La cartografía antigua del Sahara occidental

August 12, 2017 | Autor: C. Martín Escorza | Categoría: N/A
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Descripción

CONMEMORACIÓN DE LA EXPEDICIÓN CIENTÍFICA DE CERVERA-QUIROGA-RIZZO AL SÁHARA OCCIDENTAL EN 1886

ESTUDIOS SOBRE LA CIENCIA: 50

Director José Luis Peset Reig, Instituto de Historia. CSIC (Madrid) Secretario Jon Arrizabalaga Valbuena, Institución Milá y Fontanals. CSIC (Barcelona) Comité Editorial Antonio Lafuente García, Instituto de Historia. CSIC (Madrid) Rafael Huertas García-Alejo, Instituto de Historia. CSIC (Madrid) Miguel Ángel Puig-Samper Mulero, Instituto de Historia. CSIC (Madrid) M.ª Luz López Terrada, Instituto López Piñero. CSIC (Valencia) M.ª Isabel Vicente Maroto, Universidad de Valladolid Mauricio Jalón Calvo, Universidad de Valladolid Víctor Navarro Brotons, Universidad de Valencia Consejo Asesor Manuel Sellés García, UNED (Madrid) Luis Montiel Llorente, Universidad Complutense de Madrid M. Christine Pouchelle, CNRS (París, Francia) Thomas Glick, Universidad de Boston (USA) Antonello la Vergata, Universidad de Módena (Italia) Julio Samsó, Universidad de Barcelona Javier Puerto Sarmiento, Universidad Complutense de Madrid Concepción Vázquez de Benito, Universidad de Salamanca Marisa Miranda, CONICET (La Plata, Argentina) Raquel Álvarez Peláez, Instituto de Historia. CSIC (Madrid) Leoncio López-Ocón Cabrera, Instituto de Historia. CSIC (Madrid) Rosa Ballester Añón, Universidad Miguel Hernández (Alicante) Emilio Balaguer Perigüell, Universidad Miguel Hernández (Alicante) Francisco Pelayo López, Instituto de Historia. CSIC (Madrid) Nicolás García Tapia, Universidad de Valladolid José Manuel Sánchez Ron, Universidad Autónoma de Madrid Ricardo Campos Marín, Instituto de Historia. CSIC (Madrid) Juan Pimentel Igea, Instituto de Historia. CSIC (Madrid) Jorge Molero Mesa, Universidad Autónoma de Barcelona

JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ ESTEBAN (ed.)

CONMEMORACIÓN DE LA EXPEDICIÓN CIENTÍFICA DE CERVERA-QUIROGA-RIZZO AL SÁHARA OCCIDENTAL EN 1886

CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS MADRID, 2008

Reservados todos los derechos por la legislación en materia de Propiedad Intelectual. Ni la totalidad ni parte de este libro, incluido el diseño de la cubierta, puede reproducirse, almacenarse o transmitirse en manera alguna por medio ya sea electrónico, químico, óptico, informático, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo por escrito de la editorial. Las noticias, asertos y opiniones contenidos en esta obra son de la exclusiva responsabilidad del autor o autores. La editorial, por su parte, sólo se hace responsable del interés científico de sus publicaciones.

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CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS

© CSIC © José Antonio Rodríguez Esteban NIPO: ISBN: Depósito Legal: M-

Impreso en: Estilo Estugraf Impresores, S.L. Pol. Ind. Los Huertecillos - nave 13 - 28350 Ciempozuelos (Madrid) Impreso en España. Printed in Spain

ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN .................................................................. José Antonio Rodríguez Esteban 2. EL COLONIALISMO ESPAÑOL EN EL MARCO DE LOS SISTEMAS INTERNACIONALES DEL SIGLO XIX........ Julio Salom INTRODUCCIÓN: DEFINICIONES COLONIALES (1848-1868) Y REDUCCIÓN A PEQUEÑA POTENCIA (1868-1874) ...... Definiciones coloniales de la época isabelina (1848-1868) La debilidad colonial de una pequeña potencia (1868-1874) ESPAÑA EN EL SISTEMA CONTINENTAL EUROPEO (1875-1884) .............................................................................. El continentalismo de la hegemonía de Alemania.............. Política exterior y colonial del canovismo en el sistema continental: recogimiento internacional y statu quo marroquí .. Aparición del colonialismo español e intento de una nueva política (1881-1884) ................................................ LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA EUROPEO.......... LA REVOLUCIÓN COLONIALISTA Y SU IMPACTO ........ SOBRE ESPAÑA: EL PROTECTORADO DEL SÁHARA Y EL CONFLICTO DE LAS CAROLINAS ................................ El «gran imperialismo» y el sistema europeo .................... 7

El protectorado sobre el Sáhara occidental (1884) ............ El conflicto de las islas Carolinas (1885) .......................... LA INTEGRACIÓN FALLIDA EN EL SISTEMA EUROPEO: LAS POLÍTICAS DE MORET Y DE CÁNOVAS (1885-1895) .. La evolución europea: de los acuerdos mediterráneos a la alianza franco-rusa .............................................................. El pacto español con la Triple Alianza: la política de Moret y de Cánovas ...................................................................... De los problemas coloniales al gran problema cubano ...... EL NUEVO SISTEMA MUNDIAL Y EL CAMINO AL DESASTRE COLONIAL (1895-1896) .................................... Sistema mundial y fin del Concierto Europeo.................... El fin del pacto español con la Triple Alianza.................... CONCLUSIONES .................................................................... 3. EL AFRICANISMO ESPAÑOL FIN-DE-SIGLO Y LA SOCIEDAD GEOGRÁFICA DE MADRID ........................ Miguel Alonso Baquer ...................................................... EN LOS PRELIMINARES DE LA CONFERENCIA DE BERLÍN La localización geográfica de Santa Cruz de Mar Pequeña Enclaves, colonias y protectorados .................................... El protectorado a favor de régulos indígenas...................... EN LOS PREPARATIVOS DE LA CONFERENCIA.............. DE ALGECIRAS ...................................................................... La inevitable internacionalización del problema ................ La tensa relación con Francia en asuntos saharianos.......... El salto de 1912 hacia otro tipo de africanismo ................ ANEXO BIBLIOGRÁFICO .................................................... Archivos del Instituto de Estudios Africanos...................... Boletines y Revistas de la Sociedad Geográfica de Madrid Bibliografía General............................................................ 8

4. DE LA COSTA ATLÁNTICA A LA SEBJA DE IYIL: LA EXPEDICIÓN DE FRANCISCO QUIROGA, JULIO CERVERA Y FELIPE RIZZO POR EL ADRAR EN EL VERANO DE 1886 .................................................... Antonio González Bueno LOS PREPARATIVOS.............................................................. LA EXPEDICIÓN .................................................................... LOS RESULTADOS ................................................................ COROLARIO ............................................................................ APÉNDICE: CARTA-INFORME DE FRANCISCO QUIROGA A FRANCISCO GINER DE LOS RÍOS .................................................. PRODUCCIÓN CIENTÍFICA DE LA EXPEDICIÓN .............. BIBLIOGRAFÍA (RESULTADOS CIENTÍFICOS DE LA EXPEDICIÓN) .. 5. FRANCISCO QUIROGA Y RODRÍGUEZ (1853-1894) .... José Luis Barrera Morate MARCO GEOLÓGICO DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX .............................................................................. ANTECEDENTES FAMILIARES Y PRIMEROS AÑOS DE SU INFANCIA EN ARANJUEZ........................................ El traslado temporal a Madrid y a león .............................. Los Quiroga regresan a Madrid. Los estudios de bachillerato de Francisco .................................................... Su formación universitaria .................................................. LA CONSTITUCIÓN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL (SEHN) .............................................. EL DRAMA FAMILIAR DE FRANCISCO. AÑO 1873 ........ FRANCISCO QUIROGA SE INICIA EN LA TÉCNICA ...... PETROGRÁFICA CON JOSÉ MACPHERSON .................... Contribución al desarrollo de la Institución Libre de Enseñanza. Su primer empleo ............................................ 1879. Entra en el Museo de Ciencias, doctorado en Ciencias y matrimonio con María Sánchez-Fano .............. 9

