Flores En el Cielo

October 1, 2017 | Autor: Max Monge | Categoría: Buddhism, Spirituality, Spirituality & Mysticism, Dogen
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Descripción

Flores en el Cielo Comentario sobre el capítulo del Shobogenzo de Dogen ~ D. J. Brazier OAB, PhD etc. Traducción M. Monge El siguiente es un comentario sobre KUGE, el cual es el capítulo 43 en el Nishijima & Cross, traducción del Shobogenzo del Maestro Dogen, publicado por Windbell Publicaciones, Londres & Tokyo, 1997. Las referencias son de este trabajo. Kuge se encuentra en las páginas 9-21 del volumen tres. Ku se refiere al cielo, espacio o vacío. Ge son flores. Kuge, entonces, significa flores en el espacio, o floreciendo en el vació. Las flores en el espacio causan que ambos, suelo y espacio, se desplieguen Las flores se refieren a la muestra resultante de causas y condiciones. Espacio, ku, es nada, vacío. Es el mismo ku que el shiki ku i fu del Sutra del Corazón. Shiki fu i ku = Forma, vacío, no separación. Flores en el espacio se refiere a la manifestación de la espiritualidad, porque la espiritualidad es la aparición del amor que viene de la nada. El amor nunca es desde algo. El amor es desde la nada. El amor es incondicional. El Buddhismo se trata de una vida incondicional. No obstante, si bien esta vida incondicional no emerge desde una causa, sí causa efectos y provee la condición para consecuencias. Estas consecuencias son tanto tangibles como espirituales. Son tangibles en cuanto el amor inspira acciones concretas. Son espirituales en cuanto el amor inspira más amor. La fe inspira más fe. La generosidad inspira más generosidad. Lo informe crea movimiento en formas. Este es el principio de la vida que es diferente del principio de física. La vida es meta-física. Las flores en el espacio existen en base al despliegue desde el suelo y todo el suelo existe en base a la apertura de las flores. Aunque la dimensión espiritual, como el amor, la generosidad, entre otros son invisibles en sí mismos, necesitan expresarse por medio de cosas concretas. La generosidad se expresa en regalos. El regalo es una cosa concreta. No es la generosidad en sí: el mismo objeto físico podría ser usado con algún otro propósito, o en algún otro espíritu, pero el movimiento de las cosas es el resultado del espíritu y más espíritu es el resultado del movimiento. El recibir un regalo tiene un efecto espiritual en el receptor. Así, las flores en la tierra también dan lugar a flores en el cielo. Al maestro del Dharma Sekimon Eketsu le preguntaron “¿Cuál es la joya de la montaña?” Esta pregunta es equivalente a qué es aquello que uno encuentra a través de practicar meditación. Sentarse en meditación es como ser una montaña. Se asume que el propósito de dicho sentarse es encontrar algo dentro de uno mismo. Por lo tanto, ¿cuál es la joya de la montaña? Significa “¿Cuál es la meta?” o “¿Qué es Buddha?” El

