¿Idiay pue vos?: aproximación sociolingüística al voseo en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas

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Descripción

ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA INAH

SEP

¿IDIAY PUE VOS?: APROXIMACIÓN SOCIOLINGÜÍSTICA AL VOSEO EN TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS TESIS QUE PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE LICENCIADO EN LINGÜÍSTICA PRESENTA ANDRÉS ALONSO OSEGUERA VELASCO

DIRECTORA DE TESIS: DRA. LEONOR OROZCO VACA

MÉXICO, D.F.

2013

Esta vieja ciudad ha sido mi hogar desde que yo recuerdo, y aquí estará después de que me haya ido. Hacia el oriente y hacia el poniente, échale una mirada. Aunque venida a menos, te llevo hasta en los huesos…1

1

“This old town been home long as I remember. This town gonna be here long after I'm gone. East side west side take a close look 'round her. You been down but you're still in my bones”, en King, Stephen 1986. It. New York: Signed Books. Paráfrasis de “My Town” de The Michael Stanley Band.

A mis papás, Lidia y Rafael. Gracias por amarme y apoyarme siempre.

Quiero agradecer por esta tesis

a Rosy y a don Mario por su gran apoyo en esta etapa de mi vida;

a mis hermanos Nicté, Liliana, Jessi, Viole y Rafael, que siempre me echaron porras;

a mis abuelos Elena, Miriam y Rafael, por sus sabios consejos de vida;

a mi Conchita y mi tía Julieta, quienes con su ejemplo me han enseñado a luchar;

a mis queridos cuñados Amanda y Manuel, siempre al tanto de mí;

a mis amigazos Eric “el sargento”, Margarita, Guille y Danny, por estar siempre ahí;

a mi superdirectora de tesis, la doctora Leonor Orozco, por su gran paciencia y acompañamiento;

al doctor Pedro Martín Butragueño por sus amables y constructivas sugerencias;

de todo corazón, a mis queridos hermanos tuxtlecos;

y, sobre todo, a Él, que nunca me ha dejado solo y me ha llevado a experimentarlo en los demás.

Gracias, porque sin ustedes esta tesis no habría sido posible.

ÍNDICE

ÍNDICE DE TABLAS

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V

ÍNDICE DE FIGURAS

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IX

INTRODUCCIÓN

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1.1.1 Geografía física .

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1.1.2 Geografía política

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9

1. EL ESTADO DE CHIAPAS 1.1 Geografía .

1.2 Historia

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1.3 Tuxtla Gutiérrez .

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19

1.3.1 Geografía

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19

1.3.2 Historia .

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20

1.3.3 Actualidad

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23

1.3.4 Rasgos lingüísticos del español de Tuxtla Gutiérrez .

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27

1.3.4.1 Fonología

2. EL VOSEO

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1.3.4.2 Morfosintaxis .

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1.3.4.3 Léxico .

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2.1 Orígenes latinos .

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2.2 Voseo reverencial

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2.3 Voseo dialectal americano

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2.3.1 Presencia y clasificación

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2.4 El voseo en Chiapas

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. I

2.4.1 Voseo respetuoso

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57

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57

3.2 Prueba de actitudes y creencias .

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3.3 Grabaciones de habla cotidiana .

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3.4. Otro tipo de datos

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73

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3. METODOLOGÍA

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3.1 Selección del área de estudio

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4. RESULTADOS DE DATOS DE PRODUCCIÓN EN CONVERSACIONES COTIDIANAS 4.1 Resultados generales

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4.2 Variables sociales

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4.2.1 Género .

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4.2.2 Edad

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4.2.4 Jerarquía entre los participantes

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88

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4.3.3 Escolaridad

4.2.5 Análisis global del modelo estadístico de las variables sociales

91

4.3 Resultados por informantes

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92

4.4 Variables lingüísticas

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102

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4.4.1 Pronombres explícitos

4.4.1.1 Posición del pronombre respecto al verbo flexionado

102

4.4.2 Tipos de voseo .

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4.4.3 Modo

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4.4.2.1 Tipos de verbos más voseantes 4.4.4 Cambio de trato

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5. RESULTADOS DE PRUEBA DE ACTITUDES Y CREENCIAS 5.1 Actitudes de los hablantes

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. II

5.1.1 Actitudes hacia el voseo pronominal .

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118

5.1.1.1 Actitudes hacia el voseo pronominal a partir del género

118

5.1.1.2 Actitudes hacia el voseo pronominal a partir de la edad

120

5.1.1.3 Actitudes hacia el voseo pronominal a partir de la formación académica .

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121

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5.1.2.1 Actitudes hacia el voseo verbal según el género

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122

5.1.2.2 Actitudes hacia el voseo verbal según la edad

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123

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123

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124

5.1.2 Actitudes de los hablantes hacia el voseo verbal

5.1.2.3 Actitudes hacia el voseo verbal según la formación académica

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5.1.3 Promedios de actitud hacia el voseo pronominal y verbal

5.1.3.1 Comparación de los resultados de actitudes con los de grabaciones de habla cotidiana .

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126

5.2 Creencias de los informantes respecto a qué grupos son los que vosean

128

5.3 Características lingüísticas e identitarias de los informantes .

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130

5.4 Ejemplificación del voseo por parte del informantes

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133

5.5 Conocimiento del voseo respetuoso

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134

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6. VOSEO EN REDES SOCIALES CIBERNÉTICAS, EN OTROS MEDIOS DE COMUNICACIÓN .

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6.1.2 El Chiapanecote

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6.1.3 Leyendas Tuxtlecas

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147

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149

Y EN ESPACIOS PÚBLICOS

6.1 Facebook .

6.1.1 Chiapanecote

6.2 Twitter

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III

6.3 YouTube .

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154

6.4 Datos en otros medios de información .

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158

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163

6.5 Datos escuchados en espacios públicos de Tuxtla Gutiérrez 7. CONCLUSIONES

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173

BIBLIOGRAFÍA

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186

APÉNDICE 2: GUÍA DE PRUEBA DE ACTITUDES Y CREENCIAS .

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191

APÉNDICE 1: LÉXICO DE TUXTLA GUTIÉRREZ

IV

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 2.1 Fórmulas de tratamiento del español en los albores de la lengua (Penny, 2006: 138) .

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42

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Tabla 2.6 Paradigma de conjugación sancristobalense (Francis, 1960: 88) .

48

Tabla 2.2 Pronombres en los siglos XVI y XVII

Tabla 2.3 Tipos de conjugación voseante según Rona (1967)

Tabla 2.4 Clasificación del voseo dialectal americano según la ASALE Tabla 2.5 Paradigma del voseo centroamericano según John M. Lipski (1988: 102)

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Tabla 2.7 Paradigma del voseo en Chiapas según Norma Carricaburo (1997: 48)

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50

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52

Tabla 3.1 Informantes entrevistados para prueba de actitudes y creencias .

65

Tabla 3.2 Informantes de grabaciones cotidianas

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69

Tabla 3.3 Datos de grabaciones

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70

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76

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78

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Tabla 2.8 Conjugación del voseo en Chiapas según Paulina Abarca Quezada (2009: 117-118)

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Tabla 4.1 Resultados generales respecto a los tres sistemas de tratamiento coexistentes en Tuxtla Gutiérrez a partir de los datos recogidos

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Tabla 4.2 Recurrencia de los distintos sistemas de tratamiento a partir del género del emisor

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Tabla 4.3 Frecuencias y porcentajes de aparición de datos de los distintos sistemas de tratamiento a partir del género del destinatario .

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Tabla 4.4 Porcentajes de uso de los distintos sistemas de tratamiento según V

el género del emisor y del receptor .

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82

Tabla 4.5 Porcentajes y frecuencias de tuteo, voseo y ustedeo según la edad del emisor

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83

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87

Tabla 4.6 Frecuencias y porcentajes de tuteo, voseo y ustedeo según la escolaridad de los hablantes .

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Tabla 4.7 Frecuencias y porcentajes de tuteo, voseo y ustedeo a partir de la relación entre los participantes

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89

Tabla 4.8 Probabilidad escalonada de aparición de voseo a partir del análisis de ascenso y descenso

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Tabla 4.9 Frecuencias y porcentajes de ocurrencias analizadas por hablante

93

Tabla 4.10 Porcentajes y promedios globales de ocurrencias de tuteo, voseo y ustedeo por informante

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94

Tabla 4.11 Posición pronominal de tú, vos y usted con función de sujeto .

103

Tabla 4.12 Frecuencias y porcentajes de aparición de voseo según su tipo .

105

Tabla 4.13 Porcentajes y frecuencias de aparición de los modos gramaticales según el tipo de flexión

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107

Tabla 4.14 Porcentajes y frecuencias de aparición de los distintos sistemas según el modo

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108

Tabla 4.15 Porcentajes y frecuencias de aparición de los verbos según el tipo de terminación en infinitivo (-ar, -er, -ir)

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110

Tabla 4.16 Verbos aparecidos en las grabaciones de conversaciones de habla cotidiana y su frecuencia y porcentaje según el modo

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111

Tabla 5.1 Actitud de los hablantes hacia el voseo pronominal según el género

119

Tabla 5.2 Actitud de los hablantes hacia el voseo pronominal según la edad

120

VI

Tabla 5.3 Actitud de los hablantes hacia el voseo pronominal según la escolaridad

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121

Tabla 5.4 Actitud de los hablantes hacia el voseo verbal según el género .

122

Tabla 5.5 Actitud de los hablantes hacia el voseo verbal según la edad

123

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Tabla 5.6 Actitud de los hablantes hacia el voseo verbal según la escolaridad

124

Tabla 5.7 Promedio de actitud hacia el voseo pronominal y verbal según el género del informante.

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124

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Tabla 5.8 Promedio de actitud hacia el voseo pronominal y verbal según el nivel de formación del informante

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Tabla 5.9 Promedio de actitud hacia el voseo pronominal y verbal según la edad del informante

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Tabla 5.10 Creencias de los hablantes respecto a los grupos que suelen vosear

128

Tabla 5.11 ¿El informante dice ser voseante?

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130

Tabla 5.12 ¿Alguien le prohibió vosear o le dijo que no era correcto?

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131

Tabla 5.13 Identidad prominente en los informantes

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132

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133

Tabla 5.15 Tipos de ejemplos aportados por los informantes entrevistados

133

Tabla 5.16 Conocimiento del voseo respetuoso por género .

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135

Tabla 5.17 Conocimiento del voseo respetuoso por edad

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136

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Tabla 5.14 Creencia del informante respecto al voseo como un rasgo de identidad chiapaneca

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Tabla 6.1 Páginas de Facebook más usadas en donde existe voseo Tabla 6.2 Comentario de usuarios a algunas imágenes publicadas en la página de Facebook Chiapanecote .

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Tabla 6.3 Comentarios al video Breve puteada maternal tuxtleca de YouTube VII

156

Tabla 6.4 Comentarios a los videos de StudioFalcony

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158

Tabla 7.1 Paradigma flexivo de verbos regulares del voseo en Tuxtla Gutiérrez 175 Tabla 7.2 Paradigma de los tipos de voseo mixtos existentes en Tuxtla Gutiérrez 175

VIII

ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1.1 Ubicación de Chiapas en México

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6

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8

Figura 1.3 División política y socioeconómica de Chiapas .

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10

Figura 1.4 Escudo azteca de Tuchtlán

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21

Figura 1.5 Ubicación en Chiapas de la zona urbana de Tuxtla Gutiérrez

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24

Figura 3.1 Zonas donde fue aplicada la prueba de actitudes y creencias

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64

Figura 3.2 Lugares en donde fueron realizadas las grabaciones

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72

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79

Figura 1.2 Mapa hidrológico de Chiapas

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Figura 4.1 Porcentajes de tuteo, voseo y ustedeo en los resultados de las grabaciones a partir del género del emisor .

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Figura 4.2 Porcentajes de aparición de datos correspondientes a los distintos sistemas por género del destinatario .

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Figura 4.3 Porcentajes de tuteo, voseo y ustedeo según la edad del emisor

81 84

Figura 4.4 Gráfica de decremento (adultos mayores-adultos) y repunte (adultos-jóvenes) del voseo .

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Figura 4.5 Porcentajes de tuteo, voseo y ustedeo a partir de la relación entre los participantes .

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Figura 4.6 Porcentaje de voseo por informante

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89

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Figura 4.7 Porcentajes de tipos de verbos más voseantes según la flexión .

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Figura 5.1 Comparación de porcentajes voseo en grabaciones con porcentajes de actitud positiva hacia el mismo fenómeno a partir de la edad

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127

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127

Figura 5.2 Actitud positiva de los hablantes (porcentajes) comparada con los datos de grabaciones según la escolaridad IX

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Figura 6.1 Imagen publicada en la página de Facebook Chiapanecote el 6 de mayo de 2013 .

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Figura 6.2 Imagen publicada en la página de Facebook Chiapanecote el 15 de noviembre de 2012 .

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Figura 6.3 Imagen publicada en la página de Facebook Chiapanecote el 31 de marzo de 2012

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Figura 6.4 Imagen publicada en la página de Facebook Leyendas Tuxtlecas el 27 de abril de 2013

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Figura 6.5 Imagen publicada en la página de Facebook Leyendas Tuxtlecas el 7 de abril de 2013

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Figura 6.6 Volante del Gobierno del Estado de Chiapas en donde se usa el voseo

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Figura 6.7 Fotografía de un taxi de Tuxtla Gutiérrez

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Figura 6.8 Caricatura de Arcadio Acevedo en El Diario de Chiapas

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162

X

INTRODUCCIÓN

El voseo puede ser, por un lado, la sustitución del pronombre tú por vos y, por el otro, el uso de la flexión verbal correspondiente a dicho paradigma en lugar del de tuteo. Se ha hablado de su existencia en la mayor parte de los países hispanoparlantes de América, sin embargo, México y Perú parecen ser las grandes excepciones a la regla, ya que en ambos países predomina el tuteo como norma casi generalizada y el voseo lo podemos encontrar sólo en áreas muy específicas. Éste es el caso de Chiapas, en México, uno de los estados más distantes tanto geográfica como socioculturalmente respecto al centro de la república, y en donde podemos encontrar variaciones lingüísticas importantes con rasgos poco comunes o inexistentes en el resto del país; el voseo es el ejemplo más significativo de ello, y aunque otros autores han propuesto en el pasado su existencia en otros estados de la República (Henríquez Ureña, 1921; Francis, 1960; Rona, 1967; Kany, 1969), actualmente no se dispone de la correspondiente información que avale dichas hipótesis. Esta investigación se enfoca en una comunidad de habla bien delimitada que corresponde a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez para describir el voseo, sus formas y modalidades existentes, sus usos pragmáticos específicos y los factores sociales que lo condicionan directa o indirectamente. Es importante recalcar que no existen estudios similares a este, pues los de los antes citados Pedro Henríquez Ureña (1921) y Susana Francis (1960), así como Norma Carricaburo, quien retoma a Francis en 1997, y Paulina Abarca (2009), tienen un acercamiento general al tema sin analizar datos reales (sobre todo en espacios íntimos) de una comunidad de habla voseante. A pesar de su aportación, se considera pertinente hacer un estudio que complemente la descripción del fenómeno a 1

partir de una visión más actualizada con el uso de metodologías tanto lingüísticas como de estudios sociales y pragmáticos, así como en un área delimitada ya que a partir de ello se espera que los resultados aporten claves que permitan complementar el trabajo hecho por otras personas. De igual forma en esta tesis se le da una perspectiva sociolingüística y pragmática al fenómeno, tomando como dato primordial grabaciones de habla cotidiana a las que sin ser miembro de la comunidad (que no es el caso del autor de esta tesis) es difícil acceder. Para lograr dichos objetivos se trabajará a partir de varias hipótesis, la primera de ellas es que el voseo en Tuxtla Gutiérrez, mantiene cierta vitalidad y después de un período de aproximadamente veinte años en que su uso decreció, está viviendo un repunte entre los adolescentes y jóvenes con un sentido identitario para distinguirse de los fuereños llegados a la ciudad a partir de finales de la década de los noventa del siglo pasado, esto último similar a lo encontrado por William Labov en su estudio en Martha’s Vineyard (1963), por Sarah Bunin Benor en la comunidad judía de New York (2009) y Katie Carmichael entre los jóvenes de New Orleans después del huracán Katrina (2013). Para comprobar o refutar las hipótesis se considera necesario tomar en cuenta tanto los aspectos émicos de los hablantes tuxtlecos a partir de pruebas de actitudes y creencias; lo cual también sirve para analizar los planteamientos de Francis y de Abarca de que el voseo se encuentra estigmatizado, y, si esto se confirma, determinar en qué medida lo está y cómo ello influye en el estado actual del fenómeno. A partir de este momento interviene la perspectiva ética del fenómeno, conjugada con la anteriormente mencionada. Cabe aquí aclarar que dado que es imposible metodológicamente separar estas dos perspectivas, se trabajan en momentos distintos pero siempre ligándolas para un estudio más completo.

2

Posteriormente, viene una etapa del estudio en que se le da más preponderancia a la perspectiva ética, para lo cual se toman datos grabados de interacciones conversacionales cotidianas, lo cual permite presentar un análisis de las relaciones entre sus participantes y los contextos de uso, y cómo y en qué medida éstos influyen en la aparición del voseo, además de su valor semántico-pragmático. Esta tesis se divide en seis capítulos, de los que el primero es una introducción general y muy básica a datos clave e información del estado de Chiapas y la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, el segundo es una contextualización diacrónica y sincrónica del voseo en general; el tercer capítulo se centra en dar una descripción de cómo fueron recabados los datos y posteriormente analizados, es decir, todo lo que se refiere a la metodología básica de este trabajo. Tanto el cuarto como el quinto capítulo pretenden mostrar ya propiamente los resultados de la investigación sociolingüística y pragmática realizada, lo que implica el análisis de los factores sociales y lingüísticos que promueven o restringen la aparición del fenómeno y el papel de las percepciones de los integrantes de la comunidad de habla para que ello ocurra. Para complementar los resultados de esta tesis, se presenta un último capítulo en donde se exhiben y comentan datos del voseo en Tuxtla encontrados en redes sociales cibernéticas y otros medios de comunicación, así como en espacios públicos de interacción cotidiana, esto para dar un panorama de cómo está siendo vivido por los distintos sectores que conforman la comunidad de habla y el uso y significado que se le está dando. En las conclusiones se presentan las generalizaciones resumidas de los resultados obtenidos a partir de todos los análisis llevados a cabo y se trata de dar una perspectiva de lo que está ocurriendo con el voseo en la comunidad de Tuxtla Gutiérrez, además de que se explicita el paradigma actual del voseo. 3

Para complementar la tesis, y a modo de apéndice, se añade un breve glosario en el que se describe el léxico propio del dialecto Tuxtleco, así como una copia de la guía usada para aplicar la prueba de actitudes y creencias, esto con el fin de contextualizar más al lector respecto a las metodologías usadas para la realización de este trabajo.

4

1. EL ESTADO DE CHIAPAS

El estado de Chiapas, ubicado al sur de México, presenta características geográficas e históricas que lo han llevado a conformarse socioculturalmente de una forma distinta al resto de México. En gran medida todo ello ha hecho que Chiapas cuente con características lingüísticas particulares que no comparte con otras regiones del país, y una de ellas es el voseo. En este capítulo se presenta un panorama de los rasgos geográficos, históricos y culturales del estado de Chiapas y su capital, Tuxtla Gutiérrez, que hacen a dicha región peculiar, y se describen por ser considerados como algunas de las causas de la preservación del voseo y su configuración específica en el contexto nacional actual.

1.1 Geografía1

1.1.1 Geografía física Chiapas –plural de la palabra náhuatl chiapan, ‘lugar de la chía’, que luego evolucionó en chiapa– es el nombre que se le dio a esta región desde tiempos de la colonia debido a que dos de las ciudades principales allí existentes eran llamadas Chiapa de los Indios y Chiapa de los Españoles (De Vos, 1983). El estado de Chiapas se ubica en el sureste mexicano entre los paralelos 14° 32’y 17° 59’de latitud norte y los meridianos 90° 22’ y 94° 15’ de longitud oeste; limita al norte con Tabasco, al este con la República de Guatemala, al sur con el Océano Pacífico y al oeste con los estados de Oaxaca y Veracruz.

1 La mayor parte de la información geográfica de este apartado fue obtenida en las Bases Geográficas Digitales Básicas del Sistema Estatal de Información Estadística y Geográfica, 2008, y de los resultados definitivos del II Conteo de Población y Vivienda, 2005.

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Por su ubicación, Chiapas se encuentra en la región norteña del cinturón tropical, situación latitudinal que, junto con una fisiografía muy compleja, ha creado las condiciones propicias para resguardar una gran diversidad de ecosistemas. En Chiapas se han conjuntado casi la totalidad de ambientes naturales existentes en México, que incluyen las complejas selvas tropicales, los bosques de coníferas de la región Altos, los bosques mesófilos de montaña de la Sierra Madre de Chiapas (con alturas de hasta 4000 msnm) y los humedales costeros localizados en la planicie costera del Pacífico, que se extiende a lo largo de 260-280 km. aproximadamente.

Figura 1.1 Ubicación de Chiapas en México

La posición geográfica de Chiapas es especialmente importante, ya que de los 23 municipios mexicanos que se ubican en la línea divisoria internacional con Guatemala, 18 son chiapanecos; comparte con el país centroamericano 658.5 km. y comprende el 57.3% de la frontera sur de México.

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Chiapas tiene una gran diversidad de formas de relieve que lo convierte en uno de los estados con las más variadas características topográficas, las cuales influyen en las condiciones climáticas, tipos de suelos y vegetación, e incluso en las actividades económicas. El geólogo alemán Federico K. Mulleried en su libro Geología de Chiapas (1957) define siete regiones fisiográficas: 1. Llanura costera del pacífico 2. Sierra Madre de Chiapas 3. Depresión central 4. Altos de Chiapas 5. Montañas del oriente 6. Montañas del norte 7. Llanura costera del Golfo Chiapas tiene también gran importancia hidrográfica a nivel nacional, ya que alberga el 30% del agua del país, distribuida en distintos cuerpos, entre los que destacan los ríos Usumacinta y Grijalva. A lo largo de este último se han construido diversas presas cuyas centrales hidroeléctricas generan aproximadamente el 7% de toda la energía eléctrica nacional y aportan el 45.6% de la energía generada por este medio. El Usumacinta, límite natural con Guatemala, es el río más caudaloso de México, es navegable y se utiliza como medio de comunicación. Ambos ríos nacen en el vecino país centroamericano y unen sus cauces en el estado de Tabasco, para desembocar en el Golfo de México. Otros ríos importantes en el estado son el Suchiate, el Santo Domingo, el Lacantún, el Lacanjá, el Tzaconejá, el Suchiapa, La Venta, el río Cuxtepeques, el Mezcalapa, el Coatán y el Pichucalco, entre otros. La hidrografía chiapaneca presenta 7

además escenarios de singular belleza, tales como las cascadas de Agua Azul, Misolhá, El Chiflón y Las Nubes, que han contribuido al crecimiento de la industria turística en los últimos años.

Figura 1.2 Mapa hidrológico de Chiapas (Conagua, 2010)

Las variaciones meteorológicas que ocurren en Chiapas (temperatura, precipitación, velocidad de los vientos e insolación), aunado a su latitud, orografía y continentalidad, propician que en el estado se presenten principalmente dos grandes grupos climáticos: los 8

cálido-húmedos y los templado-húmedos. Los primeros abarcan la mayor parte del estado, y los podemos encontrar en el 54% de éste, mientras que el resto se divide en cálido subhúmedo (40%), templado húmedo y templado subhúmedo (3% cada uno). En una pequeña porción del territorio estatal, en las laderas del volcán Tacaná y a una altitud superior a 3,000 msnm, se presenta el clima de tipo semifrío, que equivale al 0.01% de la superficie estatal, por lo que no es representativo para el estado.

1.1.2 Geografía política Según la Última Reforma que apareció en el Periódico Oficial No. 299, Tomo III, del 11 de mayo de 2011, Chiapas está dividido en 123 municipios, los cuales a su vez están agrupados en 15 regiones socioeconómicas: Metropolitana, Valles Zoque, Mezcalapa, De Los Llanos, Altos Tsotsil-Tseltal, Frailesca, De Los Bosques, Norte, Istmo-Costa, Soconusco, Sierra Mariscal, Selva Lacandona, Maya, Tulijá Tseltal Chol y Meseta Comiteca Tojolabal. Tuxtla Gutiérrez es la cabecera de la región I: metropolitana, ubicada en el centro de la depresión central de Chiapas que comprende, además de Tuxtla, los municipios de Berriozábal, Chiapa de Corzo y Suchiapa. Tan sólo la región Metropolitana concentra el 14.7% de la población total del estado y cuenta con la mayor densidad de población con 391.8 habitantes por kilómetro cuadrado (Chiapas, 2012). De acuerdo con los datos preliminares del Censo de Población y Vivienda 2010 elaborado por el INEGI, Chiapas cuenta con una población de 4,796,580 personas, cifra que representa el 4.2% de los 112.3 millones que conforman la población nacional, lo cual hace del estado la séptima entidad más poblada de México. La mayor parte de la población

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está distribuida en las principales ciudades, que son Tuxtla Gutiérrez, Tapachula, San Cristóbal de las Casas, Comitán, Ocosingo, Cintalapa y Palenque.

Figura 1.3 División política y socioeconómica de Chiapas (Chiapas, 2011)

La población chiapaneca tuvo un considerable aumento en los últimos años. La tasa media anual de crecimiento fue de 1.6% para el período 2000-2005; ésta se incrementó al colocarse en 2.4% en el período 2005-2010 según datos preliminares del último censo. El nivel de fecundidad de las mujeres, medido por el promedio de hijos nacidos vivos, se

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mantiene estable, la descendencia promedio en la población femenina de 12 años y más fue de 2.7 hijos por mujer en el año 2000, en tanto que para el año 2005 fue de 2.6 hijos. Según el INEGI, Chiapas es el tercer estado a nivel nacional en población indígena, la cual representa el 30.18% del total, sólo detrás de Oaxaca (35.2%) y Yucatán (33.3%). Entre dicha población sobresalen los hablantes de tsotsil (36%), tzeltal (34.4%) y chol (17.4%), aunque también existe la presencia de hablantes de zoque, tojolabal, mam, cakchikel, chuj, kanjobal, mochó, lacandón y jacalteco. En cuanto a educación, el 64.53% de la población de más de 15 años sabe al menos leer textos sencillos, y el 89.35% de los niños de entre 8 y 14 años lo pueden hacer. Asimismo, sólo el 44.8% del total de mayores de 15 años cuenta con educación posprimaria (INEGI, 2010). Por otro lado, las actividades económicas primarias representan el 8.92% de aportación al PIB estatal, las secundarias el 25.37% y las terciarias el 65.71%, sobresalen en estas últimas los sectores de servicios financieros e inmobiliarios (17.64%), de comercio, restaurantes y hoteles (17.48%), y de servicios educativos y médicos (11.98%) (INEGI, 2009).

1.2 Historia La geografía física de lo que actualmente corresponde al estado de Chiapas le ha permitido ser testigo de singulares eventos históricos. A pesar de que se tienen registros de grupos de nómadas cazadores alrededor del año 5 mil antes de Cristo, estos se encontraban dispersos y no lograron nunca una unificación como tal. No sería sino hasta el año 300 de nuestra era cuando los mayas inician la construcción de algunos de sus grandes centros ceremoniales en territorio chiapaneco, de lo cual hasta hoy quedan como testigos mudos algunos sitios 11

arqueológicos, entre los que destacan Palenque, Toniná, Yaxchilán, Bonampak y Chinkultik, entre otros. Se fecha entre 750-900 después de Cristo el abandono de las grandes ciudades mayas en la región para emigrar hacia la península de Yucatán, dejando varias comunidades mayenses dispersas por todo el territorio chiapaneco, muchas de las cuales aún subsisten. A la llegada de los primeros colonizadores españoles con el capitán Luis Marín como pionero, se logró someter a los indios nadalumíes que habitaban la región central del estado, en los actuales municipios de Chiapa de Corzo y Tuxtla Gutiérrez. Tras una fácil victoria por parte de los españoles, Luis Marín se retiró a continuar la conquista en Tabasco, pero los indios chiapa rápidamente se rebelaron contra la opresión hispana. Debido a esto se inicia una nueva campaña de conquista, ahora comandada por Diego de Mazariegos. “Después de cruenta lucha, en Tochtla (Tuxtla Gutiérrez), los indígenas se replegaron al cañón del río Chiapa y, al verse derrotados, se arrojaron al abismo para no verse sometidos” (Gobierno de Chiapas, 1975: 3). A partir de este momento se hablaría de la conquista definitiva de dicha región, la cual fue nombrada como Provincia de Chiapas, y cuyo primer pueblo fue la Villa Real de Chiapa (actual Chiapa de Corzo), instaurada por Mazariegos en 1527, quien también fundó el segundo: la Villa Real de Chiapa de los Españoles (actual San Cristóbal de las Casas) pues “el clima excesivamente cálido los obligó [a los españoles, en 1528] a buscar refugio en otras partes altas” (Francis, 1964: 28). En 1542 Chiapas, que no incluía a la actual región de El Soconusco, dejó de pertenecer a la audiencia de México y pasó a formar parte de Guatemala hasta 1565, en que depende nuevamente de la Nueva España. Para 1569 se incorporó nuevamente a la Audiencia de Guatemala, y dependió de la misma hasta 1821. En ese año, Comitán se 12

declara independiente de España y Guatemala, y es secundada por el resto de las ciudades chiapanecas; “sin embargo, fue hasta el 14 de septiembre de 1824 cuando, por decisión del pueblo chiapaneco, la Junta Suprema declaró la federación de Chiapas a México” (Gobierno de Chiapas, 1975: 4), a partir de un muy discutido plebiscito popular. Este acuerdo de federación incluía el actual territorio de la región Soconusco, la cual poco tiempo después se separó, pero en 1842 solicitó su anexión definitiva a México. En 1834 se traslada la sede del gobierno civil a la ciudad de Tuxtla durante casi un año, siendo gobernador Joaquín Miguel Gutiérrez. Cuatro años después, durante una batalla en Tuxtla, las fuerzas federalistas de Gutiérrez son derrotadas y éste muere. Por este hecho se añade su apellido (Gutiérrez), en 1848, al nombre de la ciudad, al mismo tiempo que a San Cristóbal se le añade de Las Casas, en honor de fray Bartolomé de las Casas, primer obispo de Chiapas y defensor de los indios. Para 1858, el gobernador Ángel Albino Corzo cambia nuevamente la capital a Tuxtla Gutiérrez hasta 1861, fecha en que regresa a San Cristóbal de las Casas. Ese mismo año el gobernador Corzo reglamenta las Leyes de Reforma para su aplicación en el estado e instala la primera universidad en el edificio que ocupaba el seminario conciliar. Con Gabriel Esquinca como gobernador, la capital es trasladada por tercera ocasión a Tuxtla Gutiérrez en 1863, debido a que San Cristóbal es tomada por los intervencionistas gracias al plan de Yalmutz, que luchaba contra el gobierno juarista y buscaba adherir a Chiapas al gobierno intervencionista. Esquinca establece un gobierno constitucionalista en Tuxtla pero es desconocido por Chiapa, que después se retracta (Pérez, 1994: 276-277). La llegada de Maximiliano como emperador de México en 1964 fue rechazada por Chiapas y se inicia una disputa entre republicanos e imperialistas, sobre todo en San Cristóbal, que hizo que la capital continuara en Tuxtla Gutiérrez hasta 1872. 13

En 1883, cuando parecía ya estar bien establecida la capital en San Cristóbal, se autoriza la construcción del palacio de gobierno en dicha ciudad y se inicia la creación de diversos caminos en la zona para comunicarla mejor con el resto del estado. Ese mismo año, el departamento de Ayutla (hoy Tecún Umán) deja de pertenecer a Chiapas y se anexa a Guatemala en virtud de un tratado firmado un año antes (Pérez, 1994: 283). Los años subsecuentes fueron de gran importancia y crecimiento para el estado, pues en la región de Cintalapa se inicia la construcción de importantes fábricas textiles y el estado tiene comunicación telegráfica con el resto del país y Centroamérica, además de que los primeros teléfonos empiezan a funcionar. En 1892 el gobernador Emilio Rabasa pide apoyo económico a San Cristóbal, la cual se niega por cuestiones políticas. Rabasa consigue el respaldo financiero que necesitaba por parte de Tuxtla Gutiérrez y, en represalia contra San Cristóbal, determina que la capital sea esta segunda ciudad, tal como permanece hasta nuestros días. Ese mismo año se inicia la construcción de una carretera que cruzara el estado y lo comunicase con Oaxaca y Guatemala (Pérez, 1994: 286); las obras carreteras continuaron por varios años más, e incluso en 1901 se inicia la construcción del ferrocarril de Tehuantepec a Tuxtla (obra que no se concluye nunca); para entonces Chiapas contaba con unos 360 mil habitantes, aproximadamente. En 1905 llega a Arriaga el Ferrocarril Panamericano —planeado originalmente para llegar hasta Tuxtla—, se instala la luz eléctrica y se abre la Escuela Regional Fray Bartolomé de las Casas en Chamula; se autoriza que los poderes ejecutivo y legislativo se trasladen provisionalmente a San Cristóbal de las Casas, pero ese mismo año regresan a Tuxtla y Ramón Rabasa ocupa la gubernatura de forma interina (Pérez, 2004).

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La revolución mexicana parece no haber pasado por Chiapas, pues sólo se tienen registros de algunos levantamientos aislados en Pichucalco (al norte del estado, colindante con Tabasco), y la creación de algunos clubes antiporfiristas en las ciudades de Chiapa de Corzo, Comitán, Tapachula, Ocozocoautla y Tonalá (Gobierno de Chiapas, 1975). Además, el ejército latifundista conocido como Mapache, que estaba conformado por latifundistas y buscaba defender sus privilegios, logró rechazar a las insignificantes tropas carrancistas enviadas a Chiapas. Es hasta 1917 cuando el general Jesús Agustín Carso, comandante de las fuerzas constitucionalistas en Chiapas, expide la Ley de Obreros y libera a los mozos de las haciendas y abole, en teoría, las tiendas de raya (Gobierno de Chiapas, 1975). A pesar de ello, al terminar la revolución los grupos de poder del estado (conformado en su mayoría por veteranos mapaches) suscribieron un pacto de gobernabilidad con el nuevo gobierno mexicano a cambio de que se mantuvieran sus privilegios. Es en este contexto cuando en 1932 el gobierno de Calles elige de entre una lista de siete candidatos a Victórico Grajales (1885-1941), nacido en la villa de Chiapa de Corzo, como gobernador del estado por considerarlo un “verdadero y auténtico revolucionario”, a pesar de haber luchado en las filas carrancistas de la guerra de revolución. Dice Ríos Figueroa (2002) que “[…] Grajales estaba en una posición privilegiada para realizar la labor revolucionaria deseada por Calles…debido a su pasado carrancista y antidelahuertista, además de su calidad de finquero y oligarca que lo hacía ser bien visto por los grupos de poder de la región” (Ríos Figueroa, 2002: 78); esto le permitió a Grajales implementar con gran éxito la política anticlerical de Calles (que él llamó antifanatismo), pero también otras políticas sociales específicas, con el pretexto de la modernización revolucionaria. 15

A partir de este punto inicia la labor “integradora” y “castellanizadora” del general Grajales, que se ve reflejada en hechos como la creación de la Escuela Normal Rural, la cual tenía como objetivo la integración al Estado Nacional Mexicano de todos los grupos indígenas existentes en el momento. Para lograr esto, Grajales prohibió el habla de las lenguas indígenas entre los nativos y –más drástico aún— el uso de los distintos trajes típicos, los cuales era quemados públicamente y cambiados por overoles, todo lo cual castigaba severamente de manera física (Contreras García, 2001). Presionado por el presidente Cárdenas en 1934, que pedía “emitir una serie de leyes tendientes a lograr el mejoramiento de los indígenas y sus condiciones en el estado” (Reyes Ramos, 1992: 55), Victórico Grajales crea el Departamento de Acción Social, Cultura y Protección Indígena; este hecho puede parecer contradictorio a la política indigenista que el gobernador venía implementando. Sin embargo, el decreto de creación de dicho departamento establece que Considerando que el mayor problema social que agobia y detiene la evolución económica del estado de Chiapas es la existencia de las grandes masas indígenas que, representando el 38% de nuestra población, son el lastre del progreso colectivo y el mayor obstáculo que se opone a la coordinación de todos los sectores de la vida social, encaminada a la realización del programa constructivo de la Revolución (Tuxtla Gutiérrez, 1934: 3).

