La Antigüedad Tardía y el final de las \"villae\" en la Comunidad de Madrid

Share Embed


Descripción

Zona Arqueológica

VIDES MONUMENTA VETERUM MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA Volumen I

MUSEO ARQUEOLÓGICO REGIONAL

CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DEL MUSEO ARQUEOLÓGICO REGIONAL PRESIDENTE: CONSEJERO DE PRESIDENCIA, JUSTICIA Y PORTAVOCÍA DEL GOBIERNO Ángel Garrido García VOCALES: DIRECTOR DE LA OFICINA DE CULTURA Y TURISMO Jaime Miguel de los Santos González DIRECTORA GENERAL DE PATRIMONIO CULTURAL Paloma Sobrini Sagaseta de Ilúrdoz DIRECTORA GENERAL DE PROMOCIÓN CULTURAL María Pardo Álvarez

ZONA ARQUEOLÓGICA, Nº 20-I VIDES MONUMENTA VETERUM MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

EDITOR Enrique Baquedano COMITÉ CIENTÍFICO Antonio Alvar (Universidad de Alcalá) Manuel Bendala (Emérito Universidad Autónoma de Madrid) Pilar Fernández Uriel (Universidad Nacional de Eduación a Distancia)

DIRECTOR GENERAL DE UNIVERSIDADES E INVESTIGACIÓN José Manuel Torralba Castelló

Julio Mangas (Emérito Universidad Complutense de Madrid)

ALCALDE DE ALCALÁ DE HENARES Javier Rodríguez Palacios

María del Carmen Fernández Ochoa ((Universidad Autónoma)

CATEDRÁTICA DE ARQUEOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID Mª del Carmen Fernández Ochoa

COORDINADORA Isabel Baquedano Beltrán (MAR)

CATEDRÁTICO DE PREHISTORIA DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID Gonzalo Ruiz Zapatero SECRETARIO DEL CONSEJO: SECRETARIO GENERAL TÉCNICO Pedro Guitart González-Valerio

SECRETARIA Sandra Azcárraga Cámara

DISEÑO, MAQUETACIÓN Y PREIMPRESIÓN Vicente Alberto Serrano / Esperanza Santos IMPRESIÓN Y ENCUADERNACIÓN B.O.C.M.

MUSEO ARQUEOLÓGICO REGIONAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID

ISSN 1579-7384

DIRECTOR Enrique Baquedano

ISBN 978-84-451-3594-5 978-84-451-3583-9 (obra completa) 51-3497-9 DEPÓSITO LEGAL M-5074-2017

JEFE DEL SERVICIO DE DIFUSIÓN Y COMUNICACIÓN Luis Palop Fernández JEFE DEL SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN José María Pérez Mármol JEFA DEL SERVICIO DE EXPOSICIONES María Carrillo Tundidor

© De la presente edición: Museo Arqueológico Regional Plaza de las Bernardas s/n 28801 Alcalá de Henares © De los textos: sus autores © De las ilustraciones y gráficos: sus autores

La revista ZONA ARQUEOLÓGICA ha sido evaluada por el Grupo de Investigación de Evaluación de Publicaciones Científicas (EPUC), asociado al Consejo Superior de Invesigaciones Científicas (CSIC), y está incluida, entre otras, en las siguientes bases de datos: Arts & Humanities Citation Index ® , DICE y LATINDEX

La Antigüedad tardía y el final de las villae en la Comunidad de Madrid

Resumen Este trabajo se centra en el estudio de la realidad arqueológica de la Comunidad de Madrid (España) durante la Antigüedad tardía (ss. IV-VII). En él se darán a conocer algunos datos arqueológicos sobre los procesos de cambio producidos en este territorio especialmente en relación a las transformaciones y dinámicas documentas por la arqueología en los asentamientos romanos tardíos identificados con villae. Se aportará una síntesis del estado actual de conocimientos y una reflexión sobre los nuevos patrones de poblamiento rural surgidos tras el colapso de las las unidades o estructuras del paisaje tipo villae en la Meseta central de la Península Ibérica. Palabras clave Carthaginensis, Antigüedad Tardía, Arqueología, territorio, paisaje, villae, poblamiento, cristianización. Abstract This work focuses on the study of the archaeological evidence of the Community of Madrid (Spain) during the Late Antiquity periodo (4th-7th centuries). Archaeological records about the changes processes developed in this territory will be discussed, with particularly regard to changes and dynamics documented in the late Roman settlements identified as villae. This paper is also a synthesis of current research knowledge and a reflection on new patterns of rural settlement in the central plateau of the Iberian Peninsula, which had emerged after the collapse of the landscape structures such as villae. Keywords Carthaginensis, Late Antiquity, Archaeology, countryside, landscape, villae, settlement, christianization.

