Instituto para el Desarrollo Humano

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LA ÉTICA EN LA ORGANIZACIÓN Análisis de Convivencia para la Eficacia Empresarial©IDH Por: Dr. Miguel a. Arrieta-Morales Analista de Decisiones

Introducción Todo parece indicar que hay una paradoja entre la ética y la eficacia empresarial, que ambos términos no se mezclan. Si bien esto puede lucir cierto, durante este análisis estudiaremos cómo el tomar en cuenta el criterio ético incide directamente en la eficacia de una organización. Tratar el tema ético en la organización la alerta sobre las prácticas del corto plazismo que tanto daño hacen para lograr que una empresa sea auto sostenible y de carácter permanente. La ausencia del tema ético confunde a quienes toman decisiones al momento de optar por alternativas que puedan resultar de dudosa justificación. Mas aún, este tema es clave para decidir los rumbos a tomar en los planes estratégicos de la empresa. Debido a estos conceptos tan importantes y a otros que estudiaremos en este módulo, destacaremos algunas definiciones de la ética y sus implicaciones en: el desarrollo personal y profesional; las relaciones entre el personal y el clima organizacional; la productividad empresarial, en cuanto al carácter o identidad de la empresa; así como en el desarrollo de carrera, particularmente de los líderes. En definitiva, el sentido ético impacta directamente en el carácter de la empresa y en la posibilidad de obtener el éxito permanente. No pretendo hacer un estudio sobre el conocimiento del campo ético, en cuanto a su fundamento filosófico. Tal pretensión va más allá de mis posibilidades, pues aunque es un tema fascinante no me encuentro en posición para decir que soy una autoridad en este campo. Más bien pretendo levantar algunas implicaciones de su práctica en el quehacer empresarial, su significado en la convivencia y el carácter de la empresa. Estudiaremos cómo el campo ético habilita la eficacia del quehacer empresarial.

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Instituto para el Desarrollo Humano A. La Ética y los Líderes Las ideas a analizar competen muy de cerca a los líderes por las funciones que deben realizar en cada empresa, área, departamento y/o grupo de trabajo. Es a ellos a quienes toca levantar la estructura y desarrollar los procesos gerenciales que fomenten las prácticas que se llevan a cabo en una organización y que son el tema que nos ocupa en esta sesión. En el interés de mejorar la convivencia entre las personas para el logro de metas dignas, se habrá de fomentar la aplicación de los conceptos éticos. Igualmente, este interés del líder en el aspecto ético permite al personal desarrollar su potencialidad y quedar satisfecho en sus propósitos. Le corresponde al líder decidir si desea que su área de trabajo esté enmarcada por un ambiente ético. Por lo tanto, la cultura ética de la empresa habrá de fomentarse por el líder que la dirige. En los cálculos de sus dirigentes, puede ser que sólo esté presente el aspecto de conveniencia y que el criterio ético brille por su ausencia. Es posible hacer negocio de esta forma, sin embargo, se perderá una dimensión de oportunidad sobre la cual construir su proyección de negocio a largo plazo. Cuando el criterio ético se toma en cuenta dentro del análisis, éste se enriquece. Claro, también hace que sus funciones de dirigir sean más retadoras, pero esto redundará en su satisfacción. Tendrá confianza en las conclusiones a las cuales llegue y que le permitan sentirse seguro sobre sus decisiones aunque se viva en situaciones de riesgo. En las decisiones de negocios, el riesgo siempre estará presente por naturaleza. Bajo el criterio ético un líder queda satisfecho en cuanto toma decisiones en un estado de incertidumbre, más sin embargo tiene la certeza de actuar según su código ético. Aquí está su satisfacción y más aún, su sentido de éxito es independiente del resultado de sus decisiones. Por otro lado puede lograr los resultados de negocio y no estar satisfecho al sentirse intranquilo por no actuar éticamente. Su análisis se empobrece al no considerar el significado de sus decisiones en las metas de las otras personas. La ética entraña el enriquecimiento del análisis del líder. Otro aspecto a tomar en cuenta consiste en que hay tantos códigos de ética como los que se quieran establecer. Aquí no entraremos en opiniones categóricas sobre qué cosas son buenas y cuáles no. Tenemos una orientación moral en función del respetar a los demás, más no somos moralistas. Estudiaremos el significado del enfoque ético, los asuntos que trata, su impacto en el comportamiento y en el quehacer empresarial. Asimismo veremos cómo el fundamento decisional de la ética para el desarrollo humano afecta tanto la manera de administrar la empresa como el apoderamiento (empowerment); cómo el estudio de la estructura ética y su consideración, tienen una repercusión trascendental en la manera de hacer gerencia. La ética trata sobre lo que es lo bueno y según el modelo se ofrece una respuesta en particular. Es decir, el hecho de plantearse la pregunta ya es de por sí un gran paso de avance en el quehacer gerencial. Abre diferentes posibilidades y alternativas sobre cómo actuar ante otras personas, y en nuestro tema digamos hacia el cliente interno o cliente externo. El asunto ético hace viable la interacción entre las personas sin limitarla a que unos den órdenes y otros las obedezcan. Tal compartir, en el compromiso de actuar correctamente, es lo hace que una organización se fortalezca y hace de ésta una de las funciones principales del líder.