Esto deja ya entrever que dicho decreto sólo fue creado para “complacer”, en apariencia, al mismo Cárdenas, ya que la protección al indígena no existió en el contenido real de dicho documento ni en las acciones posteriores de Grajales en el par de años restantes de su gobierno, durante los cuales el habla de las lenguas indígenas continuó duramente prohibida y castigada.

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En esta búsqueda de castellanización de Victórico Grajales también se incluyó la prohibición de ciertos rasgos que ya entonces diferenciaban al español de Chiapas con el de otras partes del país, incluyendo el voseo. Aún con la muerte del mencionado gobernador, el poder del estado continuó por muchos años, y hasta la fecha, en manos de los grupos de poder (sobre todo económico) que, al no ser capaz de competir con las florecientes industrias del centro y norte de México, optaron por mantener a la región aislada y así conservar sus privilegios a partir de la no aplicación de las nuevas leyes de protección a los indígenas y de mantener prácticas como las de la finca y la tienda de raya. En 1959 llega a Chiapas como obispo de la diócesis de San Cristóbal (que en ese entonces abarcaba todo el estado) Samuel Ruiz García, un joven clérigo originario de Guanajuato. Casi desde el principio, Samuel Ruiz empieza a trabajar directamente por los pobres, y en un mundo que vivía las convulsiones de los años sesenta esto encajó perfectamente, convirtiéndose en el máximo representante de la teología de la liberación en México. Como comenta Ríos Figueroa (2002: 176), “en Chiapas, a partir de 1974 la situación se tornó cada vez más complicada. A raíz del congreso indígena las organizaciones campesinas comenzaron a presionar de manera sistemática al gobierno por sus derechos agrarios”. Neil Harvey dirá en 1998 que “estos incipientes conflictos agrarios verán su culminación en enero de 1994 con el levantamiento del EZLN2 en la región de los Altos de Chiapas”. Entre 1970 y 1980 se construye en Chiapas el sistema de hidroeléctricas del Grijalva (Zebadúa, 1999), que permite la llegada de miles de inmigrantes llevados a la región como obreros, sobre todo de los estados de Veracruz, Tabasco, Oaxaca y Campeche, muchos de 2

Siglas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

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los cuales establecen su residencia permanente en los poblados cercanos a las obras y en las grandes ciudades como Tuxtla Gutiérrez. El levantamiento zapatista de 1994 es un punto de quiebre importante en la historia de Chiapas; cabe recordar que el 1 de enero de 1994, recién iniciado el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León, un grupo de rebeldes toma las armas y le declara la guerra al Gobierno Mexicano en demanda de “trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz3.” Tras un enfrentamiento de varias horas, el EZLN toma San Cristóbal de las Casas, Altamirano, Las Margaritas, Ocosingo, Oxchuc, Huixtán y Chanal, en un hecho sin precedentes en la historia de México y Latinoamérica. A partir de este singular evento, las miradas de México y del mundo voltearon hacia Chiapas, estado en el cual aumentó la inversión en obras del gobierno federal, pero sólo en las grandes ciudades como Tuxtla Gutiérrez, Tapachula y San Cristóbal de las Casas. El levantamiento armado del EZLN también ha convocado a miles de extranjeros, sobre todo europeos, a la zona de los Altos de Chiapas, en la cual el desarrollo de las ciencias sociales y el “turismo antropológico” han tenido un auge importante en la última década. Hasta principios del siglo

XX

la industria del papel tenía “la mayor participación

relativa (dentro de las diversas industrias manufactureras del estado) en la industria nacional. Compañías como Simpson, International Paper y Louisiana Pacific se han interesado […] en introducir su producción en Chiapas” (Zebadúa, 1999: 165). El estado contribuye en la producción petrolera nacional con aproximadamente el 6.5%, además de

3

Primera Declaración de la Selva Lacandona.

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que las presas Malpaso, La Angostura, Chicoasén y Peñitas producen casi la mitad de la energía hidroeléctrica en México. Otra fuente de ingresos importante en Chiapas es el turismo (sobre todo ecológico), tanto nacional como internacional, el cual ha tenido un importante boom a nivel mundial desde principios del siglo

XXI

y representa una

significativa fuente de ingresos económicos para el estado. A pesar de la riqueza de recursos en el estado, esto no se ve reflejado en los números reales y el CONEVAL4 reporta que en el 2010 el 78.4% de la población vivía en pobreza, 1.4% más que en 2008, lo que hace de Chiapas la entidad más marginada de la República.

1.3 Tuxtla Gutiérrez

1.3.1 Geografía La ciudad de Tuxtla Gutiérrez (nombre compuesto formado por la castellanización de la palabra náhuatl tuchtlán ‘lugar de los conejos’, y el apellido del político liberal tuxtleco del siglo XIX Joaquín Miguel Gutiérrez, asesinado en dicha ciudad) es la capital política del estado y se encuentra ubicada en el municipio del mismo nombre, el cual está en las coordenadas 16°38' y 16°51' de latitud norte y 93°02' y 94°15' de longitud oeste. Aunque el municipio cuenta con aproximadamente 413 kilómetros cuadrados (que representan el 0.5% del total del territorio de Chiapas) la mancha urbana se extiende sobre apenas 74 kilómetros cuadrados. Sin embargo, Tuxtla Gutiérrez es la ciudad más poblada del estado. El Consejo Nacional de Población delimitó la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez en 2000, 4

Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. Datos con base en la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares 2000 y 2005, el II Conteo de Población y Vivienda 2005 y el XII Censo de Población y Vivienda 2000.

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determinando que ésta abarca los municipios de Berriozábal, Chiapa de Corzo y Tuxtla Gutiérrez (CONAPO, 2000), la cual cuenta con 684, 156 habitantes según el último Censo de Población y Vivienda (2010). Tuxtla colinda al norte con los municipios de San Fernando y Osumacinta, al sur con Suchiapa, al este con Chiapa de Corzo y al oeste con los municipios de Ocozocoautla y Berriozábal. Aunque el municipio es básicamente urbano, tiene, al sur, dos únicas comunidades rurales: Copoya y El Jobo, la primera de estas con importantes raíces zoques. La ciudad está a 540 msnm en un pequeño valle rodeado de montañas medianas, de las cuales la más importante es el cerro Mactumatzá, al sur, que alcanza hasta 1600 msnm. Otro aspecto importante de la geografía de Tuxtla Gutiérrez es el relacionado con la hidrografía, pues la ciudad es atravesada por el río Sabinal (que nace en Berriozábal y desemboca en el Grijalva); este río es alimentado por otros siete arroyos más pequeños, algunos de los cuales ya han sido embovedados y causan graves inundaciones en la época de lluvias. Todos los ríos que atraviesan la ciudad están totalmente contaminados, pero destaca –por su gran tamaño y el riesgo sanitario que empieza a representar para la población– el Sabinal, cuya importancia también es de tipo histórico y cultural, al haber sido la principal fuente de abastecimiento de agua de la comunidad hasta finales del siglo XX.

1.3.2 Historia No se tiene bien definida la fecha del primer asentamiento en el valle del Mactumatzá, pero se cree que fue hacia el 400 antes de Cristo cuando zoques provenientes del norte de Chiapas, Tabasco, Oaxaca y Campeche habitaron la región. Esta primera población fue nombrada por los zoques Coyatoc (ko.’ja, ‘conejo’; ‘toc, ‘casa’: ‘casa de los conejos’) 20

aunque algunos investigadores proponen que el nombre que se le dio fue más bien Coyactocmó (‘mo, ‘lugar’) dando origen al significado de ‘lugar de la casa de los conejos’. Para el siglo XV los mexicas conquistan la región y la renombran Tuchtlán, ‘lugar de los conejos’, en náhuatl. Los mismos aztecas fueron quienes le impusieron un escudo que identificara a Tuchtlán: un conejo de perfil sostenido en tres granos de maíz, que indican abundancia.

Figura 1.4 Escudo azteca de Tuchtlán

Durante la expedición que realizó el capitán Luis Marín en 1523 hacia Soctón Nandalumí (ahora Chiapa de Corzo), fue recibido en el río Grijalva por canoas atiborradas de zoques y quelenes de la región, quienes estallaron en gritos de júbilo y se unieron a los españoles para conquistar a los chiapanecas, enemigos históricos de estos dos grupos, lo que tuvo como resultado que los españoles no colonizaran la región correspondiente a los zoques, pues estos eran considerados aliados. No es sino hasta 1546 cuando los frailes dominicos Tomás de la Casilla y Alonso de Villalba recorren la región y describen el entorno de los zoques, a quienes se refirieron como “gente muy noble y de muy honrados señores” (Zavala, 1991). Pasarían todavía catorce años más antes de que un grupo de dominicos, dirigidos por fray Antonio de

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Pamplona, fundaran el pueblo de San Marcos Evangelista Tuchtla en la margen derecha del río Sabinal, dependiente del convento de Tecpatán y del priorato de Chiapa de los Indios. Esta población no tuvo durante la colonia más importancia que la que se le dio como ciudad de descanso para los viajeros que iban desde otras regiones (sobre todo el centro de México y Guatemala) hacia Chiapa de los Indios (ahora Chiapa de Corzo) o Chiapa de los Españoles (actualmente San Cristóbal de las Casas), y que necesitaban descansar antes de continuar su travesía. “El 20 de febrero de 1762, ya aparece este pueblo con el nombre oficial de San Marcos Tuxtla. El 19 de febrero de 1768, la Audiencia de Guatemala obtuvo Cédula Real para que Chiapas se dividiera en dos Alcaldías Mayores, una en Ciudad Real y otra en San Marcos Tuxtla, esta última con jurisdicción en los partidos de Chiapa y Zoques[…]”. (Zebadúa, 1999). A partir de ese momento, la población tuxtleca (o tuxtleña, gentilicio actualmente en desuso) empieza a preocuparse por el progreso de la población, y para 1795 solicitan al teniente subdelegado de la intendencia que construya un acueducto de agua desde El Zapotal (actualmente una reserva ecológica al sur de la ciudad) hasta el centro de la población. El 29 de octubre de 1813 las Cortes de Cádiz elevaron a Tuxtla a la categoría de Villa, junto con Tonalá, Tapachula y Palenque por “sus buenos servicios y donativos a España” (Monografía del municipio de Tuxtla Gutiérrez, 1988). El 27 de julio de 1829, el Congreso del Estado le decretó el título de ciudad, y el 9 de agosto de 1892 Emilio Rabasa Estebanel, gobernador en turno, trasladó los poderes del estado a esta ciudad (cfr. cap. 2). El siglo

XX

fue para Tuxtla un período de grandes transformaciones: se eliminaron

monumentos y espacios públicos que en el pasado fueron importantes para la ciudad; fue

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talada una gran cantidad de árboles (sobre todo de zapote negro, cupapé y nambimbo, comunes en la región); se eliminó una pérgola, un mapa de Chiapas en relieve y una fuente de ladrillos muy similar a la de Chiapa de Corzo. Todo esto se hizo en aras de la “modernización” y se empezaron a construir, alrededor de mediados de siglo, edificios nuevos como el palacio municipal, el quiosco, el museo de antropología y el zoológico Miguel Álvarez del Toro. Tuxtla Gutiérrez no cuenta actualmente con un centro histórico propiamente dicho, pues la mayoría de la constitución actual de la ciudad se originó en el siglo

XX.

Esto ha llevado a la población tuxtleca a no contar con una arraigada identidad

arquitectónica, pues los elementos que la han constituido son eclécticos y poco o nada conservan de su pasado indígena y colonial.

1.3.3 Actualidad Actualmente, Tuxtla Gutiérrez5 ha logrado consolidarse como la ciudad más importante del estado y una de las principales del sureste de la república. Aunque su relevancia es mayormente política, también es un punto estratégico para el turismo que –aún sin oferta propia– sirve de sitio de partida al resto de Chiapas, floreciente en este rubro. A pesar de esto, la explosión demográfica ha sido importante en los últimos años, catalizada por la construcción de la nueva autopista Las Choapas-Berriozábal que permite viajar al Distrito Federal en aproximadamente 9 horas (antes del año 2003, en que fue abierta dicha autopista, el recorrido era de entre 14 y 16 horas) y la apertura del Aeropuerto Internacional de Tuxtla Gutiérrez (en el que existen salidas diarias a la Ciudad de México y otros destinos nacionales, y una semanal a Houston, Texas), con lo cual ha logrado tener un

5 A partir de este punto se hablará de Tuxtla Gutiérrez como ciudad y no como municipio, tomando en cuenta toda su área metropolitana.

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crecimiento poblacional medio anual de 2.6% entre 2000 y 2010 (CONAPO, 2010) que, aunque menor al 3.8% entre 1990 y el año 2000, sigue siendo significativo.

Figura 1.5 Ubicación en Chiapas de la zona urbana de Tuxtla Gutiérrez

Otro de los factores que ha promovido el crecimiento de la ciudad es la inseguridad en el resto del país, atribuida al narcotráfico; en este contexto, Tuxtla Gutiérrez fue declarada en 2011 como ‘Ciudad segura’, la primera en México y la tercera en Latinoamérica, lo cual ha favorecido que empiecen a llegar nuevos habitantes del centro y norte del país. Hoy día no es difícil encontrar residentes originarios de estados como Puebla, Michoacán, Hidalgo, Durango, Sonora, etcétera. La ciudad se encuentra dividida en cuatro zonas: norte, sur, oriente y poniente, delimitadas de norte a sur por la calle central, y de oriente a poniente por la avenida central, la cual hacia el oriente se convierte en el bulevar Ángel Albino Corzo y llega hasta Chiapa 24

de Corzo y hacia el poniente cambia de nombre a bulevar Belisario Domínguez, que se une con la carretera Panamericana. Aunque no existe una zona comercial propiamente dicha, la mayoría de los establecimientos de este tipo se han asentado al poniente, encontrándonos así con transnacionales como Wal Mart, Sam’s Club, McDonald’s, Burger King, Starbucks Coffee, Applebee’s, Holiday Inn, Hotel Hilton Garden Inn, etcétera, al igual que múltiples cafés, restaurantes y antros locales. Además de esto, en la zona poniente se concentran las cuatro principales plazas comerciales de la ciudad: Plaza del Sol, Plaza Galerías, Plaza Cristal y Galerías Boulevard, así como diversos parques y casinos que hacen de la zona el punto de encuentro para los jóvenes de clase media y alta de la ciudad, aunado a que las dos mayores universidades públicas del estado (Universidad Autónoma de Chiapas y Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas) tienen sus sedes ahí. Desde 2002 la ciudad fue sede del equipo de primera división Jaguares de Chiapas (mismo que fue vendido por grupo Salinas en mayo de 2013 a Querétaro), y a partir de 2013 del Chiapas Fútbol Club, por lo que cuenta con el estadio correspondiente para los juegos de liga, el cual es capaz de albergar hasta 31, 500 espectadores. Igualmente, Tuxtla cuenta con un estadio de futbol americano y otro de béisbol, así como numerosos parques recreativos en donde la gente suele practicar deportes al aire libre. Hacia el sur de la zona poniente hay diversas colonias populares que no entran en la dinámica capitalista de la ‘Zona Dorada’ (un espacio comercial de restaurantes, bares, y cafés con precios accesibles para sólo un pequeño porcentaje de la población), y más hacia el poniente se encuentran bares y cantinas populares en donde la prostitución y la venta de drogas son comunes. Unos cuántos kilómetros más bastan para llegar a Berriozábal, que

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aunque tiene parte de su municipio conurbado con Tuxtla, no lo está totalmente, y su cabecera es considerada por el INEGI como integrada funcionalmente (2010). Por otro lado, la zona oriente de la ciudad es donde se ubican los principales mercados públicos, todavía muy usados por la clase media y baja, ya que en Tuxtla Gutiérrez no existen los llamados ‘tianguis’. A pesar de que en la zona oriente se han construido grandes obras como el Polifórum y Centro de Convenciones Chiapas, la Torre Chiapas (la más alta del sureste), el Parque Ecológico Juan Pablo

II

y una serie de

hospitales de alta especialidad, incluyendo el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón, y de que existen un par de colonias residenciales para familias de clases acomodadas, el contraste entre el desarrollo de la zona poniente y oriente es muy evidente, pues en esta última lo que predomina son las colonias populares. Siguiendo el bulevar Ángel Albino Corzo hacia el oriente se encuentran diversas colonias de ‘invasión’ que empezaron a aparecer en terrenos baldíos de los márgenes del río Grijalva a partir de los años 80, y que han subsistido con apenas los servicios más elementales. Todo este territorio está poblado por personas de nivel socioeconómico bajo y altos índices de marginación, y permite que el municipio de Tuxtla Gutiérrez se encuentre conurbado con Chiapa de Corzo. El centro de esta última población ha tenido muy poca migración, pues los habitantes de ahí son celosos de sus tradiciones y llevan – generalmente– varias generaciones ocupando las mismas casas. El turismo en ese lugar es más evidente que en el resto de Tuxtla Gutiérrez, pues cuenta con diversos atractivos coloniales y es el punto de partida para visitar el Cañón del Sumidero. Como se mencionaba, Tuxtla Gutiérrez cuenta con dos grandes universidades públicas, además de múltiples privadas que ofrecen una gran variedad de licenciaturas y posgrados, por lo cual también ha habido un flujo moderado de inmigrantes de otros 26

estados del sur de la República y otros municipios del estado que llegan a estudiar. También existen 537 escuelas del nivel básico y 166 de nivel medio superior, distribuidas en diferentes zonas de la ciudad, aunque a pesar de ello el índice de analfabetismo es de un 7.7% (INEGI, 2009). Los espacios de convivencia se limitan a los parques públicos –entre los que destacan el parque central, el parque de la marimba, el parque de la juventud, el parque bicentenario, el parque de convivencia infantil–, las ya mencionadas plazas comerciales, los cines –monopolizados casi en su totalidad por Cinépolis, a excepción de uno de Cinemark y Cine Rex, para adultos–, los cafés, los antros, los restaurantes, los bares y algunos casinos.

1.3.4 Rasgos lingüísticos del español de Tuxtla Gutiérrez La lengua hispana en Chiapas ha tenido un desarrollo singular y distinto al del resto del país, debido en parte a la forma en que su propia historia se ha ido estructurando a lo largo del tiempo (cfr. pág. 1 y sigs.), pero también influenciada por las peculiaridades geográficas de la región, su relativo aislamiento respecto al resto del país, su cercanía con Centroamérica y su contacto con las lenguas indígenas (sobre todo mayenses) que coexisten en la región. Varios de estos rasgos específicos del español de Chiapas han sido recogidos por diversos autores, entre los que destacan Pedro Henríquez Ureña (1921), Susana Francis (1960), María Martínez Flores (1980), John M. Lipski (1996), Juan Manuel Lope Blanch (2002), Enrique García Cuéllar (2003) y Paulina Abarca Quezada (2009), entre otros. Dado que esta tesis está centrada específicamente en el fenómeno morfosintáctico del voseo y sus alcances sociales y pragmáticos, sólo se hará una breve reseña de los rasgos de más

27

relevante variación lingüística en Tuxtla Gutiérrez y sus alrededores con respecto a los del español de México.

1.3.4.1 Fonología Aunque el Atlas lingüístico de México de Lope Blanch es el gran referente de la variación lingüística en todos sus niveles en México, el primer y más importante trabajo sobre fonología del español en Tuxtla es el presentado como tesina en la Universidad Nacional Autónoma de México por María Elena Martínez Flores en 1980 titulado Observaciones sobre el habla de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, cuyos resultados ella resume en “velarización de la - n final [en posición de coda], la debilitación [debilitamiento] de la /f/ y la /y/ intervocálicas, la aspiración de la –s final ante vocal, y en otras posiciones, la nasalización y el alargamiento de las vocales” (Martínez, 1980). A pesar de que el trabajo de Martínez es muy completo y su metodología está muy bien fundamentada al haber hecho trabajo en campo, nos parece oportuno hacer ciertas especificaciones a partir de los datos que se manejarán para efectos del presente trabajo, tomando en cuenta que para la obtención de los mismos han sido usadas metodologías distintas y que el lapso de tiempo transcurrido desde ese último estudio de la fonología de Tuxtla Gutiérrez es de casi cuarenta años (ella recogió sus datos en 1976). Podemos mencionar, en primer lugar, que además del debilitamiento de /f/ y /y/ intervocálicas, también existe el de / / en este mismo contexto y, cuando es a final de palabra, también es común su elisión; este mismo proceso suele darse con algunas /s/ en coda, cuyo contexto se restringe más a final de palabra, sobre todo si la siguiente inicia con una vocal (por ejemplo: no seah así), lo que promueve en ocasiones su elisión (vamo(s) a

28

come(r)). Cuando dicha desaparición se da a final de palabra, y la misma es un sustantivo o adjetivo plural, hablamos de que el proceso puede responder tanto a un fenómeno fónico, como a uno morfofonológico de no marcación de plural, que será más explorado en el siguiente apartado. Otro fenómeno fónico singular es la elisión de vibrantes múltiples en coda, el cual suele presentarse sobre todo en verbos en infinitivo, por ejemplo: vas a queré(r). Este último es un rasgo estereotipado del habla de Tuxtla Gutiérrez y se encuentra en contextos lúdicos y en grupos sociales con poca formación académica. Otros rasgos característicos son los que se refieren a la entonación, campo que se encuentra muy poco trabajado y que por lo mismo no permite a la fecha poder definir generalizaciones, aunque sí podríamos aseverar que es diferente al del resto del país y que probablemente se asemeja más al de algunas comunidades de habla centroamericanas (Martín Butragueño et al, 2012).

1.3.4.2 Morfosintaxis Ya mencionado por García Cuéllar (2003), Lipski (1996), López (2005) y Ponce (1985), y retomado en la tesis de Abarca Quezada (2009), nos encontramos en Chiapas con la construcción de artículo indefinido + artículo posesivo + sustantivo, común en ciertas zonas de contacto del español con lenguas indígenas como Yucatán (Lipski, 1996: 305), Paraguay (Krivoshein y Corvalán, 1987: 40), zonas andinas y los países centroamericanos (Quesada, 1996: 108). Por ejemplo:

29

(1) Voy a comprá(r) un mi cigarro (hablante A6)

Asimismo, en Chiapas se suele dar la no marcación de complemento indirecto con la preposición a, por ejemplo

(2) No le digas (a) tu mamá / porque si no va a agarra(r) y te va a hacer que lo vayas a devolver (hablante G).

(3) Le digo / ‘(a) vos te pregunto una cosa y me respondes con otra’ (hablante 6).

Este rasgo es definido como una “pervivencia del uso del español del siglo

XVI”

(Keniston, 1937: 31), y el mismo fenómeno ha sido descrito en varios países de América, incluido México, pero nos parece importante mencionarlo ya que es más común en Chiapas que en el resto del territorio nacional. Las formas pronominales de objeto indirecto de primera y segunda persona son a veces sustituidas por las formas nominativas de las mismas, por ejemplo7

(4) Ni una me vino yo (a cambio de ‘ni una me vino a mí’) (hablante F)

(5) Tú te sale tu viaje (en lugar de ‘a ti te sale tu viaje’) (hablante C)

6

A partir de aquí, los ejemplos citados a lo largo de esta tesis han sido rescatados de las grabaciones que se analizan a partir del capítulo 4, salvo en los que se indica lo contrario. Las descripciones de los informantes se encuentran en el capítulo 3: metodología. 7 A pesar de que por experiencia propia pudieron haberse añadido múltiples ejemplos, se ha optado por ser lo más riguroso posible en cuanto a metodología, por lo que se presentan sólo ejemplos que hayan aparecido en las grabaciones realizadas para esta tesis.

30

Por otro lado, y continuando con los pronombres personales, se ha observado en los datos obtenidos una impresionante frecuencia de aparición del pronombre explícito usted para dirigirse a personas de mayor jerarquía, al grado de que en muchas oraciones se duplica con función de sujeto por ejemplo:

(6) ¿Y qué otra cosa que le dije yo que uste(d) dice uste(d) que lo vio? (hablante B)

aunque ello implique un corte infrecuente en el español canónico de las perífrasis verbales8, todo esto para marcar claramente el sujeto de los enunciados cuyo verbo flexionado puede confundirse con una tercera persona. De igual modo, ante las flexiones verbales de primera persona que se presten a ambigüedad (pretérito imperfecto y condicional simple del modo indicativo) es común encontrar el pronombre correspondiente (yo) de forma explícita, a veces duplicado presentándose en ocasiones el fenómeno de ruptura perifrástica. Otro fenómeno común en la zona, pero más evidente en los estratos con poca formación académica, es la no marcación de plural en sustantivos y adjetivos, la cual no sólo responde a un fenómeno fonético sino a uno morfológico; claro ejemplo de ello son los casos de las correspondientes pluralizaciones terminadas en –es, morfema que no siempre aparece en el habla cotidiana, por ejemplo: los pastel(es). El adverbio mucho es sustituido a veces por su forma equivalente muy, a pesar de que el contexto exigiría usar este primero. Un ejemplo de ello sería no muy me gusta en lugar de ‘no me gusta mucho’. Sin embargo, cabe recalcar que el valor semántico de una y 8 De ello no se incluye un ejemplo que lo pueda clarificar más al no haber aparecido en las grabaciones realizadas para esta tesis, pero el autor confirma su existencia a partir de su experiencia personal (por ejemplo: usted está usted viendo la tele).

31

otra forma es distinto, ya que no muy me gusta vendría a equivaler más bien a una oración de tipo casi no me gusta. Puede existir también una duplicación del objeto directo, marcado primero a través de la clitización y luego sintagmáticamente, por ejemplo:

(7) Miralo Mario / así me lo hicieras mi zacate / velo /ahí en la casa (hablante B)

(8) Llevalo la computadora / y con su disco de Javier (hablante B)

Como podemos observar en el ejemplo (8), en dicha duplicación es común que el género del clítico no corresponda al del objeto directo explícito, lo cual ya ha sido descrito por García Cuéllar anteriormente (2002).

1.3.4.3 Léxico9 Los rasgos más tangibles de la variedad del español en Tuxtla Gutiérrez son los que se refieren al léxico y entre los que destacan palabras como argüende (‘chisme’), arrecho (‘excitado’), bolo (‘borracho’), caite (‘chancla’), choco (‘tuerto’), chucho (‘perro’), colocho (‘pelo chino’), coyol (‘testículo’), guineo (‘plátano’), huacal (‘jícara’), jolote (‘guajolote’), penco (‘lento’) y sopapo (‘golpe fuerte’) que, aunque no son exclusivas de la región, sí son estereotípicas de la variante del español de Tuxtla Gutiérrez y otras regiones de Chiapas. Asimismo, existen palabras cuyo uso sí es exclusivo de la zona –como cochi (’cerdo’), ish (interjección que indica asco), jimbar (‘lanzar’), mampo (‘homosexual’),

9 Este apartado sólo pretende ser un breve panorama del léxico de Tuxtla Gutiérrez, que se encuentra un poco más complementado en el apéndice 1: Léxico de Tuxtla Gutiérrez.

32

musú (‘sedimento’), papujo (‘lívido’), picte (‘tamal de elote’), totoreco (‘tonto’) y turicuchi (‘perrilla’) –, y otras que sólo comparten con otras regiones de México y Latinoamérica su homonimia, por ejemplo camote (‘músculo’), capear (‘atrapar’), chunco (‘benjamín’), galán (‘bueno’ dicho de alguna cosa. Acepta el femenino galana, que puede ser usado para definir a una mujer guapa u obesa), meco (‘güero’), paga (‘dinero’), pichi (‘niño pequeño’), pito (‘vagina’), puteada (‘regaño’) y talega (‘escroto’), (para mayor referencia consultar el Apéndice 1). Sobresalen también marcadores discursivos muy evidentes y recurrentes como pues –pronunciado también como pwe∅, pweh y pweh–, ve, velo, miralo, mirá y oí; de estos es importante mencionar el caso de ve, pues este mismo, a pesar de ser flexión imperativa de segunda persona del verbo ver, no corresponde a la forma esperada en actos de habla en los que los participantes se encuentren en desigualdad jerárquica (por ejemplo: tenga usted, ve), por lo cual podemos hablar de un marcador discursivo ya plenamente gramaticalizado que ha perdido todo valor semántico del verbo original.

33

34

2. EL VOSEO

El voseo, en su sentido más llano, se refiere actualmente al uso pronominal en la lengua española de vos o de las flexiones verbales a partir de sus reglas morfológicas correspondientes (por ejemplo vos hacés la comida; hacés la comida; vos haces la comida;). Dicho pronombre se corresponde con la segunda persona del singular y coexiste actualmente con tú y usted, pero esto no fue siempre así, ya que hasta antes del siglo

XX

podía hacer referencia tanto a una segunda persona del plural como del singular, lo cual sólo se mantiene en algunas regiones leonesas populares (Páez, 1957); vosotros/vosotras pueden ser considerados casos de voseo que persisten en la gran mayoría del territorio español, pero no serán analizados aquí pues si bien su origen etimológico es el mismo (sintagma lexicalizado vos + otros), su valor como forma de tratamiento viene a ser distinto, conformándose como un pronombre plural que durante los siglos

XVII

y

XVIII

alternaba con ustedes (deferencial) y que actualmente sólo se conserva en España (Alvar y Pottier, 1987). Para Moreno de Alba (2007), hasta el siglo

XVI

el pronombre entre iguales o para

dirigirse a inferiores era tú; usted empezó a adquirir valor como fórmula de tratamiento respetuoso y vos se usaba en el resto de las situaciones. Según Rafael Lapesa (1959: 356), “en la España del 1500 tú era el tratamiento que se daba a los inferiores o entre iguales con máxima intimidad. En otros casos, aun de confianza se empleaba vos”. Vuestra merced, se generalizó como forma de tratamiento respetuso, con lo que quedaron aparte otras formas de tratamiento como vuestra majestad y vuestra excelencia; a la vez que tú recuperó su valor de familiaridad y confianza. Según Rafael Cano (2008: 863) “hacia 1535 Juan de Valdés da testimonio de que vos es un tratamiento entre casi iguales. […] lo que demuestra: 35

1) que vos entra en colisión con vuestra merced y necesita del refuerzo de señor para seguir funcionando como fórmula deferente […] y 2) que la forma que se degrada semánticamente es sólo vos, pero no las otras del paradigma”, tales serían los casos de vosotros, vuestro y os, que se conservan a la fecha en gran parte de España. El voseo empieza a desaparecer de la península ibérica en el siglo conservándose sólo en Aragón hasta principios del siglo

XX

XVI,

(Rojas, 1992), pero podemos

decir que “se llegó a la eliminación total de vos durante el siglo

XVII

y tal vez a los inicios

del XVIII, aunque aún entonces el sistema [voseante] no estaba generalizado, al menos en las clases populares” (Moreno de Alba, 2007). Respecto a esto, dice Rafael Cano (2008: 862) que “el clítico vos se mantiene hasta el siglo

XVI,

aunque desde antiguo se reducía a os

cuando se unía a un imperativo («idos»)”. Actualmente el voseo existe en la gran mayoría de los países de Latinoamérica, aunque evidentemente ha evolucionado con el tiempo –tanto morfológica como semánticamente; tiene diversas flexiones y ha adquirido diversos valores sociolingüísticos y pragmáticos dependiendo de la región geográfica de que se hable. A este voseo en América la RAE lo nombra voseo dialectal americano (2005), refiriéndose con ello a que sólo existe en algunas variedades del español de América en las cuales no es uniforme, así como a su inexistencia en España. Actualmente existen, pues, cuatro tipos de voseo: pronominal (aparición explícita del pronombre vos), verbal (flexión verbal según el paradigma del voseo), mixto pronominal (coexistencia del pronombre vos y flexión verbal tuteante) y mixto verbal (coexistencia del pronombre tú con flexión verbal del paradigma voseante) (Torrejón, 1986), todos presentes sólo en el español americano. Más adelante se profundizará en ello.

36

2.1 Orígenes latinos Podemos ubicar la aparición del pronombre vos en el latín como una forma de segunda persona plural, que “no obstante, en la última etapa de latín […] pasa a emplearse para el trato respetuoso” (Penny, 2006: 163) para dirigirse al emperador romano (Carricaburo, 2000), coexistiendo con los pronombres del singular ego (‘yo’) y tu (‘tú’), y el de primera persona del plural nos (‘nosotros’). Existen dos teorías predominantes que tratan de explicar la aparición del valor singular del pronombre vos: una de ellas indica que, al separarse el Imperio y tener dos emperadores, surge como un pronombre de respeto que permitía incluirlos a ambos (pues, aunque el pronombre existía desde antes como forma de plural, al empezar a usarlo para dirigirse al emperador adquirió el valor de respeto); otra teoría dice que aparece como una respuesta al pronombre singular de la segunda persona nos con la que el emperador se refería a sí mismo, con el sentido de pluralidad dado que representaba a todo el pueblo (Brown y Gilman, 1968), pero dicho significado de nos fue cambiando con el tiempo, sobre todo al añadírsele otros para quedar en nosotros. Este uso se fue diversificando con el latín mismo y la aparición de las lenguas romances, hasta perder su significado original alrededor del siglo

XVI

y desaparecer en

algunas de las lenguas de tradición latina, pero conservándose en la mayoría de ellas, a saber, el español, el catalán, el francés y el italiano (Páez, 1981), además del portugués.

2.2 Voseo reverencial El voseo histórico es llamado por la Real Academia voseo reverencial y se encuentra en franca decadencia; es posible encontrarlo solamente en algunos textos literarios y en actos

37

de gran solemnidad para dirigirse a personas con altos cargos o títulos (cfr. Vázquez Laslop, 2010). Sin embargo, al no existir en el habla cotidiana, se considera desaparecido. El primer registro de este tipo de voseo es literario y se encuentra, según Kany (1969), en el Cantar de Mío Cid escrito hacia 1140, siempre acompañado por verbos flexionados en segunda persona del plural. En este mismo trabajo de Kany se menciona que coexisten vos y tú en el mismo texto, pero nunca en la misma frase. A partir del siglo XII y en los siguientes tres se da este fenómeno de coexistencia de ambos pronombres, vos siempre entre personas con un alto estatus social, mientras que tú se usaba entre el resto de la sociedad. Penny describe los valores de vos en esta etapa histórica de la siguiente manera:

Tabla 2.1 Fórmulas de tratamiento del español en los albores de la lengua (Penny, 2006: 138) No deferencial Deferencial Singular tú vos Plural vos vos

con lo cual deja ver que vos era el pronombre más usado, y explica el decremento de su uso hacia finales del siglo

XV

y principios del

XVI

(y la pérdida de su prestigio social), como

producto de que tú y vos se hubieran acercado tanto y de que las clases inferiores empezaron a utilizarlo indiscriminadamente y ya sin el valor deferencial original por lo que “los hablantes se vieron obligados a construir nuevas fórmulas deferenciales de tratamiento a partir de sustantivos abstractos como merced, señoría, etcétera” (Penny, 2006: 138); es entonces cuando aparece el apelativo vuestra merced (que después evoluciona a usted, aunque aquí no se profundizará en ello), a pesar de lo cual el voseo mantuvo cierto estatus hasta mediados del siglo XVI (Páez, 1981). Para este momento el pronombre vos viene a ser 38

una suerte de punto intermedio entre tú y usted, cada vez va perdiendo más su valor pragmático de respeto y se restringe casi exclusivamente al hogar. Con el paso del tiempo, la diferenciación semántica entre tú y vos ya era menos evidente –con el primero de estos tratamientos entre personas con mayor cercanía y mayor familiaridad y el vos empleado por personas de mayor jerarquía hacia sus subalternos–, y esto lo podemos situar específicamente en los siglos XVI y XVII. María Beatriz Fontanella de Weinberg (1977: 231, 234) presenta una tabla simplificada de los pronombres objeto y sujeto utilizados entre los siglos

XVI

y

XVII,

la cual se muestra aquí con el objetivo de ampliar el panorama de las

implicaciones lingüísticas del fenómeno (tabla 2.2).

Tabla 2.2 Pronombres en los siglos XVI y XVII Reflexivo Obj. Dir. Obj. Indir.

