FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA (1704-1783). UN OBISPO E INQUISIDOR GENERAL AL SERVICIO DE LA IGLESIA Y DE LA MONARQUÍA EN TIEMPOS ILUSTRADOS

Share Embed


Descripción

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA (1704-1783). UN OBISPO E INQUISIDOR GENERAL AL SERVICIO DE LA IGLESIA Y DE LA MONARQUÍA EN TIEMPOS ILUSTRADOS

Vicente León Navarro

L

a figura de Felipe Bertrán y Casanova, estudiada desde diversos puntos de vista y por diferentes autores, carece todavía de un estudio de conjunto. No es el que presentamos ahora pero trabajamos en ello, esperando tener algún resultado en un tiempo prudencial que nos acerque a la personalidad de quien fue casi todo en la carrera eclesiástica y en la iglesia española. “El Sr. Bertrán era una estatura regular, más bien alto que bajo, muy derecho, de paso marcial, vista penetrante, ancho de hombros, boca pequeña, nariz algo roma y frente espaciosa sin ser calvo. Nunca le vi risueño ni enfadado. Era un carácter grave por naturaleza, imperturbable, que infundía respeto y veneraciñn”. 1

Sala Balust fue el primero que dedicó varios estudios al obispo Bertrán, pero su temprana muerte impidió que pudiera concluir una biografía acorde con sus conocimientos y trabajos.2 Esta intención pudo abrigar también el rector del Seminario de Salamanca, Francisco Gómez Valbuena, a la muerte del prelado, y en ese sentido buscó información y colaboración en el que fuera secretario de Cámara del obispo, el valenciano Juan Crisóstomo Simián.3 Antonio Mestre Sanchis en sus continuados y acertados trabajos sobre el humanismo español del XVI y su influjo en el siglo XVIII entrevió con fino olfato la posibilidad de que Felipe Bertrán aprovechara Los nombres de Cristo de fray Luis de León para sus sermones.4 No iba desencaminado, aunque errara en el nombre. En realidad, Felipe Bertrán recurría a fray Luis de Granada como __________ * Este trabajo forma parte de los Proyectos de Investigación PRCEU-UCH 26/11 y HAR2012/2015, titulados La Catedral Ilustrada. Iglesia, sociedad y cultura en la Valencia del siglo XVIII y financiados, respectivamente, por la Universidad CEU Cardenal Herrera y el Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España. 1 Descripción de D. Luis de la Puebla, capellán de la Encarnación de Madrid, en DORADO, B., Historia de la ciudad de Salamanca, Imp. Adelante, Salamanca 1861, 171. 2 SALA BALUST, L., “Un Convictorio Carolino en el recinto de nuestro SeminarioUniversidad”, Salmantica 1 (1945) 16-21; ID., “Don Felipe Bertrán, Fundador del Seminario de Salamanca”, Salmantica 3 (1947) 12-20; ID., “Tenaz empeðo del obispo Bertrán por la fundación del Seminario de Salamanca”, Hispania Sacra IX (1956) 319-357; ID., Visitas y reforma de los colegios mayores de Salamanca en el reinado de Carlos III, Valladolid 1958; ID., “Breve historia del Seminario de San Carlos de Salamanca”, Salmanticensis VII (1960). 3 SIMIÁN, J.C., Biografía de don Felipe Bertrán, AUPS, leg. 167. Bertrán lo eligió como secretario en 1763 y desempeñó su cargo hasta 1776 en que fue nombrado para el arcedianato de Murviedro de la Metropolita de Valencia. Así lo recogía el Mercurio histórico y político de mayo de 1776, AHUPSA, caja 5/39. 4 MESTRE SANCHIS, A., “Influjo erasmiano en la espiritualidad del Inquisidor General Felipe Bertrán”, Anales Valentinos 2 (1975) 277-296.

280

V. LEÓN

he demostrado a través de mis diversos estudios.5 El jesuita Benigno Hernández hizo un breve pero riguroso análisis del prelado salmantino a partir de los sermones aparecidos en el Colegio de San Estanislao de Salamanca y su comparación con los existentes en Valencia, todos ellos manuscritos.6 F.J. Solsona Banages, dedicó una tesina a la labor pastoral de Bertrán.7 J.I.Tellechea Idígoras estudió la vista ad limina de 17688 y Joël Saugnieux en sus trabajos sobre la predicación prestó atención al papel de Felipe Bertrán como renovador de la oratoria, partiendo de las fuentes de que disponía en esos momentos.9 Nuestro hombre, a pesar de su amplio curriculum, no fue un personaje polémico como pudo serlo su amigo José Climent. Ambos se comprometieron con la reforma de la Iglesia, de la predicación y de las costumbres, elevando a un digno nivel la actividad pastoral. La mitra, no obstante, les marcó caminos diferentes en algunos puntos, tanto en el terreno político como eclesiológico, cuyo aspecto más relevante lo simbolizó la iglesia de Utrecht. Uno y otro, aparte de sus ideas más o menos próximas en algunos aspectos a las del siglo, pusieron por encima de todo la religión de Cristo, su Iglesia y la Escuela. Lo demás quedaba subordinado a vivir como verdaderos cristianos y a defender la religión de cuantos herejes, impíos, filósofos, deístas, y defensores del materialismo querían destruirla. Eso sí, marcados por la escuela tomista cuya cosmovisión abarcaba todo y dibujaba la única realidad posible. __________ 5 LEÓN NAVARRO, V., “El influjo de fray Luis de Granada en las pláticas dominicales de Felipe Bertrán (1704-1783)”, en Mayans y la Ilustración, Valencia 1981, 171-184. ID., “El castellonense Felipe Bertrán. Una nueva aportación al estudio de su espiritualidad ante la celebración del bicentenario de su muerte (1783-1983)”, Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura LIX/II (1983) 265-296. ID., Luis de Granada y la tradición erasmista en Valencia. El siglo XVIII, Alicante 1986. ID., “Las visitas ad limina del obispo Felipe Bertrán”, Anales Valentinos 41 (1995) 103-128. ID., “Probabiliorismo frente a probabilismo. Felipe Bertrán: un antijesuita doctrinal”, en A. Mestre Sanchis y E. Giménez López (ed.), Disidencias y exilios en la España moderna, Alicante 1997, 627638. LEÓN NAVARRO, V. – RAMÍREZ ALEDÓN, G., “Felipe Bertrán en sus testamentos”, Estudis 21 (1995) 201-222. 6 HERNÁNDEZ, B., Sermonario manuscrito del Colegio de San Estanislao de Salamanca, Madrid 1983. No tuvimos conocimiento de estos sermones hasta después de leída y publicada nuestra tesis. Entre ellos hay piezas de la época valentina que hemos podido ver y trabajar posteriormente. 7 SOLSONA BENAGES, F.J., La teología pastoral en la España de la Ilustración. El obispo Felipe Bertrán y Casanova (1704-1783), (Tesina inédita), Castellón 1986. 8 TELLECHEA IDÍGORAS, J.I., “La diñcesis de Salamanca en la Relatio del obispo Beltrán (1768)”, Salmanticesis (enero-abril 1991) 176-192. 9 SAUGNIEUX, J., Les jansénistes et le renouveau de la prédication dans l'Espagne de la seconde moitié du XVIII siécle, Lyon 1976. ID., Le jansénisme espagnole au XVIII siécle, ses composantes et ses sources, Oviedo 1975.

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

281

1. NACIMIENTO, ESTUDIOS Y AMBIENTE VALENCIANO Felipe Bertrán nacía en Serra d'En Galceran, obispado de Tortosa y gobernación de Morella, un 19 de octubre de 1704. Fue bautizado al día siguiente en la parroquia de San Bartolomé con los nombres Felipe, Pedro, Juan, Valeriano, Bertrán y Casanova.10 Ofició su tío, el cura párroco,11 el mismo que había casado a sus padres, Pedro Juan y Úrsula, el 24 de noviembre de 1692.12 La situación económica familiar no debía ser buena. Sus padres pasaban por humildes labradores, aunque algunos documentos resaltan su pertenencia “a la antigua y noble familia de los Beltranes”, entre ellos san Luis Beltrán y el venerable Juan B. Bertrán, cura de l'Alcora.13 La Serra d'En Galcerán de principios del dieciocho era una población empobrecida y con una agricultura de subsistencia. Todo ello explica que el joven estudiante Felipe Bertrán aparezca en los libros de la Universidad de Valencia como pobre, y como tal se doctoró en Teología en la de los jesuitas de Gandía. Su niñez coincidió además con los años de la Guerra de Sucesión en que el reino de Valencia permaneció fiel a Felipe V en principio, pero el cambio de bando en 1705 y la derrota final del archiduque Carlos, lo convirtieron en tierra conquistada, dominada y castigada con la pérdida de sus Fueros y Privilegios. Se dejó sentir con fuerza la ley de hierro de la vencedora dinastía borbónica. Las consecuencias fueron graves para el reino en general y también para Serra d'En Galceran.14 __________ 10 La Gran enciclopedia de la región valenciana (1972) lo identifica como Felipe Bertrán García. Son numerosos los errores tanto respecto a su fecha como al lugar de nacimiento de nacimiento. La razón se debe a que pocos acuden a las fuentes, por lo que se copian malas trascripciones, errores y deslices mecanográficos. VICENTE BAJO, J.A., Episcopologio Salmantino desde la antigüedad hasta nuestros días, Salamanca 1901, 199-204, yerra bastante, como también la Historia de la ciudad Salamanca de B. Dorado en 1881. Felipe Bertrán escribía Sierra de Engalcerán; F. Pérez Bayer, Sierra de En Galcerán. Hoy figura como Serra d'En Galceran. El mismo apellido Bertrán aparece escrito incorrectamente de forma continua, tanto en su época como en la actualidad. 11 APSE, Libro de Bautismos, t. I, fol. 126. En el margen de la misma partida de bautismo, puede leerse también: “Caballero, Cruz Carlos 3º”. “Sus restos fueron trasladados al Seminario de Salamanca en 1789”. Aparece la fecha de su confirmaciñn el 14 de septiembre de 1716. No obstante, la fecha de nacimiento y bautismo aparecen confusas para el notario Lorens Navarro de Serra d'En Galceran. Bertrán presentaba el acta notarial el 31 de julio de 1744 con la fecha de bautismo del 19 de octubre de 1704. En la oposición de 1748 figura la misma fecha, pero se corrige al día 20 en la de 1749 y vuelve al 19 de octubre en 1755. ACV, Libro de oposiciones a canonjías, leg. 426. 12 APSE, Libro de Bautismo, fol. 71. Ibid., Libro de Matrimonios, fol. 109v. 13 SIMIÁN, J.C., Biografía de don Felipe Bertrán. BALBAS, J.A., Castellonenses ilustres. Apuntes biográficos, Castellón 1883, 366-368. 14 En Serra d'En Galceran se hablaba en valenciano.

282

V. LEÓN

El drama de la guerra con sus adhesiones e infidelidades perduró en la sociedad valenciana. Vencedores y vencidos utilizaron los mismos argumentos para defender, justificar y santificar su causa, especialmente en el seno de la Iglesia donde la teología se convirtió en moneda de cambio, de revanchas y de intereses terrenales.15 No hay muchos datos de su vida estudiantil. Según la relación de Luis Bertrán, conservada en el archivo del antiguo Seminario de San Carlos de Salamanca, estudió la Gramática con un tío suyo en la villa de Benassal.16 En 1721 pasó a la Universidad de Valencia, Estudi General, para iniciar sus estudios de Filosofía tomista con el catedrático don Felipe Calatayud.17 Allí coincidía con quien iba a ser su amigo, José Climent i Avinent, que ya cursaba el tercer curso a pesar de ser dos años más joven.18 El momento de la matrícula era decisivo porque marcaba el currículo posterior, las amistades y también los adversarios. Era una opción ideológica y de constantes controversias filosófico-teológicas como se puede apreciar tanto en Felipe Bertrán como en José Climent, si bien éste fue más radical tomista que aquél, al menos en sus manifestaciones. Para ambos, la escuela suarista, era la rival y, bien podría decirse, la enemiga. Al final de sus estudios de Filosofía obtenía los títulos de Bachiller (13-VII-1724) y de Maestro en Artes (25-XI-1724).19 En ambos casos hizo prevalecer su condición de pobre. Siguió los estudios, y una vez acabados adquirió los grados de Bachiller y Doctor en la universidad de los jesuitas de Gandía donde sus costes eran inferiores a los de la de Valencia (17-VII-1729) y sus exigencias académicas menores.20 Años más __________ 15 José Climent predicaba el 28 de diciembre 1735 en la Metropolitana de Valencia un sermón de acción de gracias por la victoria de Villaviciosa (1710), Sermones del Ilustrísimo Señor Don Joseph Climent, obispo de Barcelona, II, Oficina de Bernardo Pla, Barcelona 1801, 284. PÉREZ APARICIO, C., “Guerra de Sucesiñn y participaciñn del clero”, en Estudios de Historia de Valencia, Valencia 1978. 16 AUPS, Breve biografía de don Felipe Bertrán. En Benassal no se encuentra ningún documento sobre este asunto. 17 AUV, Libro de matrículas empezado en el año 1708-1709 y fenecido en el 1726-1727, lib. 2. Aparece escrito como Felipe Beltrán y pobre. En este año publicaba Tomás Vicente Tosca su Compendium philosophicum que dejaba ver el declive del aristotelismo y la apertura al atomismo cartesiano. 18 En el Libro de matrículas no hemos encontrado el nombre de José Climent ni en el primer ni segundo curso, por lo que posiblemente estudiara en el convento de dominicos estos dos cursos. 19 AUV, Libro de grados, 26, fol. 15v y 27v, respectivamente. 20 AMV, Libro de grados de la Universidad de Gandía, g-2, fol. 476. GARCÍA TROBAT, P., “Los grados de la Universidad de Gandía (1630-1772)”, en Universidades españolas y Americanas, Valencia 1987, 175-186.

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

283

tarde conseguía los títulos de Bachiller (9-IX-1737) y Doctor (3-XI1737) en la Universidad de Valencia,21 en ambos casos apadrinado por el pavorde Vicente Calatayud. Entonces Bertrán regentaba la cátedra de Filosofía tomista y su situación económica había mejorado.22 El ambiente valenciano con el que se encontró el joven Felipe no era el más deseable. Por una parte, la ciudad había perdido el patronato sobre la Universidad, y para justificar su devolución se echó mano de los jesuitas que se encargarían de las aulas de gramática sacándolas fuera del espacio y jurisdicción universitaria (20-I-1720). El acuerdo se ratificó con la Concordia de 19 de julio de1728. El recurso al rey y a los tribunales hizo de la enseñanza de la gramática un motivo de enfrentamiento permanente hasta casi el momento de la expulsión de la Compañía de España.23 Por otra, la diócesis valenciana se encontraba huérfana desde el exilio del arzobispo austracista Folch de Cardona. Su muerte en 1724 propició el nombramiento de Andrés de Orbe y Larreategui, quien permaneció poco tiempo en su sede debido a sus cargos en la corte. Una diócesis sin pastor y una universidad sin Canciller hasta la llegada de Andrés Mayoral en 1738. La lucha de escuelas con sus fanatismos e intereses, constituyó otro elemento de tensión tanto dentro de las aulas como en las calles y en las iglesias. Cualquier aspecto religioso tenía su repercusión entre los fieles afectos a una u otra orden con sus consecuencias doctrinales. Pero donde se vivía con más intensidad era, sin duda, en las aulas universitarias donde los jóvenes estudiantes seguían muchas veces las enardecidas consignas de sus profesores. No faltaban enfrentamientos dialécticos ni __________ 21

AUV, Libro de grados, 26, fol. 45 y 47, respectivamente. AUV, Libro de la colación de grados de Teología, Bachilleratos y Doctorados de la Universidad de Valencia que empezó en el año 1562. Depositó 83 libras, 14 sueldos y 1 dinero. El 15 de julio de 1737. El 9 de octubre se le confirió el grado de bachiller. El tribunal lo presidió el pavorde Calatayud y le arguyeron fray Luis Más y Asensio Sales. Leyó del libro 3 y 4 de las Sentencias. El 3 de noviembre se le confirió el grado de doctor. 23 PESET, M. (et al.), (ed. y est. preliminar), Bulas, Constituciones y Documentos de la Universidad de Valencia (1707-1724). La Nueva Planta y la devolución del Patronato, Valencia 1977. PESET, M. (et al.), (ed. y est. preliminar), Bulas, Constituciones y Documentos de la Universidad de Valencia (1725-1733). Conflictos con los jesuitas y las nuevas constituciones, Valencia 1978. HERNÁNDEZ, T.M. – LEÓN NAVARRO, V., “La pugna entre jesuitas y escolapios en Valencia por el control de la enseñanza secundaria (1737-1760)”, Estudis 24 (1998) 307-337. ALBIÑANA, S., “La Universitat de València i els jesuïtes. El conflicte de les aules de Gramàtica (1720-1733)”, en Studia Historica et Philologica in honorem M. Batllori, Roma 1984, 11-31. MESTRE SANCHIS, A., Ilustración y reforma de la Iglesia. Pensamiento político-religioso de don Gregorio Mayans y Siscar (1699-1781), Valencia 1968. PÉREZ GARCÍA, P., “Las aulas de gramática”, en Historia de las Universidades de Valencia, II, Valencia 2000, 173-186. 22