LOS PRIMEROS AÑOS DE LA DÉCADA DE LOS 80 ........ LA ENTRADA DE PROFESOR AUXILIAR EN LA UNIVERSIDAD CENTRAL .................................................... EL VIAJE AL SÁHARA. 1886 ................................................ Catedrático de Cristalografía de la Facultad de Ciencias de Madrid en 1888 .................................................................. Los últimos años de su vida................................................ La personalidad y la obra de Quiroga ................................ RELACIÓN DE TRABAJOS CIENTÍFICOS POR TEMAS Y AÑOS DE PUBLICACIÓN .................................................. BIBLIOGRAFÍA ...................................................................... 6. JULIO CERVERA BAVIERA. APUNTES BIOGRÁFICOS.. Jorge Pina CERVERA «EL AFRICANO». LA CONFERENCIA DE BERLÍN Y EL REPARTO DE ÁFRICA .................................. LEGACIÓN EN TÁNGER. JUICIOS Y PRISIÓN .................. LA GUERRA DE MELILLA (1893-94) Y LA DE PUERTO RICO (1898). TRES MEDALLAS Y UN DUELO .................. CERVERA INGENIERO. LA INVENCIÓN DE LA RADIO...... UNA EXTRAÑA DESAPARICIÓN. DOS VIEJOS CONOCIDOS: MACIAS Y GALLEGO .................................. DIPUTADO Y PERIODISTA. LA «SEMANA TRÁGICA DE BARCELONA»................................................................... 1962. LA ÚLTIMA REFERENCIA A CERVERA .................. BIBLIOGRAFÍA ...................................................................... 7. FELIPE RIZZO RAMÍREZ. APUNTES BIOGRÁFICOS.... Jorge Pina MALTA Y LOS PUERTOS DE BERBERÍA............................ CÓNSUL EN TUNEZ. LA GUERRA DE MARRUECOS, 1859-60...................................................................................... 10

Conmemoración de la expedición científica de Cervera-Quiroga

EL TRATADO DE WAD-RAS. CÓNSUL EN TÁNGER........ LA DESAPARICIÓN DE LA INDEMNIZACIÓN DEL SULTÁN.. LA EXPEDICIÓN AL SÁHARA OCCIDENTAL .................. CÓNSUL EN NUEVA ORLEÁNS .......................................... BIBLIOGRAFÍA ...................................................................... 8. LA CARTOGRAFÍA ANTIGUA DEL SÁHARA OCCIDENTAL ........................................................................ Carlos Martín Escorza INTRODUCCIÓN .................................................................... OBJETIVOS Y METODOLOGÍA ............................................ RESULTADOS DEL ANÁLISIS DE LOS MAPAS ................ Acerca del nombre de Sáhara ............................................ Topónimos costeros en el Sáhara occidental ...................... Otros detalles ...................................................................... Forma de la costa ................................................................ El Trópico de Cáncer .......................................................... CONCLUSIONES .................................................................... BIBLIOGRAFÍA ...................................................................... 9 EQUÍVOCOS, MARES INTERIORES, SALINAS Y CAMBIOS EN LAS FRONTERAS: CONSIDERACIONES SOBRE LA EXPEDICIÓN Y SUS RESULTADOS ............ José Antonio Rodríguez Esteban ALGUNAS CONSIDERACIONES .......................................... LA INUNDACIÓN DEL SÁHARA ........................................ LAS RUTAS DE LA SAL Y TRASCENDENCIA DE LA DE IYIL .................................................................................... LAS VICISITUDES DE LAS FRONTERAS CON MAURITANIA .......................................................................... BIBLIOGRAFÍA ...................................................................... 11

«Creo efectivamente que se puede escribir la historia de la Geografía en este siglo, no digo sin nombrar a ninguno de nosotros, pero hasta sin nombrar a España. Estrechado a decir algo, aunque minúsculo, cálido y sincero (y en esto sí que le ayudaría gustoso si tuviera elementos, por quitarle angustia), pondría una cuartilla para Badía y media para Quiroga-Cervera-Gatell, tal vez otra media para Montero hidrógrafo, Ibáñez geodesta, Coello cartógrafo, Cortes y Fernández Guerra arqueólogos, y probablemente asunto concluido, si va usted a fabricar una historia con los lagos saháricos de Bonelli, las conquistas diplomáticas de Pastorín en el mar Rojo, los descubrimientos arqueológicos de Jiménez en Grecia y Troya, las rivalidades de Iradier con Stanley, el antiesclavismo de Sorela, la inmigración judía […], la egiptología de Mínguez, etc., ciertamente hay sitio hasta para Conrotte, para Laso, para Alfonso y para mí, pero eso no es una historia de la Geografía, sino una historia de lástimas geográficas, en que hemos tenido tantos maestros y en que he sido colaborador. Y como no me he prestado a otros semejantes laureles de Apolo, no me presto a éste.» (Nota a la petición reiterada de Rafael Torres Campos para realizar una reseña sobre la Geografía española del siglo XIX para el Congreso Internacional de Ciencias Geográficas de París, de 1889. Citado en CRISPÍN, Jenaro (1985), «Epistolario español del siglo XIX», Anales de la Fundación Joaquín Costa, n.º 2, p. 91). JOAQUÍN COSTA

Los expedicionarios: sentados, Julio Cervera (sosteniendo un fusil) y Francisco Quiroga (con el martillo de geólogo); de pie, Felipe Rizzo (con salacot) y el Hach Abd-el-Kader en 1886 (La Ilustración Española y Americana, 1887: t. XL, p. 253).

