Grecia y la posibilidad del Afuera

Share Embed


Descripción

GRECIA Y LA POSIBILIDAD DEL AFUERA


Daniel Punzón
DisparaMag
01/07/2015

Podríamos decir que Grecia es una hoguera. Ardieron sus calles contra el gobierno de Papandreu, crepita hacia el sur de Europa en ecos de lo que podríamos haber sido, arroja luz sobre políticas que escapan a la gestión neoliberal imperante, y atrae animales salvajes que, en lugar de en manada, vienen en troika.
Sin embargo, lo fundamental de este fuego son los países que danzan a su alrededor y las coreografías que trazan en su discurso. El último en sumarse al baile colectivo ha sido Estados Unidos: Obama llamó por teléfono a Merkel el pasado domingo, un día antes de que Jack Lew, secretario del Tesoro, conversara con Christine Lagarde. Esta injerencia, que venía a pedir una quita de la deuda griega, podría resultar extraña por su parecido con algunas reivindicaciones de la izquierda europea. ¿Por qué quiere Estados Unidos que los acreedores sean concesivos con Grecia?
La respuesta es la cibernética, esa palabra perdida en los años 60, pero que dotó al capitalismo moderno de todas sus herramientas de control y previsión. En palabras de Frederic Vester, "la cibernética significa observación y aplicación de los procesos de control y regulación utilizados por la biología desde hace eones y se entiende por tal el aprovechamiento de correlaciones que ahorran materia y energía entre esferas vinculadas entre sí con un carácter simbiótico" (Vester, 1976). Kolmogrov, matemático soviético, muestra el lado más político de la cibernética al definirla como "la ciencia aplicada al estudio de sistemas capaces de recibir, almacenar y procesar información, y usarla para el control".
Frente a las teorías tradicionales que se aproximaban al cuerpo social desde las nociones de sociedad o de individuo, la cibernética únicamente toma en consideración el sistema. Uno de los campos donde la cibernética tuvo un papel fundamental fue la economía, cuando las crisis económicas del siglo XX pusieron en entredicho aquellas leyes que la economía política clásica había tomado por guía. El siguiente paradigma, impulsado por Hayek, admite que cada agente económico posee un conocimiento limitado del resto del mercado e incluso de sus propios comportamientos. Lejos de fundar así una impotencia sobre la capacidad de organizar la sociedad a través del mercado, un sinfín de mecanismos de control empiezan a desarrollarse para poder preveer y controlar el funcionamiento de la economía considerada como sistema.
"El telégrafo, los relojes sincronizados, los organigramas en las grandes empresas, los sistemas de pesos, las hojas de ruta, los procedimientos de evaluación de los rendimientos, la cadena de montaje, la toma de decisión centralizada, la publicidad en los catálogos, los medios de comunicación de masas, fueron dispositivos inventados durante este periodo para responder, en todas las esferas del circuito económico, a una crisis generalizada del control ligada a la aceleración de la producción que provocaba la revolución industrial en los Estados Unidos". En el caso de la cibernética, era el sistema financiero el que demandaba un intercambio y un análisis de la información a mayores velocidades, con el fin de crear la organización y la previsión necesarias para que el sistema, tal y como estaba diseñado, siguiera funcionado sin interrupciones. "La previsibilidad se convierte en una fuente de beneficios en tanto que es una fuente de confianza" (Tiqqun, 2001). Y si bien la cibernética comienza por configurar la economía actual, termina siendo una antropotecnia, en tanto que todo agente económico es a la vez una persona, que al ser una variable del sistema, debe ser vaciada de determinaciones internas que puedan suponer resistencias en el movimiento de la información.
En los países de Europa, ese vaciado de las determinaciones nacionales, esto es, de la topografía que cada pueblo construye en el ejercicio de su soberanía, vino de la mano de la Unión Europea y de las instituciones antidemocráticas que dan forma a su tridente. Precisamente por la contradicción de base que hay entre los términos del sistema y las necesidades básicas de las personas, se hacía necesaria una soberanía supranacional que garantizara que todas las variables del sistema permanecían dentro de los términos de producción y circulación del capital. La UE y la troika, como instancias de poder que permiten reformar las ruinas tras cada crisis para ofrecerse, por un ciclo más, al proceso de acumulación, han dado sus frutos.
En teoría de sistemas, se denomina "realimentación positiva" a aquellos mecanismos de realimentación en los cuales los efectos o salidas del sistema causan efectos acumulativos a la entrada. El peligro de este tipo de realimentación viene de que cualquier variación, por mínima que sea, aleja al sistema de su estado de equilibro. Pues bien, la deuda es un mecanismo de realimentación positiva que, en Europa, está haciendo peligrar la integridad del sistema. Cualquiera que observe el proceso de los préstamos de usura conoce este sistema: el deudor, que recibe préstamos para pagar los anteriores préstamos, acumula intereses hasta que cae en bancarrota; cuando ya no tiene dinero para pagar al usurero, se convierte en su esclavo. El único caso en que el usurero pierde es ante el suicidio del deudor, suponiendo que el deudor no tenga hijos que hereden la deuda. Como vemos, el sistema está trazado evitando toda posible línea de fuga, en un conjunto de dispositivos legales, policiales y de control.
