Investigación y creación

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Descripción

Investigación y creación, dinamizadores de la formación del artista plástico.
La práctica artística es, ante todo, el enriquecimiento
De un modo verdaderamente elevado de humanidad
Hegel
Profesor Leonardo Rivera Bernal, artes plásticas, 2003

Suponer la relación entre investigación y pedagogía artística lleva a pensar en la posibilidad de unir ciencia y arte dentro de un modelo de desarrollo humano; pero llegar a configurar esa unión no resulta sencillo, más cuando arte y ciencia han sido considerados casi antagónicos como modelos de pensamiento. Pero, no resulta tan descabellado pensar en unirlas como parte de un proceso de formación profesional de artistas.
En la formación superior se supone que existe un aspecto básico para alcanzar sus metas formativas, la investigación, sin ella se considera truncado el proceso de formación de los profesionales. Pero, a pesar de su aparente importancia, la metodología investigativa es un espacio reducido y muchas veces relegado al olvido en muchos programas educativos; el ámbito de la formación profesional de artistas plásticos no ha sido la excepción.
Es preciso, y urgente, abordar la reflexión sobre la pertinencia de involucrar de manera más profunda la metodología investigativa en la formación de estos profesionales, de igual manera, es necesario configurar un modelo metodológico que permita apoyarse en la investigación desligándola de una obligada cientificidad, y más bien, conectándola con la sistematicidad propia del proceso creativo para enriquecerlo, y ojalá comprenderlo de manera consciente.

Así, se precisa la superación del uso de modelos de formación metodológica que han llevado a que los estudiantes de arte consideren inútil el conocimiento sobre metodología, y sobre investigación, al iniciar procesos personales de creación. Lo cual resulta contradictorio y preocupante, puesto que, ¿qué puede ser más riguroso y exigente que la creación artística?; luego, es preciso recuperar la sistematización del pensamiento artístico en aras de asumir su esencia investigativa como algo natural del proceso creador.

Contexto, ¿Arte, o, Ciencia?
La relación entre arte y ciencia, históricamente hablando, no ha sido fácil, pero tampoco ha sido inexistente. Ya en el mundo griego se genera una relación al marcarse la diferencia entre la epistheme, que posteriormente va a generar el sentido de ciencia, y la techne, que generara el sentido de arte. A pesar de las diferencias de sentido su evolución fue paralela, y en muchas oportunidades se entrecruzo. Sí bien la epistemología se convirtió en un procedimiento centrado en el conocimiento, como algo abstracto; y la técnica, a su vez, se convirtió en un saber hacer, en la producción a partir de un saber; ambos conceptos se necesitan mutuamente en el desarrollo de la cultura humana. El término arte evoluciono de la techne griega, hasta el ars medieval, asumiendo un sentido próximo al de técnica pero muy ligado al saber epistemológico.
Históricamente se creó un distanciamiento cada vez mayor entre las posturas de los creadores artísticos y los investigadores científicos, al establecer una diferencia de método entre la creación del genio artístico y la exploración del científico.
En la actualidad los limites entre ambas concepciones del mundo no están muy precisados, y se suponen definidos desde el aspecto metodológico; igual se asumen posturas radicales al pensar en la ciencia como el procedimiento que surge de la objetividad y la generalización, frente al arte como ese procedimiento subjetivo y personal que se aleja de lo objetivo y generalizable.

Al ubicarnos dentro del marco de la educación profesional del artista, surge una inquietud siempre presente, pero rara vez resuelta, ¿cómo establecer los referentes metodológicos para generar y orientar proyectos de creación artística originados por los estudiantes de arte?.
La misma escuela de formación artística ha generado modelos divergentes sobre su enfoque y metodología; así, es posible encontrar el modelo que conserva la formación centrada en la forma y la técnica como bases de la esencia del artista, modelo propio del siglo XIX; y, simultáneamente, encontrar una formación centrada en el desarrollo conceptual de la potencial producción artística, modelo generado en el siglo XX. En ambos ámbitos de formación de artistas se exige una producción sistemática de proyectos por parte de los estudiantes, sin embargo, el modelo metodológico que orienta dichos trabajos sigue muy anclado en un modelo positivista, además distorsionado, más propio de las ciencias naturales.
Este anclaje se manifiesta en la manera como se orienta la formación metodológica del futuro artista, mostrándole un modelo empobrecido en el cual la metodología investigativa es sinónimo del informe investigativo escrito; donde investigar se reduce a rellenar ese formato de informe, pero sin ninguna apropiación sobre el espíritu investigativo, ni la pertinencia de su método en el proceso creador plástico. Esta situación, afortunadamente, no se generaliza por que algunos estudiantes sí logran apropiar tales conceptos.

