J. A. Gómez Rendón (2014). De-construir el patrimonio. In: Stephen Rostain (editor). Antes de Orellana. Actas del 3er Encuentro Internacional de Arqueología Amazónica, Quito: Artes Gráficas Señal, pp. 423-431

Share Embed


Descripción

1

Portada: Primer mapa del Amazonas, de Quito al Océano Atlántico y que ha sido durante largo tiempo atribuido al Jesuita quiteño Alonso de Rojas. No tiene fecha segura pero coincide con la llegada de los portugueses capitaneados por Pedro de Texeira en 1638. Más recientemente, varios investigadores concuerdan en estimar que el mapa fue en realidad trazado por el Jesuita Cristóbal de Acuña para el Rey en 1642, luego de la expedición por el Amazonas (Mis agradecimientos van para el historiador Octavio Latorre por sus precisiones) Contraportada: Foto de grupo de los partcipantes al 3 EIAA

2

   Actas del 3er Encuentro Internacional de Arqueología Amazónica

Stéphen Rostain editor

3

© Instituto Francés de Estudios Andinos, UMIFRE 17, MAE/CNRS-USR 3337 AMÉRICA LATINA Av. Arequipa 4500, Lima 18, Perú Teléf.: (51 1) 447 60 70 Fax: (51 1) 445 76 50 E-mail: [email protected] Página Web: http://www.ifeanet.org Este volumen corresponde al tomo 37 de la Colección “Actes & Mémoires de l’Institut Français d’Études Andines” (ISSN 1816-1278)

Antes de Orellana. Actas del 3er Encuentro Internacional de Arqueología Amazónica Stéphen Rostain editor Edición:

- Instituto Francés de Estudios Andinos - Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales - Embajada de EEUU

Diseño:

Stéphen Rostain

Diagramación:

Stéphen Rostain

ISBN:

978-9942-13-892-7

Impresión Impreso en Quito, Ecuador, Mayo de 2014

4

Contenido Organización del 3er Encuentro Internacional de Arqueología Amazónica

10

Prefacio: “... Cambia tus ojos...” Stéphen Rostain

11

Simposio “Todo sobre la Amazonía” Emmanuel Lézy

17

El primer atlas del Perú, 1865 Jean-Pierre Chaumeil

27

Nomear o seu Universo (e cada povo se torna, sem saber, muito egocêntrico…) Françoise Grenand

33

Simposio “Arcaico” Recolectores del Holoceno Tempranoen la Floresta Amazónica Colombiana Gaspar Morcote-Ríos, Francisco Javier Aceituno Bocanegra & Tomás León Sicard

39

Carlos Eduardo López & Martha Cecilia Cano

51

Simposio “En honor de Donald Lathrap y Betty Meggers” José Echeverría-Almeida

59

James A. Zeidler

61

Simposio “Guyanas e Orinoco” Stéphen Rostain

69

Excavations at Poncel: an update of Martijn van den Bel

75

Renzo S. Duin

89

5

Nuevos aportes a la arqueología del sitio El Saladero, bajo Orinoco, Venezuela José R. Oliver

Alejandra Leal & Bibiana Bilbao

97

113

Simposio “Bajo Amazonas” Cristiana Barreto

123

Os Artesãos das Amazonas: a diversidade da indústria lítica dos Tapajó e o Muiraquitã Claide de Paula Moraes, Anderson Márcio Amaral Lima & Rogério Andrade dos Santos

133

Anna C. Roosevelt

141

Per Stenborg, Denise P. Schaan, Christian Isendahl, Mats Söderström, Jan Eriksson, Márcio Amaral & Mats Olvmo

149

Simposio “Medio Amazonas y Madeira” Como os contextos funerários nos ajudam a entender Anne Rapp Py-Daniel

157

Arqueologia do baixo rio Negro e a discussão de contextos locais do rio Unini Márjorie Nascimento Lima, Eduardo Kazuo Tamanaha & Eduardo Góes Neves

167

Fernando Ozorio de Almeida & Eduardo Góes Neves

175

Anna T. Browne Ribeiro

183

Simposio “Ecuador”

Catherine Lara

191

6

El Formativo del Alto Pastaza (Ecuador), Geoffroy de Saulieu, Stéphen Rostain & Jean-Luc Le Pennec

199

Amelia M. Sánchez Mosquera

207

Caballones vs. camellones Franklin Fuentes G., David Leyton, Telmo López M., Javier Véliz Alvarado & Stéphen Rostain

215

Peter W. Stahl

221

Simposio “Alta Amazonía”

Ryan Clasby

233

Klaus Koschmieder

243

tributario del Río Paranapura, bajo Huallaga, Amazonía peruana Santiago Rivas Panduro

251

Daniel Morales Chocano

265

Simposio “Mojos y Acre” John H. Walker

273

Carla Jaimes Betancourt

281

Myrtle P. Shock, Claide de Paula Moraes, Jaqueline da Silva Belletti, Márjorie Lima, Francini Medeiros da Silva, Lígia Trombetta Lima, Mariana Franco Cassino & Angela Maria Araújo de Lima