La Antigüedad tardía y el final de las villae en la Comunidad de Madrid

1

Isabel María Sánchez Ramos * Jorge Morín de Pablos **

I. Contexto arqueológico El impulso alcanzado por la investigación en las últimas décadas a raíz de las excavaciones iniciadas en varios conjuntos arqueológicos de la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha, y la intensa actividad arqueológica realizada en paralelo al desarrollo de grandes obras de insfraestrucuras públicas, ha consolidado el conocimiento de la realidad arqueológica de provincia romana Carthaginensis, especialmente en relación al periodo de la Antigüedad tardía y de época visigoda. Geográficamente, esta antigua provincia también incluía la parte oriental de Andalucía (Almería, Jaén y Granada), las ciudades del Levante peninsular que se vertebraban a lo largo de la Via Augusta (Carthago Nova, Dianium, Ilici, Saetabis y Valentia), así como por otros importantes centros urbanos situados en el interior de la Meseta (Ercavica, Segobriga, Valeria, etc.). Se trata de un territo1 Este trabajo se ha realizado durante la subvención del Programa Talentia Postdoc (2014-2016), concedida por la Agencia Andaluza del Conocimiento y cofinanciada a través del fondo del Séptimo Programa Marco, Acciones Marie Curie, Personas, Cofinanciación de Programas Regionales, Nacionales e Internacionales, y la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía. *

Institut Ausonius, Bordeaux

Departamento de Arqueología y Recursos Culturales. Audema, Madrid **

rio amplísimo en extensión y heterogéneo en cuanto a su devenir histórico, cuestión esta última que ha permitido diferenciar el sureste mediterráneo, marcado por la llegada de milites desde Bizancio, del resto de territorios del interior, que formaban parte de la antigua Carpetania. Es en la Carpetania donde habría que enmarcar, por un lado, la actual Comunidad de Madrid, pero por otro, fue también en esta zona donde se estableció la sede regia visigoda. Se trata por tanto, de una región que desde la Antigüedad tardía ya desempeñaba un rol político y religioso importante en la nueva organización territorial y administrativa de la Península Ibérica tras el establecimiento en Toledo de la capital del Reino Visigodo. Paralelamente, la reorganización eclesiástica de la Carthaginensis a través de la red de obispados, fue especialmente evidente a lo largo del siglo VI, cuando la cifra de sedes episcopales creadas en ámbito urbano y no estrictamente urbano, se triplicó respecto a los siglos precedentes. El principal núcleo urbano localizado en la actual Comunidad de Madrid en épocas altoimperial y tardoantigua fue el municipium romano de Complutum, que actuó como importante centro aglutinante de población hasta su declive a comienzos del siglo VI (Rascón y Sánchez, 2007: 267-291). En el territorio, la población se concentraba, por un lado, en las inmediaciones de las vías de comunicación y de los cur-

176

VIDES MONUMENTA VETERUM MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

sos bajos de los ríos madrileños Jarama, Henares, Manzanares, así como en las orillas del Tajo y el Tajuña. Las ricas vegas permitieron un aprovechamiento agrícola y ganadero para las poblaciones rurales. Por otro lado, la Sierra de Madrid cuenta también con un número importante de asentamientos, vinculados a la explotación ganadera y al control de los pasos que comunicaban las dos mesetas. El hábitat rural era por tanto de tipo disperso y con poca densidad, ya que la arqueología ha mostrado que una parte de la población habitaba en el medio rural, bien en vici, fundi, castella y otro tipo de emplazamientos castreños en zonas de montaña. Aquí se localizan las necrópolis más importantes conocidas hasta la fecha y las de mayores dimensiones (Gózquez de Arriba, Cacera de las Ranas, Tinto Juan de la Cruz y La Indiana). Cancho del Confesionario en Manzanares el Real y los de Navalvillar y la Fuente del Moro en Colmenar Viejo son otros núcleos que estuvieron vinculados a la explotación de recursos ganaderos. El ejemplo mejor conocido en esta zona es Gózquez de Arriba (San Martín de la Vega), un asentamiento de tipo diseminado a lo largo de pequeños cerros y laderas que descienden hasta la orilla meridional del arroyo de Gózquez. Se le atribuye una cronología de principios del siglo VI a finales del siglo VIII.

II. Villae tardías en la Comunidad de Madrid. Transformaciones y usos La implantación del modelo romano en la Península Ibérica implicó el establecimiento de unos territorios, formas de poblamiento y explotación, cuya función principal consistía en facilitar la articulación y explotación de los territorios más inmediatos a las ciudades, al convertirse en centros intermedios que canalizaban los esfuerzos productivos y de intercambio desde otras unidades menores. Junto a ellos se documenta el fenómeno de las villae, que empiezan a estar presentes desde el siglo I d. C. en los espacios más productivos y mejor comunicados, generalmente aprovechando las ventajas que procuran los valles fluviales. En época romana, sin embargo, se dedican de una manera clara al cultivo de la famosa triada mediterránea (cereales, vid y olivo), sistema que en adelante servirá como una de las bases económicas de la Península Ibérica. La existencia de este tipo de asentamientos pone en evidencia un modelo territorial en época altoimperial perfectamente estructurado en el que los municipia se habían convertido en la cabeza administrativa, religiosa y económica de un medio rural completamente organi-