CAPÍTULO VII LA CARTOGRAFÍA ANTIGUA DEL SÁHARA OCCIDENTAL Carlos Martín Escorza Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC

INTRODUCCIÓN Las exploraciones de África en la antigüedad fueron escasas, a excepción de la zona de el Nilo y el borde de la costa, pero el interior apenas fue explorado, quizás por el inconveniente del clima (Kretschmer, 1930). Y eso que desde muy antiguo en Europa se había pensado que se podría llegar a la India circunnavegándola, es decir, dirigiéndose primero hacia el sur; pero todavía nadie había sobrepasado cabo Bojador, el llamado Caput finis Africae (CGS, 1974). Así que el conocimiento de estas costas se llevó a cabo con lentitud. Hay noticias sueltas que hablan de algunas de ellas, como la referencia de que en el siglo XIII visitó cabo Blanco Ibn Fatima (en Wieber, 1929) y el dibujo existente en el Atlas catalán (1375), en el que se puede ver un batel bajo la bandera aragonesa con el que Jaime Ferrer partió para Río de Oro –riu del or– el 10 de agosto de 1346, Partich luxer dn Jac Ferrer per anar al de l’or al gorn de Sen Lorens quj es a X de agost e fo en lany MCCCXLVI (según transcripción de http://fabian.balearweb.net), pasando más allá del cabo Bojador. Pero, pese a la valerosa expedición de Ferrer, el avance del conocimiento cartográfico de la zona no se aceleró hasta décadas después por la convergencia de factores de diversa índole, unos más generales y otros locales. En efecto, entre 1440 y 1500 la invención y desarrollo de la imprenta, la proliferación impresa de la Geographia de Ptolomeo y el descubrimiento del Nuevo Mundo fueron factores importantísimos según Brown (1979: 148). Aunque hay que considerar también los acontecimientos de carácter más local, determinantes en todo caso para la zona, como fue el interés que sobre los temas de navegación y exploración hacia el Atlántico tomó el hijo menor del rey Juan I de Portugal, Enrique, llamado el Navegante (1394-1460). Entre sus iniciativas se cuenta la de fundar la Escuela Náutica del cabo de San Vicente, cerca de Sagres, desde donde desarrolló una intensa actividad entre la que 229

Carlos Martín Escorza

cabe citar la contratación de J. Cresques, cartógrafo hasta entonces en Mallorca. Utilizó para la navegación la carabela portuguesa, un vehículo que se mostró muy práctico durante un siglo, y que tenía unos 20 metros de eslora y dos palos de velas latinas triangulares, lo cual le permitía navegar a contraviento. Así que no resulta casual que en 1431 fueran portugueses los que redescubrieran las islas Canarias, ya conocidas desde la antigüedad como las Islas Afortunadas, y que ya figuraban en el mapa de Piziano (Italia) de 1370. En la escuela de Sagres es en la que se formaron los pilotos y navegantes que recorrerían la costa de África y fue así también como Portugal fue progresivamente conociendo y ocupando el Atlántico. Las islas Madeira lo fueron en 1418-1420 y las Azores en 1427-1432. En 1434 el portugués Gil Eanes, venciendo a los antiguos temores, dobla sin contratiempos el cabo Bojador. En ese mismo año, Alfonso Gonzales Baldai llega a Río de Oro y Trópico de Cáncer, y entre 1441 y 1443 Nuno Tristao a cabo Blanco y la bahía de Arguín. El resultado de todo ello llevó a considerar como de valor estratégico toda esa información y en 24 de octubre de 1443 el infante Enrique dicta una orden prohibiendo hacer viajes al sur de cabo Bojador sin su autorización (Brown, 1979: 109). En 1469 el navegante portugués Fernão Gomes pasa la línea del Ecuador y en 1481 Portugal llega a Guinea, donde levanta la fortaleza de San Jorge de la Mina para auxiliar las navegaciones en la zona (Espina, 1958; Amfitheatrof, 1991). Así que durante los cien años anteriores al descubrimiento de América fue Portugal el país que llevó el peso del progreso en la técnica de navegación y la exploración marítima en el noroeste de África. Además, en el siglo XVI la atención de los europeos estaba dirigida a América, no hacia África, por lo que las exploraciones en este territorio se iniciaron mucho más tarde que aquellas otras tierras llenas de nuevas esperanzas. También durante las exploraciones y tomas de posesión de territorios en el nuevo continente hubo problemas entre españoles y portugueses que, de nuevo, en vez de estar unidos para sacar mayor provecho de la enorme anticipación que llevaban respecto al resto de las naciones, entraron en disputas mutuas y para evitarlas el papa Alejandro VI dictó en 1493 la Bula de las Demarcaciones. Según este documento, ambos países se comprometían a respetar la línea que, trazada de polo a polo y pasando por un punto situado en el Atlántico a cien leguas al oeste de las islas Azores, serviría de límite de tierras a poseer para ambas naciones. Para Portugal serían las del este de dicha línea, es decir África e India entre otras; para España las del oeste, América. Como la 230

La cartografía antigua del Sáhara Occidental

historia nos muestra con creces, ni uno ni otro cumplieron con el Tratado firmado en Tordesillas. Por su parte, los Reyes Católicos, en Capitulaciones fechadas el 2 de octubre de 1499, nombran a Alonso de Lugo como Capitán General de las costas de África desde el cabo de Argüir hasta el de Bojador (Rumeu de Armas, 1944), construyendo entonces tres fortalezas, una de ellas en cabo ‘Buxedor’. En 1503 estaba ya instalada la pesquería de San Bartolomé en cabo Bojador. Y en 1505 la reina de Castilla autoriza a los canarios para ‘saltear’ a las gentes desde Río de Oro para arriba (op. cit). En esta época, cuando el tráfico marítimo en esta zona llega a su máximo movimiento es lógico que surjan, en el litoral africano, frente a Canarias, enfrentamientos entre los intereses españoles y portugueses. Para tratar de solucionarlos se formalizó en 1509 el Tratado de Cintra entre los reyes Manuel I de Portugal y Juana I de Castilla, concretando lo ya acordado en Tordesillas en 1494, que deja a Portugal el norte de África hasta cabo Bojador. Desde Canarias se recorren las tierras del interior haciendo ‘correrías y cabalgadas’ como las de García de Herrera y su hijo Sancho, quienes a finales del siglo XV llegaron hasta la ciudad de Tagaós y aún la sobrepasaron hacia el este. También la de Fernández de Lugo, en 1519, y la de Hernández de Alfaro durante 1523 (Rumeu de Armas, 1944; Hernández-Pacheco et al., 1949). El paso del tiempo, sin embargo, haría aflorar fehacientemente la debilidad que ambos países mostraban al estar desunidos, ya que bien pronto los holandeses fueron desalojando a los portugueses y los ingleses a su vez a éstos, a portugueses y a españoles para pasar ellos mismos a dominar las costas y los mares. En efecto, según se relata en la historia del Sáhara (Anónimo, 2003), en 1638 hubo una ocupación holandesa en Río de Oro y concretamente en la región de Arguín, desde 1638 hasta 1727, con un paréntesis en 1665 en que estuvo bajo control inglés. En 1727 Holanda entregó la región a Francia. Bonelli Hernando inició en 1884 un viaje, en la goleta Inés, desde cabo Bojador hacia el sur. Durante su exploración dejó construidos tres ‘casetones’ o ‘factorías’ provisionales situados en Villa Cisneros, en la ensenada de Cintra y en cabo Blanco. A su regreso a Madrid, en diciembre de ese mismo año, el presidente del Gobierno, Cánovas del Castillo, declaró que España tomaba como Protectorado la costa del Sáhara comprendida entre los cabos Bojador y Blanco, la costa que había recorrido Bonelli, que no penetró hacia el interior del territorio (Hernández-Pacheco et al., 1949). 231

