LA CRISIS DE LA SOCIEDAD ISABELINA A TRAVÉS DE UNA FUENTE PERIODÍSTICA: LOS SUCESOS (1867-1868)

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LA CRISIS DE LA SOCIEDAD ISABELINA A TRAVÉS DE UNA FUENTE PERIODÍSTICA: LOS SUCESOS (1867-1868) Tesina inédita leída en Universidad de Málaga, 2006

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VÍCTOR JOSÉ ORTEGA MUÑOZ

LA CRISIS DE LA SOCIEDAD ISABELINA A TRAVÉS DE UNA FUENTE PERIODÍSTICA: LOS SUCESOS (1867-1868)

A mis padres, mi hermana y Vanessa

ÍNDICE 1. Introducción............................................................................................................... 7 2. Metodología................................................................................................................ 10 3. La fuente 3.1. Contexto histórico ....................................................................................... 12 3.2. Contexto periodístico .................................................................................. 17 3.2.1. Periodismo de noticias................................................................... 20 3.2.2. Legislación sobre prensa ............................................................... 20 3.2.3 Avance tecnológico ........................................................................ 28 3.2.4. El suministro de información en el orden geopolítico internacional: la agencia Fabra ................................................................ 31 3.2.5. El periódico como empresa ........................................................... 33 3.3. El periódico y su director 3.3.1 Ángel Fernández de los Ríos: aproximación biográfica ................ 34 3.3.2. Los Sucesos: precedente de un modelo de prensa popular ........... 37 4. Mensajes informativos: las noticias ......................................................................... 48 4.1. La cuestión social ........................................................................................ 48 4.1.1. La alimentación: comer, la odisea diaria....................................... 49 4.1.2. La vivienda o la imposibilidad de tener un techo digno................ 55 4.1.3. Beneficencia: de la conciencia al pragmatismo ............................ 59 4.2. Condiciones de vida, adulteraciones, higiene y salud pública .................... 64 4.3. Educación: una preocupación fundamental................................................. 69 4.4. La mujer en la sociedad isabelina................................................................ 76 4.4.1. La educación femenina: hogar y familia ....................................... 77 4.4.2. Trabajo........................................................................................... 82

4.4.3. Beneficencia y caridad .................................................................. 84 4.5. Los Sucesos: la búsqueda de la respuesta del lector .................................... 89 4.5.1. Los delitos contra las personas: Los límites de la moral individual ................................................................................................. 92 4.5.2. Los delitos contra la propiedad: La subordinación frente a la desigualdad social.................................................................................... 99 5. El folletín: un acercamiento a la literatura popular .............................................. 106 5.1. Evolución e importancia dentro del periódico ............................................ 107 5. 2. Tipología y características.......................................................................... 111 5.3. El folletín en Los Sucesos............................................................................ 114 5.3.1. Historia de un crimen célebre........................................................ 117 5.3.2. Encantos y desencantos ................................................................. 119 5.3.3. Las almas gemelas......................................................................... 120 5.3.4. El lago de los espectros ................................................................. 121 5.3.5. El trompeta del Beresina ............................................................... 124 5.3.6. Un drama en Marruecos ................................................................ 125 5.3.7. El segundón de Normandía ........................................................... 127 5.3.8. Los guardias amarillos................................................................... 128 5.4. Expresión social, moral e ideológica........................................................... 130 6. La publicidad: aproximación al consumo............................................................... 134 6.1. Tipología de los anuncios: presencia, aspectos formales y su agrupación temática................................................................................................................ 137 a. La salud como preocupación social: de los reconstituyentes a los productos milagrosos........................................................... 138

b. La producción nacional: el vino en el escaparate publicitario................................................................................... 148 c. Los libros o cómo se rentabiliza el negocio impresor ........... ......153 d. Publicidad variada ....................................................................... 158 6. 2. A modo de síntesis: el valor social de la publicidad .................................. 165 7. Conclusiones...................................................................................... ........................168 8. Anexo documental..................................................................................................... 173 9. Bibliografía................................................................................................................. 275

1. INTRODUCCIÓN Nos disponemos a hacer frente a un estudio cuya principal fuente va a ser un periódico contemporáneo de la época a estudiar, concretamente Los Sucesos, uno de los periódicos del gran periodista Ángel de los Ríos, que destaca por su variedad temática, su apoliticismo, la inclusión de ilustraciones como complementos de las noticias y la presencia de noticias de tipo sensacionalistas como sucesos e informaciones increíbles. De la importancia que la prensa y su estudio conlleva, no solo para la historia de la prensa, sino para la historia en general, no hay muchas dudas y cada vez hay más estudiosos que opinan lo mismo, recordemos por ejemplo lo que decía Tuñón de Lara sobre la prensa como fuente de información para la historia de las mentalidades: “...la prensa es de valor inapreciable. Pero en otras secciones que aquellas que suelen ser objeto de nuestra predilección. Se trata de los reportajes, de los sucesos, de los anuncios, de los espectáculos, de las crónicas de sociedad1” Pero no sólo para la historia de las mentalidades, sino para la historia social, la historia del trabajo, la historia de la mujer... para la historia en general. Así estudiaremos este periódico desde el punto de vista de la historia de la prensa, viendo qué nos ofrece, cómo está la situación, qué caso es, dentro de un contexto de máximo interés histórico por muchos motivos como es el final del reinado de Isabel II, y también interesante desde el punto de vista de la historia de la prensa, pues es en estos momentos cuando se están produciendo la evolución desde la prensa de opinión a la prensa de masas tal y como la conocemos hoy día. Que podía haber evolucionado de otro modo y pervivir otras características en lugar de las que lo hicieron, lógicamente, por eso es interesante estudiar un periódico de estas características en esos momentos, ya que nos puede dar pistas de la evolución del medio y también de los lectores. También estamos estudiando un momento histórico en el cual están las raíces del sensacionalismo y de la futura especialización periodística como es el caso de las noticias de sucesos. Éstas, han sido prácticamente ignoradas en nuestro país2 a pesar de su interés para el estudio social, como información complementaria a la que proporcionan otras fuentes, 1 2

TUÑON DE LARA, Manuel. Metodología de la historia social de España, Madrid, Siglo XXI, 1973, p. 140 Prácticamente la pionera y única estudiosa ha sido Amparo Moreno Sardà.

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completando así la visión histórica y teniendo una perspectiva más amplia y detallada de una parte de la sociedad, que tradicionalmente ha sido ignorada por la historia. En la renovación metodológica y conceptual de los últimos años se ha ido corrigiendo y en la búsqueda de la voz de estos “sin voz” se ha encontrado su presencia allá donde no se esperaba encontrarla, y uno de esos lugares, que están ahí esperando revelar toda su información a quién la desee, son las noticias de sucesos. Una categoría informativa, noticias que a pesar de tener tanto éxito de venta y lectura, no han sido consideradas como una fuente importante de información a la hora de hacer historia, lo cual creemos que es un error que debe ser subsanado. Además de la historia de la prensa y la historia social (que nos proporciona las noticias de sucesos), también abarcaremos en este estudio otras temáticas sociales a través de grandes artículos y noticias de breves, informaciones y opinión, mensajes informativos y mensajes publicitarios. El trabajo se divide en cuatro capítulos para una mejor comprensión y un estudio más detallado. Así el primer capítulo corresponde a “la fuente”, en el cual, tras realizar un esbozo del contexto histórico donde se desarrolla la publicación de Los Sucesos procedemos a su análisis y estudio en tanto que soporte informativo, proporcionando información sobre su frecuencia de publicación, características físicas, estructura, contenido, etc... Tras este enmarque cronológico - que también es el de la época a estudiar - y descripción de la fuente, pasamos al segundo capítulo “Mensajes informativos: las noticias”. Este es el principal capítulo del estudio tanto por extensión como por el objeto de estudio; así, nos acercamos a la sociedad desde varias temáticas muy presentes en el periódico y por tanto de interés y actualidad en la época, estudiando tanto la importante cuestión social como la educación, las condiciones de vida y trabajo de mujeres y hombres, las relaciones y los conflictos. Como vemos temas muy interesantes y de los cuales el periódico nos ofrece una visión de primera mano pues nos indica lo que piensa la burguesía o parte de ella. El tercer capítulo, “El folletín: un acercamiento a la literatura popular”, pretende aproximarse a un género popular de gran importancia en la estrategia comercial del periódico y parte fundamental en la aparición de la prensa moderna. Nuestro acercamiento a este tipo de literatura no va a centrarse solo en su aspecto literario – que corresponde a otros especialistas -

sino

principalmente en su aspecto histórico, tanto dentro de la historia de la prensa como dentro de la historia en general, y su entroncamiento dentro del periódico. Ninguna persona puede abstraerse del contexto en que ha nacido y de una forma u otra siempre está condicionado, de este modo, las composiciones literarias de todo tipo de cualquier época están influidas por la misma y por ello es posible encontrar rasgos identitarios en las obras de cada tiempo. Por 8

último tenemos el capítulo, “La publicidad: aproximación al consumo”, como elemento omnipresente en la contemporaneidad, y ya en estos momentos comienza a extenderse, a buscar nuevas fórmulas de atraer la atención, incrementar la demanda y vender un producto. Un factor que ayudó a la prensa a convertirse en “moderna” - al capitalizar el negocio pasando de órgano de opinión a empresas -

que estudiaremos cuantitativamente y

cualitativamente, tratando toda la información histórica que lleva consigo y que se puede aprovechar al margen de su interés para la propia historia de la publicidad. En definitiva, vamos a comenzar un estudio con unos objetivos muy ambiciosos por la amplitud y el interés de los temas, que seguramente debido a limitaciones de tiempo y espacio no llegue a la magnitud deseada, pero que puede cumplir con su propósito: ser un trabajo de investigación sobre una temática y fuentes utilizadas no muy frecuentes, que aporte un grano de arena a la historiografía, si no como trabajo completo, si como inicio de una investigación que puede ser ampliada y completada más adelante por quien, como el que suscribe, vea la utilidad e interés de los mismos.

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2. METODOLOGÍA Podemos considerar los periódicos como una representación del mundo en el que vivimos, pero para aprovechar su potencial como fuente histórica hay que saber interpretar lo que leemos, labor para la cual contamos con la ayuda de de la Hemerografía en sus dos especializaciones, Documental - que proporciona materiales para las investigaciones y es una axiliar fundamental para ciencias humanas como la Historia, la Sociología y la Ciencia Política - y Descriptiva, ésta última estructurada en General – organizada en panoramas geográficos o geo-políticos delimitados – y Especial – relativa a la prensa especializada por su contenido o sus lectores y a los estudios sobre prensa de información general hechos desde puntos de vista especializados – . Por su parte la Hemerografía Registral examina las características esenciales de la vida de un diario condiserado autonomamente con sus rasgos propios que lo distiguen de otros entes. “Es lo que el profesor Kayser denomina la “personalidad” el periódico y que nosotros conocemos por el nombre de “biografía técnica” del diario. Se trata de obtener el mayor número posible de información que permita elaborar unos datos precisos y racionales sobre la marcha interior del diario y sobre aquellos elementos, que si bien suelen pasar desaparecibidos pr ael público lector, resultan de un interés extraordinario para el especialista3”. A la hora de afrontar un estudio histórico con una fuente como la prensa, las primeras dudas que surgen son sobre la metodología a emplear, cómo acercarse de la manera más adecuada de modo que no se escape una información vital que pueda servir de aporte nuestro objeto de estudio. También depende de los objetivos que se pretendan, no es la misma metodología a utilizar para un artículo científico de una revista cuyo tema tiene que ser por motivos de espacio no muy amplio, a la metodología adecuada para un estudio de mayor extensión que pretende obtener la máxima información posible sobre temas generales. Teniendo en cuenta las características de este trabajo, como inicio a la actividad investigadora antes de poder hacer frente al reto de la tesis doctoral, y la disponibilidad de la fuente a utilizar, tanto en número como accesibilidad se decidió seguir el siguiente procedimiento instrumental. El número de ejemplares conservados en el Archivo Díaz Escovar disponibles digitalmente a través de internet permitía su consulta íntegra en el tiempo estipulado para la realización de este trabajo. Así, se descartó el uso de algún procedimiento de consulta representativa de varios números prefiriendo, ya que las

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CASASÚS, Josep. Mª. Ideología y análisis de los medios de comunicación, Barcelona, CIMS 97, 1998, p.105

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condiciones lo permitían, la consulta de todos los ejemplares. La lectura detenida de cada número llevaba consigo la creación de fichas sobre su contenido indicando aquel que era de interés según los objetivos de la investigación. Aquellos artículos representativos cuyo interés estaba claro se trasladaban íntegramente a otras fichas clasificándose temáticamente. De las noticias breves cuya presencia y utilidad para la investigación estaba clara, se eligieron aquellas más completas o representativas según una visión subjetiva derivada de la lectura continua del periódico, incorporándose en una base de datos donde eran clasificadas temáticamente y conservando su fecha de publicación. El eje social del estudio estaba presente desde el principio, así que las primeras lecturas confirmaron el interés y presencia de determinados temas y descartaron otros. La elección de los temas que finalmente conforman este estudio se realizó en el primer mes, tras las lecturas necesarias para comprender que había material suficiente, era de interés y sería suficiente para los objetivos del mismo. Tras esto, la lectura y clasificación de las noticias sería más fácil pudiéndose centrar en determinadas secciones y noticias, sin dejar de notar la presencia de otros temas de interés, con abundante presencia e y la actividad suficiente para poder ser considerados como objeto de estudio en otro trabajo. Una vez hecha la lectura de todos los ejemplares y tras la clasificación correspondiente, procedimos a su tratamiento y estudio. Para llevar a cabo el análisis específico de los folletines, se leyeron, se resumieron y, llegado el momento, se hizo el análisis correspondiente estableciendo categorías susceptibles de comparación. Por último, para el estudio de la publicidad se fue contabilizando la presencia de los anuncios temáticamente para obtener información sobre qué productos eran los más publicitados, lo cual nos proporcionaría información sobre los intereses de la burguesía. Además, el análisis tipológico de los anuncios y de todos los productos anunciados nos completa la información sobre la sociedad, principalmente la clase que disfruta de ingresos para su adquisición. Según la frecuencia y el interés (ya sea por lo excepcional o por ser ejemplo de lo que se pretende estudiar) se seleccionaron varios anuncios cuya incorporación en el trabajo daría una visión más exacta.

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3. La fuente 3.1. Contexto histórico La vida de este periódico decimonónico se enmarca dentro de un periodo de cambios de vital trascendencia dentro de la historia de España, más concretamente en un lapso de tiempo muy agitado políticamente y de tensión social como es la última etapa del reinado de Isabel II cuyo brusco final ocasionado por la revolución de 1868, conocida como la “Gloriosa”, inaugura un momento de esperanzas e ilusiones de cambio en la situación del país que va a ser conocido como el Sexenio democrático. Durante el reinado isabelino se va a producir la consolidación del Estado liberal, lo cual en un principio solo va a beneficiar a una oligarquía compuesta principalmente por la aristocracia del Antiguo Régimen, que sabrá adecuarse a las circunstancias, y cierta burguesía de elevados capitales. Además, el partido moderado, gracias al apoyo de la corona, se va a mantener en el poder prácticamente durante todo este periodo salvo la excepción progresista (1854-1856), siendo frecuente el recurso a conspiraciones y pronunciamientos militares para acceder al poder. La inestabilidad política debida a la disparidad de intereses entre los miembros de la oligarquía, incluso entre los de un mismo partido, y la superposición de los intereses individuales a los intereses generales o del país, unido a la participación directa de la reina en el juego político, caracterizada por la falta de acierto a la hora de tomar las decisiones, va a crear un clima de tensión política que a su vez se transmitirá a la sociedad. Además, la creciente participación del ejército en la vida pública española fundamentada en un prestigio obtenido a través de la guerra, marcará este periodo, ya que en momentos de debilidad del poder civil, el Ejército se verá legitimado para participar en la vida política del país, llegando a pensar que el Estado necesitaba de su participación y supervisión para su correcto funcionamiento, impresión que se verá reforzada cuando sean los propios partidos políticos los que pidan su intervención. A pesar de esto es de destacar el hecho de que ninguno de los pronunciamientos (que no fueron escasos) realizados durante la era isabelina acabó en una dictadura militar. No solo esta consolidación del Estado liberal va a ser un ejemplo del fin de las características del Antiguo Régimen, sino que este proceso se va produciendo gradualmente y puede apreciarse en multitud de elementos como la demografía. Durante la época isabelina se va a producir un aumento de la población, que contrasta con las crisis demográficas

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anteriores producidas principalmente por las grandes epidemias y las malas cosechas. Ya no se van a producir las grandes hambrunas de siglos anteriores, cierto es que seguirán apareciendo crisis de subsistencia de forma periódica entre 1820 y 1868 pero de ninguna manera serán comparables a las producidas durante la Edad Moderna e incluso los primeros años del siglo XIX, es más, a partir del año 1868 ya se pueden considerar dominadas las crisis de subsistencia4. Hecho éste de gran importancia en una sociedad, la isabelina, fundamentalmente de base campesina, lo que no quita que existan experiencias, normalmente de carácter local, que dejan ya ver cierto grado de industrialización, que aunque todavía esté muy lejos de lo que se está haciendo en Europa, muestra el inicio de un interés y propósito de mejora cuyo máximo exponente será el ferrocarril y todo lo que mueve a su alrededor, convertido en paradigma de la modernidad y signo inconfundible del progreso. Estos devaneos industriales van a provocar la aparición de un proletariado fabril cuyas pésimas condiciones laborales van a ser el germen de la aparición en el país de un movimiento obrero, todavía de forma incipiente, pero cuya participación en la agitación del país será crucial. En general, nos encontramos en un periodo donde las condiciones de las clases más pobres son peores y a la vez en un momento en el cual vemos aparecer de forma tímida una clase media y “la formación de una nueva clase alta, la high life de la moderna sociedad burguesa, integrada por la aristocracia, antigua y nueva; por los hombres de los negocios, entre los cuales “los banqueros son la nobleza de la burguesía”, como dijera Stendhal; por los altos cargos del Estado, de la clase política y del Ejército; por los grandes propietarios terratenientes, que residen habitualmente en Madrid o en las principales ciudades de provincias; y por algunos profesiones distinguidos”5. Es de destacar que estos momentos el Estado toma conciencia de la necesidad de la educación del pueblo y para ello cae en la cuenta que tiene que ser él mismo el que acometa esta función, la educativa, que se va a convertir en pública. La situación de partida es de las peores de Europa, reinando el analfabetismo en una amplia mayoría de la sociedad, lo cual va a desarrollar la creación de leyes (siendo la más destacada la ley Moyano de 1857) y planes educativos cuyo fin último es la extensión de la escolarización y la educación de la población, objetivo muy digno pero también muy difícil de conseguir, tal y como reflejan todos los datos de los que se tienen constancia: “El número

total de niños y niñas

escolarizados en 1846 es de 663.611, número que asciende en 1850 a 781.727. Para la

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PALACIO ATARD, Vicente. Edad Contemporánea I (1808-1898), Madrid, Espasa Calpe, 1988, p. 333 Ibidem. p. 306

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escolarización total se consideraba entonces como proporción óptima un escolar por cada seis habitantes. En España, en 1850, el índice era aproximadamente de 1/19”6. Otro gran problema de la época isabelina era el de la inseguridad, las comunicaciones internas no estaban muy desarrolladas y permitían por su configuración la acción de bandidos y asaltantes de todo tipo, dificultando así tanto el transporte de mercancías como de personas. Por esto y por el deseo de orden público de los moderados, se creó la Guardia Civil en 1844, un nuevo cuerpo armado que se mostrará eficaz en la misión encomendada “Así, aunque en sus orígenes representó la decisión moderada de eliminar la milicia progresista, la Guardia Civil se convirtió en instrumento de la ley y del orden por encima del partido que la había creado y como tal fue aceptada por los progresistas en 1854. La impopularidad posterior del Instituto fue algo inevitable; sirvió a todos los gobiernos contra todas las formas de sedición política, convirtiéndose de esta suerte en el gran enemigo de los movimientos de la clase obrera y de la “sedición permanente” republicana. Después de convertir el Sur rural en territorio seguro para los viajeros eliminando el bandolerismo, la Guardia Civil lo hizo seguro para los terratenientes, eliminando toda manifestación de revuelta social7”. Las características señaladas nos permiten recrear el contexto histórico de la era isabelina, momento en que se desarrolla la publicación del periódico “Los Sucesos” y continuamos ahora con unos apuntes más concretos sobre los años finales de este periodo, en el cual comienza a publicarse el periódico de nuestro estudio. Así podemos ver que la inestabilidad política que caracteriza todo el periodo va a ir aumentando en gran medida, como puede comprobarse al constatar que desde 1863 hasta septiembre de 1868 se van a suceder una serie de siete gobiernos, aunque no sean todos diferentes, ya que repetirán Narváez y O’Donell, lo cual nos muestra los síntomas de una grave crisis política creada sobre todo por la pérdida de los apoyos del régimen político isabelino, el cansancio por un sistema de elecciones fraudulento y el recurso como consecuencia de ello a la iniciativa militar del pronunciamiento, práctica cada vez más frecuente en estos años y entre los cuales se pueden mencionar el de Villarejo de Salvanés en enero de 1866 y el de la sublevación de los sargentos del cuartel de San Gil en junio de 1866, ante los cuales, el poder existente sólo solía actuar de la manera que acostumbraba, es decir, reprimiéndolos lo más rápida y duramente posible. El régimen político no pierde sólo los apoyos de numerosos políticos, sino que también se van a producir distanciamientos desde el mundo universitario, 6

Ibidem. p. 323 CARR, Raymond. España 1808 – 1975, Madrid, Biblioteca Historia de España RBA Coleccionables, 2005, p. 233 7

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multiplicándose las críticas de intelectuales como el profesor Emilio Castelar, profesor universitario y militante demócrata que va a ser expedientado por la corona como consecuencia de una crítica suya publicada en la prensa, hecho éste que agitará parte del mundo universitario y provocará la reacción de una serie de estudiantes que lo apoyaban, cuya manifestación será duramente reprimida por la Guardia Civil, conociéndose este famoso episodio como los incidentes de la noche de San Daniel en abril de 1865. Ante este panorama político, la situación económica tampoco favorece la calma y estabilidad, más bien al contrario, ya que si antes podíamos calificar la situación de crisis política, no de otra forma podemos considerar la situación económica del país. El principal elemento que marca estos años de manera fundamental va a ser un acontecimiento que no afecta solo a España sino a toda Europa, nos estamos refiriendo, claro, a la crisis de 1866, que puede explicarse en el caso español por causas internas. Entre esas causas podemos citar las tres de mayor relevancia, empezando por la crisis financiera que se produce como consecuencia de la caída de los valores ferroviarios en un principio y de toda la Bolsa después. El desarrollo y promoción del ferrocarril fue además de un signo de modernidad y una forma de intentar acercarse al nivel europeo, una excelente oportunidad para especuladores, que vieron una manera propicia de hacerse con unos capitales rápidos, afectando así a un proyecto en principio beneficioso para el país. Otro elemento que se viene a añadir a lo ya comentado es la guerra de Secesión americana, que, de forma indirecta, va a afectar a la economía española, especialmente la industria textil catalana, que se va a ver privada de parte de su materia prima debido a la disminución de las exportaciones de algodón norteamericano. Por último, pero no por ello menos importante, tenemos la aparición de una crisis de subsistencia en los años 1867-1868, que si bien no fue el elemento fundamental en los hechos que se iban a producir, nadie puede quitarle su importancia, tal como dice Palacio Atard “precisamente una crisis agraria grave se implica en la situación económica y política deteriorada de 1866. La mala cosecha de aquel año obligó a cortar la exportación de excedentes de granos, que los dos años anteriores habían tenido fuerte demanda y buenos precios en Europa. La carestía y el hambre del invierno 1867-1868 y las malas perspectivas agrícolas de la cosecha de 1868 no serán, por supuesto, los factores determinantes de la Revolución de 1868, pero ciertamente crearon un clima psicológico propicio”8. Todo esto no puede más que influir a la sociedad, cuya mayoría vive en unas condiciones pésimas. Hambre, paro, condiciones inhumanas, delincuencia, son el pan de cada

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Ibidem, p. 349

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día de muchos españoles, lo cual será aprovechado por las clases políticas en su favor, concretamente será el partido progresista el que incentive una mayor agitación social y azuce a las clases desfavorecidas para obtener beneficios en sus intereses políticos, pero realmente no parece que se preocuparan por intentar mejorar las condiciones de vida de estas personas. Políticos opositores, intelectuales, cierta burguesía, clases populares van a estar en contra del régimen y de la corona. La conjunción de los elementos va a provocar que se llegue a un momento en el cual la situación sea insostenible, y la unión de muy diversos factores, personas e ideologías culminarán en la Revolución de 1868, pronunciamiento éste que si llega a triunfar y cuyo inicio fue la sublevación de la escuadra del almirante Juan Bautista Topete que contaba con el apoyo de los generales Prim y Francisco Serrano. Muy acertado nos parece el comentario de Palacio Atard sobre esta Revolución “Gloriosa” y sus implicaciones políticas y sociales: “El aspecto político quedaba indefinido en los momentos iniciales de la Revolución, como corresponde a la heterogeneidad de elementos concurrentes en la acción revolucionaria y la escasa precisión de los compromisos previos. Por eso mismo, la tarea que se proponen algunas Juntas revolucionarias es llenar de contenido doctrinal el pronunciamiento de la bahía de Cádiz. Ese será el papel de los demócratas en la Revolución. En este sentido tendrá razón Castelar cuando diga que la Revolución ha triunfado apoyada en dos fuerzas: la militar y la de las ideas, que da consistencia moral a la fuerza material. En ningún caso se concreta el programa social. , escribía Jaime Vicens. Ninguna reivindicación de esta naturaleza, como no sea la abolición de quintas; pero nada que signifique el planteamiento de la , que al margen de estos hechos y a instancias de la industrialización incipiente se hacía sentir ya en España.”9. La investigación sobre Los Sucesos se detiene en el momento de la revolución, a partir de la indisponibilidad de más ejemplares en el archivo consultado, y por lo tanto no es objeto de estudio el período posterior a la crisis – de la cual no hay ninguna mención explícita en la fuente pero de la que podemos observar algunos de sus componentes, principalmente de tipo social – aunque no queremos terminar este apartado sin mencionar algún aspecto de lo sucedido después. Así, “la expresión o también es un término usual para etiquetar la apertura de una

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Ibidem, p. 354

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importante crisis en la sociedad española del siglo XIX, que se extiende a lo largo de seis años. Término, sin duda, convencional, como tantos otros, pues las primeras cuestiones que asaltan nuestro pensamiento son las de si, en efecto fue una revolución y, en caso afirmativo, la de si duró cinco años más bien que unos meses y, sobre todo, cuál fue su naturaleza y si se trata de una revolución lograda o fracasada; en todo caso10”. Muchos son los especialistas que dudan del triunfo de la revolución del 68 y que llegara a resolver los problemas que habían provocado la crisis a finales del reinado de Isabel II y para entender este fracaso podemos acudir al profesor Jutglar cuando afirma: “frente a los intentos más moderados de los núcleos más acomodados, los movimientos pequeño-burgués y proletario se desarrollaron en dos líneas que no llegaron a converger, durante el período de la revolución septembrina. En esta no convergencia debe buscarse la clave del fracaso revolucionario11”.

