Integración Regional y Redes Universitarias. El MERCOSUR y la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo

October 13, 2017 | Autor: Daniela Perrotta | Categoría: Higher Education, Mercosur/Mercosul, Asociación de Universidades del Grupo Montevideo
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Descripción

Integración Regional y Redes Universitarias. El MERCOSUR y la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo.1 [Trabajo realizado en el año 2008. Versión no publicada] Daniela Perrotta**. Introducción. La universidad está siendo transformada a partir de tendencias globales, como la internacionalización de la universidad, modificando las culturas académicas de las universidades y de los académicos. La internacionalización de la universidad no debe asumirse de manera acrítica. Al contrario, se debe reconocer que conlleva un doble aspecto: por un lado, remite a las nuevas y beneficiosas oportunidades para el relacionamiento entre académicos y el avance del conocimiento; pero, por el otro, se conjugan tendencias de mercantilización de la educación y privatización del conocimiento. Dicha tensión entre el carácter público de la universidad versus su mercantilización tiene expresión global en la Organización Mundial de Comercio (OMC), como promotora principal de la fórmula económica “educación = servicio comercial” y en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), referente de la defensa del Derecho a la Educación como Bien Público. Esta tensión global tiene correlato en los tratados de libre comercio y/o en los nuevos regionalismos en diferentes regiones geográficas o económicas. En América Latina y el Caribe, en particular, está presente la disyuntiva “público – privado” a la que hacemos mención. En este sentido, hacemos referencia, por un lado, a la proliferación de acuerdos de liberalización comercial asimétricos (es decir, entre países de distinto grado de desarrollo relativo o “Norte-Sur”) que incluyen el sector “educación superior” en la agenda de negociación del libre comercio de servicios, cuyo ejemplo paradigmático lo constituye el caso de México en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN); y, por el otro, al aumento de la actividad y visibilidad de las universidades (principalmente las públicas) de la región en conferencias y demás actividades de importancia (principalmente, en la Conferencia Regional de Educación Superior), presenciando un fenómeno novedoso: la conformación de redes de distintos tipos entre universidades. Es dable destacar de la afirmación anterior que, en principio, la novedad radica en el sentido que se imprimen a las prácticas de relacionamiento internacional de las universidades, ya que, la universidad como institución creada en la Europa Medieval se nutrió desde sus inicios de los intercambios entre regiones. La dimensión internacional actual se diferencia de la de antaño en tanto, debido al desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación, así como del consecuente cambio en las 1

El presente documento retoma análisis previos realizados en Perrotta (2007) y Perrotta (2008.a & 2008.b); enmarcados en el proyecto de investigación que llevamos adelante para nuestra tesis doctoral: “Universidad y MERCOSUR: las nuevas configuraciones de la universidad internacionalizada. El caso de la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo como red de cooperación regional”. ** Lic. Ciencia Política (Universidad de Buenos Aires); Becaria doctoral de la Agencia para la Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT); Maestranda en Ciencias Sociales con orientación en Educación (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Argentina) y Doctoranda en Ciencias Sociales (Universidad de Buenos Aires). Investigadora en FLACSO Argentina. Mail: [email protected]