Carlos Martín Escorza

OBJETIVOS Y METODOLOGÍA Como ya se ha mencionado, el avance de la cartografía en el noroeste de África tuvo una estrecha relación con las exploraciones efectuadas por los navegantes, primero quizá mediterráneos, después desde España y Portugal, y luego del resto de Europa. Su firmeza era la náutica, no eran andadores ni exploradores de a pie, así que lo mejor y primero que se conoció fue la zona costera de la cual señalaron los rasgos sobresalientes o que les llamara la atención por distintos motivos. Con esas informaciones se elaboraron mapas en los que están señalados los avances que se iba haciendo en la geografía de la zona y en los que quedaron indicados los nombres que les dieron a los accidentes geográficos que más les llamaron la atención. Como estas exploraciones se hicieron por diversos países y distintas épocas, el resultado es que la cartografía se hizo sin criterios unificados y sin que hubiera acuerdo en las nomenclaturas, por lo que hoy hay un conjunto de ellas según el país o la época. El objetivo de este estudio es determinar los diferentes nombres que se dieron por esos navegantes y que figuran en los diversos mapas, e intentar por medio de su análisis encontrar pautas acerca de su origen, de su conservación o pérdida a través de los siglos. Por otra parte, en los últimos años ha habido varias ediciones que han reproducido en formatos aceptables los originales de mapas que se encuentran en los depósitos de instituciones públicas o privadas distribuidas en diversas partes del mundo. Tan sólo hace décadas, incluso unos años, el pretender examinarlos habría supuesto un gran esfuerzo tanto en tiempo como económico. En la actualidad, sin embargo, esa observación es posible con unas inversiones mínimas en ambos conceptos, por lo que es posible cumplir con nuestros objetivos. Aunque, por otra parte, la reproducción de alguno de esos originales, al disminuir su tamaño, también pierde nitidez y por ello no se han podido determinar las toponimias en todos los mapas. También hay que decir que no se han publicado todos los originales existentes en esas instituciones, por lo que no se ha podido acceder a todo el conjunto potencial de mapas existentes, pero con el número de ejemplares analizado se puede decir que hay material suficiente como para establecer algunos resultados; en ellos se podrán insertar después los posibles nuevos datos obtenidos a partir de los originales que ahora no se han podido examinar o de los que no se ha podido extraer información. 232

La cartografía antigua del Sáhara Occidental

RESULTADOS DEL ANÁLISIS DE LOS MAPAS Esta zona ha quedado reflejada casi en todos los mapas, desde los más antiguos que de ellos se conocen, ya que Ptolomeo tomó las Canarias como meridiano ‘cero’ para su cartografía y por tanto el borde costero occidental de África quedó incluido siempre en las representaciones que se hicieron de ‘su’ mapa, aunque los rasgos se muestran casi irreconocibles o prácticamente indefinidos. También sucedió esto con los mapas T-O isidorianos que se manejaron en la Alta Edad Media, así que hubo que esperar al auge de las exploraciones españolas y portuguesas para encontrar una mínima expresión de estas costas, que fueron de nuevo olvidadas, o eclipsadas, por la atracción que despertó, lógicamente, el Nuevo Mundo y sus continuos y prometedores descubrimientos. Los progresos cartográficos del XVII y XVIII dejan la costa del Sáhara casi definida, pero la exploración por el interior y en muchas zonas incluso de la costa quedan aún inconclusas; en ambas se producirán avances una vez iniciada la gran colonización europea de África tras la Conferencia de Berlín. En el siglo XX los avances van unidos a los retrocesos, como en el mapa de D’Almonte (1914), que es el primero que por su calidad debe tomarse en consideración como reflejo de una cartografía de la zona, pero que es criticado a su vez por sus «grandes lagunas y faltas garrafales» (Lombardero, 1944), como por ejemplo en la posición de numerosos pozos de agua. Este mapa pudo inspirar al que años después publicó el Gobierno General del Sáhara (GGS, 1934) y que Lombardero (1944) no tiene tampoco en buena estimación. Se han examinado con detalle, hasta donde han llegado las posibilidades, algunos aspectos de los diferentes mapas que se han tenido al alcance, principalmente porque, como ya se ha mencionado, han sido reproducidos en ediciones especiales en las que ha sido posible leer los textos que allí constan. No se han encontrado antecedentes que recojan todos los aspectos y nomenclaturas que aquí se tratan y que se refieren a las denominaciones existentes en la zona de lo que se viene conociendo como Sáhara Occidental, es decir, la faja costera delimitada por cabo Bojador al norte y cabo Blanco al sur.

Acerca del nombre de Sáhara En el mundo de Eratóstenes casi toda África, y desde luego su parte noroeste, se llamaba «Libya». Y con ese nombre se mantuvo durante la antigüedad anterior a la Era Cristiana. En el mapa T-O de San Isidoro es 233

Carlos Martín Escorza

cuando –¿por primera vez?– aparece el nombre de «Africa». Sin embargo, en un mapa italiano de c. 352 a.C., reproducido en Brown (1979: 43), la única nomenclatura existente es la de Getulia. El Sáhara debe corresponder, según Siraj (1995), a lo que en la antigüedad se denominaba como Wadî al-Raml, es decir, el «río de arena». Respecto al nombre de la zona consta en el mapa de Schedel (1493) como «Zúmus». En Wit (1668) es donde por primera vez he visto la palabra «Saara» (en Whitfield, 1994: 95). En Ortelius (1595) se describe en el interior, entre cabo Bojador y el que después se llamará cabo Juby, la existencia de Montes Claros, olim Atlas mons y en letras mayúsculas la palabra «Zahara», debajo de la cual está escrito: Cum Imp. Reg. & Nrabantiae privilegio decennali. En el mapa de Moxon de 1691 (en Whitfield, 1994: 104-105) se indica una localidad en el interior (¿cerca de Smara?) con el nombre de «Zanhaga» y en la zona de cabo Blanco hay otra con la denominación de «Gaulata» y desde la costa hacia el interior: «The Desarts of Serra». En el de A. F. Zürner (c. 1710, en Whitfield, 1994: 106-107) se lee «Saara Desert» que es atravesado por la líneas del trópico. Senex (1725) lo expresa como «Sara» o «the Desert Barbary», atravesado también por el trópico a 40° 30’ y segundos indeterminados. En L’Isle (1732) figura como «Sara» o Desert de Barbarie. De 1743 hay un mapa (en Stefoff, 1995: 13) con las denominaciones regionales de «Zarae» y «Zanhaga» Desertum. En Brookes (1808) están escritos dos nombres a nivel de región: «Zahara» y «Zenhaga». Clark (1822) lo llama «Sáhara» o Great Desert y está atravesado por el trópico. En Evans (1854) viene la zona expresada como «Sáhara». En la Encyclopaedia Británnica (EB, 1892), en su mapa de África está escrito: «Sáhara». En este mapa está señalada la zona española, casi coincidente con el que después sería el ‘Sáhara español’, incluyendo en él el ángulo sureste que luego se retocó a favor de Argelia. En Anónimo (1906) la zona está indicada por la palabra «Sáhara». En el mapa de las Naciones Unidas (1945) también se utiliza el nombre de «Sáhara».

Topónimos costeros en el Sáhara occidental Este análisis se ha realizado siempre sobre reproducciones de los mapas publicadas en diferentes libros, algunos maquetados a doble página, pero desde luego con dimensiones más pequeñas que los originales, por lo que en algunos de ellos no ha sido posible leer bien las 234

La cartografía antigua del Sáhara Occidental

palabras, así que en caso de duda se ha dejado un espacio en blanco. En esos libros también hay mapas con topónimos que han sido imposibles de entender ya sea por falta de nitidez o de tamaño demasiado pequeño y no se han considerado. Así, por ejemplo, en la cartografía del «Mapamundi de Cantino» su autor Anónimo (c. 1502) indica veinte nombres topónimos entre los dos cabos que no he podido leer en la reproducción disponible. También hay más de veinte topónimos en el mapa de Reinel (c. 1534), asimismo ilegibles en la copia disponible. De entre los diversos nombres que se citan en los mapas examinados hay tres de ellos que están mencionados en casi todos; son: cabo Bojador, Río de Oro y cabo Blanco. Curiosamente son tres puntos significativos en la forma de la costa del noroeste de África, ya que el primero y el último son los límites del saliente geográfico que el continente tiene sobre el océano Atlántico, y Río de Oro se encuentra casi en la mitad de ellos. Cuadro I. Nomenclatura de la costa de la zona en mapas de los siglos XIV y XV.