3.2. Contexto periodístico. Coherente con el clima de agitación política y descubiertas las posibilidades de la prensa para difundir ideales a la opinión pública, la historia del periodismo, observa grandes cambios tanto en el aspecto de función a desarrollar como en el de la configuración formal y estructural. Éstos no se producen de golpe sino que será a través de todo el siglo XIX que se vayan incorporando nuevas características y modificaciones en la concepción de la prensa, para que en la segunda mitad del mismo, y más concretamente a finales del siglo, tengamos ya una prensa muy parecida a la que podemos encontrar hoy en día, tanto desde la perspectiva de contenido y organización del mismo como de la estructuración formal por columnas, títulos, etc. Estamos pues ante un periodo muy importante y de gran interés dentro de la historia de la prensa, donde se pasa de una función informativa por parte del Estado con noticias breves casi sin organizar y una aparición menor, a la gestión de periódicos por personas y grupos empresariales buscan beneficios económicos con la venta de un producto que va a crecer en tamaño, periodicidad, número de ejemplares, difusión, modificando su contenido y forma según los gustos de los lectores, cuya aprobación se comprobaba en la elección de compra y no solamente en la afinidad ideológica..

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TUÑÓN DE LARA, Manuel. “El problema del poder en el sexenio 1868-1874”, en LIDA, Clara E. y ZAVALA, Iris M. (eds), La revolución de 1868. Historia, pensamiento, literatura, Madrid, Las Américas Publishing Company, 1970, p. 138 11 JUTGLAR. “Fenomenología social de la Revolución”, en Revista de Occidente, núm. 67, 1968, pp. 116-143, citado en Ibidem, p. 174

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Realizar una historia de la prensa del periodo no es fácil debido a varios factores como son la multiplicidad de periódicos de efímera vida, la escasez de datos estadísticos sobre los mismos, la deficiencia en la conservación de los mismos hasta nuestros días, ya sea por la falta de números o por la de series completas que impiden una comprensión adecuada del objeto de estudio. Estas dificultades las recoge Juan Luis Guereña cuando afirma que “la dispersión y la carencia de las fuentes representan una gran dificultad de la investigación en historia de la prensa. Los datos estadísticos disponibles sobre los medios informativos, la publicidad, las tiradas y la audiencia de periódicos y revistas no permiten seguir con bastante precisión la evolución del mercado de la prensa, de sus grandes categorías de publicaciones y de sus principales títulos, hasta un pasado muy cercano”12. Es por esta dificultad que se vuelven imprescindibles los estudios particulares centrados en un único periódico, así, se irá ampliando el marco de conocimiento desde perspectivas locales y segmentadas, que a la larga, permitirán la realización de unos estudios de síntesis, cuyo objeto de interés se vaya ampliando geográficamente desde la historia de los periódicos de forma individual para llegar a una historia de la prensa provincial, regional y nacional. Y para realizar esta historia, ya sea general o particular, es imprescindible conocer los condicionantes del periodo histórico en el que se desenvuelve la prensa, tanto desde el punto de vista legal hasta el práctico, pasando por el social. Al igual que la vida política de la época isabelina, el mundo periodístico que se desarrolla en esos momentos se va a caracterizar por la inestabilidad y la confrontación, ello puede verse en la sucesión de cabeceras, la aparición y desaparición de periódicos con ejemplos extremos de fugacidad en casos donde sólo se llega a publicar un número o pocos más. Para poder entender por qué esto es así hay que volver la vista a la función periodística durante estos años y su estrecha vinculación política. Los periódicos se convierten en estos momentos en un medio de difusión y discusión de las ideas políticas, es decir, estamos hablando de prensa de opinión, no en el sentido actual de órganos de prensa sino la existencia de unos periódicos que se adscriben a una ideología política, la cual defienden a través de los artículos publicados, que pasan a ser únicamente políticos, y optan principalmente por el género opinativo. Así tenemos periódicos que defienden unas ideologías mediante una serie de artículos de opinión y que llegan a enfrentarse dialécticamente con los periódicos que defienden otras ideologías, erigiéndose así en un modo de enfrentamiento político diferente, y en parte complementario, al establecido oficialmente, actuando como tribuna de la opinión 12

GUEREÑA, Juan Luis, “Las estadísticas de la prensa (1867-1927)” en Metodología de la historia de la prensa española, Madrid, Siglo XXI, 1982, p. 81

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pública. ¿Por qué se dio esto así? Para entenderlo hay que tener en cuenta que no era fácil publicar un periódico, hacía falta dinero y la venta de ejemplares se dirigía a un público muy reducido (principalmente la clase alta, la burguesía), que no daba suficiente para el mantenimiento si no tenía una difusión considerable, es por ello que la clase alta dedicada a la política o que tenía esas aspiraciones, financiara algún periódico que adscribiese las ideas políticas que pretendía representar, para defenderlas, oponerse a las contrarias y actuar como órgano de propaganda. Así las cosas, está claro que los periódicos de este momento, mayoritariamente, están creados y destinados al mismo grupo social. El aumento de la industria y la aparición del proletariado que trae consigo fomentará la edición de periódicos obreros, destinados a estos mismos, pero que por las condiciones del país y su función reivindicativa, se van a ver perseguidos y obligados a cambiar continuamente de nombre, lugar de población, etc. En fin, se puede recurrir a lo que dice García Galindo sobre el caso de las condiciones de la prensa de esta época en Málaga para hacernos una idea general de como debió ser en gran parte del país: “El periodismo anterior a la Restauración se desenvolvió en Málaga, al igual que en el resto del país, en circunstancias poco propicias, que limitaron lógicamente su desarrollo y retrasaron su transformación. Las condiciones jurídicopolíticas del país no eran favorables, debido a la inestabilidad de la política nacional que mantenía una libertad de expresión en límites generalmente poco permisivos, y que reflejaba el enfrentamiento que subyacía en la sociedad española entre los distintos sectores de la burguesía”13. La prensa conocida como el cuarto poder surge durante el siglo XIX, y llega a las más altas cotas en s. XX, pero consolida su influjo y la capacidad para ejercer una presión que será tratada de controlar por parte de los poderes públicos. Todavía el poder político y militar es muy fuerte en comparación con el de la prensa, pero que éste poder va en aumento lo demuestra una historia y una legislación que trata de todas las formas posibles de controlarla según los intereses del poder establecido. De todas formas no hay que olvidar que en estos momentos la prensa es mayoritariamente usada por políticos o personas con ambiciones políticas como un instrumento de ascenso y posicionamiento físico y simbólico dentro del sistema político y el sistema de poder, es por ello que la prensa no es un poder en sí mismo sino que va adquiriendo importancia como un medio muy útil para la lucha entre opositores, y un instrumento cuya consolidación será aprovechada ya en momentos posteriores por otras clases sociales e ideologías para defender sus propios intereses y tratar 13

GARCIA GALINDO, Juan Antonio. Prensa y sociedad en Málaga 1875-1923. La proyección nacional de un modelo de periodismo periférico, Málaga, Ediciones Edinford, 1995, p. 16.

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de ejercer la presión e influencia que favorezca la marcha de las cosas en un sentido favorable a sus propósitos. Sobre la prensa como cuarto poder en el siglo XIX hacemos nuestras las palabras de Palacio Atard “...Ya se sabe que la prensa llegará a ser en el siglo XIX , además de ser, según Pacheco, . Comellas hace ver que, en plena , los periodistas llegan a los puestos de gobierno con tanta facilidad como los militares. Ahora bien, aquella prensa incipiente, caracterizada más por la profusión de cabeceras que por su continuidad en el tiempo, de poco cuidada elaboración escasamente profesionalizada basada casi siempre en un solo redactor, con poco alcance en su difusión fuera del ámbito local hasta la aparición del ferrocarril, y casi sin suscriptores, no es todavía más que un simulacro de poder. Pero es un ejercicio profesional para políticos y, al menos los periódicos de Madrid, abarcan un abanico muy heterogéneo de opciones”14.

3.2.1 Periodismo de noticias. Evidentemente, como ya se ha mencionado, el periodismo que se desarrolla y predomina en estos momentos es el de carácter político, el de la opinión y el debate de las ideologías, ello hace necesario hacer una mención aparte por la importancia que tiene al fenómeno de la aparición a finales del reinado de Isabel II de una forma nueva de periodismo en lo que a contenido se refiere, el periodismo de noticias. La aparición y progresivo éxito de este tipo de periodismo se debió a varios factores, por una parte condicionantes técnicos, el desarrollo de diversas tecnologías como el ferrocarril y el telégrafo, comentados más ampliamente en el apartado correspondiente, permitieron una difusión más rápida y de un mayor número de ejemplares, abarcando un espectro cada vez más amplio de potenciales compradores de un periodismo noticiero. A su vez, el telégrafo permitía la recepción de noticias desde lugares lejanos y con una inmediatez nunca conocida anteriormente, lo que facilitaba la llegada de noticias de todo el mundo relativamente recientes, aumentando así el interés por el contenido de los periódicos y lo que sucedía en el mundo. Otro factor que influyó en el éxito del periodismo de noticias era el cansancio que había ido provocando la existencia casi exclusivamente de ese periódico político y de opinión, cuyos debates, luchas y tensiones aburrían cada vez más a un público que estaba hastiado y deseoso de obtener otro tipo de información que fuese de su interés, simplemente

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PALACIO ATARD, Vicente. op. cit. p. 245

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noticias, que se alejasen de la opinión y el partidismo. El periodismo noticiero “...puso su afán en no aparecer unido a un grupo concreto, pues convenía aparecer como independiente, para así desarrollar mejor su tarea, aunque la verdad fue que no lo era tanto ya que las principales fuentes de información eran gubernamentales y no convenía enemistarse con ellas. Frente a lo que aludíamos como propio del partidismo, era necesaria la solvencia económica pues había que mantenerse con los propios medios: sólo los beneficios respaldaban el futuro15”. Este nuevo periodismo de noticias va a tener sus primeros representantes en periódicos como “La Correspondencia” [1860] y “Las noticias” que acompañó a la anterior poco tiempo, los cuales fueron criticados en un principio por sus colegas del periodismo político, que veían en esta novedad temática una peligrosa innovación, por su pretensión de imparciales sin “mojarse” en el panorama político, por lo cual consideraban periodismo de segunda clase que sería prescindible. Esta discusión entre tendencias periodísticas queda plasmada en ambos tipos de periódicos y así encontramos críticas y defensas como las incluidas en el Anexo (Texto 2), que resultan de gran interés para comprender mejor el debate y los argumentos utilizados por cada cual para defender y atacar a otros tipos de periodismo. A pesar de que los periódicos citados anteriormente son los primeros que encarnan totalmente el sentido de periodismo noticiero, no hay que olvidar que el precedente inmediato es un periódico que incorporaba las noticias de una forma novedosa, Las Novedades, fundado por Ángel Fernández de los Ríos, del cual se hablará más adelante como fundador también de Los Sucesos, pero que con el tiempo irá adquiriendo un carácter político, más concretamente de la tendencia progresista independiente, aunque es cierto que seguirá concediendo una gran importancia a las noticias. El ser el primer periódico que le da suficiente importancia a las noticias frente a las opiniones y el debate político, unido al precio popular, consiguieron éxito de difusión, situándose en primer puesto de tirada y circulación a los cuatro años de su fundación, puesto que mantendrá durante diez años consecutivos y del cual sólo será despojado con la aparición de La Correspondencia de España, un periódico ya totalmente noticiero16. El éxito de los periódicos de noticias provocó el recelo y la oposición de los tradicionalistas que veían el periodismo solo como un instrumento de la política, pero esta 15

SANCHEZ ARANDA, J.J. y BARRERA DEL BARRIO, C. Historia del periodismo español desde sus orígenes hasta 1975, Pamplona, Ediciones Universidad de Navarra, 1992, pp. 128-129 16 SEOANE, María Cruz. Oratoria y periodismo en la España del siglo XIX, Valencia, Castalia/Fundación Juan March, 1977, pp. 272-273.

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modificación contó con el apoyo de los lectores, haciéndose cada vez más importante hasta que en un futuro, fuera ya del campo de nuestro estudio, se convierte en el principal modo de financiación del periodismo. Además, en esta época, debido al éxito de las noticias como contenido periodístico apareció una nueva figura dentro del mundo profesional de la prensa, el reportero o redactor de calle, que fue llamado despectivamente “gacetillero” por el periodismo de ideas17; no obstante, a pesar de esta lógica oposición por parte del periodismo político, que veía peligrar su forma de entender la prensa, el éxito del nuevo periodismo de noticias va a ser imparable y cada vez van a ir surgiendo más cabeceras que tratan sólo de noticias, como es el caso de Los Sucesos.

3.2.2. Legislación sobre prensa. La creciente fuerza e influencia de la prensa durante el periodo isabelino va a provocar que el poder establecido trate de contrarrestarlo por diversos medios a los que tenía acceso, aunque el principal será sin duda alguna la legislación sobre la prensa. En el plano práctico se ejerce un control de la prensa mediante diversas acciones como la censura, multas, secuestros, suspensiones, la concesión de licencias, imposibilitar la adquisición de determinada información oficial, utilizar correos como medio de evitar la llegada de noticias (ya que dependía del Ejecutivo y podría ser una manera sutil de afectar a la prensa). Este control podía llevarse a cabo a través de las figuras de los alcaldes, las Diputaciones, los Capitanes Generales, el fiscal y el gobernador civil. Éste último tenía un gran poder y un amplio abanico de posibilidades, más o menos legales, que le permitían actuar sobre la prensa, además, la legislación sobre prensa de este periodo le concedía generalmente un amplio margen de maniobra. No hay que olvidar que el gobernador civil es una figura de gran importancia, una pieza fundamental en el engranaje del poder del momento, pues constituye el intermediario entre el poder político central y el local. Por lo general suelen ser personas de extracción social elevada y su cargo los hace proclives a la destitución cuando se produce un cambio de gobierno, es un puesto considerado de confianza por parte del gobierno, ya que así es más fácil ejercer un poder caciquil y la manipulación de las elecciones, además de controlar totalmente la política local y provincial. La figura del gobernador civil ha sido analizada por Celso Almuiña, el cual nos ofrece numerosas líneas

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SANCHEZ ARANDA, J. J. y BARRERA DEL BARRIO, C. op.cit, p. 143

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explicativas sobre esta poco conocida figura y una serie de planteamientos metodológicos de gran interés para una posible profundización en el estudio de personajes poco conocidos18. Ahora vamos a iniciar el recorrido por la jurisdicción sobre prensa del periodo isabelino, a través de la información que nos suministra Marcelino Tobajas19, que se inicia en el Real Decreto del 2 de enero de 1853 según el cual se instituía un Tribunal Especial de Imprenta en sustitución del Jurado y permitía la recogida de todos aquellos periódicos en cuyo contenido se atacara a la Reina, a la Familia Real, a la Religión o a sus ministros, ofendiera a la moral y las buenas costumbres, a lo que también se unía las referencias a la vida privada de todo particular, todo ello sin que hiciera falta mediar denuncia. Este decreto permite una amplia maniobrabilidad al gobierno y todos sus medios de control a la hora de hacer frente a una prensa con la que no estuvieran de acuerdo y fuera en contra de sus intereses. Además, el hecho de no necesitar una denuncia previa para poder actuar, unido a la posible subjetividad a la hora de calificar a los distintos artículos periodísticos, permite transitar la delgada línea que divide lo legal de lo ilegal sin mucho problema y actuar con casi total impunidad contra un periódico que se muestre demasiado hostil y “pesado” contra el poder establecido. El siguiente punto de interés en nuestro recorrido legislativo es la llamada Ley de Imprenta de Nocedal, la cual entra en vigor el 13 de julio de 1857 por otra del ministro de la Gobernación, que también era periodista, don Cándido Nocedal. Aquí tenemos el caso de un periodista que llega a político, o político que se hace periodista para favorecer su carrera. Los conocimientos sobre el entramado político - mediático que se estaba legislando parece en un principio una garantía de que ésta ley estaría hecha con conocimiento de causa y de una forma más favorable a la prensa. Esto que en un principio parece razonable no se dará en la práctica y será precisamente un periodista que conoce perfectamente el mundo de la prensa el que elabore una de las leyes más rigurosas y coartadora. Esta inesperada dureza puede apreciarse en disposiciones como la facultad concedida a las autoridades gubernativas que les permitía el suspender de oficio o a petición del Fiscal, todos aquellos impresos que consideraran subversivos o sediciosos. No parece necesario añadir ni comentar mucho más ante una disposición así, lógicamente se pretendía controlar toda la prensa que se oponía al gobierno del momento, que vertiera opiniones en contra o que tratara de influir en este 18

ALMUIÑA, Celso. “Los gobernadores civiles y el control de la prensa decimonónica”. en TUÑON DE LARA, Manuel (dir), La prensa de los siglos XIX y XX. Metodología, ideología e información. Aspectos económicos y tecnológicos, Bilbao, Servicio Editorial Universidad del País Vasco, pp. 167-182 19 TOBAJAS, Marcelino. El periodismo español. Notas para su historia, Madrid, Ediciones Forja, 1984, pp. 420-454

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sentido. El margen de maniobra es muy amplio y casi deja a la subjetividad de las autoridades correspondientes la posibilidad de actuar contra determinados periódicos que por cualquier motivo puedan considerar subversivo. Esta disposición por si sola ya da una muestra de la gran intransigencia de esta ley de Imprenta pero todavía podemos añadir algunas más que la complementan y aumentan su dureza. Así también se produce un aumento en la exigencia al editor responsable respecto al pago de la contribución y se aumentan las fianzas necesarias para responder a las sanciones que se llevaban a cabo.

Una nueva

obligación que se impone es la necesidad de que además del editor del periódico, exista un director responsable del mismo que responda personalmente por el contenido y la actitud de lo publicado. Se trata de evitar con esta medida el hecho de que la persona que realmente sustentaba un periódico se viese libre de la acción judicial por no aparecer como responsable del mismo, evadiéndose de las posibles actuaciones en caso de no cumplir la estricta legislación. Esta medida explica porqué hasta el momento, una persona con el dinero suficiente podía utilizar la prensa como una herramienta en su carrera política, mediante la creación de artículos de opinión, en contra o no del régimen establecido, en el caso de que fuera en contra del sistema y tuviese problemas, no le costaría gracias a su dinero cerrar un periódico y crear otro nuevo para seguir por el mismo camino, práctica que aumenta la profusión de cabeceras. Otras disposición de interés que nos ofrece esta ley de Imprenta es el juzgar los delitos de imprenta por parte de un tribunal que estaría compuesto por jueces de Primera Instancia presididos por un Magistrado. Ante un juicio de este tipo sólo cabía esperar la imposición de penas pecuniarias, pero si este fallo no era cumplido, el condenado debería de sufrir pena de prisión por el tiempo correspondiente que establecía el Código Penal. Respecto al efecto que tuvo la ley Nocedal en la práctica de la publicación periodística, podemos decir que la exigencia que imponía un depósito de 300.000 reales para crear un diario y 60.000 reales para los demás periódicos, tuvo el efecto de mantener el número de periódicos que se publicaban en un nivel muy bajo20. El siguiente jalón en el camino que hemos emprendido lo encontramos en la ley de Cánovas del Castillo de 29 de junio de 1864. Nuevamente, al igual que en el caso de la ley Nocedal, nos encontramos con una ley relativa a la prensa llevada a cabo por parte de otro hombre que conocía perfectamente el mundo periodístico, ya que también había sido periodista antes de dedicarse a la política. Prácticamente esta ley es muy similar a la ley Nocedal, pero suavizándola un poco, dando un poco más de margen a la prensa. Así nos 20

BOTREL, Jean-François. Libros, prensa y lectura en la España del siglo XIX, Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1993, p. 367

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encontramos que es más difícil la suspensión de la publicación de un periodo que con la ley anterior, el depósito que había que realizar reduce su cuantía a la tercera parte facilitando así el acceso a la creación de un periódico a empresarios con un menor capital, se restablecía el Jurado para los delitos de imprenta (que como ya se ha comentado fue sustituido en 1853 por un Tribunal Especial de Imprenta) a la vez que se crea para el caso de Madrid un Juez Especial de Imprenta. Además, con la ley de Cánovas no se va a considerar que existe un delito de imprenta hasta que el periódico no hubiese salido a la venta, con lo cual se supone que se evitaba la censura previa y daban más facilidades a la prensa. Por último mencionar la disposición por la cual quedaban sujetos a los tribunales militares los escritos que en su contenido se pudiese entrever una llamada al relajamiento a la fidelidad o disciplina de las fuerzas armadas de algún modo que no estuviese ya previsto en las leyes militares. Esta última disposición indica muy a las claras el elevado poder que tenía el ejército en estos momentos, y la utilización que podía hacerse del mismo a través del llamamiento de un grupo político para que apoyara su postura e intereses y fuera en contra de los opositores. En un ambiente de marcada inestabilidad política, donde son frecuentes las tensiones y pronunciamientos militares, el poder pretendía atajar los desórdenes, y una forma era evitando que los grupos políticos a través de la prensa que les era afín hicieran llamamientos abiertos a la intervención militar o influyeran con sus artículos de opinión provocando alteraciones del orden público. Respecto a como influyó esta nueva ley sobre imprenta en la publicación de periódicos, se puede ver que en los años 1865-1866 se registra un aumento en los títulos existentes, lo cual se hace más marcado en los casos de periódicos de publicación diaria, que eran precisamente los que tenían un carácter político21. Poco después del establecimiento de esta ley de Cánovas del Castillo, hubo una suavización mayor protagonizada por Narváez, con la intención de que los progresistas también concurrieran a las elecciones que acababa de convocar tras llegar al poder en septiembre de 1864. Esto fue aprovechado tanto por los periódicos progresistas como por los demócratas, que dieron rienda suelta a su imaginación y aprovechando esta rara oportunidad que les brindaba el gobierno que quería que se pudieran expresar todas las opiniones, incluso las más extremistas y radicales, se despacharon a gusto en sus ataques a la reina Isabel II. Tras las elecciones todo cambió y el poder aprovechó esta actitud tan irreverente por parte de

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Ibidem

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ciertos periódicos representantes de determinadas tendencias políticas para utilizarlo como argumento a favor y definitivo para un endurecimiento de la legislación periodística. Así llegamos hasta la ley de González Bravo del 7 de marzo de 1867, que continuando con la tendencia del periodo vuelve a endurecer las condiciones de la prensa. Así, por esta ley se disponía que para publicar cualquier tipo de impreso había que cumplir el trámite de dar conocimiento por escrito y antes de publicarlo al gobernador de la provincia y al juez correspondiente, lo cual establece de hecho una censura total a la prensa, ya que para ser autorizados a publicar cada número, tienen que recibir el visto bueno a todo el contenido y antes de su publicación, por lo cual podía darse el caso de ejemplares de periódico que no llegasen a salir a la venta. Otra imposición de esta ley es la obligación de llevar a cabo un depósito de cuatro mil escudos en metálico o en títulos de la Deuda para poder publicar, lo cual, siempre que se impone esta medida y se aumenta su cuantía, supone una serie limitación a las posibilidades de aparición y mantenimiento de nuevas cabeceras. Indicios del control establecido es la disposición sobre la circulación de los impresos, que establece la entrega obligatoria, dos horas antes del comienzo del reparto, de dos ejemplares en el Gobierno Civil de la provincia o en la Alcaldía respectiva en el caso de que el dicho impreso se publicara en un pueblo y no en la capital de la provincia. Además, dos ejemplares más tenían que ser entregados al juez de primera instancia, en su domicilio o en el del juzgado ordinario; y finalmente había que entregar otro ejemplar al fiscal de Imprentas o al del juzgado ordinario. Todavía podemos citar más disposiciones de la ley de González Bravo que se orientan en el mismo sentido de las ya comentadas y que dan una idea más completa de hasta que punto llega el endurecimiento sobre la prensa en estos momentos, cosa por otra parte lógica si tenemos en cuenta que estamos justo en los momentos más críticos de todo el periodo isabelino, con sendas crisis política, económica y social, cuando las autoridades en el poder se ven más amenazados y se defienden del mejor modo que creen, con dureza hacia los opositores y enemigos y recelando de todo. Entre estas disposiciones encontramos esa que concede una gran cantidad de facultades, bastante amplias y discrecionales, a gobernadores y alcaldes, la potestad de incautar tanto de oficio como a instancias del promotor fiscal, los impresos que consideraran eran delictivos conforme a la ley, o bien, aquellos que al juicio personal de estas autoridades contuviesen ideas, doctrinas o noticias ofensivas para la religión católica, el rey, la Constitución, los miembros de la familia real, el Senado, el Congreso, las autoridades, etc. Como puede deducirse de la misma, los poderes otorgados son enormes y posibilitan no solo la censura, sino casi la imposibilidad de publicación de un 26

periódico que no comulgase con la doctrina oficial, ya que podía ser censura, perseguido y retirado de la venta. Circunstancia que se refuerza con otra disposición que establecía la supresión definitiva de todo impreso periódico que hubiese sido denunciado tres veces y también condenado por haber cometido cualquiera de los delitos que se comprendía en esta ley. Al observar los efectos de esta ley apreciamos un gran descenso de publicaciones periodísticas en el año 1867. No obstante hay que decir que esta ley, al igual que las anteriores afectó en menor medida a los periódicos científicos y literarios, que al no tratar temas políticos, se libraban de secuestros y censura22. Recordemos en este punto que el periódico objeto de nuestro estudio comienza a publicarse en el año 1866 y deja de hacerlo en 1869 (aunque el archivo consultado solo tuviese ejemplares de 1867 y 1868), por lo cual se enmarca dentro de un periodo especialmente conflictivo en lo que a legislación periodística se refiere, lo cual podrá constatarse fácilmente en las propias noticias del periódico, donde son frecuentes las noticias sobre la aparición de nuevos periódicos, la desaparición de otros, los secuestros de ejemplares de otros colegas, las dificultades que se les presenta, etc. La Revolución de 1868 también dejó su huella en el aspecto legislativo sobre prensa, al igual que en otros aspectos de de la vida; la ilusión embargaba a los vencedores y esperaban que todo cambiase, respecto a la época anterior, a mejor. La prueba del espíritu de cambio sobre la prensa puede verse en el Real Decreto del 23 de octubre de 1868 (que fue declarado ley el 20 de junio de 1869), cuyos cuatro artículos incluimos aquí23: Art. 1º. – Todos los ciudadanos tienen derecho a emitir libremente sus pensamientos por medio de la imprenta, sin sujeción a censura ni a ningún otro requisito previo. Art. 2º. – Los delitos comunes que por medio de la imprenta se cometan, quedan sujetos a las disposiciones del Código Penal, derogándose en esta parte el artículo 7º del mismo. Art. 3º. – Son responsables para los efectos del artículo anterior: en los periódicos el autor del escrito y, a falta de éste, el director; en los libros, folletos y hojas sueltas, el autor, y no siendo conocido, el editor y el impresor, por su orden. Los periódicos que carezcan de director, se considerarán como hojas sueltas para los efectos de este Decreto. Art. 4º. – Queda suprimido el Juzgado Especial de Imprenta con todas sus dependencias.

