Figuras vampíricas del folklore griego. Aplicación didáctica.

October 15, 2017 | Autor: I. Canzobre Martínez | Categoría: Mythology And Folklore, Folklore, Greek Literature, Greek folklore
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Descripción

Facultad de Filología Departamento de Filología Clásica e Indoeuropeo

Máster de Profesor de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas.

Trabajo Fin de Máster Título Figuras vampíricas del folklore griego. Aplicación didáctica

Tutor Dr. Marco Antonio Santamaría Álvarez

Alumna Isabel Canzobre Martínez

Junio 2014

Índice

1. INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 2 2. PERSONAJES VAMPÍRICOS ........................................................................................... 4 2.1. Lamia ................................................................................................................. 4 2.2. Empusa ............................................................................................................ 14 2.3. Mormo y Gelo .................................................................................................. 23 2.4. Lamaštu y Lilith ............................................................................................... 27 2.5. Conclusiones .................................................................................................... 30 3. APLICACIÓN DIDÁCTICA ........................................................................................... 33 3.1. Textos propuestos............................................................................................. 35 3.1.1. Lamia ........................................................................................................ 35 3.1.2. Empusa ...................................................................................................... 41 3.1.3. Mormo y Gelo ........................................................................................... 46 3.2. Iconografía ....................................................................................................... 49 3.2.1. Lamia ........................................................................................................ 49 3.2.2. Empusa ...................................................................................................... 53 3.2.3. Lamaštu ..................................................................................................... 54 3.2.4. Lilith ......................................................................................................... 55 4. BIBLIOGRAFÍA.......................................................................................................... 57

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1. INTRODUCCIÓN Este trabajo pretende alcanzar algunos de los objetivos establecidos para Griego I en el Decreto 42/2008 del 5 de junio del B.O.C.yL. a través de la investigación de personajes vampíricos pertenecientes al folklore griego (en concreto, Lamia, Empusa, Mormo y Gelo) y la propuesta de ejercicios relacionados con ellos susceptibles de aplicarse en el aula. La elección del tema propuesto responde al deseo de búsqueda de nuevos territorios todavía sin explorar en la enseñanza del griego. Es notable el repunte que ha sufrido la figura del vampiro en los últimos años gracias a las novelas juveniles como la tetralogía Crepúsculo 1 de S. Meyer, o las sagas Cazadores de Sombras 2 de C. Clare, Vampire kisses 3 de E. Schreiber o Medianoche 4 de C. Gray, o también gracias a las películas y series de televisión como la adaptación cinematográfica de la saga Crepúsculo, la serie True Blood o Crónicas Vampíricas (adaptación de las novelas de L. J. Smith). Por ello, este tema puede otorgar al docente una buena oportunidad de aprovechar los intereses de alumno en beneficio de la materia y de su formación. La asimilación de tradiciones extranjeras que tienen como fundamento personajes oscuros y siniestros o los llamados “muertos vivientes” –como la celebración de Halloween, que poco a poco se va generalizando en nuestro país– es también un buen punto de partida para la enseñanza de esta materia. Las ventajas de impartir este temario afectan por un lado a la propia asignatura, y por otro al alumno. A la asignatura porque ésta se hace más atractiva para el estudiante y puede crear un vínculo más estrecho con él, favoreciendo su elección en cursos posteriores y, además, porque es una manera de darle un aire nuevo. Al alumno porque no sólo adquiere conocimientos sobre la lengua griega, sino que también pone en práctica competencias transversales (especificadas en el art. 2 de la Ley Orgánica 2/2006 del 3 de mayo), tales como las vinculadas a: -Aspectos culturales: gracias al estudio de tradiciones y religiones ajenas a las propias se puede inculcar al alumno una mayor valoración del mundo que le rodea. -Aspectos sociales: visión crítica sobre el trato a la mujer y su concepción en la cultura griega y en la nuestra.

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Publicadas entre 2005 y 2008, tanto la edición americana como la española. Formada por 26 obras publicadas desde el 2007 en Estados Unidos y desde el 2009 en España. 3 Compuesta por 9 títulos publicados entre 2003 y 2012 en Estados Unidos y desde 2008 en España. 4 Ambas ediciones publicadas entre 2008 y 2012. 2

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-Aspectos artísticos: valoración de la expresión artística de distintas épocas y tradiciones. El tema propuesto y los textos adaptados –sobre los que se hablará en el apartado de aplicación didáctica– se han enfocado para la fase final del primer curso de Bachillerato, ya que la ausencia de Selectividad permite mayor libertad de temario. Aún así, es perfectamente posible trabajarlos al comienzo de segundo de Bachillerato como un repaso de lo visto el curso anterior.

Para llevar a cabo la investigación que dio pie a mi propuesta didáctica, me basé en los testimonios textuales conservados en obras literarias, escolios y léxicos. Como el fin era realizar un estudio de las características de los personajes y establecer, en la medida de lo posible, diferencias y similitudes entre ellos, no me ceñí a una época en concreto, sino que abarqué todos los textos que fueran interesantes para el trabajo. Tras la localización de los textos, procedí a hacer una selección que me permitiera estudiar aquellos que más información aportaran y aquellos que se alejaran de la versión tradicional. Posteriormente, realicé un análisis comparativo, primero entre los testimonios de cada figura en particular, con el fin de esclarecer lo máximo posible sus características y su función dentro del folklore griego, y después entre los cuatro personajes en general, para establecer los puntos de unión entre ellos. La principal complicación de este trabajo radicó en el hecho de que son personajes pertenecientes al mundo del folklore, por lo que su presencia en la literatura es mínima y, en algunas ocasiones, los textos son escasos e imprecisos. Tampoco son muy abundantes los estudios sobre estas figuras, aunque hay que destacar los de D. R. West (1990) y Johnston (1995, 1996), que aportan una visión general sobre todos estos personajes; el de Zochios (2011) con respecto a Lamia; sobre Empusa los de González Terriza (1996) y Álvarez-Pedrosa (2011); de Mormo habla de un modo muy detallado Patera (2005); sobre Gelo es interesante el artículo de D.R. West (1991); y, finalmente, sobre los orígenes y paralelos orientales hay que mencionar el trabajo de Burkert (1992).

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2. PERSONAJES VAMPÍRICOS 2.1. Lamia Dar una respuesta clara a la pregunta de quién es Lamia no es tarea fácil. El hecho de que las tradiciones, los mitos y, en especial, los cuentos no se mantengan invariables a lo largo de la historia –sobre todo partiendo de un estadio tan remoto como la Antigüedad Clásica–, dificulta todavía más dar una definición certera de este personaje. Para acercarnos lo máximo posible a lo que debió de suponer para los antiguos la figura de la Lamia, haré un recorrido por los textos que se conservan y que hacen referencia, de una manera más directa o más velada, a esta figura, de modo que al final se obtenga una idea lo más completa posible. Los textos que aportan información sobre el origen de Lamia como un ser monstruoso que roba y devora niños son, aunque diferentes entre sí, bastante similares en sus elementos principales. Los primeros que dan noticias son los escoliastas de Avispas y Paz de Aristófanes, que se vieron en la necesidad de ofrecer una explicación sobre este personaje que el autor utiliza como un elemento de mofa contra Cleón 5. El escolio más completo de todos, y el que más detalles presenta que no se encuentran en otros textos es el de Paz 758d Koster: λέγεται ἡ Λάμια Βήλου καὶ Λιβύης θυγάτηρ. ταύτης ἐρασθῆναι τὸν Δία φασίν, μεταγαγεῖν δὲ αὐτὴν ἀπὸ Λιβύης εἰς Ἰταλίαν, ἀφ’ ἧς καὶ πόλις ἐν Ἰταλίᾳ Λάμια προσαγορεύεται. ἔνθεν αὐτῇ συνελθὼν ὁ Ζεὺς οὐκ ἔλαθε τὴν Ἥραν· ἥτις ζηλοτυποῦσα τὴν Λάμιαν τὰ γινόμενα αὐτῆς τέκνα ἀνῄρει ἀεί. ἡ δὲ ἀποθνησκόντων αὐτῆς τῶν παιδίων βαρυθυμοῦσα τὰ τῶν ἄλλων παιδία διὰ φθόνον ὑποκλέπτουσα ἀνῄρει. διὰ τοῦτο καὶ τὰς τίτθας ἐκφοβούσας τὰ βρέφη φασὶ καλεῖν ἐπ’ αὐτοῖς τὴν Λάμιαν. μυθεύεται δὲ ὡς ἄϋπνος αὕτη διατελεῖ βουλήσει Ἥρας, ἵνα καὶ ἡμέρας καὶ νύκτας ἐν τῷ πένθει ᾖ, ἕως οὗ αὐτὴν ἐλεήσας ὁ Ζεὺς ἀφαιρέτους αὐτῆς τοὺς ὀφθαλμοὺς ἐποίησεν, ὅπως ἂν ἐν αὐτῇ ᾖ ἐξαιρεῖσθαι ἑαυτῆς τοὺς ὀφθαλμοὺς καὶ πάλιν θεῖναι. λέγεται δὲ ἐσχηκέναι παρὰ Διὸς καὶ τὸ μεταμορφοῦσθαι εἰς ὅ τι οὖν βούλεται. Se dice que Lamia era hija de Belo y Libia. Se cuenta que Zeus se enamoró de ella, y que la llevó de Libia a Italia, y que a partir de ella una ciudad también en Italia es llamada Lamia. Después, Zeus copuló con ella y no le pasó inadvertido a Hera, la cual tenía celos de Lamia y mataba siempre a los hijos que nacían de ella. Ella, afligida por la muerte de sus niños, robaba en secreto por envidia a los niños de otras y los mataba. Por eso se dice que las nodrizas que dan miedo a los niños

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Vid. p. 14.

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invocan contra ellos a Lamia. Se cuenta que esta no conciliaba el sueño por voluntad de Hera, para que estuviera en duelo día y noche, hasta que Zeus se compadeció de ella e hizo sus ojos extraíbles, de modo que se pudiera sacar los ojos y ponérselos de nuevo. Se dice que también obtuvo de Zeus la capacidad de metamorfosearse en lo que quisiera.

Este texto transmite una gran cantidad de información sobre Lamia. En su inicio narra lo que veremos a continuación en otros textos, es decir, que nació como una mujer muy hermosa y que por la ira de Hera se vio condenada a una eterna tristeza que intentará aplacar arrebatando los niños de otras mujeres y matándolos. A continuación, añade más detalles: primero, que Zeus le concedió la capacidad de quitarse los ojos a su antojo, para conciliar el sueño, y que pudiera cambiar de forma a su antojo. Segundo, que las nodrizas utilizaban su nombre como método de disuasión con los niños que se portaban mal, lo que demuestra que este personaje tenía un reflejo en la vida diaria de los griegos 6. El siguiente texto, un escolio a las Avispas de Aristófanes (1030 Müller) que cita una obra de Duris de Samos 7, es mucho más parco en cuanto a la información que aporta sobre el personaje de Lamia: Δοῦρις δ’ ἐν βʹ Λιβυκῶν ἱστορεῖ, γυναῖκα καλὴν γενέσθαι τὴν Λάμιαν, μιχθέντος δὲ αὐτῇ Διὸς, ὑφ’ Ἥρας ζηλοτοπουμένην ἃ ἔτικτεν ἀπολλύναι· διόπερ ἀπὸ τῆς λύπης δύσμορφον γεγονέναι, καὶ τὰ τῶν ἄλλων παιδία ἀναρπάζουσαν διαφθείρειν. Según Duris en el segundo libro de las Líbicas, Lamia nació como una mujer hermosa; Zeus se unió a ella, Hera se puso celosa y acababa con los hijos que tenía. Por eso, de la tristeza se convirtió en un ser desfigurado, y robaba los niños de otras para destrozarlos.

En las escasas líneas que se conservan sobre la explicación que hace Duris del origen de Lamia, la única información que cambia con respecto al texto visto anteriormente es su condición de δύσμορφον. No es una característica que tenga que resultar extraña, ya que la fealdad, en muchas ocasiones, va asociada a la maldad y tiene una gran efectividad cuando lo que se pretende es causar pavor. A pesar de lo breve del texto, éste aporta la información básica: Lamia es un monstruo que rapta y mata bebés.

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Lawson 1964: 173-176 y Glockner 1994: 37. Historiador griego que vivió entre el 350 a.C. y el 281 a.C. y de cuya obra no se conservan más que fragmentos y testimonios.

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El tercer texto que contiene noticias del origen de la figura en cuestión es un escolio al Panatenaico de Aristides (102.5 Dindorf) en el que se menciona no solo a Lamia, sino también a Mormo, otra figura monstruosa que raptaba niños 8: τὸ ἃ τοὺς παῖδας ἀκούοντας ἐκπλήττει διὰ τὴν Μορμὼ καὶ τὴν Λάμιαν λέγει. καὶ ἡ μὲν Λάμια Λίβυσσα γέγονε γυνὴ περικαλλής. ταύτῃ δὲ ὁ Ζεὺς ἐμίγη. καὶ ἡ Ἥρα ζηλοτυπήσασα ἀπώλλυ τὰ τικτόμενα ὑπ’ αὐτῆς. διὸ ἀπὸ τῆς λύπης αὐτὴ μὲν δύσμορφος γέγονε, τὰ δὲ τῶν ἄλλων γυναικῶν ἀναρπάζουσα παιδία διέφθειρεν, ἣν νῦν φαμὲν ἰδιωτικῶς στρίγλαν. Dice (Aristides) “las que asustan a los niños con sólo oírlas” por Mormo y Lamia. Así, Lamia nació como una mujer libia muy hermosa, con la que Zeus se unió. Hera por los celos mataba a todos los [hijos] que ella paría. Por la pena se convirtió en un ser desfigurado, raptaba a los niños de otras mujeres y los destrozaba, a ella la llamamos vulgarmente “Estrigla”.

El escoliasta de Elio Aristides mantiene la idea de Lamia como un ser δύσμορφος con un origen y un objetivo idénticos a los vistos anteriormente. Pero en el breve párrafo que le dedica a este personaje introduce dos datos importantes: el primero, que el uso de Lamia (y Mormo) como personaje monstruoso sigue siendo efectivo hasta, al menos, el s. II d.C. (época en la que vivió el autor). Y segundo, que había gente que conocía a este personaje con el nombre de “Estrigla”. De todos los textos relacionados con el personaje, solo este escolio hace referencia a tal denominación, lo que complica la búsqueda de información y la posibilidad de establecer algún tipo de comparación en cuanto a su origen o significado. De todos modos, considero que esta designación podría estar en relación con el término griego para “lechuza” o “búho”, στρίξ, apenas documentado, y con la latina strix, con el mismo significado y bastante empleado por los autores latinos 9. Denominaba a un ser monstruoso con forma de pájaro que se alimentaba de la sangre de hombres y niños y la explicación de cuyo origen la podemos encontrar en la obra de Antonino Liberal (21.1-5), que recoge lo descrito por el gramático y mitógrafo griego Beo en su obra Ornitología 10. En este relato, se cuenta que la muchacha Polifonte mantuvo relaciones sexuales con un oso por instigación de Afrodita en castigo a su falta de preocupación por ella. Como consecuencia nacieron dos hijos, Agrio y Orio, con los que Zeus pronto se enojó por no honrar a ninguno de 8

Esta figura se tratará en el epígrafe 2.3. Ov. F. 6.133 sq.; Plin. 11.39.95,; Tib. 1.5.52; Ov. M. 7.269; Prop. 4.5.17; 3.6.29; Petr. 134.1. 10 Para más información sobre la figura de la Estrige ver Oliphant (1913: 133-149) y Alvar Nuño (20092010: 197-199). 9

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los dioses. Para castigarlos por tal comportamiento, decide convertirlos en aves: a Polifonte la transforma en una lechuza, y a Agrio y Orio en buitres, a los que inspiró un deseo inagotable de carne y sangre humana. El parecido entre Lamia y Estrigla es innegable y, aunque el escoliasta cree que es un modo “vulgar” de hacer referencia a Lamia –quizá porque la forma no se ciñe estrictamente al término original στρίξ–, lo cierto es que podrían estar hablando de la misma figura representada de dos modos distintos. Otro de los textos en los que se menciona a Lamia es la Biblioteca Histórica (20. 41.2) de Diodoro Sículo. Como se verá, este autor evita hacer referencias al origen mítico del personaje y lo trata casi como si fuera histórico: ὁδοιπορήσαντες καὶ διελθόντες σταδίους τρισχιλίους κατεσκήνωσαν περὶ Αὐτόμαλα· ἐντεῦθεν δὲ πορευομένοις ὑπῆρχεν ὄρος ἐξ ἀμφοτέρων τῶν μερῶν ἀπόκρημνον, ἐν μέσῳ δ’ ἔχον φάραγγα βαθεῖαν, ἐξ ἧς ἀνέτεινε λισσὴ πέτρα πρὸς ὀρθὸν ἀνατείνουσα σκόπελον· περὶ δὲ τὴν ῥίζαν αὐτῆς ἄντρον ἦν εὐμέγεθες, κιττῷ καὶ σμίλακι συνηρεφές, ἐν ᾧ μυθεύουσι γεγονέναι βασίλισσαν Λάμιαν τῷ κάλλει διαφέρουσαν· διὰ δὲ τὴν τῆς ψυχῆς ἀγριότητα διατετυπῶσθαί φασι τὴν ὄψιν αὐτῆς τὸν μετὰ ταῦτα χρόνον θηριώδη. τῶν γὰρ γινομένων αὐτῇ παίδων ἁπάντων τελευτώντων βαρυθυμοῦσαν ἐπὶ τῷ πάθει καὶ φθονοῦσαν ταῖς τῶν ἄλλων γυναικῶν εὐτεκνίαις κελεύειν ἐκ τῶν ἀγκαλῶν ἐξαρπάζεσθαι τὰ βρέφη καὶ παραχρῆμα ἀποκτέννειν. διὸ καὶ καθ’ ἡμᾶς μέχρι τοῦ νῦν βίου παρὰ τοῖς νηπίοις διαμένειν τὴν περὶ τῆς γυναικὸς ταύτης φήμην καὶ φοβερωτάτην αὐτοῖς εἶναι τὴν ταύτης προσηγορίαν. ὅτε δὲ μεθύσκοιτο, τὴν ἄδειαν διδόναι πᾶσιν ἃ βούλοιντο ποιεῖν ἀπαρατηρήτως. μὴ πολυπραγμονούσης οὖν αὐτῆς κατ’ ἐκεῖνον τὸν χρόνον τὰ γινόμενα κατὰ τὴν χώραν ὑπολαμβάνειν μὴ βλέπειν αὐτήν· καὶ διὰ τοῦτ’ ἐμυθολόγησάν τινες ὡς εἰς ἄρσιχον ἐμβάλοι τοὺς ὀφθαλμούς, τὴν ἐν οἴνῳ συντελουμένην ὀλιγωρίαν εἰς τὸ προειρημένον μέτρον μεταφέροντες, ὡς τούτου παρῃρημένου τὴν ὅρασιν. ὅτι δὲ κατὰ τὴν Λιβύην γέγονεν αὕτη καὶ τὸν Εὐριπίδην δείξαι τις ἂν μαρτυροῦντα· λέγει γὰρ «τίς τοὔνομα τὸ ἐπονείδιστον βροτοῖς οὐκ οἶδε Λαμίας τῆς Λιβυστικῆς γένος;» Una vez completaron tres mil estadios en su marcha, acamparon junto a Automala; tras partir de allí se encontraron con una montaña, con precipicios en ambos lados pero con un profundo barranco en el centro, desde donde se extendía una roca lisa que se elevaba hasta una cumbre recta. En la base de esta roca había una caverna enorme cubierta con hiedra y brionia, donde según el mito había nacido Lamia, una reina de incomparable belleza. Pero debido a lo salvaje de su corazón se dice que el

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tiempo posterior imprimió en su cara un aspecto bestial. Y una vez que todos los hijos que le habían nacido murieron, quedó sumida en la tristeza por la experiencia y, envidiando la felicidad de todas las otras mujeres con sus hijos, ordenó que los bebés fueran arrebatados de los brazos de sus madres y asesinados directamente. Por eso también entre nosotros, hasta la presente generación, la fama de esta mujer perdura entre los niños y su nombre causa enorme terror. Cada vez que ella bebía desenfrenadamente, daba a todos la oportunidad de hacer lo que quisieran sin ser vistos. Por lo tanto, como no se preocupaba por lo que estaba sucediendo en esos momentos, la gente de esa tierra asumió que ella no podía ver. Y por eso algunos contaron el mito de que ella echó los ojos en una cesta de mimbre, transformando el descuido provocado por el vino hasta el extremo mencionado, como si el vino le hubiera privado de la vista. Podría tomarse a Eurípides como testigo de que Lamia nació en Libia, por lo que él dice: “¿Quién no conoce el nombre de Lamia, el más vergonzoso entre los mortales, de la raza libia?”.