maestro respondió, “Las flores en el espacio se despliegan en la tierra. Incluso si nosotros compráramos a través de todo el país, ¿no hay puerta?” ¿Qué significa esto? Los Maestros comunes, en muchos distritos, cuando discuten las flores en el espacio como las flores del vacío hablan solo de surgir en el vacío y de morir en el vacío. Ninguno ha comprendido la confianza en el espacio; cuanto menos alguno podría entender la confianza en la tierra. Solo Sekimon ha entendido. En otras palabras, hay muchas personas que discursan sobre el vacío y hablan sobre el vacío del fenómeno y nos dicen que el Budismo enseña el vacío esencial de todas las cosas, pero nadie ve como el Budismo se trata de confiar en este vacío. Ellos no entienden que esto se refiere a la acción incondicional, de amar y demás. Ellos no ven cómo el espíritu afecta la acción mediante cosas concretas y cómo la acción mediante cosas concretas afecta al espíritu. Para entender el Dharma, lo fundamental, uno debe desengancharse del cálculo mundano y del pensamiento materialista. Se puede decir que el principio básico del Budismo es que algo resulta de nada. La acción que resulta de la nada, es decir lo que es incondicional, es el corazón de lo que importa. Shakyamuni, al enseñar durante cuarenta y cinco años, no ganó nada. Desplegarse es abrir. Justo en este momento, hay un despliegue desde toda la tierra, y hay una apertura desde toda la tierra. Dado que el movimiento mediante las cosas tangibles afecta al espíritu, aquellos que están bajo el dominio del espíritu pueden encontrar despliegue en todas partes. La espiritualidad es el despliegue de circunstancias concretas para revela el espíritu dentro. Esto es prajna. Jna significa conciencia. Pra significa yendo a través o más allá. Las personas mundanas toman las cosas físicas como valores nominales. Si un objeto pasa de una persona a otra, para la mente mundana uno gana y otro pierde. La mente espiritual despliega la realidad espiritual: ¿fue este pase de uno a otro un regalo o un robo, fue amor u odio, sinceridad o corrupción? Ninguno de estos es inmediatamente evidente. No obstante, son estos factores invisibles los que tiene el efecto real. El movimiento del objeto es un mero símbolo. La lógica del materialismo es inútil para ver el efecto real. El despertar espiritual significa despertar a los efectos reales en el espíritu real de lo que está sucediendo. Dichos efectos reales están sucediendo por todo el mundo, todo el tiempo, de tal manera que se puede comprar por todo el país y haciendo ello, uno que ha aprendido el alma de las flores en la tierra habla el estado de un patriarca Buddhista. Así que para ver el efecto espiritual suceder, se puede ir a cualquier parte. Del mismo modo, a donde quiera que se vaya se encontrará manifestaciones espirituales y efectos sucediendo.

Sin embargo, incluso si se estudia esto en muchos casos, en mucha gente, en muchos lugares, nunca se llegará a tenerlo bajo control. Nuca se establecerá un procedimiento mediante el cual la espiritualidad se reduzca a una causa y efecto mecánica. Esto es porque la espiritualidad es siempre una flor apareciendo en el cielo, un fruto del vacío. La persona que pregunta sobre la joya de la montaña quiere poseer la joya. Poseer la joya es materialismo espiritual. Es querer someter el espíritu a la lógica de la materia. Esto es dejar de ver la manera en la que se trabaja la relación con lo esencial. Buddha habla del Dharma. Dharma significa lo fundamental. Lo fundamental es lo que sostiene todo lo demás. Lo fundamental, en esta manera de hablar, es espacio vacío. El espacio vacío es una puerta sin puerta. Las personas piensan sobre su práctica espiritual como un tipo de

compra: esto es, un medio para obtener una posesión. Lo que se quiere comprar está disponible universalmente. Siempre hubo y siempre habrá. No se necesita acumular porque nunca hubo escases. Sin embargo, así se estudie en todas partes, nunca se poseerá. Nunca podrás convertirte en lo fundamental ni al Dharma en algo que se pueda sostener en las manos. Se está en las manos del Dharma. Una persona espiritual siempre se está desplegando en espacio vacío, es decir, cada una de sus acciones surge de la nada. Es incondicionada, lo cual es lo verdaderamente espiritual. ¡Qué maravillosos son los Buddhas en las diez direcciones! Los Buddhas en las diez direcciones no son otros que las flores desplegándose. Un Buddha es quién nos enseña el Dharma. Nada es más maravilloso. Solo aquellos que tienen los ojos para ello pueden verlos. Sin embargo, la mente mundana salta y dice, “Entonces ¿cómo puedo tener esos ojos? ¡Yo los quiero!” La mente mundana piensa que una vez que tenga los ojos con los cuales los Buddhas de las diez direcciones se encuentran, allí tendrá toda la situación bajo control. Estará en el poder. Esto significa derrotar a uno mismo. Si uno quiere tener los ojos que están llenos de dichas flores, sólo mira y ve los Buddhas en las diez direcciones. Para quienes ven, incluso este “Yo los quiero” es sólo otra flor floreciendo en el cielo, otra manifestación del Dharma desplegándose. Sin embargo, de tal deseo, las flores en nuestros ojos son una cosa y los Buddhas en las diez direcciones es algo más. Hay mucha gente que escucha esta enseñanza y dice “¡Qué maravilloso!” sin entenderlo realmente y hay otros que pretenden entenderlo pero que su apariencia de entendimiento es meramente cosmética. Fuyo Reikun preguntó “¿Qué es Buddha?” El maestro del Dharma Kisu Chijo dijo, “¿Si te lo digo, me creerías o no?” Reikun, “¿Cómo podría no creerle a las palabras honestas del Maestro?” Chijo, “Tu mismo eres eso.” Reikun, “¿Cómo lo puedo mantener?” Chijo, “Cuando los ojos se nublan por un instante, las flores en el espacio se desmoronan.” Las mentes mundanas piensan que esto es una cuestión de cómo poseer o mantener los ojos libres de nubes. Sin embargo, cuando se está nublado, las flores se desmoronan por todos lados. Si Reikun hubiera creído en las palabras del maestro, entonces no se hubiera angustiado por mantener algo. El desmoronamiento de flores nubladas es de lo que se dan cuenta los Buddhas, y las flores y frutos de los ojos-y-espacio es lo que los Buddhas mantienen. Los Buddhas mantienen el darse cuenta de cómo la verdad espiritual surge de la nada, y porque ellos hacen esto las flores espirituales caen y estas flores no se separan de, ni son impedidas por lo nublado. La mirada popular es que la práctica espiritual es una disciplina mediante la cual uno se entrena para tener ojos sin nubes. Los Buddhas son mucho más amables. Esta amabilidad es