291

7

Myrian Sá Leitão Barboza, Alcieila Farias Figueiredo, Angélica Leal de Souza, Vanessa Waiwai, Asiso Waiwai, Pedro Waiwai & Nivaldo Waiwai

297

Carolina Levis, Marcio de Souza Silva, Mauro Almeida e Silva, Claide P. Moraes, Eduardo K. Tamanaha, Bernardo M. Flores, Eduardo Góes Neves & Charles R. Clement

305

o energizantes) en dos comunidades precolombinas

Jaime R. Pagán Jiménez & Stéphen Rostain

313

Simposio “Geoarqueología”

Manuel Arroyo-Kalin

323

Morgan J. Schmidt

331

Raoni Valle

339

alta Amazonía de Perú

Simposio “Etnoarqueología”

Peter E. Siegel

351

Jimmy L.J.A. Mans

359

Temporalidades enraizadas: manejo ambiental Juliana Salles Machado

367

8

Lugares de memória. Etnoarqueologia Fabiola Silva

375

Simposio “Entre pasado y presente: contribuciones etnológicas”

Kashyapa A. S. Yapa

381

La Fase Napo en la arqueología de rescate Ferran Cabrero

389

El ritual como máquina del tiempo: Philippe Erikson

399

Pierre Grenand

407

Simposio “Patrimonio” Arqueología amazónica: un patrimonio por descubrir Alexandra Yépez

417

Jorge Gómez Rendón

423

Marcia Bezerra

433

to coastal Ecuador Colin McEwan

441

Yuri Svoiski & Ekaterina Romanenko

451

Figuras en color

461 563

9

Organización del 3er Encuentro Internacional de Arqueología Amazónica Presidente: Dr. Stéphen Rostain (Instituto Francés de Estudios Andinos, Quito)

Dr. Stéphen Rostain (Instituto Francés de Estudios Andinos, Quito) Dr. Carlos Espinosa (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Quito) Manuela Troya (Ministerio Coordinador de Conocimiento y Talento Humano, Quito) Stephany Leavy (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Quito) Vincent Lepage (Embajada de Francia en el Ecuador, Quito)

Instituciones organizadoras: Instituto Francés de Estudios Andinos Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Ministerio Coordinador de Conocimiento y Talento Humano Cooperación Regional Francesa para los Países Andinos

Alianza Francesa Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Cooperación Regional Francesa para los Países Andinos Embajada de los EEUU Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Fundación Wenner-Gren Fulbright Ecuador Gobierno de la Provincia de Pichincha Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) Instituto Francés de Estudios Andinos Instituto Nacional de Patrimonio Cultural Liceo La Condamine Ministerio Coordinador de Conocimiento y Talento Humano Ministerio de Cultura y Patrimonio Museo de Arte Precolombino Casa del Alabado Orquesta Sinfónica Nacional Quito Turismo Repsol República del Cacao Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador

10

Simposio “Patrimonio”

Jorge Gómez Rendón Universiteit van Amsterdam Universidad Católica del Ecuador “¿Quién activa estas versiones, estos repertorios patrimoniales “adjetivados”? ¿La “sociedad”? Otra falacia, corriente y peligrosa, en éste como en otros campos, es la del “sujeto colectivo”… En el ámbito del patrimonio se habla de “selección”, el patrimonio es “una selección que hace la “sociedad”, o se recurre a metáforas como la “vitrina de los recuerdos familiares”. Pero ¿quién es esta sociedad? ¿Quién representa o dirige la representación, quién elige el espejo y determina la más o menos sutil curvatura del cristal, quién piensa y

naturaleza de propiedad y apropiación que tiene todo patrimonio; y 2) el carácter integral del patrimonio en relación con el resto de esferas, territoriales, sociales, económicas y políticas de los colectivos. Estos dos elementos proponer, en la última sección, nuevas formas de acercamiento al patrimonio cultural, las cuales pretenden un giro radical en la llamada destruir los patrimonios convirtiéndolos en herramientas de dominio político y aculturación.

decide qué mostrar en la vitrina? La sociedad puede adherirse y/o otorgar (u oponerse y denegar), consensuar una representación, una imagen, un discurso… y

concepto de ‘patrimonio cultural’ pero esta representación, esta imagen, este discurso, han sido elaborados por alguien concreto, con nombres y apellidos, y al servicio, más o menos consciente, de ideas, valores e intereses concretos, tan legítimos o tan espurios como se quiera, pero reales” (Prats 2004: 33)

El concepto de ‘patrimonio cultural’ se gestó y desarrolló a nivel internacional bajo el liderazgo de UNESCO, organismo internacional especializado en asuntos de educación, ciencia

