Javier Madreduelo - El espacio raptado, Interferencias entre Arquitectura y Escultura

September 17, 2017 | Autor: Manuel Cerezuela | Categoría: Art Theory, Contemporary Art
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Descripción

JavierMaderuelo

El espacioraptado y Escultura entreArquitectura Interfcrencias

I t t t i l t t ; , ,t' t l e 5 i r r t t 'r 1 t[ '''1 ,1 111,!1 f 1

Bibliotcca Mondadori

[ndice

Agradecirrrierrtos l3 [)rôlogo:E ralrtodel espaciocorro desbordarrrierrto de los lirrites l5 lntlocjucciôrr 2|

l: t'OIll"lA,I'UNCIONALIDADY AN f [\OPOMO[\F|SMO | . | [| flrrdel colaboracionismo 25 | 2 La for-rrade la arqLritectura errtendida corrroescultura3 0 l.-l la furrciônen la escultura entendidacorno arquitectura3 6 1.4 t)el arrtroponrorflsrrro a la geometria42

ll: MF-IAI"IORIOSlSDE LA ESCULTURA ').1

[-ag,r'an escala47 de presencia54 7.7 l-acualidad 2.1 ta 1-lérclicla del centro 58 7.4 Auserrcia en el espaci arabl es a l os de los edif iciosy aûn m ayor es, que per r r it en el accesoa su i rrteri or par - a cobijar seen ellasy, desde dent r o, asom ar se al exteri or-;que se ext ienden por el t er r it or io desar r ollândosea escala e, pan el espacio a la ar quit ect ur a. ur barri sti c,a, que, rJef ir r it ivam en[ usur La escultura actual estâ "raptando" parcelas del "espacio" fisico y conceptualde l a ar quit ect ur aal pr et ender ext ender sus lf m it essobr e âreas tradicionalmerrtereservadasa la prâcticaarquitectônica,mientras que l a arqui tectur a,inconscr ent em ent e, ha ido abandonandosus int er eses en el rnundo cle las BellasAr1es, aunque la arquitectura tarnbién se l ra benefl ci acJo de est asupuest aint r usiônde la escult ur aen su "espacio", r eacciorrancJo con propuestasarquitect6nicasmâs desprejuiciadasdesde el punto de vi stad iscipr lir r yarf or r nal. E l obl eti vo de est e libr o es analizarel r ico caudalde "int er f er encias" que se l rarrprocl ucidoent r e ar quit ect ur ay escult ur adesde cont ienzos de la cJécadade los airos sesenta,con el fin de conocer y establecerlos r)uevosl i rrri tesde ar nbasdr scil; linas, sur gidost r as est a int er esant econfrontacrôn.S e pt e t ende evidenciarque exist e un "espacio"com ûn a anrbasentretej i do r Je t al r naner a que, en algunoscasos,r esult a dif icil rl rri enlr a apor t ado la cualidadqué se cor r part e. deserrtrai rar, a , en lasdos ûlt ir nasdécadas,par ece haber cont r aido La arcl ui tectLr

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que le acercaa crertos[)resupuesunafiebrede formalismoy figuraciôn por las artes plâsticas y, muy particularrnente, tos plarrteados Jror la por situara la escultura. Se intuyeen estegestoun rerrovadoirrter'és arquitecturaen el marco de las BellasArtes que ha corrducidoal y ha generaclo redescubrimiento comûnde ambasdisciplinas urraserie y escultura. de ricasrelaciones e irrtereses entrearquilectura airos Parlimosdel presupuesto de que desdelraceurrosveirrticirrco se vienedetectandoun agotamiento de lasdoctrinasarcluitectônicas ciel MovimientoModerno y, cada vez con mâs frecuerrr,ia, se aprecian y manifestaciones que escaparr, por diversas nuevasactuaciones vias,a su ortodoxia,intentandorevitalizar cidl'tosaspectosrelaciorrados con el lenguaje arquitect6nico. la escultura, Pal-alelarnente dornridaerrel atrtrotrornorfisrno desde losgloriosos ha ido despertarrclo, tremposde la Greciaantigua, durarrtc este siglo,del letargohastaconvertirse,en estosûltirnosafros,tras el agotamientodel liderazgode la pinturay de la literaturaerr nranosde ra de otrastécnicas de narraciônvisual, en la rnâsactrvay revolucionar lasartes. que partedel éxitoque la escultura Pensarnos estâterrienclo errlos ûltimosanoslo cotrsigue al utilizaralgunas de lasfurrciorres, significacro nes, imâgenes,métodos y rnaterialesutilizadoshabrtualrnente por la paraconseguirrevitalizar arquitectura. Por otro lado,la arquitectura, su y su lenguaje, disciplinaridad estâsiguierrdo corrrnayoro rlrer)oratenciôn algunosde los pasosque la esculturaestâdando,siendoeventualnrente cômplicede buenaparte de susactuaciones. Lasobrasque se sitûanen los lirnitesson ûtileserr ctrantoque nos la naturaleza desvelan carrrbiante del arte.La oreterrsiôrr de este libro entre arqr.ritectura y escultura, es recorrereseespaciocorrtaminado esa tierrade nadieerrtrelasdos fronterasque es constanterrrerrte transgreen unosmovirnientos didapor ambasdisciplinas, de atracciôn y repul, siôrrde losque arrrbas salenbetreflciadas correl irrtercarnbio de técrricas y experiencias. Pero, corno advierteBernard Ischurni,no se delre calificarde "arquiteclônicas" que superficialrnente a estasesculturas toman prestay escaleras de hastiales ya que seria tan infantilcorno do un vocabulario llamar"pinturas" a lastrbiasacuarelas de arquitector. Por el contrarro,

