Huellas musicales en la Biblioteca Colombina: Los libros de laúd / Musical Footprints in the Biblioteca Colombina: The books for lute. Miguel Rincón (laúd)

September 30, 2017 | Autor: Juan Ruiz Jiménez | Categoría: Music, Early Music, Musicology, Sound Recording, Lute Music
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Descripción

HUELLAS MUSICALES EN LA BIBLIOTECA COLOMBINA

Los Libros de Laúd Obras de

Joan Ambrosio Dalza Francesco Spinaccino Pierre Attaingnant Arnolt Schlick

MIGUEL RINCÓN, laúd

Cubierta/cover: Hombre alado, con vestimenta idealizada, tañendo el laúd. Alberto Durero (1497). Staatliche Museen, Berlín.

HUELLAS MUSICALES EN LA BIBLIOTECA COLOMBINA

Los Libros de Laúd

MIGUEL RINCÓN laúd renacentista (Paul Thomson, 1992)

Joan Ambrosio Dalza

[1]

Pavana alla ferrarese. [B 15082] (01’33’’)

[2]

Saltarello. [B 15082] (01’18’’)

[3]

Piva. [B 15082] (01’07’’)

[4]

Prelude (fol. 5v). [B 15293] (01’45’’)

[5]

Il me suffit [Claudin de Sermisy]. [B 15293] (02’13’’)

[6]

Galliard (fol. 29v). [B 15302] (01’01’’)

[7]

Recercare (fol. 47). [B 15072] (01’46’’)

[8]

Basse danse [“La Spagna”]. [B 15071] (03’58’’)

[9]

Calata ala spagnola (fol. 47v). [B 15072] (01’22’’)

Pierre Attaingnant

Francesco Spinaccino

[10] Prelude (fol. 3v). [B 15293] (02’46’’)

Joan Ambrosio Dalza Pierre Attaingnant

[11] Branle gay (fol. 15). [B 15302] (01’20’’) [12] Recercare (fol. 8). [B 15082] (01’15’) [13] Tresorière [de plaisir amoureux]. [B 15293] (01’32’’) [14] Weg wart dein art . [B 15121] (01’11’’) [15] Ricercare (fol. 39). [B 15071] (01’13’’)

Joan Ambrosio Dalza Pierre Attaingnant Arnolt Schlick Francesco Spinaccino

[16] La Bernardina de Josquin. [B 15071] (02’04’’) [17] Calata ala Spagnola ditto terzetti. [B 15082] (02’16’’) [18] Laudate dio. [B 15082] (01’40’’) [19] Calata ditto zigonze. [B 15082] (02’30’’)

4

Joan Ambrosio Dalza

[20] Fortune laisse moy la vye. [B 15293] (02’08’’)

Pierre Attaingnant

[21] Branle gay (fol. 15v). [B 15302] (00’50’’) [22] Sauterelle (fol. 23v). [B 15302] (01’04’’) [23] Recercare di tutti li toni. [B 15071] (03’40’’) [24] La jouissance [Claudin de Sermisy]. [B 15293] (01’59’’) [25] Recercare (fol. 7). [B 15082] (01’34’’)

Francesco Spinaccino Pierre Attaingnant Joan Ambrosio Dalza

[26] Poi chel ciel contrario adverso.

[Bartolomeo Tromboncino] [B 15082] (03’58’) [27] All ding mit radt [B 15121] (02’41’’) [28] Nunquam fuit pena maior. [Juan de Urreda] [B 15071] (03’57’’) [29] Caldibi castigliano. [B 15082] (01’36’’)

Arnolt Schlick Francesco Spinaccino Joan Ambrosio Dalza

[B 15071] Intabulatura de lauto. Libro primo (Venecia, Ottaviano Petrucci, 1507) [B 15072] Intabulatura de lauto. Libro secondo (Venecia, Ottaviano Petrucci, 1507) [B 15082] Intabulatura de lauto. Libro quarto (Venecia, Ottaviano Petrucci, 1508) [B 15121] Tabulaturen Etlicher lobgesang und lidlein uff die orgeln und lauten (Maguncia, Peter Schöffer, 1512) [B 15293] Tres breve et familier introduction pour entendre & apprendre par soy mesmes a jouer toutes chansons reduictes en la tabulature du lutz... (París, Pierre Attaingnant, 1529) [B 15302] D  ixhuit basses dances garnies de recoupes et tordions, avec disneuf branles, quatre que sauterelles, que Haulberroys, quinze gaillardes & neuf pavennes… le tout reduyt en la tabulature du lutz (París, Pierre Attaingnant, 1530) 5