Así, en este texto, se puede ver cómo el elemento mítico parece haber desaparecido de escena, puesto que en ningún momento se hace mención de su relación con Zeus y el enfado de Hera, y se le intenta dar veracidad caracterizándola como una reina libia. Además, refuerza su historia recurriendo a unos versos de Eurípides de una obra desconocida para nosotros (fr. 922 Kannicht). A pesar de ello, la narración de nuestro autor es exactamente la misma, e incluso su aspecto físico (θηριώδη “bestial”), fruto de la ira que alberga su corazón, es digno de mención. Vuelve a hacerse referencia a la capacidad de Lamia de deshacerse de sus ojos, pero se explica como un malentendido a partir de los efectos del vino, puesto que se intenta racionalizar el mito y dejar a los dioses fuera de la historia. Su capacidad para ponerse y quitarse los ojos a su antojo debía ser bien conocido en la Antigüedad, ya que incluso Plutarco en su tratado Sobre la curiosidad (515F-516A) dice: νῦν δ’ ὥσπερ ἐν τῷ μύθῳ τὴν Λάμιαν λέγουσιν οἴκοι μὲν εὕδειν τυφλήν, ἐν ἀγγείῳ τινὶ τοὺς ὀφθαλμοὺς ἔχουσαν ἀποκειμένους, ἔξω δὲ προϊοῦσαν ἐντίθεσθαι καὶ βλέπειν, οὕτως ἡμῶν ἕκαστος ἔξω καὶ πρὸς ἑτέρους τῇ κακονοίᾳ τὴν περιεργίαν ὥσπερ ὀφθαλμὸν ἐντίθησι, τοῖς δ’ ἑαυτῶν ἁμαρτήμασι καὶ κακοῖς πολλάκις περιπταίομεν ὑπ’ ἀγνοίας, ὄψιν ἐπ’ αὐτὰ καὶ φῶς οὐ ποριζόμενοι. Pero en realidad, como se dice que la Lamia del cuento dormía, ciega, en su casa, con los ojos depositados en un cuenco, pero que, al salir afuera, se los ponía y miraba, así cada uno de nosotros se pone fuera y para otros, como un ojo, la indiscreción en su malevolencia, pero nos tropezamos frecuentemente contra

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nuestros errores y males propios por ignorancia, al no aportar vista y luz frente a ellos. 11

A la luz de lo visto a través de estos cuatro textos es fácil distinguir dos versiones de la historia: una, la que remite a un origen mítico –la más utilizada por los escoliastas–; y otra, el intento de conferirle un trasfondo histórico. Aun con esta diferencia esencial y los pequeños cambios que se observan se puede decir que la caracterización del personaje y de sus actos es la misma en todos los textos. Además, sobre el hecho de ser figuras que se utilizaban para asustar a los niños, da testimonio Estrabón (1.2.8.24ss.): τοῖς τε γὰρ παισὶ προσφέρομεν τοὺς ἡδεῖς μύθους εἰς προτροπήν, εἰς ἀποτροπὴν δὲ τοὺς φοβερούς· ἥ τε γὰρ Λάμια μῦθός ἐστι καὶ ἡ Γοργὼ καὶ ὁ Ἐφιάλτης καὶ ἡ Μορμολύκη. Pues, en efecto, a los niños les presentamos los relatos agradables como incentivo y los temibles como freno, y mitos son la Lamia, Gorgo, Efialtes y Mormólice.

Y Horacio dice en el Arte Poética (vv. 338-340): Ficta uoluptatis causa sint proxima ueris: ne quodcumque uelit poscat sibi fabula credi, neu pransae Lamiae uiuum puerum extrahat aluo. Que las cosas inventadas para deleitar estén próximas a la verdad; que la historia no exija que se la crea en cualquier cosa que pretenda, y que no saque vivo del vientre de una Lamia el niño que devoró 12.

Puede parecer que hasta aquí el personaje de Lamia tiene poco o nada de vampiro, y que se parece más a nuestro Hombre del Saco o al Coco que a un personaje que se dedica a chupar la sangre a sus víctimas recién nacidas. Y en cierto modo eso es verdad, ya que hasta ahora en ninguno de los textos propuestos se dice explícitamente que Lamia succione la sangre de los niños (característica más representativa de los vampiros). Sin embargo en algunas versiones sus víctimas son hombres. De ello habla Antonino Liberal en sus Metamorfosis (8.1-7): Παρὰ τὰ σφυρὰ τοῦ Παρνασσοῦ πρὸς νότον ὄρος ἐστίν, ὃ καλεῖται Κίρφις παρὰ τὴν Κρῖσαν, καὶ ἐν αὐτῷ ἐστιν ἔτι νῦν σπήλαιον ὑπερμέγεθες, ἐν ᾧ θηρίον ᾤκει μέγα καὶ ὑπερφυές, καὶ αὐτὸ Λάμιαν, οἱ δὲ Σύβαριν, ὠνόμαζον. τοῦτο καθ’ ἡμέραν 11 12

Traducción de R. M. Aguilar 1995: 289. Traducción de F. Navarro Antolín 2002: 217.

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ἑκάστην τὸ θηρίον ἐπιφοιτῶν ἀνήρπαζεν ἐκ τῶν ἀγρῶν τὰ θρέμματα καὶ τοὺς ἀνθρώπους. ἤδη δὲ τῶν Δελφῶν βουλευομένων ὑπὲρ ἀναστάσεως καὶ χρηστηριαζομένων εἰς ἥντινα παρέσονται χώραν, ὁ θεὸς ἀπόλυσιν ἐσήμανε τῆς συμφορᾶς, εἰ μένοντες ἐθέλοιεν ἐκθεῖναι παρὰ τῷ σπηλαίῳ ἕνα κοῦρον τῶν πολιτῶν. (…) ἐπεὶ δὲ αὐτὸν οἱ ἱερεῖς ἀπήγαγον, εἰσδραμὼν καὶ τὴν Σύβαριν ἐκ τῆς κοίτης συναρπάσας παρήνεγκεν εἰς ἐμφανὲς καὶ κατὰ τῶν πετρῶν ἔρριψεν. ἡ δὲ καταφερομένη προσέκρουσε τὴν κεφαλὴν παρὰ τὰ σφυρὰ τῆς Κρίσης. καὶ αὐτὴ μὲν τοῦ τραύματος ἀφανὴς ἐγένετο, ἐκ δὲ τῆς πέτρας ἐκείνης ἀνεφάνη πηγή, καὶ αὐτὴν οἱ ἐπιχώριοι καλοῦσι Σύβαριν· ἐκ ταύτης καὶ Λοκροὶ πόλιν ἐν Ἰταλίᾳ Σύβαριν ἔκτισαν. Junto al pie del Parnaso, en dirección sur, existe un monte que se llama Círfide, al lado de Crisa, y en él hay todavía ahora una cueva enorme en la que habitaba una fiera de tamaño descomunal: la llamaban Lamia o Síbaris. Esta fiera solía ir cada día a los campos y se apoderaba de animales y hombres. Cuando los delfios deliberaban ya sobre una posible emigración y consultaban al oráculo a qué tierra se dirigirían, el dios les señaló una solución para su infortunio, en el caso de que se quedaran y estuvieran dispuestos a exponer junto a la cueva a un muchacho miembro de la ciudadanía. (…) Una vez que los sacerdotes lo condujeron hasta la cueva, echó a correr, sacó a Síbaris de su nido, la llevó a la luz y la precipitó desde los riscos. Ella cayó derribada y se golpeó la cabeza contra la base rocosa de Crisa. De resultas de la herida desapareció, pero de esa roca brotó un manantial, al que los lugareños llaman Síbaris. Por él fundaron los locrios en Italia la ciudad llamada Síbaris.13

En este texto hay varios puntos que se distancian de manera notable de los vistos hasta ahora. Primero, el tipo de víctimas por las que siente predilección esta fiera, que en este caso son animales y hombres. Segundo, su aspecto físico, que llama la atención por su tamaño y sus características casi animales. Tercero, su destino, ya que, como Antonino Liberal narra, Lamia muere al precipitarse por unos riscos. Y cuarto, su asociación con Síbaris. Esta referencia a Síbaris no parece estar muy clara y autores como Celoria (1992: 129), Felton (2013: n.13) o Grimal (1981: 478) no hacen ninguna distinción entre ella y Lamia, ya que Síbaris sería el nombre que recibía este monstruo en Fócide. La falta de más testimonios e información sobre esta figura hace casi imposible dar una descripción más ajustada y establecer diferencias y similitudes con Lamia. Además, por la conclusión a la que llega el autor de este texto, se trata de una 13

Traducción de M. Sanz Morales 2002: 148-149.

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narración etiológica sobre el manantial y la fundación de la ciudad de Síbaris aprovechando la terrible figura de Lamia. Encandilar a hombres con los que mantener relaciones sexuales para luego beber su sangre y matarlos es la otra actividad –la más vampírica de todas–, que los antiguos atribuían a Lamia. Así, Flavio Filóstrato en la Vida de Apolonio de Tiana 4.25 narra el engaño al que fue sometido Menipo de Licia por parte de una Lamia y las artimañas que ésta utiliza para conseguir sus propósitos: ἐρᾶσθαι δὲ τὸν Μένιππον οἱ πολλοὶ ᾤοντο ὑπὸ γυναίου ξένου, τὸ δὲ γύναιον καλή τε ἐφαίνετο καὶ ἱκανῶς ἁβρὰ καὶ πλουτεῖν ἔφασκεν, οὐδὲν δὲ τούτων ἄρα ἀτεχνῶς ἦν, ἀλλὰ ἐδόκει πάντα. κατὰ γὰρ τὴν ὁδὸν τὴν ἐπὶ Κεγχρεὰς βαδίζοντι αὐτῷ μόνῳ φάσμα ἐντυχὸν γυνή. (…) ὁ δὲ Ἀπολλώνιος ἀνδριαντοποιοῦ δίκην ἐς τὸν Μένιππον βλέπων ἐζωγράφει τὸν νεανίαν καὶ ἐθεώρει, καταγνοὺς δὲ αὐτὸν „σὺ μέντοι“ εἶπεν „ὁ καλός τε καὶ ὑπὸ τῶν καλῶν γυναικῶν θηρευόμενος ὄφιν θάλπεις καὶ σὲ ὄφις.“ θαυμάσαντος δὲ τοῦ Μενίππου „ὅτι γυνή σοι“ ἔφη „ἐστὶν οὐ γαμετή. (…) ὡς δὲ γιγνώσκοιτε, ὃ λέγω, ἡ χρηστὴ νύμφη μία τῶν ἐμπουσῶν ἐστιν, ἃς λαμίας τε καὶ μορμολυκίας οἱ πολλοὶ ἡγοῦνται. ἐρῶσι δ’ αὗται καὶ ἀφροδισίων μέν, σαρκῶν δὲ μάλιστα ἀνθρωπείων ἐρῶσι καὶ παλεύουσι τοῖς ἀφροδισίοις, οὓς ἂν ἐθέλωσι δαίσασθαι. (…) ὅ τι εἴη, ἐπικειμένου δὲ καὶ μὴ ἀνιέντος ἔμπουσά τε εἶναι ἔφη καὶ πιαίνειν ἡδοναῖς τὸν Μένιππον ἐς βρῶσιν τοῦ σώματος, τὰ γὰρ καλὰ τῶν σωμάτων καὶ νέα σιτεῖσθαι ἐνόμιζεν, ἐπειδὴ ἀκραιφνὲς αὐτοῖς τὸ αἷμα. La gente pensaba que a Menipo lo amaba una mujer extranjera. La mujer parecía hermosa y bastante elegante. Afirmaba que era rica, pero al parecer no era absolutamente nada de eso, sino que era todo apariencia. Pues una vez que caminaba él solo por el camino de Cencreas, se le presentó una aparición y se convirtió en mujer. (…) Pero Apolonio, mirando a Menipo al modo de un escultor, delineó al joven y lo escrutó, así condenándolo dijo: -Tú, hermoso sin duda, y acechado por las mujeres hermosas, acaricias una serpiente, y una serpiente, a ti –y, ante la sorpresa de Menipo, añadió: -Porque tu mujer no es una esposa. (…) Y para que sepáis lo que quiero decir, la buena novia es una de las empusas, a las que la gente considera lamias o mormolicias14. Esas pueden amar, y aman los placeres sexuales, pero sobre todo la carne humana, y seducen con los placeres sexuales a quienes desean devorar. (…) Al presionar Apolonio y no dejarla escapar, reconoció 14

La traducción en minúscula en este caso responde a la razón que da Johnston (1999: 164): “The Greeks sometimes did refer to certain types of these ghosts who attacked women and babies by specific terms derived from their own language. The most common were gello, lamia, mormo, mormoluke and strix (plural: gelloudes, lamiai, mormones, mormolukai, striges). The first three of these, when used in the singular, often refer to a mythic character, a crystallized representative of the group to whom specific traits and a story have been attached: Gello, Lamia and Mormo.”

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que era una Empusa y que cebaba de placeres a Menipo con vistas a devorar su cuerpo, pues acostumbraba a comer cuerpos hermosos y jóvenes porque la sangre de éstos era pura. 15

La narración que hace Flavio Filóstrato en este texto confirma la naturaleza vampírica que en el resto de textos se intuía. La descripción que hace del modo de actuar de la Lamia concuerda perfectamente con la visión que tradicionalmente se tiene de las vampiresas: primero, la atracción a través de la belleza física, y después, el debilitamiento a través de la succión de sangre para llegar, finalmente, a la muerte. Resulta interesante la mención que se hace de las serpientes y su asociación con Lamia. Parece que el autor intenta poner al mismo nivel al reptil y a la mujer (personificada aquí como una Lamia). La sinuosidad de sus movimientos, semejantes a los de una mujer, y la mordedura y violencia, que caracterizan la conducta de las serpientes, parecen adecuadas para el símil. Pero además de esto, tradicionalmente algunos autores han asociado la deformidad y bestialidad de Lamia con el hibridismo serpiente-mujer, lo que podría ser una explicación para esa denominación. Al igual que se vio en el texto anterior, el autor le da al personaje más de un nombre. En este caso se habla de Empusa y Mormólice, figuras mucho más conocidas y documentadas que Síbaris –y que en próximos epígrafes se tratarán– cuya función principal era la de asustar a los niños. La similitud entre las funciones de Lamia y estas figuras ha podido provocar la mezcla de las historias que sobre ellas se narran, a pesar de que, aun teniendo cosas en común, son independientes las unas de las otras. El tercer y último autor que da testimonio de Lamia como un híbrido serpientemujer que succiona la sangre y mata a los hombres es Dión Crisóstomo (5.12-16): ἡ δὲ φύσις αὐτῶν τοῦ σώματος καὶ ἡ ἰδέα τοιάδε: τὸ μὲν πρόσωπον γυναικεῖον εὐειδοῦς γυναικός, μαστοὶ δὲ καὶ στήθη πολύ τι κάλλιστα καὶ τράχηλος, ὁποῖα οὔτε παρθένου θνητῆς γένοιτ᾽ ἂν οὔτε νύμφης ἀκμαζούσης οὔτε πλάττων ἢ γράφων οὐδεὶς δυνήσεται ἀπεικάσαι: τὸ δὲ χρῶμα λαμπρότατον, καὶ ἀπὸ τῶν ὀμμάτων φιλοφροσύνη καὶ ἵμερος ταῖς ψυχαῖς ἐνέπιπτεν, ὁπότε προσίδοι τις: τὸ δὲ λοιπὸν σῶμα σκληρόν τε καὶ ἄρρηκτον φολίσι, καὶ τὸ κάτω πᾶν ὄφις: ὑστάτη δὲ κεφαλὴ τοῦ ὄφεως μάλα ἀναιδής. τὰ δὲ θηρία ταῦτα πτερωτὰ μὲν οὐ λέγεται γενέσθαι, καθάπερ αἱ σφίγγες, οὐδὲ διαλέγεσθαι, ὡς ἐκεῖναι, οὐδὲ ἄλλην ἱέναι φωνήν, ἀλλὰ συρίττειν μόνον, ὥσπερ οἱ δράκοντες, ὀξύτατα: τῶν δὲ πεζῶν ἁπάντων τάχιστα, ὡς μηδένα ἄν ποτε ἐκφυγεῖν αὐτά: καὶ τῶν μὲν ἄλλων ἀλκῇ 15

Traducción de Alberto Bernabé Pajares 1977: 250-253.

