INTERVENIR EN LOS ESPACIOS PÚBLICOS DE LOS CENTROS HISTÓRICOS HISPANOAMERICANOS

September 11, 2017 | Autor: J. Ramos Cortez | Categoría: Art History, Public spaces, Architecture and Public Spaces
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Descripción

01 INTERVENIR EN LOS ESPACIOS PÚBLICOS DE LOS CENTROS HISTÓRICOS HISPANOAMERICANOS JUAN CARLOS RAMOS CORTEZ Arquitecto Doctor en Arte y Humanidades Master en Gestión del Patrimonio Histórico

INTERVENCIONES ACTUALES. Esta capacidad para lograr que el presente se incorpore al pasado con un diseño apropiado y actual, no suele ser moneda común. Lo habitual viene siendo la solución banal o extemporánea… J. R. Moreno García. La coyuntura actual de gran parte de los centros históricos hispanoamericanos, muestra que las intervenciones en sus espacios públicos se han incrementado exponencialmente, debido a que sus diversas tipologías se han vinculado fuertemente a funciones cotidianas de la sociedad en general. Por ello es común ver actuaciones de cambios de pavimento, señalización horizontal/vertical en calles, dotación de mobiliario, mantenimiento y mejora de vegetación en plazas, etc. No obstante en el colectivo social siempre queda la inconformidad por los resultados, e inevitablemente se plantean preguntas como, por qué ya no somos capaces de construir espacios públicos de calidad – como los de antes – y por qué no podemos utilizarlos del modo más adecuado. Al margen de la percepción ciudadana, la validez de esta pregunta queda reforzada si consideramos que hoy en día existen mayores avances en disciplinas que inciden o que deberían determinar las transformaciones de los espacios públicos – constructivos, teórico-conceptuales, tecnológicos, sociales, medioambientales, patrimoniales, etc. Pese a ello los resultados siguen siendo los mismos de las últimas décadas, “trabajos de maquillaje urbano” sobre un rostro que ya no puede ocultar el paso del tiempo y los efectos – en algunos casos – de la mala gestión. Esto indudablemente es causado porque de manera inconsciente en los ciudadanos de a pie, como en las autoridades y técnicos de las instituciones municipales, los espacios públicos se han convertido en estereotipos o elementos urbanos superficiales, que cumplen una función simple y que solo necesitan ser modificados en sus aspectos físicos. De este modo “la calle” es vista y se convierte en un contenedor de movilidad vehicular/comercial y “la plaza/jardín público” en un ámbito – venido a menos – de estancia compartida1. Entre las muchas medidas para revertir este tipo de situaciones, encuentro una que se adecua al caso particular del centro histórico de Sucre, Bolivia y es formulada por el arquitecto J. R. Moreno García. El cual plantea que se debe hacer una reinterpretación cultural de los valores permanentes – histórico/funcionales – de los espacios públicos, sintetizándolos en una “propuesta formal contemporánea”, que se perciba como una “inserción natural” en el contexto urbano patrimonial 2. No obstante debemos aclarar que por propuesta formal contemporánea, no nos referimos exclusiva y únicamente al uso de un diseño/estilo moderno, sino más bien a la capacidad de lograr que el presente se incorpore al pasado con un diseño apropiado y actual. Ahora bien este diseño apropiado y actual, más allá de inmediatas aproximaciones formales, estéticas, paisajísticas o respetuosas del entorno, deberían fundamentarse aprovechando todas las posibilidades creativas y del conocimiento de nuestra época. Para ello es fundamental establecer que la intervención en los espacios públicos del área patrimonial, no sea únicamente un proceso de diseño similar al de los espacios privados cerrados – rayar, cumplir normativa, hacer planos, volumetrías e infografías estéticamente agradables a la vista – sino que debe ser entendida como

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J. R. Moreno García. La arquitectura del…p. 9. Ibídem.

