Hipertexto, Juego de Rol y Fortalecimiento de lo público Profesora Sonia Velosa Guzmán Universidad Santo Tomás. Facultad de Comunicación Social para la Paz. Bogotá - Colombia
[email protected] Resumen El trabajo recoge el papel, uso y valor de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) las entronca con los requerimientos y usos comunicativos de los Movimientos Sociales del siglo XXI, que utilizan las redes sociales y virtuales en nuevas formas de empoderamiento y participación (TEP), pasando por los retos que tal uso le plantea tanto a la academia como al ámbito escolar en términos metodológicos, en la capacitación de nuevos comunicadores sociales que asuman tales retos, como por ejemplo el de aprender de manera colaborativa (TAC).
Tags: Tecnologías de la Información y la comunicación (TIC), Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento Colaborativo (TAC), Tecnologías para el Empoderamiento y la Participación (TEP), Movimientos sociales.
Introducción: Esta ponencia es un resumen de la investigación monográfica del mismo nombre, que realicé como trabajo de grado para optar al título de Magister en Tecnologías de la Información aplicadas a la Educación, de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia, pero especialmente a mi experiencia y reflexiones de estos últimos años como docente del área Comunicación Multimedia de la Facultad de Comunicación Social para la Paz, de la Universidad Santo Tomás, cuyo eje problémico es Movimientos y Actores Sociales.
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El siglo XXI inicia con una enorme carga de transformaciones científicas, tecnológicas, sociales, económicas y culturales cuyas repercusiones no son fáciles de predecir. La incertidumbre ante el futuro generado por estas situaciones y los cambios en las formas de pensar y de actuar, generan nuevos rompimientos conceptuales y con ellos, nuevos paradigmas teóricos y operativos en todo el saber y el quehacer humano. La educación no puede quedarse al margen de estos fenómenos, y con frecuencia surgen voces afirmando que a ella corresponde la tarea de preparar a la humanidad para que los cambios sean positivos en beneficio de todos. Los Movimientos Sociales por su parte, ejercen una intensa búsqueda en términos de formas y medios de comunicación que le permitan acceder a vehículos de apropiación identitaria tanto hacia el interior de sus propias formas organizativas como hacia el conjunto de la sociedad civil para que sus peticiones y exigencias toquen los nervios centrales de aquellos organismos políticos y administrativos encargados de determinar las políticas públicas. Las redes sociales y comunidades virtuales han desarrollado aplicaciones donde pueden trabajar sincrónica o asincrónicamente múltiples usuarios en donde se comparten recursos e informaciones y en los cuales se negocian conceptos, significados y se adoptan criterios y puntos de vista generando a la vez nuevas relaciones y conocimientos, permitiendo que el éxito de los usuarios contribuya al éxito de toda una comunidad. Para el caso de la educación, las TIC contribuyen no sólo al aprendizaje individualizado sino que de forma planificada y orientada por el docente se produce un aprendizaje en colectivo, donde de forma implícita también se contribuye a la formación de valores éticos, no solo en el marco de la escuela como institución, sino que traspasa esas fronteras y alcanza a la sociedad civil, al estado y a los Movimientos Sociales.