Introducción El

concepto

de

‘patrimonio’,

sea

que

torno a este concepto a nivel nacional, sino tan solo que éste llegó a convertirse en herramienta de gestión pública de la cultura a partir de su instrumentación en los convenios adoptados por UNESCO y posteriormente adheridos

manifestaciones inmateriales, puede tener un carácter problemático desde la perspectiva de las comunidades propietarias y gestoras1. Consideramos que este carácter está dado por la imposición no negociada del ‘patrimonio’ como concepto y herramienta de apropiación cultural, desde los organismos académicos y no académicos nacionales e internacionales hasta el Estado y sus distintas ramas de gestión ministerial e institucional. El propósito de este artículo es deconstruir el concepto de patrimonio en sus presupuestos básicos y sus condiciones de emergencia, para luego

circunstancia exige que pasemos revista a los hitos jurídicos que cristalizaron el concepto de patrimonio cultural y al contexto histórico de su emergencia. El concepto de patrimonio cultural como conjunto de creaciones que representan la cultura de un grupo humano y es objeto de protección por parte de los estados y los organismos internacionales, empieza a tomar

superar sus limitaciones. Luego de la discusión conceptual y la contextualización histórica de los tres hitos jurídicos en el pensamiento sobre el patrimonio, abordamos éste desde dos elementos que consideramos fundamentales para su constitución, a saber: 1) la doble

Convención de la Haya para la Protección de los Sin embargo, con ser el primero en su tipo, el documento de la convención no ofrece una dando por sentado el mismo en la expresión

423

‘patrimonio cultural’. En efecto, el texto de la en la manera cómo se ‘gestiona’ el patrimonio desde los organismos internacionales y desde el Estado, a menudo sin conciencia clara de las condiciones de reproducción del patrimonio y de su naturaleza integral. La construcción conceptual del ‘patrimonio cultural’ se torna comprensible cuando contextualizamos las tres convenciones mencionadas en sus particulares condiciones de producción y recepción. Así, debemos recordar que la convención de 1954 nace en un período de posguerra, testigo del reordenamiento de la geopolítica mundial y de la destrucción causada en decenas de ciudades europeas que habían sido consideradas baluartes del genio occidental. En nuestro país la convención no tuvo ningún impacto sensible en la política cultural, primero, porque la ley concernía

como “bienes muebles e inmuebles que tienen una gran importancia para el patrimonio cultural de los pueblos”, incluyendo en ellos los de naturaleza arquitectónica, arqueológica, artística, documental y urbanística, pero sin Similar rodeo conceptual se practica en todos los documentos legales posteriores relativos al patrimonio. Así, por ejemplo, el siguiente hito jurídico en esta materia, la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y cultural’ con el mismo tenor, es decir, enumerando sus componentes – en este caso, monumentos, conjuntos y lugares, de carácter arquitectónico, urbanístico y arqueológico – y el alcance mundial de su representatividad, de ‘patrimonio’. Asimismo, la más reciente Convención para la Salvaguarda del Patrimonio

armado que no se aplicaban en la región, y segundo, porque su difusión fue escasa y no suscitó debate alguno. Lo cierto es que para

de manera tautológica, el patrimonio cultural inmaterial como el conjunto de “usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas – junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes – que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural”. En resumen, un breve análisis de los instrumentos legales más importantes sobre patrimonio cultural revela que éstos incluyen

instrumento legal sobre el patrimonio, el país contaba con limitados recursos destinados a la educación y la cultura. Aun así, no podemos soslayar que en la década anterior se había dado un paso importante en el desarrollo de políticas culturales y patrimoniales con la creación de la Casa de la Cultura Ecuatoriana en 1944 (Vargas 1965: 586). La convención de 1972 se adopta en el marco las grandes potencias (la détente). Son los

“patrimonio natural”, “patrimonio cultural producen eventos importantes en Europa (Mayo 68) y fuera de ella (Vietnam) que exigen un replanteamiento geopolítico (la coexistencia ). Las décadas del sesenta y el setenta sientan las bases para la producción de un discurso mundialista que será el germen de

como “patrimonio subacuático”, pero en

fundamental está en el origen de los problemas relativos al ejercicio de una sana gestión de lo

El mundialismo se fortalece en torno a los peligros de la amenaza nuclear y la difusión del movimiento ambientalista. Para 1975,

no es en ningún caso inocente, pues no sólo abriga supuestos con respecto a la propiedad y apropiación de los patrimonios, sino que ha difundido a partir de ellos un discurso internacional, establecido hoy como régimen de verdad en el más puro sentido foucaultiano, es decir, un discurso que instituye de manera esencialista y dogmática los supuestos de los que parte, y a partir de los cuales construye vínculos, más asumidos que demostrados, entre los bienes culturales y sus propietarios. Tales

sobre la Protección del Patrimonio Mundial Natural y Cultural, el país vive una bonanza económica desconocida hasta la fecha gracias a los ingresos petroleros. La inauguración de un nuevo período democrático en 1978 abre de patrimonio y su instrumentación como política pública. En ese contexto tiene lugar la creación del Instituto Nacional de Patrimonio

424

Cultural el 9 de junio de 1978, seguida meses después por la declaración de Quito como Patrimonio Cultural de la Humanidad, el 18

de ‘patrimonio cultural’, el Decreto de

dejar de mencionar la labor llevada a cabo

más importante en su gestión desde la óptica estatal, porque a partir de él se implementan y consagran modelos vigentes a la fecha, que han

del Banco Central del Ecuador por el rescate y protección de los bienes arqueológicos y artísticos del país a través de la adquisición de distintas colecciones, que desde 1969 nutrieron su Museo Arqueológico y Galerías de Arte (Zapater 2010). Aun así, la visión predominante del patrimonio en estas décadas – y al menos

del Estado con respecto a la conservación y salvaguarda de los patrimonios, en la relación de aquél con las comunidades gestoras, en la incomprensión misma del concepto y los propósitos de la gestión, y en la falta de coordinación interinstitucional surgida de una visión atomista y desarticulada de la cultura.

