HERMENÉUTICA COLONIAL: REPRESENTACIÓN SOCIO-CULTURAL DE PUERTO RICO EN CARTAS CONSULARES FRANCESAS Y ESTADOUNIDENSES, 1882-1899

Share Embed


Descripción

HERMENÉUTICA COLONIAL: REPRESENTACIÓN SOCIO-CULTURAL DE PUERTO RICO EN CARTAS CONSULARES FRANCESAS Y ESTADOUNIDENSES, 1882-1899 Yeidy Luz Rosa Ortiz Diciembre 2013

La teoría hermenéutica consiste en que cada sujeto existe dentro de una tradición especifica que define cómo ellos se ven a sí mismos (su verdad), cómo ven al mundo, cómo ven su pasado, y cómo ven su futuro. Teóricos de la hermenéutica como Habermas y Derrida afirman que esta tradición es imposible de separar del sujeto; la tradición es el marco dentro del que todo sujeto llega a entender y comunicar una situación (Agar 1982, 781). Al investigar y trabajar con documentos históricos sobre Puerto Rico en el último tercio del siglo XIX, vale la pena mirar a través del lente de la hermenéutica al examinar cómo los procesos de semiosis que contienen y generan significados dentro de los documentos examinados, nos llevan a entender el lenguaje empleado y sus intenciones dentro del contexto colonial. En este ensayo, se examinarán cartas de cónsules franceses y estadounidenses, radicados en Puerto Rico entre los años 1882 y 1899, y cómo las representaciones socioculturales de Puerto Rico plasmadas en estas cartas son, no tanto representaciones tergiversadas, sino representaciones que operan en un contexto histórico especifico, con un propósito especifico, y como un aparato cultural, intelectual, y de poder político y económico bajo el cual se explica y justifica la dinámica colonizador/colonizado; es decir, la gobernabilidad de Puerto Rico y la construcción de su población como el “Otro” que debe ser dominado.

Hermenéutica y colonialismo Cargado de orígenes mitológicos helenísticos, egipcios, cristianos e islámicos, el personaje Hermes representa “el mensajero”; creador del lenguaje y héroe civilizador que

documentó por primera vez, a través de jeroglíficos, la ciencia de la comunicación, la comprensión, la interpretación, la traducción, y el entender universal, cosmológico y humano. Es de aquí que proviene el termino hermenéutica; el proceso de praxis en el que una comunidad de sentidos —desde lo literal, hasta lo alegórico y lo moral— lleva una señal o un símbolo — lingüístico, sensorial o percibido— a adquirir y generar significado. La relación entre el lenguaje, la verdad, el método, la interpretación, la intención, el sentir, y el ser, es el hilo conductor que enlaza las disciplinas que convergen en la Escuela de Frankfurt en el siglo XX; la investigación histórico-social y la teoría crítica pensada por Adorno, Habermas, Benjamin, Horkheimer, Heidegger, y, el fundador de la Escuela Hermenéutica, Gadamer. Lo central es lo siguiente: se llega a una comprensión —a una verdad o un conjunto de verdades— de innumerables y variadas formas, pero todas tienen que ver con hacer conexiones entre algo dicho, hecho o sentido, con algún patrón más amplio, ya sea de intenciones o hechos (Agar 1982, 781). Considerando esto, al examinar algunas de las cartas de los cónsules franceses y estadounidenses que escribieron desde la Isla a finales del siglo XIX, y dentro de un contexto colonial, la filosofía y teoría hermenéutica debe ser aplicada en dos momentos: al momento en que la carta se escribe (o, más bien, nuestro análisis de ese momento), y al momento en que la carta se lee. Al ser documentos coloniales, las líneas divisoras entre historia, antropología y sociología son difíciles de identificar, ya que “el estudio del colonialismo nos presenta una visión particular y exige un sentido peculiar de involucramiento” (Pels 1997, 164). Esto se debe a que el “colonialismo no es un objeto histórico que se mantiene externo al que lo observa” (Pels 1997, 164). De esta manera, los estudios coloniales “aun luchan con técnicas de observación y control