No cabe duda que en los últimos años, las tecnologías de la información y el conocimiento (TIC) han irrumpido en el ámbito educativo, de tal forma y a tal punto, que dicha confluencia debe convertir estas TIC en tecnologías para el aprendizaje y el conocimiento colaborativo (TAC) y estas nuevas formas de aprehender el mundo han permitido plantear procesos y movilidades más allá de las aulas con y en las tecnologías permitiendo más formas de empoderamiento y participación (TEP) . Pero este recorrido no se realiza de forma espontánea. El tránsito TIC/ TAC/TEP obliga una serie de movimientos en los que las sociedades cada vez deben estar más comprometidas e implican un uso de estas tecnologías digitales y virtuales de forma consciente, organizada y emergente, acorde con las necesidades, intereses y problemáticas de la misma sociedad que las utiliza. 2
En efecto, una práctica que se está extendiendo ampliamente es la de diseñar recursos, instrumentos y gestionar entornos de aprendizaje, empoderamiento y participación, utilizando las nuevas formas de comunicación que nos ofrecen las distintas aplicaciones de la actual Web Social (2.0). Pero en estos casos, como El Flashmob Europeo (2008..), la Primavera Árabe (2011), las movilizaciones estudiantiles chilenas y londinenses (2011), o los movimientos indignados y ocupas españoles (M-15) y estadounidenses (2010-2012...); han estado determinados por un amplio uso de las tecnologías, pero el destino y los resultados de dichas movilizaciones resultan aún impredecibles, pues son las necesidades insatisfechas de los pueblos las que determinan los alcances y no los instrumentos. Se debe insistir en que las tecnologías son mediaciones y no sólo herramientas. El tránsito TIC/ TAC/TEP parte de la problematización de esta distinción fundamental. Responder a la pregunta por ¿Cómo pasar de las TIC a las TAC y TEP? equivale a cuestionarse en torno a la gran dificultad que deben afrontar todos los sistemas educativos, cuando se enfrentan a la tarea de usar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), en escenarios propicios para la enseñanza, el aprendizaje y el conocimiento (TAC) y los ciudadanos por si sólos las han aprehendido para el empoderamiento y la participación. Es un hecho ya bastante conocido y documentado la gran brecha que existe entre los sistemas educativos, sus metodologías y maestros, frente a un alumnado, “nativos digitales” (Mark Prensky), quienes se mueven y navegan como “pez en el agua”, en un mundo dónde las tecnologías digitales y virtuales hacen parte del día a día de la mayoría de la población, especialmente los más jóvenes. También debe ser claro que el hecho de usar y estar continuamente conectados con las TIC, no garantiza que los estudiantes posean las competencias para convertir este uso, tradicionalmente limitado por el ocio y el entretenimiento, en mediaciones para el aprendizaje y el conocimiento. Este es un tránsito en el que las instituciones, sus directivas y sus docentes debemos seguir ejerciendo el liderazgo. Así pues, el reto de estimular el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la educación y más que eso al aprendizaje, es una tarea de grandes proporciones que debe preocupar, tanto a los entes gubernamentales en términos de políticas públicas educativas, como al sistema escolar en general, a las instituciones de educación superior y a los maestros en particular. El reto no es sólo la integración de las TIC en el aula, sino, al decir de Juana María Sancho Gil, “intentar que éstas sean un instrumento de inclusión digital, un recurso para el aprendizaje y un agente de innovación educativa” (Sancho Gil 2009, pg. 21). Según esta investigadora, no se puede pretender que las TIC y su alto desarrollo tecnológico, sean per se la quintaescencia de la 3
innovación educativa. Debe tenerse en claro el contexto en el cual se las implementa, la cultura existente, las prácticas sociales y educativas establecidas, los sistemas de apropiación y de sentido común, las relaciones de poder, el miedo a las transformaciones, los conceptos y las prácticas que sobre enseñanza-aprendizaje estén en uso, a más de un sinnúmero de variables que configuran el accionar educativo y que juegan un rol específico que dificulta y complejiza la conversión de las TIC en TAC en TEP. A diferencia de las prácticas educativas de ayer, que valoraban aquellos saberes acumulados, hoy son apreciados también los cómo, los por qué y los para qué. Hoy por hoy los retos de la enseñanza y el aprendizaje no están en transmitir aquello que se sabe, sino posibilitar el aprendizaje del otro, articulado mediante proyectos de trabajo colaborativo y un modelo pedagógico problémico. Sólo así será posible el ingreso de las TIC y su tránsito hacia las TAC y las TEP dentro de los procesos de enseñanza-aprendizaje y que se pueda hablar de ellos como un cambio fundamental