Historia del Ballet en Chile y el mundo

June 28, 2017 | Autor: Cata Reyes | Categoría: Dance History, Dance
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Descripción

Escuela de Danza
Universidad Academia de Humanismo Cristiano



Historia del Ballet en Chile y el mundo





Asignatura: Metodología de la Técnica Académica.

Profesor Guía: Lorena Rivas

Alumna: Reyes Fones, Catalina





Santiago, Abril de 2015.

Tabla de Contenidos

El origen del ballet ………………………………………………………….… 2

La Academia ……………………………………….………………..……….. 3

El ballet y la ópera…………………….……………………………………... 3

El "Ballet d'Action" …………………………………………………………… 4

Siglos XVIII - XIX ………………………………………………………………4

El ballet en Rusia…..………………….……………………………………... 5

Siglo XX ………….…………………………………………………………… 5

La danza y el ballet en Chile………………………………………………… 6

Referencias …………………………………………………………………… 8





























Historia del Ballet en Chile y el mundo

El origen del ballet

El origen del concepto de ballet tiene sus raíces en la Italia del
renacimiento, a finales del siglo XV. En ésta época, donde reinaba Carlos
VI, se conformaron las mascaradas, que en el tiempo se fueron complejizando
como forma de entretenimiento para las fiestas aristocráticas, armándose
luego como espectáculos de gran duración, elaboradas escenografías y
vestuarios. A éste espectáculo se le llamó balletto en Italia y balet o
ballet en Francia; no se le consideraba aún como una danza, pero sí se
fueron incorporando con el tiempo varias danzas a su estructura.

Para las cortes señoriales del renacimiento era muy importante la
diferenciación con el pueblo, y una de las formas de demostrar que tenían
más educación y buenos modales era a través de la danza. Se tomaban danzas
populares o se hacía una mezcla entre las danzas de la aristocracia y las
populares y se las modificaba con tal de demostrar pulcritud, control,
elegancia y buenos modales: se amaneraban, estructuraban. Así surgió la
diferencia entre el ballo , danza "alta" que se caracterizaba en dar saltos
y movimientos bruscos; la danza, más "baja", resbalada, tranquila,
elegante. Al poco tiempo surgió la necesidad de la aparición de los
"maestros de danzar" y las danzas cortesanas en parejas y grupos con
figuras de danza donde se entrecruzaban y cambiaban parejas. Así, fueron
surgiendo diversos tipos de danzas con distinta características y
acompañamientos musicales que se bailaban en las fiestas y reuniones
aristocráticas.

En sus inicios más primitivos, la danza clásica se desarrolló como la
imitación de los movimientos y modales de la aristocracia, y los elementos
de la etiqueta cortesana que fueron transformados en danza: se
estructuraron pasos ceremoniosos, maneras de andar, reverencias y salidas
respetuosas. Todos ellos se ejecutaban haciendo hincapié en la adulación
hacia la corte y la figura de los reyes, además de la galantería y
caballerosidad hacia las damas. 

En el año de 1581 Caroso de Sarmoneta, maestro de danza, edita su libro "Il
Bailarino" (El Bailarín), en donde se exponen por primera- vez las reglas
para bailar mediante esquemas, siendo éste el primer intento para codificar
y establecer un método en el arte de la danza.
En este mismo año se estrena el ballet "París, Francia", que es el primero
que puede considerarse como tal. Tan pronto como el ballet llega a su
apogeo en Italia se expande hacia Francia e Inglaterra, a causa de su
necesidad de ampliarse y llegar a más cortes.