zado y explotado (Teichner y Peña: 2012: 375-458). Además de la continuidad de las funciones productivas, durante el bajoimperio hubo una preocupación particular por parte de los possesores de estos complejos en monumentalizar ciertos espacios de la pars urbana de las villae, relacionados con la representación social del propitario (Arce, 2006: 9-15; Chavarría, 2006: 17-35; Sfameni, 2006: 61-72). Para ello se basan en modelos arquitectónicos heredeados del protocolo imperial que se había difundido por todas las provincias occidentales del Imperio (Pensabene, 2008: 239-260). Ello generó una amplia diversificación de esquemas constructivos en función de las necesidades y de la capacidad adquisitiva del comitente (Mar y Verde, 2006: 37-59). De forma paralela al auge experimentado por la investigación arqueológica del mundo urbano durante la Antigüedad tardía, en las últimas décadas se han multiplicado los estudios centrados en las villae tardías en tanto establecimiento rural, pero también como principal estructura residencial, económica y productiva del territorio vinculado a las élites hispanas (Chavarría et alii, 2006). Recordaremos que estos asentamientos fueron fundamentalmente centros de producción vinícola y olearia. Complejos con estructuras productivas como torcularia se constatan en la pars rustica de la villa de Maternus (Carranque, Toledo), donde la zona existente del calcatorium se amplió durante la primera mitad del siglo IV (Garcia-Entero et alii, 2011-2012: 155172), y continuó con la producción del vino, pero orientada ya al autoconsumo hasta el útlimo tercio del siglo IV. Otra de las preocupaciones que ha transcendido de la investigación ha sido definir las causas más probables de transformación de las villae durante la Antigüedad tardía (Arce, 2006: 9-15), los nuevos usos y el cambio de propiedad (Brogiolo y Chavarría, 2005). Junto a ello, se ha avanzado en el conocimiento de espacios de culto (paganos y cristianos) que suelen documentarse en estas villae en las fases más tardías, como en Milreu, Montinho das Laranjeiras, Monte de Ceghona, Saucedo, La Cocosa, Fortunatus y San Cucufate, entre otras (Bowes, 2006: 73-95). Con las nuevas funciones se han relacionado las actividades productivas, funerarias, religiosas y de hábitat que no sólo se explican por la presencia de nuevos pobladores, sino también por la habitual transmisión de este tipo de bienes inmuebles a la Iglesia. Sin embargo, todavía queda por identificar en muchos de estos casos cuáles fueron los límites de estos conjuntos, y conocer así cuál fue la extensión del territorio que heredó la propiedad eclesiástica cuando

ISABEL MARÍA SÁNCUEZ RAMOS, JORGE MORÍN

DE

PABLOS / La Antigüedad tardía y el final de las villae en la Comunidad de Madrid

se benefició de una transmisión de bienes. Las transformaciones acaecidas tras el declive del sistema de las villae en el seno de las estructuras sociales y económicas romanas supuso, en última instancia, la existencia de una articulación territorial distinta. Del mismo modo, la evidencia arqueológica ha permitido establecer algunos nuevos patrones de asentamiento y una multiplidad de formas de hábitat rural (Fernández, 2006: 265-291). Llegados a este punto, compartimos con las recientes corrientes interpretativas que es más apropiado hablar de transformación y no de desaparición. Es materialmente evidente que el concepto “clásico” de villa y lo que ello implicaba, desaparece y la estructura que lo soporta, se abandonó (Escalona, 2006: 165–199; Vigil-Escalera, 2007: 367-373). Pero presencia e impacto sobre el paisaje rural permanece, pues las estructuras son reocupadas y espacialmente son lugares que adquieren nuevas funciones. Estas mismas tendencias interpretativas matizan convenientemente que las grandes migraciones que afectaron a todo el occidente europeo en el siglo V no fueron la causa de su colpaso. Los principales factores agravantes hay que buscarlos en el sistema económico, fiscal y en el comercio. Sin embargo, los nuevos habitantes de estas villae si pudieron tener algo que ver en el devenir posterior a su declive. Las transformaciones detectadas en los antiguos espacios de representación y en las zonas productivas sí indican un “final” de las villae en tanto como unidad de asentamiento rural predominante, y de un tipo de residencia para las aristocracias romanas (que vivían preferentemente en la ciudad) y como explotación agropecuaria vinculada a éstas. La arqueología ha detectado una serie de transformaciones en estas unidades de paisaje que muestran patrones de asentamientos diferentes a los tradicionalmente existentes en la Península Ibérica. La discontinuidad de ocupación y la polifuncionalidad del espacio son algunos de los rasgos más característicos cuando vuelven a ser frecuentadas por nuevos moradores. Su identificación con grupos de población foránea se ha basado en la presencia de hábitat con fondos de cabaña, construidos con materiales perecederos, y la configuración de necrópolis en las que se constatan objetos personales identitarios de poblaciones no his-