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Instituto para el Desarrollo Humano Este ejercicio de la ética en la organización está supeditado al líder a cargo. Orientar las actividades por análisis en torno al correcto proceder con los demás implica una gran inversión de tiempo para el estudio. Un compromiso serio de tomar en cuenta los propósitos y/o fines de otros dentro del cálculo de las decisiones propias, implica tener visión para considerar al personal. No se trata de ver a las personas solamente como medios para ser utilizados en la consecución de los fines de la empresa sino como individuos en donde la prioridad debe ser su desarrollo y satisfacción lo que además como consecuencia contribuirá para el éxito empresarial integral. En una ética meramente Utilitarista del ser humano como recurso que se dispone para un fin ajeno a sí mismo, no hay cabida para el tema ético. Las personas como recurso, son medios que en ocasiones se manipulan y se deprecian. La Ética de Respeto, por el contrario, ubica a la persona en una posición central, considerando sus intereses y propósitos. Esto aplica tanto a la visión que se tiene de los clientes como del propio personal. No se debe tratar a las personas como cosas, por lo que tampoco nos alineamos a la Visión Política. Aquí tenemos la famosa aseveración "Los fines justifican los medios" donde por tal de lograr metas materiales se sacrifican fines personales. El político en su ambición de lograr sus objetivos, está dispuesto a llevar a cabo acciones que no precisamente tomen en cuenta la manera correcta de actuar hacia el otro llegando a enajenarse ya que por lograr la meta, él justifica llevar a cabo actos poco éticos. La ética va precisamente en la dirección contraria. Mientras que para el líder político el valor de las metas justifica actuar en contra del interés de las personas, el líder ético le da valor a aquellas metas que se derivan de actuar correctamente según el acuerdo al Código Ético de respetar sus preferencias. El valor para el líder ético consiste en alcanzar metas luego de un discernimiento ético enmarcando hasta donde sea posible los fines y el desarrollo de las personas dentro de la institución. Toda persona tiene la opción de actuar éticamente. Independientemente del interés de los líderes en actuar de esta forma, lo ético es un aspecto personal. El líder ético siempre tiene un interés genuino en el bienestar de su personal. Habrá de demostrar tal interés mediante las ejecuciones que lleve a cabo. El líder ético, mostrará su ética según avance, tomando en cuenta los intereses de los demás filtrando así las acciones que no concuerden con los objetivos que persigue. En la medida en que las personas aprecien el valor de la ética del líder, habrán de brindar su confianza a la empresa fortaleciéndola. Cabe notar que para el líder ético esta es una tarea no de mayor esfuerzo sino de saber sobre lo que hay que tener presente al momento de tomar decisiones dentro de tantas variables que enfrenta en el día a día. Así podrá llegar a establecer relaciones de ganar-ganar. Al tener claro qué es lo importante podrá descartar fácilmente en su toma de decisiones qué cosas no son relevantes; cuáles objetivos contradicen su código; y cuáles están en armonía con los principios del código. En nuestro análisis no me limitaré a una discusión de la estructura y definición ética, que de por sí ya tiene mérito. Al referirnos a una organización ética, reforzaremos una manera de actuar de acuerdo al código de la Ética de Respeto. Analizaremos las implicaciones de este Código en el quehacer de la empresa y por qué se adapta a una visión empresarial. Habremos de estudiar 5

Instituto para el Desarrollo Humano cómo el respeto del interés de la otra persona es el primer paso para una empresa sólida. Actuar en armonía con el interés del otro, abre nuevos paradigmas y elimina prácticas que obstaculizan el éxito permanente de la empresa. En las organizaciones, algunas personas adquieren prácticas que luego de aplicar el cedazo ético concluyen que no están en sintonía con el código. A esto le llamamos hacer una Reingeniería Interna en la cual se revisan las ejecuciones que se derivan de otros paradigmas distintos al modelo de la ética de respeto. Por cuanto el compromiso, razón por la cual se asume una posición determinada ante un análisis ético, da como resultado un desarrollo continuo en su actuar para lograr las metas.