Los libros de laúd en la Biblioteca Colombina La presente grabación es la primera de una serie abierta de registros discográficos que esperamos sea amplia y diversa y que he titulado Huellas musicales en la Biblioteca Colombina, nombre con el que habitualmente se conoce a la que fue biblioteca particular de Hernando Colón. Hernando Colón (1488-1539), segundo hijo del descubridor Cristóbal Colón, fue educado en la corte, primero como paje del príncipe Juan y, a la muerte de este, de la reina Isabel, entre 1494 y 1502. Hernando debió desarrollar en ella su gusto por la música. Prueba de esto es el hecho de que, en 1509, entre sus pertenencias había:

Hernando Colón fue un bibliófilo excepcional, además de un notable cosmógrafo. Logró reunir una impresionante colección de 3.204 grabados, entre los que estaban representados Alberto Durero y Lucas van Leyden, y una biblioteca que llegó a contar con algo más de 15.000 libros. Esta última, tras un largo proceso, fue depositada en la catedral de Sevilla en 1552. En la Biblioteca Colombina había una importante sección de libros de música práctica y tratados de teoría musical, impresos y manuscritos, adquiridos personalmente por Hernando en sus viajes y a través de numerosos agentes establecidos en los principales centros europeos de la impresión y el comercio de libros. Desde 1519, Sevilla es residencia habitual de Hernando y en esta ciudad tiene casa abierta en la calle Clara, en la colación de San Lorenzo. En 1526, es ya propietario de otra casa en la calle de las Armas, en la colación de San Miguel y, desde esta fecha hasta 1528, reside en Sevilla para supervisar las obras de construcción de su casa en la puerta de los Goles. En ella, buscaba imitar la práctica de los humanistas italianos que vivían en villas periurbanas, con jardines, donde poder disfrutar de la tranquilidad necesaria para el desarrollo de sus trabajos. La fachada, en el estilo imperante “a lo romano”, era en mármol blanco de Carrara y su ornamentación fue encargada a los entalladores genoveses Antonio María Aprile de Carona y

“seis cuadernos de tañer que tienen cuarenta y siete hojas del tañer, sin las [hojas] blancas…, seis cuadernos de papel que hay coplas, tienen setenta y cuatro hojas escritas, sin las blancas… cuerdas de alambre de monacordio”. Esta afición debió ser una constante en su vida y encaja a la perfección con su perfil de cortesano renacentista. En un listado de sus bienes, efectuado en 1539, poco después de su fallecimiento, aparecen: “Un envoltorio que dice música de vihuela y monacordio…, romances para cantar y tañer…, un clavicordio...”. Hechos ambos suficientes para considerarlo como un músico diletante. 6