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κρατεῖν, ἀνθρώπων δὲ ἀπάτῃ, παραφαίνοντα τὰ στήθη καὶ τοὺς μαστούς, καὶ ἅμα προσβλέποντα καταγοητεύειν τε καὶ ἔρωτα ἐμβάλλειν δεινὸν τῆς ὁμιλίας: καὶ τοὺς μὲν προσιέναι καθάπερ γυναιξί, τὰ δὲ μένειν ἀτρεμοῦντα καὶ κάτω πολλάκις βλέποντα, μιμούμενα γυναῖκα κοσμίαν, γενόμενον δ᾽ ἐγγὺς συναρπάζειν: ἔχειν γὰρ δὴ καὶ χεῖρας θηριώδεις, ἃς ὑποκρύπτειν τέως. ὁ μὲν οὖν ὄφις εὐθὺς δακὼν ἀπέκτεινεν ἀπὸ τοῦ ἰοῦ: τὸν δὲ νεκρὸν κατεσθίουσιν ἅμα τε ὁ ὄφις καὶ τὸ ἄλλο θηρίον. La conformación y forma de su cuerpo era la siguiente: cara de mujer, y de mujer muy bella; pechos, vientre y cuello bellísimos en extremo, tal que no se hallarían en una jovencita, ni en florida doncellez, ni escultor ni pintor serían capaces de esculpir ni pintar cosa igual; cutis bruñidísimo, y de sus ojos el hechizo y el deseo invadían los ánimos siempre que alguien los miraba. Pero el resto de su cuerpo estaba encallecido y erizado de escamas y la parte inferior en su conjunto era de serpiente muy repugnante. Mas no se dice que estos monstruos fueran seres alados como las esfinges ni que, como éstas, entablaran conversación ni emitieran algún sonido articulado, sino que únicamente silbaban como los dragones, muy agudamente. Eran los más veloces de todos los reptiles, de forma que nadie pudo escapar jamás de ellos. Del resto de los animales se apoderaban por la fuerza, pero de los hombres mediante engaño, mostrándoles el seno y los pechos y embelesándolos con su mirada, a la vez que les infundían un deseo incontenible de trato con ellos. Los hombres se les acercaban como si fueran mujeres. Y los monstruos, inmóviles, aguardaban, bajando con frecuencia la vista, como imitando a una muchacha honesta. Pero, cuando el hombre estaba cerca, lo arrebataban. Tenían, además, unas garras enormes, que hasta aquel momento habían mantenido ocultas. Así, pues, mordiéndolos, la serpiente les daba muerte al punto con su veneno, y el cadáver era devorado a la vez por la serpiente y el resto del monstruo. 16

A pesar de que en ningún momento se menciona explícitamente el nombre de Lamia, Felton (2013: 232) no tiene ninguna duda de que el personaje sobre el que habla Dión Crisóstomo en este texto es Lamia. Es cierto que la descripción que da el autor de la figura concuerda con las características que se han podido ver en los textos anteriores y que el modo de actuar es similar a lo narrado por Flavio Filóstrato –ya que en ambos textos se sirve de su belleza y encantos para atraer los hombres–, pero la capacidad de metamorfosis de híbrido a una hermosa mujer podría tener más que ver con Empusa, 16

Traducción de G.Morocho Gayo 1988: 305.

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conocida por su amplio abanico de formas (perro, vaca, mujer) 17. Decantarse por una o por otra parece casi imposible debido a sus puntos en común. Pero no solo para infundir miedo servía Lamia, sino que fue también material para las burlas de Aristófanes. Éste utiliza a Lamia para vituperar a Cleón, del que dice en Avispas (1034-1035) y en Paz (757-758): (…) φωνὴν δ’ εἶχεν χαράδρας ὄλεθρον τετοκυίας, / φώκης δ’ ὀσμήν, Λαμίας δ’ ὄρχεις ἀπλύτους, πρωκτὸν δὲ καμήλου. (…) Tenía voz mortífera, como de torrente devastador; olor de foca; cojones sucios de Lamia y culo de camello.

Parece que una de las características de Lamia era la suciedad, el terrible olor que desprendía y sus “vigorosos testículos”, o al menos así lo atestigua el escoliasta del comediógrafo, que dice de esos versos: Paz 758b Λαμίας ὄρχεις: δραστικοὶ γὰρ οἱ ὄρχεις. Los testículos de la Lamia: porque los testículos son vigorosos. Paz 758e τὴν γὰρ Λάμιάν φασιν ἄγριον εἶναι ζῷον καὶ δύσοσμον καὶ ἀνήμερον. Se dice que la Lamia era un animal salvaje, maloliente y rudo.

Como adelanté al comienzo de este epígrafe, dar una descripción certera de la figura de Lamia es muy complicado, ya que hay casi tantas versiones como autores que hablan sobre ella. De lo que sí podemos estar seguros es de lo siguiente: 1) parece que el mito de Lamia como devora-niños está bastante extendido y no sufrió cambios significativos; 2) su figura evolucionó hasta convertirse en devora-hombres; 3) las interferencias con Empusa, cuya función es similar, parece ser algo normal; 4) hay indicios de su pervivencia en la vida cotidiana, ya fuese para asustar a los niños como para hacer mofa de alguien.

2.2. Empusa El estudio de Empusa, al igual que el de Lamia, no se presenta sencillo. En este caso la dificultad radica en la falta de textos literarios conservados, ya que salvo los testimonios directos de Aristófanes, Demóstenes, Plutarco y Flavio Filóstrato, solo han llegado hasta nuestros días escolios y definiciones en léxicos. Al contrario de lo que acabamos

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Esta cuestión se tratará en el apartado correspondiente (p. 17).

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de ver en el epígrafe anterior, la descripción de este personaje es bastante unánime y no existen grandes variantes de un autor a otro, lo que nos indica que era una figura mucho más estable que Lamia y, quizá, con una función más definida en el folklore griego (aunque con una historia menos elaborada, ya que en ningún texto se narran sus orígenes). Ante la gran cantidad de escolios y léxicos que hacen referencia a Empusa 18, creí conveniente hacer una selección de aquellos que aportaran la mayor cantidad de información. El texto que recoge la descripción más detallada sobre Empusa es la entrada en el léxico Suda (1049 Adler). En ella se han concentrado las explicaciones de los escolios a Aristófanes y el resto de definiciones de los diferentes léxicos: Ἔμπουσα: φάντασμα δαιμονιῶδες ὑπὸ τῆς Ἑκάτης ἐπιπεμπόμενον καὶ φαινόμενον τοῖς δυστυχοῦσιν. ὃ δοκεῖ πολλὰς μορφὰς ἀλλάσσειν. Ἀριστοφάνης Βατράχοις. Ἔμπουσα δὲ παρὰ τὸ ἑνὶ ποδίζειν, ἤγουν τοῦ τὸν ἕτερον πόδα χαλκοῦν ἔχειν. ἢ ὅτι ἀπὸ σκοτεινῶν τόπων ἐφαίνετο τοῖς μυουμένοις. ἐκαλεῖτο δὲ αὕτη καὶ Οἰνοπώλη. οἱ δέ, ὅτι ἐξηλλάττετο τὴν μορφήν. δοκεῖ δὲ καὶ ταῖς μεσημβρίαις φαντάζεσθαι, ὅταν τοῖς κατοιχομένοις ἐναγίζωσιν. ἔνιοι δὲ τὴν αὐτὴν τῇ Ἑκάτῃ. Ὀνοκώλη δέ, ὅτι ὄνου πόδα ἔχει· ὃ λέγουσι βολίτινον, τουτέστιν ὄνειον. βόλιτος γὰρ κυρίως τῶν ὄνων τὸ ἀποπάτημα. Ἀριστοφάνης Βατράχοις· καὶ μὴν ὁρῶ νὴ τὸν Δία θηρίον μέγα. ποῖόν τι; δεινόν· παντοδαπὸν γοῦν γίνεται· τοτὲ μέν γε βοῦς, νυνὶ δ’ ὀρεύς, τοτὲ δ’ αὖ γυνὴ ὡραιοτάτη τις. ποῦ ’στίν; ἐπ’ αὐτὴν ἴω. ἀλλ’ οὐκέτ’ αὖ γυνή ἐστιν, ἀλλ’ ἤδη κύων. Ἔμπουσα τοίνυν ἐστί. πυρὶ γοῦν λάμπεται ἅπαν τὸ πρόσωπον καὶ σκέλος χαλκοῦν ἔχει. Empusa: aparición fantasmal enviada por Hécate y que se aparece a los desdichados. Se cree que podía adoptar muchas formas. (Aristófanes en las Ranas). “Empusa” viene de “atar un pie” por tener uno de los pies de bronce, o porque se dejaba ver a los iniciados saliendo de lugares sombríos. También se la llamaba “Bodeguera”. Según otros [se llamaba así] porque cambiaba de forma. Parece que al mediodía se hacía visible, cuando se hacen sacrificios en honor de los muertos. Algunos la identifican con Hécate. Se llama “Pata de asno”, porque tiene un pie de asno, al que llaman “de boñiga”, es decir, de asno. Pues la boñoga es propiamente excremento de asno. Aristófanes, en las Ranas: “–Te aseguro, por Zeus, que veo una bestia enorme. –¿Cómo es? –Horrible, y toma toda clase de formas. Antes era un buey, hace un momento un mulo, y ahora es una mujer hermosísima. -¿Dónde está, que voy a por ella? –Pero ya no es una mujer, sino que ahora es un perro. – 18

Sch. Ar. Ra. 293 Dübner, Sch. Tzetzae Ar. Ra. 293 Koster, Eust. ad Od. 1.442. Sch. in Theoc. 1-5a Wendel. Entrada Ἔμπουσα en: Lexica Segueriana, Lexicon Artis Grammaticae, Lexicon Patmense, Etymologicum Gudianum, Etymologicum Magnum.

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Entonces es Empusa. –Todo su rostro brilla por el fuego y tiene una pierna de bronce”.

Un punto crucial para entender un poco más a este personaje es su naturaleza fantasmal, ya que, según este texto, no se trataría de un ser material, sino de un φάντασμα δαιμονιῶδες; es decir, una aparición, un fantasma, o una visión en un sueño 19. A pesar de que en este texto no se explicita cuál es el fin último de su aparición, sí que sabemos por otros testimonios 20 que tiene predilección por alimentarse de la sangre de los hombres que caen rendidos a sus encantos. Este comportamiento es similar al de los súcubos, seres demoníacos con aspecto femenino que, en las tradiciones judía y cristiana, absorben la energía vital de los hombres a través del coito y que, en ocasiones, pueden presentarse en los sueños. Esta caracterización implica la pertenencia de Empusa al mundo de los seres semidivinos (daimones) y su relación con el séquito de Hécate21. Un dato que aportan casi todos los textos es la etimología del nombre de Empusa. Y a pesar de que no voy a hacer un análisis detallado de este punto, sí me parecen interesantes las posibilidades que la Suda propone como explicación, ya que contiene más información de lo que a primera vista podría parecer. La primera etimología propuesta está en relación con el verbo ποδίζειν ‘amarrar los pies’. Como acabamos de ver, Empusa presenta similitudes con los súcubos, y una de las características de estos seres es que pueden provocar la parálisis del hombre que está sufriendo la visión 22 con el fin de alimentarse de él, lo que podría haber llevado a relacionar su nombre con el verbo mencionado. La siguiente opción es la preferida de los escoliastas y lexicógrafos antiguos y responde a una etimología popular: Empusa, derivaría de εἷς y πούς ‘un pie’. Esta explicación responde al hecho de que, según la tradición, cuando Empusa adquiere forma de mujer se la reconoce porque una de sus extremidades es de bronce. A propósito de la etimología, expongo la propuesta de Álvarez-Pedrosa (2011: 295-296), que a pesar de que no la mencionan los antiguos, podría hacer referencia a un punto

LSJ s. v. φάντασμα, ατος. Vid. infra el texto de Apolonio. 21 Para más información sobre Hécate y su relación con Empusa, vid. infra. 22 La figura del súcubo servía para explicar lo que actualmente se conoce como “parálisis del sueño”, un trastorno del sueño que puede afectar en el momento de comenzar a dormir o en el de despertar. Son episodios que duran aproximadamente entre uno y tres minutos y durante los cuales la persona que los sufre está consciente, pero con la imposibilidad de realizar ningún tipo de movimiento, lo que puede causar angustia y ansiedad (Iriarte 2005: 48-49). 19 20

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tratado por ellos: la iniciación en los Misterios de Eleusis 23 (ἢ ὅτι ἀπὸ σκοτεινῶν τόπων ἐφαίνετο τοῖς μυουμένοις “porque se dejaba ver saliendo de lugares sombríos a los iniciados”). Así, parece que el lexicógrafo hace alusión a la función de Empusa como instigadora de terror en aquellos que experimentan la muerte como “entrenamiento” para la verdadera muerte 24. Por esto, Álvarez-Pedrosa propone *en-pont-ya – entendiendo *pont- como ‘camino’– y considerando a la Empusa como “la que está en el camino”. Apunta la Suda que hay varias formas de referirse a Empusa, y menciona los términos Οἰνοπώλη ‘Bodeguera’ y Ὀνοκώλη ‘Pie de asno’. El segundo es bastante común y, de hecho, el escoliasta de Aristófanes (Ra. 293 Koster) incluye variantes como Ὀνοσκελίδα ‘pata de asno’, Ὀνόκωλον ‘pie de asno’, Ὀνοκωλίδα ‘miembro de asno’ o Ὀνοκωλαίαν ‘pierna de asno’. El primero, en cambio, no tiene más presencia que en este texto, lo que hace pensar que hubo una confusión por parte de un copista en el curso de la transmisión, ya que la diferencia entre ambos términos radica únicamente en la presencia de una iota y el cambio de π por κ. La Suda da testimonio también de una de las características más reconocibles de la Empusa: la metamorfosis. Para ello, reproduce un pasaje de las Ranas de Aristófanes en el que se habla del cambio a un buey, un perro, un mulo, y una mujer. Y es así, transformada en una mujer hermosa, como se pone de manifiesto una de sus característics más llamativas, ya que una de sus piernas es de bronce 25. Sobre el pie de la Empusa llama la atención Stewart (1991: 180-183) cuando dice que las piernas y los pies tienen connotaciones eróticas 26 –incluso en la mentalidad griega contemporánea– y que ese defecto en las extremidades de los demonios simboliza la bestialidad o la perversidad de su conducta sexual. Por tanto, esta característica parece corresponder a su rol como seductora en lugar de a su papel como asusta niños. El punto más controvertido en algunos de los textos que hablan de Empusa es, quizá, su posible identificación con Hécate. Varios autores antiguos parecen estar de acuerdo en que Empusa es un φάντασμα enviado por la diosa, pero algunos añaden que 23

Para ampliar la información ver Brown 1991: 41-50. Álvarez-Pedrosa (2008: 295) ha señalado también que la figura irania daena parece guardar cierta similitud con nuestro personaje, aunque su función principal es contestar a las preguntas de las almas y hacer de psicopompo. 25 También aparece este dato en Sch. Ar. Ra. 293; Eust. ad Od. 1.442; Idom. FGrHist. n. 338 F 17 Jacoby; Lexica Segueriana. 26 Semónides en su Yambo de las mujeres (7.48-49) también hace referencia a las similitudes de la sexualidad entre los asnos y las mujeres creadas a partir de ese animal: ὁμῶς δὲ καὶ πρὸς ἔργον ἀφροδίσιον / ἐλθόντ’ ἑταῖρον ὁντινῶν ἐδέξατο “Del mismo modo, cuando se trata del acto sexual acepta a cualquiera que venga”. 24

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podría ser la propia Hécate. Rohde (1925: 591), por ejemplo, identifica a Hécate no solo con Empusa, sino también con Mormo y Gelo. Fontenrose (1980: 287), por su parte, asegura que todos los espíritus del Inframundo, subordinados de Hécate, son formas propias de la diosa. Y D. R. West (1990: 402) dice que Empusa podría ser una manifestación de Hécate, cuyo origen se desconoce 27. La teoría de Fontenrose es, quizá, la más dudosa de las tres, ya que es improbable que todos los espíritus tengan un único punto de partida. A pesar de los intentos por establecer una relación concluyente entre ambos personajes, los trasvases y contaminaciones entre unas tradiciones y otras dificultan dilucidar su verdadero origen. Para profundizar en la figura de Empusa como devora-hombres, haré un repaso del texto de Flavio Filóstrato ya visto en el epígrafe anterior (Vida de Apolonio de Tiana 4.25), pero esta vez tomando a Empusa como el personaje para el análisis. Además de los puntos ya comentados en el apartado de Lamia –que son susceptibles de trasvasarse al personaje que nos ocupa–, hay dos a los que se les puede dar una explicación concreta para Empusa. El primero es el de la metamorfosis en una bella mujer para atraer a los hombres (κατὰ γὰρ τὴν ὁδὸν τὴν ἐπὶ Κεγχρεὰς βαδίζοντι αὐτῷ μόνῳ φάσμα ἐντυχὸν γυνή “Pues una vez que caminaba él solo por el camino de Cencreas, se le presentó una aparición en forma de mujer”), lo que concuerda perfectamente con las características que Aristófanes, escoliastas y lexicógrafos asocian con ella (pero no con Lamia). El segundo punto es la mención de las serpientes (ὄφιν θάλπεις καὶ σὲ ὄφις ‘acaricias una serpiente y una serpiente a ti’). Además de la explicación propuesta anteriormente 28, es posible poner en relación este reptil con la diosa Hécate, puesto que es uno de los animales con los que se asocia (West 1990: 275-278). Así, Luciano de Samósata en Philopseudos (22-24) narra la historia de Éucrates, al que se le apareció Hécate con una antorcha en la mano derecha, serpientes cayendo por su cuello y sus hombros en lugar de pelo y uno de los reptiles a modo de pie (ὀφιόπους). La vinculación de Empusa con las serpientes puede responder al deseo de poner en relación ambas figuras, aunque no pueda afirmarse de un modo irrefutable que nuestro personaje sea una enviada de Hécate, ya que otros como la Gorgona, Asclepio o Dioniso tienen también asociado este animal. Hasta aquí hemos visto la labor de Empusa como devora-hombres, y ahora me centraré en su papel como asusta-niños. A pesar de no estar tan documentado, hay 27 28

Sobre el origen de Hécate ver West 1990: 290-323. Vid. p. 12.

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indicios de que esta evolución tuvo lugar en algún momento. Plutarco en sus Moralia (Sobre la imposibilidad de vivir placenteramente según Epicuro, 1101C), al hablar sobre la fe en los dioses, dice: αὕτη δ’ ἐστὶν οὐ φοβερά τις οὐδὲ σκυθρωπή, καθάπερ οὗτοι πλάττουσι, διαβάλλοντες τὴν πρόνοιαν ὥσπερ παισὶν Ἔμπουσαν ἢ Ποινὴν ἀλιτηριώδη καὶ τραγικὴν ἐπικρεμαμένην. Esta fe no es temible ni sombría, como ellos pretenden cuando atacan la providencia divina como una Empusa para niños o una Furia abominable y trágica que pende sobre nuestras cabezas. 29

Y no solo él, ya que en un escolio a un discurso de Demóstenes (2.6 Dindorf) – que más adelante veremos– en el que llama a la madre de Esquines “Empusa”, se cuenta el motivo de esta denominación, haciendo referencia directa a la característica que estamos viendo: (…) ταύτην δὲ σκοτεινῶν ἐκ τόπων ὁρμωμένην καὶ ἐκφοβοῦσαν παῖδας καὶ γυναῖκας Ἔμπουσαν ὀνομασθῆναι, ἐπεὶ νυκτερινὸν φάντασμα (…) A ésta, como se precipitaba de lugares oscuros y asustaba a los niños y las mujeres, fue llamada Empusa, porque el fantasma Empusa es nocturno.

En ninguno de estos dos textos se asignan a Empusa características vampíricas, aunque sí se la considera instigadora de miedo. Podría tratarse, como ya se propuso para el personaje de Lamia, del correlato antiguo del actual Hombre del Saco o el Coco. Como se puede observar, la confusión entre Lamia y Empusa es consecuencia directa de su modo de transmisión, que probablemente sería de tipo oral. Por tanto, estaríamos ante figuras distintas cuyas similitudes podrían derivar de una asimilación que habría tenido lugar con el paso del tiempo. Sin embargo, este personaje no solo protagoniza historias sórdidas y tenebrosas, sino que también es usado como material de las burlas de Aristófanes y de Demóstenes. Puesto que “la comedia es ese tipo de drama que emplea la acción medianamente cercana a la vida real y una clara expresión, encantadora, a menudo risible” (Norwood 1964: 1), no es de extrañar la presencia de estas figuras, que tanto se prestan a la mofa. Además, esto nos indica que eran personajes de sobra conocidos, ya que la gracia radica en que el auditorio identifique las referencias que el autor propone.