Mapa

Topónimos costeros

1375, Cresques, Atlas Cata- buyetder, riu del or (en la leyenda del batel de J. Ferrer). lán (CSG, 1974) 1375, c., Cresques.

Buyador, Playa arenosa de – fino de pescadores los cuales dicen que – millas - - Gimar tardes pases trobares 8 fon- -

1455, Pareto, B. (Kretschmer, Cabo de bugeder 1930, lám. IV; Menéndez-Pidal, 2003: 137) 1467, Benincasa, G. (Wigal, Cano de bua-, buador, cabo, terra basta, fui de fia-, terra, 2000: 44; Harvey, 1991: 65) pragge, porto Canalier, porto de ¿Gutesdor?, terra baja y alta, terra alta, terra a Gallo, Cauo de Cabanell 1468, Benincasa, G. (Harvey, Cano de buçedor, bucedor, terra grande area, terra Alta de1991: 64) serta, prana Alta de -, Terra branca, Angra de rum-, terra de sette cabos, terra trasa, Angra des —, Rui doro, isla de Jesé, Porto de Canalier, Angra de Godesintra, Angra de San jordi, praga alta, Angra de San Gegrorio, cano des barbas, pedra negra, pedra da Galee, C. biancho 235

Carlos Martín Escorza

Cuadro I. Nomenclatura de la costa de la zona (continuación).

Mapa

Topónimos costeros

1471, Benincasa (Menéndez- Cavo de bugeder, terra alta deserte, terra branca, ang des caPidal, 2003: 138) valls, ro doro, porto cavalier, cabo des barbas, pedra da galea, cabo bianco 1489, Martellus, H. (Harvey, C. de buçudor, Praia longa; río doro, Angra di San Ciprian; c. 1991, p. 55; Nebenzahl, de barbai, c. bianco 1990: 16-17; Amfitheatrof, 1991: 110-111.) 1490, c. Martellus, H. (Whit- c. buguedor, rie doro, para longa, angra di San ciprian, c. de field, 1994: 42-43; Neben- barbari, bianco zahl, 2004: 51) 1492, Anónimo

Cabo ¿basador?, Atlas, -, Río de- , (Línea tropical), -, r. de barba-, ¿Saintmadia?, cabo blanco

1492, Behaim, M. (Kupcík, Cabo bassador, Atlas, montes daros, terre daran, sieso, Río 1981: 35; Wigal, 2000: 48) de oro, dan, cabo de barbona, Sant mathia, cabo bianco 1492, Mapa Colón (Wigal, C. Bugador, terra alta, vn cabaras, Río del oro, -, - , - , -,-, 2000: 52; Nebenzahl, 1990: praia lovabeña, - de foro, -, -, angra de -,C. Bianco 22-25)

El cuadro I refleja las variaciones de la nomenclatura que se ha venido manejando en esta zona en los mapas más antiguos de que se dispone y que tienen nombres para designar o describir sus accidentes costeros. Se han examinado para ello los once mapas que se relacionan en dicho cuadro, para el que se ha puesto como límite temporal el año del Descubrimiento de América. Como se deriva de la lectura de los nombres, es muy grande la influencia sobre ellos de los navegantes portugueses que durante los siglos XV y XVI es evidente que exploraron con continuidad la costa y las islas atlánticas, a excepción del ya citado meritorio viaje de J. Ferrer y de los derivados de la expansión hacia las islas Canarias realizados por los españoles. La nomenclatura del cuadro I refleja asimismo la influencia de otros idiomas, como el ¿mallorquín?, español e italiano, sea este último por ser italianos los exploradores o por ser Italia donde se manufacturaron los mapas. 236

La cartografía antigua del Sáhara Occidental

Cuadro II. Nomenclatura de la costa de la zona en mapas del siglo XVI.

Mapa

Topónimos costeros

1503, c., Colón, B. y Zorgi, A. (Ne- C. Bosador, Río del oro, C. Biancho benzahl, 1990: 38-39) 1506, Contarini, G. H. (Whitfield, 1994, C. de bugador, Circulus Cancri, G. dos caballos, p. 46-47; Nebenzahl, 1990: 44-47) C. bianco 1507, Ruysch

C. Bajador, C. Bianco

1508, Rosselli (Whitfield, 1994, p. 50- C. dos caballos, C. bianco 51; Nebenzahl, 1990: 48-51) 1508, Ruysch, J. (BN/FS, 1992, p. 71) C. Bajador, C. Blanco 1511, Maggiolo, V. de (Nebenzahl, C. de buzador, Teroaltn, -, bracapza?, rio cora, 1990: 58-59) praia, angra, C. de barebes, piedra de gallva, C. Brancho 1513, Waldseemüller, M. (Nebenzahl, C. de boiador 1990: 64-65; Whitfield, 1994: 54-55) 1514, Anónimo portugués (Novaresio, C. de Borador, pena grande, pedieiras, sete cabos, 2004: 49) G. dos ruinos, sete montes, praia -, porrita do medo, G. dos cavalos, bomguador, madouro, tera baixa, praia, G. de diego de Citra, tera barea, os nardos, P. Dígnale, - medoves?, C. Branco, —, arguin 1524, Vespucci

C. Bugiardo, C. Biancho

1534, Ribero, D. y Ramusio, G. B.

C. Branco

1544, Münster, S. (Stetoff, 1995: 197) Budezor (villa), Caput Albü 1558, Homen, D. (Nebenzahl, 1990: C. Bojador, -, -, -,-, -,- -, c -, -,G -, Setemantas, ,-, 118-119) pista mineral, ,-, [Trópico de Cáncer], - Guera, -, -, praia, c. da baia, -, -,-, 1563, Medina, P. de (Checa Cremades, C. Boxa, C. de Aguer, Río del Oro, C. boxa, Ar2006, Fol. VIII) guin, C. Verde, R. Gran 1570, Ortellius (NGM, 1980)

C. de Baiador, G. de S, Cipriano, C, das vardos, Galla, G. de S. Anna, C. Blanco 237

Carlos Martín Escorza

Cuadro II. Nomenclatura de la costa de la zona (continuación).