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Ibidem. Recogido de VALLS, Josep-Francesc. Prensa y burguesía en el XIX español, Barcelona, Anthropos, 1988

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Como puede verse, la actitud respecto a la prensa parece cambiar totalmente respecto al periodo isabelino, se elimina la censura y se suprime el Juzgado Especial de Imprenta, con lo cual se normaliza la actividad periodística, y los posibles delitos que pudieran cometer no tienen un juzgado especial, sino que se recoge en el Código Penal como una actividad más. Se da libertad a la prensa por oposición a la existente durante el reinado de Isabel II y con la esperanza de que nada hay que temer de la prensa ante un nuevo periodo de ilusión que se abre hacia el futuro; más bien al contrario, se piensa que la prensa es una herramienta adecuada para la buena marcha del nuevo régimen cuya participación ciudadana va a ser beneficiosa para el mismo. Que todas estas esperanzas de buena voluntad se cumplan o se topen con una realidad tozuda es ya otra historia. Un rápido vistazo a la legislación sobre prensa del periodo isabelino nos muestra de forma clara el pulso de un momento de tensión e inestabilidad política, con avances y retrocesos según el signo del gobierno y la situación concreta de cada instante, donde no es fácil mantener la publicación de cada periódico siendo la tónica la aparición y retirada de cabeceras de forma continua, existiendo una gran competencia entre ellas, aunque el trato entre los de una misma tendencia sea más de colegas y amigos, cosa que no sucedía, obviamente, con los periódicos defensores de tendencias contrarias, con los cuales se establecían duros debates y discusiones, atacando y defendiéndose en cada ejemplar. En definitiva, estamos en un periodo muy dinámico, combativo, defensor de los ideales, que presenta grandes dificultades para el desarrollo de la prensa, pero que a la vez va a fortalecerla poco a poco, ganando en importancia y derechos.

3.2.3. Avance tecnológico. Que duda cabe que para el desarrollo de los medios de comunicación en general, y de la prensa en particular, merecen especial atención los avances tecnológicos que se van produciendo a través de la historia y que permiten su desarrollo y difusión. Es más, hay quien llega a afirmar como Rodríguez Aragón que “no parece posible llegar a una interpretación profunda de la Historia de la Prensa prescindiendo del conocimiento del desarrollo tecnológico de que se han servido en cada tiempo y lugar”24.

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RODRIGUEZ ARAGÓN, Mario. “Condicionamiento de los medios de comunicación social por el desarrollo tecnológico”, en TUÑÓN DE LARA, Manuel (dir). op. cit. pp. 403-416; este artículo en gran medida ha servido de base para la elaboración de este apartado sobre los avances tecnológicos en la historia de la prensa.

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Dentro de ese apartado merecen una mención especial por su importancia en el desarrollo y propagación de la prensa dos avances tecnológicos que se producen en el s. XIX, la invención del telégrafo y el ferrocarril. El telégrafo va a ser una herramienta que permite la comunicación rápida de noticias de lugares alejados entre sí y sin la necesidad de alguien que las transporte. Así, la prensa adquiere velocidad de reacción ante las noticias de última hora, la capacidad de incluir noticias de lugares lejanos que sean de interés y el poder aumentar el número de noticias que disponen para su publicación. Este invento, que introduce la electricidad para la transmisión de mensajes, tiene su punto de origen el 28 de septiembre de 1837, cuando Samuel F. B. Morse patenta el telégrafo eléctrico, cuya utilidad y conveniencia va a favorecer que se generalice rápidamente en todo el mundo su presencia y uso. Ya durante el verano de 1850 John y Jacob Brett pondrán en funcionamiento el primer cable submarino para la comunicación internacional mediante el uso de la telegrafía eléctrica, lo cual favorecerá que las secciones del “extranjero” de los periódicos tengan noticias más recientes, mayor cantidad y puedan así aumentar la extensión de las mismas. Continuando con el desarrollo tecnológico del telégrafo durante el periodo estudiado, llegamos al año 1855, en el cual David Edward Hughes patenta un telégrafo eléctrico de escritura de tipos, lo cual facilita enormemente la labor de los periodistas al permitir pasar de forma directa las noticias a la teleimpresión, duplicando la velocidad de transmisión anterior y suprimiendo el proceso de descodificación del alfabeto Morse. Pasando ahora al otro invento que facilitará un gran desarrollo a la prensa, el ferrocarril, casi sería suficiente decir que el siglo XIX va a ser el siglo del ferrocarril. Este medio de transporte revoluciona las comunicaciones entre zonas, tanto por el transporte de mercancías como por el transporte de personas. Gracias al mismo, más personas van a poder moverse en el país, a zonas más lejanas, tardando menos tiempo y con menos incomodidades que si lo hiciesen a caballo o a diligencia (aunque tampoco hay que olvidar que en sus inicios, el ferrocarril no es ni mucho menos el medio de transporte que es hoy en día, presentaba muchas deficiencias e incomodidades, pero daba mucho más de lo que podía quitar). El ferrocarril va a ser visto en gran parte del mundo como un medio de transporte fundamental, cuyo desarrollo y extensión es una muestra palpable del desarrollo de los países, así, mientras más kilómetros de vía férrea y trenes circulasen en un país, más desarrollado y avanzado se considerará. Esta visión también afectó a España, país que presentaba un atraso considerable respecto al resto de Europa en lo relativo a los transportes y comunicaciones, sobre todo interior, debido tanto a la dificultosa geografía del terreno peninsular, como a factores estructurales heredados de periodos anteriores. 29

A mediados del siglo XIX, tal como nos cuenta Jordi Palafox25, la red viaria española contaba con menos de diez mil kilómetros de carreteras y caminos, lo cual corresponde a una densidad inferior a veinte kilómetros por cada mil kilómetros cuadrados de su territorio. Con una situación así se inicia una fiebre ferroviaria que será aprovechada por los especuladores que verán la oportunidad de hacer negocio en una situación favorable para ello, además, de que los resultados expansivos que deseaba el gobierno, no era posible lograrlos sin la inversión extranjera, que se materializó en la financiación francesa. Una muestra del avance del ferrocarril en España nos lo dan los datos de las concesiones de explotación de líneas férreas en la década 1855-1865, que llegaron a casi 7.000 kilómetros, de las que abrieron al tráfico unos 5.000 kilómetros. El carácter especulativo de muchos inversores, sumado a la inestabilidad política del momento, propició que muchas de las líneas férreas que se concedían para su construcción no acabasen realizándose, a pesar de lo cual hay que reconocer que el número de kilómetros de vía férrea que se crearon en este periodo supusieron un avance considerable en la construcción y desarrollo del país. La creación del sistema de ferrocarriles en España se caracterizó en su puesta en práctica, como todo el mundo sabe, por el llamado plan radial, por el cual todas las líneas férreas del país tienen como punto central la capital, Madrid, a partir de la cual salen el resto de líneas. Si dirigimos ahora nuestra vista a la tecnología empleada directamente en la composición y elaboración de la prensa podemos observar que desde que se inventó la imprenta en Europa por Gutenberg (1437) hasta principios del siglo XIX, la composición tipográfica de los textos seguía haciéndose por el método tradicional, es decir, mediante tipos móviles. El principal avance en este campo es la creación de la primera máquina de composición mecánica que desarrolla Benjamín Foster en el año 1812, a la cual seguirá una gran variedad de modelos de todo tipo hasta que Ottmar Mergenthaler en 1884 inventa la “Blover”, que supuso la consolidación de la composición linotípica aunque se sale del marco cronológico de este estudio. Como hemos visto, los principales avances tecnológicos que afectan de forma directa a la prensa durante el periodo estudiado, van destinados a la mejora de la calidad, cantidad y contenido de la prensa, a la vez que aumentan su número, velocidad y capacidad de difusión. Sin estos avances tecnológicos, sin duda, el desarrollo que experimenta la prensa durante el siglo XIX, su dinamismo y su evolución, habrían sido distintos.

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PALAFOX, Jordi. “La consolidación de la economía liberal (1808-1874)” en FUSI, Juan Pablo y PALAFOX, Jordi. España: 1808-1996. El desafío de la modernidad, 4ª edición, Madrid, España Calpe, pp. 87-152.

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Otro avance tecnológico que influirá en la evolución del periódico, es la fotografía. Si bien nace en la primera mitad del s. XIX, durante el periodo isabelino se irá introduciendo su uso en la prensa, pero de forma lenta, ya que el grabado mantiene su importancia. Realmente, los periódicos políticos de la época están poco o nada ilustrados, pero este no es el caso del que es objeto de nuestro estudio, pues si de alguna cosa se jacta, es la inclusión de ilustraciones como una forma amena y atractiva de complementar las informaciones. Volviendo a la fotografía, aunque no es imprescindible en estos momentos, sabemos que con el paso del tiempo se irá abriendo un hueco cada vez mayor dentro del mundo periodístico, llegando a ser en nuestros días un elemento fundamental e imprescindible. No era aún el caso en el reinado de Isabel II, pero de todas formas se hace necesario hablar de este invento porque tendrá una gran repercusión social, la burguesía, a imitación de la nobleza, ansía ver representada su imagen. Prueba de ello es que Los Sucesos26, donde se publican artículos opinando sobre el fenómeno y no siempre a favor, en el cual se habla de la historia de la fotografía, su influencia, su futuro y como era considerado por algunos, una actividad mecánica más que no puede llamarse arte. Oficialmente, es el año 1839 el considerado como el de la invención de la fotografía, ya que fue durante este año cuando D.F. Arago expone el proceso ante la Academia de París, pero ya anteriormente podemos citar a dos personas que habían realizado experiencias en este campo y que puede decirse que comparten la gloria de su invención: uno es Joseph Nicéphore Niépce con la heliografía al betún de Judea en 1822 y otro es Louis Mandé Daguerre con la daguerrotipia en 1839.

3.2.4. La Agencia Fabra. Uno de los elementos de gran importancia en la historia de la prensa, e íntimamente relacionado con el telégrafo, es la agencia de noticias. En el caso español aparecen con retraso respecto a las grandes agencias europeas, creadas veinte años antes de que se fundara la Agencia Fabra, ésta tiene sus orígenes en un servicio de información puesto en funcionamiento en 1865 en Madrid llamado Centro de Corresponsales, donde Nilo María Fabra y Deas, hombre de política e ideas avanzadas para su época, que llegará a ser diputado en 1876 y senador en 1890, realizará toda el trabajo de recolección, redacción y distribución de noticias a sus abonados27. Será en 1867 y por la influencia de Havas, cuando Fabra decida 26

Véanse artículos en el Anexo, Texto 1. “La fórmula llega a España: Fabra”, en http://iris.cnice.mecd.es/media/prensa/bloque7/pag4.html [13 febrero 2005] 27

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convertir su Centro de Corresponsales en una agencia de noticias a la que da su nombre, al igual que habían hecho anteriormente los fundadores de las agencias francesa, inglesa y alemana. La Agencia Fabra estaba muy determinada por la influencia de Havas, tal era así, que ésta la dominaba casi totalmente, constituyendo el núcleo de la información de la Agencia Fabra la correspondencia enviada ya bien por correo o bien por telégrafo por Havas, lo cual incidía en una influencia en la percepción de las cosas desde el punto de vista francés, prevaleciendo los intereses franceses en el tipo de noticias que se enviaban a España para su difusión28. Sobre la Agencia Fabra y su funcionamiento nos dice Josep-Francesc Valls: “...Gracias a las facilidades de instalar centrales telegráficas que daba la administración para paliar las deficencias estructurales consecuencia de su incapacidad, Fabra utiliza las palomas mensajeras y une Vallecas y Madrid, para ganar tiempo y expandir las noticias entre los periódicos, tanto de la capital como de toda España. En una primera fase ofrecía la traducción de artículos de periódicos extranjeros que recibía al instante. Fue en el momento en que pretendió ofrecer la cobertura de noticias internacionales cuando firmó un contrato con la agencia Havas, que acabó absorbiéndola29”. En resumen, nos encontramos con la primera agencia de noticias española, que llega con retraso respecto a otros lugares de Europa, al igual que muchas otras cosas, que va a ofrecer a los periódicos una serie de noticias sobre el extranjero basadas en la visión francesa de las cosas y cuya constitución se produce exactamente en el momento de mayor tensión en todos los sentidos de la época isabelina, cuando se está publicando “Los Sucesos”, periódico que como otros, en su sección sobre el extranjero mencionará que la fuente de las noticias publicadas es precisamente la Agencia Fabra, aunque esta relación parece ser que no se mantendrá durante todo el tiempo de vida del periódico. La parición de esta agencia de noticias, es otra muestra más de la evolución del mundo periodístico durante el s. XIX, y vamos viendo como, con el paso del tiempo, la prensa va adquiriendo elementos que le configuran de forma similar a la que presenta en nuestros días.

28

“Son las grandes fábricas de contenido para las miles de webs. Introducción y breve historia de la mayor agencia de habla hispana, EFE”, en “Las agencias de información en Internet”, http://www.desarrolloweb.com/articulos/412.php [Consultado 13 febrero 2005] 29 VALLS, Josep-Francesc, op. cit., pp. 166-167

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3.2.5. El periódico como empresa. Como ya se ha mencionado más de una vez, los periódicos predominantes durante el reinado de Isabel II son fundamentalmente políticos, es por ello que no puedan ser considerados exactamente como empresas, ya que sus objetivos, financiación y sostenimiento viene otorgado por los partidos políticos que los utilizan como un medio eficaz para sus propósitos. Será con la aparición y el sucesivo triunfo del periodismo noticiero cuando ya puede ir considerándose a los periódicos como verdaderas empresas, que traten con la venta de sus ejemplares mantenerse y por qué no, ganar dinero. Pero a pesar de sus propósitos “la gran mayoría de las publicaciones llevaron una vida económica precaria, de escasez de medios, por lo que muchas de ellas fueron compradas por los impresores, los propietarios de los talleres en que se tiraban. La realidad era que este tipo de periódicos no contaba apenas con organización empresarial, sino que formaban parte del negocio de las imprentas. Estas aportaban –aparte de los servicios de impresión- los típicos de administración. De ahí que hubiese una vinculación tan estrecha y una integración en establecimientos de imprenta y que, cuando las dificultades económicas apremiaban, muchos periódicos acabasen en manos del dueño de los talleres tipográficos, que adquiría su propiedad30”. Crear un periódico era fácil, no hace falta más que ver las numerosas cabeceras que aparecen para comprobarlo, pero mantenerse era ya otra cosa. Había que hacerse un hueco en un mercado muy saturado y competitivo donde no era fácil obtener lo suficiente para mantenerse mucho tiempo. Aunque pareciera ello no requería de grandes inversiones, la precariedad hacía que cualquier situación, en la que los lectores te den a espalda, sobreviene el cierre inmediato. Una forma de comprobar el grado de madurez de un periódico es observando la periocidad de sus entregas: al principio solían ser tres veces a la semana, lo cual indicaba que no tenían la capacidad suficiente para hacerlo diariamente, si con el tiempo este periódico consigue aumentar el número de días que publica un ejemplar, eso nos está informando de su consolidación, y ya cuando consigue publicar todos los días, podríamos hablar de un periódico afianzado, con suficiente entidad para poder aguantar más tiempo31, aunque realmente, dado el dinamismo y el vaivén de la época esto no es garantía suficiente para asegurar una larga y próspera marcha empresarial. Respecto a la financiación hacemos nuestras las palabras de Sánchez Aranda cuando afirma que “la financiación es un tema poco esclarecido. Casi los únicos ingresos eran los 30 31

SANCHEZ ARANDA, J.J. y BARRERA DEL BARRIO, C. op. cit, p. 144 Ibidem, p. 146

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percibidos por la venta. Pero se producían gastos. Piénsese que incluso algunos periodistas ganaron mucho dinero con el periodismo. Una posible solución explicativa es el bajo coste de producción, que permitía una rápida amortización con la venta de un número reducido de ejemplares. Pervivir resultaba fácil. De todos modos, no hay que olvidar la conexión entre diario y grupo que lo apoyaba y lo financiaba. Esa facilidad económica, unida a las relativas facilidades de la ley y el común compromiso de no permanecer, explica la rápida y fácil creación de un diario, también su corta pervivencia: en la época de las Regencias, por ejemplo, sólo el 10 % del total superaba el año de duración32”. Una mención especial, merece el aspecto de la publicidad y la progresiva consolidación como un medio de financiación fundamental para la pervivencia y éxito de los periódicos, esencialmente favorecido con la aparición del periodismo de noticias. La publicidad irá ganando importancia dentro de la empresa periodística, comenzará como un complemento bienvenido a ser una parte, casi o la principal de la financiación de los periódicos. El tema de la publicidad será tratado más ampliamente en el capítulo correspondiente, al cual me remito.

3.3. El periódico y su director. 3.3.1. Ángel Fernández de los Ríos. Nos encontramos ante uno de los personajes, periodistas, más dinámicos y activos del siglo XIX, cuya vida ejemplifica como ninguna la vitalidad e incertidumbres que aquejaban a la marcha de la empresa periodística. Nació en Madrid el 27 de julio de 1821, hijo de D. Manuel Fernández de los Ríos, natural de Pesquera. Se hace interesante reproducir aquí un texto sobre nuestro personaje escrito por Eduardo de Lustonó, que trabajó a su lado varios años: “Fundador, director, articulista, gacetillero: todo lo fue. Con la misma pluma que acababa de redactar los términos comerciales de un anuncio, expresaba en un artículo de fondo sus ideas, amenizaba con un chiste la gacetilla o formulaba uno de aquellos proyectos de reformas que fueron su constante empeño. Su existencia la pasó con la pluma o con el lápiz en la mano; fue, ante todo y sobre todo, periodista, y él lo ha dicho en alguna de sus obras, En el refugio de las buhardillas, en los salones de los palacios, sobre los adoquines de 32

Ibidem. pp. 146-147

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las barricadas, en el recinto de las Cortes, entre el rumor de los tumultos, en el ocio de los cuerpos de guardia, a la luz brillante de los faroles, al resplandor siniestro de la pólvora, Fernández de los Ríos escribió siempre, difundió a diario la idea nueva, y no solamente le dio su pensamiento, sino su sangre, su tranquilidad y su reposo33.”

Desde el punto de vista personal nos encontramos con un europeísta convencido, que miraba como estaban las cosas en Europa comparándolas con la situación en España que el denunciaba argumentándolo con el chabacanismo, la vagancia, la desidia, el folklorismo, la dejadez, la falta de imaginación, en definitiva el atraso social del país respecto a lo que veía en Europa34. Otra de las características que destaca de la personalidad de Ángel de los Ríos y que puede llegar a desconcertar es que desempeñó numerosas actividades: “periodista y político, católico y revolucionario, monárquico y republicanizante, hombre de trabajo y 33

Extraído de GOMEZ APARICIO, Pedro. Historia del periodismo español. [T.1], Desde la Gaceta de Madrid (1661) hasta el destronamiento de Isabel II, Madrid, Editora Nacional, 1967, p. 363. 34 “D. Ángel Fernández de los Ríos”, en http://www.ayuntamientodepesquera.com/personalidades.html, [consultado 13 febrero 2005].

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conspirador impenitente, que muchas veces abandonó la pluma para batirse en las barricadas35”. Si dirigimos ahora nuestra mirada a su faceta profesional, nos encontramos con que fue en el año 1841 cuando se introduce en el mundo periodístico a través de su trabajo como redactor de El Espectador. Posteriormente, en el periodo que abarca desde 1845 a 1860 llegó a dirigir El Siglo Pintoresco, después La Ilustración y más tarde el Semanario Pintoresco Español, dirección esta última que simultaneó con la de Las Novedades (1850-1858), periódico que sería partidario del Partido Progresista y del que ya se ha hablado. Obviamente no podíamos dejar de mencionar la que sería su última participación en su carrera periodística, al ser justamente ésta la fundación en 1866 de un nuevo periódico Los Sucesos, que es la fuente principal y objeto de estudio de este trabajo. En su faceta de editor y traductor, introdujo de su mano en España a escritores como Eugenio Sué y Lamartine destacando una vez más su francofilia. Además, llegó a desempeñar la labor diplomática al ser nombrado en el año 1869 embajador en Portugal, a donde fue con una misión principal, intentar convencer al Infante don Fernando, viudo de la Reina doña María de la Gloria, que aceptase ser el rey de España, tarea en la que fracasó. No sólo el mundo periodístico abarca el campo de actuación de éste hombre, también en el terreno del urbanismo va a ejercitar una importante actividad y será cuando ostente el puesto de Concejal de Obras en el Ayuntamiento de Madrid cuando cree la Plaza de la Independencia, al igual que gestionó la entrega del Parque del Retiro a la ciudad de Madrid por parte de la Corona36. Y por si esto fuera poco, en la legislatura de 1871-1872 ocupó el cargo de senador por la provincia de Santander, cuya acta electoral toma el 22 de marzo de 187137. Desde el punto de vista de su actividad y participación en los diversos acontecimientos políticos nos lo encontramos tomando parte en los hechos que siguieron a la caída de la Monarquía de Luis Felipe en Francia. Recordemos que era un liberal avanzado que mantenía una fidelidad a la monarquía, pero con el tiempo fue hacia el republicanismo, de tal modo que tendrá una importante participación en la sublevación de los sargentos del Cuartel de San Gil en el mes de junio de 1866, hecho por el cual llegó a ser condenado a

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GOMEZ APARICIO, Pedro. op. cit , p. 363 D. Ángel Fernández de los Ríos, en http://www.ayuntamientodepesquera.com/personalidades.html, op. cit. [consultado 13 febrero 2005]. 37 Expediente personal del Senador D. Ángel Fernández de los Ríos, por la provincia de Santander, en www.senado.es , [Consultado 13 febrero 2005] 36

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muerte, y ante lo cual huyó a París, donde se mantuvo hasta que se produjo el éxito de la Revolución de septiembre de 1868, dirigiendo Los Sucesos desde la capital francesa.38.

3.3.2. Los Sucesos: precedente de un modelo de prensa popular Una información básica sobre el periódico Los Sucesos la encontramos en la obra de Hartzenbusch39, en la cual se recoge que comenzó a publicarse (con carácter diario a excepción de los lunes, hasta 1868 cuando también se publicará éste día; además, a partir de 1869 se publicarán dos ediciones diarias40) el 2 de octubre de 1866 y que el último número conocido corresponde al 15 de mayo de 1869, haciendo un total de 1.839 ejemplares publicados. Durante el corto espacio temporal de su publicación pasó por dos imprentas, primeramente fue impreso en la de M. Tello y después se trasladó a un establecimiento tipográfico propio. También nos proporciona Hartzenbusch la lista de los redactores que trabajaron en el mismo: Avial (D. Pedro). Avilés (D. Angel). Bona (D. Féliz Javier). Bona (D. Franciso Javier). Díaz Pérez (D. Nicolás). Hernando (D. Francisco). Inza (D. Eduardo de). Prieto y Prieto (D. Manuel). Raymundo (D. Pedro Francisco). Saco (D. Eduardo), y otros señores. Este periódico es la principal fuente de este estudio, concretamente los ejemplares que han sido trabajados son los pertenecientes a la colección del Archivo Díaz Escovar, accesible por internet a través de la dirección http://www.archivodiazescovar.com, donde encontramos una breve historia del mismo: 38

GOMEZ APARICIO, Pedro. op. cit , p. 363 HARTZENBUSCH, Eugenio. Apuntes para un catálogo de periódicos madrileños desde el año 1661 al 1870. Reproducción facsimil de la ed. De Madrid Sucesores de Rivadeira 1894, Madrid, Biblioteca Nacional, 1993. 40 Según se recoge en la base de datos del la Biblioteca Nacional de España, accesible a través de internet: http://www.bne.es , ya que conservan una gran cantidad de ejemplares. 39

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“El Archivo Díaz de Escovar es un archivo público de la Fundación Unicaja integrado por los fondos bibliográficos de Don Narciso Díaz de Escovar, escritor, abogado y periodista malagueño. Sus fondos se pueden consultar de forma presencial en el Museo de Artes y Costumbres Populares de Fundación Unicaja, en Málaga. Desde febrero de 2002 se encuentra disponible también el acceso íntegro online a través de esta web”. Los fondos del Archivo los constituyen gran parte de la documentación de todo tipo que don Narciso, y su hermano Don Joaquín, acumularon durante años. Tras la muerte del primero acaecida en 1935, se fue mermando la colección. En el año 1954 la antigua Caja de Ahorros Provincial de Málaga, hoy integrada en Unicaja, recuperó mediante su compra los fondos ahora conservados en este Archivo. Estos fondos permanecieron en las dependencias de la citada Caja de Ahorros, hasta la apertura en 1976 del Museo de Artes Populares, donde se encuentran actualmente sus dependencias”.

Este archivo no cuenta con todos los ejemplares que llegaron a publicarse, sino que presenta una serie incompleta que abarca desde el 11 de septiembre de 1867 al 23 de octubre de 1868, la cual comprende una cantidad suficiente para llevar a cabo un estudio adecuado como el que se pretende41. Las características que hacen especialmente interesante el estudio de este periódico son su carácter apolítico declarado, si bien, a la altura de 1868 sufre una variación legal que apenas tuvo reflejo en el contenido del periódico que siguió sin tratar la política desde un punto de vista partidista y sin artículos de opinión política, a excepción de uno publicado tras la confirmación del triunfo de la Revolución de Septiembre, el 30 de ese mismo mes y con el título de “¡No más Borbones!” se edita un artículo de “mal gusto y bajo tono” según Gómez Aparicio42 y del cual recoge este fragmento: “El pueblo y el Ejército liberal, unidos, como no podían menos de estarlo, en los momentos más críticos del alzamiento nacional, han proclamado a la faz del mundo el destronamiento de los Borbones españoles. Hora era ya de que la moral ultrajada, el patriotismo calumniado, la justicia hollada, la verdad proscripta, recobrasen los imprescriptibles y 43 santos derechos de su sacrosanto fuero. ¡No más Borbones! ”.