284

V. LEÓN

tampoco físicos, especialmente entre los seguidores de santo Tomás y de Suárez. Felipe Bertrán vivió de cerca algunos de ellos. Esta situación no era la mejor para revitalizar una universidad poco activa y reacia en buena parte a las nuevas corrientes intelectuales, aunque también es cierto que no faltaron hombres preocupados por superar el lastre escolástico renuente a cualquier novedad interna o externa. José Climent, que manifestó preocupación por la Universidad desde su interesado tomismo, escribía que hacia 1735 “se iba introduciendo el buen gusto” en el Estudi General,24 aunque no queda claro si refiere a aspectos estéticos o de ciencia. De buen gusto escribía Muratori y a lo mismo se refería Mayans. Con todo, la formación universitaria, en general, y la de de Felipe Bertrán, en particular, fue escolástica, más escolástica que tomista, teniendo en cuenta la definición que hiciera Gregorio Mayans del tomismo,25 dedicada al estudio repetitivo y memorístico más por cartapacios que por las fuentes.26 Las críticas a la Universidad y a buena parte de su profesorado fueron constantes. En unos casos excesivas, en otros justificadas. Al terminar sus estudios de Teología, Felipe Bertrán iniciaba el camino de las oposiciones a la cátedra de Filosofía tomista. Firmaba la primera oposición el 8 de agosto de 1728 la cual no obtuvo.27 Lo mismo haría en 1733 y 1734.28 Finalmente, el 18 de julio de 1735, ganaba la oposición.29 Mientras, se habían modificado las Constituciones en __________ 24 LUIS DE GRANADA, Los seis libros de la Rhetórica eclesiástica o de la manera de predicar, escritos en latín por el VP fr. [...], vertidos en español y dados a luz por el Ilustrísimo Señor obispo de Barcelona para instrucción de sus feligreses, Imp. de Juan Jolis y Bernardo Pla, Barcelona 1775. 25 Carta de Gregorio Mayans a Juan Bautista Hermán (6-I-1770), en MAYANS Y SISCAR, G., Epistolario XVIII. Correspondencia de los hermanos Mayans con el canónigo Juan Bautista Hermán, V. León Navarro (est. preliminar, transc. y notas), E. León La Parra (colab.), Valencia 2002. 26 ALBIÑANA, S., Universidad e Ilustración. Valencia en la época de Carlos III, Valencia 1988. Quizá cupiera aplicar a Felipe Bertrán las palabras de su amigo José Climent: “Yo dedicado a seguir la carrera de oposiciones a cátedras en la Universidad de Valencia, gasté los mejores años de mi vida en el estudio de la teología escolástica, y no por santo Tomás, sino por Donet y por otros autores espaðoles del siglo XVIII que enseðaban a disputar y no a vivir”, citado por MESTRE SANCHIS, A., Ilustración y reforma..., 388. 27 AUV, Libro de oposiciones a cátedras 1720-1751, lib. 479, fol. 131: “[...] dixo se oponía y opuso a la thomista para la qual ofreció ejecutar todos los actos literarios que es estilo y están prevenidos por las Constituciones de la misma Universidad”. A la misma concurría también José Climent, que ganó tras haberse presentado a otras con anterioridad. 28 Ibid., fol. 231v y 244. 29 Ibid., fol. 253. Libro de las Juntas y provisiones de cátedras y pabordías, examinaturas y demás tocantes a la Universidad y Estudi General de esta ciudad la que es patrona, desde 1720 a 1752, fol. 150v-151r.

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

285

1733 que, aunque con algunas novedades, eran continuistas y estaban adaptadas a la nueva situación valenciana.30 Especificaban las obligaciones del catedrático de filosofía, su horario y su metodología. Posiblemente es lo que Felipe Bertrán debió practicar con sus alumnos, de entre los cuales destacaron, José Tormo, José Blanch y Juan Francisco Claver y Rumbau. Durante sus años de oposiciones fue pasante y tuvo Academias de Filosofía y Teología donde conoció a Francisco Pérez Bayer, con el que trabó una buena amistad. Según su sobrino, L. Bertrán, por complacer a su tío cura, opositó a los curatos de Artana y Villanueva de Alcolea, pero prefiriendo la carrera universitaria regresó a Valencia.31 Acabado el período docente opositó (16-V-1738) a la cátedra de veranillo de Teología Escolástica por jubilación de Vicente Navarro que ganó J.B. Benavent32 y a la cátedra de San Buenaventura el (16-V-1738) por ascenso del pavorde Esteban Bru a la de Secundaria. En este caso fue para Francisco Aparici.33 2. ACTIVIDAD PARROQUIAL Y OPOSICIONES A CANÓNIGO Finalizada su trayectoria universitaria, y fracasadas sus últimas oposiciones, el marqués de Dos Aguas, don Ginés Rabaza Perellós, señor de Bétera y Massamagrell: “movido de la fama de sus prendas y su doctrina sin conocerle, le presentó al curato de la villa de Bétera del que tomó posesión en 3 de septiembre de 1739, regentó este curato por espacio de trece años, y no es fácil ponderar su celo por la limpieza y aseo de la casa del Seðor”.34

__________ 30

Bulas, Constituciones... (1725-1733)..., 21ss. Las constituciones de 1733 entraron en vigor

en 1734. 31

AUPS, Breve biografía..., leg. 167. No nos constan tales oposiciones. AUV, Libro de oposiciones a cátedras 1720-1751, lib. 479, fol. 315. 33 Ibid., fol. 327v. Libro de las Juntas..., fol. 224ss. 34 AUPS, Breve biografía..., leg., 167. Juan C. Simián por su parte señala que Bertrán pasó a residir el curato, manteniéndose en él, desempeñando con exactitud las obligaciones de párroco y guardando la mayor moderación así en el vestir, como en la decencia de su casa para p oder darse a los feligreses con más abundancia las limosnas que frecuentemente les suministraba. Gregorio Mayans se mostrñ crítico con el patrocinio del marqués. Simián debe referirse al “ponderar su celo por la limpieza y aseo de la casa del Seðor” a las reformas que llevñ a cabo en la iglesia parroquial. 32

286

V. LEÓN

Trece años después, el marqués le propuso el curato de Massamagrell, de más población y de mayores rentas, con los anejos de Albuisec, Massalfassar, la Pobla de Farnals y Moratall.35 Así que el 23 de febrero del 1752 tomaba posesión de la nueva parroquia con gran sentimiento de los feligreses de Bétera. “Esta noticia trastornñ al pueblo que llorñ sin cesar muchos meses la pérdida de su pastor, al paso que causó la mayor alegría en el de Massamagrell que a porfía corría a ver a su cura y con santa emulación les dava en rostro a los de Bétera que su cura les dexara para irse con ellos”. 36

Durante su vida parroquial, a la que se entregó por completo, el cura Bertrán se preocupó también de sus ascensos y concurrió a algunas oposiciones canonicales. En 1744 lo hacía al canonicato de Penitenciaria, vacante por muerte de Felipe Doménech (5-V-1744). Aprobó los ejercicios, pero la plaza fue para Cristóbal Reig,37 quien moría en 1749, saliendo de nuevo a concurso la canonjía (4-IX-1749), que obtuvo Carlos Sancho.38 La muerte del magistral Teodoro Tomás (1748) permitía aspirar a su plaza. Es lo que hizo Bertrán, pero la suerte sonrió a su amigo José Climent.39 Finalmente en 1755 vacaba la Lectoral por muerte de Miguel Furió. El párroco de Massamagrell opositó con lucimiento, la obtuvo y la disfrutó hasta su elección para el obispado de Salamanca en __________ 35

La visita de Alfonso de los Cameros adjudicaba a Massamagrell 100 casas y 240 personas de comunión. Según Andrés de Orbe, Massamagrell con sus anexos de Pobla de Farnals, Massalfassar y Albuixec contaba con 240 casas y 782 personas de comunión. CÁRCEL ORTÍ, Mª.M., Relaciones sobre el estado de las diócesis valencianas, Valencia 1989. Según MADOZ, P., Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España, de Alicante, Castellón y Valencia, Valencia 1982, no figura Moratall como anejo. 36 AUPS, Breve biografía..., leg. 167. Felipe Bertrán debió sentir cierto afecto por la nueva parroquia, pues en su término se encontraba el convento dominico de San Onofre del que fue prior san Luis Bertrán. SANCHIS SIVERA, J., Nomenclator geográfico histórico de los pueblos de la diócesis de Valencia, Valencia 1922. 37 ACV, PAHONER, Hallazgo de especies perdidas, XIII, fol. 246v-247r. 38 Entre los opositores figuraban Carlos Sancho, Manuel Gómez, José Escrig, Felipe Bertrán, José Vicent, Luis Adamdrat, Aurelio Beneyto y Manuel Miralles. 39 MESTRE SANCHIS, A., Ilustración y reforma..., 234. Según el profesor Mestre, Bertrán pidió ayuda a Mayans para el canonicato, que el erudito declinó. En este sentido es interesante y sin desperdicio la carta del filojesuita Asensio Sales a Mayans tildando a Bertrán de escolástico y no merecedor de ayuda: “El Dr. Beltran ha leído filosofía, ha hecho oposiciones a dos canonicatos i ahora es cura de Bétera. Su mecenas es el de Dos Aguas, que puede passarlo a curatos más pingües de su patronato laico, como lo es el de Bétera. Es impertinente decir a Vm. que es thomista porque sé que está Vm. desprendido destas pasiones. De cualquier modo ha hecho Vm. bien en escusarse, porque no sabemos si logrará la pavordía Aparici, como él mismo y sus apasionados y negociantes tienen por más probable, y en caso de vacar el beneficio, pueden salir otros pretendientes de más circunstancias y méritos” (16-VIII-1748).

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

287

1763.40 Pedro Mayoral y José Climent fueron los designados para los puntos.41 Expuso su lección (14-X) sobre el capítulo catorce de Isaías que empieza: “Prope est”, ante el arzobispo Mayoral y canñnigos, dadas las tres horas de la tarde. La desarrolló durante una hora cumplida sin interrupción hasta que el arzobispo: “en vista de haver pasado la Arena del Relox, hizo con la campanilla el acostumbrado aviso de cesar. Y después de dicha lección respondió a los Doctores en Sagrada Teología Basilio Romá y Don Aurelio Beneyto opositores que le arguyeron sobre las conclusiones, los quales argumentos duraron una hora, media cada uno, hasta el aviso de la campanilla, según estilo”.42

Terminadas las exposiciones de los opositores se procedió a la elección del canonigo mediante cédulas rubricadas puestas en dos urnas de plata (20-XI) en el Aula Capitular con asistencia del arzobispo y cabildo catedralicio. Salió elegido Felipe Bertrán, quien además de renunciar a la parroquia de Massamagrell, se comprometía a no ejercer cargo alguno incompatible con la canonjía. Se le asignó el canonicato con imposición de birrete y tras jurar obediencia al arzobispo, hizo la profesión43 y fue admitido como canñnigo y hermano “per osculum pacis, según estilo”. Los gastos del nombramiento sumaban unas 110 libras.44 Tan pronto tomó posesión de la canonjía, estableció conferencias de Sagrada Escritura en su casa a las que concurrían “muchos sujetos instruidos de la ciudad”. Igualmente frecuentaban muchos estudiantes su aula o cátedra de Escritura que estableció en el Cabildo, pero sus tareas canonicales le fueron restando tiempo para estas actividades que poco a poco se desvanecieron. La consecución del canonicato parece que llenó todas sus aspiraciones. Rechazó otras vacantes y se negó a presentar memoriales para cualquier ascenso. Simián describe sus actividades en Valencia: __________ 40

ACV, PAHONER, Hallazgo de especies perdidas, XIII, fol. 276. El acto al que asistía el arzobispo y canónigos no estuvo exento de accidentes, como el que ocurrió con Luis Adamdrat. ACV, leg. 426. ACV, PAHONER, Hallazgo de especies perdidas, XIII, fol. 260v. 42 Ibid., leg. 3302, fol. 315. 43 Ibid., leg. 3302, fol. 415v-416r-v, 417r-v hasta 419v. 44 Ibid., Libre de posessions del Arquebisbat i dignitats canonicals de la seu valenciana, leg. 692. 41

288

V. LEÓN

“Como era tan piadoso e inclinado a hacer bien, daba también mucha limosna en esta ciudad; de modo que no alcanzaba la pingüe renta de quatro mil pesos, o más, que le valía anualmente la canonjía y vivió por lo regular empeñado; siendo assí que no tuvo coche, que el gasto y menage de su casa era muy moderado, y que no tuvo otra cosa de plata para su servicio y de los huéspedes que algunos cubiertos y una vajilla pequeña. Que algunos de sus amigos canónigos le hizieron comprarse a puras instancias. Por ello, su genio accesible y la afabilidad con que trataba a todos, era muy estimado en la Ciudad, y tenía igualmente mucha aceptaciñn en su Cabildo; y, cuando llegñ el caso de havérselas”. 45

A nadie escapa que las oposiciones a canonjías no eran cosa sencilla ni transparente. Estaban rodeadas de intrigas, zancadillas, adscripciones de escuela y relaciones socio-políticas, como veremos después y describió con acierto Juan Bautista Hermán. Lo que ponía en evidencia el cacareado deseo de elegir a los mejores. Felipe Bertrán tampoco escapó a las críticas, aunque fueran parciales, porque pocas opiniones podían resultar objetivas en un mundo tan dividido por las pasiones de escuela. Asensio Sales, suarista, escribía a Mayans: “Haviendo recaído el canonicato en Beltrán se dilata con esto la dominación de los Colegiales Mayores. Dizen que el Ilmo. Señor Mayoral lo ha sentido mucho i ha hecho algunas expresiones contra el canónigo Climent, pero es cosa fuerte quererle obligar a obrar contra su dictamen, además de que me consta haver sido Climent siempre amigo íntimo y favorecedor de Beltrán”.46

Este comentario sólo cabe entenderlo leyendo la carta de F. Benito Escuder a Mayans47 y a la correspondencia de éste y Pérez Bayer, porque el arzobispo era tomista y había tenido a Climent como maestro de pajes, gozando de su favor y protección, aunque tanto él como sus sobrinos habían sido colegiales. Pérez Bayer manifestaba al erudito de Oliva su malestar por la intención de Andrés Mayoral, aconsejado por sus sobri__________ 45

SIMIÁN, J.C., Biografía de don Felipe Bertrán. Asensio Sales-Gregorio Mayans (3-XII-1755), BAHM, lib. 72. No menos preocupante eran las palabras de Agustín Sales a Mayans unos meses antes sobre los grupos de presión y sus artes: “Vdm. no tome disgusto de estas cosas que los discípulos i consortes de Climent todos pagan assí. Tales son al presente para que Vmd. se guarde: Climent, Tormo, Blanc, Gibertó, Sánchiz y adherentes. A estos malvados nunca se ha de conceder cuartel”, (5-VI-1755), Ibid., lib. 177. MAYANS Y SISCAR, G., Epistolario VIII. Mayans y Martínez Pingarrón, 2. Los mateístas y la cultura ilustrada, A. Mestre Sanchis (transc., estudio y notas), Valencia 1988. Mayans escribe a Martínez Pingarrón sobre los Novales y dice: “El canónigo Beltrán en el logro de su canonicato devió mucho al favor de Climent i no se atreve a ir contra él” (2-VII-1757). 47 Benito Escuder-G. Mayans (25-II-1763), AMV, Serrano Morales, 7264 (18). 46

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

289

nos, de incorporar al cabildo catedralicio colegiales con mérito o sin él, contra los naturales del país para arruinar a la Universidad. El empeño de los colegiales era establecerse en Valencia. Pérez Bayer, por una parte, intentó estorbar estos propósitos mediante sus buenos sus oficios con Roda y el con confesor real. “Al segundo –al confesor real– llegué a decir que si no avía de dar el canonicato a alguno de aquella escuela que se lo pediría yo al rei para mí, sin detenerme en nada; que si se lo daba al colegial, lograba el colegialismo en su tiempo lo que no havía podido en tiempos de su antecesor Muñiz y, en fin, que la primera hazaña del que creíamos avía venido de Roma a restaurar nuestra literatura, sería acabar de destruirla, etc.”.48

Por otra, pedía a Mayans que hiciera un Memorial para presentarlo al rey en nombre de la Universidad y de la Ciudad que favoreciese el nombramiento de los canónigos del país, lo mismo que sucedía con los catedráticos de la Universidad. Si interesante resulta esta carta, no menos es la que le escribe unos días más tarde. El canonicato ha recaído en Benavent y añade que en adelante habrá que: “preservar a nuestra pobre Universidad. Temo mucho que esto me ha de hacer quebrar pajas con nuestro Ilmo. [...] Su Ilmo. persuadido malignamente por los sobrinos, que son en mi juicio otros Ophni y Phinees [...], anda combidando a sus colegiales a que vaian a hacer oposición a aquellas prebendas y brindando con ellas. [...] Su Ilma. y sus sobrinos y, lo que es más, algunos infames patricios que no podía ignorar el mérito de Romá, votaron contra toda justicia a Blanc, cuio mérito fue aver dado palabra a los mayorales que en las prebendas de oficio que ocurriesen votaría por colegial. Buena prueba que el actual obispo de Salamanca, maestro de Blanc, por solo amor a la justicia no le dio el voto, sino que votó a Romá aunque de opuesta escuela”.49

3. LA PREDICACIÓN EVANGÉLICA COMO OBJETIVO No faltan autores que han visto en el cambio de dinastía la causa de las reformas en la España del setecientos, como si una cosa llevara a __________ 48 Pérez Bayer-Mayans (22-VII-1765), MAYANS Y SISCAR, G., Epistolario VI. Mayans y Pérez Bayer, A. Mestre (transc., notas y est. preliminar), Valencia 1977. 49 Pérez Bayer-Mayans (3-VIII-1765), Ibid. La versión de Hermán respecto al voto de Bertrán difiere de la de Francisco Pérez, pues asegura que votó a Blanch, que tuvo 8 votos y Romá 4. J.B. Hermán-Mayans (25-III-1763), MAYANS Y SISCAR, G., Epistolario XVIII...