Persona

Pron. sujeto

1ª singular

yo

me

me

me



te

te

te

vos

os

os

os

usted

se

lo/la

le

3ª singular

él/ella

se

lo/la

le

1ª plural

nosotros/as

nos

nos

nos

informal

vosotros/as

os

os

os

formal

ustedes

se

los/las

les

ellos

se

los/las

les

2ª singular

informal formal

2ª plural 3ª plural

Como podemos observar en dicha tabla, el hecho de que existieran tantas formas pronominales de objeto resultó en un sistema bastante complejo del cual sólo se han conservado algunas formas diferenciadas dialectalmente de un determinado territorio a otro. El caso de vos es interesante, pues al tener un uso pragmático para dirigirse hacia personas de menor jerarquía en los siglos

XVI

39

a

XIX

(que coinciden con la conquista y

colonización de América) pueden encontrar ahí la causa de su estigmatización, según propone Cisneros (1996). De igual forma, el uso del voseo singular decae abruptamente en España (el cual se mantiene sólo en la forma vosotros), mas no en América, donde se mantuvo hasta los siglos XVIII

y

XIX,

momento en el que desaparece en los territorios de mayor contacto con la

península ibérica, como las islas del Caribe, Perú y México. Pero en el resto de los países americanos –que por cuestiones geográficas o políticas tenía menos intercambio cultural con España– se encontraba ya muy extendido y arraigado, evolucionando así hacia el voseo dialectal americano.

2.3 Voseo dialectal americano La Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), en su Diccionario Panhispánico de Dudas (2005), define así a “las formas pronominales o verbales de segunda persona del plural (o derivadas de esta) para dirigirse a un solo interlocutor”. A pesar de que éste se encuentra extendido por gran parte del territorio americano, la ASALE, avalada por la Real Academia, insiste en considerarlo un rasgo regional o social de distintas variedades del español americano (RAE, 2005), esto debido a su nula existencia en el habla cotidiana de España en la actualidad. La misma Real Academia también pone énfasis en que, al contrario del voseo reverencial (ya descrito en el apartado anterior), el voseo actual “implica familiaridad y acercamiento”. La naturaleza histórica de América demanda hablar de la gran cantidad de inmigrantes llegados desde las más variadas latitudes españolas durante los siglos XVIII.

XVI

al

Dicha inmigración produjo una inconmensurable cantidad de abusos y atropellos

contra los indígenas y su cultura, pero también permitió la consagración de una identidad 40

ecléctica que tomó elementos de ambas sociedades. Lo lingüístico no estuvo exento de esto, y a pesar de que una gran cantidad de lenguas amerindias se conservaron (y se conservan), el español se consolidó como lengua oficial de facto en la mayor parte de los territorios en poder de la corona española. Entre algunos de los rasgos lingüísticos llegados con la conquista, se hace mención de los correspondientes a las formas pronominales de tratamiento; a América llegan tres formas pronominales: tú, usted y vos, cada una de ellas con su respectivo paradigma verbal. Según algunos autores, el caso de la preservación del voseo en América también respondió –después del siglo

XVIII–

a la búsqueda de resaltar una identidad todavía en

gestación que permitiera diferenciar a las nuevas naciones de la península ibérica (Carricaburo, 1999 y Baumel Chreffler, 1995), pues los procesos independentistas no sólo fueron políticos sino también, y esencialmente, ideológicos.

2.3.1 Presencia y clasificación Según el Diccionario Panhispánico de Dudas (2005) el voseo se encuentra presente en la gran mayoría de los territorios hispanohablantes de América, aunque con ligeras variaciones de tipo morfológico en la flexión verbal correspondiente al pronombre vos; ha sido descrito en mayor o menor medida en Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile, Perú (Arequipa), Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, México (Chiapas y Tabasco) y Cuba (oriente). En Cuba se puede encontrar en Camagüey, Bayamo y Manzanillo, con un matiz culto acompañado de os y de vuestro, sin la mezcolanza con te y tuyo (Henríquez Ureña, 1921), mientras que en México no existen pruebas contundentes de su existencia actual fuera de Chiapas.

41

En la gran mayoría de los países en donde se vosea también se da el tuteo, aunque la frecuencia de uso entre uno y otro paradigma varía considerablemente dependiendo del lugar del que hablemos. Asimismo, el voseo es la norma más generalizada de algunos territorios como Argentina, Paraguay y Uruguay en los que, sin embargo, según Kany (1969), el tuteo es considerado una forma culturalmente superior. Esta propuesta es rebatida por otros autores como Norma Carricaburo (1999) y Elizabeth Rigatuso (2000). Al ser el español una lengua pro drop, el pronombre vos aparece de forma muy esporádica (como todos los pronombres sujeto del español, a excepción de lo que ocurre en el dialecto caribeño) y generalmente con el propósito de cumplir con ciertos objetivos pragmáticos específicos –que varían en cada región geográfica, acto de habla y grupo social, como veremos más adelante–; por lo tanto, nos centraremos ahora en el voseo verbal, del cual para Rona existen cuatro tipos distintos, que se muestra en la tabla 2.3.

Tabla 2.3 Tipos de conjugación voseante según Rona (Moreno de Alba, 2007: 171) Tipo 1ª. Conjugación 2ª. Conjugación 3ª. Conjugación A

Áis

Éis

Ís

B

Áis

Is

Ís

C

Ás

És

Ís

D

As

Es

Es (formas tú)

Aunque autores como Iraset Páez Urdaneta y Rafael Lapesa no coinciden del todo con Rona, su paradigma es el más completo, y los comentarios de éstos últimos han servido más bien para complementar el paradigma previo. Un ejemplo de esto es lo que se refiere al tipo de flexión A, que para Rona no existe en América pero para Lapesa está en algunas zonas de Venezuela, Colombia y Chile, y para Páez llega hasta Panamá y un área de

42

Bolivia. En el caso del tipo B, Rona dice que existe en la serranía ecuatoriana, el Perú meridional, Chile, noroeste y una pequeña extensión de la Patagonia argentina, así como los departamentos de Oruro y Potosí en Bolivia. De igual forma, vale la pena mencionar que para Rona, el voseo del tipo C existe en Chiapas, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo1, y sus rasgos los comparte con el que se da en Centroamérica (menos la mitad oriental de Panamá), en la costa pacífica y zona andina de Colombia, el interior de Venezuela, la costa de Ecuador, Bolivia (menos Oruro y Potosí), Paraguay (excepto la zona de Concepción), Argentina (Misiones, Corrientes, Formosa, Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, La Pampa, Río Negro, Chubut, Tierra del Fuego), Uruguay (menos la zona ultraserrana y la llamada por Rona ‘tacuaremboense’ de la región fronteriza) y en el dialecto ‘caingusino’ de la provincia argentina de Misiones (Moreno de Alba, 2001: 234).

En el caso del tipo D del voseo, para Rona existe sólo en Santiago del Estero (Argentina), dato que es complementado por Páez Urdaneta, que dice que también se llega a dar en la sierra de Ecuador y el suroeste boliviano, a más de añadir otros tipo de presente: a) tomás, comís, vivís (en Arequipa, Perú y Chile). Norma Carricaburo (1999) especifica que en la zona noroeste de Argentina el tuteo suele ser lo más usado entre personas de nivel sociocultural alto y de edad avanzada, y suelen ser ellos mismos quienes combinan voseo pronominal y tuteo verbal (voseo mixto pronominal). Por su autoridad en la normalización del español, es importante mencionar que la RAE propone –en su Diccionario Panhispánico de Dudas (2005)–, la siguiente clasificación del voseo por países que se muestra en la tabla 2.4.

1 Cabe mencionar que, aunque se cita y se comenta lo que Rona dice respecto al voseo, no se está de acuerdo en la clasificación que para México existe, pues no hay datos contundentes de la existencia del voseo fuera de Chiapas.

43

Tabla 2.4 Clasificación del voseo dialectal americano según la ASALE País / tiempo verbal Argentina, Paraguay y Uruguay Chile Perú (Arequipa) Bolivia

Ecuador

Colombia

Venezuela6 Guatemala, El Salvador y Honduras Nicaragua y Costa Rica

Panamá México (Chiapas y Tabasco) Cuba (Oriente)

Presente de indicativo cantás comés vivís cantái(s) comí(s) viví(s) cantás comís vivís cantáis/cantás coméis/comés vivís2 cantás/cantáis comés/comís vivís 4 cantás comés vivís cantáis/cantás coméis/comés vivís cantás comés vivís cantás comés vivís cantái(s) coméi(s) vivís cantás comés vivís cantái(s) coméis(s) vivís

Pretérito imperfecto de indicativo o copretérito

Pretérito perfecto simple o pretérito de indicativo

cantabai(s) comíai(s) vivíai(s)

cantastes/cantaste comiste/comiste vivistes/viviste cantastes/cantaste comiste/comiste vivistes/viviste cantastes comistes vivistes

Futuro de indicativo

cantarí(s) comerí(s) vivirí(s) cantarás comerís vivirís

Presente de subjuntivo cantés/cantes comás/comas vivás/vivas cantí(s) comái(s) vivái(s)

Pretérito imperfecto o pretérito de subjuntivo

Condicional o pospretérito

cantá comé viví cantarai(s) comierai(s) vivierai(s)

cantaríai(s) comeríai(s) viviríai(s)

cantés/cantes comás/comas vivás/vivas

cantá comé viví cantá comé viví cantá comé viví cantá comé viví cantá comé viví cantá comé viví

cantés comás vivás

cantá comé viví

cantés comás vivás3

cantastes/cantates /cantaste comistes/comites /comiste vivistes/vivites /viviste cantastes/cantates comistes/comites vivistes/vivites cantastes/cantaste comiste/comiste vivistes/viviste cantastes comistes vivistes (las formas de pretérito no se documentan en costa rica)

cantastes comistes vivistes

cantarís comerís vivirís5 cantarés/cantarás comerés/comerás vivirés/vivirás cantaréis/cantarés comeréis/comerés viviréis/vivirés cantarés comerés vivirés

cantés comás vivás

cantarés comerés vivirés cantaréi(s) comeréi(s) viviréi(s)

2

La primera forma es la propia de la zona colla (oeste y sur del país); la segunda, de la zona camba (este y norte del país). Solo se emplean en la zona camba. En la zona colla se usan las formas de tuteo cantes, comas vivas (subjuntivo) y canta, come, vive (imperativo). 4 La primera forma es la propia de la costa y de Esmeraldas; la segunda, de la sierra. 5 Solo se emplean en la sierra. En la costa y en Esmeraldas se usan las formas de tuteo cantarás, comerás, vivirás. 6 La primera forma es zuliana; la segunda, andina. En la zona andina alternan las formas de voseo y tuteo. Las formas de imperativo voseante solo se emplean en Zulia. . 3

44

Imperativo

cantá/canta comé/come viví/vive cantá comé viví cantá comé viví

Como la anterior tabla describe, el voseo se encuentra en diversas formas en todos los países de América y, aunque con leves variaciones morfológicas, coincide en estar vigente en las formas del presente de indicativo y en imperativo (menos en Chile ). Por otro 7

lado, podríamos llamar a la reflexión de la propuesta del Diccionario Panhispánico respecto a la formas voseantes del pretérito de indicativo (también presentada por Carricaburo, 1997), las cuales encuentran una diferenciación morfofonológica en la aparición de una sibilante /s/ a final de palabra; pues en la actualidad dicho fenómeno no es propio del voseo, sino que también lo podemos encontrar en el tuteo como resultado de un proceso de nivelación paradigmática, sobre todo entre las clases con poca formación académica. A pesar de que la existencia de una /s/ final en las formas de pretérito podría responder a razones distintas para los paradigmas voseante y tuteante, no nos atrevemos a proponer que siempre que un verbo pretérito termine con dicha sibilante responda a uno u otro proceso, pues no es morfológicamente posible determinarlo y sería aventurero inclinarse hacia una u otra hipótesis en una zona donde confluyen las dos formas de tratamiento posibles de segunda persona del español. Además del voseo verbal (no aparición del pronombre vos, pero conjugación según su paradigma) y el pronominal (aparición de vos solo) –estos dos considerados como voseo tradicional o voseo auténtico –también han sido descritos en América el voseo mixto pronominal y el voseo mixto verbal, y para encontrarnos con cualquiera de ellos es imperante que dicha oración contenga un pronombre explícito. El voseo mixto pronominal no es otra cosa más que la aparición del pronombre vos en una oración cuyo verbo se

7

Aunque la Real Academia dice que el imperativo voseante no existe en Chile, Alfredo Torrejón en su texto de 1991, “Fórmulas de tratamiento de segunda persona singular en el español de Chile”, indica que las formas voseantes posibles en dicho país sudamericano se dan tanto en verbos regulares –llegá, comí, viví como irregulares de terminación –er –creí.

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encuentre flexionado según el paradigma tuteante (por ejemplo: haz vos la comida); el voseo mixto verbal es la aparición de un verbo flexionado según el paradigma de vos pero acompañado por el pronombre tú (por ejemplo: hacé tú la comida) (Torrejón, 1986). A pesar de que esto es un punto muy importante, en ciertos enunciados específicos es difícil determinar de qué tipo de voseo hablamos, con algunos verbos que –al ser flexionados– no presentan alternancia morfológica entre el tuteo y su par voseante, por ejemplo, en formas como velo vos y velo tú. Podemos concluir que a pesar de que la Real Academia ratifica que en México existe el voseo tanto en Chiapas como en Tabasco, y Rona lo extiende hasta Yucatán y Quintana Roo, parecen ser descripciones anacrónicas de las que hoy en día no existen pruebas fehacientes ni registros y, aunque no se niega su existencia pasada o presente, no contamos con los elementos para apoyar dichas hipótesis. De igual forma es pertinente mencionar el voseo en Centroamérica, dada su cercanía geográfica y cultural con Chiapas, así como su pasado común. Dicho voseo ha sido descrito anteriormente por autores como Páez Urdaneta (1981), John Lipski (1988), Benavides (2003), Kapovic (2007) y Ane Christiansen (2012), entre otros. Tanto Páez como Lipski presentan sendos paradigmas para el voseo, en los que de igual forma mencionan la posibilidad teórica de un voseo pretérito (tomastes, comistes, vivistes) y de un voseo futuro (tomarés, comerés, vivirés); mi experiencia como miembro de la comunidad de habla indica que las formas de pasado no son muy comunes en Tuxtla Gutiérrez, y morfológicamente es imposible saber su valor semántico-pragmático, mientras que las de futuro que dichos autores proponen para América Central en Chiapas no existen. Por lo demás, el paradigma que propone Lipski y que se presenta en la tabla 2.5 (en el que incluye el modo subjuntivo), abarca todas las formas que sí existen en Tuxtla Gutiérrez. 46

Tiempo/Modo

Tabla 2.5 Paradigma del voseo centroamericano según John M. Lipski (1988: 102) 1ª conjugación 2ª conjugación 3ª conjugación

Presente

tomás

comés

vivís

Pretérito

tomastes

comistes

vivistes

Futuro

tomarás

comerés

vivirés

Imperativo

tomá

comé

viví

Pres. subjuntivo

tomés

comás

vivás

2.4 El voseo en Chiapas El voseo en Chiapas ha sido un tema poco trabajado a lo largo de la historia y del que se ha concluido –en términos generales– su uso en los estratos más bajos y su progresiva desaparición. Fue mencionado por primera vez en 1921 por Pedro Henríquez Ureña en sus Observaciones sobre el español en América, y no fue sino hasta 1960 cuando Susana Francis lo retomó al escribir Habla y literatura popular en la antigua capital chiapaneca. En dicho estudio, Francis concluye que “el voseo es […] el uso de la forma familiar singular vos reemplazando a tú, que se emplea generalmente acordado con las formas arcaicas y vulgares del verbo en la segunda persona del plural […]”, y que “es empleado por los grupos de escasa cultura, con todos y en toda ocasión, pues no conocen otra forma de hablar” (Francis, 1960: 89, 87). A pesar de los graves errores metodológicos de Susana Francis, sigue siendo la autora de referencia para acercarnos al tema del voseo en Chiapas, pues si bien Henríquez Ureña hace mención del fenómeno en Chiapas, no presenta ninguna propuesta de paradigma del mismo. La autora presenta el siguiente paradigma de conjugación sancristobalense.

47

Tabla 2.6 Paradigma de conjugación sancristobalense (Francis, 1960: 88) Presente de indicativo yo tomo nosotros tomamos vos tomás, usté toma ustedes toman él, ella toma ellos, ellas toman Con otros verbos: Presente de indicativo vos vivís vos comés vos oís vos pasiás* vos tenés vos andás Presente de subjuntivo vos vivás vos comás vos oigás vos pasiés* vos tengás vos andés Pretérito de indicativo vos vivistes* vos comistes* vos oístes* vos pasiastes* vos tuvistes* vos andastes* Imperativo Viví Comé Oí Pasiá Tené Andá Copretérito vos vivías vos comías vos oías vos pasiabas* vos tenibas* vos andabas Pretérito de subjuntivo vos vivieras vos comieras vos oyeras vos pasiaras* vos tuvieras vos andaras Futuro de indicativo vos vivirás o vas vivir* vos tendrás o vas tener* vos pasiarás o vas pasiar* vos oirás o vas oír* vos comerás o vas comer* vos andarás o vas andar*

En este paradigma marqué con asterisco aquellas formas que la autora considera voseantes, pero que por su morfología no pueden ser consideradas dentro de dicho paradigma. Observamos que Francis determina un verbo como voseante por el simple hecho de ir acompañado del pronombre explícito vos (los pretéritos y el futuro, los cuales no tienen alternancia morfológica con respecto al paradigma tuteante y por lo tanto es imposible desde esta perspectiva determinar si se trata de voseo verbal), y que interpreta procesos fónicos variables que no son exclusivos de zonas voseantes, como la aparición del diptongo en verbos como pasear (pasiar).

48

En cuanto a los casos de pretérito terminados en –s, no es posible determinar si se trata de un fenómeno de nivelación paradigmática (fuistes) que se da también en las regiones tuteantes, o si es la conservación filológica de la construcción paradigmática original del voseo por asimilación fónica (fuisteis→fuistes), debido a que en Chiapas coexisten las dos formas, siendo menos comunes las terminadas en sibilante. Existe una tesina de 1980, presentada por María Elena Martínez Flores, que se enfoca en la fonología de Tuxtla Gutiérrez y es titulada Observaciones sobre el habla de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; aunque el nivel lingüístico del análisis es otro que nada tiene que ver con el voseo, Martínez introduce una breve nota que aquí se transcribe: El voseo se escucha en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez cada día en menor porcentaje, debido a que sólo gente mayor lo usa y únicamente cuando tiene confianza; lo tiene estigmatizado (sic). En las grabaciones no se escuchó el voseo, por lo tanto, hice al final preguntas del por qué (sic) muchos aseguran que sólo la gente humilde vosea; (sic) y otros que lo hacen frecuentemente en confianza y cuando no se dan cuenta con otras personas. A pesar de ello en las grabaciones sólo se escuchó cuando se les pregunta por el fenómeno. En lo personal lo escuché en los mercados del siguiente modo: vos sabé; vos tené, venvos (sic) muchacho, vos tonto. Junto con expresiones como: y de hay (sic), y de hay vos (sic).

La nota presentada por esta autora es sumamente interesante, ya que confirma –en parte– una de las hipótesis de esta tesis: el voseo se encuentra más estigmatizado por las personas que ahora son adultas (que para efecto de este trabajo de investigación comprende a aquellos de entre 30 y 50 años) y el voseo tiene un uso pragmático restringido a los contextos de intimidad y las relaciones de confianza. Casi cuarenta años después de la publicación de Francis, en 1997, Norma Carricaburo hace una brevísima referencia al voseo en Chiapas en Fórmulas de tratamiento en el español actual, en la cual menciona que existe “[…] evidencia concreta de que

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sobrevive […] en Tabasco”, mas no la presenta8 y se limita simplemente a ofrecer un escueto paradigma verbal del voseo en Chiapas –que dice que corresponde al tipo

II

de

Rona y lo relaciona directamente con la cercanía histórico-cultural de dicho estado con Guatemala. Éste lo podemos observar en la tabla 2.7.

Tabla 2.7 Paradigma del voseo en Chiapas según Norma Carricaburo (1997: 48) Presente indicativo hablás comés venís Imperativo

hablá

Comé

vení

Perfecto simple

hablastes

comistes

vinistes

En el caso del perfecto simple propone lo mismo que Francis y, aunque en ningún momento hace referencia a ella, podemos pensar que lo retoma de dicha autora. Insistimos, nuevamente, en que no es pertinente pensar en la existencia de un voseo en el perfecto simple, pues si bien es común dicha pronunciación, ésta podría responder a un fenómeno de nivelación paradigmática que no es exclusivo del voseo sino que también es común en las emisiones tuteantes, no sólo de Chiapas sino de muchas otras regiones hispanoparlantes. Por último, Carricaburo menciona que para el futuro se puede dar la forma perifrástica vos vas comer alternando con comerés; la primera de éstas ciertamente es un voseo, pero pronominal y no es posible determinar si se trata de una flexión voseante de futuro, pues no puede corroborarse de manera morfológica, y la elisión de la preposición a responde más bien a procesos fónicos y no morfológicos. En el caso de comerés, la experiencia del autor de esta tesis indica que pudo haber sido usado en el pasado, pero hoy día no existe, además de que el criterio para clasificarlo como voseo es incierto. 8

Probablemente se refiera al estudio de Rodney Williamson de 1986, El habla de Tabasco: estudio lingüístico, en el que dice haber encontrado un solo dato espontáneo de voseo (tú querés), sin aportar mayor información del hablante ni el contexto, pero sí recordando a Gutiérrez Eskildsen (1934: 266, 307), quien propone “no reconocer estos casos como voseo, sino como formas verbales alteradas”.

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Tuvieron que pasar 12 años más para que un autor volviera a escribir algo sobre el voseo en Chiapas, y fue Paulina Abarca Quezada, quien presentó en 2009 la tesis intitulada El voseo en Chiapas; dicha tesis de licenciatura de la UNAM es el primer trabajo enfocado específicamente en ese fenómeno y el más completo y verosímil hasta la fecha. Aunque el trabajo de Abarca se basa principalmente en textos literarios, es la primera persona que hace trabajo de campo en Chiapas para corroborar la existencia del voseo. Dentro de las conclusiones de Abarca llama la atención que menciona que “quienes lo usan con más vigor son personas mayores, principalmente de Tuxtla Gutiérrez y Comitán que lo consideran un rasgo cultural digno de preservarse; así mismo (sic) la creencia general es que subsiste con más fuerza en poblados aislados, en grupos sociales marginados (entre ellos el de los indígenas) y personas con poca o ninguna educación escolar”, pues precisamente algunas de las preguntas de la prueba de actitudes y creencias aplicada para la presente tesis van en el sentido de la creencia entre los tuxtlecos respecto a si los indígenas vosean y si las personas incultas lo hacen. De igual forma, Abarca concluye que una de las causas que han originado la disminución del voseo son “los medios de comunicación, las vías de transporte actuales y la educación pública […] pues son innovaciones asociadas con el progreso que antes no existían en Chiapas” y, si bien esta disminución sucedió en los años noventa, la tendencia ha empezado a cambiar en la última década, tal como la misma autora propuso hace cuatro años que podría ocurrir. Otra de las grandes aportaciones de Paulina Abarca para el tema del voseo en Chiapas es el paradigma que propone, en el cual ya elimina los errores presentados por Francis y replicados por Carricaburo en cuanto a las flexiones de pretérito, diciendo que “como en todos los dialectos hispánicos, existen variantes de estas formas que alternan de 51

acuerdo con circunstancias sociolingüísticas que en esta investigación no conviene describir, pues son propias de la lengua española y se presentan así mismo (sic) en el tuteo; tal es el caso de las siguientes variantes del pretérito que coexisten con la norma cantaste: cantastes, cantates, o con viniste: veniste, venistes, vinistes”; dicho paradigma se presenta en la tabla 2.8.

Indicativo

Tabla 2.8 Conjugación del voseo en Chiapas según Paulina Abarca Quezada (2009: 117-118) Verbos -ar Verbos -er

Verbos -ir

Presente

cantás

comés

salís

Pretérito

cantaste

comiste

saliste

Futuro

cantarás

comerás

saldrás

Copretérito

cantabas

comías

salías

Pospretérito

cantarías

comerías

saldrías

Tiempos compuestos Subjuntivo

Haber auxiliar conjugado en 2ª persona singular: has, habrás, Verbos -ar

Verbos -er

Verbos –ir

Presente

cantés

comás

salgás

Pretérito

cantaras

comieras

salieras

Tiempos compuestos

Haber auxiliar conjugado en 2ª persona singular: hayas,

Imperativo

Verbos –ar

Verbos -er

Verbos –ir

Afirmativo

Cantá

comé

salí

Negativo

no cantés

no comás

no salgás

Verbos irregulares

Indicativo

Subjuntivo

Imperativo

Ser

sos/fuiste/serás

seás/fueras

sé/no seás

Ir

vas/fuiste/irás

vayás/fueras

andá/no vayás

Traer

traés/trajiste/traerás

traigás/trajeras

traé/ no lo traigás

Venir

venís/viniste/vendrás

vengás/vinieras

vení/no vengás

Tener

tenés/tuviste/tendrás

tengás/tuvieras

tené/no tengás

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Como podemos ver, las formas de futuro, pretérito, copretérito y pospretérito de indicativo, así como la de pretérito de subjuntivo no son de ninguna manera voseantes, cayendo en uno de los errores de Francis (1960) al tratar de definir el voseo en un verbo a partir de su pronombre explícito, pues ya hemos venido insistiendo en que en esos casos sí podemos hablar de un voseo pronominal, pero no de uno verbal (el verbo quedaría fuera del análisis), y ni siquiera de un voseo mixto, pues tampoco existe variación morfológica que indique si dichas conjugaciones son tuteantes. Cabe complementar los análisis lingüísticos con el brevísimo párrafo de María Vaquero Ramírez (1996) en El español de América II: morfosintaxis y léxico, que dice que en “[…] los estados mexicanos del Sur, Chiapas y Tabasco, son voseantes, con vacilaciones, variación compleja y alternancias. El resto de México y las Antillas son territorios de tuteo”. Asimismo, en el Atlas Lingüístico de México (Lope Blanch, 1996) se documentan cuatro casos de voseo en Comitán de Domínguez, siendo éstas las únicas ocurrencias de dicho fenómeno en todo el territorio chiapaneco y nacional. Además de los estudios propiamente lingüísticos sobre el tema, existen algunos textos sin rigurosidad científica que destacan el uso del voseo en Chiapas; algunos de ellos son el conocidísimo Rial Academia Frailescana. Diccionario de términos frailescanos no recogidos por la Real Academia de la Lengua Española (2004)9, creado por varios autores –sobre todo de Villaflores, Chiapas– para tratar de rescatar la idiosincrasia del chiapaneco. Ortografía chiapaneca y nuestro modo: un acercamiento al habla de Tuxtla Gutiérrez (2003), del coahuilense Enrique Ausencio García Cuéllar, y De gorra es mejor (2011) y

9 El material físico se encuentra agotado desde hace años; sin embargo, existe una versión resumida en la página web http://rialacademia.org

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Léxico tuxtleco (2012) del cronista tuxtleco Roberto Fuentes, entre muchos otros que no se centran propiamente en el tema del habla, como Las etnias del estado de Chiapas. Castellanización y bibliografías de Irma Contreras García (2001), en el que ella brevemente menciona que en el habla cotidiana actual de los chiapanecos acostumbran acentuar los verbos, al conjugarlos, como si fueran palabras agudas; sobre todo la segunda persona tanto del singular como del plural; esta forma de expresión propia de todo el estado la encontramos en el Cuaderno de lengua tzendal hecho en 1798, de autor anónimo; entre las preguntas que sobre los mandamientos de la ley de Dios dice: ¿Havés dejado de oír misa los domingos o en otros días de fiesta?, ¿havés perdido el respeto a tus padres o a otras gentes de mayor edad?, explicá bien tu pecado, no tengás vergüenza, llamá a tu compañero, no sós vos a quien llamo; ¿tenés algún impedimento con esa mujer con quien te vas a casar?; ¿te arrepentís porque no havés amado a Dios por algunos pecados que havés hecho?; aunque ya no podés confesar vocalmente, no te desconsolés, porque Dios es misericordioso; pedí misericordia, arrepentíte de tus pecados, para que yo te de la absolución; ¿entendés lo que te digo?; ¿sos mudo?; tené la candela, etcétera. En el Confesionario para confesar a los yndios por su ydioma. Sacado en lengua chanabal por Marcial Camposeca en 1819, entre ‘Algunos vocablos mui (sic) necesarios’, dice: hazé por la señal; traé fuego; batí chocolate; andá que toquen a misa; andá dexá la ropa; andá comprá pan; andá ensillá el caballo; andá llamá a fulano, vení a ver lo que estoy haciendo, formas de expresión que escuchamos todavía en la actualidad (Contreras, 2001: 69-70).

De la cita de Irma Contreras podemos destacar, en primer lugar, la gran productividad de voseo verbal que existía a finales del siglo XVIII y principios del XIX, cuyo paradigma flexivo parece ser el mismo que a la fecha se encuentra en Tuxtla Gutiérrez y otras regiones de Chiapas. De igual forma, llama la atención que ella menciona una suerte de voseo plural, del cual no presenta datos y no tenemos constancia de su vigencia. Respecto al libro Léxico tuxtleco destaca un comentario hecho en el mismo –a manera de presentación– por el cronista municipal, José Luis Castro Aguilar, del que se cita un fragmento muy relevante: “es triste saber, pero es una realidad latente que los tuxtlecos ya no hablamos de “vos” sino de “tú” o de “ti” y con esto hemos perdido parte de nuestro

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sentido de pertenencia que nos particularizaba e identificaba de los demás chiapanecos”. Dicho comentario es muy interesante, pues refleja en gran medida la percepción por parte de los tuxtlecos de que el voseo está desapareciendo, pero más allá de eso nos habla un cronista tuxtleco de la tercera edad que considera que en Tuxtla Gutiérrez se solía vosear más que en otras regiones de Chiapas, una conclusión similar a la de Abarca, que será más explorada a partir del siguiente capítulo.

2.4.1 Voseo respetuoso Voseo respetuoso es un término que se propone en esta tesis para dar cuenta de un fenómeno no descrito anteriormente y cuya existencia se presume como exclusiva en Chiapas, a pesar de que se encuentra en desaparición. El voseo respetuoso es la flexión del verbo ser, según el paradigma del voseo (sos), elidiendo la ese final y acompañándolo del pronombre usted (so usted). Es usado por personas voseantes para dirigirse a otros con quienes se tiene una relación de poca cercanía, por ejemplo

(1) so uste(d) chingona (informante B)

(2) so uste(d) muy curiosa (informante F)

Podría ser entendido como una suerte de voseo mixto, cuya peculiaridad reside en que rompe con la hipótesis previa de que el voseo se da sólo en relaciones de confianza, aunque su aparición es mínima. Se menciona en este apartado por ser una categoría clasificatoria del voseo que se manejará en esta tesis en la que se profundizará en un 55

capítulo posterior, ya que en los resultados generales que se analizan existen algunos datos que confirman su existencia.

56

3. METODOLOGÍA

Dado que el objetivo general de este trabajo de tesis es describir puntualmente el fenómeno voseante y sus características en Tuxtla Gutiérrez, han sido utilizadas metodologías capaces de darnos mejores y más amplios elementos para definir un probable proceso de cambio en curso de un dialecto específico del español en una ubicación geográfica bien delimitada con características históricas y sociales particulares, ya descritas anteriormente en el capítulo 1 de esta misma tesis. Entre las ramas que sirven de apoyo para elaborar esta tesis destacan la sociolingüística y la pragmática, cuyas herramientas de recolección, procesamiento, análisis e interpretación de datos serán medulares para este trabajo.

3.1 Selección del área de estudio Se optó por hacer el estudio en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez propiamente dicha, entendida ésta como el área urbana que abarca la cabecera misma de la capital de Chiapas, así como las zonas en constante contacto y con importante tránsito humano, es decir la cabecera municipal de Chiapa de Corzo, el territorio entre ella y Tuxtla Gutiérrez, y una sección del lado poniente de la ciudad totalmente integrada a la ciudad pero perteneciente políticamente a Berriozábal. No nos pareció pertinente para este trabajo tomar en cuenta toda la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez, conformada como un área amplia a nivel sociodemográfico, ya que la integración del municipio de Berriozábal y gran parte de Chiapa de Corzo es solamente funcional y, por lo tanto, un amplio porcentaje de dichos municipios se encuentra apartado de la mancha urbana de la ciudad y posee características socioculturales y geográficas diferentes a las de Tuxtla Gutiérrez. Esta situación es extensiva a las comunidades rurales de Copoya y El Jobo (del municipio de Tuxtla 57

Gutiérrez) y del resto de Berriozábal, ya que se considera que no forman parte de la misma comunidad de habla y sus procesos lingüísticos son alternos a lo que ocurre en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez. La selección de Tuxtla Gutiérrez como área de estudio y no otro municipio o la totalidad del estado de Chiapas responde a diversas causas; la primera de ellas es el conocimiento de la comunidad de habla por parte del autor1, quien pertenece a la misma y ha pasado ahí más de tres cuartas partes de su vida, lo que por un lado le facilitó la obtención de los datos y la elaboración intuitiva de diversas hipótesis, dada su perspectiva émica. Esto es relevante sobre todo si tomamos en cuenta algunas conclusiones de diversos autores que parecen coincidir en que el voseo aparecerá en relaciones de confianza y nunca frente a extraños (Francis, 1960; Martínez, 1980; Carricaburo, 1997; García, 2003; Abarca, 2009). Por otro lado, la elección de Tuxtla Gutiérrez también responde a una de las hipótesis planteadas para esta tesis, la cual propone que el voseo en Tuxtla Gutiérrez suele tener una función lúdica e identitaria, distinto a lo que ocurre en otras partes del estado en las cuales –si bien existe el voseo– su uso es mayoritariamente de tipo cotidiano. Otra de las razones de elegir Tuxtla Gutiérrez es que al ser una ciudad con importante flujo de inmigrantes tanto del interior del estado como de otras partes de la República (indígenas, mestizos o con otro componente racial y otras características lingüísticas), y con una población de más de medio millón de habitantes, la complejidad lingüística es grande, y tratar de abarcar otras comunidades de habla implicaría la obtención de resultados escuetos y poco delimitados.

1

Quien adicionalmente, cabe destacar, es voseante.

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3.2 Prueba de actitudes y creencias En primer lugar se optó por aplicar una prueba de actitudes y creencias que pudiera dar un panorama de la percepción émica del voseo en Tuxtla Gutiérrez y de cómo ésta pudiese influir en el actual grado de vitalidad del voseo, pues es bien sabido que la evaluación colectiva de un fenómeno tenderá a influir casi siempre de alguna manera en la preservación o desaparición del mismo; dicha prueba fue elaborada a partir de una prueba piloto aplicada a veinticuatro personas durante una práctica de campo correspondiente al Proyecto de Investigación Formativa: Sociopragmática II, en la segunda quincena de enero de 2012, en la cual participaron dos alumnos y la profesora del ya mencionado PIF2. A partir de la prueba piloto se depuraron las preguntas que parecían no dar información relevante para el estudio de las actitudes del hablante con respecto al voseo y se afinó el proceso de aplicación, reduciendo el tiempo promedio de diez minutos a tan sólo siete, esto con el fin de no molestar a los entrevistados que regularmente se encontraban realizando sus actividades cotidianas y tendían a ponerse nerviosos ante un tema socialmente estigmatizado y frente a una grabadora siempre a la vista que solía darles la impresión de estar siendo evaluados por alguien que, además, se presentaba como estudiante de lingüística3 (popularmente relacionada con normatividad de la lengua). No se hizo un cuestionario como tal, pues dada la alta probabilidad de que el voseo cuente con un prestigio encubierto4 los resultados no hubieran sido confiables, ante lo cual se optó por 2

Esto se hizo a partir de la propuesta de Henerson, Morris y Fitz-Gibbon (1987: 19) respecto a la conveniencia de anticipar los diversos resultados de las actitudes que se podrían obtener con ese mismo cuestionario. 3 Aunque por ética del investigador esta presentación era necesaria, casi siempre se hizo al final de la aplicación de la prueba, salvo cuando el hablante quería conocer los objetivos de la misma desde el comienzo. 4 Trudgill (2003: 30) lo describe “a term introduced by William Labov in his 1966 book The social stratification of English in New York City to refer to the favourable connotation that nonstandard or apparently low-status or ‘incorrect’ forms have for many speakers. Standard words, pronunciations, and grammatical forms have overt prestige in that they are publicly acknowledged as ‘correct’ and as bestowing high social status on their users. We have to assume, however, that nonstandard and apparently low-status forms do also have a kind of less publicly acknowledged or hidden prestige which leads their users to

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darle mayor peso al análisis cualitativo a partir de lo aportado por los informantes (esto más ampliado en los ejemplos que se presentan en el capítulo 5). Se llegó así a la creación de la prueba de actitudes y creencias definitiva (Apéndice 2), en la que las preguntas para obtener la información sociolingüística del informante fueron: edad (menos de 30, de 30 a 50 y más de 50 años), género (hombre, mujer) y nivel de formación académica (alto: preparatoria o más; básico: primaria terminada a preparatoria incompleta; y ninguno: primaria incompleta o menos), tal como lo propone el modelo de Collin Baker (1992: 69), en el cual menciona la influencia del contexto lingüístico como el principal factor que influye en la construcción de la actitud social ante determinado rasgo lingüístico; esto mismo está brevemente explicado en el apartado 2.4 de esta tesis y complementado en los comentarios del capítulo 6 sobre redes sociales cibernéticas. Dado que la medición de las actitudes de un determinado grupo social es bastante complicada al estar las mismas ocultas o debido a que los integrantes del grupo no hacen una reflexión consciente de ellas, se tomó la recurrencia de las respuestas como parámetro para definir la actitud del hablante en un nivel relativamente consciente. Para obtener los datos de actitudes se le presentó a los informantes algunos de los siguientes pares de ejemplos seleccionados aleatoriamente, entre los que se incluyen verbos regulares de los tres tipos (terminados en –ar, –er e –ir), así como irregulares (como ser), los cuales no fueron metódicamente ordenados para tratar de que ello no influyera en las respuestas de los informantes:

continue to use them. The covert prestige associated with such linguistic forms bestows status on the users as being members of their local community and as having desirable qualities such as friendliness or loyalty” (p. 30).