vihuela también podía tañerse Antonio de Lanzio, naturales en él. Las evidencias son claras ambos del obispado de Como. igualmente a través de los inEsta nueva residencia sería el ventarios de instrumentos de lugar destinado a guardar su la casa real y de algunos de los biblioteca. La precisión de los principales linajes hispanos: los instrumentos de descripción duques del Infantado, los ducon los que contó la biblioteca ques de Calabria, los marqueses han permitido conocer tanto su de Tarifa, etc. Su presencia, al riqueza original como el expoigual que la vihuela, no se limita lio actual, del que los restos de al entorno nobiliario, aunque la colección de libros de música parece que fue más restringida son un triste ejemplo. El Índice Retrato de Hernando Colón. en el resto de los estamentos de General Alfabético o AbeceAnónimo Sevillano (s. XVII). la pirámide social. Francisco Padarium B y Supplementum, más Institución Colombina checo en su Descripción de verconciso pero completo, con daderos retratos de ilustres y memorables varones 15.344 asientos, y el Registrum B con 4.231, minu(Sevilla, 1599) nos da testimonio de la destreza ciosamente descritos, son los repertorios biblioen tañer el laúd del pintor Luis de Vargas, contemgráficos que he manejado para profundizar en el poráneo de Hernando en la Sevilla de la primera conocimiento de los libros de música práctica que mitad del siglo XVI. formaban parte de la colección. John Griffiths ha señalado la distinta terminoEsta primera grabación está dedicada monología aplicada a los constructores de instrumengráficamente a la música para laúd que atesoraba tos de cuerda en la segunda mitad del siglo XV: la Biblioteca Colombina. Como ha puesto de mahacedores de laúdes, hacedores de vihuelas y, finalnifiesto Pepe Rey, en la Península Ibérica el laúd mente, violeros. En Sevilla encontramos al primer fue un instrumento con un prestigio similar a la fabricante español de instrumentos cordófonos vihuela, tañido por los mismos instrumentistas y del que conocemos su nombre, Pedro García, “cicultivado ampliamente en círculos cortesanos; tolero”, activo en 1444. En las ordenanzas de esta es más «todo el mundo sabía que el concepto ciudad, impresas en 1527, se incluye a los violeros, “vihuela” incluía al instrumento laúd» y la música como especialización dentro del gremio de los en cifra contenida en los impresos hispanos para 7

los ricercares y piezas de danza. Los compositores responsables de estos volúmenes son Francesco Spinacino, Intabulataura de Lauto. Libro primo e Intabulatura de Lauto. Libro secondo [Brown 15071 y 15072], y Joan Ambrosio Dalza, Intabulatura de Lauto. Libro quarto [B 15082]. En su cuarto viaje (1535-1536), Hernando adquirió, probablemente en Lyon, dos impresos de Pierre Attaingnant con música para laúd. Uno de ellos, Tres breve et familiere introduction pour entendre & apprendre par soy mesmes a jouer toutes chansons reduictes en la tabulature du lutz avec la manuere daccorder le dict lutz [B 15293], tiene, como se deriva directamente del título, un carácter pedagógico y autodidacta. Está precedido de una serie de preludes que acompañan a una selección de chansons puestas en cifra, entre las que destacan las de Claudin de Sermisy. El otro, Dixhuit basses dances garnies de recoupes et tordions, avec dixneuf branles... [B 15303] está dedicado íntegramente al repertorio de danza más destacado del momento. El último volumen de estos impresos musicales con obras para laúd fue comprado por Colón en Nuremberg, en diciembre de 1521, Tabulaturen etlicher lobgesang und lidlein uff die orgeln und lauten... [B 15121]. Se trata de un impreso alemán con obras de Arnolt Schlick, que contiene composiciones para órgano, voz solista acompañada de laúd y, al final, tres piezas para laúd solista.

carpinteros, y en su examen para adquirir el grado de oficial se exige la habilidad: “de saber fazer instrumentos de muchas artes: que sepa fazer un claviórgano e un clavezímbano e un monacordio [clavicordio] e un laúd e una vihuela de arco e una harpa e una vihuela grande con sus atarcees e otras vihuelas que son menos que todo esto”. En la Biblioteca Colombina hubo un pequeño pero significativo número de impresos musicales dedicados al laúd que ponen de manifiesto su circulación en la Corona de Castilla desde principios de la década de 1510. Hernando compró los seis libros con música de laúd impresos por Ottaviano Petrucci en su primer viaje a Italia (1512-1513), más concretamente en septiembre de 1512, en Roma, abonando por todos ellos la cantidad de 502 quatrines, algo más de un ducado de oro. Las dos primeras colecciones de esta serie son los ejemplos más tempranos de música impresa instrumental en cifra de laúd con el nuevo sistema de tipos móviles. El tercero, Intabulatura de Lauto. Libro terzo de Gian Maria Alemani (1508), hoy perdido, es conocido solo a partir de los catálogos citados que se elaboraron para el control y organización de su biblioteca y debía tener un contenido similar a los dos primeros. En estos volúmenes misceláneos encontramos, puestas en cifra, obras del repertorio vocal sacro y profano más destacado de su tiempo, así como otras con un lenguaje instrumental propio como son 8

