Hong Kong: La Revolución de los Paraguas

August 22, 2017 | Autor: F. Álvarez Simán | Categoría: Pobreza, Estudios Sobre Pobreza
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Descripción

Hong Kong: La Revolución de los Paraguas
"La acción no debe ser una reacción sino una creación."
Mao Zedong

En solo 1,102 kilómetros cuadrados que equivalen a la superficie de la ciudad de Nueva York, viven 7.1 millones de habitantes, incluso, solo el 25 por ciento de su geografía es planicie porque el resto es montañosa; pero Hong Kong, que tiene estatus de "región administrativa especial" de la República Popular China, tiene el récord mundial de número de rascacielos con 293, el quinto lugar mundial por esperanza de vida; incluso en su territorio viven 52 de los hombres más multimillonarios del mundo, solo superada por Moscú, Rusia y la ciudad de Nueva York.

El premio Nobel de Economía 1976 Milton Friedman dijo sobre este territorio, que era el mayor experimento mundial del "laissez faire"; y es que Hong Kong tiene el índice de libertades económicas más alto del mundo porque ofrece baja tributación y sus leyes garantizan el total libre comercio. Esto lo hace uno de los centros financieros y comerciales más importantes del mundo, tan solo de 1961 a 1997 el PIB de esta región creció 180 veces. Incluso su bolsa de valores es la segunda mayor del continente asiático, solo detrás de la de Tokio, Japón y la séptima más grande del mundo; además, considerando su tamaño poblacional y geográfico tan pequeño, ocupa el décimo lugar mundial en exportaciones. Esa cifra representa el 2.7 por ciento de las exportaciones totales a nivel mundial.

Pero aún con todo y el potencial económico, Hong Kong vive en estos momentos los peores momentos políticos de su historia reciente y además en este hecho, arrastra al país que está llamado a ser la próxima potencial mundial; China. Porque la patria de Mao es el segundo receptor de inversión extranjera a nivel mundial, y de este elemento, casi dos terceras partes de esa inversión, antes de llegar al país, fluyen desde Hong Kong.

De manera que primero los estudiantes, a los que se le unieron líderes religiosos, catedráticos universitarios y clase mediaros han salido a las calles para protestar por lo que consideran una intromisión del gobierno de Beijing en los asuntos exclusivos de Hong Kong. A ello, el gobierno chino responde que la región no goza de "autonomía absoluta" y que sus ciudadanos están confundidos en su comprensión del concepto "un país, dos sistemas". El asunto es que el fantasma de la masacre de la plaza de Tiananmen en Beijing en 1989, ronda sobre lo que el mundo comienza a conocer como la "revolución de los paraguas", llamada así porque los manifestantes sostenían paraguas para protegerse de la lluvia en las manifestaciones y para defenderse del gas lacrimógeno utilizado por la policía para disolver las protestas. Además, el conflicto se agudiza porque Hong Kong, es la única zona bajo control chino con libertad de expresión.

Un país, dos sistemas

Si pudiera resumirse el sistema político y económico de China se diría que en lo político es de ideología comunista, pero en lo económico; el sistema se comporta como cualquier país capitalista. Esto significa que las decisiones políticas son muy verticales y controladas férreamente por el gobierno central, en este caso el Partido Comunista que es el único partido político oficial. En lo económico, a pesar de ser una economía centralmente planificada, el modelo es exportador y por lo tanto participa en la economía mundial bajo las reglas del libre comercio.

En cambio, Hong Kong en su historia reciente es una ex colonia del imperio británico que en 1997 pasa a control del gobierno chino bajo el lema "un país, dos sistemas", este sistema propuesto por Deng Xiaoping se refiere a que a pesar de que China continental practica el socialismo, Hong Kong y también Macao, bajo dominio portugués; podrían seguir practicando el capitalismo como sistema económico bajo un eventual control de China continental como finalmente ocurrió.