Otro elemento por el que destaca este periódico es su vertiente visual; en un contexto dominado principalmente por periódicos de opinión política con escasos o nulos elementos gráficos, Los Sucesos, hacen de las ilustraciones un elemento fundamental de su ser, como una forma de atraer a los potenciales lectores y como la manera más adecuada de expandir y completar las informaciones escritas, dando una visión más amplia que si sólo recogiesen 41

Ver Anexo, Datos 1, donde se recogen las fechas de publicación de los ejemplares estudiados. GOMEZ APARICIO, Pedro. op .cit, p. 582 43 Los Sucesos, 30 septiembre 1868 42

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noticias. Además, es especialmente interesante ya que como el propio nombre indica, su composición principal consta de sucesos de todo tipo, una fuente poco explotada a la hora de elaborar la historia pero que duda cabe, es muy rica, sobre todo a la hora de elaborar una historia social, y nos puede dar una información que complete los conocimientos adquiridos a través de las fuentes tradicionales. Una gran y valiosa información sobre el periódico, los objetivos e intereses de Los Sucesos nos la ofrece el mismo en una notificación a sus lectores que se repetirá en varios ejemplares durante enero de 1868 con motivo del cambio a carácter político, donde se recoge, además de las motivaciones para llevar a cabo este cambio, información sobre a quién se dirige, qué pretende, etc. Así nos enteramos que este periódico se dirige como lectores potenciales a las familias (a las que pretende entretener, formar, educar moralmente, etc.), a los industriales (cosa que se aprecia también por el contenido de los artículos y los grabados que se recogen, de temática industrial en gran número de ocasiones) y en general a todos aquellos que estén interesados en los múltiples sucesos y noticias que se producen a cada instante en el mundo. “LOS SUCESOS, durante el período de tiempo que cuenta de existencia, ha logrado cumplir el fin que se propuso desde que vió la luz pública, siendo el periódico de las familias, el guía del hogar doméstico, el consultor del industrial y el índice razonado de todos los acontecimientos 44 que se han verificado en el mundo ”.

Amplios y ambiciosos son estos objetivos de informar a un público lector variado, aunque siempre perteneciente a una clase más bien elevada, generalmente la burguesía, que tenía el dinero y la educación que le permitía leer, ya que las clases inferiores eran mayoritariamente analfabetas y no disponían de recursos casi para la subsistencia, mucho menos para lujos innecesarios como sería en estos casos la compra de un periódico. Pero como periódico noticiero e ilustrado no llega a conseguir completamente satisfacer todas las necesidades informativas de sus lectores, ya que no incluía noticias y opiniones políticas, para lo cual, como ya se ha comentado en la parte dedicada a la legislación de prensa, era obligatorio desembolsar una determinada cantidad de dinero como depósito, desembolso que están dispuestos a hacer ya en su tercer año de publicación, con una experiencia y consolidación que permite mayores inversiones con perspectiva de mantenerse y aumentar el número de ventas.

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Los Sucesos, 3 enero 1868, nº 385

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“Deseosa la empresa, sin embargo, de ir tan allá como sea posible en el camino que ha seguido hasta aquí, y comprendiendo que la mision de LOS SUCESOS no se realiza por completo, merced á que muchas cuestiones de verdadero interés general y de utilidad y conveniencia positivas para sus lectores, no pueden ser tratadas en las columnas del diario por carecer este de los requisitos que la ley prescribe, ha resuelto, animada del constante afan que le guia en favor de la propaganda universal de todo cuanto pueda ser de general interés, imponerse un nuevo sacrificio en obsequio de los suscritores de LOS SUCESOS, llenar las prescripciones 45 que la citada ley exige á las publicaciones políticas ”.

¿Y qué objetivos pretende cumplir más exactamente el periódico para con sus lectores? Pues también son numerosos y ambiciosos. Citemos por ejemplo el intento de ser ameno, entretenido, útil en un sentido amplio, educativo... mejor no seguimos y lo leemos directamente de la fuente: “Una vez con este carácter, LOS SUCESOS podrá cumplir por completo su mision que, segun hemos dicho ya, y ahora repetimos, ha sido es y será siempre, la de llegar á constituirse en un diario instructivo, curioso, ameno, entretenido, y, sobre todo, útil, y de noticias de toda clase, ilustrado con magníficos y numerosos grabados, y en cuyas columnas han de hallar las familias, sanos consejos y enseñanza agradable y de indiscutible conveniencia: los habitantes de las aldeas, varios procedimientos económicos, provechosos para la poblacion rural; los fabricantes é industriales, nociones de las mejoras con que la ciencia ha dotado á la mecánica; los padres de familia, indicaciones útiles para el porvenir de sus hijos; las madres, conocimientos de higiene y medicina natural y los que necesiten adquirir para que los asuntos del domicilio obtengan á poca costa el aspecto de la comodidad y el bienestar; las jóvenes, lecturas morales que les cautiven honestamente, instrucciones sobre trages y labores; la niñez, imágenes que exciten su curiosidad y le obliguen á buscar, por el aliciente del dibujo, el texto en que se halle la explicacion; los hombres políticos sin distincion de opiniones cuantas noticias nacionales y extranjeras sean de verdadero interés: todos, en fin, tanto los que anhelan saber, como los que conocen ya los secretos de la ciencia, hallarán en LOS 46 SUCESOS algo que les instruya, que les distraiga y que les deleite ”.

Se recalcará que esta modificación, que tiene un coste económico para el periódico, no repercutirá en el precio de suscrición, que se mantendría como sigue: Madrid: Un mes 8 rs.-Provincias: Trimestre, 30.- Girando contra los suscritores, 36.- Ultramar y extranjero: 50, precios casi sin variaciones o variaciones muy pequeñas durante el periodo estudiado. Además, este mantenimiento del precio se ve acompaña por un nuevo aliciente que hace más atractiva la compra de este periódico frente a la oferta de la competencia, como es la publicación del Semanario Ilustrado, un semanario que mantiene el espíritu del periódico y que aprovecha los contratos de la empresa para la obtención de grabados de calidad en el extranjero, así como otros contenidos de calidad, que se publicará los lunes, cubriendo así la 45 46

Ibidem Ibidem

40

demanda informativa del día decretado como de descanso. Asimismo,

el Semanario

Ilustrado podía ser adquirido de forma independiente, pero fundamentalmente se crea para los suscritores de Los Sucesos, que aumenta así su oferta y le permite competir en mejores condiciones. “LOS SUCESOS, en fin, ofrece esta importantísima mejora, que no necesitamos encarecer, sin alterar en nada las bases de sus suscricion. Este beneficio positivo no es, sin embargo, el único que la empresa de LOS SUCESOS se propone hacer á sus constantes suscritores, á quienes debe inmensa gratitud por la benévola acogida que sin tregua han venido dispensando á nuestros débiles esfuerzos. En este concepto, y hallándose la empresa de LOS SUCESOS en condiciones exclusivas dentro de España, por los contratos que tiene ultimados con las principales casas de Paris y Lóndres, de cuyos talleres salen los más notables grabados que ven la luz en el mundo, de proporcionar á sus favorecedores láminas notabilísimas, como vienen siendo las que se dan en LOS SUCESOS, se ha propuesto aquella utilizar esta ventajosa condicion, publicando un

SEMANARIO ILUSTRADO. Este Semanario ilustrado, que por sus condiciones de inmejorable papel, tipos nuevos, láminas magníficas y texto original, será, sin duda, el primer periódico de su clase en España, y competirá dignamente con los más notables de su propia índole que se publican en Francia y en Inglaterra, lo recibirán

GRATIS TODOS LOS SUSCRITORES

DE

LOS SUCESOS Los lúnes, además de los que hoy, en los dias correspondientes, reciben. En esta publicacion, ilustrada con singular esmero, y con láminas las más notables, tendrán cabida trabajos importantísimos, originales de nuestros primeros escritores, notabilidades todos en la especialidad á que consagran su preclaro ingénio. Desde luego, nuestro Semanario insertará una novela nueva, original del acreditado escritor D. Torcuato Tárrago y Mateos, uno de nuestros novelistas, quien, en la obra á que aludimos, se ha propuesto iniciar la senda que aquella clase de producciones ha de seguir para que su lectura logre dar ejemplo á la familia, enseñanza al jóven que entra en la vida, y saludable escarmiento al propio tiempo que deleite.

41

Esta publicacion semanal, primera en su clase, costará por suscricion independiente á LOS SUCESOS 6 rs. al mes, de modo que los suscritores a nuestro diario, que, como hemos dicho, le obtendrán GRATIS, podrán disponer por la cantidad de 8 rs. en Madrid y 10 en provincias de dos publicaciones que formarán TRES GRANDES VOLÚMENES CON MAS DE 1,200 GRABADOS y dos novelas á cual más interesante y de mayor utilidad y conveniencia. Nuestro Semanario, además, servirá para que los suscritores á LOS SUCESOS no carezcan en ningun dia del mes de periódico, y por consiguiente, de lectura amena, útil é instructiva. Con el fin de que solo nuestros suscritores disfruten de las ventajas de la nueva publicacion que en su obsequio hacemos, el número del lúnes, esto es, el Semanario ilustrado no se pondrá á la venta. Preciso será, pues para obtener este semanario, ser suscritor á 47 LOS SUCESOS, ó en otro caso á dicha publicacion ”.

No sólo se publicitan estas mejoras para atraer a los lectores, probablemente porque hayan disminuido o porque exista competencia con otro medio, sino que se comunica que hay innovaciones en el tipo de papel y la tinta empleada en la composición diaria del periódico, lo cual hace que aumente la calidad material de cada ejemplar, otra vez sin incrementar el precio, es decir, se hace un periódico más atractivo desde casi todos los puntos de vista posibles buscando aumentar la masa de lectores que permita su mantenimiento y crecimiento empresarial, que se supone ya ha llegado a un nivel importante por la consecución de su permanencia tras tres años de publicación y el poder ofrecer esta iniciativa con el coste que va a suponer, gracias en gran parte a la financiación por parte de los anunciantes. “Tales son las ventajas que nuestro diario alcanza al continuar su vida periodística en el año de 1868. Unidas todas ellas á las no ménos importantes que intentamos hacer en término muy breve, y que consisten en mejorar el papel, renovar la fundicion, dar á su redaccion toda la amena y útil variedad que pueda exigirse, habremos conseguido que LOS SUCESOS, periódico el más barato entre los baratos, sea de hoy en adelante el mas útil y necesario e cuantos se publican en España, pues en él hallarán nuestros favorecedores reunidas todas las ventajas de un periódico político, sin ninguno de los inconvenientes que estos tienen por el preciso exclusivismo de la bandera que defienden, con la incontestable utilidad de un diario ilustrado, ameno, instructivo, curioso, y que ha de responder al dia á la natural ansiedad del público que anhela tener noticia exacta de cuantos sucesos políticos de interes ocurran y puedan ser de 48 importancia general para nuestro país ”.

Por último, mencionaremos en este apartado la concepción que sobre la existencia de la prensa, sobre todo en un momento tan agitado y tenso como el reinado de Isabel II, tiene este periódico, pues no sólo defiende su existencia sino la de una variedad de cabeceras que 47 48

Ibidem Ibidem

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se completen y dibujen un panorama amplio donde el lector pueda elegir lo que más le convenga. En este estadio de la configuración de la prensa se está configurando ya como el “cuarto poder”, a pesar de sufrir vaivenes, persecuciones, una presión política muy fuerte y la continua inestabilidad. Ante esta situación se erigen como defensores del conocimiento, difusores de la verdad y las noticias de interés para el país, como una parte activa en el plan de desarrollo ciudadano de un país cuya tarea se convierte en fundamental para el buen funcionamiento del mismo según los planteamientos del Estado moderno que se está imponiendo. No sólo informarían y harían llegar la verdad para que todos la conozcan sino que también asumen una importante labor de educación y enseñanza de todo tipo, un complemento o ampliación para la gente que ha estudiado, que todavía es muy poca pero que se pretende aumentar con medidas como la Ley Moyano (ley de Instrucción Pública de 9 de septiembre de 1857) (Ver Anexo Texto 3), la creación de escuelas, etc, cuya utilidad es evidente pero cuyos resultados prácticos dejaron bastante que desear debido a problemas como la falta de recursos, preparación inadecuada de profesores, imposibilidad de determinadas capas sociales para enviar a sus hijos a estudiar porque era privarse de un elemento para la subsistencia de la unidad familiar. No sólo educación en el sentido académico, sino también en el moral, religioso, práctico, vamos, transmisión de conocimientos entretenidos y útiles, es una de las misiones fundamentales que se imponen los nuevos periódicos noticieros como Los Sucesos y una muestra de esta concepción la podemos encontrar en el artículo titulado “La Prensa” en Los Sucesos nº 555 del 28-07-1868, incluido en el Anexo (Texto 4), que muestra claramente la línea que defendía este periódico y que seguramente compartían otros muchos.

Si bien este estudio se ha realizado sobre la versión digitalizada del periódico, podemos decir algo sobre el soporte material en el que se imprime el contenido gracias, una vez más, a los apuntes de Hartzenbusch, así conocemos que las medidas reales de las cuatro páginas de las que constaba el periódico, eran de 0,37 x 0,266 m49, con un contenido distribuido a cuatro columnas. En estos momentos, la prensa inicia una estructuración del contenido. Hasta el momento no ha existido una división muy clara de los artículos y tampoco se identificaban 49

HARTZENBUSCH, Eugenio. op. cit. p. 242

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claramente con titulares, ni se organizaban a su vez en secciones. Esto va cambiando poco a poco, se definen más y diferencian los artículos, se empiezan a separar y organizar para una fácil localización y se va introduciendo el elemento gráfico cada vez en mayor medida. Parece lógico pensar que en una prensa mayoritariamente de opinión política con un contenido muy específico no se prestara especial atención a estos elementos diferenciadores. Pero será la introducción del periodismo noticiero el que vea la necesidad de cambios en la estructura tradicional de la prensa hasta el momento, ya que ésta no se adecuaba a un contenido variado, más dinámico y menos encorsetado. Es por ello que se hace necesario iniciar aunque solo sea una pequeña modificación en la forma de estructurar los periódicos, diferenciar los múltiples contenidos, los tipos de noticias que se recogen, para guiar al lector más fácilmente por aquellas de su interés. No solo se va a iniciar una clasificación temática de las noticias, sino que se van a incluir titulares cada vez más adecuados para exponer en breves líneas de que trata la noticia que sigue a continuación sin necesidad de leerla si no tiene interés para un tipo determinado de lector. Particularmente la estructura formal de Los Sucesos destaca, como en tantos otros periódicos por su cabecera, la cual se mantendrá durante todo el periodo consultado y que ya desde el primer vistazo nos está dejando muy claro el tipo de periódico que tenemos en nuestras manos y qué podemos esperar de él. Como no podía ser de otra forma, prioriza el nombre del periódico en caracteres grandes, aunque no es el único texto que encontramos, también encontramos información sobre los días de publicación y lemas que nos indican que pretende conseguir el periódico, como por ejemplo “describe y dibuja”, “ojeada universal” y “Fiat lux”. A lo cual se le suma la rica decoración de la misma, que se encamina hacia un mismo sentido universalista y así encontramos por ejemplo las pirámides de Egipto, un globo aerostático, el Congreso de los diputados, ánforas, el globo terráqueo, etc. Todo un despliegue iconográfico para atraer al lector desde el principio y explicarle que va a encontrar noticias de todo tipo y provenientes del mundo entero.

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En la imagen superior se puede ver lo comentado y además la incorporación de datos administrativos en la que se recoge el número del ejemplar, el precio del mismo según el lugar y tipo de suscripción, la fecha de publicación, información sobre la publicación, límite de responsabilidad sobre los sellos recibidos en cartas sin certificar y por último el año de publicación. La estructura del periódico está condicionada por un contenido al que se le da gran valor en este periódico, y no es para menos sabiendo que fue un periódico diario pionero en la introducción de las ilustraciones. En la primera de las cuatro páginas suele aparecer un grabado de mayor o menor tamaño (media página e incluso a veces la página entera) que tiene como compañeros a otros grabados (o grabado, el tamaño y el número varía en cada ejemplar) en la última página. Esta estructura se mantiene siempre salvo los casos excepcionales en que se publica un grabado de gran tamaño que ocupa las dos páginas centrales, en cuyo caso solo aparece éste y, por tanto, el número de noticias recogidas también disminuye. Si dirigimos ahora nuestra mirada a la temática de los grabados en general, podemos destacar su variedad, tratando una gran cantidad de temas, aunque si es posible notar que los grabados de la última página suelen ser mayoritariamente de maquinaria agrícola y avances tecnológicos; igualmente encontramos otros tipos de motivos como viñetas humorísticas, lugares, personalidades, rarezas... Entre los grabados de la portada encontramos retratos de personas ilustres, hasta representaciones de uniformes militares, pasando por lugares famosos, escenas costumbristas, etnografía, edificios, representación de alguna noticia, etc50. Es decir, la heterogeneidad coincide con la propuesta del diario y aportan características de ameno e instructivo, como incentivo poderoso para los posibles lectores, tanto para aquellos hastiados de leer periódicos políticos, como para atraer a todos los componentes de la familia. Al grabado de la primera página le suele acompañar, con el título de GRABADOS, una explicación de la ilustración. Aparte de la cabecera y el grabado nos encontramos en la primera página una serie de artículos de gran extensión, con una temática de lo más variopinta al igual que la temática de los grabados. Así, podemos encontrar que se nos habla de temas como la educación, la vivienda de los obreros, astronomía, historia, biología, agricultura, geología, literatura, información detallada sobre una provincia española, química, religión, moral y un largo etcétera.

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Un muestrario de estas ilustraciones se recogen en el Anexo, Ilustraciones 1

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En la siguiente página, la segunda, encontramos la continuación de alguno de estos largos artículos y algunos artículos del mismo estilo que los anteriores pero más breves. Además, esta es la página donde se incluye el folletín, una novela por entregas que trata de llamar y mantener la atención del lector de modo que la trama obligue a la compra diaria del ejemplar para ir conociendo el desarrollo de la historia y su desenlace. De este como importante estrategia de fidelización de los lectores se hace un análisis más profundo en el apartado correspondiente. La tercera página reúne pequeñas noticias variadas, recogidas usualmente bajo el título de “Sucesos Varios”. Encontramos la sección “Sucesos el Exterior”, en la cual se recogen una serie de noticias, generalmente cortas y de temática política, de lo sucedido en el extranjero, éstas noticias serán suministradas durante un tiempo por la agencia Fabra, en otros momentos no se menciona el origen o procedencia, lo que nos hace pensar que son obtenidas a través del telégrafo. También suele aparecer en esta página y con un carácter fijo la sección “Sucesos del día”, donde se reúnen pequeñas noticias de todo tipo que han sucedido por lo general en el territorio español, aunque puede haber excepciones y encontrarnos por aquí una noticia de algo ocurrido en el extranjero y que no se incluye en esa sección por unos motivos no muy claros, así vemos por ejemplo informaciones sobre fraudes, accidentes, aparición y desaparición de periódicos, seguridad, personalidades, etc. Suele acompañar con menor o mayor extensión, aunque sujeto al espacio disponible51, un apartado de “Teatros” donde se hace una crítica de las obras que se están representando y sobre los actores que las interpretan. También encontramos información de servicios, sobre los astros (hora de salida y puesta del Sol y la Luna), el santoral, las efemérides, información sobre la bolsa y espectáculos (lugar, hora y espectáculo existente en Madrid). Hubo un momento, con la adquisición del carácter de político que hizo incluir un nuevo contenido en el periódico, información sobre las sesiones del Congreso y el Senado, pero limitándose a una breve crónica que acabará desapareciendo. Por último encontramos la cuarta página, cuyo contenido suele variar más que ningún otro. Ya hemos mencionado el grabado que acompaña a una serie de noticias o artículos cortos sobre noticias variadas, normalmente aquí suelen abundar las noticias que más llaman la atención por cualquier motivo y aquellas que por su temática son más dadas al humor. También encontramos anécdotas, consejos prácticos de bricolaje, cocina, etc., poemas, epígramas y algún pasatiempo, entre los cuales destaca la charada, aunque también podemos 51

La periodicidad diaria permite jugar con la presencia o no de determinadas secciones, ya que sólo es cuestión de posponerla a los siguientes días.

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llegar a encontrar en algunos números jeroglíficos y salto de caballo. Para finalizar con el contenido de esta página no nos podemos olvidar de la publicidad, que ocupa la mitad inferior de la misma. En un principio su presencia es escasa pero con el paso del tiempo va a ir incrementándose hasta ocupar normalmente la mitad inferior de la página y sólo dejará de aparecer en muy contadas ocasiones como por ejemplo la publicación de un número especial52. En fin, una estructura y contenido cada vez más elaborados y específicos, donde existen una serie de secciones que ya pueden considerarse fijas, aunque la similitud de los contenidos y la organización del periódico puede variar, dependiendo de las circunstancias y del resto del contenido del periódico. No hay que olvidar que todavía no están tan consolidadas las divisiones en secciones de los periódicos, y que es usual la variación en la ubicación de los contenidos, su aparición o su ausencia si se considera adecuada. No obstante, la homogeneidad

de las secciones de Los Sucesos,

es estable, si bien los

contenidos no siempre correspondan a lo que se pudiera esperar, enfatizando los aspectos melodramáticos del término53.

52

Nos remitimos aquí sobre la publicidad al capítulo correspondiente.

53

Se utiliza el término suceso como una traducción directa del francés succes, suceso como hecho, y no como se entiende hoy en día, suceso de cierta importancia, acontecimiento, para lo cual los franceses utilizan el término evenement.

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4. Mensajes informativos: las noticias Sin duda alguna, la información es el elemento característico de un periódico y aunque con el tiempo se vayan incorporando otros elementos como publicidad, folletines, secciones de divertimento, etc. la principal función de la prensa será la de informar, siendo su mayor valor. En Los Sucesos podemos encontrar varios estilos periodísticos: los artículos de opinión y las noticias de sucesos. Los primeros aparecen en las dos primeras páginas de cada ejemplar y se caracterizan por una mayor extensión, la descripción y el análisis de un tema desde un punto de vista determinado, coincidente con los gustos y opiniones burgueses del momento. El otro género que vamos a estudiar, las noticias de sucesos, suelen ocupar pocas líneas y se caracterizan por enunciar el hecho acontecido, el lugar, los protagonistas (no siempre) y las consecuencias. Ambos géneros son de interés para un estudio desde el punto de vista de la historia social; el de opinión, porque nos ofrece de manera directa la forma de pensar y actuar ante asuntos contemporáneos, y las noticias porque son informaciones que tienen un componente social indudable en la medida en que atienden a los asuntos de actualidad; unos y otros son complementarios: se describen los temas y se forma la opinión sobre ellos. Coexistían artículos de gran extensión: unos opinativos, otros de ensayo, descripción de hechos, conferencias y artículos científicos, etc. Debido a la limitación de espacio y las pretensiones de este estudio, nos vamos a centrar en artículos de opinión, fundamentalmente en aquellos cuya temática social los hacen apropiados para nuestros objetivos. A continuación, llevaremos a cabo el estudio de varios de estos artículos organizándolos temáticaticamente. Obviamente, no sólo los artículos de opinión ofrecen información sobre un tema, también las noticias breves pueden aportar datos de interés, y por ello, y a pesar de la división en géneros periodísticos para este estudio, no seremos estrictos y aprovecharemos el material del que dispongamos siempre que sea de interés.

4.1. La Cuestión social Durante el periodo isabelino asistimos a un empeoramiento en las condiciones de las clases más pobres, cuyo número aumentará en contraposición a la formación de la burguesía. Una de las razones este incremento se deberá a las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz, que habrían perjudicado a parte del sector agrícola abocado a marchar a las capitales en busca de trabajo, y este importante movimiento de personas provocarán acumulaciones de

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gentes sin trabajo proclives a ser utilizados por agitadores y revolucionarios. Además, “al estar poco desarrollado el sistema precapitalista del putting-out, el campesino no tiene otra salida que mendigar, enrolarse en el ejército o emigrar a la ciudad, principalmente a la capital de la provincia o el estado, donde la sopa boba conventual, el servicio doméstico o el comercio ambulante a pequeña escala, abría nuevas posibilidades de supervivencia. Durante los setenta primeros años del XIX el proceso se intensifica54”. El campo envía una enorme cantidad de mano de obra a la ciudad que la industria española no es capaz de absorber, creándose capas marginales cuyas necesidades básicas no van a estar cubiertas y son caldo de cultivo de tensiones y rebeliones. El poder tratará de evitarlo, ya sea mediante la represión u otras medidas que hoy día calificaríamos de sociales; así, la burguesía se hará cargo de la función caritativa que hasta el momento había tenido en sus manos la Iglesia del Antiguo Régimen, no sólo por buenos sentimientos cristianos, sino también como una forma de mantener el statu quo, dando un mínimo para que las clases populares se mantuviesen sosegadas y no se planteasen la lucha contra un sistema que les perjudicaba. La cuestión social tiene muchas implicaciones y su estudio es muy interesante, si bien en este trabajo nos centraremos en cuatro aspectos: la alimentación, la vivienda, la beneficencia y la delincuencia55.

4.1.1. La alimentación: comer, la odisea diaria. Asistimos durante el siglo XIX, pero especialmente en los años finales del reinado de Isabel II, si hacemos casos a las noticias que encontramos en los periódicos, a una etapa de hambruna que se extiende por toda Europa56. Ya no estamos en el Antiguo Régimen y las crisis demográficas son menos frecuentes, pero eso no impide que se de una alta mortalidad y que se den crisis de subsistencia (con menor intensidad que durante la Edad Moderna eso sí), siendo terribles los años en que coinciden una mala cosecha con la aparición de alguna epidemia57. La situación de hambre generalizada en toda Europa es una noticia de interés que adquiere relieve en el periódico a través de numerosas noticias e ilustraciones58, insistiéndose 54

BAHAMONDE MAGRO, A. y TORO MERIDA, J. Burguesía, especulación y cuestión social en el Madrid del siglo XIX, Madrid, Siglo XXI, 1978, p. 42 55 Ésta se verán a lo largo de prácticamente todo este capítulo, pero se hará especial hincapié en el apartado dedicado a los sucesos, tema muy interesante y rico que prácticamente no ha sido estudiado hasta el momento. 56 Una muestra de un artículo que recoge esta situación la tenemos en el Anexo, Texto 5. 57 Coincidencias nada extrañas pues los efectos de una enfermedad y que llegue a convertirse en epidemia, están muy relacionados con el nivel de alimentación de la población: a menor alimentación, menores defensas ante la enfermedad. 58 Ver algunos ejemplos de éstas en el Anexo, Ilustraciones 2.