Más allá de la proverbial diferencia entre la ciencia y el arte, es preciso iniciar la recuperación de una metodología investigativa artística que sirva de herramienta procedimental para los futuros artistas. Sí bien es cierto que la metodología de investigación científica permite orientar la sistematización del pensamiento en función del logro de ciertas intenciones de conocer y comprender que son muy caras a la ciencia; también es igualmente cierto que el proceso de creación artística se desarrolla dentro de unos parámetros de sistematicidad que no se han reconocido en todo su valor, y que resultan tan válidos como aquellos que se quieren asignar de manera exclusiva a la ciencia.

La creación artística siempre ha estado supeditada a un rigor procedimental que se convierte en su esencia. Superar el mundo de las ideas e imágenes, de la fantasía, hasta dar vida, forma, sentido a dichas imágenes requiere de gran exigencia por parte del creador, o artista. Quién se ve obligado a utilizar al máximo sus capacidades integradas, donde se incluyen procesos de pensamiento, conocimientos teóricos y procedimentales, reflexión crítica, creatividad y realización de productos, para generar un hecho estético, o hecho artístico.
Esa manera de generar producción artística debería poder concientizarse y sistematizarse de forma tal que el futuro artista conozca su esencia, y este en condiciones de asumirla como proyecto de vida para aprovecharla, revaluarla y explorarla al máximo. Para, luego sí, convertirla en una acción intuitiva.

Antecedentes
Ya se ha expuesto que la búsqueda de una metodología artística no es nueva, como tampoco es nueva esa morbosa insistencia en distanciar arte y ciencia.
Quizás es justo precisar que el modelo metodológico no puede generalizarse en ambos espacios de saber, pero esto no niega la opción de configurar una metodología de investigación que permita apoyar y enriquecer los procesos de creación artística.
La sistematización y disciplina de los procesos de creación ya se puede percibir en los modos de trabajo de los grandes maestros renacentistas, a su vez, la rigurosidad teórica y analítica que acompaña la producción artística de finales del siglo XIX también es muestra de ello. De igual modo, la creación de manifiestos propios de los movimientos artísticos de principios del siglo XX consolida esa búsqueda teórica, y esta sistematización metodológica con miras a una configuración formal específica.

La investigación y su método no han sido ajenos al proceso artístico, pero se ha circunscrito al análisis de la obra terminada. El campo donde mejor se vislumbra la relación metodológica ha sido la Historia del arte, donde se revisa la creación como resultado superado, pero se desconoce el proceso generador como objeto de reflexión y análisis.
De todas maneras, incluso en el campo de la Historia del arte se llega a establecer que la metodología utilizada no es la más apropiada. En ella se ha concentrado el análisis desde la mirada sociológica casi exclusivamente, tal como lo expone García Canclini: existe insuficiencia metódica en ese campo de interpretación del hecho estético consumado, con lo cual la sociología no ha podido solucionar el problema de la interpretación al actuar de manera demasiado rígida en sus abordajes. Autores como Hausser, Duvignaud, Bordieu realizan exploraciones investigativas en el campo histórico desde la sociología y diversas miradas metodológicas relacionadas con ese campo de saber. Kavolis propone reflexionar sobre el proceso generador del hecho estético, para consolidar una sociología del arte propiamente dicha.
Un autor interesado en la investigación y la generación de un método investigativo relacionado con lo artístico fue Nikolai Tarabukin, quien a principios del siglo XX propuso la necesidad de abordar el problema metodológico de la ciencia del arte, definiendo además, la imposibilidad de generalizar un modo de trabajo para todos los fenómenos artísticos. Sin embargo, emprende la consolidación de un método de investigación que apunta hacia los procesos de producción artística, y no solo a la reflexión sobre los productos ya definidos. Denomina a este método formal-productivista, buscando reunir dos momentos del proceso artístico. El primer término, formal, se refiere a la forma acabada; el segundo, productivista, al proceso de creación del objeto. La intención de Tarabukin es incursionar en la comprensión del proceso productivo artístico, con miras a superar lo que la Estética de su tiempo "cubría con el velo místico del misterio de la creación".
Observando estas experiencias es fácil comprender que lo metodológico se ha ido limitando a la exploración del producto del proceso artístico, pero no se ha involucrado sistemáticamente en la generación de dicho proceso.

