HIPÓTESIS PSICODINÁMICAS SOBRE EL SUICIDIO DE ARTISTAS

July 22, 2017 | Autor: Daniel Páramo | Categoría: Suicide, Suicide (Psychology), History of Art
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HIPÓTESIS PSICODINÁMICAS SOBRE EL SUICIDIO DE ARTISTAS Páramo Castillo, Daniel1

V CONGRESO NACIONAL PSICOANÁLISIS: SALUD MENTAL Y PREVENCIÓN DE PROBLEMÁTICAS ACTUALES 24 y 25 de Octubre de 2014 RESUMEN: En el presente texto se reseñan las principales explicaciones psicoanalíticas para el comportamiento suicida, ilustrándolas con la biografía y extractos de obras de artistas de distintas épocas y diversos ámbitos creativos. PALABRAS CLAVE: suicidio, teoría psicoanalítica, vida emocional del artista ABTRACT: The main psychoanalytic explanations for suicidal behavior are briefly explained, illustrated with excerpts from the biography and works of artists from different times and creative fields. KEY WORS: suicide, psychoanalytic theory, emotional life of the artist INTRODUCCIÓN De las muchas teorías que intentan explicar el comportamiento suicida, pocas son las que lo hacen a partir de la dinámica intrapsíquica de la persona. A continuación se presentará una breve reseña de las más importantes explicaciones psicoanalíticas del suicidio más allá de las clásicas de Freud y Menninger. Se ilustran con la vida y obra de artistas suicidas (Zhang, 2013). Desde sus primeros escritos Freud ya se había preocupado por explicar actos suicidas, aunque al principio no los tomó como foco de sus indagaciones. En Observación de un caso severo de hemianestesia en un varón histérico (1886) y en La etiología de la histeria (1896) consideraba las amenazas suicidas como parte del repertorio de síntomas de la histeria. Su elaboración más extensa la presenta en Duelo y melancolía, publicado en 1917. Ahí toman un papel preponderante las pérdidas y la agresión. Sugiere que es el yo quien recibe la agresión que debería estar dirigida hacia el objeto perdido. Agrega además que este objeto es blanco de ambivalencia y que fue elegido

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Universidad de Guanajuato

narcicísticamente. Se puede concluir de lo anterior que el suicidio es un asesinato pero vuelto hacia uno mismo. Fue el psiquiatra norteamericano Karl Menninger quien retomó los desarrollos de Freud y los enriqueció hasta llegar a construir la que fuera la más aceptada teoría psicoanalítica del suicidio durante varias décadas. En síntesis él propuso la conjunción de tres deseos, cada uno proveniente de una fuente pulsional diferente: además del deseo homicida coexisten en el suicida los deseos de estar muerto y los de matarse. Hablamos entonces de un elemento autopunitivo, uno agresivo y uno erótico.

PROFUNDIZANDO EN LA DEPRESIÓN: KLEIN y RADÓ Ambos autores, con obras prácticamente simultáneas, proponen considerar el interjuego de identificaciones e introyecciones, de objetos totales y parciales, para explicar el dinamismo intrapsíquico de la depresión. Sandor Radó establece contactos con las contribuciones tanto de Freud como de Abraham al explicar la dinámica de la melancolía. Agrega, sin embargo, que una vez acaecida la pérdida, y vuelta hacia el yo la agresión originalmente dirigida hacia el objeto, la persona reacciona con un temor sumiso que a la postre termina mermando más aún al yo. El caso extremo de la sumisión hacia el objeto externo ausente –cuya representación invariablemente se asociará a la introyección materna-nutricia— es el suicidio (Ferrández, 2012). A su vez Melanie Klein indica que se llega al suicidio una vez que se ha perdido toda relación con el objeto externo –vector y organizador de los impulsos- y particularmente cuando se activan las defensas maniacas contra la depresión en medio de un rapto melancólico. El suicidio de Vincent Van Gogh ilustraría este punto. En su estancia en el hospital psiquiátrico de Saint-Rémy pintó 80 cuadros en dos meses, quizá más que en ninguna otra etapa de su vida. En su última carta a su hermano Theo, Vincent le escribió: “antes de que haya oportunidad de hablar de asuntos con la cabeza más reposada, pasará probablemente mucho tiempo. (…) Pues bien, mi trabajo; arriesgo mi vida y mi razón destruida a medias –bueno— pero tú no entras entre los marchands de hombres, que yo sepa (…)”. Le habla de esta forma de su autoconcepto mermado, consciente como siempre de la dependencia de su hermano y además, con una dosis de duda le dice que no es “un marchante de hombres”

probablemente como un acto incompleto de reparación. “¿Por qué soy tan poco artista?” se pregunta en otra de sus cartas.

