasa variabilidad en sus dimensiones y la abundancia de talones lisos frente a los corticales. En relación a los soportes con córtex 2 hay que destacar que se encuentran presentes en todos los intervalos de dimensiones lo que pone en evidencia la importancia de los núcleos que conservan un frente cortical en todas las fases de su explotación. Además, apuntan de nuevo a sistemas de explotación donde prima una organización somera y rápida de las plataformas y frentes de extracción de soportes.

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Las dimensiones medias de las hojitas retocadas en este nivel se aproximan principalmente a las que tenemos en los negativos de núcleos de los grupos Ia; IIb y IIIb; es decir sistemas de explotación desde un único plano o desde dos. El problema de las extracciones conservadas en los núcleos reside no sólo en que su conteo es tentativo para evaluar el número de productos extraídos desde cada núcleo dado que se encuentran en su última fase de explotación o abandono; sino que por la misma razón exige considerar con cautela las dimensiones que muestran (Figura 9). Representan a los últimos soportes obtenidos, algunos de dimensiones tan pequeñas que cabe preguntarse si realmente eran de interés para la elaboración del utillaje4. Figura 9. Dimensiones de los negativos del nivel I en mm. (O = media hojitas no retocadas; ▲= media hojitas retocadas)

extracción. Tanto las dimensiones como el peso de los núcleos nos sitúan ante estrategias de aprovechamiento intenso de los núcleos. De hecho, el 90% de las piezas pueden considerarse agotadas o muy explotadas. Aún así, la relacion entre núcleos y productos de acondicionamiento no es baja (1:1). Entre éstos dominan las semiaristas con intervalos de longitud similares a los del total del conjunto lítico, algunas de ellas con restos de córtex o talones corticales. Su abundancia podría ponerse en relación con preparaciones de los frentes rápidas y someras. El hecho de que el único flanco de núcleo registrado presente negativos unidireccionales apunta en un principio a que las técnicas de reavivado se relacionan principalmente con los primeros momentos de la talla o con los núcleos gestionados desde un único plano. Aunque la proporción entre productos corticales y núcleos se sitúa en 3:1 existen problemas para asimilar todo el conjunto de

4

Con estos condicionantes, podemos pensar que un buen número de hojitas retocadas fueron soportes obtenidos de núcleos trabajados con estos sistemas unidireccionales o bidireccionales. Núcleos que continuaron explotándose con la creación progresiva de nuevas plataformas que en algunos casos terminaron por borrar las huellas de la dinámica de talla seguida hasta su agotamiento o abandono. En general, predominan los núcleos con extracciones de hojitas sobre todo en los sistemas de reducción gestionados desde uno o desde dos planos; pero los de lascas también son importantes, y en menor medida los de hojas (Figura 10). Conviene recordar que en este nivel los soportes retocados sobre lascas y hojas tienen porcentajes muy similares a los realizados sobre hojitas; y que cómo hemos señalado en su momento hojas y lascas con córtex fueron transformadas en elementos retocados sin que éste fuese un criterio decisivo para establecer selecciones o preferencias. No parece que ocurriera lo mismo con las hojitas, donde la presencia de abundante córtex sí puede entenderse como un elemento discriminador dado que apenas hay un par de hojitas retocadas con córtex.

Sobre esta cuestión como señala Célérier (1993: 106) se plantean varias hipótesis no necesariamente excluyentes entre sí: – una escasez o dificultad en el acceso a la materia prima que obliga a una explotación muy intensiva – que primen por encima de una disponibilidad o no escasa otros factores como tradiciones culturales – que se trate de núcleos que fueron abandonados y posteriormente retomados por niños o por aprendices – que esos productos finales efectivamente interesen para elaborar determinados tipos.

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Figura 10. Carácter de las extracciones (número de piezas)

Resto de talla y utillaje5 El análisis de los soportes indica que la producción lítica, en gran medida, se centra en la obtención de elementos laminares. Mientras que en el resto de talla hay un predominio de las lascas y las lasquitas (28,38%) frente a hojas y hojitas (17,44%), las matrices empleadas en la fabricación del utillaje muestran una proporción inversa (32,01% y 56,24% respectivamente). Esta correlación se hace aún más patente cuando aislamos estos soportes del total: 61,95% y 30,05% en el resto de talla frente al 36,27% y 63,73% en el retocado. La proporción de hojitas siempre es superior a la de hojas en ambos casos (Figura 11). Además, la elección de lasquitas para la fabricación del utillaje es prácticamente anecdótica, 13 ele-

mentos. Por lo tanto, una parte importante de las lascas y la mayor parte de hojas y hojitas que se generan son las utilizadas para realizar los útiles. Junto a estas consideraciones, cabe destacar que en el resto de talla el grupo de los fragmentos es muy importante (25,19%), siendo sólo superado por los debris (27,66%). Asimismo, se observa cierta tendencia a reaprovechar los productos de acondicionamiento de los núcleos para fabricar algunos tipos, sobre todo raspadores, con valores significativamente más elevados en el material retocado (5,79%) que en el resto de talla (0,62%). No obstante, la escasa presencia tanto de núcleos como de productos de reavivado de los mismos, podría indicar una preparación previa de núcleos y matrices en las áreas de aprovisionamiento.

5 En el análisis tecnológico de los diferentes niveles si no se especifica lo contrario, aparecerán en primer lugar los datos correspondientes al resto de talla, y en segundo lugar los del material retocado.

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Figura 11. Soportes del nivel I. (*): Lascas, lasquitas, hojas y hojitas.

Figura 12. Longitud del total de piezas en el nivel I.

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El análisis de la tipometría del conjunto muestra que la longitud de las piezas del resto de talla oscila entre los 83 y los 2 mm, con una media aritmética de 20,39 mm y la moda de 10 mm. En el material retocado la longitud máxima aumenta hasta los 94 mm, la mínima es de 12 mm, la media aritmética de 36,59 y la moda de 37 mm. Por lo tanto, en líneas generales, se observa que para la fabricación del utillaje se usan los soportes más largos. Aunque los valores extremos de esta magnitud están muy alejados entre sí, la mayor parte del resto de talla no supera los 30 mm (80,74%), mientras que en el material retocado los soportes situados entre los 21 y los 50 mm suponen el 74,35% del total (Figura 12). La anchura del resto de talla se sitúa entre los 61 y los 2 mm, con una media aritmética de 13,82 mm y una moda de 10 mm. La anchura del material retocado fluctúa entre los 57 y los 2 mm, con una media aritmética algo superior (18,64 mm) y una moda de 7 mm. Por lo tanto, también se usan los soportes más anchos para la elaboración del utillaje. La mayor parte de las

piezas del resto de talla se sitúan entre 1 y 10 mm (56,74%). Para los útiles, los tramos más usados son los que van de los 6 a los 20 mm (70,05%) y de los 16 a los 30 mm (50,96%). Cabe señalar que al intervalo intermedio (11-15 mm) solo corresponde el 4,30% del total (Figura 13). El espesor del resto de talla presenta un valor máximo de 25 mm, un mínimo de 1 mm, una media aritmética de 3,82 mm y una moda de 2 mm. En el utillaje estas cifras son de 21,1; 6,77 y 3 mm respectivamente. En el primer grupo los soportes con un grosor inferior a 7 mm representan el 86,25%. Para el retocado, el 78,06% de la muestra no supera los 9 mm de espesor (Figura 14). Por lo tanto, parece que hay una elección predeterminada de las dimensiones de los soportes que serán trasformados en útiles, ya que los tramos en los que se agrupan la mayor parte de cada muestra se complementan. Estas consideraciones se ven refrendadas con el análisis tipométrico por soportes.

Figura 13. Anchura del total de piezas en el nivel I.

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Las lascas, en los desechos de talla, tienen una longitud máxima de 75 mm, una mínima de 20 mm, una media aritmética de 31,60 mm y una moda de 20 mm. En los útiles realizados sobre este soporte el valor máximo es de 77 mm y el mínimo de 17 mm. La media aritmética es 33,59 mm y la moda 23 mm. Si consideramos las lasquitas, su longitud máxima es de 19 mm para el resto de talla y 20 mm para el retocado, la mínima es de 2 y 12 mm, respectivamente, la media aritmética de 11,36 y 17,77 mm y la moda se sitúa en 10 y 18 mm. Si analizamos los valores más repetidos de lascas y lasquitas de forma conjunta, vemos que en el resto de talla el 87,38% del total no supera los 30 mm de longitud, mientras que en el utillaje el 84,50% de la muestra se sitúa entre los 21 y los 50 mm (Figura 15). La anchura máxima de las lascas es de 61 y 57 mm respectivamente y los valores mínimos son de 6 y 15 mm. Aunque estos datos muestran que las lascas más anchas son las del resto de talla, la media aritmética (23,70 y 28,03 mm) y la moda (21 y 23 mm) indican que porcentualmente las lascas más anchas

Figura 14. Espesor del total de piezas del nivel I.

son las usadas en la fabricación de útiles. Algo similar ocurre con las lasquitas, con valores máximos de 42 y 28 mm y mínimos de 2 y 9 mm respectivamente. En este caso la media aritmética es más alta en el utillaje (10,88 frente a 17,31 mm) y la moda presenta valores muy parejos (10 y 9 mm). Si agrupamos estos datos por tramos vemos que en el resto de talla el 70,09% del total va de 6 a 20 mm y en el retocado los soportes entre los 16 y los 35 mm abarcan el 77,63% (Figura 16). En el espesor de las lascas las magnitudes más altas son de 25 y 19 mm, las mínimas de 1 y 3 mm, la media aritmética de 6,86 y 9,21 mm y la moda de 5 y 8 mm, respectivamente. En las lasquitas, el grosor máximo es de 12 y 8 mm, el mínimo de 1 y 2 mm, la media aritmética de 2,42 y 5,85 mm y la moda de 2 y 8 mm. Lógicamente, aquí los valores de ambas muestras están más cerca entre sí, ya que la variabilidad es menor, aunque se sigue manteniendo la constante de un utillaje más grande que el resto de talla. En este último caso, el 86,57% de lascas y lasquitas no sobrepasa los 6 mm, mientras que en el material retocado el 80,26% se sitúa entre los 4 y los 12 mm (Figura 17).

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Figura 15. Longitud de lascas y lasquitas en el nivel I.

Figura 16. Anchura de lascas y lasquitas en el nivel I.

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Figura 17. Espesor de lascas y lasquitas en el nivel I.

Figura 18. Longitud de hojas y hojitas en el nivel I.

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En cuanto a los soportes laminares, la longitud máxima de las hojas varía entre los 83 mm en el resto de talla y los 94 mm en el utillaje. Los valores más bajos son casi idénticos: 20 y 21 mm respectivamente. La media aritmética se sitúa en 39,75 y 49,27 mm y la moda en 50 y 37 mm. En las hojitas la longitud más alta es de 51 y 42 mm, la mínima es de 6 y 14 mm, la media aritmética de 15,77 y 27,92 y la moda de 14 y 28 mm para cada grupo. Una vez más los valores más elevados se corresponden con el material retocado. En el resto de talla, la mayoría de las hojas y hojitas tienen una longitud entre los 11 y los 30 mm (51,76%). Esta cifra llega hasta el 80,28% si el intervalo lo establecemos entre los 21 y los 50 mm. En el material retocado el 55,65% de las hojas y hojitas están entre los 21 y los 40 mm. Si consideramos la categoría de 21 a 60 mm, queda incluida el 80,87% de la población (Figura 18). La anchura de las hojas presenta unos valores extremos de 30 y 48 mm y de 8 y 7 mm, para el resto de talla y el retocado respectivamente. La media aritmética es de 15,01 y 21,63 mm y la moda de 12 y 18 mm. En las hojitas la anchura máxima es de 11 y 15 mm, la mínima de 2 mm en ambos casos, la media aritmética de 5,77 y 6,53 mm y la moda de 5 y 7 mm para

Figura 19. Anchura de hojas y hojitas del nivel I.

ambos grupos. Para el resto de talla, en el 80,99% de los casos la anchura de hojas y hojitas no supera los 15 mm. En el material retocado, el grupo mayoritario (52,96%) es el que va hasta los 15 mm. El siguiente tramo (11-15 mm) apenas está representado con un 4,44%, como suceden en el total de soportes no fracturados, y el grupo que va de los 16 a los 25 mm supone el 33,70% (Figura 19). El grosor de las hojas se sitúa en un máximo de 16 mm para el resto de talla y de 18 mm para el utillaje. Las medidas mínimas son de 2 y 3 mm; mientras la media aritmética es de 5,56 y 7,71 mm y la moda de 4 y 7 mm respectivamente. En las hojitas el espesor máximo se sitúa en 8 y 7 mm y el valor más bajo es de 1 mm en ambos casos. La media aritmética es de 1,94 y 2,81 mm y, por último, la moda es de 1 y 3 mm. El grosor de los soportes laminares del resto de talla, en la mayoría de los casos no sobrepasa los 6 mm (85,21%). Para el retocado, vemos que, al igual que en el caso anterior, hay un grupo dominante (48,52% los elementos de hasta 3 mm), el grupo siguiente es muy bajo (15,93% de piezas entre 4 y 6 mm) y el siguiente tramo (7-9 mm) supone el 25,56% (Figura 20).

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Figura 20. Espesor de hojas y hojitas en el nivel I.

Figura 21. Materias primas empleadas en el nivel I.

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En cuanto a las materias primas, se constata un empleo casi exclusivo del sílex (98,26% y 99,82%). Solo una raedera aparece realizada sobre una lasca de caliza. En el resto de talla la presencia de cuarcita, cristal de roca y caliza es meramente testimonial, con valores que no superan el 1,5%. Dentro de la escasa significación estadística que arrojan estas variaciones, se observa que tanto lascas y lasquitas presentan una mayor variedad de materias primas, frente a hojas y hojitas. En ambos casos la cuarcita es el segundo tipo más utilizado (Figura 21). En todo el conjunto del nivel I la presencia de elementos con restos de córtex es bastante escasa (Figura 22). Este hecho, junto con el bajo número de productos de acondicionamiento, refuerza la hipótesis de una transformación previa de la materia prima fuera del yacimiento. Las piezas de 1er orden suponen el 0,93% y el 0,36 % respectivamente. En el resto del material se observa un mayor uso de soportes de 2º orden para las piezas retocadas (13,56%) que en los desechos de talla (8,23%). Los elementos de 3er orden oscilan entre el 90,84% y el 86,08%. En ambos grupos, los soportes con restos de córtex son fundamentalmente lascas (23,33% y 24,39%), lasquitas (11,96% y 30,77%) y hojas (16,52% y 15,83%); mientras que las hojitas (82,85% y 98,84%) y las hojas (82,85% y 84,17%) son los grupos con cifras más elevadas dentro de las piezas de 3er orden.

Figura 22. Presencia de córtex en el nivel I.

1er orden

Los datos que aportan las fracturas reflejan más diferencias entre ambos conjuntos (Figura 23). Así, en el resto de talla el 83,72% de las piezas están fracturadas, frente al 51,54% del material retocado. Si comparamos las lascas (74,31%) y lasquitas (68,98%) rotas con las hojas (80,48%) y hojitas (87,25%) fracturadas del resto de talla, la diferencia entre ambos grupos no es muy importante. Sin embargo, en el material retocado se aprecia que las hojas (53,96%) y sobre todo las hojitas (70,35%) con fracturas son mucho más numerosas que las lascas (29,27%) y lasquitas (0,00%). En el material retocado las fracturas son mayoritariamente múltiples (47,07%), seguidas de las distales (21,03%), proximales (12,84%) y proximales-distales (10,54%). En el utillaje dominan las fracturas proximales (60,70%), las distales ocupan el 17,54% y las proximales-distales el 13,33%. El análisis de los soportes, sin tener en consideración los fragmentos y las fracturas múltiples, muestra que en el resto de talla las lascas y lasquitas presentan sobre todo fracturas distales y proximales. En las hojas y hojitas dominan las fracturas distales y proximales-distales, seguidas de las proximales. En el material retocado las fracturas proximales son las más numerosas en todos los soportes, exceptuando los útiles sobre lasquita que siempre aparecen enteros. Las causas de estas fracturas también presentan diferencias significativas: mientras que en el resto de talla dominan las inde-

2º orden

3er orden

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Figura 23. Localización de las fracturas en el nivel I. El campo “Lateral” incluye también las fracturas lateral-distal, lateral proximal y bilateral.

Figura 24. Causa de las fracturas en el nivel I.

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terminadas (74,96%) y en segundo lugar las producidas por flexión (24,19%), en el material retocado la proporción es prácticamente inversa (69,12% flexión y 25,61% indeterminada). Las fracturas por percusión y térmicas son muy escasas, especialmente en el resto de talla, no superando en ningún caso el 4%. No se observa ninguna asociación significativa entre la localización de las fracturas y una causa determinada, aunque lógicamente las fracturas proximales-distales son sobre todo por flexión. En cuanto a los soportes, en ambos grupos las fracturas por flexión son mayoritarias en las hojas (55,68% y 80%) y hojitas (44,86% y 74,38%). En el resto se mantiene la tendencia de los datos generales de cada grupo (Figura 24). Con respecto a los talones, sin tener en consideración los debris, fragmentos, esquirlas térmicas, astillas y chunk, en el 33,17% de la muestra este elemento no está presente en el resto de talla y en el 37,88% de los casos en el material retocado. Además, en este último grupo un 15,19% está suprimido por el retoque. En los dos grupos, dominan los talones lisos (37,94% y 26,92%), seguidos de los puntiformes (8,08% y 3,65%) y los facetados (5,04% y 2,31%). Si consideramos sólo los talones que pueden ser identificados estas cifras llegan al 66,58% y 74,07% para los lisos, 14,17% y

10,05% para los puntiformes, 8,85% y 6,35% para los facetados y 4,63% y 4,23% para los diedros. Los talones rotos suponen el 9,85% y el 10,58% y los corticales 3,29% y 1,92% respectivamente. Si establecemos una comparación por soportes, tanto en el resto de talla como en el material retocado, no se observa ninguna variación sobre los parámetros generales (Figura 25). Por último, hay que destacar que tanto los accidentes de talla como las alteraciones son muy escasos en todo el conjunto. La exigua presencia de accidentes de talla (1,84% y 0,54%) sería otro argumento a favor de que parte de los procesos de talla se desarrollan fuera del yacimiento. Sobre este porcentaje, en el resto de talla el 46,03 % de los soportes están sobrepasados, el 52,38% reflejados y el 1,59% tienen doble bulbo. En el material retocado sólo aparecen tres piezas con accidentes de talla: 2 sobrepasadas y una con doble bulbo. El 84,05% y el 92,77% del material, respectivamente, no presenta ningún tipo de alteración. Mientras que en el resto de talla dominan claramente los soportes desilificados (83,83% del total de alteraciones) en el material retocado son las alteraciones térmicas (82,50%).

Figura 25. Talones y talones conservados del nivel I(*).

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4.2. Estudio tipológico del nivel I El nivel I ha proporcionado el mayor número de efectivos, pero también es cierto que de éste se ha excavado un mayor volumen de sedimento, casi el doble que del nivel II ó III. El material retocado asciende a 553 elementos, de los que 529 se incluyen en la lista tipológica de Sonneville Bordes y Perrot (1953, 1954, 1955, 1956a y 1956b) y el resto son lascas o fragmentos de piezas retocadas, además de varios golpes de buril que se incluyen en el resto de talla (Tabla 5). Tipológicamente el grupo dominante son los raspadores (40,83%) (Figura 26) entre los que destacan los realizados sobre lasca retocada o no que suponen más de la mitad de este grupo (23,62%) (Figuras 27 y 28), mientras que en menor proporción, aunque con un número importante de ejemplares, aparecen los raspadores sobre hoja (11,15%), con frecuencia de grandes dimensiones. Una de estas piezas, un raspador



TIPOS

Figura 26. Principales grupos tipológicos del nivel I.



TIPOS

1

Raspador sobre extremo de hoja

41

48

Punta de la Gravette

2

Raspador atípico

2

50

Microgravette

3

Raspador doble

14

58

Hoja con el borde rebajado total

5

Raspador sobre hoja retocada

18

59

Hoja con el borde rebajado parcial

1

8

Raspador sobre lasca

104

60

Hoja con truncatura recta

5

9

1 15 3

Raspador circular

7

61

Hoja con truncatura oblícua

7

10

Raspador unguiforme

4

62

Hoja con truncatura cóncava

1

11

Raspador carenado

3

65

Hoja con retoque continuo sobre un borde

29

13

Raspador en hocico espeso

2

66

Hoja con retoque continuo sobre dos bordes

12

14

Raspador en hocico plano Frente de raspador

3

67

Hoja auriñaciense

9

18

74

Pieza con escotadura

4

17

Raspador- buril

5

75

Pieza denticulada

18

Raspador- hoja truncada

3

77

Raedera

6 16

20

Perforador- hoja truncada

3

83

Segmento de círculo

1

23

Peforador

8

84

Hojita truncada

5

24

Bec

2

85a

Hojita de dorso

106

25

Perforador múltiple

3

85b

Hojita de fino retoque directo

5

29

Buril diedro de ángulo

2

85c

Hojita de dorso apuntada

7

30

Buril diedro de ángulo sobre rotura

1

86

Hojita de dorso truncada

8

31

Buril diedro múltiple

1

87

Hojita de dorso denticulada

2

34

Buril sobre truncatura recta

2

89

Hojita con escotadura

35

Buril sobre truncatura oblícua

2

91

Punta aziliense

40

Buril múltiple sobre trunctura

2

93

Diversos

41

Buril multiple mixto

1

Tabla 5. Lista tipológica del nivel I de la Peña de Estebanvela.

TOTAL NIVEL I

1 28 6 529

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Figura 27. Industria lítica retocada del nivel I.

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Figura 28. Industria lítica retocada del nivel I.

doble, presenta uno de los frentes muy embotado por el uso y está totalmente impregnado de ocre (Figura 30). Los útiles sobre hojita constituyen el segundo grupo desde el punto de vista cuantitativo (33,64%) (Figuras 29 y 30). Este hecho resulta especialmente significativo, ya que se trata del único nivel del yacimiento en el que este grupo no resulta dominante. A pesar de esto presenta un porcentaje importante con una mayoría de hojitas de dorso único (casi el 60% del grupo), aunque también son frecuentes las puntas azilienses (15,73%) y en menor medida las microgravettes. Cabe mencionar la presencia de un segmento de círculo que estaría al límite con la definición de una punta aziliense (Demars y Laurent, 1989).

Un rasgo característico del nivel I es la presencia relativamente abundante de hojas retocadas (10,58%), a menudo de buen tamaño y con retoque escaleriforme (Figura 30). Algunas de ellas las hemos incluido en el tipo de hoja auriñaciense y en ocasiones presentan una profunda muesca en la extremidad distal (ver nota 2 Cacho et al., 2003: 30). Una de ellas presenta ocre sobre uno de sus bordes en la cara ventral. Este conjunto se completa con varias hojas de dorso y truncaturas (3,40%), algunas raederas (3,02%), perforadores (2,45%) (Figura 31), útiles compuestos (2,07%) y un porcentaje muy bajo de buriles (2,07%) (Figura 29).

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Figura 29. Industria lítica retocada del nivel I.

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Figura 30. Industria lítica retocada del nivel I.

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Figura 31. Industria lítica retocada del nivel I.

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5. NIVEL II 5.1. Estudio tecnológico del nivel II Se ha recuperado un lote de 15.923 piezas que se distribuyen por categorías en: 27 núcleos (0,16%); 18 productos de acondicionamiento (0,11%) y 431 elementos retocados (2,7%). El resto de la serie (97%) pertenece a desechos de talla.

Núcleos La materia prima empleada en todos los núcleos ha sido el sílex. En el plano de superficie presentan la siguiente dispersión: 8 en B15-C15; 2 en C14; 4 en D7; 3 en D8; 1 en E8; 4 en E9-E10; 3 en E11; y 2 en E13-F13. El peso medio es de unos 106 gramos con un intervalo entre el máximo y el mínimo de 704/5 gramos. El primero corresponde a un núcleo explotado de forma irregular y somera; y el segundo a uno totalmente agotado desde un único plano. Existe una cierta variedad en el peso (Figura 32) debido a la presencia de cuatro núcleos de descortezado parcial, de comprobación de la calidad del sílex, y otros de aspecto irregular con extracciones de lascas y hojas. No obstante, el grueso del conjunto no sobrepasa los 30 gramos. El intervalo de medidas máximas y mínimas es de 124/20 x 93/15 x 87/11 mm; y la media se sitúa en 52 x 40 x 29 mm. Por los mismos motivos que en relación al peso existe cierta variabilidad en las dimensiones, aunque la mayoría mantiene unos volúmenes similares como consecuencia de una explotación intensa (Figura 33).

Figura 32. Pesos de los núcleos del nivel II.

Dominan la serie los sistemas de reducción realizados desde uno o dos planos, y hay que destacar la presencia importante de núcleos multifaciales con morfologías irregulares, así como de talla somera que relacionamos con extracciones para comprobar las condiciones del sílex (Tabla 6). El número de extracciones contadas es de 156, lo que se acerca a una media de 6 por núcleo. La mayor cantidad, 11 extracciones, aparece en tres núcleos. Dos de ellos se encuadran entre los explotados desde dos planos opuestos y el tercero, pese a estar trabajado desde tres plataformas, conserva los rastros de haber sido explotado inicialmente también desde dos opuestas. Aún así, estos núcleos no pueden considerarse como totalmente agotados. El núcleo que cuenta con un menor número de extracciones no presenta una talla organizada y su aspecto es irregular. Son dos negativos de lascas que pudieron extraerse con la intención de agotar las posibilidades del núcleo y habrían borrado el esquema de trabajo seguido hasta esa última fase. El tamaño de las extracciones medidas presenta unos intervalos máximos/mínimos de longitud y anchura de 68/12 x 57/5 mm, encontrándose la media en 33 x 17 mm.

Sistemas de explotación desde dos planos Este esquema, con orientación de la talla bidireccional, es el más utilizado en el nivel II. Hasta diez núcleos pueden encuadrarse en esta categoría, 5 en los que la localización de esos planos es opuesta, y otros 5 donde está condicionada por las características del sílex. Dentro de los primeros, grupo III, la variante “a”

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Figura 33. Volumen de los núcleos del nivel II

UN PLANO

DOS PLANOS

4

TRES O MÁS PLANOS

10

7

OTROS Grupo

Grupo

N

Grupo

N

Grupo

N

N

Ia

1

IIIa

2

VIa

1

VIII

1

Ib

3

IIIb

3

VII

6

IX

1

V

5

X

4

Tabla 6. Sistemas de explotación de los núcleos del nivel II (N= número de piezas)

(la que mantiene un plano cortical dominante) está representada por dos núcleos de buena calidad (36 x 27 x 11 mm y 45 x 43 x 19 mm). Ambos están muy explotados con 11 y 6 extracciones, de hojitas en el primer caso (Figura 34 nº 2) y principalmente lascas en el segundo. Las dimensiones medias de esas hojitas son de 24 x 6 mm y las de las lascas 18 x 16 mm. En los de la variante IIIb la calidad del sílex es regular, lo que no impide que dos de ellos estén prácticamente agotados. Sus intervalos son 57/35 x 42/23 x 31/18 mm con una media de 46 x 30 x 23 mm. Pueden contarse un total de 21 extracciones que se reparten en: 4 en un núcleo de lascas y hojitas; 11 en otro con hojas y hojitas; y 6 en el de lascas. Las

dimensiones medias de estas extracciones se sitúan en 27 x 12 mm. Los cinco núcleos del grupo V (55/32 x 39/26 x 34/18 mm con una media de 41 x 32 x 23 mm) son de escasa calidad o incluso de muy mala en alguna de las piezas. Esta circunstancia habría condicionado la talla, aún así, se explotaron hasta el límite y tan sólo uno de ellos habría sido abandonado sin haber agotado las posibilidades de continuar su explotación. Las extracciones contabilizadas son 30 y se distribuyen en: 6 en núcleo de hojitas; 5 en uno de lascas; 6 en uno de hojitas; 8 en uno de lascas y hojitas; y 5 en uno de hojitas. Las dimensiones medias de estas extracciones son 19 x 10 mm.

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Figura 34. Núcleos del nivel II.

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Figura 35. Núcleos del nivel II.