Ya en otro espacio relacionado con lo artístico, la educación artística, se aplica investigación metodológicamente orientada para conocer como crean los niños, y con base en ello establecer las formas más adecuadas de enseñar arte en la escuela básica. Así se pueden citar autores como Víctor Lowenfeld, Lucart, Kellog, Glotón, etc., quienes expresan interés en el proceso de desarrollo creativo infantil. La metodología se orienta aquí hacia la enseñanza.
El creciente auge de la creatividad en los años 50 del siglo XX, permitió ampliar las perspectivas alrededor del sentido e importancia de la educación artística en el desarrollo humano, siendo fruto de esa metódica sobre la enseñanza. Pero semejante logro pedagógico se hizo tangible gracias al trabajo de un pionero excepcional: Herbert Read.
Este investigador del arte expone, por una parte, una teoría que cambiará el enfoque hasta el momento (1946) propio de la relación entre educación y arte, hacia una visión más integradora e integral para relacionar estos dos aspectos; lo cual se expone en su texto ya clásico "La educación por medio del arte", y por otra parte explora el proceso de génesis de la obra como un problema de construcción de sentido desde el contexto. Una de sus hipótesis de reflexión aparece en la obra "Imagen e idea": "el arte nunca ha sido un intento de aprender la realidad como un todo-eso esta más allá de la capacidad humana-; no ha sido siquiera un esfuerzo por representar la totalidad de las apariencias, sino que más bien ha sido el conocimiento fragmentario y la fijación paciente de lo significativo en la experiencia humana".
Con lo cual expone que las artes han sido los medios por los cuales el hombre ha podido comprender paso a paso la naturaleza de las cosas. Ocupando el primer lugar y la función primaria en la evolución de todas las facultades superiores que constituyen la cultura humana. Hipótesis atrevida pero que fue validada desde sus textos.

Ya en épocas más cercanas se han fortalecido y difundido discursos semióticos que se concentran en el sentido y la interpretación de las formas artísticas, definidas y acabadas; pero hacia el interior del campo artístico el problema se mantiene: cómo enriquecer el proceso generador del arte y su método.

Objeto y referentes
Considerados algunos aspectos donde la metodología de investigación ha sido parte de la reflexión sobre el arte, es preciso exponer la propuesta que busca configurar un método que sirva como herramienta académica para la producción de obras, hechos estéticos, hechos visuales.
Para establecer los elementos de la propuesta es necesario aclarar que el modelo propuesto se establece como un modelo ecléctico, y su procedimiento metodológico es fundamentalmente emergente. Ello debido a la complejidad misma del objeto de investigación que le compete: el arte, y por supuesto debido a la complejidad implícita en el mismo.

Para abordar la exposición es pertinente incluir algunos modelos de metodología investigativa que aún siendo originados como parte de las ciencias sociales podrían aportar a la estructuración del modelo para arte.
Los métodos incluidos son de carácter cualitativo, se asume el concepto de cualitativo desde un sentido de cualidad, es decir, aquellos rasgos del entorno que se pueden experimentar por los sentidos, de allí que las cualidades sean cualidades para la experiencia. A su vez, experiencia es aquello que se alcanza mientras se conocen esas cualidades, este conocimiento o aprehensión inteligente del mundo cualitativo permite la obtención de sentido.