arquitectónico, monumental, urbanista y arqueológico. La tercera convención, por su parte, se enmarca en una etapa de globalización creciente que, lejos de borrar las diferencias, las exacerba, convirtiéndose sin quererlo en el caldo de cultivo de culturas populares de circunscripción local y regional que irrumpen en el corazón de los estados nacionales. Es la época del fortalecimiento de viejas identidades y de la reconstitución de colectivos que reclaman sus derechos económicos, sociales y culturales para participar activamente en la sociedad contemporánea. Este es el marco donde se catapulta el concepto de patrimonio cultural a las esferas de la inmaterialidad a través de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, adoptada por UNESCO en 20032. La década de los noventa y la primera del nuevo milenio en nuestro

el carácter del llamado patrimonio cultural, con especial referencia al patrimonio cultural inmaterial, cuyo análisis permitirá avanzar hacia un concepto fundador de ‘patrimonio’ por parte de todos los actores involucrados en su reproducción y conservación.

La etimología del término ‘patrimonio’ – oscurecida en nuestra lengua por su asociación mecánica con el pater latino3, pero del todo transparente en lenguas germánicas, como en el inglés heritage – alude en su origen a todo aquello que se tiene en propiedad como resultado de una herencia, es decir, de la transmisión intergeneracional de bienes y manifestaciones. El patrimonio es, en tal sentido, el puente que une el presente con el pasado, o dicho de otro modo, un pasado recreado en las manos de propietarios presentes, cuya legitimidad está dada por el hecho de descender de propietarios pasados. Desde este punto de vista, resulta natural que el patrimonio sea, ni más ni menos, uno de los principales creadores de ‘identidad’,

presidentes derrocados en menos de ocho y fortalece en la escena política nacional, y dos asambleas constituyentes que reformulan la naturaleza y el papel del Estado convirtiéndolo de pluricultural y multiétnico en intercultural y plurinacional. Con este telón de fondo, Ecuador ha visto en el último quinquenio un desarrollo inusitado de la gestión en materia de patrimonio cultural, sobre todo a partir del Decreto de Emergencia del Patrimonio Cultural del Ecuador, promulgado el 21 de diciembre de 2007, que posibilitó la

pasado a través de la ascendencia. Pero el patrimonio también puede adquirirse, y en tal medida no ser propiedad sino apropiación, esto es, resultado de un proceso de adquisición de bienes y manifestaciones que se reclaman propios por medio de otros canales que no son los de la herencia, pues no existe entre quienes los reclaman como tales y sus propietarios pasados un vínculo de ascendencia. Es posible pensar, sin embargo, una apropiación del patrimonio heredado como una toma de posesión efectiva por parte de nuevos propietarios. Tal apropiación asume,

materiales e inmateriales a nivel nacional (Woolfson 2009: 72). Esta tarea continúa de manera ampliada a cargo de las regionales del Instituto Nacional del Patrimonio Cultural en todo el país. Pese a que no ha habido desde su promulgación

425

apropiación en este nivel son muy similares a los anteriores, pero en este caso ven fomentadas sus iniciativas por la propia maquinaria del estado, desplegada a través de ministerios e

en el plano de la cultura, la forma de una incorporación, por parte de los individuos y los colectivos, de la herencia cultural del pasado en su presente vivido. A esta forma de apropiación la llamamos “apropiación funcional” para distinguirla del resto de apropiaciones

fortalecimiento de un proyecto nacional. Menos visibles, pero quizá más vivenciales por su profunda raigambre histórica, son los patrimonios que resultan de una apropiación a nivel regional, es decir, dentro de una zona

fuera de la práctica social consuetudinaria. En cualquier caso, el patrimonio apropiado también produce efectos identitarios, que se sustentan, no obstante, menos en la identidad

que forma parte de un nivel organizativo mayor, como un país o una comunidad de naciones. Tal es el caso, por ejemplo, de la región mediterránea dentro de la Unión Europea, o de

reconocimiento en otras realidades que están Esta naturaleza bifronte del patrimonio, que demasiado a menudo pasa desapercibida, conlleva enormes implicaciones para la

en los niveles superiores, quienes promueven el proceso de apropiación son personas jurídicas y naturales comprometidas por lo general con movimientos autonómicos, como en el caso

conjunto de acciones que tienen que ver con el patrimonio: el patrimonio en sus dos formas de constitución implica dos visiones de “gestión” patrimonial. En su segunda forma, la de apropiación, el patrimonio supone no uno sino varios niveles. Como hemos demostrado en otra parte (Gómez Rendón 2012), existen en principio tantos niveles de apropiación del patrimonio cuantos niveles de organización social donde dicho patrimonio se reclama. Así, existe una apropiación internacional de bienes y manifestaciones culturales que, en tal condición, se convierten en patrimonio, ya no de quienes los produjeron o producen, ni siquiera de quienes los utilizan o practican en su cotidianidad, sino de la humanidad entera. Los agentes que están detrás de esta apropiación son, por lo general, los países del primer mundo, sus gobiernos y sus líderes, sus institutos de investigación y sus académicos de renombre, representados todos por un organismo