Sistemas de explotación desde tres o más planos La presencia de núcleos en los que pueda aún leerse una fase anterior de explotación desde dos plataformas es poco significativa (una pieza). Por el contrario dominan aquí núcleos con una explotación poco organizada, o que ha terminado por borrar el esquema seguido hasta esa fase. El núcleo del grupo VIa (33 x 29 x 22 mm) conserva aún la organización a partir de dos planos opuestos. Para continuar

su explotación se abrió un nuevo frente desde una tercera plataforma y se terminó de eliminar el córtex del que han quedado mínimos restos. De calidad regular, pueden contarse al menos 11 extracciones, casi todas de hojitas con una media de 18 x 7 mm. Los otros seis núcleos han sido colocados en el grupo VII de nuestra clasificación. Sus dimensiones presentan unos intervalos de 117/29 x 93/17 x 87/19 mm con una media de 58 x 43 x 36 mm. En general no se trata de sílex de buena calidad

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salvo dos piezas, y tampoco parecen núcleos demasiado explotados. Se han contado un total de 30 extracciones con orientaciones de talla multidireccionales. Por núcleos se distribuyen en: 7; 4; 2; 6; 5; y 6, todas de lascas. La media de estas extracciones se sitúa en 28 x 22 mm.

Sistemas de explotación desde un plano Encontramos cuatro núcleos con orientación de talla unidireccional gestionados desde un único plano (grupo I). Tan sólo uno pertenece a la variante “a”, en el que se mantiene siempre un plano cortical, en esta ocasión de muy escaso espesor (25 x 15 x 17 mm). Es un sílex de buena calidad aunque el núcleo no está totalmente agotado y pueden contarse hasta 6 extracciones de hojitas con una media de 20 x 7 mm. Todos los negativos presentan bordes muy regulares. Las tres piezas de la variante Ib (39/20 x 29/15 x 19/13 mm con una media de 30 x 22 x 17 mm), donde el sílex también es de buena calidad, pueden considerarse agotadas. Suman un total de 17 extracciones que se reparten en: 6 en un núcleo de hojas; 4 en otro de hojitas; y 7 en el que predominan las de lascas y lasquitas. Las dimensiones medias de estas extracciones son de 15 x 9 mm. En dos de estos núcleos se observan fisuras y fracturas habiendo afectado éstas últimas a un buen número de extracciones que aparecen por tanto incompletas y no han podido ser medidas.

Otros Hay cuatro núcleos del grupo X. Es sílex de buena calidad pero están poco explotados. El primero es un nódulo de 84 x 76 x 66 mm lo que podría servirnos de indicación del tamaño original de los núcleos más trabajados. Presenta escasas extracciones destacando una de hoja, de 68 x 25 mm (Figura 35). Las otras tres piezas parecen responder al inicio de desbastado de un bloque de sílex, pues todos los negativos habrían sido el resultado de extracciones corticales. Una pertenece al mismo bloque de roca por la similitud del córtex y de los colores que el anterior (124 x 87 x 64 mm) y en ambos el empleo del percutor duro es evidente. Es un nódulo de buena calidad y con una extracción de lasca cortical. No encontramos por tanto motivos en este sentido para que fuera abandonado sin ser explotado. Los otros dos núcleos (82 x 71 x 42 mm; y 99 x 74 x 43 mm) conservan extracciones (5 y 7, respectivamente) realizadas desde dos planos y con orientaciones bidireccionales. Son lascas con una media de 44 x 34 mm. El primero muestra una preparación mínima en una de sus plataformas y el otro presenta alteraciones térmicas poco intensas. Tras haber suprimido una buena parte del córtex fueron desechados. Hay que

destacar que el de mayores dimensiones de estos dos es del mismo tipo de nódulo que otro núcleo hallado en este mismo nivel y clasificado en el grupo VII, con un tamaño similar. El segundo de los núcleos de aspecto centrípeto de la Peña de Estebanvela, grupo IX, se encuentra en este nivel. Es un sílex de escasa calidad y no está muy explotado. Sus dimensiones son 58 x 57 x 32 mm, con extracciones de lascas, unas 7, de unas dimensiones medias de 32 x 24 mm (Figura 34 nº 1). Por último, contamos con un núcleo del grupo VIII (29 x 25 x 24 mm) realizado sobre una lasca de sílex de muy mala calidad. Cuenta con tres extracciones de hojitas unidireccionales. Está desilificado y presenta restos mínimos de córtex. El talón de la lasca habría funcionado como plano de percusión y la cara bulbar como el frente de extracción de soportes.

Productos de acondicionamiento Se han recuperado 11 semiaristas; 2 aristas; 3 semitabletas; y 2 flancos de núcleo, todos ellos de sílex. Sobre el plano de superficie se localizaron en las siguientes cuadrículas: 2 aristas; 5 semiaristas y 1 semitableta en B15-C15; 1 flanco de núcleo y 2 semitabletas en D8; 1 flanco de núcleo y 1 semiarista en E8; 1 semiarista en E9-E10; 2 semiaristas en E11; y 2 semiaristas en E13-F13. Los flancos de núcleo miden 51 x 22 x 11 mm; y 32 x 18 x 9 mm. El primero de ellos conserva extracciones unidireccionales de hojas de bordes muy regulares y restos de preparación de la plataforma. El segundo es una lasca tipo Jano con restos de negativos unidireccionales de lasquitas y hojitas. Los intervalos de las dimensiones máximas y mínimas de las semiaristas son 62/24 x 28/3 x 18/2 mm; mientras que las dos aristas miden 70 x 30 x 21 mm; y 33 x 15 x 10 mm. Ninguna de estas piezas conserva córtex. Por último, las semitabletas presentan unas dimensiones de 38/22 x 41/27 x 8/6 mm. Se han recuperado cuatro golpes de buril, dos de ellos son secundarios con preparación dorsal, sin fracturas, y con idénticas dimensiones (38 x 8 x 5 mm).

Preparación y explotación de los núcleos En líneas generales dominan la serie los esquemas de trabajo relacionados con una gestión organizada desde dos planos o desde una única plataforma de percusión. El mejor representado es el de dos planos, bien opuestos, bien convergentes. Conviene señalar que en este último caso la calidad del sílex es siempre peor a la del resto de la serie. Llama la atención también, a diferencia de lo que ocurría en el nivel I, la escasa presencia de núcleos que mantengan un frente

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Grupo

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Dimensiones

Extracciones

Dimensiones Negativos

Intervalo máximo/mínimo

media

media

(media) Ia

25 x 15 x 17

6

20 x 7

Ib

39/20 x 29/15 x 19/13 (30 x 22 x 17)

6

15 x 9

IIIa

45/36 x 43/27 x 19/11 (40 x 22 15)

8

21 x 11

IIIb

57/35 x 42/23 x 31/18 (46 x 30 x 23)

7

27 x 12

V

55/32 x 39/26 x 34/18 (41 x 32 x 23)

6

19 x 10

VIa

33 x 29 x 22

11

18 x 7

VII

117/29 x 93/17 x 87/19 (58 x 43 x 36)

5

28 x 22

VIII

29 x 25 x 24

3

-

IX

58 x 57 x 32

7

32 x 24

X

124/82 x 76/71 x 66/42 (97 x 77 x 54)

3

56 x 29

(52 x 40 x 29)

6

33 x 7

Nivel II

Tabla 7. Dimensiones de los núcleos del nivel II (medidas en mm, las cifras en cursiva hacen referencia a una única pieza).

totalmente cortical (3). Lo cierto es que estos núcleos, donde el espesor del córtex es mínimo, se encuentran entre los de menores dimensiones de la serie (Tabla 7), aunque alguno no esté agotado; y habrían proporcionado (a juzgar por los negativos conservados) hojitas de bordes muy rectos y regulares. Si bien la presencia de sistemas de explotación desde tres o más planos es muy importante en este nivel, lo cierto es que, nuevamente a diferencia de lo observado en el nivel I, aquí no hay rastros de núcleos donde pueda adivinarse la existencia de un sistema de reducción anterior desde uno o dos planos; encontrándonos por el contrario más bien con núcleos con una explotación poco organizada, o al menos donde la lectura de las sucesivas fases de talla resulta complicada. Además estos núcleos son de peor calidad o presentan unas cualidades físicas (impurezas, grietas, inicio de microcavernas) más complicadas para la talla que el resto.

Así, creemos que en el nivel II los sistemas bidireccionales y sobre todo multidireccionales de talla estarían relacionados más que con un deseo de intensificar la explotación del núcleo (que también estaría presente), con la necesidad de salvar esos condicionantes físicos de las cualidades del sílex. De hecho, y otra vez en dirección opuesta a lo observado en el nivel I, aquí los núcleos muy explotados representan en torno al 48% de la serie y la calidad del sílex es en conjunto peor. También es inferior la presencia de productos de acondicionamiento no llegando a uno por núcleo. Destaca el dominio de las semiaristas entre estos soportes si bien ninguna es cortical. Estos datos parecen apuntar también en la dirección de unas técnicas de preparación de frentes rápida y poco organizada, más acentuada aún que en el nivel I, vinculada principalmente al cambio progresivo de planos en la pieza para abrir sucesivos frentes de extracción de soportes. En todo caso la presencia

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de dos flancos de núcleo con rastros de negativos unidireccionales evidenciaría que la decisión de reavivar un plano o frente para continuar su explotación está relacionada con fases iniciales de explotación y sistemas unidireccionales.

córtex reservado en todas las fases de explotación tuvo que ser significativa y nos lleva a incidir de nuevo en el predominio de sistemas de preparación de los frentes y plataformas someros y rápidos.

La proporción entre productos corticales y núcleos se sitúan en casi 8:1. Es desde luego más alta que en el nivel I y además los talones conservados (60%) son todos corticales. Por otra parte son soportes con una cierta variabilidad en sus dimensiones, fundamentalmente en las longitudes y en menor medida en las anchuras, y con unos intervalos de dimensiones máximas y mínimas amplios. Por ello, resulta más fácil relacionar prácticamente toda la serie de soportes con córtex dominante de este nivel con tareas de desbastado de los núcleos. Aunque hemos destacado la escasez en la serie de núcleos en los que se ha conservado un frente cortical, la presencia de soportes con córtex ocupando todos los intervalos de dimensiones vuelve a indicarnos que la presencia de núcleos con

Con las salvedades que ya hemos mencionado acerca del valor y de la información que nos proporcionan el número y dimensiones de los negativos conservados en los núcleos se puede destacar que la media de la longitud de los negativos (33 mm) es mayor que la de los soportes retocados (28 mm) y no retocados (15 mm). Esta situación se mantiene si nos centramos en un soporte específico como las hojitas, con unas longitudes medias de 23 mm entre las retocadas y de 12 mm entre las no retocadas (Figura 36). Las dimensiones que mejor se acomodan a las de las hojitas retocadas son las de los negativos medidos en los núcleos de los grupos I y III, es decir sistemas de explotación desde un plano o dos opuestos, de igual manera a lo que ocurría en el nivel I.

Figura 36. Dimensiones de los negativos del nivel II en mm (O = media hojitas no retocadas; ▲= media hojitas retocadas).

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Figura 37. Carácter de las extracciones (número de piezas).

Por último, conviene señalar que el número de núcleos donde predominan las extracciones de lascas es muy importante en este nivel (Fig 37). Sin embargo, las lascas no llegan al 28% dentro del material retocado del nivel pese a ser el soporte, excluyendo a los debris, más abundante entre el resto de talla. En el nivel II se habría retocado una lasca de cada nueve obtenidas, por lo que cabe preguntarse si existió algún criterio tipométrico o morfológico que pudiera haber determinado qué lascas se retocaron y cuáles no.

Resto de talla y utillaje La distribución de los porcentajes de los diferentes soportes muestra una gran similitud con el nivel I, aunque las tendencias insinuadas en el primer estrato aparecen aquí más definidas. En el resto de talla siguen dominando las lasquitas (22,67%), con una proporción aún mayor que en el nivel I, frente a las lascas (7,09%), las hojas (6,24%) y las hojitas (7,66%). Sin embargo, en el material retocado las hojitas (42,92%) son el soporte más

importante, mucho más que en el nivel anterior, incluso si lo comparamos con las hojas (18,56%), las lascas (23,67%) y las lasquitas (5,34%). Si tenemos en consideración sólo estos cuatro soportes, los datos son aún más elocuentes: 16,25% y 26,15% para las lascas y 51,91% y 5,90% para las lasquitas, en contraposición con el 14,29% y 20,51% para las hojas y 17,55% y 47,44% para las hojitas, respectivamente (Figura 38). Por lo tanto, los procesos de talla se encaminan a la obtención de hojitas, como elemento más utilizado para la fabricación de útiles, seguido de lascas y hojas. Estamos ante el mismo modelo del nivel I, pero con diferencias mucho más acusadas en los valores de cada tipo de soporte. También, hay que destacar un aumento de los debris (38,82%) y una disminución de los fragmentos (15,17%) en el resto de talla, frente al nivel I. Asimismo, se observa un descenso en la reutilización de los productos de reavivado y núcleos para el utillaje (3,25%), que no obstante, siguen superando en porcentaje a los del resto de talla (0,27%).

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Figura 38. Soportes. (*): Lascas, lasquitas, hojas y hojitas del nivel II.

Figura 39. Longitud del total de piezas del nivel II.

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Figura 40. Anchura del total de piezas del nivel II.

La tipometría del conjunto, considerando los elementos no fracturados, presenta para el resto de talla una longitud que oscila entre los 105 y los 3 mm, una media aritmética de 14,80 mm y una moda de 7 mm. En el utillaje la longitud máxima es de 72 mm, la mínima de 12 mm, la media aritmética de 28,45 mm y la moda de 28 mm. Estos datos muestran que los útiles se realizan sobre los soportes de mayor longitud. Así, el 81,20% de las piezas del resto de talla no superan los 20 mm. En el material retocado el 84,52% del total se sitúa entre los 11 y los 40 mm, siendo el tramo más utilizado (43,45%) el que va de 21 a 30 mm. Asimismo, se observa que las medias aritméticas de ambos grupos, aunque en el resto de talla el valor máximo sea superior, son sensiblemente inferiores con relación a los datos del nivel I (Figura 39). La anchura del total de elementos de este nivel tiene como valores máximos 76 mm para el resto de talla y 54 mm para el material retocado. Los más bajos son de 1 y 3 mm, la media aritmética de 10,76 y 14,52 mm y la moda de 9 y 7 mm, respectivamente. Por lo tanto, en las piezas retocadas se siguen empleando los soportes más anchos. En conjunto las piezas del nivel II, tanto en el utillaje como en el resto de talla son más estrechos que en el nivel superior. El 82,98% del total del

resto de talla tiene una anchura inferior o igual a 30 mm, siendo el tramo más alto el que va de 1 a 10 mm (45,11%). En los útiles el 86,82% del material no supera los 25 mm y el intervalo más representativo (31,23%) es el de 6-10 mm. Como en el nivel anterior, se detecta que en el material retocado el tramo de 11 a 15 mm es significativamente muy escaso (8,02%) frente a los adyacentes (Figura 40). El espesor del resto de talla se sitúa entre 31 y 1 mm, frente a los 35 y 1 mm del utillaje. La media aritmética es de 2,84 y 5,36 mm, valores inferiores a los del nivel I, y la moda es de 2 mm en ambos casos. El 79,74% del resto de talla se sitúa entre 1 y 3 mm de grosor. En el material retocado, el porcentaje de este tramo es de 44,41%, mientras que los soportes entre 4 y 9 mm de espesor suponen el 42,12% (Figura 41). En cuanto al análisis de los soportes, la longitud máxima de las lascas se sitúa en 80 y 56 mm, el valor mínimo en 20 mm en ambos casos, la media aritmética es de 30,36 y 31,54 mm y la moda es 30 mm en ambos casos. Aquí vemos que los valores ponderados del resto de talla y del material retocado son prácticamente iguales. Además, la longitud de las lascas del nivel II tiene una media aritmética casi idéntica a las del nivel I, la dife-

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Figura 41. Espesor del total de piezas del nivel II.

rencia no sobrepasa los 3 mm. Estos mismo parámetros se vuelven a repetir en las lasquitas, con valores muy similares entre ambos estratos. La longitud máxima es de 19 mm para ambos grupos, la mínima de 3 mm para el resto de talla y 12 para el utillaje. La media aritmética es de 10,24 y 16,32 mm y la moda de 7 y 19 mm, respectivamente. Por lo tanto, para el utillaje se escogen las lasquitas más largas. Si consideramos conjuntamente las lascas y lasquitas, en los desechos de talla el 82,78% tiene una longitud igual o inferior a 20 mm. En el material retocado el 85,71% de la población se incluye en el intervalo de 11-40 mm, siendo el tramo más representativo 2130 mm (43,96%) (Figura 42). La anchura de las lascas tiene unos valores máximos que oscilan entre los 76 mm del resto de talla y los 54 del material retocado, mientras que los más bajos son de 11 y 12 mm. La media aritmética es de 23,62 y 26,66 mm y la moda de 27 y 23 mm. En las lasquitas la anchura máxima es de 39 y 27 mm, la mínima de 3 y 7 mm, la media aritmética de 9,15 y 16,50 y la moda de 9 y 16 mm, respectivamente. Estos datos muestran que, en líneas generales, los soportes más anchos son los más usados para la fabricación de útiles. Tanto lascas y lasquitas tienen unas medias aritmética muy similares al nivel I, con valores

inferiores en menos de 2 mm. El análisis conjunto de ambos soportes, revela que el 49,83% del resto de talla tiene una anchura entre 6 y 10 mm. Esta proporción se eleva al 80,60% en el tramo de 1 a 15 mm. En el material retocado el 70,09% del total tiene entre 16 y 30 mm de anchura (Figura 43). En las lascas el espesor máximo es de 31 mm en el resto de talla y 35 mm en el utillaje; el mínimo es de 2 mm en ambos casos, la media aritmética de 6,75 y 9,49 mm y la moda de 6 y 10 mm, respectivamente. De nuevo, los soportes más gruesos son los más empleados en el material retocado. Incluso, la media aritmética de los útiles del nivel II es ligeramente superior a los del nivel I. En las lasquitas el espesor máximo fluctúa entre 11 y 10 mm y el mínimo entre 1 y 2 mm. La media aritmética es de 2,06 mm en el resto de talla y 6,36 mm en el material retocado. Esta cifra es también ligeramente superior a la del nivel I. La moda es de 2 y 7 mm. El grosor de las lascas y lasquitas de los desechos de talla no sobrepasa los 3 mm en el 79,58% de los casos, mientras que en el retocado el 83,18% del total se sitúa entre los 4 y los 12 mm (Figura 44).

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Figura 42. Longitud de lascas y lasquitas del nivel II.

Figura 43. Anchura de lascas y lasquitas del nivel II.

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Figura 44. Espesor de lascas y lasquitas del nivel II.

Figura 45. Longitud de hojas y hojitas en el nivel II.

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Figura 46. Anchura de hojas y hojitas del nivel II.

Las hojas tienen una longitud máxima de 105 mm en el resto de talla y 72 en el material retocado. Los valores mínimos oscilan entre 20 y 24 mm, la media aritmética es de 34,93 y 41,33 mm y la moda de 20 y 28 mm. En las hojitas, los soportes más largos tienen 54 y 48 mm, respectivamente, los más cortos 5 y 14 mm, la media aritmética es de 12,77 y 23,46 mm y la moda fluctúa entre 8 y 20 mm. Nuevamente en el material retocado se emplean de forma generalizada las piezas más largas. Si comparamos las medias aritméticas con los datos del nivel I, tanto hojas como hojitas son sensiblemente más cortas, hasta 8 mm de diferencia, frente a lascas y lasquitas que tenían valores similares. En el resto de talla, las hojas y hojitas que no superan los 30 mm suponen el 84,55% del total, mientras que en el utillaje el intervalo 11-30 mm corresponde al 73,24% de la población (Figura 45).

en el caso anterior, también los soportes más anchos son los más empleados para el utillaje. La media aritmética de este parámetro, tanto en hojas como en hojitas, es ligeramente inferior al del nivel I, tanto en el resto de talla como en el utillaje, con valores que no superan un milímetro salvo en las hojas del material retocado donde la diferencia es mayor de 3 mm. Tanto para el resto de talla como para las piezas retocadas el intervalo más representativo de la anchura de hojas y hojitas se corresponde con los soportes inferiores a 11 mm: 80,37% y 70,87%. Pero mientas en el primer grupo dominan las piezas de hasta 5 mm (53,40%), en el segundo es el tramo 6-10 mm (44,78%). Cabe destacar también, que en el utillaje las hojas y hojitas entre 11 y 15 mm son muy escasas (8,70%) en relación a los intervalos contiguos, al igual que ocurría con las medidas de todo el material y en el nivel I (Figura 46).

La anchura de las hojas presenta unos valores extremos de 40 y 7 mm para el resto de talla y para el material retocado de 30 y 8 mm. La media aritmética es de 14,44 y 18,23 mm, mientas que la moda es de 10 y 15 mm. En las hojitas la anchura máxima es de 10 y 16 mm, la mínima de 1 y 3 mm, la media aritmética de 4,58 y 6,32 mm y la moda de 3 y 7 mm. Como

El grosor de las hojas oscila entre 17 y 2 mm para el resto de talla y 12 y 1 mm para el retocado; la media aritmética es de 5,31 y 6,23 mm y la moda de 2 y 4 mm. En las hojitas los valores máximos son de 14 y 6 mm, los mínimos de 1 mm en ambos casos; la media aritmética de 1,72 y 2,52 mm y la moda de 1 y 2 mm. Nuevamente las piezas más gruesas corresponden al utillaje y las

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Figura 47. Espesor de hojas y hojitas del nivel II.

medias aritméticas son similares al nivel I pero sin sobrepasarlas. Tanto en el resto de talla como en el material retocado el tramo más alto no supera los 3 mm (80,37% y 64,35%), mientas que el siguiente (4-6 mm) supone el 11,78% y 23,04%, respectivamente (Figura 47). Dentro de las materias primas identificadas, continúa siendo mayoritaria el sílex: 96,90% y 98,84% respectivamente. Sin embargo, hay un mayor uso de otros materiales que en el nivel I, dentro del escaso porcentaje en que aparecen. Así, en el resto de talla la cuarcita llega hasta el 1,20%, el cristal de roca al 1,35% y el cuarzo y la caliza mantiene los valores del estrato anterior. La cuarcita, el cristal de roca y el cuarzo aparecen representados en la mayor parte de los soportes, sobre todo lascas y fragmentos. En caliza los soportes identificados son debris y lasquitas. En el material retocado, además de sílex, hay lasquitas en cuarcita (0,23%) y lascas y hojitas en cuarzo (0,93%) (Figura 48). La mayor parte de los restos líticos no presenta restos de córtex: 92,83% y 88,17%, respectivamente, son productos de 3er orden. Estos datos son aún más elevados que los del nivel I. Sin embargo, sí se observa un cambio de tendencia en las otras dos categorías. Los soportes de 1er orden (1,35% y 0,93%) son más numerosos que en el nivel anterior, mientras que los de 2º orden presentan cifras más bajas (5,83% y 10,90%). Uno de los elementos que no varía es la mayor proporción de piezas de 2º orden en el material retocado que en el resto de talla.

Por soportes, en este último grupo, las lascas y las lasquitas son los elementos más abundantes de 1er orden, mientras que en el utillaje son lascas y hojas. Las piezas de 2º orden que presentan porcentajes más altos son, en ambos casos, lascas, lasquitas y hojas. La proporción tan baja de piezas con córtex, núcleos y productos de reavivado también sugieren una transformación previa del material en las zonas de aprovisionamiento (Figura 49). La fragmentación del material muestra parámetros similares al nivel I para el resto de talla, tanto considerando el total (79,58% fracturados y 20,42% sin fracturas), como por soportes (88,83% hojas, 76,98% lascas, 76,92% hojitas y 65,38% lasquitas rotas). Sin embargo, en el material retocado los porcentajes son más altos (60,79% fragmentados y 39,21% enteros). También son más elevados si consideramos de forma individual las hojitas (72,97%), hojas (72,50%), lascas (32,35%) y lasquitas (4,35%) fracturadas. En el resto de talla la mayor parte de las fracturas son múltiples (43,27%), seguidas de las distales (24,39%), proximales (14,26%) y proximales-distales (10,06%). En el utillaje dominan las proximales (59,16%), proximales-distales (15,65%) y distales (14,50%). Como se puede observar, estos datos son prácticamente idénticos a los del nivel I. No obstante, se aprecian pequeñas diferencias por soportes. En el material no retocado, en lascas y lasquitas los porcentajes más altos se corres-

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Figura 48. Materias primas empleadas en el nivel II.

1er orden

2º orden

3er orden Figura 49. Presencia de córtex en el nivel II.

ponden, en orden decreciente, con fracturas distales, múltiples y proximales. Las hojas se asocian con fracturas proximales, proximales-distales y las hojitas con distales, proximales-distales y proximales. En el utillaje dominan las fracturas proximales en todos los tipos de soporte, salvo las lasquitas, seguidas de las distales y proximales-distales (Figura 50).

En el resto de talla sobresalen claramente las fracturas indeterminadas (83,10%) y en segundo lugar las provocadas por flexión (16,31%). En el utillaje esta proporción es inversa: 62,21% por flexión y 31,30% indeterminadas. Estos datos son muy similares a los del nivel I, aunque en el material retocado se observa un ligero incremento de las fracturas térmicas,

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Figura 50. Localización de las fracturas en el nivel II. El campo “Lateral” incluye también las fracturas lateral-distal, lateral proximal y bilateral.

que llegan al 5,73%, mientras que en los desechos de talla sólo significan el 0,45%. Las fracturas por percusión siguen manteniéndose en valores muy bajos. Como en el caso anterior, no se observa ninguna asociación clara entre la localización y la causa de las fracturas. En cuanto a los soportes, en el resto de talla son mayoritarias las fracturas indeterminadas en todos los tipos y en el retocado tanto en lascas (75,76%), lasquitas (100%), hojas (67,24%) y hojitas (63,70%) predominan las fracturas por flexión (Figura 51). Con respecto a los talones, este atributo no se ha conservado en el 35,04% del resto de talla y en el 48,64% del material retocado, además el 14,39% del utillaje tiene el talón suprimido. Los talones rotos suponen el 6,85% y el 7,94%. Asimismo, en ambos casos los más numerosos son los lisos (30,05% y 22,08% respectivamente), seguidos de los puntiformes (14,52% y 2,98%) y facetados (6,98% y 2,48%). Estos datos son bastante similares a los del nivel I, salvo el porcentaje algo más alto de talones no conservados en los útiles y de los puntiformes en el resto de talla del nivel II. Considerando únicamente los elementos conservados, en el resto de talla vemos que los valores de los talones lisos y puntiformes se acercan entre sí (51,71% y 24,98%), mientras que en el material retocado se alejan (76,07% y 10,26%). Los talones facetados suponen el 12,02% y 8,55%. El siguiente grupo en importacia serían los talones

corticales (7,61% y 3,42%) y por último los talones diedros (3,68% y 1,71%). Resulta significativo que el aumento importante de soportes laminares del nivel II, sobre todo de hojitas en el material retocado, no se corresponda con un mayor porcentaje de talones puntiformes (Figura 52). Como en el estrato anterior, los accidentes de talla observados en los soportes son casi inexistentes. El 99,09% del resto de talla y el 98,61% del material retocado no presenta ninguno. Si consideramos únicamente las piezas que presentan accidentes, en los desechos de talla destacan los soportes reflejados (58,16%), sobre todo lasquitas y lascas, los sobrepasados (35,46%), fundamentalmente hojitas y hojas, y por último aquellos que tienen doble bulbo (6,38%). En el utillaje, una hojita está reflejada, una hoja sobrepasada, otra reflejada y otra con doble bulbo. Lascas y lasquitas no tienen ningún accidente de talla. Al igual que en el caso anterior, las alteraciones detectadas en la materia prima son muy escasas: 7,56% y 11,60% respectivamente. En el resto de talla la más habitual es el desilificado (80,57%) y a bastante distancia las alteraciones térmicas (14,55%), craquelado (3,42%), cuarteado (1,28%) y doble pátina (0,17%). En el utillaje tenemos sobre todo alteraciones térmicas (78%), desilificado (20%) y por último soportes con doble pátina (2%). No hay piezas cuarteadas o craqueladas.

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Figura 51. Causa de las fracturas en el nivel II.

Figura 52. Talones y talones conservados(*) en el nivel II.

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5.2. Estudio tipológico del nivel II El nivel II es proporcionalmente el más rico si nos atenemos al volumen de sedimento excavado, lo que sin duda obedece a una mayor intensidad de ocupación. Esta unidad ha aportado 431 piezas retocadas, de las que 385 se incluyen en la lista, y el resto son lascas retocadas (Tabla 8). Tipológicamente los útiles sobre hojita son los más numerosos (47%), destacando las hojitas de dorso (71,82%), casi siempre único. En proporciones muy similares dentro de este grupo

Figura 53. Hojitas de dorso y buriles del nivel II.

aparecen las puntas azilienses (7,18%), las hojitas de dorso truncadas (6,62%), de fino retoque directo (6,62%) y en menor medida las microgravettes (4,41%) (Figuras 53 y 55). Como ocurría en el nivel I aquí también se ha documentado la presencia de un segmento de círculo, en este caso alargado, localizado durante la primera campaña de excavación. El otro conjunto más significativo de esta unidad es el de los raspadores (33,24%) con un claro predominio de los elaborados sobre lasca (55,46%). En general se trata de raspadores cortos

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Figura 54. Raspadores del nivel II.