177

panorromanas. Junto a la aparición de nuevas actividades de tipo productivo y formas de habitación en los antiguos espacios residenciales, para lo que se expoliaron con intensidad los materiales de las estructuras originales remanentes, también constan como frecuentes la presencia de áreas funerarias o inhumaciones aisladas en sectores precedentes de carácter residencial, termal o productivo. A veces las nuevas necrópolis se pueden relacionar con una arquitectura cristiana promovida por los grandes propietarios de las villae. Igualmente se construyeron estructuras religiosas en áreas igualmente residenciales, relacionadas con la cristianización del campo y con la administración del territorio a través de la arquitectura cristiana promovida por las élites laicas y eclesiásticas. Entre las villae tardorromanas documentas en la Comunidad de Madrid y en otras provincias limítrofes como Toledo (todas ellas pertenecientes a la Carthaginensis), se documentan una serie de yacimientos significativos, algunos de ellos bien conocidos gracias a una investigación historiográfica consolidada en tiempos presentes (Morín et alii, 2007: 60). A continuación trataremos brevemente los ejemplos más representativos de este fenómeno, centrándonos en las transformaciones detectadas y las nuevas funciones desarrolladas en ellas. II.1. Villa del Val (Alcalá de Henares) Se trata de una villa suburbana localizaba a cuatro kilómetros de Complutum junto a las vías que comunicaban la ciudad con Astorga, Zaragoza, Mérida y Cartagena. Su privilegiada ubicación explica que a comienzos del siglo V, coincidiendo con las primeras invasiones, la villa, que estaba arruinada, fuera reaprovechada. En la sala del mosaico del Auriga Victorioso los nuevos ocupantes reordenaron la estancia y construyeron una cabaña de madera dentro de la antigua habitación de la villa siguiendo técnicas constructivas diferentes a las romanas (Díaz del Río et alii, 1991: 181-200). En la segunda mitad del siglo VI la necrópolis de Afligidos fue sustituida progresivamente por un nuevo cementerio, Camino de los Afligidos, situada a 1,5 km y en las cercanías de esta villa tardorromana, cuyos materiales fueron reutilizados para la construcción de las sepulturas.

178

VIDES MONUMENTA VETERUM MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

Fig.1 a. Planta, según S. Rascón. b.) Reconstrucción, según S. Rascón. c.) Reocupación de la sala del Auriga Victorioso, según S. Rascón. d.) Necrópolis complutenses en la Tardía Antigüedad.

II.2. Tinto Juan de la Cruz (Pinto) Los yacimientos de Tinto Juan de la Cruz se encuentran asociados al curso del Arroyo Culebro, conocido eje del poblamiento rural durante la Antiguedad Tardía. Todos

ellos constituyen un buen ejemplo de transformación de espacios, estructuras, funcionalidad y paisajes en la Comunidad de Madrid durante este período. Se trata de una villa bajo-imperial, con una primera ocupación

ISABEL MARÍA SÁNCUEZ RAMOS, JORGE MORÍN

DE

PABLOS / La Antigüedad tardía y el final de las villae en la Comunidad de Madrid

179

Figs. 2 a y b. Planta y fotografía aérea de Tinto Juan de la Cruz.

entre los siglos III y IV (figs. 2a y b), una reocupación del siglo V (fig. 3.), y una fase final como necrópolis en el VI (fig. 4). El conjunto presenta huellas de incendio generalizado y posterior reutilización de parte de las estruc-

turas de la villa tardorromana a comienzos del siglo V, sin que pueda establecerse con exactitud el momento de su abandono. Los restos más sobresalientes de dicha reutilización se observan en los dos grandes silos

180

VIDES MONUMENTA VETERUM MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

de cereal excavados en las estancias pavimentadas con opus signinum de la vivienda señorial y de la torre anexa. Junto a esta última, la aparición de un gran hogar y de dos grandes silos que hacen suponer una estructura

Fig. 3. ReocupacIón del siglo

V

d. C. de Tinto Juan de la Cruz, Pinto

social de tipo colectivo, seguramente familiar. Fuera de estas rudimentarias construcciones encontramos varios basureros. En la zona de la torre se documentan los restos de un gran incendio y lo que parece ser un

ISABEL MARÍA SÁNCUEZ RAMOS, JORGE MORÍN

DE

PABLOS / La Antigüedad tardía y el final de las villae en la Comunidad de Madrid

abandono precipitado del lugar; de hecho, sobre el suelo de esta estancia se encontró un escudo oval de bronce, dos puntas de lanza con enmangue tubular, dos cuchillos, etc. La última fase de ocupación del yaci-

Fig. 4. Necrópolis visigoda del siglo

181

miento corresponde a un cementerio visigodo de aproximadamente 80 tumbas que aprovecha los restos constructivos de la villa tardorromana. El enterramiento tenía lugar con su indumentaria, parte de la cual ha

VI

d. C.