torno a conjuntos de prácticas culturales con para la preservación y difusión de la llamada dieta mediterránea. La particularidad de este nivel con respecto a los dos anteriores – pero también con relación a su inmediato inferior, la comunidad – se halla en que los patrimonios regionales pueden provenir tanto de una herencia secular como de una apropiación relativamente reciente. Todo lo que está por debajo de estos tres niveles de apropiación patrimonial corresponde grosso modo a lo comunitario, es decir, a un micro nivel de organización social donde la tendencia predominante – sin ser la única – es que los patrimonios son resultado de una transmisión intergeneracional y en tal medida son poseídos – diríamos mejor, ‘vividos’ –como parte constitutiva de la identidad de la comunidad. relación inversamente proporcional entre nivel social de apropiación del patrimonio y grado de funcionalidad social del mismo, de manera que a mayor nivel social de apropiación, menor nivel de funcionalidad, y viceversa. Esto no

gobernanza mundial en asuntos culturales, que se dedica precisamente a aupar sus iniciativas – la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura, UNESCO. De hecho, este organismo es el único autorizado a conferir a un bien o manifestación cultural el título de “patrimonio cultural de la humanidad”. Existe también, de manera conspicua, una apropiación nacional de los bienes culturales, que pasan de esta manera a convertirse en los elementos que aglutinan a los ciudadanos en torno a la idea misma de nación; en efecto, la apropiación nacional de los bienes culturales está en la raíz de la constitución y desarrollo de los estados (cf. Pomian 1996). Los agentes de

funcional del patrimonio a un nivel elevado de organización, como el estado nacional, por ejemplo. De hecho, buena parte del patrimonio cultural de los estados nacionales hoy en día es resultado de un proceso histórico de larga duración, en virtud del cual dicho patrimonio ha llegado a incorporarse funcionalmente a la sociedad. La patrimonialización o apropiación

426

bien documentado y, sobre todo, reconocido por los propios ciudadanos. Este proceso, sin embargo, resulta problemático en la actualidad debido a la eclosión de identidades subnacionales que reclaman la misma visibilización de sus patrimonios y el derecho a que éstos sean protegidos por los mismos estados, muchas veces más allá de los objetivos nacionales, sobre todo si dichos estados reconocen en sus cartas constitucionales, como lo hace el estado ecuatoriano, su carácter plurinacional e intercultural. Este contexto ha hecho que el concepto de patrimonio cultural manejado por los estados, basado esencialmente en la apropiación para un proyecto político nacional, expanda su alcance de lo macro a lo micro, y su naturaleza de lo material a lo inmaterial,

sociales y económicos, enmarcados a su vez en derechos colectivos y ciudadanos. La naturaleza multidimensional del tejido patrimonial se puede visualizar mejor en el caso del patrimonio cultural que se ha dado en llamar ‘inmaterial’ (en adelante PCI), patrimonio vivo en esencia, que articula,

reformular el manejo y la administración de la ‘cosa patrimonial’.

segundo lugar, en las distintas generaciones involucradas en su reproducción y recreación, que contribuyen de una u otra forma a su constitución y que, por consiguiente, no pueden ser desvinculadas jamás de su gestión.

sentimiento de identidad y continuidad, contribuyendo a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana” (UNESCO 2003). La multi-dimensionalidad diversidad, que se traduce directamente en la generalidad de los ámbitos que componen el PCI e incluye toda suerte de tradiciones orales, artes, usos sociales, técnicas y conocimientos

Patrimonio: un tejido multidimensional Como la cultura – o quizás precisamente por ser epifenómeno de ella – el patrimonio es una realidad compleja y dinámica en esencia. Y lo es en los dos sentidos de su constitución: como

aglutinar e interconectar diferentes grupos dentro de un territorio o incluso más allá de él, como en el caso de los patrimonios inmateriales des-territorializados a través de las nuevas tecnologías o re-territorializados en

de una forma de vida adaptada a un medio social y natural en circunstancias históricas de su transmisión intergeneracional; como apropiación, por ser resultado no sólo de un uso ideológico-político sino también de un proceso de semiotización de los artefactos y las prácticas culturales. Este carácter complejo y dinámico hace que todo artefacto o práctica cultural que se ha convertido en patrimonio nunca pueda – ni deba – ser desarraigado de la matriz social que le da sentido, a riesgo de “embalsamarlo”. Tal sentido se construye precisamente a través del tejido que todo artefacto o práctica cultural que se ha convertido en patrimonio traza con fenómenos de otra naturaleza, con los cuales está en una relación sinérgica que sustenta el tejido mismo. Estos fenómenos pueden ser artefactos o prácticas culturales pertenecientes a otros campos de la cultura, pero también elementos de la organización social, de la economía y, por supuesto, del medio ambiente.