que emergen de la dialéctica colonial de gobernabilidad occidental” (Pels 1997, 164).1 Es decir, las luchas y las negociaciones entre el “Yo” colonizador y el “Otro” colonizado aun operan en discursos históricos y antropológicos, y es precisamente la hermenéutica crítica, guiada por el interés en la epistemología de los neo-marxistas y la crítica literaria a partir del 1970, la que cumple con analizar el papel político de la representación textual en los discursos coloniales.2 A partir del 1990, nociones de cultura y etnografía entran a ser parte de la historiografía postcolonial, junto a temas políticos y económicos. (Pels 1997, 166). Al revisar algunas cartas de cónsules franceses y estadounidenses en Puerto Rico mientras la Isla estaba en las últimas décadas de dominación colonial Española y el cambio de poder a Estados Unidos, nos apartamos del análisis de colonialismo de acuerdo al intercambio de objetos, los espacios que ocupan cosas y cuerpos, prácticas médicas, religiosas, y la construcción del entorno, y vamos directamente a un medio por el cual se le informaba al poder francés y estadounidense las representaciones que construían el “Yo” y el “Otro” (Pels 1997, 169).

Las Cartas Lo que propone este ensayo es que la gobernabilidad sobre Puerto Rico — cómo el “Otro” que debe ser colonizado/dominado— es la intención histórico-especifica detrás de las representaciones de la población general de la Isla por los cónsules franceses y estadounidenses ante el poder de sus respectivos países a finales del siglo XIX. Se propone que la gobernabilidad se logra mediante la construcción socio-cultural del “Yo” y el “Otro” de acuerdo a las luchas y negociaciones entre el colonizador/poder dominante y el colonizado. Si bien Puerto Rico no era colonia francesa —y sin aludir a los deseos por parte de Francia de tomar poder gubernamental 1 Peter Pels. “The Anthropology of Colonialism: Culture, History, and the Emergence of Western Governmentality”. Annual Review of Anthropology. Vol. 26 (1997): p. 164. Traducción por la autora. 2 Al respecto vease Edward Said, Orientalism. (New York: Vintage), 1978.

sobre Puerto Rico— y sin entrar en la complejidad de la relación de poder politico-economico entre Puerto Rico y Estados Unidos, nos referimos aquí a una relación de poder cultural, económico y socialmente colonizadora, donde Francia y Estados Unidos ejercen un poder colonizador sobre Puerto Rico. La dinámica es tal que, sin tener la relación directa o tradicional de colonia y metrópoli, la relación entre los poderes económicos del norte global y las colonias como Puerto Rico es una de dominación y de gobernabilidad, aunque esta gobernabilidad sea sin gobernación. Para lograr la construcción del “Yo” colonizador y del “Otro” colonizado, los redactores franceses y estadounidenses de las cartas consulares examinadas en este ensayo recurren a la representación socio-cultural de la población general de Puerto Rico del último tercio del siglo XIX en comparación directa a los niveles culturales y sociales que formaban su tradición —el marco dentro del cual cada sujeto llega a entender y comunicar una situación— de cada uno de ellos; lo que Gadamer denomina una “pre-estructura” (Pels 1997, 169).3 Al examinar las cartas, se pueden identificar tres tendencias generales dentro de las representaciones socioculturales de Puerto Rico. Estas son (1) medir el grado de moralidad que posee la población general de Puerto Rico en el último tercio del siglo XIX y la calidad de sus costumbres de acuerdo a normas imperiales, (2) comparar niveles de servicios públicos e infraestructura en relación directa a los estándares del colonizador, y (3) evaluar la capacidad de gobernabilidad de Puerto Rico.

