La deshumanización de la persona: pérdida de memoria y tradición medieval en la batalla de Argel

June 28, 2017 | Autor: J. Pilonieta Pilo... | Categoría: History, Human Rights, War Studies, Memory Studies, Argelian History
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Descripción

La deshumanización de la persona: pérdida de memoria y tradición medieval en la batalla de Argel

Javier Francisco Pilonieta P.
Condenable por el artículo 5° de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la tortura ha sido uno de los tratos más degradantes y más usados por el ser humano. A pesar de su condenación, este instrumento de violencia individual, usado comúnmente, como se verá más adelante en el escrito, como un método de interrogatorio o de obtención de información, seguirá siendo usado a lo largo del siglo XX en diferentes escenarios bélicos, pues incluso localmente es conocida la tortura desde la publicación matutina del periódico. Durante la Guerra de Independencia de Argelia frente a Francia, diversos miembros del FLN – Frente de Liberación Nacional – serán sometidos a este método por parte del Ejército francés, tratando de hallarles información. La tortura, como método, incluye diversas maneras de su ejecución, algunas más degradantes que otras aunque en su objeto no difieran, una de las cuáles será puesta a consideración. Igualmente, hay víctimas y victimarios en el desarrollo de estos métodos, y terceros participantes que se oponen o apoyan su ejecución, que también se examinarán. Siendo así, se podrá ver que Argelia durante su guerra de independencia vivió algo más que la cuantificación de las víctimas como estadísticas, el sufrimiento individual de sus habitantes, en muchos casos civiles, y que en ocasiones a posteriori no quedaron registrados para la memoria.
Durante la Guerra de Independencia de Argelia, el Frente de Liberación Nacional se enfrentó al Ejército francés en distintos escenarios, siendo uno de estos, Argel, la capital del país africano, aproximadamente durante los años 1957-1962. Inmersa esta confrontación en una ciudad donde los civiles pudieron ser blanco de atentados, la sospecha de quién estaba en qué bando era pan de cada día. Juzgados por su color de piel, argelinos y franceses eran diferenciados por el Ejército francés, y cuando los conflictos se intensificaban – posiblemente bajo el Periodo Challe – la necesidad de hallar a los participantes del FLN eran más importantes. De esta manera, el Ejército francés recurrió a la tortura, o como era denominada por ellos "métodos de interrogatorio", para socavar información y así poder llegar a la cabeza del Estado mayor del FLN.
La tortura tiene una tradición que llega incluso a periodos antiguos. En Las Ranas, una obra de teatro de Aristófanes, hallamos uno de los casos de tortura en la antigua Grecia, cuando Jantia es acusado de robo y su esclavo es sometido a tortura por parte de Eaco con vinagre por la nariz, atado a una escala, etc. a fin de obtener la prueba de que Jantia ha robado. (Aristófanes s.f., 43) Durante la Edad Media, bajo el oficio de la Santa Inquisición, la tortura es usada como el procedimiento judicial más común. Diversos métodos existen para el juzgado:
También durante esta época, paradójicamente, y como consecuencia de la progresiva restauración de los sistemas judiciales (y su consiguiente necesidad de obtener las pruebas necesarias para poder dictar las sentencias), adquiere gran protagonismo la tortura como práctica judicial, como forma eficaz de obtener confesiones (ya fueran ciertas o falsas). Herejes y presuntos herejes, mujeres etiquetadas de brujas, enfermos mentales... junto a ladrones y asesinos, serán muchos los desgraciados que sufrirán los rigores del tormento. O la muerte en la hoguera, por garrote, decapitación. Durante estos siglos, los procesos inquisitoriales se desarrollarán en toda Europa (…) (Amnistía 2009, 32)
Ilustración 1: Escena de la película "La batalla de Argel" de Gillo Pontecorvo, minuto 91.Ilustración 1: Escena de la película "La batalla de Argel" de Gillo Pontecorvo, minuto 91.Siendo así, podremos observar que la tortura se convirtió en una especie de tradición, aunque haya sido condenada en diversos escenarios posteriormente. Uno de las maneras usadas en el método de la tortura es denominado "estrapada", expuesto por el académico francés de l´École Pratique des Hautes Études á la Sobornne, Jacques C. Ducheim, en su libro Historia del Frente de Liberación Nacional:
Ilustración 1: Escena de la película "La batalla de Argel" de Gillo Pontecorvo, minuto 91.
Ilustración 1: Escena de la película "La batalla de Argel" de Gillo Pontecorvo, minuto 91.
El método de interrogatorio con más frecuencia empleado es el suplicio del helicóptero, que es una renovación perfeccionada de la estrapada de la Edad Media. Al sospechoso, desnudo, se le atan los miembros – pies y manos – a la espalda, luego lo cuelgan de una cuerda enrollada sobre un fuego y después dejan que se desenrolle la soga. La víctima, transformada así en una especie de hélice, toca con el vientre el fuego encendido debajo de la horca. No hay más que izar el mecanismo – la cuerda – y volver a empezar. (Duchemin 1963)
Esta manera de ejecutar la tortura es definida por la Real Academia Española como "Vuelta en el tormento de mancuerda"; Mancuerda, definido como "Tormento que consistía en atar al reo con ligaduras que se iban apretando porvueltas de una rueda, hasta que confesase o corriese gran peligro su vida."; y, quizá también, examinándolo semánticamente, mancuerda guarda relación con mancornar, definido como "Poner a un novillo con los cuernos fijos en la tierra, dejándole sin movimiento", "Atar una cuerda a la mano y cuerno del mismo lado de una res vacuna, para evitar que huya.", "Colocar una mano de la res derribada sobre el cuerno del mismo lado para impedir que se levante". En la película de Gillo Pontecorvo La batalla de Argel, es posible observar esta manera de uso en una de sus escenas – Ilustración 1 -, que permite observar lo anotado por el académico Duchemin y por las definiciones que se pudieron hallar. El cuerpo de la víctima es deshumanizado, y su objeto pasa a ser el dolor influido para socavar la verdad que se encuentra abstracta en la persona. Gran cantidad de estos sucesos ocurrieron, acorde a lo anotado por Tzvetan Todorov en una reciente columna en el periódico El País:
Los testigos hablaban de hombres enterrados vivos con la cabeza untada de miel, otros arrojados vivos a depósitos de cal o cemento, otros sumergidos en agua hirviendo en ollas, o quemados, o crucificados. A las mujeres que habían trabajado para el ejército las torturaron, las mutilaron, las violaron. El número total de víctimas es difícil de establecer, pero varios cálculos las sitúan entre 50.000 y 60.000 personas. (Todorov, Juzgar el pasado 2012)
Entonces no se trata de casos aislados, excepcionales, sino de usos generalizados por parte del Ejército francés. Ya no importa la persona en su cualidad de ciudadana, o de simple ser humano, sino que importa es la abstracción de la verdad que guarde en sí, y el dolor físico será el método de uso. Un método que, como se denominó antes, será la tortura, y que encontrará antecedentes tanto muy antecesores como estrechamente directos. Como diría el general de los paracaidistas en la magistral obra de Pontecorvo, no importan los métodos sino el objetivo. La persona pasa a un lado, tanto su inteligibilidad como su sociabilidad, y el escenario de la guerra se convierte en uno donde se subvierten los principios que uno de los país "civilizados" habría de propulsar con anterioridad. Argel será la capital, para su momento, mundial donde la violación de cualquier principio moral, ético y/o humano será cotidiano y no se razonará en su uso o no uso.
Anotaba el periodista francés Henri Alleg en su libro La tortura lo siguiente con respecto a una de sus experiencias cuando fue hecho prisionero por los paracaidistas en Argelia:
En esta inmensa prisión superpoblada, cada una de las celdas alberga un sufrimiento, hablar de uno mismo es casi una indecencia. En la planta baja se halla la división de los condenados a muerte (...) ¿Las torturas? Hace ya mucho tiempo que esta palabra se nos ha hecho familiar a todos. Aquí son pocos los que se han salvado de ella (...) Noches enteras, durante un mes, he oído aullar a hombres que eran torturados y sus gritos retumbarán para siempre en mi memoria (Alleg 1958)