182

VIDES MONUMENTA VETERUM MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

llegado hasta nosotros permitiendo la datación de la necrópolis y su adscripción a un grupo étnico determinado. Los objetos de adorno personal son anillos, pendientes y hebillas de cinturón, aunque se documentan también otros menos frecuentes (pulseras, collares, etc.). Todos ellos se pueden fechar dentro de la sexta centuria, aunque alguno sea algo anterior (Barroso et alii, 2007: 537-564). Sin embargo, no se ha localizado el núcleo de población asociado a estos enterramientos. II.3. Villa de Valdetorres (Valdetorres del Jarama) La villa se sitúa en una terraza intermedia del río Jarama, por debajo de la actual localidad de Valdetorres del Jarama (Arce et alii, 1986; Id. 1997: 329). Se trata de un yacimiento célebre por la monumentalidad de su planta, conociéndose sólo de él la pars urbana. Dicha zona consiste en un edificio de planta octogonal organizado en torno a un patio porticado de la misma forma. Alrededor de este patio se van alternando estancias cuadrangulares y triangulares. Sus excavadores fecharon la construcción a finales del siglo IV-siglo V. En un momento posterior a su abandono se documenta un horno, probablemente para la producción de vidrio, que se encuentra cortando uno de los suelos originales del conjunto. También se constatan las inhumaciones de una mujer y un niño que se documentaron en el nivel de derrumbe de las estructuras. II.4. Torrecilla (Getafe) Constituye otro caso significativo del fenómeno de transformación de espacios residenciales a productivos. Se encuentra situada próxima al río Manzanares y no lejos de un eje de comunicación secundario, en un área fértil y con recursos agrícolas y ganaderos importantes (Blasco y Lucas, 2000). La villa bajoimperal sucede a otra anterior a lo largo de los siglos IV y V, mientras que la última fase, a partir del siglo V y hasta el siglo VII, es objeto de una ocupación con estructuras en materiales perecederos a las que se asocian silos para el almacenamiento de diferentes productos. Se documentan una serie de muros mal trabados o a seco, superpuestos a los derrumbes, así como una serie de hoyos cortando los suelos de la villa, cuya función es la de almacenar grano (silos). Estos silos se sitúan buscando el aislamiento proporcionado por los muros, en hileras ordenadas o en núcleos relacionados con las paredes que aparecen también en esta fase. Por otro lado, se han documentado en una misma estancia un horno, una pila y unas bancadas, interpretándose el

conjunto como una cocina a cielo abierto o protegida por un toldillo en la que se llevaran a cabo actividades relacionadas con la elaboración del vino. Dicha cocina se encuentra junto a un área donde se ubicaron una serie de dolia, embutidos en viejas cubas arruinadas, calzadas con ladrillos. En las proximidades de la villa se encuentra la necrópolis de El Jardinillo, contemporánea a la Fase III, y en la que se documentan ajuares de tipo hispanorromano además de alguna hebilla de época visigoda. II.5. Santa María de Abajo (Carranque) Este conjunto residencial rural ha sido objeto de controvertidas lecturas y propuestas (Arce, 2003: 15–28; Fernández et alii, 2007: 743–754). Sobresale por la complejidad de sus espacios y la probable instalación de un edificio de culto cristiano en época tardoantigua, aunque no habría que descartar la adscripción cristiana de su propietario, dados los sarcófagos y otros elementos con simbología cristiana del siglo IV hallados en el lugar (García-Entero y Vidal, 2012: 150). El inmueble presenta una amplia fachada hacia el E en la que destaca un pórtico central y sendas torres de flanqueo, que dan lugar al primer ejemplo hispano de este tipo de organización de fachada torreada tan característica de la arquitectura de prestigio en las provincias romanas, y que repetirá la arquitectura de prestigio tardoantigua en otras zonas peninsulares, como Pla de Nadal (Ribarroja del Tùria, Valencia) (Escrivá et alii, 2015: 38). A partir del siglo VI se ha constatado su uso como necrópolis y complejo eclesiástico. II.6. El Saucedo (Talavera de la Nueva, Toledo) Constituye un ejemplo de readaptación de un espacio de balneum con una funcionalidad cultual cristiana (Castelo et alii, 2006: 175). Se han documentado varias fases, entre ellas, una fase situda a finales del siglo III y comienzos del siglo IV d. C., que corresponde a la construcción de una villa de carácter monumental; y otra, entre finales del V y comienzos del siglo VI, identificada con la reforma de una parte del área termal con la construcción de una iglesia con piscina bautismal de planta cruciforme. La adaptación del antiguo apodyterium para el culto cristiano se realizó abriendo un hueco en el muro nororiental del mismo, perceptible por el cambio en la técnica constructiva, configurando una cabecera cuadrangular y pavimentando el ábside con opus tesellatum. La piscina bautismal que se le adosa se inscribió en un recinto rectangular y con

ISABEL MARÍA SÁNCUEZ RAMOS, JORGE MORÍN

DE

PABLOS / La Antigüedad tardía y el final de las villae en la Comunidad de Madrid

planta cruciforme y reutilizando materiales provenientes de las estancias termales anteriores. En otras áreas pertenecientes a la pars urbana de la villa se amortizó el uso habitacional para un uso de almacenaje y fabril, como el oecus que sirvió de almacén (horreum) y en el peristilo se documenta una compartimentación de espacios, con nuevos muros y tabiques, también con una funcionalidad vinculada a actividades diversas de tipo productivo (Castelo et alii, 2006 : 180). El área se amortiza con un incendio a principios del siglo VIII que supone su abandono definitivo. II.7. Las Tamujas (Malpica de Tajo) Su esquema arquitectónico se caracteriza por la presencia de un aula independiente destinada a cumplir con las funciones de representación de un gran propietario. Aunque ha sido escasamente valorado en los últimos años (Arce, 2003: 24), se ha constatado un gran atrio porticado de planta rectangular que está cerrado en uno de sus frentes menores por una amplia aula en la que el cuerpo central podría haber alcanzado mayor altura. Al igual que ocurrió en Carranque, éste fue el

Fig. 5. Mapa con el poblamiento tardoantiguo y de época visigoda en la Comunidad de Madrid

183

único complejo de los que integraban la villa que sobrevivió gracias a su reutilización como iglesia.