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Jala las cosas

Jalá las cosas

Hacé la comida

Haz la comida

Sos bien totoreco

Eres bien totoreco

¿So usted licenciado?

¿Es usted licenciado?

Te ríes por todo

Te reís por todo

Andá a la escuela

Ve a la escuela

Es usted buena gente

So usted (so’sté) buena gente

Ven a mi casa

Vení a mi casa

¿Quieres bailar?

¿Querés bailar?

Para cada par de enunciados que se le presentó a cada hablante se preguntó “¿cuál le parece ‘mejor’ o ‘más adecuado’? ¿Por qué? ¿Cree que signifiquen exactamente lo mismo?”, a su vez se preguntó, independientemente de la actitud inicial del hablante, si había escuchado o conocía las formas voseantes (‘Hablar de esta forma, por ejemplo usando las palabras vos, hacé, vení, etcétera, ¿usted lo ha escuchado?’). Posteriormente se presentó una serie de preguntas abiertas, esto con miras a obtener datos de la percepción del voseo pronominal. Las preguntas realizadas fueron “¿Qué significa, para usted, la palabra vos?” “¿Usted la usa? ¿Por qué?” “¿Qué significado cree que tenga entre los que la usan?” “¿Le parece que sea un rasgo ‘muy chiapaneco’?” “¿Alguien le ha prohibido usarla?”; en las mismas, se dieron ejemplos cuando fue necesario, es decir, cuando el hablante no entendía o cuando llegaba a confundirlas con la homófona voz o el parónimo box. La última de estas preguntas, la que se refiere a si es un rasgo ‘muy chiapaneco’, se realizó con el objetivo de conocer la percepción émica respecto al fenómeno voseante (pronominal) y saber si es considerado por la comunidad como un rasgo de identidad. Buscando complementar la cuestión identitaria se preguntó “Para usted, ¿es más importante ser mexicano o ser chiapaneco?”, esto para tratar de definir en las

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conclusiones si el voseo es un rasgo usado como marcador de una identidad chiapaneca, independientemente de que no sea la forma más usada ni la de mayor prestigio. Por último, se le recordó al hablante al menos un par de ejemplos de verbos con flexión voseante de los que se le presentaron en un principio y el pronombre vos, y se le indicaron pares de grupos sociales en los que según las hipótesis previas de esta tesis podría existir contraste entre la aparición o no del voseo. Dichos pares de grupos fueron los siguientes:

Hombres

Mujeres

Jóvenes

Viejos

Pobres

Ricos

Gente culta

Gente inculta

Indígenas

No indígenas

La pregunta en este punto fue quién creían que ‘hablaba así’ (voseaba), si creían que ninguno de los dos grupos correspondientes al par presentado lo hacía, o si creían que lo hacían por igual. Para finalizar esta prueba de actitudes y creencias se les preguntó a los informantes un dato sociolingüístico más, la formación académica. Se optó por hacer esta pregunta al final para tratar de no inhibir al hablante ante un tema delicado. Como categoría preestratificatoria de esta variable se propusieron inicialmente cuatro grupos: ninguna, básica (secundaria incompleta o menos), media (preparatoria) y alta (licenciatura o posgrado). Esto mismo fue simplificado en el análisis de datos por las características de los informantes que participaron a alta (preparatoria terminada o más), baja (preparatoria incompleta o menos) y ninguna (primaria incompleta o nada). 62

Independientemente de todas las respuestas anteriores, se les pidió –ya fuera de la entrevista– algún ejemplo de cómo creían que se podía usar el voseo o, si lo habían escuchado, cómo lo habían escuchado. Esto mismo fue clasificado posteriormente en las categorías de voseo verbal, pronominal, mixto o ‘no respondió’. La idea de esto fue conocer qué tipo de ejemplos son más tangibles para los miembros de la comunidad. La prueba de actitudes y creencias fue aplicada en el transcurso del mes de septiembre de 2012 utilizando una grabadora Sony ICD-PX820 y se trató de no usar las guías impresas más que como pauta, esto buscando un mayor contacto con los hablantes. Se seleccionaron informantes al azar y según su disposición en diferentes áreas públicas de la ciudad. Para facilitar la obtención de datos de los distintos grupos preestratificados se trabajó en zonas con mayor o menor grado de marginación, según la clasificación de la CONAPO (2010); entre estos estuvieron el DIF de la colonia Los Pájaros (grado de marginación alto), Mercado de los Ancianos (grado de marginación medio), Parque Cinco de Mayo (grado de marginación bajo), Barrio San Roque (grado de marginación bajo), Mercado Juan Sabines (grado de marginación bajo), Plaza Galerías Boulevard (grado de marginación muy bajo)5; en cuanto a alguna zona con grado de marginación muy alto, no hizo falta visitarla porque en los dos mercados principales de la ciudad (de los Ancianos y Juan Sabines) convergen personas de las mismas. Las áreas en donde fue aplicada la prueba se presentan en la figura 3.1.

5

Los grados de marginación que se exponen son según el Mapa de la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez: Grado de marginación urbana por AGEB, 2010, del Censo de población y vivienda 2010 del INEGI, consultado el 20 de mayo en [http://www.conapo.gob.mx/work/models/CONAPO/indices_margina/ marginacion_urbana/AnexoA/Mapas/25_Zona_Metropolitana_de_Tuxtla_Gutierrez.pdf]

63

Figura 3.1 Zonas donde fue aplicada la prueba de actitudes y creencias6

Como ya se mencionaba antes, la duración de las entrevistas fue de un promedio de 7 minutos, con la grabadora siempre a la vista y tratando de no hacer sentir incómodos a los hablantes. Se obtuvieron datos de 46 informantes, de los cuales fueron eliminados seis, uno por no ser hablante nativo de español y cinco más por estar de paso en Tuxtla Gutiérrez y ser nativos de otras regiones del estado o del resto del país. Quedaron así, pues, 40 entrevistas cuyo análisis era procesable. Las personas que colaboraron en las entrevistas están clasificadas de la manera siguiente, según las variables sociales que se propusieron7:

6

a: Plaza Galerías Boulevard. b: Mercado Juan Sabines. c: Barrio San Roque. d: Parque Cinco de Mayo. e: Mercado de los Ancianos. f: DIF Los Pájaros. 7 Se han eliminado los seis informantes que no se toman en cuenta, por lo cual la clave con el número más alto (49) no corresponde con los cuarenta informantes cuyos datos se analizan en esta tesis.

64

Tabla 3.1 Informantes entrevistados para prueba de actitudes y creencias Informante Lugar de nacimiento8 Género Grupo de edad9 Formación 1 T Mujer 1 Alta Alta 2 R Hombre 3 Alta 3 R Hombre 1 Alta 4 T Mujer 3 Alta 5 M Hombre 1 Baja 7 T Mujer 3 Alta 8 R Hombre 2 Alta 9 T Hombre 1 Mujer Baja 10 T 2 Mujer Baja 11 R 2 Ninguna 12 R Hombre 3 Mujer Baja 13 T 2 Mujer Baja 14 T 3 Ninguna 15 R Hombre 3 Alta 17 T Hombre 1 Mujer Baja 18 R 2 Mujer Baja 19 T 2 Mujer Alta 20 T 1 Mujer Alta 21 T 1 Hombre Alta 22 T 1 Hombre Alta 23 T 1 Hombre Ninguna 24 T 2 Alta 25 T Mujer 2 Ninguna 27 M Mujer 3 Alta 28 T Hombre 1 Hombre Alta 31 R 1 Baja 33 T Mujer 3 Hombre Ninguna 34 T 2 Hombre Ninguna 35 R 3 Baja 36 R Mujer 2 Alta 37 T Hombre 1 Mujer Alta 38 T 1 Mujer Baja 39 R 3 Mujer Alta 40 T 3 Mujer 41 T 1 Alta Mujer Ninguna 44 T 2 Hombre Ninguna 45 R 2 Hombre Ninguna 46 T 3 Baja 47 T Mujer 1 49 R Hombre 2 Ninguna 8

Lugar de nacimiento: T= Tuxtla Gutiérrez, R= Resto del estado, M=Resto del país. Se eliminaron todas las entrevistas de aquellas personas que no hubieran nacido en Tuxtla Gutiérrez y tuvieran menos de tres años viviendo en la ciudad. 9 Grupo de edad: 1= 13-22 años, 2= 23-35 años, 3= 36-50 años, 4= 51-70 años, 5= 71 ó más años.

65

Con todos estos resultados se pudo crear una base de datos en Microsoft Excel 2010 en la cual básicamente se tuvieron que vaciar las respuestas directas de los informantes. A pesar de ello, se tuvo que tomar una difícil decisión respecto a la clasificación que se haría de la variable ‘actitud’, y se optó –a partir de los resultados obtenidos– por usar las dos clasificaciones clásicas: positiva y negativa, divididas en las correspondientes a las formas verbales de voseo y las de la forma pronominal del mismo; para determinar la actitud de los diferentes hablantes a partir de la entrevista se hizo una interpretación reflexiva, puesto que no es factible medir cuantitativamente los mismos, tal como dicen Henerson, Morris y FitzGibbon (1987: 13). El eje para determinar la actitud hacia el voseo verbal fue la tabla de contrastes entre flexiones voseantes y tuteantes, y para el voseo pronominal fueron las respuestas a la pregunta de si creían que la palabra vos está bien usada. Cuando los hablantes dieron respuestas como “está mal”, “se oye feo” o “no es correcto”, se hizo una interpretación subjetiva –pero fundamentada en la perspectiva ética del aplicador– de que la actitud era negativa; cuando dijeron “está bien”, “es normal” o “se oye bien”, la actitud que se le atribuyó fue positiva. Sin embargo, existieron diversos casos en los que la respuesta fue, por ejemplo, “está mal pero…” o “está bien, aunque…”, y casos como estos fueron clasificados, como “ambigua”, probablemente por causa de que el fenómeno cuenta con un prestigio encubierto, aunados a los casos en que la persona se reservó sus comentarios, ya que a pesar de la deducción hecha en otros más claros, tratar de aplicar el mismo método de interpretación hubiera sido prejuicioso y hubiera llevado a un sesgo en los resultados. Dada la complejidad de este tipo de análisis, se optó –insistimos– en hacer un análisis primordialmente cualitativo, interpretando las posturas del informante y evaluando el resto de las respuestas que aportó.

66

3.3 Grabaciones de habla cotidiana Es innegable el valor que para un estudio completo de lo que sucede lingüísticamente en una determinada comunidad las actitudes y las creencias de sus miembros tienen gran preponderancia, pero ello simplemente servirá para complementar la descripción de cómo dichas percepciones influyen en la preservación o desaparición de algún fenómeno, a partir de la premisa de que las formas con menos prestigio tendrán cierta tendencia a ser menos usadas o a serlo bajo un prestigio encubierto. Por ello es importante y necesario hacer un análisis de lo que está ocurriendo realmente y no sólo de lo que la gente cree y dice que piensa, pues únicamente de esta forma se comprobará la congruencia que la comunidad guarda entre el prestigio de las formas voseantes y el uso real de éstas, y si dicho prestigio es abierto o encubierto y qué podemos concluir a partir de todo ello; para esto, se hizo una recolección de datos de conversaciones espontáneas y de gran familiaridad, sobre todo en residencias particulares de Tuxtla Gutiérrez y en universidades públicas de la misma ciudad. Cabe mencionar que la elección de los sitios en donde se hicieron las grabaciones puede parecer arbitraria en primera instancia; sin embargo, no hubo una selección como tal, sino que se dio una aleatoriedad involuntaria dependiendo de los lugares, contextos y personas más accesibles, pues se buscaban datos muy espontáneos de relaciones informales y siempre con la grabadora a la vista y con previa autorización de los participantes como un compromiso ético hacia la comunidad. A pesar de esto, muchas veces la grabadora fue encendida desde el principio de una conversación y al final de la misma se les comentó a los otros hablantes y se les pidió autorización para usar sus datos, esto con el objetivo de reducir el impacto de la llamada por Labov (1992) paradoja del observador. Dado que esta tesis pretende hacer un análisis cualitativo sustentado en lo cuantitativo, se presentarán ejemplos que precisen y amplíen el panorama del uso real del voseo en Tuxtla Gutiérrez. 67

Los datos que serán analizados en esta tesis fueron grabados entre agosto de 2010 y octubre de 2012 con una grabadora Sony ICD-PX820 y corresponden a cinco familias y cuatro grupos diferentes de amigos. Las familias habitan en la zona oriente de la ciudad y los grupos de amigos en las zonas oriente y poniente de la misma (aunque estudian en el nororiente). La duración de estas grabaciones es de aproximadamente nueve horas y en ellas participan un total de 42 personas de entre seis y ochenta años. Siempre respetando la privacidad y el anonimato de los sujetos colaboradores, se presentan aquí brevemente las características de los participantes cuyos datos sí fueron analizados para efectos de esta tesis. No se agrega en la tabla 3.2 la información de aquellos hablantes que no aportaron datos susceptibles de análisis para esta tesis, es decir aquellos no tuvieron ocurrencias de verbos con flexión tuteante, voseante o ustedeante, o de pronombres de segunda persona en los paradigmas de presente de imperativo, subjuntivo e indicativo. En total se obtuvieron 24 grabaciones diferentes, que dan un total de aproximadamente nueve horas de audio, todas ellas distribuidas de la siguiente manera y abarcando los contextos brevemente descritos en la tabla 3.3.

68

Tabla 3.2 Informantes de grabaciones cotidianas Clave de informante H 0 2 3 4 5 6 7 8 A Á B C E É F G Í J L Ñ O Ó P Q R U V Y

Género Mujer Mujer Mujer Hombre Mujer Hombre Mujer Mujer Mujer Mujer Mujer Mujer Mujer Hombre Hombre Mujer Mujer Hombre Hombre Mujer Hombre Hombre Hombre Hombre Hombre Hombre Hombre Hombre Mujer

Edad 8 21 22 21 22 21 21 21 22 30 41 45 52 22 23 76 80 22 48 31 26 49 22 38 40 51 19 44 46

69

Nivel de formación No aplica Alta Alta Alta Alta Alta Alta Alta Alta Baja Alta Alta Baja Alta Alta Baja Baja Alta Baja Baja Alta Alta Alta Baja Baja Baja Alta Baja Alta

¿Tuxtleco? Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí No Sí Sí Sí Sí Sí No Sí

Tabla 3.3 Datos de grabaciones Ubicación10

Clave

Duración

TUX-F2F-1

39 minutos, 59 segundos

G

C es madre de A y hermana de B; B tía de A, esposa de O y madre de N y H. Conversan en una casa particular sobre diversos temas, pero principalmente S y L se ponen de acuerdo para la inscripción a un programa de apoyo gubernamental

TUX-F2F-2

15 minutos, 49 segundos

G

B es tía de A y madre de E; D es padrastro de A y compadre de B. La plática se da, nuevamente, en la misma casa de la grabación anterior

TUX-F2F-3

16 minutos, 13 segundos

F

R y F son hermanas, ésta segunda también es madre de B y de C. B, a su vez, es madre de H y de E, y esposa de O. La conversación es la sala de la casa de F.

TUX-F2F-4

11 minutos, 44 segundos

E

B y C son hermanas; B es mamá de H y E, y tía de I. Se encuentran en la sala de la casa de B.

TUX-F2F-5

21 minutos, 2 segundos

F

B es hermana de C y de J, tía política de L y cuñada de K. A su vez, L es madre de M y B lo es de E. F es madre de B, E y J. Todos se encuentran conversando en la sala de la casa de F, después de años de no ver a L y M.

TUX-F2F-7

34 minutos, 3 segundos

F

F es madre de J y de B, y esta última es madre de H y de E, esposa de O y tía de I. Todos están en la sala de la casa de F comiendo.

TUX-F2F-8

51 minutos, 28 segundos

D

O y B son esposos; B es madre y O es padrastro de E. La plática se da en un automóvil que se mueve de la casa de B y O (en el oriente) hacia la zona poniente de la ciudad.

TUX-F2F-9

12 minutos, 38 segundos

J

P es líder colonial de una zona suburbana de Tuxtla Gutiérrez-Chiapa de Corzo. B, Q y R son habitantes de dicha colonia y S es secretaria de P. La grabación corresponde a los comentarios finales por parte de P después de una audiencia con el gobierno municipal, y el resto de los participantes emiten ocasionalmente sus puntos de vista; se da en un parque público.

TUX-F2F-10

6 minutos, 15 segundos

E

C, B y J son hermanas; C es esposa de D, y éste es cuñado de B y J. La conversación se da en la sala de la casa de la madre de C, B y J, quien no se encuentra presente.

TUX-F2F-11

7 minutos, 1 segundo

H

C es hermana de B y practica la clarividencia con U, conocida de ambas. Se da en la casa de U y su familia, la cual está presente pero no participa activamente en la conversación.

TUX-F2F-12

0 minutos, 41 segundos

H

B y C son hermanas y excuñadas de V, quien ahora es esposo de Y y padrastro de 1 y U,

10

Contexto

Ubicaciones coindizadas en la figura 3.2.

70

TUX-F2F-13

34 minutos, 42 segundos

H

TUX-F2F-14

7 minutos, 21 segundos

H

TUX-F2F-15

13 minutos, 11 segundos

H

TUX-F2F-16

37 minutos, 0 segundos

C

2, 4, 6, 7 y 8 son todas estudiantes que van a comer a una taquería (en donde se da la conversación) después de clases de la universidad.

TUX-F2F-18

43 minutos, 18 segundos

B

Participan las mismas personas de la conversación anterior, a las que se suma otra que no participa activamente en la conversación, la cual se da en la casa de 2 y es una pequeña reunión con el objetivo de beber alcohol.

TUX-F2F-19

6 minutos, 47 segundos

C

Ñ, 3 y 5 platican en los pasillos de la facultad de psicología de la universidad. Todos son amigos entre ellos.

TUX-F2F-20

0 minutos, 52 segundos

C

En esta muy breve conversación no existieron datos verbales ni pronominales.

TUX-F2F-21

0 minutos, 20 segundos

C

Ñ habla con N; dada la brevedad de la conversación, no se puede determinar quién es N. La plática se da en el patio de la universidad.

TUX-F2F-23

2 minutos, 39 segundos

C

Ñ y O son compañeros de la universidad y amigos. La conversación es en un periodo entre clases en la universidad.

TUX-F2F-25

10 minutos, 20 segundos

C

Ó es profesor universitario y habla con Ú, quien es su alumno. La conversación se da en un salón de la universidad antes de iniciar una clase.

TUX-F2F-26

2 minutos, 17 segundos

C

Ñ y W están platicando en un pasillo de la universidad. Ellos son novios y compañeros.

TUX-F2F-27

129 minutos, 23 segundos

I

F es madre de B. quien a su vez lo es de E y H. Se encuentran jugando lotería en un patio de una casa de una zona suburbana de Tuxtla Gutiérrez – Chiapa de Corzo.

TUX-F2F-28

34 minutos, 8 segundos

K

C y B son hermanas y se encuentran en una sala de espera de un hospital privado con á, quien resulta ser prima de ambas. B es madre de A, quien también es sobrino de C.

TUX-F2F-29

2 minutos, 7 segundos

C

Ñ y 6 son compañeros de universidad. La conversación se da en la entrada de la misma por la mañana al saludarse.

además de abuelo putativo de X. B es madre de E, quien es sobrino de C y V (aunque no oficialmente de este último). Estas conversaciones se llevan a cabo en la casa de V y Y.

71

En primera instancia, estos datos han sido vaciados en un documento de Microsoft Excel 2013 tomando en cuenta solamente los datos pronominales o de flexión verbal cuya aparición explícita podría alternar con voseo, dado que es el tema de esta tesis, es decir verbos en imperativo (pásame vs. pasame) presente de indicativo (eres vs. sos) y presente de subjuntivo (veas vs. veás) todos de segunda persona singular11.

Figura 3.2 Lugares en donde fueron realizadas las grabaciones12

De cada uno de estos datos se determinaron diferentes variables para poder hacer un estudio más profundo, las cuales son emisor (clave del emisor), receptor (clave del receptor)13, género del emisor (hombre o mujer), edad del hablante (menos de 30, 30 a 50 o más de 50), nivel de formación de hablante (ninguno, bajo o alto), relación entre los participantes (equitativa, emisor superior a receptor o receptor superior a emisor), 11

Como ya se mencionó en el capítulo anterior, no apoyamos la propuesta del voseo en formas de pretérito de subjuntivo e indicativo y de copretérito de Susana Francis (1960). 12 A: Bar en Terán, Tuxtla Gutiérrez. B: Colonia popular, Terán, Tuxtla Gutiérrez. C: Facultad de Psicología, UNICACH. D: Colonia Niño de Atocha, Tuxtla Gutiérrez. E: Colonia Cerro Hueco, Tuxtla Gutiérrez. F: Colonia Ribera de Cerro Hueco, Tuxtla Gutiérrez. G: Colonia Patria Nueva, Tuxtla Gutiérrez. H: Colonia La Misión, Tuxtla Gutiérrez. I: Colonia Adriana Gabriela de Ruiz Ferro, Chiapa de Corzo, Tuxtla Gutiérrez. J: Centro de Chiapa de Corzo, Tuxtla Gutiérrez. Mapa creado a partir de la aplicación Google Maps, disponible el 14 de junio de 2013 en [https://www.google.com.mx/maps/] 13 Estas dos no son propiamente variables, pero se hicieron para facilitar la clasificación de los materiales y presentar un mejor análisis.

72

pronombre (tú, vos, usted o implícito). Cuando hubo un pronombre explícito se analizó la función pronominal (vocativo, sujeto) y la posición pronominal (antepuesto, pospuesto o pronombre implícito); con respecto al verbo flexionado se codificó el tipo de flexión (voseante, tuteante o ustedeante) y el modo (indicativo, imperativo o subjuntivo). También se distinguió el tipo de discurso (directo o referido); de la variable tipo de discurso vale la pena mencionar que fue importante introducirla dado que es obvio que el hablante, al citarse a sí mismo o a alguien más, no lo hace textualmente, sino a partir de sus recuerdos, interpretación y objetivos pragmáticos. Asimismo, se añadió una breve transcripción de cada uno de los turnos de habla para poder facilitar el análisis. En total se obtuvieron 778 datos en donde aparecen las flexiones verbales susceptibles morfológicamente de alternar con voseo y/o un pronombre explícito tú o vos. Para el análisis de todos estos datos se ha utilizado el ya mencionado Microsoft Office Excel 2013, el software libre Audacity 2.0.3 y el programa especializado en el análisis multivariable Goldvarb

X

para Mac y Windows (Sankoff, Tagliamonte y Smith,

2005).

3.4. Otro tipo de datos Adicionalmente se presentan los datos de redes sociales cibernéticas como Facebook, Twitter, Metroflog y YouTube que permiten conocer las formas de tratamiento usadas en las interacciones entre tuxtlecos a través de la red y cómo la world wide web es testigo de lo que está ocurriendo lingüísticamente en Tuxtla Gutiérrez y difusora de estos mismos procesos. Aunque es imposible determinar el número de datos lingüísticos, y específicamente voseantes, que existen en la red, se presenta un pequeño muestreo de diversos usuarios de las comunidades virtuales y sus respectivas formas de tratamiento, con 73

lo que se busca presentar un panorama de lo que ocurre también en ese campo. Además, se adjuntan diversas imágenes y memes que corroboran la vitalidad del voseo en Tuxtla Gutiérrez y confirman su uso lúdico e identitario. Dado que el internet puede resultar anacrónico al obtener datos del mismo, se presenta sólo información recabada entre 2012 y el primer trimestre de 2013. Asimismo, se hace un análisis de la reacción de los usuarios pasivos de estos servicios que fueron recogidos de los comentarios posteados respecto a determinadas imágenes, estatus (Facebook) o tuits (Twitter). Por otro lado, se incluyen datos rescatados de algunas propagandas (gubernamentales y comerciales), esto con el objetivo de tratar de comprender la perspectiva que se tiene respecto a este fenómeno lingüístico por parte de sectores institucionales. Aunque este tipo de datos son muy escasos, vale la pena hacer un recuento de lo mismo para lograr tener un panorama todavía más amplio del fenómeno voseante en Tuxtla Gutiérrez. Ya que se ha tenido la posibilidad de hacer trabajo de campo directamente en la comunidad y quien escribe esta tesis es miembro de la misma, ha sido factible elaborar una serie de anotaciones de cómo se ha escuchado el voseo en lugares comunes como parques, plazas, mercados, transporte público, etcétera, en los cuales la documentación con grabadores u otros sistemas no fue viable, pero en los que en la medida de lo posible se ha recogido en anotaciones; estas mismas se presentan en el último apartado acompañadas de una serie de comentarios y reflexiones tanto émicas como éticas por parte del autor de esta tesis.

74

4. RESULTADOS DE DATOS DE PRODUCCIÓN EN CONVERSACIONES COTIDIANAS

A partir de los datos recogidos en las grabaciones de conversaciones cotidianas se hizo una clasificación sistemática de una serie de variables consideradas pertinentes para describir el voseo (cfr. Capítulo 2). Los resultados generales de este análisis se presentan en 4.1; en 4.2 se describen las variables extralingüísticas tomadas en cuenta para clasificar a los emisores, que fueron género, edad, formación académica; además, se consideró el género del destinatario y el tipo de relación jerárquica entre los participantes. En 4.3 se presenta un análisis detallado de los datos de cada informante, esto con el objetivo de dar al lector un panorama más amplio de cada uno de los individuos que participaron en las conversaciones documentadas; por último en 4.4 se presentan los resultados del análisis de las variables lingüísticas como el tipo de voseo (pronominal, verbal, mixto pronominal, mixto verbal y voseo respetuoso), su relación con el modo (indicativo, imperativo y subjuntivo) y la posición pronominal respecto al verbo (antepuesto y pospuesto), así como una clasificación de los verbos voseantes más recurrentes.

4.1 Resultados generales A partir de la base de datos creada en Excel se obtuvieron 778 datos que corresponden a todos los verbos flexionados en segunda persona singular en presente de los modos indicativo, subjuntivo e imperativo tanto de manera tuteante, voseante y ustedeante, por ser estos contextos sintácticos en los que se presenta alternancia entre los tres sistemas de tratamiento vigentes en Tuxtla Gutiérrez; del mismo modo, se incluyeron todos los pronombres tú y vos explícitos (es decir, aquellos que tuvieran función de sujeto o vocativo) y los pronombres usted acompañados de verbos flexionados según el paradigma 75

correspondiente (con función de sujeto, pues no aparecieron con función de vocativo en los mencionados verbos). Se documentó además un caso de vos explícito con función de objeto directo. Se incluyó un caso de vos explícito que apareció con una flexión de pretérito (vos le abriste), cuyo análisis es interesante al ser un caso de vos que al ser sólo uno no llega a corromper los resultados y debe ser considerado como ocurrencia de voseo. Aunque interesantes, para evitar un sesgo en los datos se dejaron fuera todos los verbos cuya flexión de segunda persona no permitiese definir morfológicamente si su carga semántica era de tipo voseante o tuteante (por ejemplo los marcadores discursivos ve y velo), verbos en pretérito y futuro, y algunas otras formas verbales como estás y vas. En el caso del imperativo del verbo ver, ya sea solo o acompañado del clítico lo, es importante mencionar que amerita un estudio más profundo, probablemente de tipo pragmático y entonativo, ya que a partir de eso se podría determinar si su carga es de tipo voseante o ustedeante (lo cual morfológicamente no se puede saber); como dato, cabe mencionar que de los 830 datos originales se eliminaron 52 ocurrencias de ve y velo, por las causas ya mencionadas. El total de los datos pertenece a 29 informantes que aportaron al menos una ocurrencia de las formas ya descritas, y los resultados generales del análisis son presentados en la tabla 4.1.

Tabla 4.1 Resultados generales respecto a los tres sistemas de tratamiento coexistentes en Tuxtla Gutiérrez a partir de los datos recogidos F % Tuteo 386 49.6 Voseo 220 28.3 Ustedeo 172 22.1 Total 778 100

76

Como podemos observar, el tuteo representa casi la mitad de apariciones del total de los datos (49.6%), mientras que el voseo (28.3%) se encuentra bastante cercano al ustedeo (22.1%). Estos resultados parecen indicar que no existe una alternancia equitativa entre las emisiones voseantes y tuteantes, pero sí entre el voseo y el ustedeo –este primero superando, incluso, a la forma de respeto de segunda persona–, lo cual es bastante obvio si se toma en cuenta que ambos sistemas tienen un uso restringido directamente dependiente de lo que las exigencias contextuales requieren en determinado momento (por ejemplo mayor confianza y cercanía, y relaciones jerárquicas de igualdad). Una de las cuestiones que es necesario mencionar es que no podemos fundamentar que el voseo esté siendo sustituido por el tuteo, en primer lugar porque al no existir datos de lo que ocurrió en generaciones anteriores no es posible hacer un estudio en tiempo real (Labov, 1996), y en segundo porque aunque ciertamente los informantes de mayor edad tienen más ocurrencias de verbos en flexión voseante, también es necesario mencionar que el porcentaje de tuteo en este grupo es altísimo (como se desglosará más adelante). Los resultados del análisis indican que el voseo aparecerá –casi exclusivamente– cuando en las conversaciones el tema es informal y lúdico (contexto que tradicionalmente arroja datos espontáneos del habla, con los que aquí se trabaja); esto siempre ocurre en relaciones de igualdad entre emisor-receptor o de desigualdad cuando el hablante tiene mayor jerarquía sobre el oyente. La excepción a esta hipótesis la encontramos en los adultos mayores, los cuales alternan entre voseo y tuteo, más bien en función de la relación jerárquica guardada entre ellos y el receptor; se puntualizará en esto más adelante (cfr. apartado 4.2.4) al hacer el cruzamiento de los distintos resultados de los datos.

77

4.2 Variables sociales Las variables sociales analizadas son género (debido a la premisa generalizada de su influencia en los procesos de variación y cambio lingüísticos), edad –que permitirá determinar si hay un cambio en curso en cuanto al voseo y el nivel de formación académica (la cual determina un comportamiento menor o mayormente normativo respecto a las formas canónicas y de mayor prestigio dentro de determinada comunidad de habla).

4.2.1 Género A pesar de la participación mayoritaria de mujeres en las conversaciones (cfr. 4.3) a las que se tuvo acceso, con 94 datos aportados por los hombres podemos hacer ciertas generalizaciones que nos llevan a pensar que la variable de género es pertinente e influye en la aparición o no aparición del voseo. El género tiene un importante papel en nuestros resultados, pues destaca que las mujeres vosean más que los hombres en relación de casi 3 a 1 (30.3% versus 11.7%), como se puede observar en la tabla 4.2 y la figura 4.1.

Tuteo Voseo Ustedeo Total

Tabla 4.2 Recurrencia de los distintos sistemas de tratamiento a partir del género del emisor Mujeres Hombres F % F % 317 46.3 69 73.4 209 30.6 11 11.7 158 23.1 14 14.9 684 100 94 100

78

100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0

73.4

46.3 30.6 23.1 11.7

Tuteo

Voseo Mujeres

14.9

Ustedeo

Hombres

Figura 4.1 Porcentajes de tuteo, voseo y ustedeo en los resultados de las grabaciones a partir del género del emisor

Porcentualmente (como podemos observar en la figura 4.1), el género de los emisores parece ser una variable relevante para determinar si alguien vosea o no, y es interesante observar que, en nuestros datos, las mujeres vosean casi el triple que los varones, mientras que estos parecen tener una mayor tendencia hacia el tuteo (73.4% en hombres y 46.3% en mujeres); en el caso del ustedeo se observa cierta uniformidad con apenas 8.2% de diferencia a favor de las mujeres; sin embargo, en las grabaciones donde más participan los hombres hay pocas personas de mayor jerarquía. Vale la pena también destacar que no se analizan datos de conversaciones en donde la participación es sólo masculina, y por lo tanto no es posible describir qué ocurre en dichas interacciones (por ejemplo cuando hablante F dice que un joven uso el voseo respetuoso para dirigirse hacia ella, no tenemos forma de corroborar el dato). Estos resultados contrastan de manera marcada con los de la prueba de actitudes y creencias (cfr. Apartado 5.2), a partir de la cual se determinó que las respuestas más 79

recurrentes ante las preguntas ¿Usted cree que los hombres vosean? y ¿Usted cree que las mujeres vosean?– indican que más personas (80%) consideran que son los hombres quienes suelen vosear, contra el 57.5% que piensa que son las mujeres las que lo hacen1. Para el análisis del género de los receptores se eliminaron los casos de discurso referido, pues en esos casos el hablante asume el rol de una tercera persona (atribuyéndole formas lingüísticas no necesariamente correspondientes con la realidad y usando tratamientos pronominales de los que él puede ser el receptor), a partir de lo cual quedaron un total de 509 datos de receptores en discurso directo. El género del receptor parece no ser determinante a la hora de vosear, pues si bien el porcentaje de mujeres receptoras de emisiones voseantes fue mayor que el de los hombres, la diferencia porcentual es de apenas el 0.2%, como podemos ver en la tabla 4.3 y la figura 4.2.

Tabla 4.3 Frecuencias y porcentajes de aparición de datos de los distintos sistemas de tratamiento a partir del género del destinatario Mujeres Hombres F % F % Tuteo 181 47.8 84 64.6 Voseo 123 32.5 42 32.3 Ustedeo 75 19.8 4 3 Total 379 100 130 100

1

Se profundizará más en los resultados de la prueba de actitudes y creencias en el capítulo siguiente.

80

100 90 80 64.6

70 60 50

47.8

40

32.5

32.3

30

19.8

20 10

3

0 Tuteo

Voseo Mujeres

Ustedeo

Hombres

Figura 4.2 Porcentajes de aparición de datos correspondientes a los distintos sistemas por género del destinatario

Este hecho contrasta enormemente con el porcentaje de tuteo que recibieron los hombres, que con 64.6% representa una diferencia de 16.8% respecto a las mujeres receptoras. Al igual que en el caso del género del emisor, vale la pena resaltar el bajísimo porcentaje (3%) de hombres receptores de ustedeo; esto sucede porque en los datos no participan con el rol de superioridad jerárquica, sino en igualdad y cercanía, por lo cual éste reducido número de trato ustedeante hacia los varones no es susceptible de análisis, pero tampoco llega a ser inexistente en relaciones de igualdad jerárquica; en el caso de los datos presentados el trato entre compadres es tradicionalmente ustedeante. Podemos decir, pues, ya con toda seguridad, que en nuestros datos son las mujeres quienes más vosean y que su diferencia entre datos emitidos voseantes y tuteantes de apenas 15.7% deja entrever que –aunque el tuteo es más frecuente que el voseo entre ellas– en un muy importante número de las emisiones se opta por vosear; esto mismo no ocurre en 81

el caso de los hombres, quienes sí son marcadamente tuteantes (67.3%) así como son más tuteados que las mujeres (64.6%); igualmente podríamos decir que el porcentaje de emisiones voseantes por parte de mujeres (30.6%) se corresponde directamente con el de emisiones recibidas por dicho grupo (32.5%), caso distinto al de los hombres, quienes reciben voseo en el 32.3% de los datos, versus el 15.4% en los que son emisores, menos de la mitad. De los 509 datos que se analizaron para la variable de género del emisor, vale la pena hacer un cruzamiento del género del emisor con el género del receptor para los porcentajes de voseo; los resultados de dicho análisis se presentan en la tabla 4.4.