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Figura 55. Raspadores, hojas y hojitas de dorso del nivel II.

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TIPOS



TIPOS

1

Raspador sobre extremo de hoja

19

38

Buril transversal sobre retoque lateral

1

2

Raspador atípico

1

41

Buril multiple mixto

1

3

Raspador doble

7

50

Microgravette

8

4

Raspador ojival

5

Raspador sobre hoja retocada

7 8 9

1

58

Hoja con el borde rebajado total

3

16

59

Hoja con el borde rebajado parcial

7

Raspador en abanico

1

60

Hoja con truncatura recta

2

Raspador sobre lasca

36

61

Hoja con truncatura oblícua

5

Raspador circular

20

65

Hoja con retoque continuo sobre un borde

10

Raspador unguiforme

9

66

Hoja con retoque continuo sobre dos bordes

6

11

Raspador carenado

2

67

Hoja auriñaciense

3

13

Raspador en hocico espeso

1

74

Pieza con escotadura

5

14

Raspador en hocico plano

2

75

Pieza denticulada

3

15

Raspador nucleiforme

1

77

Raedera

4

12

78

Raclette

2

Segmento de círculo

Frente de raspador

13

17

Raspador - buril

3

83

18

Raspador - hoja truncada

1

85a

Hojita de dorso

21

Perforador -raspador

1

85b

Hojita de fino retoque directo

23

Perforador

6

85c

Hojita de dorso apuntada

2

24

Bec

3

86

Hojita de dorso truncada

12

29

Buril diedro de ángulo

1

89

Hojita con escotadura

2

30

Buril diedro de ángulo sobre rotura

1

90

Hojita con retoque inverso

1

34

Buril sobre truncatura recta

2

91

Punta aziliense

13

35

Buril sobre truncatura oblícua

1

92

Hoja apuntada

1

36

Buril sobre truncatura cóncava

1

TOTAL NIVEL II

1 130 12

385 Tabla 8. Lista tipológica del nivel II.

Figura 56. Principales grupos tipológicos del nivel II

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Figura 57. Hojas retocadas y hojitas de dorso del nivel II.

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Figura 58: Raspadores, buriles y útiles sobre hojita del nivel lI.

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y hay un número importante de circulares o subcirculares, así como una buena representación de los unguiformes (Figura 54). Los buriles siguen presentando porcentajes muy bajos (2,07%), similares a los proporcionados por el nivel I. Otros grupos mejor evidenciados son las hojas retocadas y las truncaturas y piezas de dorso (Figura 56). Dentro de las hojas retocadas (5,71%) hay que mencionar como en el nivel I -aunque en una proporción mucho más baja- la presencia de algunas hojas auriñacienses, una de ellas también con muesca en la extremidad distal. Las truncaturas y piezas de dorso, con un claro dominio de estas últimas, suponen el 4,41 %, un porcentaje ligeramente superior al del nivel I (Figuras 53 y 59). A estos grupos hay que añadir la presencia de otros con índices más bajos como son los perforadores (2,07%) y las muescas y denticulados (2,07%).

6. NIVEL III 6.1. Estudio tecnológico del nivel III El conjunto lítico se compone de 6.926 piezas de las que un 96,7% son desechos de talla. El resto del lote se distribuye por categorías en: 23 núcleos (0,33%); 27 productos de acondicionamiento (0,38%); y 180 elementos retocados (2,59%).

Núcleos La materia empleada es siempre el sílex menos en tres piezas en las que se utilizó el cristal de roca. En el plano de superficie del yacimiento se localizan en: 1 en C7; 3 en C8; 5 en D7; 1 en D8; 6 en D9; 2 en E8; 4 en E9-E10; y 1 en E11. El peso medio de los núcleos de este nivel se sitúa en torno a los 16 gramos, con un intervalo de máximos y mínimos de 64/2 gramos. El peso máximo corresponde al núcleo de mayores dimensiones de la serie. Es un sílex de mala calidad explotado desde tres plataformas con al menos nueve extracciones de hojitas pero no agotado. La variabilidad tanto en pesos (Figura 59) como en dimensiones es muy reducida y debe ponerse en relación con un alto grado de explotación de estos núcleos. De hecho, la media desciende muy por debajo de lo observado en los niveles I y II. El intervalo de medidas máximas y mínimas es de 49/14 x 41/13 x 55/8 mm, con un tamaño medio de 29 x 24 x 21 mm. Como ya hemos indicado la variabilidad de los tamaños no es marcada (Figura 60). En todo caso hay que señalar que los tres núcleos de cristal de roca se sitúan entre los de menores dimensiones. La serie está dominada por los núcleos gestionados desde un único plano con escasa representatividad de los que mantienen un frente cortical. La opción de introducir un segundo plano está también muy bien representada en la serie. En estos dos sistemas encajan 20 de los 23 núcleos. Sorprende en rela-

Figura 59. Pesos de los núcleos del nivel III.

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ción con los niveles anteriores la escasa presencia de núcleos explotados desde tres o más planos (Tabla 9). Se han contabilizado un total de 174 extracciones que colocan la media en casi 8 por núcleo. Los que conservan un mayor número, hasta 12, son dos núcleos de sílex, de hojitas, y que hemos clasificado como del grupo Ib. El tamaño de los negativos medidos presenta unos intervalos de longitud y anchura de 32/10 x 25/3 mm con una media de 17 x 8 mm.

Sistemas de explotación desde un plano Es el más representado en la serie del nivel III con un total de 12 piezas. De éstas 7 están clasificadas dentro del grupo Ib, es decir sin reserva de un frente cortical. Todos son de sílex, 4 de buena calidad, y 3 regular. La mayoría fueron abandonados sin haber agotado todas las posibilidades de explotación. El más trabajado, conserva 12 negativos, presenta alteraciones térmicas que han dado lugar a cambios en la coloración y pátina del sílex. No muestra sin embargo evidencias de fracturas o esquirlas térmicas. Por este motivo opinamos que las alteraciones pudieron producirse más por contacto con cenizas que por exposición directa al fuego. El intervalo de dimensiones máximas y mínimas de estos siete núcleos es de 49/21 x 41/19 x 31/17 mm con una media de 34 x 27 x 22 mm. Se han contado un total de 59 extracciones: 12 en un núcleo de hojitas; 9 en uno de hojitas; 5 en uno de hojas; 5 en uno de lascas; 6 en otro de lascas; 12 en uno de lascas y

Figura 60. Volumen de los núcleos del nivel III.

hojitas; y 10 en uno de hojitas. El tamaño medio de los negativos medidos es de 20 x 10 mm. Dos de estos núcleos están realizados sobre lasca. Ambos están muy explotados, con 12 y 10 extracciones de hojitas. El primero de ellos podría interpretarse como un raspador nucleiforme con una extracción en su base destinada tal vez a facilitar su enmangue. El resto de los núcleos explotados desde una única plataforma, cinco, han sido clasificados dentro del grupo II. En la variante “a” encajan dos piezas. El primero (35 x 20 x 29 mm) es un sílex de buena calidad y no ha sido agotado. Conserva 9 negativos de lascas y hojitas con un tamaño medio de 30 x 8 mm. Algunas muestran un contrabulbo muy marcado que evidencia el uso de percutores duros. El segundo de los núcleos tiene el interés de estar realizado en cristal de roca (Figura 61 nº 2). El soporte original debió ser un nódulo de pequeño tamaño a juzgar por los restos de córtex que conserva en gran parte de la pieza pese a sus dimensiones (14 x 13 x 11 mm) y encontrarse muy agotado. Pueden observarse con claridad hasta cinco extracciones de hojitas con bordes muy rectos y regulares en las que se detecta el empleo de percutores blandos. Las dimensiones de estos negativos son de unos 12 x 3 mm. En la variante IIb contamos hasta 3 núcleos (29/17 x 30/16 x 20/12 mm y una media de 25 x 24 x 16 mm). Todos ellos de sílex, uno de mala calidad, fueron abandonados cuando estaban prácticamente agotados. Presentan una orientación de talla unidireccional con extracciones de hojitas, 6, 8 y 8 por

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UN PLANO 12 Grupo

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N

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DOS PLANOS 8 Grupo N

TRES O MÁS PLANOS 3 Grupo N

Ia

1

IIIa

2

VIa

1

Ib

7

IIIa

1

VIa

2

IIa

2

IIIb

1

VII

1

IIb

3

IV

2

V

4

OTROS Grupo VIII

N 1

Tabla 9. Sistemas de explotación de los núcleos del nivel III (N= número de piezas).

núcleo. El tamaño medio de los negativos medidos es de 20 x 4 mm. El más agotado (Figura 61 nº 3) conserva una extracción que corta a gran parte de las conservadas y que parece fue realizada con intención de reactivar el frente que se estaba explotando por lo que podría corresponder con un flanco de núcleo.

Sistemas de explotación desde dos planos Esta gestión se conserva en ocho núcleos del nivel III. En cuatro los dos planos son opuestos y en los otros cuatro convergen. Estos últimos, grupo V (42/24 x 40/21 x 39/17 mm y una media de 31 x 28 x 25 mm), son núcleos de sílex muy explotados. Conservan un total de 28 extracciones: 7 en un núcleo de hojitas; 5 en uno de lascas; y 9 y 7 en dos de hojitas. Las dimensiones medias de los negativos medidos son 15 x 8 mm. En algunos de estos núcleos está bien marcada la jerarquización de un plano, desde el que se habrían obtenido la mayor parte de los soportes o al menos del que se conservan el mayor número de negativos (Figura 61 nº 1). La presencia de córtex ha determinado en algún caso la disposición de la segunda plataforma, pero en la Peña de Estebanvela esa circunstancia es excepcional ya que este hecho está condicionado más bien por las características físicas del sílex del tipo de impurezas, fisuras o alteraciones. Dentro de los sistemas con plataformas opuestas tenemos dos núcleos del grupo IV (20 x 17 x 13 mm y 28 x 16 x 8 mm). Son de sílex, de buena calidad, y están prácticamente agotados. Miden 20 x 17 x 13 mm; y 28 x 16 x 8 mm. Conservan 6 y 9 extracciones de hojitas con un tamaño medio de 18 x 5 mm. En uno de ellos se ha optado por explotar desde cada plataforma un frente contrapuesto. Por último, hay que añadir dos núcleos del grupo III. El primero con reserva de frente cortical, IIIa, es un pequeño nódulo de cristal de roca, con algo de córtex, y unas dimen-

siones de 19 x 13 x 9 mm. Está totalmente agotado y conserva restos de 4 negativos de hojitas con bordes rectos y muy regulares (13 x 5 mm) en las que se habría empleado percutor blando. El segundo, un fragmento de núcleo, pertenece a la variante IIIb, con ausencia total de córtex, mide 23 x 19 x 15 mm, y es un sílex de buena calidad. También está agotado, con negativos de hojitas, al menos 6, cortadas por una fractura posterior a su extracción. Una de las plataformas parece que fue reavivada con una semitableta o tableta.

Sistemas de explotación desde tres o más planos Dos núcleos incorporan tres plataformas de percusión. Ambos son del grupo VIa, de sílex, y con negativos de hojitas. El primero, 24 x 21 x 16 mm, de buena calidad, está agotado y conserva 10 negativos. Se habría explotado desde una primera plataforma de modo que la creación sucesiva de las otras dos estuvo condicionada por la aparición de microcavernas en el frente que se estaba explotando. En el segundo la calidad del sílex es mala y fue abandonado sin haber agotado todas sus posibilidades. Mide 35 x 40 x 55 mm y conserva nueve negativos con un tamaño medio de 20 x 6 mm. Presenta una ligera desilificación y restos de preparación de una de las plataformas. Es un ejemplo de núcleo explotado desde dos planos opuestos en el que los condicionantes que surgen en la dinámica de talla, en este caso microcavernas, obligan a crear una tercera plataforma. Tras algunas extracciones los problemas vuelven a surgir y se termina por abandonar el núcleo. Hay un núcleo con 4 plataformas (31 x 15 x 16 mm). Es un sílex de buena calidad con extracciones de lascas y hojitas. Está muy explotado y pueden contarse hasta 7 negativos con unas dimensiones medias de 13 x 12 mm. De aspecto muy irregular resulta complejo efectuar una lectura de la dinámica seguida en su explotación.

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Figura 61. Núcleos del nivel III.

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Productos de acondicionamiento Aparecen en este nivel 18 semiaristas; 1 arista; 5 semitabletas; y 3 flancos de núcleo, todos de sílex. En el plano de superficie muestran la siguiente dispersión: 1 semiarista en C7; los 3 flancos de núcleo, 8 semiaristas y 2 semitabletas en C8; 1 semiarista en C9; 2 semaristas en D7; 2 semiaristas en D8; 1 semitableta en D9; 1 arista, 1 semiarista y 1 semitableta en E8; 1 semiarista en E9-E10; 1 semiarista y 1 semitableta en E11; y 1 semiarista en E13-F13. Los flancos miden 19 x 12 x 4 mm; 28 x 15 x 6 mm; y 11 x 29 x 9 mm, y dos de ellos muestran negativos unidireccionales de hojitas. El primero de los citados conserva uno entero con unas dimensiones de 17 x 4 mm y el tercero conserva restos de dos negativos más otro en dirección opuesta, siendo uno de los escasos flancos de núcleo con orientaciones no unidireccionales en la Peña de Estebanvela. Los intervalos máximos y mínimos en las dimensiones de las semitabletas son 34/28 x 43/17 x 16/2 mm. En general la anchura de los bordes de los negativos indica que se trata de hojitas aunque al menos en un caso apuntan más a posibles lascas u hojas. La arista, sin restos de córtex, tiene fractura proximal. Los intervalos máximos y mínimos en las dimensiones de las semiaristas son 100/15 x 50/3 x 21/2 mm. Tres de ellas conservan restos de córtex mínimo en la zona proximal, pero sin talones corticales. Es significativo el número de golpes de buril en relación con los niveles anteriores. Son un total de 12, todos de sílex, aunque únicamente aparecen completos tres (35/22 x 8/3 x 5/1 mm) con talones lisos y puntiformes. Como golpes de buril primario cabe interpretar 8 de estas piezas (6 muestran no obstante preparación dorsal).

Preparación y explotación de los núcleos Sorprende en este nivel el dominio prácticamente absoluto de los sistemas de explotación organizados desde una o dos plataformas y por tanto la escasa presencia de núcleos explotados desde tres o más planos de percusión. Entre los primeros también hay que destacar el predominio de los núcleos en los que no se ha mantenido un frente cortical. Tanto en las piezas donde la localización de las dos plataformas no es opuesta sino convergente, como en las tres que incorporan más de dos plataformas es posible seguir una lectura de las fases de explotación anteriores marcada por un plano principal al que se fueron añadiendo de manera ocasional los restantes. La calidad del sílex no fue el factor determinante, pues casi siempre es buena o muy buena, sino como ya

hemos visto en los niveles anteriores la necesidad de adaptar la talla a las cualidades físicas del sílex. Estamos ante núcleos muy explotados pues casi todos se encuentran por debajo o en la media de las dimensiones de toda la serie del nivel que es inferior a la de los niveles I y II (Tabla 10). De hecho todas las piezas, y en especial las explotadas desde dos planos opuestos, conservan negativos de bordes muy rectos y con anchuras muy regulares que se corresponderían con hojitas de buenas dimensiones. La utilización de sistemas de talla multidireccionales, aunque escasa (tres núcleos), estaría destinada a intensificar la explotación de estos núcleos mediante el cambio progresivo de plano cuando no pudo hacerse manteniendo esquemas unidireccionales y bidireccionales, que fueron los preferidos desde el principio y hasta agotar el núcleo. La proporción entre núcleos y reavivados es similar a la de los niveles anteriores, algo más de uno por núcleo. Dominan las semiaristas, algunas con restos de córtex, pero nunca con talones corticales. Destaca la presencia de un flanco de núcleo con restos de negativos bidireccionales, mientras que todos los hallados en los niveles I y II son unidireccionales. Con todo, creemos que estamos de nuevo ante estrategias de preparación de frentes poco cuidadas y donde prima la rapidez sobre la calidad. La proporción entre productos corticales y núcleos está por encima de 2:1 parecida a la observada en el nivel I. Pese a que existe cierta variabilidad en sus longitudes y anchuras éstas están por debajo de la del conjunto del resto de talla. Sin embargo, a la hora de valorar la posible relación de estos soportes con las fases iniciales de desbastado sí hay que señalar que el dominio de los talones corticales entre las piezas que lo conservan es absoluto. Nuevamente encontramos piezas con restos de cortex en todos los intervalos de dimensiones, lo que permite aventurar, que aunque en la serie no abunden los núcleos con frentes corticales, este tipo de planos se habría mantenido en los núcleos en las diferentes y sucesivas fases de su explotación. La media de las hojitas no retocadas del nivel III se sitúa en 17 x 6 x 2 mm, y la de las retocadas en 21 x 6 x 2 mm (Figura 62). Tomando como referencia las dimensiones de los negativos conservados los núcleos que habrían proporcionado este tipo de hojitas habrían sido fundamentalmente los explotados desde un único plano al igual que ocurría en los niveles I y II. De hecho, este tipo de núcleos, pero sobre todo los gestionados con sistemas de talla bidireccionales, habrían proporcionado fundamentalmente hojitas y en menor medida lascas y hojas (Figura 63).

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Grupo

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Dimensiones

Extracciones

Dimensiones Negativos

Intervalo máximo/mínimo

media

media

(media) Ib

49/21 x 41/19 x 31/17 (34 x 27 x 22)

8

20 x 10

IIa

29/14 x 20/13 x 35/11 (21 x 16 x 23)

7

21 x 5

IIb

29/17 x 30/16 x 20/12 (25 x 24 x 16)

7

20 x 4

IIIa

19 x 13 x 9

4

13 x 5

IIIb

23 x 19 x 15

6

-

IV

28/20 x 17/16 x 13/8 (24 x 16 x 10)

7

18 x 5

V

42/24 x 40/21 x 39/17 (31 x 28 x 25)

7

15 x 8

VIa

35/24 x 40/21 x 55/16 (29 x 30 x 35)

9

20 x 6

VII

31 x 15 x 16

7

13 x 12

Nivel III

29 x 24 x 21

8

17 x 8

Tabla 10. Dimensiones de los núcleos del nivel III (medidas en mm, las cifras en cursiva hacen referencia a una única pieza).

Figura 62. Dimensiones de los negativos del nivel III en mm (O = media hojitas no retocadas; ▲= media hojitas retocadas).

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Figura 63. Carácter de las extracciones (número de piezas)

Resto de talla y utillaje El estudio de los soportes del resto de talla muestra que el tipo más importante, al margen de los debris (27,16%), son las lasquitas (24,12%). Hay un aumento progresivo en el porcentaje de este tipo, en relación con los niveles superiores. Asimismo, las hojitas (15,82%) también presentan valores mucho más elevados que en los niveles suprayacentes. Este aumento de lasquitas y hojitas viene determinado por un menor peso de fragmentos no identificables (16,39%) y debris en el total del material. Tanto las lascas (8,88%) como las hojas (5,25%) presentan valores similares a los estratos ya analizados. Si consideramos únicamente los cuatro primeros soportes, las lascas y lasquitas (61,00%) dominan sobre las hojas y hojitas (39,00%). Los núcleos (0,39%) y sus productos de reavivado (0,40%) no son muy significativos y, de nuevo, su escasez podría indicar una transformación previa de la materia prima fuera del yacimiento (Figura 64). En el utillaje, casi la mitad de los soportes corresponde a hojitas (41,11%), seguidas de lascas (26,67%) y hojas (23,33%), mientras que las lasquitas sólo ocupan el 2,22%. La proporción entre lascas y lasquitas (30,95%) y hojas y hojitas (69,05%) es prácticamente la inversa que en el resto de talla. Por lo tanto, la talla laminar se encamina a la obtención de los soportes que posteriormente serán transformados en útiles. Los fragmentos se

mantienen en valores similares a los niveles anteriores (5%), mientras que los productos de acondicionamiento (1,67%) son escasamente aprovechados para la fabricación del utillaje. La tipometría del resto de talla de este nivel muestra unos valores extremos que oscilan entre 100 y 1 mm, una media aritmética de 17,36 mm y una moda de 12 mm. En el utillaje la longitud máxima es de 58 mm, la mínima de 12 mm, la media aritmética de 28,21 mm y la moda de 20 mm. En el resto de talla, el 89,43% no sobrepasa los 30 mm de largo, mientras que 85,87% de los útiles se engloban entre los 11 y 40 mm de longitud (Figura 65). La anchura del total del material tiene unos valores máximos de 68 mm para el resto de talla y 44 mm para el material retocado, mientras que los mínimos son de 2 mm y 3 mm. La media aritmética se sitúa en 12 mm y 14,42 mm y la moda en 10 mm y 4 mm respectivamente. En el 77,72% del resto de talla la anchura se sitúa entre 1 y 15 mm. En el utillaje vemos que los grupos más representados son los que se encuadran entre 1 y 10 mm (44,64%) y entre 16 y 20 mm (20,83%). Como veíamos en los niveles superiores, el tramo 11-15 mm apenas está representado (10,71%) con relación a los intervalos adyacentes. Además, los soportes entre 21 y 25 mm también suponen un 10,71% (Figura 66).

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Figura 64. Soportes (*): Lascas, lasquitas, hojas y hojitas del nivel III.

Figura 65. Longitud del total de piezas del nivel III.

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Figura 66. Anchura del total de piezas del nivel III.

Figura 67. Espesor del total de piezas del nivel III.

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El espesor de todo el conjunto del resto de talla se sitúa entre 27 mm y 1 mm como valores extremos, con una media aritmética de 3,11 mm y una moda de 1. Para los útiles, estas magnitudes son de 17, 1, 5,56 y 2 mm, respectivamente. En el resto de talla el 71,73% no supera los 3 mm de grosor, mientras que en el material retocado el 85,71% se sitúa entre 1 y 9 mm. (Figura 67). Estos datos muestran que los soportes del nivel III son más cortos, estrechos y delgados que los del nivel I, tanto en el resto de talla como en el material retocado. Los datos son muy similares a la media aritmética del material retocado del nivel II y ligeramente superiores al resto de talla. También, se constata que, por regla general, los soportes más grandes son los más usados para la fabricación de útiles. Estas consideraciones se ven matizadas en el análisis de los soportes. La longitud de las lascas del resto de talla varía entre los 80 y los 20 mm, mientras que en el utillaje estas medidas se reducen a 50 y 17 mm. La media aritmética es de 29,50 y 30,29 mm y la moda se sitúa en 23 y 35 mm respectivamente. En las lasquitas del resto de talla la amplitud de valores es de 19 y 1 mm, la media aritmética de 11,28 mm y la moda de 12 mm. En el utillaje la longitud máxima es de 18 mm, la mínima de 12 mm, la media aritmética es 14,75 mm y la moda de 12 mm. En el primer grupo, el 74,14% de lascas y lasquitas no supera los 20 mm de longitud y

en los útiles el 81,58% se sitúa entre los 21 y 40 mm (Figura 68). En las lascas la anchura presenta unos valores extremos de 68 y 1 mm para los desechos de talla y 44 y 9 mm para el retocado. La media aritmética es de 22,56 y 24,64 mm y la moda de 14 y 20 mm respectivamente. En las lasquitas la anchura máxima es de 35 y 16 mm, la mínima de 3 y 8 mm, la media aritmética de 10,01 y 12,50 mm y la moda de 10 y 13 mm para cada grupo. En cuanto a los intervalos en que se agrupan los valores conjuntos de lascas y lasquitas, en el resto de talla el 49,25% de las piezas no fracturadas miden entre 6 y 10 mm y el 25,65% del total se inscribe en el tramo de 11-20 mm. En el material retocado las piezas se reparten en un mayor número de tramos. El grupo dominante es el de 16-20 mm (29,41%), mientras que el 50,98% se engloba en el intervalo 21-35 mm (Figura 69). El grosor de las lascas presenta unos valores extremos de 27 y 1 mm en los desechos de talla y de 17 y 2 mm en el utillaje. La media aritmética es de 6,54 y 9,62 mm y la moda de 8 mm en ambos casos. En las lasquitas el espesor máximo es de 14 y 6 mm respectivamente, el mínimo de 1 y 3 mm, la media aritmética de 1,87 y 4,25 mm y la moda de 1 y 4 mm. El 70,91% de las lascas y lasquitas del resto de talla no supera los 3 mm de espesor. Esta cifra llega al 87,28% si ampliamos el intervalo hasta los 6 mm. En los útiles el tramo más representado es el de 49 mm (58,82%). Las piezas cuyo grosor oscila entre los 9 y los 18 mm suponen el 35,29% (Figura 70).

Figura 68. Longitud de lascas y lasquitas del nivel III.

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Figura 69. Anchura de lascas y lasquitas del nivel III.

Figura 70. Espesor de lascas y lasquitas del nivel III.

Así, las lascas y lasquitas del nivel III son más cortas, estrechas y delgadas que las del nivel I, tanto en el resto de talla como en el retocado, aunque los valores máximos sean en algunas ocasiones más altos. Únicamente la media aritmética del espesor de las lascas del material retocado es ligeramente superior en el nivel III. Con respecto al nivel II, los soportes son también más pequeños, pero los valores de ambos estratos están muy cerca entre sí. Además, en líneas generales, se siguen escogiendo de forma mayoritaria los soportes más grandes para fabricar los útiles. En los soportes laminares la longitud máxima de las hojas oscila entre 100 mm en el resto de talla y 58 mm en el material reto-

cado. Los valores mínimos son de 20 y 28 mm, la media aritmética de 34,37 y 39,56 mm y la moda de 43 y 41 mm. En las hojitas las longitudes mayores son de 44 y 38 mm y las menores de 5 y 12 mm. La media aritmética de esta magnitud se sitúa en 16,98 mm y 21,47 mm y la moda de 12 y 20 mm, respectivamente. La mayor parte de hojas y hojitas se agrupan en el intervalo de 11-30 mm: 73,38% para el resto de talla y 65,38% para el utillaje. Pero mientras en este último grupo no hay piezas con valores inferiores a los 11 mm y el tramo 31-50 mm supone el 32,69%, en el resto de talla los soportes de hasta 10 mm ocupan el 10,24% y los que van de 31 a 50 mm tan solo el 14,68% (Figura 71).

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Figura 71. Longitud de hojas y hojitas del nivel III.

Figura 72. Anchura de hojas y hojitas del nivel III.

La anchura de las hojas presenta unos valores extremos de 41 y 9 mm, una media aritmética de 14,84 mm y una moda de 10 mm, para el resto de talla. En el utillaje estos valores son de 27, 12, 18,08 y 17 mm. En las hojitas, la anchura máxima es de 10 mm en el resto de talla y 13 mm en el material retocado. Los valores mínimos son de 2 y 3 mm, la media aritmética de 5,50 y 5,78 mm y la moda de 6 y 4 mm. Los intervalos más representativos de la anchura de hojas y hojitas vuelven a coincidir para ambos conjuntos. Las piezas de hasta 10 mm alcanzan el 81,57% y el 60,04% respectivamente. En los útiles el 28,07% corresponde a soportes cuyas dimensiones oscilan entre 11 y 20 mm (Figura 72).