Bajo el pedido expreso de Catalina de Médicis La mayoría de los
historiadores señalan como el primer ballet moderno al"Ballet Comique de la
Reyne" realizado el 15 de octubre de 1.581 con libreto y música de
Baltazarini –Beaujoyeulx-. Este ballet fue creado para celebrar las bodas
de Margarita de Lorena, cuñada de Enrique III, con el Duque de Joyeuse bajo
expreso pedido de Catalina de Médici. La reina madre pagó tres mil millones
y medio de francos para que este espectáculo tan magnífico fuese presentado
en la Sala de los Borbones – Salle du Petit Bourbon- del Palacio del
Louvre. Constaba de una mezcla de: danza, poesía escrita por De Chesney,
"limosnero del Rey", representaciones en escena y acompañamiento musical.
El surgimiento de éste ballet marcó una larga época de tradición en cuanto
a la estructura de este tipo de espectáculos, teniendo como apogeo la época
de Luis XIV, "El Rey Sol".

La Academia

Originalmente, como los ballets eran para entretener a la corte, éstos eran
interpretados por cortesanos o miembros de la corte, en cambio, los
bailarines que tenían poca participación, eran considerados para los
papeles de personajes más grotescos o cómicos.

A Luis XIII y su hijo Luis XIV les encantaban éstos espectáculos y ellos
protagonizaban varios de ellos, siendo Luis XIV considerado durante su
juventud como epítome de la danza noble desarrollada en la corte francesa.
Eventualmente las artes en la corte francesa fueron dejadas de lado, debido
a transformaciones dentro de su funcionamiento, pero Luis XIV, en pos de
evitar la desaparición del ballet y todo lo que implica, fundó la "Académie
Royale de Danse" en el año 1661 y posteriormente la "Académie Royale de
Musique" en 1669. Así, el ballet clásico se formalizó y volvió materia de
estudios y se empezaron a formar bailarines y músicos profesionales. Las
dos academias separadas duraron hasta el año 1780, donde la Academia de
Música derogó a la de danza, derivando hasta lo que se conoce hoy como la
escuela de la Ópera de París.

Tras la muerte de Luis XIV, los bailes de Corte desaparecen y bajo Luis XV
(quien reinó desde 1715 a 1774) la Ópera de París pasa a ser el centro del
ballet a nivel mundial durante todo el siglo XVIII.

El ballet y la ópera

La Academia de Música tuvo un valor incalculable en cuanto al desarrollo
del ballet, ya que fue creada durante el surgimiento de la ópera (que había
dejado a los ballets atrás) e incluían números de danza en ellas, siendo
prácticamente obligatorio tener un número de ballet en cada ópera por casi
durante un siglo. Así, los bailarines y maestros del Ópera, o la Academia,
fueron cada vez más reconocidos a lo largo de Europa por su prestigio y
dominio de la técnica, surgiendo grandes maestros como Pierre Beauchamp.
Debido al éxito y a la popularidad que surgió acerca de las óperas,
surgieron los "Ópera Ballet", siendo "L'Europe galante" (1697) de André
Campra y "Les Indes galantes" (1735) de Jean-Philippe Rameau lo más
importantes, donde se combinaba canto, danza y música de orquesta en
números hilados por un tema.


En los principios del ballet de la Ópera los bailarines más reconocidos y
con más destreza eran todos hombres, y no fue hasta el año 1681 que se
nombró a la primera "prémiere danseuses" o primera bailarina: Mademoiselle
De Lafontaine. Tras ella le siguieron otras sucesoras, en los años 1720s
que estaban a la par con la técnica y destreza artística de los hombres,
hablamos de Marie Sallé y de Marie-Anne Camargo.

Ellas incorporaron grandes cambios en la técnica académica, Camargo
incorporó una serie de pasos nuevos como el "entrechat quatre", el "pas de
basque" y varios tipos de "jeté", dejó los zapatos de taco, utilizados
hasta ese momento por las bailarinas y calzó unos sin ellos para
lograr mayor libertad y comodidad al bailar y también acortó el largo del
ruedo de su vestido por encima de sus tobillos, causando gran escándalo
hasta que finalmente fueron aceptados. Por otro lado, Sallé, su rival,
rompió los esquemas del vestuario tradicional cuando lució un vestido de
muselina blanco en el que entraba envuelta como por una túnica griega en un
ballet titulado "Pygmalion" en el famoso Covent Garden de Londres, y en
lugar de los altos peinados con tocados utilizados en esa época sus
cabellos estaban desprolijos sobre su rostro lo que hacía resaltar su
expresión dancística hasta tal punto que el público acogió los cambios con
un gran aplauso al terminar su actuación. Entre los maestros y bailarines
más importantes destacan "El Gran Dupré" (1697- 1744) y su pupilo Jean-
Georges Noverre (1727- 1810), que fue la figura más relevante para el
ballet durante el reinado de Luis XV. 