y trasformador de las prácticas educativas. El sector educativo en general y los docentes en particular, deberán ser conscientes de su gran responsabilidad en los procesos de enseñanza-aprendizaje, tanto desde el punto de vista tecnológico como de aquellas particularidades de índole pedagógica, teniendo de presente que el proceso debe ser reversible, en aquellos tópicos en los cuales tendrá que reconocer el enorme potencial educativo de sus alumnos, así como la capacidad y responsabilidad de aprender de ellos por parte de los docentes. Ello solo es posible teniendo en cuenta los conocimientos y habilidades que traen consigo los alumnos y valorando las virtudes pedagógicas de aquellos modelos centrados en la autonomía y capacidad autoral de los estudiantes. Se establece así unas dinámicas y unas relaciones de personas que aprenden juntas, aunque las instituciones y sus docentes tienen mayor responsabilidad por tener que orientar, guiar, estimular y ‘seducir’ a las otras. (Sancho Gil, 2008. Pg. 12) En un mundo donde las tecnologías digitales prevalecen, que se reinventan todos los días a velocidades de vértigo y que experimentan profundas transformaciones en su concepción de lo que significa el conocimiento, su elaboración, difusión y aplicación práctica, es necesario e indispensables docentes y sistemas educativos con capacidad permanente de aprendizaje continuo. Solo así estaremos en capacidad de transformar las tecnologías digitales en herramientas de aprendizaje y construcción de saberes, habilidades y competencias, que en efecto formen ciudadanos que hagan el transito del “me gusta” a “me comprometo”. Desafortunadamente no existen estudios profundos que exploren los complejos procesos y resultados obtenidos en la integración de las TIC en las dinámicas de enseñanza-aprendizaje. En 4
el estudio SITES-M2 que analizó el uso pedagógico innovador de la tecnología en 174 escuelas del mundo entero, sus resultados no son del todo concluyentes, pues revelaron lo que todos suponían en relación con el efecto positivo de las TIC en los estudiantes, su reconocimiento como facilitador en la adquisición de conocimientos y la actitud positiva y colaborativa de los estudiantes hacia el aprendizaje. En cuanto a los logros educativos gracias a la relación entre el uso de las TIC y los resultados en el aprendizaje, no existe tampoco un acuerdo general y no es posible establecer con certeza que los resultados en la mejora en los aprendizajes sean debidos al uso de las TIC y no a otras variables como los métodos de enseñanza. Se sospecha igualmente que la sofisticada tecnología desplegada en los procesos digitales pedagógicos pueda dar como resultado actividades muy poco sofisticadas y de muy baja implicación cognitiva y emocional para los alumnos. Existe pues una gran dificultad para que las TIC se conviertan en valiosos instrumentos de aprendizaje y de construcción de conocimiento (TAC), así que sería más productivo hablar de ciertas aplicaciones concretas, sistematizado tales experiencias y prestando especial cuidado al valor educativo de las experiencias de aprendizaje de nuestros alumnos, analizando bajo qué condiciones y de qué forma tales tecnologías contribuyen a transformar las escuelas en instituciones educativas de punta, que responda a las necesidades de estudiantes y docentes, pues el uso de las TIC no ha producido, necesariamente, los cambios esperados en las prácticas de enseñanza-aprendizaje. (Sancho Gil, 2008. Pg. 23) Según manifiesta Sancho Gil citando a Cuban (1993), a menudo las tecnologías digitales se utilizan para reforzar las creencias predominantes sobre la educación en las que enseñar consiste en explicar (lo haga el docente o el material hipermedia), aprender consiste en escuchar (o leer la pantalla del ordenador) y el conocimiento es lo que contiene el libro, o ahora las aplicaciones de las TIC. Sin embargo toda esa situación y estas propuestas educativas que supuestamente ya fueron superadas, van en contradicción de la economía y las políticas que suelen prevalecer en países como Colombia, agobiados por la poca oferta educativa, la mala calidad de la misma, el poco acceso a las tecnologías que para mucha gente siguen siendo “nuevas” y el problema del “No hay clase: Hoy día de paro”. “no hay conexión” “no hay sala” “la red está lenta”. La queja de Alicia, aunque decimonónica, hoy sigue siendo válida, o peor aún, se ha complejizado. Adicionalmente es bueno reconocer que Internet no necesariamente son sinónimos de calidad. Sobre todo de calidad en términos educativos y pedagógicos. Caímos en la trampa de la novedad y quienes tenemos acceso a las Tecnologías, hemos olvidado que el profesor cumple con una 5