Tuteo Voseo Ustedeo Total

Tabla 4.4 Porcentajes de uso de los distintos sistemas de tratamiento según el género del emisor y del receptor Mujer→Mujer Mujer→Hombre Hombre→Mujer Hombre→Hombre % % % % 43.5 61.8 76 80 36.8 34.5 4 20 19.8 3.6 20 0 100 100 100 100

Como podemos observar, este cruce indica que el voseo es un rasgo básicamente femenino, pues el mayor número de ocurrencias se da cuando una mujer es emisora y otra receptora (36.8%). Aunque en este tipo de relación el tuteo sigue siendo predominante, la diferencia entre ambas formas de tratamiento (tuteo y voseo) es de tan solo 6.7%. Los casos de hombres emisores y mujeres receptoras son los que menor porcentaje de voseo concentraron, con sólo 4%, lo que nos lleva a pensar que en ese tipo de relaciones no es frecuente el fenómeno. De igual manera, cabe destacar que el 0% de ustedeo de hombres hacia hombres y el 3.6% de mujeres hacia hombres no es verosímil, pues dicha forma es la

82

esperable en el tratamiento hacia personas de mayor jerarquía, pero en estas grabaciones se obtuvieron esos datos debido a las características de las mismas y de sus participantes (ya destacadas en el capítulo 3: Metodología), en las cuales no tenemos conversaciones en donde coincidan hombres de menor jerarquía con otros en situación de superioridad.

4.2.2 Edad La variable social de edad es probablemente la más relevante, ya que según nuestra hipótesis inicial, y tomando en cuenta el tiempo aparente, aunque los adultos han ido dejando de usar el voseo y hay un evidente decremento con respecto a los adultos mayores (19.4% versus 43.2%), entre los jóvenes existe cierto repunte con fines identitarios y lúdicos, pues éste mismo se considera un rasgo propio del habla de Tuxtla Gutiérrez. Dicha recuperación del voseo por parte del grupo de edad más joven que se está analizando (menores de 30 años) es evidente en el 24.8% de emisiones voseantes, como puede observarse en la tabla 4.5 y la figura 4.3.

Tabla 4.5 Porcentajes y frecuencias de tuteo, voseo y ustedeo según la edad del emisor Jóvenes Adultos Adultos mayores F % F % F % Tuteo 77 65.8 177 44.60 132 50 Voseo 29 24.8 77 19.40 114 43.2 Ustedeo 11 9.4 143 36 18 6.8 Total 117 100 397 100 264 100

83

100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0

65.8 44.6

50 43.2 36 24.8

19.4 9.4

Tuteo

Voseo Jóvenes

Adultos

6.8 Ustedeo

Ancianos

Figura 4.3 Porcentajes de tuteo, voseo y ustedeo según la edad del emisor

Esto nos habla de que, si bien los jóvenes vosean mucho menos que los adultos mayores, sí lo hacen más que las personas adultas, quienes a su vez son los que menos tutean y más ustedean. En clara oposición, los jóvenes optan más por el tuteo y menos por el ustedeo, lo cual coincide con lo que ocurre en otras ciudades como Guadalajara y México (cfr. Orozco, 2010). De igual forma, el grupo de menor edad vosea poco (24.8%) con respecto al tuteo (65.8%), pero sí lo hace más que los adultos, lo que tiene sentido considerando la presunción del rescate por parte del grupo de menor edad con fines de entretenimiento e identitarios, lo cual no ocurre ni en los adultos (aunque este grupo sí llega a darle un valor lúdico) ni entre los adultos mayores, quienes lo usan más de manera cotidiana. Por otro lado, vale la pena mencionar el caso del ustedeo y la similitud de los resultados de los jóvenes con los de los adultos mayores. Esto responde más bien a cuestiones contextuales, pues los de menor edad interactuaron poco con miembros de los 84

otros grupos de edad que jerárquicamente estarían en superioridad, y los adultos mayores no suelen estar en inferioridad jerárquica en una sociedad como la nuestra en que la senectud es considerada un valor muy preciado, por lo que ellos sólo ustedean a autoridades, a adultos y adultos mayores desconocidos, y a personas con las que tienen lazos de compadrazgo. Obtenemos, pues, que los tres grupos etarios optan mayormente por el tuteo respecto al voseo, pero la diferencia entre los adultos mayores es del 6.8% entre una y otra forma de tratamiento, del 25.2% entre los adultos, y del 41% entre los jóvenes, los cuales a su vez parecen optar menos por las formas verbales y pronominales del ustedeo, que en su grupo de edad representan apenas el 9.4%. En la figura 4.4 se representa gráficamente el decremento vivido por el voseo del grupo de adultos mayores al de adultos y el ligero repunte del mismo fenómeno entre los jóvenes.

100 90 80 70 60 50 40

43.2

30 20 19.4

10

24.8

0 Ancianos

Adultos

Jóvenes

Figura 4.4 Gráfica de decremento (adultos mayores-adultos) y repunte (adultos-jóvenes) del voseo

85

A partir de la hipótesis del tiempo aparente se puede hablar de un decremento del voseo de 23.8% entre el grupo de edad de los adultos mayores y los adultos. En opinión del autor de esta tesis, este cambio ha sido catalizado por el boom de los medios de comunicación nacionales en la entidad a partir de finales de los años ochenta y por la continua inmigración al estado durante los últimos veinte años, ambos hechos causantes de la estigmatización del fenómeno, y una búsqueda de adaptarse al español tuteante del resto del país; paradójicamente, por las mismas causas ocurre exactamente lo contrario en términos cualitativos, ya que los jóvenes han buscado la recuperación de dicho rasgo lingüístico precisamente para diferenciarse de las personas que no son de la región y llegar a la construcción de una identidad local; esto se deja ver en el pequeño aumento del voseo de 5.4%.

4.3.3 Escolaridad El análisis de la siguiente variable responde directamente a la importancia de la misma para el estudio de la variación lingüística, así como a los comentarios hechos por Susana Francis (1960) y a la creencia popular dentro de la comunidad –que opina en la prueba de actitudes y creencias (cfr. Capítulo 5), que las personas con menor formación académica son las que suelen vosear. Es importante mencionar que esta variable no fue pertinente según el análisis binomial de ascenso y descenso; esto es probable que se deba a que todas las personas del grupo de edad 1 (menores de 30 años) son de escolaridad alta; independientemente de ello, se presentan los resultados en la tabla 4.6 para continuar ampliando el panorama de lo que ocurre con el voseo.

86

Tuteo Voseo Ustedeo Totales

Tabla 4.6 Frecuencias y porcentajes de tuteo, voseo y ustedeo según la escolaridad de los hablantes Ninguna Básica Superior F % F % F % 146 52.3 36 45.6 204 48.6 114 40.1 7 8.9 99 23.6 19 6.8 36 45.6 117 27.9 279 100 79 100 420 100

Aunque efectivamente se corrobora tanto lo propuesto por Francis como la creencia de los hablantes –con un 41.6% de voseo, respecto a sus propios datos, emitidos por personas con ninguna formación–, llama la atención que la diferencia entre dicho porcentaje y el 8.9% de casos de voseo de personas con formación básica es de 32.7%, mucho mayor al 18% de distancia que existe entre los casos de voseo de este primer grupo y los de personas con formación superior. Esto deja entrever que, si bien no tenemos los elementos concretos para afirmarlo, sí podemos pensar que las personas con formación básica cuentan con cierta conciencia lingüística que los lleva a estigmatizar el ya citado rasgo lingüístico, que es la misma que llevaría al grupo de formación superior a tener una ocurrencia más alta de emisiones voseantes que, aunque lejana a 41.6% de las de las personas sin formación académica, sí llega a representar casi una cuarta parte. No podemos determinar si el rescate del fenómeno voseante por parte de los jóvenes se da también entre las personas de baja formación académica, pues no contamos con datos de ese grupo de escolaridad en personas de menos de 30 años. En el caso de las personas sin instrucción formal, se puede pensar que son ellas quienes más vosean no por no estigmatizar el fenómeno (hecho que se fundamenta en el siguiente capítulo con un 75% de actitud negativa de los grupos sin ninguna formación académica y de formación básica hacia las formas verbales del voseo), sino más bien por la 87

poca conciencia lingüística de dicho sector, que le permite ser más espontáneo en sus emisiones lingüísticas. Se comenta también de paso que llama la atención que esta variable no parece ser relevante en cuanto al uso del tuteo, pues los tres grupos se encuentran alrededor del 50%, siendo los de formación académica baja quienes más lo usan (51.8%) y los de básica los que menos lo hacen (44.5%), con una diferencia máxima de 7.3%. Éste no es el caso del ustedeo, el cual las personas con formación básica usan hasta el 45.6% de las veces (en igual número de ocurrencias que el tuteo), porcentaje mucho mayor al de las personas con formación académica superior (27.9%) y muy lejano al 6.6% de las emisiones ustedeantes de los grupos sin formación académica; este dato es muy relevante, pues aunque el uso del ustedeo responde a situaciones contextuales para dirigirse a un interlocutor de mayor jerarquía, lo esperable sería que este estrato tuteara menos y ustedeara más (Kim Lee, 1989; Orozco, 2006; Orozco, 2010), cosa que aquí no ocurre, pues este grupo es el que mayor tendencia tiene hacia el tuteo, también contrario a propuestas anteriores.

4.2.4 Jerarquía entre los participantes Esta variable extralingüística es tomada en cuenta debido a las propuestas de autores como Brown y Gilmann (1960), que mencionan la relación jerárquica entre dos hablantes como un importante factor que influye directamente en la elección por parte del hablante de un sistema u otro, considerando elementos como la edad (una persona de un grupo etario mayor tiene esa jerarquía sobre otra), parentesco (padres, tíos y abuelos tienen mayor jerarquía social sobre hijos, sobrinos y nietos, mientras que hermanos y primos están en igualdad) y roles sociales (líderes y autoridades tienen mayor jerarquía sobre sus subalternos). 88

Considerando esto, se ha hecho un análisis de cómo la relación entre los actuantes de una conversación puede promover o inhibir la aparición del voseo. Los resultados del análisis de los datos a partir de esta variable se encuentran en la tabla 4.7 y la figura 4.5.

Tuteo Voseo Ustedeo Total

100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0

Tabla 4.7 Frecuencias y porcentajes de tuteo, voseo y ustedeo a partir de la relación entre los participantes Igualdad Emisor > receptor Emisor < receptor F % F % F % 224 57.9 132 51.8 30 22.1 119 30.7 89 34.9 12 8.8 44 11.4 34 13.3 94 69.1 387 100 255 100 136 100

69.1 57.9

51.8 34.9

30.7 22.1

8.8 Tuteo Igualdad

Voseo Emisor > receptor

11.4 13.3

Ustedeo Emisor < receptor

Figura 4.5 Porcentajes de tuteo, voseo y ustedeo a partir de la relación entre los participantes

Como podemos observar, cuando la relación entre hablante-oyente es de igualdad se suele optar por un tratamiento tuteante (57.9%) o voseante (30.7%), y sólo en pocas ocasiones se prefiere el ustedeo (11.4%); esa baja, pero existente, ocurrencia de ustedeo entre personas en igualdad responde precisamente a cuando el emisor no conoce al 89

receptor, y por lo tanto suele ustedearlo. Cuando el emisor tiene una mayor jerarquía que el receptor, también se opta por el tuteo (51.8%) y el voseo (34.9%); éste último es más frecuente en este tipo de relaciones, aunque es cercano al 30.7% de emisiones voseantes que se dan entre personas en igualdad de jerarquía. En el caso de emisores que ustedean al receptor siendo estos primeros de una jerarquía más alta, tenemos un importante 13.3%, que en los datos analizados responde nuevamente de forma directa a la distancia existente entre los participantes, es decir, se suele ustedear a las personas desconocidas independientemente de la jerarquía existente. En cuanto a las emisiones en las que el hablante tiene menor jerarquía que el oyente –como era esperable–, la norma es el ustedeo, que alcanza hasta un 69.1%. Sin embargo, es precisamente en este tipo de relaciones en las que destaca un 22.1% de tuteo y un 8.8% de voseo, este último muy significativo pues, si bien no es un porcentaje importante, es contrario a lo esperable. Cabe mencionar que ese 8.8% representa 12 datos, de los cuales 2 son voseo respetuoso (‘so usted’), en discurso referido, y corresponden a una mujer de la tercera edad al rememorar cómo un joven se dirigió a ella, mientras que cinco datos más son casos de voseo en discurso referido que no reflejan ese tipo de relación jerárquica, porque al narrar el hablante es el destinatario de ese trato y adopta las formas lingüísticas que cree que le puede atribuir al emisor referido, y los cinco restantes corresponden a tres informantes que los usan para dirigirse a sus respectivas madres, como es el caso que vemos en (1) en donde una hija del grupo de edad 2 se dirige a su madre, que es del grupo de edad 3, con un imperativo voseante

(1) Preguntale al Naiber si no lo vio dónde lo puso mi tío (informante A)

90

Ambos informantes presentan una gran cercanía y confianza con sus progenitoras y es esto lo que promueve el uso del voseo para dirigirse hacia ellas. Cabe destacar que los dos alternan entre esa forma de tratamiento y el tuteo para hablarles a sus madres.

4.2.5 Análisis global del modelo estadístico de las variables sociales El modelo del análisis de probabilidad escalonada realizado con Goldvarb

X

seleccionó

como las variables más importantes en primer lugar edad, después jerarquía entre los participantes, en tercer lugar género del destinatario y por último género del emisor o hablante y eliminó escolaridad. Estos resultados arrojan la probabilidad de que los adultos mayores son quienes más favorecen el voseo, mientras que los jóvenes y los adultos no lo hacen; sin embargo; la probabilidad de voseo es más alta en el grupo de jóvenes (aunque este grupo no lo favorece) que en el de adultos y esto confirma las tendencias planteadas en el apartado 4.2.2. Con respecto a la jerarquía, la probabilidad indica que tanto en las relaciones de igualdad (0.550) como en aquellas en que el hablante tiene mayor jerarquía que el destinatario (0.557) se favorece el voseo, mientras que el voseo no es favorecido cuando el hablante tiene menor jerarquía que el destinatario (0.270). Como se mencionó en el apartado 4.2.1, para la variable género del destinatario se codificaron por separado los casos de discurso referido; esto explica que en el análisis escalonado haya sido seleccionada esta variable, dado que tanto hombres (0.537) como mujeres (0.573) favorecen el voseo, pero en los casos de discurso referido (0.384) el voseo no es favorecido, y así se veía la tendencia en la gráfica de la figura 4.2.

91

La última variable seleccionada, género del hablante, indica que las mujeres confirman los resultados porcentuales descritos en la tabla 4.2 y la figura 4.1, es decir que las mujeres favorecen el voseo (0.533) y los hombres no lo hacen, con una probabilidad de 0.270. Estas probabilidades seleccionadas por el análisis binomial se presentan en la tabla 4.8. Tabla 4.8 Probabilidad escalonada de aparición de voseo a partir del análisis de ascenso y descenso Variable Edad

Probabilidad 50 años

0.488 0.408 0.641

Igualdad Emisor < Receptor Emisor > receptor

0.553 0.257 0.641

Mujer Hombre Referido

0.573 0.537 0.384

Mujer Hombre log. ver.= -416.331; p= 0.001

0.533 0.279

Jerarquía

Género del receptor

Género del emisor

4.3 Resultados por informantes Tenemos que aclarar que por las mismas características de las grabaciones, un gran número de datos corresponden a cinco hablantes que, o participaron en la mayoría de las conversaciones que se grabaron o en las de mayor duración, y/o suelen ser quienes más participan en las mismas. Dichos informantes son C, B, F, G y A, todas mujeres integrantes de la misma familia de tres generaciones distintas, y quienes concentran el 80% de los

92

datos. La tabla 4.9 despliega las ocurrencias de datos de cada uno de los hablantes y el porcentaje que éstas representan en el total de los datos analizados.

Tabla 4.9 Frecuencias y porcentajes de ocurrencias analizadas por hablante Clave de hablante F % A 51 6.6 C 156 20.1 B 295 37.9 O 12 1.5 E 24 3.1 F 89 11.4 G 5 0.6 L 2 0.3 P 7 0.9 Q* 1 0.1 R* 1 0.1 J* 1 0.1 V 17 2.2 Y 22 2.8 2 20 2.6 3 2 0.3 4 4 0.5 5* 1 0.1 7 6 0.8 6 31 4.0 8 8 1.0 É* 1 0.1 Í 2 0.3 Ñ 5 0.6 0* 1 0.1 Ó 6 0.8 Ú* 1 0.1 H 5 0.6 A 2 0.3 Total 778 100

Asimismo, han sido marcadas con asterisco las claves de los informantes que sólo aportaron un dato (Q, R, J, 5, É, 0 y Ó), el cual arrojará necesariamente un porcentaje de 100% para alguno de los tratamientos aquí analizados y por lo tanto es pertinente aclarar

93

que esto no significa que el hablante en cuestión no alterne entre ellos. Los datos de estos hablantes se incluyen en los resultados globales, pero no se analizan en este apartado, pues ello alteraría enormemente los resultados, sesgando así las conclusiones y marcando una clara tendencia hacia algún resultado específico que no necesariamente sería el real. Por esta razón, al mostrar los resultados de voseo, se ha optado por dejar fuera –en un primer momento– a los hablantes que tuvieron porcentajes de voseo de 0% y de 100% o que sólo aportan un dato al total de la base (L, G, Q, R, J, 3, 5, É, Í, O y t). En la siguiente tabla (4.10) tenemos la clasificación de los informantes según el porcentaje de ocurrencias de cada una de las formas de tratamiento.

Informante A C B O E F G L P Q R J V Y 2 3 4 5 7 6

Tabla 4.10 Porcentajes y promedios globales de ocurrencias de tuteo, voseo y ustedeo por informante Tuteo Voseo Ustedeo % % % 31.4 7.8 60.8 62.8 32.7 4.5 40.5 23.5 36.1 83.3 8.3 8.3 58.3 8.3 33.3 21.3 68.5 10.1 100.0 0.0 0.0 0.0 100 0.0 57.1 0.0 42.9 0.0 0.0 100.0 0.0 0.0 100.0 0.0 100.0 0.0 94.1 0.0 5.9 90.9 9.1 0.0 75.0 25.0 0.0 100.0 0.0 0.0 50.0 50.0 0.0 100.0 0.0 0.0 83.3 16.7 0.0 54.8 38.7 6.5 94

Total % 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

8 É Í Ñ 0 Ó T H Á Promedios

62.5 0.0 100.0 80.0 0.0 83.3 100.0 80.0 100.0 58.9

37.5 100.0 0.0 20.0 100.0 16.7 0.0 0.0 0.0 25.2

0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 20.0 0.0 15.9

100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Al dejar fuera a los informantes que tuvieron 0 y 100% de voseo, obtenemos una media aritmética del mismo de 25.9% entre los hablantes que vosearon más de una vez y alternaron entre dos o tres sistemas; este dato es interesante, pues si bien no es un número alto en términos porcentuales, sí lo es de manera relativa ante las hipótesis de otros autores ya mencionados que opinan que el voseo se encuentra en un proceso de desaparición. Para ejemplificar mejor esto, se presentan gráficamente los resultados de voseo correspondientes a los informantes que usaron dicho sistema al menos una vez y tuvieron alternancia con tuteo o ustedeo (también en al menos una ocasión). Para lograr una mejor visualización de estos resultados, se han ordenado los quince informantes en orden ascendente respecto a sus propios porcentajes de voseo, como se observa en la figura 4.6. 100 80

68.5 50.0

60 40 20

7.8

8.3

8.3

A

O

E

9.1

23.5 25.0 16.7 16.7 20.0

38.7 32.7 37.5

0 Y 7 Ó Ñ B 2 C 8 Figura 4.6 Porcentajes de voseo por informante (excluyendo 0% y 100% de ocurrencias) 95

6

4

F

Tenemos a catorce hablantes que suelen alternar –en nuestros datos– entre las tres formas de tratamiento, siendo relevante comentar que sólo dos de ellos (4 y F) vosean el 50% de las veces o más. 4 y F son mujeres de distintos círculos y cuyos datos corresponden a distintas grabaciones; además, 4 (joven) y F (adulto mayor) son muestras de dos de los tres grupos de edad que para efecto de esta tesis se están analizando. En el caso de F el voseo parece ser de uso cotidiano generalmente manifestado en imperativos y subjuntivos. Este uso lo podemos fundamentar con el desglose de los datos de la informante F, la cual es predominantemente voseante (con 61 emisiones voseantes de sus 89 datos, que representan el 68.5% de recurrencia de uso del sistema). Al analizar los datos de F podemos observar que vosea a seis miembros distintos de su familia, de los cuales seis son mujeres y uno es hombre. Cabe destacar que casi todos son de un grupo de edad menor (su hija, nieto, nieta, nieta política y bisnieta, de los cuales todos vosean al menos una vez), a excepción de una mujer que en sus datos es totalmente tuteante y con la que guarda una relación de compadrazgo y hermandad (G); de dicha informante también encontramos datos dirigidos hacia F, en los cuales la tutea en todo momento, al igual que hace con su sobrina B (informante también voseante), quien en sus datos siempre ustedea a G y a su madre F. Lo característico de la informante 4 es que vosea en el 50% de sus datos (2 de 4), siempre para dirigirse a la hablante 2 (hacia la que dirige tuteo en los otros dos datos); las dos emisiones de 4 son de tipo lúdico, y esto se confirma con los siguientes ejemplos:

(1) Dejanos un poquito (informante 4)

(2) Ah / ya vos (informante 4)

96

El primero de ellos hace referencia a una cerveza que está compartiendo con otras amigas, a la cual una de ellas le da un grande y prolongado sorbo, ocasionando esa exclamación de 4. En el caso del segundo ejemplo, es un marcador discursivo lúdico que equivale a algo parecido a cálmate, y que será descrito en el apartado 6.4 de esta tesis. En la universitaria de 22 años (hablante 4), tomando en consideración marcas como la risa, tipo de discurso y carga pragmática de las emisiones, podemos afirmar que el voseo es de tipo lúdico, pues lo emplea en una forma imperativa (que son las más recurrentes para el voseo) y usa un vos explícito como vocativo; la carga es más bien determinada por el contexto de la conversación y la estructuración pragmática del voseo. En el caso de los hablantes 2, C, 8 y 6, cuyo porcentaje de voseo fluctuó entre el 25 y el 38.7%, se observa que estos cuatro informantes nuevamente son mujeres, pero en este caso todas jóvenes universitarias de entre 21 y 22 años, a excepción de C, que es una dama de 50 años. En el caso de las mujeres jóvenes, nuevamente se observa esta tendencia lúdica, pues el contexto de la grabación donde participan es en una casa particular mientras toman cervezas y cuentan chistes; siendo un espacio tan íntimo la carga lúdica parece ser más prominente que la identitaria. En los datos de dichas mujeres destaca nuevamente la aparición de un vos explícito, el cual parece tener cierta tendencia a la aparición en estas situaciones más distendidas. El caso de C es interesante, pues su porcentaje de voseo es de 32.7% y los datos que aporta suman un total de 156, lo que representa el 20.1% del total de las grabaciones. C suele usar el voseo de manera cotidiana y espontánea, pero resulta interesante que en la grabación 28, cuando emite discursos referidos para narrar situaciones cómicas, es en la que más vosea del total de sus datos (14 de sus 18 datos de voseo en esta grabación fueron en este contexto, 77.8%), confirmando el uso lúdico del voseo por parte de la comunidad de 97

habla, aparentemente de forma independiente del grupo etario al que se pertenezca. Un ejemplo de ello es el siguiente, el cual C emitió de forma simpática arremedando y sobreactuando el papel de un familiar de ambos.

(3) ¿Pa(ra) qué querés que yo te tire las cartas?" (hablante C, en discurso referido cita a su primo no presente)

Mientras tanto, el resto de las personas se encuentra por debajo del 25% de ocurrencias voseantes, siendo el menor porcentaje 7.8%. Dentro de este rango se ubican un total de ocho personas (A, E, O, Y, 7, Ó, Ñ y B). El 7.8% pertenece a (A), una mujer adulta cuya baja ocurrencia de voseo se explica en gran medida debido a que en las dos grabaciones en las que participa, a pesar de su gran duración, lo hace en una plática con su tía (B, a la que ustedea siempre) y su mamá (C, a la que tutea en todo momento), evidentemente de mayor jerarquía que ella. Sin embargo, A tiene cuatro casos de voseo como el siguiente:

(4) Le digo una mi prima / “prestame tu casa” / “sí / ai está abierta la puerta / entrá” (hablante A en discurso referido citándose a sí misma y luego a su prima política).

Posteriormente está E, hombre joven de 22 años con el 3.1% de participación en el total de las grabaciones, que sin embargo suele vosear casi todo el tiempo a su madre, con quien participa en varias conversaciones (interesante dato, dada la mayor jerarquía de su progenitora, pero que tal vez se podría explicar por la cercanía y confianza existente entre 98

ambos). El informante O es un caso muy interesante, pues es un hombre de alta formación académica que emite pocos datos (N=12), pero que destaca por vosear en una ocasión empleando el marcador discursivo miralo (que será más explorado en un apartado posterior), a pesar de que su origen es de otro estado de la República y de que lleva viviendo menos de una cuarta parte de su vida en la ciudad, a la cual llegó después de los 35 años; O se encuentra casado desde hace 10 años con una persona nativa de Tuxtla Gutiérrez, que es hacia quien se dirige su voseo. Y es una mujer de nivel bajo que cuenta con 9.1% de voseo, el cual para ella representa dos emisiones que son para dirigirse una hacia su hija (de menos jerarquía), y la otra hacia una amiga de su misma edad pero de formación académica alta a quien conoce desde hace 20 años (en aparente relación de igualdad). Continuamos, en orden ascendente, hacia la informante 7, quien es una mujer universitaria de 21 años de edad que vosea en el 16.7% de sus datos, al igual que Ó, con quien comparte las mismas características pero cuyo género es diferente. Tanto 7 como Ó nacieron y siempre han vivido en Tuxtla Gutiérrez; cabe recalcar que las grabaciones en donde vosean no corresponden a la misma conversación, y que ambos son integrantes de redes sociales distintas. En el informante 7, el único caso de voseo se da en un imperativo para dar una orden.

(5) (Es)perate pue(s) (informante 7 mientras cuenta algo cómico a 2)

Del ejemplo anterior cabe destacar que cuando 7 se dirige nuevamente a 2 para comentar algo sobre un trabajo escolar, lo hace con flexión tuteante, como vemos en el ejemplo 9. 99

(6) Porque imaginate / son cuarentaitantas hojas (informante 7 habla sobre un trabajo escolar a 2)

El informante Ó se dirige varias veces a Ú, pero en sólo una de ella lo vosea, lo que nos permite ver que él también alterna entre los dos sistemas, como la mayoría de nuestros informantes. Ñ cuenta con el 20% de sus datos voseantes, que en su caso también es un solo dato de los cinco que aporta. Dicho dato representa tanto una flexión voseante como un pronombre explícito vos, lo cual es importante mencionar, porque la emisión forma parte de un chiste que está contando, volviendo nuevamente a la hipótesis (creemos ahora ya confirmada) de que el voseo tiene un uso pragmático muy importante en contextos lúdicos. El caso del último hablante de este grupo, parece ser sobresaliente, ya que B, mujer de 45 años de edad y formación académica alta, aporta 294 datos, que representan el 37.8% del total en las grabaciones. Esto sucede debido a que ella estuvo en la mayoría de las conversaciones grabadas, en las de mayor duración y es alguien que suele llevar las riendas de las pláticas. Aunque la mayoría de las ocurrencias de voseo en B se dan de manera cotidiana en indicativos, subjuntivos e imperativos (generalmente al dar órdenes y en discursos referidos), suele alternarlo con tuteo; sin embargo, cuando hace bromas o cuenta chistes, su norma es generalmente el voseo. Parece, pues existir, la tendencia de un voseo sí minoritario, pero muy bien localizado en contextos de confianza en los que los temas de la conversación son de diversa índole. Aunque la variable más importante para el voseo es definitivamente la edad, esta es seguida muy de cerca por el género, y a partir de ambas podemos concluir que el voseo se da más entre mujeres del grupo de edad 3 (las mayores 100

de 50 años). De la misma manera, es destacable que la edad también es la variable definitoria en cuanto al repunte del voseo con fines identitarios, pues dicho rescate se fundamenta numéricamente a partir de dicha variable. Cabe recordar que en general fueron las mujeres las que más participaron en el total de las conversaciones. Las personas que más vosearon se encuentran en el grupo de los jóvenes (8 personas), al que le sigue cercanamente el de los adultos (4) y contrasta con que a pesar de la poca participación de los adultos mayores (3) en las conversaciones analizadas, son quienes más vosean. Vale la pena aclarar que de este último grupo sólo participan 3 personas. Cada una de las variables lingüísticas que arrojan tendencias del voseo y su alternancia con el tuteo y el ustedeo irán siendo desglosadas en los apartados siguientes.

4.4 Variables lingüísticas A pesar de que el análisis medular de esta tesis es de tipo sociolingüístico y pragmático, es menester dar cuenta de lo que ocurre en este sentido en los datos recabados para dar un panorama más amplio de lo que a nivel macro podría estar sucediendo con el fenómeno voseante en la comunidad de habla que representa la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, y por ello se incluye el análisis gramatical del mismo; en este apartado se describen las variables que corresponden al tipo de voseo (pronominal, verbal, mixto pronominal y mixto verbal, a los que se incorpora el voseo respetuoso), modo (indicativo, imperativo y subjuntivo, incluyéndose en éste último las formas imperativas negativas) y la posición del pronombre sujeto respecto al verbo flexionado correspondiente (antepuesto o pospuesto); de igual forma, se presentan algunos comentarios de los casos en los que se da cambio de trato (es

101

decir, de formas voseantes a tuteantes o viceversa en una misma emisión) y se hace un análisis preciso de los tipos de verbos en los que el voseo aparece más.

4.4.1 Pronombres explícitos En los datos que se analizan aparecieron un total de 56 ocurrencias de pronombres explícitos de segunda persona tú, 16 de vos y 150 del pronombre usted. En términos porcentuales, el tuteo tiene 13.5% de pronombres explícitos de los datos correspondientes a dicha categoría (no muy lejano al 7.3% del voseo), pero llama mucho la atención el caso específico del ustedeo, del cual 86.7% de las emisiones se acompañaron del pronombre explícito usted (150 de 173 datos), lo cual aparentemente responde a la búsqueda por parte del hablante de que la flexión verbal no se confunda con las de tercera persona o con el copretérito y el pospretérito de primera persona para evitar la ambigüedad, por ejemplo, entre él (ella) viene a mi casa / usted viene a mi casa que causaría una construcción como viene a mi casa, o yo estaba comiendo / él (ella) estaba comiendo / usted estaba comiendo. Vale la pena aquí destacar que el pronombre explícito usted es el más usado en el español de México y de otras regiones, tal como lo describen Yolanda Lastra y Pedro Martín Butragueño (en prensa) en su estudio Subject pronoun expression in oral Mexican Spanish.

4.4.1.1 Posición del pronombre respecto al verbo flexionado Esta variable sintáctica fue considerada debido a que puede ofrecer una perspectiva de la posición en que el pronombre vos aparece más frecuentemente. Los pronombres que se analizan son aquellos que fungen como sujeto, mientras que los vocativos se dejaron fuera, 102

pues no forman parte de la oración. En el caso de las variantes propuestas para esta variable podemos mencionar que son dos, antepuesto y pospuesto (al verbo). Los pronombres sujetos analizados son 53 tú, 2 vos y 147 usted. Cabe mencionar que hubo cuatro casos de pronombres tú explícitos que fungen como sujeto pero que no están acompañados de un verbo, el cual se elidió y sólo se interpreta por el contexto del discurso (O sea, tú, al mencionar que el receptor estaba presente en una situación anterior; yo vivo más lejos que tú, que podría interpretarse como yo vivo más lejos de lo que tú vives; ella gana igual que tú, que se parafrasearía como ella gana más de lo que ganas tú; y tú, como respuesta ante la pregunta ¿quién hace algo?, que se interpretaría como tú lo haces); estos cuatro casos serán dejados de lado del análisis, por lo cual tenemos un total de 198 datos de pronombres explícitos acompañados de un verbo flexionado en segunda persona del singular de modo indicativo, imperativo o subjuntivo en tiempo presente, que es en los que puede aparecer el voseo verbal. Los resultados de esto se presentan en la tabla 4.11.

Tabla 4.11 Posición pronominal de tú, vos y usted con función de sujeto Antepuesto Tú Vos Usted Total

F 40 2 18 60

Pospuesto % 66.7 3.3 30 100

F 9 0 129 138

% 6.5 0 93.5 100

Como antes se dijo, en el total de los datos sólo existieron 16 pronombres explícitos vos, de los cuales sólo dos corresponden a pronombres sujetos, podemos inferir que esta categoría no es el uso más común del pronombre vos, pues representan el 0.91% de los 198 pronombres explícitos que se analizan; de igual manera podemos determinar que el uso básico del pronombre vos es como vocativo, pues el 87.5% de los que se analizan tienen 103

dicha función, pero sí es digno de mención que los poquísimos vos sujetos se encuentran antepuestos al verbo. Más allá del poco análisis que se puede hacer respecto a la posición pronominal de vos, es importante destacar el caso de usted, que en Tuxtla Gutiérrez tiene como particularidad, además de aparecer explícito una gran cantidad de veces, hacerlo casi siempre pospuesto al verbo cuando tiene función de sujeto (87.8%), lo cual es atípico respecto al orden básico del español, además de que existe una frecuencia de aparición altísima en los datos analizados (cfr. Lastra y Martín, 2013). Algunos ejemplos de la gran productividad de pronombres usted se presentan a continuación.

(7) ¿O se quiere uste(d) quedar aquí / o se quiere (u)ste(d) queda(r) en mi casa / o lo acompaño a que agarre uste(d) su taxi? (hablante B dirigiéndose a G)

(8) Trabájelo uste(d) como uste(d) guste trabajarlo (hablante A para dirigirse a B)

De igual manera es importante mencionar que en los casos de voseo respetuoso el pronombre siempre va pospuesto al verbo en nuestros datos, y el autor de esta tesis confirma a partir de su experiencia lingüística que otro orden sería agramatical (*usted so chingona).

4.4.2 Tipos de voseo Del total de 778 datos se hizo un análisis que permitiera conocer si algunos factores morfosintácticos favorecen o inhiben su aparición; para ello se determinó una primera 104

variable, que fue la correspondiente a tipo de voseo, en donde las variantes propuestas fueron voseo verbal, voseo pronominal, voseo mixto verbal, voseo mixto pronominal y voseo respetuoso. Como ya se describió en la tabla 4.1, los casos de voseo representan el 28.3%. Tomando en cuenta estos casos, los resultados obtenidos se presentan en la tabla 4.12.

Tabla 4.12 Frecuencias y porcentajes de aparición de voseo según su tipo Voseo verbal3 Voseo Voseo mixto Voseo mixto Voseo 2 pronominal pronominal verbal respetuoso F % F % F % F % F % 16 7.3% 197 89.5% 0 0% 4 1.8% 3 1.4%

Podemos confirmar que el voseo se da mayoritariamente en su modalidad verbal (89.5%), seguido muy lejanamente por el voseo pronominal (7.3%). En cuanto al voseo mixto verbal, éste representa solamente el 1.8% de los 220 casos verbales; aunque este número no es en absoluto significativo, sí nos permite aseverar su existencia. Tres de los casos en los que aparece el voseo mixto verbal son en modo indicativo y uno en imperativo, además de que vale la pena aclarar que corresponden a sólo dos hablantes (B y F), por lo cual no podemos determinar tendencias a partir de los datos documentos para efectos de esta tesis. Las ocurrencias de voseo mixto verbal que aparecieron son

(9) También tú tenés colmillo / todos tenemos / tú también tenés / no sólo yo (informante F)

2

Nueve casos de vos explícito que no iban acompañados de verbos flexionados (vocativos) y dos con verbos cuya flexión no tiene variación morfológica voseo/tuteo (pretérito metiste y presente estás) fueron codificados en esta categoría.