“un proceso mayor e integral”, que está compuesto por tres grandes sub-procesos, los cuales son la: “caracterización”, “diseño” y “gestión” de los espacios públicos. Cada una de estas fases representa el desarrollo de labores complejas y vinculadas secuencialmente; cuya esencia puede ser descrita perfecta y respectivamente por las dualidades: estudio/conocimiento; propuesta/actuación; mantenimiento/animación. Creemos que solamente a través de estos medios/acciones se podrá atender las verdaderas necesidades de los diversos actores y factores que convergen en los espacios públicos patrimoniales. Ahora bien, el planteamiento de este sistema estructurado de transformación integral de los espacios abiertos, surge o se descubre gracias a la gran cantidad y diversidad de material científico, creado sobre el tema del espacio público. Pero sin duda es el ámbito patrimonial, el que permite en definitiva establecer estas tres directrices, a través de uno de sus principios básicos: “conocer, para conservar y difundir”. No obstante, el plantear que un “proceso integral de intervención en estos espacios, pasa por su caracterización, diseño y gestión”, surge al reconocer – en el caso de Sucre – que existen limitaciones – de tipo morfológico, conceptual, crítico e incluso de sentido común – en los actuales proyectos que se ejecutaron o que se vienen desarrollando en el área patrimonial. Este argumento se asienta en el estudio de estos espacios, los cuales sabemos que históricamente fueron escenarios que promovían la movilidad de bienes y personas, que repercutían en el fortalecimiento los lazos sociales y la vida en comunidad. Pero esta movilidad se ha desvirtuado en esta última época, debido a que hoy se atiende principalmente las necesidades tránsito de bienes y servicios, de ahí que las actuaciones contemporáneas solo atiendan/resuelvan la problemática de los desplazamientos. Por ello para potenciar nuestro escenario urbano, es necesario que las intervenciones sean integrales y que los subprocesos mencionados tiendan o coadyuven primordialmente a descubrir/ofrecer/mantener – en las diversas tipologías de espacios públicos – “el azar” (descubrimiento no planificado de información, al caminar por una calle y encontrarse con otra gente o al ver un símbolo de información) y la “claridad de su contenido” (legibilidad, coherencia y de significación de sus valores histórico-sociales). Todo ello en definitiva busca que el espacio público vuelva a ser atractivo – como oferta al ciudadano – pero que también sea fácil e inmediatamente comprendido para ser adecuadamente utilizado.

NUEVAS OPORTUNIDADES. Para conocer cuáles son esas oportunidades, debemos entender al espacio público más allá del espacio urbano, es decir entenderlo como espacio heterogéneo en todo el sentido de la palabra, no remitiéndose únicamente al espacio físico sino también al virtual o electrónico… D. Di Siena. Después de hacer un profundo estudio de los centros históricos y sus espacios, queda claro que los espacios públicos del centro histórico de Sucre – así como de cualquier otra ciudad – no son ámbitos homogéneos. Esta afirmación se cimienta en una realidad, que demuestra que existe una diversidad de tipologías públicas que la ciudad y la sociedad han ido creando a lo largo del tiempo; así también planteamos que este conjunto de espacios es producto del avance/desarrollo tecnológico, que en determinados momentos dio saltos cualitativos y cuantitativos, que marcan un antes y un después en los procesos urbanos. Muestra de ello fue el proceso de industrialización del s. XIX, que llega a generar revoluciones urbanas a nivel mundial, permitiendo la