El "Ballet d'Action" 

Nouverre, sin lograr reconocimiento en Francia, tuvo que viajar a distintas
capitales de Europa durante sus inicios, en donde presentó sus propios
ballets con gran éxito. Fue un gran reformador de la danza a partir de sus
innovadoras ideas sobre arte que influyeron en todas las composiciones de
la época, incluyendo las del ballet ruso, en cuyo desarrollo también
contribuyó el maestro francés.
Con su interés por los cambios en la escena coreográfica en relación a
eliminar las grandes máscaras y vestuario exagerado, sostenía fuertemente
la creencia de que el ballet no era sólo "divertissement", sino un noble
arte cuyo destino final es la expresión desarrollada en base a cierto
tema. Así, gracias a éstos cambios y la experimentación hacia la
dramaturgia, junto al célebre coreógrafo Angiolini creó el "Ballet
d'Action" o "ballet dramático" a raíz de la inquietud de la expresión a
través de la danza. Dicho tipo de ballet es un derivado de la pantomima,
diferenciándose de ésta porque los gestos se realizan al compás de la
música, respetando los ritmos y la melodía.
Su obra más importante es "Lettres sur la Danse et les Ballets", que expone
las teorías y leyes de la danza clásica. Además, para él Mozart compuso la
pieza musical del ballet "Les petits riens".

El "Ballet d'Action" desapareció con Nouverre, ya que la aceptación en la
Ópera francesa no fue buena y se decidió, tras un acuerdo del comité de ese
lugar, expulsarlo.

Siglos XVIII - XIX

Para fines del siglo XVIII el cambio de mentalidad con las ideas de la
ilustración y Revolución Francesa eran inminentes, y así como la sociedad
se tornó más liberal también se reflejó en algunos aspectos del ballet. Las
mujeres abandonaron los limitantes corsés y los reemplazaron por túnicas de
estilo griego, que enfatizaban el cuerpo de las bailarinas y les favorecía
para poder aumentar el rango de sus movimientos. Además, empezaron a usar
zapatillas bajas que flexibilizaban el pie y desarrollaron el "demi-pointe"
o media punta. Como resultado de la modificación de los vestuarios de
hombres y mujeres, que les daban más libertad para moverse, se desarrolló
el partenaire.

Salvatore Vigano, alumno y propulsor de las ideas de Noverre, hace de la
ciudad de Milán, en 1880, un centro de atracción y cultura que rivaliza con
París. Aquí en Milán Vigano deja varios discípulos, entre ellos está Carlo
Blasis, importantísimo innovador en la historia del ballet. Blasis publica
el libro "El código de Tersícore" en el año 1820, un manual de técnica de
danza que incluye la mayoría de los ejercicios que se realizan por los
bailarines hasta el día de hoy. A partir de éste texto, Blasis crea el
entrenamiento básico para bailarines: La barra. Al crear la barra el
maestro Blasis y enseñar y difundir el uso de ella, los bailarines logran
tener uno de los factores más importantes para lograr un perfecto acabado
en su técnica. El Maestro Blasis también crea varios pasos y ejercicios
como son: Rond De Jambes, Grand Battements, entre otros, y exige por
primera vez la rotación de caderas de 90°, la cual anteriormente era
exigida hasta 45°. Gracias Salvatore Vigano en 1840, se hace posible la
diversificación de los estilos dentro de los cánones y normas de la técnica
clásica: Clásico, Noble, Romántico, Demicaracterístico.