Mapa

Topónimos costeros

1588, Boazio, B. (Nebenzahl, 1990: C. Blanck 142-143) 1588, Ortellius (Hernández-Pacheco C. Baiador, Boiador (ciudad), Tierra alta, Sette ponte, Golfo de ruinos, Sette monti, Golfo de caet al., 1949: 120) nali, C. Olaredo, Fuime del oro, Terra piana, Golfo de gonçintra, C. das varbos, Foguedo, Galla 1589, c., Hondius, J. (Nebenzahl, C. Bojador, [Trópico de Cáncer], C. Blanco 1990: 134-135; nebenzahl, 2004: 73) 1595, Ortellius (García Figueras, C. Bojador 1941, 1ª parte) 1599, Wright, E.; (Nebenzahl, 1990: C. Bugador, B. Arribos, C. dorado, [Trópico de Cáncer], R. del oro, C. de C-, C. de -, C. Blanco 158-159)

El cuadro II corresponde a los resultados obtenidos en la observación de mapas del siglo XVI, durante el cual España estuvo acaparando el tráfico atlántico, con la vista puesta en América y sin recalar en esta zona a excepción de la visita casi obligada a las Canarias. Así que sigue dominando en la toponimia de esta costa la influencia portuguesa y también se hace notar la proveniente de los idiomas italiano, holandés y alemán, pues navegantes de estas nacionalidades visitaron y durante algún tiempo se mantuvieron instalados en la costa. El conocimiento y navegación de portugueses en la zona quedan bien reflejados en, por ejemplo, el mapa de 1514 de autor anónimo y que se encuentra depositado en el Archivo de la Torre del Tombo (Portugal), donde en estos kilómetros de línea costera hay veinte nombres que son, por otra parte, muy poco coincidentes con los de Benincasa (1468), como se puede observar comparando éstos con los citados del cuadro I. En estos mapas del siglo XVI aparece señalada la línea del Trópico de Cáncer con más frecuencia –aunque no en todos– que en los anteriores. 238

La cartografía antigua del Sáhara Occidental

Cuadro III. Nomenclatura de la costa de la zona en mapas de los siglos XVII y XVIII.

Mapa 1602, Texeira (EB, 1994: 110)

Topónimos costeros C. de Bojador, Pebeiras, Terra Alta, G. Mieda-, B dos Ruinos-, Laforty, Sete montes, G. dos Cavallos, Tropicus Cancri, R. de Oro, Terra Baja, Pº de Cintra, Terra Darca?, As M-, A. de S. Cyprian, C. das Barbas, C. Cerveiro, S. de S-, C. Blanco

1622, Anónimo (Brown, 1979: 158-159) R. de loro; C. blanco 1630, Hondius, J. (Whitfield, 1994: 75) C. Bojador, Cavallos,, C. Barbas, C. Blanco 1633, Roussin (Wigal, 2000: 176)

c. buxador

1634, Guérard (Wigal, 2000: 178)

C. baiador

1650, c., Placido y Oliva (en: c. busardor, penagi anda, testa alta, seti cabos, gir Expo’92, 1992: 114; Calendario BN, ruinas, petria, G. cavallos, setti monte, plaia, punta 1993) de auro, Riodiloro, stabia, G sisipri, plaia, G. Cintra 1665, Blaeu

Bogador, Barreiñas, G. de Ruñios, Sette Montes, Cavalos, Cavallos, R. Oure, Pº de Cintra, Terra Darva, As Montes, A. S. Ciprior, C. das Barbas, C. Cascocuvo, G. de Santo, C. Blanco

1673, Sellers (Whitfield, 1994: 101) C. Bugador, A. Cavallos, A. Cintra, —, C. Blanco 1686, Castelo León, P. A. (García Fi- C. de Buxador gueras, 1941, Cap. 3) 1720, c., Keulen, G. de (Whitfield, C. ¿Bogador?, C. Blanco 1994: 108-109) 1725, Senex, J., (Whitfield, 1994, p. C. Bogador, Cor? Angra, C. Blanco 110-111) 1732, L’Isle, G. de (BN/FS, 1992 : 115) Cap Bojador, R. de Ou—, C. des Barbis, Cap Blanc 1760, Delisle, J. (Whitfield, 1994: C. Blanc 112-113)

Para los siglos XVII y XVIII, cuadro III, los mapas que se han podido examinar no hacen sino reflejar los mismos resultados generales que antes se han expuesto, es decir, una gran influencia en la toponimia de los navegantes y cartógrafos portugueses. 239

Carlos Martín Escorza

Cuadro IV. Nomenclatura de la costa de la zona en mapas de los siglos XIX y XX.

Mapa

Topónimos costeros

1808, Brookes (www.1wptravel.com) C. Bajador, R. del Oro, C. Mirik 1822, Clark (Whitfield, 1994: 116-117) Lagurda 1829, Herisson (www.1wptravel.com) Cap Bojador, Angra des Ruives, Angra des Cavales, R. de l’or, A. aux Her (Trópico), Angra de Concato de Cintra, C. das Barbas, B. Découvert en Basse Mer, C. do Cornver, Cap Blanc, I. Française 1885, Perthes, J. (Copia digital, 10 C. Bojador, Fondeadero de los Pitones od de la Blatt. West-Sáhara, E. 1:4.000.000) Bumbalda, Las Vueltas, Los Dientes, Penha Grande, El Monito, Gurnet Cap, Angra de los Enrivos, Nuen Jardín, Die Sieben Cap s- Las Cañuelas, Restinga de la Piedra, Leven Cap, Las Almenas, Point Elboa, Morrro de S. Pedro, Angra á Caballo, Deception Cliff (Roque Cabrón), (Spanisch Faktorei) Mudge Head, Pt. Durnford, Rio Ouro, Herne I, Pt. Trevor, Punta del Pescador, Angra de Cintra, B. de S. Cipriano, C. Barbas, Pedra de Galha, Punta Galha, I. Virginia, R. de Sta. Ana, C. Correiro, B. de la Estrella, B. du Repos, C. Cansada, B. del Oeste, C. Blanco. 1886, Coello (Copia digital)

Cabo Bojador, Ed-Dajla – Villa Cisneros, Río de Oro, Bahía de Cintra o Puerto Badía, C. Barbas, Bahía de los Galgos, C Blanco

1886, Marcel (Copia digital)

Cº Bojador, Cº Garnet, Cº Leven, Río de Oro ( y Factoría), Bahía de Cintra, Bª de S. Cipriano, Cº Blanco – Bª del Galgo

1903, Chias Carbó

C. Bojador, Tanofer, Morro Garnet, Bahía de Angra de Ruibos, Pta. Siete Cabos, Cabo Leven, Pta. Elbow, Tireft, Factoría Villa Cisneros, Pta. Duraford, Pozo AISA, (Trópico de Cáncer), P. del Pescador, Bahía o Angra de Cintra, Gorrei, El Fases, C. Barbas, P. Galha, Ita. Virginia, Bahía de Sa. Ana, C. Corveiro, Bahía del Oeste, C. Blanco. 240

La cartografía antigua del Sáhara Occidental

Cuadro IV. Nomenclatura de la costa de la zona (continuación).