290

V. LEÓN

la otra. Una especie de taumaturgia borbónica y de mágica influencia francesa que sacara a España de la más oscura barbarie. No cabe duda que la implantación de la nueva dinastía conllevó muchos cambios y una necesaria influencia en torno a la corte y a las élites que necesitaban congraciarse con la monarquía y el gobierno. Cierto afrancesamiento era inevitable. Además, con los Decretos de la Nueva Planta se instalaba en España una monarquía absoluta que ponía en manos del rey y de sus ministros nuevos instrumentos de gobierno para controlar todas las parcelas del poder e inmiscuirse en los asuntos eclesiásticos. A pesar de todo, en el terreno que tratamos, sin negar cierto influjo francés, resaltamos la influencia del humanismo español y de la iglesia visigoda como base para entender nuestro siglo XVIII.50 De hecho comprobamos en los primeros decenios del setecientos movimientos reformistas en la predicación que, sin negar, influjos externos, sientan sus bases sobre el humanismo cristiano de nuestros autores del siglo XVI. Es de notar que algunos de los participantes en esa reforma, habían recibido una formación escolástica. Me refiero a José Climent y a Felipe Bertrán que se abrieron, con más o menos acierto y extensión, a las nuevas corrientes de pensamiento del ambiente valenciano51 y desarrollaron actividades importantes en la vida eclesiástica, no exentas de connotaciones políticas. Ambos pertenecían a la escuela tomista, de la que presumían, aunque Climent se manifestara más radical. Así lo reconoce A. Mestre cuando señala que Climent se identificó de manera íntima, personal y permanente con la escuela y fue fiel a sus directrices doctrinales y enemigo de sus contrarios.52 La figura de José Climent y sus comentarios sobre la década de los años treinta del siglo son importantes para entender a Felipe Bertrán, porque ambos nos parece que siguen de forma coordinada un mismo camino. Climent reconoce el cambio en el modo de predicar pero no cabe duda que el movimiento tenía sus antecedentes.53 Ahora bien, tanto Ber__________ 50 José Climent reconoce cierta influencia francesa en la Pastoral-prólogo a LUIS DE GRANADA, Los seis libros..., VII, pero previamente fueron los franceses del siglo XVII los que imitaron y copiaron a los españoles del siglo XVI, especialmente a fray Luis de Granada, de quien, asegura, copiaron páginas enteras. Por tanto, a través de los franceses, los españoles del XVIII están recuperando a sus propios autores. 51 MESTRE SANCHIS, A., “Religiñn y cultura...”, o.c., 619. 52 MESTRE SANCHIS, A., “José Climent, un obispo acusado de jansenista”, en Valencianos en la Historia de la Iglesia III, E. Callado Estela (coord.), Valencia 2009, 205. 53 SAUGNIEUX, J., o.c., 9. Interesante el trabajo de VÁZQUEZ ARTÉS, C., Escolásticos e ilustrados. El pensamiento de José Climent, obispo de Barcelona, Tesis dirigida por A. Mestre Sanchis, 2010, (en prensa).

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

291

trán como Climent aluden y agradecen la contribución de G. Mayans con la publicación de su Orador christiano ideado en tres diálogos (1733).54 Pero además, ambos son deudores de la obra de fray Luis de Granada, en quien también se inspira el erudito de Oliva. ¿Qué papel juega el Orador christiano de G. Mayans? La obra fue un revulsivo contra la predicación común de la época y una defensa no menos valiente que arriesgada de la necesidad de exponer la palabra de Dios. No constituía por sí misma la iniciativa de un cambio que ya estaba en marcha, pero sí la fortaleció y dio alas a quienes la practicaban, o se iniciaban en ella, constituyendo un referente importante tanto para clérigos como para seculares.55 Mayans era consciente de la repercusión de la publicación del libro. Se convertía en blanco de muchas críticas, aunque también le halagaban las alabanzas. De todo hubo, pero lo importante era la idea que él tenía de sí mismo como católico y miembro de una Iglesia viva que necesitaba una profunda reforma del púlpito. No debían serle ajenas las palabras de Erasmo cuando en La Paráclesis escribía: “Muy pocos ay que alcançen a ser letrados, pero todos pueden ser cristianos y todos pueden ser píos y santos, y aun quiérome atrever a más, digo que todos pueden ser theñlogos”.56 Éste era el planteamiento de un Mayans comprometido y al que no le arredraron las críticas por meterse en lo que parecía terreno propio de los clérigos por ineptos e ignorantes que fueran. Este sentido eclesiológico-místico es el que no le perdonaron sus émulos, siendo objeto de burlas groseras y de denuncias al Tribunal de la Inquisición, los mismos que más tarde celebraban el Fray Gerundio del jesuita Isla.57 Lo cierto es que hacia 1733 pocos se atrevían a criticar la predicación barroca, poco comprensible, oscura y de escasa utilidad espiritual cuando no motivo de escándalo, por ser difícil de cambiar. Al menos así lo reconocieron dos corresponsales de Mayans, el padre Feijoo y el jesuita Burriel. También Climent tuvo sus dudas sobre el camino a seguir.58 __________ 54 LUIS DE GRANADA, Los seis libros..., 2. G. Mayans había publicado en 1727 Oración que exhorta a seguir la verdadera idea de la elocuencia española. 55 MESTRE SANCHIS, A., Ilustración y reforma...; ID., “La reforma de la predicaciñn en el siglo XVIII. (A propñsito de un tratado de Bolifñn)”, Anales Valentinos 3 (1976) 79-119; LEÓN NAVARRO, V., Luis de Granada... 56 ERASMO, D., La Paráclesis o exhortación al estudio de las letras divinas, D. Alonso (ed. y pról.), Madrid 1971, 461-462 (ed. facsimilar). MESTRE SANCHIS, A., Humanistas, políticos e ilustrados, Alicante 2002, 23. 57 Carta de Asensio Sales a Gregorio Mayans (25-III-1758), BAHM, lib. 157. 58 LUIS DE GRANADA, Los seis libros..., 2-3.

292

V. LEÓN

Si el Orador Christiano era una barca que navegaba contra corriente, la cobardía de quienes podían poner algún remedio les impedía manifestar su repulsa. Porque el problema atañía tanto al clero como a los fieles, siempre pasivos, más entregados a lo festivo que a lo riguroso. De Felipe Bertrán no encontramos rastro alguno de predicación hasta su llegada a Bétera. Durante su actividad parroquial nos dejó sus sermones manuscritos59 sin que hubiera intentos, que sepamos, para su impresión, tal vez impedida por su propia timidez, por no manifestar las fuentes de su doctrina o por no estar a preparados para este fin. Al igual que Climent es consciente de la dignidad del predicador y de la necesidad de prepararse bien para presentar a los fieles la palabra divina de forma sencilla y comprensible, expuesta con rigor y con exigencia moral.60 No se muestra novelero sino que funde tradición y reforma de la mano de fray Luis de Granada principalmente con citas de las Sagradas Escrituras, de los Santos Padres y de los santos relacionados con Valencia, san Vicente Ferrer y santo Tomás de Villanueva, con alguna referencia a san Luis Beltrán.61 Ahora bien, a quien sigue y copia es a fray Luis de Granada y no precisamente en sus sermones sino en la Guía de pecadores y en Libro de la oración y meditación. Ya hemos citado cómo el profesor Antonio Mestre entrevió la posible influencia de Los nombres de Cristo de fray Luis de León. No iba desencaminado como buen conocedor del humanismo del siglo XVI y de la Ilustración, pero a Bertrán no le interesaba tanto la humanidad de Cristo expuesta por el agustino como la cruz del dominico. Dos concepciones cristológicas distintas. Felipe Bertrán demuestra conocer muy bien las obras de Luis de Granada. En ocasiones sigue la Guía de pecadores o el Libro de la Ora__________ 59 BERTRÁN, F., Pláticas dominicales que por los años 1739 compuso y predicó en las iglesias de Bétera y Masamagrell su cura y después canónigo lectoral de Valencia, el Ilmo. y Excmo. Señor Don [...] obispo de Salamanca, Inquisidor General de las España, Caballero prelado, Gran Cruz de la Real, Distinguida Orden Española de Carlos III, etc. etc., 2 vol., ms. 25 y 40, (Biblioteca Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia). En el ms. 25 se titula como cura y en el 40 como párroco. 60 BERTRÁN, F., Colección Cartas Pastorales y Edictos del Excmo. Sr. D. [...], obispo de Salamanca..., Madrid 1983. Sermón predicado en la Casa Profesa de la Compañía de Jesús de Valencia (1756) el Jueves Santo, sobre el tema: Obsecro, ut digne ambuletis. 61 AUPS, leg., 167. No podemos negar otras influencias. Existen unas notas autógrafas de Bertrán con los nombres de Thiebaut, Terrasson, La Sainte, Moliner, Geminais y La Chapelais. Según B. Hernández pudo tomar referencias por algunas similitudes especialmente lingüísticas. En mi opinión se trata más bien del empleo de giros valencianos, similares algunos a los franceses, de Bertrán que tuvo por lengua materna el valenciano. De todas formas, hay que admitir que los sermones de estos autores se adecuan al espíritu de la reforma de la predicación y por ello no puede extrañar que los leyese. HERNÁNDEZ, B., Sermonario manuscrito..., 92, n. 156.

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

293

ción por separado, pero otras veces mezcla párrafos de uno y de otro indistintamente fundiéndolos en una pieza oratoria coherente. Asume la espiritualidad de Granada en su totalidad. No copia sin más ni toma de memoria textos o libros incomprensibles, como si tuviera presente sus propias palabras: “Ni ninguno se crea bastantemente instruido para predicar si toma de memoria los sermones de algún esclarecido varón. Porque nadie puede desempeñar dignamente este cargo si lo que recogió de otra parte no lo vuelve y revuelve de tal manera en su ánimo, que con la añadidura de muchas cosas y con el modo de tratarlas, de ajenas las haga en cierta manera suyas, de suerte que no parezcan buscadas de otra parte, sino nacidas en casa”.62

Esto es lo que él practica. Pero quedan en el aire dos cuestiones. Una, por qué no cita, salvo en una pocas ocasiones, la fuente de quien toma su doctrina, y dos, no sabemos si leía a Erasmo o su erasmismo le viene simplemente por Luis de Granada, que parece lo más probable.63 ¿Qué es lo que más le interesa del dominico? Creo que ante todo el rigorismo que hace suyo con las mismas citas de las Sagradas Escrituras y de los Santos Padres, especialmente san Agustín, o similares, convencido de las dificultades de los cristianos para salvarse sin una verdadera y sincera penitencia y, aun así, tampoco está seguro. Muestra su agustinismo más acusado poniendo énfasis en la corrupción de la naturaleza humana por el pecado, su poquedad e impotencia para levantarse sin la ayuda divina, frente al tomismo más cercano de la dignidad humana, del libre albedrío y del mérito de las buenas obras. Cuanto acontece al hombre es obra de Dios sea en positivo –riquezas, salud, etc.–, o en negativo –enfermedad, pobreza, calamidades, etc.–. Sentido pues providencialista de la historia de acuerdo con los textos bíblicos. El pecado es el mayor mal del hombre y signo evidente de condenación. Por ello, se pregunta si alguien puede estar seguro de salvarse. En su opinión, no, y advierte que son muy pocos los que lo logran, con ejemplos alarmantes –citados por fray Luis de Granada– para sacudir la modorra espiritual de los cristianos respecto a su fin último. Sólo Dios sabe el número de los predestinados, pero, asegura como verdad manifiesta, que es mayor de los réprobos que el de los escogidos, citando el __________ 62 63

LUIS DE GRANADA, Obras, XI, Madrid 1945, 633ss. ALONSO, D., De los siglos oscuros al Siglo de Oro, Madrid 1958.

294

V. LEÓN

capítulo 7 de san Mateo: Lata et spatiosa est via quae ducit ad perditionem, et multi sunt qui intrant per eam; angusta est porta, et arcta es via quae ducit ad vital et pauci sunt qui inveniunt eam.64 Frente al pecado, la divina justicia y la incertidumbre del juicio, nuestro autor recomienda hacer verdadera penitencia ya, sin dilaciones porque nadie puede prever su futuro y esperar el tiempo propicio para el arrepentimiento. “Porque unos dilatan la enmienda de su vida, pareciéndoles que al presente no pueden y que en adelante avrá otro tiempo en que mejor lo puedan hazer. De esta manera envuelto, escribe san Agustín que respondía a Dios cuando estava envuelto en sus vicios: Espera, Señor, un poco, aguarda otro poco; ahora dexaré el mundo; ahora saldré del pecado. Otros reservan este negocio para la hora de la muerte, porque, por una parte les parece cosa ardua, trabajosa e imposible haber de apartarse y dexar enteramente sus vicios y deleytes, y por otra se consuela con la esperanza que entonces clamará de veras al Señor y se convertirá de corazñn”. F. Bertrán, Dominica 4 de Adviento, Lc. 1, Parate viam Domini, rectas facite...

“Porque unos dilatan este negocio para adelante; [...] mas que al presente no pueden, que adelante habrá tiempo en que más fácilmente y mejor lo puedan hacer. De esta manera escribe san Agustín que respondía a Dios antes de su conversión diciendo: Espera, Señor, un poco, aguarda otro poco, ahora dejaré el mundo, ahora saldré del pecado. Otros lo reservan para la hora de la muerte; otros dicen que recelan esta jornada por parescerles trabajosa y otros que se consuelan con la esperanza de la divina misericordia, paresciéndoles que con sola la fe y esperanza sin caridad podrán salvarse; y otros finalmente, presos con el amor del mundo no quieren dejar la felicidad que en él poseen”. L. de Granada, Obras, VI, 91.

El tema de la penitencia y el de la predicación de la palabra de Dios constituyen dos pilares fundamentales del pensamiento y actividad de Bertrán tanto en su época valenciana como en la de Salamanca como obispo. La Pastoral sobre la predicación (1764) tuvo un amplio impacto, fue recogida con admiración y alabada incluso por cuantos eran poco afectos a su persona, caso de Gregorio Mayans, a quien reconocerá el obispo la deuda contraída con su Orador christiano.65 Esta pastoral __________ 64 BERTRÁN, F., Pláticas dominicales..., domingo 19 después de Pentecostés, sobre el texto de Mt., 20,16, Multi enim sunt vocati; pauci vero electi. En LUIS DE GRANADA, Obras, VI, Madrid 1944, 103, encontramos textos e ideas expuestos por Bertrán. 65 Felipe Bertrán-Gregorio Mayans (26-V-1764), BAHM, lib. 73. La influencia la podemos ver en el sermón 13 de la Colección de Salamanca con el Orador, 2-3, y ambos con la Pastoral.

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

295

expone con sencillez, también con autoridad, las causas que esterilizan “la fecundísima semilla de la Divina Palabra y la defraudan de su espíritu y virtud, de su eficacia y energía”. Más que un tratado es una meditaciñn que revela una espiritualidad exigente, austera y rigurosa, en palabras de Saugnieux.66 No en vano sigue el espíritu de Granada que el hispanista francés desconocía. Bertrán no descubre nada nuevo, se limita a seguir la doctrina que exponía en Valencia. No obstante, don Gregorio Mayans mantendrá su opinión poco amable sobre Felipe Bertrán.67 4. LA MITRA DE SALAMANCA La muerte de José Zorrilla Sanmartín (30-IX-1762) dejaba vacante el obispado de Salamanca. Para sustituirle se elaboró una terna con los nombres de José Climent, el inquisidor de la Suprema Francisco Antonio de Montoya y Zárate y Felipe Bertrán. El nombramiento recayó sobre Montoya quien se negó a aceptar la mitra. Tampoco el rey desistió en su decisión.68 De este tira y afloja, parece que Montoya enfermó y murió. El rey, sin hacer nueva consulta, se informó de los dos candidatos restantes, ambos canónigos de Valencia, entre otros –posiblemente Pérez Bayer–, el arzobispo y el Capitán General de la ciudad del Turia. El resultado fue la elección de Felipe Bertrán y Casanova, quien era preconizado en Roma el 18 de julio de 1763 por Clemente XIII. 69 El encargado de impetrar las bulas de Roma fue Manuel de Roda (22-IV-1763). Don Gregorio se apresuraba a felicitar al nuevo prelado, pero lo hacía con una carta de compromiso y poco entusiasmo.70 La respuesta tampoco era muy expresiva y venía a manifestar su asombro ante tan __________ 66 SAUGNIEUX, J., o.c., 209. Bertrán envió su pastoral a José Villarroel, quien le dedicó unas décimas elogiosas iniciadas así “El premio en el cielo veas / pues cumples como se ha visto / lo que a Pedro Jesu-Christo / dixo: Pasce oveas meas”, BUV, ms. 65. 67 Citada por MESTRE SANCHIS, A., Ilustración y reforma..., 347, nota, 160. AMV, Serrano Morales, 7272 (46). La carta ha desaparecido del fondo documental. 68 SIMIÁN, J.C., Biografía de don Felipe Bertrán. 69 Su elección fue bien acogida y alabada su actividad pastoral. SEMPERE Y GUARINOS, J., Ensayo de una biblioteca española de los mejores escritores del reinado de Carlos III, I, Madrid 1969, 202ss. ANDRÉS MORELL, J., Origen, progresos y estado actual de toda la literatura. Elocuencia, historia, gramática, III, Valencia 2000, 209. Son numerosos los testimonios de contemporáneos como Llorente, Villanueva, Magí, Estala, etc. De historiadores posteriores como Vicente de la Fuente, A. Ferrer del Río o de quienes han estudiado su figura en los últimos años. 70 Mayans-F. Bertrán (26-II-1763), BAHM, lib. 156.