Hacia fines del siglo XVIII el romanticismo se impone en Europa, guía
cultural del mundo, y dentro de esta corriente no hay cabida para los
bailarines varones, el hombre queda relegado a ser simple transportador o
figurante, únicamente las estrellas femeninas lucen y abundan. Éste
movimiento afecta tanto a la danza que pasan casi ochenta años para que el
hombre adquiera nuevamente la personalidad, la fuerza y el dinamismo que
sólo él puede imprimirle a la danza.

En 1841 la célebre bailarina María Taglioni introduce un cambio, de los más
importantes, que es vigente y que cada vez más se desarrolla más: inventa
las zapatillas de punta, con el fin de dar a la bailarina la sensación de
vuelo y gracia. Con ello toda la técnica cambia, tanto en la clase, como en
la interpretación y calidad dentro del escenario.

El ballet en Rusia

A partir de 1850 Rusia atrae a gran cantidad de artistas y comienzan a
establecerse
sobre todo bailarines y coreógrafos, quienes en unión de célebres músicos y
escritores crean ballets y argumentos para éstos, todo esto gracias a las
condiciones favorables en que se hallaba dicho país respecto a
la valoración de la estética por parte de su monarquía militar y feudal.

En Rusia el ballet prospera gracias a las influencias de los artistas
extranjeros que emigraron hacia allá y a los grandes artistas surgidos de
esta emigración cultural, y también gracias a que cuentan con el apoyo del
gobierno con su Dirección General de Teatros Imperiales, que solventaba
económicamente y protegía moralmente al ballet, además de dirigirlo en su
totalidad. La perfecta organización de las Escuelas Imperiales de baile en
Rusia: la de San Petersburgo, Moscú y Varsovia. Allí además de tener una
enseñanza general y de danza, tenían un programa de 8 a 9 años de estudio
compuesto por clases de música, dibujo, arte escénico, idiomas, además de
otras materias vinculadas al arte de la danza. Todas ellas eran también
supervisadas por el gobierno, y dirigidas bajo la mirada de renombrados
maestros de baile y directores.

Siglo XX

En 1905 Isadora Duncan, la bailarina que todo lo baila, pero sin tener
técnica académica ninguna, crea una fuerte polémica al atacar la férrea
disciplina que es necesaria en la danza clásica, apoyada por la falta de
calidad en los espectáculos de ballet de que se habló anteriormente. A esta
gran artista norteamericana se le considera como la creadora de la Danza
Moderna o contemporánea.

Se inicia el siglo XX y con él Sergei Diaghilev forma su famoso "Ballets
Russes". París se entusiasma ante los magníficos espectáculos que ofrece
con la colaboración de extraordinarios coreógrafos, maestros, bailarines,
escenógrafos, músicos y diseñadores casi todos venidos de Rusia y, sobre
todo, ante sus solistas entre los que se encontraban: Vaslav Nijinsky,
Anna Pavlova, Tamara Karsavina, entre otros y su gran coreógrafo Michel
Fokine. Por otra parte, Vaslav Nijinsky a quien la historia ha calificado
como el más grande bailarín del mundo, también destaca como coreógrafo y en
su ballet "La Siesta de un Fauno", obtiene un perdurable triunfo personal,
pues sin utilizar las posturas, saltos y giros establecidos por la danza
clásica, logra una danza moderna.

En el período de 1918 a 1938 los diversos movimientos artísticos modernos
se imponen en el ballet, ya que éste es considerado como un arte
tradicional, así es como Léonide Massine, sin atenerse a los cánones
clásicos del ballet, estrena su obra "Facade" con el conjunto de Diaghilev.
En 1929 se inicia la desintegración de Les Ballets Russes y con ello la
dispersión de sus elementos, a causa de la muerte del genial Diaghilev.

En 1932 Kurt Joss y su compañía presenta "La Mesa Verde" en París, obra
clave en la historia de la danza, donde se plantea una declaración anti-
guerra, un año antes que Hitler tomara el puesto de canciller de Alemania.
Dentro de su estilo de danza la técnica pasa a ser un elemento dentro de la
expresión y la parte argumental tiene siempre el primer lugar, relegando el
virtuosismo de la parte interpretativa.