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subjetividades de los individuos y las instituciones –donde se borrar las fronteras entre lo global y lo local, el aquí y el ahora –se posibilita la fluidez de información, conocimientos y personas. A su vez, otro rasgo a notar lo constituye el desafío a las universidades de cara a las presiones de grandes grupos económicos de servicios que abogan por la flexibilización de las regulaciones internas que impiden “la libre competencia” en un “mercado educativo” cautivo por “proveedores nacionales y/o estatales”, la profundización de las relaciones académicas internacionales1 puede leerse en términos de una iniciativa colectiva transnacional. Una segunda aclaración se refiere a la variedad de las formas de conformación de redes entre universidades: pueden ser de docentes, institucionales, de investigadores, de conocimiento (Burbano, 2007; IESALC, 2008). A su vez, las redes académicas pueden aprehenderse como redes de cooperación, es decir, asociaciones de interesados que tienen como objetivo la consecución de resultados acordados conjuntamente a través de la participación y colaboración mutua, sustentada por la corresponsabilidad de cada uno de los asociados con relación a un plan de acción. En el caso de las redes académicas, implican la movilidad y el intercambio de estudiantes y de docentes, así como por intercambios de experiencias y modelos de gestión universitaria (Sebastián, 2000). En el caso particular del MERCOSUR, el bloque de integración de entre países del Sur latinoamericano, se visualizan los citados fenómenos de internacionalización observados a nivel general, con la consecuente tensión “bien público – bien privado”, que se generó en la esfera global entre las dos instituciones multilaterales (OMC – UNESCO). A su vez, el MERCOSUR como acuerdo de integración está atravesado por una tensión inicial entre una integración exclusivamente comercial (y de carácter geopolítico, estratégico) vis a vis un proyecto más profundo de integración que incluya dimensiones sociales y culturales. Dicha tensión fundante, y que permanece en el devenir del proceso de integración, se hace patente en la inclusión de la educación en la agenda del MERCOSUR. Paralelamente, dicha tensión generó expectativas entre diversos actores e instituciones, quienes vieron una ventana de oportunidad para brindar continuidad y un marco regional a iniciativas que se desarrollaban bilateral y/o informalmente. Tal fue el caso de dos actores: por un lado, los Ministerios de Educación de los países de la región y, por otro, las universidades. A continuación, analizamos la inclusión de una agenda educativa en el MERCOSUR, principalmente la de educación superior y la red de cooperación entre universidades públicas: la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo (AUGM). La “ventana de oportunidad” abierta en el MERCOSUR. 2 El MERCOSUR surge en la década del noventa, durante el proceso de reforma estructural sobrellevado en la región. En este contexto, el 26 de marzo de 1991, Argentina y Brasil, junto con Paraguay y Uruguay firman el Tratado de Asunción, comprometiéndose a llegar, en un plazo de 4 años a un mercado común. Este era un objetivo ambicioso para la época en tanto implicaba una integración económica más allá de las variables estrictamente comerciales, incluyendo la movilidad no sólo de bienes y capitales, sino que, además, de profesionales y mano de obra, permitiendo, en consecuencia, la inclusión de otras agendas en el proceso de regionalización, como la aspectos socio-laborales, migratorios y, por supuesto, educativos. Claro está, que dicha incorporación no pudo desprenderse de estructuras materiales inherentes al acuerdo,

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plasmadas, a su vez, en sus dimensiones jurídico – institucionales (Inchauspe y Perrotta, 2008). En el caso de la educación, la citada tensión fundante3 entre el sesgo economicista comercial y la posibilidad de integración “profunda”, se hace patente en dos rasgos del proceso de regionalización. Primero, el Sector Educativo del MERCOSUR (SEM) comienza su funcionamiento en enero de 1992 y sus orígenes dan cuenta de la capacidad de los actores gubernamentales de la educación de “penetrar por la ventana”: el Tratado de Asunción crea una estructura institucional intergubernamental cuyos tres órganos decisorios se abocaban, exclusivamente, a asuntos comerciales (llevar adelante el programa de liberalización comercial para el interior de la zona, entablar relaciones comerciales externas con otros países o bloques de países y comenzar a negociar el arancel externo común que fijaría la unión aduanera para el comercio de bienes con terceros países o regiones) y se componían por funcionarios de los ministerios de Economía y de Relaciones Exteriores de cada país. Se evidencia aquí la adecuación del MERCOSUR al proceso de reforma estructural neoliberal llevada adelante en cada uno de los cuatro países-miembro actual, centrada en los pilares de liberalización, desregulación y privatización4. Los representantes de otras carteras ministeriales no contaron, en el inicio, de la posibilidad de participar del acuerdo de integración; sin embargo, amparados en el compromiso de “crear un mercado común”, los mismos consiguen presionar por la institucionalización de las “Reuniones Especializadas de Ministros”. En este marco, los ministerios de Educación de los cuatro países inician encuentros informales y proponen en diciembre de 1991 la creación de un sector propio: el Sector Educativo del MERCOSUR (véase Cuadro 1). Cuadro 1. El Sector Educativo del MERCOSUR. Misión: 1) formación de una conciencia ciudadana favorable al proceso de integración; 2) capacitación de los recursos humanos para contribuir al desarrollo; 3) armonización de los sistemas educativos de los cuatro países miembro. Sectores Contemplados: - Educación Básica - Educación Técnica - Educación Superior  trabaja por medio de tres ejes temáticos: Acreditación: Un sistema de acreditación de carreras como mecanismo de reconocimiento de títulos de grado facilitará la movilidad en la región, estimulará los procesos de evaluación con el fin de elevar la calidad educativa y favorecerá la comparabilidad de los procesos de formación en términos de calidad académica. Movilidad: La constitución de un espacio común regional en la educación superior tiene uno de sus pilares en el desarrollo de programas de movilidad. Este programa abarcará proyectos y acciones de gestión académica e institucional, movilidad estudiantil, sistema de transferencia de créditos e intercambio de docentes e investigadores. Una primera etapa está en marcha con la recuperación de programas existentes en la región con el fin de potenciarlos y promover la creación de nuevos ámbitos de cooperación, expandiendo la relación entre universidades y asociaciones de universidades. Cooperación interinstitucional: Los actores centrales del proceso de integración regional en materia de educación superior son las propias instituciones universitarias. Fuente: Página Web del MERCOSUR Educativo (http://200.130.24.13/)