296

V. LEÓN

inesperado nombramiento. La relación epistolar entre ambos, ocasional y por motivos específicos, había tenido sus luces y sombras: “Confieso a Vm. ingenuamente que la noticia de averse designado S. Magestad nombrarme para el obispado de Salamanca, me sorprendió de modo que me ha tenido enfermo muchos días y con poco gusto, porque ni pensava en que pudiesse llegar este caso, ni he dado un paso jamás para facilitarme este honor71 viviendo muy contento en mi Estado. Con esto me parece un sueño lo que passa y no acabo de creerlo, y estoy allá dentro muy poco satisfecho. Nada de esto embarazará el que estime con todo mi corazñn su buen afecto y aprecio”. 72

Conocido su nombramiento, Bertrán lo comunicaba al Cabildo catedralicio de Salamanca (30-III), y unos días después a los regidores del Ayuntamiento de Valencia que elegían a Benito Escuder y a Vicente Gibertó para cumplimentarle, lo mismo que harán cuando reciba las bulas pontificias y antes de su consagración en la Seo valenciana, el 25 de septiembre, preparada para la ocasión. El Cabildo municipal nombró a Fernández Marmanillo y a Vicente Ramón, regidores de fiestas, para la funciñn, a la que todos los regidores asistieron con traje de gala, “chupa y Bueltas”. Oficiñ el arzobispo Mayoral acompaðado de los obispos Blas de Arganda y Pedro Albornoz, de Segorbe y Orihuela respectivamente. Junto con Felipe Bertrán se consagraba su amigo y discípulo, José Tormo, como obispo auxiliar de Valencia.73 El arzobispo aprovechó la presencia de los obispos para inaugurar el Seminario Andresiano con toda solemnidad el 29 de septiembre74 y manifestar su apoyo incondicional a los escolapios frente a los jesuitas.75 El nuevo prelado tomó posesión de su obispado por el deán de catedral salmantina, Manuel Benavent, el 7 de septiembre, al que escri__________ 71

En este parecer coincide con su sobrino Luis Bertrán en Breve biografía... F. Bertrán-G. Mayans (9-III-1763), BAHM, lib. 73. 73 ACA, Actas Capitulares, t. 57, fol. 446. AMV, Libro Capitular, D. 113 (8-IV-1763). AUPS, Breve biografía... Destaca la ostentosa ceremonia, la concurrida asistencia de autoridades civiles y religiosas y del pueblo en general. Benito Escuder se lo comunicaba a Mayans: “El domingo es la consagración de los Ilmos. Beltrán y Tormo”, AMV, Serrano Morales, 7268 (24), (23-IX1763). 74 HERNÁNDEZ, T.M., “Enseðanza de latinidad y humanidades en la renovaciñn pedagñgica del Seminario Andresiano de Nobles (1763-1785)”, Estudis 23 (1997). 75 LEÓN NAVARRO, V., Lluita pel control de l'educació valenciana al segle XVIII. Jesuïtes, escolapis i il.lustrats, Gandia 2010. El obispo Asensio Sales escribía a Mayans: (8X1763): “Ya tiene el Sr. Mayoral sus nuebos colegiales en los esculapios con las becas bendecidas por cinco obispos de nobleza carmesiana y las Lobas y Bonetes moradas, también de seda, y pendientes de sus pechos una medalla de plata con las inscripción de Colegio Andresiano”, BAHM, lib. 73. 72

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

297

bía con ese fin el 23 de agosto.76 El 21 de octubre se ponía en marcha camino de Salamanca, pasando por el Real Sitio de El Escorial donde se hallaba la Corte para besar la mano del rey y agradecerle su nombramiento. Le hospedó su amigo y paisano don Francisco Pérez Bayer quien le sirvió de guía en las cosas protocolarias de palacio. Les unía una vieja amistad desde su época de estudiante que recordaba con agrado.77 La visita sirvió para hablar de la actualidad y de la diócesis de Salamanca y en ambos casos el tema principal recayó sobre la Compañía y sus afines, los Colegios Mayores. Alguien comentó al obispo que éstos no serían reformados mientras no lo fuera aquélla, dando a entender su dependencia y ligazón. Pérez Bayer, buen conocedor de Salamanca y de los Colegios Mayores, debió informar bien a su amigo de los problemas con que iba a encontrarse. Aquello era cuestión de Estado y así lo enfocaría con el tiempo Francisco Pérez.78 El prelado emprendió el camino de Salamanca a donde llegaba el 22 de noviembre, siendo recibido por una representación del Cabildo en Alba del Tormes.79 Desde el principio tomó las providencias necesarias para el gobierno de la diócesis, manifestando ante todo su interés por la exposición de la palabra de Dios, de manera que a los pocos meses publicaba su primera Pastoral sobre la predicación (22-IV-1764).80 No le fueron fáciles las cosas en una ciudad y diócesis con algunos problemas que requerían su atención, fuera la Universidad y los Colegios Mayores con sus vicios, atraso científico y freno a las luces; la degradación moral, la inesperada expulsión de los jesuitas y sus expectativas de erigir un seminario Conciliar. Fueron años de constante trabajo de un obispo consciente de sus obligaciones. Todo hace pensar que la elección de Bertrán estuvo pensada y dirigida a enfrentarse con algunos de estos asuntos. __________ 76

ACS, Actas Capitulares, t. 57, fol. 525. PÉREZ BAYER, F., Diario histórico de la reforma de los Seis Colegios Mayores de Salamanca, Valladolid y Alcalá, A. Mestre Sanchis, J. Catalá Sanz y P. Pérez García (ed. y est. preliminar), Valencia 2002, 681-682. 78 PÉREZ BAYER, F., Diario histórico..., 40. 79 AUPS, o.c. Da la fecha del día 20. Otras fuentes hablan del día 22. El mismo Felipe Bertrán alude a dos fechas distintas, una el 26 y otra el 22. AMV, Libro capitular, D. 115 (1764). AMV, Libro de Instrumentos, D. 115 (1764), fol. 8. Creemos que hay dos fechas válidas. El día 20 llegó a Alba de Tormes y el 22 a la ciudad de Salamanca. 80 Carta de Hermán a Mayans (27-I-1764), MAYANS Y SISCAR, G., Epistolario XVIII...: “El obispo de Salamanca en continente nombró por su confessor al jesuita excoronel Idiáquez. Dio un célebre combite el día de los Reyes al Cabildo, colegialismo i nobleza. Tiene 13 pages i a los capellanes aún no ha seðalado salario”. 77

298

V. LEÓN

El primer asunto de envergadura que le tocó vivir y decidir como obispo fue la, por no menos esperada, espectacular expulsión de los jesuitas y posterior extinción de la Compañía de Jesús. Bertrán había manifestado claramente su antijesuitismo durante la etapa valenciana y lo había mantenido durante sus años de obispo a través de sus sermones y la Pastoral sobre la predicación. En el momento de la expulsión, Bertrán participó activamente movido tanto por su aversión a las doctrinas defendidas por la Compañía como a la devoción hacia el rey, esto es, a su acusado regalismo.81 El 5 de mayo de 1767 escribía a su amigo Pérez Bayer dos cartas con las que salía al paso de su posible descuido por no haber apoyado expresamente la expulsión, pidiéndoles lo pusiera en conocimiento de Manuel Roda.82 El documento es importante porque describe bien la sumisión del obispo a las decisiones reales y la complicidad de la mayor parte del episcopado en el extrañamiento: “Soy el vasallo más obligado a ejecutar con prontísima y rendidísima obediencia las más leves insinuaciones de la voluntad de Su Majestad, porque cuanto tengo y represento lo debo a su real designación, sin mérito, y con el honor que todo el mundo sabe. Con esta persuasión he declarado repetidas veces en secreto y en público que cualquiera que pusiese en duda la justificación de la resolución de Su majestad injuriaba atrozmente a su real persona y a los ministros que asistieron al Consejo, con cuyo acuerdo se tomó la resoluciñn”.83

La carta manifiesta animosidad contra la doctrina jesuítica “tan perversa en algunos puntos” que constituye un peligro grave para la Iglesia y para el Estado. Y acaba: “Callo porque, acalorado, me he propasado, pero gracias a Dios no temo ser inconsecuente, porque no soy del número de los obispos que escribieron a Roma, aunque fui rogado. Vea V.S. quál es mi sentir”. Este acaloramiento o fogosidad, en palabras de T. Egido,84 viene a representar una actitud episcopal de adhesión incondicional al rey y de rechazo a la Compañía que se ha atraído la animad__________ 81

LEÓN NAVARRO, V., “Probabiliorismo frente a probabilismo...”, 635ss. OLAECHEA, R., “En torno al exjesuita Gregorio Iriarte hermano del Conde de Aranda”, Archivium Historicum Societatis Iesu 23 (1964) 218-219. Trae una de las cartas que podemos decir es importante. La otra se encuentra en AGS, Gracia y Justicia, leg. 688 (5-V-1767). Manifiesta su pesar por lo que pueda pensar el rey y con esa misma intención escribe también a Roda. 83 OLAECHEA, R., “En torno al exjesuita...”. 84 EGIDO, T., “La expulsiñn de los jesuitas de Espaða”, en Historia de la Iglesia..., 773. DANVILA COLLADO, M., Historia general de España. Reinado de Carlos III, III, El Progreso Editorial, Madrid 1891, 439ss. 82

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

299

versión de casi todos. Los obispos se convierten en instrumentos útiles al servicio del regalismo. En el Dictamen (1769) pedido por el rey a los obispos para la extinción de la Compañía, Felipe Bertrán se muestra partidario de ella y lo justifica. Primero, conviene su desaparición a la mayor paz y tranquilidad de los reinos católicos y del papado. Segundo, a la pureza de la religión. Tercero, a la sana dirección y enseñanza de los fieles y al restablecimiento de las buenas costumbres acomodadas a las sólidas máximas del Evangelio y moral cristiana. El segundo asunto fue la erección del Seminario Conciliar. La expulsión de los jesuitas permitía a Bertrán cumplir tanto su sueño como las órdenes reales sobre erección de seminarios (5-V-1766), aprovechando tanto el colegio que la Compañía dejaba vacío como sus bienes. Coincidían los intereses reales y episcopales en la formación de un clero, especialmente secular, útil al servicio de la Iglesia, de los fieles y de la monarquía o mejor del absolutismo y sus regalías en pugna con el curialismo romano para intervenir en los asuntos eclesiásticos españoles. 85 Será con la Real Cédula de 1768 cuando se manifieste el interés de la Corona por el control educativo de los futuros párrocos, dando instrucciones precisas. El monarca ejercía sus regalías proclamándose patrón y protector de los seminarios, de sus constituciones, planes de estudio y de la elección del rector. ¿Implicaba desconfianza hacia los obispos? Cierto que el rey con los planes de estudio apuntaba más lejos de lo que podía ser una educación estrictamente religiosa. Apostaba también por el derecho público y de gentes “al que llaman político y econñmico, y las ciencias exactas, las matemáticas, la astronomía, geometría, física experimental, historia natural, botánica y otras semejantes”. Pero no todo era ciencia, interesaba muy mucho formar un clero adepto a la Corona como señalaría más tarde la Instrucción reservada de 1787 a la Junta de Estado: “La ilustración del clero es muy necesaria para estas importantes ideas [...]. El clero secular y regular, educado con buenos estudios, conoce fundamentalmente los límites de las potestades eclesiástica y real y sabe dar a ésta y al bien público la extensión que corresponde”.86 Importaba, en principio, una formación global tanto religioso-científica como __________ 85 VERGARA, J., “El regalismo jansenista, los obispos ilustrados y san Carlos Borromeo, factores del desarrollo y configuraciñn de los Seminarios en el siglo XVIII”, Revista Española de Pedagogía 176 (1987) 242. MESTRE SANCHIS, A., Ilustración y reforma... EGIDO, T., “Regalismo y relaciones Iglesia Estado (s. XVIII)”, en Historia de la Iglesia..., 123-249. 86 MURIEL, A., Historia de Carlos IV, Madrid 1959, 308.

300

V. LEÓN

política, abierta a las corrientes europeas, pero no demasiado, hasta donde fuera posible y prudentemente aconsejable, en equilibrio entre las ideas reformistas, por una parte, y conservadoras, por otra. El seminario era para el obispo un objetivo incuestionable y a él dedicó sus esfuerzos como demuestran sus numerosas representaciones, uniendo a la fundación la reforma de los Colegios Menores y sus bienes. Pero la operación era compleja, tropezando con intereses políticoeducativos que representaba, en este caso, Pedro Rodríguez de Campomanes, decidido a aprovechar el colegio de los jesuitas para establecer un Real Convictorio Carolino que impulsara las ciencias y la modernización de los estudios. Las relaciones entre Rodríguez de Campomanes y Bertrán no eran del todo amistosas desde que éste atacara el Juicio imparcial, al igual que otros obispos.87 El prelado no desfalleció y siguió en su idea de que el seminario era más necesario que un Real Convictorio.88 La carta del Consejo de parte del rey a los obispos rogándoles crear seminarios debió parecer una broma a Bertrán que intentaba fundarlo sin éxito por las muchas trabas que se le ponían. Aprovechando esta situación, el obispo-Inquisidor General, debió apremiar al rey consiguiendo el decreto de erección el 28 de mayo de 1779, habían pasado trece años desde el inicio del proyecto, el 21 de septiembre abría el seminario con la imposición de becas a los primeros seminaristas.89 Era manifiesto el gozo del obispo que veía por fin “erigido en nuestra iglesia de Salamanca el Seminario Conciliar”,90 centro de formación de quienes se dedicasen a la cura de almas y control para la recepción de las sagradas órdenes. Se pretendía que nadie las recibiese sin haber examinado bien sus cualidades humanas y religiosas. Y en este sentido era fundamental el papel de los superiores.91 Don Felipe aprovechó la apertura del seminario para dirigirse a sus diocesanos con la satisfacción de haber conseguido la meta y recordarles el fin de la institución. Un centro educativo al servicio de los curas __________ 87 ALCÁZAR MOLINA, C., Los hombres del despotismo ilustrado en España: el conde de Floridablanca: su tiempo y su obra, J. Hernández (pról.), Murcia 2008, 84. 88 SALA BALUST, L., “Un Convictorio Carolino...”, 16-21. 89 SALA BALUST, L., “Tenaz empeðo...”, 24ss. 90 BERTRÁN, F., “Carta Pastoral”, que introduce la obra de GIOVANNI, J. de, Historia de los seminarios clericales, Imp. de Francisco Rico, Salamanca 1778, I. La obra fue traducida del italiano por el padre Bernardo Zamora. La Pastoral la firmaba el 5 de febrero de 1778. 91 Constituciones del Real Seminario de San Carlos de la Ciudad de Salamanca, dispuestas por el Excmo. Señor Don Felipe Bertrán, Imp. de don Antonio Sancha, Madrid 1783.

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

301

de almas, forjador de la disciplina, mortificación, asperezas, paciencia, obediencia, retiro y abstracción del mundo, único modo de conseguir la santidad. Y allí, con la vigilancia de los sabios, virtuosos, celosos eclesiásticos y maestros, bien instruidos en las diversas facultades, escogidos por el obispo, “puedan educarse en la verdadera y sñlida sabiduría, preservarse de la corrupción del siglo, criarse en el santo temor de Dios, instruirse en las verdades de la religión y aprender loables costumbres desde la más tierna edad para que formados y santificados puedan trabajar luego en la educaciñn y santidad de los otros”.92 El entusiasmo por la inauguración del nuevo seminario fue contagioso. Bertrán se rodeó en Salamanca de las personas que representaban el espíritu reformista cristiano. Meléndez Valdés, era uno de ellos, y dedicó una Oda de 136 versos al acontecimiento. El tercer asunto con que bregó Felipe Bertrán fue el de la reforma de los Colegios Mayores, muy relacionados con la Compañía de Jesús. Para entender el proceso de su reforma creemos conveniente seguir cuatro pasos. Uno, el encuentro de Felipe Bertrán y Francisco Pérez Bayer en El Escorial. Allí hablaron de las cosas de Salamanca y de los Colegios Mayores que Pérez Bayer tenía entre ceja y ceja. En estas fechas tanto los jesuitas como los colegiales habían percibido la pérdida de su privanza y el cambio de los tiempos, así lo entendía el padre Isla.93 Para Pérez Bayer los Colegios Mayores eran una rémora insalvable para la modernización de la nación. Dos, el electo obispo de Salamanca percibe la situación y a su llegada a la ciudad se alinea con el sector reformista y, cuando llegue la expulsión de los jesuitas, con la voluntad del monarca. Su compromiso empieza con la idea de fundar el seminario Conciliar y la reforma de los Colegios Menores frente a Campomanes. Tres, en 1769, Pedro Fernández de Villegas visita a Pérez Bayer que fuera alumno suyo en Salamanca y hablan de los Colegios Mayores y la manera de poner remedio a sus irregulares costumbres poco o nada acomodadas al espíritu de sus constituciones. Tal vez fue la chispa, señala A. Mestre, que motivara a Pérez Bayer, “sapientísimo”, en palabras de Menéndez Pelayo, elevar un Memorial al rey.94 Cuatro, la concreción del plan se lleva a __________ 92 BERTRÁN, F., “Sermñn en la apertura del Seminario Conciliar de San Carlos de Salamanca”, Colección..., n. 137. 93 OLAECHEA, R., “Anticolegialismo del Gobierno de Carlos III”, Cuadernos de Investigación. Geografía e Historia II (1976) 64-65. 94 PÉREZ BAYER, F., Por la libertad de la literatura española, A. Mestre Sanchis (est. preliminar), Alicante 1991, 26.