Los valores máximos del grosor de las hojas son de 20 mm para el resto de talla y 13 mm para el retocado, los mínimos son de 1 y 3 mm, la media aritmética de 6,28 y 6,98 mm y la moda de 3 y 7 mm. En las hojitas la amplitud del espesor es de 7 y 1 mm para ambos grupos. La media aritmética de 2,10 y 2,20 mm y la moda de 1 y 2 mm. El 74,74% del resto de talla y el 59,65% del utillaje no supera los 3 mm de espesor. El intervalo 4-9 mm supone el 18,43% y el 35,96% para cada grupo (Figura 73). Los soportes laminares tanto del resto de talla como del material retocado son más pequeños que los del nivel I. La comparación con el nivel II revela que mientras el resto de talla del

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nivel III es ligeramente más grande, en el utillaje estos parámetros se invierten. La materia prima empleada en este nivel sigue siendo mayoritariamente el sílex: 88,49% para el resto de talla y 97,22% para el material retocado. No obstante, se observa, sobre todo en el primer grupo, un mayor peso de otro tipo de materiales, una tendencia ya insinuada en el nivel II. Así, la cuarcita (4,38%) y el cristal de roca (4,23%) superan por primera vez el 1,5% del total en el resto de talla. El cuarzo asciende hasta el 2,74% y la caliza el 0,15% (Figura 74). Este aumento se refleja en todos los soportes, no sólo en fragmentos y debris que normalmente presentaban los porcentajes más altos en las materias primas diferentes del sílex. Así, la cuarcita supone el 9,35% de las lascas, 3,38% de las lasquitas, 3,65% de las hojas y 1,03% de las hojitas. El cristal de roca cuenta con un menor peso: 2,67% de lascas, 2,58% de lasquitas, 1,97% de hojas y 2,53% de hojitas. El cuarzo está presente sobre todo en las lascas (3,01%) y en menor medida en hojas (1,97%), lasquitas (1,66%) y hojitas (1,41%). En el material retocado el uso de otras materias primas es mucho más bajo: 0,56% de cuarcita y cuarzo y 1,67% de cristal de roca. Por soportes, las lascas muestran una mayor diversidad (4,17% de cristal de roca y 2,08% de cuarzo) a lo que hay que sumar una hoja en cuarcita y una lasquita en cristal de roca. En este nivel los soportes con córtex siguen siendo escasos, el 0,93% de las piezas del resto de talla y el 0,56% del material

Figura 73. Espesor de hojas y hojitas del nivel III.

retocado son de 1er orden, mientras que el 9,08% y el 14,44%, respectivamente, son de 2º orden. Los elementos de 3er orden suponen el 89,99% y 85% del total de cada grupo (Figura 75). Estos valores son similares a los niveles superiores, sobre todo si los comparamos con el nivel I, aunque sí se observa un aumento de los soportes de 2º orden, tanto para el material retocado como para el resto de talla. Este incremento de piezas con restos de córtex es especialmente significativo en las lascas (26,04%), hojas (25,28%) y hojitas (7,12%) de 2º orden del resto de talla. En el utillaje también hay un ascenso notable de las lascas (29,17%), hojas (16,67%), hojitas (4,05%) y sobre todo de los productos de acondicionamiento (33,33%) de 2º orden, con respecto a los niveles superiores. Los procesos de fracturación parecen ser menos intensos en este estrato, tanto en el resto de talla (25,74% de piezas enteras) como en el material retocado (51,11%), donde por primera vez este porcentaje supera al de piezas rotas. Las hojas y hojitas no fracturadas tanto del resto de talla (22,19% y 20,06%) como las hojas empleadas en el utillaje (42,86%) mantienen valores parecidos a los del nivel I y II. Pero los porcentajes que muestran las lascas (40,23%) y lasquitas (42,35%) enteras del resto de talla y las hojitas (45,95) del material retocado son muy superiores a lo hasta ahora analizado. Las fracturas del resto de talla son fundamentalmente múltiples (40,04%), seguidas de las distales (20,54%), proximales

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Figura 74 Materias primas empleadas del nivel III.

1er orden

2º orden

3er orden Figura 75. Presencia de córtex del nivel III.

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Figura 76. Localización de las fracturas. El campo “Lateral” incluye también las fracturas lateral-distal, lateral proximal y bilateral del nivel III.

(15,59%) y proximales-distales (13,72%). En lascas y lasquitas dominan las fracturas distales y proximales, mientas que en las hojas y las hojitas son las distales y proximales-distales. Estos datos muestran una continuidad de las tendencias generales con los niveles superiores. En el utillaje hay un aumento de las fracturas proximales, hasta un 65,91%, y distales (18,18%). Las fracturas múltiples suponen el 6,82% y las proximales-distales tan sólo el 5,68% (Figura 76). A pesar de ser el nivel con mayor porcentaje de hojas y hojitas, las fracturas proximales-distales suponen casi un tercio de las contabilizadas para el nivel I (13,33%) y el nivel II (15,85%). Así, las fracturas proximales en hojas (66,67%) y hojitas (67,50%) son muy superiores a las distales (12,50% y 30,00%) y las proximales-distales (16,67% y 2,50%). Las lascas mantienen porcentajes similares a los niveles superiores: 85,71% proximal y 7,14% distal. En el resto de talla, las causas que generan estas fracturas no son posibles identificarlas en un 79,99% de los casos. Las fracturas por flexión suponen el 19,02% y las provocadas por percusión y las térmicas no superan el 1%. Estas cifras son parecidas a las proporcionadas por los niveles I y II. Sin embargo, en el utillaje, por primera vez las fracturas por flexión (47,43%) son inferiores a las indeterminadas (48,86%). Las roturas térmicas (2,27%) y por percusión (1,14%) son muy escasas (Figura 77). No se observa ninguna asociación entre localización y causa en ambos grupos. Por soportes, en el resto de talla dominan siempre las indeterminadas, seguidas de las producidas por flexión,

al igual que en las lascas del material retocado. Además, en este último caso las fracturas térmicas son muy altas (14,29%). Sin embargo, en las hojas y hojitas usadas en el utillaje las fracturas por flexión (58,33% y 60% respectivamente) son superiores a las indeterminadas (41,67% y 37,50%). En cuanto a los talones, el grupo dominante continúa siendo el de elementos no conservados (34,21% y 35,67%), mientras que los rotos suponen el 5,89% y 18,71%. Además, en un 15,79% de los útiles está suprimido por el retoque. En el resto de talla los talones lisos (33,72%) son los más numerosos, seguidos de los puntiformes (14,74%) y los corticales (4,77%). Estas cifras se elevan al 56,29%, 24,60% y 7,96% respectivamente, si sólo consideramos los talones identificables. Los diedros y facetados son muy poco significativos (3,34% para cada grupo). En el material retocado también son mayoritarios los talones lisos (18,71% y 62,75% para los talones conservados), mientras que los puntiformes muestran un elevado aumento con respecto a los niveles superiores (9,36% y 31,37% para el total de identificados) (Figura 78). Este incremento posiblemente esté relacionado con el mayor número de hojitas existentes en el nivel III. Como en el resto de la secuencia hasta ahora analizada, los accidentes de talla son prácticamente inexistentes: 2,06% en el resto de talla y 1,11% en el utillaje. Dentro de la escasa significación estadística de estas cifras, en el primer grupo son más

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Figura 77. Causa de las fracturas del nivel III.

Figura 78. Talones y talones conservados(*) del nivel III.

importantes los soportes sobrepasados (70,29%) que los reflejados (27,54%), mientras que en el utillaje ambos campos se reparten al 50%. Asimismo, las alteraciones que presenta la materia prima son aún más bajas que las identificadas en los niveles I y II. El 91,65% del resto de talla y el 96,11% del material retocado no tienen ninguna alteración. En los desechos líti-

cos destaca sobre todo el material desilificado: 81,72% del total de las alteraciones. En el utillaje, el 57,14% corresponden a alteraciones térmicas, el 28,57% a piezas desilificadas y el 14,29% a elementos craquelados. Este último tipo es bastante más alto que las cifras que ofrecen los niveles superiores.

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6.2. Estudio tipológico del nivel III El conjunto retocado del nivel III asciende a 171 piezas incluidas en la lista además de 7 lascas retocadas y 12 golpes de buril (Tabla 11). Esta unidad muestra, como es habitual a lo largo de toda la secuencia de la Peña de Estebanvela, a excepción del nivel I, un claro predominio de los útiles sobre hojita (43,27%). Son mayoritarias en el grupo las hojitas de dorso (50%), en esta ocasión no sólo único sino también doble, y aparecen en un

número importante las hojitas de fino retoque directo (casi 30%) (Figuras 79 y 80). El segundo grupo en número de efectivos es el formado por los raspadores (29,23%) (Figuras 81 y 82) entre los que siguen despuntando los realizados sobre lasca (64%), aunque ya han desaparecido los unguiformes y los circulares son muy escasos. El rasgo más significativo de este nivel es sin duda el incremento porcentual de los buriles (11,69%), entre los que destacan los diedros (75%). Esta característica que ya apun-

Figura 79. Hojitas de dorso del nivel III.

Figura 80. Principales grupos tipológicos del nivel III.

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Figura 81. Raspadores, hojas retocadas y hojitas de dorso del nivel III.

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Figura 82. Raspadores y buriles del nivel III.

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Figura 83. Buriles del nivel III.

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TIPOS



TIPOS

1

Raspador sobre extremo de hoja

9

38

3

Raspador doble

4

39

Buril transversal sobre muesca

1

5

Raspador sobre hoja retocada

7

43

Buril nucleiforme

1

8

Raspador sobre lasca

21

50

Microgravette

2

9

Buril transversal sobre retoque lateral

1

Raspador circular

2

58

Hoja con el borde rebajado total

2

11

Raspador carenado

1

59

Hoja con el borde rebajado parcial

1

13

Raspador en hocico espeso

1

60

Hoja con truncatura recta

1

14

Raspador en hocico plano

2

65

Hoja con retoque continuo sobre un borde

5

15

Raspador nucleiforme

2

66

Hoja con retoque continuo sobre dos bordes

2

Frente de raspador

1

74

Pieza con escotadura

5

17

Raspador - buril

2

75

Pieza denticulada

1

23

Perforador

1

76

Pieza esquirlada

1

24

Bec

3

77

Raedera

1

26

Microperforador

1

85a

Hojita de dorso

37

27

Buril diedro recto

3

85b

Hojita de fino retoque directo

22

28

Buril diedro desviado

6

85c

Hojita de dorso apuntada

4

29

Buril diedro de ángulo

2

86

Hojita de dorso truncada

1

30

Buril diedro de ángulo sobre rotura

2

89

Hojita con escotadura

2

31

Buril diedro múltiple

1

90

Hojita con retoque inverso

32

Buril busqué

1

35

Buril sobre truncatura oblícua

2

91 92

38

Buril transversal sobre retoque lateral

1

Punta aziliense Hoja apuntada TOTAL NIVEL III

2 4 1 171

Tabla 11. La Peña de Estebanvela. Nivel III.

tamos en un anterior estudio sobre el yacimiento (Cacho et al., 2003: 30) se ha visto confirmada en las campañas posteriores al procesar un mayor registro arqueológico. Este hecho que va ligado a una progresiva disminución de los raspadores es, probablemente, el mejor indicador de las diferencias existentes entre los niveles superiores e inferiores. Muy significativo desde el punto de vista espacial es el hallazgo en una misma cuadricula, la C8, de un numero muy elevado de golpes de buril (7 ejemplares) que aparecen asociados a una cuarta parte de los buriles localizados en este nivel (Figuras 82 nos 9 a 12 y 83).

El resto de este conjunto está formado por las hojas retocadas (4,09%), en las que ya ha desaparecido el retoque escaleriforme, así como los perforadores (2,92%), con un porcentaje muy similar en toda la secuencia, y las hojas de dorso y truncaturas (2,33%) (Figura 81 nos 6 al 9). El número de vestigios que tenemos del resto de los niveles inferiores es realmente bajo ya que la superficie excavada de estas unidades, en particular el V y el VI, es muy reducida y el volumen de sedimento extraído en cada una de ellas no llega a 0’50 m3.

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7. NIVEL IV 7.1. Estudio tecnológico del nivel IV El número total de piezas, 2.438 incluye 10 núcleos (0,41%); 13 productos de acondicionamiento (0,53%); y 54 elementos retocados (2,2%), por lo que el resto de talla representa el 96,9% del total de la serie.

Núcleos La materia prima empleada ha sido el sílex en 6 piezas, la cuarcita en 3 y el cristal de roca en 1. En el plano de superficie se reparten en: 3 en C7; 2 en D7; 1 en D11; 3 en E10; y 1 en E11.

El peso medio de los núcleos del nivel IV es de 128 gramos. El intervalo entre el máximo y el mínimo es de 488/2 gramos. Conviene señalar que más de un kilogramo del peso total de los núcleos se debe tan solo a tres núcleos (488, 330 y 280 gramos). Son cantos de cuarcita, con córtex importante y escasamente trabajados, aunque no parecen ser extracciones de prueba. Si excluimos estos tres elementos, el peso medio desciende a 26 gramos (Figura 84). El intervalo de dimensiones máximas y mínimas es de 95/10 x 58/7 x 68/6 mm; con una media de 52 x 36 x 29 mm. La variabilidad en las dimensiones es más marcada que en los niveles anteriores debido a la presencia de los tres núcleos de cuarcita. Aún así también es algo más visible en los núcleos de

Figura 84. Pesos de los núcleos del nivel IV.

Figura 85. Volumen de los núcleos del nivel IV.

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sílex (Figura 85) y puede ponerse en relación con un grado de explotación de los núcleos menos uniforme y más desigual. La serie está dominada por los núcleos explotados desde una o dos plataformas. Entre los primeros todos conservan un frente cortical y entre los segundos las plataformas no se localizan en dirección opuesta. Hay dos núcleos gestionados desde tres plataformas, uno de ellos conserva claramente una explotación organizada en un primer momento desde una única plataforma. Por último, hay también dos núcleos realizados sobre soportes ocasionales, un fragmento y una lasca (Tabla 12). El total de extracciones observadas en estos núcleos es de 65 con una media por tanto de 6 por núcleo. El que más presenta es un núcleo explotado desde tres plataformas con al menos

UN PLANO

13 negativos de hojitas (Figura 86 nº 1). Hay otros dos con 12 y 11 extracciones. El que menos presenta, con dos negativos, es un núcleo realizado sobre un fragmento, mientras que con tres aparecen uno de los cantos de cuarcita y un núcleo de lascas de sílex. El tamaño de las extracciones medidas presenta unos intervalos máximos y mínimos de 40/6 x 42/1 mm. La media se sitúa en 23 x 14 mm.

Sistemas de explotación desde un plano Dentro del grupo IIa encajan dos núcleos. Ambos son de cuarcita y no están muy explotados conservando una cantidad importante de córtex. Sus dimensiones son 71 x 40 x 43 mm; y 91 x 56 x 68 mm. Presentan 3 y 4 extracciones de lascas y alguna hoja, con unas dimensiones medias de 37 x 28 mm.

DOS PLANOS

3

TRES O MÁS PLANOS

3

2

Grupo

N

Grupo

N

Grupo

N

Ia

1

IV

1

VIa

1

IIa

2

V

2

VII

1

Tabla 12. Sistemas de explotación de los núcleos del nivel IV (N= número de piezas).

Figura 86. Núcleo del nivel IV.

OTROS Grupo VIII

N 2

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El otro núcleo trabajado desde una plataforma es del grupo Ia y mantiene un frente cortical aunque el espesor del córtex es escaso. Es un sílex de escasa calidad y no agotado pese a que cuenta con 11 extracciones, la mayoría de lasquitas. Tiene unas dimensiones de 54 x 43 x 30 mm, y el tamaño medio de los negativos medidos es de 22 x 13 mm. Presenta alteraciones térmicas y en parte de la superficie parece que estuvieran a punto de saltar esquirlas térmicas.

En sílex de buena calidad (35 x 33 x 19 mm) muestra únicamente dos negativos enteros de hojas. Algunos negativos fueron a su vez utilizados como nuevas plataformas de percusión. Más interesante es el núcleo de sílex sobre una lasca (41 x 23 x 12 mm). Está bien explotado, pueden contarse hasta 5 extracciones de hojitas de pequeñas dimensiones (12 x 3 mm; 11 x 5 mm). El talón fue usado como plataforma de percusión y la cara dorsal como frente de obtención de soportes.

Sistemas de explotación desde dos planos

Productos de acondicionamiento

Dos núcleos pertenecerían al grupo V. En ambos casos se trata de un sílex de mediana calidad, aunque uno de ellos está prácticamente agotado. Este último (48 x 35 x 28 mm) conserva 12 negativos de hojitas (con una media de 22 x 5 mm) con bordes regulares, la mayoría obtenidos desde un único plano que quedó inutilizado por una fisura abriéndose un segundo plano convergente. El otro núcleo (35 x 26 x 17 mm) presenta 3 extracciones de lasquitas y una morfología irregular con dos plataformas convergentes. Aparece también en la serie un núcleo del grupo IV. En cristal de roca, es el más explotado del conjunto, sin restos de córtex. Tiene unas dimensiones de 10 x 7 x 6 mm, con 6 negativos de hojitas de muy pequeño tamaño (9 x 3 mm)6.

Se han registrado 9 semiaristas; 3 flancos de núcleo y 1 tableta, todos de sílex. Sobre el plano de superficie del nivel se distribuyen en: 1 tableta en C7; 2 semiaristas en D7; 1 semarista en D11; 3 flancos de núcleo y 3 semiaristas en E10; y 3 semaristas en E11. Los flancos de núcleo tienen unos intervalos máximos y mínimos en sus dimensiones de 37/33 x 27/14 x 15/13 mm. Uno de ellos presenta talón cortical y extracciones unidireccionales. En otro pueden observarse alteraciones térmicas, varias extracciones de hojitas, y de una hoja, en direcciones enfrentadas. Por último, el tercero muestra una ligera desilificación, negativos de hojitas y restos de dos plataformas opuestas. La tableta mide 53 x 26 x 8 mm, tiene talón liso y fue reaprovechada como soporte para elaborar un raspador. Las semiaristas presentan unas dimensiones máximas y mínimas de 33/17 x 10/3 x 5/1 mm. Sólo una pieza conserva restos mínimos de córtex y tres de ellas el talón, dos puntiformes y uno liso. Señalar también la existencia de un golpe de buril secundario (26 x 5 x 3 mm) con el talón liso.

Sistemas de explotación desde tres o más planos El núcleo del grupo VIa (37 x 37 x 19 mm) es un sílex de buena calidad, muy explotado con al menos 13 negativos de hojitas, obtenidas desde cuatro plataformas, con un tamaño medio de 25 x 7 mm. Pese al número de plataformas conserva una morfología prismática a partir de la plataforma que funcionó como primera y principal y que muestra los negativos de bordes más rectos y regulares (Figura 86 nº1). Por último, el núcleo del grupo VII, es un canto de cuarcita de grano muy grueso. Está poco trabajado, mide 95 x 58 x 19 mm, y conserva 6 negativos de hojas y lascas, algunos de buen tamaño (40 x 20 mm). La presencia de fisuras en las superficies habría impedido su explotación. Estas cuarcitas parecen proceder del conglomerado de las paredes y cubierta del abrigo.

Otros Destacan en este caso dos núcleos sobre soportes ocasionales. Uno de ellos reaprovecha un fragmento de un núcleo anterior.

6

Preparación y explotación de los núcleos Aunque la serie es escasa (10 núcleos) dominan los sistemas de talla unidireccionales y bidireccionales frente a los multidireccionales. Sin embargo lo que destaca en este nivel es que a diferencia de los niveles anteriores aparecen aquí de manera significativa otras materias primas diferentes al sílex, fundamentalmente la cuarcita (3 núcleos). Es una cuarcita de mala calidad que condiciona gravemente las posibilidades de explotación de estos núcleos. Las dimensiones medias de los núcleos de este nivel son similares a las de los del nivel II pero la variabilidad en los tamaños es más acusada debido a que no son núcleos muy explotados. Únicamente los núcleos trabajados desde dos pla-

Si bien es cierto que entre el material retocado del nivel IV hay 5 hojitas con intervalos de 13/8 x 7/3 mm, ninguna es de cristal de roca.

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taformas, dos de sílex y uno de cristal de roca, pueden considerarse agotados. Además, la calidad de la materia prima es en casi todos los núcleos escasa, incluso en los de sílex. Así ocurre por ejemplo en los dos núcleos de cuarcita gestionados desde un único plano (IIa), que son los de mayores dimensiones de la serie (Tabla 13) y con escasas extracciones de lascas.

el número de elementos corticales es bajo (24 piezas), sí puede afirmarse que existe variabilidad en las longitudes y anchuras de los soportes. Este hecho junto con el dominio absoluto de talones corticales permitiría relacionar la serie (con piezas de sílex, cuarcita, cristal de roca e incluso cuarzo) con tareas iniciales de desbastado de los núcleos.

En los sistemas de explotación desde dos plataformas la situación de los planos, cuando se trabaja un mismo frente, nunca es en direcciones opuestas sino convergentes. Aunque como hemos señalado pueden considerarse núcleos agotados la calidad del sílex es bastante regular, salvo la pieza de cristal de roca.

Los núcleos con sistema de talla bidireccional son los que habrían proporcionado el mayor número de hojitas (Figura 87). También presentan los negativos de hojitas de bordes más rectos y anchuras más regulares.

La relación entre productos de acondicionamiento y núcleos no cambia con respecto a los otros niveles. Continúan también dominando entre estos elementos las semiaristas. Destaca no obstante la presencia de tres flancos de núcleos y el hecho de que dos de ellos presenten restos de negativos con direcciones enfrentadas realizadas desde dos planos opuestos. También encontramos una proporción de productos corticales y núcleos (2,4:1) muy similar a lo visto hasta aquí. Aunque

Grupo

En el nivel IV las dimensiones medias de las hojitas no retocadas 17 x 5 x 2 mm aumentan ligeramente en las retocadas 20 x 6 x 2 mm. Las dimensiones de los negativos medidos que más se aproximan a estos valores se encuentran en este nivel en los núcleos explotados desde dos planos que son también los que conservan los negativos de hojitas de mayor calidad (Figura 88).

Dimensiones

Extracciones

Dimensiones Negativos

Intervalo máximo/mínimo

media

media

(media) Ia

54 x 43 x 30

11

22 x 13

IIa

91/71 x 56/40 x 68/43 (81 x 48 x 55)

3

37 x 28

IV

10 x 7 x 6

6

9x3

V

48/35 x 35/26 x 28/17 (41 x 30 x 22)

7

22 x 5

VIa

37 x 37 x 19

13

25 x 7

VII

95 x 58 x 19

6

40 x 20

VIII

41/35 x 33/23 x 19/12 (38 x 28 x 15)

3

11 x 4

52 x 36 x 29

6

23 x 14

Nivel IV

Tabla 13. Dimensiones de los núcleos y negativos del nivel IV (medidas en mm, las cifras en cursiva hacen referencia a una única pieza).

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Figura 87. Carácter de las extracciones (número de piezas).

Figura 88. Dimensiones de los negativos del nivel IV en mm. (O = media hojitas no retocadas; ▲= media hojitas retocadas).

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Resto de talla y utillaje En el resto de talla los soportes más representativos son las lasquitas (19,97%) y las hojitas (18,67%). Este último elemento tiene una importancia cada vez mayor a medida que nos acercamos a la base de la secuencia, mientras que las lascas (6,63%) y las hojas (2,98%) muestran una tendencia contraria. Los fragmentos no identificables (15,77%) presentan valores similares al nivel III y el porcentaje de los debris (34,48%) es bastante más numeroso. En el material retocado los tipos más utilizados siguen siendo las hojitas (37,04%), seguidas de las lascas (33,33%), los fragmentos (12,96%) y las hojas (9,26%). Las lasquitas sólo suponen el 1,85% (Figura 89). Estos datos muestran un aumento muy importante de las lascas, muy poco representadas en el resto de talla, que va parejo con un menor uso de las hojas. Por lo tanto, la obtención de soportes para elaborar el utillaje se centra en productos laminares de pequeño formato (hojitas) y lascas. Si consideramos únicamente los cuatro tipos de soportes más representativos, vemos que en ambos casos las cifras están mucho más cercanas entre sí. El 55,13% del resto de talla corresponde a lascas y lasquitas frente al 43,18% del utillaje. Las hojas y hojitas suponen el

Figura 89. Soportes. (*): Lascas, lasquitas, hojas y hojitas del nivel IV.

44,87% y el 56,81% respectivamente. Los núcleos y productos de acondicionamiento siguen siendo muy bajos en los desechos líticos (0,62%), sin embargo, sí son aprovechados con cierta frecuencia para realizar útiles sobre ellos (5,55%). Debido a que el número de restos recuperados en este nivel es bastante inferior a los analizados hasta ahora, el estudio tipométrico se basará en el total de ambos conjuntos, resto de talla y retocado, sin realizar especificaciones por tipo de soportes. Por idénticas razones, se procederá de igual manera para los niveles V y VI. La longitud presenta unos valores extremos de 70 y 3 mm para el resto de talla y de 72 y 13 mm para el utillaje. La media aritmética es de 17,88 y 36,16 mm y la moda de 11 y 52 mm, respectivamente. La mayor parte de las piezas del resto de talla (89,38%) no superan los 30 mm de longitud, mientras que el 68,42% del utillaje se sitúa entre los 21 y los 40 mm (Figura 90). Además, un 15,79% de las piezas retocadas se incluyen en el intervalo 51-60 mm. Por lo tanto, los soportes más largos son los que se siguen utilizando para la fabricación del utillaje. En el resto de talla, aunque la longitud presenta un valor máximo inferior al resto de la secuencia hasta ahora analizada, la media aritmé-

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tica de esta magnitud es algo superior a la del nivel III. Además, en el material retocado, este valor se sitúa muy por encima del estrato suprayacente, siendo prácticamente igual al del nivel I, donde aparece la industria de mayor tamaño. Posiblemente, esto es debido a un mayor número de útiles sobre lascas. La anchura total del resto de talla oscila entre 50 y 1 mm, con una media aritmética de 12,67 mm y una moda de 4 mm (Figura 91). En el material retocado, la anchura máxima es de 42 mm, la mínima de 2 mm, la media aritmética es de 16,89 mm y la moda de 3 mm. Los intervalos en los que se agrupa esta magnitud muestran que el 74,36% del resto de talla no supera los 15 mm. En el material retocado, al contrario que en el resto de los niveles, las piezas se reparten de forma bastante equilibrada entre la mayor parte de las categorías. Un 40% del total se sitúa entre 1 y 10 mm, mientras que el intervalo 16-30 mm supone el 37,78%. Aquí, también, la media aritmética del resto de talla es prácticamente la misma del nivel III, mientras que la del utillaje se sitúa más cerca del nivel I. El espesor presenta unos valores que fluctúan entre 18 y 1 mm en los desechos de talla y entre 30 y 1 mm en el material retocado (Figura 92). La media aritmética es de 3,26 y 6,11 mm y

la moda de 1 y 2 mm respectivamente. En este caso, los valores están agrupados en menos intervalos. En el resto de talla el 87,91 % del total no supera los 6 mm de grosor. En el utillaje, los tramos más usados son los que llegan hasta los 9 mm (86,96%). Como en el caso de la anchura, para la elaboración de las piezas retocadas se usan los soportes de mayores dimensiones. Asimismo, las medias aritméticas vuelven a mostrar que el resto de talla está muy cerca de los valores del nivel III, mientras que el material retocado se aproxima al nivel I. El empleo del sílex sigue siendo mayoritario en las materias primas identificadas (85,72% y 96,30% respectivamente). No obstante, el uso de una mayor variedad de materiales, ya detectado en el nivel III, es aquí mucho más evidente. En el resto de talla el cristal de roca supone el 8,43%, casi el doble que en el nivel II. Está destinado, sobre todo, a la obtención de hojitas y, en menor medida, de lasquitas y lascas. La cuarcita representa el 3,52% y es utilizada mayoritariamente para lascas y hojas. El cuarzo (2,12%) se emplea fundamentalmente para las hojitas. La caliza (0,21%) prácticamente no esta representada. En el utillaje, además del sílex, solo hay piezas en cuarzo (3,70%), mientras que en el estrato superior se utilizan todos los tipos de

Figura 90. Longitud del total de piezas del nivel IV.

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Figura 91. Anchura del total de piezas del nivel IV.

Figura 92. Espesor del total de piezas del nivel IV.

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materia prima salvo la caliza, que sólo aparece en las piezas retocadas del nivel I. El cuarzo se emplea únicamente en lascas y en la totalidad de los útiles sobre lasquita (Figura 93). La presencia de elementos corticales presenta también valores muy bajos (Figura 94). En el resto de talla las piezas de 3er orden suponen el 92,71%. Esta cifra es similar al resto de la

1er orden

secuencia hasta ahora analizada y algo superior a la del nivel III. Esto es debido a que los materiales de 2º orden (6,27%) son menos numerosos. Las elementos con restos de córtex más representados son lascas, hojas y lasquitas, aunque los porcentajes son, lógicamente, mas bajos. El 1,02% de los soportes del resto de talla son de 1er orden, sobre todo lascas y lasqui-

2º orden

3er orden

Figura 94. Presencia de córtex en el nivel IV.

Figura 93. Materias primas empleadas en el nivel IV.