aparición de los jardines públicos y la creación de nuevos equipamientos de uso colectivo, entre otros tantos efectos. Sin embargo desde la última década del s. XX, la revolución de las tecnológicas en comunicaciones, adquiere otros niveles y matices, que trastocan todo lo conocido hasta ahora, sobre los espacios públicos patrimoniales, por ello decimos que: “el avance tecnológico y su difusión masiva crean nuevas oportunidades para los espacios abiertos físicos en esta contemporaneidad”. Ahora bien, para conocer cuáles son esas nuevas oportunidades, debemos entender al espacio público más allá del espacio urbano, es decir entenderlo como espacio heterogéneo, en el sentido más amplio de la palabra, no remitiéndose únicamente al espacio físico, sino también al virtual o electrónico – proceso que se inició con el paso del espacio público físico, al espacio radiofónico, luego al televisivo y ahora al virtual – Que en este momento específico de desarrollo ya no está determinado/representado únicamente por la presencia/uso del Internet, sino por todo lo que representan las Tecnologías de Información y Comunicación (TICS) 3. Cabe preguntarse, cuál es el vínculo entre las oportunidades que generan las TICS con el espacio público. Pues de inicio se tiene la idea que todo lo que generan estas tecnologías se reduce o manifiesta en espacios privados/virtuales, ordenadores, móviles u otros elementos ajenos – en esencia – a los espacios abiertos patrimoniales. Sin embargo la creación de un ciberespacio plantea un problema arquitectónico, pues coloca a la persona en el espacio de la información, que ya no es el espacio público físico, sino el producido por los medios electrónicos, es decir un espacio virtual. De este modo no solo se transforma la ciudad en Mediacity – ciudad de la comunicación de Manchester4 – sino que se modifica la forma de habitar – usar/ocupar – los espacios públicos5. …En realidad, los medios electrónicos toman posesión de espacios privados y públicos, de modo que transforman la ciudad en una Mediacity…Estas sinergias, fusiones o solapamientos afectan a la forma de entender las ciudades, sus relaciones de poder y sus circuitos económicos…estas nuevas características urbanísticas modifican la forma de habitar los espacios urbanos y generan nuevos protocolos sociales6 Específicamente se afectan los espacios públicos, porque se crean dos nuevos procesos: “nuevas formas de socialización”, que conducen a “nuevas formas de concebir los espacios de uso público”. Sobre el primero, M. Castells, hace referencia al concepto de “sociedad virtual” y “sociedad real”, indicando que la virtualidad en que vivimos es una de las dimensiones fundamentales de nuestra realidad, vivimos con internet, estamos todo el día conectados a la red, porque – entre otras cosas – ofrece espacios de comunicación/interacción, de la misma manera que trabajo deslocalizado7. También expresaba que la conexión entre lo virtual y lo presencial no crea dos sociedades – destruyendo los sistemas tradicionales – sino dos formas de relación y actividad social, que puede ser entendida como la parte negativa de las 3

D. Di Siena, «Espacios sensibles: hibridación físico digital para la revitalización de los espacios públicos,» 2010. [En línea]. Available: . [Último acceso: Agosto 2013], p. 90. 4 El Periodico , «La Ciudad de la Comunicación de Manchester,» ¿?. [En línea]. Available: . [Último acceso: Enero 2014]. 5 E. Foglia, «Arte en la MediaCity,» 2013. [En línea]. Available: . [Último acceso: Enero 2014]. 6 E. Foglia, «Redes paralelas y cartografías detectoras: prácticas sociales y artísticas con medios locativos,» 2008. [En línea]. Available: . [Último acceso: Agosto 2013]. 7 M. Castells, «Citilab demuestra que es posible cambiar la realidad con el poder de la imaginación y de las ideas,» 2009. [En línea]. Available: . [Último acceso: Agosto 2013].

TICS, pues contribuye al mayor aislamiento de las personas en una sociedad individualista. Pero en contraposición también es cierto que favorece o puede favorecer a nuevas oportunidades o formas de socialización, sobre todo en la gente joven que ve en estos medios un potenciamiento para la comunicación a distancia. Sobre la segunda – nuevas formas de concebir los espacios – en la actualidad se habla acerca de que la propia tecnología puede re-humanizar los espacios públicos – paradójicamente, pues ésta les quito protagonismo – debido a que las nuevas herramientas y canales de comunicación están despertando nuevas conciencias y valores colectivos. Con lo cual se cree que la introducción de ciertas tecnologías de hardware social en el espacio urbano, puede ofrecer nueva información que complete a la ya existente en los espacios físicos tradicionales e históricos; con ello no solo existirá mayor información que posibilite mayor conocimiento, sino que se transformaría la forma de crear lugares públicos8. Por otro lado, el desarrollo de las TICs, no solo crea nuevas formas de socialización y de concebir espacios abiertos, sino que al potenciar la comunicación masiva virtual, se generan desequilibrios, teniendo ahora los circuitos mediáticos más peso, que los lugares urbanos tradicionales de encuentro, de formación y soporte de identidad. No obstante, como en los anteriores casos, la oportunidad se encuentra en su problemática, pudiéndose superar esta anomalía actuando/operando como un medio de comunicación que potencie la esencia – memoria histórica/social/cultural – del lugar. De este modo pareciera ser que las nuevas oportunidades para el espacio público están determinadas por el grado de interacción de la ciudad/sociedad con las TICs. Sin embargo si se piensa que el centro histórico y sus espacios públicos, no deben gozar de este tipo de oportunidades – siendo solo para la ciudad periférica/moderna – porque se contraponen a su esencia histórica, se puede caer en tres situaciones negativas o tensiones estructurales características de las áreas patrimoniales de América Latina 9: 