302

V. LEÓN

cabo en la obra Por la libertad de la literatura española, que expone en 1770 a Roda, Aranda, Campomanes y Confesor Real, cuyo influjo sobre el rey era más que notable, especialmente en un tema que comprometía a la Curia romana.95 Ganada su confianza el ministro R. Wall lo presentaba al rey. Sala Balust, que la estudió a fondo, detalla el proceso de la redacción del Memorial de Pérez Bayer. Éste se vislumbra como el alma de esta reforma. No estaba solo y, aparte de Manuel de Roda, contaba con el apoyo del grupo valenciano en la corte y con Felipe Bertrán en Salamanca.96 A la experiencia propia acumulada durante su estancia en la ciudad del Tormes como estudiante primero (1733-1738) y como profesor de hebreo después (1746-1754), añadía el minucioso trabajo de recogida de documentos. En la primera parte de la obra estudia y pone énfasis en el incumplimiento de las constituciones y estatutos de los Colegios Mayores y su progresiva decadencia hasta el momento. En la segunda, expone los negativos efectos de Colegios y colegiales sobre las letras al constituir una casta que se protege y se opone al poder del monarca. Esto es, forman un Estado dentro del Estado, al igual que los jesuitas. Si aparentemente se presentan sumisos al rey, escapan al control de las regalías en lo tocante a sus intereses. El autor pinta con habilidad, no exenta de parcialidad, como un peligro para las regalías. El efectismo no podía dejar de preocupar a un monarca tan pagado de su poder en unos momentos en que el regalismo lo llenaba todo. Aranda escribía a Roda que se hiciera valer la idea de que los colegiales negaban este poder del rey.97 Sería definitivo. Se trataba de presentar dos planos. Uno cultural, en el que se mostrase el perjuicio de los colegios al monopolizar las cátedras que, por cierto, sólo aprovechaban como trampolín para sus ascensos. Otro político, más temible porque atentaba contra la santa soberanía real. Palacio Atard que se pregunta por la rectitud de la reforma, no duda en considerarla arbitraria, concebida para atacar otra arbitrariedad, la de los colegiales, __________ 95 La opinión de J.L. Villanueva sobre el padre Eleta es que “tenía fama de indocto, fanático y adicto al curialismo”, aunque aclara que no lo trató, sin embargo lo apreciaba el rey. VILLANUEVA, J.L., Vida literaria, G. Ramírez Aledón (ed., intr. y notas), Alicante 1996, 118. 96 MESTRE SANCHIS, A., “Un grupo de valencianos en la corte de Carlos III”, Estudis 4 (1975). MAYANS Y SISCAR, G., Epistolario XVIII...; ID., Epistolario XIX. Correspondencia de los hermanos Mayans con el canónigo Juan Bautista Hermán 2, V. León Navarro (est. preliminar, transc. y notas), E. León La Parra (colab.), Valencia 2002. RÍOS LLORET, R., El grupo valenciano en la reforma de los Colegios Mayores durante el reinado de Carlos III, Tesina dirigida por A. Mestre, Universidad de Valencia, 1977. 97 SALA BALUST, L., Visitas y reforma..., 25-26.

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

303

con el fervor regalista y el sectarismo antijesuita de Pérez Bayer, Roda y Bertrán.98 Y cuestiona también la posible relación existente entre la expulsión de los jesuitas y la reforma de los Colegios.99 No cabe duda que una y otra iban unidas y que, tras la cultura, se escondía un evidente trasfondo político-social.100 Así lo veía Felipe Bertrán: “Yo de cada día me confirmo más en la persuasión de que llegó el tiempo en que Dios tiene determinado poner remedio a tanto mal y derribar los dos más altos y soberbios cedros, jesuitas y colegiales mayores, y que podremos decir: vidimus exaltatos sicut cedros Libani, transivimus et non erant”.101 Por otra parte, en el marco de la expulsión de la Compañía de Jesús, se iba preparando, al menos idealmente en algunos casos, tanto planes de estudios aplicables a universidades y centros educativos como el cambio de docentes. Pero, creemos que adolecía de contenido programático concreto, como sucedió en el Seminario de Nobles Educandos de San Pablo de Valencia.102 En este ambiente de cambios hay que entender el interés de Felipe Bertrán por la erección de un seminario conciliar. Es comprensible el temor al poder de los Colegios Mayores, tanto por quienes disentían de ellos como por cuantos estaban comprometidos con las reformas que, de una u otra manera, coincidían en muchos aspectos y condenaban el descarado monopolio que les proporcionaba su privilegiada situación. No faltaron colegiales que participaron de los análisis de los manteístas tras la crisis de 1754 y la posterior llegada de Carlos III al poder. Éstos fueron ganando la batalla política, pero había que ganar también la cultural, y aumentaron las críticas tanto a los jesuitas como a los colegiales, una rémora, entendían, para el progreso de las luces y modernización de la nación.103 Y en esto andaba Pérez Bayer quien, bien relacionado en la corte y en Valencia, quería dirigir y controlar la reforma educativa con el apoyo del grupo valenciano. La correspon__________ 98 PALACIO ATARD, V., “La casta y la cátedra. (Reflexiones sobre la reforma de los Colegios Mayores en el siglo XVIII)”, prñlogo a SALA BALUST, L., Visitas y reforma..., XV. 99 PALACIO ATARD, V., “La casta y la cátedra...”, XVII. 100 OLAECHEA, R., “Anticolegialismo del Gobierno...”, 53. 101 Carta de F. Bertrán a Pérez Bayer (31-VIII-1771), PÉREZ BAYER, F., Diario histórico... 102 LEÓN NAVARRO, V. – HERNÁNDEZ, T.M., “El Real Seminario de Nobles Educandos de Valencia (1767-1784). ¿Un símbolo del reformismo educativo?”, Anales Valentinos 55 (2002) 129154. GIMÉNEZ LÓPEZ, E., “La enseðanza en el seminario de nobles educandos tras la expulsiñn de los jesuitas. Un capítulo de la lucha por el control de la enseðanza en Valencia”, Revista de Historia Moderna. Anales de la Universidad de Alicante 20 (2002). 103 LANZ DE CASAFONDA, M., Diálogos de Chindulza (sobre el estado de la cultura española en el reinado de Fernando VI), F. Aguilar Piñal (ed., intr. y notas), Oviedo 1972.

304

V. LEÓN

dencia de Juan Bautista Hermán con Gregorio Mayans es una buena muestra de esta pugna que alcanzaba a las instituciones y personas más notables de la monarquía.104 Muchas guerras y pocas victorias, porque la literatura española, léase la educación en su sentido más amplio, no caminaba por senderos de gloria ni con la expulsión de los jesuitas ni con la reforma de los Colegios Mayores. En realidad, tras las reformas no había un plan general bien concebido, homogéneo y adecuado a la realidad española. Y no sólo esto, la reforma de los Colegios Mayores fracasó más por su politización y sectarismo y por el odio al otro que por la idea de construir una nación nueva. El mismo Pérez Bayer era consciente. Tal vez tuvo más de sueño que de fundamento real. En una entrevista con el arzobispo Lorenzana, éste le pide sinceridad respecto a los Colegios Mayores. Él le responde: “Si he de decir lo que siento, puesto que nadie nos oye: los Colegios son y han sido durante mucho tiempo a esta parte, Sodoma y Gomorra”. Lo peor de todo, en su opiniñn, era que no había solución.105 ¿Cuál fue el papel del obispo de Salamanca? Ya hemos aludido a su paso por El Escorial y sus conversaciones con Pérez Bayer (1763), quien sabía que podía contar con su amigo y paisano en asunto tan importante para la Iglesia y para la monarquía. En este sentido, creemos, que fue un instrumento convencido de Pérez Bayer y de Roda. Le confiaron la visita y la toma de medidas necesarias para su arreglo. Aquí, como en otras ocasiones, el regalismo de Bertrán fue decisivo, implicándose por completo en el servicio del rey. Tras la puesta en marcha de la visita a los Colegios, a Bertrán le sorprende que los colegiales mantengan su misma desarreglada y escandalosa vida que antes de los decretos, sin el más mínimo temor.106 Para Sala Balust la reforma de Carlos III no fue feliz, porque “Pérez Bayer la había soñado en un principio algo más radical [...], luego se hizo una reforma distinta, con energía, pero con miramiento”, para acabar con la extinción o muerte de los Colegios Mayores. No obstante, según este autor, “las reformas de los Seis Colegios Mayores de Espaða es, en mi juicio, una de aquellas obras en que más visiblemente se reconoce la mano de Dios”.107 __________ 104

Véanse los Epistolarios XVIII y XIX de Gregorio Mayans. PÉREZ BAYER, F., Diario histórico..., (XI-1771). 106 PÉREZ BAYER, F., Diario histórico..., (24-IX-1771). 107 SALA BALUST, L., Visitas y reforma..., 312. 105

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

305

5. TAMBIÉN INQUISIDOR GENERAL En plena reforma colegial, el obispo de Salamanca era elegido Inquisidor General de las Españas (23-XII-1774) por muerte de Manuel Quintano Bonifaz.108 Se esperaba que su nombramiento sirviera, como seðala A. Lambert “pour endormir l'activité, déjà bien ralentie, du redoutable tribunal”.109 La elección, según Pérez Bayer, fue obra de Carlos III sin consulta previa al Confesor real, quien no daba crédito a este nombramiento al que aspiraba él mismo, al igual que el arzobispo de Valencia, Francisco Fabián y Fuero. El hecho llamó la atención en la corte dando lugar a todo tipo de especulaciones, pues el rey consultaba todos estos asuntos con su confesor. Fuera muestra del real deseo y acto de poder ante el Tribunal de la Inquisición, lo cierto es que la decisión no agradó nada a fray Eleta, según Pérez Bayer, por la reacción evasiva y poco amistosa que tuvo con él, pensando que podía ser obra suya.110 Nada dice el hebraísta, aunque no extrañaría que hubieran mediado él mismo y el Secretario de Gracia y Justicia en la decisión real. Tal vez interesaba la presencia de Felipe Bertrán en Madrid, a donde llegaba el 20 de abril de 1775, no sólo por el asunto de los Colegios Mayores, sino también por los negocios inquisitoriales. Y el obispo de Salamanca era un servidor fiel, un instrumento dócil en manos del rey, quien desde su nuevo cargo podría manejar con más eficacia los temas relativos al seminario. Bertrán, a quien le comunicaba la noticia el Secretario de Gracia y Justicia, aceptó el nombramiento como se esperaba.111 No podemos saber qué ideas pasaron por la mente de un hombre que accedía a la jefatura de una institución nada evangélica, represora, con mala prensa y opuesta a las luces, pero en la que creía firmemente como confesaría a J.L. Villa__________ 108 El nombramiento fue aplaudido por el sector ilustrado y por su buen hacer la frente del obispado de Salamanca. ANES, G., El Antiguo Régimen: los Borbones, IV, Madrid 1971, 68. 109 LAMBERT, A., Dictionaire de Thélogie catholique, Paris 1925, 957. 110 PÉREZ BAYER, F., Diario histórico..., 692. 111 MAYANS Y SISCAR, G., Epistolario IX. Martínez Pingarrón-G. Mayans: “Tenemos por inquisidor general al Sr. Dn. Felipe Beltrán, obispo de Salamaca”, (3-I-1775), 473. Unos días más tarde informaba: “Aquí se ha dibulgado que el Sr. Beltrán, quando ha admitido la inquisiciñn ha embiado la renuncia del obispado que goza”, (17-I-1775), 474. G. Mayans se apresuraba a felicitar al nuevo Inquisidor General: Señor: El nombramiento que ha hecho el Rey Nuestro Señor Don Carlos III a V.S.Ilma en el Supremo Tribunal de la Santa Inquisición, ciertamente ha sido una elección de Dios porque ha nacido del conocimiento i experiencia que tiene su majestad de la singular prudencia, eminente sabiduría i suma vigilancia de V.S.Ilma”, AMV, Serrano Morales, 7272 (34), Enero, 1775.

306

V. LEÓN

nueva.112 Sabía que estaba al servicio del rey, el amo de todo, pero no desconocía los problemas internos de una institución dominada por los colegiales. Cuando Manuel de Roda le consulta sobre el nombramiento de plazas de supernumerarios de la Suprema, Bertrán le agradece su confianza, pero le manifiesta su deseo de ajustarse a los deseos del rey, esto es, quiere consultarlo primero con su majestad. Le pide tiempo porque es nuevo en el cargo y desconoce a los sujetos, y desea el mayor acierto, habida cuenta de que hay muchos cargos inquisitoriales en manos de los colegiales.113 Como inquisidor afrontó su trabajó y salió de las dificultades, en unos casos mejor que en otros. No era fácil el empleo, pero su paso alumbró decretos importantes como el de la lectura de las Sagradas Escrituras en lengua vulgar (20-XII-1782) y la consiguiente aparición de la primera Biblia Vulgata Latina traducida al español (1790) debida al escolapio Felipe Scio. Todo un éxito teniendo en cuenta la situación religiosa de España, pero a este tema nos referiremos en otra ocasión. Quiero centrarme ahora en dos aspectos, uno que le reportó cierta alegría agridulce y el otro, tristeza no exenta de un punto de satisfacción por el trabajo, según su parecer, bien hecho. El primero tuvo que ver con su nombramiento de Inquisidor. El rector de la Universidad de Valencia, Juan Antonio Mayans, recién elegido también para el cargo, pensó en celebrar un acto académico, con oración gratulatoria incluida, en honor de Bertrán, por ser valenciano y haber enseñado como catedrático de Filosofía en su Estudi General. Juan Antonio Mayans escribía a F. Bertrán informándole sobre el acto y otras particularidades.114 Éste se celebró el 17 de enero en la Universidad.115 A la hora de imprimir la Oración gratulatoria de Vicente Peris, el arzobispo se opuso con la pueril excusa de no ajustarse a la forma retórica de preguntas y respuestas. Según el erudito de Oliva, en carta a Manuel de Roda, el verdadero motivo era porque el elegido Inquisidor General era don Felipe Bertrán, el orador el Dr. Vicente Peris, contra quien informó mal al rey y “bien puedo aðadir, porque el Retor de la Universidad de __________ 112 VILLANUEVA, J.L., Vida literaria, 135: “Díjome un día el señor Bertrán: si no fuera por la Inquisiciñn, el confesionario sería un burdel”. 113 F. Bertrán-M. Roda (12-IX-1775), AGS, Gracia y Justicia, leg. 624. 114 AMV, Serrano Morales, 7276 (56), (14-I-1775). Aparecen dos cartas del mismo día de Juan Antonio Mayans-F. Bertrán, pero letra de don Gregorio. La otra también dirigida a Felipe Bertrán en nombre del Claustro. 115 AMV, Serrano Morales, 7276 (56), sin fecha.