III. Necrópolis y nuevos patrones de asentamiento rural tardoantiguos Además de las transformaciones radicales que afectaron a la estructura arquitectónica y a la funcionalidad espacial de estos asentamientos, la ocupación humana del territorio durante la Antigüedad tardía es mucho más compleja, y transciende el ámbito de las antiguas villae como unidad básica de explotación, su desaparición, cambios y nuevos usos. Es decir, la organización del poblamiento, la propiedad de la explotación rural gestionada ahora por la Iglesia, y las estructuras de hábitat son mucho más amplias y múltiples. Entre ellas cabría situar las denominadas “aldeas” porque representaron un tipo diferente de organización del territorio. Pero la dinámica desencadenada implicó la permanencia de un poblamiento rural campesino que abastecía a los centros de poder cercanos (ciuitas, sedes episcopales, castra, etc.), de distribución territorial igualmente disperso y desigual.

184

VIDES MONUMENTA VETERUM MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

Fig. 6. Detalle por valles fluviales

En la Comunidad de Madrid, provincia de Toledo y en la Meseta central castellana, los múltiples yacimientos excavados en los últimos años podrían identificarse con un sistema de poblamiento tardoantiguo específico de este período, así como un tipo de hábitat rural en llano organizado en aldeas y granjas (Vigil-Escalera, 2007: 107-114), e integrados por varias unidades familiares (Rodríguez y Barrio, 2003: 267-275; Morín et alii, 2007: 55-91). La línea de investigación que generaliza esta realidad a escala macro, ha infravalorado hasta ahora la presencia de unas élites consolidadas, que ejercían como tales en la gestión de los recursos y explotación del territorio, y que en el poblamiento rural continuó existiendo una fuerte jerarquización social. En ocasiones, en estos asentamientos se ha detectado que había una villa tardorromana anterior, como en Tinto, sin que esta situación sea normativa; y en otras, ha sido posible asociar estos núcleos de hábitat con algunas de las necrópolis tardoantiguas conocidas (Colmenarejo y Rovira, 2007: 377-387), caso de Gozquez, y con estructuras productivas, como en Prado Viejo. La práctica arqueológica ha demostratado con frecuencia la presencia de necrópolis visigodas sobre antiguas villae, costumbre explicable por la necesidad de reutilizar los materiales constructivos o el propio edificio en la elaboración de los enterramientos. En este sentido señalar una vez más la dificultad que entraña realizar un análisis riguroso sobre el mundo funerario de época

visigoda en la Comunidad de Madrid, ya que dicho estudio se encuentra claramente condicionado por una serie de factores que distorsionan en gran medida la realidad. Factores como el hecho de que todavía en nuestros días un gran número de las necrópolis excavadas permanecen aún inéditas. Por otro lado, casi todas las intervenciones arqueológicas se han efectuado mediante el procedimiento de urgencia, lo que en muchas ocasiones se ha traducido en que no se haya excavado la totalidad del cementerio, sino tan sólo la parte afectada por las obras. Ante este panorama, cualquier generalización acerca de la ubicación, organización del cementerio, enterramientos, etc. debe tomarse evidentemente con suma cautela. Sin embargo, con los datos actuales es posible trazar un panorama general y abordar la problemática del poblamiento tardoantiguo en la Península Ibérica. Los cementerios rurales en la Comunidad de Madrid son los más numerosos y por tanto los mejor conocidos. En la mayoría de las ocasiones estas necrópolis se situarían siempre en las inmediaciones de las iglesias rurales que existirían en las propiedades rústicas –iglesias propias–. Las necrópolis con materiales visigodos se reducen a Alcalá de Henares, Daganzo de Arriba, Madrid capital –Carabanchel y Villaverde–, Tinto Juan de la Cruz –Pinto–, Gózquez de Arriba y Cacera de las Ranas –Aranjuez– (fig. 7). Fuera de estos yacimientos no cabe hablar en propiedad de necrópolis visigodas, tratán-

ISABEL MARÍA SÁNCUEZ RAMOS, JORGE MORÍN

DE

PABLOS / La Antigüedad tardía y el final de las villae en la Comunidad de Madrid

185

Fig. 7. Arriba. Necrópolis visigodas en la Península Ibérica; Abajo. Necrópolis visigodas en la Comunidad de Madrid

dose tan sólo de necrópolis tardorromanas anteriores al siglo VII –El Jardinillo, Santos de la Humosa y Cerro de la Gavia– o posteriores a esta fecha –La Indiana, en Pinto, La Cabrera, Cerro de las Losas– (fig. 8). Sin

embargo, también se documentan cementerios que no estuvieron relacionados necesariamente con un templo, sino sólo con una propiedad fundiaria o con un núcleo de habitación (villae, vicus, castrum, etc.), o

186

VIDES MONUMENTA VETERUM MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

Fig. 8. Arriba. Necrópolis hispanovisigoda de La Indiana, Pinto. s. novisigoda de La Cabrera. s. VII d. C.

incluso en la mayoría de los ejemplos conocidos no se pueden asociar a una población concreta, sino que se localizan en sus cercanías o en cruces de caminos. Otros lugares de ubicación habituales en época visi-

VII

d. C.; Abajo. Necrópolis hispa-

goda, parecen haber sido los parajes próximos a los cursos de agua o lugares elevados, relacionándose esta costumbre con la intención de la Iglesia de sacralizar antiguos santuarios indígenas.