Tensión entre riqueza histórico-cultural y pobreza económico-social.



Tensión entre centro urbano y centro histórico, que puede conducir a una disyuntiva interesante y peligrosa: convertirse en reducto de la memoria o asumir su condición de eje del porvenir urbano.



Tensión entre lo global y lo local, que puede conducir a una internacionalización inédita de los centros históricos.

En síntesis, el aprovechar estas nuevas oportunidades que se plantean para los espacios públicos, puede devenir en su rescate o en su irremediable fin, por ello es necesario estar abierto a todo tipo de aportes multidisciplinarios y atemporales. Porque la oportunidad de mejorar las intervenciones en los espacios públicos no solo pasa por conocer su génesis, sus componentes y sus interacciones sociales, sino también en incorporar/adecuar/revelar esta información, utilizando las nuevas herramientas tecnológicas que hoy cuenta la sociedad.

D. Di Siena. «Espacios sensibles: hibridación físico digital para…p. 94. F. Carrión Mena, «Los centros históricos en la era digital,» 2004. [En línea]. Available: . [Último acceso: Febrero 2013], pp. 4 – 9. 8 9

Gráfico Nº 1: “Intervenciones en espacios públicos de centros históricos”

Fuente: (1) (2) y (5) fotografías tomadas por el autor. (3) (4)

CREAR UNA NUEVA CIUDAD A PARTIR DE LO PÚBLICO. Hacer ciudad es, antes que nada, reconocer el derecho a la ciudad para todos…. reivindicar el valor ciudad, es optar por un urbanismo de integración y no-exclusión que optimiza las “libertades urbanas” J. Borja Sebastià. Existe un vínculo evidente entre espacio público y ciudad – son muchos los autores los que lo resaltan, además que es constatado por la realidad – por ello si nos planteamos transformar los espacios públicos, paralelamente también iremos construyendo una nueva ciudad. Que idealmente – según J. Borja Sebastià – debe reconocer el derecho a la ciudad para todos, sin exclusiones y maximizando todos los aspectos/factores que conduzcan a generar libertades urbanas 10. Pero al hablar de un ámbito específico, como es el C. H. de Sucre, cabe preguntarse, cómo podemos pretender hacer una nueva ciudad sobre la ciudad histórica. Debido a que es evidente que la economía, ni la sociedad local actual aceptarían actuaciones haussmanianas. Por ello más allá de transformaciones inmediatas y radicales, vemos que es fundamental intervenir en las tres aristas del triángulo que conlleva a la creación/renovación de un nuevo ámbito urbano, estas son:   

Centros Tejidos urbanos y movilidad Espacios públicos.