323

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Figura 95. Localización de las fracturas delnivel IV.El campo “Lateral” incluye también las fracturas lateral-distal, lateral proximal y bilateral.

tas. Las hojas no están presentes en esta categoría y el resto de tipos tiene unos valores muy escasos. En el material retocado no se emplean piezas de 1er orden, al contrario que en el resto de los niveles, y las de 2º orden suponen solo el 9,26%. Esta cifra también se sitúa por debajo de los porcentajes del resto de la secuencia. El total de lasquitas usadas en el utillaje y casi una cuarta parte tanto de lascas como de productos de acondicionamiento son de 2º orden. En el nivel III casi todos los soportes están representados en esta categoría. Los procesos de fracturación son más intensos en este nivel que en el resto de los ya analizados. En el resto de talla las piezas fracturadas alcanzan el 82,21%, siendo especialmente significativo el número de hojitas (82,92%), lasquitas (73,32%) y lascas (70,25%) rotas. A diferencia del resto de los niveles, donde los soportes laminares presentan un mayor número de ejemplares fracturados, aquí los porcentajes de fracturas de todos los tipos están muy cerca entre sí. Tan sólo el 17,79% de las piezas están enteras. En el material retocado, también los elementos rotos (66,67%) presentan las cifras más elevadas de todos los niveles hasta ahora estudiados. Únicamente los útiles sobre lasquita siempre aparecen enteros, mientras que en los productos de acondicionamiento se da el caso contrario. En el

resto, las hojitas (85%) y hojas (60%) son las más afectadas por las fracturas. En las lascas la población se divide al 50% entre ambas categorías. La localización de las fracturas en el resto de talla muestra una distribución similar al nivel III (Figura 95). Las múltiples son las mas numerosas (36,13%), seguidas de las distales (23,45%), proximales (15,21%) y proximales-distales (14,82%). En las lascas predominan las fracturas distales y proximales, mientras que en las lasquitas y las hojas se da la situación inversa. En los dos primeros tipos de soportes las múltiples son bastante altas. En las hojitas hay un mayor número de roturas distales, seguidas de las proximales-distales y proximales. En los soportes laminares las múltiples son muy escasas. En el utillaje, destacan las fracturas proximales (47,22%) como en el resto de la secuencia, pero con valores sensiblemente menores. Esto es debido al aumento de las múltiples (16,67%). Las distales suponen el 19,44% y las proximales-distales el 13,89%. Por soportes, en todos los casos, predominan las proximales y, en segundo lugar, las distales salvo en las hojitas, donde este puesto lo ocupan las proximales-distales. La causa de estas fracturas en el resto de talla es fundamentalmente indeterminada (72,74%) y por flexión (26,78%)

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Figura 96. Causa de las fracturas en el nivel IV.

(Figura 96). Las generadas por percusión (0,40%) y térmicas (0,08%) son prácticamente inexistentes. Estas cifras se sitúan en valores similares a los tres niveles superiores. Las fracturas por flexión son más importantes en las hojas y hojitas y las indeterminadas en lascas y lasquitas. En el utillaje se dan porcentajes similares a los desechos de talla. Así, por primera vez, las fracturas indeterminadas (72,22%) superan a las provocadas por flexión (25,00%). A lo largo de la secuencia se produce una paulatina disminución de las fracturas por flexión en favor de las indeterminadas. En los soportes, sin embargo, vemos que tanto en lascas como en hojas dominan las fracturas por flexión. En las hojitas, el tipo mas numeroso en el material retocado, la totalidad de las fracturas son indeterminadas. Esta circunstancia es la responsable de los valores tan altos para este tipo de causa. No hemos detectado ninguna asociación significativa entre la localización y la causa de las fracturas, tanto en el resto de talla como en el utillaje. La distribución de los tipos de talones en el resto de talla muestra datos muy similares a los niveles ya estudiados. Los talones lisos (37,77%) y puntiformes (6,66%) son los más significativos. Los facetados (2,77%), diedros (2,68%) y corticales (2,33%), siguen presentando valores muy bajos. Un 37,42% de

las piezas no conserva este elemento y en un 10,37% de la muestra está roto. En el utillaje los talones no conservados (46,81%), rotos (12,77%) y suprimidos por el retoque (17,02%) son los que presentan las cifras más altas. En los elementos identificados destacan los talones lisos (12,77%) y diedros (4,26%). El resto de los tipos no son muy significativos: tanto los puntiformes como los facetados y corticales suponen un 2,13% del total para cada grupo. El elevado número de talones no identificados en ambos casos hace que el resto de los campos muestren unos valores relativamente bajos. Así, si solo consideramos los elementos conservados vemos que el porcentaje de talones lisos aumenta hasta el 72,35% para el resto de talla y 54,55% para el utillaje. Los puntiformes se sitúan en 12,75% y 9,09%, los diedros en 5,13% y 18,18%, los facetados en 5,30% y 9,09% y los corticales en 4,47% y 9,09%, respectivamente. Destaca el bajo número de talones puntiformes, teniendo en cuenta la gran importancia de las hojitas, sobre todo el resto de talla, y el aumento de los diedros en comparación con los niveles superiores (Figura 97). En cuanto a los accidentes de talla, cabe destacar que no están presentes en el material retocado. En el resto de talla el 98,56% de las piezas tampoco tiene accidentes. Aunque

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Figura 97. Talones y talones conservados(*) del nivel IV.

estadísticamente estos datos no son relevantes, la mayoría de los accidentes corresponden a soportes reflejados (52,94%) y sobrepasados (41,18%), mientras que la categoría de doble bulbo sólo ocupa el 5,88%. Asimismo, las alteraciones detectadas en la materia prima son muy escasas: 7,71% y 1,85% respectivamente. En el resto de talla dominan ampliamente las piezas desilificadas (93,96%) y a bastante distancia las alteraciones térmicas (4,95%) y el craquelado (1,10%). Sin embargo, en el material retocado sólo una lasca presenta doble pátina.

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7.2. Estudio tipológio del nivel IV El nivel IV ha proporcionado 54 piezas retocadas, de las que se incluyen 46 en la lista tipológica, junto con 5 golpes de buril (Tabla 14) (Figura 98). Los útiles sobre hojita ofrecen un porcentaje (44,44%) muy similar al nivel III y dentro de estos destacan las hojitas de dorso único (55%) con una sola excepción y, en menor proporción, las hojitas de fino retoque directo (Figura 99 nos 4 y 5 y Figura 100 nos 7 a 11) y las de retoque inverso (20%). El segundo grupo en orden de importancia son los raspadores (24,44%), en esta ocasión en una proporción bastante similar a los elaborados sobre hoja y sobre lasca (Figura 99 nos 1 y 2 y Figura 100 nos 1 al 4). A continuación los buriles –todos ellos sobre lasca– sufren un nuevo incremento (17,77%) con un predominio de los diedros (Figura 99 nos 3, 6 y 7 y Figura 100 nos 5, 6 y 12). A este repertorio hay que añadir la presencia de algunas piezas de dorso (8,88%) y una raedera.

327 Nº

TIPOS

1

Raspador sobre extremo de hoja

3

5

Raspador sobre hoja retocada

1

8

Raspador sobre lasca

3

15

Raspador nucleiforme

2

Frente de raspador

2

27

Buril diedro recto

1

28

Buril diedro desviado

2

29

Buril diedro de ángulo

1

30

Buril diedro de ángulo sobre rotura

1

35

Buril sobre truncatura oblícua

2

38

Buril transversal sobre retoque lateral

1

58

Hoja con el borde rebajado total

2

59

Hoja con el borde rebajado parcial

2

66

Hoja con retoque continuo sobre dos bordes

1

77

Raedera

1

85a

Hojita de dorso

85b

Hojita de fino retoque directo

4

87

Hojita de dorso denticulada

1

90

Hojita con retoque inverso

4

TOTAL NIVEL IV

11

45

Tabla 14. Lista tipológica del nivel IV de la Peña de Estebanvela.

Figura 98. Principales grupos tipológicos del nivel IV.

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Figura 99. Raspadores, útiles sobre hojita y buriles del nivel IV.

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Figura 100. Raspadores, buriles, útiles sobre hojita y hoja de dorso rebajado del nivel IV.

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8. NIVEL V 8.1. Estudio tecnológico del nivel V El lote lítico lo componen 823 elementos entre los que encontramos 2 núcleos (0,24 %); 6 productos de acondicionamiento (0,72%) y 41 piezas retocadas (4,96%). El resto hasta completar la serie (94%) pertenece a la categoría de los desechos de talla.

Núcleos Únicamente contamos con dos núcleos, uno trabajado desde dos plataformas convergentes y otro desde tres, aunque su explotación se organizó desde una principal. El primero (grupo V) está realizado sobre un sílex de buena calidad. Fue hallado en la cuadrícula D7, mide 25 x 24 x 19 mm y pesa 9 gramos. El soporte es una lasca y conserva algo de córtex. Pre-

senta vetas de tonalidad rojiza que pueden deberse a alteraciones térmicas poco intensas. No está agotado pese a que pueden contarse hasta 6 extracciones de hojitas que alcanzan en algún caso 21 x 6 mm. El segundo encaja en el grupo VIa (Figura 101 nº 1) y es también un sílex de buena calidad. Apareció en el cuadro C7, mide 36 x 36 x 37 mm y pesa 32 gramos. Nuevamente se utilizó una lasca espesa como soporte para elaborar el núcleo. Sin restos de córtex, está muy explotado y prácticamente agotado conservando restos de hasta 10 negativos de hojitas alguno de los cuales llega a medir 35 x 9 mm. El talón sirvió como plataforma primera y principal siguiendo un esquema de talla unidireccional. Fue suprimido en parte y muestra restos de preparación mínima. A partir de aquí se abrieron dos plataformas más para explotar la cara dorsal desde una y la ventral desde la otra con escasos resultados por lo que el núcleo fue abandonado.

Figura 101. Núcleos del nivel V.

Productos de acondicionamiento Se han recuperado en la excavación 4 semiaristas; 1 semitableta; y 1 flanco de núcleo todos de sílex (1 semiarista en C7; y el flanco, la semitableta, y las tres semiaristas restantes en D7). El flanco de núcleo mide 30 x 19 x 13 mm, conserva algo de córtex, un talón liso y restos de negativos unidireccionales de hojas.

La semitableta (19 x 61 x 18 mm) tiene también un talón liso. Por último, entre las semiaristas, todas sin córtex, solamente una aparece sin fracturas (32 x 7 x 3 mm) aunque con el talón roto. Señalar también la presencia de un golpe de buril primario de sílex (15 x 3 x 3 mm) sin restos de córtex y con preparación dorsal.

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Resto de talla y utillaje Hay que tener en cuenta que las características que definen este estrato deben ser corroboradas en un futuro, cuando su excavación en extensión permita obtener un mayor número de restos. El primer aspecto a destacar es la escasa variedad de tipos de soportes con respecto a los niveles precedentes y, muy especialmente, en el utillaje (Figura 102). En el material no retocado predominan sobre todo los elementos no identificables (31,21% de fragmentos), el porcentaje más alto de la secuencia, seguidos de los debris (29,55%). Estas cifras tan elevadas hacen que el resto de las categorías estén infrarrepresentadas. Así, las lasquitas sólo suponen el 14,65% del total, las hojitas el 11,34%, las lascas el 7,90% y las hojas el 3,82%. En el resto de los estratos habíamos visto la preeminencia de uno o varios soportes principales en detrimento del resto. Los productos de acondicionamiento, siguiendo los parámetros generales de la estratigrafía, son muy escasos (0,77%), al igual que los núcleos (0,25%).

En el material retocado la mayor parte del utillaje se realiza sobre hojitas (62,50%) y en menor proporción sobre hojas (17,50%) y lascas (17,50%). Además de estos tipos, sólo se ha identificado una pieza sobre chunk. Por lo tanto, las estrategias de transformación de la materia prima se orientan a la obtención casi exclusiva de soportes laminares para su transformación en útiles, de una forma mucho más acusada que en el resto de los niveles. Tomando en consideración sólo los soportes más característicos, en el resto de talla las hojas y hojitas suponen el 40,20% frente al 59,80% de lascas y lasquitas. Sin embargo, en las piezas retocadas estas cifras son 82,05% y 17,95% respectivamente. Además, ningún útil esta fabricado sobre lasquita. La tipometría del conjunto presenta para la longitud, unos valores extremos de 44 y 7 mm para el resto de talla y de 95 y 16 mm para el material retocado. La media aritmética es de 18 y 39 mm respectivamente y la moda de 18 mm. En el resto de talla el 94% de las piezas no supera los 30 mm mientras

Figura 102. Soportes. * Lascas, lasquitas, hojas y hojitas del nivel V.

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Figura 103. Longitud del total de piezas del nivel V.

que en el retocado el 57,14% se sitúa en el intervalo de 2040 mm. Esta cifra llega hasta el 85,71% si consideramos el tramo de 11-50 mm. Como consecuencia del uso masivo de soportes laminares, los tipos más largos son los mas usados para la fabricación de útiles. Además, la media aritmética del resto de talla se aproxima a la del nivel I, con una diferencia inferior a los 3 mm, y la del material retocado la sobrepasa en más de 2,5 mm. Hay que recordar que éste era, hasta el momento, el que contaba con las piezas de mayor tamaño (Figura 103). La anchura, por el contrario y como consecuencia del gran número de hojitas, muestra la media aritmética mas baja de toda la secuencia en el material retocado (11,71 mm) y la del resto de talla (13,71 mm) solo es superior a la del nivel II. Los valores máximos son de 40 mm para los desechos de talla y 82 mm para el utillaje, los mínimos de 2 mm en ambos casos y la moda de 8 y 5 mm respectivamente. Por primera vez, para las piezas retocadas se usan los soportes mas estrechos, como muestra la media aritmética. Así, el 55,26% del total es inferior a 6 mm. Si este intervalo se amplia hasta los 20 mm el porcentaje es del 84,21%. En el resto de talla el 69% de las piezas oscilan entre los 6 y los 20 mm (Figura 104).

El espesor también muestra unas características similares a la anchura. Los valores más altos son de 11 mm para el resto de talla y 38 mm para el material retocado, las más bajos de 1 mm en ambos casos, al igual que la moda (2 mm). La media aritmética de los desechos de talla es de 3,86 mm, la más elevada de todos los niveles hasta ahora analizados, mientras que en las piezas retocadas es de 4,89 mm, la más baja de toda la secuencia. El tramo más representativo en ambos casos es el de 1 a 3 mm (55% y 65,79% respectivamente). Pero mientras que en el resto de talla el intervalo 4-9 mm significa el 43%, en el utillaje sólo representa el 23,68% (Figura 105). Las materias primas utilizadas indican, siguiendo la tendencia ya detectada en el nivel III, una mayor diversificación de materiales. En el resto de talla, aunque el tipo más empleado sigue siendo el sílex (71,91%), el cristal de roca alcanza el 16,37%, casi el doble que en el nivel anterior, el cuarzo el 6,57% y la cuarcita el 5,15%. Estos valores son los más altos de toda la secuencia hasta ahora analizada. Además, estos materiales menos utilizados aparecen en todos los tipos de soportes, destacando el uso del cristal de roca y la cuarcita en hojas (13,33% y 6,67% respectivamente) y debris (17,24% y 9,05%). Sin embargo, el utillaje recuperado hasta el momento muestra el empleo exclusivo del sílex (97,50%), salvo una

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Figura 104. Anchura del total de piezas del nivel V.

Figura 105. Espesor del total de piezas del nivel V.

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Figura 106. Materias primas empleadas en el nivel V.

pieza realizada en cuarcita. Probablemente, cuando aumente la superficie de excavación de este nivel aparecerán útiles en otro tipo de materiales, como parece sugerir la diversidad de materias primas encontradas en los debris (Figura 106). La presencia de restos de descortezado es, también aquí, muy escasa. Los soportes de 1er orden no están presentes en el utillaje, mientras que en el resto de talla suponen tan sólo el 0,13%. Esta cifra es la más baja de todos los niveles, ya que sólo las lascas están representadas en esta categoría. Las piezas de 2º orden alcanzan el 9,15% de los desechos líticos, sobre todo hojas y lascas, al igual que en el material retocado (12,50%). Los elementos de 3er orden significan el 90,72% y 87,50% respectivamente. Así, se mantiene la tendencia de un mayor uso de piezas con restos de córtex en la fabricación de útiles, sobre todo los realizados sobre hoja (42,86%). Este tipo tiene los porcentajes más altos de todos los estratos (Figura 107). Los procesos de fragmentación son bastante intensos (Figura 108). Si bien las piezas fracturadas del resto de talla (80,59%) tienen valores similares a los niveles I y II, en el material retocado alcanzan las cifras más altas de la secuencia hasta ahora analizada (84,62%), debido al gran número de soportes lamina-

res. En ambos grupos, son las hojas (76,67% y 71,43%) y sobre todo las hojitas (79,78% y 96%) los tipos más afectados por las roturas. En el resto de talla, la mayor parte de las mismas son múltiples (58,94%), más que en cualquiera de los otros niveles, debido al gran número de fragmentos; seguidas a bastante distancia de las fracturas distales (17,20%) y proximales (7,57%). En lascas y lasquitas dominan las distales, seguidas de las proximales. Hay que destacar que un 25% de las lascas tienen fractura lateral. Este índice tan elevado muy probablemente sea debido al tamaño de la muestra, ya que no se da en ningún otro caso. En las hojas y hojitas las fracturas más frecuentes son, por orden de importancia, las distales, proximales-distales y proximales. En el utillaje, como en el resto de los estratos, predominan las proximales (57,58%) y a bastante distancia las distales (24,24%) y proximales-distales (15,15%). Estos porcentajes son muy similares en todos los tipos de soportes, salvo en las hojas donde las fracturas proximales llegan al 80%. En el resto de talla las causas que han provocado estas fracturas son mayoritariamente indeterminadas (84,17%), debido al gran número de fragmentos no identificables. Únicamente el 15,83% son provocadas por flexión, sobre todo en hojitas

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1er orden

2º orden

3er orden Figura 107. Presencia de córtex en el nivel V.

Figura 108. Localización de las fracturas del nivel V. El campo “Lateral” incluye también las fracturas lateral-distal, lateral proximal y bilateral.

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Figura 109. Causa de las fracturas del nivel V.

Figura 110. Talones y talones conservados(*) del nivel V.

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(47,89%) y en hojas (30,43%). No se han detectado roturas térmicas o por percusión. En el utillaje, como en el nivel anterior, también predominan las indeterminadas (57,58%), aunque se produce un aumento considerable de las generadas por flexión (39,39%). Las fracturas por percusión son muy escasas. Por soportes, cabe destacar que la totalidad de las hojas rotas son por flexión, al igual que la mitad de las lascas, mientras que en las hojitas el 70,83% presenta roturas indeterminadas y no por flexión como cabría esperar (Figura 109). El análisis de los talones del resto de talla muestra que casi en la mitad de los casos son lisos (47,97%). Por primera vez en la secuencia, este tipo está muy por encima de los no conservados (26,35%), mientras que los rotos suponen un 6,08%. Los puntiformes (12,50%) presentan valores relativamente altos y, en menor medida, los corticales (4,05%). El resto de categorías no son significativas: diedros (2,36%) y facetados (0,68%). En el utillaje casi todas las piezas no conservan los talones (64,10%), están suprimidos por el retoque (17,95%) o rotos (10,26%). Destaca la ausencia de talones puntiformes, a pesar del predominio de hojitas, y que los únicos tipos identificados sean lisos (7,69%) (Figura 110).

Tanto los accidentes de talla como las alteraciones de la materia prima son prácticamente inexistentes y dado el escaso tamaño de la muestra los datos que aportan son poco diagnósticos. Por ello, nos hemos limitado a cuantificar su distribución en los cuadros correspondientes del anexo a este capítulo.

8.2. Estudio tipológico del nivel V El nivel V está formado por 41 piezas retocadas todas ellas incluidas en la lista tipológica junto a un solo golpe de buril (Tabla 15 y Figura 111). Destacan como siempre los útiles sobre hojita que en esta ocasión alcanzan valores superiores a los obtenidos en el resto de la secuencia, casi un 60%. Junto a las siempre dominantes hojitas de dorso, hay que mencionar varias de ellas truncadas y la presencia de algunas microgravettes (Figura 112, nos 2 a 10). Los buriles (16,66%), diedros en su totalidad, superan por primera vez dentro de la secuencia a los raspadores, lo que supone un punto de inflexión importante dentro de la evolución de los principales grupos tipológicos. Cuatro de ellos aparecen sobre soporte laminar y dos sobre lasca (Figura 112 nos 14 a 17). En

Figura 111. Principales grupos tipológicos del nivel V.

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Figura 112. Rabot, raspador, hoja retocada, buriles, perforador y útiles sobre hojita del nivel V.

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Nº 8 11

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TIPOS Raspador sobre lasca

3

Raspador carenado

1

16

Rabot

1

23

Peforador

1

27

Buril diedro recto

1

28

Buril diedro desviado

1

29

Buril diedro de ángulo

2

30

Buril diedro de ángulo sobre rotura

1

31

Buril diedro múltiple

1

35

Buril sobre truncatura oblícua

1

50

Microgravette

2

65

Hoja con retoque continuo sobre un borde

2

66

Hoja con retoque continuo sobre dos bordes

2

85a

Hojita de dorso

85b

Hojita de fino retoque directo

1

86

Hojita de dorso truncada

5

90

Hojita con retoque inverso TOTAL NIVEL V

16

1 42

Tabla 15. Lista tipológica del nivel V de la Peña de Estebanvela.

cuanto a los raspadores (11,90%) están realizados sobre lasca y a ellos hay que sumar un rabot elaborado sobre una plaqueta de cuarcita (Figura 112 nº 1). Completan este nivel varias hojas retocadas (9,52%) (Figura 112 nº 11) y un perforador simple (Figura 112 nº 122).

9. NIVEL VI 9.1. Estudio tecnológico del nivel VI Se han recuperado un total de 241 piezas líticas: 1 núcleo (0,41%); 9 productos de acondicionamiento (3,73%); 210 restos de talla (87,13%), de los cuales 57 son debris (23,65%); y 21 elementos retocados (8,71%).

Núcleos Tan sólo contamos con un núcleo de sílex hallado en la cuadrícula C7. Es de buena calidad, mide 36 x 36 x 37 mm, pesa 32 gramos y está bien explotado, contabilizándose restos de hasta 10 negativos realizados desde dos plataformas convergentes (grupo IV). Son casi todas de hojitas y entre las que

aparecen completas destaca una que alcanza 35 x 9 mm. La pieza conserva restos de córtex poco espeso en la mayor parte de la superficie de la plataforma principal.

Productos de acondicionamiento Son nueve todos ellos de sílex: 5 semiaristas; 3 semitabletas; y 1 flanco de núcleo. En el plano de superficie se distribuyen en los siguientes cuadros: el flanco y una semiarista en B7; 2 semiaristas y 2 semitabletas en C7; las dos semiaristas y la semitableta restantes en D7. El flanco mide 34 x 28 x 13 mm. Conserva restos de extracciones anchas y unidireccionales, así como de una microcaverna que pudiera haber afectado al núcleo del que se extrajo. Las semitabletas presentan unos intervalos máximos y mínimos de 43/27 x 28/18 x 10/4 mm, sin restos de córtex. En una de ellas los restos de extracciones son estrechos (unos 4 mm), mientras que en otra los restos de los dos negativos conservados son más anchos y regulares (de unos 9 mm). Por último, la tercera (43 x 28 x 10 mm), que conserva restos de dos extracciones con una anchura de 16 y 9 mm, fue utilizada como soporte para realizar un raspador. Las semiaristas tienen unos intervalos en sus dimensiones de 48/- x 26/4 x 9/2 mm. La única que no presenta una fractura distal o proximal (48 x 26 x 9 mm) conserva una buena cantidad de córtex e incluso tiene un talón cortical por lo que podría estar relacionada con las primeras fases de explotación del núcleo.

Resto de talla y utillaje Este nivel, que hasta el momento es el que cierra la secuencia, ha sido excavado únicamente en 3 m2. Por ello, el número de restos recuperados es sensiblemente inferior al resto de estratos y los datos que lo caracterizan son, en gran medida, provisionales. Así, contamos con un total de 241 objetos líticos de los que 21 son útiles y 220 desechos de talla, incluyendo 1 núcleo y 9 productos de acondicionamiento. En el resto de talla, al margen de los debris (25,91%) y los fragmentos (20%), los soportes más habituales son las lasquitas (16,36%) y las lascas (14,55%), seguidos de las hojitas (11,36%) y las hojas (7,27%). En el utillaje dominan claramente los soportes laminares (38,10% hojitas y 23,81% hojas), frente a las lascas (19,05%) y lasquitas (9,52%). Si sólo se toman en consideración los cuatro tipo principales, las lascas (29,36%) y lasquitas (33,03%) del primer grupo son más numerosas que las hojas (14,68%) y hojitas (22,94%). En el utillaje la situación es la inversa: lascas (21,05%) y lasquitas (10,53%) son inferiores a hojas (26,32%) y hojitas (42,11%).

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Figura 113. Soportes. * Lascas, lasquitas, hojas y hojitas del nivel VI.

Figura 114. Longitud del total de piezas del nivel VI.

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Figura 115. Anchura del total de piezas del nivel VI.

Destaca el alto porcentaje de útiles sobre lasquita, el mayor de todos los niveles, en detrimento de las lascas (Figura 113). Aunque, como en los estratos anteriores, la producción de soportes se centra en las hojitas, hojas y lascas. Tanto en los desechos de talla (4,08%) como en el material retocado (9,52%) los productos de acondicionamiento presentan los valores más altos de toda la secuencia. Esto podría indicar un menor tratamiento inicial de la materia prima fuera del yacimiento. La tipometría del conjunto muestra, para la longitud total, unos valores máximos de 47 mm para el resto de talla y 42 para el material retocado. Los mínimos son de 8 y 13 mm, la media aritmética de 22,33 y 23,67 mm y la moda de 12 y 21 mm, respectivamente. Como se puede observar, las cifras de ambos grupos están muy próximas entre sí. Hay que destacar que mientras la media aritmética del resto de talla es la más alta de todos los niveles, en la del utillaje se produce el fenómeno contrario. Por lo tanto, en líneas generales, no parece que haya una elección de los soportes más largos para la fabricación de los útiles. No obstante, el valor medio de esta magnitud es ligeramente superior en este grupo (Figura 114). La anchura ha proporcionado una amplitud de 40 y 4 mm para el resto de talla y de 49 y 2 mm para el material retocado (Figura 115). La moda es de 16 y 4 mm y la media aritmética de 15,19 y 15,50 mm, respectivamente. Esta última magnitud

es la que presenta los valores más altos de todo el conjunto, a excepción del material retocado del nivel IV. El espesor de las piezas presenta unos valores máximos de 12 mm para el resto de talla y 11 mm para el utillaje. El grosor mínimo es de 1 mm en ambos casos, la media aritmética de 4,29 y 4,90 mm y la moda de 3 y 2 mm. Como en la longitud, la media aritmética del espesor del material no retocado es la más alta de todos los estratos. Sin embargo, para los útiles esta categoría es, junto con la del nivel V, la más baja de todas (Figura 116). Debido al escaso número de piezas enteras, no hemos tenido en consideración los tramos en que se agrupan los valores de cada categoría al no contar con el número suficiente de datos. No obstante, éstos se muestran en los gráficos y las tablas correspondientes incluidos en el anexo de este capítulo. En el análisis de las materias primas empleadas, destaca el uso exclusivo del sílex en el utillaje. En el resto de los niveles, con porcentajes más o menos significativos, siempre se constata una mayor diversidad de tipos. Asimismo, en el resto de talla la presencia de otros materiales es también muy escasa. La cuarcita sólo alcanza el 5,24%, el cuarzo el 1,90% y el cristal de roca el 0,95%. Por soportes, el 2,78% de las lasquitas son de cuarcita y el 4% de las hojitas de cristal de roca. El resto se distribuye entre fragmentos, chunk y debris.

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Figura 116. Espesor del total de piezas del nivel VI.

La presencia de debris de cuarcita y cuarzo indicaría la existencia de útiles en este tipo de materiales. Su ausencia podría explicarse por la exigua superficie excavada (Figura 117). En cuanto al córtex, por primera vez en toda la secuencia, se constata la ausencia de soportes de primer orden en el resto de talla. Las piezas de tercer orden suponen el 87,14%. Al no existir elementos totalmente corticales, los de segundo orden (12,86%) muestran los valores más altos de todos los niveles, al igual que los soportes de primer orden de material retocado (4,76%). Por lo tanto, parece existir un aprovechamiento de soportes corticales para fabricar el utillaje. En el resto del material retocado los elementos de segundo orden ocupan el 4,76% y los de tercer orden el 90,48%. Por soportes, en los desechos líticos destaca la escasez de hojitas de segundo orden (4%), frente al 25% de hojas, 28,13 de lascas y 19,44% de lasquitas. En el material retocado, únicamente lascas y productos de acondicionamiento presentan restos de córtex (Figura 118). Los procesos de fracturación afectan al 86,27% del resto de talla, con porcentajes muy altos en todos los soportes: hojitas (92%), lascas (81,25%), lasquitas (77,78%) y hojas (68,75%). Por el contrario, tan sólo el 38,10% de los útiles están fracturados, fundamentalmente los realizados sobre elementos laminares: hojas (60%) y hojitas (50%) (Figura 119). Las causas de estas fracturas son mayoritariamente múltiples (40,91%) en el

resto de talla, seguidas de las distales (20,45%), proximalesdistales (15,15%) y proximales (13,64%). En el material retocado la mitad de las piezas tienen una rotura proximal y el resto son distales y proximales-distales, con un 25% para cada grupo. Con respecto a las causas de estas fracturas, tanto en el resto de talla (73,48%) como en el material retocado (87,50%) son indeterminadas y con porcentajes muchos más bajos las generadas por flexión (25,76% y 12,50%) (Figura 120). Tanto en los desechos líticos como en el utillaje la presencia de piezas con talones no conservados (37,61% y 28,57%) y rotos (8,26% y 14,29%) es relativamente importante. En este último grupo, un 19,05% de las piezas presenta el talón suprimido por el retoque. Cuando es posible identificar este elemento, dominan los talones lisos (44,04% y 23,81%), seguidos de los puntiformes (9,17% y 4,76%) y los corticales (0,92% y 4,76%). Además, en el material retocado se constata la presencia de talones facetados (4,76%) (Figura 121). Siguiendo la tónica general de la secuencia, tanto los accidentes de talla como las alteraciones de la materia prima son muy poco significativos. En este caso, debido a la escasa representatividad de la muestra, únicamente se recogen en los cuadros correspondientes del anexo los datos porcentuales de cada una de las variables.