Mapa

Topónimos costeros

1941, García Figueras

C. Bojador, Fondeadero de los Pilones o Bombardo, Los Dientes, Morro del Ancla Norte, Peña Grande, C. Garnet, Fondeadero de Buen Jardín, Fondeadero de la Monja, Punta Eloy, Roca Cabrón Norte, Monte Decepción o Guira, Villa Cisneros, P. Durnford, Río de Oro, Bahía de Cintra, Bahía S. Cipriano, C. Barbas, B. Sta. Ana, C. Corveiro, C. Blanco

1975, TA

Cabo Bojador, Los Pilones, La Bombarda, Punta de Juan Torno, Morro de Ancla Norte, Angra de los Ruivos, Punta Elbow, Pen. De Yala, Villa Cisneros, Punta Sarga, Bahía de Río de Oro, (Línea del Trópico), Puntilla de las Raimas, Golfo de Cintra, Puntilla Negra, B. de S. Cipriano, C. Barbas, Bahía de Sta. Ana, C. Corbeiro, Nouadhibou (Pt. Etianne), Güera, C. Blanc (C Blanco)

1992, TA

Boujdour, Los Pilones, La Bombarda, Punta de Juan Torno, Morro del Ancla Norte, Angra de los Ruivos, Punta elbow, Ad Dakhla (Villa Cisneros), B. de Río de Oro, Puntilla de las Raimas, Puntilla Negra, B. de S. Cipriano, C. Barbas, B. de Sta. Ana, C. Corbeiro, Nouadhibou (C. Clanc)

Queda patente, en la amplia presencia de nombres que incluye el cuadro IV, que estamos ante el principal avance del conocimiento geográfico y cartográfico de la costa sahariana. En el cuadro se recogen los resultados obtenidos por el examen de mapas de los siglos XIX y XX, y se deduce que ese avance no se hizo de manera gradual. En su primer tercio desde luego ese progreso es muy tímido y cabe destacar de él la influencia francesa, sea por tomar parte activa en él navegantes de esa nacionalidad o bien por ser en Francia el lugar donde se hizo edición de los mapas. La observación del cuadro IV hace ver que es a partir de la edición del mapa del taller de Justus Perther en 1885 cuando queda constancia y se reúnen todas las informaciones hasta entonces existentes, 241

Carlos Martín Escorza

incluyendo además las denominaciones de otra nación, Alemania, que se incorpora al de las grandes potencias en el desarrollo. A partir del año siguiente, 1886, es cuando la cartografía manifiesta a través de su toponimia la voluntad, por fin, de España por recuperar la labor abandonada durante siglos en esta zona. Una recuperación que, como asimismo refleja el cuadro IV, tiene un carácter efímero dado que después de 1975 va perdiendo nombres y aunque en los atlas internacionales –véase por ejemplo el TA, 1992– se mantienen algunos de ellos, en la actualidad están prácticamente todos, sino todos, ya desaparecidos. Un curioso ejemplo de síntesis de la historia de esta zona creo que queda reflejada en el mapa de la TPC (1985) donde el fragmento que he podido examinar, el de la mitad sur, contiene la siguiente nomenclatura en la costa: Cabo Leven, Punta Elbow, Ad-Dakhla, Punta Durnford, Bahía de Río de Oro, Puntilla de las Raimas, Bahía de Angra de Cintra, Pointe Noire, Baie Saint Cyprein, Cap Barbas, Cabo Corbeiro, Presqu’île Du Cap Blanc, Nouadhibou, La Guera, Cap Blanc. Como se ve, un conjunto de nombres donde se mezclan los idiomas de los países europeos y africanos, tanto entre ellos como en un mismo topónimo, fiel reflejo, en mi opinión, de la evolución y de casi toda la historia de la zona y a la que aquí nos hemos aproximado a través precisamente de esas nomenclaturas. Respecto al posible origen o significado de algunos de estos nombres sólo podemos hacer algunas indicaciones: Cabo Bojador, también llamado cabo Boujdour o Abu Khatar, está situado en la costa norte de Sáhara Occidental, en 27º de latitud norte. ‘Bogar’ es, según el DRAE, ‘remar’, lo mismo que en portugués. Y ‘bogador’ la misma institución nos dice que es el que boga. No está dentro del DRAE la palabra ‘bojar’, así que cabe considerar la de ‘bojador’ como una derivación de la anterior. Río de Oro (con frecuencia trascrito como Oued Edhahab). Según Hernández-Pacheco et al. (1949) el nombre es portugués y deriva del recuerdo que les produjo a los marineros de esa nación el lugar por su similitud con el estuario del río Duero en su desembocadura en Oporto. Según Menéndez-Pidal (2003: 149), proviene de que los expedicionarios de Gil Eannes en 1435 creyeron que se trataba de un río que supusieron era el Nilo y que les llevaría a las montañas donde se encontraba el preciado metal, pero luego no fue tal sino que era un brazo de mar y, aunque tampoco se encontró oro, prevaleció el nombre dado. Según 242

La cartografía antigua del Sáhara Occidental

Mohamed-Fadel uld Ismail Uld Es-Sweyih (1998), aparece por primera vez en el mapa de Viladestes de 1413. Agra dos ruivos, nombre dado durante la expedición de Gil Eannes en 1435, por la abundancia de esos peces (Menéndez-Pidal, 2003: 149). Agra dos Cavalos, donde desembarcaron dos caballos para explorar la tierra (Menéndez-Pidal, 2003: 149). Porta da Galé, pues el modelado de las rocas les asemejaba a las de una galera (Menédez-Pidal, 2003: 150). San Cipriano, debe de ser en honor a dicho santo (Cartago, 200Cartago, 258), martirizado por su fe cristiana. Es tenido como el obispo más brillante antes de que apareciera San Agustín.

Otros detalles Una curiosidad más sobre la toponimia de la zona es que el mapa de Chias Carbó (1903) refiera a todo el conjunto con el título de Sáhara español o Río de Oro, pero no deje esta última denominación para ningún punto de la costa como venía siendo habitual desde hacía siglos. En el mapa de Martellus (c. 1489) hay dibujado un gran río al sur de cabo Bojador que señala proveniente de las montañas del interior y que podría corresponder con la Seguia el Hamra, aunque en posición equivocada. En el mapamundi según Ptolomeo impreso en Roma, 1478 (en Whitfield, 1994) la región que nos ocupa apenas puede identificarse cual es, debido quizá a una confusión de posicionamiento de las islas Canarias (Fortunatae Insulae en el mapa), o bien a una deficiente delimitación de los accidentes costeros, de los que merece destacar la de un Sinus Hespericus de difícil reconocimiento, cuyo nombre debe quizá de provenir de su proximidad a las islas Hespéridas, aunque con anterioridad en el mapa de Cosmas de c. 548, ese mismo accidente se denomine como Arabicus Sinus. Rasgos de los que también se puede decir lo mismo del mapa reeditado en 1482 y reproducido en Whitfield (1994: 8-9) en el que hay en la costa algunos nombres: massa flu, gasades y fracizis, además de señalarse el Tropicus canr, cuya traza pasa por el norte de las Canarias. En ambos mapas es de destacar la presencia de una red fluvial sobre el Sáhara que sugiere caudales como los que se dibujan en España y norte de África. En el mapa de Ptolomeo, 1482 (en 243

Carlos Martín Escorza

Whitfield, 1994: 8-9) se destaca la presencia del «Sinus Hesperus», que también está representado en el mapa de Waldseemüller 1507 (en Whitfield, 1994: 11). Entre el cabo Bojador, en el extremo norte, y el de cabo Blanco, al sur, los diversos mapas tienen colocados varios topónimos en número asimismo distinto y no siempre coincidentes. De entre ellos destaca también por su presencia en casi todos los mapas el de Río de Oro, que tienen una rica variedad de expresiones según las épocas y realizadores. Aunque no indique ningún nombre hay que señalar el mapa de Mercator (1569), en el que está representada la costa con muy aceptable dibujo. Presenta, como otros de esta época, una presencia de ríos que sugieren sean caudalosos y la línea del trópico casi en su buen lugar.