Deng Xiaoping, necesitado de una victoria política que posicionaría en el escenario internacional a una China como potencia emergente, formula este esquema para que la población de esas regiones no temiera el dominio chino e incluso para que la oferta fuera atractiva a Taiwán. Sin embargo, la fórmula ha sido reiteradamente rechazada por Taiwán; en contraparte, el gobierno en el exilio de la región del Tíbet, ha expresado que ese sistema haría posible un acuerdo con China, pero Beijing aduce la soberanía total sobre ese territorio.

Este particular sistema ha hecho de Hong Kong un paraíso capitalista y con los años, parte esencial del sistema económico chino puesto que las inversiones hacia China continental llegan en un 75 por ciento, primero al sistema financiero de Hong Kong. En lo político y por las circunstancias de su historia, su forma de gobierno y las libertades civiles que goza, no existen en otras partes de China; Hong Kong elige por el voto libre a la mitad de sus diputados, tiene su propia moneda (dólar honkonés), sus propias leyes y el control total de sus aduanas. Pero el problema de fondo radica en que su economía fuerte y el elevado nivel de vida de su población, tiene un contraste con una economía de China en crecimiento, pero todavía insuficiente para millones de chinos, además Hong Kong y sus lazos económicos con occidente, hacen que su población reclame cada vez más libertades políticas.

Las protestas

La prensa china lo llama payaso, extremista o bufón, pero a pesar de que solo tiene 17 años, Joshua Wong, es el líder más visible de las protestas en Hong Kong. Pero su activismo no fue espontáneo, porque hace dos años, con solo 15 de edad encabezó una marcha de 120 mil estudiantes, que tras ocupar las oficinas centrales del gobierno consiguió que se revocara un programa educativo nacional pro Chino. Wong fundó el grupo Scholarism porque consideraba que es necesario construir una sociedad libre y los estudiantes son las personas indicadas para difundir ese mensaje porque son "idealistas" por naturaleza.

Otra característica de las protestas es que después de ellas, los ciudadanos recogen la basura que se acumuló durante el trayecto de las marchas y el desarrollo de los mítines. Los jóvenes son quienes encabezan este curioso proceso que solo se ha visto en la Copa Mundial de Futbol Brasil 2014, en los partidos protagonizados por la selección japonesa. Pero más allá de la anécdota, la principal demanda de los manifestantes es que el pueblo de Hong Kong pueda votar por cualquier candidato de su preferencia en las elecciones para el cargo de presidente ejecutivo en 2017. Ese año, se celebrarán las primeras elecciones en la que los ciudadanos de Hong Kong tendrán derecho al voto directo para elegir a todos a sus gobernantes.

En junio, el gobierno chino hizo público un texto oficial donde declaraba que la autonomía hongkonesa debía ser supervisada por el gobierno central; casi inmediatamente, activistas sociales declararon que ese texto significaba una amenaza para Hong Kong y para el formato de "un país, dos sistemas". La primera protesta vino de activistas sociales que se agruparon en torno al movimiento "Occupy central con el Amor y la Paz", por lo que fue considerado la reacción hongkonesa en torno al movimiento "Occupy" que se refiere a protestas globales contra las desigualdades sociales y económicas y a los que se consideran los creadores de esta desigualdad, es decir las grandes corporaciones y el sistema financiero internacional.

Sin embargo, la respuesta más concreta fue de parte de los estudiantes; quienes se declararon en huelga desde que el 31 de agosto pasado, cuando el gobierno Chino a través del Partido Comunista, propuso que los candidatos a los puestos de elección popular en Hong Kong del 2017, sean evaluados y propuestos por un comité integrado exclusivamente por los simpatizantes del único partido político en China; el punto álgido de las protestas se realizaron el día 28 de septiembre, cuando cerca de 500 mil personas salieron a las calles a protestar y los manifestantes comentaron que resistirán hasta que las autoridades cumplan con sus demandas de reformar la legislatura local y que los candidatos no solo sean los que aprueba la administración central de Beijing.