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Figura 117. Materias primas empleadas en el nivel VI.

1er orden

2º orden

3er orden Figura 118. Presencia de córtex en el nivel VI.

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Figura 119. Localización de las fracturas en el nivel VI. El campo “Lateral” incluye también las fracturas lateral-distal, lateral proximal y bilateral.

Figura 120. Causa de las fracturas en el nivel VI.

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Figura 121. Talones y talones conservados(*) del nivel VI.

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9.2. Estudio tipológico nivel VI El nivel de base de la secuencia conocida hasta el momento, nivel VI, está compuesto por una serie bastante escasa de piezas retocadas, en total 21 evidencias (Tabla 16 y Figura 122). Destaca como siempre el grupo de los útiles sobre hojita (42,85%) y entre estos las de dorso al que hay que añadir la presencia de una punta de Malaurie y de un rectángulo. (Figura 123 nos 9 a 14). Los cuatro buriles de este conjunto están realizados sobre hoja y presentan un excelente acabado (Figura 123 nos 3 a 6). Salvo un ejemplar diedro, se trata de buriles sobre truncatura. En una proporción análoga (19,04%) aparecen las truncaturas y piezas de dorso, entre las que hay que mencionar dos raclettes (Figura 12 nos 7 y 8). Por ultimo, los raspadores quedan reducidos en esta unidad a una sola muestra elaborada sobre lasca (Figura 123 nº 1).

Nº 8

TIPOS Raspador sobre lasca

1

29

Buril diedro de ángulo

1

35

Buril sobre truncatura oblícua

3

61

Hoja con truncatura oblícua

1

62

Hoja con truncatura cóncava

1

74

Pieza con escotadura

1

76

Pieza esquirlada

1

77

Raedera

1

78

Raclette

2

80

Rectángulo

1

Hojita de dorso

6

Hojita de dorso apuntada

1

Hojita de dorso denticulada

1

85a 85c 87

TOTAL NIVEL VI

21

Tabla 16. Lista tipológica del nivel VI de la Peña de Estebanvela.

Figura 122. Principales grupos tipológicos del nivel VI.

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Figura 123. Raspadores, buriles y hojitas de dorso del nivel VI.

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10. CONSIDERACIONES GENERALES DE LA INDUSTRIA LÍTICA En conjunto se puede decir que la producción lítica de la Peña de Estebanvela está centrada en la obtención de productos laminares tallados en su mayoría sobre diferentes tipos de sílex obtenidos en un área relativamente cercana, a una veintena de kilómetros, del abrigo. Una primera fase de la cadena operativa, que sería el desbastado inicial de los nódulos, debió de realizarse en los lugares de aprovisionamiento de la materia prima. Por otra parte el gran tamaño de algunos bloques de sílex dificultaría su transporte y sería necesario una transformación previa mediante la eliminación del córtex, troceado, e incluso la preparación de los primeros núcleos, consiguiendo así una reducción importante del volumen de la materia prima para facilitar su traslado al asentamiento. No existen cambios significativos en la reducción de los núcleos a lo largo de toda la secuencia arqueológica de este yacimiento. El sistema de explotación más utilizado es el que emplea dos planos de percusión, preferiblemente en dirección opuesta, seguido del que utiliza un único plano con reserva de un frente cortical en un buen número de piezas. La tercera secuencia identificada sigue un proceso de reducción iniciado en cualquiera de los dos esquemas anteriores, para terminar con la incorporación de una tercera o sucesivas plataformas de percusión, casi nunca más de tres. En general esta dinámica, que en ocasiones lleva a organizar los núcleos desde múltiples plataformas, debe ponerse en relación con el deseo de intensificar su explotación y con la búsqueda de soluciones técnicas para lograrlo. Ello explica que prácticamente en todos los núcleos con tres o más planos de percusión sea posible distinguir una jerarquización en la pieza a partir de uno o dos planos principales. Esta gestión con orientaciones de talla bidireccionales y multidireccionales implicaría por tanto un alto grado de explotación y la necesidad de adaptarse a las características físicas y a las calidades de la materia prima. La materia prima más frecuente en la industria lítica de la Peña de Estebanvela es el sílex, de uso prácticamente exclusivo en los dos niveles superiores. Aunque en el resto de talla del nivel II ya se observa un ligero aumento de la presencia de otros materiales (cristal de roca, cuarcita, cuarzo y, en menor medida, caliza), va a ser a partir de los niveles III y IV cuando se produce un mayor incremento en la variedad de las materias primas que se hace aún más evidente en los niveles inferiores. Esta tendencia generalizada a ampliar el repertorio de las materias primas seleccionadas según se desciende en la secuencia afecta de una manera desigual a los diferentes tipos de soportes en el conjunto no retocado y en el utillaje.

El estudio de los soportes en los niveles superiores refleja una frecuencia superior de las lascas en el resto de talla frente a una clara preferencia para la elaboración del utillaje de la hojitas, en primer lugar, seguidas por las lascas y las hojas, siendo estas ultimas particularmente significativas de los útiles del nivel I. A partir de la unidad III, aunque las lascas se mantienen como el soporte más usual en el desecho de talla, su proporción se reduce a causa de un incremento progresivo de las hojitas según descendemos en la secuencia hacia los niveles inferiores. El panorama de los soportes en el utillaje de las unidades III a VI es comparable a los del I y II, aunque en esta ocasión –y como ocurría en el conjunto no retocado– también se aprecia un aumento gradual de las hojitas. Desde el punto de vista tipométrico se observa en los diferentes repertorios líticos una selección generalizada de los soportes más alargados para la confección de los útiles. Así, si comparamos las dimensiones de las piezas retocadas con las del resto de talla del nivel I, comprobamos que el tamaño medio de aquellas supera al de este último. Las diferencias más acusadas de longitud entre ambos conjuntos afectan fundamentalmente a las hojas y a las hojitas. Por el contrario, hemos constatado que no existen discrepancias significativas en el caso de la anchura y sí que las hay, aunque en menor grado, en el espesor de las piezas. La totalidad de la industria lítica del nivel II muestra una longitud media inferior a la del nivel I. Pero si confrontamos el valor métrico de las piezas retocadas con las que no lo están, el panorama es muy similar al de la unidad superior, ya que aquí también se observa una selección de las piezas más alargadas –y en particular de las hojas y hojitas– para su posterior transformación en útiles. Esta preferencia por los soportes de mayor longitud para la elaboración de los utensilios se repite de una manera sistemática en toda la secuencia, a excepción del nivel VI donde esta dimensión apenas difiere en algo más de 1 mm. Este hecho puede deberse a un cambio en la selección del soporte con una clara preferencia por las lascas, pero dado el escaso valor de la muestra habrá que esperar a contar con un mayor registro para corroborar esta hipótesis. La longitud media del resto de talla de las series líticas de la Peña de Estebanvela varia entre casi 15 y 22 mm, siendo los valores métricos más bajos los del nivel II. Mientras que el conjunto transformado mediante retoque ofrece un promedio de 24 a 39 mm, correspondiendo el primer valor al nivel VI. La presencia de córtex es muy escasa, estando ausente en la mayor parte de las piezas, mientras que el grado de fragmen-

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tación de la industria es bastante acusado. Los talones, tanto del resto de talla como del utillaje, no se suelen conservar y cuando están presentes son casi siempre lisos o puntiformes. Desde el punto de vista tipológico estas series industriales muestran en común un importante número de utillaje microlaminar, acorde con la cronología de las sucesivas ocupaciones. De hecho estos constituyen el grupo más abundante a lo largo de toda la secuencia, excepto en el nivel I, aunque incluso en este caso alcanzan valores elevados. Al analizar los conjuntos retocados de las diferentes unidades estratigráficas observamos que los raspadores cortos (circulares y unguiformes) son junto con los útiles sobre hojita (y entre ellos un buen número de puntas) los tipos más frecuentes en las unidades I y II. A estos hay que añadir la presencia bastante significativa de hojas retocadas en el nivel superior.

En el nivel III, y más aún en el IV, los buriles empiezan a adquirir cierta representatividad, pero sigue existiendo una mayor frecuencia de los raspadores casi siempre sobre lasca –desaparecen los unguiformes y circulares– y sobre todo de las hojitas de dorso único, doble y de fino retoque directo. Por último, las dos unidades inferiores, a pesar de sus escasos efectivos, reflejan un cambio substancial en la composición tipológica al superar los buriles ampliamente en número al grupo de los raspadores. Este hecho ligado a otras modificaciones ya comentadas de la industria lítica de estas unidades inferiores (mayor variedad en la selección de las materias primas, incremento de las hojitas en el soporte…) e iniciadas durante las ocupaciones de los niveles intermedios (III y IV), nos habla de un proceso gradual de transformación tecnotipológica, que habrá que valorar adecuadamente cuando contemos con un mayor registro de los niveles V y VI.

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BIBLIOGRAFÍA ARMENTEROS, I. (1986): Estratigrafía y Sedimentología del Sector Suroriental de la Depresión del Duero. Serie Castilla y León, 1. Ed. Diputación de Salamanca. 471 p. ARMENTEROS, I.; BUSTILLO, M. A. and BLANCO, J. A. (1995): “Pedogenetic and groundwater processes in a closed Miocene Basin (northern Spain)”. Sedimentary Geology, 99: 17- 36. BERNALDO DE QUIROS, F.; CABRERA, V.; CACHO, C. y VEGA, L.G. (1981): “Proyecto de análisis técnico para las industrias líticas”. Trabajos de Prehistoria, 38: 9-37. CACHO, C. y MARTOS, J.A. (2004): “Estudio tecnológico de los niveles magdalenienses del Tossal de la Roca (Vall d’Alcalá, Alicante)”. En Miscelánea en homenaje a Emiliano Aguirre, E. Baquedano y S. Rubio (eds.), Zona Arqueológica vol. IV Arqueología: 88-101. CACHO, C.; RIPOLL LÓPEZ, S.; JORDÁ PARDO, J.; MUÑOZ IBÁÑEZ, F.; YRAVEDRA SAINZ de los TERREROS, J. y MAICAS, R. (2003): “Ocupaciones Magdalenienses en la Meseta Norte. La Peña de Estebanvela (Segovia)”. Zephyrus, 56: 19-37. CELERIER, G. (1993): “L’abri sous roche de Pont d’Ambon à Bourdeilles (Dordogne)“. Gallia Préhistoire, 35: 1-137. DEMARS, P. y LAURENT, P. (1989): Types d’outils lithiques du Paléolithique Supérieur en Europe. Ed. du CNRS, Paris. JORIS, C. (2002): Les industries magdaléniennes de l’Ardèche, dans le contexte du Bassin méditerraneén. Prehistoires 7. Editions Monique Merguil. Montagnac. Francia.

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APÉNDICE NIVEL I

351

%

Resto de Talla

Lasca

Material Retocado

%

Resto de Talla

Material Retocado

Lasca

21,53

33,61

Lasquita

40,42

2,66

9,86

29,66

18,52

2,35

Hoja

7,73

25,14

Hoja

16,86

28,48

Hojita

9,71

31,10

Hojita

21,19

35,25

25,19

5,97

-

1,08

0,24

2,17

-

0,18

Semitableta

0,06

0,36

Flanco núcleo

0,01

1,99

Núcleo

0,31

Debris Chunk

Lasquita

Fragmento Arista Semiarista Tableta

Resto de Talla

Material Retocado

L

A

E

L

A

E

Máxima

83,00

61,00

25,00

94,00

57,00

21,00

-

Mínima

2,00

2,00

1,00

12,00

2,00

1,00

27,66

-

Media

20,39

0,46

-

13,82

3,82

36,59

18,64

6,77

Moda

Esquirla T.

0,17

-

10,00

10,00

2,00

37,00

7,00

3,00

Golpe Buril

0,05

0,17

Mediana

15,00

11,50

3,00

33,00

19,00

7,00

Astilla

0,02

-

Desviación

13,83

8,46

3,23

14,33

10,57

3,96

Nivel I: Tipometría del total del material.

Nivel I: Soportes.

Longitud

Anchura

%

RT

MR

≤ 10

25,92

-

≤ 20

38,09

≤ 30 ≤ 40

%

Espesor

RT

MR

%

RT

MR

≤5

11,56

8,82

≤3

58,67

29,68

9,67

≤ 10

32,31

23,66

≤6

27,58

16,34

16,73

29,74

≤ 15

24,43

4,30

≤9

7,44

32,04

9,11

29,74

≤ 20

13,31

20,22

≤ 12

4,03

13,55

≤ 50

5,69

14,87

≤ 25

8,58

18,71

≤ 15

0,96

4,52

≤ 60

2,89

9,67

≤ 30

4,9

12,04

≤ 18

0,61

3,23

≤ 70

0,88

2,97

≤ 35

2,63

5,16

≤ 21

0,35

0,65

≤ 80

0,61

2,6

≤ 40

1,23

3,44

≤ 24

0,26

-

≤ 90

0,09

0,37

≤ 45

0,35

2,37

≤ 27

0,09

-

≤ 100

-

0,37

≤ 50

0,44

1,08

≤ 55

-

-

≤ 60

0,18

0,22

≤ 65

0,09

-

Nivel I: Tipometría del total del material: intervalos de las magnitudes. RT: Resto de Talla MR: Material retocado.

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Lascas Resto de Talla L

A

Lasquitas Material Retocado

E

L

Resto de Talla

A

E

L

A

Material Retocado E

L

A

E

Máxima

75,00

61,00

25,00

77,00

57,00

19,00

19,00

42,00

12,00

20,00

28,00

8,00

Mínima

20,00

6,00

1,00

17,00

15,00

3,00

2,00

2,00

1,00

12,00

9,00

2,00

Media

31,60

23,70

6,86

33,59

28,03

9,21

11,36

10,88

2,42

17,77

17,31

5,85

Moda

20,00

21,00

5,00

23,00

23,00

8,00

10,00

10,00

2,00

18,00

9,00

8,00

Mediana

29,00

22,00

6,00

32,00

27,00

8,00

11,00

10,00

2,00

18,00

18,00

6,00

Desviación

10,97

8,94

4,23

10,83

7,96

3,61

3,62

5,4

1,49

2,55

5,85

2,41

Nivel I: Tipometría de lascas y lasquitas.

Longitud

Anchura

%

RT

MR

≤ 10

31,66

-

≤ 20

37,73

≤ 30

%

Espesor

RT

MR

%

RT

MR

≤5

7,83

-

≤3

60,63

3,95

10,08

≤ 10

32,83

1,97

≤6

25,93

17,11

17,99

39,53

≤ 15

23,48

1,97

≤9

6,78

42,76

≤ 40

7,36

31,01

≤ 20

13,79

19,08

≤ 12

4,09

20,39

≤ 50

2,92

13,95

≤ 25

9,93

25,00

≤ 15

0,93

8,55

≤ 60

1,64

3,88

≤ 30

5,61

23,03

≤ 18

0,7

5,92

≤ 70

0,47

0,78

≤ 35

3,5

10,53

≤ 21

0,47

1,32

≤ 80

0,23

0,78

≤ 40

1,64

9,87

≤ 24

0,35

-

≤ 45

0,47

5,92

≤ 27

0,12

-

≤ 50

0,58

1,97

≤ 55

-

-

≤ 60

0,23

0,66

≤ 65

0,12

-

Nivel I: Tipometría del total de lascas y lasquitas: intervalos de las magnitudes. RT: Resto de Talla MR: Material retocado.

Hojas Resto de Talla

Hojitas Material Retocado

Resto de Talla

Material Retocado

L

A

E

L

A

E

L

A

E

L

A

Máxima

83,00

30,00

16,00

94,00

48,00

18,00

51,00

11,00

8,00

42,00

15,00

7,00

Mínima

20,00

8,00

2,00

21,00

7,00

3,00

6,00

2,00

1,00

14,00

2,00

1,00

Media

39,75

15,01

5,56

49,27

21,63

7,71

15,77

5,77

1,94

27,92

6,53

2,81

Moda

50,00

12,00

4,00

37,00

18,00

7,00

14,00

5,00

1,00

28,00

7,00

3,00

Mediana

37,00

14,00

5,00

47,50

20,50

7,00

14,00

5,00

2,00

28,00

7,00

3,00

Desviación

13,78

4,89

2,82

15,05

6,09

2,85

7,33

1,94

1,16

6,40

1,63

0,92

Nivel I: Tipometría de hojas y hojitas.

E

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Longitud %

RT

≤ 10

8,80

≤ 20

30,28

≤ 30

Anchura MR -

%

RT

353

Espesor MR

%

RT

MR

≤5

22,89

14,07

≤3

52,82

48,52

7,83

≤ 10

30,63

38,89

≤6

32,39

15,93

21,48

26,09

≤ 15

27,46

4,44

≤9

9,51

25,56

≤ 40

14,44

29,57

≤ 20

11,62

19,26

≤ 12

3,87

7,41

≤ 50

14,08

11,30

≤ 25

4,58

14,44

≤ 15

1,06

1,85

≤ 60

6,69

13,91

≤ 30

2,82

6,30

≤ 18

0,35

0,74

≤ 70

2,11

5,22

≤ 35

-

1,48

≤ 80

1,76

4,35

≤ 40

-

-

≤ 90

0,35

0,87

≤ 45

-

0,37

≤ 100

-

0,87

≤ 50

-

0,74

Nivel I: Tipometría del total de hojas y hojitas: intervalos de las magnitudes. RT: Resto de Talla MR: Material retocado.

%

Resto de Talla

Sílex

Material Retocado

98,26

99,82

Cuarcita

1,21

-

Cristal Roca

0,49

-

Caliza

0,05

0,18 Nivel I: Materias primas.

%

Sílex

Cuarcita

Cristal Roca

Cali

Lasca

97,94

1,76

0,10

0,20

Lasquita

98,80

1,10

0,10

-

Hoja

99,00

0,88

0,13

-

Hojita

98,90

0,60

0,40

0,10

Fragmento

97,31

1,92

0,73

0,04

Debris

98,39

0,77

0,80

0,03

Chunk

100,00

-

-

-

Esquirla T.

100,00

-

-

-

Golpe Buril

100,00

-

-

-

Astilla

100,00

-

-

Nivel I: Materias primas y soportes del resto de talla.

12•La Peña(2).qxd

354

18/9/07

%

09:38

Página 354

Sílex

Lasca

Caliza

99,39

%

Resto de Talla

Material Retocado

0,61

1º orden

0,93

0,36

Lasquita

100

-

2º orden

8,23

13,56

Hoja

100

-

3º orden

90,84

86,08

Hojita

100

-

Fragmento

100

-

Arista

100

-

Semiarista

100

-

Tableta

100

-

Semitableta

100

-

Flanco núcleo

100

-

-

-

Núcleo

Nivel I: Córtex.

Resto de Talla %







orden

orden

orden

Lasca

2,55

23,33

74,12

1,22

24,39

74,39

Lasquita

1,57

11,96

86,48

-

30,77

69,23

Hoja

0,63

16,52

82,85

-

15,83

84,17

Hojita

0,40

6,47

93,13

-

1,16

98,84

Fragmento

1,07

5,57

93,36

-

9,09

90,91

98,92

-

-

-

-

-

12,50

87,50

Nivel I: Materias primas y soportes empleados en el material retocado.

%

Resto de Talla

Material Retocado

Fracturados

83,72

51,54

Debris

0,07

1,01

Sin fracturas

16,28

48,46

P. A. y Núcleos

-

-





orden orden

3º orden

Nivel I: Córtex y soportes del resto de talla.

Nivel I: Piezas fracturadas y enteras, excluyendo debris, chunk, esquirla térmica, golpe de buril, astlla y núcleo.

Resto de Talla %

Material Retocado

Material Retocado

Fracturados

Sin fracturas

Fracturados

Sin fracturas

Lasca

74,31

25,69

29,27

70,73

Lasquita

68,98

31,02

-

100,00

Hoja

80,48

19,52

53,96

46,04

Hojita

87,25

12,75

70,35

29,65

P. A.

74,31

25,69

25,00

75,00

Nivel I: Piezas fracturadas y enteras por soportes.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 355

%

Resto de Talla

Material Retocado

Fracturados

83,72

51,54

Proximal

12,84

60,70

Distal

21,03

17,54

Prox-Distal

10,54

13,33

Lateral

3,88

0,35

Lat. Proximal

1,71

1,05

Lat. Distal

2,74

0,35

Bilateral

0,13

-

Diametral

0,06

0,35

Múltiple

47,07

6,32

355

Nivel I: Localización de las fracturas.

Lasca

Lasquita

Hoja

Hojita

Proximal

26,12

19,68

21,46

22,83

Distal

25,99

41,41

37,33

36,64

9,23

7,27

30,48

33,22

10,69

9,24

2,18

2,74

Lat. Proximal

4,49

3,56

2,64

0,91

Lat. Distal

7,65

5,37

3,89

1,83

Bilateral

0,53

0,30

-

-

Diametral

-

0,23

0,16

-

Múltiple

15,30

12,94

1,87

1,83

Prox-Distal Lateral

Nivel I: Localización de las fracturas y soportes del resto de talla.

%

Lasca

Lasquita

Hoja

Hojita

Fragmento

P. A.

Proximal

75,00

-

68,00

52,89

45,45

87,50

Distal

10,42

-

24,00

22,31

-

-

Prox-Distal

6,25

-

6,67

23,97

-

12,50

Lateral

-

-

1,33

-

-

-

Lat. Proximal

4,17

-

-

-

3,03

-

Lat. Distal

2,08

-

-

-

-

-

Bilateral

0,00

-

-

-

-

-

Diametral

0,00

-

-

0,83

-

-

Múltiple

2,08

-

-

-

51,52

-

Nivel I: Localización de las fracturas y soportes empleados en el material retocado.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 356

356

%

Resto de Talla

Material Retocado

24,19

69,12

Percusión

0,19

1,75

Térmica

0,66

3,51

74,96

25,61

Flexión

Indeterm. Nivel I: Causas de las fracturas.

Resto de Talla %

Flexión

Percusión

Térmica

Material Retocado Indeterm.

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

Proximal

35,63

0,38

1,13

62,86

70,52

2,89

1,16

25,43

Distal

41,84

0,31

0,38

57,47

72,00

-

6,00

22,00

Prox-Distal

56,42

0,31

0,92

42,35

78,95

-

13,16

7,89

Lateral

20,75

0,83

1,66

76,76

100,00

-

-

-

Lat. Proximal

31,13

-

1,89

66,98

33,33

-

-

66,67

Lat. Distal

47,06

0,59

0,59

51,76

100,00

-

-

-

Bilateral

37,50

-

-

62,50

-

-

-

-

Diametral

-

-

-

100,00

100,00

-

-

-

Múltiple

4,66

-

0,48

94,86

27,78

-

-

72,22

Nivel I: Localización y causa de las fracturas.

Resto de Talla

Material Retocado

%

Flexión

Percusión

Térmica

Térmica

Indeterm.

Proximal

18,92

25,00

21,95

10,77

61,93

100,00

20,00

60,27

Distal

36,38

33,33

12,20

16,12

18,27

-

30,00

15,07

Prox-Distal

24,58

16,67

14,63

5,95

15,23

-

50,00

4,11

Lateral

3,33

16,67

9,76

3,98

0,51

-

-

-

Lat. Proximal

2,20

-

4,88

1,53

0,51

-

-

2,74

Lat. Distal

5,33

8,33

2,44

1,89

0,51

-

-

-

Bilateral

0,20

-

-

0,11

-

-

-

-

Diametral

-

-

-

0,09

0,51

-

-

-

Múltiple

9,06

-

34,15

59,57

2,54

-

-

17,81

Nivel I: Causa y localización de las fracturas.

Indeterm.

Flexión

Percusión

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 357

Resto de Talla Percusión

357

Material Retocado

%

Flexión

Térmica

Indeterm.

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

Lasca

36,94

0,79

1,06

61,21

60,42

Lasquita

28,69

0,30

0,91

70,10

-

-

6,25

33,33

-

-

Hoja

55,68

0,31

1,24

42,77

80,00

1,33

2,67

Hojita

16,00

44,86

-

0,57

54,57

74,38

2,48

4,13

19,01

Fragmento

-

-

-

-

48,48

3,03

-

48,48

P. A.

-

-

-

-

25,00

-

-

75,00

Nivel I: Causa de las fracturas y soportes.

Talones %

Talones conservados

Resto de Talla

Material Retocado

Resto de Talla

Material Retocado

37,94

26,92

66,58

74,07

Puntiforme

8,08

3,65

14,17

10,05

Diedro

2,64

1,54

4,63

4,23

Facetado

5,04

2,31

8,85

6,35

Cortical

3,29

1,92

5,77

5,29

Roto

9,85

10,58

-

-

Suprimido

-

15,19

-

-

33,17

37,88

-

-

Liso

No tiene

Nivel I: Talones.

Resto de Talla %

% Total

Material Retocado % Accidentes

% Total

% Accidentes 66,67

Sobrepasado

0,85

46,03

0,36

Reflejado

0,96

52,38

-

0,03

1,59

Doble Bulbo No Tiene

98,16

-

-

0,18

33,33

99,46

Nivel I: Accidentes de talla.

Resto de Talla %

% Total

Material Retocado % Accidentes

% Total

% Accidentes

Cuarteado

0,28

1,77

-

-

Craquelado

0,81

5,06

0,36

5,00

Térmicas

1,47

9,21

5,97

82,50

Desilificado

13,37

83,83

0,54

7,50

Doble Pátina

0,02

0,12

0,36

5,00

No tiene

84,05

-

92,77

Nivel I: Alteraciones de la materia prima.

12•La Peña(2).qxd

358

18/9/07

09:38

Página 358

NIVEL II % Lasca

Resto de Talla

Material Retocado

%

Resto de Talla

Material Retocado

Lasca

16,25

26,15

Lasquita

51,91

5,90

7,09

23,67

22,67

5,34

Hoja

6,24

18,56

Hoja

14,29

20,51

Hojita

7,66

42,92

Hojita

17,55

47,44

15,17

6,26

Arista

0,01

2,32

Semiarista

0,07

0,23

-

0,23

Semitableta

0,02

-

Flanco núcleo

0,01

0,23

Núcleo

0,15

0,23

Debris

38,82

-

Chunk

1,78

-

Esquirla T.

0,11

-

Golpe Buril

0,16

-

Astilla

0,02

-

Lasquita

Fragmento

Tableta

Nivel II: Soportes.

Resto de Talla L

A

Máxima

105,00

76,00

Mínima

3,00

Media Moda

Material Retocado E

L

A

E

31,00

72,00

54,00

35,00

1,00

1,00

12,00

3,00

1,00

14,80

10,76

2,84

28,45

14,52

5,36

7,00

9,00

2,00

28,00

7,00

2,00

Mediana

11,00

9,00

2,00

26,00

12,00

4,00

Desviación

10,51

7,53

2,73

11,2

9,73

4,32

Nivel II: Tipometría del total del material.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 359

Longitud

Anchura

%

RT

MR

%

≤ 10

41,92

-

≤5

≤ 20

39,28

25,60

≤ 30

11,13

≤ 40

4,70

≤ 50

RT

359

Espesor MR

%

RT

MR

21,77

17,19

≤3

79,74

44,41

≤ 10

45,11

31,23

≤6

13,45

23,21

43,45

≤ 15

16,1

8,02

≤9

3,57

18,91

15,48

≤ 20

6,7

16,62

≤ 12

1,46

9,74

1,40

10,12

≤ 25

3,62

13,75

≤ 15

0,54

1,43

≤ 60

1,03

4,17

≤ 30

4,7

6,59

≤ 18

0,97

0,29

≤ 70

0,27

0,60

≤ 35

0,59

3,15

≤ 21

0,16

1,15

≤ 80

0,16

0,60

≤ 40

0,92

2,58

≤ 24

0,05

0,29

≤ 90

0,05

-

≤ 45

0,16

-

≤ 27

-

-

≤ 100

-

-

≤ 50

0,16

0,57

≤ 30

-

-

≤ 110

0,05

-

≤ 55

-

0,29

≤ 33

0,05

-

≤ 60

0,05

-

≤ 36

-

0,57

≤ 65

0,05

-

≤ 70

-

-

≤ 75

-

-

≤ 80

0,05

-

Nivel II: Tipometría del total del material: intervalos de las magnitudes. RT: Resto de Talla MR: Material retocado.