Una segunda característica que da cuenta de la tensión “comercio – cooperación” se refiere a las insinuaciones en pos de una liberalización de la educación, considerándola como un bien privado (un servicio). Esta “amenaza” se produce de la mano, por un lado, de la inclusión de la educación en el órgano regulador del comercio multilateral por medio del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) en 1998; por 3

otro, durante el proceso de negociación del Área de Libre Comercio de las Américas (desde 1994), los Estados Unidos tenían claras intenciones de penetrar en los “mercados educativos” de los países americanos (como ya lo habían realizado con México en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte); y finalmente, también se hablaba de ello en el marco de los acercamientos entre MERCOSUR y Unión Europea. En este contexto, se firma en 1997 el Protocolo de Montevideo sobre el comercio de servicios entre los países del MERCOSUR, donde se “escucharon” algunas voces que abogaban por dejar de considerar a la educación como un bien público5. Sin ahondar en el proceso de negociaciones y presiones, la “disyuntiva público – privado” se resuelve, una vez más, en paralelo a la disputa global. En síntesis, los países del MERCOSUR han adherido a la Declaración Mundial de UNESCO (I Conferencia Mundial de Educación Superior, Paris, 1998) que afirma que la educación es un derecho humano y un bien público. En el marco de las acciones de acción y reacción producidas por la disputa causada por la falaz consideración de la educación como bien privado, los funcionarios de educación, académicos e intelectuales, universidades, profesores y estudiantes se lanzaron a la defensa del carácter inherente de la educación como derecho humano fundamental y bien público. Destacamos a los fines de este trabajo, el fortalecimiento de los contactos entre las universidades, el cual ha permitido la creación de redes. En el marco del MERCOSUR “geográfico”, se encuentran: la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), la Asociación de Universidades Privadas del MERCOSUR (ASUPRIM), el Consorcio de Universidades Comunitarias Gaúchas (Comuna), la Red Deusto, el Grupo Universidades de Frontera del MERCOSUR, las que se surgen gracias a los programas de financiamiento para la movilidad de profesores, investigadores y alumnos en el marco del acuerdo de cooperación entre la CAPES (Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior, Brasil) y la SPU (Secretaría de Políticas Universitarias, Argentina), la Red de Integración y de Movilidad Académica (RIMA), Red de Referentes de Cooperación Internacional de las Universidades Nacionales (RedCIUN), Consejo de Rectores por la Integración de la Subregión Centro Oeste de Sudamérica (CRISCOS)6. Si bien todas y cada una de ellas son relevantes y de importancia, a los propósitos de nuestro trabajo destacamos el papel de la AUGM, ya que su historia y funcionamiento se relaciona estrechamente con el proceso de integración regional del MERCOSUR. La Asociación de Universidades del Grupo Montevideo7. La asociación entre universidades públicas de los países del MERCOSUR es un cabal exponente de integración universitaria regional que busca contribuir, no sólo al avance del conocimiento, sino que, además, a la defensa de la educación superior pública. No integra la estructura jurídico – institucional del acuerdo de integración (como se desprende de párrafos precedentes, son los funcionarios de gobierno y técnicos de los ministerios de educación de los países los que participan del MERCOSUR) sino que se constituyó “en el marco de” lo que denomino “el MERCOSUR geográfico”, es decir, el espacio territorial ampliado en pos del acercamiento cultural, social y político entre actores e instituciones (públicos, privados, académicos, movimientos sociales) y, a su vez, ha encontrado “ventanas de oportunidad” en el MERCOSUR formal (véase conclusiones del presente trabajo). Para comenzar, son veintitrés las universidades que la componen:

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- por Argentina: Universidades de Buenos Aires, Nacional de Córdoba, Nacional de Entre Ríos, Nacional Mar del Plata, Nacional del Litoral, Nacional de La Plata, Nacional de Rosario, Nacional de Tucumán; - por Brasil: Universidades de São Paulo, Estadual Paulista, Estadual de Campinas, Federal de Minas Gerais, Federal do Paraná, Federal do Rio Grande do Sul, Federal de Santa Maria, Federal de Santa Catarina, Federal de São Carlos; - por Uruguay: Universidad de la República; - por Paraguay: Universidades Nacional de Asunción, Nacional del Este; - por Bolivia: Autónoma "Juan Misael Caracho”; - por Chile: Universidad de Santiago de Chile. Es dable destacar, que la Asociación es cerrada en tanto no permite el ingreso de nuevos miembros (cuenta con una cláusula de auto-restricción). El objetivo general de la red es impulsar el proceso de integración a través de un espacio académico común ampliado, basado en la cooperación científica, tecnológica, educativa y cultural. Para llevar adelante los mismos, se plantea, entre sus objetivos específicos, la contribución al fortalecimiento y consolidación de:  Una masa crítica de recursos humanos de alto nivel, aprovechando las ventajas comparativas que ofrecen las capacidades instaladas en la región;  La investigación científica y tecnológica, incluidos los procesos de innovación, adaptación y transferencia tecnológica, en áreas estratégicas;  La formación continua, inscripta en el desarrollo integral de las poblaciones de la subregión;  Las estructuras de gestión de las universidades que integran la Asociación;  La interacción de sus miembros con la sociedad en su conjunto, difundiendo los avances del conocimiento que propendan a su modernización. La consecución de los objetivos se da, primero, por medio del funcionamiento de los “núcleos disciplinares” en áreas de interés común, donde cada miembro puede desarrollar actividades. En segundo lugar, son dos los programas de movilidad académica de alumnos, profesores e investigadores: ESCALA y ESCALA PIMA. En tercer lugar, un evento de gran importancia lo constituye la organización de las Jornadas de Jóvenes Investigadores, facilitando el intercambio de académicos en formación presenten los avances de sus trabajos y estudios. Cabe mencionar que la red AUGM ha tomado posición sobre la inclusión de la educación superior en el acuerdo comercial multilateral, rechazando la liberalización, proceso que, en palabras de sus actores: “por encima de diferencias y disparidades, sirvió para que las Universidades miembros confirmaran, más que descubrieran, señas de identidad comunes, analogías, definiciones y vocaciones compartidas; pero sobre todo, una problemática que se reeditaba con los mismos caracteres en los países de la región”. La red ha venido trabajando con ahínco en la defensa de la educación, tal como lo demuestra su participación en las Conferencias Mundiales de Educación Superior, las Conferencias Regionales (preparatorias), distintos Foros latinoamericanos y en cada uno de los países del MERCOSUR. Debe destacarse que es uno de los actores que ha permitido que el Protocolo de Servicios del MERCOSUR no se asemeje al capítulo sobre liberalización de servicios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. A modo de conclusión.