incondicional. No está restringida para aquellos que han pasado un examen de vista. Esta amabilidad florece en el espacio vacío. También florece en la tierra, incluso cuando la niebla es espesa. El Nirvana y vivir-y-morir, son solo flores en el espacio. Nirvana significa el estado de anuttarasamyak-sambodhi. La morada de los patriarcas Budistas y de los discípulos de los patriarcas Budistas es sólo un estado. Vivir-y-morir es el cuerpo humano real. La persona moderna al leer “el cuerpo humano real” piensa en algo físico. Sin embargo, este no es el significado, excepto en la medida que, como ya hemos visto, el movimiento físico en el mundo concreto es efecto de las flores espirituales en el espacio. El espacio es el cuerpo humano real en el cual las flores siempre se están abriendo. Anuttara-samyak-sambodhi significa final, completamente todocorazón. Este todocorazón nuca está involucrado en un juego de poder o mantenimiento de control. Nirvana significa la extinción del egoísmo. Cuando el egoísmo muere uno puede ser todocorazón. Este todocorazón es completa fe, lo cual es llamado shraddha. Es la fe en que las flores siempre se abrirán en su propio tiempo y lugar. A si los ojos de uno estén nublados o claros, cinco pétalos se están desplegando. Sin embargo, aunque el espacio vacío sea el cuerpo humano real, no deberíamos pensar que esto está, de alguna manera, separado de vivir-y-morir. Esto es porque las flores en el espacio son la fuente y sentido de las flores en el suelo. Por lo tanto, En las circunstancias mundanas siguientes, no hay obstáculos. Es solo que Aproximarse a la verdad intencionalmente también está mal Porque Al eliminar la perturbación, redoblamos la enfermedad. La idea popular es que al eliminar toda impureza uno llegaría a la perfección y en este estado nosotros habríamos alcanzado algo y seríamos algo. Obtendríamos nuestra recompensa. Sin embargo, está claro desde la lógica del Buddhismo que este sobre esfuerzo es un obstáculo. Además, con cada éxito redoblamos nuestro orgullo y es el engreimiento más que nada aquel obstáculo. No podemos ayudar volviéndonos orgullosos si logramos algo por nuestro propio esfuerzo pues este sobre orgullo nos hace intolerantes ante los que no se esfuerzan tan efectivamente. Por ese camino se encuentra el sabio-hecho-por-sí-mismo cuya arrogancia y dogmatismo simplemente le da a la religión un mal nombre. De este modo, nos inclinamos a leer Ichi nen fu sho