105

(10)

tú tirámelo (informante C)

(11)

ni tú sabés (informante F)

En el caso de voseo respetuoso, los tres datos que encontramos son los de (12), (13) y (14)

(12)

so usted chingona (informante C citando a un vecino de la misma edad que

ella con el que tiene muy poca relación)

(13)

se me afigura que so usted mi madre (informante F citando a un joven que

conoció en la calle)

(14)

so usted curiosa (informante F citando a un joven que conoció en la calle)

A pesar de que ambas son miembros de la misma familia, se puede afirmar la existencia del voseo respetuoso a partir de los resultados presentados en el siguiente capítulo, que se refiere a la prueba de actitudes y creencias, en los cuales varias personas (N=6) afirmaron conocerlo y varias de ellas dieron ejemplos de uso del mismo. Como ya antes se había mencionado, este tipo de voseo se da solamente en relaciones jerárquicas de menor a mayor, o cuando existe poca cercanía (el mismo tipo de relación jerárquica que exige el ustedeo) y que éste es exclusivo del modo indicativo y del verbo ser; aunque los datos que aparecieron en las grabaciones son oraciones declarativas, cabe mencionar que también es recurrido para cláusulas de tipo interrogativo.

106

Como se puede observar también en la tabla 4.12, el voseo mixto pronominal no tuvo ni una sola ocurrencia; sin embargo, este dato no es suficiente para hablar de su inexistencia en Tuxtla Gutiérrez, ya que el autor de esta investigación confirma su esporádica ocurrencia a partir de su perspectiva émica como miembro de esa comunidad de habla, y cabe mencionar los comentarios de Hummel (2010) de que el voseo mixto es poco recurrido en las comunidades voseantes.

4.4.2 Modo Dado que el modo es un fenómeno exclusivamente verbal, se dejan fuera del análisis de esta variable 21 datos de pronombres que no estuvieron acompañados de algún verbo. Por lo tanto, tenemos 757 datos analizables a partir del modo, lo cual pareció relevante ya que éste influye directamente en la tendencia de que un verbo tenga o no flexión voseante. Dado que el voseo sólo aparecerá en presente y con segunda persona del singular, las variables tiempo, persona y número no son analizadas en esta tesis. El análisis del modo de los verbos flexionados que aparecieron en los datos recogidos se presenta en la tabla 4.13.

Tabla 4.13 Porcentajes y frecuencias de aparición de los modos gramaticales según el tipo de flexión Flexión tuteante Flexión voseante Flexión ustedeante F % F % F % Indicativo 167 44.3 67 32.2 75 43.6 Imperativo 162 43 129 62 85 49.4 Subjuntivo 48 12.7 12 5.8 12 7 Total 377 100 208 100 172 100

Como es esperable, en cualquiera de las tres formas de tratamiento que coexisten en Tuxtla Gutiérrez el modo subjuntivo es el menos usado (con un máximo de 12.7% de las 107

flexiones tuteantes y un mínimo de 5.8% de las voseantes). En el caso del tuteo es el modo indicativo el más usado (44.3%), pero seguido muy de cerca por el imperativo con 1.3% menos de ocurrencias. En las flexiones voseantes y ustedeantes el modo imperativo es el que más ocurre, siendo mayor al indicativo (43.6%) por 5.8%, pero con una diferencia de 29.8% en el caso del voseo, el cual parece encontrar tierra fértil precisamente en este modo, en el cual tiene casi el doble de ocurrencias que el indicativo y se encuentra en relación de más de 10 a 1 con respecto al subjuntivo. Si hacemos un análisis partiendo no del tipo de flexión, sino del modo usado, los resultados son los siguientes (tabla 4.14).

Tabla 4.14 Porcentajes y frecuencias de aparición de los distintos sistemas según el modo Modo indicativo Modo imperativo Modo subjuntivo F % F % F % Tuteo 167 53.8 162 43.4 48 66.7 Voseo 67 21.8 129 34.3 12 16.7 Ustedeo 75 24.4 85 22.3 12 16.7 Total 309 100 376 100 72 100

Se puede concluir que aunque las flexiones voseantes se pueden dar con cualquiera de los tres modos, el imperativo es en donde más se suele realizar, superando porcentualmente a las flexiones ustedeantes y tuteantes en ese mismo modo. De igual forma hemos de mencionar que visto de otra manera el imperativo se da más en las emisiones tuteantes, pero con una diferencia de menos del 10% (9.1%) con respecto al voseo. Cabe mencionar que lo que algunos autores llaman imperativo negativo no fue considerado una categoría distinta, pues la flexión de este tipo es de subjuntivo, grupo en el cual fueron clasificados.

108

Atendiendo al modo, vale la pena describir que la gran mayoría de los verbos voseantes se concentran en el imperativo (62%); dichos verbos son acordar, agarrar, andar, aprovechar, apuntar, aventar, ayudar, barajar, buscar, cerrar, chingar, comer, conseguir, contar, decir, dejar, echar, empezar, entrar, escoger, escuchar, esperar, fijar, formar, hacer, imaginar, jalar, lavar, llamar, llevar, mandar, meter, mirar, oír, pasar, poner, preguntar, prestar, querer, sacar, salir, sentar, tener, tirar, tomar, traer, untar, vender y venir. De igual manera, los verbos en indicativo que aparecieron en nuestros datos son acordar, conocer, deber, decir, dejar, dormir, hallar, juntar, llevar, mirar, parecer, pensar, poder, preguntar, quedar, querer, saber, seguir, ser y tener. Con mucha menos productividad los verbos flexionados en modo subjuntivo fueron avisar, cortar, curar, hacer, lograr, poder, preocupar, quedar, subir y ver, de entre los que destaca preocupar, que fue el único de ellos que apareció dos veces (los demás sólo tuvieron una ocurrencia), y siempre fue en oraciones negativas.

4.4.2.1 Tipos de verbos más voseantes Para complementar este apartado, se presenta un análisis de los verbos con flexión voseante que aparecieron al menos en una ocasión en las grabaciones. Como ya se mencionó, en total se presentaron 208 verbos flexionados en modo indicativo, imperativo o subjuntivo, distribuidos en un total de 68 verbos distintos; de todos ellos, el 63.8% son del primer tipo (terminados en –ar), 23.2% del tipo dos (terminados en –er) y sólo el 11.6% son verbos de la tercera conjugación (terminados en –ir). Sin embargo de todos los verbos que aparecieron en las grabaciones, vale la pena mencionar el caso de mirar, el cual apareció 37 veces, de las cuales el 94.6% fueron en 109

imperativo y casi nunca con el valor original del verbo, sino como un marcador discursivo; podemos decir, con toda certeza, que lo es, puesto que siendo un verbo de valencia 2, sólo se usa acompañado de un argumento, aun cuando a veces se le añade el clítico de objeto directo lo, pero el mismo no hace referencia a ningún objeto concreto, sino que es ya una forma lexicalizada. Dada la gran productividad del verbo mirar, se introduce la siguiente gráfica que indica los porcentajes de aparición de los verbos clasificados según la terminación de cada uno en infinitivo, y adicionalmente se presentan los porcentajes de lo mismo eliminando el verbo mirar (véase tabla 4.15 y figura 4.7).

-ar -er -ir Total

Tabla 4.15 Porcentajes y frecuencias de aparición de los verbos según el tipo de terminación en infinitivo (-ar, -er, -ir) Todos los verbos Verbos sin tomar en cuenta mirá y miralo F % F % 127 61.1 92 53.2 63 30.3 63 36.4 18 8.7 18 10.4 208 100 173 100

100 80 61.1

53.2

60 40

36.4

30.3

20

10.4

8.7

0 -ar

-er

-ir

Todos los verbos Verbos sin tomar en cuenta los marcadores discursivos mirá y miralo Figura 4.7 Porcentajes de tipos de verbos más voseantes según la flexión

110

Como podemos observar las muy producidas emisiones de mirá y miralo no son las que inclinan la balanza para decir que los verbos terminados en –ar son los más voseantes, ya que aun eliminándolas, seguimos viendo que más de la mitad de flexiones voseantes (53.2%) son en este tipo de verbos. La lista completa de los verbos aparecidos en las grabaciones con las frecuencias y porcentajes correspondientes al modo en que se dieron, se presenta a continuación (tabla 4.16).

Tabla 4.16 Verbos aparecidos en las grabaciones de conversaciones de habla cotidiana y su frecuencia y porcentaje según el modo Modo Total Indicativo Imperativo Subjuntivo F % F % F % F % acordar 5 83.3 1 16.7 0 0 6 100 agarrar 0 0 3 100 0 0 3 100 andar 0 0 6 100 0 0 6 100 aprovechar 0 0 1 100 0 0 1 100 apuntar 0 0 2 100 0 0 2 100 aventar 0 0 1 100 0 0 1 100 avisar 0 0 0 0 1 100 1 100 ayudar 0 0 2 100 0 0 2 100 barajar 0 0 1 100 0 0 1 100 buscar 0 0 3 100 0 0 3 100 cerrar 0 0 1 100 0 0 1 100 chingar 0 0 2 100 0 0 2 100 comer 0 0 1 100 0 0 1 100 conocer 1 100 0 0 0 0 1 100 conseguir 0 0 1 100 0 0 1 100 contar 0 0 1 100 0 0 1 100 cortar 0 0 0 0 1 100 1 100 curar 0 0 0 0 1 100 1 100 deber 2 100 0 0 0 0 2 100 decir 2 33.3 4 66.7 0 0 6 100 dejar 1 20 4 80 0 0 5 100 dormir 1 100 0 0 0 0 1 100 echar 0 0 1 100 0 0 1 100 empezar 0 0 1 100 0 0 1 100 111

entrar escoger escuchar esperar fijar formar hacer hallar imaginar jalar juntar lavar llamar llevar lograr mandar meter mirar oir parecer pasar pensar poder poner preguntar preocupar prestar quedar querer saber sacar salir seguir sentar ser subir tener tirar tomar traer untar

0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 1 0 0 2 0 0 0 2 0 3 0 2 2 0 1 0 0 1 15 1 0 0 1 0 6 0 13 0 0 0 0

0 0 0 0 0 0 0 100 0 0 100 0 0 33.3 0 0 0 5.3 0 100 0 100 66.7 0 50 0 0 50 93.8 100 0 0 100 0 100 0 92.9 0 0 0 0

1 1 2 6 2 1 4 0 2 1 0 1 1 4 0 1 3 36 5 0 2 0 0 2 1 0 2 0 1 0 2 1 0 1 0 0 1 1 4 1 1

100 100 100 100 100 100 80 0 100 100 0 100 100 66.7 0 100 100 94.7 100 0 100 0 0 100 50 0 100 0 6.3 0 100 100 0 100 0 0 7.1 100 100 100 100 112

0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 2 0 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0

0 0 0 0 0 0 20 0 0 0 0 0 0 0 100 0 0 0 0 0 0 0 33.3 0 0 100 0 50 0 0 0 0 0 0 0 100 0 0 0 0 0

1 1 2 6 2 1 5 1 2 1 1 1 1 6 1 1 3 38 5 3 2 2 3 2 2 2 2 2 16 1 2 1 1 1 6 1 14 1 4 1 1

100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100.1 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

ver vender venir Total

0 0 0 63

0 0 0

0 3 2 132

0 100 100

2 0 0 12

100 0 0

2 3 2 207

100 100 100

4.4.4 Cambio de trato En los datos hubo cinco casos de cambio de trato, es decir en la misma emisión el hablante pasó de un sistema a otro para dirigirse al mismo destinatario (Brown y Gilman, 1960). Por ejemplo:

(15)

Saca el tuyo. ¿Para qué te voy a prestar mi machete? Sacá el tuyo.

(informante F en discurso referido al citarse a sí misma en una discusión con su vecino)

En el ejemplo 15, es de destacar que aunque es discurso referido, la hablante F empieza hablando en su tono de voz normal, pero al terminar la interrogación lo eleva, precisamente en donde viene el caso de voseo sacá; en este ejemplo específico, el voseo cumple una función pragmática de intensificación. Cabe mencionar que aunque este mecanismo suele responder a objetivos pragmáticos específicos, éstos no parecen ser casos de ello, ya que tres de los datos fueron emitidos por una misma persona de la tercera edad sin formación académica (hablante F) que todo el tiempo alterna indistintamente entre voseo y tuteo, que son el citado arriba y los siguientes

(16)

¿Te acordás / comadre? / Tú tal vez te acuerdes / si no te acordás ya ni

modo (hablante F)

113

(17)

¿Quieres más / querés más caldo / papi? (hablante F)

En el ejemplo (16) vemos que F empieza voseando, pasa inmediatamente al tuteo y luego vosea de nueva cuenta; es probable que ello se deba a que el segundo verbo es flexionado en subjuntivo, caso que promueve poco las emisiones voseantes, como ya se vio en el apartado 4.4.2. El caso de (17) es interesante, pues empieza tuteando a su nieto (al cual dice ver como hijo) y luego reformula su pregunta con flexión voseante, muy probablemente para marcar mayor cercanía con el joven. En ambos casos la función es pragmática, como era de esperarse del voseo. En el otro caso de cambio de trato encontrado, es la hablante 6 (universitaria de 22 años) quien lo hace

(18)

Le digo / "vos te pregunto una cosa y me respondes con otra" (hablante 6)

En el ejemplo 18 es menester mencionar que se trata de un discurso referido en el cual 6 le cuenta a sus amigas cómo se dirigió días atrás a su hermano menor (aunque no lo dice, por la forma en que cuenta el hecho se deduce que es un niño); ya con éste caso, el uso de vos –que además no es sujeto sino un complemento indirecto de dativo en el que se omite la preposición a (vos sustituye a a ti), tomando en cuenta el tema del que habla y los rasgos entonativos con los que menciona el pronombre explícito– podemos decir que es usado con fines pragmáticos de intensificación, la cual se pierde inmediatamente después al volver al tratamiento tuteante. El último ejemplo de cambio de trato es emitido por una persona que narra cómo se dirigió a su esposo, quien no es de Tuxtla Gutiérrez y con quien también alterna 114

frecuentemente entre tuteo y voseo; en el ejemplo (19) la hablante B, mujer del grupo de edad 2 y formación alta, usa la forma

(19)

Porque sos muy delicado pue(s) tú (informante B)

(20)

Mirá muchacho / eres bastante guapo (informante F)

Este ejemplo es un tanto complejo y ambiguo, pues aunque se codificó como cambio de trato (primero un verbo voseante y luego un pronombre explícito tú), ante la ocurrencia excesiva del marcador discursivo pues entre los hablantes tuxtlecos también podría interpretarse como un voseo mixto verbal, en el cual tú fungiría como sujeto. Por otro lado, si entendemos el ejemplo como un caso de cambio de trato las razones pragmáticas para que B alterne entre los dos sistemas son en dos sentidos: intensificación y cercanía, además del ya mencionado objetivo de construcción identitaria, así que podemos pensar que pasa lo mismo que con F.

115

116

5. RESULTADOS DE PRUEBA DE ACTITUDES Y CREENCIAS

Con el objetivo de determinar en qué medida la percepción social hacia el voseo ha influido en su decremento generacional del grupo de adultos mayores (más de cincuenta años) al de adultos (mayores de treinta pero menores de cincuenta años), y en su repunte entre los jóvenes de menos de treinta años, se realizó una prueba de actitudes y creencias (anexa en el apéndice 2) en lugares públicos de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez (véase apartado 3.2). Los resultados se dividen –en primera instancia– entre los que corresponden a las actitudes hacia el voseo pronominal (formas voseantes más marcadas) y las que conciernen al voseo verbal (formas menos marcadas), resultados que posteriormente son promediados para empezar a obtener resultados que permiten ser cotejados con los obtenidos directamente de las grabaciones de conversaciones cotidianas. De igual forma, se tomaron en cuenta las variables sociales que influyen más directamente en la actitud del hablante hacia un fenómeno lingüístico (género, edad y formación académica) y determinan el mayor o menor prestigio de una forma de tratamiento, en este caso el voseo. A partir de los resultados cuantitativos de esta prueba de actitudes y creencias se estipuló la correspondencia o no de ellos con las conclusiones del análisis de las grabaciones, para de esta forma determinar en qué estadio de desaparición, conservación o transformación se encuentra el voseo, y cómo la actitud de los hablantes inclina la balanza hacia una u otra tendencia. Por último se buscó confirmar la hipótesis de que entre los miembros de la comunidad de habla existe un conocimiento y uso del voseo respetuoso, por lo que se presentan los resultados ante la pregunta abierta de si el hablante conoce esa forma 117

lingüística (se les dio ejemplos de so usted + complemento), los cuales se incluyen en el apartado 5.7.

5.1 Actitudes de los hablantes Como ya se explicitó en el capítulo 3 de metodología, la medición de las actitudes de los hablantes encuestados (40) se midió a partir de preguntas abiertas. Para algunos autores esta técnica no es la más conveniente, pero se optó por aplicarla debido a que las respuestas suelen ser más espontáneas y a que no es factible dejar fuera la interpretación del investigador, ya que ella dará necesariamente un panorama más amplio desde otra perspectiva. De igual forma, cabe mencionar que para conocer la actitud de cada hablante la prueba se dividió en dos partes: una referida al voseo pronominal (mencionándole el pronombre vos y dándole ejemplos de uso) y la otra al voseo verbal (presentándole oposiciones flexivas entre formas voseantes y tuteantes, ante lo cual se les preguntó cuál le parecía más correcta). De igual forma, los resultados se presentan divididos en dos partes, y se clasifican según las variables sociales tomadas en cuenta (género, edad y formación académica); posteriormente, tanto la actitud verbal como la pronominal fueron promediadas para obtener un dato más concreto de la actitud general del hablante hacia el voseo.

5.1.1 Actitudes hacia el voseo pronominal

5.1.1.1 Actitudes hacia el voseo pronominal a partir del género Una de las variables sociales que más determinan las actitudes frente a los diversos fenómenos lingüísticos y a las lenguas mismas ha sido históricamente el género 118

(destacando la percepción histórica de que las mujeres son más conservadoras en procesos de cambio desde abajo, aunque en procesos de cambio desde arriba son innovadoras). Hay una aparente paradoja que Labov (2001: 293) formula: “Women conform more closely than men to sociolinguistic norms that are overtly prescribed, but conform less than men when they are not”. Para él es primordial conocer en qué etapa se sitúa un cambio, ya que existen asimetrías de género en los modelos de cambio lingüístico; cuando se examinan los datos con detalle, se observa que las mujeres son más progresistas que los hombres en estos procesos y que se comportan de manera conservadora sólo en el caso de variables estables. En la tabla 5.1 se presentan los resultados obtenidos de las actitudes hacia el voseo pronominal (uso explícito del pronombre vos) a partir del género de los informantes entrevistados1.

Tabla 5.1 Actitud de los hablantes hacia el voseo pronominal según el género Positiva Negativa Ambigua Total F % F % F % F % Mujeres 5 23.8 12 57.1 4 19 21 100 Hombres 6 31.6 11 57.9 2 10.5 19 100

Como podemos observar, el género no es una variable que influya demasiado en la actitud del hablante hacia el voseo pronominal, pues la discrepancia es del 7.8% en el caso de actitud positiva y de apenas el 0.8% en negativa. Estos resultados contrastan con los de las grabaciones cotidianas, en las cuales el voseo femenino es de 30.6%, mientras que el masculino alcanza apenas el 11.7%, por lo que se hubiera esperado que la actitud de éstas primeras fuera más positiva que la de los hombres; sin embargo, su actitud negativa podría estarnos hablando de que nos encontramos frente a un claro caso de prestigio encubierto. 1 Cabe recordar que a pesar de que las variables sociales se corresponden directamente con las usadas para clasificar los resultados de las grabaciones cotidianas, esto se hizo con el objetivo de cotejar los resultados de ambos análisis, mas los informantes no son los mismos.

119

5.1.1.2 Actitudes hacia el voseo pronominal a partir de la edad Aunque en el caso de las actitudes positivas hacia el voseo pronominal no hay sorpresas (podríamos decir que los tres grupos de edad la tienen prácticamente por igual), llama la atención que quienes más lo estigmatizan son los menores de 30 años (66.7%), con el mismo porcentaje que los mayores de 50 años y 38.5% de las personas de entre 30 y 50 años. Esta tendencia es inversamente proporcional a los resultados de las grabaciones cotidianas, en las cuales los mayores de 50 años son quienes más vosean, seguidos de los menores de 30, con los sujetos de entre 30 y 50 años como los menos voseantes; llama pues la atención que siendo este último grupo etario quien menos vosea, sea a la vez el que parece estigmatizar menos el uso del pronombre vos; estos resultados se presentan en la tabla 5.2

Tabla 5.2 Actitud de los hablantes hacia el voseo pronominal según la edad Positiva Negativa Ambigua Total F % F % F % F % Menos de 30 años 4 26.7 10 66.7 1 6.7 15 100 De 30 a 50 años 4 30.8 5 38.5 4 30.8 13 100 Más de 50 años 3 25 8 66.7 1 8.3 12 100

Por otro lado, es importante mencionar que la actitud positiva tiene una tendencia muy similar en los tres grupos de edad, siendo las personas de los 30 a 50 años quienes están a la cabeza (con 30.8%), lo cual también contrasta con los resultados de las grabaciones. Esto nos puede llevar a pensar en un caso de desprestigio o actitud negativa encubierta, lo cual es poco común pero factible.

120

5.1.1.3 Actitudes hacia el voseo pronominal a partir de la formación académica En las actitudes de los informantes según la formación académica que dijeron tener, destaca el caso de aquellos con ninguna formación, los cuales constituyen el grupo que más estigmatiza el voseo (70%) casi en igual medida que los de formación académica alta (63.2%) y en oposición a las personas con formación académica baja (36.4%) (tabla 5.3). Tabla 5.3 Actitud de los hablantes hacia el voseo pronominal según la escolaridad Positiva Negativa Ambigua Total F % F % F % F % Alta 5 26.3 12 63.2 2 10.5 19 100 Baja 4 36.4 4 36.4 3 27.3 11 100 Ninguna 2 20 7 70 1 10 10 100

Estos resultados dejan entrever el prestigio encubierto del voseo pronominal, sobre todo en las personas sin escolaridad, quienes probablemente toman dicha actitud al tener que emitir un juicio de valor frente a un extraño, pues cabe recordar que en las grabaciones fue precisamente este grupo el que más voseó. A pesar de ello, es el grupo de escolaridad alta el segundo con mayor actitud negativa hacia el voseo pronominal, y destaca que fueron ellos (por mucho) los que más usaron el pronombre vos en las grabaciones que en esta tesis se analizaron. Observamos de esta manera un patrón interesante y es que parece existir una correspondencia directa de resultados de voseo con actitudes negativas, típico de las formas con prestigio encubierto, el cual se hace muy evidente debido en parte (como ya se mencionó) a que el aplicador de la entrevista era un sujeto totalmente desconocido para la gran mayoría de los informantes, y por eso la gran mayoría se inclinó por las formas lingüísticas de mayor prestigio.

121

5.1.2 Actitudes de los hablantes hacia el voseo verbal

5.1.2.1 Actitudes hacia el voseo verbal según el género En la tabla 5.4 podemos ver cómo el género de los informantes sí influye directamente en la actitud hacia el voseo verbal, siendo los hombres quienes tienen una menor actitud positiva hacia el mismo (15.8%) y quienes más lo estigmatizan a la vez (68.4%); la diferencia es amplia, pues aunque más de la mitad de las mujeres también tiende a estigmatizarlo, dicho grupo de género tiene también más actitudes positivas hacia el voseo verbal, ante lo cual podríamos definir que –aunque desequilibrada– entre ellas la actitud está algo más disputada que entre la de los hombres, quienes tienden enormemente hacia la negativa. Tabla 5.4 Actitud de los hablantes hacia el voseo verbal según el género Positiva Negativa Ambigua Total F % F % F % F % Mujeres 5 23.8 11 52.4 5 23.8 21 100 Hombres 3 15.8 13 68.4 3 15.8 19 100

Aunque las diferencias no son radicales, sí es importante mencionar que en las grabaciones que se analizaron también fueron las mujeres quienes más datos aportan. Comparada la actitud hacia el voseo verbal con la actitud hacia el voseo pronominal, cabe destacar que ésta primera tiene menos actitudes positivas (8 vs. 11) y más negativas (23 vs. 24), así como un mayor número de personas que emitieron juicios ambiguos respecto a dicho fenómeno.

122

5.1.2.2 Actitudes hacia el voseo verbal según la edad En cuanto la actitud hacia el voseo verbal tomando como rango los grupos de edad, ésta parece corresponderse directamente con la actitud hacia el pronominal en el caso de la negativa, pero cabe destacar que el número de personas menores de 30 años con actitud positiva cae del 26.7% en su modalidad pronominal al 6.7% en la verbal, grupo que –al igual que ocurre con el caso del voseo pronominal–, es el que más estigmatiza el voseo en términos generales. La tendencia se mantiene: los jóvenes son quienes mayor actitud negativa tienen hacia el voseo (en cualesquiera de sus dos modalidades), seguidos por los mayores de 50 años (que curiosamente son quienes más vosean) mientras que los adultos de 30 a 50 años van detrás (nuevamente de manera curiosa, pues son quienes menos vosean y menos estigmatizan). Los resultados de esta variable se pueden observar en la tabla 5.5.

Tabla 5.5 Actitud de los hablantes hacia el voseo verbal según la edad Positiva Negativa Ambigua Total F % F % F % F % Menos de 30 años 1 6.7 12 80 2 13.3 15 100 De 30 a 50 años 3 23.1 5 38.5 5 38.5 13 100 Más de 50 años 4 33.3 7 58.3 1 8.3 12 100

5.1.2.3 Actitudes hacia el voseo verbal según la formación académica En este rubro parece ocurrir algo muy similar con las actitudes hacia el voseo pronominal, pues nuevamente el grupo con mayor formación académica es el que mayor actitud negativa tiene hacia el fenómeno (en este caso verbal). Sin embargo, destaca ahora que el grupo con formación baja es el que tiene una mayor actitud positiva, con casi el doble de las mismas entre las personas con formación académica básica y casi el triple respecto a aquellos con formación alta (tabla 5.6). 123

Tabla 5.6 Actitud de los hablantes hacia el voseo verbal según la escolaridad Positiva Negativa Ambigua Total F % F % F % F % Alta 2 10.5 12 63.2 5 26.3 19 Baja 4 36.4 4 36.4 3 27.3 11 Ninguna 2 20 7 70 1 10 10

Más de la mitad de las personas del grupo con mayor escolaridad tienen una actitud negativa hacia el voseo verbal, y lo mismo pasa con aquellos sin ninguna formación, lo que nos está diciendo que la única correspondencia entre los datos de la prueba de actitudes y creencias con los de los datos reales es del tipo de una correlación negativa.

5.1.3 Promedios de actitud hacia el voseo pronominal y verbal Para determinar una tendencia concreta de la actitud hacia el voseo según el género, se han obtenido los promedios de las respectivas actitudes (hacia el voseo verbal y hacia el pronominal), a partir de lo cual se ha logrado una nivelación de dichos resultados con respecto a las emisiones registradas y descritas en el capítulo anterior; dichos promedios se pueden consultar en la tabla 5.7.

Mujer Hombre

Tabla 5.7 Promedio de actitud hacia el voseo pronominal y verbal según el género del informante Positiva Negativa Ambigua % % % 23.8 54.8 21.4 23.7 63.2 13.2

Total % 100 100

Aunque la diferencia porcentual de la actitud negativa hacia el voseo por género es de 8.4% entre hombre y mujeres (siendo ellas las que más la manifestaron), en el caso de la actitud positiva no hay ninguna diferencia (ésta fue de 0.1%). Sin embargo, sí vale la pena 124

mencionar los casos de actitud ambigua, de los que las mujeres tuvieron 8.2% más ocurrencias que los hombres, esto probablemente debido a que como son mejores informantes que ellos, sus discursos más elaborados pueden tomar diversas direcciones a lo largo de la entrevista. Si atendemos al nivel de formación académica de los hablantes, sí hay datos interesantes, pues resulta que aquellos que no cuentan con ninguna escolaridad son los que más estigmatizan al voseo (70%), seguidos por los que tienen formación alta (63.2%), mientras que los de formación baja llegan a penas a 36.4%. En el caso de las actitudes positivas, destaca que los hablantes con una baja formación son los que tienen una tendencia mayor hacia ella (36.4%) que representa aproximadamente el doble porcentual respecto a las personas sin formación académica (20%) y a las del grupo con alta escolaridad (18.4%) (tabla 5.8).

Alta Baja Ninguna

Tabla 5.8 Promedio de actitud hacia el voseo pronominal y verbal según el nivel de formación del informante Positiva Negativa Ambigua % % % 18.4 63.2 18.4 36.4 36.4 27.3 20 70 10

Total % 100 100 100

A pesar de que las personas que menos vosearon en las conversaciones documentadas fueron las del grupo de edad de 30 a 50 años, es interesante ver que son ellos el segundo grupo con mayor porcentaje de actitudes positivas hacia el voseo (27%), sólo después del 29.2% de los mayores de cincuenta años. Por otro lado, este grupo de edad (2) es el que menos estigmatiza el voseo, y llama la atención que ellos remarcan al voseo como algo ‘normal’, a pesar de que no sea algo que suelan usar. Caso contrario es el de los 125

jóvenes menores de 30 años, que son el grupo con menor porcentaje de actitudes positivas y mayor de negativas, y por otro lado son el segundo grupo que más voseó en las conversaciones grabadas. Las siguiente tabla (tabla 5.9) muestra la actitud de los hablantes hacia el voseo verbal y pronominal a partir de la variable de edad.

Tabla 5.9 Promedio de actitud hacia el voseo pronominal y verbal según la edad del informante Positiva Negativa Ambigua Total % % % % Menos de 30 16.7 73.4 10 100 De 30 a 50 años 27 38.5 34.7 100 Más de 50 años 29.2 62.5 8.3 100

5.1.3.1 Comparación de los resultados de actitudes con los de grabaciones de habla cotidiana Es destacable que, como se mencionó en el apartado anterior, los jóvenes cuenten con un 16.7% de actitudes positivas hacia el voseo, lo cual es coincidente con su porcentaje de voseo en las conversaciones grabadas (24.8%), por lo que nos permitimos afirmar que entre ellos existe una clara congruencia entre actitud y actuación lingüística. Caso similar es el del grupo de edad de los adultos, en el que aunque la actitud positiva fue 7.6% mayor que la actuación, tampoco se trata de una diferencia abismal. Entre los adultos mayores sí existe una distancia algo mayor (14%) entre las creencias positivas y la actuación real (Figura 5.1).

126

50 43.2

40 27

30

29.2

24.8 20

16.7

19.4

10 0 < 30 años

30-50 años

> 50 años

Actitud positiva hacia el voseo (promedio de verbal y pronominal) Emisiones Figura 5.1 Comparación de porcentajes de voseo en grabaciones con porcentajes de actitud positiva hacia el mismo fenómeno a partir de la edad

Entre los jóvenes y los adultos mayores vemos gráficamente algo muy similar que nos habla del prestigio encubierto del voseo entre ellos, al ser mayores las emisiones del mismo que las actitudes positivas.

40 36.4

35 30 25 20

23.6

23.6 20

18.4

15 10

8.9

5 0 Alta Actitud positiva

Baja

Ninguna

Voseo en datos de grabaciones

Figura 5.2 Actitud positiva de los hablantes (porcentajes) comparada con los datos de grabaciones según la escolaridad 127

En el caso de la figura 5.2 pasa algo similar que en la anterior, y la diferencia ahora es que la variable social analizada es la escolaridad; la diferencia entre actitud positiva y porcentaje de ocurrencias de voseo entre las personas de formación alta es de 5.2 y 3.6% respectivamente, siendo en ambos grupos mayor el porcentaje de emisiones voseantes que el de actitudes positivas. El caso que aquí destaca es el de las personas con formación baja, pues ellas tienen apenas 8.9% de datos voseantes en nuestras grabaciones y un elevadísimo 36.4% de actitudes positivas hacia dicho fenómeno; vemos, pues, que quienes menos vosean más estigmatizan, y viceversa.

5.2 Creencias de los informantes respecto a los grupos que vosean En la tabla 5.10 se presentan los resultados con respecto a la creencia de los entrevistados sobre cuáles son los grupos sociales que suelen vosear. Vale la pena recordar que los grupos de hablantes no se les presentaron como mutuamente excluyentes, de modo que el informante podía responder que ambos voseaban o sólo uno de ellos lo hacía. En cuanto al binomio hombre/mujer correspondiente a género, el 80% de las personas creen que son los hombres quienes suelen vosear, número mayor al 57.5% que cree que son las mujeres quienes lo hacen.

Tabla 5.10 Creencias de los hablantes respecto a los grupos que suelen vosear

Sí No No sabe Total

Hombres Mujeres Jóvenes Viejos Pobres % % % % % 80 57.5 45 80 92.5 17.5 40 55 20 2.5 2.5 2.5 0 0 5 100 100 100 100 100

128

Ricos Cultos Incultos Indígenas % % % % 40 47.5 80 55 55 45 10 17.5 5 7.5 10 27.5 100 100 100 100

Mestizos % 62.5 20 17.5 100

En lo respectivo a edad, la mayoría de los entrevistados (80%) cree que los adultos mayores son quienes vosean, pero también se obtuvo un importante porcentaje de 45% de quienes creen que los jóvenes vosean. El nivel socioeconómico arroja un altísimo porcentaje (92.5%) de personas que cree que son los pobres quienes vosean, contrastante con el 40% que piensa que son los ricos los que lo hacen; esto explicaría, en gran medida, la estigmatización del voseo debido a la conciencia de clase y a la relación directa de este fenómeno lingüístico con un grupo al que pocos quieren pertenecer. De igual manera, el 80% de las personas relaciona el voseo con las personas incultas (vs. 47.5% que lo ven como un rasgo lingüístico de las personas cultas), lo que es otra razón para la actitud negativa hacia el mismo. Llama la atención el resultado respecto a una correspondencia racial con el voseo (que más que racial en esta investigación tuvo la intención de corresponderse con personas cuya lengua nativa no fuera el español), pues el 55% cree que son los indígenas quienes vosean y el 62.5% piensa que son los mestizos (personas no indígenas en general) los que lo hacen; estos últimos resultados confirman la hipótesis de Paulina Abarca, según la cual “por influencia de la escuela y creencias populares que vienen del pasado, mucha gente considera el voseo un signo de poca educación escolar y motivo de vergüenza; también se cree que es una forma de hablar que debería ser erradicada porque es incorrecta o propia de indígenas, gente humilde y centroamericanos” (Abarca, 2009), aunque según los mismos hablantes mencionaron nadie les prohibió usarlo, a partir de lo cual ellos mismos negarían que las causas de esta estigmatización sea la influencia de la escuela o sus padres. Si relacionamos los resultados presentados en la tabla 5.10 con lo obtenido en los datos de grabaciones, observamos que la creencia de los hablantes respecto al uso del voseo por parte de los hombres no se puede confirmar con las grabaciones con que contamos, 129

pero sí ese 80% de las personas que creen que son los más viejos quienes vosean, grupo del cual se obtuvo la mayor ocurrencia de datos voseantes en las grabaciones. Dado que la variable nivel socioeconómico no se tomó en cuenta para la codificación de los datos de grabaciones, no se puede confirmar la creencia de los hablantes respecto a ello, pero sí la de formación académica que, aunque no con una diferencia abismal, sí parece influir en que las personas con menor y mayor formación académica voseen más, en oposición a los de formación media. Dado que todos los participantes de las grabaciones en este estudio no son indígenas, no podemos determinar si la percepción de los miembros de la comunidad de habla respecto a esa variable son certeros o simples prejuicios.

5.3 Características lingüísticas e identitarias de los informantes En la búsqueda de enfatizar aún más en la perspectiva émica e autoidentitaria de los miembros de la comunidad de habla, se elaboró la pregunta directa ‘¿Usted habla de vos y conjuga los verbos de la forma hacé, vení, sos, etcétera?’, lo cual nos aportó los resultados de la tabla 5.11, que se codifican como si el informante dice ser voseante.

Sí No Total

Tabla 5.11 ¿El informante dice ser voseante? F 26 14 40

% 65 35 100

Los resultados de dicha variable son muy interesantes, pues el 65% de los entrevistados dijo que ‘sí suele hablar así’ (o sea, ser voseante), lo que contrasta enormemente con la actitud mayoritariamente negativa de la que ya se habló anteriormente. 130

De estos informantes la mitad (13) son hombres y la mitad mujeres, por lo cual no podemos hablar de una tendencia genérica respecto a la autodefinición como hablante voseante, muy contrario a los resultados de las grabaciones analizadas en el capítulo anterior, en las que el voseo parece ser un rasgo primordialmente femenino. Estamos pues ante un caso de prestigio encubierto, en el que si bien el fenómeno se encuentra estigmatizado la mayoría de los hablantes dicen usarlo. En búsqueda de las razones de esos resultados, se realizó la pregunta de si alguien le prohibió al informante vosear (se le especificaron figuras de autoridad como padres, profesores o monjas, y amigos o hermanos mayores), de lo que se obtuvo como resultado (ver tabla 5.12) que a la gran mayoría de ellos (82.5%) nadie le dijo que no lo hiciera o que estaba mal. Dichos resultados contrastan con los comentarios hechos por algunos otros lingüistas no especializados en el tema, que le atribuyen directamente a grupos de poder la pérdida del voseo en Chiapas (y, por extensión, en Tuxtla).