Es evidente que los espacios públicos son ahora nuestro tema de estudio y más adelante se desarrollaran lineamientos para su caracterización, diseño y gestión. También vale la pena indicar que en lo referido a los “tejidos urbanos y movilidad”, se hizo un gran avance investigativo al cursar el master en gestión del patrimonio. Por ello parece que queda pendiente hacer un estudio más específico sobre los centros. Sin embargo ahora podemos incidir en algunos aspectos relevantes que ayudarían a consolidar la idea de crear una nueva ciudad a partir de lo público; por ejemplo, el plantearse, qué hacer con los centros antiguos, para poder crear otros nuevos. Para ello es necesario realizar acciones de sustitución, de la dialéctica congestión/degradación, por la de conservación/transformación. El primer emparejamiento pasa por evitar la especialización terciaria, es decir que alcancen un equilibrio funcional e incluyan actividades predominantes – comercial, residencial, cultural, turística, etc. Así también significa realizar actuaciones de acupuntura urbana múltiple – renovación de bloques de vivienda, equipamientos, etc., – en los puntos más críticos. Sobre la segunda dialéctica, es necesario preguntarse, qué es lo que vale la pena conservar. Que más allá de una respuesta lógica, que mencione al conjunto urbano, manzanas de casas, o edificios monumentales – espacios privados cerrados – en primer lugar se debe buscar renovar el alcance del patrimonio histórico, debido a que creemos necesario conservar todo aquello – más allá de su cualidad público/privado – que es parte de la memoria colectiva, que representa monumentalidad y que transmite o genera un sentido de identidad, pero también vemos que es preciso guardar aquellos que sirven para producir animación urbana diurna y nocturna. De este modo la creación de nuevos centros – en el área histórica o la periferia – coadyuvará a conservar los centros antiguos y a estructurar la nueva ciudad.

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J. Borja Sebastià y M. Herce, Proyectos urbanos y espacio público. Estrategias…pp. 42 – 44.

Por otra parte, el planteamiento de una nueva ciudad en esta época de las nuevas tecnologías, también plantea nuevos retos para los espacios públicos y las formas de socialización – como mencionamos anteriormente – Sin embargo cabe apuntar que “el reto no es tecnológico sino cultural”, porque si bien en la nueva ciudad cambian los conceptos de trabajo, de ciudadanía, de familia y privacidad, es ante todo la esfera pública que ha sucumbido a las tecnologías digitales 11. Por ello prácticas interactivas que en el pasado fueron agentes y espacios de interacción – ágora, iglesia, cafés, plaza pública, tabernas, etc., – hoy ya no sirven como centros organizadores, de discusión y acción política, pese a que siguen existiendo físicamente. En este contexto y para evitar que las nuevas formas de comunicación electrónica aíslen a los ciudadanos, la nueva ciudad debe procurar atraer/trasladar la esfera pública real y virtual – en los nuevos procesos de comunicación no es necesario que los miembros estén físicamente presentes, es más importante generar el proceso de opinión y debate – a los lugares físicos abiertos, donde los ciudadanos interactuaban. En este sentido, en la nueva ciudad pasaríamos de un espacio público, para hablar de opiniones públicas deslocalizadas en un ámbito que puede ser real o virtual, lo que nuevamente trastoca la noción de espacio público. Pues ahora se desborda su campo de interacción, con lo cual es difícil seguir hablando de lo público únicamente como espacio físico, sino más bien como un dispositivo complejo de comunicación, que opera a diferentes escalas no adscritas a un territorio, pero que a su vez están interconectadas y superpuestas12. Al respecto nos parece importante destacar la clasificación que hace John Keane sobre la vida pública contemporánea13:   

Micro públicas – espacios locales – movimiento, sociales, vecinos, etc. Meso públicas – estado nación – interacciones suelen ser medidas por diarios y medios electrónicos, su difusión puede desbordar el ámbito nacional. Macro públicas – alcance supranacional y global – audiencias mundiales, trasciende fronteras, como por ejemplo los usuarios de internet.

Es importante esta clasificación – que ordena los múltiples circuitos y flujos de comunicación – para la nueva ciudad y para las intervenciones integrales en el espacio público, pues es evidente que nuestro campo de actuación – centro histórico – se adscribe a una escala micro-pública, pero como la comunicación actual no depende de espacios territoriales definidos, debemos procurar que el diseño de los lugares públicos – en el nuevo escenario urbano – tenga formatos flexibles y permita la circulación o transición inmediata y permanente entre lo local, nacional y global. En este sentido me parece oportuno destacar “el proyecto de ventanas urbanas” realizadas en la plaza Santo Domingo de la ciudad de Cádiz, España, que genera – en un espacio con un peso histórico importante – una nueva oportunidad de comunicación e interacción con habitantes de ciudades latinoamericanas. Finalmente, todo este planteamiento de una “ciudad nueva fundamentada en los espacios públicos”, no surge porque asumimos como filosofía de intervención la de “borrar todo y empezar de nuevo”. Sino más bien porque creemos que el planteamiento de un nuevo escenario urbano – al estar compuesto por grupos articulados de lugares públicos inéditos – revelarían la experiencia estratificada de culturas pasadas – patrimonio histórico – y a su vez responderían a la problemática 11