JUNG, LA TRASCENDENCIA La hipótesis freudiana del asesinato autodirigido es la base de la noción de Jung sobre el suicidio. En su texto The meaning of death (1959, apud Barrionuevo 2011), agrega que en el momento de la crisis suicida el yo de la persona se encuentra mermado a causa de conflictos y afectos intensos. Adicionalmente, el inconsciente profundo participa por medio de la activación de un conflicto con el Selbst (Ejilevich, 1996). Este es el arquetipo de la jerarquía, es central en el inconsciente colectivo, está relacionado con el hombre y con lo numinoso, por lo tanto también con la unión de los opuestos; en algunas culturas puede cristalizarse en la figura de Cristo o de Buda. La búsqueda consciente de trascendencia puede entonces centrarse en los aspectos oscuros de este arquetipo, y en cualquier caso la cercanía con lo numinoso termina volviéndose intolerable. Tal es el caso de Mark Rothko, el expresionista abstracto nacido en 1903. Para él la pintura era un vehículo de expresión emocional y religiosa. No sólo provenía de una familia que se iba haciendo cada vez más religiosa, sino que les tocó sufrir el racismo en su natal Letonia. Su temperamento depresivo se mantenía bajo control gracias al arte, que ocupaba toda su vida y lo consumía mental y físicamente (Lester, 1991). Aseguraba que con sus obras podía liberar energías inconscientes de modo similar a como hacen los símbolos y los rituales; que contenían un aliento de vida. Unos años antes de morir planeó constituir una fundación que asegurase su inmortalidad. Luego de varias enfermedades y problemas familiares decidió quitarse la vida en el estudio donde vivía solo combinando la intoxicación medicamentosa con exsanguinación. OTTO RANK El mismo año en que Jung publicaba estas ideas, Otto Rank dio a conocer su teoría. Para Rank en el conflicto central están el miedo a vivir y el miedo a morir, o sea, el miedo a perder la individualidad antepuesto al miedo al

aislamiento y abandono. El balance en la tensión entre ambos polos permite enfrentar con entereza las dificultades de la vida; el desbalance desemboca en un deseo de abandonar la vida. Rank ubica así la ambivalencia dentro del yo y con componentes conscientes, no como afectos hacia un objeto. La vida y obra enteras de Kurt Cobain son una lucha por la afirmación y defensa de la individualidad (Koniecki, 2004). Sin afiliarse a alguna ideología concreta defendía causas pero no a sectores sociales; produjo una estética musical única pero que a la postre pudo ser comercializada y explotada su fórmula. Adicionalmente, su temor a vivir podría observarse en su negativa a enfrentar sus enfermedades y su dificultad para llevar su fama e imagen pública. “Eso me asusta tanto que casi me inmoviliza” le escribió a su hija Frances en su nota suicida. LACAN Para Lacan hay tres formas o estatutos que puede adoptar la conducta suicida: como acting out, como pasaje al acto y como acto (Vargas, 2010). El primero de ellos se equipara al gesto suicida. Ahí el sujeto se niega a sí mismo como ser y se pone en lugar de sujeto del inconsciente, donde confecciona una escena fantasmática como puede ser por ejemplo la reacción de otros al encontrar su cadáver o en sus exequias. Más que preocuparse por el suicidio lo hace de la presencia del Otro, que observaría la escena. Su intento suicida conlleva un mensaje. No siempre un acting out termina como suicidio consumado, a menos que la letalidad del medio sea muy elevada. Probablemente la muerte de Silvia Plath ilustraría un suicidio de este tipo. A sus 31 años, recién separada de su esposo, quien le fue infiel, decidió intoxicarse con el gas de la estufa de su cocina. Quizá albergaba anhelos de regresar con él ya que habían vacacionado juntos unas semanas antes (Lester, 1998). Aunque cabe pensar que su intención era plenamente suicida, ya que probablemente padecía trastorno bipolar, tenía intentos previos y nunca superó la temprana muerte de su padre, podría considerarse que se trataba de un acting out ya que la hora y el método que eligió para quitarse la vida daban mucho margen a que fuera rescatada. Lamentablemente ese día su ama de llaves perdió el autobús y llegó demasiado tarde a casa de Silvia. El mensaje contenido en su conducta suicida se complementa con la abundante