lo clue nos interesano es lracer un inventario de esculturascon forrlas o el enrerrtostornados del r eper t or io de la const r ucciônde edif icios,o cJearcl Lrtertur as cl uepr et enden par ecer escult ur as, sino descubr - iraquellas afinidades(lue no sorr evidentes err la sirnple comparaciôn cje las for.rnasexternas,es d ecir ',nuest r o int er 'éses r ast r ear las int encionesy cl ueconducer ra la conver genciade ar nbasar t es. Jrrocecl i rni errtos P ' eterderros deslindarlas nuevas f r ont er as ent r e a'quit ect ur a y escul turasr-rr gi dascor no consecuenciade la apr opiaciôn,por par t e de l a escul tura,del espa cioir r t er ior ',la geonr et r r a,la escala,los nr at er ialese i ncl usol as técrri casy los pr ocedinr ient osde la arquit ect ur ay, por ot r o l ado,estudi ar-cônrol a ar quit ect ur aha asir niladoalgunasde est asnuevas gest adasen el seno de la escult ur a,que han JrroP uestasespacrales, condi ci orradofor rnal y concept ualnr ent algunos e plant ear nient os y cr eacrotros arqurtectôrri cct s. se trata de establecerlo que la ar cluit ect ur ay la escur t ur acje est os arrosti enerren corl ru n,per o t ar r r biénse t r . at ade aver iguarc1uées lo cl ue,en sus eci ui vocassir r ilit Lr des, las dr st inguey lr ace que cada una de el l assi garrranterri err cJo un car - âct erpr opio. E l arrâl i si s, tanto err laseser r cias conr part idascor r r ode lasdif er encias di sci l rl i rtar es,pr eterrdellegaral cor r ocinr ient o de los nuevos lir r r it esenr re anrD asartes en un nro|nent o ef t que sus evolucionesparece pr ecipit ar - las haciaciertos purrtos cle convergencia. Lasvarrguar di ascl e la ar . quit ect ur y- ade la escur t ur a cJisf r ut an, a veces, de una sensi bi l i dad y d e ur r nr isnr oespaciocor nûn, inclusosi sus t ér - r nirros de referenci adrf ier en ir r evit ablem ent e. Las coincicjencias no son casual es, l os l recl rosclue aqui se expor ) enpr et enden der nost r ar lo

' Cfr. Tschunri,Bcrnard .Architecturearrdlinlts 1,, Artforutt,l'JuevaYork, [)i ciembre 1980,p. 36.

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y antropomorfismo l. Itonna,funcionalidad

L rnarcoternporalque henrosfijadoparainiciareste libro momentoen el que enrpiecorrrrenza en los anossesenta, seriede interferencias zarra srrcecler urracorrtirruada entre que cubrenr'âpidamente la arcluitectura y la escultura un pero, como es de supoabanicoextensode posibilidades, rrer,estaactividadde interacciôn, aunquecobra sûbitarnendesarrollo,tieneunostfrnidosantecedente urr irresDerado dejarde ladoaunquesobre ellosl)asarerr)os tes que no es conveniente prôxinras pâginas. sornerarllente ert las Dos factoresharrido conduciendoa la esculturay a la arquitectura actuala una relaciônfornral mâs estrecha.Una buena parte de la y por ello ha tenido que enfrenesculturade estesigloes no-figurativa que en el pasadocon la implantaciôn tarsenrâsdirectamente de formas abstractas en el espacio,lo que ha interferidocon uno de los intereses Los arguitectospor su parte,graciasa tradrcrorrales de la arquitectura. los nuevosnratet'iales, como hormigôn,acero, vidrio y plâstico,han podido liberarsede los pesadosmuros de cargay controlarel espacio a como lo hacenlos escultores. tr icJirnensional de rnarreraarrâloga

l.l

El fin de! colaboracionisnro

y escultura Desdelosorlgerres disciplirras, lran de arrrbas arquitectura trclorr) n)rsnro conrpar can)[)ode trabajodrficilde deslindar. Lascanâticarecende sentidodespojadas desdel Erecteion,cor)su hieratisrno, de que desernpenan la funciônr esisterrte como columnas.