Los bloqueos a las redes sociales

En menos de 24 horas, más de cien mil hongkoneses se unieron a una red social que les permitió comunicarse entre sí, aun sin tener acceso a cobertura telefónica ni a internet. Esto porque el gobierno chino bloqueó las redes sociales más populares, como Instagram o Weibo, una red de contactos similar a Twitter e incluso se extendió el rumor de que se cancelarían las redes telefónicas de toda la ciudad. Con solo el WiFi o el Bluetooth y un teléfono inteligente, hubo un momento en que más de 33 mil personas se comunicaron al mismo tiempo en las protestas de Hong Kong a través de la red Firechat, que permite que los mensajes se vayan expandiendo como en cadena, saltando de un usuario a otro cercano incluso anónimamente. La nueva red permitió evadir de manera efectiva la censura, ya que el gobierno chino retiró la etiqueta "HongKong" de las redes sociales o bien si esta se tecleaba, los motores de búsquedas re direccionaban los link hacia páginas de otros temas, incluso se teclea en Honk Kong #OccupyCentral o #UmbrellaRevolution, la plataforma no ofrece ningún resultado.

El hecho es que la censura no logró atajar las protestas y tampoco la represión gubernamental, este fin de semana volvió a incrementarse el número de manifestantes y en esta ocasión frente a la sede del gobierno; ante ello el jefe del Gobierno hongkonés, Leung Chun-Ying, advirtió que su Administración tomará "todas las medidas necesarias para restablecer el orden social" y permitir la vuelta a la normalidad laboral y aseguró que abrirá a la circulación las calles cerradas, la burocracia regresará a las oficinas y las escuelas volverán a la normalidad y advierte que si los incidentes continúan "es muy probable que queden fuera de control, lo que tendría un efecto grave en la seguridad ciudadana y el orden social". Los estudiantes por su parte demandan la dimisión de Leung y una reforma electoral que permita la celebración de comicios completamente libres, bajo el sistema de sufragio universal y en los que los ciudadanos puedan designar candidatos.

El escenario

Una vez más en el mundo, las manifestaciones por las libertades individuales están dirigidas por jóvenes estudiantes que exigen reformas democráticas y esto hace que el desenlace en Hong Kong sea complicado de diagnosticar; los jóvenes de Hong Kong no están satisfechos con la economía y sienten que está siendo dominada por los magnates del territorio y estos a su vez por los intereses de China continental y destacan el hecho de que los mejores empleo son para quienes reciben educación en China o quiénes han migrado del continente al territorio. De hecho, las clases altas han demostrado su rechazo a las manifestaciones, porque consideran que pueden ser un obstáculo serio para la economía hongkonesa.

No parece ser que las autoridades locales tengan ya el control de la situación y el riesgo de más choques entre manifestantes y la policía es evidente; pero la gran pregunta es qué piensa hacer Beijing con los inconformes y con el estatuto legal de Hong Kong; para los analistas de occidente, es bastante probable que Xi Jingpin, el presidente de China no ceda porque hasta el momento ha resultado un mandatario con dos características, es duro y eficaz. También es probable que el jefe del Gobierno hongkonés, Leung Chun-Ying sea apartado de su puesto, como una concesión a los manifestantes, el problema es que en Hong Kong, el Partido Comunista no es fuerte, por las particularidades del sistema político y social del territorio hongkonés.

Lo que es cierto es que una ventaja para Xi Jingpin y lo que puede conjurar el peligro de una nueva masacre tipo plaza de Tiananmen, es que los manifestantes no cuestionan aspectos de la política en China, ni quieren el cambio político en la patria de Mao, lo que desean se circunscribe a Hong Kong. Por eso en caso de una represión violenta, el único perdedor sería el régimen de Xi Jingpin y harían daño, sobre todo la confianza de los inversionistas en Hong. "Un país, dos sistemas" se mantendrá hasta el año 2047, cuando se vence el plazo del acuerdo y a partir de ahí se tomará el camino dictado por las condiciones del entorno. La prueba es dura para Xi Jingpin quien debe garantizar la milenaria unidad buscada por los mandatarios chinos; el asunto es que si se impone la unidad, esta será a costa de los jóvenes.


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