Con la segunda Guerra Mundial, del 39 al 46, priva un gran caos en todas
las ramas del arte, pero especialmente en el ballet, que como hemos visto,
es el que más necesita de comunicación humana para subsistir. Muchos buenos
bailarines tienen que servir en el ejército y mueren en la lucha, otros
quedan atrapados en las fronteras políticas y el mundo se ve privado de su
arte y su cultura. No obstante esto, y dentro de las limitaciones normales
que un estado de guerra impone, el arte sigue produciéndose y alimentándose
inclusive de los horrores de este colapso mundial hasta que, en 1947, el
mundo se normaliza con el fin de la guerra quedando, sin embargo, dividido
en campos terrestres e ideológicos de donde los artistas pueden, a veces,
transponer sus fronteras y salir al mundo para dar a conocer sus obras y a
su vez conocer, observar y aprender las de los demás.

La danza y el ballet en Chile

A principios de siglo XX, Chile fue testigo del desarrollo y la evolución
de la danza en repercusión de la Primera Guerra Mundial en el viejo mundo,
que provocó un éxodo de talentos que trajo beneficios indudables para
nuestro país. El primer hito fue la visita de la compañía de ballet de la
famosa bailarina rusa Anna Pavlova, en 1917, presentando "Giselle" en el
casino de Viña del Mar y en el Teatro Municipal de Santiago. Más tarde, en
el año 1918 volvió a Chile, visitando también otras ciudades como Talca,
Concepción y Valparaíso, presentando "La Bella Durmiente", "Raimonda" y su
famosísima "La Muerte del Cisne". Su paso no sólo dejó un enorme entusiasmo
en la juventud adinerada, si no que también significó un gran aporte para
la danza en el país: el bailarín Jan Kaweski, de su compañía, se radicó en
Santiago, siendo el primer profesor de ballet dedicado a formar
intérpretes, y su pareja Doreen Young se instaló en Viña del Mar para
difundir las nuevas tendencias.

Hacia 1930, el terreno estaba abierto para la llegada de los más
importantes personajes extranjeros de la danza nacional: el Ballet de Kurt
Jooss, con sus figuras Ernst Uthoff, Lola Botka y Rudolph Pescht. Estos
tres bailarines, que fueron contratados luego por la Universidad de
Chile para formar el primer conjunto estable nacional, el Ballet Nacional
Chileno, traían una visión nueva de la danza, alejada de los patrones
clásicos. Con ellos comenzó la Danza Moderna en Chile. Fueron los
formadores de la primera generación de coreógrafos y bailarines nacidos en
estas tierras.

La década de 1950 está marcada por el desarrollo de algunos elementos
nacionales y americanos, apareciendo en escena los coreógrafos chilenos. La
danza, además, ve nacer en 1959 una segunda escuela profesional, el Ballet
de Arte Moderno (BAM), a cargo de Octavio Cintoleci con sede en el Teatro
Municipal.