B. Sintonía con el Código En el firme propósito de actuar de manera ética, es posible que una persona mal interprete la ética como una camisa de fuerza. Precisamente el fundamento de todo quehacer ético reside en el propósito de hacer las cosas como se debe, tal como establece un decir muy nuestro “ hacer las cosas como Dios manda” . Más esto es resultado de una toma de decisiones al ver las bondades de esta forma de actuar. Con este propósito, se obtiene una gran satisfacción en la medida en que las acciones correspondan con la manera en que se debe actuar. Según se enfrente uno a las diferentes situaciones, habrá de establecer reglas que sirvan de guía para las decisiones que tomen. El compendio de estas reglas es lo que podemos llamar un código. Este código está fundamentado a su vez en los valores propios - aquello que es importante para cada cual. Por cuanto, actuar en sintonía con el código, es una oportunidad para desarrollar el sentido de dignidad personal. Partimos de la firme creencia que toda persona toma decisiones con el fin de alcanzar metas. Cuando se toman en cuenta las metas de otros en la obtención de las metas propias entramos en el campo ético. El código ayuda mediante una serie de reglas a encauzar tales metas. Una persona puede alcanzar su meta mediante la mentira, aunque en este caso su actuación no estaría en sintonía con un código que se fundamenta en ser honesto. Cuando esto sucede y la persona tiene interés en actuar correctamente, según el código, termina sintiéndose mal y avergonzada. Tal sentido de vergüenza precisamente busca evitar violar el código. Por otra parte, los sinvergüenzas son aquellos que carecen de vergüenza al momento de violar un código. Interpretan el código ético como un asunto legal o un manual que limita, sin sentido ético de actuar en forma digna. Al no tener interés en actuar éticamente, se confunde el código ético con un código de normas. Existe la ley pero sin espíritu. Por tal motivo el fundamento ético no debe ser constituir reglas per se sin cultivar el gusto de actuar bien en el logro de las metas. Se podrá uno regir por las leyes o normas sociales, pero esto no siempre dará la satisfacción de actuar de manera que se fomente un sentido de dignidad.

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Instituto para el Desarrollo Humano En una sociedad las leyes deben tener tangencias con la ética. Sin embargo, esto no siempre ocurre. Inclusive es posible que el actuar legalmente se contraponga al actuar éticamente. Actuar éticamente en la Alemania Nazi era lo contrario al régimen oficial. De igual manera las normas en una empresa pueden estar respaldadas en una base legalista pero poco ética. En una empresa el poder puede ser utilizado para limitar el desarrollo del personal y aunque esto no sea ético, posiblemente un ejecutivo no violente la norma empresarial. Es sumamente arriesgado desconectar o sustituir las normas de la ética, algo que es más usual de lo esperado. A diario se llevan a cabo abusos que son legales. Implicación En el mundo del trabajo, adherirse a un código permite ser un profesional en el campo en que se desempeña. El profesionalismo se fundamenta por su disciplina y honestidad en todos sus actos en correspondencia con los valores que rigen su código. Ser cumplidor con las reglas del código le permite proyectarse hacia el futuro de una manera constante, dando confianza a los demás cuando saben qué esperar de sus ejecuciones. Su desempeño, en sintonía con los valores del trabajo, hace viable que las personas proyecten su profesionalismo. Una persona demuestra congruencia en su manera de actuar cuando está en armonía con los valores de su código. Cuando tenemos sintonía de la mayoría del personal con los valores de la empresa, podemos decir que se tiene una cultura empresarial. De aquí la importancia de que la empresa tenga cuidado de seleccionar los valores que promulgue, de tal manera que fomenten la cultura deseada. Los líderes, mediante su comportamiento, deben estar muy atentos a los valores que proyectan. En la elección de alternativas de cada día, expresan aquello a lo que dan más importancia o sea, sus valores. Comunican, mediante las selecciones que optan, hacia dónde debe el personal dirigir su atención. Es así como las palabras persuaden mientras que las acciones convencen. De aquí que al momento de establecer los valores de servicio al cliente, tengamos ciertos criterios que forman una cultura de servicio. El código de ética debe precisamente derivarse de los valores de la cultura de servicio. En el código ético se esbozan las acciones y metas que están enmarcadas en valores para el servicio. Por lo tanto, al establecer los valores de servicio al cliente, generamos los criterios que forman la cultura de servicio. El código de ética debe precisamente desprenderse de los valores de la cultura de servicio. Podríamos decir que el código es un instrumento adicional que tiene la empresa para apoyar su comportamiento, enmarcado por los valores del servicio. Este código deberá pues, elaborarse en Sintonía con los Valores de la Empresa. La armonía de los actos con los criterios de Servicio, contribuye a obtener lo que llamamos eficacia organizacional. El código, al establecer expectativas, ayuda a lograr un compás uniforme que se traduce en ahorro para lograr las metas. Un código no dice cual ha de ser la meta, pero establece el comportamiento para lograrla. Asimismo facilita la comunicación entre los integrantes de la empresa, pues ayuda a esclarecer qué esperar de la manera de actuar entre unos y otros.