Partiendo de estos rasgos se considera que la metodología de investigación para la producción artística podría enriquecerse desde los siguientes aspectos metodológicos:
Investigación fenomenológica, considerando su énfasis sobre lo individual y la experiencia subjetiva. Las cuestiones de investigación que le interesan son el estudio de la experiencia vital y de la cotidianidad. Busca la explicación de los fenómenos dados a la conciencia, se preocupa por encontrar el significado que los individuos dan a su experiencia, y la manera cómo afecta sus acciones cotidianas. (Heshusius, 1986; Mélich, 1994; Van Manen, 1990).
Etnografía, considerada como el estudio descriptivo de la cultura de una comunidad, o de alguno de sus aspectos fundamentales, bajo la perspectiva de comprensión global de la misma, a través de la etnografía se persigue la descripción o reconstrucción analítica de carácter interpretativo de la cultura del grupo investigado. Es importante para esta propuesta la manera cómo se analizan los datos desde la interpretación de sus significados y funciones, expresándolo a través de descripciones. Su método centrado en la observación la hace soporte básico en la investigación productiva artística.
Etnometodología, que intenta estudiar los fenómenos sociales incorporados en nuestras acciones y discurso, parte de la idea por la cual el mundo social está compuesto por significados y puntos de vista compartidos. Su método apoyado en la observación y análisis del discurso, desde la Semiótica aporta aspectos estructurales a la propuesta. Igualmente su enfoque de interaccionismo simbólico resulta conveniente a los procesos de producción artística.
Investigación-acción, considerada desde la perspectiva de Kemmis, puesto que se trata de una forma de investigación llevada a cabo por parte de los prácticos desde sus propias prácticas. En la propuesta se acogería el modelo de búsqueda autorreflexiva sobre la comprensión y perfeccionamiento de las prácticas creativas, y sus situaciones contextuales.
Con base en estos aspectos se inicia la configuración del modelo metodológico para la generación de proyectos de creación plástica por parte de estudiantes de arte; además, apoyándose en un carácter interpretativo, donde se desarrolla la aptitud para explicar por qué se ocupa un lugar con algo, o, el tipo de experiencia que se mantiene en la situación estudiada.

Propuesta metodológica
Para el modelo se parte de una concepción de investigación desligada del sentido de lo científico, concentrándose en considerarla como aquellos procesos gobernados por un método validado intersubjetivamente al interior de una comunidad o disciplina, orientados hacia la producción de conocimiento, y en ocasiones, de teoría.
También resulta esencial establecer la pertinencia de desarrollar un espíritu investigador, caracterizado por ser inquieto y desear inquietar, mostrando a otras personas el lado oculto de las cosas. Este espíritu permite preferir la incertidumbre a la certeza, hacer preguntas a responderlas, y duda de las propias respuestas. Como es evidente este espíritu debe desarrollarse como parte de la formación del creador investigador, y es inherente de la persona-creador.
Para que el modelo adquiera validez es esencial el desarrollo de las actitudes personales en el artista, estas permitirán asumir la disciplina y la responsabilidad que son aspectos fundamentales del proceso de creación. Como un elemento relacionado con el desarrollo de una actitud metódica e investigativa, el artista debe desarrollar una sensibilidad hacia las cualidades, recordemos que el enfoque general metodológico es de carácter cualitativo; dicha sensibilidad permite advertir las cualidades matizadas del objeto de investigación. Las cualidades mencionadas son aspectos del mundo que habitamos o productos de nuestra imaginación; allí cabe la propuesta de Eisner sobre la necesidad de tener un "ojo ilustrado", es decir, desarrollar la capacidad de ver en tanto experimentar cualidades, con miras a consolidar un carácter interpretativo.
Dicho carácter se manifiesta en la aptitud para explicar el por qué se ocupa un lugar con algo, o, el tipo de experiencia que se mantiene con la situación estudiada. Lo cual origina un significado, el cual sería la motivación y cualidad de la experiencia, en la situación estudiada.
Sobre este aspecto de la experiencia Dewey hace una aclaración pertinente a nuestra propuesta en su obra Art as experience(1934): "el problema que tenemos entre manos puede ser concretamente dibujar una distinción entre expresión y afirmación. La ciencia afirma significados; el arte los expresa…la expresión como distinta de la afirmación, hacen algo diferente para dirigirnos hacia una experiencia: la constituyen".

