Juan Pablo Duarte introdujo a Quisqueya

¿QUIĖN INTRODUJO Y LE DIO CARÁCTER PATRIÓTICO A LA PALABRA QUISQUEYA?
En "Décadas del Nuevo Mundo", el insigne humanista, Don Pedro Mártir de Anglería menciona por primera vez el vocablo Quisqueya. Aunque Mártir murió en 1526, sus 812 cartas que cubren del 1488 al 1525, se publicaron en Alcalá de Henares en 1530. Mártir nunca visitó América, aunque fue nombrado gobernador de Cuba.
Francisco López de Gómara, quien murió en 1594 y escribió para Hernán Cortés, criticó el hecho de que Mártir escribiera que los nativos llamaban Quisqueya a "La Española", según un relato hecho por Nicolás de Ovando cuando éste último conversó con el Cacique Bohechío. López, aunque nunca visitó América, supo de que dicho vocablo no era del léxico Taíno, sino del léxico Maya.
Después de ese conflicto relacionado con el vocablo Quisqueya, surgieron conjeturas y mitos que hicieron que el término Quisqueya quedara dormido en esos libros en el siglo XVI.
Fue el más genial de los dominicanos (oriundos de la Isla de Santo Domingo), Juan Pablo Duarte y Diez, quien introdujo y le dio carácter patriótico a la palabra "Quisqueya" en 1861:
"Quisqueyanos sonó ya la hora, de vengar tantos siglos de ultraje; el que a Dios y a su patria desdora, que de oprobio y baldón se amortaje. No más cruz que la cruz quisqueyana, que da honor y placer el llevarla; pero el vil que prefiera la hispana, que se vaya al sepulcro a ostentarla."
Cuando ese mensaje fue conocido por algunos intelectuales criollos, se le dio inicio en 1874 al movimiento cultural llamado "Lira de Quisqueya". Cuando en 1876 fue electo Presidente de la República Ulises Francisco Espaillat, éste ordenó que se compusiera un himno, que escribiera en 1882 Emilio Prud'homme, con música de José Reyes y que a la postre resultara en el Himno Nacional.
Los detractores de Quisqueya nunca han faltado. En esos primeros años de haber Duarte despertado del sueño ese término, surgieron los indigenistas, que mitificaron el nombre en sus prosas e historias de los indígenas que poblaban la isla cuando el descubrimiento en 1492. Eso sirvió para que los enemigos de Duarte y cortos de cerebro se burlaran de Quisqueya, sacando las inyecciones que se utilizaron en el siglo XVI para dormirla de nuevo.
Pero gracias a Dios, el Himno Nacional ha perdurado lo suficiente para que, por fin, apareciera la verdad de las ideas de Duarte, el más ilustrado, el mejor pensador, el más claro de todos los dominicanos (oriundos de la isla de Santo Domingo) de nuestra historia, quien, por medio a dos documentos que debieran de ser sagrados para el pueblo, estableció las identidades, primero la identidad regional (dominicana), derivada del nombre de la isla, con el Juramento Trinitario; y segundo, la identidad nacional quisqueyana (gentilicio derivado de Quisqueya, nombre propio de la nación y de la patria), que desde 1861 debió ser oficial para el país y aún hoy, casi el 2015, no lo es.
¡Viva la República Dominicana de Quisqueya!
¡Viva Quisqueya!
Cosme E. Pérez
29 de noviembre, 2014