Imagen idealizada de la casa y huertas de Hernando Colón (4, 14) al lado de la puerta de Goles (33) Vista general de Sevilla. Anónimo. Grabado por Ambrosius Brambilla (1585)

Los ricercares de Spinacino se encuentran entre los más elaborados de su época, incorporando nuevos procedimientos técnicos a la tradición de este género, que ha sido considerado habitualmente como ejemplo de preludios a otras obras y con un cierto carácter improvisatorio. En el caso que nos ocupa, según John Griffiths, nada se opone a que se trate de piezas independientes, al contrario, su longitud y su posición en los dos impresos apuntan a esta hipótesis. Un ejemplo excepcional es el Recercare de tutti li toni. Con una longitud media tres veces superior al resto y sin pasajes para una sola voz, como su nombre indica, se trata de un experimento composicional de una obra que progresa a lo largo de los ocho modos, en los que cada sección es separada por una doble barra, con indicación del modo en el que se encuentra, y que pone de manifiesto el dominio que Spinacino tenía de la teoría musical de su tiempo. Se han seleccionado también otras obras que ejemplifican la importación de elementos hispanos, posiblemente a través de instrumentistas que viajaron por Italia o se afincaron allí. Las Calata alla spagnola ilustran el grupo de seis que con esta denominación se incorporan en el impreso de Dalza y que combinan bordones con distintos esquemas armónicos. Entre estos, en la Calata ala spagnola ditto terzetti, Pepe Rey ha localizado el de Guárdame las vacas, que tanto éxito tuvo entre los vihuelistas españoles, y alguna notable semejanza con las

Junto a estos, hay otros volúmenes dedicados por extenso al repertorio para cantar acompañándose de ese instrumento, en una de las prácticas que hunde sus raíces en la Edad Media y alcanza uno de sus puntos culminantes en el siglo XVI. A este grupo pertenece el único libro de música impresa de la colección de Hernando que todavía se conserva en la Biblioteca Colombina, se trata de la colección de frottola de Franciscus Bossinensis: Tenori e contrabassi intabulati col sopran in canto figurato per cantar e sonar col lauto (Venecia: Petrucci, 1509), adquirido en Roma por Hernando en 1512. Para este primer registro discográfico, se ha efectuado una selección de piezas variada y representativa del contenido de los impresos citados para laúd solista, con la que se pone de manifiesto la difusión en España de un repertorio que generalmente ha pasado desapercibido: obras vocales en cifra, ricercares y piezas de danza. Como Dinko Fabri ha apuntado, las obras en cifra incorporadas en los primeros impresos dedicados al laúd presentan una dificultad media alta, imposible de ser usados por un principiante, en cualquier caso sin la ayuda de un avezado maestro. Prácticamente nada es lo que sabemos de los laudistas incluidos en los impresos de Petrucci, cuya reputación deriva de su incorporación en ellos y de poemas laudatorios, entre los que destaca, por su independencia de los mismos, el de Philippo Oriolo da Bassano, Monte Parnaso (c. 1520). 10

corto y relativamente simple el segundo. Entre los arreglos de canciones del impreso de Attaingnant, cabe destacar, por su popularidad, el de las chansons de Sermisy Il me suffit y Jouyssance vous donneray, de las que igualmente incluye las versiones para voz con acompañamiento de laúd. Podemos contemplar visualmente la segunda de ellas, interpretada por un conjunto de mujeres constituido por voz, flauta y laúd, en las distintas versiones que de esta escena musical pintó el Maestro de las medias figuras, c. 1520. En las recreaciones en cifra de los modelos vocales se produce una reinterpretación de la relación texto música, con un mayor desarrollo ornamental de los pasajes melismáticos en equilibrio y proporción con aquellas secciones más silábicas presentes en el modelo original. El impreso de 1530 nos proporciona los primeros ejemplos del repertorio francés de danzas polifónicas, cuyo origen es difícil de dilucidar, debido a la ausencia de atribuciones, pero que dada su heterogeneidad estilística y técnica, según Jean-Michael Vaccaro, responde a una compilación en la que al menos estuvieron implicados tres laudistas diferentes. Andreas Schlick (c. 1455-1460 – después 1521), fue un organista, laudista y compositor alemán que sirvió en la corte del electorado del Palatinado. Stephen M. Keyl ha señalado su actuación durante la elección del archiduque Maximiliano como Rey de Romanos, en Frankfurt, en 1486, y su presencia y probable intervención en