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que en España la situación es grave pero no llega a los extremos europeos, opinión que no podemos confirmar y que puede responder a una necesidad de autocomplacencia: aquí no habría tanta miseria, no habría mucho que temer y en parte se debería a la labor benéfica ejercida por la burguesía. Las condiciones laborales no permitían mucho más que la mera subsistencia y a veces ni eso; los sueldos eran bajos, el trabajo duro y penoso, y la familia demasiado numerosa para poder mantenerla en buenas condiciones, haciéndose necesaria la participación en el mercado laboral tanto de la mujer como de los hijos, lo cual no garantizaba obtener los recursos mínimos. Una madre desnutrida no puede criar bien a su hijo recién nacido, y si no tiene para ella, menos para una boca más que alimentar, es por ello que muchas madres se ven avocadas a dejar a sus hijos como expósitos59 en la inclusa pensando que allí tendrán más posibilidades de sobrevivir y más esperanzas de futuro, anhelo que no siempre correspondía con la realidad. A mediados de siglo un jornalero que consiga trabajar diariamente conseguirá un máximo de 120 reales (no siendo frecuente), aunque lo normal será que obtenga entre 80 – 90 reales al mes, dinero que tendrá que dedicar al alquiler y alimentación no dando para más, y a veces ni para eso. El kilo diario de pan de la calidad más baja supone un gasto mensual entre 38 y 45 reales en condiciones normales; en épocas de carestía por crisis de subsistencia éste aumenta hasta 60 – 90 reales al mes, lo que hace imposible su consumo diario por parte del trabajador y su familia. Como vemos, el pan es la base alimenticia de la clase trabajadora, que mantiene una dieta pobre en proteínas que apenas permite reproducir la fuerza de trabajo60. Esta lamentable situación es caldo de cultivo de agitaciones y rebeliones, provocando el temor de la burguesía ante la masa de parados, lo que lleva a plantear el problema de la cuestión social, apareciendo multitud de artículos reflexionando sobre el problema y las posibles soluciones. El sistema beneficiaba a la burguesía que pretendía mantener la estabilidad y sus privilegios, lo cual era cada vez más difícil por este aumento de las clases desheredadas y la mayor separación entre ricos y pobres (los ricos son más ricos y los pobres más pobres), mostrándose como real este temor en momentos de grandes subidas del precio del pan y crisis laboral, así leemos por ejemplo lo siguiente en Los Sucesos del 25 – 12 – 1867 : “La cuestión de subsistencias principia á preocupar seriamente en Granada. El precio 59

El hambre puede y la inexistencia de esperanzas de futuro para los hijos pueden provocar el abandono de éstos en salas de expósitos buscando cambiar el cruel destino que les ha tocado, separación ésta, entre madrehijo, muy dolorosa pero peor era ver morir a su propio fruto. Ver ilustración en el Anexo, Ilustración 3. 60 BAHAMONDE MAGRO, A. y TORO MERIDA, J. op. cit. pp. 43-44

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del pan continúa allí en aumento, como consecuencia de la pronunciada tendencia al alza, por efecto de la escasez de grano en la alhóndiga. Un periódico de aquella localidad cree llegado el caso de poner en ejecución las medidas adoptadas por la autoridad como preventivas ó previsoras”. Como respuesta a este problema la burguesía va emplear varios mecanismos, por una parte mediante la intervención de los Ayuntamientos en la vida económica cuando los efectos de una crisis son tales que amenazan la estabilidad del orden social, actuación que se plasmará en la contratación temporal de jornaleros61 y la realización de obras públicas, o dependiendo de la situación, mediante la represión, como en las primeras huelgas masivas en Madrid de los jornaleros municipales en 1854 y 1868 que serán duramente reprimidas por la Milicia Nacional62. Durante los años 1847-1869 se suceden una serie de crisis que degradan aún más los niveles de vida de las clases populares en todo el país. Crisis de trabajo, de subsistencias, epidémicas... que aparecen normalmente unidas sumando sus efectos destructores, aunque unas pueden ser consecuencia o agravadas por otras. En el caso de Madrid observamos los efectos que estas crisis tienen en la población: aumento del número de empeños, incremento de la mendicidad, insuficiencia de los hospitales, asilos y hospicios para acoger a todos los que lo necesitan, aumento del número de delitos comunes e incremento de la mortalidad63. Relacionado con la alimentación encontramos el tema de las adulteraciones, sobre todo en productos como el pan, un bien de consumo de primera necesidad, base de la dieta popular, que se ve sometido a manipulación tanto en el precio como en la calidad y que provoca en ocasiones extremas la intervención de las autoridades para evitar o hacer frente a rebeliones. El pan, su precio y la especulación son temas de vital importancia y como tal se va a ver reflejado en la prensa siendo constantes las noticias que hablan de los precios, las cosechas de cereales, las adulteraciones, alteraciones del orden público por su causa, etc., de las que tendremos ocasión de tratar más ampliamente en el apartado correspondiente. Como hemos visto, la alimentación de las clases populares no siempre está garantizada y se basa principalmente en el pan, no pudiendo ingerir otros alimentos que aporten a sus organismos las vitaminas y proteínas necesarias, lo cual es un problema para la burguesía, no tanto por una preocupación por la salud y bienestar de estas gentes sino por la necesidad de mano de obra barata y resistente que sostenga el sistema económico del que se 61

Noticias que reflejan esta realidad son abundantes en Los Sucesos, baste como ejemplo la publicada el 31 – 12 – 1867 : “El ayuntamiento de Jerez está desplegando un celo digno de elogio en la construccion de caminos vecinales, con objeto de proporcionar trabajo á los braceros desocupados Actualmente se está trabajando en cinco vias distintas”. 62 BAHAMONDE MAGRO, A. y TORO MERIDA, J. op. cit. pp. 47-48 63 Ibidem, pp. 48-50

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benefician. Enmarcado en este contexto y teniendo la alimentación de las clases pobres como motivo principal, aparecen en Los Sucesos una serie de artículos que plantean un nuevo debate sobre la conveniencia del consumo de carnes muertas, sobre todo de animales que tradicionalmente no se habían considerado como una opción alimenticia. Antes de continuar hay que aclarar que este debate existe en tanto que la situación lo requiere, y siempre vinculado a las clases bajas, no se llega a debatir que las clases altas consuman esta carne, evidentemente ya podían comer carne habitualmente, y ni siquiera se plantean la posibilidad de consumir ellos esta carne que proponen para otros. La principal propuesta para el consumo de carne popular va a ser la carne de caballo, sobre la cual se escribirán artículos a favor, esgrimiendo argumentos como su experimentación en otros países de Europa donde ha sido recibida con agrado, su buen sabor y la inexistencia de elementos en su contra en la historia; sólo los prejuicios frenarían un consumo que aprovecharía al máximo el animal: durante su vida se utilizaría como fuerza de trabajo y medio de transporte, una vez muerto se aprovecharía como alimento. Este es el sentido del artículo que trata este tema y su consumo para la población de Madrid64: CARNES MUERTAS (...)Por desgracia, en España hay muchas provincias en las que fuera de las capitales y poblaciones de segundo órden, ó se hace la olla (pote) con unto rancio y verdura, ó se vive de la verdura sin grasa, ó legumbres y granos ligeramente condimentados con un poco de aceite. Felices en estos puntos, los que tienen leche de vacas, castañas, manzanas ó arroz, maiz ó centeno, y cuando mas algun pescado. Por esto, pues, la agricultura y la zootecnia deben conspirar en nuestro pais á aumentar la ganadería, para que haya un tiempo en que se realice el deseo del buen rey Enrique IV de Francia, de que llegase la época en que cada frances pudiese diariamente echar una gallina en el puchero. (...)En Madrid solo se utiliza durante ciertas épocas el cerdo, toro, cordero y cabrito; el resto del año se consume el cebon ó ternera; la vaca, el buey castrado y el cordero castrado ó carnero. De aquí que la venta de las carnes alcance, en un pais que debiera ser por escelencia agrícola y ganadero, el exorbitante precio á que hoy ha llegado. No vemos la razon ni mucho menos el por qué de limitar la venta y sacrificio del cerdo, á los meses desde Noviembre hasta Marzo inclusive, como no estribe en la comodidad de los abastecedores de este producto, que si son atendibles bajo el punto de vista del interes individual, estan muy por debajo de las necesidades de la poblacion en masa. (...)Todas son sanas, digestibles, nutritivas, reparadoras; todas se consumen en varias provincias de la Península; todas podian hacer la concurrencia en el mercado á las de carnero, vaca y buey, y de ese modo la clase proletaria podria adquirir á mas bajo precio las de que hoy se le priva y de que carece, las mismas que en muchos pueblos se comen por familias acomodadas y hasta opulentas. 64

Otros artículos sobre el consumo de carne muerta, carne de caballo con la gente que normalmente no puede consumir carne, se incluyen en el Anexo, Texto 6.

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Tiempo es ya de desterrar rutinas y preocupaciones, tan perjudiciales como antieconómicas y abusivas. El uso de la carne de caballo se ha abierto paso en Austria, Bélgica y Francia, á traves de la crítica, los epígramas, la caricatura y la preocupacion, y hoy se considera como un alimento bueno y hasta de regalo, por las trasformaciones con que brinda, á los espertos en la moderna culinaria. Ni la poblacion, ni las necesidades de nuestras grandes capitales exigen hoy la hipofagia, y sí, el consumo de las reses lanares, vacunas, de cerda y cabrías de la Península, castrados los machos á cierta edad conveniente para dedicarlos al cebo. (...)De este modo se abriria camino á una nueva industria, y el trabajador tendria carne y alimento asequible á su fortuna, en la que los abastecedores nada perderian, y la higiene poseeria un recurso alimenticio con que hacer frente á una porcion de padecimientos que se previenen, mas que con otra cosa, con alimento sano, abundante y barato, idea que 65 puso la pluma en nuestras manos al escribir el epígrafe, carnes muertas . P.

En él se recoge la necesidad de ingerir carne para estar sano y tener una alimentación suficiente para afrontar los duros trabajos que tienen que realizar las clases populares para seguir adelante, y cómo esto no era normal, se buscan soluciones. Tras reconocer el nulo consumo de carne por las clases populares debido a su elevado precio, se plantean las causas y se encuentran en que todavía la ciencia no ha avanzado lo suficiente para aumentar la ganadería tanto como sería necesario para abastecer a toda la población de carne de calidad a precios asequibles. En la misma línea se critica la práctica existente en Madrid (pero no solo allí) de la desaparición para la venta en determinados momentos del año de varios tipos de carne, tradición que se cuestiona por las necesidades existentes y ante lo cual se recurre a la ciencia y comparación con otros lugares para demostrar lo bueno del consumo de esta carne durante todo el año al no existir ningún inconveniente para la salud que se oponga a ello. La oferta de todos los tipos de carne durante todo el año provocaría una bajada de precios que permitiría a las clases necesitadas comprar algo de carne, pero esto no se lleva a cabo probablemente por tradición y/o por especulación, ya que interesa a los ganaderos dar una oferta menor y mantener los precios elevados, que proporcionar más carne a precios más bajos. Los artículos que aparecen en Los Sucesos se posicionan favorablemente respecto al consumo de la carne de caballo por parte de las clases populares como solución a su pobre alimentación y se exponen detalladamente los argumentos ya comentados de conveniencia, científicos, etc. A pesar de ello, en este artículo se reconoce que en España no tiene por qué 65

Los Sucesos nº 361 04 – 12 – 1867, El artículo completo puede verse en el Anexo, Texto 7.

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llegarse a esto, pues las características del ganado existente permitirían un consumo de carne razonable si se llevasen a cabo medidas adecuadas para aumentar el rendimiento ganadero, que por inercia o especulación, no se llevan a cabo. Otro tema es el fraude en la venta de la carne, cuando se vende un tipo de carne como si fuera otro de mayor precio, picaresca presente en los mercados según el artículo, y que no tiene por el momento, aunque se piden con insistencia, medidas de control suficientes para que no se produzcan estos engaños. La utilización de la carne de caballo como alimento para las clases populares es una de las opciones que se plantean pero tal es la preocupación que se buscarán otras soluciones al problema, y ahí es donde entra un producto que se comercializará durante el siglo XIX y que tendrá éxito y fama en toda Europa: la carne Liebig. De este producto se habla ampliamente en el capítulo dedicado a la publicidad, pues su fama y campañas publicitarias así lo permiten, limitándonos aquí a dar unas leves pinceladas del mismo. Justus von Liebig, químico alemán, fue el creador del llamado extracto de Liebig o carne Liebig, producto que venía a proporcionar los nutrientes básicos de la carne a personas desnutridas (fundamentalmente madres e hijos, protagonistas en la reproducción de la fuerza social) por un precio asequible. Ante el panorama de pobreza generalizada y hambruna, no es de extrañar el éxito de este producto y su rápido crecimiento y extensión por multitud de mercados. Este producto tendrá muchos defensores dentro de Los Sucesos, encontrando artículos favorables donde se reconoce el éxito y la conveniencia del mismo, tanto por su buen precio como por sus beneficios al incorporarlo a las dietas populares. En definitiva, estamos ante una sociedad mayoritariamente sin recursos suficientes para alimentarse de forma adecuada y ello supone un problema a la burguesía porque no dispone de trabajadores adecuados para sustentar el sistema que le proporciona su bienestar, y será por eso más que por motivos de caridad que se busquen soluciones, ya sea la utilización de carnes de animales que hasta el momento no se habían utilizado para comer como el caso de la carne de caballo, o la utilización de la ciencia para crear un producto que sustituya a la carne en sus beneficios para el organismo como era el extracto de carne Liebig. También relacionado con la alimentación podemos considerar las soluciones coyunturales como los comedores populares y otras instituciones de beneficencia que trataban de aportar algo más de comida a los más necesitados de ella, de lo cual se hablará en el apartado correspondiente.

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4.1.2. La vivienda o la imposibilidad de tener un techo digno. La principal preocupación de las clases populares es conseguir algo que llevarse a la boca, pero tras esta necesidad básica nos encontramos con otra no menos importante. Estamos hablando de la vivienda, pues toda persona necesita un lugar donde vivir y es ahí donde surge el problema, pues como ya hemos dicho, en estos momentos se produce un gran movimiento de gente desde el campo a las ciudades que, lógicamente, buscarán un sitio donde ubicarse. Este problema, al igual que el de la alimentación, también captará el interés de la burguesía y se plasmará en la prensa mediante artículos que exponen la situación alarmante y las posibles soluciones. El problema de la vivienda no consiste solo en la falta de las mismas, sino en las condiciones de habitabilidad que proporcionan a sus moradores, pues de poco sirve tener un techo si se vive en condiciones insalubres e infrahumanas. Va a ser la vivienda el otro gasto fundamental de la familia junto a la alimentación, así “a mediados de siglo, en Madrid el alquiler de una casa sórdida, sin ventilación y en condiciones de hacinamiento supera los 40 reales mensuales...Una buhardilla puede encontrarse por 30 reales. Al jornalero le quedan 50 ó 60 reales para alimentar a su familia66”. Alimentación y vivienda se llevan el 100% del sueldo en la mayoría de los casos y en el caso de ésta última, si se consigue, puede ser un lugar inadecuado para la habitabilidad de la familia pues no reúne las condiciones higiénicas adecuadas para no perjudicar la salud a unas gentes ya de por sí con las defensas bajas por la desnutrición. Un lugar de vida miserable provoca descontento y ganas de no volver al mismo, lo que conlleva hacinamiento, quejas, facilidad para la agitación y vida en la calle; motivos similares a los esgrimidos en su preocupación por la alimentación le empujan complementariamente a interesarse por la vivienda de las clases trabajadoras. Además, del hecho de que personas descontentas con su vivienda tratarán de estar fuera el máximo tiempo posible una vez terminada la jornada laboral; así, los trabajadores preferían irse a lugares como bares y tabernas donde gastar el poco dinero ganado, antes que a sus casas, afectando así a su rendimiento laboral perjudicando el sostenimiento familiar al invertir en bebida un dinero necesario para la supervivencia, pero fomentando en su ámbito las relaciones socio laborales. Siguiendo a Morales Muñoz67 podemos hablar de varios lugares de socialización 66

BAHAMONDE MAGRO, A. y TORO MERIDA, J. op. cit. p. 43 MORALES MUÑOZ, Manuel. La sociabilidad popular en la Andalucía del siglo XIX: elementos de permanencia y de tradición, Baética, nº 15, 1993, pp. 383-395. 67

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popular en el siglo XIX, como por ejemplo la calle, donde se producía el intercambio económico mediante puestos y mercadillos, pequeños oficios tradicionales y como lugar para deambular, mendigar o alquilar los brazos inactivos. También nos encontramos los cafés, aunque son un elemento de socialización principalmente burgués, las clases populares también contarán con algunos adecuados a sus posibilidades e intereses. Y por último y de gran importancia, la taberna, de presencia constante como puede verse en datos de Málaga para el año 1852 en que había 155 de estos establecimientos. Su carácter de frontera entre lo público y lo privado, lo legal y lo clandestino permite la promiscuidad, las disputas por la calidad del vino, la conspiración, la lectura prohibida, la huelga, etc. Así, “la atmósfera que allí se respira excluye toda especie de ceremonia, toda demostración de exagerada, sustrayéndose, en consecuencia, al rigor de las normas y los principios jerárquicos. De aquí la reputación dudosa, cuando no la franca hostilidad que suscita la taberna entre los más diversos medios sociales: autoridades civiles y religiosas, higienistas, moralistas... que ven en la taberna la ruina de las familias, de la moral, de la economía y el trabajo, e incluso de la estabilidad política, lo que explica la vigilancia y la condena contra los bebedores, contra la borrachera semanal o contra la embriaguez diaria68.” Una de las causas del problema para acceder a una vivienda es el alto precio de la misma y no estamos hablando de compra, posibilidad casi irreal para un trabajador normal, sino de alquiler. Como en otros asuntos, se van a buscar soluciones en el extranjero, observando iniciativas que han tenido éxito para su posible traslado y ejecución en el país. Así, los principales artículos relacionados con la vivienda, viendo el problema existente, observan el modelo alemán (aunque extendido también en otros países) de sociedades cooperativas de obreros, cuya unión permite construir casas con las condiciones mínimas a precios asequibles, con la financiación de la empresa, y que al final serán de su propiedad. Esta solución es difícil que llegue a España y por tanto, mientras llega o no, se propone que los capitalistas españoles inviertan en la construcción de casas sencillas, con lo mínimo para vivir dignamente que se adecue a los obreros para así facilitarles una vivienda de alquiler que a su vez redunda en un doble beneficio: se soluciona el problema de la vivienda y con ella parte del descontento de los trabajadores, y se obtienen beneficios de una inversión que rentabiliza un capital, que por norma general se suele encontrar amortizado. Obviamente todas estas casas están construidas con materiales de inferior calidad y diseñadas con principios funcionales, nada de lujos, lo mínimo para vivir, pero eso era mejor,

68

Ibidem, p. 393

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en muchos casos, que lo existente. CASAS PARA OBREROS. El Crecido precio que los alquileres de habitaciones alcanza en muchas poblaciones de España, efecto de la subida de los materiales, y el tristísimo espectáculo que ofrecen casi todas nuestras capitales de provincia, y las fincas, al observar de cerca las viviendas en que se cobijan familias dilatadísimas á veces, nos obligan hoy á ocuparnos de un asunto de interés vital para las naciones, y de profundo estudio para el ente moral gobierno, estudio que no han desdeñado imperios como el austriaco y el francés, naciones como Alemania, gobiernos como el inglés. Todavía se agitan y viven familias numerosas en Madrid, Barcelona y otras capitales, en mechinales oscuros, infectos, faltos de luz y de aire, reducidos y miserables. (...)El trabajador que gime en tan reducida cloaca, vive mecánicamente, como vive su mujer, como sus hijos viven; y para librarse de las dolorosas sensaciones y las ideas tristes que le produce y sugiere el cuarto que habita, recurre muchas veces á la embriaguez, y poco á poco se degrada y embrutece, hasta perder la idea de lo justo y de lo injusto, lo bueno y lo malo, convirtiéndose en máquina de quien con mas astucia que caridad le maneja, no siempre en buen sentido, y pocas veces en provecho del mismo obrero. (...)Si el rico quiere ser más rico, es necesario que el pobre sea ménos pobre. (...)Las sociedades cooperativas en Alemania han realizado prodigios á este propósito, sociedades de obreros que serian muy del caso en nuestra Península, y que se propagan y producen admirables resultados en Bélgica, Inglaterra y alguna otra nacion del continente. Estas sociedades, como veremos, han impulsado admirablemente las construcciones de fincas para familias de modesta fortuna; de casas para obreros solteros ó casados. Gracias á las mismas, la mano de obra en las construcciones es baratísima, y el alquiler mensual á que obtienen los indivíduos casas que han de ser de su propiedad, fabulosamente económico. (...)Mediten esto nuestros capitalistas y nuestros banqueros, y en vez de tener el dinero expuesto á las eventualidades de una jugada de Bolsa, al azar de una cotizacion, á la ruina de una quiebra, interin las sociedades cooperativas se establecen en España, dedíquense á construir casas para trabajadores, casas modestas, capaces para una familia, calientes en el invierno, ventiladas siempre, frescas en el verano, de bajo alquiler y accesibles á la modesta fortuna del jornal, al capital escaso del salario, que 69 en ello nada perderán sus capitales .

Para entender esta preocupación por la salud y bienestar en los hogares no podemos olvidar la existencia durante el siglo XIX del movimiento conocido como higienismo, cuya importancia va aumentando a la vez que va evolucionando, así “la segunda etapa del higienismo es tal vez la más importante. Los puntos álgidos son: formarse como movimiento 69

Los Sucesos nº 507 30 – 05 – 1868, el artículo completo (y su continuación) puede verse en el Anexo, Texto

8.

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e introducirse en el Estado, aunque bajo el paraguas de las mismas creencias epidemiológicas de las miasmas. Algo muy original de esta etapa es que los higienistas intervienen en la vida privada de la gente. Hasta 1850 la salud pública se entendía como ‘conservación de la salud’, es decir, parar los brotes epidémicos: morir o no morir de cólera. Desde 1850 el concepto se amplía a una vivienda salubre, recreación, trabajo, asistencia pública, medidas de higiene sanitaria o infraestructura pública como redes de agua potable70”. Múltiples son las reacciones ante la situación de las clases desheredadas, muchas iniciativas distintas que no se extenderán ni se aplicarán según las necesidades del momento. Así tenemos una legislación que comienza a intentar solucionar el problema de la vivienda a través de leyes como la Real Orden de 9 de septiembre de 1853 que instaba a los gobernadores civiles de Madrid y Barcelona a construir casas para pobres o como el Proyecto de Ley de 1878 para construir barriadas para obreros, aprobada por el Senado y rechazada por el Congreso de los diputados. En definitiva, la acción estatal existió pero casi de manera testimonial y con pocos resultados, limitándose a conceder exenciones fiscales en casos contados o auspiciando económicamente algunos proyectos filantrópicos de barrios para obreros casi siempre en la capital del reino71. Ante un problema de tal calibre como el de la vivienda, numerosas fueron las ideas y las formas de afrontarlo, así se llevaron a cabo prácticas como reaprovechamiento y compartimentación de edificios y antiguas fábricas, la sobreocupación del espacio residencial (conviviendo varias generaciones cuando no había más remedio), el barranquismo, la autoconstrucción, etc. En “las periferias urbanas tampoco quedaron al margen de la vivienda obrera de promoción privada. Desde la segunda mitad del siglo XIX la marcha de las industrias

del centro de la ciudad hacia emplazamientos más alejados dio lugar a la

constitución de los cinturones suburbanos industriales y obreros. En ellos mediante parcelaciones privadas que generalmente no respondían a ninguna planificación general se edificaron viviendas obreras de escasa altura de promoción privada en régimen de alquiler; en algunos casos fueron las llamadas en Valladolid casas molineras; en otros las casas de puerta y ventana; en otros, como en muchos núcleos industriales de Cataluña, se trata de una tipología de vivienda de reducidas dimensiones – en torno a 50 m2 – en edificios de dos y

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MAGNANI, Esteban y MARTÍNEZ FRAGA, Javier. Higienismo, urbanismo y política, El Buenos Aires del siglo XIX, http://catedras.fsoc.uba.ar/moledo/articulos/baires.htm [consultado 8 julio 2005] 71 TATJER, Mercedes. , VII Coloquio Internacional de Geocrítica: LOS AGENTES URBANOS Y LAS POLÍTICAS SOBRE LA CIUDAD, Santiago de Chile, 24-27 de mayo 2005, http://www.ub.es/geocrit/7coltatjer.htm [consultado 8 julio 2005]

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tres plantas que contaban con servicios mínimos72.” Como vemos, multitud de propuestas y otras más no comentadas cuya preocupación principal era mantener el orden social, “y el medio de mantenerlo, la participación del obrero en el sistema de propiedad, haciéndolo dueño de su vivienda como premio al ahorro, la fidelidad a la familia y al trabajo, y un comportamiento conforme con la moral cristiana73.”

4.1.3. Beneficencia: de la conciencia al pragmatismo. Afirman Bahamonde y Toro: “Durante el Antiguo Régimen, la beneficencia, en todas sus manifestaciones, había sido detentada por el clero, la nobleza y la Corona, que la aplican indiscriminadamente, llegando a distorsionar el mercado de mano de obra. Representantes autorizados del Despotismo ilustrado, por ejemplo Campomanes, levantan su voz contra este empleo abusivo, exigiendo una mayor racionalización en su aplicación. En el siglo XIX, la beneficencia, la caridad y la limosna se aburguesan. En efecto, la burguesía, expropiando al clero a través de su proceso revolucionario, se vio ante una doble opción: o cerrar la espita de la beneficencia o nacionalizarla –colocándola en manos de la Diputación o del municipio- y racionalizar su empleo. La nueva clase dominante escogió la segunda vía74.” Como vemos, la burguesía se va a ocupar de la beneficencia y la tomará como uno de los elementos más destacados y propios de esta clase social, pues ven esta labor como algo necesario y beneficioso para si y para los otros, así la consideración social aumenta proporcionalmente a lo generoso que se sea en el momento de dar limosna o ayudar a alguna institución benéfica. Los artículos sobre la beneficencia, la miseria, en general sobre la cuestión social, son abundantes y en ellos se argumentan las causas y las posibles actuaciones caritativas para su solución. Así se incentivan las prácticas caritativas mediante tristes relatos sobre familias desamparadas, niños obligados a trabajos inmundos sin nada que comer, etc. que tratan de conmover al lector y hacer aflorar la actitud cristiana de ayuda al prójimo. La función de la beneficencia es reproducir y asegurar el mercado de mano de obra, pero no solo eso, sino evitar el aumento del número de delincuentes que atenten contra la propiedad o la integridad física, pues a mayor hambre y desesperación más medidas desesperadas como el delito, asunto que será mejor tratado en el apartado de Sucesos. Los 72

Ibidem BOUZA, J. Procurar a las clases jornaleras higiénicas y agradables habitaciones. La Sociedad Económica de Amigos del País y la vivienda obrera, Geocrítica/Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, 2003, VII, nº 146(011) http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-146(011).htm [consultado 8 julio 2005] 74 BAHAMONDE MAGRO, A. y TORO MERIDA, J. op. cit, pp. 46-47. 73

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delincuentes del mañana son los niños del ahora, por lo que si se cuidan sus condiciones y su educación, se puede evitar el aumento de la criminalidad. Es por ello que la beneficencia se va a centrar sobre todo en los niños, ya sean huérfanos o con sus familias, lo que no quiere decir que se olvide al resto de la población, sino que se hace más hincapié en la infancia para hacerlos útiles a la sociedad y por ende a sus intereses, en un plan a medio y largo plazo. Esta beneficencia burguesa y en parte estatal es una práctica social que no puede compararse al Estado del bienestar actual, pero está en sus orígenes pues la motivación es la misma, tratar de equilibrar los desequilibrios que produce el sistema capitalista para mantener el sistema y el orden, no es por altruismo sino por propio interés la experimentación de este tipo de prácticas: “El único elemento en común de todas las experiencias (...) es que comenzaron a ponerse en práctica bien en períodos de profunda crisis económica y social, bien por Estados previsores de uno u otro sigo político que consideraban rentables, dado su coste, estas iniciativas desde el punto de vista de la propia lógica privada del sistema75”. La caridad y la limosna se consideran como un deber del buen burgués y es por ello que no se vea con malos ojos la mendicidad76, pero obviamente hay niveles. Que se pida para mantener a la familia en momentos de extrema necesidad en los que no hay trabajo que permita ganar dinero para alimentarla, se ve como algo digno de elogio, pues ante estas circunstancias lo correcto es socorrerles. Otra cosa es el discurso sobre los falsos mendigos77, gente ociosa que no tiene ganas de trabajar y que pretende ganarse el jornal a costa de los buenos sentimientos de la gente, quitándole así parte del sustento a otras familias que realmente lo necesitan. Estos timadores, en la terminología de la época, son muy mal vistos y se previene contra ellos, pues no es fácil distinguir entre un mendigo auténtico y otro falso. Además, no es que el mendigo falso esté en mejores condiciones que el auténtico pero lo que se critica es su ociosidad, el no intentar trabajar y salir de esta situación por sus propios medios; así, la caridad debe ir destinada a gentes que buscan abandonar la miseria mediante el trabajo, pero que por circunstancias sociales no pueden hacerlo. Otro aspecto a destacar es que la caridad se debe ejercer voluntariamente y no por la fuerza. La persona que insiste demasiado a la hora de pedir limosna, que no deja a la gente “respetable” tranquila con sus exigencias, obviamente, no está bien vista ya que la caridad es una actividad voluntaria donde debe ser el alma caritativa la que decida a quién ayudar sin que se le fuerce a ello. No olvidemos que ante un panorama de miseria tan extendida, no se 75

SEGURA, Julio., CABRILLO, Francisco. Y TORTELLA, Gabriel. La reforma del estado asistencial, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1987, pp. 17-18 76 Una ilustración que muestra mendigos de caminos puede verse en el Anexo, Ilustración 4. 77 Para ver la opinión y reflexiones que provocan los falsos mendigos ver el Anexo, Texto 9.