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Traducción de J. F. Martos Montiel 2004: 222.

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En el primer texto de Aristófanes (Ra. 285-296), Jantias y Dioniso bajan a los infiernos a buscar a Eurípides, y en su viaje se topan con Empusa, o al menos eso asegura Jantias, que les impide el paso o les persigue para conseguir asustarles. {Ξα.} νὴ τὸν Δία. καὶ μὴν αἰσθάνομαι ψόφου τινός. (285) {Δι.} ποῦ ποῦ ’στιν; {Ξα.} ὄπισθεν. {Δι.} ἐξόπισθέ νυν ἴθι. {Ξα.} ἀλλ’ ἐστὶν ἐν τῷ πρόσθε. {Δι.} πρόσθε νυν ἴθι. {Ξα.}καὶ μὴν ὁρῶ νὴ τὸν Δία θηρίον μέγα. {Δι.}ποῖόν τι; {Ξα.} δεινόν· παντοδαπὸν γοῦν γίγνεται· τοτὲ μέν γε βοῦς, νυνὶ δ’ ὀρεύς, τοτὲ δ’ αὖ γυνὴ (290) ὡραιοτάτη τις. {Δι.} ποῦ ’στι; φέρ’ ἐπ’ αὐτὴν ἴω. {Ξα.} ἀλλ’ οὐκέτ’ αὖ γυνή ’στιν, ἀλλ’ ἤδη κύων. {Δι.}Ἔμπουσα τοίνυν ἐστί. {Ξα.} πυρὶ γοῦν λάμπεται ἅπαν τὸ πρόσωπον. {Δι.} καὶ σκέλος χαλκοῦν ἔχει; {Ξα.}νὴ τὸν Ποσειδῶ, καὶ βολίτινον θἄτερον, (295) σάφ’ ἴσθι. {Δι.} ποῖ δῆτ’ ἂν τραποίμην; {Ξα.} ποῖ δ’ ἐγώ; Jantias: Eso es, por Zeus. Precisamente noto cierto ruido. Dioniso: ¿Dónde? ¿Dónde es? Ja: Viene de detrás. Di: Ve detrás. Ja: Ahora está delante.

Di: Ve delante ahora.

Ja: Y, por Zeus, te aseguro que veo una bestia enorme. Di: ¿Cómo es?

Ja: Horrible, y toma toda clase de formas.

Antes era un buey, hace un momento un mulo, y ahora es una mujer guapísima. Di: ¿Dónde está, que voy hacia ella? Ja: Pero ya no es una mujer, sino que ahora es un perro. Di: Entonces, es Empusa. el fuego.

Ja: Todo su rostro brilla por

Di: ¿Y tiene una pata de bronce?

Ja: Sí, por Posidón, y la otra de boñiga de vaca, entérate.

Di: ¿Adónde podría escaparme? Ja: ¿Y yo, adónde?

Es en este texto donde Aristófanes dice que una de las patas de la Empusa es ‘de boñiga de vaca’, lo que repetirán los lexicógrafos y escoliastas en sus explicaciones, a pesar de que, según parece, se trata de una broma del autor y no una característica originaria del personaje. Al menos eso hace pensar el simbolismo que rodea, como señalé antes, a las extremidades femeninas. Con esta referencia Aristófanes podría estar dando la vuelta a una situación para provocar la carcajada en el espectador. El siguiente texto, en cambio, tiene un fin totalmente distinto. En Asambleístas (1037-1040 y 1049-1056) Aristófanes llama “Empusa” a dos viejas libidinosas que 20

intentan mantener relaciones sexuales con un jovencito, ya que, por ley, tienen derecho sobre cualquier muchacha joven a poseerle primero: {Κο.} ποῖ τοῦτον ἕλκεις; {Γρ. α.} εἰς ἐμαυτῆς εἰσάγω. {Κο.} οὐ σωφρονοῦσά γ’· οὐ γὰρ ἡλικίαν ἔχει παρὰ σοὶ καθεύδειν τηλικοῦτος ὤν, ἐπεὶ μήτηρ ἂν αὐτῷ μᾶλλον εἴης ἢ γυνή. (…) {Γρ. βʹ}αὕτη σύ, ποῖ τονδὶ παραβᾶσα τὸν νόμον ἕλκεις, παρ’ ἐμοὶ τῶν γραμμάτων εἰρηκότων (1050) πρότερον καθεύδειν αὐτόν; {Επ.} οἴμοι δείλαιος. πόθεν ἐξέκυψας, ὦ κάκιστ’ ἀπολουμένη; τοῦτο γὰρ ἐκείνου τὸ κακὸν ἐξωλέστερον. {Γρ. β.}βάδιζε δεῦρο. {Επ.} μηδαμῶς με περιίδῃς ἑλκόμενον ὑπὸ τῆσδ’, ἀντιβολῶ σ’. {Γρ. β.} ἀλλ’ οὐκ ἐγώ, (1055) ἀλλ’ ὁ νόμος ἕλκει σ’. {Επ.} οὐκ ἐμέ γ’, ἀλλ’ Ἔμπουσά τις, ἐξ αἵματος φλύκταιναν ἠμφιεσμένη. Muchacha: ¿Adónde arrastras a ese?

V1: Me lo llevo a mi casa.

M: Porque estás loca, ya que siendo tan joven no está en edad de acostarse contigo, que mejor podrías ser su madre que su mujer. (…) V2: ¡Eh, tú! ¿adónde lo arrastras, transgrediendo la ley, que al pie de la letra dice que ese tiene que acostarse primero conmigo?

Joven: ¡Desdichado de mí!

¿De dónde sales? ¡Mala muerte te lleve! Este mal es más mortal que aquel otro. V2: Ven aquí.

J: ¡No consientas de ningún modo verme

arrastrado por ésta, te lo suplico! sino la ley, quien te arrastra.

V2: No soy yo,

J: ¿La ley? No, a mí no, sino una Empusa cubierta

de pústulas sanguinolentas.

Toda esta escena se desarrolla con diálogos repletos de alusiones eróticas. Parece que Aristófanes está reproduciendo la trama inicial de un cuento de ogresas para niños pero explicitando el contenido erótico, o al menos así opina González Terriza (1996: 275). De este modo, se estarían superponiendo los dos planos: el del monstruo como devora-hombres que utiliza su belleza para atraer a sus víctimas –aunque aquí tratado en

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clave de humor usando deliberadamente a ancianas decrépitas–, y el del monstruos que acude a los niños para causarles pavor. A pesar de los pocos textos sobre esta figura que conservamos, Empusa debió de ser un personaje conocido por todos, pues Valerio Harpocración, en el Léxico de los diez oradores áticos, dice de ella: Ἔμπουσα: (…) πλήρης δὲ τοῦ ὀνόματος ἡ κωμῳδία. “Empusa: (…) la comedia está llena de ese nombre”. Este testimonio deja claro que aun no siendo un personaje de primera línea, tenía una cierta repercusión en la vida diaria de los antiguos, al menos en la Atenas clásica. El último texto que hace referencia a Empusa en contexto humorístico es el ya mencionado discurso de Demóstenes (Sobre la Corona 130): οὐδὲ γὰρ ὧν ἔτυχεν ἦν, ἀλλ’ οἷς ὁ δῆμος καταρᾶται. ὀψὲ γάρ ποτε—ὀψὲ λέγω; χθὲς μὲν οὖν καὶ πρώην ἅμ’ Ἀθηναῖος καὶ ῥήτωρ γέγονεν, καὶ δύο συλλαβὰς προσθεὶς τὸν μὲν πατέρ’ ἀντὶ Τρόμητος ἐποίησεν Ἀτρόμητον, τὴν δὲ μητέρα σεμνῶς πάνυ Γλαυκοθέαν, ἣν Ἔμπουσαν ἅπαντες ἴσασι καλουμένην, ἐκ τοῦ πάντα ποιεῖν καὶ πάσχειν δηλονότι ταύτης τῆς ἐπωνυμίας τυχοῦσαν· πόθεν γὰρ ἄλλοθεν; Pues ni era hijo de padres corrientes y normales, sino de los que maldice el pueblo. Ya que recientemente… ¿recientemente digo? Ayer o anteayer ha llegado a ser a un tiempo ateniense y orador, y, con la adición de un par de sílabas a su padre le trocó de Tromes en Atrometo, y a su madre, muy jactanciosamente, en Glaucótea, a quien todos saben se la conocía con el nombre de Empusa, sobrenombre que se ganó, sin duda, por hacerlo y experimentarlo todo; pues ¿qué otro origen podría tener? 30

La caracterización de la madre de Esquines como una Empusa que “lo hace y experimenta todo” podría tener dos interpretaciones: o bien Demóstenes se refiere a que le gustaba asustar a los niños –como dice el escolio visto antes (2.6 Dindorf)–, o bien es un modo sutil de hacer referencia a su oficio de prostituta. A pesar de que el escoliasta escoge la primera opción, por el tono de la burla parece más lógico pensar que Demóstenes intenta hacer un símil con la versión de la Empusa que atrae a los hombres para su propio beneficio, su capacidad para transformarse parece interpretada por Demóstenes como versatilidad sexual. De hecho, como Brown (1991: 43) señala, era común utilizar nombres de monstruos femeninos como motes para prostitutas. Por los textos analizados, se puede concluir que la figura de Empusa tiene como función principal la de devora-hombre y como secundaria la de asusta-niños –en 30

Traducción de A. López Eire 1998: 223.

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contraposición a la de Lamia–. Además, la característica más llamativa es su capacidad de metamorfosis, plasmada en clave de humor en las obras de Aristófanes y en un pasaje de Demóstenes, lo que demuestra su incidencia en la vida diaria de los griegos (ya que se hace mofa de aquello que se conoce bien). Su parecido y puntos en común con Hécate parece que provocaron la identificación de ambas figuras, si bien el proceso y su alcance no es del todo claro.

2.3. Mormo y Gelo Entre los monstruos que poblaban el folklore griego, y cuyo fin era asustar a los niños, se encuentran Mormo y Gelo. A pesar de que su importancia no es menor que la de Lamia o Empusa, la falta de espacio me obliga a hacer únicamente un pequeño esbozo de sus funciones y de sus principales características 31. Mormo no era un personaje desconocido en el mundo griego, sino más bien lo contrario, ya que conservamos un número importante de textos (de tradición directa, escolios o léxicos 32) que mencionan esta figura –lo que hace que resulte extraño que solo uno de ellos transmita su origen–. Así, un escoliasta de Elio Aristides (102.5 Dindorf), asegura: ἡ δὲ Μορμὼ Κορινθία ἦν, ἣ καταφαγοῦσα αὐτῆς τὰ παιδία ἐν ἑσπέρᾳ ἀνέπτη κατά τινα πρόνοιαν. καὶ τοίνυν ὅτε βούλονται τὰ σφῶν παιδία αἱ γυναῖκες φοβῆσαι, ἐπιβοῶσι Μορμώ. Dicen que Mormo era corintia, la cual, una tarde, de acuerdo con un plan se comió a sus propios hijos y echó a volar. En consecuencia, cuando las mujeres quieren asustar a sus hijos, invocan a Mormo.

La historia que narra Aristides guarda indudables similitudes con la de Lamia 33, aunque con la discrepancia manifiesta de que no se explicita el motivo que llevó a Mormo a comerse a sus propios hijos. Al igual que ocurría con aquella, su presencia en el folklore griego responde a la necesidad de dar explicación a ciertos acontecimientos. Así, la figura de Mormo surgiría como interpretación de muertes repentinas de recién nacidos o niños pequeños, que esta figura perversa se llevaría. 31

Para un análisis más en profundidad de estas figuras ver Patera (2005), Johnston (1995) y West (1991). Tradición directa: Ar. Eq. 693; Clem. Al. Prot. 6.67; Genn. Sch. Gram. 2; Theo. 15 v. 40; Luc. Philops. 2.30; Erin. fr. 401 PMG Page. Escolios: Ar. Eq. 693 Jones-Wilson; Ael. Aris. 102.5 Dindorf; Theo. 40 Wendel. Léxicos: Etymologicum Gudianum, Suda, Hsch., Etymologicum Magnum. 33 Como apunta Johnston (1995: 368 n. 14), este relato está influido también por el mito de la corintia Medea, la cual mató a sus hijos y a continuación salió volando en un carro tirado por dragones. Para más información sobre esta figura vid. Johnston 1996: 44-70. 32

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Como ya se señaló antes, la metamorfosis y el hibridismo son características comunes en personajes aterradores y, como es de esperar, este hecho afecta también a Mormo. Teócrito, en el Idilio 15.40, narra cómo una madre que se dirige a las fiestas de Adonis amenaza a su hijo, que quiere ir con ella, con que llamará a Mormo para así lograr que pare de molestar (οὐκ ἀξῶ τυ, τέκνον. Μορμώ, δάκνει ἵππος. “No te voy a llevar, hijito. ¡Mormo, caballo muerde!”). Pero además de señalar claramente que se trata de una figura cuyo principal fin es asustar a los niños, la expresión que utiliza la pone en relación con los caballos. A primera vista puede parecer que esta correlación no despertaría el terror esperable, ya que los caballos siempre se han tenido como un icono positivo en Grecia, pero como señala Johnston (1995: 376), cuando se conectan con los monstruos que matan niños, las connotaciones se vuelven oscuras y violentas. Pero los animales con los que se la relaciona no acaban ahí, ya que varios textos hablan de Mormolukia 34 (Flavio Filóstrato, Vida de Apolonio de Tiana 4.30) o Mormolukeion 35 (Luciano, Philopseudos 23 36). Ambos nombres son derivados de Μορμώ y la palabra griega para ‘lobo’, λῦκος. Tradicionalmente se ha entendido (Johnston 1995: 376) que estas denominaciones son una extensión del nombre original que especificaría más la función de Mormo, que es, etimológicamente, ‘la que asusta’ o, como dice Frontisi-Ducroix (1995: 13 n. 52) “designa los murmullos inquietantes y los gruñidos sordos que señalan la llegada de los fantasmas”. Debido a esto, Johnston (1995: 377) apunta que es posible entender a Mormo como una figura genérica –en contraste con Lamia y Gelo– que se concretaría con sus diferentes representaciones. Para reforzar esta idea, es conveniente leer unos versos de Erina (fr. 4.25-27 Diehl), en el que se hace referencia a la cualidad de metamorfosearse de este personaje –y que la acerca a Empusa–: ..μικραισ.[

]ν̣ φόβον ἄγαγε Μορ̣[μ]ώ

..].εν μὲν κ.[ρυφᾶι μεγάλ’ ὤ].ατα ποσσὶ δὲ φοιτῆι .]..[.]σιν· ἐκ δ’[ἑτέρας ἑτέραν] μετεβάλλετ’ ὀπωπάν·

34

Flavio Filóstrato hace referencia a la mormolukia como devora-hombres, pero parece claro por los textos transmitidos que la función de Mormo era asustar a los niños, no a los adultos, al contrario que Gorgo (Vernant 1985: 61-62). 35 Οἱ μὲν οὖν ἀμφὶ τὸν Ἴωνα καὶ τὸν Δεινόμαχον καὶ τὸν Κλεόδημον κεχηνότες ἀτενὲς προσεῖχον αὐτῷ, γέροντες ἄνδρες ἑλκόμενοι τῆς ῥινός, ἠρέμα προσκυνοῦντες οὕτως ἀπίθανον κολοσσόν, ἡμισταδιαίαν γυναῖκα, γιγάντειόν τι μορμολύκειον. “Ion, Dinómaco, Cleodemo y el resto de ellos, con la boca abierta, le prestaban gran atención (al narrador), unos ancianos llevados por la nariz, casi haciendo una reverencia a tan increíble coloso, una mujer de medio estadio de altura, un mormolukeion gigante.” 36 Luciano es el único autor que identifica el término mormolukeion con el personaje de Mormo. Sobre este término en relación con las máscaras de teatro ver Patera 2005: 386-388.

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si es pequeño ... Mormo causó espanto que tiene la [cabeza las orejas grandes], y anda de un lado para otro en cuatro pies [y su apariencia siempre] estaba cambiando.

Entre las diversas incógnitas que rodean a estas figuras –y en particular a Mormo– se encuentra el extraño vínculo que parecen tener con Hécate. Ya habíamos visto en Empusa la dificultad que hay para determinar si se trata de la misma figura o de un miembro de su séquito, y algo semejante ocurre con Mormo. En su artículo, Patera (1995: 381-386) presenta la idea de que en un principio Mormo y Hécate eran independientes, pero que finalmente Mormo se unió a las filas de la diosa e incluso llegaría a confundirse con ella. Debido a esto, pasaría a invocarse a Hécate con diversos nombres, entre ellos, el de Mormo. Para ejemplificar esto, aporta dos textos en los que las denominaciones de ambas figuras se confunden: el de Luciano, antes comentado (El aficionado a las mentiras 22-24), en el que se habla de un personaje al que unas veces se le da el nombre de Mormo y otras el de Hécate; y Refutaciones de las herejías (4.35,5) de Hipólito, donde se invoca a Hécate con el nombre de Mormo. Sea como fuere, volvemos a toparnos con el mismo problema: dilucidar la independencia que un personaje tenía del otro.

La situación de Gelo en el intrincado mundo del folklore griego es, en cambio, algo distinta. La variedad de versiones que se encontraba en los personajes anteriores aquí desaparece, ya que los textos, además de no ser muy abundantes 37, transmiten casi la misma información básica: el terror que despertaba esta figura en las parturientas y en los niños pequeños. De ello dan testimonio dos obras bizantinas, la Suda (112 Adler): Γ ε λ λ ο ῦ ς π α ι δ ο φ ι λ ω τ έ ρ α · αὕτη ἄωρος ἐτελεύτησε, καὶ τὸ φάντασμα αὐτῆς ἐδόκουν ἐπὶ τὰ παιδία καὶ τοὺς ἀώρους θανάτους ἰέναι. Más amante de los niños que Gelo: ella murió inoportunamente, e imaginan que su fantasma iba a por los niños y a las muertes prematuras.

Y el Opúsculo 164 (O’Meara) de Pselo: Ἡ δέ γε Γιλλώ, τοῦτο δὴ τὸ ἀρχαῖον καὶ πολυθρύλλητον ὄνομα, οὔτε δαίμων τίς ἐστιν οὔτε ἄνθρωπος ἀθρόον εἰς ὠμότητα θηρίου μετενεχθείς· ἀπείρηται γὰρ πᾶσι φιλοσόφοις τῶν φύσεων ἡ μετάβασις, καὶ οὔτε θηρίον ποτ’ ἂν ἐξανθρωπισθείη 37

Zen., Epitome collectium Lucilli Tarrhaei et Didymi 3.3; Cyranides 2.31.20-23; Philox, fr. 352 Theodoridis; Hsch. Γ 307-308; Etymologicum Magnum p. 795 l. 12 Kallierges; Sch. The. 40c Wendel; Ign., Vita Tarasii patriarchae 5.9.