Cintoleci nace en Santiago en 1924, hijo de un fabricante de sombreros y
una pianista ingresa al Instituto Nacional y egresa con 18 años de edad
debiendo asumir el sustento de su familia al morir su padre a temprana
edad. Gracias a su tío, Hernán Castro, Octavio se encanta con el teatro y
participa en algunos montajes del recién formado Teatro Experimental (hoy
Teatro Nacional Chileno), compartiendo experiencias con grandes de las
tablas como Pedro de la Barra, Bélgica Castro y Pedro Orthous. Así, conoce
y es seducido por la danza a través de Patricio Bunster, a quién conoció
por el Instituto Nacional, y comienza a estudiar con Ernst Uthoff en la
Escuela de Danza de la Universidad de Chile. Su doble militancia teatro-
danza termina cuando ingresa al Ballet Nacional Chileno y logra bailar en
"La Mesa Verde" y "La Gran Ciudad" de Kurt Jooss. Participa en "Juventud"
(1948) y también en varios ballets de Uthoff donde destaca su
interpretación del Pérfido Moro en Petrushka en 1952. Ese mismo año monta
su primera coreografía importante, "Redes", inspirada en la leyenda chilena
y en sus experiencias como pescador en Loncura, V Región. Por esa fecha
gana una beca para estudiar seis meses en la Ópera de París, donde crea un
importante lazo con Serge Lifar, famoso bailarín y coreógrafo ucraniano del
siglo XX quien lo insta a extender la beca, sin embargo, el Instituto de
Extensión Musical de la Universidad de Chile se la niega y le solicita
regresar. Octavio se revela y decide continuar sus estudios en Europa por
sus propios medios, iniciando su notable carrera en el extranjero en la
corriente del ballet neo-clásico.

En 1958 Octavio Cintoleci recibe una invitación del Teatro Municipal de
Santiago para crear una compañía de ballet en dicha institución, la que
dirigirá por largo tiempo. Al año siguiente, nace el Ballet de Arte Moderno
(BAM), gracias al que se da a conocer en nuestro país el repertorio de la
danza clásica universal, con ballets como "Las Sílfides", "Giselle" y "El
Lago de los Cisnes", destacando entre sus bailarines de las giras desde
Europa a Margaret Dale, Tamara Toumanova, Margot Fonteyn, Michael Somes y
Serge Lifar, todos quienes favorecen la elevación de la compañía.
Posteriormente, el BAM fue incorporado a la Municipalidad de Santiago como
parte de su gestión cultural, llevando el nombre de Ballet de Santiago.

En 1982 Iván Nagy tomó la dirección del Ballet de Santiago en una nueva
etapa. Su influencia, de alguna manera, continúa en la compañía hasta hoy.
Decidió transformarlo en un conjunto de excelencia con artistas
extranjeros, invitando también a profesores de primer nivel y en pocos años
logró montar obras dificilísimas del repertorio y elevar la calidad de la
temporada oficial de ballet, convirtiendo a la compañía en una de la
mejores de Sudamérica.
 
Desde el año 2000 al 2003 el colombiano Ricardo Bustamante ejerce como
Director del Ballet de Santiago, bajo su tutela, la compañía estrenó obras
como "Manon" de Keneth MacMillan y "Sueño de una Noche de Verano" de George
Balanchine. Más tarde, en 2004, Marcia Haydée asume como nueva Directora
Artística, una de las personalidades más importantes de la danza del siglo
XX, quien ya había ocupado ese cargo desde 1993 a 1994 y que además fuera
primera bailarina y directora del Ballet de Stuttgart por 26 años. Marcia
Haydée se mantiene hasta hoy en el cargo y en su gestión la compañía ha
realizado giras dentro y fuera de Chile y también ha estrenado importantes
obras.
 
Actualmente, la compañía estable del Ballet de Santiago presenta cinco a
seis títulos cada año como parte de la temporada de ballet, incluyendo
diversos estrenos y coreografías nuevas, siendo el único ballet clásico
profesional de Chile. Además, la compañía realiza gran cantidad de giras de
difusión que realiza a lo largo de todo el país, y algunas otras por
invitación al extranjero.
 

Referencias

http://www.memoriachilena.cl/602/articles-123204_recurso_2.pdf

http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3512.html

http://www.vam.ac.uk/content/articles/o/origins-of-ballet/

http://balletclasicomipasion.blogspot.com/2011/08/breve-historia-del-
ballet.html

http://www.danzavirtual.com/definicion-del-termino-ballet/

http://www.danzavirtual.com/historia-de-la-danza/

http://www.danzaballet.com/anna-pavlova-desde-mexico-hasta-buenos-aires/

http://www.municipal.cl/content2-historia-15

"La danza y el ballet"; Salazar, Adolfo; 1949, Fondo de Cultura Económica.
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