capacidad de vincular la reproducción cultural con la reproducción biológica y ecológica, pero también con la producción económica de los grupos propietarios y gestores. Por todo lo dicho, es insensato, en el sentido más etimológico del término, que no es otro que el de “exento de sentido” o bien “contrario al sentido”, que hablemos de conservar o salvaguardar el patrimonio cultural, cualquiera que éste sea, si no reconocemos su naturaleza polifacética. Es insensato hablar de conservar o salvaguardar el patrimonio cultural cuando éste ha sido desvinculado de sus legítimos propietarios y gestores, sólo para ser apropiado comunitarias de organización social. Es insensato, asimismo, invertir recursos en la de patrimonios – como los amazónicos, por ejemplo – si al mismo tiempo desconocemos los derechos de sus propietarios y gestores a manejar y administrar su propio territorio y su medioambiente, promoviendo la destrucción de los mismos patrimonios que queremos proteger.

artefacto o una práctica cultural, en cuanto patrimonio vivido por un grupo, deben ser entendidos como resultado del ejercicio de derechos no sólo culturales sino también

427

A continuación quiero ilustrar lo dicho a propósito del tejido multidimensional que encierra todo patrimonio cultural, con dos ejemplos sacados precisamente de la Amazonía ecuatoriana, ejemplos que pueden inducir en

La depredación del hábitat en algunas zonas de Sucumbíos por actividades petroleras e invasiones colonas de territorios ancestrales así como por actividades agroindustriales a gran escala, ha provocado la escasez o desaparición

lo que implica dicho tejido desde nuestras prácticas académicas e investigativas.

realizado en varias comunidades cofanes, sionas y secoyas en 2011 permitió dimensionar el alcance de lo que podría parecer simplemente un cambio en la dieta líquida. De acuerdo con varios testimonios recogidos en San Pablo de Katetsiaya, hoy son pocos los hombres mayores que tejen hamacas para complementar sus magros ingresos monetarios, como ocurría hasta hace algunas décadas, pues ya no tienen la ayuda de sus hijos. Una de las dos razones que se menciona es que ya no se ingesta yoco como en el pasado; la otra razón es la reorganización del

El yoco (Paulinia yoco que crece en la selva y con el cual se prepara una bebida estimulante rica en cafeína, propia de diferentes grupos étnicos de la Amazonía noroccidental (Bolívar 2007; Belaunde 2008). En el Ecuador el yoco es consumido en varias nacionalidades de la provincia de Sucumbíos, como los a’i (cofanes), los bai (siona) y los pai (secoya). Según la disponibilidad del bejuco, se necesitan varias horas de recolección en la selva. Son los hombres quienes cortan el bejuco y lo llevan a casa. Son ellos igualmente quienes se encargan del resto de la preparación. De los trozos de bejuco cortado se raspa la corteza exterior con un cuchillo, dejando al descubierto venas de color oscuro que resaltan sobre el resto de la pulpa. Estas venas se cortan delicadamente, cuidando de no desperdiciar nada en el proceso, pues contienen la sustancia principal (cafeína). El raspado se cola en un pilche con agua hasta la mitad; luego se machucha y se desecha la corteza raspada. El yoco lo beben tanto hombres como mujeres desde muy temprana edad (tradicionalmente

la escolarización. En cualquier caso, el resultado es que los jóvenes de hoy no solo no saben hilar ni tejer, sino que tampoco han aprendido de sus padres la historia oral de su pueblo, ni conocen las técnicas de cacería de diferentes especies. Un buen número de estos jóvenes, una vez concluida su instrucción formal, abandonan temporalmente sus comunidades para trabajar en actividades de construcción en Lago Agrio, el centro urbano más próximo, o en alguna de las empresas petroleras de la zona. castellano dentro y fuera del espacio doméstico, desvincularse de actividades comunitarias como sonido, y en muchos casos, adquirir conservas en las cada vez más numerosas tiendas locales para reemplazar los alimentos de la dieta tradicional. Sería ingenuo atribuir exclusivamente a la desaparición del yoco todos los cambios producidos en la vida de las comunidades nativas de Sucumbíos, pero también lo sería desconocer que tal desaparición, conjugada con otras prácticas introducidas, como la escolarización, no haya tenido un impacto decisivo en la sociedad y la cultura4. Este caso ilustra la interrelación de las esferas del patrimonio natural y cultural, y de ambos con la organización social. Por lo tanto, conservar el medio ambiente para que el yoco no desaparezca o incluso reintroducirlo como se está intentando en alguna comunidad, son iniciativas desarticuladas si al mismo tiempo no se atiende el problema que representa para la organización familiar un sistema

el espacio doméstico. La hora en que se ingiere la preparación varía según las comunidades, pudiendo variar de las tres a las cinco de la madrugada. Se bebe yoco siempre antes de ir a trabajar a la chacra, antes de ir de cacería o construir una canoa. Según la tradición, el padre despertaba a sus hijos varones y les daba a beber yoco para que le ayudaran a hilar que les instruía con consejos, historias de la tradición oral, o anécdotas de su experiencia en la cacería u otras tareas masculinas. Tomado en gran cantidad, el yoco tiene además efectos visibles en el organismo, como la anulación del hambre y la resistencia, tan necesarias en las largas jornadas de trabajo en la selva; pero también propiedades eméticas para la limpieza estomacal o para mejorar las destrezas antipalúdicas.