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οὔτε μὴν ἄνθρωπος εἰς θῆρα μετενεχθείη, ἀλλ’ οὔτε εἰς δαίμονα οὔτε εἰς ἄγγελον. ὀνόματα δὲ δαιμόνων καὶ δυνάμεις αὐτῶν πολλάς τε καὶ ἐν πολλοῖς γνοὺς οὔτε παρὰ τοῖς λογίοις οὔτε παρὰ ταῖς ἀγυρτικαῖς βίβλοις τοῦ Πορφυρίου τῇ Γιλλῷ ἐντετύχηκα. ἀπόκρυφον δέ μοι βιβλίον Ἑβραϊκὸν τοῦτο τὸ ὄνομα προσέπλασεν. (…) ἔστι γοῦν παρ’ αὐτῷ ἡ Γιλλὼ δύναμίς τις πρὸς τὰς γενέσεις καὶ τὰς οὐσίας ἀντίθετος. αὕτη γοῦν τά τε κυοφορούμενα, φησίν, ἀναιρεῖ καὶ ὁπόσα τῆς μήτρας διολισθήσοι (…) τὰ γοῦν συντακέντα τῶν νεογνῶν Γιλλόβρωτα αἱ περὶ τὴν λεχὼ ὀνομάζουσιν. Pero Gilo, este antiguo nombre y de mucha más fama, no es con seguridad un demon, ni un hombre transformado súbitamente en una bestia salvaje. Todos los filósofos han negado el cambio de naturaleza, pues una bestia nunca puede convertirse en hombre, ni un hombre transformarse en bestia, ni en un demon, ni en un ángel. Aun sabiendo el nombre de los démones y sus muchos poderes en muchos ámbitos, ni entre los oráculos ni entre los libros fraudulentos de Porfirio me he topado con Gilo. Para mí, un libro apócrifo hebreo inventó ese nombre (…) por tanto, según él (el autor de libro), Gilo es un poder opuesto a la generación y al ser. Esta, dice (el autor del libro), mata a las criaturas que se están gestando y a cuantas se deslizan del seno materno. (…) Por tanto, las que están en torno al lecho llaman a los recién nacidos que se malogran “devorados por Gilo”.

La función de Gelo queda perfectamente definida en estos textos: es la encargada de llevarse a los bebés recién nacidos e, incluso, a los nonatos. La información que más se echa en falta es, quizá, el origen de esta figura, puesto que el único dato relevante nos lo proporciona el término ἀώρως ‘prematuramente’, presente en el texto de la Suda y en Zenobio, Prov. 3.3 38. Es posible entender que el anhelo de acabar con la vida de los infantes está provocado, igual que en el caso de Mormo, por su envidia hacia las otras mujeres que, al contrario que ella, no tuvieron una muerte prematura y pudieron engendrar descendencia. Νos encontramos de nuevo ante una historia de carácter etiológico que intenta dar explicación a las muertes repentinas que azotaban a los recién nacidos en la Antigüedad.

Zen., Prov. 3.3: Γελλὼ παιδοφιλωτέρα: ἐπὶ τῶν ἀώρως τελευτησάντων, ἤτοι ἐπὶ τῶν φιλοτέκνων μὲν, τρυφῇ δὲ διαφθειρόντων αὐτά. Γελλὼ γάρ τις ἦν παρθένος, καὶ ἐπειδὴ ἀώρως ἐτελεύτησε, φασὶν οἱ Λέσβιοι αὐτῆς τὸ φάντασμα ἐπιφοιτᾶν ἐπὶ τὰ παιδία, καὶ τοὺς τῶν ἀώρων θανάτους αὐτῇ ἀνατιθέασι. Μέμνηται ταύτης Σαπφώ. “Gelo, amante de los niños: en referencia a aquellos que mueren prematuramente o a aquellos que aman a los niños pero acaban con ellos por un exceso de cuidados. Pues Gelo era una doncella, y como murió prematuramente, los lesbios dicen que su fantasma visita a los niños, y atribuyen las muertes de los prematuros a ella. La recuerda Safo.” (Γελλὼ παιδοφιλωτέρα Sapph. fr. 178 Campbell).

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Como avancé antes, las discrepancias con respecto a este personaje son mínimas. Una de ellas está presente en el texto de Pselo, en el que el autor utiliza la variante “Gilo”. No parece que este cambio de vocalismo suponga ningún tipo de alteración en su tradición y podría responder únicamente a una variante en la transmisión oral 39. La otra divergencia, por el contrario, muestra un problema mayor. Hesiquio (308 Latte) dice de Gelo: Γ ε λ λ ώ · εἴδωλον Ἐμπούσης τὸ τῶν ἀώρων, τῶν παρθένων Gelo: manifestación de Empusa, propia de los muertos prematuramente y de las doncellas.

Frente a las numerosas noticias que identifican a Empusa con figuras como Hécate o Lamia, Hesiquio es el único autor que relaciona a la devora-hombres con Gelo. Hay que tener en cuenta, además, que la actividad de Empusa como asusta-niños es secundaria, mientras que en Gelo es la principal. Ante la falta de una respuesta certera, cabría proponer dos posibilidades: o bien en época de Hesiquio o de su fuente ya se había asumido como normal a la Empusa asusta-niños y de ahí la confusión con Gelo; o bien, como propone Johnston (1995: 365 n. 10), Hesiquio estaría interpretando a Gelo como especificador de Empusa que serviría, en este caso, como nombre genérico para los monstruos vampíricos o rapta-niños.

Resulta evidente el carácter vengativo de Mormo y Gelo. Ambas, al igual que Lamia, atacan la progenie de otras mujeres en respuesta al sufrimiento que padecen. A pesar de esto, para los griegos estas figuras son muy difusas, más aún en el caso de Empusa y sobre todo de Mormo, ya que no tienen una filiación y una historia muy precisa; ello indica una función bastante limitada a algunos ámbitos, similares a los que rige Hécate, de ahí que se identifiquen con ella en busca de mayor precisión.

2.4. Lamaštu y Lilith Existen tantos folklores en el mundo como culturas hay. Y a pesar de esta gran variedad, la mayoría de los pueblos necesitan dar respuestas a los mismos interrogantes y hechos que tienen lugar en la vida diaria. Por esto, las mitologías de las distintas 39

Esta ligera variación fonética podría ser lo que está detrás de la identificación tanto de Burkert (1992: 82) como de West (1991: 361-368) entre Gelo y el demon del Inframundo sumerio-acadio Gallû. Johnston (1995: 380) no se muestra nada de acuerdo con esta teoría y apunta que Gallû denota un demon masculino responsable de un amplio número de problemas, mientras que Gelo es un personaje femenino con un rol muy específico.

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tradiciones están salpicadas de personajes casi intercambiables entre sí. Como ejemplo de este hecho, me voy a centrar en dos figuras del folklore del Próximo Oriente antiguo cuya función principal es la de asusta-niños y que tienen un claro correlato con las figuras del folklore griego que acabamos de estudiar y que pudieron influir en ellas o responder a un origen similar 40: Lamaštu y Lilith . Lamaštu (también conocida como Labartu 41) es un monstruo de la mitología sumero-acadia, hija del dios del Cielo Anu, que roba niños del vientre de sus madres para matarlos y alimentarse de su sangre y su carne. Se la describe con características físicas animales (cabeza de león, orejas de asno y garras de águila) y con acciones típicamente salvajes (se dice que amamantaba a un lobezno y un lechón y que en cada mano tenía una serpiente) 42. Además, en un texto ritual babilónico traducido por Myhrman (1902: 141-200), se hace referencia a ella con distintos epítetos, entre los que se encuentran “espada que se clava en el cráneo” y “que enciende el fuego” (1.1.1-8), los cuales apuntan a las enfermedades que podían atacar a los niños. Para atajar este problema, el texto indica que debe colocarse una piedra en la garganta del enfermo 43 para, a continuación, pedirle a Lamaštu que no vuelva por esa casa (1.1.10-16). Para hacer el encantamiento efectivo, se la invoca con diferentes nombres de divinidades (Anu, Bel, Ea, Sin, Shamash e Ishtar: 1.2.7-17) y a continuación se realiza un ritual purificador. Para conseguir que finalmente Lamaštu abandone el hogar y retire la enfermedad del niño, hay que entregarle al monstruo todo lo necesario para su viaje: aceite, pan, bebida y sandalias eternas (1.2.32-35). Además, su deseo de sangre adulta masculina queda patente a continuación (1.3.33-36), cuando se lee: “La hija de Anu fue a Bel, su padre, y dijo: «Sobre lo que te he rogado, tráeme, padre, Bel, la carne de hombres (…) la sangre de hombres...»”. El texto continúa con la descripción del monstruo y con encantamientos para evitar la acción de Lamaš tu44. La información que transmite este texto deja ver claramente la relación que este personaje guarda con los del folklore griego ya tratados. Así, Lamaštu cuenta con características vistas en Lamia, Mormo y Gelo –ya que roba a los niños del vientre de sus madres y les chupa la sangre– y en Empusa –los rasgos animales–, y pone de relieve

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Para más información en relación a la figura de asusta-niños en otras culturas ver Erman 1901, Gaster 1942 y Scurlock 1991. 41 Con respecto al nombre de este personaje ver Ungnad 1925. 42 Harper 1985: 4. 43 Más información sobre amuletos contra Lamaštu en Von der Osten 1924: 145-148 y Thureau-Dangin 1921: 161-198. 44 Para un mayor detalle del texto y del ritual que se sigue, vid. West 1990: 324-332.

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el correlato que hay entre ambas tradiciones. Esta relación puede deberse o bien a un nexo histórico o bien a un desarrollo paralelo. Además, que Lamaštu personifique las enfermedades que se llevan a los infantes o a los nonatos no hace más que reforzar la idea de que estos personajes son creados por el género humano para dar explicación a hechos extraños o desagradables. El segundo personaje con el que es posible entablar un paralelismo es Lilith. Esta figura de origen asirio-babilónico, asimilada por el folklore judío, es conocida por su terrible maldad, ejercida contra hombres y contra recién nacidos. En la tradición asiriobabilónica, Lilith era uno de los cuatro vampiros 45 englobados en la categoría de íncubos-súcubos y relacionados con la noche 46. Su epíteto más común era el de “la hermosa doncella” 47, ya que con su belleza atraía a los hombres, a los que no dejaba marchar hasta no haber alcanzado un placer total. Por otro lado, la tradición cuenta también que era incapaz de alimentar a sus hijos, ya que sus pechos no producían leche. Estas dos características ponen de manifiesto el nexo con los personajes griegos estudiados y las singularidades por las que son reconocidas: la imposibilidad de criar a sus hijos y la necesidad de aprovecharse de los hombres. La leyenda de este personaje fue, como antes mencioné, absorbida por el folklore judío, y sobre ella hablan, aunque de modo escueto, el Talmud y los Midrash 48. La historia más famosa que concierne a Lilith se narra en el Alphabetum Siracidis 49e incumbe también a Adán, el primer hombre. Según esta narración, Adán y Lilith – esposa de Adán antes que Eva– fueron creados por Dios a partir del polvo. Ella no estaba dispuesta a someterse al poder que él ejercía sobre ella, por lo que, un día que Adán quería yacer con ella, ésta se negó y se marchó volando –como Mormo– al Mar Rojo, donde se entregó a la promiscuidad y parió más de cien hijos. Dios quería hacerla regresar, y para lograrlo envió a tres ángeles con su petición, pero ella se negó y les dijo que su fin era debilitar y matar a los recién nacidos. Como los ángeles no se daban por vencidos, hizo un trato con ellos: todos aquellos niños que llevaran un amuleto con sus nombres (Senoy, Sansenoy y Semangelof) estarían a salvo.

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Los otros eran: Lillu, Ardat Lili e Irdu Lili. Esto es debido a una etimología equivocada, ya que originariamente eran démones de las tormentas. Sobre este tema ver Meissner 1925: 201. 47 A partir del s. VIII a.C. se la representará como una esfinge alada (Patai 1964: 295). 48 Exégesis de los textos bíblicos –normalmente realizados por rabinos– cuyo fin es hacer más comprensible la lectura de la Torá. 49 Texto medieval anónimo inspirado en el Libro de Sirácides y datado entre el 700 y el 1000 d.C. Es una compilación de dos listas de proverbios, 22 en arameo y 22 en hebreo. La referencia a Lilith se hace en el alfabeto hebreo, en el que los proverbios se usan como pretexto para presentar algunas leyendas. 46

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Parece evidente, pues, que esta figura conecta con Empusa y Lamia por un lado, ya que tenían interés por los hombres, y con Lamia, Mormo y Gelo por otro, dada su especial predilección por los niños.

La pregunta que sería interesante responder con respecto a estos personajes es si unos son deudores de otros o si nacieron de modo independiente como reflejo de la necesidad de cada cultura de dar una explicación a ciertos sucesos. Burkert (1992: 8287) es de la opinión de que los orígenes griegos son rastreables hasta las distintas tradiciones de Oriente Próximo. Johnston (1995: 381), por el contrario, opina que los precedentes orientales no son necesarios para una correcta interpretación del folklore griego. Las semejanzas entre las figuras y las funciones que desempeñan dentro de la sociedad hacen casi imposible determinar con certeza cuál es la respuesta a ese interrogante, ya que ambas posturas son posibles. Lo que parece innegable es la semejanza formal entre los nombres de Lamaštu y Lamia , ya que el segundo parece una adaptación griega del primero 50 que es poco probable que se deba al azar.

2.5. Conclusiones La presente investigación se ha centrado en el estudio de figuras femeninas con características vampíricas que pertenecen al folklore griego: Lamia, Empusa, Mormo y Gelo. Todas ellas tienen un elemento en común: se alimentan de sus víctimas (hombres o niños) y se utilizan como personajes disuasorios ante la mala conducta de los más pequeños. El comportamiento de Lamia, Mormo y Gelo, que tienen como destinatarios principales a los niños, remonta al mismo origen: no haber sido capaces de llevar a término la crianza de sus descendientes, bien porque alguien se lo ha impedido (Lamia), bien porque ella misma acabó con la vida de su progenie (Mormo), o bien porque falleció antes de poder crear una familia (Gelo). Lo cierto es que las cuatro responden a la necesidad de dar una explicación a las muertes prematuras e inesperadas de los recién nacidos, ya que, según la tradición, son ellas las que van a buscarlos para llevárselos. Por supuesto, estos personajes no son exclusivos de la cultura griega, sino que se encuentran paralelismos en tradiciones orientales, como se ha ejemplificado con Lamaštu y Lilith . El folklore es la expresión propia de la cultura de cada pueblo, y como tal, cada personaje que forma parte de esa tradición cuenta con una historia y un fin. Así, hemos 50

Langdon 1964: 416.

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visto cómo Lamia tiene como principal actividad la de asusta-niños (διὰ τοῦτο καὶ τὰς τίτθας ἐκφοβούσας τὰ βρέφη φασὶ καλεῖν ἐπ’ αὐτοῖς τὴν Λάμιαν “Por eso se dice que las nodrizas que dan miedo a los niños invocan contra ellos a Lamia”, Sch. Ar. Pax 758d Koster) y que esto es producto de la venganza de Hera (οὐκ ἔλαθε τὴν Ἥραν… τὰ γινόμενα αὐτῆς τέκνα ἀνῄρει ἀεί “no le pasó inadvertido a Hera, … mataba siempre a los hijos que nacían de ella”, Sch. Ar. Pax 758d). Además, entre sus características se encuentra la de ser un monstruo horrible (δύσμορφον Sch. Ar. Av.). Pero cuenta también con una ocupación secundaria, la de devora-hombres. Según esta versión, sus principales características son sus rasgos animales (θηρίον ᾤκει μέγα καὶ ὑπερφυές “habitaba una fiera de tamaño descomunal”, Ant. Lib. 8.1) y su afición a las víctimas adultas (ἀνήρπαζεν ἐκ τῶν ἀγρῶν τὰ θρέμματα καὶ τοὺς ἀνθρώπους. “solía ir cada día a los campos y se apoderaba de animales y hombres”, Ant. Lib. 8.1). De Empusa nada se dice sobre su origen. En cambio, es una figura más estable que Lamia dentro del folklore griego. Todos parecen estar de acuerdo en que es un demon fantasmal (φάντασμα δαιμονιῶδες, Suda)

y en su capacidad para

metamorfosearse ({Ξα.} δεινόν· παντοδαπὸν γοῦν γίγνεται· / τοτὲ μέν γε βοῦς, νυνὶ δ’ ὀρεύς, τοτὲ δ’ αὖ γυνὴ / ὡραιοτάτη τις. “Ja.: Horrible, y toma toda clase de formas. Antes era un buey, hace un momento un mulo, y ahora es una mujer guapísima.”, Ar. Ra. 289-291). Al contrario de lo que ocurría con Lamia, su principal actividad es la de devora-hombres (τὰ γὰρ καλὰ τῶν σωμάτων καὶ νέα σιτεῖσθαι ἐνόμιζεν, ἐπειδὴ ἀκραιφνὲς αὐτοῖς τὸ αἷμα “pues acostumbraba a comer cuerpos hermosos y jóvenes porque la sangre de éstos era pura”, Philostr. VA. 4.25) y la secundaria la de asustaniños (ὥσπερ παισὶν Ἔμπουσαν “como una Empusa para niños” Plu. Mor. 1101C). Es posible, además, que o bien fuera una enviada de Hécate (ὑπὸ τῆς Ἑκάτης ἐπιπεμπόμενον “enviada por Hécate” Suda), o bien fuera la propia Hécate bajo otro nombre (ἔνιοι δὲ τὴν αὐτὴν τῇ Ἑκάτῃ “algunos la identifican con Hécate”, Suda). Varias fuentes atestiguan su incidencia en la vida cotidiana, tanto de Empusa como de Lamia. Testimonio de ello da Aristófanes en sus comedias, que utiliza a estos personajes como incitación a la risa (Lamia: Av. 1034-1035, Pax 757-758; Empusa: Ra. 285-296, Eccl. 1037-1056). Los dos últimos personajes, Mormo y Gelo, parecen agrupar características de Lamia y Empusa. Por un lado, Mormo tiene en común con la primera su origen: ambas se convirtieron en asusta-niños tras la pérdida de sus hijos (ἣ καταφαγοῦσα αὐτῆς τὰ παιδία “tras comerse a sus propios hijos”, Sch. Ael. Aris.), y con la segunda su 31

capacidad para cambiar de forma (ἐκ δ’[ἑτέρας ἑτέραν] μετεβάλλετ’ ὀπωπάν· “[y su apariencia siempre] estaba cambiando.”, Erinn. fr. 4, 27 Diehl). Su vinculación con un caballo o con un lobo (ésta bajo el nombre de mormolykia) hizo pensar que se podía tratar de una figura genérica que se concretaría en los distintos personajes que comprenden estas características. Gelo, por su parte, a pesar de compartir un gran número de características con el resto de personajes, se distancia en un importante punto: no tiene cualidades vampíricas. Su función es únicamente la de “ matar a las criaturas que se están gestando y a cuantas se deslizan del seno materno” (αὕτη γοῦν τά τε κυοφορούμενα, φησίν, ἀναιρεῖ καὶ ὁπόσα τῆς μήτρας διολισθήσοι, Pselo Opus. 164). Con ella vuelve a surgir la duda en cuanto a la identificación entre estos personajes – como ya pasó entre Lamia y Empusa y entre Empusa y Hécate–, ya que Hesiquio dice de ella que era “la manifestación de Empusa” (εἴδωλον Ἐμπούσης, Hsch. 308). Por lo que se ha visto a través de los diferentes textos, estas figuras femeninas no se ajustan completamente a la noción moderna de “vampiro”. Para los antiguos, estas no eran seres muertos que se mantuvieran vivos alimentándose de la sangre de sus víctimas, sino que fueron sus circunstancias personales las que las llevaron a actuar como se pensaba. Para adquirir una perspectiva más completa sobre todos los aspectos que rodean a las figuras vampíricas del folklore griego, sería conveniente el estudio detallado de otros personajes que cuentan con estas características, como las antiguas Estriges o los Vrykolakas –de época posterior–, además de un estudio comparativo para establecer los posibles paralelos y antecedentes.