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Instituto para el Desarrollo Humano C. Control Interno

La vergüenza no se legisla ya que la ética es sinónimo de autocontrol. Cuando lo que prevalece son puras normas y no hay un sentido ético, en el interés de controlar se impone la fuerza y el uso del poder. El código de ética, bien entendido, va en dirección contraria al control externo. Ambos, el código de ética y las normas, hacen referencia al control. Mientras que las últimas hacen referencia a éste de manera externa, el código de ética lo hace de forma interna o sea mediante el autocontrol. El control sobre otros obstaculiza el aprender a valorar el significado ético. Es lamentable orientarse por normas que otros imponen y no por la riqueza de actuar por criterios propios. A mayor uso de la fuerza para controlar a otro, es menor el aprecio del valor de actuar éticamente. Se actúa por temor a las consecuencias, no por la satisfacción de actuar correctamente, tomando en cuenta el interés de otros. La satisfacción de actuar bien, según el código, pierde su valor cuando lo que prevalece es actuar porque hay alguien, inclusive un estado, que podrá utilizar la represión para lograr cierto comportamiento. Bajo este paradigma los recursos son utilizados no para educar respecto al valor de actuar éticamente sino para reprimir ciertas formas de actuar. No se está diciendo que no haya razón para aplicar tal fuerza. Lo que sucede es que buscamos que la motivación no se limite a ser externa sino que también sea interna y que cuando esto se lleve a cabo, esté fundamentado por consideraciones éticas. Incluso la ley, se debe fundamentar en la ética bien comprendida para que esté legitimada. Se legitima, no por votación de un grupo de personas, sino porque se basa en la esencia del ser humano. En ausencia de un código ético se podrán crear leyes con autoridad institucional pero no estarán sustentadas con un fundamento humano. Por tal motivo es muy importante continuar cultivando el valor y sentido de la ética para luego derivar de ahí normas. De esta manera iniciar el estudio y práctica del campo de la ética invita a una revisión sobre qué es lo importante ya que de otro modo el costo para lograr los resultados sería mayor, en un estado de inflación e ineficacia en una organización. Muchos pueblos a finales del siglo pasado, dirigidos por estados férreos, al momento de la desintegración de su aparato estatal que precisamente era poco productivo y como estaban controlados, desembocaron en luchas fratricidas. Ante la ausencia de controles externos carecían de mecanismos internos para la convivencia. En estos casos estaban por la fuerza pero no por la convivencia efectiva. Usualmente se dice, “ la paz no es ausencia de guerra” lo cual significa establecer el sentido para actuar bien con los demás al momento de trabajar las metas propias. La ética cuando se sustituye por leyes o normas de manuales, pierde su significado. Un código bien entendido invita a que las personas valoren el sentido de actuar que fomenta la dignidad. Un código no se hace para seguir normas sino para alcanzar las satisfacciones más elevadas a las cuales el ser humano pueda aspirar. La ausencia del valor en actuar de tal o cual manera, habrá de significar desinterés en el impacto que tendrán nuestras acciones en los demás. Esto implica enormes gastos para una sociedad y/o empresa. Pretender aplicar más leyes, mayores regulaciones sin un control

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Instituto para el Desarrollo Humano interno puede enseñar a las personas a ser más diestras en cómo evadirlas y a dar menos valor al sentido ético. No hay forma de que un supervisor, en una visión de regulación externa, le gane a quince personas. De igual manera el estado carece de los recursos para un policía en cada esquina. Debe quedar meridianamente claro pues, que un Código Ética bona fide ofrece una interpretación alterna a la visión que comúnmente se tiene bajo un concepto de limitación y aplicación de poder. Al no aclarar esto, podríamos pensar que hacer más de lo mismo, con mayor uso de fuerza, detendría el acto que se busca inhibir. Esto puede resultar por un tiempo pero lo que habrá es mayor uso de contra-fuerza. En una perspectiva de poder, no hay cultivo del gusto por actuar éticamente. No hay el espacio para trabajar en las razones para actuar como se debe, lo que equivale al significado ético para el desarrollo humano. El uso del poder hace que un servicio sea mínimo con relación al cultivo ético. Mientras otros sean los que decidan no se podrán desarrollar destrezas para la toma de decisiones éticas. Esto no es nada fácil, ya que nos invita a “ soltar” control (el que nunca se ha tenido) para que el otro ejerza su libre albedrío. Invita también a que uno aclare varias ideas propias para llegar a tener confianza en nuestra relación con el otro. Menos aún se habilita a las personas para cotejar las diferentes alternativas del impacto de las decisiones propias en los propósitos de los demás. Las personas se orientan en cómo hacer contra-fuerzas y evaluar alternativas en cuanto al impacto de cómo afecta en la vida de otros. La ética invita a romper el aislamiento y la enajenación de una persona, de los demás. Si otro tiene el poder la persona no se visualiza como agente que toma decisiones (decidor). Establecimos que la ética entraña tomar decisiones; y si sabemos que es el otro quien tiene el poder, no podremos visualizarnos decidiendo. Los criterios éticos no tienen razón de ser cuando una persona entiende que otro le controla. Al ver que alguien está actuando mal, la idea no es aplicar poder sino enseñarle a evaluar éticamente. Implicación En el mundo del trabajo, apoderamiento implica entre otras cosas, que las personas asuman el control para tomar sus decisiones y ver cómo afectan en los propósitos de otros. Que evalúen el curso deben tomar para ofrecer un mejor servicio. Que aprecien el valor de servir a los demás, lo que les permitirá tener un sentido de dignidad en sus decisiones. Aquí la importancia en revisar cómo llevar a cabo procesos de gerencia, donde no sea una sola persona quien tome decisiones y ordene. Habrá que efectuar un "des-aprendizaje" de ideas anteriores y establecer relaciones de intercambio para que unos a otros se apoyen con un sentido de servicio hasta lograr los propósitos del cliente satisfecho. El Código de Ética debe fomentar el poder decisional de las personas. Limitarse sólo a ejecutar actividades, les resta la posibilidad de evaluar un mejor servicio y crecimiento tanto profesional como personal. En cuanto a su discreción decisional, la ética ayuda discernir qué se ofrece y por qué. El valor del aspecto ético y sus implicaciones en el apoderamiento invita a re-pensar. Por otro lado, la revolución tecnológica que estamos viviendo en todos los ámbitos, bien dirigidas, está llena de oportunidades para fomentar el servicio individual. Ahora bien, la tecnología de la información lleva a trabajar en procesos que ayuden a particularizar los