Lascas L Máxima

80,00

Resto de Talla A E 76,00

31,00

Material Retocado L A E 56,00

54,00

35,00

L 19,00

Lasquitas Resto de Talla Material Retocado A E L A E 39,00

11,00

19,00

27,00 7,00

10,00

Mínima

20,00

11,00

2,00

20,00

12,00

2,00

3,00

3,00

1,00

12,00

Media

30,36

23,62

6,75

31,54

26,66

9,49

10,24

9,15

2,06

16,32

16,5

6,36

2,00

Moda

30,00

27,00

6,00

30,00

23,00

10,00

7,00

9,00

2,00

19,00

16,00

7,00

Mediana

29,00

23,00

6,00

30,00

25,00

9,00

10,00

9,00

2,00

17,00

16,50

6,00

Desviación

10,09

9,07

4,41

8,98

7,67

5,38

3,34

4,24

1,14

2,50

4,90

3,93

Nivel II: Tipometría de lascas y lasquitas.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

360

09:38

Página 360

Longitud

Anchura

%

RT

MR

%

≤ 10

44,86

-

≤5

≤ 20

37,92

24,18

≤ 30

11,57

≤ 40

3,95

≤ 50

RT

Espesor MR

%

RT

MR

13,55

-

≤3

79,58

6,54

≤ 10

49,83

2,80

≤6

13,89

23,36

43,96

≤ 15

17,22

6,54

≤9

3,68

36,45

17,58

≤ 20

7,42

24,30

≤ 12

1,16

23,36

0,88

10,99

≤ 25

4,08

27,10

≤ 15

0,20

4,67

≤ 60

0,48

3,30

≤ 30

5,58

18,69

≤ 18

1,16

0,93

≤ 70

0,20

-

≤ 35

0,68

10,28

≤ 21

0,20

1,87

≤ 80

0,14

-

≤ 40

1,02

7,48

≤ 24

0,07

0,93

≤ 45

0,20

-

≤ 27

-

-

≤ 50

0,20

1,87

≤ 30

-

-

≤ 55

-

0,93

≤ 33

0,07

-

≤ 60

0,07

-

≤ 36

-

1,87

≤ 65

0,07

-

≤ 70

-

-

≤ 75

-

-

≤ 80

0,07

-

Nivel II: Tipometría del total de lascas y lasquitas: intervalos de las magnitudes. RT: Resto de Talla MR: Material retocado.

Hojas Resto de Talla

Hojitas Material Retocado

Resto de Talla

Material Retocado

L

A

E

L

A

E

L

A

E

L

A

Máxima

105,00

40,00

17,00

72,00

30,00

12,00

54,00

10,00

14,00

48,00

16,00

6,00

Mínima

20,00

7,00

2,00

24,00

8,00

1,00

5,00

1,00

1,00

14,00

3,00

1,00

Media

34,93

14,44

5,31

41,33

18,23

6,23

12,77

4,58

1,72

23,46

6,32

2,52

Moda

20,00

10,00

2,00

28,00

15,00

4,00

8,00

3,00

1,00

20,00

7,00

2,00

Mediana

30,50

12,00

4,00

40,00

18,00

6,00

11,00

4,00

2,00

22,00

6,00

2,00

Desviación

15,08

6,57

3,47

13,39

4,62

2,47

5,89

1,65

1,18

6,83

1,94

1,05

Nivel II: Tipometría de hojas y hojitas.

E

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 361

Longitud %

RT

≤ 10

Anchura

361

Espesor

MR

%

RT

MR

%

RT

MR

30,63

-

≤5

53,40

26,09

≤3

80,37

64,35

≤ 20

36,13

26,76

≤ 10

26,96

44,78

≤6

11,78

23,04

≤ 30

17,80

46,48

≤ 15

11,78

8,70

≤9

3,14

10,00

≤ 40

7,59

9,86

≤ 20

3,93

12,17

≤ 12

2,62

2,61

≤ 50

3,40

9,86

≤ 25

1,83

6,96

≤ 15

1,83

-

≤ 60

3,14

4,23

≤ 30

1,31

1,30

≤ 18

0,26

-

≤ 70

0,52

1,41

≤ 35

0,26

-

≤ 80

0,26

1,41

≤ 40

0,52

-

≤ 90

0,26

-

≤ 100

-

-

≤ 110

0,26

Nivel II: Tipometría del total de hojas y hojitas: intervalos de las magnitudes. RT: Resto de Talla MR: Material retocado.

%

Resto de Talla

Sílex

Material Retocado

96,9

98,84

1,2

0,23

1,35

-

Cuarzo

0,5

0,93

Caliza

0,05

-

Cuarcita Cristal Roca

Nivel I: Materias primas.

%

Sílex

Cuarcita

Cristal Roca

Cuarzo

Caliza

Lasca

95,18

3,09

1,27

0,45

-

Lasquita

98,66

0,77

0,46

0,09

0,03

Hoja

97,62

1,03

1,14

0,21

-

Hojita

98,57

0,25

1,01

0,17

-

Fragmento

92,81

2,34

3,62

1,23

-

Debris

97,36

0,88

1,06

0,60

0,10

Chunk

96,01

1,45

2,54

-

-

Esquirla T.

100,00

-

-

-

-

Golpe Buril

100,00

-

-

-

-

Astilla

100,00

-

-

-

Nivel II: Materias primas y soportes del resto de talla.

12•La Peña(2).qxd

362

18/9/07

09:38

Página 362

%

Sílex

Lasca

97,06

-

2,94

1º orden

1,35

0,93

Lasquita

95,65

4,35

-

2º orden

5,83

10,9

100

-

-

3º orden

92,83

88,17

99,46

-

0,54

Fragmento

100

-

-

Arista

100

-

Semiarista

100

-

-

Tableta

100

-

-

-

-

-

Flanco núcleo

100

-

-

Núcleo

100

-

-

Hoja Hojita

Semitableta

Cuarcita

Caliza

%

Resto de Talla

Material Retocado

Nivel II: Córtex.

Nivel I: Materias primas y soportes empleados en el material retocado.

%

Resto de Talla

Material Retocado

Fracturados

79,58

60,79

Sin fracturas

20,42

39,21

Nivel II: Piezas fracturadas y enteras, excluyendo debris, chunk, esquirla térmica, golpe de buril, astlla y núcleo.

%



Resto de Talla 2º 3º

Material Retocado 1º 2º 3º

orden

orden

orden

orden orden

orden

Lasca

4,55

14,38

81,07

1,96

26,47

71,57

Lasquita

2,68

7,92

89,41

-

26,09

73,91

Hoja

1,55

8,58

89,87

2,5

11,25

86,25

Hojita

0,51

4,89

94,61

-

1,08

98,92

Fragmento

1,11

3,57

95,32

-

3,7

96,3

Debris

0,27

3,84

95,89

-

-

-

P. A. y Núcleos

-

-

-

-

14,29

85,71

Nivel II: Córtex y soportes del resto de talla.

Resto de Talla %

Material Retocado

Fracturados

Sin fracturas

Fracturados

Sin fracturas

Lasca

74,31

25,69

29,27

70,73

Lasquita

68,98

31,02

-

100,00

Hoja

80,48

19,52

53,96

46,04

Hojita

87,25

12,75

70,35

29,65

P. A.

74,31

25,69

25,00

75,00

Nivel II: Piezas fracturadas y enteras por soportes.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 363

%

Resto de Talla

363

Material Retocado

Proximal

14,26

59,16

Distal

24,39

14,50

Prox-Distal

10,06

15,65

Lateral

3,57

-

Lat. Proximal

1,85

0,76

Lat. Distal

2,37

-

Bilateral

0,15

-

Diametral

0,07

1,53

Múltiple

43,27

8,40 Nivel II: Localización de las fracturas.

Lasca

Lasquita

Hoja

Hojita

Proximal

20,92

13,46

40,98

22,02

Distal

26,12

45,86

18,16

37,57

Prox-Distal

8,04

5,10

31,90

30,01

Lateral

9,22

5,62

2,21

3,72

Lat. Proximal

5,67

2,74

1,40

1,31

Lat. Distal

5,67

3,92

2,21

1,75

Bilateral

0,59

0,22

0,12

-

Diametral

0,12

0,09

0,12

0,11

Múltiple

23,64

23,00

2,91

3,50

Nivel II: Localización de las fracturas y soportes del resto de talla.

%

Lasca

Lasquita

Hoja

Hojita

Fragmento

Proximal

84,85

Distal

P. A.

-

79,31

51,11

22,22

75,0

3,03

100

10,34

21,48

-

12,5

Prox-Distal

3,03

-

6,90

25,93

-

12,5

Lateral

-

-

-

-

-

-

Lat. Proximal

-

-

1,72

-

3,70

-

Lat. Distal

-

-

-

-

-

-

Bilateral

-

-

-

-

-

-

Diametral

3,03

-

-

0,74

7,41

-

Múltiple

6,06

-

1,72

0,74

66,67

-

Nivel II: Localización de las fracturas y soportes empleados en el material retocado.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 364

364

%

Resto de Talla

Flexión

Material Retocado

16,31

62,21

Percusión

0,14

0,76

Térmica

0,45

5,73

Indeterm.

83,1

31,3

Nivel II: Causas de las fracturas.

Resto de Talla %

Flexión

Percusión

Térmica

Material Retocado Indeterm.

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

Proximal

22,81

0,19

0,58

76,42

69,03

0,65

3,87

26,45

Distal

22,02

0,28

-

77,70

65,79

-

7,89

26,32

Prox-Distal

36,15

-

0,14

63,71

60,98

-

9,76

29,27

Lateral

25,00

0,38

0,77

73,85

-

-

-

-

Lat. Proximal

20,74

0,74

3,70

74,81

50,00

-

-

50,00

Lat. Distal

32,95

-

0,58

66,47

-

-

-

-

Bilateral

45,45

-

-

54,55

-

-

-

-

Diametral

40,00

-

-

60,00

50,00

25,00

-

25,00

Múltiple

4,38

0,03

0,54

95,05

13,64

-

9,09

77,27

Nivel II: Localización y causa de las fracturas.

Resto de Talla %

Flexión

Percusión

Térmica

Material Retocado Indeterm.

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

Proximal

19,95

20

18,75

13,11

65,64

50

40,00

50,00

Distal

32,91

50

-

22,79

15,34

-

20,00

12,20

Prox-Distal

22,31

-

3,13

7,71

15,34

-

26,67

14,63

Lateral

5,47

10

6,25

3,17

-

-

-

-

Lat. Proximal

2,36

10

15,63

1,67

0,61

-

-

1,22

Lat. Distal

4,80

-

3,13

1,90

-

-

-

-

Bilateral

0,42

-

-

0,10

-

-

-

-

Diametral

0,17

-

-

0,05

1,23

50

-

1,22

Múltiple

11,62

10

53,13

49,50

1,84

-

13,33

20,73

Nivel II: Causa y localización de las fracturas.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 365

Resto de Talla %

Flexión

Percusión

Lasca

20,33

0,47

Lasquita

19,51

Hoja Hojita

365

Material Retocado

Térmica

Indeterm.

Flexión

0,71

78,49

75,76

0,09

0,70

79,70

100,00

24,56

0,23

0,35

74,85

35,60

0,22

0,44

63,75

Percusión

Térmica

Indeterm.

3,03

-

21,21

-

-

-

67,24

-

5,17

27,59

63,70

0,74

6,67

28,89

Fragmento

-

-

-

-

33,33

-

7,41

59,26

P. A.

-

-

-

-

37,50

-

12,50

50,00

Nivel II: Causa de las fracturas y soportes.

Talones %

Talones conservados Resto de Talla Material Retocado

Resto de Talla

Material Retocado

Liso

30,05

22,08

51,71

76,07

Puntiforme

14,52

2,98

24,98

10,26

Diedro

2,14

0,50

3,68

1,71

Facetado

6,98

2,48

12,02

8,55

Cortical

4,42

0,99

7,61

3,42

Roto

6,85

7,94

-

-

Suprimido

-

14,39

-

-

35,04

48,64

-

-

No tiene

Nivel II: Talones.

Resto de Talla %

% Total

Material Retocado % Accidentes

% Total

% Accidentes

Sobrepasado

0,32

35,46

0,23

16,67

Reflejado

0,53

58,16

0,70

50,00

Doble Bulbo

0,06

6,38

0,46

33,33

98,61

-

No Tiene

99,09

-

Nivel II: Accidentes de talla.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 366

366

Resto de Talla %

Material Retocado

% Total

% Accidentes

% Total

% Accidentes

Cuarteado

0,10

1,28

-

-

Craquelado

0,26

3,42

-

-

Térmicas

1,10

14,55

9,05

78

Desilificado

6,09

80,57

2,32

20

Doble Pátina

0,01

0,17

0,23

2

88,40

-

No tiene

92,44

-

Nivel II: Alteraciones de la materia prima.

NIVEL III

% Lasca Lasquita

Resto de Talla 8,88

Material Retocado 26,67

%

Resto de Talla

Lasca

16,42

Lasquita

Material Retocado 28,57

24,12

2,22

44,59

2,38

Hoja

5,28

23,33

Hoja

9,76

25,00

Hojita

15,82

41,11

Hojita

29,24

44,05

Fragmento

16,39

5,00

Arista

0,01

-

Semiarista

0,27

0,56

Tableta

-

0,56

Semitableta

0,07

-

Flanco núcleo

0,04

0,56

Núcleo

0,39

-

Debris

27,16

-

Chunk

1,36

-

Esquirla T.

0,03

-

Golpe Buril

0,18

-

Astilla

-

-

Nivel III: Soportes.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 367

Resto de Talla

367

Material Retocado

L

A

E

L

A

E

Máxima

100,00

68,00

Mínima

1,00

2,00

27,00

58,00

44,00

17,00

1,00

12,00

3,00

1,00

Media

17,36

12,00

3,11

28,21

14,42

5,56

Moda Mediana

12,00

10,00

1,00

20,00

4,00

2,00

13,00

10,00

2,00

27,00

14,00

4,50

Desviación

10,41

7,99

3,02

9,88

9,38

4,10

Nivel III: Tipometría del total del material.

Longitud

Anchura

%

RT

%

≤ 10

17,69

-

≤5

≤ 20

53,48

29,35

≤ 10

≤ 30

18,26

32,61

≤ 15

≤ 40

6,63

23,91

≤ 50

2,87

13,04

≤ 60

0,49

≤ 70

RT

Espesor MR

%

RT

15,81

21,43

≤3

71,83

42,26

48,08

23,21

≤6

16,30

17,86

13,84

10,71

≤9

7,53

25,60

≤ 20

8,27

20,83

≤ 12

3,19

5,36

≤ 25

8,44

10,71

≤ 15

0,41

6,55

1,09

≤ 30

2,05

6,55

≤ 18

0,33

2,38

0,41

-

≤ 35

1,64

4,76

≤ 21

0,16

-

≤ 80

0,08

-

≤ 40

0,82

0,60

≤ 24

0,08

-

≤ 90

-

-

≤ 45

0,49

1,19

≤ 27

0,16

-

0,08

-

≤ 50

0,16

-

≤ 55

0,16

-

≤ 60

0,08

-

≤ 65

0,08

-

≤ 70

0,08

-

≤ 100

MR

MR

Nivel III: Tipometría del total del material: intervalos de las magnitudes. RT: Resto de Talla MR: Material retocado.

Lascas L Máxima

80,00

Resto de Talla A E 68,00

27,00

Lasquitas Material Retocado L A E

50,00

44,00

17,00

L 19,00

Resto de Talla A E 35,00

14,00

L

Material Retocado A E

18,00

16,00

6,00

Mínima

20,00

11,00

1,00

17,00

9,00

2,00

1,00

3,00

1,00

12,00

8,00

3,00

Media

29,50

22,56

6,54

30,29

24,64

9,62

11,28

10,01

1,87

14,75

12,50

4,25

Moda

23,00

14,00

8,00

35,00

20,00

8,00

12,00

10,00

1,00

12,00

13,00

4,00

Mediana

26,00

20,00

6,00

30,00

23,00

8,00

11,00

10,00

1,00

14,50

13,00

4,00

9,20

9,49

3,63

7,96

7,61

4,02

3,15

4,43

1,42

3,20

3,42

1,26

Desviación

Nivel III: Tipometría de lascas y lasquitas.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

368

09:38

Página 368

Longitud

Anchura

%

RT

MR

≤ 10

20,04

-

≤ 20

54,09

≤ 30 ≤ 40

%

Espesor

RT

MR

%

RT

MR

≤5

9,05

-

≤3

70,91

5,88

10,53

≤ 10

49,25

1,96

≤6

16,38

21,57

17,13

47,37

≤ 15

14,98

11,76

≤9

9,16

37,25

6,36

34,21

≤ 20

10,67

29,41

≤ 12

2,37

9,8

≤ 50

1,51

7,89

≤ 25

9,16

17,65

≤ 15

0,54

17,65

≤ 60

0,43

-

≤ 30

2,59

17,65

≤ 18

0,22

7,84

≤ 70

0,32

-

≤ 35

1,94

15,69

≤ 21

0,11

-

≤ 80

0,11

-

≤ 40

1,08

1,96

≤ 24

0,11

-

≤ 45

0,54

3,92

≤ 27

0,22

-

≤ 50

0,22

-

≤ 55

0,22

-

≤ 60

0,11

-

≤ 65

0,11

-

≤ 70

0,11

-

Nivel III: Tipometría del total de lascas y lasquitas: intervalos de las magnitudes. RT: Resto de Talla MR: Material retocado.

Hojas L

Resto de Talla A E

Hojitas Material Retocado L A E

L

Resto de Talla A E

L

Material Retocado A E

Máxima

100,00

41,00

20,00

58,00

27,00

13,00

44,00

10,00

7,00

38,00

13,00

7,00

Mínima

20,00

9,00

1,00

28,00

12,00

3,00

5,00

2,00

1,00

12,00

3,00

1,00

Media

34,37

14,84

6,28

39,56

18,08

6,98

16,98

5,5

2,1

21,47

5,78

2,20

Moda

43,00

10,00

3,00

41,00

17,00

7,00

12,00

6,00

1,00

20,00

4,00

2,00

Mediana

31,00

12,00

5,00

41,00

17,5

7,00

16,00

5,00

2,00

20,00

6,00

2,00

Desviación

12,84

6,25

4,26

7,93

2,07

6,41

1,75

1,17

5,17

2,03

1,19

Nivel III: Tipometría de hojas y hojitas.

3,83

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 369

Longitud

Anchura

%

RT

MR

%

≤ 10

10,24

0,00

≤5

≤ 20

45,05

34,62

≤ 30

28,33

≤ 40

7,51

≤ 50

369

Espesor

RT

MR

%

RT

MR

37,20

31,58

≤3

74,74

59,65

≤ 10

44,37

32,46

≤6

16,04

14,91

30,77

≤ 15

10,24

11,40

≤9

2,39

21,05

15,38

≤ 20

0,68

16,67

≤ 12

5,80

3,51

7,17

17,31

≤ 25

6,14

6,14

≤ 15

-

0,88

≤ 60

0,68

1,92

≤ 30

0,34

1,75

≤ 18

0,68

-

≤ 70

0,68

-

≤ 35

0,68

-

≤ 21

0,34

-

≤ 80

-

-

≤ 40

-

-

≤ 90

-

-

≤ 45

0,34

-

≤ 100

0,34

Nivel III: Tipometría del total de hojas y hojitas: intervalos de las magnitudes. RT: Resto de Talla MR: Material retocado.

%

Resto de Talla

Material Retocado

Sílex

96,90

98,84

Sílex

88,49

97,22

Cuarcita

4,38

0,56

Cristal Roca

4,23

1,67

Cuarzo

2,74

0,56

Caliza

0,15

Nivel III: Materias primas.

%

Sílex

Cuarcita

Cristal Roca

Cuarzo

Caliza

Lasca

84,64

9,35

2,67

3,01

0,33

Lasquita

92,38

3,38

2,58

1,66

-

Hoja

92,42

3,65

1,97

1,97

-

Hojita

95,03

1,03

2,53

1,41

-

Fragmento

80,83

6,60

6,69

5,88

-

Debris

86,46

4,09

6,22

2,78

0,44

Chunk

85,87

10,87

3,26

-

-

Esquirla T.

100,00

-

-

-

-

Golpe Buril

100,00

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Astilla

Nivel III: Materias primas y soportes del resto de talla.

12•La Peña(2).qxd

370

18/9/07

09:38

Página 370

%

Sílex

Cuarcita

Cristal Roca

Lasca

93,75

-

4,17

Lasquita

75,00

-

Hoja

97,62

Hojita Fragmento

Cuarzo

%

Resto de Talla

Material Retocado

2,08

1º orden

0,93

0,56

25,00

-

2º orden

9,08

14,44

2,38

-

-

3º orden

89,99

85,00

100,00

-

-

-

100,00

-

-

-

-

-

-

-

Semiarista

100,00

-

-

-

Tableta

100,00

-

-

-

-

-

-

-

Flanco núcleo 100,00

-

-

-

Núcleo

-

-

-

Arista

Semitableta

-

Nivel III: Córtex.

Nivel III: Materias primas y soportes empleados en el material retocado.

%

Resto de Talla

Fracturados

74,26

48,89

Sin fracturas

25,74

51,11

Resto de Talla

Material Retocado %

Nivel III: Piezas fracturadas y enteras, excluyendo debris, chunk, esquirla térmica, golpe de buril, astlla y núcleo.

Material Retocado











orden

orden

orden

Lasca

2,17

26,04

71,79

2,08

Lasquita

1,35

9,77

88,88

Hoja

1,97

25,28

Hojita

0,84

Fragmento

orden orden

3º orden

29,17

68,75

-

-

100,00

72,75

-

16,67

83,33

7,12

92,03

-

4,05

95,95

0,45

6,6

92,95

-

11,11

88,89

Debris

0,33

2,78

96,89

-

-

-

P. A. y Núcleos

-

-

-

-

33,33

66,67

Nivel III: Córtex y soportes del resto de talla.

Resto de Talla %

Material Retocado

Fracturados

Sin fracturas

Fracturados

Sin fracturas

Lasca

59,77

40,23

29,17

70,83

Lasquita

57,65

42,35

0,00

100,00

Hoja

77,81

22,19

57,14

42,86

Hojita

79,94

20,06

54,05

45,95

-

-

33,33

66,67

P. A.

Nivel III: Piezas fracturadas y enteras por soportes.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 371

%

Resto de Talla

Material Retocado

Proximal

15,59

65,91

Distal

20,54

18,18

Prox-Distal

13,72

5,68

Lateral

4,41

1,14

Lat. Proximal

2,24

-

Lat. Distal

2,94

1,14

Bilateral

0,17

-

Diametral

0,34

1,14

Múltiple

40,04

6,82

371

Nivel III: Localización de las fracturas.

Lasca

Lasquita

Hoja

Hojita

Proximal

22,35

19,19

28,88

24,74

Distal

27,65

28,78

30,32

31,89

8,38

11,41

29,60

31,18

Prox-Distal Lateral

11,17

8,10

3,25

3,63

Lat. Proximal

8,38

2,88

2,17

1,88

Lat. Distal

5,87

5,86

1,81

2,70

Bilateral

0,28

0,43

0,36

-

Diametral

0,84

0,43

0,72

0,35

Múltiple

15,08

22,92

2,89

3,63

Nivel III: Localización de las fracturas y soportes del resto de talla.

%

Lasca

Lasquita

Hoja

Hojita

Fragmento

P. A.

Proximal

85,71

-

66,67

67,50

22,22

100

Distal

7,14

-

12,50

30,00

-

-

Prox-Distal

-

-

16,67

2,50

-

-

Lateral

-

-

-

-

11,11

-

Lat. Proximal

-

-

-

-

-

-

Lat. Distal

7,14

-

-

-

-

-

Bilateral

-

-

-

-

-

-

Diametral

-

-

4,17

-

-

-

Múltiple

-

-

-

-

66,67

-

Nivel III: Localización de las fracturas y soportes empleados en el material retocado.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 372

372

%

Resto de Talla

Flexión

Material Retocado

19,02

47,73

Percusión

0,82

1,14

Térmica

0,17

2,27

79,99

48,86

Indeterm. Nivel III: Causas de las fracturas.

Resto de Talla %

Térmica

Material Retocado

Flexión

Percusión

Indeterm.

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

Proximal

23,96

4,72

-

71,32

48,28

1,72

3,45

46,55

Distal

33,33

0,14

0,41

66,12

62,50

-

-

37,50

Prox-Distal

37,11

0,41

0,41

62,06

80,00

-

-

20,00

Lateral

18,59

-

-

81,41

-

-

-

100,00

Lat. Proximal

20,25

-

-

79,75

-

-

-

-

Lat. Distal

28,85

-

-

71,15

-

-

-

100,00

Bilateral

16,67

-

-

83,33

-

-

-

-

Diametral

-

-

-

100,00

-

-

-

100,00

Múltiple

2,97

-

0,07

96,96

-

-

-

100,00

Nivel III: Localización y causa de las fracturas.

Resto de Talla %

Flexión

Percusión

Proximal

19,64

89,66

Distal

36,01

Prox-Distal

26,79

Térmica

Material Retocado Indeterm.

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

100,00

62,79

-

13,90

66,67

100,00

3,45

50,00

16,98

23,81

-

-

13,95

6,90

33,33

10,65

9,52

-

-

2,33

Lateral

4,32

-

-

4,49

-

-

-

2,33

Lat. Proximal

2,38

-

-

2,23

-

-

-

-

Lat. Distal

4,46

-

-

2,62

-

-

-

2,33

Bilateral

0,15

-

-

0,18

-

-

-

-

Diametral

-

-

-

0,42

-

-

-

2,33

Múltiple

6,25

-

16,67

48,53

-

-

-

13,95

Nivel III: Causa y localización de las fracturas.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 373

Resto de Talla %

373

Material Retocado

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

Lasca

22,63

0,28

0,28

76,82

21,43

-

14,29

64,29

Lasquita

19,3

2,45

0,21

78,04

-

-

-

-

Hoja

42,24

1,44

-

56,32

58,33

-

-

41,67

Hojita

32,24

0,12

0,35

67,29

60,00

2,5

-

37,50

Fragmento

-

-

-

-

11,11

-

-

88,89

P. A.

-

-

-

-

-

-

-

100,00

Nivel III: Causa de las fracturas y soportes..

Talones %

Talones conservados

Resto de Talla

Material Retocado

Resto de Talla

Material Retocado

Liso

33,72

18,71

56,29

62,75

Puntiforme

14,74

9,36

24,60

31,37

Diedro

3,34

1,17

5,58

3,92

Facetado

3,34

-

5,58

-

Cortical

4,77

0,58

7,96

1,96

Roto

5,89

18,71

-

-

Suprimido

-

15,79

-

-

34,21

35,67

-

-

No tiene

Nivel III: Talones.

Resto de Talla %

% Total

Material Retocado % Accidentes

% Total

% Accidentes

Sobrepasado

1,45

70,29

0,56

50

Reflejado

0,57

27,54

0,56

50

Doble Bulbo

0,04

2,17

No Tiene

97,94

-

-

-

98,89

Nivel III: Accidentes de talla.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 374

374

Resto de Talla %

Material Retocado

% Total

% Accidentes

Cuarteado

-

-

-

-

Craquelado

0,08

1,10

-

-

Térmicas

0,38

4,95

-

-

Desilificado

7,25

93,96

-

-

Doble Pátina

-

No tiene

% Total

-

% Accidentes

1,85

92,29

100

98,15

Nivel III: Alteraciones de la materia prima.

NIVEL IV

% Lasca

Resto de Talla

Material Retocado

%

Resto de Talla

Material Retocado

Lasca

13,74

40,91

41,39

2,27

6,63

33,33

19,97

1,85

Lasquita

Hoja

2,98

9,26

Hoja

6,17

11,36

Hojita

18,67

37,04

Hojita

38,7

45,45

Fragmento

15,77

12,96

-

-

Semiarista

0,38

-

Tableta

0,04

1,85

-

1,85

Flanco núcleo

0,13

1,85

Núcleo

0,42

-

Debris

34,48

-

Chunk

0,13

-

Esquirla T.

0,13

-

Golpe Buril

0,21

-

Astilla

0,08

-

Lasquita

Arista

Semitableta

Nivel IV: Soportes.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 375

Resto de Talla L

A

Máxima

70,00

50,00

Mínima

3,00

1,00

Media

17,88

12,67

Moda

11,00

4,00

Mediana

15,00

9,00

Desviación

10,49

10,19

375

Material Retocado E

L

A

E

18,00

72,00

42,00

30,00

1,00

13,00

2,00

1,00

3,26

36,16

16,89

6,11

1,00

52,00

3,00

2,00

2,00

35,00

17,00

5,00

2,83

14,55

11,71

6,54

Nivel IV: Tipometría del total del material.