Moral, pasión y violencia Al analizar las cartas de los cónsules franceses radicados en Puerto Rico en el último tercio del siglo XIX a través del lente de la hermenéutica en un contexto colonial, la 3 Pels, The Anthropology of Colonialism..., p. 169. Traducción por la autora.

tendencia dentro de la representación socio-cultural de Puerto Rico que aplica como ejemplo de la construcción del “Yo” colonizador y el “Otro” colonizado, justificando así la gobernabilidad de Puerto Rico —es decir, la necesidad de ser dominado como colonia—, es una donde palabras y frases como moralidad, depravados, perversidad, pasiones, y “costumbres extrañas” son utilizadas (Dávila y García 2005, 212-215, 218-220). Aunque el análisis preliminar del lector sea uno de agregar un juicio de valor personal al leer que un cónsul francés se refiere a la población general de Puerto Rico como “violentos por motivo de miseria e ignorancia,” es útil aplicar la filosofía hermenéutica al contexto histórico y considerar el propósito especifico dentro de la tradición del sujeto que la redacta. De esta forma, futuras investigaciones de documentos históricos a través de una hermenéutica crítica nos llevara a enriquecer el análisis histórico, más allá del reaccionismo del lector. De las cartas seleccionadas para este ensayo, dos cartas de cónsules franceses dirigidas al Ministro se destacan al mostrar esta primera tendencia. La primera fue redactada en el 1882 por el cónsul H. Dubreuill sobre la justicia en Puerto Rico, y la segunda en el 1883 por el administrador del consulado, Argelian de Johannis, sobre la situación de los emigrantes de nacionalidad francesa en Puerto Rico. La carta del Sr. Dubreuill nos ofrece una mirada hacia la construcción sociocultural de Puerto Rico desde la estadística judicial del año 1881. Sobre la misma, el Sr. Dubreuill informa al Señor Ministro que [L]os crímenes y delitos registrados en estas tablas nos indican el grado de moralidad de este pueblo, y de ello se desprende que el principio de autoridad se respeta cada vez menos (crímenes contra el orden publico), que las pasiones están más sobreexcitadas (crímenes contra las personas), y que la depravación de las buenas costumbres es mayor. (Dávila y García 2005, 112)

Luego de su análisis sobre el grado de moralidad del pueblo de Puerto Rico y el alza en la depravación de las buenas costumbres, el Sr. Dubreuill declara que

[P]or lo general, los crímenes violentos pueden atribuirse a causas imputables, de cierto modo, a las costumbres extrañas de este país, donde las riñas, las disputas de juego y en las pulperías casi nunca terminan sin efusión de sangre, sin que desde el primer arrebato de cólera ambas partes recurran al cuchillo nacional. Las causas determinantes, los motivos, que no se reflejan en la estadística porque esta solo nos da números, remiten en su mayoría a la miseria y sobre todo a la ignorancia. En efecto, la cantidad de acusados analfabetos ha aumentado a tal punto que realmente podemos considerar la ignorancia como el verdadero origen de los crímenes cometidos en Puerto Rico. (Dávila y García 2005, 112)

En el mismo comunicado, incluye en su relato el siguiente análisis etno-racial dentro de las estadísticas judiciales: En general, los asesinos pertenecen a la raza de color. La raza blanca, la raza española, contribuye en cierta medida a este recrudecimiento de la criminalidad, pero en proporciones menores. A propósito de esto, hay razones para pensar que los mulatos siempre han mostrado instintos más perversos que los negros, cuyo nivel moral es un poco más elevado. (Dávila y García 2005, 112)