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puede ayudar a todo el mundo, por lo que una vez dada la correspondiente limosna a las personas o instituciones convenientes, resultaba molesto seguir recibiendo insistentemente peticiones de dinero, a las cuales, por su elevado número, no se podía hacer frente sin sufrir perjuicio la propia economía del burgués. Caso distinto es que la insistencia sea desmedida y las actitudes den a entender que no estamos ante una petición de socorro sino más bien ante un delito, pues hay casos de cuando no se atiende a determinado tipo de peticiones que tienen se produce un increpamiento físico o verbal por parte del mendigo, lo cual entra ya en el ámbito del desorden social78. Además de la beneficencia particular, la que se ejerce de forma individual según sus posibilidades o sentimientos, existe otra estatal basada en instituciones como comedores, salas de expósitos, comedores populares, y asociaciones de todo tipo, “generalmente dirigidas por la nobleza y supervisadas por el clero, mantienen asilos y colegios o reparten periódicamente raciones de comida y vestidos en los barrios populares. Además, el burgués a la hora de la muerte reserva parte de su herencia para obras benéficas, que la prensa de la época machaconamente se encarga de airear79”. Así encontramos en Los Sucesos numerosas noticias, generalmente de carácter breve, que informan cumplidamente de las labores de beneficencia que se llevan a cabo, ya sea de orden particular (cuando la acción o la importancia social, política, etc. del protagonista lo requiera) ya de orden colectivo, tal y como se explicita en el fragmento que sigue: Siguiendo la benéfica costumbre establecida, la congregacion de seglares naturales de Madrid, con el fin de solemnizar el dia de su patrono San Isidro Labrador, vestirá este año, como los anteriores, seis niños pobres que reunan las condiciones siguientes: ser hijos de Madrid, que sus padres lo sean tambien, que sean pobres, y que la pobreza no sea producida por vicios ó mala conducta; que la edad de los niños sea desde siete años cumplidos á trece no cumplidos; que no haya gozado otro hermano de este beneficio en los años anteriores. Las solicitudes se dirigirán á la calle de la Encomienda, núm. 3, 80 cuarto segundo, casa del secretario primero .

Aquí, el objeto laico se mezcla con el propósito sagrado de conmemorar la festividad del patrón, es decir la beneficencia en este caso está institucionalizada y regularizada como una tradición y se lleva a cabo en un ambiente de fiesta, lo que en parte puede hacer pensar que esta práctica caritativa puede ser una manera de sentirse mejor en un ambiente de alegría y alegrar a niños que normalmente no lo estarían. Como se ve, los niños son los protagonistas 78

Un artículo muy interesante sobre la sociedad y la beneficencia puede verse en el Anexo, Texto 10. BAHAMONDE MAGRO, A. y TORO MERIDA, J. op. cit,, p. 47 80 Los Sucesos 16 – 04 – 1868 79

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y el objetivo de la caridad, pero se ponen limitaciones de número y unas condiciones que deben ser cumplidas para que se lleve a cabo, no obstante, esto refuerza la impresión de que se pretende actuar sobre todo desde la infancia para solucionar los problemas y que no se magnifiquen cuando lleguen a adultos. Comprobamos como la idea de la pobreza verdadera, no fingida, es un asunto permanente en el ideario burgués, a la que temen y tratan de combatir con los medios disponibles a su alcance mediante la explicitación de los motivos de la exclusión. Otra manera frecuente de ejercer la beneficencia es recaudando y dando después ese dinero a una institución o asociación que la ejerciera: El casino del Príncipe ha remitido al señor gobernador de esta provincia la suma de 2,000 rs. para que los dedique á un establecimiento de beneficencia, lo cual ha efectuado aquella autoridad remitiéndolos á la 81 Inclusa .

Los casinos, lugares representativos del poder local y estandarte de la supremacía financiera y comercial que aprovecha el ocio para el negocio. Son un lugar de socialización burguesa donde se relacionan, negocian, discuten sobre política, etc. por lo cual el Estado intentará vigilarlos persiguiendo actividades políticas ilícitas y juegos prohibidos. Son abundantes en la España del momento aunque se concentraran en diez provincias: Gerona, Navarra, Barcelona, Zaragoza, Cádiz, Guipúzcoa, Sevilla, Jaén, Logroño y Baleares82, apareciendo frecuentemente como donantes de dinero a un abanico de asociaciones benéficas, al igual que se recaudan fondos a través de otros recursos, como por ejemplo las corridas de toros benéficas: Segun nuestras noticias, la última corrida de toros de beneficencia ha producido unos 50,000 rs. líquidos para los establecimientos que corren á 83 cargo de la junta de beneficencia. El producto bruto no bajó de 113,000 rs .

Como vemos, la beneficencia se ejerce de múltiples formas y desde variadas instancias, siendo abundantes las noticias como las incluidas, publicitando la caridad ejercida por la clase burguesa, al igual que se recogen noticias de actos benéficos futuros para que los lectores tomen buena nota y decidan participar en ellos para contribuir a la labor benéfica que se les supone y en la que tanto se insiste en gran parte de Los Sucesos. 81

Los Sucesos 05 – 06 – 1868 SÁNCHEZ SÁNCHEZ, Isidro y VILLENA ESPINOSA, Rafael (Coords). Sociabilidad fin de siglo. Espacios asociativos en torno a 1898, Cuenca, Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 1999, pp. 30-34 83 Los Sucesos 19 – 06 – 1868 82

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Una práctica extendida que puede englobarse dentro del ámbito de la beneficencia pero que a la vez es una tradición muy criticada por la burguesía, es el aguinaldo. La costumbre de pedir el aguinaldo durante el periodo navideño servía a los trabajadores como una manera de obtener unos pequeños ingresos que permitirían afrontar la difícil situación en fechas tan señaladas. Esta práctica no gustaba a la burguesía, así se desprende de artículos y comentarios aparecidos en Los Sucesos. No es que se criticara la práctica en sí, sino el hecho de que venían a pedir el aguinaldo multitud de trabajadores - no faltaba ninguno - a cada uno se le daba según la importancia del trabajo o profesión y al final podía significar un desembolso importante, pues la costumbre social hace que esté muy mal visto negar el aguinaldo, y esto puede ser aprovechado por algunos que vayan de casa en casa pidiéndolo aunque según los “señores de la casa” no estuviese justificado el darles éste. Lo que molesta es la exigencia, se entiende que el aguinaldo es una atribución del burgués y no un derecho del trabajador84. Un artículo que recoge de forma sintética muchas de las consideraciones que sobre la cuestión social hemos expuesto centrándose en la idea de la beneficencia y que por ello es de gran interés para el objetivo que aquí tenemos, es el siguiente: POR EL AMOR DE DIOS (...)El hambre amenaza destruir millones de hombres en el Norte, las inundaciones han saludado al Mediodia con sonrisas de estrago. (...)Liebig ha dado la fórmula de un pan de salvado para sustituir al de harina, de que acrecen miles de familias en Rusia y Prusia, en Inglaterra y Francia. El emperador de los franceses ha dado una cantidad para que los infelices que tengan empeñadas ropas de abrigo, en el Monte de Piedad de París, las desempeñen. En España el conde de Torres Cabrera en Córdoba, doña Josefa Vasco en Granada, y el duque de Medinaceli en Jaen, costean de su bolsillo una comida diaria á muchos desgraciados, que sin este socorro hubieran perecido á estas horas. La caridad, ingeniosa y sublime, improvisa medios para dar pan á los que de él carecen; pero, son tantas las cuitas que nos rodean, y tal el número de necesidades, que hay momentos, por fortuna pocos, en los que el corazon cae de la generosidad en el desaliento, de la fraternidad en el misantropismo, de la caridad en la duda, á la manera del obrero que trabajando tenaz é incesantemente un dia y otro, arroja de la mano, en un minuto de hastío, la herramienta que no le dá lo suficiente para vivir, y cruzándose de brazos, si no llama á la muerte, la espera, con el indiferentismo del que, guiado por la inercia del sentimiento, encuentra cerrados á los ojos del alma esos vívidos horizontes que se llaman fé en el porvenir y esperanza en el presente. Contribuye á este desaliento, que en esta época, tambien los pobres de profesion, los mendigos, los que comercian con la caridad pública, los que piden una limosna que no necesitan, roban á los verdaderos pobres lo 84

Sobre el aguinaldo y su crítica ver el Anexo, Texto 11.

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que por amor se les debe, lo que la caridad les reserva, porque en estos momentos tambien la desfachatez y la desvergüenza se arropan con los girones de la miseria, y asedian y acosan al transeunte, que muchas veces cede al fingido lloriqueo del que pide, por quitársele de encima, ó le dice una desvergüenza, no pudiendo sufrir tanto cinismo y tanta mentira. (...)Todo el que es rico, y muchos de los que sin ser ricos no pueden llamarse pobres, hacen su presupuesto de gastos mensual, en el que siempre hay algo, sino mucho de supérfluo cuando ménos el teatro, el tabaco y el café: nada digamos del tocador y sus exigencias, de la moda y sus caprichos, del carruaje y otras ostentaciones, sin cuya tiranía y despilfarros pueden vivir el hombre y su mitad, perfecta y holgadamente. (...)Suprimiendo parte de esos gastos que no necesitais de rigor para manteneros, vestiros, presentaros limpios á las gentes, y mantener vuestra familia. Hecho esto, tendreis un fondo de reserva que formará la contribucion de pobres, individual y privada, á la que muchos infelices deberán comer un pedazo de pan85. M. PRIETO Y PRIETO

4.2. Condiciones de vida, adulteraciones, higiene y salud pública. Ya hemos comentado las modificaciones que sufría la composición del pan en manos de defraudadores que daban uno de inferior calidad por el precio de superior categoría. Este problema, contra el que venían siendo insuficientes todas las medidas tomadas por la autoridad, no solo lo era por el fraude de vender un producto de un tipo como si fuera de otro, sino por las implicaciones en la salud que se derivan del consumo de panes inferiores en calidad y adulterados de diferente forma. El pan, base de la alimentación de la clase popular, se prestaba a este tipo de fraude y delitos, como cualquier producto elaborado, en un momento de miseria generalizada muchos eran los que trataban de sacar beneficio de donde fuera y una buena manera de conseguirlo era vendiendo productos adulterados a precios de productos de calidad. El principal problema no era el delito económico y el fraude, que también, sino las posibles consecuencias que para la salud pública se derivan de la introducción de determinadas sustancias en los productos que se vendían. Por ello no es de extrañar que se hable de casos de intoxicación de varias personas por el consumo de productos que en un principio no cabía esperar tuviesen esos efectos por la supuesta calidad de los mismos. Este problema de las adulteraciones preocupa a la burguesía porque también ellos se ven afectados, pidiendo así un mayor control de las autoridades y debatiendo posibles medidas que eviten en un futuro tales desmanes. Las soluciones que se proponen son, además de un mayor control de los productos gracias al avance de la ciencia que permite analizarlos y 85

Los Sucesos nº 408 31 – 01 – 1868, el artículo completo puede verse en el Anexo, texto 12.

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determinar si están en buenas condiciones o han sido adulterados, la creación de etiquetas de control obligatorias para los fabricantes donde se indique exactamente la composición de cada producto, lo cual serviría para garantizar la confianza del consumidor, redundando en un beneficio para los buenos fabricantes que tienen productos de calidad, pues así se distinguirían unos de otros y gozarían de mayor prestigio. Las falsificaciones -como eran llamadas las adulteraciones- se extendían prácticamente a todo el espectro imaginable de productos de consumo como por ejemplo la harina, esencia de almendras y un largo etcétera que sería prolijo enumerar; a la extensión de estas prácticas responden las siguientes informaciones: ESENCIA DE MENTA. La escasez de este producto en el extranjero, dice Stanislao Martin, dá orígen á sus continuas falsificaciones, siendo la más frecuente con la esencia de copaiba rectificada. El fraude es fácil de descubrir. Si se calienta en un tubo una mezcla de esencia de copaiba y de ácido nítrico, la esencia se resinifica adquiriendo una consistencia butirosa. La esencia de menta pura calentada con el mismo ácido, adquiere un color pardo castaña, sin que se destruya su fluidez: a cabo de algun tiempo se forma una cantidad de cafógeno que se deposita lentamente. Dada una mezcla de las dos esencias, se trata con el ácido nítrico y se calienta, agitándola hasta la ebullicion: por el enfriamiento se verá si ha perdido su fluidez, que será mayor ó menor segun la cantidad de copaiba. El autor recomienda no rectificar la esencia de menta sino despues de un reposo de seis meses, porque adquiere un sabor empireumático que 86 desaparece bien con la destilacion .

Productos más exóticos o raros en el mercado se prestaban con facilidad a la adulteración al ser casi imposible la comparación con el original. En este aspecto, la prensa actúa como un servicio público informando de las continuas falsificaciones que se descubren para que los consumidores actúen en consecuencia, estén prevenidos y no caigan en la trampa. Además, siguiendo esta línea de función informativa, cuando se descubre una adulteración de un producto, el periódico suele exponer todos los datos de que dispone para averiguar si el producto ante el que nos encontramos es auténtico o no, aunque la mayoría de los casos el procedimiento es cuasi-experimental, si bien también encontramos procedimientos científicos más sencillos: INSTRUMENTO PARA AVERIGUAR LA FALSIFICACION DEL CAFÉ. Un industrial ha hallado un medio muy sencillo, y de hecho ingenioso, para separar por completo las achicorias con que se mezcla habitualmente el café. Esta separacion se verifica con mucha facilidad por medio del agua. 86

Los Sucesos 16 – 06 – 1868

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En efecto, mezclando el café sospechoso con el agua, se eleva al poco tiempo el café á la parte superior del líquido, porque es más ligero, y las achicorias y demás sustancias pesadas caen al fondo. El profesor Draper ha completado este descubrimiento, por un método de dosificacion de las diferentes mezclas del café. Para hacer el ensayo, se toma un tubito de vidrio cerrado por un extremo, se practican en él diez señales; se llena de agua hasta la última division y se echa en ella el café que trate de analizar; agitando este líquido y dejándolo despues reposar para que se separe el café y se eleve á la superficie. Con ayuda de estas indicaciones trazadas sobre el vidrio, se vé la cantidad que ocupa en volúmen, así como las materia pesadas que se hallan en el fondo del tubo. El profesor Draper cree que su método está, por su sencillez, al alcance de los consumidores de café, pudiendo de este 87 modo evitar los fraudes de esta sustancia .

Problema y solución, esta es una característica de los artículos periodísticos que encontramos en Los Sucesos, cuando se habla de un tema o cuestión de actualidad lo más frecuente es hacer alguna mención al pasado, un análisis de la situación actual y la opinión o posibles remedios siguiendo la línea de pensamiento burguesa. Así, si es posible, cuando se da una noticia de falsificación de un producto alimenticio se trata de dar un método para hacer frente a la compra del mismo con un mínimo de garantías de que se está delante de un producto de completa calidad. Labor divulgativa sobre males y problemas que aquejan a la sociedad ejerciendo una función de control socia, pues si es cierto que se indican los aspectos negativos presentes en la sociedad, también aparecen las formas de solucionarlo, lo importante es transmitir la idea de que a pesar de las dificultades, el estado burgués tiene medios adecuados para ejercer un control tranquilizador. Así, las advertencias se extienden a otros productos

y ámbitos, destacando por ejemplo las falsificaciones del tabaco,

información con la cual se pretende proteger la industria nacional frente a productos extranjeros: A LOS FUMADORES. Un periódico del imperio vecino acaba de publicar las siguientes líneas, que nos han parecido dignas de insertarse en nuestro periódico, por lo útil que puede ser su lectura á los fumadores, que constituyen la mayor parte de la sociedad masculina:

El chocolate: la falsificación por excelencia. Hemos querido hacer un apartado especial sobre la falsificación del chocolate. No es que fuera el producto que más adulteraciones sufriese pero la repercusión de éstas, recogidas por el ambiente general que se respira en el periódico Los Sucesos, nos hace pensar que estamos ante un producto de gran consumo y cuyas falsificaciones tienen mucho más a la burguesía que otras. Pero como en otros casos, el principal problema no es fraude, sino la posibilidad de sufrir algún malestar o enfermedad derivado de la ingesta de productos dañinos incorporados al chocolate, casos que se han dado y por lo cual se recomienda extremar la precaución a la hora de la adquisición. Así se recomienda que se consuman chocolates de calidad 89 mediante la compra a fabricantes o vendedores de toda confianza, pues de caso contrario solo un análisis de laboratorio podría demostrar la pureza del chocolate, posibilidad engorrosa y a la cual no es fácil recurrir. Tal es el debate y el interés que adquiere que llega a recibirse una carta en el periódico de un fabricante de chocolate de Astorga90 en la cual se vislumbra la preocupación por las falsificaciones pero también por el desconocimiento de la industria del chocolate y los diferentes productos y calidades que se encuentran en el mercado. Este fabricante reconoce la existencia de numerosas falsificaciones y de muchos “profesionales” que no conocen bien el 88

Los Sucesos nº 504 27 – 05 – 1868 El precio del chocolate es otro debate de gran interés en el momento pues se considera que aunque el chocolate sea de una excelente calidad y no esté falsificado, el precio al que se vende es demasiado elevado, haciéndose análisis de los productos que se emplean en su fabricación para demostrar que podría venderse a un precio más adecuado y que si no se hace así es por el deseo desmedido de ganar dinero a costa de otros por parte de ciertos fabricantes de chocolate. 90 Ésta puede verse en el Anexo, Texto 13. 89

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negocio, lo que provoca que creen productos de poca calidad que desprestigia a todo el sector, y ante este negro panorama se reivindica como un gran profesional que mantiene productos de calidad indudable y que, lamentablemente, se ve afectado en su negocio por las noticias de falsificaciones y el mal hacer de otros. Podemos ver ahora uno de los artículos91 que sobre el chocolate se escribe en Los Sucesos:

FALSIFICACIONES DEL CHOCOLATE (...)El chocolate bien preparado es un poderoso analéptico; ha hecho grandes servicios á las personas débiles y que se resienten del estómago, y restaura las fuerzas perdidas á consecuencia de los escesos. Muchas personas afectadas de tísis pulmonar han visto desaparecer, con el uso del buen chocolate, los síntomas de esta terrible enfermedad. Hay personas que le digieren mal, en cuyo caso no les alcanza su eficacia; pero, por el contrario, los estómagos delicados que le digieren bien, encuentran un alivio grande é inmediato usándole con regularidad. La historia nos refiere que el cardenal Richelieu debió la conservacion de la salud al frecuente uso que hacia del chocolate. No sucede lo mismo con los chocolates adulterados, á cuya inmensa mayoría pertenecen una parte no despreciable de los que se consumen en la coronada villa. El buen chocolate no debe componerse mas que de cacao, de azúcar y de aromas, y aun los higienistas han dado una fórmula oficinal excelente, que señala las proporciones de estas sustancias, que deben constituir el verdadero chocolate de salud; pero á despecho de los químicos, que descubren fácilmente estos fraudes, y de las juntas de sanidad que velan por la salubridad, ciertos industriales ingieren en él sustancias estrañas, capaces por sí solas de destrurir el estómago mejor organizado. No se contentan con aprovechar los cacos averiados y de mala calidad, á los que desde luego no quitan sus cubiertas ó películas; no se satisfacen con emplear las harinas de trigo, de arroz, de lentejas, de arvejas y de maiz, y la destrina y el almidon, sino que reemplazan la manteca de cacao con el aceite de almendras dulces, y, lo que es peor y por desgracia mas frecuente, con el sebo de buey, de vaca y de carnero, añadiéndole, para darle color, ocre rojo, pabonazo, almazarron, y algunas veces hasta minio y bermellón, que son venenos violentos. (...)En cuanto se diluye en agua el chocolate que está falsificado de esta manera, da indicios ciertos, pues forma un líquido viscoso, semejante al engrudo poco consistente. Después se adquiere la seguridad completa de la presencia del almidon ó de la harina, tratando la disolución del chocolate con una solucion normal de iodo, compuesta de cinco decígramos de iodo disueltos en quince gramos de alcohol de 36 grados y de un litro de agua, que se filtrará al cabo de diez minutos, despues de haber agitado fuertemente el conjunto. (...)Los continuos progresos de la química han hecho desistir á la mayoría de los industriales de su idea de emplear sustancias conocidamente venenosas; pero como las personas entendidas tienen poca parte activa en el asunto, y las leyes son algun tanto flojas en lo concerniente á la salubridad pública, y por otra parte, es vasto el campo de las adulteraciones, creemos que, aun á pesar de las leyes y de los hombres de ciencia, no está de mas hacer recordar á los fabricantes mal 91

Otro ejemplo puede verse en el Anexo, Texto 14.

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intencionados este versículo del Exodo, que siempre deberian tener presente92: Non furium facies. F. Hernando

Este nivel de adulteración tan grande que se desprende de todos los artículos que tratan sobre el tema se debe según la opinión generalizada a la falta de medidas adecuadas por parte de la autoridad en cuestión de salud pública, que está descuidada y poco protegida, así no extraña que periódicos como Los Sucesos dediquen parte de sus esfuerzos en proteger la salud pública, aunque en principio solo sea para sus lectores, los cuales, según el nivel de los artículos debe contar con un nivel bastante elevado en algunos casos (químicos, farmacéuticos, etc.), no pudiendo considerar éstos como divulgativos, aunque si hay otros que lo son.

4.3. Educación: una preocupación fundamental. El Estado liberal y por ende la burguesía dan una gran importancia a la educación como herramienta fundamental para el progreso económico y la estabilidad social: la educación prepara trabajadores más cualificados y por tanto más eficaces, y a su vez permite establecer un sistema de valores que mantenga el sistema establecido mediante la enseñanza y adoctrinamiento en los valores liberales. Respecto a la educación, “...el liberalismo decimonónico defendió una política racionalizadora, en un intento de construir un sistema de enseñanza eficaz que formara ciudadanos capaces de contribuir al proyecto de desarrollo de la nación tanto por su capacitación profesional, como por la asimilación de los principios del nuevo orden vigente. Con este fin, el liberalismo emprendió una política de centralización y uniformización de la enseñanza que, según lo dispuesto por la Constitución de 1812, debía de ser pública, universal y gratuita. Los principios defendidos en 1812 serían luego concretados a través de una notable actividad legislativa –ley Someruelos (1838), plan Pidal (1845), ley Moyano (1857)-, que definió un modelo escolar en tres niveles: primario, secundario y universitario. (...)los mayores esfuerzos se dirigieron hacia la enseñanza primaria, con el objeto de crear una amplia red de centros públicos gratuitos, capaces de extender la instrucción a todas las capas de la población. A estos centros, que se complementaban con una considerable 92

Los Sucesos nº 290 11 – 09 – 1867, el artículo completo se puede ver en el Anexo, texto 15.

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oferta privada, acudían por separado los niños y niñas de entre seis y nueve años. Allí recibían esa doble formación que aseguraba tanto su contribución al progreso de la sociedad, como su aceptación del orden social establecido, en cuyos principios iban siendo adoctrinados. Como ha señalado Espigado Tocino para el caso de Cádiz, los niños aprendían a leer, escribir y contar, además de las reglas gramaticales básicas y un compendio de doctrina cristiana; las niñas dedicaban en cambio menos horas a la lectura y la escritura, completando su horario con nociones de doctrina cristiana y de las labores propias de su sexo, esto es, la costura, el bordado, etc93”. La educación entra dentro de la estrategia de control y orden social que nos propone Michel Foucault, así los centros educativos tratarían de inculcar disciplina a los niños de que otra manera estarían por las calles descontrolados. “El poder disciplinario, en efecto, es un poder que, en lugar de sacar y de retirar, tiene como función principal la de “enderezar conductas”; o sin duda, de hacer esto para retirar mejor y sacar más. No encadena las fuerzas para reducirlas; lo hace de manera que a la vez pueda multiplicarlas y usarlas94”. La educación y las medidas legislativas que la posibilitan aparecen mencionadas minuciosamente cuando el artículo o la noticia lo requiere, y así encontramos frecuentes informaciones como las siguientes:

(...)

(...)