producción que realizó en los días previos a su muerte, incluyendo el melancólico y ambivalente poema Daddy que termina así: “Papito, papito: escúchame bastardo, acabada estoy”. En sentido contrario, como pasaje al acto, el sujeto entonces se anula totalmente; no fantasea con una escena concreta ni con el Otro reaccionando ante su muerte, sino que “se precipita y bascula fuera de la escena” (Lacan 2006, apud Vargas, 2010). No hay llamado al Otro. Es un suicidio con “el automatismo, el mecanismo y el carácter necesario y profundamente alienado con el que, como ustedes saben, se llevan a cabo los suicidios de melancólicos” (idem). Equivaldría al suicidio consumado. El caso ilustrativo: Édouard Levé. Fotógrafo y escritor francés que se ahorcó diez días después de entregar a su editor su último libro (titulado Suicidio). Este texto, despojado de emociones y escrito en segunda persona, alterna entre la ficción y la autobiografía (Ferrero, 2010). Pero al final el autor no se queda a esperar el final. “¿Remordimientos? Los tuviste por la tristeza de aquellos que te llorarían, por el amor que te habían dado, y que tú les habías devuelto (…). Pero esos remordimientos sólo los experimentabas de antemano. Desaparecerían contigo. (…) Ese egoísmo de tu suicidio te desagradaba. Pero, en la balanza, la serenidad de tu muerte pesaba más que la agitación dolorosa de tu vida”. Suicidio como acto. El sujeto se reencuentra, se reescribe, aunque paradójicamente, desaparece y ya no se ve reinventado. Lacan ejemplifica este tipo de muerte voluntaria que no tiene motivación inconsciente, con la muerte de Empédocles, quien según la leyenda se arrojó al volcán Etna para encontrar para su existencia un final digno para su categoría. Es entonces un acto simbólico que viene a incidir en lo real; un acto que dejará huella, que hará historia y que deriva de una voluntad exenta de psicopatología.

SIMBOLISMOS EN HERBERT HENDING Él se adentra en el aspecto simbólico. Su propuesta es que durante la crisis suicida, entendida como un breve periodo de afectos intensos y conflictivos, aparecen fantasías relacionadas con la propia muerte. Describe cinco fantasías predominantes: 1) el deseo fatigado de escape, 2) deseo de un castigo, 3) deseo agresivo de venganza, 4) un deseo erótico de rendición masoquista y 5) un deseo anhelante de rescate (Rodríguez, 1990).

El mismo Hending publicó en 1993 un análisis del suicidio de la poeta norteamericana Anne Sexton. Nacida en 1928, es representante de un estilo confesional de poesía. Esta artista padeció depresión postparto tras el nacimiento de cada una de sus dos hijas; en la segunda ocasión intentó suicidarse. Sin embargo no fue sino hasta 19 años después cuando finalmente lo consumó intoxicándose con el monóxido de carbono de su auto encerrado en un garaje. En sus trabajos se pueden identificar distorsiones cognitivas consecuencia de un yo disminuido (Wedding, 2000). Hending considera que los últimos momentos de existencia de Sexton fueron de una intensidad crítica. Muchos de sus textos revelan el cansado deseo de escape; por ejemplo estos versos de su poema Deseando morir: “La muerte es un hueso triste, lleno de golpes, dirías / y a pesar de todo ella me espera, año tras año / para reparar delicadamente una vieja herida, / para liberar mi aliento de su dañina prisión”. Y en La balada de la masturbadora solitaria escribe: “de noche, sola, me caso con la cama / de esta forma escapo de mi cuerpo…” APEGOS DISTORSIONADOS A partir de las aportaciones de Bowlby de los estilos de apego, actualmente se ha investigado su relación con conductas suicidas. En concreto, los estilos de apego ansioso y evitativo en adultos son un fuerte factor de riesgo para la aparición de autolesiones y en menor grado de intentos de suicidio serios (Stepp, 2008). La variable mediadora entre tipo de apego y comportamiento suicida son problemas interpersonales: sensibilidad, ambivalencia, agresión, disminución de la sociabilidad y necesidad de aprobación. Sería osado asegurar que Ernest Hemingway tenía vínculos distorsionados, pero no inverosímil. Con su odio reconocido públicamente hacia su madre, con tantos y tan dramáticos cambios de profesión, de residencia e incluso de roles sexuales (Lester, 2011), con el testimonio de que se sentía solo o sofocado aún cuando estaba rodeado de personas o, finalmente, con su testimonio directo de su discurso de aceptación del premio Nobel: “Escribir, en su mejor momento, es una vida solitaria. Organizaciones para escritores palian la soledad del escritor, pero dudo si mejoran su escritura. Crece en estatura pública como vierte su soledad y a menudo su trabajo se deteriora. Porque hace su trabajo

solo, y si es un escritor lo suficientemente bueno, debe enfrentar la eternidad, o la falta de ella, cada día”.