Cruzando la línea entre la historia y la antropología que se nos hace imperceptible en estudios del discurso colonial, el relato del Sr. Dubreuill nos da mucho por analizar en términos hermenéuticos. La carta consiste de todo un aparato cultural que claramente define a la población general de Puerto Rico como portadora de ciertos rasgos. Recordando que la intención de un análisis hermenéutico no es demostrar si el sujeto que comunica su verdad dentro del marco de una tradición especifica está equivocado o no, colocamos el relato en un contexto histórico para desenmascarar sus intenciones y, así, aportar a la revisión de la historia. Aquí, la tradición de Sr. Dubreuill era una franco-imperialista a fines del siglo 19, y se construye una representación de puertorriqueños de acuerdo a su comparación de estos con franceses. Es así que el Sr. Dubreuill define el “Yo” y el “Otro” y proclama la indiscutible diferencia irreconciliable entre los dos que él, al igual que Francia, requiere para legitimizar su rol de colonizador. En su carta sobre la situación de los emigrantes de nacionalidad francesa en Puerto Rico, el administrador del consulado, Argelian de Johannis, nos proporciona alguna información sobre la visión del “Yo” colonizador mediante su escrito, declarando que ...las autoridades son, en general, siempre benevolentes respecto a los franceses. Por otra

parte, esta benevolencia es merecida porque en nuestra colonia, que cuenta más de dos mil individuos, nunca se han observado esos crímenes ni esos delitos que muy a menudo ocupan los tribunales. (Dávila y García 2005, 118)

Añade que los nacionales franceses “son todos trabajadores y tranquilos” y que “las autoridades de la isla los consideran como los mejores habitantes de Puerto Rico” (Dávila y García 2005, 119). En la misma carta, revela su interés en el “Otro” colonizado, declarando que “la colonia francesa de Puerto Rico es una fuente de riqueza para Francia, porque los emigrantes envían hacia allá, o llevan ellos mismos, la mayor parte de su fortuna” (Dávila y García 2005, 119). Es interesante resaltar que, dentro de la comunidad francesa en Puerto Rico al momento de redactarse esta carta, una porción de estos eran corsos que, en otras situaciones, llenarían el papel del “Otro” al “Yo” francés. Futuras investigaciones podrían enfocarse en cuando y por qué motivo el “Otro” y el “Yo” reside en el mismo cuerpo.

Servicios públicos e infraestructura Así como las dos cartas francesas examinadas anteriormente nos proporcionan abundante material para el análisis hermenéutico de la representación en torno a la calidad moral de la población general en Puerto Rico a finales del siglo XIX para

justificar su interés

económico en la Isla a causa de la fortuna de los nacionales franceses que radicaban en Puerto Rico, algunas de las cartas de los cónsules estadounidenses nos proveen una mirada a los intereses de los Estados Unidos en Puerto Rico a finales del siglo XIX. Los anos en que se redactaron las cartas de los cónsules estadounidenses que se analizan en este ensayo fueron anos determinantes en la relación entre ese país y la Isla. El interés, evidentemente, era uno de gobernabilidad sobre Puerto Rico; lo que logran en el 1898. Lo que distingue las cartas estadounidenses a las francesas utilizadas en este ensayo es que las representaciones socio-culturales de Puerto Rico tienen el propósito de