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estabanadaptadas a la araradar rnâs relievea éste.En realidadlo hacenpor eso.Y por eso el clienteconrpra arte. La arquitecturano es lo que deberiaser, por lo que el arte la del l-lancockBuilding vuelvemâsaceptable( ) No creo que el Picasso Entiendoque de Chicagotenganadague ver corrningunacolaboraciôn. una personaconstruyôel edificioy otra comprô el objeto.Y alliestân

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lasdos cosasjunlas.Es extranoo'. Efectivamente, es extrairoeste absurdornaridajeque se ha establecido en la modernidadentre arquitecque no beneficiaa tura y escultura, [orzandoun encuentroantinatural ningunade lasdos artes. Con todo son rnuchoslosarquitectosque reclamanel concursode muralisLas y escultores en la realizaciôn de susobras.En la mayoriade los casosesta parlicrpaciôn ya que en ella el artista es decepcionante plâsticosôlopuedeintervenirponiendola guindaen la tartaconstructiva por los arquitectos, en el lugarrrrdicado sin la posibilidad de alteraren lo mâs rrrinirnoel programa,la ubicacrôn, el volumeno los materiales del entorno que van a rodear a su obra. Artistascomo Picasso, Jean Arp,JoanMirô,DavidSmith,MarcChagall, entreotros,hansufridolos efectosde estetipo de "colaboraciôn". Algunoselemplossonpatéticosporquemanifiestan la impotenciade la esculturafrenteal eclificioy por su evidenteinadecuaciôn al medio,a pesarde la irrdudable caJracidad artisticade los "colaboradores", como sucedecon la Sy/vette, de Piccaso, colocadaanteel accesode la UniversidadPlazade Nueva York, edificioconstruidopor leoh Ming Pei. El conjuntode la Universidad estâcompuestode tres inmensosrascacielos de lrorrnrgônarrnado.Susfachadasfornranuna cuadricularegularde verrtanas que se extiendehastatreintay cincoplantas.Ante la entrada del edrficiose situô un gigarrtesco dibujo de Picasso,de un busto esquemâtico, cluelrasidoanrpliadode escalapor el escultorCarl Nesiar hastaalcanzarlos diez nretrosy rnedio de altura.Esta"escultura"es, cuandomenos,innecesaria en el lugary totalmenteajena,con su gestualrdady figuraciôn, a la retôricadel edificio,a su escalay a la escalay el entornr-r del espacioen que se srtua.Sinembargo,leolr Ming Peiestâ "colaborara"con é1,al rnuyorgullc;so que Picasso de lraberconseguido dar su autorizaciôndesdeVallaur is para gue se construyerauna escultura de més de diez nretrosde un modelo suyo.Estaexperienciade la ha repetido Pei en tres ocasionesmâs,con supuesta"colaboraciôn" el inevitable FlenryMoore,en Columbus,Indiana, en la NationalGallery de Washirrgton y errel Ayuntarniento de la ciudadde Dallas. Nadie cuestionaaquiel valor arquitectônico y urbanlsticode estos edificiosni, por supuesto,el talentoartlsticode Picasso, Henry Moore o cualquierotr o escultor,ni tarnpocoel valorintrfnseco de lasesculturas ' Citadoerr DIAMON5IEIN, Barbarelee: Diôlogoconlo orquitecturo U5A,Barcelorra.Gustavo{iili, 1982,p, 55.

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mencionadas; lo lamentablees el forzado encuentroal que se ven por unainadecuaciôn sometidas de conceptosambostiprosde arquitectura y esculturaque denotala ausencia de un "estilocornûrr",producto de unaintencionalidad compartida, similara la que produjola conjunciôn de ambasdisciplinas duranteel Gôtico. El arquitecloJamesWines opina: .Por algunarazôn --quizâ una nostalgiade la integraciônclâsicade las arles-, artistasy arquitectos insistenen intentarencontrarvlasde colaboraciôn, ntanerasde aunar sus talentosen el dominio pûblico.Tan pocas veces ha producido resultados importantesestafusiôndurantelos ûltimosveinteairos,eue la ûnicaexpficaciôn lôgicaparaque secontinûecon esteesfuerzoes que nadieconocela diferenciaentre éxito y fracason2. La relaciônde colaboraciônentre arquitectosy escultoresen los aôossetentaestabatotalmentedeteriorada, como ha quedaclodernostrado, entre otrassituaciones, en una seriede entrevistas realizadas en l9B0 por BarbareleeDiamonstein a un grL,pode conocidosarquitectos americanosa quienespreguntaexpresamenteinteresândose por su relaciônde trabalocon escultores y otros adistasen el ârnbitourbano. En estasentrevistas el arquitectoRobert A.M. Sterncorrtestacorr desprecio: nEn mi opiniôn esta generaciônde arlistasno cornprenclela escalapûblicade los ediflcios: se limitana coger pequeÉasrrracluet.rs y a ampliarlas,,y a1re1amâs adelante:nSihacesun edificiogue parece unacajagigantesca, necesitas poner algoen el ângulo,para modificarde algunamanerasu escalar.lLa arrogancia y suficiencia con que muchos "poneralgo"delantede un edillcio,se dirigen arquitectosque necesitan a "encargar" ese"algo"a un escultor,impiderealmenteesacolaboracrôn que enriquecerla el espaciopûblico. Esta enrarecidasituaciôn,en la que arquitecturay esculturano logranentenderse,ha conducidoa una desconfianza comûn, y es el motivode que muchosarlistas, pintoresy escultores, pretendansuperar la colaboraci6ncon arquitect
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