428

de escolarización que no sólo no difunde conocimientos nativos, como pretende la educación intercultural bilingüe, sino que además anula los tiempos y espacios donde dichos conocimientos se reproducen, y si paralelamente no se crean espacios didácticos propios donde se reintroduzcan las técnicas de hilado o tejido, la lengua, la historia oral y las técnicas cinegéticas.

de suerte que al momento ha logrado pasar del sistema hispano al sistema de educación intercultural bilingüe, con el objetivo de producir dentro de dicho sistema los recursos lengua ancestral a las generaciones más jóvenes. También el aspecto comunicativo se ha visto dispone de una estación de radio entregada por el estado ecuatoriano como espacio de fortalecimiento cultural y lingüístico. Pero además, los andoas han sabido aprovechar la cooperación internacional para consolidar su

vivir El caso de la lengua andwa, perteneciente a la familia lingüística zaparoana, constituye uno de los procesos más interesantes de apropiación funcional del patrimonio lingüístico por parte de un pueblo originario. Los andwas

uso sustentable de los recursos a través de programas de fomento. Como el proceso de recuperación lingüística ha avanzado junto con el rescate de la tradición oral, la nacionalidad andwa busca hacer valer sus derechos territoriales en base a una reconstrucción histórica de su ocupación de la cuenca del medio y bajo Bobonaza (Gómez Rendón 2013). Paralelamente, la reapropiación de la tradición oral ha servido como punto de partida para reconstruir la memoria histórica más allá de las fronteras nacionales. A todo lo anterior se debe que la visión andoa de su patrimonio sea integral en un doble sentido: primero, porque abarca no sólo la lengua sino también el territorio, los recursos, la educación y la organización; y segundo, porque ve más allá de las fronteras nacionales. Según sus

desembocó en su reconocimiento por parte de las organizaciones indígenas y el estado. El andwa, lengua ancestral de la nacionalidad del mismo nombre, se hablaba en el curso inferior del Bobonaza y el curso medio del Pastaza, en los actuales territorios amazónicos de Ecuador familias de ambos lados de la frontera pudieron reencontrarse. En Ecuador y Perú la lengua último hablante conocido. Como otras lenguas del espacio amazónico, el andwa ha sido reemplazado por el kichwa. Conocedores de la importancia de la lengua

vital del pueblo andwa creando una continuidad territorial transfronteriza entre las comunidades ecuatorianas y peruanas, para así reconstituir el cuerpo social que quedó desmembrado a raíz de la guerra. Éste es, en su opinión, el único requisito para devolverle vigencia a la cultura y la lengua de los antepasados, fuera del cual todo intento de patrimonialización pierde sentido. Una visión patrimonial de la lengua como la que acabamos de describir desborda las fronteras nacionales y se construye en buena medida

lingüísticamente diversa como la amazónica, los andwas plantearon la recuperación de la lengua de sus antepasados como uno de los objetivos principales a largo plazo desde los inicios de su organización política. Dentro de su plan de vida esta recuperación lingüística, sin embargo, no viene sola, pues está estrechamente ligada con el reconocimiento de sus derechos territoriales. Aunque ningún miembro de la nacionalidad andwa habla hoy la lengua de sus antepasados, luego del trabajo de documentación lingüística con el último hablante en la comunidad peruana de Kapawari, se prevé la formación de un equipo semilla de jóvenes que aprendan

permite visualizar la integralidad del patrimonio y su articulación con los derechos económicos, sociales y culturales de los colectivos. A partir modo de conclusión, algunas directrices que consideramos necesarias para la gestión del patrimonio cultural.

en las escuelas. Contemporáneamente al inicio de las tareas de recuperación de la lengua, la nacionalidad ha empezado a ejercer sus derechos en el campo educativo y comunicativo,

429

Conclusión: tres derroteros de la gestión patrimonial

proyectos unisectoriales. Como cualquier instrumento conceptual que ordena la realidad y está al servicio de intereses ideológico-políticos, el patrimonio puede ser una herramienta de dominación y aculturación, sobre todo cuando se reduce a la apropiación emblemática de patrimonios con el único

La participación del estado como garante y protector de los derechos de los pueblos y nacionalidades está consagrada como mandato constitucional y, en tal medida, debe abrir espacios para la autogestión del patrimonio desde

de la diversidad en épocas de globalización, haciendo caso omiso de la matriz comunitaria que les da sentido. Esta perspectiva, en la que podemos caer más de una vez sin saberlo, al estar asumida en prácticas consagradas a partir de un concepto sobre el cual no se ha

de su propia dinámica. En este sentido, consideramos que en materia de patrimonio la mejor gestión es la autogestión, o dicho de otro modo, toda gestión ha de desembocar en la autogestión. Al caminar entre una y otra debemos dejarnos guiar por tres derroteros. El primero es el de participación integral, esto es, la incorporación de las comunidades propietarias y gestoras en todos los procesos de

sólo cuando aceptemos que la única forma de de un patrimonio es aquella de sus legítimos propietarios, que toda otra forma no es sino una forma de detentar patrimonios, y que el papel del estado como gestor patrimonial a largo plazo es, paradójicamente, dejar de serlo para que lo sean las comunidades que viven sus patrimonios. Sólo entonces empezaremos a construir el patrimonio y éste será una herramienta de liberación y, sobre todo, de vida.