J. I. Flores Dávila, «La nueva construcción del espacio público: política, comunicación y tecnología,» 2010. [En línea]. Available: . [Último acceso: Julio 2013], pp. 1 – 7. 12 N. García Canclini, «Público - privado: la ciudad desdibujada,» 1996. [En línea]. Available: . [Último acceso: Abril 2013], pp. 5 – 7. 13 J. Keane. «Structural Transformations of the Public Sphere.» The Communication Review, 1995, p. 23.

urbana contemporánea – movilidad – De este modo, la nueva ciudad por fin podría ser capaz de liberar la tensión y articular las dos culturas más importantes que se materializan en el espacio público: el “caminar a pie” – para disfrutar del patrimonio – y el “desplazarse en automóvil” – para el desarrollo de actividades cotidianas – Solamente así se favorecen las potencialidades de los lugares públicos y se alcanzaría un modo de habitar más contemporáneo y sensible con el pasado 14. En resumen, me parece importante recordar que la intervención integral en los lugares públicos patrimoniales, es la que considera – de manera articulada – subprocesos de caracterización, diseño y gestión. Así mismo el proceso mayor de intervención, debe considerar y estar condicionado por las distintas oportunidades que brindan las TICs, para así poder ser – como espacio físico tradicional – una oferta realmente competitiva en un mundo global y de comunicación masiva. Finalmente es importante mencionar que todos estos aspectos y reflexiones desarrolladas, ante todo buscan crear una nueva ciudad a partir de los espacios públicos de los centros históricos, esto significa fundamentalmente, promover – a través de estos – un modo de vivir más contemporáneo y una actitud más sensible con el pasado.

Bibliografía. BORJA SEBASTIÀ, J. Y HERCE M. Proyectos urbanos y espacio público. Estrategias urbanas de la ciudad contemporánea. Barcelona, 2009. CASTELLS, M. «Citilab demuestra que es posible cambiar la realidad con el poder de la imaginación y de las ideas.» Citilab. 2009. (último acceso: Agosto de 2013). CARRIÓN MENA, F. . «Los centros históricos en la era digital.» Revista: Redalyc/ICONOS. 2004. (último acceso: Febrero de 2013). CULOTTA, P. «Cuentos urbanos.» En La arquitectura del espacio público, de MORENO GARCÍA J. R. Sevilla, 1999. DI SIENA, D. «Espacios sensibles: hibridación físico digital para la revitalización de los espacios públicos.» Blog: Urbanohumano.org. 2010. (último acceso: Agosto de 2013). EL PERIODICO. «La Ciudad de la Comunicación de Manchester.» ¿? (último acceso: Enero de 2014). FOGLIA, E. «Arte en la MediaCity.» 2013. (último acceso: Enero de 2014). —. «Redes paralelas y cartografías detectoras: prácticas sociales y artísticas con medios locativos.» Revista: Artnodes Nº 8, UOC. 2008. (último acceso: Agosto de 2013). FLORES DÁVILA, J. I. «La nueva construcción del espacio público: política, comunicación y tecnología.» Slideshare.net. 2010. (último acceso: Julio de 2013). GARCÍA CANCLINI, N. «Público - privado: la ciudad desdibujada.» Revista: Redalyc/Alteridades. 1996. (último acceso: Abril de 2013). KEANE, J. «Structural Transformations of the Public Sphere.» The Communication Review, 1995. MORENO GARCÍA, J. R. La arquitectura del espacio público. Sevilla, 1999.

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P. Culotta, «Cuentos urbanos,» de La arquitectura del espacio público, Sevilla, 1999, pp. 42 – 43.

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