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3. APLICACIÓN DIDÁCTICA La presentación en el aula de un tema como las figuras vampíricas no tiene por qué resultar extraño ni ser más complicado que lo que tradicionalmente se ha venido impartiendo. La introducción de contenidos nuevos –sin olvidar el resto, por supuesto– dinamiza y refresca una materia que, mal que nos pese, no se encuentra entre las primeras opciones de los estudiantes cuando llega el momento de elegir itinerario. Por tanto, el renovado interés que desde hace unos años se viene produciendo por las figuras de los vampiros y por personajes con cierto aire siniestro –promovido por novelas juveniles, películas y series– puede ser un buen foco para atraer la atención de los estudiantes. No hay mejor modo para conseguir esto que mostrarles con testimonios las ideas que sobre el tema se tenían en Grecia. Para ello, propongo una selección de textos extraídos de la parte de investigación que narran las características esenciales de estos personajes. Evidentemente, no están pensados para hacerlos todos en un mismo año y su realización dependerá de las condiciones del curso, puesto que la dificultad varía de un texto a otro. Los textos utilizados para el estudio de los personajes son de una complejidad mayor de la que los alumnos de bachillerato pueden abordar, por lo que su adaptación es necesaria. Esta consistirá sobre todo en la supresión de algunos giros o incisos de más dificultad o en la sustitución de algunas formas nominales o verbales por otras más transparentes morfológicamente. Por supuesto, lo que se busca con la adaptación no es desvirtuar el original griego ni inventar lo que no está escrito, sino únicamente hacerlos asequibles al nivel para el que se proponen. De hecho, en ciertas ocasiones, para evitar un cambio mayor en el texto del que nos gustaría, se mantiene inalterado y se añade una nota para que el alumno comprenda el término o la expresión. Los cambios propuestos están pensados para un estado ideal en el que toda –o al menos casi toda– la morfología y la sintaxis básicas han sido impartidas. En el caso de que esto no sea así o de que se quiera adelantar este tema, es posible que sean necesarias más modificaciones. Para resaltar las partes alteradas –ya sea léxico, morfológico o un cambio en el orden de la oración– he utilizado la cursiva, mientras que los superíndices marcan aquellos términos o expresiones que necesitan una aclaración para el alumno y los corchetes señalan las partes omitidas por ser demasiado complejas o por no aportar información relevante. Todos los cambios realizados van acompañados de una justificación que permita comprender mejor las adaptaciones.

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Además de la explicación de los cambios y las indicaciones para los alumnos, incluyo dos apartados más. El primero es una pequeña referencia a los rasgos morfológicos y sintácticos más relevantes de los textos, para facilitar la elección de uno u otro dependiendo de lo que se quiera trabajar. El segundo es una serie de ejercicios que se podrían llevar a cabo a partir del texto (a mayores, claro, de la propia traducción). Todos siguen la misma estructura y con ellos pretendo abordar los contenidos marcados por la Junta de Castilla y León en el Decreto 42/2008 del 5 de junio 51 como obligatorios para la asignatura de Griego I: 1. El análisis morfológico y sintáctico de oraciones extraídas del texto debido a la presencia de elementos destacables. 2. El análisis morfológico de formas verbales o nominales que entrañan cierta complejidad. 3. La enumeración de helenismos, cuyo fin es aumentar el vocabulario del alumno y hacerle consciente de su propia lengua. 4. Preguntas o un pequeño trabajo de investigación que inste a los alumnos a poner en relación el mundo clásico y el actual La realización de este tipo de ejercicios fomentará las siguientes competencias básicas adquiridas en cursos anteriores –y especificadas en el art. 6.2 de la Ley Orgánica 2/2006 del 3 de mayo–: 1. La competencia de comunicación lingüística, adquirida a través de la lectura de textos en griego y español. 2. El tratamiento de la información y competencia digital, practicada con la realización de pequeños ejercicios de investigación. 3. La competencia de aprender a aprender, fomentada con la realización de actividades en casa y de trabajos personales. 4. Autonomía e iniciativa personal, puesta en práctica con la propuesta de trabajos de investigación.

Además de los textos –con los que el alumno podrá tener un contacto directo basado en la lectura y la traducción–, uno de los modos más efectivos de entender cómo veían los antiguos a estos personajes es acercando a los estudiantes las representaciones pictóricas o escultóricas clásicas. Esto, en ocasiones como la que nos ocupa, no es posible en todos los casos, ya que la pertenencia de estos personajes al mundo del 51

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folklore minimiza su presencia en el arte. A pesar de esto, como se señaló en la primera parte de este trabajo, algunas de estas figuras mantuvieron su vigencia en épocas posteriores y algunos artistas decidieron representarlas. Con la utilización de imágenes en el aula, no sólo se consigue que el alumno tenga una visión más clara de lo descrito por los textos, sino que se le proporciona una amplia visión del arte y del legado cultural de la civilización griega. Por tanto, se proponen las imágenes como apoyo a las clases ordinarias y, si se diera la oportunidad, como material para realizar alguna actividad en relación a ellas. Así, las representaciones artísticas permiten poner en práctica dos de los contenidos fundamentales previstos por la junta de Castilla y León en el Decreto 42/2008 del 5 de junio 52, al que ya antes se aludió: 1. La presentación del mundo de las creencias y su proyección en el arte y la vida ordinaria. 2. La visión y valoración de la mujer, ya vista en los textos.

La finalidad principal de mi propuesta es, no solo la enseñanza de la lengua griega a través de textos menos conocidos, sino también mostrar a los alumnos que las civilizaciones, ya sean antiguas o modernas, tienen en sus bases culturales elementos muy similares que nos permiten establecer puntos de contacto.

3.1. Textos propuestos 3.1.1. Lamia Texto 1: Escolio a Aristófanes, Paz 758d Koster. τινὲς λέγουσι ὅτι ἡ Λάμια Βήλου καὶ Λιβύης θυγάτηρ ἦν. φασὶν ταύτης ἐρασθῆναι τὸν Δία, μεταγαγεῖν δὲ αὐτὴν ἀπὸ Λιβύης εἰς Ἰταλίαν. ἔνθεν αὐτῇ συνελθὼν ὁ Ζεὺς οὐκ ἔλαθε τὴν Ἥραν· ἥτις ἑζηλοτυποῦσα τὴν Λάμιαν τὰ γινόμενα1 αὐτῆς τέκνα ἀνῄρει2 ἀεί. ἡ δὲ, ἐπὶ τῷ θανάτῳ αὐτῆς τῶν παιδίων βαρυθυμοῦσα, τὰ τῶν ἄλλων παιδία διὰ φθόνον ὑπέκλεπτε καὶ ἀνῄρει. μυθεύεται3 δὲ ὡς ἄϋπνος αὕτη διατελεῖ βουλήσει Ἥρας, ἵνα4 καὶ ἡμέρας καὶ νύκτας ἐν τῷ πένθει ᾖ. ἕως αὐτὴν ἐλεήσας ὁ Ζεὺς ἀφαιρέτους αὐτῆς τοὺς ὀφθαλμοὺς ἐποίησεν. λέγεται5 δὲ ἐσχηκέναι παρὰ Διὸς καὶ τὸ μεταμορφοῦσθαι6. Anotaciones necesarias para los alumnos: 1. γιγνόμενα: participio de presente del verbo γίγνομαι. 52

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2. ἀνῄρει: imperfecto de indicativo del verbo ἀναιρέω. 3. μυθεύεται: se cuenta que. 4. ἵνα: conjunción final. 5. λέγεται: se dice que. 6. μεταμορφοῦσθαι: metamorfosearse. Justificación de los cambios propuestos: • τινὲς λέγουσι ὅτι ἡ Λάμια Βήλου καὶ Λιβύης θυγάτηρ ἦν (original: λέγεται ἡ Λάμια Βήλου καὶ Λιβύης θυγάτηρ): La introducción de un sujeto y un verbo en forma personal facilitará a los alumnos el primer contacto con el texto, que de otro modo podría resultar demasiado arduo. Además, la oración de ὅτι servirá para repasar las oraciones subordinadas que, a la altura del curso para la que está propuesto este tema, ya se habrán enseñado. • φασὶν ταύτης ἐρασθῆναι τὸν Δία, μεταγαγεῖν δὲ αὐτὴν ἀπὸ Λιβύης εἰς Ἰταλίαν (original: ταύτης ἐρασθῆναι τὸν Δία φασίν, μεταγαγεῖν δὲ αὐτὴν ἀπὸ Λιβύης εἰς Ἰταλίαν, [ἀφ’ ἧς καὶ πόλις ἐν Ἰταλίᾳ Λάμια προσαγορεύεται]): El cambio de lugar del verbo a primera posición en la frase tiene como fin ayudar a los alumnos a identificar el sujeto, presente en la oración anterior. La decisión de omitir la oración final se debe a que no aporta información importante para el mito de Lamia. • ἡ δὲ, ἐπὶ τῷ θανάτῳ αὐτῆς τῶν παιδίων βαρυθυμοῦσα, τὰ τῶν ἄλλων παιδία διὰ φθόνον ὑπέκλεπτε καὶ ἀνῄρει (original: ἡ δὲ ἀποθνησκόντων αὐτῆς τῶν παιδίων βαρυθυμοῦσα τὰ τῶν ἄλλων παιδία διὰ φθόνον ὑποκλέπτουσα ἀνῄρει.): La presencia de dos formas participiales podría confundir al alumno, por eso la forma ἀποθνησκόντων se sustituye por un sintagma preposicional mucho más asequible. Además, se opta por el cambio del participio ὑποκλέπτουσα por una oración coordinada compuesta por dos imperfectos.

Materia abordada en el texto: -Oración de ὅτι (τινὲς λέγουσι ὅτι…). -Verbos contractos en -έω (ζηλοτυπέω, ἀναιρέω, βαρυθυμέω, διατελέω, ποιέω). -Preposiciones, tanto en un sintagma preposicional como de preverbio (ἀπό, εἰς, παρά). -Oración de relativo (ἥτις…) -Oraciones de infinitivo (ταύτης ἐρασθῆναι…; μεταγαγεῖν δὲ…; λέγεται δὲ ἐσχηκέναι…; καὶ τὸ μεταμορφοῦσθαι.) 36

Ejercicios propuestos a partir del texto: 1. Análisis morfológico y sintáctico de las siguientes oraciones: a) τινὲς λέγουσι ὅτι ἡ Λάμια Βήλου καὶ Λιβύης θυγάτηρ ἦν. b) ἡ δὲ, ἐπὶ τῷ θανάτῳ αὐτῆς τῶν παιδίων βαρυθυμοῦσα, τὰ τῶν ἄλλων παιδία διὰ φθόνον ὑπέκλεπτε καὶ ἀνῄρει. 2. Análisis morfológico de las siguientes formas verbales: μεταγαγεῖν συνελθών βαρυθυμοῦσα ἐσχηκέναι 3. Nombra al menos dos helenismos derivados de los siguientes términos: παιδίων (παιδίον, ου “niño”) ὀφθαλμούς (ὀφθαλμός, οῦ “ojo”) 4. ¿Conoces algún personaje de otra cultura que se alimente de niños? ¿Puedes contar algo sobre su origen o su historia?

Texto 2: Antonino Liberal, Metamorfosis 7.1-7. Παρὰ τὰ σφυρὰ τοῦ Παρνασσοῦ ὄρος ἐστίν, ὃ καλεῖται Κίρφις, καὶ ἐν αὐτῷ ἐστιν σπήλαιον ὑπερμέγεθες, ἐν ᾧ θηρίον ᾤκει μέγα καὶ ὑπερφυές, καὶ αὐτὸ οἱ μὲν Λάμιαν ὠνόμαζον, οἱ δὲ Σύβαριν. τοῦτο τὸ θηρίον καθ’ ἡμέραν ἑκάστην ἀνήρπαζεν τὰ θρέμματα καὶ τοὺς ἀνθρώπους. ἤδη δὲ τῶν Δελφῶν βουλευομένων ὑπὲρ ἀναστάσεως καὶ εἰς ἥντινα παρέσονται1 χώραν, ὁ θεὸς ἀπόλυσιν ἐσήμανε2 τῆς συμφορᾶς: ἐκθεῖναι παρὰ τῷ σπηλαίῳ ἕνα κοῦρον τῶν πολιτῶν. ἐπεὶ δὲ αὐτὸν οἱ ἱερεῖς ἀπήγαγον, εἰσδραμὼν καὶ τὴν Σύβαριν ἐκ τῆς κοίτης συναρπάσας παρήνεγκεν εἰς ἐμφανὲς καὶ κατὰ τῶν πετρῶν ἔρριψεν. ἡ δὲ καταφερομένη προσέκρουσε τὴν κεφαλὴν παρὰ τὰ σφυρὰ τῆς Κρίσης. μετὰ δὲ ταῦτα ἐκ τῆς πέτρας ἐκείνης ἀνεφάνη πηγή, καὶ αὐτὴν οἱ ἐπιχώριοι καλοῦσι Σύβαριν· ἐκ ταύτης καὶ Λοκροὶ πόλιν ἐν Ἰταλίᾳ Σύβαριν ἔκτισαν. Anotaciones necesarias para los alumnos: 1. παρέσονται: de πάρειμι. 2. ἐσήμανε: de σημαίνω.

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Justificación de los cambios propuestos: • αὐτὸ οἱ μὲν Λάμιαν ὠνόμαζον, οἱ δὲ Σύβαριν (original: καὶ αὐτὸ Λάμιαν, οἱ δὲ Σύβαριν, ὠνόμαζον): Se ha especificado la correlación οἱ μὲν… οἱ δὲ para que los alumnos la tengan en cuenta y, además, se ha cambiado el verbo de lugar con el fin de que la estructura se vea más fácilmente. • τοῦτο τὸ θηρίον καθ’ ἡμέραν ἑκάστην ἀνήρπαζεν τὰ θρέμματα καὶ τοὺς ἀνθρώπους (original: τοῦτο καθ’ ἡμέραν ἑκάστην τὸ θηρίον [ἐπιφοιτῶν] ἀνήρπαζεν [ἐκ τῶν ἀγρῶν] τὰ θρέμματα καὶ τοὺς ἀνθρώπους): el cambio de posición del sujeto de la oración tiene como fin hacer más clara la sintaxis, al igual que la eliminación del participio y el complemento circunstancial. • ἐκθεῖναι παρὰ τῷ σπηλαίῳ ἕνα κοῦρον τῶν πολιτῶν (original: [εἰ μένοντες ἐθέλοιεν] ἐκθεῖναι παρὰ τῷ σπηλαίῳ ἕνα κοῦρον τῶν πολιτῶν): Se ha prescindido de la oración condicional introducida por εἰ, ya que en el curso para el que se propone el texto no se ha estudiado esta construcción. • μετὰ δὲ ταῦτα ἐκ τῆς πέτρας (original: [καὶ αὐτὴ μὲν τοῦ τραύματος ἀφανὴς ἐγένετο,] ἐκ δὲ τῆς πέτρας): La estructura omitida tiene una complejidad mayor de la que en el primer año de la asignatura los alumnos son capaces de afrontar, mientras que la expresión μετὰ δὲ ταῦτα es recurrente. Materia abordada en el texto: - Genitivo absoluto (τῶν Δελφῶν βουλευομένων). - Oración de relativo (ὃ καλεῖται Κίρφις…; ἐν ᾧ θηρίον…). - Verbos contractos (καλέω, οἰκέω). - Verbos formados con preverbios (ἀνήρπαζεν, παρέσονται, ἀπόλυσιν, ἀπήγαγον, εἰσδραμών,

συναρπάσας,

παρήνεγκεν,

καταφερομένη,

προσέκρουσε,

ἀνεφάνη,

ἔκτισαν). Ejercicios propuestos a partir del texto: 1. Análisis morfológico y sintáctico de las siguientes oraciones: a) Παρὰ τὰ σφυρὰ τοῦ Παρνασσοῦ ὄρος ἐστίν, ὃ καλεῖται Κίρφις, καὶ ἐν αὐτῷ ἐστιν σπήλαιον ὑπερμέγεθες, ἐν ᾧ θηρίον ᾤκει μέγα καὶ ὑπερφυές, καὶ αὐτὸ οἱ μὲν Λάμιαν ὠνόμαζον, οἱ δὲ Σύβαριν. b) ἐπεὶ δὲ αὐτὸν οἱ ἱερεῖς ἀπήγαγον, εἰσδραμὼν καὶ τὴν Σύβαριν ἐκ τῆς κοίτης συναρπάσας παρήνεγκεν εἰς ἐμφανὲς καὶ κατὰ τῶν πετρῶν ἔρριψεν. 38

2. Análisis morfológico de las siguientes formas verbales y nominales: βουλευομένων ἀναστάσεως ἀπήγαγον συναρπάσας 3. Nombra al menos dos helenismos derivados de los siguientes términos: ὄρος (ὄρος, ους “monte”) ἀνθρώπους (ἄνθρωπος, ου “hombre”) πολιτῶν (πολίτης, ου “ciudadano”) πετρῶν (πέτρα, ας “piedra”) κεφαλήν (κεφαλή, ῆς “cabeza”) 4. Trabajo de investigación: utilizando los recursos on-line, ¿qué puedes averiguar sobre los locrios y la ciudad de Síbaris?

