\"Jaime Suárez: El barro en espiral\". En: Quinta Trienal Mundial del Tile Cerámico Elit-Tile. Santo Domingo, R.D.: Fundación Igneri-Arte/Arqueología (en prensa).

"Jaime Suárez: El barro en espiral". En: Quinta Trienal Mundial del Tile Cerámico ElitTile. Santo Domingo, R.D.: Fundación Igneri-Arte/Arqueología (en prensa).

JAIME SUÁREZ: EL BARRO EN ESPIRAL Daniel Expósito Sánchez (Universidad de Granada, España) Nada hacía sospechar a aquel joven arquitecto recién aterrizado de Nueva York que su inquietud por la cerámica marcaría el inicio de uno de los movimientos más excepcionales de la plástica en el continente americano. Es probable que ni siquiera pudiera imaginar que el taller que su madre había establecido en su domicilio de Villa Caparra acabaría erigiéndose en el germen de un nutrido grupo de artistas con inclinaciones afines. Pero lo cierto es que la exploración llevada a cabo por Maribel Toro y su hijo descubriría un potencial expresivo apenas conocido, el cual vendría a reafirmar la trascendencia de un medio prácticamente ignorado a lo largo de la historia del arte en Puerto Rico. Así, el barro ya no se limitaría a ser un material usado principalmente para la realización de piezas artesanales; ahora, además, habría de determinar una manera completamente distinta de enfrentarse a la creación artística. Prueba de ello la encontramos en la propia trayectoria de Jaime Suárez, quien durante cuatro décadas ha ido cimentando un discurso que, según sus palabras, fluye en espiral. De ahí, precisamente, nacerá la barrografía, cuyo desarrollo le ha llevado de la impresión de una plancha de barro rojo sobre una lámina a desprender el papel de la pared para dotarlo de tridimensionalidad. De este modo, Jaime dialoga con el espacio a la vez que invita al espectador a recorrer sus galerías de tierra a fin de reflexionar acerca del maltrato infringido por el hombre al medio ambiente. Mas, junto a su preocupación por la destrucción del entorno natural que le rodea, aparecen otras narraciones que giran alrededor de su producción: el naufragio de lo que considera una isla a la deriva, plasmado en barcos que acentúan el denominado insularismo; la evocación a partir de la ruina arquitectónica, de la que brotan los estratos ocultos de una memoria sepultada por el devenir histórico; la sugestión por los aspectos rituales, donde el silencio que transmiten sus formas parece invocar los vestigios de civilizaciones perdidas. Tales relatos convergen en una serie de obras caracterizadas por los procesos de gestación y la

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búsqueda incansable de texturas, constituyéndose en uno de los corpus estéticos más destacados del Puerto Rico contemporáneo. Sin embargo, el itinerario descrito hasta el momento no ha sido una cuestión exclusiva de Jaime. A su lado, múltiples artistas han enriquecido el panorama de la cerámica boricua con sus creaciones. De hecho, ha sido ese espíritu de colectividad el que incitó la apertura de las galerías Estudio Caparra y Manos, siendo, posteriormente, Casa Candina el resultado feliz de un cúmulo de experiencias que convirtieron a esta institución en el eje vertebrador de las actividades culturales efectuadas en la isla. El equipo compuesto por Aileen Castañeda, Susana Espinosa, Toni Hambleton, Bernardo Hogan, Miguel Ángel Maravic y el mismo Jaime ha venido trazando una hoja de ruta que ha permitido conocer de primera mano las piezas de autores nacionales e internacionales. Igualmente, a la celebración de las siete bienales promovidas por dicha corporación a lo largo de casi dos décadas debemos la presencia de jurados como Noemí Marquez o Thimo Pimentel, lo que ha supuesto un estrecho acercamiento a la realidad del medio en otros lugares de la región, caso de República Dominicana. Como consecuencia, en 1999 se instaurará en Santo Domingo la Trienal Mundial del Tile Cerámico Elit-Tile, verdadero impulso para la cerámica en el país a la que los miembros de Candina han concurrido en sus sucesivas ediciones; mientras que, dos años más tarde, Pimentel participará con ellos en la organización de la exposición Intercambio 3+2. Ambos proyectos han conseguido consolidar en el Caribe una unión signada por un interés común: el compromiso con el barro. Sin duda, la inquietud de Jaime ha dado su fruto.

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