ISABEL MARÍA SÁNCUEZ RAMOS, JORGE MORÍN

DE

PABLOS / La Antigüedad tardía y el final de las villae en la Comunidad de Madrid

El final de las villae como unidad residencial y de explotación, es el final de un sistema socio–económico (ahora más autárquico), cultural e ideológico que marcó el inicio de las nuevas dinámicas de vertebración del territorio consolidadas a lo largo de Tardoantigüedad, marcadas también por el factor religioso y social, que caracterizarán en gran medida el paisaje del periodo medieval. En algunas de las villae presentadas en este trabajo se han documentado una serie de transformaciones significativas derivadas del proceso de cristianización rural, que servirá de correa de transmisión a las diferentes remodelaciones constructivas, estructurales y funcionales de las que fue objeto la pars urbana de la villa. La realidad arqueológica manifiesta al mismo tiempo que los cambios socio-económicos de la época se reflejaron en el paisaje en una multiplicidad de nuevas ocupaciones de hábitat y construcciones, que asumieron funciones de enterramiento y productivas. Las actividades de producción y almacenaje serían asumidas y ejecutadas por los nuevos pobladores que en un momento posterior al siglo V reocuparon las antiguas villae, bien en un régimen de explotación basado en el arrendamiento de la tierra; o bien fueron desarrolladas por los monasterios, otra de las nuevas estructuras del paisaje rural que monopolizaron la producción y explotación de los recursos del campo en esta época. Todo ello conlleva la existencia de una jerarquización social del territorio y del poblamiento. En relación a las necrópolis, los materiales arqueológicos indican claramente las diferencias entre las necrópolis consideradas visigodas y las de tradición hispanorromana. Fenómeno que sólo se explicaría de forma coherente a través de la irrupción de poblaciones ultrapirenaicas. Los ajuares de estas necrópolis visigodas presentan sus paralelos con las necrópolis “danubianas” y europeas. En este sentido, las necrópolis visigodas de la Meseta definen una fase inicial del proceso de etnogénesis de este pueblo y que históricamente se correspondería con el asentamiento de los visigodos en la Península Ibérica y la formación del Reino Visigodo de Toledo.

187

BIBLIOGRAFIA ARCE, J. (2003): “La villa romana de Carranque (Toledo, España): Identificación y propietario”, Gerión, 21-2: 1730. —— (2006): “Villae en el paisaje rural de Hispania romana durante la Antigüedad tardía”. En A. Chavarría, J. Arce y G.P. Brogiolo (eds.): Villas Tardoantiguas en el Mediterráneo Occidental, Anejos de Archivo Español de Arqueología XXXIX: 9-15. Madrid. —— CABALLERO, L. y ELVIRA, M. A. (1986): Valdetorres de Jarama (Madrid). Informe del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. Madrid. —— (1997): “El edificio octogonal de Valdetorres de Jarama (Madrid)”. En R. Teja y C. Pérez (eds.): La Hispania de Teodosio. Actas del Congreso Internacional (SegoviaCoca 1995). Junta de Castilla y León-Universidad SEK, vol. 2: 321-337. Segovia. BARROSO, R., et alii. (2007): “La necrópolis visigoda de Tinto Juan de la Cruz (Pinto, Madrid)”. En J. Morín (ed.): La investigación arqueológica de la época visigoda en la Comunidad de Madrid. Zona Arqueológica 8, vol. 2 (2006): 537-564. Alcalá de Henares. BLASCO, M. C. y LUCAS, R. (eds.) (2000): El yacimiento romano de La Torredicilla: de villa a tugurium: Patrimonio Arqueológico del Manzanares, 4. Madrid. BOWES, K. (2006): “Building Sacred Landscapes: Villas and Cult”. En A. Chavarría, J. Arce y G. P. Brogiolo (eds.): Villas tardoantiguas en el Mediterráneo Occidental. Anejos de AEspA XXXIX: 73-95 Madrid. BROGIOLO, G. P. y CHAVARRÍA, A. (2005): Aristocrazie e campagne nell’Occidente da Costantino a Carlo Magno. Brescia. CASTELO, R., BANGO, C., LOPEZ, A. y AGUADO, M. (2006): “El Saucedo (Talavera la Nueva, Toledo). Un ejemplo de villa bajoimperial en la provincia de Lusitania”. En A. Chavarría, J. Arce y G. P. Brogiolo (eds.): Villas Tardoantiguas en el Mediterráneo Occidental, Anejos de Archivo Español de Arqueología XXXIX: 173-196. Madrid. CHAVARRÍA, A. (2006): “Villas en Hispania durante la Antigüedad tardía”. En A. Chavarría, J. Arce y G. P. Brogiolo (eds.): Villas Tardoantiguas en el Mediterráneo Occidental, Anejos de Archivo Español de Arqueología XXXIX: 17-35. Madrid. —— ARCE, J. y BROGIOLO, G. P. (eds.) (2006): Villas Tardoantiguas en el Mediterráneo Occidental, Anejos de Archivo Español de Arqueología XXXIX. Madrid, COLMENAREJO, F. y ROVIRA, C. (2007): “Los yacimientos arqueológicos de Colmenar Viejo durante la Antigüedad tardía”. En J. Morín (ed.): La investigación arqueológica de la época visigoda en la comunidad de Madrid. Zona Arqueológica 8, vol. 2: 377-387. Alcalá de Henares. DIAZ DEL RIO, P., MENDEZ, A. y RASCON, S. (1991): “La reocupación del mosaico del Auriga Victorioso en la villa romana del Val (Alcalá de Henares): un estudio de microespacio”. Arqueología, paleontología y etnografía, 1: 181-200. ESCALONA, J. (2006): “Patrones de fragmentación territorial: el fin del mundo romano en la meseta del Duero”. En U. Espinosa y S. Castellanos (eds.): Comunidades locales y dinámicas de poder en el norte de la Península Ibérica durante la antigüedad tardía: 165-199. Logroño.