diferencias que sobre ella hizo Luis de Naráez en El Delphin (Valladolid, 1538). Caldibi castigliano es un arreglo hecho por Dalza de la canción árabe Calvi vi calvi, calvi arabi, parcialmente recogida por Francisco Salinas en su tratado De Musica libri septem (Salamanca, 1577). El ejemplo más destacado y conocido viene dado por la reinterpretación que Spinacino hace de la canción de Juan de Urrede, Nunca fue pena mayor (“Nunquam fuit pena maior”), posiblemente compuesta en la década de 1470, cuando el compositor estuvo al servicio de García Álvarez de Toledo, primer duque de Alba, al cual se ha atribuido el texto de la misma. Los dos libros de Pierre Attaingnant (c. 1494 – 1551 o 1552) fueron confeccionados con el sistema de impresión en una sola tirada en el que las notas musicales colocadas en segmentos de pentagrama formaban los tipos móviles que parecen haber sido cortados para su uso particular. Un proceso mucho más económico que las técnicas de doble o triple impresión usadas por Petrucci, lo que motivó su éxito comercial, a pesar de que los resultados estéticos fueran menos refinados. Según Daniel Heartz, los Preludes del libro Tres breve et familiere introduction... tienen la función de servir de preámbulo a los arreglos de chansons que están en el mismo modo. Los Preludes 2 y 4 representan dos estilos completamente distintos, más complejo, polifónico, con un inicio imitativo el primero, para el que Kwee Him Yong ha sugerido un posible origen italiano; más 11

el tiple y el alto, es bastante libre, no incluye la voz del alto e introduce nuevo material, así como abundante elementos ornamentales. Los impresos aquí representados alcanzaron una notable popularidad. Estaban dirigidos especialmente al arquetipo de tañedor amateur que fue creciendo exponencialmente conforme avanzaba el siglo XVI y que, gracias a ellos, disfrutaba de la posibilidad, a través de su propia ejecución, del acceso a diversos géneros musicales. Entre estos personajes destaca un selecto, cultivado y adinerado grupo en los que a su filia musical se le une su pasión por el coleccionismo de libros, ejemplificados por el canónigo Johann Georg von Werdenstein y la familia de los banqueros Fugger, en Augsburgo. En la inmensa colección de instrumentos de los Fugger, había 141 laúdes de los siete tamaños en los que el instrumento se construía. A lo largo de los próximos registros discográficos de esta colección exploraremos la riqueza y variedad de géneros presentes en la primigenia biblioteca de Hernando Colón, considerada como una de las bibliotecas privadas más importante de su época.

la Misa que tuvo lugar durante la visita de Felipe el Hermoso a Heidelberg, en octubre de 1503, a la que este había acudido con algunos miembros de su capilla de música y con los que posiblemente se encontraría: Pierre de la Rue, Alexander Agricola y el organista Henry Bredmers. En 1512, a instancias de su hijo Arnolt, publica la selección de música para órgano y laúd citada. Se trata de la colección impresa más amplia de música alemana para este instrumento. La intencionalidad didáctica que caracteriza a muchos de estos impresos hace que las piezas se organicen por dificultad, pero no incorpora las habituales instrucciones para los tañedores. Se han incluido en esta grabación dos de las tres composiciones para laúd solista que aparecen ubicadas al final del libro: All ding mit radt y Weg wart dein art. La primera constituye una excepción, ya que no mantiene la estructura fraseística del modelo vocal y se desarrolla a partir de elementos motívicos y armónicos, eludiendo la forma AAB característica de otras piezas para laúd de este impreso. El arreglo efectuado por Schlick de la segunda de estas obras, de cuyo modelo vocal solo se conservan