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La Asociación de Universidades del Grupo Montevideo, claramente, ha podido sortear los obstáculos del MERCOSUR comercial y ha generado contactos fructíferos con la parte del SEM abocado a la educación superior. Profundizando sobre este último aspecto, por un lado, podemos mencionar la conformación de sinergias entre las instituciones y los actores: universidades, profesores, investigadores, funcionarios y técnicos de los ministerios de educación (y/o dependencias descentralizadas, como las comisiones nacionales de evaluación y acreditación); basadas en la comunicación fluida, los contactos informales y la participación y consulta ad hoc. Por otro lado, se destaca del trabajo de campo en curso que las acciones de acercamiento entre los países así como la profundización de las relaciones académicas internacionales se crean sobre la marcha. En este sentido, no existen fórmulas previas para la planificación de la cooperación, al contrario, se procede por ensayo y error, sorteando obstáculos y sobre la base de consultas entre ambos actores e instituciones e, inclusive, con la presencia y la ayuda de otros sectores –ya que, dentro de la cooperación internacional, la movilidad académica, por ejemplo, requiere de la liberación de trabas administrativas y burocráticas como políticas migratorias, políticas económicas para financiarlo, conocimientos varios, etc. Una característica señalada como importante, al respecto, es la retroalimentación entre la AUGM y el SEM (respecto de las agendas prioritarias, los problemas, las necesidades) y la posibilidad de sortear obstáculos de manera conjunta8. Por último, quisiera llamar la atención sobre la reflexión en torno a la necesidad de conformación de estas redes universitarias, lo cual nos remonta a las palabras introductorias de este artículo: la universidad está siendo transformada a partir de tendencias globales, entre las que se encuentra la internacionalización de la universidad, modificando las culturas académicas de las universidades y de los académicos. El concepto de internacionalización per se carece de contenido, su significación es la que actores y grupos le otorguen. En el momento actual, por tanto, se hace patente la presión de ciertos actores económicos que abogan por la fórmula “internacionalización = liberalización del servicio educación superior” (representado multilateralmente por la OMC). La contracara es la fuerte defensa de la educación como bien público, la cual, si de fórmulas se trata, se traduce en “internacionalización = profundización de las relaciones académicas internacionales”; es decir, la conformación de redes de cooperación de distinto tipo. Por ello, se debe ser cuidadoso a la hora de exaltar la “internacionalización”, en tanto conlleva dos definiciones, y en consecuencia, dos visiones opuestas de qué es lo que hay que internacionalizar y cómo se debe hacer. A lo largo de este trabajo, nuestra intención ha sido mostrar, no sólo la viabilidad de las iniciativas de conformación de redes, sino la necesidad de que las universidades se acerquen para poder hacer frente a un escenario que se presenta como amenazante, estando al tanto de las dificultades que deben sortear, así como de las “ventanas de oportunidad”. Bibliografía. BID (2002) Más allá de las fronteras: el nuevo regionalismo en América latina, Informe. Botto, M. y Peixoto, J. (2007) “La incidencia de la academia en las negociaciones de los servicios de salud y educación en la Argentina: desafíos y oportunidades”, en Botto, M. (2007) Saber y Política en América Latina. El uso del conocimiento en las negociaciones comerciales internacionales, Buenos Aires: Prometeo.