Como vemos, la educación en todos sus sentidos es una preocupación general y de gran importancia para la buena marcha del país, pero hemos de diferenciar entre la educación de masas y la educación reservada a la burguesía, a los hijos de la clase que se ha hecho con el poder. En este sentido apreciamos una crítica al sistema tradicional de enseñanza existente en el momento, no se ven los beneficios de un sistema que premia únicamente la disciplina y el aprendizaje de memoria de una serie de datos. Se comienza a cuestionar un sistema educativo que no contempla todas las áreas que se desearían para la educación de los hijos, pues aunque se reconoce la necesidad y beneficios de adquirir los conocimientos teóricos y prácticos que se imparten, también se piensa que no basta con eso, así surge una corriente que defiende una educación más amplia y que tiene su base en el lema de la antigua Grecia “Mens sana in corpore sano”, es decir, se va a defender la inclusión de la educación física como una enseñanza fundamental para el desarrollo personal. El argumento esgrimido es el siguiente: los niños que únicamente se dedican a aprender de memoria, se esfuerzan en ello y mantienen una estricta disciplina rozando lo espartano, pero de mayores no tienen el desarrollo adecuado físicamente y parecen personas incompletas, así la educación física fortalece el cuerpo para que la mente pueda funcionar, pues tampoco la mente trabaja con toda la capacidad que podría si la persona tuviese un desarrollo físico adecuado. El límite entre la educación y la socialización, la formación reservada para las mujeres es estrictamente dependiente de la futura función que se espera de ellos por la sociedad. Una propuesta innovadora en este sentido y puesta en práctica por el autor de un artículo según sus propias palabras, consiste en educar a los hijos (tanto niños como niñas) conjuntamente pues nada malo se desprende de ello, por lo menos en los primeros momentos de la infancia, además, se educarían igualmente con la educación física, fortaleciendo su cuerpo para que esté preparado para recibir los conocimientos que son necesarios. Así, no le preocupa al autor de este artículo que los niños no sepan en su más tierna infancia determinados datos, sino que prefiere que se desarrollen físicamente, que estén saludables y fuertes para hacer frente a la vida y más tarde habrá tiempo y serán más maduros para comprender toda esa información que se les proporciona de manera equivocada según su opinión. Este planteamiento 97

Los Sucesos 03 – 03 – 1868

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innovador no quita que se enseñen cosas distintas según el sexo, circunstancia totalmente aceptada en la sociedad del momento, solo que se propone que estas diferencias no sean significativas por lo menos durante los primeros años de vida, en los cuales no habría problema de tratar a ambos sexos de igual manera; otra cosa bien distinta es ya cuando esté cercana la adolescencia y los cambios físicos propios de la misma hagan variar las circunstancias y determine educaciones y funciones distintas para cada uno98. FILOSOFÍA DE LA EDUCACION. Nosce te ipsum. Mens sana in corpore sano I. Ha pasado ya á la categoría de axioma el principio de que no puede haber en la tierra, tratándose de los racionales, verdadera dicha sin educacion. Si un dia se creyó que la ignorancia era el mejor freno que podia aplicarse para contener á los pueblos; si hubo escuelas pseudo-filosóficas que convinieron en la necesidad de que el hombre viviera esclavizado y embrutecido; si existieron organizaciones políticas donde para nada se tenia en cuenta el deber de dar á los asociados el nobilísimo alimento de la inteligencia, aquellas escuelas ya no tienen prestigio, estos gobiernos se han hundido para siempre en el hondo mar del olvido. Grandes y pequeños, sábios é iliteratos, naciones y pueblos, comprenden hoy que sólo existe un camino para llegar á esa tierra de promision, á ese estado de perfectibilidad relativa, á esos goces y satisfacciones legítimas que el alma presiente cuando, volviendose del lado de los futuro, es conmovida por la fiebre de los desconocido. El mundo, el género humano, por consecuencia de semejante creencia, que envuelto lleva un principio incontestable, se halla dividido en dos grandes fracciones. De una parte se hallan cuantos con mayores ó menores títulos se conceptúan civilizados, de la otra existen todos los que vegetan en el infecundo páramo de la ignorancia. Y si hay un deber estrecho, efectivo, é ineludible, en el hombre, en el padre de familia, en el municipio, en el gobierno, y en las naciones, es seguramente el de circunscribir cuanto sea posible el círculo de la barbarie, la que siempre acompaña más ó ménos evidentemente á la falta de aquellos conocimientos indispensables para que la criatura pueda, con justo título, aspirar á los derechos que constituyen la categoría donde se ostenta la racionalidad. (...)El crímen más grande que pueden cometer los gobiernos es no facilitar á los pueblos la adquisicion de lo que necesitan para ser felices. El delito más nefando de cuantos pueden manchar la paternidad, debiera ser el que comete cuando no procura educar á su prole con arreglo á los deberes que por su misma condicion ha contraido. En cuanto al indivíduo considerado en sí mismo-sin relacion con los poderes políticos ni con el hogar doméstico,-tambien tiene la estrecha obligacion de educarse á sí mismo. La existencia no debe ser para él sino un cotidiano aprendizaje; toda la ciencia de la vida está contenida en una frase que, no por antigua, ha perdido de su valor. Nosce te ipsum. Conócete, estúdiate á tí mismo. Averigua de dónde vienes, á dónde vás, lo que eres, la mision que han traido, los lazos que te unen á tus semejantes. Adquiere la nocion clara y completa de tus deberes como hombre y como ciudadano, es decir, en lo que tienes de individual y en lo que presentas de miembro de un gran todo: tus deberes te darán la medida de tus derechos, y te harán conocer lo que significa tu autonomia y lo que es la dignidad. Cada serie de conocimientos que te apropias es una nueva conquista que realizas en los dominios de la 98

Este interesante artículo con esta novedosa propuesta puede verse en el Anexo, Texto 16.

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verdad, que es la precursora y casi siempre la compañera del bien: cada error que abandonas equivale á un escollo de que te alejas, mientras luce á lo lejos el faro que iluminará el derrotero que has de seguir durante tu peregrinacion terrena. Porque el error destruido presupone que en su lugar se ha levantado un principio cierto,-y porque estos principios son á la manera de jalones,-que nos ván guiando por el camino del progreso hasta la realizacion posible de nuestros destinos. Educacion é instruccion no son sinónimos; esta se halla incluida en aquella. La instruccion sola no basta; hombres hay muy instruidos, pero muy depravados. La instruccion presupone sólo hechos acumulados, conocimientos que se han depositado en la memoria, sin trascender de un modo conveniente á la voluntad y sin influir de una manera humana en la práctica de la vida. El vicio suele á veces sacar partido de la instruccion; el crímen mismo la explota y sujeta á sus infernales designios. No sucede así con la educacion. La educacion es el laboreo de las facultades humanas, permítasenos la metáfora; es una cosa semejante á la que hace el buen agricultor en su heredad, cuando destierra y arranca todas las raices que podian producir yerbas perniciosas, cuando remueve el suelo en todas direcciones y lo pone en disposicion de ser abonado, de recibir las semillas que él arrojará en los surcos abiertos por su mano; de dar los frutos más ópimos. La instruccion es el abono, es la semilla; sin educacion, el primero será inútil, la segunda no prosperará ó lo hará mal.. (...)No vamos á hacer una pintura de lo que pasa en el enmarañado campo de la instruccion oficial; el cuadro que esta ofrece se halla patente á nuestros ojos, y las consecuencias de la defectuosa direccion que se sigue se tocan todos los dias, Los jóvenes salen de las aulas sin el convencimiento claro, íntimo y conveniente de la mision que ván á desempeñar, sin la inteligencia de los deberes, que por su condicion de hombres tienen contraidos para consigo mismos y para con sus semejantes. Pero esto no debe estrañarnos. ¿Cómo ha de atenderse á un linaje de ideas de órden tan superior, cuando no se les dice palabra acerca de otra materia ménos complicada, pero sin cuyo conocimiento es así imposible dar á la personalidad toda la expansion que necesita para que realice los altos fines que presuponen las leyes que la rigen? Cuando al niño, como al adulto, se le tiene en la más perfecta ignorancia respecto á su físico, ¿cómo ha de estrañarnos que se olvide la parte moral, resultante de la compenetracion de las dos esferas fundamentales del individuo, esto es, la física y la intelectual? Salimos de las aulas sin saber lo que es nuestro cuerpo, sin alcanzar lo que son nuestros miembros, sin la nocion más rudimentaria de las leyes fisiológicas que se realizan en nuestro indivíduo. Ni conocemos el valor de los sentidos, ni las funciones de la economía, ni sabemos lo que es nuestro corazon, ni lo que es el cerebro. Cual si no nos interesára, dejasenos en la noche más tenebrosa tocante á verdades que tan claros resplandores habian de esparcir en el camino de nuestros estudios, y ha venido creyéndose, con manifiesto error, que sólo al que se dedicaba á la ciencia de curar las dolencias, podia interesar la adquisicion de las nociones de la anatomía y de la fisiología. Equivocacion profunda es esta, que pagamos bien caro. ¡Cuántos errores, cuántas aberraciones, faltas, delitos y crímenes no tienen su orígen en ese defectuoso sistema de enseñanza! No vacilamos en decirlo. Para prosperar en cualquiera ramo del saber, es indispensable el conocimiento del cuerpo humano; más todavía, no puede haber verdadera felicidad, sin ese conocimiento, y las consecuencias que de él se deducen99. F. M. TUBINO. 99

Los Sucesos nº 463 06 – 04 – 1868, el artículo completo puede verse en el Anexo, Texto 17.

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Pilar fundamental en la educación es la figura del maestro, generalmente apreciado pero mal pagado y con condiciones de trabajo insuficientes. A la vez que se pretendía aumentar el número de escuelas durante el reinado de Isabel II, se hacía imprescindible el incremento del profesorado, que en ocasiones y dada la precariedad de las relaciones laborales, no poseía la preparación adecuada para lo que se le exigía, aunque siempre se suele destacar el ánimo por aprender, mejorar y llevar a cabo su labor de la mejor manera posible. Obviamente no todos los profesores son iguales, y la burguesía disponía de profesores particulares o colegios privados que ofrecen una mayor calidad o unos conocimientos distintos a los generales que servirían para su formación personal y profesional. En otro nivel muy distinto están la mayoría de profesores que como ya se ha comentado, cuentan con unos recursos muy limitados y en muchas ocasiones se ven privados de su sueldo, que por lo normal no era muy elevado:

(...)

Una visión muy romántica y adecuada sobre el maestro de escuela del momento lo vemos en otro artículo que incluimos a continuación para finalizar este apartado dedicado a la educación: EL MAESTRO DE ESCUELA Marcha otro desterrado del mundo, funcionario civil algunas veces, pobre siempre, con la tristeza por compañera, el libro en vez de báculo, el estudio por amigo, por consejero el amor. Los niños le bendicen, los jóvenes se descubren al verle, los ancianos le sonrien y saludan con respeto. ¿Quién es ese hombre? El maestro de escuela. Es decir, el modelador de inteligencias, el hombre paciencia, el sembrador de verdades, que un dia y otro, una hora y otra hora, en guerra abierta con la ignorancia, persigue el error, combate la preocupacion, lucha con la miseria del alma, que es la estupidez, mata el fermento del crímen, que es el vicio, sin más escudo que el alfabeto, ni otros auxiliares que la pluma y el libro, armas terribles, que se encierran y guardan en una modesta casa fuerte, la escuela. Su ocupacion de hoy es su ocupacion de ayer la de mañana, la del último dia de su vida si enseña: los niños. 100 101

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Los Sucesos 24 – 03 – 1868 Los Sucesos 22 – 05 – 1868

Nada de altas concepciones filosóficas, nada de teorías atrevidas, nada de sentenciosos é incomprensibles tratados, concepciones que en la tribuna seducen, teorías que en el periodismo dán celebridad, tratados que abren las puertas de las academias y sociedades científicas, trabajos todos que pueden producir honra ó dar provecho, escalones del peldaño que termina casi siempre en la vida del favor, en la que, por lo comun, el capricho brinda con grandes posiciones oficiales, desde las que se descomponen las necesidades de la vida por un prisma rosa y oro. Obrero contínuo é incesante, vierte sobre los infantiles cerebros el riego de una enseñanza sólida é ilustrada, y cuando la flor empieza á brotar, trasplantada del pobre semillero al matizado y vário jardin, en donde es admirada por lo que encierra de aromas, colores y gallardía, sin que nadie se acuerde del primer agricultor que arrancó de la rebelde y estéril raiz los tallos en que luego apoyan ufanos los ramos que crecen feraces y se multiplican bellísimos. Periodistas y amigos, deudos y relaciones, todo el mundo, al hablar del artista eminente ó el sábio precoz, tienen, en perenne repuesto, palabras de alabanza para la universidad en que estudió, el taller en que se dió á conocer, la facultad ó escuela en donde dejó buenos recuerdos. Nadie, absolutamente nadie, se acuerda del maestro de escuela. Y pasan los años; y el maestro de escuela envejece; los niños se hacen hombres; de vez en cuando los recuerdos de la infancia dibujan en el cerebro del hombre maduro la figura del maestro de escuela con la intensidad y rapidez del relámpago... y nada más. Y vive pobre, rodeado de privaciones, acechado por la envidia, calumniado por la ignorancia, abatido por la miseria. De vez en cuando, un chusco se acuerda de él para hacerle protagonista de un sainete ridículo, y el público que llena el teatro y ha aplaudido el drama, que ha escrito el poeta gracias á la enseñanza del maestro de escuela, se rie luego de El Preceptor y su mujer, de El Dómine ó de Los dos preceptores, y se acuerda del refran con más hambre con más hambre que un maestro de escuela, más pedante que un dómine, porque, ya se vé, como el maestro de escuela no puede ser senador, ni diputado, ni consejero de instruccion pública, ni ministro, ni hasta hace pocos años elector, vive como la ostra, adherido á la escuela, sin más caudal que su amor á los niños, sin más dote que mucha paciencia, sin más esperanza que su fé en el porvenir. No importa. Levántese erguido el maestro de escuela y combata á la ignorancia y el crímen, con la nocion de su grandeza, con el presentimiento de su futuro poder. Magistrado primero de los pueblos, apóstol de las generaciones que vienen, estudie el maestro, estudie mucho, trabaje y crea, trabaje y espere; que contra la sátira y el desamparo, y la maledicencia y la calumnia, la ciencia que ilustra, el trabajo que ennoblece, la constancia que alienta y el entusiasmo que electriza, brindan porvenir, descanso y consideracion al profesor de instruccion. Ciudades civilizadas, instituciones filantrópicas, gobiernos liberales, ¿quereis borrar de los códigos la pena de muerte? ¿quereis suprimir del presupuesto de Gracia y Justicia la partida que el funcionario público verdugo, percibe por destruir lo que el hombre no es capaz de hacer? Multiplicad las escuelas. 102 Considerad, respetad, dotad decentemente al maestro de escuela . M. PRIETO Y PRIETO

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Los Sucesos nº 410 02 – 02 – 1868

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4.4. La mujer en la sociedad isabelina. Ya en estos momentos existe la dicotomía de un espacio público copado por los hombres y un espacio privado reservado para las mujeres. Desde la Revolución francesa se va produciendo esta separación de ámbitos entre hombres y mujeres, se trata de diferenciarlos cada vez más para encuadrarlos en un ámbito determinado que le correspondería “naturalmente”: “durante el Antiguo Régimen las mujeres eran consideradas como seres inferiores a os hombres (...) El pensamiento de la Ilustración introduce un cambio en esta consideración. Ciertos avances en el campo de la biología – que no se completaran hasta fines del siglo XIX –, ponen de manifiesto que la anatomía femenina no es una versión degradada de la masculina como se pensaba hasta entonces, sino otra distinta, perfectamente adecuada para unas funciones específicas. Se insiste en la adecuación del cuerpo a su función natural y se ve en ella la clave de la diferencia. Esta nueva interpretación fisiológica que difunde el pensamiento de la Ilustración, apoya el desarrollo de una corriente de pensamiento que hará de estas diferencias anatómicas la clave para justificar el conjunto de restricciones que pesan sobre las mujeres. La división de papeles en la sociedad se basa en ‘sus caracteres naturales103’”. Así, el hombre sería el protagonista de la vida pública, es decir, la política, la economía, el poder en general, y a la mujer se le reservaría el ámbito doméstico como propio, donde sería la principal protagonista, cosa que realmente tampoco era así, pues estaba subordinada a la voluntad y deseos del hombre, que si no era alguien importante en la vida pública, encontraba en el hogar el reducto donde era el más importante y principal protagonista. El mundo de la prensa pertenece al ámbito público pues en ella se recogen los asuntos políticos, económicos, científicos, sectores vedados a las mujeres y donde, por tanto, no cabe esperar encontrarlas (al margen de periódicos o revistas de modas destinadas a sus congéneres). Pero esta ausencia no es total, sobre todo con la aparición de los periódicos noticieros donde coexisten los ámbitos privado y público. Además, una de las peculiaridades de Los Sucesos, es que a pesar de estar destinado principalmente al hombre de la familia, también incluye informaciones y secciones especialmente concebidos para las mujeres, amplificando el ámbito de intereses en función de una audiencia lectora más heterogénea. Si ya cuesta encontrar informaciones sobre la mujer en la prensa, más difícil es encontrar mujeres trabajando en la prensa. En Los Sucesos aparecen varios artículos cuya 103

GÓMEZ – FERRER, Guadalupe. “Las limitaciones del liberalismo en España: el ángel del hogar” en FERNÁNDEZ ALBALADEJO, Pablo. Y ORTEGA LÓPEZ, Margarita (eds.), Antiguo Régimen y liberalismo. Homenaje a Miguel Artola, Madrid, Alianza, 1995, pp. 518

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temática principal trata sobre la mujer en una vertiente educadora para éstas y aparecen firmados por una mujer, cosa poco usual en un periódico generalista como éste. Como veremos, estos artículos muestran de manera clara y sintética el pensamiento de la época sobre la mujer, cómo debe comportarse y cómo debe ser, teniendo una finalidad de enseñanza a las mujeres de la familia. Así, estaríamos ante una mujer de su época que tiene interiorizados los preceptos sociales de la época y que los reproduce para que el resto los siga manteniendo. Ésta mujer, Isabel Poggi de Llorente, publicó varios artículos de temática similar en otras publicaciones periódicas, destacando El Museo Literario y La Margarita, siendo una de las escritoras pioneras cuya actividad se vio favorecida por tratarse de una defensora del sistema y valores establecidos104. Dado el interés de estos artículos, y además de que constituyen es espacio preferente de actuación de las mujeres tanto como sujetos actuantes y como objetos de atención comentaremos la valiosa información que nos proporciona.

4.4.1. La educación femenina: hogar y familia. La educación que se propone a la mujer merece un apartado individual debido a que no es la misma que se imparte a los hombres ni persigue los mismos fines, pues si se plantea la instrucción de las mujeres es principalmente buscando un beneficio propio, que sepan hacer las labores domésticas, llevar la casa, cuidar a los hijos y al marido... EDUCACION DE LA MUJER Si se tiene en cuenta que el órden interior de la casa y el bienestar de la familia dependen casi exclusivamente de la mujer, y es á ella á quien toca dar ejemplo á sus subalternos, se comprenderá con facilidad cuán indispensable es que la mujer, esa hada bienhechora del hogar doméstico, reciba una educacion apropiada al desempeño de los deberes y obligaciones que más adelante ha de tener. (...)La mujer que no ha recibido buena educacion, no puede llenar los deberes de esposa; y entiéndase que la buena educacion no consiste precisamente en sabor presentarse en la buena sociedad, hacer los saludos de cumplimiento á la órden del dia, y doblar el cuerpo con estudiada afectacion, sino en saber cumplir con los deberes y obligaciones que impone el hogar doméstico. ¿Cómo habia de prosperar la familia, áun cuando el padre fuera laborioso, arreglado y económico, si su mujer, que sabe á las mil maravillas pasear, bailar y hacer visitas, y áun segun algunos, está bien educada, no sabe emplear juiciosamente el fruto de su trabajo, utilizar todos los secretillos de las mujeres para encantar la existencia de aquel á quien pertenece, y hacerle su persona y la casa más agradables que todo lo que pudiera encontrar fuera?

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SIMON PALMER, Mª del Carmen. Escritoras españolas del siglo XIX. Manual bio-bibliográfico, Madrid, Editorial Castalia, 1991, pp. 557-558

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(...)Es necesario, pues, prepararla desde su más tierna edad, á fin de que en los sucesivo cumpla con los deberes de buena hija, amante esposa y cariñosa madre; es preciso grabar en su corazon sensible sólidos principios religiosos y morales, que la dén fuerza y resignacion en todos los trances de la vida; es, en fin, imprescindible enseñarla á que estime en todo su valor la dignidad personal, que, unida á aquellos principios, la servirá de mucho para mantener el órden moral en el hogar doméstico. Por desgracia, existen aún padres que defiendan la inconveniencia de que sus hijas sepan leer y escribir, y algunas nociones de economía doméstica, viendo en ello peligros que han de precipitarlas más tarde ó más temprano; aún hay otros que prefieren una educacion restrictiva, con la cual hacen de sus hijas, por lo ménos hipócritas refinadas, que ante la autoridad paterna bajan los ojos, para alzarlos despues con desenvoltura y olvidarse de las lecciones. Es cosa ya demostrada que cuanto más se oprime á las jóvenes, más afan muestran por satisfacer sus caprichos tan luego como se ven libres de la tiranía que poco ántes pesaba sobre ellas. Echemos una mirada en nuestro rededor, y veremos por ejemplo que tal familia se cree feliz, no obstante los exiguos recursos de que dispone: penetrad en su morada, y la hallaréis modesta, pero decente y limpia; sus muebles colocados con el mayor órden; si no son lujosos, basan á satisfacer las moderadas aspiraciones del dueño; desde el jefe de esa pequeña sociedad, hasta el hijo menor, revelan esa tranquilidad que sólo se abriga en las almas que no traspasan el límite de sus propias fuerzas; allí obedecen con gusto y con cariño al jefe de familia, y se convierte todo en alegría, y en bienestar. Es el resultado de una educacion bien dirigida. Seguidme ahora á las habitaciones de otra familia, y os sobrecogereis ante su aspecto desconsolador: en ella impera el desórden, como que la encargada de mantenerle se cuida no más que de su tocado ó toilette, como ella dice, ó bien está aún descansando, porque la noche anterior la pasó acaso, en desdoro de la moral, luciendo galas que compró con el pan y e abrigo que debia á sus hijos. Rara vez se reune toda la familia para comer, porque, á más de reinar el desórden, la condescendencia mal entendida de la madre, permite á sus hijos demasiada libertad; por otra parte, las rentas de la casa han desaparecido, merced al lujo en ella desplegado; el padre tiene bastante que hacer creyéndose halarse al borde de n abismo al pensar en el porvenir que les espera á sus hijos, cuyo patrimonio ya no existe y á quienes las escenas ocurridas en el hogar doméstico les han servido de un triste y desconsolador ejemplo. (...)Queremos que la mujer sea instruida y haya recibido una educacion esmerada, para que comprenda que , además del órden y de la economia, la urbanidad, los miramientos y los buenos modales son auxiliares poderosos para mantener la paz en los matrimonios: es un error creer que se puede prescindir de esas exterioridades cuando no tocan en la afectacion. Haga lo mismo la mujer bien educada, y de este modo el órden de la casa, y la urbanidad y cortesia 105 serán auxiliares poderosos de la felicidad doméstica .

En este artículo comprobamos que el mantenimiento y orden de la casa es una misión exclusivamente femenina, cosa que no nos sorprende en absoluto, así se toma como el argumento principal para construir el currículum educativo que le corresponde, pues la mujer

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Los Sucesos nº 389 08 – 01 – 1868, ver artículo completo en el Anexo, Texto 18

debe dar ejemplo a sus subalternos106 (también mujeres mayoritariamente) y saber manejar la casa, para lo cual requiere unos conocimientos específicos. Así no basta que una mujer sepa desenvolverse con soltura en el ámbito social, pues si esto es importante, crucial es también el buen ordenamiento y sapiencia a la hora de llevar el hogar, pues para el hombre no es lo mismo estar en una casa bien organizada que en un desastre y no hay que olvidar que la mujer está principalmente para cuidar de su hogar y de su hombre, al cual debe respetar y obedecer. Actuando así la casa familiar como un lugar de refugio donde el hombre se relaja del trabajo y nada le incomoda. Se incide mucho en que detrás de un gran hombre, un hombre de negocios próspero como es el ideal de la época, debe haber una gran mujer que mantenga bien cuidada su casa para que cuando llegue tras el duro día de trabajo encuentre un fortín donde relajarse y descansar; si esto no se produce así, el hombre no podrá desarrollar todo su potencial por culpa de la mujer, que por su falta de conciencia e interés provoca el desasosiego y le impide el descanso a su marido. Se recalca la idea del hogar como fortín del hombre frente a la selva del mundo exterior, y cuyo buen funcionamiento son vitales para la buena marcha de la sociedad a través del varón como promotor y protagonista único. Siempre que se puede se dirige a las jóvenes, a las niñas o adolescentes de la casa, para que vayan aprendiendo las ideas y usos sociales de la época, para que no se pierdan, argumentando que la pérdida de éstas provoca desunión, caos y en general todo lo malo que puede pensarse socialmente, pues la mujer a través de su función doméstica se considera un elemento fundamental en la buena marcha del país y la sociedad en general: el acatamiento de las normas establecidas y los usos populares darán como resultado la prosperidad del país, por el contrario, ir contra lo establecido y no hacerse cargo de los deberes “naturales” que les corresponde provoca la decadencia de la sociedad en general al no cumplir la misión que se supone propia. Es por la idea anterior que se insiste en la educación de la mujer, prácticamente desde la cuna, para que cumpla su función de esposa solícita y madre cariñosa que se ocupe de toda la familia y del orden de la casa. Tanta insistencia en este tema y en los males que conlleva que la mujer no cumpla sus deberes parece estar indicando que no funciona todo como sería de desear, que existen mujeres desobedientes a la norma incumplen sus deberes en el manejo de su casa no manteniendo el trato adecuado a sus esposos, y por el contrario, se dedican más 106

Obviamente nos estamos refiriendo a las mujeres burguesas, principal preocupación y destinatarias del periódico, ya que las mujeres trabajadoras de clases sociales bajas no entran para nada en estas reflexiones sobre la mujer, pues las distancias que crean la separación de clases provoca que no sean consideradas mujeres como tal.