Juan Ruiz Jiménez

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The books for lute in the Colombina Library together an amazing collection of 3.204 etchings, which included works by Albrecht Durer and Lucas van Leyden, and a library which comprised more than 15.000 items. The latter was deposited in the Sevilla Cathedral in 1552 after a long process. In the Colombina Library existed an important section of books of practical music and treatises on theory of the music, printed and handwritten, personally acquired by Hernando during his voyages and through his numerous agents which were established in the main European centres for book printing and commerce. From 1519, Sevilla is Hernando’s habitual residency and in this city he dwelled in the street Clara, in the quarter of San Lorenzo. In 1526, he is already proprietor of another house in the street Armas, in the neighbourhood of San Miguel and, from that date until 1528, he resides in Sevilla in order to supervise the works for the construction of his house in the gate of Goles. In the latter he pursued the habitual practise of the Italian humanists who would live in suburban villas with gardens, where they could enjoy the necessary tranquillity to carry out their work. The façade, in the current style “a lo romano”, was in white Carrara marble and its ornamentation was commisioned to the Genovese carvers Antonio Maria Aprile de Cardona y Antonio de Lanzio, both from Como bis-

The present CD is the first of an open series of disc recordings which we hope will be wide and diverse. I have named it Musical Footprints in the Biblioteca Colombina, Hernando Colon’s Library. Hernando Colon (1488-1539), second son to the discoverer Christopher Columbus, was educated in court, and became first a page to Prince John, and after his death, to Queen Isabella between 1494 and 1502. There he must have developed his taste for music. Serve as proof of this the fact that in 1509 there were among his belongings “six notebooks to play which have fortyseven pages, without the blank [paper]..., six notebooks made of paper with songs, have seventy-four written leafs, without the white ones... brass strings for clavichord.” This must have been a constant pastime throughout his life and it fits his profile of renaissance courtier to perfection. In an inventory list of his belongings made after his death the following item appear: “a cover (paper) which says music for vihuela, clavichord, ... , romances for singing and playing..., a Hapsichord...”. For all this we can consider him a dilettante musician. Hernando Columbus (or Hernando Colon in Spanish) was an exceptional bibliophile and a cosmographer of renown. He managed to put 13

Francisco Pacheco in his Descripcion de verdaderos retratos de ilustres y memorables varones (Sevilla, 1599) gives us a recount of the dexterity of the painter Luis de Vargas for playing the lute, a contemporary of Hernando Colon of the first half of the XVI century. John Griffiths has pointed out the different terminology applied to the luthiers in the second half of the XV century: lute makers, vihuela makers and, finally, violeros. In Seville we find the first Spanish luthier whose name is actually known: Pedro García, “citolero”, who was active in 1444. In this city’s ordinances, printed in 1527, violeros are included as specialisation within the guild of the carpenters, and in their official exam that would give them their qualification the following skill is required: “to know how to make claviorgan, a harpsichord and a clavichord and a lute and a viol and a harp and a big vihuela with its atarcees [inlaid woods] and other vihuelas which are less than all that”. In the Colombina Library there was a small but significant number of printed books of lute tablature which certify to their circulation around the Castilian Crown from the beginning of the decade in 1510. Hernando bought the six books with lute music printed by Ottaviano Petrucci in his first voyage to Italy (1512-1513), namely in September of 1512 in Rome, paying for them all the amount of 502 quatrines, a bit more than a gold

hopric. This new residency was to be the location destined to keep his library. The precision of the inventories present in the library have allowed us to know its original wealth as much as its present decimation. From this latter problem the music collection is a sad example. The General Alphabetic Index or Abecedarium B and Supplementum, more concise but complete, with 15.344 entries, and the Registrum B with 4.231, which are described in detail, are the bibliographical repertoire which I have used in order to widen my knowledge of the musical books which formed part of the collection. This first recording is monographically dedicated to music for lute which was treasured by the Colombina Library. As Pepe Rey points out, in the Iberian Peninsula, the lute was an instrument of similar prestige to the vihuela, played by the same players and widely cultivated in courtly circles. To be precise, “everyone knew that the concept vihuela included the instrument lute” and the tablature music contained in the Hispanic printed music for vihuela could likewise be played with a lute. Evidence of this is also clear from the inventories of instruments in the Royal Household and some of the most significant Spanish noble families: the dukes of Infantado, the dukes of Calabria, the Marquises of Tarifa, etc. Its presence, as much as in the case of the vihuela, is not limited to the noble circles, although it seems more restricted in the rest of the strata of the social pyramid. 14