Tabla 5.12 ¿Alguien le prohibió al informante vosear o le dijo que no era correcto? F % Sí 7 17.5 No 33 82.5 Total 40 100

Un ejemplo muy interesante es el dato de una joven mujer, profesora de preescolar que dice no vosear, que es un rasgo lingüístico desagradable y que ella se lo prohibe a sus alumnos, pero que en el transcurso de la entrevista se encuentra con un conocido y le dice

(1) ¿Aquí venís? (informante 25 de aproximadamente 30 años a un hombre de la misma edad) 131

Por eso, aunque la percepción del hablante es importantísima, ésta podría no corresponderse con la realidad, y por ello se buscó cotejar los datos de esta prueba de actitudes y creencias con los de las grabaciones de conversaciones cotidianas. Otro caso destacable es el de la hablante F, a quien coincidentemente se le aplicó la prueba de actitudes y creencias y que, a pesar de que en las grabaciones es la más productiva en cuanto a voseo (la única que tuvo más del 50% de ocurrencias), dice que está mal y que es una forma incorrecta de hablar propia de las clases bajas; de igual forma afirma contundentemente no hacerlo. Al proponerse en esta tesis que el voseo está siendo rescatado como un rasgo de identidad por parte de los jóvenes, se indagó en la importancia de ello para los informantes entrevistados. La identidad prominente del informante se determinó a partir de la pregunta ‘Para usted, ¿es más importante ser chiapaneco o ser mexicano?’; el 45% de los entrevistados dicen que ninguna de las dos o las dos (no existe una prominencia de identidad nacional para ellos), mientras que 32.5% cree que es más importante ser mexicano, relegando al tercer lugar la identidad chiapaneca.

Mexicano Chiapaneco Ninguna de las dos Total

Tabla 5.13 Identidad prominente en los informantes F % 13 32.5 9 22.5 18 45 40 100

Esta pregunta derivó directamente en otra ‘¿Le parece que hablar de esa manera [vosear] es algo “muy chiapaneco” o que distingue a los chiapanecos de las personas de otros lugares?”, y los resultados –que se presentan en la tabla 5.14– se corresponden

132

directamente con las personas que dijeron ser voseantes (84.6% de los que dijeron vosear se ubican entre los que dijeron que éste era un rasgo chiapaneco), pero no con los resultados de identidad prominente.

Tabla 5.14 Creencia del informante respecto al voseo como un rasgo de identidad chiapaneca F Es un rasgo de identidad del chiapaneco 31 No es un rasgo de identidad del chiapaneco 9 Total 40

% 77.5 22.5 100

Sin embargo, cabe aclarar que la construcción de las identidades de los sujetos no implica que éstas sean necesariamente excluyentes entre sí, por lo cual –aunque para la mayoría de los informantes es más importante ser mexicano que chiapaneco– es probable (y aquí le damos paso a la mera especulación) que la identidad mexicana coexista con un sentido de identidad chiapaneca, lo cual a partir del estudio realizado no podemos definir.

5.4 Ejemplificación del voseo por parte del hablante 32 hablantes de los 40 fueron capaces de dar algún ejemplo del voseo; en total, se registraron 69 ejemplos dados por los informantes. Los tipos de ejemplos que aportaron se clasificaron de acuerdo a los tipos de voseo y se meustran en la tabla 5.15. Tabla 5.15 Tipos de ejemplos aportados por los hablantes entrevistados Tipo de voseo ejemplificado F % Pronominal 31 44.9 Verbal 27 39.1 Mixto pronominal 8 11.6 Mixto verbal 1 1.4 Voseo respetuoso 2 2.9 Total 69 100

133

Con un 44.9% de ejemplos pronominales, éstos son los más mencionados por los hablantes, probablemente por su prominencia; esto no se corresponde con los datos de las grabaciones, en las cuales sólo el 7.3% fueron de tipo pronominal. De igual manera, el 39.1% de los ejemplos dados por los entrevistados que se corresponden con voseo verbal, contrasta con el 89.5% de los verbos flexionados según el paradigma voseante que se obtuvo de los datos de grabaciones, lo cual se explicaría –en parte– por la relativa dificultad que representa para el hablante elaborar ejemplos flexivos con respecto a los pronominales. Tan sólo el 11.6% de los informantes aportaron 8 ejemplos de voseo mixto pronominal, lo cual confirmaría su existencia (no comprobada en las grabaciones, en donde no hay ni un solo caso). Lo contrario ocurre en el ejemplo de voseo mixto verbal, para el cual sólo se obtuvo un ejemplo por parte de los entrevistados (1.4%), menor a los 4 rescatados de las grabaciones. De igual manera, los hablantes aportaron dos ejemplos (2.9%) de voseo respetuoso, pocos pero valiosos ante un fenómeno antes no registrado. Podemos concluir, por lo tanto, que existen en Tuxtla Gutiérrez los 4 tipos de voseo tradicionalmente descritos (pronominal, verbal, mixto pronominal y mixto verbal), al que se suma el voseo respetuoso, que la gente conoce, usa y es capaz de ejemplificar, según los datos de esta investigación.

5.5 Conocimiento del voseo respetuoso Dado que voseo respetuoso es una categoría que hasta la elaboración de esta tesis no existía ni había sido descrita, al realizar la pregunta respecto al mismo se tuvo que recurrir a ejemplos explícitos (“¿Usted ha escuchado a alguien decir ‘so usted maestro/doctor’?”); debido a las variables alofónicas que para este fenómeno existen (por ejemplo “so 134

(u)ste(d)”) muchas personas solían inhibirse y evadir la pregunta, respondiendo ambigüedades que no permitieron determinar si conocían o no el fenómeno. Aunado a esto, es necesario mencionar que no se había considerado introducir dicha pregunta sino hasta después de tener al menos una grabación del mismo que corroborara su existencia, por lo cual sólo se le preguntó a 16 personas de las 40 a las que se les aplicó la prueba de actitudes y creencias. Dichos resultados son bastante equilibrados, pues 43.8% de los sujetos dicen sí conocerlo y haberlo escuchado, mientras que 56.3% dijeron desconocerlo y nunca haberlo oído. De entre las personas que dicen sí conocerlo, el género no es una variable clara que marque tendencia, pues la diferencia entre hombres y mujeres es de un solo sujeto (tanto en conocimiento como en desconocimiento del mismo), tal como se puede observar en la tabla siguiente.

Tabla 5.16 Conocimiento del voseo respetuoso por género Sí lo conoce No lo conoce No se preguntó Total F

%

F

%

F

%

F

%

Mujeres

3

14.3

5

23.8

13

61.9

21

100

Hombres

4

21.1

4

21.1

11

57.9

19

100

En el caso de la clasificación de los resultados por edad, sí parece ser que las personas de entre 30 y 50 años son quienes más conocimiento tienen del voseo respetuoso,. Los resultados de la tabla 5.16 coinciden parcialmente con los pocos datos de voseo respetuoso obtenidos en las grabaciones de habla cotidiana, de los cuales uno corresponde a una persona del grupo de edad ‘adultos’; sin embargo, el grupo que más dijo no conocerlo es el de los mayores de 50 años, a quienes corresponden los otros dos datos registrados.

135

Tabla 5.17 Conocimiento del voseo respetuoso por edad Sí lo conoce No lo conoce No se preguntó F Menos de 30 2 De 30 a 50 4 años de 50 1 Más años

% 13.3 30.8 8.3

F 3 1 5

% 20 7.7 41.7

F 10 8 6

% 66.7 61.5 50

Total

F 15 13 12

% 100 100 100

Vale la pena complementar estos resultados con los comentarios de dos personas que aceptaron conocer y usar el voseo respetuoso; la primera de ellas es una estilista de 30 años.

(2)

Entrevistador:

Decirle a alguien ‘so (u)ste(d)’ / por ejemplo ‘so (u)ste(d) licenciado’ / ¿usted lo conoce? / ¿Cómo en qué casos se podría usar?

Informante:

Cuando te preguntan algo / ‘¿Y tú qué sos?’ / ‘No pues yo me dedico a’ / en mi caso ‘yo me dedico al maquillaje’ / ‘ah / entonces so (u)ste(d) estilista’ / o ‘so (u)ste(d) cultora de belleza’ / sí así.

El siguiente caso que se quiere rescatar es el de un joven varón de 26 años, arquitecto

(3)

Entrevistador:

¿Qué te parece más correcto / decir ‘so usted licenciado’ o ‘es usted licenciado’” responde.

Informante:

El ‘so (u)ste(d)’ / lo manejamo(s) mah así

Entrevistador:

¿Sí se llega a ocupar? 136

Informante:

Sí / ‘so (u)ste(d) // ‘¿qué es que so (u)ste(d) pue(s)?’

Dos personas de diferente género y formación académica (una baja y otra alta), desconocidas entre sí y para el entrevistador al momento de la prueba, son capaces de dar ejemplos de voseo respetuoso, lo que confirmaría su existencia en Tuxtla Gutiérrez, lo que se complementa con la experiencia propia del autor de esta tesis, miembro de la comunidad de habla y quien afirma haberlo escuchado y usarlo frecuentemente para dirigirse a personas de mayor jerarquía. Cierto es que este fenómeno específico se presta para un análisis más profundo que queda fuera de los límites de esta investigación. Remitiéndonos también al caso de los resultados de las grabaciones cotidianas, debemos recordar que el voseo se dio mayoritariamente en las personas de más de cincuenta años (51.8%), seguido por las del grupo etario de entre 30 y 50 años (35%), mientras que los menores de 30 alcanzaron sólo el 13.2%. Por lo tanto, es importante saber si dichos resultados se corresponden directamente con la actitud de los hablantes hacia el fenómeno.

137

138

6. VOSEO EN REDES SOCIALES CIBERNÉTICAS, EN OTROS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y EN ESPACIOS PÚBLICOS

En este capítulo de tesis se pretende hacer un análisis cualitativo y pragmático de cómo se da el uso del voseo entre usuarios de redes sociales originarios de Chiapas, y sobre todo de Tuxtla Gutiérrez. Para lograr dicho objetivo, se presentan ejemplos de voseo (tanto verbal como pronominal) en las plataformas de Facebook, Twitter y Youtube, que son en las que se considera que existe mayor interacción entre los usuarios. De igual forma se trata aquí de presentar un panorama de lo que ocurre en otros medios de comunicación en los que el uso del voseo es frecuente, así como algunos datos que se escuchan regularmente en la calle y que, por su misma naturaleza, es difícil documentar en archivos de audio pero que han sido rescatados de las notas de los diarios de campo elaborados durante las estadías en Tuxtla Gutiérrez. Se dejan aquí de lado los análisis de tipo cuantitativo al ser prácticamente imposible –sin las herramientas tecnológicas adecuadas– hacer un inventario a través del tiempo de todos los datos existentes en la web; por la misma razón, se tomarán algunos ejemplos de voseo publicados por los usuarios entre 2012 y el primer semestre de 2013. En los años recientes el aumento a nivel mundial de usuarios de redes sociales cibernéticas ha sido verdaderamente impresionante; según el 9º Estudio sobre los hábitos de los internautas en México publicado por la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) a principios de 2013, nuestro país contaba hasta 2012 con 45.1 millones de usuarios de internet (10% más que en 2011), de los cuales el 73% tiene menos de 34 años, y a su vez utilizan este medio de comunicación un promedio de cinco horas y un minuto por día. Es innegable, pues, el impacto del internet en nuestro país –acorde con lo que sucede en el 139

resto del mundo–, y para esta tesis es pertinente hacer mención de lo que en él ocurre a nivel lingüístico, específicamente en lo que se refiere al voseo. Con base en la misma encuesta, el AMIPCI determinó que el 93% de los internautas mexicanos acceden a alguna red social cibernética, entre las que destacan Facebook (90%), YouTube (60%), Twitter (55%) y Google+ (34%), lo que en términos estadísticos representa una nada despreciable cantidad de personas que se expresan, influyen y se ven influenciadas directa e indirectamente por estas redes. Los cambios lingüísticos, la desaparición e, incluso, la aparición de fenómenos en la lengua, dependen en gran medida de los jóvenes, grupo que es considerado tradicionalmente como el más innovador dentro de una comunidad lingüística. La idea de la disminución del voseo en Chiapas es en gran medida refutada por su constante aparición en las redes sociales, aunque ciertamente es en ellas en donde se hace más evidente el cambio semántico-pragmático que ha experimentado dicho fenómeno en los últimos años, el cual se ha transformado en un rasgo de identidad propio de los miembros de la comunidad de habla de Tuxtla Gutiérrez (sobre todo los jóvenes), en quienes se ha visto un repunte en el uso del voseo, al que se le ha dado una carga social identitaria y lúdica que en épocas pasadas no tenía.

6.1 Facebook Creada en 2007 por Marck Zuckerberg, es considerada como la red social más utilizada a nivel mundial (con mil millones de usuarios suscritos) y México no es la excepción. Facebook se compone por distintos tipos de cuentas, entre las que destacan biografía (personas reales), página (sobre algún tema en específico con uno o más administradores) y grupo (a modo de blog en donde todos los miembros pueden publicar libremente). 140

Entre las páginas que han llamado la atención para este tema de tesis, destacan Chiapanecote, El Chiapanecote y Leyendas Tuxtlecas. Las fechas de aparición y el número de usuarios de estas páginas se muestran en la tabla 6.1. Tabla 6.1 Páginas de Facebook más usadas en donde existe voseo1 Página Fecha de Número de Ciudad más Grupo de edad aparición usuarios popular más popular Chiapanecote 15 de febrero de 58, 443 Tuxtla Gutiérrez 18-24 años 2012 El Chiapanecote 9 de enero de 10, 734 Tuxtla Gutiérrez 18-24 años 2011 Leyendas 12 de agosto de 5, 310 Tuxtla Gutiérrez 18-24 años Tuxtlecas 2012

6.1.1 Chiapanecote Esta página apareció en 2012 como un proyecto independiente de varios estudiantes de ciencias de la comunicación en Tuxtla Gutiérrez, todos de 19 años –los cuales se mantienen hasta la fecha en el anonimato (Tinta Fresca, 2012). A pesar de que también tienen una cuenta en Twitter y otra en YouTube, destaca la página de Facebook por la cantidad de seguidores y por tener mayor impacto entre los internautas. En ésta se pueden encontrar muchas imágenes con temas cotidianos para los habitantes de Chiapas, en una mezcla de sátira y comedia. Además, tanto en las imágenes como en las publicaciones de los administradores existe una gran cantidad de términos léxicos propios del dialecto del español de Chiapas, así como algunos que –si bien no son exclusivos de la región–, sí se encuentran muy estereotipados como rasgos de la zona. Un ejemplo de esto lo encontramos en la siguiente imagen (1), publicada el 6 de mayo de 20132.

1

Datos actualizados el 22 de mayo de 2013 a las 20:04 horas. Para mayores referencias respecto al léxico usado en los ejemplos que se presentan, consultar el apéndice 1 de esta tesis. 2

141

Figura 6.1 Imagen publicada en la página de Facebook Chiapanecote el 6 de mayo de 2013 (https://www.facebook.com/SoyChiapanecote)

En esta imagen nos encontramos con una caricatura que hace una broma respecto a los comentarios de muchos tuxtlecos durante la ola de calor que azotó a la región en la primavera de 2013, conjugado esto con la situación económica que vive un gran porcentaje de la población (paga es sinónimo de dinero; se puede cotejar en el apéndice 1 sobre léxico de Tuxtla Gutiérrez). Hasta el 22 de mayo de 2013, la imagen había recibido 680 ‘Me gusta3’, había sido compartida 535 veces y tenía 30 comentarios, importantes cantidades cuando hablamos de una página básicamente local. Lingüísticamente podemos interpretar la imagen como un muy probable conocimiento compartido del paradigma verbal voseante por parte de la persona que publicó, el cual es simultáneo en al menos todos los que dieron click en ‘Me gusta’, compartieron y/o comentaron la imagen. Otro ejemplo de la riqueza lingüística que Facebook representa lo tenemos en la imagen 2, publicada el 14 de febrero de 2013. 3 Opción que da Facebook para que un usuario exprese públicamente su agrado ante una publicación con un solo click.

142

Figura 6.2 Imagen publicada en la página de Facebook Chiapanecote el 15 de noviembre de 2012 (https://www.facebook.com/SoyChiapanecote)

En esta imagen se hace referencia a la frase coloquial ‘se te va la cocha al monte’ (cocha = ‘puerca’), que indica que alguien gusta de las relaciones homoeróticas. El voseo en este caso es tanto de tipo verbal como pronominal, y nuevamente la imagen es de tipo cómica. Ésta fue compartida 330 veces y cuenta con 998 ‘Me gusta’ y 74 comentarios, estos últimos interesantes por incluir casi todos un ‘jajaja’ o ‘jejeje’, lo que en Facebook representa risa y nuevamente confirma el uso lúdico del voseo. Nos pareció pertinente incluir esta imagen como ejemplo por presentar también otros rasgos del habla de Tuxtla Gutiérrez, de los cuales parece ser muy consciente la comunidad. Dichos rasgos son la elisión de /s/ a final de palabra, encontrado en el muy recurrido marcador discursivo pues. De igual manera es un buen ejemplo de la construcción conformada por un adverbio interrogativo de lugar dónde + flexión de tercera persona del

143

singular del verbo ser (es) + el pronombre relativo que, la cual parece ser común en Tuxtla Gutiérrez y de la que en las grabaciones realizadas para esta tesis se encontraron varios ejemplos (no sólo con dónde, sino también con el pronombre interrogativo qué, por ejemplo ¿qué es que estás haciendo?, y el adverbio de modo interrogativo cómo ‘¿cómo es que llegaste?’). Otra característica de esta imagen es la palabra cocha, que se refiere a la hembra del cerdo en el dialecto chiapaneco del español. La imagen trata de representar cómicamente la frase se le va la cocha al monte, que en lenguaje coloquial quiere decir que a un hombre le suelen atraer otros de su mismo género. La última imagen (6.3) que presentamos de Chiapanecote es una alteración de una campaña de Nike, cuyo lema era Just do it (‘Sólo hazlo’), el cual fue sustituido por un hacelo, la flexión voseante del imperativo del verbo hacer.

Figura 6.3 Imagen publicada en la página de Facebook Chiapanecote el 31 de marzo de 2012 (https://www.facebook.com/SoyChiapanecote)

144

Dicha imagen recibió 559 ‘Me gusta’, 31 comentarios y fue compartida 115 veces. Entre lo que la gente comentó, destacan los siguientes ejemplos de la tabla 6.2.

Tabla 6.2 Comentarios de usuarios a algunas imágenes publicadas en la página de Facebook Chiapanecote Comentario Descripción Usuaria 1 de Facebook4

Realizado por una mujer de aproximadamente 28 años,

si vooooooooooooooo!5

habitante de Tuxtla Gutiérrez con licenciatura. Destaca tanto el uso de un vos pronominal, como la elisión de /s/ implosiva descrita en el capítulo 1 de esta tesis.

Usuaria 2 de Facebook

Comentado por una mujer de 24 años, habitante de Tuxtla

namás hacélo.

Gutiérrez y con estudios de licenciatura.

Usuario 1 de Facebook

Publicado por un hombre de 24 años, habitante de Tuxtla

Mirálo vo', quedó bie

Gutiérrez y estudiante de licenciatura. Llama la atención la aparición de nueva cuenta de un vos pronominal con /s/ final elidida, así como del marcador discursivo miralo de flexión voseante. Aunque al final aparece una /n/ elidida, éste no parece ser un rasgo chiapaneco sino más bien un simple error de dedo.

Hasta la fecha, Chiapanecote ha publicado aproximadamente mil imágenes, la mayoría de ellas en este tenor lúdico y satírico. El número de sus usuarios crece vertiginosamente y, aunque no es de esperar que las publicaciones influyan directamente en los hablantes, sí es evidente que contribuyen en la difusión de un fenómeno que ha cobrado un significado identitario y en la desestigmatización del mismo; lo anterior potenciado por la edad y el nivel de formación académica de los administradores, lo cual contribuye a

4 5

Los nombres de los usuarios citados en este capítulo fueron omitidos para respetar su privacidad. En todos los ejemplos presentados en este capítulo se respeta la ortografía original.

145

desestigmatizar y convertir en un rasgo de identidad no sólo al voseo, sino al léxico y a otras manifestaciones lingüísticas propias de la región.

6.1.2 El Chiapanecote Ésta es otra página de Facebook creada por el joven conductor de origen chiapacorceño, Pepe Domínguez, del programa de radio Chiapanecote Show. Cabe mencionar que ésta no tiene relación alguna con el sitio de Facebook Chiapanecote, y que su plataforma principal es la radio. A diferencia de la página anterior, El Chiapanecote no se basa tanto en las imágenes, sino que lo que más llama la atención son algunos de los comentarios en su muro. Entre ellos destaca el que se muestra en (1) posteado el 24 de abril de 2013, con una flexión voseante en el verbo seguir.

(1) Seguime en instagram @chiapanecote !! Saludos que calor!

Otro de los estatus publicados por Pepe Domínguez es el de (2), del 21 de abril del mismo año con un pronombre vos explícito y los lexemas fiero y puede rasgos muy estereotípicos del español de Chiapas (en donde fiero significa ‘feo’ y puede ‘enoja/molesta’).

(2) Mmm vos fiero tu modo, nada te gusta, todo te puede

Aunque el impacto de esta página es mucho menor que el de Chiapanecote, es importante mencionarla debido a que cuenta con la plataforma alterna de la radio, en la cual

146

el conductor habla con otras personas de algún tema específico de manera distendida y sin mayor seriedad, utilizando diversos rasgos del español de Chiapas, incluido el voseo.

6.1.3 Leyendas Tuxtlecas Esta página dice tener el propósito de rescatar la cultura tuxtleca, así como dar cuenta de sus personajes y leyendas. También incluye de vez en cuando algunas imágenes, pero la mayoría de ellas son de tipo histórico o de lugares y personas emblemáticos. A pesar de ello, algunas imágenes son pertinentes para esta tesis, tal como la figura 6.4 que a continuación se presenta.

Figura 6.4 Imagen publicada en la página de Facebook Leyendas Tuxtlecas el 27 de abril de 2013 (https://www.facebook.com/LeyendasTuxtlecas)

Aquí nos encontramos con una imagen que hace referencia a la pérdida de la costumbre de hacer papalotes en Chiapas (sobre todo en las zonas más urbanizadas) y se incluye un comentario con voseo pronominal y flexión verbal de presente de indicativo del verbo acordarse. Dado el número reducido de usuarios de esta página, la imagen sólo alcanzó 35 ‘Me gusta’, 8 comentarios y fue compartida dos veces. 147

Otra de las imágenes de Leyendas Tuxtlecas (que cuenta con 28 ‘Me gusta’ y ha sido compartida 2 veces y comentada 4) es la siguiente (5), en la cual podemos encontrar más rasgos del habla de Tuxtla Gutiérrez.

Figura 6.5 Imagen publicada en la página de Facebook Leyendas Tuxtlecas el 7 de abril de 2013 (https://www.facebook.com/LeyendasTuxtlecas

En esta imagen nos encontramos –en primer lugar– con la flexión voseante en presente de subjuntivo del verbo olvidar, enseguida tenemos la elisión de la vibrante múltiple en final de palabra en los verbos adelantar y llegar; inmediatamente después se da un cambio de trato –es decir, en la misma emisión se usan dos formas de tratamiento distintas– de voseo a tuteo con el verbo ponte (se esperaría que según el paradigma voseante fuera ponete), y este cambio vuelve a ocurrir al cerrar con el pronombre explícito vos inmediatamente después del marcador discursivo pues con la /s/ final elidida, tal como se ha observado y comentado en múltiple cantidad de ejemplos de habla cotidiana. De forma adicional nos encontramos con tres muestras del léxico de Tuxtla Gutiérrez: totoreco 148

(‘tonto’), primo (‘amigo/compa/wey’) y picte (‘tamal de elote’), que más que ser propias y/o exclusivas de la región, suelen estar presentes en este tipo de presentaciones que pretenden retratar el habla de Tuxtla Gutiérrez por ser consideradas por la comunidad de habla como estereotipos del dialecto de su región. Es interesante comentar que, adicionalmente a lo encontrado en la imagen misma, el administrador comentó al pie de la misma

(3) ya me voy ya primada pero antes ojo he acordate del cambio de horario pue!

regalándonos un ejemplo de duplicación del adverbio temporal ya (antepuesto y pospuesto al verbo) y otro de voseo (acordate), así como uno más de la elisión de /s/ final en la palabra pues.

6.2 Twitter Twitter es la segunda red social más usada a nivel mundial, fue fundada en 2006 por Jack Dorsey y actualmente es uno de los medios más utilizados para obtener información de otros usuarios en tiempo real. Aunque también permite publicar imágenes, la dinámica de Twitter es distinta a la de Facebook, pues la idea es que sea una especie de microblog en el que las personas puedan publicar lo que sucede en tiempo real y en tan sólo 140 caracteres. A diferencia de otras redes sociales, Twitter no cuenta con la opción de ‘Me gusta’, sino que cada tuit ofrece la posibilidad de ser marcado por otros usuarios como ‘favorito’, retuiteado (es decir, copiado y publicado en el Twitter de otro usuario automáticamente), respondido (ante la publicación de alguien, uno puede escribir algo que le será notificado y aparecerá en el muro del emisor) o insertado en otra página (por ejemplo Facebook). 149

Además de estas opciones, los usuarios de Twitter tienen la posibilidad de enterarse de lo más comentado en el momento, ya sea a nivel mundial, nacional o local (actualmente, en México se puede conocer las tendencias de 22 ciudades diferentes). Generalmente entre lo más comentado (llamado trending topic por Twitter) se encuentran etiquetas precedidas por un símbolo #, que entre la comunidad tuitera se conoce como hashtag y que sirve para hacer búsquedas con mucha mayor facilidad. Un usuario puede ser mencionado en un tuit con su nombre de usuario precedido por un símbolo arroba (por ejemplo, @usuarioX), notificándosele a éste dicha mención6. La información que será presentada aquí ha sido tomada directamente de la página http://twitter.com y se basa en búsquedas específicas con el buscador integrado. Asimismo, se utilizó el servicio en línea trendsmap.com, que es “una aplicación en tiempo real de las tendencias de Twitter en todo el mundo”7. Al hacer búsquedas en Twitter de la combinación del pronombre vos y la palabra Tuxtla, o de algunos verbos flexionados según el paradigma voseante (vení, sos, mirá) se encontraron algunos resultados como los siguientes.

(4) @Usuario1

31 ene 13

Iday vos, mirá las calles de mi Tuxtla, tan chingonas, #TuiteoComoTuxtleco tan lindo mi Tuxtla.

6

Toda esta información se encuentra disponible en el servicio de ayuda de Twitter en https://support.twitter.com/groups/50-welcome-to-twitter. 7 “Trendsmap.com is a real-time mapping of Twitter trends across the world”, según la propia página http://trendsmap.com.

150

(5) @Usuario2

2 ago 13

Y cómo te llamás? preguntó Juan Pablo II a un niño tzotzil en Tuxtla. Me llamo zanahoria, dijo. No te creo ¿Y cómo vos te llamás papa, pue?

(6) @Usuario3

30 jun 12

Pasu mecha miralo vos como ta lloviendo aquí en Tuxtla #Chiapas”/un titipuchal vos

(7) @Usuario4

30 abr 13

@marc0maza @Jesstuxtla acá en los tuxtla, veni pa'cá vos meco a convivencia infantil, va a venir otro uno chabelo, que nervios !!

(8) @Usuario5

29 may 13

Te dijo tu maestro que debés de cambiar de violín a uno de autor? Vení a la @sordinalauderia en Tuxtla Gutiérrez.

(9) @Usuario6

20 feb 12

Sos mas chafa que lo que se vende en la 5ta de Tuxtla...

(10) @Usuario7

27 oct 11

@lopezdoriga1 Yo Rujo Como Jaguar NO Maullo Como Puma @soyjaguar Vos Joaquin Si no sos jaguar sos mampo!!!"

151

(11) @Usuario8

18 abr 13

Te odio, vos sabés quien ☼ eres...

(12) @Usuario9

25 may 13

¿Cómo le dicen al Nucú por tu rumbo vos primo?

En todos estos ejemplos vemos una gran productividad de verbos voseantes y del pronombre vos explícito, tanto entre usuarios que en su perfil indican ser de Tuxtla Gutiérrez como para dirigirse hacia otros que no son de la región (como en el que se envía directamente a la cuenta oficial del presentador de Televisa Joaquín López Dóriga). Cabe mencionar que muchos de los datos con voseo que aparecen en Twitter son del pronominal, lo cual no es muy común en el discurso oral de los tuxtlecos. De igual forma, la mayoría de los casos de voseo vienen acompañados por otros rasgos distintivos del habla tuxtleca (mampo, ‘homosexual’;

primo, ‘güey’; nucú, ‘hormiga comestible’; meco,

‘güero’), lo cual confirma de nueva cuenta que entre los hablantes de la comunidad sí existe una conciencia del voseo como un rasgo propio de su dialecto. El ejemplo (4) inicia con un ‘iday vos’, que es una fórmula de saludo muy común entre los tuxtlecos, sobre todo en relaciones de cercanía y amistad, pero sí llega a extenderse a otro tipo de interacciones, e implica sorpresa y alegría al encontrarse con un conocido. Es común escucharla como ‘ideay vos’ o ‘idiay vos’, esta última forma entre las personas con mayor formación académica, quienes la transcriben como aquí se presenta. Cabe destacar que aunque dicho idiay va casi siempre acompañado del pronombre vos, también suele utilizarse con otras formas de tratamiento como una especie de ‘hola’ (por ejemplo: idiay profe, idiay mami, idiay tío, idiay tú, etc.) Muchas veces entre la forma 152

lexicalizada idiay y el vos explícito se introduce un pues (casi siempre pronunciado como pue), el cual como ya se explicó en el capítulo 1 de esta tesis es un marcador discursivo muy utilizado en Chiapas y en Tuxtla Gutiérrez, pero que en este contexto sirve para cambiar el sentido de la frase y transformarla, de un saludo, en una simpática expresión de sorpresa equivalente a ‘¿qué onda contigo?’. Aunque sin datos concretos que permitan afirmarlo, creo que el caso de construcciones de este tipo (idiay vos / idiay pue vos) es donde más se conserva el voseo pronominal o, al menos, donde es más tangible, por lo cual dicha frase da nombre a esta tesis. De estos ejemplos (en los que la mayoría es evidentemente un voseo lúdico e identitario) cabe destacar el caso de (8), en el cual una tienda de instrumentos musicales lo utiliza como estrategia publicitaria, esto probablemente para demostrar un estilo más informal y mayor cercanía con los potenciales compradores. Desgraciadamente no se puede hacer un análisis con más información sociológica de los usuarios debido a que Twitter no permite un formato tan amplio de perfil como Facebook u otras redes sociales; sin embargo, y a pesar de esto, es muy interesante encontrar tantos datos voseantes en este microblog, ya que según un estudio realizado en 2012 por el Edison Research & Arbitron Internet globalmente los usuarios de Twitter cuentan con un nivel económico más alto y una mayor formación académica que los de Facebook8. Los usuarios tuxtlecos han creado hashtags, de los cuales algunos han llegado a ser trending topics a nivel nacional, y que destacan por la búsqueda de rescatar elementos

8 Estudio disponible el 25 de mayo de 2013 en content/uploads/2012/07/The-Social-Habit-2012-by-Edison-Research.pdf

153

http://socialhabit.com/secure/wp-

típicos de la idiosincrasia chiapaneca o por contener verbos flexionados según el paradigma del voseo. Entre dichos hashtags, sobresalen algunos como los siguientes: #SiNoSosJaguarSosMampo #FracasasteComoChiapaneco #TuiteoComoTuxtleco #ChiapanecoQueSeRespete #YaVosMigue Cuando se escribe alguno de ellos, generalmente va acompañado de alguna frase acorde a la temática del mismo, y esto permite muchas veces encontrar ocurrencias del pronombre vos explícito o verbos flexionados según su paradigma. Muchas veces es difícil interpretar en verbos regulares si el emisor quiso expresarlo de manera voseante o tuteante, pues debido a las normas de escritura propias de los medios cibernéticos no siempre se suele usar acentos, y nos encontramos así con datos como comelo y traelo que pueden interpretarse como voseantes, pero que también suelen aparecer escritos por personas no voseantes que no suelen indicar graficamente la acentuación.

6.3 YouTube La plataforma de YouTube es actualmente la más grande en cuanto a almacenamiento de videos y ha permitido a cientos de millones de usuarios en todo el mundo la visualización de millones de horas de grabación, gracias a su fácil accesibilidad y a su gratuidad. La página http://youtube.com permite hacer la búsqueda de videos subidos en cualquier parte del mundo por cualquier usuario y la visualización de los mismos, siempre y cuando no existan restricciones específicas por parte del autor. Al ver un video de YouTube, el usuario

154

tiene la posibilidad de dejar comentarios respecto al mismo, de responder a los de otros y de dar click en las opciones de ‘Me gusta’ o ‘No me gusta’ de cada video. Aunque el análisis de videos donde podamos encontrar evidencias del voseo en Tuxtla no es el aquí pertinente, sí se hará referencia a algunos de ellos y se describirán brevemente, profundizando más bien en las interacciones de quienes los comentan y mencionando las estadísticas de visualización de cada video. En primer lugar mencionamos la muy conocida por los tuxtlecos ‘Breve puteada maternal tuxtleca’9, un video que cuenta con la actuación de una madre regañando a su hijo. En el mismo nos encontramos con una gran cantidad de palabras muy específicas de Tuxtla Gutiérrez, importantes referencias a la ciudad capital de Chiapas, una entonación marcadamente tuxtleca y, sobre todo, una productividad de voseo muy importante. Aunque el video fue creado con fines lúdicos por parte de un grupo de performance de la ciudad, lo importante es la reacción de otras personas que lo han visto; destaca que desde que fue subido (el 27 de septiembre de 2007) hasta el 25 de mayo de 2013, ha sido visto 67, 878 veces y ha obtenido 151 ‘Me gusta’ y 6 ‘No me gusta’. Según las estadísticas proporcionadas por la misma página, los grupos de edad que más lo han visto son hombres de 35 a 44 años, hombres de 25 a 34 años y hombres de 45 a 54 años, en ese orden; los países desde los que más se ha visitado la ‘Breve puteada maternal tuxtleca’ son México, Estados Unidos y Guatemala, en ese orden. Algunos de los comentarios más sobresalientes respecto a dicho video se muestran en la tabla 6.3.

9 Conviene recordar que como ya se describió en el apartado de Rasgos del español de Chiapas y en el Apéndice 1, puteada significa ‘regaño’. Dicho video se encuentra disponible en [http://www.youtube.com/watch?v=tt2VWg6Xszk] el 11 de junio de 2013.

155

Usuario

Tabla 6.3 Comentarios al video Breve puteada maternal tuxtleca de YouTube Comentario

Comentador 1

pues mirálo que así me regañaba mi nana, pero como que a la señora le falta sentimientos, esta muy leido su personaje jejejeje

Comentador 2

por cierto asi no hablamos todos los chiapanecos?? en fin, tra u man ?? creo que le exageran un poco , o por lo menos no se ve fluida la puteada.. eh escuchado mejores

Respuesta al

Asi hablabamos los chiapanecos, quiza tu ya eres de los nuevos, por

Comentador 2

eso se te hace diferente. Saludos.

Comentador 3

bueno la neta si da risa jaja..aunke no todos hablamos asi...refeleja un poco de la cultura chiapaneca...pero como les dije esto es un trbajo profesional...un cortometraje....k chidoO...y el talentop es 100% chiapaneco a huevoO jaja

Respuesta al

Pos claro ke no todos los chiapanecos hablan asi.. si por eso dice

Comentador 3

PUTEADA TUXTLECA. yo soy de Tuxtla y me cai ke aki las mamas asi hablan.

Comentador 4

Ydiai pues hijo!!, subís un video y nos dejás picados! De al tiro vos no cooperas!!

Comentador 5

ps..esta weno, pareciera que fue un trabajo universitario. Pero muy cireto lo que dicen muchos compañeros de aca, no todos los chiapanecos hablamos asi, y no nos sentimos gringos, a menos que te refieras a Chiapaneco solo hablando de Tuxtla, chiapa de Corzo y lugares cercanos.