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Instituto para el Desarrollo Humano servicios y la ética es el marco de referencia que nos proporciona el rumbo hacia donde deben dirigirse estos procesos. Al estar las personas mejor informadas, el acceso a la tecnología de la información puede capitalizarse en función de cómo una persona se organice internamente para alcanzar sus objetivos. Los criterios éticos le habrán de ayudar a decidir cuál información deberá aceptar para lograr sus fines y cuál información no le ayudará. La ética, por así decirlo, provee los controles internos sobre la información le ayuda a cumplir con sus propósitos. En términos de las relaciones con otras personas, la ética ofrece un guía sobre información valiosa que ayude a los fines de otros distinguiéndola de la que solamente nos proporciona datos pero que no son relevantes a lo que se busca. La ética, al prescribir que se debe trabajar en el interés del otro para determinados fines, ayuda a identificar la información que hay que buscar y dónde. Por ahora solamente he querido destacar algunas de las razones que describen la importancia del aspecto ético tanto para las personas como para la organización. Independientemente del contenido del código de ética y de los valores que promulgue, hemos discutido algunos de los beneficios de considerar la ética en nuestro análisis. Ahora veremos en qué consiste tal aspecto, cómo definir la ética, cómo se distingue de otras disciplinas y qué la hace tan especial para fomentar el crecimiento personal.

D. Propósitos del Otro Podemos empezar por decir que este campo de estudio, hace referencia a las metas propias junto con las de otros. Cuando sólo importan las metas propias, nos referimos a asuntos de pura racionalidad - aquello que nos conviene llevar a cabo. Aunque se dice que el crimen no paga y todos los días la prensa puede dar muestra de esto, nunca sabemos de aquellos que no son fichados. En un análisis de conveniencia, el acto de no asaltar, no se ejecuta porque afecte a los otros sino porque hay leyes que lo penalizan: Las leyes desincentivan el llevar a cabo un asalto. Esto hace que un acto se vuelva irracional. Ahora bien, este análisis es antiético ya que es de conveniencia y puramente racional. En el análisis ético una persona opta por no asaltar porque entiende que tal acto afecta al interés del otro perjudicándolo en sus propósitos. Independientemente de que lo fichen o no entiende que está mal robar a otros. Claro, se parte de la premisa que no se desea que le roben a uno. De esta manera no se piensa en términos de consecuencias negativas por la aplicación de una ley sino porque entiende que perjudica a otros. Tanto en el análisis puramente racional como en el ético, hay un acto: una decisión de no llevar a cabo el asalto. Ahora bien las razones que hay detrás son diferentes ya que en el caso de la ética la persona ha incorporado los intereses del otro dentro de los propios. Ha tomado en cuenta los intereses de los demás para hacer sus cálculos de cómo proceder. Se siente mal si hay razón para pensar que el otro está mal porque él ha contribuido directamente. Aquí nos referimos al sentido de vergüenza que ya mencionamos.

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Instituto para el Desarrollo Humano Por el contrario, se siente bien cuando entiende que ha actuado de la manera correcta. De aquí que sostenga con razón su sentido de dignidad, que actuó según su propio código, según sus reglas que le indicaron su deber hacia los demás. La manera correcta según su código de ética, es considerar los intereses de los otros dentro del cálculo de las decisiones que contempla. Mientras quien no roba porque es ilegal, toma en cuenta la ley pero no necesariamente los intereses de los demás. Cuando no existe una ley al respecto, se podría terminar actuando bajo un esquema no ético. Implicación En la empresa se debe fomentar la importancia de educar al personal en el valor de considerar el interés del cliente. El significado de su servicio, evita que éste se enajene de los propósitos del cliente. Las actuaciones no se hacen porque hay normas, sino porque hay valores sobre los cuales uno dirige las acciones. Así se crean oportunidades para agregar valor a los servicios que se prestan, pues las personas que ahí laboran están orientadas el significado de lo que hacen. En las funciones de servicio, el cliente tiene este marco de referencia ético que es fundamental también para quienes ocupan estas posiciones. El análisis ético permite el "re-zapatear" (ponerse en los zapatos del otro), lo cual hace que se formulen preguntas que van más allá del servicio básico, más allá de las expectativas del cliente. Al no tener esta visión, es poco probable sorprender a un cliente más allá de sus expectativas, en cuyo caso el servicio se concretaría solamente en hacer algo mecánico pero lejos de una vivencia con la otra persona. Es decir, se perdería la pasión por el servicio, el significado de las cosas.