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

307

Valencia es D. Juan Antonio Mayans i Siscar”.116 Tres motivos que delataban el sectarismo de Fabián y Fuero. Uno, contra Felipe Bertrán, cuyo cargo deseaba él. Dos, contra Vicente Peris, antitomista, elegido pavorde frente a la facción tomista que representaba el arzobispo. Tres, por animadversión hacia el rector Mayans, por ser Mayans, no tomista y rector contra su voluntad. La negativa de Francisco Fabián fue objeto de las más duras críticas. Luis Adamdrat –vicerrector de la universidad– y Vicente Peris solicitaron el permiso de impresión durante varios días de enero, febrero y marzo sin resultado alguno. La excusa era que no se adaptaba al arbitrario decreto arzobispal (3-III-1774) sobre la utilización de la subjectio en la explicación de la doctrina cristiana. La polémica se transformó en personalismos de los que el arzobispo no salió bien parado, siendo objeto de las más duras descalificaciones.117 Pero la Oración no se imprimió. Es más, no quedó ni rastro de ella por más que menudearon las denuncias ante el Consejo y autoridades del Estado. La única alusión nos la proporciona G. Mayans en la carta a Roda: “Como por asunto, Peris propone al Sr. Beltrán como un segundo Zorobabel, haciendo cristianamente instructivo su discurso i manifestó que el rei nuestro señor avía elegido un obispo que lo ha sido según la idea que prescrivió el apóstol san Pablo”. El asunto dio pie a cierta correspondencia entre Juan Antonio Mayans y Felipe Bertrán y el interés de éste por el patronato de la ciudad de Valencia sobre la Universidad. La Ciudad lo reclamaba y el rey pasó el informe al Inquisidor General que fue positivo para Valencia.118 El segundo se ciñó más estrechamente a su cargo como Inquisidor General al tener que asumir el procesamiento de Pablo de Olavide, cuya figura ha sido estudiada en profundidad por M. Defourneaux y por L. Perdices, aunque existen otros muchos trabajos valiosos, algunos de los cuales exceden nuestro objetivo, como los del profesor G. Dufour.119 Por mi parte haré un breve planeamiento de la situación. __________ 116 MAYANS Y SISCAR, G., Epistolario X. Mayans con Manuel Roda yel conde de Aranda, A. Mestre Sanchis (transc., est. preliminar y notas), Valencia 1990. Carta de G. Mayans a Roda (11IV-1775). 117 LEÓN NAVARRO, V., “Juan Bautista Hermán y Francisco Fabián y Fuero. Algunos apuntes para la comprensiñn del personaje y su tiempo”, Estudis 25 (1999) 183-200. ID., “Juan Bautista Hermán: una víctima del poder político eclesiástico. Su amistad con los hermanos Mayans”, Estudio preliminar a MAYANS Y SISCAR, G., Epistolario XIX..., 7-52. 118 ALBIÑANA, S., Universidad e Ilustración..., 257. 119 DEFOURNEAUX, M., Pablo de Olavide o el afrancesado, M. Martínez Camaró (tr.), Sevilla 1990. PERDICES BLAS, L., Pablo de Olavide (1725-1803). El ilustrado, Madrid 1995.

308

V. LEÓN

La carrera de Pablo de Olavide se hace bajo la protección del fiscal Campomanes y del conde Aranda. Los tres forman la “trinca”, según G. Casanova.120 Rico tras su matrimonio en 1755 viaja por Europa, compra libros, los lee y se relaciona con ilustrados europeos, caso de Voltaire. Gracias a la amistad con Aranda y Campomanes se le nombra Asistente de Sevilla y Superintendete de las Nuevas Poblaciones (21-VI1767), un proyecto emblemático del reformismo absoluto de Carlos III, dirigido por Campomanes.121 Olavide es un hombre ilustrado que cumple con las exigencias eclesiásticas, pero se muestra muy crítico con toda la hojarasca externa que oscurece la sencillez evangélica. Rechaza las exterioridades innecesarias, es partidario de la reforma eclesiástica, se muestra provocador con quienes ponen todo su empeño en cumplir con las apariencias y hasta mostrarse intransigente con cuantos las critican. Es la dualidad interiorexterior. Espiritualidad que defendía Felipe Bertrán, aunque parece que ambos no se entendieron. No tardaron en aparecer los rumores y luego las denuncias en su contra que tomaron cuerpo en Sevilla y Córdoba, gracias al peculiar sistema del Santo Oficio de admitir denuncias anónimas, basadas muchas veces en los rumores, pero que obligaban en conciencia a los fieles a manifestarlas y mantener el secreto. El Tribunal de la Inquisición vigiló y espió sus pasos desde 1766. Es cierto que don Pablo descuidó aspectos de su vida social, dio poca importancia a sus comentarios y manifestó con cierta naturalidad, no exenta de algún ánimo provocador, sus críticas que le identificaron como libertino, ateo, hereje, amigo de Voltaire y enemigo de la Iglesia, lector de libros prohibidos, crítico con las devociones como el rosario, poco partidario de los sermones, toques de campanas, órdenes religiosas, y mecenas de los bailes, teatros y diversiones. Y además, decían, negaba los milagros e incluso los sacramentos. Todo muy propio de una España excesivamente clerical, beata y sacralizada, necesitada de reformas como proyectaba Olavide. Tal vez pensaba éste que las denuncias carecían de fundamento y eran además pueriles, pero el giro que se produce a principio de los años setenta no auguraba nada bueno para quienes con la antorcha de la razón y del sentido común __________ 120 Cita de LÓPEZ URDÁÑEZ, J.L., “El caso Olavide. El poder absoluto de Carlos III al descubierto”, en S. Muñoz Machado (ed.), Los grandes procesos de la historia de España, Barcelona 2002, 316. 121 AMV, Serrano Morales, Catálogo de los Asistentes de Sevilla, 7291 (81). Se hace una reseña de Olavide como sospechoso de fe, su proceso inquisitorial y reclusión conventual.

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

309

descubrían el fanatismo de quienes se atrincheraban en sus posiciones de siempre. Todo cambió a peor para el Superintendente con la llegada en 1770 a las Nuevas Poblaciones del capuchino Romualdo de Friburgo con ínfulas de jefe y algo más. Si los capuchinos allí instalados ya eran una rémora, su arribo empeoró la situación con su acritud, fanatismo, mala fe e inclinación a perturbar el orden contrario al divino.122 Ante la poca atención que prestó el obispo de Jaén a sus denuncias, decidió dirigirse al Confesor Real en octubre de 1775. Sus acusaciones eran duras y graves contra Olavide –al que compara con el demonio– y personas de su entorno: “Es político, pues así como el príncipe de las tinieblas se transforma en ángel de luz123 para engañar a los incautos, así el denunciado se manifiesta revestido de alguna luz de la religión católica; se confiesa católico y da exteriormente algunas de aquellas señales por las cuales se distingue el católico del protestante [...]; y es tanto más peligroso cuanto más sutil y más astuto en templar el veneno”.124

Mal pintaban las cosas para don Pablo cuando el Inquisidor General se dirigía al rey solicitando permiso para proceder contra él (31-X-1775). Los cargos, curiosamente, coincidían con los de fray R. de Friburgo. La respuesta del monarca no tardó en llegar a través del Secretario de Gracia y Justicia: “Me ha mandado prevenir de su Real Orden a V.I. y el Consejo, como ejecuto”, y ponía énfasis en la orden y voluntad del monarca: “que no solamente permite y consiente Su Majestad que el Santo Oficio obre y proceda libremente, como corresponde por derecho y conforme a su instituto, sino que S. M. está pronto a prestar para este fin su Real protección y auxilio necesario y para que el Santo Tribunal pueda desde luego hacer las averiguaciones convenientes sin obstáculos, que recele ha tomado su Majestad la providencia de llamar a don Pablo de Olavide”.125

La carta evidencia el conocimiento del rey, su implicación y respaldo absoluto al proceder del Santo Oficio. __________ 122 FERRER DEL RÍO, A., Historia del reinado de Carlos III de España, Imp. de la Esperanza, Madrid 1856, lib. IV. 123 Esta es una expresión propia de los capuchinos como se recoge en las Constituciones de los frayles menores de san Francisco aprobadas y confirmadas por nuestro santo Padre el Papa Urbano VIII, Carlos Sánchez, Madrid 1644, cap. IV, 26. 124 DEFOURNEAUX, M., Pablo de Olavide..., 247. 125 AGS, Gracia y Justicia, leg. 628. Citado por LÓPEZ URDÁÑEZ, J.L., “El caso Olavide...”, 315.

310

V. LEÓN

Olavide se apresuró a cumplir la orden real a sabiendas de que la llamada tenía que ver con la Inquisición. Escribió a Manuel de Roda para pedirle consejo, declarándose inocente y falsamente acusado por un fraile supersticioso: “A pesar de todo esto me veo en Madrid llamado por una orden del rey, noticioso de que se está examinando mi conducta, notado por un rumor popular que he sido llamado para asunto de Inquisiciñn”. Estaba convencido que algo se podría hacer para cortar lo que parecía un proceso, porque él gustoso se sometía a lo que fuera y al castigo que mereciese, pero quería ser oído para probar tanto su inocencia como la malicia del delator. Se ponía en sus manos para que le alumbrara en trance tan amargo: “Dirija V.E. a quien busca sus luces, en inteligencia de que, si aún se persuade de mi inocencia, es preciso que el tiempo la descubra y que entonces se alegre de haberme dado la mano”.126 Desgraciadamente no había nadie para echar una mano porque nadie se sentía seguro de la suya. Estaba solo y deshonrado. En esos momentos no era nada, sólo un símbolo atacado y destruible. Roda no podía comprometerse cuando tantos nombres, incluido el suyo, sonaban o habían sonado en el Tribunal, y desvió la atención de Olavide hacia el Inquisidor General a quien debía enviar tan “sentidísima carta” e incluso visitarle. Así lo hizo el acusado. Hablaron durante dos horas. Suponemos que don Pablo manifestó su inocencia e hizo profesión de fe católica. Don Felipe Bertrán le escuchó con paciencia e incredulidad, le debió hacer algunas recomendaciones sin llegar a nada más. Así parece demostrarse de la carta del Inquisidor a Manuel de Roda a quien manifiesta su incomodidad en tal trance: “Yo me he visto en la mayor confusión, porque se me presentó anteanoche y me detuvo dos horas en conversación, sin saber yo qué responderle. Vuestra Excelencia sabrá sacudirse mejor en el consejo que le pide y en la pretensión de que se corte la causa”.127 Añade que Olavide estaba muy inquieto, concluyendo a priori: “se le remuerde mucho la conciencia”. Por tanto es síntoma de que teme y, agrega Bertrán: “con razñn”. Sorprende la actitud escurridiza y apocada del Inquisidor, indeciso ante el acusado, como si él no fuera nadie, pero sí aprecia el miedo que exterioriza Olavide y en base __________ 126 AGS, Gracia y Justicia, leg. 628, (7-II-1776). Carta citada por A. Ferrer del Río, lib. IV, I, 47-50. La interpretación que hace J.L. López de este texto no nos parece correcta. Olavide se dirige exclusivamente a Roda, a su consejo y luces, del que conoce su poder y cercanía del rey. LÓPEZ URDÁÑEZ, J.L., “El caso Olavide...”, 325. 127 JIMÉNEZ LOZANO, J., El sambenito, Barcelona 1972. El autor hacer una descripción novelada-histórica del proceso muy interesante.

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

311

a esto lo criminaliza. La inseguridad parece adueñarse de todos, deseosos de quitarse de encima asunto tan espinoso. Don Felipe, como Inquisidor, está implicado en el proceso, no obstante parece debatirse internamente entre el cargo, su conciencia y la realidad. El problema, amén de religioso, es político y ambos aspectos le condicionan. Poco tiempo después Olavide escribía a Bertrán: “Sñlo reconozco en mí dos delitos. Uno haber contribuido a que este padre Friburgo se quedara, y otro el de la imprudencia de hablar con él tantas veces de materias respetables que no entiende bien y haberle dado armas de que pudiera abusar contra mí”.128 El capuchino empleó tan bien sus armas que desde el padre Eleta, al rey, pasando por F. Bertrán, parece que le creyeron. Éste recibió al religioso en su propio palacio inquisitorial en secreto y se informó personalmente de las denuncias. Qué se dijeron y cómo trataron el asunto no podemos saberlo, pero sí que el de Friburgo convenció a Bertrán y debieron pesarle como una losa acusaciones tan graves. Y por más indagaciones que se hicieran y más testigos que declararan, la situación no cambió. El cerco contra el Superintendente se estrechaba de forma peligrosa, como si una mano marcara el destino ya escrito. El Inquisidor General, que conocía el informe de los calificadores el día 14 de septiembre, comunicaba al rey que el Tribunal de Corte había condenado al reo a cárceles secretas (29-X-1776), esperando el plácet del rey. Carlos III lo dio, permitiendo que el duque de Mora, alguacil del Santo Oficio, detuviera a Olavide y fuese encarcelado (14-XI). Le esperaba una larga prisión en el más absoluto silencio, soledad y desesperación. La noticia se conoció pronto en medios españoles y europeos a través de gacetas y medios diplomáticos, siendo la comidilla de círculos, tertulias y salones.129 Unos manifestaron indignación, como Azara, o resignación, como Aranda y todos los llamados ilustrados españoles. Nadie movió un dedo. Otros, los europeos reaccionaron con duras críticas al gobierno y a la Inquisición y con alabanzas a Olavide.130 ¿Se entendía que detrás de todo estaba la mano del rey como apunta J.L. López?131 En el entorno del Santo Oficio y del gobierno se extendió un manto de silencio convenido, no roto ni siquiera ante las reiteradas cartas de la fami__________ 128 AHN, Inquisición, leg. 3609, (19-III-1776). Citado por PERDICES BLAS, L., Pablo de Olavide..., 353. 129 OLAECHEA, R., “Informaciñn...”, art.cit., 122-123. 130 BENAVENT MONTOLIU, J.F., “La imagen de Espaða en Alemania. De la Ilustraciñn al Romanticismo”, Estudis 25 (1999) 218ss. 131 LÓPEZ URDÁÑEZ, J.L., “El caso Olavide...”, 328.

312

V. LEÓN

lia interesándose por el reo y por la rápida solución procesal. Poco antes de su prisión apareció una despiadada sátira en su contra y por ampliación de todos los ilustrados, que corrió manuscrita por Sevilla.132 Aguilar Piñal la fecha a principios de 1776 coincidiendo con la misión de fray Diego de Cádiz y sus ataques a las reformas de Olavide. Su autor, según Aguilar Piñal, fue el agustino fray José Gómez de Avellaneda.133 El día del autillo (24-XI-1778),134 Olavide fue conducido a la sala del juicio donde le esperaban el Inquisidor General asistido por José Escalzo y Bernardo Loygorri. La sala estaba concurrida por personalidades invitadas expresamente al acto preparado para impactar, aspecto fundamental, en los asistentes.135 Se adecuaba perfectamente a su pedagogía del miedo –físico y espiritual– bajo la excusa de mantener la pureza de la religión. Vestido con ropas inquisitoriales pero sin sambenito, despojado de cualquier insignia de su condición de Caballero de la Orden de Santiago y con una vela verde en las manos, la figura de Olavide simbolizaba la miseria humana, imagen que se quería transmitir.136 En un ambiente frío y hostil oyó las acusaciones durante las largas y tensas horas que duró el acto. La sentencia, por esperada, no dejaba de ser un mazazo para el acusado y quienes le rodeaban. Se le declarñ “hereje formal y miembro podrido de la religiñn”. Palabras que le hicieron estremecer y perder el sentido. Tras su recuperación se reconcilió, siéndole administrada la penitencia. Abjuró de todos sus errores, pero no se libró de la sentencia de reclusión de ocho años, tiempo nada despreciable después de haber __________ 132 AMV, Serrano Morales, ms. 6500, El siglo Ylustrado. Vida de Dn. Guindo según las luces del presente siglo. Dada a luz para seguro modelo de las costumbres por el Dr. Juan Vero de la Ventosa. 133 AGUILAR PIÑAL, F., “Una sátira sevillana contra Olavide: La vida de don Guindo Cerezo”, Archivo Hispalense 217 (1988). 134 Hay diversas interpretaciones de este autillo según sus autores se acerquen a las fuentes, se ajusten a ellas o intenten justificar a alguna de las partes. Además de las obras citadas, cabe añadir la de CASTAÑEDA, V., “Relaciñn del Auto de Fe en el que se condenñ a don Pablo de Olavide, Caballero del Hábito de Santiago”, Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos (1916). 135 Bertrán dirá a Roda que él no dio los nombres de los presentes, sino la Inquisición de Corte, AGS, Gracia y Justicia, leg. 626, (26-XI-1778). Llorente, por su parte asegura que el Inquisidor decano de acuerdo con el general había convidado a los que “por especies sueltas del proceso había motivo de sospechar que pensaban como el reo, poco más o menos, y fue arbitrio escogido para darle esta correcciñn y aviso, sin decirlo claramente”. Dice que las personas asistentes fueron invitadas por el inquisidor José Escalzo. LLORENTE, J.A., Historia crítica de la Inquisición en España, II, Madrid 1980, 384-385. Extraña entre los presentes al autillo la presencia de Raimundo Magí, persona muy ligada a Felipe Bertrán. 136 LLORENTE, J.A., Historia crítica..., II, 385, dice que el Inquisidor General, “prelado sabio y santo, le dispensó de esta humillación –salir con el sambenito– y de llevar en adelante dicho sambenito”.