Alemania ha demostrado no tener consideración por este efecto anti-sistémico de la deuda; si por ella hubiera sido, la relación prestamista-deudor habría terminado en suicidio. Ha tenido que ser Estados Unidos, la nación cibernética, la que venga a poner orden en un sistema en cuya continuidad residen todos sus intereses. Este equilibro de sistema se traduce, en términos económicos, en estabilidad financiera. El gobierno estadounidense, que no habla sino en nombre de los inversores de su país, pide restituir el sistema de intercambio a su punto de equilibrio, allí donde los actores vuelven a tener comportamientos previsibles y se puede realizar una ciencia exacta del beneficio.
Si algo más caracteriza a un sistema es su pretensión de totalidad. Por eso y no por otra cosa se afanan las voces en mantener a Grecia dentro del redil europeo. Todas las estrellas de la bandera deben permanecer unidas, bailando en círculo desde sus posiciones asignadas. El sistema se define por la ausencia de un Afuera, que es, a su vez, la ausencia de imaginación. Y fuera del capitalismo, ¿qué hay?
Estados Unidos no quiere que Grecia salga del Euro, de la Unión Europea, de las reformas impuestas, de la retórica macroeconómica, porque ese Afuera hace al sistema falible, convierte sus circuitos en cuestiones políticas, discutibles; transforma el imperio de la técnica en una opción. Desde que la bipolaridad de la Guerra Fría se disolvió y cayó el Telón de Acero, todos los esfuerzos ideológicos han ido dirigidos a construir un único mundo, a la vez que se construían los saberes que justificaban ese mundo como único, necesario, natural, sin alternativas.
En el país heleno está, hoy por hoy, la posibilidad del Afuera. Cuando habla el interés de sistema, en las bocas de esos cargos de larga redacción como "Director Ejecutivo del Centro Transatlántico de los Estados Unidos", o "Profesor Investigador en Seguridad Internacional en el Instituto de Estudios Europeos en la Universidad Vrije de Bruselas", los miedos son tan descabellados como la oscuridad que caracteriza el Afuera. Algunos dicen que la salida del Euro podría convertir a Grecia en el próximo Kosovo. Otros, que la desamparada Grecia acudiría a Rusia, Irán o China, y que Europa volvería a dividirse en un cisma insuperable.
Todavía no sabemos si Grecia será soberana sobre las ruinas que el capitalismo ha dejado a su paso, o si la gestión de las propias ruinas estará consagrada a un nuevo ciclo de acumulación. Lo que sí sabemos es que las revoluciones sólo toman la forma de Acontecimientos, que nunca puede cambiarse un sistema recorriendo los circuitos de cables que ya lo componen, sino fracturando los que pretenden conducir nuestros pasos.
Grecia es a la vez lo sujeto y la posibilidad de abandonar la sujeción. "Por eso las exigencias/órdenes de la Unión Europea son tan horribles: ni siquiera le dan una oportunidad a Grecia. El fracaso griego es parte del juego. Aquí el objetivo del análisis económico político es utilizar estrategias para salir de este círculo infernal de deuda y culpabilidad. [...] En situaciones de profunda crisis, se necesita con urgencia una auténtica división: una división entre aquellos que quieren continuar arrastrando los viejos parámetros y aquellos que son conscientes del cambio necesario. Dicha división, no los mutuos acuerdos oportunistas, es el único camino a la verdadera unidad" (Zizek, 2014).
La relación que ha tomado la filosofía contemporánea con el Apocalipsis no es banal. Se prevee que el colapso de un sistema tan protegido del Afuera y de sí mismo sólo vendrá con las grandes catástrofes naturales o humanas. Tanto Grecia como España tienen hoy en sus manos un primer paso en la construcción de nuevas relaciones no-sistémicas que nos organicen de maneras más libres y justas, que sean capaces de caminar hacia un Afuera sin la necesidad del holocausto nuclear. Manteniendo el lenguaje del Reloj del Apocalipsis, tenemos que salir del sistema antes de la medianoche; romper con sus reglas, redefinir sus instituciones, destruir su lenguaje, superar sus identidades, fracturar su laboriosidad, abandonar sus afectos. Esta salida no implica necesariamente abandonar hoy el Euro ni la Unión Europea; un primer paso, anti-sistémico pero digerible por la sociedad griega, sería votar "No" al austericidio que demanda la troika en el referéndum que ha convocado Syriza. Las salidas que vendrán después aún no están claras. Lo que sí está claro que dentro del sistema sólo queda el gris de nuestra propia imagen. Nos va la vida en ello.

_________________

Tiqqun. "La hipótesis cibernética", 2001.
Vester, Frederic. "La edad cibernética", 1975.
Zizek, Slavoj. "Acontecimiento", 2014.



Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.