188

VIDES MONUMENTA VETERUM MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

ESCRIVA, I., et alii. (2015): “Estudio y propuesta de reconstrucción”. En A. V. Ribera (coord.): Pla de Nadal (Riba-roja del Túria). El Palacio de Tevdinir: 36-41. Valencia. FERNÁNDEZ, M. (2006): “La articulación del territorio en la montaña cantábrica en época tardoantigua”. En U. Espinosa y S. Castellanos (eds.): Comunidades locales y dinámicas de poder en el norte de la Península Ibérica durante la antigüedad tardía: 265-291. Logroño. FERNÁNDEZ, C., BENDALA, M. y GARCÍA-ENTERO, V. (2007): “Últimos trabajos arqueológicos en el yacimiento de Carranque (Toledo). 2004-2005”. Arqueología de Castilla-La Mancha. I Jornadas, Cuenca 13-17 de diciembre de 2005: 743-754. Cuenca. GARCÍA ENTERO, V. y VIDAL, S. (2012): “El uso del mármol en el yacimiento de Carranque (Toledo)”. En V. García Entero (ed.): El mármol en Hispania: explotación, uso y difusión en época romana. UNED: 135-153. Madrid. —— PEÑA, Y., FERNÁNDEZ, C. y ZARCO, E. (2011-2012): “La producción de aceite y Vino en el interior peninsular. El ejemplo de la Villa de Carranque (Toledo)”. En J. M. Noguera y J. A. Antolinos (eds.): De vino et oleo Hispaniae. Áreas de producción y procesos tecnológicos del vino y el aceite en la Hispania romana. Coloquio Internacional Museo Arqueológico de Murcia 5, 6 y 7 de mayo de 2010, AnMurcia, 27-28: 155-172. Murcia. MAR, R. y VERDE, G. (2008): “Las villas romanas tardoantiguas: cuestiones de tipología arquitectónica”. En C. Fernández-Ochoa, V. García Entero y F. Gil (eds.): Las villae tardorromanas en el occidente del Imperio: arquitectura y función: 49-83. Gijón. MORIN, J. (2007): “Arqueología del poblamiento visigodo en el occidente de la Meseta Norte (ss. V-VIII)”. En J. Morín (ed.): La investigación arqueológica de la época visigoda en la comunidad de Madrid. Zona Arqueológica 8, vol. 1: 175-215. Alcalá de Henares.

MORIN, J., et alii. (2007): “Repertorio de yacimientos de época visigoda en la Comunidad de Madrid (ss. v al VIII d. C.)”. En J. Morín de Pablos (ed.): La investigación arqueológica de la época visigoda en la Comunidad de Madrid. Zona Arqueológica 8, vol. 1: 55-91. Alcalá de Henares. RASCON, S. y SANCHEZ, A. (2007): “Complutum tardoantiguo”. En J. Morín de Pablos (ed.): La investigación arqueológica de la época visigoda en la comunidad de Madrid. Zona Arqueológica 8, vol. 2: 267-291. Alcalá de Henares. RODRÍGUEZ, S. y BARRIO, C. (2003): “Poblamiento tardorromano en el valle medio del río Guadarrama (Toledo)”. Bolskan. Revista de arqueología oscense, 20: Ponencias y comunicaciones presentadas en el XXVII congreso nacional de arqueología. Huesca, 6-8 de mayo de 2003, III: Mundo clásico: 267-275. Huesca. SFAMENI, C. (2006): “Commitenza e funzioni delle ville “resideziali” tardoantiche tra fonti archeologiche e fonti litterarie”. En A. Chavarría, J. Arce y G. P. Brogiolo (eds.): Villas Tardoantiguas en el Mediterráneo Occidental, Anejos de Archivo Español de Arqueología XXXIX: 6172. Madrid. TEICHNER, F. y PEÑA, Y. (2012): “Archaologisches zur Herstellung von Olivenol und Wein im romischen Hispanien“. Bonner Jahrbücher 210/211: 375–458. VIGIL-ESCALERA, A. (2007a): “Granjas y aldeas tardoantiguas y altomedievales de la Meseta. Configuración espacial, socioeconómica y política de un territorio rural al Norte de Toledo”. AEspA 80: 239-289. —— (2007b): “Poblamiento rural de época visigoda en el sector norte del territorio toledano”. En L. Balmaseda y F. Pérez (coords.): Hispania Gothorum. San Ildefonso y el reino visigodo de Toledo, Catálogo de la Exposición, Museo de Santa Cruz de Toledo, 23 enero-30 junio 2007: 107-114. Toledo.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.