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

313

pasado dos en las cárceles secretas del Santo Oficio. También podría haber sido peor. Felipe Bertrán visitó al rey tres días antes para recibir órdenes. M. Defourneaux cita la carta del embajador francés al ministro Vergennes en la que además de señalar esta visita, añadía con fina intuición: “hay que observar que el fallo de este caso no se ha pronunciado sin antes haberlo sometido a examen de Su majestad”.137 Ahora bien, como seðala J.L. Lñpez, la carta en que Felipe Bertrán comunica al rey que “da curso a este negocio”, es del día 11, esto es, trece días antes del “autillo”.138 La obra de Defourneaux, bien trazada, exculpa a todos excepto a la Inquisición, como si esta institución fuera un ente abstracto ajeno a los hombres que la dirigían y controlaban. Alguien debía ser responsable y, en el proceso de Olavide, con una finalidad muy clara. Y no sólo exculpa, sino que resalta la bondad del Inquisidor General y su ilustración, como hacen otros autores. Felipe Bertrán escribía a Manuel de Roda dos días después del autillo justificando su tardanza en comunicarle la celebración del autillo a sus dolencias: “Este lance me enfermñ a causa de la condición de mi genio, me hizo pasar dos noche sin cuasi poder pegar los ojos y me dejñ sin cabeza para nada”. La carta no es clara y se presta a distintas interpretaciones. Ignoramos si el lance se refiere al autillo, a la sentencia, a lo que rodeó el proceso, las discusiones internas de los inquisidores y sus relaciones entre éstos y el rey o al tipo de castigo. Sería interesante saber cuántos inquisidores eran colegiales, su poder y si pudo influir el que Felipe Bertrán fuera uno de los responsables de la reforma de los Colegios Mayores por orden del rey.139 Aquella situación sobrepasaba con mucho su carácter de sí apacible, aunque resuelto. Entonces qué papel jugaba el Inquisidor General en el proceso ¿Fue un instrumento en manos del rey y del mismo Tribunal de Corte?140 Creemos que no discutió con el rey, cuyas órdenes cumplía: __________ 137

DEFOURNEAUX, M., Pablo de Olavide..., 506, nota 50. LÓPEZ URDÁÑEZ, J.L., “El caso Olavide...”, 330. 139 LLORENTE, J.A., Historia crítica..., IV, 83. Señala que los inquisidores eran todos del partido jesuítico, incluido Manuel Quintano. 140 JIMÉNEZ LOZANO, J., El sambenito, 82, recoge una posible reflexión del Inquisidor ante el padre Duval Lanes exculpando su papel: “¿Acaso he dictado yo una sola línea en todo este asunto? No he sido más que una rueda del engranaje. ¡El Gran Inquisidor! ¡Ah, sí!, el Gran Muñeco a quien se viste de colorines para que presida los autos. El Gran Impotente a quien se tienden papeles y papeles para que los firme [...]. El obispo ante el que los demás obispos trabucan de miedo. El gran enemigo que los ilustrados odian. El juguetito en manos del rey. [...] Los libertinos le llaman el Gran Cabrñn. Nadie le ama”. GARCÍA CÁRCEL, R. – MORENO MARTÍNEZ, D., Inquisición. Historia crítica, 138

314

V. LEÓN

“en recibimiento de los que V.M. tiene dispuesto y mandado en este punto”. Su deseo es agradar al rey, al amo, y como a tal le cuenta y consulta todo: “ponerlo todo en la superior inteligencia de su Real persona y consultar la resolución y sentencia que se hubiese acordado, lo ejecutado así y dar curso a este negocio por donde corresponde”. Obedeciñ al rey quien dejó hacer al Tribunal del que Bertrán era Inquisidor General. Preso de su cargo y de su conciencia, hizo lo que pudo y llegó hasta se le permitió. La carta a Roda aparentaba, o parecía aparentar, por una parte, cierto distanciamiento, como si el Secretario de Gracia y Justicia no supiera nada, aunque por otra lo hacía sabedor. Por más secreta que fuera la preparación del autillo, parece extraño que escapara al conocimiento de Roda: “Muy Sr. mío: es cierto que el martes 24 del corriente hubo autillo de fe y en él se acordó con Su Majestad y Vuestra Excelencia lo sabe”. Sabía que se celebraba y que la pena se había acordado con el rey. Nada se ha hecho sin el consentimiento de Carlos III. Roda despachaba todos los días con él. ¿Cuál fue su papel? Por su parte, don Felipe Bertrán, no creyó a Olavide e incluso su arrepentimiento al final del autillo le pareció una estratagema. Así al menos se lo expresñ a su amigo Roda: “Ya cenñ muy bien –falta de penitencia– sin embargo de haber llorado mucho por la maðana”. Y creía que el reo “no está verdaderamente arrepentido”. Esto es, estaba convencido de las acusaciones en su contra, de las que en el autillo se leyeron más de ciento cuarenta. “Mucho me temo que puesto en libertad se ha de pasar a provincias extranjeras en que se permite sentir libremente y como a cada uno se le antoja de las cosas de religiñn y fe”. Dos cuestiones breves. Una, respecto a la interpretación del autillo y del acusado hay opiniones diversas, aunque la mayoría apuntan a un complot contra las luces, a un castigo ejemplarizante en un hombre, presa fácil, que simbolizaba la Ilustración y las reformas, frente al Santo Oficio y los rumores de su posible reforma e incluso abolición. Pero, ¿quién estaba detrás de toda esta operación? Aquí surgen muchos interrogantes. ¿Cómo pudo la denuncia de un capuchino mover de forma tan contundente la maquinaria del Tribunal con la autorización del Inquisidor General y de Carlos III? ¿Por qué éste abandonaba a un fiel y eficaz __________________________________________________________ Madrid 2000, 90. Defienden la debilidad y falta de control de la Inquisiciñn “ya que todo el proceso –se refieren a Olavide– se desarrolló sin la autorización expresa del Inquisidor General Bertrán”, lo que no parece del todo exacto.

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

315

servidor suyo y ponía en jaque las reformas? ¿Estaba el rey detrás de todo, preso de su propio miedo y fanatismo religioso? Porque el rey –solo o aconsejado– autorizó el proceso hasta el final, poniendo su confianza en el buen hacer del Santo Oficio. ¿Pretendía algo con su actitud protectora? ¿Por qué no se condujo la situación de otra forma? J.L. López acusa al rey. Faltan las pruebas, pero es evidente que el rey dejó hacer a los inquisidores. R. Olaechea, más prudente, se queda en el enigma histórico, pero entreve la responsabilidad de Carlos III, porque no es comprensible que el Santo Oficio, actuara sin el consentimiento del monarca y ante un silencio general. Una respuesta válida es que todos sabían quién estaba detrás de aquella operación o la aprobaba. Ahora bien, si de los asistentes al autillo pocos cambiaron sus comportamientos, sí parece que las reformas, la primavera que parecía haber llegado con Carlos III, fenecían con los albores de un otoño llegado prematuramente. Tal vez Carlos III tranquilizaba su conciencia, tan miedosa y escrupulosa como fanática, y ponía freno a lo que parecía una deriva secularizadora de la sociedad poco propicia a una religión esclerotizada pero identificada con el ser de los españoles y de la misma monarquía. De una o de otra forma, Carlos III demostró que mandaba él, dueño absoluto de todo con la venía divina. Don Manuel Quintano Bonifaz fue castigado por el rey y apartado de la corte. Parece que también circularon noticias respecto a Felipe Bertrán. Álvarez de Morales recoge la información del Courier de l'Europe y Gazette Anglo-Françoise sobre el destierro del Inquisidor General a Salamanca en 1782 por orden del rey y a todos los subalternos a lugares alejados de la capital. Esta noticia asumida por D. Moreno como cierta, no parece responder a una certeza, sino a un rumor. No existe ninguna orden ni tampoco ningún movimiento del F. Bertrán en este sentido.141 CONCLUSIÓN Felipe Bertrán, nacido en el ambiente humilde de Serra d'En Galcerán, logró estudiar en la Universidad de Valencia Filosofía y Teología en la escuela tomista. Se dedicó a las oposiciones, primero a la Universidad, logrando la cátedra de Filosofía tomista que desempeñó durante tres __________ 141 ÁLVAREZ DE MORALES, A., Inquisición e ilustración, Madrid 1982, 136. MORENO MARTÍNEZ, D., La invención de la Inquisición, Madrid 2004, 113.

316

V. LEÓN

años (1735-1738). Después a los canonicatos de la metropolitana de Valencia, consiguiendo la canonjía lectoral en 1755. Entre 1739 y 1755 fue párroco de las poblaciones del señorío del marqués de Dos Aguas de Bétera y de Massamagrell, donde ejerció una actividad parroquial activa, como demuestran sus sermones, y entregada a sus feligreses. La mayor parte de su vida valenciana, de la que no poseemos muchos datos, excepto los académicos, corrió bajo el pontificado del arzobispo Mayoral, colegial y tomista con sus luces y sombras. Lo mismo que durante su vida parroquial, Felipe Bertrán, rechazó las doctrinas de la Compañía de Jesús, lo hará más tarde como obispo de Salamanca e Inquisidor General, especialmente el laxismo probabilista. Envuelto en su tomismo y en sus amistades tomistas, se abrió poco a otras corrientes como denunciara don Gregorio Mayans. No obstante, muchos le consideraron un ilustrado y supo estar casi siempre al lado de quienes eran partidarios de las reformas. Durante sus primeros años en Valencia leyó algunos autores de nuestro Siglo de Oro, especialmente los espirituales, ascéticos y predicables con los que participó en la reforma de la oratoria, en la que influyó G. Mayans con su Orador christiano (1733), en tiempos poco propicios para los cambios. En concreto, se fijó en fray Luis de Granada, tanto por su espiritualidad rigorista como por el empleo de la lengua castellana en sus principales obras. Y de ellas se sirvió para escribir sus sermones, que curiosamente destilan espiritualidad agustiniana. En este sentido, Bertrán es más agustiniano que tomista, con ribetes erasmistas que, creemos, los recibe vía Luis de Granada. Su austeridad se recoge en los sermones donde expone reiteradamente la búsqueda de la perfección a través del camino estrecho de la penitencia. No hay otro para poder salvarse porque el hombre es poca cosa y nada puede hacer por sí mismo sin la gracia divina. El cristiano ha de serlo de verdad, no valen las apariencias para disimular y pasar. Su actitud ha de ser sincera, nacida del corazón. Reivindica la espiritualidad interna frente a la externa. No rechaza ésta, pero prefiere la otra. Lo externo se confunde con lo superficial, aparente y falso. Sólo lo interior responde a la verdad. Y en este contexto elogia el ejemplo de la Iglesia primitiva pura y evangélica. De ahí que sus ideas sobre la oratoria se dirigieran tanto a la forma como al contenido. Importaba el cómo y el qué. El rey se fijó en él para la mitra de Salamanca y después para el cargo de Inquisidor General de las Españas, que desempeñó hasta su

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

317

muerte en 1783. Felipe Bertrán había cumplido su amplio currículo eclesiástico. Llegó a donde se podía llegar en España. En cada momento supo mantener la discreción y la prudencia, el trabajo y el ejemplo, la entrega y la austeridad, la rectitud y la dignidad eclesiástica, todo teñido de un aire de bondad, que le cosecharon muchas alabanzas, aunque no faltaron críticas, como hemos visto. Para muchos fue un jansenista, para otros un regalista. Si fue algo es ante todo un rigorista-regalista. Un rigorista alimentado en las obras de Luis de Granada principalmente, superándole en su concepción rigorista del hombre y de su salvación, y buen conocedor de las Sagradas Escrituras y Santos Padres. Un regalista fiel al monarca, vice-dios, siguiendo las doctrinas bíblicas de B. Bossuet. Al rey debe sus cargos, es el Amo, aunque se equivoque, y a él se entrega. De jansenista tuvo menos, aun en el sentido español. Menéndez Pelayo lo trató bien: “varñn piadoso y docto, no sin alguna punta de jansenismo, e inclinado, por ende, a la tolerancia con los innovadores. Así y todo, los cargos eran graves, y tuvo que condenar a Olavide, pero le excusó la humillación de un auto publico, reduciendo la lectura de la sentencia a un autillo a puerta cerrada, al cual se dio, sin embargo, inusitada solemnidad”.142

Fue poco crítico con la curia romana, pero defendió las regalías del rey frente a las usurpaciones pontificias, distinguiendo lo propio del papa como sucesor de Pedro de lo que los abusos pontificios habían logrado a lo largo de la historia. De nuevo, la Iglesia primitiva y su ejemplo en todos los órdenes, incluido el de la lectura de las Sagradas Escrituras en la lengua del pueblo. Buen pastor preocupado antes por la salud espiritual, por la salvación, único negocio de esta vida al que hay que prestar atención, porque ahí está todo. Le duele la dejadez de los cristianos en sus obligaciones para con Dios y amenaza como un nuevo profeta con los castigos de un Dios celoso de su gloria a la que pocos llegarán, porque son muchos los que se condenan y muy pocos los que se salvan. Y finalizo con un paralelismo. Si Dios es celoso de su gloria y castiga a quienes se apartan de él, con igual razón el rey, celoso de sus regalías, cual vice-dios, hace lo mismo con quienes le disputan sus privilegios. Dios y el César unidos. __________ 142

498.

MENÉNDEZ PELAYO, M., Historia de los heterodoxos españoles, II, Madrid 1978, 497-

318

V. LEÓN

APÉNDICE Dom. 13 post Pentecostem. Respondens autem Iesus dixit: Nonne decem mundati sunt? Et novem ubi sunt? Lucae 17, 17.143

Fray Luis de Granada, Guía de pecadores y Libro de la oración y meditación.

Una de las mayores quexas que nuestro Señor tiene de los hombres y de que ha de hazer mayor cargo en el día de la cuenta es el desagradecimiento de sus beneficios. Por esta quexa empezó Isaías su Profecía, llamando por testigos al cielo y a la tierra contra la ingratitud, y el olvido de los malos. Oid, (dize), cielos, y entiende tú tierra, porque el Señor ha hablado. Hijos crié y ensalsé, y ellos me han despreciado. Audite coeli, et auribus percipe terra, quoniam Dominus loquutus est (Is., 1) El buey conoció a su Dueño y el jumento al pesebre de su Señor. Mas Israel no me ha conocido, ni mi pueblo ha querido entender. Cognovit bos posessorem suum et asinus praesepe Domini sui: Israel autem non cognovit me, et populus meus non intellexit. Y con cuánta razón se quexa el Señor de que no reconoscan los hombres lo que reconocen las bestias, y no como quiera, sino los más torpes entre todos los animales? La justa causa que tiene el Señor de quexarse de los ingratos que olvidan sus beneficios, la declaró bastantemente Christo nuestro bien (como nos refiere en el Evangelio)

Una de las mayores quejas que nuestro Señor tiene de los hombres, y de que les ha de hacer mayor cargo el día de la cuenta, es el desagradecimiento de sus beneficios. Por esta queja comenzó el profeta, llamando por testigos al cielo y a la tierra contra la ingratitud y desconocimiento de los malos. ¡Oye, dice él (Is. 1), cielo!; y recibe mis palabras en tus oídos, tierra; porque el Señor Dios ha hablado: Hijos crié y ensalcé, y ellos me han menospreciado. El buey conoció a su poseedor y el asno al pesebre de su Señor; mas Israel no me ha conocido, ni mi pueblo ha querido entender. Pues qué cosa más extraña que reconocer los hombres lo que reconocen las bestias?144

__________ 143 BERTRÁN, F., Pláticas dominicales..., ms. 40, (sermón inédito). Como algunos otros está incompleto. 144 LUIS DE GRANADA, Obras, VIII, Madrid 1945, 58.

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

quando se admiró tanto de ver que diez que vaía curado sólo bolvió uno a darle las gracias por la salud recibida. Nonne decem mundati sunt, novem ubi sunt? Sobre las quales palabras dize san Chrisóstomo que nadie se admire de ver un hombre como los demás, pero se admira grandemente de ver un monstruo, de ver un hombre sin ojos, sin boca, sin manos. No se espantava Christo de los pecadores, antes comía con ellos muchas vezes para librales del pecado; pero se admirava mucho de ver ingratos, que son unos monstruos, que no tienen ojos para ver los beneficios, ni lengua para agradecerlos con palabras, ni manos para servir a su Bienhechor por ellos con buenas obras, viniendo a ser más estúpidos y necios que los más brutos de los animales, pues éstos reconocen a su Bienhechor, le aman y agradecen los bienes recibidos. Desta ingratitud y monstruoso olvido se pasmava el Salvador y lleno de admiración preguntaba: Cómo es esto, no di salud a diez leprosos?, pues qué se ha hecho con los nueve que sólo uno vuelbe a darme las gracias por la salud recibida? Nonne decem mundati sunt, et novem ubi sunt? En verdad es muy digna, no sólo de admiración sino también de sentimiento, la ceguedad del corazón humano, porque nadando en un mar de beneficios, por los quales se descubre claramente la inmensa bondad de Dios, ni les reconoce, ni le ama, ni le sirve por ellos, de manera que viendo, no ve, y entendiendo no entiende. Pues qué es esto, sino verse en noso-

319

320

V. LEÓN

tros nuestra monstruosa ceguera de los hijos de Israel recién salidos de Egipto, a los quales dixo Moysés, que aviendo visto tantos y tan estraños prodigios y milagros como Dios avía obrado por ellos, no avían tenido ojos para ver, ni oídos para oír, ni corazón para saber estimar y agradecer tantos beneficios. Tales somos nosotros, pues estando cercados de tantos beneficios que todos son testimonios grandes de la Divina bondad, estamos entre tantas vozes sordos, y entre tantos resplandores ciegos, y entre tantos motivos de su alabanza, mudos. Porque el Señor nos dio el ser que tenemos y nos sacó del profundo abismo de la nada por su infinita misericordia, sin merezerlo nosotros, conociendo que le avíamos de ofender y dexando de producir infinitas otras criaturas, que le huvieran servido mejor. Y no sólo nos crió para gozar desta vida perecedera como los brutos, sino para ser participantes de la eterna felicidad, para morar en su misma casa, comer en su mesa, y gozar de los mismos bienes de que goza el Señor y reynar eternamente con él. Para lo qual nos dio un Alma de tan maravillosa capacidad que no se contenta con otro bien que con el mismo Dios, pues ni todos los bienes y riquezas del mundo son bastantes para llenar sus desseos. Después de avernos criado, nos ha conservado la vida que nos dio con igual misericordia, en que se encierran inumerables beneficios. Porque no das un passo que o te mueva el

Comenzando pues por el beneficio de la creación [...] debes primero pensar muy profundamente lo que eras antes que fueses criado. [...] como de su parte no es más pura nada. [...] Pues el fin para que esta noble criatura fue criada es conforme a esta dignidad; porque cónstanos que fue criada para ser participante de aquella bienaventurada gloria y felicidad de Dios; para morar en su casa, para comer en su mesa, para gozar de lo que goza y vestir la misma ropa de inmortalidad que él viste y reinar para siempre con él. Y de aquí le viene al ánima esta maravillosa capacidad que tiene, la cual es tan grande que todas las criaturas y riquezas del mundo juntas no son más parte para hinchir el seno de su capacidad que un grano de mijo el espacio de todo el mundo. Y no contento con haberte criado en tanta dignidad y gloria, él mismo

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

Señor, no abres ni cierras los ojos que no ponga él su mano. Todos quantos puntos y momentos tienes de vida, son parte deste beneficio, pues sin ninguno dellos podrías vivir, ni permaneces si apartase Dios un punto los ojos de ti. Aparejó para tu regalo una mesa rica y abundante, pues todo quanto ay debaxo del cielo, o es para el hombre, o para cosas de que ha de servir el hombre. Tiende los ojos por todo esse mundo y verás quán dilatados son los términos de tu hazienda, y quán rica y abundante tu herencia. Todo lo que anda sobre la tierra, lo que nada en las aguas, lo que buela por el ayre, y lo que resplandece en el cielo tuyo es, y para ti se ha criado. Y no contento el Señor con aver criado para ti todas las criaturas visibles, diputó también las invisibles, pues tiene destinados Ángeles para su custodia. A todo el mundo ocupó en tu servicio y no quiso que baxo del cielo, o sobre el cielo huviesse criatura que no te sirviesse. A más desto redimionos con el precio de su sangre y a costa de tan grandes tormentos y dolores que sólo pensarlos bastó para hazerle sudar sangre y el padecerlos para hazer despedazar a las piedras de dolor. Este beneficio es de tan inmensa grandeza que no hay lengua mortal que pueda declararle. Porque aviendo perdido el hombre por la culpa aquella primera inocencia y gracia en que fue criado, pudiera justamente la Divina justicia

__________ 145 146

Ibid., 59. Ibid., 60.