tarea formativa más que informativa. Y así como los diálogos y los dibujos del libro de Alicia no garantizan que la niña aprenda, el diseño interactivo y la flexibilidad de la virtual tampoco. Pensar las TIC aplicadas a la educación debe seguir siendo una gran preocupación social. En la realidad, las TIC siguen estando ausentes y cuando se integran, resultan quizá más aburridas que el libro de Alicia. Debe entenderse que el uso de las TIC no se convierte en una respuesta pedagógica y/o educativa por sí misma. Por eso no se trata de que los educandos llenen las guías asistidas por computadores o que interactúen con productos multimedia que tienen las respuestas preconcebidas. De acuerdo con el informe “La educación superior virtual en Colombia” (Facundo, 2003), en los pocos ámbitos en dónde se medio aplica la informática en la educación, como es el caso de la universidad el objetivo fundamental es instruir. Dichos ámbitos entienden la instrucción como el objeto de la enseñanza, en lugar de entender los recursos informáticos como formas de mediación y facilitación del aprendizaje. La enseñanza asistida por computadores (EAO) ha tenido en el multimedia el mejor espacio para insertar el uso de software en el Proceso de Enseñanza-Aprendizaje. En este caso, el enfoque instruccionista sigue primando y los recursos multimediales tales como el color y el sonido que siguen maquillando el problema de la articulación entre la educación y las TIC. La búsqueda de métodos y formas adecuados de enseñanza autónoma a través de las TIC, parece ser una vía a la solución de los conflictos antes mencionados. Si bien ya es claro que la queja de la pequeña Alicia no ha sido superada del todo, tampoco podemos negar el interés y los esfuerzos que nuestros gobiernos e instituciones han hecho por generar su propia visión frente al problema de las Tecnologías de la Información. En tal sentido la investigación “TIC/TAC/TEP y Movimientos Sociales en Red, se plantea varias preguntas a propósito de los problemas ya mencionados: ¿Puede la vía de la búsqueda de métodos y formas adecuados de enseñanza-aprendizaje convertir la informática en un verdadero taller donde se resuelven problemas o se potencien experiencias más allá del aula de Informática? ¿Logrará estos dispositivos tecnológicos ser una herramienta de trabajo que alumnos, profesores y ciudadanos podamos abordar en medio de nuestras dificultades y contextos?
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“El advenimiento de la multimedia equivale a poner fin a la separación, e incluso a la distinción, entre medios audiovisuales e impresos, cultura popular y erudita, entretenimiento e información, educación y persuasión”. Manuel Castells En una segunda parte la investigación “TIC/TAC/TEP y Movimientos Sociales en red”, revisa el panorama de las “nuevas” formas de comunicación-organización de los Movimientos Sociales, preocupación central de la Facultad de Comunicación Social para la Paz, Modulo II, Semestre IV. Desde esta perspectiva la investigación concluye que la Comunicación Multimedia debe contribuir a la identificación de las necesidades y problemáticas, de los Movimientos sociales del siglo XXI. El trabajo consiste en determinar las características principales de dichos movimientos, considerando la creciente incorporación de las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC) en sus estrategias de planificación, articulación y acción. En éste sentido la Comunicación Multimedia debe reflexionar, estudiar y analizar las manifestaciones y comportamientos de los movimientos sociales así como su posición central en las ciencias sociales. El contexto de de la Comunicación Multimedia se halla en medio de la llamada Era de la información y por ende de los cambios culturales que ella implica, por tal motivo debe hacer énfasis en cómo los cambios culturales y comunicativos están ligados, tal como lo afirma Manuel Castells, a los llamados nuevos movimientos sociales, como los movimientos de género en sentido amplio, los diversos movimientos urbanos y todas las variantes del movimiento ecologista, principales ejes de la movilidad social del presente siglo. Es por tal motivo que la Comunicación Multimedia debe otorgar especial importancia a las organizaciones sociales más “jóvenes”, surgidas desde el final de los años ochenta y vinculadas a una generación de activistas conectados a la red. Según cabe esperar, tal interconectividad permitirá “poner fin a la separación, e incluso a la distinción, entre medios audiovisuales e impresos, cultura popular y erudita, entretenimiento e información, educación y persuasión. Toda expresión cultural (…) se reúne en este universo digital, que conecta en un supertexto histórico y gigantesco las manifestaciones pasadas, presentes y futuras de la mente comunicativa” (Castells, 2007, p. 405). En concordancia con lo expuesto anteriormente la investigación estudió las características que se pueden entrever de los movimientos sociales a la luz de las TIC y la Comunicación Hipertextual y Multimedia, conocida como hipermedia.