Texto 3: Flavio Filóstrato, Vida de Apolonio de Tiana 4.25. οἱ πολλοὶ ᾤοντο1 τὸν Μένιππον ἐρᾶσθαι ὑπὸ γυναίου ξένου, τὸ δὲ γύναιον καλή τε ἐφαίνετο καὶ ἱκανῶς ἁβρὰ καὶ πλουτεῖν ἔφασκεν, ἀλλὰ ἐδόκει πάντα. κατὰ γὰρ τὴν ὁδὸν ἐπὶ Κεγχρεὰς βαδίζοντι, αὐτῷ φάσμα ἐνέτυχε μορφῇ γυναικός. ὁ δὲ Ἀπολλώνιος, ἐς τὸν Μένιππον βλέπων, εἶπεν: „σὺ μέντοι2, ὁ καλὸς καὶ ὑπὸ τῶν καλῶν γυναικῶν θηρευόμενος ὄφιν θάλπεις καὶ σὲ ὄφις, ὅτι3 γυνή σοι” ἔφη „ἐστὶν οὐ γαμετή. ἡ χρηστὴ νύμφη μία τῶν ἐμπουσῶν ἐστιν, ἃς οἱ πολλοὶ λαμίας τε καὶ μορμολυκίας ἡγοῦνται. ἐρῶσι δ’ αὗται σαρκῶν ἀνθρωπείων”. αὕτη ἔμπουσά τε εἶναι ἔφη καὶ πιαίνειν ἡδοναῖς τὸν Μένιππον, τὰ γὰρ καλὰ τῶν σωμάτων καὶ νέα σιτεῖσθαι ἐνόμιζεν4, ἐπειδὴ ἀκραιφνὲς αὐτοῖς τὸ αἷμα. Anotaciones necesarias para los alumnos: 1. ᾤοντο: verbo οἴομαι “creer, pensar”. 2. μέντοι: adverbio formado por la partícula μέν y τοι “sin duda”. 3. ὅτι: conjunción con valor causal “porque”. 4. ἐνόμιζεν: en este contexto “soler, tener costumbre de”. Justificación de los cambios realizados: • οἱ πολλοὶ ᾤοντο τὸν Μένιππον ἐρᾶσθαι ὑπὸ γυναίου ξένου (original: ἐρᾶσθαι δὲ τὸν Μένιππον οἱ πολλοὶ ᾤοντο ὑπὸ γυναίου ξένου): El cambio de posición de los 39

términos en el texto tiene como fin ayudar a los alumnos a identificar de un modo más sencillo los elementos que forman la oración. • ἀλλὰ ἐδόκει πάντα (original: [οὐδὲν δὲ τούτων ἄρα ἀτεχνῶς ἦν], ἀλλὰ ἐδόκει πάντα): La oración omitida es totalmente prescindible y su presencia no haría más que dificultar a los estudiantes su análisis y traducción. • κατὰ γὰρ τὴν ὁδὸν ἐπὶ Κεγχρεὰς βαδίζοντι, αὐτῷ φάσμα ἐνέτυχε μορφῇ γυναικός (original: κατὰ γὰρ τὴν ὁδὸν τὴν ἐπὶ Κεγχρεὰς βαδίζοντι αὐτῷ μόνῳ φάσμα ἐντυχὸν γυνή): Las adaptaciones en este caso buscan simplificar la sintaxis intentando no desvirtuar, en la medida de lo posible, el texto original. • ὁ δὲ Ἀπολλώνιος, ἐς τὸν Μένιππον βλέπων, εἶπεν (original: ὁ δὲ Ἀπολλώνιος [ἀνδριαντοποιοῦ δίκην] ἐς τὸν Μένιππον βλέπων [ἐζωγράφει τὸν νεανίαν καὶ ἐθεώρει, καταγνοὺς δὲ αὐτὸν] „σὺ μέντοι“ εἶπεν): La oración previa a la intervención del personaje era demasiado larga y compleja; además, no contenía ninguna información relevante para la historia. • ὅτι γυνή σοι” ἔφη „ἐστὶν οὐ γαμετή. ἡ χρηστὴ νύμφη μία τῶν ἐμπουσῶν ἐστιν, ἃς οἱ πολλοὶ λαμίας τε καὶ μορμολυκίας ἡγοῦνται (original: [θαυμάσαντος δὲ τοῦ Μενίππου] “ὅτι γυνή σοι” ἔφη “ἐστὶν οὐ γαμετή. [ὡς δὲ γιγνώσκοιτε, ὃ λέγω] ἡ χρηστὴ νύμφη μία τῶν ἐμπουσῶν ἐστιν, ἃς λαμίας τε καὶ μορμολυκίας οἱ πολλοὶ ἡγοῦνται): La omisión de las interrupciones durante el diálogo busca proporcionar al alumno un texto adaptado a su nivel de griego y a sus posibilidades. • ἐρῶσι δ’ αὗται σαρκῶν ἀνθρωπείων (original: ἐρῶσι δ’ αὗται [καὶ ἀφροδισίων μέν], σαρκῶν [δὲ μάλιστα] ἀνθρωπείων [ἐρῶσι καὶ παλεύουσι τοῖς ἀφροδισίοις, οὓς ἂν ἐθέλωσι δαίσασθαι]): Las secciones eliminadas de esta oración contienen elementos de contenido sexual que puede no ser adecuado para una clase con alumnos adolescentes.

Materia abordada en el texto: -Voz pasiva (ὑπὸ τῶν καλῶν γυναικῶν θηρευόμενος). -Valor causal de ὅτι (ὅτι γυνή σοι ἐστὶν οὐ γαμετή). -Oraciones de infinitivo (οἱ πολλοὶ ᾤοντο τὸν Μένιππον ἐρᾶσθαι…; καὶ πλουτεῖν ἔφασκεν…; ἔμπουσά τε εἶναι…; καὶ πιαίνειν ἡδοναῖς…; καὶ νέα σιτεῖσθαι…). Ejercicios propuestos a partir del texto: 1. Analiza morfológica y sintácticamente las siguientes oraciones: 40

a) οἱ πολλοὶ ᾤοντο τὸν Μένιππον ἐρᾶσθαι ὑπὸ γυναίου ξένου, τὸ δὲ γύναιον καλή τε ἐφαίνετο καὶ ἱκανῶς ἁβρὰ καὶ πλουτεῖν ἔφασκεν, ἀλλὰ ἐδόκει πάντα. b) σὺ μέντοι, ὁ καλὸς καὶ ὑπὸ τῶν καλῶν γυναικῶν θηρευόμενος ὄφιν θάλπεις καὶ σὲ ὄφις, ὅτι γυνή σοι ἐστὶν οὐ γαμετή. 2. Analiza morfológicamente las siguientes formas: ἐρᾶσθαι μία ἐπικειμένου 3. Enumera los helenismos que conozcas derivados de las siguientes palabras: γυναικός (γυνή γυναικός “mujer”) ξένου (ξένος, η, ον “extranjero”) καλή (καλός, ή, όν “bonito”) σωμάτων (σῶμα, ατος “cuerpo”) 4. ¿Conoces alguna novela o película que trate el tema de los vampiros? ¿En qué se parecen y en qué se diferencian de la figura que describe este texto?

3.1.2. Empusa Texto 1: Suda 1049 Adler. Ἔμπουσα: φάντασμα δαιμονιῶδες ὑπὸ τῆς Ἑκάτης ἐπιπεμπόμενον καὶ φαινόμενον τοῖς δυστυχοῦσιν. τινὲς δοκοῦσι αὐτὴν πολλὰς μορφὰς ἀλλάσσειν1. οἱ Ἕλληνες ταύτην ἑκάλεον Ἔμπουσαν, ἢ ὅτι τὸν ἕτερον πόδα χαλκοῦν εἶχε, ἢ ὅτι ἀπὸ σκοτεινῶν τόπων ἐφαίνετο2 τοῖς μυουμένοις. δοκεῖ δὲ καὶ ταῖς μεσημβρίαις φαντάζεσθαι, ὅταν3 τοῖς κατοιχομένοις ἐναγίζωσιν. ἔνιοι δὲ αὐτὴν τῇ Ἑκάτῃ ἀλλοδοξοῦσι4. Anotaciones necesarias para los alumnos: 1. ἐφαίνετο: en voz media “hacerse visible, mostrarse”. 2. ἔνιοι: pronombre indefinido “algunos”. 3. ὅταν: introduce una oración temporal que indica repetición. 4. ἀλλοδοξοῦσι: verbo ἀλλοδοξέω. Justificación de los cambios realizados: • τινὲς δοκοῦσι αὐτὴν πολλὰς μορφὰς ἀλλάσσειν (original: ὃ δοκεῖ πολλὰς μορφὰς ἀλλάσσειν): La presencia de un verbo impersonal podría causar confusión en los alumnos, por lo que he optado por un verbo personal con un sujeto explícito. 41

• οἱ Ἕλληνες ταύτην ἑκάλεον Ἔμπουσαν, ἢ ὅτι τὸν ἕτερον πόδα χαλκοῦν εἶχε (original: Ἔμπουσα [δὲ παρὰ τὸ ἑνὶ ποδίζειν], ἤγουν τοῦ τὸν ἕτερον πόδα χαλκοῦν ἔχειν): El cambio en la primera parte se debe a que la oración original contenía un juego de palabras con el verbo ποδίζειν y el significado del nombre de Empusa que los alumnos no entenderían. En la segunda parte, el texto presentaba la partícula ἤγουν acompañada por un infinitivo, lo que podría ser demasiado difícil. Además, con el uso de las dos conjunciones disyuntivas se deja más clara la correlación entre las oraciones. • ἔνιοι δὲ αὐτὴν τῇ Ἑκάτῃ ἀλλοδοξοῦσι (original: ἔνιοι δὲ τὴν αὐτὴν τῇ Ἑκάτῃ): La adición del verbo se hace casi obligatoria, ya que es complicado que solo por el contexto los alumnos comprendan el significado de la oración.

Materia abordada en el texto: -Voces media y pasiva (ἐπιπεμπόμενον, φαινόμενον) -Oraciones de ὅτι (ἢ ὅτι τὸν ἕτερον…; ἢ ὅτι ἀπὸ σκοτεινῶν…) -Participios sustantivados (τοῖς δυστυχοῦσιν, τοῖς κατοιχομένοις, τοῖς μυουμένοις) Ejercicios propuestos a partir del texto: 1. Análisis morfológico y sintáctico de las siguientes oraciones: a) Ἔμπουσα: φάντασμα δαιμονιῶδες ὑπὸ τῆς Ἑκάτης ἐπιπεμπόμενον καὶ φαινόμενον τοῖς δυστυχοῦσιν b) οἱ Ἕλληνες ταύτην ἑκάλεον Ἔμπουσαν, ἢ ὅτι τοῦ τὸν ἕτερον πόδα χαλκοῦν εἶχε, ἢ ὅτι ἀπὸ σκοτεινῶν τόπων ἐφαίνετο τοῖς μυουμένοις. 2. Análisis morfológico de las siguientes formas: ἐπιπεμπόμενον ἕτερον ἐνήγιζον 3. Enumera algún helenismo derivado de los siguientes términos: μορφάς (μορφή ῆς “forma”) πόδα (πούς ποδός “pie”) τόπων (τόπος, ου “lugar”) 4. Nosotros solemos llamar “griegos” a los habitantes de Grecia, ¿por qué aquí se usa el término “helenos”? ¿Qué diferencia hay entre ambas denominaciones?

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5. Trabajo de investigación: Averigua todo lo que puedas sobre Hécate. ¿De qué es diosa? ¿Quiénes son sus padres? ¿Cuáles son sus atributos? ¿Puedes contar algún pasaje destacado de su biografía mítica?

Texto 2: Aristófanes Ra. 285-296 {Ξα.} νὴ τὸν Δία1. καὶ μὴν2 αἰσθάνομαι ψόφου τινός. (285) {Δι.} ποῦ; ποῦ ’στιν; {Ξα.} ὄπισθεν. {Δι.} ἐξόπισθέ νυν ἴθι3. {Ξα.} ἀλλ’ ἐστὶν ἐν τῷ πρόσθε. {Δι.} πρόσθε νυν ἴθι. {Ξα.}καὶ μὴν ὁρῶ νὴ τὸν Δία θηρίον μέγα. {Δι.}ποῖόν τι; {Ξα.} δεινόν· παντοδαπὸν γοῦν γίγνεται4· τοτὲ μὲν βοῦς, νυνὶ5 δ’ ὀρεύς, τοτὲ δὲ γυνὴ (290) κaλλíστη τις. {Δι.} ποῦ ’στι; ἐπ’ αὐτὴν εἶμι. {Ξα.} ἀλλ’ οὐκέτι γυνή ’στιν, ἀλλ’ ἤδη κύων. {Δι.}Ἔμπουσα τοίνυν6 ἐστί. {Ξα.} πυρὶ γοῦν λάμπεται πàν τὸ πρόσωπον. {Δι.} καὶ σκέλος χαλκοῦν ἔχει; {Ξα.}νὴ τὸν Ποσειδῶ7, καὶ βολίτινον8 τὸ ἕτερον. (295) {Δι.} ποῖ τρέψω; {Ξα.} ποῖ δ’ ἐγώ; Indicaciones necesarias para los alumnos: 1. νὴ τὸν Δία: expresión coloquial “¡Por Zeus!”. 2. καὶ μὴν: precisamente. 3. ἴθι: imperativo del verbo εἶμι “ir”. 4. γίγνεται: aquí “tornarse”. 5. νυνὶ: adverbio equivalente a νῦν. 6. τοίνυν: entonces. 7. νὴ τὸν Ποσειδῶ: expresión coloquial “¡Por Posidón!”. 8. βολίτινον: término cómico traducible por “de boñiga de vaca”. Justificación de los cambios realizados: • τοτὲ μὲν βοῦς, νυνὶ δ’ ὀρεύς, τοτὲ δὲ γυνὴ κaλλíστη τις (original: τοτὲ μέν [γε] βοῦς, νυνὶ δ’ ὀρεύς, τοτὲ δ’ [αὖ] γυνὴ ὡραιοτάτη τις): Las partículas de este texto no son conocidas por los alumnos, y puesto que es posible la traducción del mismo sin su presencia, se ha optado por eliminarlas, facilitando su comprensión. Por el mismo motivo se ha sustituido el término ὡραιοτάτη por uno ya sabido. 43

• ποῦ ’στι; ἐπ’ αὐτὴν εἶμι (original: ποῦ ’στι; [φέρ’] ἐπ’ αὐτὴν ἴω): La eliminación de la interjección y la sustitución del subjuntivo por el indicativo responde a la necesidad de presentar a los alumnos un texto que puedan traducir por sí mismos. • πυρὶ γοῦν λάμπεται πὰν τὸ πρόσωπον (original: πυρὶ γοῦν λάμπεται ἅπαν τὸ πρόσωπον.): Se ha sustituido ἅπαν por πάν para evitar introducir a los estudiantes un término nuevo y que practiquen con los ya estudiados en clase. • νὴ τὸν Ποσειδῶ, καὶ βολίτινον τὸ ἕτερον. (original: νὴ τὸν Ποσειδῶ, καὶ βολίτινον θἄτερον, [σάφ’ ἴσθι]): La contracción que utiliza el autor en θἄτερον se escapa de los conocimientos del alumno, por lo que presentar el término no contracto parece más adecuado. Por otro lado, la parte eliminada tiene quizá un tono demasiado coloquial para lo que los alumnos están acostumbrados. • ποῖ τρέψω; (original: ποῖ δῆτ’ ἂν τραποίμην;): El optativo aoristo medio τραποίμην acompañado de la partícula ἄν es materia demasiado avanzada para este nivel, de ahí el cambio a un futuro de indicativo.

Materia abordada en el texto: -Interrogativos (ποῦ, ποῖον, ποῖ). -Adverbios de lugar (ὄπισθεν, ἐξόπισθε, πρόσθε). -Introducción al fenómeno de la aféresis (ποῦ ᾿στιν, γυνή ᾿στιν) y la elisión (ἀλλ’ ἐστίν, δ’ ὀρεύς, ἐπ’ αὐτήν, ἀλλ’ οὐκέτι, ἀλλ’ ἤδη, δ’ ἐγώ). Ejercicios propuestos a partir del texto: 1. Análisis morfológico y sintáctico de las siguientes oraciones: a) καὶ μὴν αἰσθάνομαι ψόφου τινός. b) δεινόν· παντοδαπὸν γοῦν γίγνεται· τοτὲ μὲν βοῦς, νυνὶ δ’ ὀρεύς, τοτὲ δ’ γυνὴ καλλίστη τις. 2. Análisis morfológico de las siguientes formas: Δία καλλίστη ἕτερον 3. Enumera algún helenismo derivado de los siguientes términos: γυνή (γυνή γυναικός “mujer”) πυρί (πῦρ πυρός “fuego”)

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4. Trabajo de investigación: ¿Quién es Aristófanes? ¿En qué época vivió? ¿Qué tipo de obras escribía y cuáles son las más importantes?

Texto 3: Demóstenes Sobre la Corona 130. Αἰσχίνης χθὲς μὲν οὖν καὶ πρώην1 ἅμ’ Ἀθηναῖος καὶ ῥήτωρ γέγονεν, καὶ δύο συλλαβὰς προσθεὶς τὸν μὲν πατέρ’ ἀντὶ Τρόμητος ἐποίησεν Ἀτρόμητον. τὴν δὲ μητέρα Γλαυκοθέαν, ἣν Ἔμπουσαν πάντες ἐκάλουν, δηλονότι2 ταύτης τῆς ἐπωνυμίας τυχοῦσα ἐκ3 τοῦ πάντα ποιεῖν καὶ πάσχειν. Indicaciones necesarias para los alumnos: 1. μὲν οὖν καὶ πρώην: αyer o anteayer. 2. δηλονότι: δηλον-ότι evidentemente. 3. ἐκ: Aquí sentido figurado “por, a partir de”. Justificación de los cambios realizados: • Αἰσχίνης χθὲς μὲν οὖν καὶ πρώην ἅμ’ Ἀθηναῖος καὶ ῥήτωρ γέγονεν (original: [οὐδὲ γὰρ ὧν ἔτυχεν ἦν, ἀλλ’ οἷς ὁ δῆμος καταρᾶται. ὀψὲ γάρ ποτε—ὀψὲ λέγω;] χθὲς μὲν οὖν καὶ πρώην ἅμ’ Ἀθηναῖος καὶ ῥήτωρ γέγονεν): La frase inicial del párrafo no sitúa a los alumnos en el contexto y tampoco añade información imprescindible, de ahí su supresión. Además, era necesario añadir un sujeto explícito que indicara de quién se está hablando. • τὴν δὲ μητέρα Γλαυκοθέαν, ἣν Ἔμπουσαν πάντες ἐκάλουν (original: τὴν δὲ μητέρα [σεμνῶς πάνυ] Γλαυκοθέαν, ἣν Ἔμπουσαν ἅπαντες [ἴσασι] καλουμένην): Este texto presenta una complejidad un tanto elevada, de ahí que se eliminen todos los elementos que no aportan datos relevantes. El cambio en la parte final es para evitar una sintaxis que podría ser demasiado avanzada para los alumnos en este nivel. • δηλονότι ταύτης τῆς ἐπωνυμίας τυχοῦσα ἐκ τοῦ πάντα ποιεῖν καὶ πάσχειν (original: ἐκ τοῦ πάντα ποιεῖν καὶ πάσχειν δηλονότι [ταύτης τῆς] ἐπωνυμίας τυχοῦσαν): La reorganización de la oración busca una mayor claridad sintáctica.

Materia abordada en el texto: -Numerales y su declinación (δύο) -Adverbios de tiempo (χθές, πρώην)

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Ejercicios propuestos a partir del texto: 1. Análisis morfológico y sintáctico de la siguiente oración: a) τὴν δὲ μητέρα Γλαυκοθέαν, ἣν Ἔμπουσαν πάντες ἐκάλουν, δηλονότι ταύτης τῆς ἐπωνυμίας τυχοῦσα ἐκ τοῦ πάντα ποιεῖν καὶ πάσχειν. 2. Análisis morfológico de las siguientes formas: προσθεὶς τυχοῦσα 3. Enumera helenismos derivados de los siguientes términos: ῥήτωρ (ῥήτωρ, ορος “orador”) δύο (δύο δυοῖν “dos”) πατέρα (πατήρ πατρός “padre”) μητέρα (μήτηρ μητρός “madre”) 4. Trabajo de investigación: ¿qué puedes contar sobre el autor del texto, Demóstenes? ¿Y sobre Esquines, el protagonista?