legitimar el poder de Estados Unidos sobre la Isla, mostrando una segunda tendencia: representar las deficiencias en los servicios públicos y la infraestructura con el propósito de promocionar las mejoras que ellos llevarían a cabo al tomar el mando político de las manos de España. Una mirada al lenguaje usado en algunas cartas despachadas entre el 1896 al 1899 nos muestra esta tendencia. En una serie de cartas enviadas por los cónsules John D. Hall y Philip C. Hanna entre los años 1896 y 1899 destinadas a la oficina del Secretario de Estado en los Estados Unidos, los cónsules le informan al Secretario Asistente que, en Puerto Rico, los “nativos”4 (“Otro”) se toman la ley en sus propias manos por falta de acceso al sistema judicial, y el sistema de educación publica “no es un éxito, ya que no se han tomado las medidas para hacer la educación obligatoria, y se teme que pasaran muchos anos en los que las clases bajas se mantendrán sin educación” (Dávila y García 2005, 222).5 Describen también represión y censura en los periódicos de Puerto Rico a manos del gobierno español; una comparación directa a la libertad de expresión, una de las libertades del cual se enorgullece los Estados Unidos en las redacciones y que promete implementar al tomar control de la Isla (Dávila y García 2005, 250). Cabe resaltar que la construcción socio-cultural de Puerto Rico por los cónsules estadounidenses citados en este ensayo no se limita a representar a la población general de Puerto Rico para legitimizar su propuesta de gobernación. Estos recurren también a la representación del gobierno español para fortalecer su propuesta de gobernabilidad, declarando que [H]asta ahora me he abstenido a hablar lo menos posible sobre el carácter Español y las condiciones políticas de esta Isla, no obstante digo que los Españoles, sin excepción, son 4 Gervasio García y Emma Dávila Cox, Puerto Rico en la mirada extranjera. La correspondencia de los cónsules norteamericanos, franceses e ingleses, 1869-1900. (San Juan: Centro de Investigaciones Históricas / DEGI), 2005, pp. 222. Traducción por la autora. 5 Dávila y García, Puerto Rico en la mirada extranjera, p. 222. Traducción por la autora.

arrogantes, orgullosos, crueles, insolentes, malvados, y densamente ignorantes... y estos atributos, al ser aplicados al gobierno de esta isla, llenarían todo un volumen que no daría crédito de ninguna forma a los derechos humanos y a la libertad...” (Dávila y García 2005, 245)6

John D. Hall concluye esta misma carta informándole al Secretario Asistente que un oficial Español le comento que en Puerto Rico “se puede hacer cualquier cosa con impunidad”, y que él estaba muy de acuerdo (Dávila y García 2005, 245). De esta forma, concretiza la necesidad de ejercer dominación sobre Puerto Rico por parte de Estados Unidos.

Capacidad de gobernabilidad La tercera tendencia que identificamos al evaluar los motivos por el cual los cónsules franceses y estadounidenses construyen representaciones socio-culturales de Puerto Rico a través de un lenguaje especifico para legitimizar la gobernabilidad colonial de la Isla, resulta ser mucho más directa. Consiste en formular un relato que transmite explícitamente que Puerto Rico desea —aunque aún no lo sepa— ser gobernado por los Estados Unidos, y que existen todos los prerrequisitos para su colonización. Nuevamente, al examinar los relatos de los cónsules John D. Hall y Philip C. Hanna entre los años 1896 y 1899, se pueden extrapolar varios ejemplos, como cuando se expresa ...que desde el primer día de posesión, le demostremos al buen pueblo de Puerto Rico que los estadounidenses son mejores que los españoles, que el gobierno estadounidense está muy por encima del español y que los estados unidos es ciertamente su amigo, que viene a darles a probar los beneficios de una verdadera libertad. Espero que nuestro gobierno adopte los métodos que les convenza que la guerra es contra España y no contra Porto Rico, que la pelea es para ellos no en contra de ellos (Dávila y García 2005, 314-315).7

La estrategia hermenéutica que identificamos en los relatos estadounidenses en torno a esta última tendencia es la de construir una verdad donde el ejercer poder colonial sobre Puerto Rico ayudara a la Isla y a su gente; que el gobierno estadounidense “protegerá al pueblo y sus

6 Dávila y García, Puerto Rico en la mirada extranjera, p. 245. Traducción por la autora. 7 Dávila y García, Puerto Rico en la mirada extranjera, pp. 314-315. Traducción por la autora.