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Burbano L., G. (2007) “Las redes universitarias en la perspectiva del estudio sobre las tendencias de la educación superior en América Latina y el Caribe”, Documento preparado para la CRES 2008. Costa Morosini, M. (org.) (1998) MERCOSUL/MERCOSUR Políticas e acoes universitarias, Campinas SP: Editora Autores Associados. IESALC (2008) Tendencias de la Educación Superior en América Latina y el Caribe, Caracas: UNESCO. Inchauspe, M. E. y Perrotta, D. (2008) “El Mercado Común del Sur ¿más que un acuerdo de integración comercial”, ponencia presentada en la XVI Jornadas de Jóvenes Investigadores de la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo, 27 – 29 de octubre, Montevideo, Uruguay. Naidorf, J. (2005) “Relaciones académicas internacionales. Formas de enriquecer las relaciones bilaterales”, presentado en III Seminario Interuniversitario de estudios canadienses en América Latina, 14 – 15 marzo, La Habana, Cuba. Perrotta, D. (2007) “Comercio, integración y pobreza. Reflexiones desde y para las universidades latinoamericanas”, artículo presentado en el Seminario Internacional sobre “Pobreza, integración económica y comercio internacional” organizado conjuntamente por el Programa CLACSO-CROP y la Universidad Andina Simón Bolívar, del 27 al 29 de noviembre, en Quito, Ecuador. Perrotta, D. (2008.a) “La cooperación en MERCOSUR: el caso de las universidades”, en Temas, no. 54, pp. 67 – 76, La Habana, Cuba. ISSN 0864-134X. Perrotta, D. (2008.b) “La “responsabilidad social” de la universidad en los procesos de integración regional: perspectivas para la acción desde el MERCOSUR”, presentado en el Encuentro de Universidades Latinoamericanas “Hacia la construcción de un mayor compromiso social de las universidades”, organizado por la Universidad Nacional de Mar del Plata, 10 – 12 de abril, Mar del Plata, Argentina. 1

Las relaciones académicas internacionales se basan en el mutuo conocimiento e interés recíproco. La posibilidad de vincular equipos de investigación conformados por profesores universitarios y estudiantes de diferentes países se sostiene en la capacidad de la universidad de ser un espacio de reflexión a largo plazo. El desarrollo del pensamiento crítico y el potencial para crear proyectos compartidos, como objetivo principal de las relaciones académicas internacionales, implica una interacción beneficiosa en la forma de crear puentes para el conocimiento y el entendimiento (Naidorf, 2005). 2 Para un análisis en profundidad del MERCOSUR donde se ensaya la hipótesis sobre la existencia de un desfasaje estructural en el mismo, véase Inchauspe y Perrotta (2008). 3 La tensión fundante hace referencia a la letra del Acuerdo Fundacional del MERCOSUR, a saber: el Tratado de Asunción. El mismo, en su artículo primero compromete a los gobiernos a “constituir un Mercado Común [… el cual] implica - La libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los países, a través, entre otros, de la eliminación de los derechos aduaneros y restricciones no arancelarias a la circulación de mercaderías y de cualquier otra medida equivalente […]”. 4 La conformación de acuerdos de integración comercial regional en América Latina en el contexto de la aplicación de las medidas del Consenso de Washington otorgó una especificidad a dicho proceso de regionalización: se planteaban bloques que abrían sus economías / mercados “entre” los miembros “así como también” se tendía a la liberalización externa “del” bloque. Esto se ha dado a conocer como “el nuevo regionalismo” en América Latina o “regionalismo abierto” (BID, 2002). 5 Un análisis en profundidad sobre el proceso de negociación del Protocolo de Servicios, abocado al caso de la educación superior y la salud, se encuentra en Botto y Peixoto (2008). 6 Redes obtenidas del relevamiento realizado por Baeta Neves y Costa Morosini (1998:93-106). 7 La información obtenida por este apartado se obtuvo de la página web de la red (www.grupomontevideo.edu.uy) así como del procesamiento preliminar de las entrevistas realizadas en el marco de nuestra tesis doctoral a funcionarios de gobierno y miembros de la red de Argentina. 8 En palabras de un funcionario argentino: “…ellos también constatan lo mismo que nosotros: que hay muchos problemas de índole administrativo, burocrático, de gestión… y a veces acuden a MERCOSUR Educativo para que desde los gobiernos se hagan gestiones para solucionar y destrabar esas cuestiones burocráticas que a ellos también les serviría. O por ejemplo, cuando nos escuchan decir: “bueno el

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programa MARCA necesita que tal o cual obstáculo se elimine”, bueno, que no sea sólo para el programa MARCA… que sea también para AUGM, para CRISCOS…”.

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