E. Poder Decisional Quedó establecido que el análisis ético sólo es posible si existe el espacio para tomar decisiones. En la elección de alternativas se evalúa cuáles satisfacen los criterios éticos, cuáles están bien y cuáles no. Por este motivo, si la persona no se visualiza tomando decisiones no hay razón para analizar cuáles decisiones serán las correctas. Insisto, una de las bondades del análisis ético es que fomenta el que la persona tome decisiones. El valor del juicio ético, independientemente del resultado mismo, consiste en que cuestiona una visión del ser humano condicionado a actuar, ajeno al control propio. Al preguntarse cuál alternativa es la correcta, según su código, una persona contempla que puede optar por diferentes alternativas y normas propias. No tendría sentido preguntarse por la manera de actuar y a la misma vez sostener que no se puede hacer algo tomando decisiones. Las personas que trabajan en su sentido de dignidad; sólo podrán lograrlo cuando se les hace posible visualizarse. Lo contrario sería decir que las personas que descuidan sus decisiones, no prestan atención a su armonía con el código. Más aún, descuidan inclusive el propio código y como mejorarlo durante las diferentes situaciones que enfrentan. La posibilidad de tomar decisiones hace viable la evolución de alternativas en términos de cuál será la correcta. Debe uno entonces preguntarse qué cosa es lo correcto que fomenta su dignidad: ¿Cuáles son las decisiones en armonía con el Código que nos da satisfacción? 11

Instituto para el Desarrollo Humano La ética es un campo de conocimiento que prescribe cómo se debe actuar tomando en cuenta el interés del otro. Si no hay posibilidad de libre albedrío, todo el asunto es una vana ilusión, un ejercicio fútil. El campo ético es normativo ya que dice qué debe o no hacerse y aquí precisamente estriba la evaluación de alternativas, lo cual invita a las personas a dejar de actuar como un esclavo y enriquece sus decisiones. En el interés de actuar éticamente enriquece sus posibilidades decisionales. La persona deja de verse a merced de lo que ocurre y está abierto para actuar en sintonía con el código de ética. Las personas atemperan sus decisiones con el Código y a su vez éste se revisa a la luz de sus valores fundamentales. El éxito de la persona está en el valor de buscar congruencia entre sus acciones y valores mediante las reglas propias e internas. Lo importante es que las personas van adquiriendo el gusto por actuar fomentando escudriñar maneras correctas de hacer las cosas. Una persona, con la pregunta ética presente, logra tenerse a sí misma, sin esperar mayor gratificación que saber que ha actuado según lo que le dictan sus normas internas. Cuando logra las metas, sabe que su logro no fue de cualquier forma sino por mantener un código que le ayuda a conseguirlas dignamente. De igual manera obtiene sentido de dignidad aún cuando no se logren las metas, ya que de obtenerlas implicaría violentar su código.

Implicación Una época como la que estamos viviendo erosiona precisamente esta visión decisiones ya que los paradigmas de las instituciones tienen la visión de un bien común, perdiendo el aspecto del interés individual y empresarial orientado a achicar el poder decisiones. Las instituciones han copiado el modelo del estado de comunidad del contrato social. Las personas no se visualizan tomando decisiones según sus propósitos, sino sometiéndose a un bien superior. La visión ética rompe este paradigma por lo que hay que comenzar desde cero. La ética hace referencia al interés individual y a las decisiones de cada uno pensando en su bienestar. Implica un cambio dramático al momento que cada cual, legítimamente basa sus intereses, no limitándose la dirección de una autoridad suprema. La ética está enmarcada en la visión del ser humano económico y no político. La ética sugiere un cambio radical de hacer gerencia en términos de intercambio y de prestarse ayuda entre unos a otros y no a base de subyugarse a un poder central por el bien de todos. Al partir desde cero, la ética habrá de ayudar a evaluar lo que es justo a base de que se obtenga un ganar-ganar en las relaciones. Invita a que los líderes revisen lo que conocen acerca de cómo dirigir a los demás. De esta manera se deben revisar prácticas que puedan estar indicadas en la legislatura, pero que son poco prácticas en el mundo de los negocios. Sintonizando su comportamiento con el código ético, podrán trabajar con nuevos paradigmas del milenio que iniciamos. El aspecto ético, invita a asumir responsabilidad por los actos propios. La negación de responsabilidad niega también la toma de decisiones. Ciertamente son muchas las cosas que le suceden a uno pero las respuestas damos son también nuestras. La esencia de todo esto está en el individuo y sus reacciones ante los sucesos que le ocurren. Soslayar la