La anterior experiencia suscita una consideración: quienes son torturados también son privados de su memoria y de la capacidad de poder expresarla o comunicarla, por lo que muchos de aquellas experiencias quedarán en el olvido inmediato de la víctima. Retrato de la memoria que también es expuesto en la película del italiano, cuando los sucesos tienen toda participación en Argel, sin inclusión de la ONU, de Francia en su territorio Europeo, de París, etc. Es decir, hechos que están circunscritos solo a su dimensión territorial y que por tanto, información que hay allí es información que queda allí. Obviamente, la prensa cumplirá algunas de las más importantes funciones de sus oficios, y muchas personas encontraran, a partir de las publicaciones, razones de oposición o de apoyo, aunque, como se anotó, no sea la completa realidad de lo sucedido. Igualmente, es posible notar en el libro del francés Ducheim cuando expone, mediante el diario de un combatiente, que había desaprobación en la aplicación de la tortura, denunciándola igualmente, y anotando que para este caso no es el Ejército francés su victimario sino el FLN posiblemente en una de sus purgas. Jean Paul Sartre, en una de sus múltiples exposiciones sobre Argelia, aporta también una muy importante reflexión a este respecto en sus escritos políticos, aunque referido a otro suceso:
(...) no hemos caído tan bajo que podamos oír sin horror los gritos de un niño torturado. Con qué sencillez, con qué rapidez se arreglaría todo, si una vez, una sola vez, llegasen a nuestros oídos esos gritos, pero se nos hace el servicio de ahogarlos. Lo que nos desmoraliza no es el cinismo o el odio: no, es la falsa ignorancia en que se nos hace vivir y que nosotros mismos contribuimos a mantener. (Sartre 1987, 17-46)
Considerando lo anterior, es posible deducir entonces que, si tomamos la tortura como parte de una tradición, no ha habido una verdadera labor de memoria que permita evitar este tipo de sucesos, acorde a los postulados de Tzvetan Todorov en su libro Los abusos de la memoria, "Tenemos que conservar viva la memoria del pasado: no para pedir una reparación por el daño sufrido sino para estar alerta frente a situaciones nuevas y sin embargo análogas" (Todorov, Los abusos de la memoria 2008, 58). Repeticiones de tortura, sea cual sean sus maneras de ejecución, harán parte de los múltiples escenarios bélicos que tendrá el siglo XX de después de la Segunda Guerra Mundial. Escenarios que serán independientes de su ideología, pues tanto izquierda como derecha harán uso de estos método – como lo expuesto en el diario del combatiente del libro de Ducheim –; y que localmente se podrán vivir, en los enfrentamientos entre paramilitares y fuerzas guerrilleras, participando también agentes del Estado. Y bajo la continua aceleración y homogenización de la sociedad, como constata Todorov, la memoria hará parte no de las victimas sino de aquellos que eligen qué recuperar de la memoria, y el uso que se hará de esta no será sino su recordación, el alegre festejo del olvido por la exigencia de la sociedad de ocio, y el contento por los vanos placeres del instante.
Referencias
Alleg, Henri. La tortura. Buenos Aires: Ediciones del Pórtico, 1958.
Amnistía, Internacional. Historia de los Derechos Humanos. Catalunya: Amnistía Internacional, Grup d'educació, 2009.
Aristófanes. Las ranas. Obtenido de: http://historicodigital.com/download/ARISTOFANES%20-%20Las%20Ranas.pdf, s.f.
Duchemin, Jacques E. Historia del Frente de Liberación Nacional. Barcelona: Bruguera, 1963.
Sartre, Jean Paul. Escritos Políticos (Sobre el colonialismo: Vietnam, Israel). Madrid : Alianza Editorial, 1987.
Todorov, Tzvetan. «Juzgar el pasado.» El País, 29 de Febrero de 2012.
—. Los abusos de la memoria. Barcelona: Paidós, 2008.

Bibliografía

Bernat, Gabriel. Quistion de tormento. s.f. http://www.gabrielbernat.es/espana/inquisicion/ie/proc/tormento/tormento.html (último acceso: 12 de Octubre de 2015).
Villeneuve, Roland. Los instrumentos de Tortura. Madrid: Aplaplac, 1989.



Real Academia Española (2015). Estrapada. En Diccionario de la lengua española (22.a ed). Recuperado de: http://dle.rae.es/?w=estrapada&o=h
Ibídem. Recuperado de: htt http://dle.rae.es/?w=Mancuerda&m=form&o=h
Ibídem. Recuperado de: http://dle.rae.es/?w=mancornar&m=form&o=h
(Todorov, Los abusos de la memoria 2008, 14)



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