Como “cuando no una imagen aparece” Pero para Dogen, al menos, también significa: Una imagen igual no-apariencia De este modo, Cuando no una imagen aparece, el cuerpo total se manifiesta por sí mismo. Puede ser tomado para decir que debemos esforzarnos en alcanzar el estado en el cual las imagines no surgan, de modo que cuando se haga ello algo místico llamado el cuerpo total aparecerá ante uno, por lo tanto obtenemos nuestra recompensa. Uno puede leer esto como una instrucción para la meditación. Sin embargo, también puede ser leído en el sentido de que las imágenes que vienen una tras otra son el suelo dentro del cual el cuerpo total se muestra por sí mismo. Una imagen igual no-apariencia significa que esforzarse por obtener la imagen correcta es equivocado. El cuerpo total no es algo que logramos o manufacturamos por nuestra propia práctica. No es una imagen a la cual uno se pueda aferrarse. En realidad, el cuerpo total se manifiesta por sí mismo sin la ayuda de nosotros y dentro de este cuerpo total las imágenes fluyen una tras la otra. Si los seis órganos de sentido están ligeramente movidos – todos cubiertos con nubes. Aquí otra vez, podemos tomar esto como un interdicto para mantener nuestros seis sentidos completamente inactivos, pero, en realidad, aquí en la tierra, ese nunca es el caso, e incluso si alguien quisiera lograrlo, no podría ser mantenido. Los seis sentidos del Buddha trabajaban en buen orden. Incluso Mount Sumuru da lugar a las nubes. La presencia de las nubes no significa que el sol haya cesado de brillar. Sin embargo, uno hace bien al tener fe en el sol incluso cuando el mundo está envuelto en oscuridad. El sol también está brillando en las nubes. Toda esta arena-del-mundodel-Ganges es exactamente el mundo sobre el cual el amor de los Buddhas está brillando. Este amor no emana desde condiciones. No requiere que uno esté cualificado. Emana del espacio vacío. Son flores que caen sobre los ojos nublados infinitamente y las flores nubladas caen sobre ojos vacíos, y las nubes florecen en el suelo tanto como los ojos florecen en el espacio, y porque esto es dado libremente, todas las almas, comunes y sagradas, son mi familia. Todo este comentario gira en torno a la interpretación del verso original Es como una persona que tiene los ojos nublados Ve flores en el espacio; Si la enfermedad de los ojos nublados se cura, Las flores se desvanecen en el espacio. Dogen afirma que Ningún estudioso ha entendido claramente esta declaración.

El entendimiento ordinario es que los ojos nublados son una enfermedad de la cual necesitamos deshacernos. Cuando se tiene los ojos nublados se ven flores en el espacio y lo que se necesita es dejar de ver dichas flores. Esta es la orden del día en la modernidad, desmitologisar el mundo de tal manera que las flores no aparezcan más en el espacio. Sin embargo, el maestro del Dharma Eihei Dogen nos dice que el verdadero significado es exactamente lo opuesto. Él dice, Sólo conociendo que las flores en el espacio pueden volverse un objeto para deshacerse de, (estudiosos) desconocen el gran asunto que sigue de las flores en el espacio, y desconocen la siembra, maduración y la caída libre de las flores en el espacio. En otras palabras, las flores en el espacio son críticamente importantes. Sin ellas, no habría vida espiritual, amor, creatividad, dominio incondicional del nirvana. El Nirvana no es la llegada a un punto final estático en el cual toda impureza ha sido eliminada. Nirvana es el estado dinámico de ser en medio de los cuatro elementos como creador y creación, junto con los dharmas reales del mundo objetivo, por un lado, y la realización original, naturaleza original y demás, por el otro lado. Aquí, la realización original y la naturaleza original se refieren a todas las enseñanzas espirituales. Los caminos espirituales mueven el mundo y el mundo es necesario para su expresión, pero el mundo sin dichos movimientos está muerto y sin sentido. El continúa, ellos no saben que el mundo objetivo permanece en su lugar del Universo por Dharmas reales; ellos solo ven que los dharmas reales existen por el mundo objetivo. El punto aquí es que la lógica de la vida del espíritu es diferente a la del mundo material e intentar reconfigurar la espiritualidad en términos de la lógica del mundo físico, nos siega a la antigua inevitablemente. Esta extensión de la lógica de la ciencia y del materialismo al dominio espiritual lo pensamos como un modernismo; sin embargo, aquí está Dogen hablando sobre ello en el siglo trece. Realmente, este no es un problema o tendencia moderna, es una perenne ceguera humana. Dos mil quinientos años atrás, Shakyamuni acuñó la palabra avidya para estas condiciones. Por lo tanto, desde el punto de vista de la modernidad, las cosas espirituales, las cuales son las flores en el espacio, son ilusiones imaginarias de las cuales es mejor librarse. Sin embargo, pensando en esto sujetan a sí mismos a más nubosidad en los ojos, desechando lo que es más valioso en la vida. El amor no puede ser medido en un laboratorio, y aunque el amor podría causar dar un regalo, lo importante que se recibe no es el regalo-objeto. El objeto regalado es un mero símbolo de lo más fundamental. La palabra para esto fundamental es Dharma. Cuando un regalo es dado es Dharma lo que se recibe. Sin embargo, Dharma es sólo una flor en el cielo. No es medible de la manera en la que el regalo-objeto es medible. Del objeto regalado podemos decir que es de tal largo y de tal alto, que costó esto y eso constó tanta cantidad de dinero, que está hecho de este y ese material y demás. La persona que sólo puede ver que ha recibido un objeto con dichas dimensiones, no ve las flores en el cielo, no ve el Dharma, nunca cogió el viejo guiño de Shakyamuni. Hasta ahora, incluso la persona que tiene dichos ojos nubosos no puede ayudar, pero sí ser tocado por el Dharma que cae del cielo en ese momento. A pesar de que no tenga idea de lo que está pasando en el mundo real del Dharma y sólo se adhiera al objeto material, aun así las flores siguen cayendo del cielo.