3.1.3. Mormo y Gelo Texto 1: Escolio a Elio Aristides (102.5 Dindorf) Τινὲς λέγουσι ὅτι ἡ Μορμὼ Κορινθία ἦν, ἣ καταφαγοῦσα1 αὐτῆς τὰ παιδία ἐν ἑσπέρᾳ ἀνέπτη κατά τινα πρόνοιαν2. καὶ τοίνυν3 ὅτε αἱ γυναῖκες βούλονται τὰ σφῶν4 παιδία φοβῆσαι, ἐπιβοῶσι5 Μορμώ. Indicaciones necesarias para los alumnos: 1. καταφαγοῦσα: participio de aoristo activo nom. sg. f. de κατεσθίω “comer”. 2. πρόνοιαν: en este contexto “premeditación” 3. καὶ τοίνυν: así pues. 4. σφῶν: genitivo de σφᾶς, pronombre reflexivo 3ª p. pl. 5. ἐπιβοῶσι: verbo ἐπιβοάω. Justificación de los cambios realizados: • Τινὲς λέγουσι ὅτι ἡ Μορμὼ Κορινθία ἦν (original: ἡ δὲ Μορμὼ Κορινθία ἦν): Añadir un sujeto explícito ayuda a los alumnos con el comienzo de frase. Además, el verbo λέγουσι permite la utilización de una oración de ὅτι y, por tanto, la práctica de éstas.

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• καὶ τοίνυν ὅτε αἱ γυναῖκες βούλονται τὰ σφῶν παιδία φοβῆσαι (original: καὶ τοίνυν ὅτε βούλονται τὰ σφῶν παιδία αἱ γυναῖκες φοβῆσαι): El cambio de posición del sujeto ayuda a que la oración tenga una estructura más clara para los estudiantes.

Materia abordada en el texto: - Oraciones completivas (τινὲς λέγουσι ἡ δὲ Μορμὼ Κορινθία εἶναι). - Oraciones de relativo (ἣ καταφαγοῦσα αὐτῆς…) - Oraciones subordinadas temporales (ὅτε αἱ γυναῖκες βούλονται…) Ejercicios propuestos a partir del texto: 1. Análisis morfológico y sintáctico de las siguientes oraciones: a) Τινὲς λέγουσι ὅτι ἡ Μορμὼ Κορινθία ἦν, ἣ καταφαγοῦσα αὐτῆς τὰ παιδία ἐν ἑσπέρᾳ ἀνέπτη κατά τινα πρόνοιαν. b) καὶ τοίνυν ὅτε αἱ γυναῖκες βούλονται τὰ σφῶν παιδία φοβῆσαι, ἐπιβοῶσι Μορμώ. 2. Análisis morfológico de las siguientes formas: ἀνέπτη ἐπιβοῶσι 3. Enumera helenismos derivados de los siguientes términos: παιδία (παιδίον, ου “hijo”) γυναῖκες (γυνή γυναικός “mujer”) φοβῆσαι (φοβέω “infundir miedo”) 4. ¿Qué otros personajes conoces que se puedan comparar con la actividad de Mormo de infundir miedo en los niños?

Texto 2: Pselo, Opúsculos 164 O’Meara. Ἡ δέ γε Γελλώ οὔτε δαίμων τίς1 ἐστιν οὔτε ἄνθρωπος εἰς ἄγριον θηρίον μετενεχθείς· καὶ οὔτε θηρίον ποτ’2 εἰς ἄνθρωπον οὔτε μὴν ἄνθρωπος εἰς θῆρα μετηνέχθη 3, ἀλλ’ οὔτε εἰς δαίμονα οὔτε εἰς ἄγγελον. αὕτη γοῦν τά τε κυοφορούμενα, φησίν, ἀναιρεῖ καὶ ὁπόσα τῆς μήτρας διολισθήσοι τοὺς γοῦν ἀτελέςτους νεογμοὺς “Γελλοβρώτους”4 ὀνομάζουσιν. Indicaciones necesarias para los alumnos: 1. τίς: indefinido con acento agudo porque la siguiente palabra es enclítica. 2. ποτ’: “alguna vez”. En español la oración de οὔτε requiere una traducción por “nunca”. 47

3. μετηνέχθη: de μετα-φέρω. Es un aoristo indicativo 3ª p. sg. En este contexto es un aoristo gnómico con el significado de “convertirse”. 4. Γελλοβρώτους: de Γελλω + βρωτός “comidos por Gelo”.

Justificación de los cambios realizados: • Ἡ δέ γε Γελλώ, οὔτε δαίμων τίς ἐστιν οὔτε ἄνθρωπος εἰς ἄγριον θηρίον μετηνεχθείς· (original: Ἡ δέ γε Γιλλώ, [τοῦτο δὴ τὸ ἀρχαῖον καὶ πολυθρύλλητον ὄνομα], οὔτε δαίμων τίς ἐστιν οὔτε ἄνθρωπος [ἀθρόον] εἰς ὠμότητα θηρίου μετηνεχθείς): La variante Γιλλώ que utiliza el autor en el texto podría resultar extraña para el alumno, por eso he preferido cambiarla por la estándar. Las partes omitidas no aportaban información relevante y hacían el texto demasiado complejo. • καὶ οὔτε θηρίον ποτ’ εἰς ἄνθρωπον οὔτε μὴν ἄνθρωπος εἰς θῆρα μετενέχθη, ἀλλ’ οὔτε εἰς δαίμονα οὔτε εἰς ἄγγελον (original: [ἀπείρηται γὰρ πᾶσι φιλοσόφοις τῶν φύσεων ἡ μετάβασις,] καὶ οὔτε θηρίον ποτ’ [ἂν ἐξανθρωπισθείη] οὔτε μὴν ἄνθρωπος εἰς θῆρα μετενεχθείη, ἀλλ’ οὔτε εἰς δαίμονα οὔτε εἰς ἄγγελον.): La oración es totalmente comprensible sin el comienzo, cuya sintaxis resulta un poco ardua en el nivel para el que está pensado el texto. Lo mismo ocurre con el verbo ἐξανθρωπισθείη acompañado de la partícula ἄν, por lo que opté por un sintagma preposicional adecuado a los conocimientos del alumno. • (original: [ὀνόματα δὲ δαιμόνων καὶ δυνάμεις αὐτῶν πολλάς τε καὶ ἐν πολλοῖς γνοὺς οὔτε παρὰ τοῖς λογίοις οὔτε παρὰ ταῖς ἀγυρτικαῖς βίβλοις τοῦ Πορφυρίου τῇ Γιλλῷ ἐντετύχηκα. ἀπόκρυφον δέ μοι βιβλίον Ἑβραϊκὸν τοῦτο τὸ ὄνομα προσέπλασεν. ὁ δὲ τὸ βιβλίον γράψας τὸν Σολομῶντα ποιεῖται ὑπόθεσιν (…) ἔστι γοῦν παρ’ αὐτῷ ἡ Γιλλὼ δύναμίς τις πρὸς τὰς γενέσεις καὶ τὰς οὐσίας ἀντίθετος.]): Todo este segmento ha sido eliminado por su falta de interés para la narración del mito de Gelo. • τοὺς γοῦν ἀτελέςτους νεογμοὺς “Γελλοβρώτους” ὀνομάζουσιν (original: τὰ γοῦν συντακέντα τῶν νεογνῶν Γιλλόβρωτα [αἱ περὶ τὴν λεχὼ] ὀνομάζουσιν.): Las modificaciones de esta frase están motivadas por las mismas razones que las anteriores, la dificultad que supone el texto en su versión original. Así, el genitivo partitivo τῶν νεογνῶν ha sido sustituido por una expresión más asequible para los estudiantes. Materia abordada en este texto:

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-Participio sustantivado (τὰ κυοφορούμενα) -Oraciones correlativas οὔτε…, οὔτε (οὔτε δαίμων τίς ἐστιν οὔτε ἄνθρωπος; οὔτε θηρίον ποτ’ εἰς ἄνθρωπον οὔτε μὴν ἄνθρωπος; οὔτε εἰς δαίμονα οὔτε εἰς ἄγγελον). Ejercicios propuestos a partir del texto: 1. Análisis morfológico y sintáctico de las siguientes oraciones: a) Ἡ δέ γε Γελλώ, οὔτε δαίμων τίς ἐστιν οὔτε ἄνθρωπος εἰς ἄγριον θηρίον μετηνεχθείς. b) αὕτη γοῦν τά τε κυοφορούμενα, φησίν, ἀναιρεῖ καὶ ὁπόσα τῆς μήτρας διολισθήσοι. 2. Análisis morfológico de las siguientes formas: κυοφορούμενα ἀναιρεῖ 3. Enumera algún helenismo derivado de los siguientes términos: ἄνθρωπος (ἄνθρωπος, ου “hombre”) ὀνομάζουσιν (ὀνομάζω “nombrar”) 4. ¿Conoces ejemplos de alguna criatura que tenga el poder de metamorfosearse de hombre a bestia? ¿Podrías indicar su origen o algún detalle sobre su historia?

3.2. Iconografía Las representaciones artísticas, tanto antiguas como modernas, de las figuras vistas en los textos pueden ayudar al alumno a comprender mejor de qué tipo de personajes se habla. Además, la variedad de épocas y estilos proporcionará al estudiante una amplia visión del arte pictórico y escultórico y puede, incluso, llegar a despertar su interés por esta materia. En el caso de Mormo y Gelo ha sido imposible encontrar imágenes ni clásicas ni posteriores.

3.2.1. Lamia De los personajes estudiados, Lamia es la única que fue representada tanto en el mundo antiguo –al menos de la iconografía conservada– como en épocas posteriores. Su pertenencia al ámbito folklórico hace que en ocasiones se dude de su identificación, pero a continuación se proponen algunas que podrían corresponderse con ella:

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a) Representaciones clásicas 53:

Obra: Representación de Lamia sobre enócoe Época: h. 500 a.C Localización

actual:

Staatliche

Museen (Berlín) Origen: Cámiros En

esta

imagen

aparece

representada una mujer peluda y desnuda que se enfrenta a una esfinge grotesca que escupe fuego. A pesar de que los expertos están de acuerdo en que la mujer de la 54

izquierda es Lamia , no parece estar desempeñando ninguna de las actividades que tradicionalmente se asocian con su figura: asusta-niños o devora-hombres. Además, en ningún texto se dice que todo su cuerpo esté cubierto de pelo o que tenga alguna relación con la Esfinge.

Obra: Representación de Lamia en lécito Época: h. 500 a.C Localización

actual:

desconocida. Origen: Eretria En esta imagen, una mujer

desnuda

se

encuentra atada a una palmera mientras es atacada por sátiros con látigos, que le atan su lengua y le queman el vello púbico. De nuevo, los estudiosos están de acuerdo en que se está representando a Lamia 55, a pesar de que no es visible ninguno de sus rasgos característicos y los textos conservados no 53

Imágenes extraídas de LIMC VI 1. Vermeule 1979: 223 n. 2, Reho-Bumkalova 1983: 53-60. 55 Ver nota anterior. 54

50

mencionan que hubiera sufrido algún tipo de castigo por parte de otra criatura. Podría tratarse de una venganza de las figuras masculinas (los sátiros) que encarnan el deseo sexual y el acoso contra su contrapartida femenina; parece probable que sea una escena procedente de algún drama satírico, que tenía como personaje a Lamia o a una mujer con rasgos similares. Obra: escifo Época: s. IV a.C Localización

actual:

Colección privada Origen: Desconocido Este vaso muestra a una

mujer

peluda

persiguiendo a quien parece ser un viajero que ha dejado caer su equipaje y corre hacia un árbol donde otros dos se han refugiado, después de haber abandonado su arado. A pesar de que físicamente no concuerda con ninguna descripción conocida, la escena recuerda el testimonio de Antonino Liberal en Met. 8, en la que Lamia solía ir a los campos para raptar hombres y animales. Se trata de una imagen bastante graciosa, propia del cómic o de los dibujos animados, lo que puede ayudar para motivar a los alumnos. b) Representaciones posteriores: Autor: Edward Topsell (c. 1572 – 1625) Año: 1607 Título: Lamia 56 Edward Topsell, en su obra La historia de las vestidas con cuatro

patas

(1658:

360),

acompaña esta imagen con la siguiente descripción: “Dotada de un bello rostro de mujer y formas

muy

grandes

y

56

Imagen extraída de la Digital Library de la Universidad de Houston: http://digital.lib.uh.edu/collection/p15195coll18/item/156

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hermosas en sus pechos. Cuando ve a un hombre le muestra sus senos y, seduciéndolo con la hermosura de éstos, lo invita a que se acerque a conversar, y así, cuando lo tiene a su alcance, lo mata y lo devora”. En esta actualización de la leyenda, Lamia se ha convertido en una figura cuadrúpeda con garras en las patas delanteras y pezuñas en las patas traseras. La obra del británico John William Waterhouse (1849-1917) recibió una gran influencia de la mitología y literatura griegas, y muestra de ello dan las dos obras que tienen como protagonista a Lamia. En ellas, la mujer aparece como una bella doncella sin dar signos de las oscuras actividades que, según los antiguos, gustaba en practicar, lo que puede hacer pensar que esta imagen se corresponde con los momentos anteriores a su transformación en un ser monstruoso o que al autor le interesa más el aspecto sensual que el siniestro.

Año: 1905.

Año: 1909.

Título: Lamia.

Título: Lamia.

52

Autor: Herbert Draper (1864-1920). Año: 1909. Título: Lamia. Al igual que Waterhouse, Herbert Draper fue un artista fuertemente influido por la civilización griega, y entre sus numerosas obras con temas clásicos se encuentra una que representa a Lamia. Nada en su aspecto físico o en su actitud tranquila y pensativa hace sospechar que el pintor esté representando a la violenta Lamia, sino más bien a la mujer que acaba de perder a sus hijos.

Autor: Josu Goñi Etxabe. Año: 2007. Título: Lamia 57. La

escultura

está

situada

en

Mondragón, un pueblo de Guipúzcoa, y representa la versión de la figura de Lamia del folklore vasco, que se caracteriza por tener la parte superior del cuerpo de una bella mujer y la parte inferior de un pato, como una particular sirena. La obra reproduce la actividad más común de la Lamia en esta mitología: cepillarse el pelo junto a un estanque. 3.2.2. Empusa De este personaje, al igual que de Mormo y Gelo, no hay constancia de ningún tipo de representación artística, ni clásica ni moderna. Pero lo que sí hay es una figura de un videojuego inspirada en ella y que lleva su nombre. Con ello se llamará la atención a los alumnos sobre la influencia clásica que se observa en muchos videojuegos. 57

El nombre de esta figura aparece también en la mitología vasca y se refiere a un genio de figura de mujer, salvo las piernas, que son como patas de gallina. Suele vivir en cuevas, pozos o al lado de manantiales y estanques, y su principal ocupación es hacer la colada y peinarse. Si un labrador le deja ofrendas, ellas se encargarán de labrar sus tierras como recompensa. (Barandiarán 1979: 80-85).

53

En el videojuego God of War (2005, Santa Monica Studio) aparecen una serie de figuras inspiradas en personajes de la mitología griega, entre ellos Empusa. Aquí, este personaje es un monstruo femenino que en lugar de extremidades tiene púas de color púrpura, del mismo modo que la Empusa griega tenía pies no humanos, y fuego en vez de pelo, lo que recuerda la descripción de Jantias en las Ranas de que su rostro brilla con fuego. Aparece en varias zonas del Hecatonquiro –Titán castigado por las Furias que se convirtió en la prisión de los vivos condenados– y ataca a Kratos –personaje principal del juego– usando veloces y furiosas embestidas. Para dañarlo utiliza, además, un gas tóxico. Solo se puede matar si se 58

empala con una de sus patas . Tanto en esta figura como en la original griega destaca su carácter, seductor a la vez que terrible.

3.2.3. Lamaštu Este personaje no pertenece al folklore griego, pero sus similitudes con Lamia y Empusa pueden motivar su mención o explicación en el aula. La alusión a otras mitologías siempre es una buena manera de introducir a los alumnos en diferentes culturas y de mostrar sus paralelos y sus influencias en Grecia.

Obra: Amuleto protector contra Lamaštu Año: Época neo-asiria Localización actual: Musée du Louvre, París Estas dos estatuillas eran amuletos para proteger a los recién nacidos del efecto de Lamaštu . Pazuzu, su marido, era el único que podía aplacarla. A ella se la representa como tradicionalmente se describe: con cabeza de león y garras de águila, dando de mamar a un lechón y un lobo.

58

Imagen e información sobre el personaje extraídas de http://es.godofwar.wikia.com/wiki/Empusa.

54

Obra: Placa de protección contra Lamaštu Año: Época neo-asiria Localización actual: Musée du Louvre, París La placa contiene dos escenas. En la mitad superior se está realizando un ritual contra este monstruo para apartar la enfermedad de un niño. En la parte inferior, se la representa encima de una barca, con serpientes en las manos, amamantando a un lechón y un lobo, con cabeza de león y garras de águila. A su izquierda está Pazuzu, su marido, quien también aparece sujetando la placa.

3.2.4. Lilith Al igual que Lamaštu , Lilith puede servir para relacionar conocimientos entre los personajes del folklore griego y los de otras culturas. Además, la historia que rodea a Lilith puede que no les resulte tan conocida a los alumnos, ya que la creación del hombre y de la mujer según el Génesis bíblico se centra en Adán y Eva. Esto puede ayudarles a tener otra visión de lo que normalmente se cuenta y a desarrollar el espíritu crítico.

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Autor: Desconocido Año: 1163-1245 Título: Tentación de Adán y Eva por el diablo (Catedral de Notre Dame, París) Esta representación, que se encuentra situada en el pedestal de la estatua de la Madonna con su hijo en la puerta oeste de la catedral, escenifica el momento en el que Eva comete el pecado original por sugerencia del diablo convertido en serpiente. En este caso, la serpiente es un ser híbrido, y su parte superior es de una mujer, indicio de que está identificado con Lilith, que estaría actuando por venganza contra Adán y Eva.

Autor: Miguel Ángel Año: 1509-10 Título: Expulsión del Paraíso de Adán y Eva (Capilla Sixtina) El fresco de Miguel Ángel representa la misma escena que la vista antes. De nuevo, Lilith aparece nuevamente representando el mal y llevando la perdición a la humanidad en forma de ser híbrido.

Autor: Allison Merriweather Año: 1999 Título: Lilith (colección de la artista) Esta obra muestra una versión más irreverente de Lilith. Ella aparece ataviada con un bikini y zapatos de tacón mientras le lanza un rayo a Adán como castigo por no tratarla como a una igual. Esto da muestra de cómo todavía hoy esta figura es símbolo feminista y portadora de la idea de igualdad entre hombres y mujeres. 56

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