derechos.” (Dávila y García 2005, 80). Hacen esto a través de la consolidación de la idea que los derechos y el orden solo llegaran a Puerto Rico en manos estadounidenses, y que el pueblo de Puerto Rico, aunque sea implícitamente, quiere y pide que este sea el caso; solo hay que ayudarles a la población de Puerto Rico a que lo reconozcan. Por ejemplo: Es mi convicción que deberíamos comenzar a hacerles ver a los Porto Riqueños que son estadounidenses y que es nuestra intención que desde el comienzo le trataremos de la misma manera que tratamos al resto de estadounidenses y que es nuestra intención que ellos compartan los beneficios del gobierno estadounidense y compartirán con nosotros las bendiciones de nuestra gran Republica. Ellos necesitan una demostración practica del hecho de que es una gran bendición el ser permitido ser estadounidense (Dávila y García 2005, 79).8

Muchas veces, en la misma línea que expresa esta verdad construida, encontramos indicadores del propósito específico que opera dentro del discurso estadounidense. Una de las comunicaciones afirma que ...no podemos esperar poder hacer los Porto Riqueños estadounidenses hasta que comencemos a demostrarle que es para su propio beneficio práctico ser estadounidenses. Es nuestro deber comenzar a tratarles como tratamos a toda familia estadounidense, y dejarlos tener comercio con todas partes de Estados Unidos (Dávila y García 2005, 82).9

Presente en la mayoría de las comunicaciones estadounidenses en los años inmediatamente previos a la toma de poder sobre Puerto Rico, la guerra tarifaria entre España y Estados Unidos era una de gran preocupación e interés por parte del cónsul estadounidense. La representación de la población de Puerto Rico como ciudadanos estadounidenses tiene un propósito específico dentro del comercio estadounidense. Otro ejemplar, se establece que [L]os Porto Riqueños deben poder vender sus productos en los Estados Unidos sin pagar impuestos. Porto Riqueños deben ser tratados de la misma forma que nuestra gente en cualquier territorio que le pertenece a los Estados Unidos (Dávila y García 2005, 83).10

El discurso elaborado por el cónsul estadounidense está saturado de un lenguaje de acogimiento que, de por sí, establece una relación de poder. Al categorizar a la población de

8 Dávila y García, Puerto Rico en la mirada extranjera, p. 79. Traducción por la autora. 9 Dávila y García, Puerto Rico en la mirada extranjera, p. 82. Traducción por la autora. 10 Dávila y García, Puerto Rico en la mirada extranjera, p. 83. Traducción por la autora.

Puerto Rico como una que le pertenece, establece claramente la relación del “Yo” y el “Otro.” Finalmente, identificamos una serie de pronunciamientos dentro de los comunicados estadounidenses seleccionados para este ensayo que revelan un importante aspecto de las intenciones estadounidenses en Puerto Rico: El beneficio económico y comercial directamente ligado a la gobernabilidad de la Isla. Aun conteniendo un lenguaje igualitario y de compasión por la población general de Puerto Rico, estas declaraciones transmiten el propósito especifico del conjunto de representaciones de Puerto Rico en las cartas utilizadas en este ensayo. Por ejemplo, Llegara el día, después de implementarse a esta Isla las leyes de los Estados Unidos por el congreso, que este será un buen lugar para el capital estadounidenses y para estadounidenses hacer negocios (Dávila y García 2005, 78).11

Con más detalle aun, otra carta explica que [E]stas personas necesitan muchas cosas que los granjeros y fabricas de los Estados Unidos tienen en abundancia para vender, pero estas pobres personas no pueden comprarlas mientras existan los impuestos. Este país necesita fabricas donde puedan trabajar miles de trabajadores, pero ningún estadounidense construirá tal fabrica aquí mientras tenga que pagar impuestos tan altos en el material que importa de los Estados Unidos. Varios grupos de los Estados Unidos han venido aquí a erigir grandes hosterías, pero todos dicen que no tienen el capital para construir mientras los impuestos a materiales de Estados Unidos existan. Cientos de estadounidenses que representan millones en capital están esperando que se le quite el impuesto a productos estadounidenses; luego construirán molinos, fabricas, foundries, tiendas, refinerías, trenes, trollies y dar empleo a decenas de miles de Porto Riqueños de la clase trabajadora (Dávila y García 2005, 82).12