y registro como el seguimiento y la formulación de planes de salvaguarda. La participación integral de las comunidades propietarias permitirá a los gestores gubernamentales adquirir una perspectiva verdaderamente integral del patrimonio a lo largo de sus diferentes dimensiones. El segundo derrotero es el de sostenibilidad a largo plazo, que no es otra cosa que la continuación temporal y la ampliación espacial de las actividades

Belaunde, Luisa Elvira y Juan Álvaro Echeverri, 2008, “El yoco del cielo es cultivado: perspectivas sobre Paullinia yoco en el chamanismo airo-pai (secoya-tucano occidental)”, Anthropologica No. 26: 87-111. Bolívar, Eduardo, 2007, “Consejos para vivir bien: una perspectiva histórica sobre los diferentes usos del bejuco yoco, Amazonia Noroccidental”. Valentina Nieto y Germán Palacio (eds.). La Amazonia desde dentro. Aportes a la investigación de la Amazonia colombiana. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia & Instituto Amazónico de Investigaciones. Gómez Rendón, Jorge, 2012, “Una nueva perspectiva de las políticas lingüísticas: las lenguas indígenas del Ecuador como patrimonio cultural inmaterial”, Quo Vadis Romania, No. 39, Viena: Praesens Verlag: 85-99. Gómez Rendón, Jorge, 2013, “Construcción histórica y narrativa de la identidad andoa”. Revista del Consejo Nacional de Cultura, No. 21: 37-104.

salvaguarda del patrimonio, principalmente a conocimientos técnicos a las comunidades propietarias y gestoras. Sólo una integralidad en la participación y una sostenibilidad a largo plazo permitirán desembocar en la autogestión de los patrimonios. El tercer derrotero es el de coordinación multisectorial a nivel de la institucionalidad del estado. Este criterio surge naturalmente de la naturaleza multidimensional del tejido patrimonial, naturaleza que reclama iniciativas conjuntas desde diversos frentes ministeriales, que no sólo tienen que ver con la cultura y el patrimonio, sino también, de manera fundamental, con la educación, la salud, el medio ambiente, la producción, la justicia, las relaciones laborales, los recursos naturales, e incluso las relaciones exteriores, de fundamental importancia para la gestión de los patrimonios binacionales. Un trabajo sinérgico en todos los sectores de la gestión pública no sólo optimizaría recursos sino que además tendría efectos multiplicadores en la conservación y salvaguarda de los patrimonios, cosa que no se obtiene con programas y

430

Pomian Krzystof, 1996, “Nation et patrimonie”. D. Fabre (ed.) L’Europe entre cultures et nations. París: Maison des Sciences de l’Homme: 85-95. Prats, Lorenç, 2004, Antropología y patrimonio. Ariel Antropología, Barcelona: Editorial Ariel S.A. Vargas, José María O. P., 1965, Historia de la Cultura Ecuatoriana. Quito: Casa de la Cultura Ecuatoriana. Woolfson, Olga, 2009, “El Decreto de Emergencia del Patrimonio Cultural”, INPC Revista del Patrimonio Cultural del Ecuador, No 1: 72. Zambonino, Victoria, 2009, “Declaratorias de Patrimonio Inmaterial”, INPC Revista del Patrimonio Cultural del Ecuador, No 1: 38. Zapater, Irving Iván, 2010, Banco Central del Ecuador: síntesis de su historia. Quito: Banco Central del Ecuador. 1

la lengua, principal vehículo de transmisión de conocimientos, los mismos que al no poder ser formulados en su contexto enunciativo natural, las técnicas tradicionales y, sobre todo, de la tradición oral.

Utilizo a lo largo de este artículo el término

las comunidades poseedoras de patrimonios étnicos, es decir, aquellos que marcan su identidad por haberlos heredado de sus antepasados. He preferido este término al de ‘portador’ o ‘portadora’ por cuanto su origen etimológico, ‘portar’, ‘llevar’, oblitera el carácter de posesión originaria, dejando abierta la posibilidad de aplicarlo más bien a aquellos patrimonios que lo son más por apropiación cosa ocurre con otro término muy utilizado en la jerga en torno al patrimonio, el de ‘detentor’, que por similares razones no será utilizado aquí. 2 Entre los antecedentes de la convención de 2003 están “el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966; en la recomendación sobre la salvaguardia de la cultura tradicional y popular de 1989, en la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural de 2001 y en la Declaración de Estambul de 2002, que consideró la profunda interdependencia que existe entre el patrimonio cultural inmaterial, material y natural” (Zambonino 2009: 38). 3 Aun así, el diccionario de la RAE tiene como primera acepción del término, precisamente, ésta: “hacienda que alguien ha heredado de sus ascendientes”. 4 Dada la interconexión de las manifestaciones inmateriales del patrimonio, también se podrían explicar los cambios a partir de un abandono de

431

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.