Forma de la costa Un elemento cartográfico común en todos los mapas es el de su configuración costera. Los diversos mapas muestran en ella una variación bastante amplia debido a diversos factores, entre los cuales cabe señalar el tamaño del mapa, su escala, la época y el estilo del taller o cartógrafo, cuanto más para los más antiguos. Todo ello ha dejado su huella en cómo se representaba el borde, la línea de contacto entre la tierra y el océano, lo cual nos da oportunidad de desarrollar sobre ello un análisis de los diferentes tipos que se muestran en los mapas. Este análisis se hará –como en anteriores párrafos– a la zona limitada entre los cabos Bojador y Blanco. De la observación de los mapas disponibles se llega a la conclusión de que se pueden agrupar en algunos términos sencillos que pueden englobar los rasgos complejos de su forma que son distintos para unos y otros mapas. Estas denominaciones para la forma de la costa son: «arqueada», líneas sin detallados entrantes y salientes y en curvatura dominante convexa hacia el océano –un ejemplo: véase el mapa 4 del pliego a color al final de la obra–; «lobulada», en la que destacan sus muchas curvaturas de radio pequeño, que la hacen parecer hechos a compás, con entrantes dominantes cóncavos –un ejemplo: el mapa 3, pliego a color–; «alineada», no es una línea recta, pero con sus rasgos definen una alineación que destaca sobre sus otros rasgos menores que pasan a segundo plano, como es el caso de el mapa 5 (pliego a color), en la que se han dibujado unos inexistentes, en cantidad y escala, lóbulos menores, tipo cremallera, cuya envolvente define la alineación; 244

La cartografía antigua del Sáhara Occidental

«quebrada», está compuesta por tramos casi rectos que se cruzan (ejemplo: el mapa del mapa 6, pliego a color) dando varias alineaciones que a su vez ellas pueden hallarse curvadas, pero éstas que no destacan tanto como su rasgo principal de líneas que se cruzan. Esta sencilla clasificación permite desarrollar un análisis de la evolución en la variación de los rasgos utilizados por los diferentes cartógrafos a lo largo de los siglos para representar la costa de esta zona del Sáhara occidental. Aunque conviene decir que la utilización de uno u otro tipo depende de la escala del mapa, pues en el caso de una escala que abarque mucha área, con valores bajos, apenas hay espacio para encontrar nitidez y no puede esperarse que tenga una costa dibujada con detalle por medio de líneas curvas sino que tiende a hacerse rectilínea. Y, por el contrario, en los mapas de escala grande, en los que el área visible es más concreta y la zona ocupa una parte de mapa mucho mayor, hay tendencia a trazar una costa con muchos más entrantes y salientes curvos, intentando dar una impresión de realidad o intento de aproximarse a ella. La figura expresa la distribución en el tiempo, según el año en que se hizo el mapa, del tipo de costa representado –según los tipos aquí definidos– para un total de 73 mapas en los que ha sido posible definir estos rasgos. El resultado que muestra la figura 5 hace ver como el tipo de dibujo con que se delineó la costa del Sáhara ha variado según la época, y con ella los estilos o tendencias de estilo que, muy probablemente, tienen que ver con el que se plasmó en todo el conjunto de cada mapa. En el siglo XVI domina el de tipo «alineada» y «arqueada»; el tipo «convexa» raro, sólo parece haber estado de moda al final del XVI y durante el XVII; el tipo «lobulada» tiene, según estos datos, dos máximos, uno en el XV y otro en el XVII; el trazo «quebrado» tiene las mismas vicisitudes del «convexo»; y el caso de costa «ondulada» parece ser la representación actual.

El Trópico de Cáncer Respecto a la colocación de la línea del Trópico de Cáncer también se observan diferencias y variaciones. No aparece indicada hasta los mapas ptolomeicos al menos de 1478 en adelante, y no lo está en todos. De los 20 mapas examinados del siglo XV sólo en cuatro de ellos se indica y se hace colocándola en tres de ellos en una posición más al norte de la que le corresponde, y en uno se sitúa más al sur. 245

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Se han examinado 43 mapas del siglo XVI y de ellos ocho colocan el Trópico en posición más al norte, dos más al sur y catorce lo hacen en su posición correcta. Los diecinueve restantes no lo señalan. Los mapas analizados del siglo XVII han sido un total de veinticinco. De ellos ya sólo uno indica el Trópico más al norte; catorce lo colocan en su posición correcta y en nueve no se señala su presencia. Todavía en los siglos XIX y XX, de los que se han examinado nueve mapas, hay uno en el que el trópico está situado más al sur de lo que le corresponde, en tres está correcto y son diez en los que no se indica.

CONCLUSIONES La exploración cartográfica de esta zona se hizo fundamentalmente para la navegación, así que son sus rasgos costeros los que están señalados con más o menos profusión en los mapas. Aun teniendo en cuenta las dificultades y posibles errores, tanto los que pueden tener los mapas como los cometidos aquí, de la observación de varios mapas desde el siglo XV a los actuales de la zona del Sáhara Occidental se pueden extraer algunas consideraciones: Quizá la más notable es que desde hace más de cinco siglos y casi cualquiera que haya sido el lugar o época de la edición del mapa, aparecen dos nombres: el de los dos cabos que precisamente marcan los límites del Sáhara Occidental, los de Bojador y Blanco. Ambos se mencionan con la grafía propia de país, idioma o época, pero en todo caso siempre son identificables sus nombres. Hubo durante los siglos XIV al XIX una evidente influencia sobre ellos por el paso de los exploradores portugueses en la zona, los cuales fueron los que dieron nombre a varios puntos de la costa. Los acontecimientos acaecidos durante las exploraciones posteriores y la construcción de factorías pesqueras u otras instalaciones costeras también han dejado temporalmente su nombre en algunos mapas. Y también se advierte el control que por algún tiempo hicieron de algunos puntos exploradores o conquistadores de otros países como Francia, Holanda y Gran Bretaña. El nombre de «Sáhara» no parece tener una antigüedad más allá del siglo XIX. Si ese término se utilizó entre sus habitantes es cosa que no se puede ahora conocer, pero por la observación de todos los mapas aquí relacionados ese nombre no fue incorporado a ellos hasta los que se realizaron en el mencionado siglo. 246

La cartografía antigua del Sáhara Occidental

Hay nombres regionales (Tiris, Adrar Setuff, por ejemplo) que sólo se mencionan en los mapas más recientes, desde finales del siglo XIX; sin embargo hay otros, como el de Gualata –¿a través del de Getulia?– que se ha dejado de mencionar desde esos tiempos. Uno de los nombres regionales que ha sobrevivido durante siglos es el de Argín, al lado meridional de cabo Blanco. De entre esos topónimos costeros hay algunos que se han perdido. Como los de San Jorge y San Gregorio, hay otros que parecen haberse refundido entre sí para dar un testimonio de la compleja historia de países y culturas por la que ha pasado esta zona.

Figura 1. Representación de las variaciones a lo largo de los siglos del trazo en el dibujo de la línea de costa por los diferentes cartógrafos de los 73 mapas examinados en los que ha sido posible su clasificación según los tipos aquí establecidos.

Agradecimientos: a Jorge Pina Herranz, por haberme proporcionado las copias digitales de algunos mapas modernos de la zona; a José Antonio Rodríguez Esteban por las correcciones que mejoraron el texto. 247

Carlos Martín Escorza

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