Comentador 6

a bruto como no van a saber ques MATANANA, nana se le llam a las mamás ahora arrejuntalo todo y queda mata mamá, sin gracia fiero sus modo, no todos hablamo así pero bien que entendemos. ta chido

Se han remarcado en negritas las partes que nos parecen más relevantes, pues más allá de que en los comentarios aparezca o no el voseo y léxico y expresiones tuxtlecas como 156

resultado de un proceso de acomodación lingüística de los comentaristas, nos parece que es más interesante el debate que se da entre los participantes respecto a si así se habla o no en Tuxtla. Generalmente, cuando un comentarista no cuestionaba si el habla de la región es así no recibía respuestas, pero cuando alguno sí lo hacía (por ejemplo los de los comentadores 2 y 3) alguien solía contradecirlo. Los comentarios de los usuarios 1 y 4 son interesantes porque en ellos existe voseo (en varios más existía, pero por espacio sólo se muestran aquí dos), ya sea de tipo pronominal (en los dos casos) o verbal (en el comentador 4). Por último mencionaremos a los comentadores 5 y 6, que dicen –en esencia– que no todos los chiapanecos hablan así, pero sí todos lo entienden. El primero de estos dos es más que interesante, porque propone que todos los que son de “Tuxtla Gutiérrez, Chiapa de Corzo y lugares cercanos” sí hablan así; aunque no apoyamos esta teoría, es un ejemplo de lo que es la creencia respecto a algunos fenómenos lingüísticos (creemos que podemos incluir el voseo) por parte de miembros de comunidades de habla cercanas. Ahora comentaremos –de manera muy general– el caso de los videos del usuario de YouTube StudioFalcony (de quien se obtuvo permiso expreso para ser mencionado en esta tesis), quien hasta el 25 de mayo de 2013 contaba con 555 videos en donde se expresa de manera coloquial y de forma cómica respecto a diversos temas, y que tenía 8, 515, 817 reproducciones en su canal, un número muy significativo. Entre los comentarios a los videos de StudioFalcony (quien se define a sí mismo como “el único youtuber chiapaneco”), nos encontramos con los siguientes.

157

Usuario

Tabla 6.4 Comentarios a los videos de StudioFalcony Comentario

Comentador 1

carnal nunca te había yo visto vos chito10 pero si estas bien totoreco :D jajaja shale pues hija ya te estare viendo mas seguido pero mandame un saludo de a poray donde estes por tu rumbo

Comentador 2

jaja miralo velo vos... lo mirotie tu video jajaj muy bueno, me gusto... arriba chiapas :)

Comentador 3

jajajajajajajjajaa literalmente vos logras sacarme risas!! un abrazo viejo falcony

Ciertamente en pocos de los comentarios a sus videos encontramos casos de voseo, pero es interesante que esto ocurre casi siempre cuando él vosea en sus guiones; aparentemente es lo mismo que sucede en el video ‘Breve puteada maternal tuxtleca’, en el cual la protagonista tiene casi el 100% de sus emisiones con flexión voseante y un número significativo de pronombres vos explícitos, lo que probablemente fomente que los usuarios sigan la misma dinámica al comentar.

6.4 Datos en otros medios de información Además de las redes sociales, basta estar un breve tiempo en Tuxtla Gutiérrez para encontrar evidencia de voseo en diversos medios de comunicación, algunos de ellos incluso promovidos por los poderes gubernamentales (tanto locales como estatales) y otros por diversas compañías comerciales y de fomento a la cultura. Ejemplos de esto podemos encontrarlos en plataformas como radio, televisión, medios impresos, teatro y otra clase de presentaciones comunes en la región.

10

Chito es un marcador discursivo equivalente a güey, característico de Chiapa de Corzo.

158

Algunos de los programas actuales de radio permiten la interacción de dos o más locutores, los cuales tienen como objetivo entretener a la audiencia charlando entre ellos y haciendo bromas; ello se ve maximizado al hacer parte de dicha interacción a los radioescuchas, quienes suelen llamar a las diversas emisoras y conversar al aire con algunos de los locutores. Antes mencionamos la página de Facebook El Chiapanecote, y se hizo breve referencia a que el administrador, Pepe Domínguez, tiene un programa de radio llamado El chiapanecote show. En dicho programa participan varias personas que platican y hacen bromas entre ellos, y aparece el voseo de manera muy recurrente. Así como El chiapanecote show hay muchos otros programas de radio en los que los locutores vosean, más de forma lúdica que como algo cotidiano. En radio también es posible escuchar diversos comerciales en los cuales –cuando se presentan diálogos cotidianos– hay voseo (y otros rasgos lingüísticos de la comunidad). Durante la contingencia por el brote de la influenza AH1N1 en 2008, el gobierno del estado de Chiapas lanzó un spot en las televisoras locales11, en el cual dos mujeres y un hombre de secundaria platican sobre el tema y, ante el regaño del varón hacia sus compañeras, ellas le contestan ya vos Migue. Esta frase se ha incorporado al folclore local, siendo usada entre los jóvenes como un marcador discursivo (también encontrado simplemente como ya vos) en contextos de confianza y de cercanía, y que indica una suerte de petición para que el receptor atenúe sus comentarios. En Tuxtla es posible encontrar volantes y anuncios (de tipo gubernamental o comercial) en los cuales se da el voseo. El siguiente ejemplo es un volante del gobierno municipal en donde promueven un programa de desarrollo social. En el volante que se 11

Video disponible el 25 de mayo de 2013 en [http://www.youtube.com/watch?v=tWdwycr0x2E]

159

muestra en la figura 6.6 vemos una plática de mujeres aparentemente de nivel socioeconómico medio-bajo y edades de entre 25-45 años aproximadamente, en las cuales el voseo está muy presente. Asimismo, se escenifica una conversación alterna en donde un hombre de más de 22 años vosea a otro. A pesar de que podemos pensar que es una estereotipación del habla de clases populares de Tuxtla Gutiérrez (lo cual probablemente sea cierto), seguramente para la creación de este tipo de material de difusión fue importante tomar en cuenta la posible comprensión por parte de los lectores, ya que de otra forma no cumpliría con sus objetivos informativos. En el mismo volante encontramos otros rasgos distintivos del dialecto tuxtleco, como son el ya mencionado artículo indefinido + artículo posesivo + sustantivo (una mi cocina), el tratamiento genérico tía (que significa ‘señora mayor’) y el caso del uso de mirar en lugar de ver (¡Qué bonito se mira!), común en Chiapas y otros estados del sur de la República.

Figura 6.6 Volante del Gobierno del Estado de Chiapas en donde se usa el voseo 160

La figura 6.7 circula libremente en internet y es de un taxi de Tuxtla Gutiérrez (se confirma en la esquina superior derecha, en donde hay una representación del Monumental Cristo de Chiapas, símbolo de la ciudad; en ella observamos un voz (error ortográfico común para vos) acompañado de un iday, marcador discursivo para abrir una conversación. Aunque en la imagen del taxi la frase iday voz te llevo sirve para llamar la atención de los posibles peatones que busquen los servicios de transporte del taxi, la verdadera carga pragmática de la misma está nuevamente dentro de lo lúdico, como suele suceder en este tipo de anuncios colocados en el parabrisas de algunos automóviles.

Figura 6.7 Fotografía de un taxi de Tuxtla Gutiérrez

Del mismo modo, en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez y sus alrededores se presentan unas cuantas veces al año algunas obras de teatro enfocadas en el rescate de la idiosincrasia 161

del tuxtleco; entre ellas son muy conocidas dos de la maestra Dolores Montoya: Bienvenido, conde Drácula y El tenorio chiapaneco; las dos llenas de humor y siempre tendentes a la representación de léxico tuxtleco (y otros rasgos lingüísticos entonativos, fónicos, morfológicos, sintácticos y semánticos, incluido el voseo). Es de esta segunda obra de donde surgió el recién fallecido Francisco Castellanos Zavala, mejor conocido como Pacho el borracho, cómico tuxtleco que se presentaba en diversos bares, restaurantes y eventos en la ciudad, con monólogos llenos de voseo y que le valieron un gran éxito a partir del año 2007, en que sacó a la venta su primer disco. La siguiente imagen es una de muchas que se pueden encontrar en los medios de comunicación impresos, sobre todo en la sección de “moneros”; ésta (figura 6.8) se refiere específicamente al gobierno de Juan Sabines Guerrero, el cual fue famoso a nivel nacional por su represión contra la ciudadanía, sobre todo la que se expresaba públicamente en contra de su forma de llevar las riendas del ejecutivo.

Figura 6.8 Caricatura de Arcadio Acevedo en El Diario de Chiapas

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Podemos concluir, pues, que si bien parece que el voseo no tiene un alto prestigio social ni una actitud positiva por parte de la mayoría de los informantes (sólo 27.5%, según la prueba de actitudes y creencias aplicada), sí se encuentra muy difundido, e incluso es usado en los diversos medios de comunicación para reproducir un estereotipo del habla local con prestigio encubierto de sobreestimación (Silva-Corvalán, 2001), que facilita la cercanía entre los interactantes, les construye identidad propia, colabora en la preservación de su cultura y marca cierta distancia con los forasteros. De igual modo, no parece existir una prohibición de corte gubernamental, aunque tampoco se puede hablar de un apoyo oficial explícito hacia el fenómeno, dado que en los textos oficiales, spots del gobierno y otros mecanismos de contacto entre los poderes y el pueblo, se suelen usar formas estándares del español.

6.5 Datos escuchados en espacios públicos de Tuxtla Gutiérrez En las calles de Tuxtla Gutiérrez y otros espacios públicos de interacción entre los habitantes de la ciudad se escucha una gran cantidad de datos voseantes. Para terminar este capítulo se presentan algunos datos escuchados en zonas públicas de Tuxtla Gutiérrez durante el desarrollo de esta investigación, los cuales por sus características no pudieron ser registrados en archivos de audio pero sí por escrito en diario de campo. Los datos documentados se muestran seguidos de una breve descripción; se clasifican los datos según la función del voseo.

Voseo lúdico Entiendo por voseo lúdico aquel que tiene una intención específica de divertir a los interactantes, ya sea en el contexto de una broma o de una conversación informal. Aunque 163

el voseo sea lúdico, no se debe descartar que su uso se dé con el objetivo pragmático de marcar mayor cercanía con el o con los interlocutores, pues si bien se usa como un rasgo estereotípico del habla de la región, no se hace en forma de burla ni despectivamente, sino como un elemento que incrementa la comicidad de cierto evento comunicativo. Los siguientes ejemplos fueron clasificados como voseo lúdico debido a los contextos informales y cómicos en que se escucharon, a las emisiones acompañadas por risas o a la respuesta igualmente cómica del oyente.

(13) El novio te dice / “tomá que yo te cuido” (un comediante de aproximadamente 40 años en un restaurante-bar familiar de las afueras de Chiapa de Corzo)

(14) te mandas sola / te mandás sola (discurso referido del mismo cómico del ejemplo anterior simulando lo que un esposo le dice a su esposa durante una discusión)

Los ejemplos 13 y 14 fueron escuchados en un centro botanero en las afueras de Chiapa de Corzo; los centros botaneros en Chiapas son restaurantes de tipo familiar en donde en los días de mayor afluencia se presentan algunos músicos y comediantes a presentar shows para entretener a los comensales. El humor en dichos espectáculos es la constante, y entre algunas de esas bromas se suele escuchar voseo con fines cómicos.

(15) Tomate la foto / pue(s) (hombre de unos 20 años dándole una orden, entre risas, a otro de su misma edad en el centro de Tuxtla Gutiérrez)

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El ejemplo 15 es lo que un joven le dice a su acompañante después de hacerle una broma respecto a una fotografía que se iba a tomar en la calle; esa emisión se ve contextualizada por las risas de ambos.

(16) Apurate pue(s) muchacho (hombre de unos 25 años a otro de su misma edad en el centro de Chiapa de Corzo)

(17) Mampa sos // miralo la mampa (mujer de aproximadamente 40 años en la feria de Chiapa de Corzo para dirigirse a un hombre vestido de mujer, que es tradicional en dicha fiesta)

(18) Vení / hija de la verga (hombre vestido de mujer en la feria de Chiapa de Corzo para dirigirse a otro en la misma situación, ambos de aproximadamente 50 años)

Los casos de 16, 17 y 18 corresponden a datos escuchados durante la feria de San Sebastián en Chiapa de Corzo a mediados de enero, la cual tiene una tradición de cientos de años y que actualmente se ha consagrado como una suerte de carnaval en el cual se permiten los excesos y la ruptura de ciertas convenciones sociales. El ejemplo 16 fue emitido por un hombre joven para decirle a otro que se apurara; se ha clasificado como lúdico debido a que se lo dijo entre risas y al título muchacho, el cual entre las personas de Chiapa de Corzo no es muy utilizado como vocativo sino cuando es en broma. Los ejemplos 17 y 18 son muy interesantes, pues en los dos casos los receptores son hombres vestidos como mujeres, no necesariamente homosexuales o trans (llamados chuntáes, tradicionales de la feria de San Sebastián), los cuales interactúan cómicamente, 165

transgrediendo sus roles de género, con las personas que acuden a ver los desfiles tradicionales conformados por parachicos, mujeres vestidas con el traje de chiapaneca y chuntáes.

Voseo cotidiano Voseo cotidiano se refiere a los casos en que el voseo se utiliza en interacciones cotidianas en las que el objetivo es intensificar la emisión y/o marcar más cercanía con el oyente. Los siguientes ejemplos fueron clasificados como voseo cotidiano.

(19) ¡Idiay vos! (conductor de transporte colectivo de Tuxtla Gutiérrez de aproximadamente 25 años al saludar a un joven de su misma edad en la zona sur oriente de la ciudad) El ejemplo 19 se da en una relación de igualdad jerárquica entre un conductor de transporte colectivo y un joven al que se encuentra en la calle, entre los cuales existía una evidente relación de amistad. Aunque al emitir el saludo existía gran alegría por parte de ambos, no podemos hablar de un voseo lúdico, pues simplemente fue un saludo que se utilizó para abrir un proceso comunicativo. Es importante mencionar que dicho saludo se encuentra muy lexicalizado y es común entre jóvenes (sobre todo hombres) al encontrarse con alguien inesperado, siempre lleno de sorpresa, emoción y alegría. En los ejemplos 20 a 24 lo que tenemos son órdenes, regularmente en relaciones jerárquicas asimétricas de mayor a menor.

(20) ¡Apurate! (en el centro de la ciudad una madre de aproximadamente 40 años apresura a su hija de aproximadamente 15 para que cruce la calle) 166

(21) Preguntá a cuánto está (en el centro histórico de Chiapa de Corzo lo usa una madre de unos 30 años para darle indicaciones a su pequeña hija de aproximadamente 10)

(22) Miralo / no le tengás miedo (mujer de aproximadamente 60 años a otra de unos 40, probablemente su hija, en el centro de Chiapa de Corzo)

(23) Sacalo porque van a venir los carros (mujer de unos 35 años dándole una órden a su hija de aproximadamente 5 en el centro de Tuxtla Gutiérrez)

(24) No te soltés / ya te dije que te agarrés de mi bolsa (mujer de aproximadamente 40 años para darle indicaciones a su hijo de alrededor de 10 en la feria de Chiapa de Corzo)

Curiosamente, los ejemplos que se recogieron fueron todos de mujeres, pero es probable que esto se deba a que en espacios públicos de Tuxtla Gutiérrez no es demasiado común encontrarse a hombres acompañados de sus hijos. El voseo en estos contextos es claramente usado como intensificador de las órdenes, y eso se manifiesta también en la elevación del tono de voz por parte de quien lo emite. El ejemplo de 25 es algo similar, pero se trata más bien de un regaño hacia una niña que se manchó de comida la ropa; sin embargo, el objetivo pragmático vuelve a ser intensificar, en este caso el regaño de la madre. Es el mismo caso de 26, en el que la madre le dice eso a su hija como reprimenda ante un berrinche; en ese ejemplo también es 167

destacable que el pronombre personal vos no cumple con función ni de vocativo ni de sujeto, sino que tiene la función de objeto indirecto.

(25) En toda la panza tenés (mujer de aproximadamente 35 años regañando a su hija de unos 5 en el centro de Tuxtla Gutiérrez)

(26) Te vo(y) a lleva(r) a vos (mujer de aproximadamente 50 años a su hija de unos 7 en el centro de Tuxtla Gutiérrez)

El de 27 es un ejemplo del marcador discursivo mirar, el cual no tuvo más razón que expresar el asombro por parte de un adolescente ante una víbora en el zoológico de Tuxtla Gutiérrez. Es interesante porque fue emitido por una persona realmente muy joven, lo que nos regresa nuevamente a la confirmación de la hipótesis del uso existente entre este grupo de edad, en la cual no ahondaremos nuevamente.

(27) ¡Miralo! (joven de aproximadamente 17 años para dirigirse a sus amigos en una sala de exhibición del zoológico de Tuxtla Gutiérrez)

El ejemplo 28 se da en la ruta de transportes colectivos que llega a la colonia Patria Nueva, es emitido por una persona de 25 años hacia otra de aproximadamente su misma edad ante el asombro de encontrarse con un compañero de escuela y descubrir que viven en la misma colonia; este sos es un caso de voseo con el objetivo de marcar más cercanía con su interlocutor, debido al descubrimiento de ser vecinos.

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(28) ¡Ah! / sos de la Patria / qué chido (hombre de aproximadamente 25 años a otro de su misma edad en un transporte colectivo de Tuxtla Gutiérrez)

El único caso de voseo respetuoso escuchado en la calle (29) fue aportado por una mujer de entre 40 y 45 años cuando narraba una discusión con otra señora en una escuela pública; mientras la hablante platicaba dicha discusión, parecía enojada, por lo cual se puede pensar que ese so usted funge como intensificador.

(29) Caso so (u)ste(d) criatura (mujer de unos 45 años a otra de aproximadamente 35 mientras discuten en una escuela primaria de la colonia Cerro Hueco)

El ejemplo 30 se escuchó durante la aplicación de la prueba de actitudes y creencias a una mujer que estigmatiza el voseo durante la entrevista por parte del autor de esta tesis; es digno de mención que en dicha prueba ella dijo del voseo que es algo que le prohíbe a sus alumnos de preescolar y que le parece que nadie lo debe usar porque es incorrecto y se oye mal, además de que dijo no ser hablante voseante, pero tan sólo dos minutos después de empezada la serie de preguntas (cuando ella ya había expresado su aversión al fenómeno), ve caminando a un conocido y le grita el ejemplo transcrito, aparentemente sin haberse percatado de que el entrevistador lo notó.

(30) ¿Aquí venís? (mujer de aproximadamente 30 años a un hombre de más o menos la misma edad en un centro comercial de Tuxtla Gutiérrez)

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El último ejemplo de lo que consideramos voseo cotidiano es de una adulta mayor para darle una orden a su nieta de no más de 18 años; ante esto, la jovencita responde “sí / abuelita”, lo que nos indicó la relación entre ellas y tenemos un dato más de cómo el voseo se da en relaciones jerárquicas de este tipo.

(31) ¿Me esperás / hijita? (una mujer de aproximadamente 70 años a su nieta de unos 18, para indicarle que va a pasar a un baño público de Chiapa de Corzo)

Voseo con función identitaria El voseo identitario es aquel que sirve para marcar explícitamente la integración de los miembros de la comunidad tuxtleca; es más evidente cuando hay presentes personas que no son tuxtlecas o cuando dos o más tuxtlecos se encuentran fuera del estado, en cuyos casos la cercanía o el conocimiento previo entre los participantes no es una exigencia pragmática para que se den casos de emisiones voseantes. El ejemplo de 32 es el único caso que podemos afirmar tuvo un uso identitario (a excepción, quizá, del 28). Fue emitido por un hombre de formación media mientras se le aplicaba la prueba de actitudes y creencias; poco después de darle los ejemplos de voseo (ya explicados en el capítulo 3), él notó de qué se trataba el asunto, así que usó el voseo para marcar mayor cercanía con el entrevistador, que para entonces ya se había identificado plenamente como nacido en Tuxtla Gutiérrez. Ello no quiere decir que los otros ejemplos no tengan una cierta carga identitaria, sino que eso sería difícil de definir al no conocer otras características de los emisores.

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(32) Si eres chiapaneco / no podés decir que no sos mexicano (hombre de aproximadamente 50 años al autor de esta tesis durante la aplicación de prueba de actitudes y creencias en un mercado público de Tuxtla Gutiérrez)

De todos estos ejemplos destaca que la mayoría se hayan encontrado con función lúdica y cotidiana; de igual manera, éstos confirman los resultados del apartado 4.4.2 de que el imperativo es el modo en el que más se está conservando el voseo, y la teoría de que el voseo tiene una importante carga lúdica, como se observa en los diversos casos escuchados en donde al voseo se le da esta función. Como podemos ver a través de todos estos ejemplos y de los casos de voseo en las redes sociales y en otros medios de comunicación, el uso del sistema voseante conserva vitalidad en Tuxtla Gutiérrez y es posible encontrarlo en personas de diferentes edad y formación académica, lo cual nos habla de que si bien no está estandarizando su uso, sí está siendo rescatado y ha cobrado un valor identitario, como se confirma en los resultados de los datos grabados ya descritos en el capítulo 4.

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7. CONCLUSIONES

A partir de los análisis realizados para efectos de esta tesis, podemos hacer varias puntualizaciones importantes respecto al estado del voseo en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas y su área conurbada. En primer lugar hemos de decir que los factores que influyen en la aparición del voseo no son definitivamente aquellos que tienen que ver con la formación académica del hablante, sino más bien con otras variables de tipo social como género, edad, tipo de relación entre el emisor y el receptor, así como objetivos pragmáticos específicos; quizás el factor más importante de éstos es la edad, pues vemos cómo las personas mayores son quienes más vosean, mientras que aquellas que tienen menos de cincuenta años pero más de treinta son las que menos lo hacen. Es importante destacar el papel de los jóvenes, entre quienes se observa un pequeño repunte de voseo, lo cual visto a partir de la hipótesis laboviana del tiempo aparente nos habla de un indudable proceso de recuperación por parte de ellos, con fines lúdicos e identitarios. Esto se sustenta además y en gran medida con los datos recogidos en redes sociales cibernéticas, pues es de llamar la atención que exista una gran productividad de emisiones voseantes precisamente en el medio de comunicación más utilizado por dicho grupo etario. Cabe mencionar que el valor lúdico que se le da al voseo en Tuxtla Gutiérrez no es de tipo sarcástico ni burlón, sino simplemente recreativo, tal como lo demuestran los interlocutores en su actitud al ser interpelados con formas voseantes. Si pensamos en la idea de una construcción identitaria a partir de un rasgo lingüístico, ello suena muy lógico si tomamos en cuenta que muchas de las sociedades humanas suelen hacerlo comúnmente a partir de una autodiscriminación cultural no necesariamente negativa. A pesar de ello, la gran cantidad de actitudes negativas 173

expresadas hacia el voseo nos habla de que dicho rasgo todavía no ha llegado a ser una forma lo suficientemente prestigiosa como para expresarlo abiertamente ante extraños, por lo cual sigue estando con un estatus de prestigio encubierto. Teniendo en cuenta las cuestiones gramaticales que podemos definir a partir de las grabaciones que se hicieron, cabe aclarar que lo dicho por Abarca en 2009 es bastante certero, pero sí vale la pena hacer ciertas especificaciones propias. En primer lugar hemos de tener en cuenta que el voseo se puede presentar con flexiones específicas en cualquier modo (indicativo, imperativo y subjuntivo) en tiempo presente, pero que en el subjuntivo es menos común, no precisamente por la tendencia del español a usarlo poco, sino más bien porque al ser una forma no muy usada el flexionar un verbo según el paradigma voseante hace que la emisión sea bastante marcada; dado que en Tuxtla Gutiérrez coexisten los sistemas tuteante, voseante y ustedeante, la tendencia generalizada será usar formas tuteantes para el subjuntivo (o ustedeantes, según sea el caso). De igual forma, cabe resaltar que vos como término de preposición para el modelo voseante no se extiende más allá de a (a vos) pues el resto (con vos, para vos, por vos, de vos) además de que no fueron registrados, nos parecen extremadamente raros y podemos afirmar que no forman parte del sistema voseante de Tuxtla Gutiérrez. Asimismo, hay que especificar que aunque el pronombre vos suele fungir como sujeto sintáctico, es mucho más común encontrarlo explícito con la función de vocativo, esto debido en parte a la propiedad pro drop del español, pero también a que la forma pronominal voseante se encuentra muy estigmatizada. Haciendo estas primeras aclaraciones, en la tabla 7.1 se presenta el paradigma flexivo del voseo en Tuxtla.

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Tabla 7.1 Paradigma flexivo de verbos regulares del voseo en Tuxtla Gutiérrez Verbos -ar Verbos -er Verbos -ir Indicativo

entrás

comés

venís

Imperativo

entrá

comé

vení

Subjuntivo

entrés

comás

vengás

En la tabla 7.2 se indica los tipos de voseo que se dan en Tuxtla Gutiérrez. Tabla 7.2 Paradigma de los tipos de voseo mixtos existentes en Tuxtla Gutiérrez Voseo mixto verbal Verbo con flexión voseante + pronombre tú (tú tirámelo) Voseo mixto pronominal

Verbo con flexión tuteante + pronombre vos (hazlo vos)

Voseo respetuoso

Verbo ser flexionado en segunda persona singular del modo indicativo en tiempo presente + pronombre usted (so usted estilista)

Como se puede ver en la tabla anterior, no incluimos tiempos pretéritos ni futuro, debido a que no existe variación respecto al paradigma tuteante y al no poder determinar morfológicamente si pertenecen a uno u otro paradigma, no podríamos aquí considerar que sean flexiones voseantes o tuteantes. Una gran cantidad de verbos aparecieron en nuestros datos, flexionados en los tres modos; sin embargo vale la pena mencionar que la gran mayoría de ellos se dieron en el modo imperativo, el cual podemos afirmar es el nicho en donde subsiste actualmente el voseo en Tuxtla Gutiérrez, a pesar de su recesión. Vale la pena comentar el caso de mirar, el cual fue el verbo que más apareció, y como imperativo parece estar ya muy bien gramaticalizado con función de marcador discursivo, usado tanto por jóvenes como por adultos y personas de la tercera edad. Aunque cuantitativamente el número de emisiones voseantes documentadas no fue mayor y ni siquiera cercano al de las tuteantes, sí que lo fue respecto a las ustedeantes; esto 175

es muy lógico si pensamos en la restricción contextual del voseo, el cual exige cierta relación específica entre los interlocutores (cercanía y confianza), por lo cual no podemos hablar de una poca vitalidad ni mucho menos desaparición del fenómeno, sino más bien de una resignificación y reubicación contextual de uso, y prueba de ello es su gran número de ocurrencias en la world wide web y otros medios de comunicación como radio, televisión y hasta propagandas informativas de corte gubernamental. Atendiendo a los contextos específicos en donde hay mayor producción del voseo, es indiscutible que es en situaciones íntimas y de confianza donde más se da, aunque se suele encontrar frecuentemente en espacios públicos, por lo que no se puede decir que esté espacialmente restringido. El factor que sí es verdaderamente determinante al optar por el sistema voseante con respecto al tuteante o al ustedeante es la relación entre los hablantes, pues el voseo se va a dar casi siempre entre personas en igualdad jerárquica o en asimetría usado por la persona de mayor jerarquía; la excepción sería el caso del voseo respetuoso, el cual sí se usa de menor a mayor, así como entre personas que no se conocen casi siempre con función interrogativa. De igual forma, son aquellos contextos más informales en donde se encontrará el voseo, pues si bien puede ser algo bastante cotidiano, su uso es muy lúdico, por lo cual será más factible encontrarlo en reuniones de amigos, en el habla de cómicos, en bares y cafés, etcétera. Vale la pena señalar que, si bien el voseo respetuoso no es muy productivo, sí parece serlo más que el voseo mixto pronominal, cuya existencia el autor de esta tesis confirma y fundamenta –en gran medida– en los informantes que dieron ejemplos de él; podemos proponer, pues, un análisis posterior más específico del fenómeno, el cual no ha

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sido antes descrito ni mencionado por otros autores, ni en Chiapas ni en otras regiones hispanoparlantes. No nos atrevemos a hacer predicciones a futuro, ya que ello sería pretencioso y metodológicamente insustentable, pero de igual forma valdría la pena realizar un posterior estudio en tiempo real, esto para determinar a futuro si el repunte del voseo entre los jóvenes se mantiene y las tendencias continúan como hasta ahora, o si el fenómeno vive un revés que lo lleve a restringir aún más sus contextos de uso.

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186

APÉNDICES

Apéndice 1: léxico de Tuxtla Gutiérrez En este apéndice no se pretende hacer un análisis exhaustivo del léxico más usado en Tuxtla Gutiérrez, sino más bien presentar un breve panorama de las palabras más usadas en la región y aquellas que son más estereotípicas de la comunidad (aunque no necesariamente sean exclusivas del habla tuxtleca). De las palabras que se presentan, aquellas que aparecieron en el diccionario de la Real Academia Española y cuyo significado es el mismo que en Tuxtla Gutiérrez, fueron añadidas tal cual, mientras que las que en dicho diccionario no aparecen o lo hacen con significado diferente, se hizo un análisis semántico propio, a partir de la experiencia como miembro de la comunidad de habla y –en ocasiones– de la consulta con otros miembros de la misma.

Lexema

Definición

achigual

sust. m. Mezcla semilíquida compuesta generalmente de desperdicios de comida y agua usada para alimentar a los cerdos.

afocador

sust. m. Lámpara de mano.

argüende

(De argüir) m. El Salv.y Méx. Chismorreo. (RAE, 2010)

arrecho, cha

adj. Persona sexual o anímicamente excitada.

barraco

sust. m. Varón.

batea

sust. f. Lavadero doméstico.

bolo

(Del tsotsil bol, ‘bruto’) adj. Am. Cen. y Méx. Ebrio (embriagado por la

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bebida). (RAE, 2010) cabal

adj. m. Completo. Se usa para dinero o algunos otros mensurables.

caite

sust. m. Am. Cen. cacle (sandalia de cuero). (RAE, 2010)

camote

sust. m. Músculo marcado de cualquier parte del cuerpo, especialmente los brazos.

capear

vbo. trans. Atrapar algún objeto que estaba en el aire.

cera

sust. f. Guat. y El Salv. Excrementos. Su derivación aumentativa es cerote.

chamula

(Gentilicio del poblado indígena San Juan Chamula, Chis.) sust. m y f. Dícese de cualquier indígena, independientemente de su origen o raza. adj. m. y f. Maleducado.

chinaco

sust. m. Murciélago. También puede ser encontrada la variación chinaca.

chito

sust. m. y f. Marcador discursivo equivalente a güey. Característico de Chiapa de Corzo.

choco, ca

adj. m. y f. Tuerto.

chucho

(De la voz onomat. chuch, con la que se llama al perro). m. coloq. perro. (RAE, 2010). Por extensión, también puede ser usado como eufemismo de abusivo.

chumpipe

sust. m. El Salv., Guat., Hond. y Méx. Pavo. (RAE, 2010).

chunco

(Del zapoteco del istmo chunco, el más pequeño) sust. y adj. m. y f. Hijo más joven de la familia.

cochi, cha

(De la interj, cochi para llamar a los cerdos) sust. m y f. cerdo.

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adj. m. y f. persona obesa o abusiva. coitán

sust. m. Cantidad extra de alguna cosa que se pide como regalo al vendedor luego de hacer una compra.

colocho, cha

(Del náhuatl colotl, ‘alacrán’). sust. y adj. m. y f. C. Rica, El Salv., Hond. y Nic. Persona de pelo rizado. (RAE, 2010). sust. m. Rizo del pelo.

coyol

(Del náhuatl coyolli). sust. m. El Salv., Guat. y Nic. testículo. (RAE, 2010). En Chiapas también puede referirse al pene.

cuachi

(Variación de cuache) sust. m. Gémelo.

fuerear

(De fuera) vbo. intrans. Ir a defecar al aire libre.

galán, na

(Del fr. galant) (RAE, 2010) adj. m. y f. dicho de un objeto (sobre todo vegetales) de buen ver. adj. f. Mujer obesa.

guineo

(De Guinea, país de África). sust. m. plátano común, en oposición al plátano macho.

huacal

sust. m. jícara creada a partir del fruto de la crescentia cujete, generalmente utilizada para beber pozol.

humazón

Humareda. Según la RAE sólo se da en El Salvador y Nicaragua.

ish

(Probablemente préstamo de algunas lenguas mayenses de la región) interj. que indica asco.

jimbar

vbo. trans. Lanzar.

jolote

(De guajolote). sust. m. El Salv., Hond. y Méx. pavo. (RAE, 2010).

malaya

(Probablemente de mal haya, carencia de bien) interj. Deseo de que algo

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ocurra, previo conocimiento de que no será así. mampo

sust. y adj. m. Homosexual.

manear

vbo. trans. Maniatar. Generalmente usado para objetos animales.

meco, ca

sust. y adj. persona con piel muy clara.

mentotear

vbo. trans. Mentar la madre repetidamente.

muchachitero

sust. m. Grupo grande de niños.

muchachitada musú

sust. m. Sedimento de algunas bebidas como el pozol, el café y el tascalate.

paga

(De pagar) sust. f. Dinero en general, sin importar la cantidad ni la procedencia de éste.

papujo, a

adj. m. y f. Lívido.

penco

(Probablemente de zopenco, ‘tonto’) sust. y adj. m. y f. persona física o mentalmente lenta.

pichi

sust. m. Infante. Puede tener derivación de diminutivo (pichito) y sólo así acepta femenino (pichita).

picte

sust. m. Tamal de elote.

pito

sust. m. Instrumento hecho de carrizo. sust. m. Vagina. Permite la derivación adjetival en femenino pituda (‘mujer’).

putear

vbo. trans. Regañar severamente. Cuenta con la derivación de sustantivo puteada, que es un fuerte regaño

sencillo

sust. m. Monedas de poco valor (morralla).

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sopapo

sust. m. C. Rica. Golpe fuerte. (RAE, 2010).

talega

(Del ár. hisp. ta‘líqa, y este del ár. clás. ta‘līqah, acción de colgar una vez) (RAE, 2010) sust. f. Escroto. La derivación de adjetivo talegón se refiere a hombre. sust. f. y m. fam. Cuate.

totoreco, a

adj. m. y f. Atontado.

turicuchi

(Probablemente del náhuatl) sust. m. Orzuelo.

Glosas: adj. ‘adjetivo’ Chis. ‘Chiapas’ C. Rica ‘Costa Rica’ El Sal. ‘El Salvador’ f. ‘femenino’ Guat. ‘Guatemala’ Hond. ‘Honduras’ interj. ‘interjección’ intrans. ‘intransitivo’ m. ‘masculino’ Nic. ‘Nicaragua’ sust. ‘sustantivo’ Trans. ‘transitivo vbo. ‘verbo’

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Apéndice 2: guía para la aplicación de la prueba de actitudes y creencias Lugar de nacimiento: ZMTuxtla Gutiérrez

Resto del estado

Resto del país

Año de nacimiento: Género: Hombre

Mujer

De los siguientes ejemplos, ¿cuáles le1 parecen ‘mejor’ o ‘más adecuados’? ¿Por qué? ¿Cree que signifiquen exactamente lo mismo? (aunque no le parezcan correctas, pedir que indique si las ha escuchado, entre quiénes y en qué contexto. Especial énfasis en las voseantes) Jala las cosas Hacé la comida Sos bien totoreco So usted profesor Te ríes por todo Andá a la escuela Es usted buena gente Ven a mi casa

Jalá las cosas Haz la comida Eres bien totoreco Es usted profesor Te reís por todo Ve a la escuela So usted (so’sté) buena gente Vení a mi casa

¿Qué significa, para usted, la palabra vos? (si es necesario, dar un ejemplo de uso) ¿Cree usted que la palabra vos está bien usada? ¿Por qué?

1 Se ustedeó a las personas cuya edad fuera mayor a los 30 años, mientras que para los más jóvenes se utilizó el tuteo.

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¿Usted la usa? ¿Por qué? ¿Le parece que sea un rasgo ‘muy chiapaneco’? Los ejemplos anteriores (voseantes. Mencionar un par) y la palabra vos, ¿quiénes cree que lo suelan usar? Hombres Mujeres Jóvenes Viejos Pobres Ricos Gente culta Gente inculta

Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí

No No No No No No No No

¿Puede dar usted un ejemplo de cómo usaría este fenómeno o cómo lo ha escuchado? ¿Cuál es su nivel de estudios? Ninguno

Bajo (secundaria incompleta o menos)

Medio (secundaria y preparatoria)

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Alto (licenciatura y posgrado)

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