IDENTIDAD EN LA ERA TECNOLÓGICA, REPETICIÓN Y DIFERENCIA ENTRE CYBORGS Y HUMANOS TRASHUMANTES

Este trabajo deviene del cuestionamiento sobre los retos que la tecnología ha comenzado a plantearle a la psicología, particularmente en el ámbito de la identidad. En este sentido, se hace un acercamiento a la deseada sociedad del conocimiento que sigue su curso vertiginoso, mientras se revisan algunas interpretaciones sociológicas enfocadas en los aspectos tecnológicos correspondientes a la postmodernidad, particularmente aquellos suministrados por la teoría transhumanista de Rossi Braidotti (Braidotti, 2013), la ontología cyborg de Donna J. Haraway (Aguilar, 2008) (Haraway, 1991) y el nuevo darwinismo (Camus, 1997), todo lo cual da origen al posthumano. Nos alejamos de la versión vox populi de la identidad en la red, para evidenciar objetivamente algunos fenómenos de estudio que ya han sido bien definidos desde las ramas de la comunicación, la psicología y las tecnologías de la información, cuyos referentes pueden relacionarse en este tipo de estudios socioculturales. Habiendo sido posicionado este tema para su estudio desde el modo que tiene la observación científica para observar, comenzamos definiendo qué es un avatar y qué un cyborg, describiendo tanto su distancia proxémica como psicológica, tocando asimismo algunos temas de su epistemología, para después colegir la resonancia que tienen estas dos entidades del ciberespacio referidas a la postmodernidad creada por la tecnología y asistida por sus herramientas evolucionadas que tan bien le permiten evolucionar al ser humano, tanto, que se ha convertido en un " ser humano " para algunos niveles de realidad y en un posthumano para otros. En un segundo momento se da especial atención a las actividades que el usuario puede llevar a cabo dentro de la red, web o ciberespacio, argumentando que el ciberespacio es un lugar donde se manifiestan muchas ideologías. Esta situación permite observar el complejo fenómeno de la adquisición de identidad en internet, a través de la función subjetiva que definimos los psicólogos sociales a partir del autoconcepto, pero retomándola en sus límites significantes.