EL PAPEL DE LA SUBLIMACIÓN El descubrimiento del rol que podría jugar la sublimación en el suicidio de ciertas personalidades ocurrió precisamente al analizar la vida, obra y muerte de mujeres poetas. En síntesis, la hipótesis de Mendizabal (1989) dice que mientras un artista sublima, más energía libre encuentra la pulsión de muerte. Esta idea halla su apoyo en Melanie Klein quien la asocia con la reparación del objeto bueno agredido (Laplanche & Pontalis, 1979). Sin ir más lejos, la vida de las poetas suicidas analizadas por Mendizabal son un claro ejemplo, algunas de las cuales ya fueron mencionadas antes: Alejandra Pizarnik, Alfonsina Storni, Violeta Parra, Virginia Woolf, Concha Urquiza, Sylvia Plath, Anne Sexton, Sara Teasdale, Julia de Burgos y Delmira Agustini. COMENTARIOS FINALES Las más recientes aportaciones psicoanalíticas a la comprensión del suicidio parten más bien de una necesidad práctica y sólo posteriormente se apostan en el plano de lo teórico. De la clínica contemporánea salieron por ejemplo nociones como: la relación identificada por Kernberg entre el narcisismo patológico y los comportamientos suicidas egosintónicos libres de conflictos melancólicos (Goldner-Vukov, 2010); la identificación de que fomentar el insigth,

sumado

a

factores vinculares,

disminuyen

independientemente del tipo de estructura psíquica

el

riesgo

suicida

del paciente (Blatt &

Shahar, 2004, apud Maltsberger, 2006); la reparación de internalizaciones destructivas (Seinfeld, 1991, apud Maltsberger, 2006) o el papel de la integración afectiva (Shapiro, 1991) BIBLIOGRAFÍA Barrionuevo, C., Brito, R., Wolfenson, A. (2011). El Suicidio: Reflexiones éticohistóricas. Revista GPU, 7(1): 111-120. Ejilevich, H. (1996). Algunas aportaciones de la psicología compleja de C. G. Jung al problema del desarrollo evolutivo en el ser humano. Cuadernos de Pensamiento Junguiano, 11: 1-13.

Ferrández, M. (2012). Sándor Radó: aportaciones a la psicodinámica de la melancolía. Informaciones psiquiátricas, 207(1): 53-80. Ferrero, J. (2010, octubre 16). El caso Levé. Diario El País. Recuperado de http://elpais.com/diario/2010/10/16/babelia/1287187941_850215.html en agosto 10 de 2014. Freud, S. (1917). Duelo y melancolía. Obras Completas «Freud total» 1.0 (versión electrónica). Nueva Hélade, 1995. Hendin, H. (1993). The suicide of Anne Sexton. Suicide Life Threat Behav, 23(3): 257-62. Koniecki, S. (2004). Análisis del mito de Kurt Cobain. Entretextos, 4. Recuperado dehttp://www.ugr.es/~mcaceres/Entretextos/entre4/koniecki.htm el 10 de agosto 2014. Laplanche, J., Pontalis, J. (1979). Sublimación. En Diccionario de psicoanálisis. (2ª reimp). Barcelona: Labor. Lester, D. (1991). Mark Rothko. Biographical Studies of Suicide, 2: 79-84. — (1998). Theories of suicidal behavior applied to Sylvia Plath. Death studies, 22: 655-666. — (2011). Ernest Hemingway. Biographical Studies of Suicide, 9:17-28 Maltsberg, J., Weinberg, I. (). Psychoanalytic Perspectives on the Treatment of an Acute Suicidal Crisis. Journal of clinical psychology: in session, 62(2), 223–234. Mendizabal, M. (1991). Femininity, Creativity and Transference. (1 ed). México: IPSO: 57-63. Mila Goldner-Vukov, M., Jo, L.M. (2010). Malignant narcissism: from fairy tales to harsh reality. Psychiatria Danubina, 22(3): 392–405. Rodríguez, F., González, J., Gracia, R., Montes de Oca, D. (1990). El suicidio y sus interpretaciones teóricas. Psiquis, 11: 374-380. Shapiro, S. (1991). Affect integration in psychoanalysis. Bulletin of the Menninger Clinic, 55(3): 363-374. Stepp, S., Morse, J. Yaggi, K., Reynolds, S., Reed, I., Pilkonis, P. (2008). The role of attachment styles and interpersonal problems in suicide-related behaviors. Suicide and Life-Threatening Behavior, 38(5): 592-607. Vargas, D. (2010). El suicidio, sus estatutos y ética del psicoanálisis. Revista Affectio Societatis, 7(2): 1-13. Wedding, D. (2000). Cognitive distortions in the poetry of Anne Sexton. Suicide Life Threat Behav, 30(2):140-4. Zhang, J., Tan, J., Lester. D. (2013). Psychological strains found in the suicides of 72 celebrities. Journal of Affective Disorders, 149: 230–234.

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