Los cónsules construyen la identidad del “Otro” puertorriqueño como “mano de obra barata” que se conformaran y contentaran con tener “pan barato, mas trabajo, [y que] sus hijos tendrán ropa y educación, [porque] darle a esta isla un comercio libre con los Estados Unidos [es] una cuestión moral” (Dávila y García 2005, 82).13 Llegan, inclusive, a representar la “tradición” del “Otro”: El pueblo de Puerto Rico es uno de paz y son callados, y por su bondad, y por no gustarles la guerra, han sufrido mucho por España. Ellos añoran y rezan por la libertad y deberían tenerla. Pero ellos no quieren ser parte de la republica cubana o una pequeña e insignificante republica por si solos. Ellos son estadounidenses de corazón y su más grande esperanza es ser parte de Estados 11 Dávila y García, Puerto Rico en la mirada extranjera, p. 78. Traducción por la autora. 12 Dávila y García, Puerto Rico en la mirada extranjera, p. 82. Traducción por la autora. 13 Dávila y García, Puerto Rico en la mirada extranjera, p. 82. Traducción por la autora.

Unidos (Dávila y García 2005, 315).14

Conclusión Recordando que la teoría hermenéutica consiste en que cada sujeto existe dentro de una tradición especifica que define cómo ellos se ven a sí mismos, cómo ven al mundo, cómo ven su pasado, y cómo ven su futuro; y considerando que es el marco dentro del que todo sujeto llega a entender y comunicar una situación, este ensayo cruza la línea entre historia y antropología al analizar el lenguaje del colonizador observando y analizando (representando) al colonizado. Al tratarse del discurso colonial, menos se reconoce la línea entre disciplinas, y más reflexivo se hace el proceso de semiosis, ya que las luchas y negociaciones coloniales no están contenidas en el pasado. Este ensayo ha propuesto que una mirada hacia documentos históricos a través de un lente hermenéutico nos puede llevar a nuevas interpretaciones de las representaciones socioculturales de Puerto Rico. Más que hacer el caso que son representaciones tergiversadas, lo propuesto aquí ha sido reconocer que representaciones operan dentro de un contexto histórico especifico, con un propósito especifico, y como un aparato cultural, intelectual, y de poder político y económico, bajo el cual se articula y valida la dinámica colonizador/colonizado. Se ha argumentado aquí que la gobernabilidad de Puerto Rico —la construcción de su población como el “Otro” que debe, y hasta quiere, ser dominado— es ese propósito específico del proceso hermenéutico colonial en las cartas aquí examinadas. Al analizar este conjunto de correspondencia consular francesa y estadounidense en Puerto Rico en el último tercio del siglo XIX, y apartarnos del análisis de colonialismo de acuerdo al intercambio de objetos, vamos directamente al medio por el cual se le informaba al

14 Dávila y García, Puerto Rico en la mirada extranjera, p. 315.Traducción por la autora.

poder las representaciones que construían el “Yo” y el “Otro”. Existe aún mucho material por analizar a través del análisis hermenéutico propuesto aquí, e innumerables conexiones e interpretaciones aún por explorar.