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Instituto para el Desarrollo Humano responsabilidad individual es achicarse y quedar a merced de los eventos. Esto obviamente no es fácil ya que implica un re-adiestramiento de hábitos que niegan la responsabilidad. De esta manera asumir responsabilidad abre también las posibilidades de cómo se puede actuar ante los eventos que nos suceden. La ética invita a asumir la responsabilidad y aprovechar la oportunidad de resolver problemas y actuar correctamente en diversas situaciones. Nos permite mejorar y salir adelante en las metas que nos fijamos trabajando en otras alternativas no previstas. Al trabajar en nuevos hábitos congruentes con el código, vamos desafiando viejos patrones que habíamos asumido por lo que conocíamos en otro momento.

La ética invita a trabajar en un nuevo conocimiento porque se asumen nuevos valores que deben de ser integrados a nuestras prácticas. De esta manera el asunto moral - para nuestros efectos sinónimos de ético - sugiere una conversión del ser humano. En la empresa implica un nuevo entendimiento que no es lo mismo que añadir información acerca de un paradigma que ya no es efectivo. El paradigma del uso del poder se sustituye por paradigmas de intercambio. El empresario deberá trabajar como dueño de tienda con sus clientes internos y no como gobernante de un estado.

F. Metas Propias Quedó establecido que en el instante de considerar los propósitos de otros en los propios entramos en el campo ético. Entre estos "otros" puede pensarse en el prójimo, la madre naturaleza, los animales, etc. Ahora bien creo conveniente reflexionar un poco más sobre las metas propias: cómo lograrlas; que se alcancen de forma legítima; y que estén bien fundamentadas para hacer que sean permanentes. Un vendedor, por ejemplo, busca maximizar sus ventas con el fin de que sean lo más rentable posible. Ahora bien si logra esto mediante el engaño, falsas promesas y demás llegará el momento en que será cuestionado. Aparte del análisis ético, en un análisis racional conviene buscar cómo lograr las metas de cierta manera que se pueda descansar en las acciones propias, que le permitan proyectarse al futuro, con un sentido de continuidad. En su interés de proyectarse en el futuro deberá incluir los intereses de los demás. Lo menos que se preguntaría en un principio sería cómo obtener el sentido de dignidad por actuar éticamente. Sin embargo, habrá un resultado ético. Por sus intereses, el vendedor busca que el otro también esté satisfecho con la relación y es aquí de donde surge una relación de ganar – ganar. En la búsqueda de su negocio con buenos cimientos, que no sean efímeros, habrá de trabajar en conformidad con ciertas reglas como entre otros, con el Código Profesional en su campo. Los códigos profesionales en el trabajo son maneras de actuar que distinguen las metas alcanzadas y las hacen consecuentes. La disciplina del código, a quien se rige por éste, le hace un profesional. Una persona es profesional al momento de entender cómo las normas ahí establecidas le ayudan en sus metas. Por tal motivo debe entender cómo alcanzar sus metas a la luz de los criterios éticos.

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Instituto para el Desarrollo Humano La empresa y sus departamentos establecen criterios que rigen cómo las personas deben alcanzar las metas. Precisamente la búsqueda de confiabilidad y proyección futura en el trabajo exige que éste se lleve a cabo de cierta manera, que se construyan reglas. Las reglas buscan que las metas sean viables satisfaciendo ciertos criterios que, de no estar, podrían descarrilar la obtención de las mismas. Los códigos establecen, por así decir, las vías sobre las cuales se trabajará para alcanzar las metas. Este vendedor que aún no ha comprendido todo el alcance de una integridad ética pero que ya se ha iniciado en el campo de las ventas, irá creciendo en dar valor al sentido ético y su sentido de dignidad.

Implicación: Contrario a pensar que el código inhibe, hace que las cosas sean viables sin restringir los actos. Por tal motivo, se puede decir que la ética hace referencia a la habilitación para hacer los análisis y definir la actuación en una empresa. El Código de Ética fomenta un caldo de cultivo en el cual se establecen conclusiones en cuanto a las decisiones que se toman. Este código habrá de ayudar en la educación del valor de obtener las metas de cierto modo en particular. La educación ética es fundamental hacia la comprensión de la actuación a base de unos principios y no por normas o manuales externos que rigen el comportamiento de las personas que ahí laboran. Mediante la educación ética una persona está apta para llevar a cabo las actividades asignadas y para alcanzar metas enmarcadas en los valores contenidos en el Código de Ética de su empresa. Una ley habilita un negocio y la ética habilita a las personas en cómo conducirlo. Un mal uso del código consiste en utilizarlo para buscar las faltas. El código es una guía para que las personas auto-evalúen sus actos y determinen sus actuaciones dignamente. Se quiere obtener un logro pero de cierta forma que provea satisfacción, confianza y proyección para el futuro. Esto implica llevar a cabo actuaciones de cierta manera que lo distingan entre otros. El Código Ético es una guía para el logro de las metas de la manera correcta tal y como se entienda que deben alcanzarse.