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a la vida tranquila, al ocio y a la vida social. No se critica que la mujer descanse y se dedique a la vida social pues esto eran actividades propias de la burguesía y debían hacerlo, lo que se critica es que se dediquen nada más que a esto, a divertirse y no se ocupen del orden de la casa, no debemos olvidar la base neocatólica sobre la que se fundamenta el liberalismo español. Así es que a pesar de opiniones contrarias a que las mujeres reciban educación alguna, se mantiene la idea de que la mujer también debe ser instruida, pero no en las mismas cosas que el hombre, sino sólo en aquellas que les van a ser útiles según la función social que tienen encomendadas desde que nacen debido a su biología. Es decir, las mujeres se van a beneficiar de una educación que las prepara, capacita y les puede hacer pensar con conocimiento de causa pero por motivos interesados, pues si se permite este conocimiento es para que realicen adecuadamente sus deberes y trabajos, para beneficio en definitiva del hombre y los hijos. Entre los conocimientos principales que se proponen para las mujeres están el saber leer y escribir, y como no, la economía doméstica, materia fundamental para llevar a buen término la gestión de un hogar. Así la mujer debe ser educada con los conocimientos necesarios según las circunstancias de cada hogar y posición, pero siempre se aconseja un mínimo de conocimiento que le permita manejar su casa y poder entender de manera adecuada los consejos y “órdenes” de su marido, pues el hombre necesita una mujer que le entienda cuando le habla, que tenga preparación para ello pero nada más, pues nada más hace falta. También se propone una educación social, un saber comportarse, y por qué no, en aparentar y ejemplificar en su persona el orden y el prestigio a modo de estandarte familiar. EDUCACION DE LA MUJER. ARTÍCULO II. Si la educacion de los primeros años ejerce una poderosa influencia en el resto de la vida, preciso es que aquella se ajuste á la moral práctica más pura; y la mujer, que en la sociedad actual puede hacer de la familia un infierno ó un eden, necesita, más que otro, alguno esa severidad de costumbres, esa conveniente limitacion en el desarrollo de las pasiones, sobre todo aquella cuya organizacion, parece dispuesta á dejarse arrastrar por las impresiones del momento. (...)En la suposicion de que una mujer no necesita instruccion tan extensa como el hombre, descuidan lastimosamente muchas familias, áun la que corresponde al verdadero papel que aquella está llamada á desempeñar en la sociedad, fijándose casi exclusivamente, y hasta la exageracion, en lo que se dice educacion de adorno; que si es á propósito para formar una mujer superficial, en cambio está muy lejos de crear un sér útil para cumplir su interesante mision en la tierra. Enhorabuena que los padres bien acomodados dén á sus hijas esa educacion de interés

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secundario, pero despues de haber fijado en su corazon principios y máximas religiosas, despues de haber fortificado su espíritu con el ejemplo de la virtud, despues, en fin, de haberlas enseñado lo útil, lo necesario, lo imprescindible, só pena de hacerse merecedores de la más justa y tremenda acusacion. (...)Cuando en la época de la lactancia se escasea á la criatura su único alimento, bien por descuido, bien por defecto de solicitud, un gemido avisa la necesidad que siente de nutrirse, á la vez que acusa á la madre, á la nodriza, por la falta de celo en el cumplimiento de tan sagrada obligacion, la cual no se esquiva jamás, ni áun entre los mismos animales. Y ya que de nodrizas hablamos, tengan entendido esas madres que, pudiendo, no dán el pecho á sus hijos, y los entregan al cuidado de manos mercenarias, bajo pretextos reprobables; que despedazan uno de sus más meritorios títulos para llevar dignamente el respetabilísimo de madre; sepan que ellas son las únicas responsables de las desgraciadas consecuencias que suele acarrear tan punible abandono, y que, en su dia, no podrán disputar á la nodriza las inocentes caricias de sus tiernos hijos, y entónces, ó no tienen corazon, ó habrán de sentir vulnerados los más puros y delicados afectos de su sensibilidad, cuales son los del maternal cariño. La madre no tiene derecho, absolutamente ninguno, para negar al hijo de sus entrañas una sustancia que la naturaleza misma ha puesto en su sér, hasta la exuberancia á veces, para el exclusivo alimento de las criaturas; sólo un caso de enfermedad, ú otra causa legítima, pueden dispensarla de tan sagrado deber. (...)Es verdad que la madre sabe, sin explicárselo nadie, porque su instinto se lo dice, los cuidados de que ha de rodear á su tierno hijo. En su cariño inmenso, no cabe pesar ni fatiga por las penalidades y sacrificios que aquellos le proporcionan: por eso cuando tan sublime ocupacion se desatiende, por una depravacion, apénas concebible, de los sentimientos maternales, la inflexible conciencia se convierte en contínuo roedor y castigo de semejante conducta. (...)debe acostumbrarse á la mujer á una prudente y bien entendida economía, que la preste recursos con que prevenir las eventualidades de la vida, cualquiera que sea la posicion que aquella ocupe. Para esto, nada más sencillo que encargar á la hija a direccion de la casa, luego que ha cumplido la edad conveniente. Queremos, pues, para la mujer; primero, la educacion natural y lógica que á todas es necesaria, y despues venga enhorabuena la de adorno, hasta donde sea posible á cada familia. En la mujer así educada, encuentran los padres la más grande compensacion de sus afanes. El hombre, la dulce y tierna compañera de la vida. Los hijos, la más solícita guardadora de su salud, así del alma como del cuerpo. La sociedad misma, uno de los elementos más preciosos para la regeneracion moral y social107. J. M. PONTE

En este otro artículo se retoma la idea de que es la mujer la culpable de la buena o mala marcha del hogar y del matrimonio, el hombre no tiene nada que ver en este asunto y para que las mujeres vayan por el buen camino y sepan mantener unidos sus hogares y matrimonios se les debe educar con disciplina y severidad desde niñas, tratando de disminuir su carácter pasional que por naturaleza tienen. Es decir, la educación femenina no se hace 107

Los Sucesos nº 393 12 – 01 – 1868, el artículo completo puede verse en el Anexo, texto 19.

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para sí mismas sino para los demás: los padres, el marido, los hijos y la sociedad en general. Encontramos en el mismo tópicos como el ya comentado de la mujer pasional, irracional que no sabe controlar sus impulsos y actuar fríamente como lo hacen los hombres, tópicos que siempre son perjudiciales para las mujeres y que hay que tratar de atemperar mediante una adecuada educación que permita, en la medida de lo posible, que la mujer sepa actuar de forma correcta frente a los deberes y situaciones a las que tendrá que hacer frente a lo largo de su vida. Otra vez apreciamos en un artículo que la mujer, tal y como es, por su naturaleza, si no se controla de alguna manera, puede llegar a provocar sufrimientos y males a la familia y a la sociedad. Así, se insiste más ahora en el cuidado de los hijos, en la labor de la mujer como madre, criticándose la costumbre entre las clases acomodadas de encargar el amamantamiento y cuidados de los hijos a una nodriza, lo cual se critica porque va en contra del instinto y solo puede causar males a unos hijos que no tienen el afecto y cuidados de su madre, afectando negativamente a su desarrollo, por lo cual al final provoca un perjuicio a la sociedad por la desatención de los vástagos. Completando el análisis cabe destacar que se cree firmemente en el instinto maternal, como la mujer por naturaleza está preparada para tener niños: ella – de manera innata - sabe lo que es más conveniente para su hijo en cada momento, no necesita que nadie le enseñe lo que procede del instinto. Por último, se propone un acercamiento entre madres e hijas, para que lleguen a ser las mejores amigas y así a través del cariño se transmitan los conocimientos y actitudes, es decir, se reproduzcan costumbres y usos sociales, a modo de herencia no material pero igualmente valiosa.

4.4.2. Trabajo. Cuando se habla en Los Sucesos sobre el trabajo de la mujer se refiere al trabajo doméstico, pues el remunerado, a no ser que una familia caiga en desgracia, no tendrá que ser ejercido por las mujeres burguesas, y el trabajo de la mujer perteneciente a las clases bajas está plenamente asumido y solo suscita debate con la aparición de los higienistas, que se van a preocupar de las condiciones laborales de estas mujeres siempre en su condición de madres, como seres que proveen a la sociedad de su fuerza de trabajo. Recordemos la multitud de campesinos que tuvieron que emigrar a las ciudades industriales, entre los cuales encontramos mujeres que se incorporan a fábricas y otras huyendo de las faenas que sus madres se veían obligadas a compaginar con las del hogar recalarán en el servicio 82

doméstico108. EL TRABAJO CON RELACION Á LA MUJER. El trabajo es el mejor adorno de la mujer, y la más bella virtud que puede ostentar. ¿Por qué la general repulsion que se siente hácia esos séres que cumplen con la sentencia dictada por Dios: Nosotros, que vemos y tocamos con la experiencia que en el trabajo está encerrado el gérmen de las virtudes y de la civilizacion, abogaremos constantemente por él. (...)Antes se imponia á la mujer la obligacion de hacer por sí misma, hasta conocerlas teórica y prácticamente todas las labores pertenecientes á la mujer. ¡Hoy, nos avergonzamos al decirlo, no se hacen ciertas cosas, y porque se mancharia el cútis de las manos, y una mano áspera y tostada no puede presentarse en un salon, donde todos lucen su piel blanca y perfumada! ¡Pobre siglo! ¡Cuántas calamidades has traido sobre nosotros ¡ ¡Se teme manchar las manos con el trabajo, mandato del Creador; y no se rehusa enlodar la conciencia con el crímen y los vicios, por no cumplir lo ordenado! ¿Hasta cuánto la ceguedad cubrirá los ojos de los que así opinan? Madres que vivís dichosas con vuestra caudalosa fortuna, proporcionando á vuestras hijas todos sus antojos, ¿habeis pensado si un dia, viéndose pobres, serian capaces de acudir virtuosas al trabajo, dejando la mala senda del pecado, y ganarse por sí mismas el sustento? Si no habeis pensado en esto, atended. Procurad que vuestras hijas se instruyan en todo lo que es necesario á su sexo. Haced que siempre, ocupando últimamente el tiempo, todo lo practiquen, lo examinen y lo comprendan; y una vez enseñadas, dejadles hacer todos sus inocentes gustos, sin temor de que, si un dia llama á su puerta el infortunio, dejen de presentarse valerosas á ser los campeones del trabajo, que todo lo santifica. (...)Procuremos imitar en tan loable existencia á esas pobres mártires de la voluble suerte; y de este modo, si un día descendemos de la alta posision á la pobreza, sabremos hollar las tentaciones de la corrupcion y ser las más ardientes defensoras del trabajo, que enaltece al pobre, hijo 109 predilecto del divino Redentor . ISABEL POGGI DE LLORENTE

Este artículo es un alegato a favor del trabajo, no del trabajo para ganar dinero, pues éste no se contemplaba, aunque multitud de mujeres de clase baja trabajaban doblemente, en el trabajo mercantil y el remunerado. Aquí observamos nuevamente una idea que ya intuíamos en el artículo anterior y que éste nos confirma: las circunstancias han cambiado, la moral se ha relajado y ahora las jóvenes se dedican más a placeres y ocio que a las labores del hogar, y por ello se insiste en la idea de que esta situación conlleva la decadencia de la sociedad y no proporciona ningún beneficio para nadie.

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ROIG, Mercedes. La Mujer en la Historia. Francia, Italia, España. Siglos XVIII-XX, Madrid, Ministerio de Asuntos Sociales, 1989, p. 125 109 Los Sucesos nº 505 28 – 05 – 1868, el artículo completo puede verse en el Anexo, texto 20.

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En otros momentos, sin la influencia de Francia, a la que se echa directamente la culpa de la situación anterior, las niñas iban aprendiendo de sus madres las tareas domésticas realizándolas ellas mismas, pero ahora no se hace e incluso está mal visto que una mujer diga que trabaja. Pero esta situación va en contra de los intereses del hombre y se insiste que también de la sociedad en su totalidad, porque sin estas tareas de aprendizaje, las chicas no serán las buenas esposas y madres que la sociedad necesita. Se recurre a la religión, a los preceptos divinos: “comerás el pan con el sudor de tu frente”, precepto que están incumpliendo multitud de mujeres que caen en el “vicio

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” en

contraposición de la mayoría de las mujeres de la sociedad que tienen que trabajar a la fuerza para tratar de obtener el sustento de sus hijos, y las cuales son puestas como ejemplos de buen hacer e imitar en parte. Encontramos aquí una mención ocasional a las mujeres trabajadoras, “mártires” para mantener a sus hijos, pues en un principio no se aceptaba esta idea y el trabajo de la mujer a lo largo de la historia dentro del mercado laboral aparece oculta, aunque en casos como este encontramos indicios que nos reflejan la realidad del día a día y que poco a poco va reconstruyéndose y permitiendo así reconocer el esfuerzo y trabajo de la mujer a lo largo de la historia. Por último, hemos de comentar la idea de que si esta nueva actitud ociosa se critica se debe a que se considera un mal, una alteración de la situación establecida que puede llevar a la familia al caos, no sólo por el malestar y la desunión familiar, sino incluso a la destrucción de la misma, a la pérdida del capital familiar, al abocamiento a la pobreza. Una actitud relajada y derrochadora, de mala gestión del hogar puede acabar con la familia arruinada a pesar de que el hombre sea trabajador y diligente, pues es la mujer la única causa de los males según parecen afirmar nuestras fuentes. Ésta referencia a la crisis económica familiar puede ser un recurso para hacer entrar en razón a las jóvenes y que moderen su ocio y gastos pues si no lo hacen pueden perderlo todo y no tener posibilidad de seguir con ese tren de vida, cosa que sin duda pudo suceder.

4.4.3. Beneficencia y caridad. Mujer y beneficencia van a ser dos palabras íntimamente ligadas durante el siglo XIX, pues se va a considerar a la mujer burguesa como el instrumento más adecuado para llevar a cabo esta práctica de la caridad cristiana. Así las mujeres se encargan de participar en 110

Debido a los cambios de fortuna que se suceden en el capitalismo, sin una preparación para hacer algún tipo de trabajo se está abocada a la prostitución, más o menos de lujo, en función de las circunstancias.

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asociaciones benéficas, proporcionándoles una tarea propia de su sexo y afín a sus características naturales de dulzura, sensibilidad.... LA CARIDAD EJERCIDA POR LA MUJER. I. (...)El hombre, practicando la caridad, se engrandece. La mujer, ejerciendo esta benéfica virtud, parece el ángel del bien derramando en los desgraciados las misericordias de Dios. Nunca está tan hermoso el semblante de una mujer como al consumar un acto caritativo, si su caridad es aquella que no se concreta al solo fin de poner una moneda en la enflaquecida mano del mendigo, alejándose de él con indiferencia. La flor, á quien riegan las lluvias, necesita un rayo de sol que fecundice aquel rocío; y el alma de los que sufren há necesario algo más que una limosna: le hace falta la caridad moral, si así puedo llamar á la que socorre las necesidades del espíritu, y que es mucho más grande y hermosa que la practicada generalmente, socorriendo no más las necesidades materiales. (...)¿Dónde estaria mejor empleada la mujer que atrayendo á la senda del bien á los que gimen despreciados de esa imbécil sociedad, que solo se paga de exterioridades y que en nada tiene los dolores del espiritu, mil veces mayores que los del cuerpo? ¿Dónde lucirian mejor sus encantos que animados por el fuego de la caridad, junto al infeliz, que con lágrimas de agradecimiento paga el pequeño sacrificio de estar á su lado un corto momento? (...)La mujer, que con su delicada penetracion alcanza fácilmente lo que puede emplear en favor de los necesitados, debe hacerlo así. II. (...)¡Ah! Si por un momento descendiera el poderoso de su fastuosa grandeza y se viera en las amargas horas de la miseria y el olvido; si viera una hija querida mendigar un pedazo de pan para salvarse de la muerte ó la deshonra, y la viera derramar lágrimas de vergüenza y de dolor, al mirarse despreciada de aquellos que la mentian una amistad sincera, entonces comprendería el poderoso cuánto es terrible el infortunio, cuánto es acreedor á ser escuchad el menesteroso, cuánto es necesario atender á la vez al alma y al cuerpo del que gime. Y sin descender precisamente á esta clase de pobres, queremos manifestar lo que en nuestro concepto merecen más en particular la atencion de la mujer, llena de esa llama divina llamada caridad. Sin el principio sólido de una acrisolada virtud, no se puede tener un fin dichoso. Los seres que olvidan lo que deben á Dios, á la sociedad y á si mismos, y en vez de practicar sus deberes les violan y escarnecen, llenan el mundo de perniciosos ejemplos, que empujan á otros muchos á los abismos de la degradacion. ¿No será una obra meritoria interponerse entre el criminal y el crímen, y, alumbrando su ceguedad con la fúlgida antorcha de verdad altísima, atraerlos al puerto de bonancibles venturas? (...)Mostraremos una prueba. A una soirée donde concurren várias jóvenes hermosas y elegantes, que ligeras y vaporosas revuelan de una en otra ilusion, como las mariposas en torno de las flores, concurren tambien esposas y madres, que todo lo que concierne á su alto ministerio olvidan, ménos gastar con profusion para ser las más lujosamente prendidas, las más elegantes de

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cuantas hermosean los salones. Allí, á su vez, asiste alguno de esos hombres sin fé ni corazon, parásitos que se alimentan chupando la honra de la que, sorda á la voz de su deber, dá oidos á sus insinuantes palabras, y buscando con avidez en aquel ramillete de perfumadas flores la que más á propósito le parece para sus diabólicos designios, pone sitio y vá con una calma satánica, hora á hora, minando lo que de más estima tiene una mujer. ¿Es esto lo que debe hacerse? No. Ante aquella pobre ciega hay que 111 poner una luz . ISABEL POGGI DE LLORENTE

Texto muy lírico, trata de convencer de las virtudes de la caridad ejercida por la mujer, entendida ésta en el más amplio sentido de la palabra: no basta con dar una cantidad de dinero al desvalido y olvidarse pensando que ya todo está hecho y no hay más obligaciones, sino que por el contrario, a veces es más necesaria una mirada amiga, una caricia a tiempo, comprensión ante el dolor y la situación. Y para acometer esta tarea no puede pensarse que el hombre sea el indicado, el hombre puede dar dinero, sí, pero no puede acceder a este consuelo emotivo que está reservado a las mujeres. Además, en un mundo tan dicotomizado como éste, con una separación de ámbitos como la mencionada anteriormente, sólo la mujer tiene fácil acceso a sitios restringidos a los varones, como por ejemplo para socorrer a sus congéneres para acceder, entender y ayudar a otra mujer, a pesar de la diferencia de clase que en muchos casos se erigía en verdadera barrera a pesar de las buenas intenciones declaradas. Novedosa propuesta cargada de sentido vemos aquí reflejada, no basta con la caridad económica para socorrer a los pobres (idea aceptada y considerada válida por la sociedad) sino que hay que ir más allá, preocuparse por los problemas, las situaciones, tratar de ayudar desde ahí, reconfortar el alma, dar cariño, en definitiva, una caridad integral que solo se supone puede desempeñar una mujer. Esta idea, está llena de ideal religioso, tiene su base en Jesús y su palabra, tratando de imitar ese modelo que, cambiando la forma de actuar tradicional, permita abrir las puertas a la esperanza aliviando las penas, elevando de los más ínfimo a personas que no merecen estar ahí, sólo así, si todos colaboran, se podrá hacer algo realmente valioso: disminuir la pobreza o al menos aliviar la tensión social. Un alegato a una nueva forma de caridad que puede entenderse también en el contexto de dejación de deberes por parte de las jóvenes de la época, pues la beneficencia es ejercida por la burguesía y la mano ejecutora es la mujer, siendo una labor más, una actividad

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Los Sucesos nº 522 18 – 06 – 1868, el artículo completo puede verse en el Anexo, Texto 21.

necesaria socialmente y que puede estar siendo abandonada por este gusto por el ocio y el divertimento de las nuevas mujeres. Se recalca la actitud moral de esta caridad y en relación con ello podemos recordar la crítica moral a las mujeres del momento, se multiplican las lamentaciones por vivir en una época de decadencia en lo moral, sobre todo por parte de las mujeres, a las que se les atribuye el origen y la causa de esta situación. La mujer compone la mitad de la sociedad a pesar de lo cual aparece reducida a un ámbito privado reservando el público para el hombre, no obstante la mujer es protagonista en las relaciones sociales a través de fiestas, encuentros, apariencias..., además de ser la “dueña” del ámbito doméstico. A pesar de estar relegada a la oscuridad en todo lo que tenga que ver con poder e importancia, las referencias sobre la importancia de la mujer en la sociedad, son constantes, insistiéndose en la idea de que la buena o mala marcha de la sociedad de cualquier país o civilización depende de la actitud y comportamiento de la mujer. En un artículo112 se recogen las pautas que comprenden a la mirada de la mujer en la sociedad. La principal de todas ellas es la dependencia, complementariedad, así aunque los hombres dirijan la política, la economía, es la actitud de las mujeres la que determina la buena marcha y prosperidad de la sociedad. Así se citan ejemplos históricos como la decadencia de Roma introduciendo el mal hacer de las mujeres como causa de la misma: la moral es fundamental en el progreso de una sociedad y es la mujer el receptáculo de ese bien intangible, si las mujeres se comportan contra las costumbres, traspasan lo establecido, se dedican al ocio y disfrute en lugar de las tareas que la sociedad les encomienda, se produce un declive moral y social general ante el cual nada se puede hacer. La idea anterior carga sobre los hombros de las mujeres un gran peso y responsabilidad, pues se les atribuye en exclusiva la marcha de la civilización, argumento con el cual se pretende hacer entrar en razón a las mujeres, que olviden las nuevas actitudes y relajamiento moral, para que vuelvan a ser como antes, trabajadoras de su hogar cuya principal función es la de amar y cuidar tanto al esposo como a los hijos. En perfecta sincronía con lo dicho, se insiste sobre la idea de las buenas madres opuestas a aquellas que dejando a un lado sus deberes maternales, se critica que no cuiden del modo correcto a los hijos para que en un futuro puedan ser hombres de provecho que saquen adelante el país y procuren su prosperidad. Así, también de esta forma se achaca a las mujeres la culpa de los hombres, pues si estos no son capaces y son una muestra de la decadencia de la sociedad, lo serán no por sus propios actos sino por culpa de sus madres que 112

Ver en el Anexo, Texto 22, el artículo sobre la influencia de la mujer en la sociedad según la visión de la época.

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no los han cuidado bien de niños; en definitiva, que de una u otra forma se hace culpable a la mujer de la decadencia de la sociedad, cosa que no ocurre cuando ésta es próspera ya que en este caso los hombres son los protagonistas, aunque se supone, si bien se omite en este caso, que basándose en el buen hacer de las mujeres. El derroche y el egoismo, son actitudes reprobables que solo provocan el malestar a la familia y que los hijos crezcan inadecuadamente pudiendo convertirse fácilmente en individuos inútiles para la sociedad. Aquí como en tantas opiniones, la mujer es considerada fundamentalmente como la herramienta de la reproducción de la sociedad y su importancia deriva de su papel de madre de sus hijos, a los que tiene que educar y cuidar para aportarlos a la sociedad. Así, la mujer debe dar amor a sus hijos, a su esposo para que la sociedad siga funcionando como hasta ahora, es decir como debe hacerlo, así tendrá el apoyo de su clase. A la vez, se critica la moderna educación que se llega a calificar de corrupción, pues ésta no inculca los valores tradicionales y deja más libertad de acción a la mujer, cuyo carácter débil y voluble le hace caer en la ociosidad y el relajamiento moral, provocando así toda clase de disfunciones. Se recurre a la educación como arma fundamental para reconducir los cambios sociales que se están produciendo y que tanto temor provoca en los hombres, que tratan de convencer a las mujeres utilizando como elemento cohesionador de toda esta argumentación a favor de la tradición respecto al trabajo y la función de las mujeres en la sociedad a la religión; así las creencias religiosas se ponen del lado de los varones para que las mujeres se mantengan en la tradición. Por último, y como culmen del sistema diferenciado de roles, mencionaremos la solicitud de abnegación, de sacrificio en pos del marido113, de los hijos, de la familia en particular y de la sociedad en general, tal y como reconocen las propias mujeres de la época: “las obligaciones del matrimonio son muy extensas, y su influjo da sobrado impulso al bien o daño de la sociedad general, porque el orden o desorden de las familias privadas trasciende y se comunica a la felicidad y quietud pública. En estas familias privadas tienen las mujeres su particular empleo. Éste es la dirección y gobierno de la casa, el cuidado y crianza de los hijos, y sobre todo la íntima y perfecta sociedad con el marido114”. Esfuerzo necesario que tendrá su recompensa, si no en esta vida probablemente en la otra.

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Un artículo muy interesante e instructivo sobre qué debe hacer una mujer para que el marido sea feliz se encuentra en el Anexo, Texto 23. 114 AMAR Y BORBÓN, Josefa. Discurso sobre la educación física y moral de las mujeres, Madrid, Cátedra, 1994, p. 63

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4.5. Los Sucesos: la búsqueda de la respuesta del lector. Veremos en este apartado noticias breves cuya temática principal son los sucesos. Dado el nombre de la cabecera objeto de nuestro estudio, parece lógico pensar que este contenido es el predominante y el de mayor importancia, pero esta idea es un error derivado del sentido reducido con el cual empleamos hoy en día la palabra “suceso”, pues en un principio (y a lo que hace referencia el título del periódico) se refería a la primera acepción del diccionario de la Real Academia Española de la Lengua: . Así, un periódico de sucesos, como indica su nombre, incorpora noticias de interés de todo tipo, y no sólo aquellas de caracter luctuoso, tal y como se entienden hoy en día, ligado a las definiciones cuarta y quinta del diccionario de la RAE . Así tras el análisis pormenorizado del contenido nos queda ahora el estudio de las noticias que tratan sobre los sucesos115 en su sentido actual, es decir, esas noticias que hablan de delitos, muertes, accidentes, etc... Noticias casi ignoradas por la historiografía a pesar de que por sus propias características son eminentemente sociales y nos pueden dar una información muy rica sobre la sociedad en la que se producen. Ante este panorama de olvido nos hacemos las mismas preguntas que se hacía Amparo Moreno : “¿per què aquest menyspreu intel·lectual, a l’extreme que ues publicacions que solen tenir les majors audiènces reben la menor atenció per part dels estudiosos, fins i tot són ignorades com si no existissin o, en cas contrari, són judicades despectivament?.116 No puede dejarse al margen del estudio histórico la información que nos puede proporcionar un tipo de noticias tan llamativas, tan relacionadas con la sociedad que constituyeron y constituyen

una de las secciones periodísticas más leídas. La prensa de masas está

surgiendo, y Los Sucesos se enmarca en los comienzos de este proceso en España, y aunque el periódico va destinado fundamentalmente a la burguesía, las noticias de sucesos abarcan un espectro social amplio; es más, la mayoría de los protagonistas son gentes pertenecientes a la clase social antagónica, gente “sin voz”, olvidada para la historia y que a través de estas

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“Los relatos de sucesos, disputas, crímenes, adulterios... etc. despiertan por lo general en el público, una curiosidad atávica, movida por sentimientos primarios. La prensa moderna con objeto de captar consumidores dio al fait-divers (sucesos) una importancia relevante, ampliando su espacio y transformándolo en un género periodístico con sus propias reglas. En muchos casos se incluyen ilustraciones melodramáticas escenificando de manera enfática el suceso”. http://gansterera.free.fr/Histsucesos.htm [consultado 09 abril 2005] 116 MORENO SARDÀ, Amparo, “Premsa de successos: models de marginació i integració social en els processos de mobilitat social”, Anàlisi, vol nº 16, pp. 35-54

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páginas se asoman por un instante al escenario del poder para subvertirlo en la mayoría de los casos. El por qué los sucesos atraen tanto a la gente, por qué gusta saber de las desgracias ajenas es algo más propio de la antropología o la psicología, pero de manera general y útil para el propósito de este estudio podríamos tomar como buena la siguiente explicación: “el succés, diu, .
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