Longitud

Anchura

%

RT

MR

≤ 10

19,78

-

≤ 20

49,82

≤ 30

%

Espesor

RT

MR

≤5

22,34

24,44

15,79

≤ 10

35,9

19,78

21,05

≤ 15

≤ 40

6,23

31,58

≤ 50

3,30

≤ 60

%

RT

MR

≤3

68,86

43,48

15,56

≤6

19,05

23,91

16,12

8,89

≤9

8,42

19,57

≤ 20

10,26

11,11

≤ 12

1,47

4,35

10,53

≤ 25

4,76

11,11

≤ 15

1,47

2,17

0,37

15,79

≤ 30

1,83

15,56

≤ 18

0,73

0

≤ 70

0,73

-

≤ 35

2,56

6,67

≤ 21

-

0

≤ 80

-

5,26

≤ 40

2,56

4,44

≤ 24

-

0

≤ 45

2,56

2,22

≤ 27

-

4,35

≤ 50

1,10

-

≤ 30

-

2,17

Nivel IV: Tipometría del total del material: intervalos de las magnitudes. RT: Resto de Talla MR: Material retocado.

%

Resto de Talla

Material Retocado

Sílex

85,72

96,3

Cuarcita

3,52

-

Cristal Roca

8,43

-

Cuarzo

2,12

3,7

Caliza

0,21

Nivel IV: Materias primas.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

376

% Lasca

09:38

Página 376

Sílex

Cuarcita

82,91

Cristal Roca

Cuarzo

Caliza

12,03

3,16

1,90

-

Lasquita

89,08

3,15

7,14

0,42

0,21

Hoja

94,37

5,63

-

-

-

Hojita

73,67

3,72

18,62

3,99

-

83,33

Fragmento

3,53

9,25

3,41

0,49

Debris

100,00

-

-

-

-

Chunk

100,00

-

-

-

-

Esquirla T.

100,00

-

-

-

-

Golpe Buril

100,00

-

-

-

-

Astilla

100,00

-

-

-

-

Nivel IV: Materias primas y soportes del resto de talla.

Sílex

Cuarzo

94,44

5,56

1º orden

-

100,00

2º orden

6,27

9,26

Hoja

100,00

-

3º orden

92,71

90,74

Hojita

100,00

-

Fragmento

100,00

-

Arista

100,00

-

Semiarista

100,00

-

Tableta

100,00

-

Semitableta

100,00

-

Lasca Lasquita

Flanco núcleo

100,00

-

Núcleo

100,00

-

%

Resto de Talla

Material Retocado

1,02

-

Nivel IV: Córtex.

Nivel IV: Materias primas y soportes empleados en el material retocado.

%

Resto de Talla

Fracturados

82,21

66,67

Sin fracturas

17,79

33,33

Resto de Talla

Material Retocado

Nivel IV: Piezas fracturadas y enteras, excluyendo debris, chunk, esquirla térmica, golpe de buril, astlla y núcleo.

%

Material Retocado











orden

orden

orden

Lasca

3,16

18,99

77,85

-

22,22

77,78

Lasquita

2,1,0

12,18

85,71

-

100,00

-

Hoja

0,00

16,90

83,10

-

-

100,00

Hojita

0,22

3,82

95,96

-

-

100,00

Fragmento

0,80

5,05

94,15

-

-

100,00

Debris

0,61

1,46

97,93

-

-

100,00

P. A. y Núcleos

-

-

-

-

22,22

77,78

orden orden

3º orden

Nivel IV: Córtex y soportes del resto de talla.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 377

377 Resto de Talla %

Material Retocado

Fracturados

Sin fracturas

Fracturados

Lasca

70,25

29,75

50

50

Lasquita

73,32

26,68

-

100

Hoja

69,01

30,99

60

40

Hojita

82,92

17,08

85

15

-

-

100

-

P. A.

Sin fracturas

Nivel IV: Piezas fracturadas y enteras por soportes.

%

Resto de Talla

Material Retocado

Proximal

15,21

47,22

Distal

23,45

19,44

Prox-Distal

14,82

13,89

Lateral

4,60

2,78

Lat. Proximal

2,22

-

Lat. Distal

3,17

-

Bilateral

0,16

-

Diametral

0,24

-

Múltiple

36,13

16,67 Nivel IV: Localización de las fracturas.

Lasca

Lasquita

Hoja

Hojita

Proximal

27,93

16,33

28,57

23,58

Distal

20,72

33,24

32,65

37,94

Prox-Distal

11,71

12,32

24,49

31,44

Lateral

9,01

10,60

4,08

2,44

Lat. Proximal

3,60

4,01

2,04

2,44

Lat. Distal

7,21

7,45

4,08

1,08

Bilateral

0,90

0,29

-

-

Diametral

1,80

0,29

-

-

Múltiple

17,12

15,47

4,08

1,08

Nivel IV: Localización de las fracturas y soportes del resto de talla.

12•La Peña(2).qxd

378

18/9/07

09:38

Página 378

%

Lasca

Lasquita

Hoja

Hojita

Fragmento

Proximal

66,67

Distal

-

66,67

47,06

14,29

-

22,22

-

33,33

23,53

-

-

0,00

-

-

29,41

-

-

11,11

-

-

-

-

-

Lat. Proximal

-

-

-

-

-

-

Lat. Distal

-

-

-

-

-

-

Bilateral

-

-

-

-

-

-

Diametral

-

-

-

-

-

-

Múltiple

-

-

-

-

85,71

-

Prox-Distal Lateral

P. A.

Nivel IV: Localización de las fracturas y soportes empleados en el material retocado.

%

Resto de Talla

Flexión

Material Retocado

26,78

25,00

Percusión

0,40

-

Térmica

0,08

2,78

72,74

72,22

Indeterm.

Nivel IV: Causas de las fracturas.

Resto de Talla %

Flexión

Percusión

Proximal

36,46

0,52

-

63,02

29,41

-

5,88

64,71

Distal

41,22

0,68

-

58,11

28,57

-

-

71,43

Prox-Distal

53,48

-

-

46,52

-

-

-

100,00

Lateral

17,24

-

-

82,76

100,00

-

-

-

Lat. Proximal

17,86

-

-

82,14

-

-

-

-

Lat. Distal

37,50

-

-

62,50

-

-

-

-

Bilateral

-

-

-

100,00

-

-

-

-

Diametral

-

-

-

100,00

-

-

-

-

Múltiple

3,51

0,44

0,22

95,83

16,67

-

-

83,33

Nivel IV: Localización y causa de las fracturas.

Térmica

Material Retocado Indeterm.

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 379

Resto de Talla %

379

Material Retocado

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

Proximal

20,71

20

-

13,18

55,56

-

100

42,31

Distal

36,09

40

-

18,74

22,22

-

-

19,23

Prox-Distal

29,59

-

-

9,48

-

-

-

19,23

Lateral

2,96

-

-

5,23

11,11

-

-

-

Lat. Proximal

1,48

-

-

2,51

-

-

-

-

Lat. Distal

4,44

-

-

2,72

-

-

-

-

Bilateral

-

-

-

0,22

-

-

-

-

Diametral

-

-

-

0,33

-

-

-

-

Múltiple

4,73

47,60

11,11

-

-

19,23

40

100,00

Nivel IV: Causa y localización de las fracturas.

Resto de Talla %

Material Retocado

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

Lasca

31,53

4,50

-

63,96

66,67

-

-

33,33

Lasquita

30,66

-

0,29

69,05

-

-

-

-

Hoja

51,02

-

-

48,98

66,67

-

-

33,33

Hojita

45,26

-

-

54,74

-

-

-

100,00

Fragmento

-

-

-

-

14,29

-

14,29

71,43

P. A.

-

-

-

-

-

-

-

-

Nivel IV: Causa de las fracturas y soportes.

Talones %

Talones conservados

Resto de Talla

Material Retocado

Resto de Talla

Material Retocado

37,77

12,77

72,35

54,55

Puntiforme

6,66

2,13

12,75

9,09

Diedro

2,68

4,26

5,13

18,18

Facetado

2,77

2,13

5,30

9,09

Cortical

2,33

2,13

4,47

9,09

10,37

12,77

-

-

-

17,02

-

-

37,42

46,81

-

-

Liso

Roto Suprimido No tiene

Nivel IV: Talones.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 380

380

Resto de Talla %

% Total

Material Retocado % Accidentes

% Total

% Accidentes

Sobrepasado

0,59

41,18

-

-

Reflejado

0,76

52,94

-

-

0,08

5,88

Doble Bulbo No Tiene

98,56

-

-

-

100,00

-

% Accidentes

% Total

Nivel IV: Accidentes de talla.

Resto de Talla %

% Total

Material Retocado % Accidentes

Cuarteado

0,21

2,51

-

Craquelado

0,27

3,23

0,56

14,29

Térmicas

1,05

12,54

2,22

57,14

Desilificado

6,82

81,72

1,11

28,57

Doble Pátina

-

-

-

-

91,65

-

96,11

-

No tiene

Nivel IV: Alteraciones de la materia prima.

-

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 381

NIVEL V

381

%

Resto de Talla

Material Retocado

Lasca

7,90

17,50

14,65

-

Hoja

3,82

Hojita Fragmento

%

Resto de Talla

Material Retocado

Lasca

20,95

17,95

Lasquita

38,85

-

17,50

Hoja

10,14

17,95

11,34

62,50

Hojita

30,07

64,10

31,21

-

Arista

-

-

Semiarista

0,51

-

Tableta

-

-

Semitableta

0,13

-

Flanco núcleo

0,13

-

Núcleo

0,25

-

Debris

29,55

-

Chunk

0,38

2,50

Esquirla T.

-

-

Golpe Buril

0,13

-

Astilla

-

-

Lasquita

Nivel V: Soportes.

Resto de Talla L

A

Máxima

44,00

40,00

Mínima

7,00

2,00

Media

18,00

Moda

18,00

Mediana Desviación

Material Retocado E

L

A

E

11,00

95,00

82,00

38,00

1,00

16,00

2,00

1,00

13,71

3,86

39,00

11,71

4,89

8,00

2,00

-

5,00

2,00

16,00

12,00

3,00

32,00

5,00

2,50

7,81

8,14

2,35

25,96

14,36

6,44

Nivel V: Tipometría del total del material.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

382

09:38

Página 382

Longitud

Anchura

%

RT

MR

≤ 10

16

-

≤ 20

51

≤ 30 ≤ 40

%

Espesor

RT

MR

%

RT

MR

≤5

14

55,26

≤3

55

65,79

14,29

≤ 10

28

7,89

≤6

27

7,89

27

28,57

≤ 15

24

7,89

≤9

16

15,79

4

28,57

≤ 20

17

13,16

≤ 12

2

2,63

≤ 50

2

14,29

≤ 25

7

5,26

≤ 15

-

5,26

≤ 60

-

-

≤ 30

6

5,26

≤ 18

-

-

≤ 70

-

-

≤ 35

2

2,63

≤ 21

-

-

≤ 80

-

-

≤ 40

2

-

≤ 24

-

-

≤ 90

-

-

≤ 45

-

-

≤ 27

-

-

≤ 100

-

14,29

≤ 50

-

-

≤ 30

-

-

≤ 55

-

-

≤ 33

-

-

≤ 60

-

-

≤ 36

-

-

≤ 65

-

-

≤ 39

-

2,63

≤ 70

-

-

≤ 75

-

-

≤ 80

-

-

≤ 85

-

2,63

Nivel V: Tipometría del total del material: intervalos de las magnitudes. RT: Resto de Talla MR: Material retocado.

%

Resto de Talla

Sílex

71,91

97,5

5,15

2,5

16,37

-

6,57

-

-

-

Cuarcita Cristal Roca Cuarzo Caliza Nivel V: Materias primas.

Material Retocado

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

%

09:38

Página 383

Sílex

Cuarcita

Cristal Roca

Cuarzo

Caliza

Lasca

91,94

3,23

3,23

1,61

-

Lasquita

82,61

3,48

8,70

5,22

-

Hoja

80,00

6,67

13,33

-

-

Hojita

91,01

3,37

4,49

1,12

-

Fragmento

60,82

3,27

26,53

9,39

-

Debris

65,09

9,05

17,24

8,62

-

Chunk

33,33

-

66,67

-

-

Esquirla T.

-

-

-

-

-

Golpe Buril

-

-

-

-

-

Astilla

-

-

-

-

-

Nivel V: Materias primas y soportes del resto de talla.

Sílex Lasca

Cuarzita

100

-

-

-

Hoja

100

-

Hojita

100

-

Fragmento

-

-

Arista

-

-

Semiarista

-

-

Tableta

-

-

Semitableta

-

-

Flanco núcleo

-

-

Núcleo

-

-

Chunk

-

100

Lasquita

Nivel V: Materias primas y soportes empleados en el material retocado.

%

Resto de Talla

Material Retocado

1º orden

0,13

0,00

2º orden

9,15

12,50

3º orden

90,72

87,50 Nivel V: Córtex.

383

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

384

Página 384

Resto de Talla %

Material Retocado







orden

orden

orden





Lasca

1,61

22,58

75,81

-

28,57

71,43

Lasquita

-

-

-

-

-

-

Hoja

-

30,00

70,00

-

42,86

57,14

Hojita

-

7,87

92,13

-

Fragmento

-

7,35

92,65

-

-

-

Debris

-

-

100,00

-

-

-

P. A. y Núcleos

-

-

-

-

-

100,00

Chunk

-

-

-

-

28,57

71,43

orden orden

3º orden

%

Resto de Talla

Material Retocado

Fracturados

80,59

84,62

Sin fracturas

19,41

15,38

Nivel V: Piezas fracturadas y enteras, excluyendo debris, chunk, esquirla térmica, golpe de buril, astlla y núcleo.

100,00

Nivel V: Córtex y soportes del resto de talla.

Resto de Talla %

Material Retocado

Fracturados

Sin fracturas

Fracturados

Sin fracturas

Lasca

58,06

41,94

57,14

42,86

Lasquita

57,39

42,61

-

-

Hoja

76,67

23,33

71,43

28,57

Hojita

79,78

20,22

96,00

4,00

-

-

-

P. A.

Nivel V: Piezas fracturadas y enteras por soportes.

% Proximal

Resto de Talla

Material Retocado

7,57

57,58

17,20

24,24

Prox-Distal

9,40

15,15

Lateral

3,21

-

Lat. Proximal

0,69

3,03

Lat. Distal

2,29

-

Bilateral

0,23

-

Distal

Diametral

0,46

-

Múltiple

58,94

-

Nivel V: Localización de las fracturas.

-

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 385

Lasca

Lasquita

Hoja

Hojita

Proximal

16,67

18,18

13,04

16,9

Distal

27,78

39,39

52,17

38,03

Prox-Distal

16,67

7,58

17,39

36,62

Lateral

25,00

1,52

4,35

4,23

Lat. Proximal

0,00

4,55

0,00

0,00

Lat. Distal

0,00

10,61

4,35

2,82

Bilateral

0,00

1,52

0,00

0,00

Diametral

0,00

0,00

4,35

1,41

Múltiple

13,89

16,67

4,35

0,00

385

Nivel V: Localización de las fracturas y soportes del resto de talla.

%

Lasca

Lasquita

Hoja

Hojita

Fragmento

P. A.

Proximal

50

-

80

54,17

-

-

Distal

25

-

-

29,17

-

-

Prox-Distal

-

-

20

16,67

-

-

Lateral

-

-

-

-

-

-

25

-

-

-

-

-

Lat. Distal

-

-

-

-

-

-

Bilateral

-

-

-

-

-

-

Diametral

-

-

-

-

-

-

Múltiple

-

-

-

-

-

-

Lat. Proximal

Nivel V: Localización de las fracturas y soportes empleados en el material retocado.

% Flexión

Resto de Talla

Material Retocado

15,83

39,39

Percusión

-

3,03

Térmica

-

-

84,17

57,58

Indeterm.

Nivel V: Causas de las fracturas.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 386

386

Resto de Talla %

Flexión

Percusión

Térmica

Material Retocado Indeterm.

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

Proximal

30,30

-

-

69,70

36,84

5,26

-

57,89

Distal

42,67

-

-

57,33

25,00

-

-

75,00

Prox-Distal

51,22

-

-

48,78

60,00

-

-

40,00

Lateral

-

-

-

100,00

-

-

-

-

Lat. Proximal

-

-

-

100,00

100,00

-

-

-

40,00

-

-

60,00

-

-

-

-

-

-

-

100,00

-

-

-

-

Diametral

50,00

-

-

50,00

-

-

-

-

Múltiple

0,39

-

-

99,61

-

-

-

-

Lat. Distal Bilateral

Nivel V: Localización y causa de las fracturas.

Resto de Talla %

Flexión

Percusión

Térmica

Material Retocado Indeterm.

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

Proximal

14,49

-

-

6,27

53,85

100,00

-

57,89

Distal

46,38

-

-

11,72

15,38

-

-

31,58

Prox-Distal

30,43

-

-

5,45

23,08

-

-

10,53

Lateral

-

-

-

3,81

-

-

-

-

Lat. Proximal

-

-

-

0,82

7,69

-

-

-

Lat. Distal

5,80

-

-

1,63

-

-

-

-

Bilateral

-

-

-

0,27

-

-

-

-

Diametral

1,45

-

-

0,27

-

-

-

-

Múltiple

1,45

-

-

69,75

-

-

-

-

Nivel V: Causa y localización de las fracturas.

Resto de Talla %

Flexión

Percusión

Térmica

Material Retocado Indeterm.

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

Lasca

25,00

-

-

75,00

50

-

-

50,00

Lasquita

28,79

-

-

71,21

-

-

-

-

Hoja

30,43

-

-

69,57

100

-

-

-

Hojita

47,89

-

-

52,11

25

4,17

-

70,83

Fragmento

-

-

-

-

-

-

-

-

P. A.

-

-

-

-

-

-

-

-

Nivel V: Causa de las fracturas y soportes.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 387

Talones %

387

Talones conservados

Resto de Talla

Material Retocado

Resto de Talla

Liso

47,97

7,69

71,00

100

Puntiforme

12,50

-

18,50

-

Diedro

2,36

-

3,50

-

Facetado

0,68

-

1,00

-

Cortical

4,05

-

6,00

-

Roto

6,08

10,26

-

-

Suprimido

-

17,95

-

-

26,35

64,10

-

-

No tiene

Material Retocado

Nivel V: Talones.

Resto de Talla %

% Total

Material Retocado % Accidentes

% Total

% Accidentes

Sobrepasado

0,39

27,27

-

-

Reflejado

0,77

54,55

-

-

Doble Bulbo

0,26

18,18

-

-

100

-

No Tiene

98,58

Nivel V: Accidentes de talla.

Resto de Talla %

% Total

Material Retocado % Accidentes

% Total

% Accidentes

Cuarteado

0,26

5

-

-

Craquelado

0,26

5

-

-

Térmicas

1,55

30

5

100

Desilificado

3,09

60

-

-

Doble Pátina

-

-

-

-

No tiene

94,85

95 Nivel V: Alteraciones de la materia prima.

12•La Peña(2).qxd

388

18/9/07

09:38

Página 388

NIVEL VI %

Resto de Talla

Lasca

29,36

Lasquita

%

Resto de Talla

21,05

Lasca

29,36

21,05

33,03

10,53

Lasquita

33,03

10,53

Hoja

14,68

26,32

Hoja

14,68

26,32

Hojita

22,94

42,11

Hojita

22,94

42,11

Fragmento

20,00

-

-

-

2,27

9,52

-

-

Semitableta

1,36

-

Flanco núcleo

0,45

-

Núcleo

0,45

-

Debris

25,91

-

Chunk

-

-

Esquirla T.

-

-

Golpe Buril

-

-

Astilla

-

-

Arista Semiarista Tableta

Material Retocado

Nivel VI: Soportes.

Resto de Talla L

A

Máxima

47,00

40,00

Mínima

8,00

Media

Material Retocado E

L

A

E

12,00

42,00

49,00

11,00

4,00

1,00

13,00

2,00

1,00

22,33

15,19

4,29

23,67

15,50

4,90

Moda

12,00

16,00

3,00

21,00

4,00

2,00

Mediana

19,00

14,00

3,00

21,00

17,00

3,00

Desviación

11,83

8,38

2,85

9,77

12,07

3,51

Nivel VI: Tipometría del total del material.

Material Retocado

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 389

Longitud %

RT

Anchura MR

%

389

Espesor

RT

MR

%

RT

MR

≤ 10

9,52

-

≤5

9,52

40

≤3

52,38

55

≤ 20

47,62

41,67

≤ 10

28,57

-

≤6

38,10

10

≤ 30

19,05

41,67

≤ 15

19,05

5

≤9

≤ 40

9,52

16,67

≤ 20

23,81

20

≤ 12

≤ 50

14,29

-

≤ 25

9,52

20

≤ 30

4,76

10

≤ 35

-

-

≤ 40

4,76

-

≤ 45

-

-

≤ 50

-

5

-

20

9,52

15

Nivel VI: Tipometría del total del material: intervalos de las magnitudes. RT: Resto de Talla MR: Material retocado.

%

Resto de Talla

Material Retocado

Sílex

91,9

100

Cuarcita

5,24

-

Cristal Roca

0,95

-

Cuarzo

1,90

-

-

-

Caliza

Nivel VI: Materias primas.

% Lasca Lasquita

Sílex

Cuarcita

Cristal Roca

100,00

-

-

-

2,78

-

-

97,22

Cuarzo

Hoja

100,00

-

-

-

Hojita

96,00

-

4,00

-

Fragmento

81,82

9,09

-

9,09

Debris

81,82

9,09

-

9,09

Chunk

87,72

10,53

1,75

-

Esquirla T.

-

-

-

Golpe Buril

-

-

-

Astilla

-

-

Nivel VI: Materias primas y soportes del resto de talla.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 390

390

%

Resto de Talla

Material Retocado

1º orden

-

4,76

2º orden

12,86

4,76

3º orden

87,14

90,48

Nivel VI: Córtex.

Resto de Talla %

Material Retocado







orden

orden

orden

orden orden





3º orden

Lasca

-

28,13

71,88

25

25

50

Lasquita

-

19,44

80,56

-

-

100

Hoja

-

25,00

75,00

-

-

100

Hojita

-

4,00

96,00

-

-

100

Fragmento

-

11,36

88,64

-

-

100

Debris

-

1,75

98,25

-

-

100

P. A. y Núcleos

-

28,13

71,88

25

25

50

Chunk

-

19,44

80,56

-

-

-

Nivel VI: Córtex y soportes del resto de talla.

%

Resto de Talla

Material Retocado

Fracturados

86,27

38,1

Sin fracturas

13,73

61,9

Nivel VI: Piezas fracturadas y enteras, excluyendo debris, chunk, esquirla térmica, golpe de buril, astlla y núcleo.

Resto de Talla %

Material Retocado

Fracturados

Sin fracturas

Fracturados

Sin fracturas

Lasca

81,25

18,75

25

75

Lasquita

77,78

22,22

-

100

Hoja

68,75

31,25

60

40

Hojita

92,00

8,00

50

50

Fragmento

-

-

-

-

P. A.

-

-

-

100

Nivel VI: Piezas fracturadas y enteras por soportes.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 391

%

Resto de Talla

Material Retocado

Proximal

13,64

50

Distal

20,45

25

Prox-Distal

15,15

25

Lateral

3,79

-

Lat. Proximal

1,52

-

Lat. Distal

3,79

-

Bilateral

0,76

-

-

-

40,91

-

Diametral Múltiple

391

Nivel VI: Localización de las fracturas.

Lasca

Lasquita

Hoja

Hojita

Proximal

19,23

14,29

18,18

30,43

Distal

30,77

35,71

36,36

21,74

Prox-Distal

11,54

7,14

36,36

47,83

Lateral

7,69

10,71

-

-

Lat. Proximal

-

7,14

-

-

11,54

3,57

9,09

-

Lat. Distal Bilateral

3,85

-

-

-

Diametral

-

-

-

-

Múltiple

15,38

21,43

-

-

Nivel VI: Localización de las fracturas y soportes del resto de talla.

%

Lasca

Lasquita

Hoja

Hojita

Proximal

-

-

100

25

-

-

100

-

-

25

-

-

Prox-Distal

-

-

-

50

-

-

Lateral

-

-

-

-

-

-

Lat. Proximal

-

-

-

-

-

-

Lat. Distal

-

-

-

-

-

-

Bilateral

-

-

-

-

-

-

Diametral

-

-

-

-

-

-

Múltiple

-

-

-

-

-

-

Distal

Fragmento

P. A.

Nivel VI: Localización de las fracturas y soportes empleados en el material retocado.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 392

392

%

Resto de Talla

Material Retocado

25,76

12,5

-

-

0,76

-

73,48

87,5

Flexión Percusión Térmica Indeterm. Nivel VI: Causas de las fracturas.

Resto de Talla %

Flexión

Percusión

Térmica

Material Retocado Indeterm.

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

Proximal

44,44

-

-

55,56

-

-

-

100

Distal

29,63

-

3,7

66,67

50

-

-

50

Prox-Distal

35

-

-

65

-

-

-

100

Lateral

60

-

-

40

-

-

-

-

Lat. Proximal

50

-

-

50

-

-

-

-

Lat. Distal

40

-

-

60

-

-

-

-

Bilateral

-

-

-

100

-

-

-

-

Diametral

-

-

-

-

-

-

-

-

Múltiple

9,26

-

-

90,74

-

-

-

-

Nivel VI: Localización y causa de las fracturas.

Resto de Talla %

Flexión

Percusión

Térmica

Material Retocado Indeterm.

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

Proximal

23,53

-

-

10,31

-

-

-

57,14

Distal

23,53

-

100

18,56

100

-

-

14,29

Prox-Distal

20,59

-

-

13,40

-

-

-

28,57

Lateral

8,82

-

-

2,06

-

-

-

-

Lat. Proximal

2,94

-

-

1,03

-

-

-

-

Lat. Distal

5,88

-

-

3,09

-

-

-

-

Bilateral

-

-

-

1,03

-

-

-

-

Diametral

-

-

-

-

-

-

-

-

Múltiple

14,71

-

-

50,52

-

-

-

-

Nivel VI: Causa y localización de las fracturas.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

09:38

Página 393

Resto de Talla %

Flexión

Percusión

393

Material Retocado

Térmica

Indeterm.

Flexión

Percusión

Térmica

Indeterm.

Lasca

46,15

-

-

53,85

100

-

-

-

Lasquita

32,14

-

-

67,86

-

-

-

-

Hoja

36,36

-

-

63,64

-

-

-

100

Hojita

30,43

-

4,35

65,22

-

-

-

100

Fragmento

-

-

-

-

-

-

-

-

P. A.

-

-

-

-

-

-

-

-

Nivel VI: Causa de las fracturas y soportes.

Talones %

Talones conservados

Resto de Talla

Material Retocado

Resto de Talla

Material Retocado

44,04

23,81

81,36

62,5

Puntiforme

9,17

4,76

16,95

12,5

Diedro

-

-

-

-

Facetado

-

4,76

-

12,5

Cortical

0,92

4,76

1,69

12,5

Roto

8,26

14,29

Suprimido

-

19,05

37,61

28,57

Liso

No tiene

Nivel VI: Talones.

Liso Puntiforme

Lasca

Lasquita

Hoja

Hojita

56,25

47,22

50,00

20

-

16,67

12,50

8

Diedro

-

-

-

-

Facetado

-

-

-

-

Cortical

3,13

-

-

-

Roto

12,50

11,11

-

4

Suprimido

28,13

25,00

37,50

68

No tiene

56,25

47,22

50,00

20 Nivel VI: Talones y soportes del resto de talla.

12•La Peña(2).qxd

18/9/07

394

09:38

Página 394

%

Lasca

Liso

Lasquita

Hoja

Hojita

P. A.

50

50

-

12,5

50

Puntiforme

-

-

-

12,5

-

Diedro

-

-

-

-

-

Facetado

-

-

20

-

-

Cortical

25

-

-

-

-

Roto

25

50

-

-

50

Suprimido

-

-

20

37,5

-

No tiene

-

-

60

37,5

-

Nivel VI: Talones y soportes del material retocado.

Resto de Talla %

% Total

Material Retocado % Accidentes

% Total

% Accidentes

Sobrepasado

2,38

38,46

-

Reflejado

3,81

61,54

4,76

Doble Bulbo

-

-

-

-

93,81

-

95,24

-

No Tiene

100

Nivel VI: Accidentes de talla.

Resto de Talla %

% Total

Material Retocado % Accidentes

% Total

% Accidentes

Cuarteado

0,95

5,88

-

-

Craquelado

0,95

5,88

-

-

Térmicas

0,48

2,94

-

-

Desilificado

13,81

85,29

-

-

Doble Pátina

-

-

-

-

83,81

-

-

-

No tiene

Nivel VI: Alteraciones de la materia prima.

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