branles. . . [B 15303] is completely dedicated to the dance repertoire which was fashionable at the moment. The last volume of these musical prints with works for lute was bought by Hernando Colon in Nurenberg in December of 1521, Tabulaturen etlicher lobgesang und lidlein uff die orgeln una lauten. . . [B 15121]. It’s a German print with works by Arnolt Schlick, which contains compositions for organ, solo voice accompanied by lute and, at the end, three pieces for solo lute. Next to these, there are other volumes mostly dedicated to the vocal music accompanied by lute using practices which are deeply rooted in the middle ages and which climax in the XVIth century. One such printed book, the only one preserved in the Colombina Library is the ‘frottola’ collection of Franciscus Bossinensis, Tenori e contrabassi intabulati col sopran in canto figurato per cantar e sonar col lauto (Venice: Petrucci, 1509), acquired by Hernando in Rome in 1512. For this first recording, we have made a varied and representative selection of the latter printed music for solo lute. This comes to bring to light the extensive spread in Spain of a repertoire that has generally gone unnoticed: that of intabulated vocal music, ‘ricercares’ and dance music. As Dinko Fabri has suggested, the first printed music dedicated to the lute include tablature works of medium to high difficulty and could not have been used by a beginner without the help of a maestro.

ducat. The first two collections of this series are the very first printed books dedicated to the lute. The third one, Intabulatura de Lauto. Libro terzo by Gian Maria Alemani (1508), lost nowadays, is only known through the cited catalogs which were elaborated for the control and organisation of his library and which must have had a similar content to the first two. In these miscellaneous we find, intabulated, works from the significant sacred and secular vocal repertoire of this time, as much as others with their own idiomatic instrumental style as are ‘ricercares’ and dancing pieces. The composers responsible for these volumes are Francesco Spinacino, Intabulatura de Lauto. Libro primo e Intabulatura de Lauto. Libro secondo [Brown 15071 y 15072], and Joan Ambrosio Dalza, Intabulatura de Lauto. Libro quarto [B 15082]. In his fourth journey (1535-1536), Hernando acquired, probably in Lyon, two prints by Pierre Attaingnant with music for lute. One of them, Tres breve at familiere introduction pour entendre & apprendre par soy mesmes a jouer toutes chansons reduictes en la tabulature du lutz avec la manuere daccorder le dict lutz [B 15293], has, as it can be easily surmised by the title, a pedagogic and autodidactic character. It is preceded by a series of ‘preludes’ which accompany a series of intabulated chansons, among which stand out those by Claudin de Sermisy. The other one, Dixhuit basses dances garnies et recoupes et tordions, avec disneuf 15

alla spagnola illustrate the group of six which were incorporated under such name in Dalza’s prints which combine bourdons with different harmonic schemes. Among these, in the Calata ala spagnola ditto terzetti, Pepe Rey has located Guardame las vacas, which was so successful among the Spanish vihuela players and which, according to him, shows similarities to Luis de Narvaez’s included in El Delphin (Valladolid, 1538). Caldibi castigliano is a musical arrangement by Dalza on the Arabic song Calvi vi calvi, calvi arabi, partially collected by Francisco Salinas in his treatise De Musica libri septem (Salamanca, 1577). The most exceptional and well-known example is Spinacino’s reinterpretation of Juan Urrede’s Nunca fue pena mayor (“Nunquam fuit pena maior”), possibly composed in the decade of 1470s, when its composer was at the service of Garcia Alvarez de Toledo, first Duke of Alba, to whom its text is attributed. The two books by Pierre Attaignant (c. 14941551 or 1552) were made up with a printing system of single-impression in which the musical notes which had been laid out in the segments of the pentagram built mobile types which seem to have been cut for their particular use. This process was much cheaper than the double or triple-impression technique used by Petrucci, which caused its commercial success, although aesthetically they were less refined. According to Daniel Heartz, the Preludes included in