Bibliografía Agar, Michael H. “Toward an Ethnographic Language”. American Anthropoligist. Vol. 84 No. 4 (1982): pp. 779-795. “From John D. Hall, Consul at St. John's to W.W. Rockhill, Assistant Secretary of State, March 11th, 1896”. En Puerto Rico en la mirada extranjera. La correspondencia de los cónsules norteamericanos, franceses e ingleses, 1869-1900, editado por Gervasio García y Emma Dávila Cox. San Juan: Centro de Investigaciones Históricas / DEGI, 2005, pp. 244-246. “From John D. Hall, Consul at St. John's to W.W. Rockhill, Assistant Secretary of State, April 22nd, 1897”. En Puerto Rico en la mirada extranjera. La correspondencia de los cónsules norteamericanos, franceses e ingleses, 1869-1900, editado por Gervasio García y Emma Dávila Cox. San Juan: Centro de Investigaciones Históricas / DEGI, 2005, pp. 252-253. “From Philip C. Hanna, Consul at St. John's, now on special duty at Saint Thomas to J.B. Moore, Assistant Secretary of State, June 21, 1898”. En Puerto Rico en la mirada extranjera. La correspondencia de los cónsules norteamericanos, franceses e ingleses, 1869-1900, editado por Gervasio García y Emma Dávila Cox. San Juan: Centro de Investigaciones Históricas / DEGI, 2005, pp. 314-315. “From Philip C. Hanna, Consul at St. John's, now on duty at Saint Thomas, West Indies to J.B. Moore, Assistant Secretary of State, July 16, 1898”. En Puerto Rico en la mirada extranjera. La correspondencia de los cónsules norteamericanos, franceses e ingleses, 1869-1900, editado por Gervasio García y Emma Dávila Cox. San Juan: Centro de Investigaciones Históricas / DEGI, 2005, pp. 318. “From Philip C. Hanna, Consul at St. John's to J.B. Moore, Assitant Secretary of State, October 24, 1898”. En Puerto Rico en la mirada extranjera. La correspondencia de los cónsules norteamericanos, franceses e ingleses, 1869-1900, editado por Gervasio García y Emma Dávila Cox. San Juan: Centro de Investigaciones Históricas / DEGI, 2005, pp. 78-79. “From Philip C. Hanna, Consul at St. John's to J.B. Moore, Assitant Secretary of State, October 31, 1898”. En Puerto Rico en la mirada extranjera. La correspondencia de los cónsules norteamericanos, franceses e ingleses, 1869-1900, editado por Gervasio García y Emma Dávila Cox. San Juan: Centro de Investigaciones Históricas / DEGI, 2005, pp. 82-83. “From Philip C. Hanna, Consul at St. John's to J.B. Moore, Assistant Secretary of State, November 25, 1898”. En Puerto Rico en la mirada extranjera. La correspondencia de los cónsules norteamericanos, franceses e ingleses, 1869-1900, editado por Gervasio García y Emma Dávila Cox. San Juan: Centro de Investigaciones Históricas / DEGI, 2005, p. 319. “From Philip C. Hanna, Consul at St. John's to J.B. Moore, Assistant Secretary of State, January 23, 1899”. En Puerto Rico en la mirada extranjera. La correspondencia de los cónsules norteamericanos, franceses e ingleses, 1869-1900, editado por Gervasio García y Emma Dávila Cox. San Juan: Centro de Investigaciones Históricas / DEGI, 2005, pp. 320-321.

“Informe sobre la situación de los emigrantes de nacionalidad francesa en Puerto Rico, Puerto Rico, 24 de diciembre de 1883”. En Puerto Rico en la mirada extranjera. La correspondencia de los cónsules norteamericanos, franceses e ingleses, 1869-1900, editado por Gervasio García y Emma Dávila Cox. San Juan: Centro de Investigaciones Históricas / DEGI, 2005, pp. 118-120. “La Justicia en Puerto Rico, Puerto Rico, 12 de diciembre de 1882”. En Puerto Rico en la mirada extranjera. La correspondencia de los cónsules norteamericanos, franceses e ingleses, 1869-1900, editado por Gervasio García y Emma Dávila Cox. San Juan: Centro de Investigaciones Históricas / DEGI, 2005, pp. 112-115. Pels, Peter. “The Anthropology of Colonialism: Culture, History, and the Emergence of Western Governmentality”. Annual Review of Anthropology. Vol. 26 (1997): pp. 163-183. Said, Edward. Orientalism. New York: Vintage, 1978.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.