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Para apuntalar tal argumento me permito retomar las categorías que J. Alberto Silva Machado (2005) propone en un documento digital titulado Movimientos Sociales y Activismo en Red. Según Silva los movimientos sociales han adquirido a la luz de las nuevas tecnologías las siguientes características, las cuales deben tenerse en cuenta para cualquier tipo de inmersión social: a) Proliferación y ramificación de los colectivos sociales. Rapidez y el alcance de las nuevas TIC. b) Horizontalidad, flexibilidad de las redes. Tendencia de las organizaciones sociales a ser cada vez más horizontales, menos jerarquizadas, más flexibles, con múltiples nodos e interconectadas. c) Tendencia coalizacional. Acción creciente de alcance mundial en torno a intereses comunes. d) Existencia dinámica o según los hechos. Dinamismo de los movimientos sociales tras ciertos objetivos, repercusiones e impacto. e) Minimalismo organizacional-material. Irrelevantes de tecnologías como el fax, el teléfono o la dirección postal. f) Universalismo y particularismo de las causas. Ideales universales y particulares. g) Gran poder de articulación y eficiencia. Articulación y organización de protestas simultáneas. h) Estrategias deslocalizadas de ideologías compartidas. Flujos no localizados que conectan identidades, objetivos, ideologías y visiones de mundo compartidas. Identidad y solidaridad desempeñan papeles fundamentales en la formación de redes. Identidades de resistencia. i) Multiplicidad de identidades / circulación de militantes. Circulación de activistas en red. Dadas todas estas características, es importante resaltar que en la construcción de productos multimedia, la estructura hipertextual juega un papel fundamental en la medida que ésta, por su carácter multiforme (no lineal), privilegian más sustancialmente que otros medios, la interacción de los múltiples puntos de vista, visibilizando así las posiciones no sólo de los diferentes movimientos sociales, sino de los diversos matices que una problemática social posee y a la cual estos responden.
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Conclusiones: La Comunicación Multimedia y el estudio de las TIC debe propender por la formación y concepción de unos comunicadores sociales que siguiendo los intereses del perfil para la paz de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Santo Tomás, tengan no sólo la necesidad de informar o visibilizar estos movimientos sociales, sino que produzcan y creen a futuro, fenómenos comunicativos con las TIC en general y la hipermedia en particular, re-significando así conceptos tales como ciudadanía, democracia y participación. La apuesta debe ser por una formación que no se limite a promover el consumismo o activismo tecnológico, sino en la formación de comunicadores que produzcan piezas comunicativas, que desde el principio permitan procesos de participación a través de la red y en concordancia con las ideas de ciudadanía digital expuestas principalmente por el Club de Roma, por el Movimiento Ciudad Educadora y acorde a las necesidades particulares de los Movimientos Sociales. En aras de mejorar y perfeccionar estos enfoques metodológicos, es indispensable la sistematización de experiencias que racionalicen, complementen, registren su acontecer, tanto sus aciertos como sus falencias con miras a la toma de nuevas orientaciones y determinaciones. La Comunicación Multimedia debe verse en relación con su articulación con los Movimientos Sociales, en sus formas de operación, viabilidad, uso y generalización en relación con otras formas tradicionales de comunicación, jerarquización que no debe estar por encima de otras formas mediáticas, sino que deben ser complementarias a ellas. Es de vital importancia también, atender aquellos aspectos de índole sociológica, pero sin descuidar el énfasis comunicativo, el cual debe primar por encima de otras consideraciones. BIBLIOGRAFIA: Manuel (1998). “La era de la información. Economía, Sociedad y Cultura. Vol. I: La sociedad-red”, Madrid, Alianza. educación
superior
en
América
Latina
y
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http://portales.puj.edu.co/didactica/PDF/Tecnologia/EducacionvirtualenColombia.pdf. Febrero de 2012.
En
línea:
Recuperado:
Sancho Gil Juana María. (2008). De TIC a TAC, el difícil tránsito de una vocal.En:Revista Investigación en la escuela. En línea: www.ub.edu/esbrina/docs/proj-tic/tic_a_tac.pdf. Recuperado: Mayo 2012. (2004). Movimientos Sociales y Activismo en Red. En línea: http://www.forumglobal.de/jm/art04-05/movimientos_sociales.htm SILVA
-Horsori.
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