El proceso de creación artístico debe construir esa experiencia, el proceso metodológico debe partir de la configuración y definición de su objeto de investigación. Pero el objeto entendido como algo más que la simple materia, se trataría del fenómeno que va siendo configurado como el eje de la creación artística. El objeto de investigación será el sistema donde un fenómeno tiene lugar y posee un significado inherente, siendo una fuente potencial de datos para el creador-investigador.
Es la actitud de este creador, su espíritu investigativo, lo que permite apropiar aquellos aspectos, de entre muchos que allí se relacionan, para considerarlos relevantes o pertinentes, atribuyéndoles significado, con base en un marco referencial dado. El fenómeno se convierte en dato, definiéndose como objeto de investigación propiamente dicho, pero a partir de la Intuición.
Podría incluso hablarse de un problema-forma de creación artística. El objeto en tanto sistema posee la participación de varios elementos, los cuales a su vez, se articulan e integran, se interrelacionan, poseen una estructura propia y establecen una relación dialéctica con el contexto, estando en permanente renovación. La manera como esos aspectos interactúan permite asignarles significado y sentido plástico o visual, no es clara al inicio del proceso creador, de allí que pueda pensarse en un problema-forma de orden artístico. Así, la intención básica de esta investigación será configurar el objeto de tal manera que se pueda convertir en forma visual y/o plástica.
Con esto se busca clarificar que el proceso creativo artístico no parte de un tema, este simplemente actúa como un marco referencial que ejerce influencia sobre la escena donde surge o se ubica el objeto de investigación. El tema debe convertirse en un esquema o dominio de significatividad de lo que se busca y se ve.
Para lograr este nivel es preciso partir de una toma de contacto con la realidad contextual que origina el objeto investigativo, con lo cual se presenta la necesidad de partir de unos antecedentes históricos que lo definan y ayuden en el proceso de su delimitación (en otros términos, a su solución).
El problema interpretativo, que es la base de todo este método, debe apoyarse, a su vez en la teoría, que servirá de base para convertir los conceptos, del objeto, en sí mismo, en lo que el mismo pueda ser. Con esto la teoría trasciende su condición de sistema conceptual clasificatorio superior, transformándose en una base reflexiva flexible y dinámica. La teoría opera como tamiz sobre el tipo y cantidad de información que permitirá expresar el objeto elegido.

Así, la metodología de investigación en procesos de creación artística se concentrara en el proceso mismo de creación. Su intención fundamental será establecer la pertinencia y coherencia del procedimiento y del proceso abordado por el estudiante a la hora de configurar su proyecto. La sistematicidad y rigurosidad de la metodología se manifestara en la solidez y validez del proceso creativo elegido para abordar y solucionar el problema de configuración espacial, visual, plástica del objeto elegido.
El producto esperado de esta manera de investigar es la metodología personal que oriente el trabajo creador del estudiante-artista. Y la manera de exponer esa rigurosidad metodológica será mediante un informe de proceso, donde se expongan los aspectos aquí definidos, más el proceso mismo de configuración espacial, hasta el producto-obra, que podría ser, no uno y definitivo, sino múltiple y flexible. Este documento memoria del proceso de investigación y creación no puede asumir la forma del tradicional formato de informe científico. Queda abierta la reflexión sobre este aspecto, y sobre toda la propuesta en general.

Resta formular una inquietud surgida del proceso mismo de configuración de la propuesta metodológica ¿el docente de arte ha asumido el método, y está en condiciones de orientar los procesos investigativos así enfocados?; por que, finalmente, al menos en esta reflexión, el problema académico seguirá siendo ¿quienes y cómo?, apoyan y dirigen estos proyectos investigativos artísticos, para permitir apropiar y optimizar estos modelos de aproximación al proceso creador artístico.

"El sentimiento que experimentamos al contemplar un cuadro, no se puede distinguir del cuadro ni de nosotros mismos. El sentimiento, el cuadro y nosotros mismos estamos reunidos en nuestro misterio" Rene Magritte.






García Canclini, Nestor. La producción simbólica, teoría y método en sociología del arte. Editorial siglo XXI, México, 1979, pp 9-64
Kavolis, Vytautas. La expresión artística: un estudio sociológico. Amorrortu, Buenos Aires, 1968
Tarabukin, Nikolai. El último cuadro. Gustavo Gili, Barcelona, 1977
Read, Herbert. Imagen e Idea. Fondo de cultura económica, México, 1957, pp 12-13
Aguirre, Angel. Etnografía. Capítulo 1. Alfaomega, México, 1995
Rodríguez, gregorio y otros. Metodología de la investigación cualitativa. Aljibe, Malaga, España, 1996, pp 35-39
Eisner, Elliot. El ojo ilustrado. Paidós, Barcelona, 1998.
Dewey, John. Art as experience, Minton, New Cork, 1934; citado por Eisner, op.cit. p. 47



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