We have scarce knowledge of the lute players included in the Petrucci prints, whose reputation chiefly rests on having been included in them and on laudatory poems. Philippo Oriolo da Bassano’s Monte Parnasso (c.1520) stands out as an example of such laudatory poem for its independence from them. Spinacino’s ricercares are among the most elaborated ones of the period, as he incorporates new technical methods to the tradition of the genre. These have usually been considered as examples of preludes to other works and they have a certain improvising character. According to John Griffths, in this particular case we could consider them independent pieces: their length and position in the two print volumes could lead us to that hypothesis. An exceptional example is the Recercare de tutti li toni. It is three times longer than the rest and does not contain passages of single voice writting; as its name could suggest we are dealing here with an experimental composition of a work that displays a progression along the eight modes. Each section is separated by a double bar with an indication of the present mode. This shows the wide mastery that Spinaccino had of the music theory of his time. Works which reflect the presence of Hispanic elements have also been selected in our recording. The latter were probably exported by players who travelled around Italy or settled there. The Calata 16

Attaignant’s print Tres breve et familiere introduction... serve as an introduction to the arrangement of the ‘chansons’ which are set in the same mode. Preludes 2 and 4 represent two very different styles, more complex and polyphonic with an imitative beginning the first one, to which Kwee Him Yong has suggested an Italian origin, as being the second one shorter and simpler in comparison. In amongst the arrangements of songs in Attaingnant’s print we can point out Sermisy’s chansons Il me suffit and Jouyssance vous donneray, outstanding because its popularity. Here he equally includes the version for voice accompanied by lute. We can visually contemplate the second of them, interpreted by a group of women comprised by voice, flute and lute in the various versions of this musical scene which the Master of the Female Half-Lengths depicted c. 1520. In the intabulated recreations of the vocal models, a reinterpretation of the text-music relationship takes place with a wider development of melismas in the syllabic section than in the original model. The print of 1530 provides us with the first examples of the French repertoire of polyphonic dances. Their origin is hard to establish, as they are not attributed to any author, but according to Jean-Michael Vaccaro, they respond to a collection in which three lute players must have been implicated, due to its technical and stylistic differences.

Tabulaturen etlicher lobgesang und lidlein uff die orgeln und lauten. Arnolt Schlick [B 15121], frontispiece

Andreas Schlick (c. 1455-1460-after 1521), was a German composer as well as an organ and lute player who served at the court of the Palatinate. Stephen M. Keyl has pointed out his performance during the election of Maximilian 17

motives and harmonic elements. Schlick arranged the second of these pieces, from which only the soprano have been preserved, quite freely from its vocal version: it does not include the alto voice and introduces new material as well as an abundance of ornamental elements. The prints represented here reached a remarkable popularity. They were especially intended for the archetype of amateur player who grew intensively throughout the XVIth century. Thanks to them these players enjoyed the possibility of having access to different genres through their own performance experiences. Among them we find a select group of cultivated and rich dilettantes, such as Johann Georg von Werdenstein and the Fugger bankers in Augsburg. Throughout the next recordings of this collection we will explore the richness and variety of genres that feature in the primal library of Hernando Colon, which is deservedly considered one of the most important private libraries of its time.

as King of Romans in Frankfurt in 1486. He was present and probably took part in the Mass that took place during the visit of Philip I of Castile (Philip the Handsome) to Heidelberg in October 1503, to which some of the musicians of his ‘capella’ had attended and whom he probably met there: Pierre de la Rue, Alexander Agricola and the organist Henry Bredmers. In 1512, spurred on by his son Arnolt, he publishes the above mentioned music selection for organ and lute. It consists of the largest German music collection printed for this instrument. The didactic intention that permeates many of these prints is the reason for their organisation graded by their difficulty, although they do not include the habitual instructions for the players. In this recording two of the three compositions for lute solo present at the end of the book have been included: All ding mit radt and Weg wart dein art. The first piece is an exception in that it does not maintain the phrasing structure of the vocal model, but is rather developed from

Juan Ruiz Jiménez

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Esta grabación forma parte de la serie

‘Huellas musicales en la Biblioteca Colombina’ Idea original de la serie y asesoramiento musicológico e iconográfico: Juan Ruiz Jiménez

Toma de sonido y producción: José Mª Martín Valverde Diseño y desarrollo Gráfico: Lumen Gráfica, S.L. Fotografía: Nacho Soriano Depósito Legal: SE-1880-2014 & :La La Tirana, LaTirana, Tirana,S.L., S.L., S.L.,2014 2012 2012

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