Es precisamente a los seres con aquellas nubes en los ojos a los cuales Buddha les da flores infinitamente. No veas estúpidamente la nubosidad como una ilusión ni aprendas que la realidad verdadera existe en otra parte. Hacer esto sería de vista corta. Tampoco es que esto sea asunto de pasado, presente y futuro ni… inicio, medio y final. El amor de Buddha no se obstaculiza por surgir o morir, aunque puede causar que surja y que muera para surgir y morir. El mundo físico está lleno de apariencias y efectos metafísicos. El amor es metafísico. La generosidad es metafísica. Paciencia, entusiasmo, éxtasis, ecuanimidad son todos metafísicos. En el Buddhismo, el movimiento que importa en el dominio físico es aquel que tiene sus raíces en el no-físico. En el materialismo, el amor y demás son epifenómenos del proceso físico. Sin embargo, aquel que realmente piense de esa manera no puede entender cómo el amor mueve el mundo, y debe ser dudoso si alguien real y sinceramente piensa de esa manera desde el fondo de su ser: ¿es que aquellas personas permanecen intocables por los actos gratuitos de la amabilidad? ¿Es que ellos dicen “Oh eso fue sólo la configuración de partículas concretas”? Yo no he visto a una persona así. Todos nosotros somos afectados por las flores en el cielo sin importar qué tan nublados estén nuestros ojos, y algunas veces la nubosidad en los ojos es preferible. Las nubes en los ojos de una madre viendo a su hijo sonreír no son algo para descartar o justificar. Todo el mundo está incendiado. Con qué es que está incendiado. Está incendiado con las flamas del orgullo, odio e ilusión, digo. Así habló Shakyamuni. Un ancestro dice: Las flores de loto azules se abren dentro del fuego. El loto azul es la flor de la noche. Es en nuestra noche oscura del alma en la que las flores afloran. El amor de Buddha no se encuentra fuera de mundos como este. El despertar espiritual no es algo que destierre este mundo. Los seres ordinarios no son excluidos del funcionamiento del espíritu. Pero solo los Buddhas saben completamente que las flores en el espacio, flores en el suelo, flores en el mundo, y demás, son sutras. Si esto es así, ¿entonces qué se puede hacer? ¿Qué hay para aprender? Deberíamos aprender en la práctica este momento de la flor abriéndose, y su brillo, color y forma. Esto es llamado la realización natural. Remarcar dichos momentos en el corazón de uno es ser tocado por flores cada vez que caigan. Podemos recoger estas flores en canastas y ofrecerlas a los miríadas Buddhas en todas las diez direcciones y todavía estar en casa a tiempo para el almuerzo. No necesitamos aferrarnos a ellos. El suelo ya está lleno de flores caídas y habrá más mañana. Saber que el tiempo y el lugar en el que las flores de lotos azules se abren y propagan es en medio del fuego y en tiempo de fuego nos servirá de mucho. Nos protegerá de perseguir descontroladamente el plan de cultivar lotos y refrenará nuestras ansias y defenderá lo poco que hemos observado. Aquello que hemos observado es sólo un pequeño ejemplo de la miríada provista.

Las flores se abren. Los efectos se realizan naturalmente. Vivir en el mundo como si en el cielo no contáramos las ganancias, ni los costos, pues lo que recibimos es ilimitado y maravilloso y, a pesar de que nos cueste todo, nunca nos agotamos de pagar el precio. Así el amor florece en el vacío.

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