G. Principio de Respeto

Ahora bien, ¿Cuál será el fundamento básico, sobre el cual se establecen las normas que están en el código? ¿Cuál habrá de ser el principio básico sobre el cual se fundamenta un código en una empresa? Es decir, ¿cuál es la manera correcta? ¿Cuál es la referencia entonces para sostener el código? En todo asunto de empresa tenemos algo en común como un cliente o un prospecto que puede decidir adquirir servicios y/o productos de la empresa ó puede decidir también no comprarnos y comprar en otro lugar. Así pues, por naturaleza, su preferencia debe ser tomada en cuenta y se debe respetar. Toda persona que no trabaje con respeto en el mundo empresarial habrá de 14

Instituto para el Desarrollo Humano minar su relación permanente con el cliente. El intercambio continuo ayuda a obtener la lealtad por lo que se requiere tomar en cuenta el interés del cliente en todo momento. Carecen de proyección aquellos que no han trabajado con el interés del cliente por estar enfocados solamente a satisfacer sus propósitos. Los procesos pueden llegar a construirse para resolver asuntos internos desconectados del cliente, buscando satisfacción propio y/o de los distintos departamentos. El Código Ético invita a desprender la dirección de los procesos desde el interés de las personas. Claro está que creemos en el respeto que debe estar presente en toda convivencia humana. Sin embargo, en cuanto al quehacer empresarial, el respeto también adquiere gran relevancia. A mayor disponibilidad de información y acceso a distintos ofrecimientos, tenemos clientes con más conocimiento acerca de nuestros productos y/o servicios que les ofrecemos. Por lo tanto mayor será también el reto de cómo hacer para ayudarle en lo que necesite. Debido a que los clientes actúan racionalmente, debemos construir procesos en los cuales seamos una alternativa inteligente. Aquella persona que no satisfaga sus propósitos con nosotros, habrá de buscarlos en otro lugar. La empresa que no tenga esto claro, desaparecerá en un futuro próximo. Es posible que haya empresas y/o personas que sólo persiguen maximizar sus ganancias sin importarles el costo en términos de oportunidades, como sería el hecho de perder la confianza. Los líderes caudillistas de empresas que no están en sintonía con una visión ética de servicio, las lastiman seriamente. Ciertamente esto ocurre a menudo pero la suerte de las empresas que dirigen ya está echada, a menos que ocurran cambios drásticos que eviten su extinción. Mi experiencia me dice que los deshonestos, deben estar cambiando constantemente de escenario. Los orientados al poder, se entierran ellos mismos y si tienen éxito también entierran a las empresas dirigen. Por tal motivo los códigos que se construyan se deben desprender de este principio: que ayude a los integrantes de la empresa para actuar con base en el respeto. Son muchos los cambios esperados durante este milenio. Los cambios de maneras de actuar invitan a revisar las visiones. Visiones que están con una sintonía ética de respetar. Revisar las costumbres como un asunto de moral implica cambiar paradigmas que están en sintonía con tales maneras nuevas de actuar. Las nuevas costumbres, por lo informada que está la gente, exigen ser respetadas. El respeto debe estar encaminado hacia los valores de la persona. Se debe trabajar para identificar aquello que es importante cada cual y a qué le da mayor importancia. De aquí debemos derivar los servicios internos. A tal importancia la empresa llama valor. En un restaurante todos quieren alimentarse pero para algunos además es importante, el trato, la limpieza, la calidad, el servicio, la rapidez y la atención individual - además del precio. Más aún, hay personas que están dispuestas a pagar mayor precio si obtienen algunos de estos aspectos en el servicio que reciben. El personal debe estar adiestrado para identificar oportunidades que permitan agregar valor a su producto y/o servicio así como sugerir puntos que satisfagan lo que es importante para el cliente y que busca. En todo momento, hasta donde sea posible, siempre se debe respetar al cliente para así poder satisfacerle. Si no hay respeto no hay satisfacción. 15

Instituto para el Desarrollo Humano La satisfacción del dirigente es doble cuando logra alcanzar sus metas y sentirse digno porque actúa según su Código Ético y lo reconoce como una gran ayuda. Con base en el respeto mutuo, también ayuda a todos sus seguidores a elaborar guías para alcanzar las metas que se han fijado. Pues bien, las normas del Código Ético se construyen para alcanzar un fin determinado. Dado que debemos derivar nuestra acción del interés del cliente ¿por qué no entonces romper la barrera de la limitación de intercambio? Con esto podríamos además empezar a sentir dignidad por lo que hacemos. He aquí el valor agregado del campo ético en la empresa y además tenemos que la satisfacción es sinergética.

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