321

es el que después de criado te conserva en ella [...].145 Mas ¿qué tantos beneficios encierra en sí este beneficio? Todos cuantos punctos y momentos tienes de vida, son parte deste beneficio, pues en ninguno dellos podrías vivir ni permanecer, si apartase Dios un puncto sus ojos de ti. Todas cuantas criaturas hay en el mundo son parte deste beneficio, pues todas ellas vemos que sirven para este fin. De manera que tuyo es el cielo y la tierra y el sol y la luna y las estrellas y la mar y los pesces y las aves y los árboles y los animales, y finalmente todas las cosas, pues todas las cosas están dedicadas a tu servicio. Y no contento con haber diputado para este fin todas las criaturas visibles, también quiso por su gran misericordia diputar las invisibles, que son aquellas nobilísimas inteligencias que asisten delante del y ven su divina cara. [...] Finalmente todo el mundo ocupó en tu servicio para que tú te ocupases en el suyo, y no quiso que debajo del cielo ni sobre la tierra hobiese criatura exempta de tu aprovechamiento porque dentro de ti no hobiese cosa que no es tuviese a tu servicio.146 Vengamos al beneficio inestimable de nuestra redempción [...]. Perdiste por tu culpa aquella primera innocencia y gracia en que fuiste criado y pudiera justamente aquella divina equidad dejarte en aquel estado

322

V. LEÓN

dexar en aquel estado miserable, como dexó al Demonio, y no quiso, sino antes por el contrario, trocando las iras en misericordias, determinó hazer mayores mercedes quando avía recibido mayores ofensas. Y pudiendo el Señor remediar esta daño con enviar un Ángel o de otras muchas maneras, quiso venir él mismo en persona. Y pudiendo venir con Magestad y gloria, quiso venir con humildad y pobreza para enamorarte más de sí con este beneficio y obligarte más con este exemplo y redimirte más copiosamente con tan gran tesoro. Mas porque el beneficio de la redempción no aprovecha si no se sigue el de la vocación y justificación, también el Señor previene al pecador con su misericordia, y prevenido le llama, y llamado le justifica, y justificado le lleva derechamente por el camino de la justicia. En que se encierran inumerables e imponderables beneficios. Un beneficio es averte criado dentro del arca de la santa Iglesia, averte dado padres christianos y aver recebido el Santo bautismo. Pues antes que tú supieses escoger el bien y reprobar el mal, te hizo el Señor la gracia de que fuesses christiano, y que no naciesses entre tanta multitud de naciones bárbaras de infieles, de Turcos, de idólatras, de hereges y otros infelizes que no tienen conocimiento de la verdadera Religión sin el qual nadie puede salvarse. Otro beneficio es averte llamado nuevamente después de aver

__________ 147

Ibid., 60.

miserable, como dejó al demonio, sin haber quien se lo demandara, y no lo quiso hacer, sino antes, por el contrario, trocando las iras en misericordias, acordó de hacer mayores mercedes, cuando había recibido mayores ofensas. Y pudiendo él remediar este daño con enviar un ángel o un arcángel, o de otras muchas maneras, no quiso sino venir él mismo en persona, y pudiendo venir con majestad y gloria, quiso venir con humildad y pobreza para enamorarte más de sí con este beneficio y obligarte a más con este ejemplo y redimirte más copiosamente con tan grande tesoro [...].147 Después desto piensa en el beneficio de la vocación o llamamiento de Dios sin el cual todos los otros beneficios suelen ser para mayor condenación d el hombre. Aquí es de saber que son dos los llamamientos divinos; uno a la fe mediante el sacramento del baptismo; y otro a la gracia después de perdida aquella innocencia primera bautismal. Considera pues que tan grande fue el beneficio del primer llamamiento mediante el sancto baptismo [...]. Allí tomó él tu ánima por esposa y la adornó [...]. Pues, qué heciste tú por donde merecieses un tan grande beneficio como éste? Cuántos millares, no ya de hombres, sino de naciones y gentes, por justo juicio de Dios no alcanzan este bien? ¿Qué fuera de ti si nascieras entre ellas, caresceiras del conocimiento del verdadero Dios y adoraras piedras y palos? ¿Cuánto de-

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

perdido la gracia del Bautismo. Luego que llegaste al uso de la razón, perdiste la inicencia del bautismo, y como el hijo pródigo, apartándote de la casa de tu Padre soberaníssimo, destruiste la hazienda que avías recebido de sus liberales manos, y quedaste tan desventurado y pobre que gastavas la vida en apacentar tus bestiales apetitos y en ofender y afrontar a tu noble y soberano Padre. Estando tú en este miserable estado no te quitó la vida y te castigó con eternas penas, como lo hizo con otros, sino que te llamó muchas vezes blanda y amorosamente para que bolviesses a su gracia y amistad. Por la multitud de tus pecados te alejaste del Señor, le bolviste las espaldas; estavas dormido como Jonás en la tempestad de tus culpas, muerto con Lázaro y a mortajado con las ligazadas de tus perversos vicios, y depravadas costumbres, y estando en este miserable estado, el Señor con infinita misericordia se presento a las puertas de tu corazón, te hizo bolber el rostro, te dispertó y resucitó. Y de qué medios no se valió para este fin. Unas vezes te llamó con inspiraciones interiores. Otras, te dispertó con sermones y pláticas. Otras, te acarició con beneficios temporales. Otras, te alentó con la esperanza de grandes premioso. Y otras, te atemorizó con las amenazas de grandes castigos. Desta manera ha llamado Dios a las puertas de tu corazón infinitas vezes para que le abriesses; y aunque le has dado muchas vezes con las puertas en los ojos, haziéndote sordo a sus vozes y llamamientos, y otras

323

bes al Señor que entre tanta muchedumbre de perdidos quiso que acertases tú a ser del número de los ganados y de aquéllos que hobiesen de nascer en los brazos d ela Iglesia y criarse con la leche de los apóstoles y con la sangre de Cristo. Y si después de la gracia de este llamamiento perdiste por tu culpa la innocencia del baptismo, y con todo esto el Señor tuvo por bien de llamarte segunda vez, o muchas veces, ¿qué tanto le deberás por este beneficio? ¿Cuántos beneficios se encierran en este beneficio? Un beneficio fue aguardarte tanto tiempo y darte espacio de penitencia, y sufrirte en aquel estado de culpa, sin cortar el árbol infructuoso que ocupaba la tierra [...]. Otro beneficio fue sufrirte tantos y tan enormes pecados, sin echarte en el infierno por ellos; donde por ventura estarán otros muchos penando por menores delictos que los tuyos. Otro beneficio fue enviarte tantas buenas inspiraciones y propósitos, aun en medio de tus mesmos delictos y perseverar tanto tiempo en llamar a quien no hacía otra cosa sino ofender a su llamador. Otro beneficio fue dar finalmente conclusión a tan largas porfías y llamarte con tan poderosa voz, que con ella resucitases de muerte a vida y salieses como otro Lázaro del sepulcro tenebroso de tus maldades, no ya atado de pies y manos, sino suelto y libre de las prisiones del enemigo.

324

V. LEÓN

vezes después de admitido, le has hechado a bolver a llamar hasta que le abras y buelvas a recebirle y quedes en su amistad y gracia. Otro beneficio es averte librado de la esclavitud del demonio y aver adornado tu Alma con los preciosos dones de la gracia, y virtudes por los quales te hazes participante de la misma bondad, santidad y pureza de Dios, e hijo adoptivo suyo y heredero de su Reyno. Porque estando tú en una cárcel obscuríssima cargado con las cadenas de tus pecados, condenado a muerte cruel y afrentosa, rodeado en los esterior de verdugos executores della, y en lo interior de una tristeza mortal, y de ansias y congoxas más amargas, que la muerte, el Señor, mirándote con semblante amoroso y afable te perdonó tus pecados, ahuyentando los infernales verdugos y rompiendo las cadenas con que estabas aprisionado te dio la libertad de que gozan los hijos de Dios, y te adornó con la hermosa y rica vestidura de la gracia. Y qué diré de muchos otros beneficios particulares que no puedes dexar de confessar averles recebido de la mano de Dios? El Señor te ha librado de muchos males y desgracias que te han sucedido y suceden a otros hombres. Porque a uno ves tullido, a otro ciego, a otro manco, a otro perniquebrado, a otro con dolores de hijada o de gota, o otros semejantes. Pues quién, te hizo a ti tan privilegiado que entre tantas maneras de lisiados estés tú sano?, siendo tú hombre como ellos pecador, como ellos y descendiente de

Y aunque todo esto pases de corrida, no debes pasar así las mercedes que Dios te ha hecho en haberte librado de infinitos acaescimientos y miserias que cada día vemos acaescer a los otros hombres. A uno ves tollido, a otro ciego, a otro manco, a otro perniquebrado, a otro con dolores de la piedra, o de la gota, o con otro mal semejante. Porque en hecho de verdad, no es otra cosa este mundo, sino un piélago de infinitos trabajos [...]. Pues dime agora: ¿quién te dio a ti esa bula de exempción? ¿Quién te hizo

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

Adam como ellos? Quién detuvo las aguas del diluvio de tantos males para que tú no pereciesses en ellas, sino la Divina clemencia. Pues siendo assí que el género de desconocimiento e ingratitud es andar nadando en un mar de tantos beneficios de Dios y no acordarse de quien los da? Qué son tantos beneficios sino testimonios de la misericordia de Dios, centellas de su amor y predicadores de su liberalidad? Mira pues quántos predicadores te envía Dios para que le conozcas y ames? Todas quantas cosas ay (dize san Agustín) en el cielo y en la tierraa, me dizen, Señor, que te ame, y no cessan de dezirlo a todos porque nadie se puede escusar. Dize san Pablo que el que haze buenas obras a su enemigo, le echa carbones de fuego sobre la cabeza para encenderlo en su amor (Rom. 12). Pues si todas quantas criaturas ay en este mundo son beneficios de Dios, qué será todo este mundo sino un fuego de tanta leña, quantas criaturas ay en él? Pues qual es el corazón que andando en medio de un tan grande fuego no solamente no se quema, más aun no se calienta? Y que recibiendo tantos beneficios no levantara alguna vez los ojos para conocer y amar a tan liberal y tan continuo bienhechor? Qué es esto sino aver perdido los hombres su misma naturaleza y averse hecho más insensibles que bestias. Cosa es ésta cierta de grande admiración y que manifiesta claramente aver

__________ 148

Ibid., 60.

325

tan privilegiado, que entre tantas maneras de lisiados estés tú sano?, entre tanta muchedumbre de caídos, estés en pie? ¿No eres tú hombre como todos, y pecador como todos, e hijo de Adam como todos? [...]. ¿Pues quién suspendió los efectos destas causas, quién detuvo las corrientes de las aguas para que tú no perecieses en este común diluvio, sino sola la divina gracia?148 Pues siendo esto así, ¿qué linage de desconocimiento es andar nadando entre tantos beneficios de Dios y no acordarse de quién los da? Dice san Pablo (Rom. 12) que el que hace buenas obras a su enemigo, le echa carbones de fuego sobre la cabeza para encenderlo en su amor. Pues si todas cuantas criaturas hay ene ste mundo son beneficios de Dios, ¿qué será todo este mundo sino un fuego de tanta leña, cuantas criaturas hay en él? Pues, ¿cuál es el corazón que andando en medio de un tan grande fuego, no solamente no se quema, mas aun no siente calor? Cómo recibiendo a la continua tantos beneficios, no alzarás alguna vez los ojos al cielo a ver quién es ese que te hace tanto bien? [...]. ¿Qué es esto sino haber perdido ya los hombres su mesma naturaleza y héchose más insensibles que las bestias [...]. Cosa es esta cierta de grande admiración y que manifiestamente declara haber demonios que cieguen a nuestros entendimiento y endurezcan nuestras voluntades, y estraguen nues-

326

V. LEÓN

Demonios que cieguen nuestros entendimientos y endurezcan nuestras voluntades y estraguen nuestras memorias para no acordarse de tal Bienhechor. Porque no ay dureza que con algún artificio no se pueda ablandar. Los metales se derriten con el fuego, el hierro se ablanda en la fragua, la dureza del diamante se doma y labra con sangre de animales. Mas, a quién no admira que el corazón del hombre sea más que de diamante, pues no le ablanda ni el fuego del infierno, ni el regalo de un Padre tan piadoso, ni la sangre del Cordero Inmaculado derramada por él. El Señor dixo que si fuesse levantado de la tierra en la cruz, todas las cosas trahería a sí (Jn. 12) y con sus fuerzas piensas que lo avía de hazer?, con qué cadenas?, con fuerzas de amor y cadenas de beneficios (Osseas, 11). Pues qué estupidez mayor no dexarse prender con estas cadenas ni dexarse vencer con tales beneficios? El mismo Salvador dixo que vino al mundo a encender los corazones de los hombres en amor de Dios, y así dize san Lucas: Fuego vine a poner en la tierra, que tengo de querer sino que arda. Este fuego puso el Salvador haziendo a los hombres tales y tan espantosos beneficios y tan grandes obras de amor que le robase los corazones; y les abrasasse en este fuego de amor. Pues qué mayor frialdad y tibieza que la que llega a sentir el fuego en que arde todo el mundo?

__________ 149

LUIS DE GRANADA, Obras, VI, 22. Ibid., 25. 151 LUIS DE GRANADA, Obras, VIII, 65. 150

tras memorias para no acordarse de tal bienhechor.149

No hay cosa tan dura que por algún artificio no se pueda ablandar. Los metales se regalan con el fuego, el hierro se ablanda en la fragua, la dureza del diamante se doma y labra con sangre de animales. Mas, ¡oh corazón más que de piedra, más que de hierro, más que de diamante, a quien ni ablanda el fuego del infierno, ni el regalo de padre tan piadoso, ni la sangre de del Cordero sin mancilla, derramada por ti! [...] Si yo, dice3 el Salvador (Jn. 12) fuere levantado de la tierra, todas las cosas traeré a mí. Con qué fuerzas? Con qué cadenas? Con fuerzas de amor. Pues quién no será llevado por estas cuerdas? Quién no se dejará prender destas cadenas? Quién no será vencido con tales beneficios?150 Una de las principales causas de la venida del Salvador al mundo fue querer encender los corazones de los hombres en el amor de Dios. Así lo dice por san Lucas: fuego vine a poner en la tierra, ¿qué tengo de querer si no que arda? Este fuego puso el Salvador con hacer a los hombres tales ya tan espantosos beneficios y tan grandes obras de amor que con eso les robase los corazones y los abrasase en este fuego de amor.151

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

Pues quán grande será la quexa que tendrá el Señor de nosotros, que tan desconocidos nos mostramos a sus beneficios? Y quán estrecha la cuenta que nos pedirá? Porque a quien se le entregó mucho, mucho se le pedirá. Mayormente siendo esta la condición de Dios, que assí como es liberalíssimo en hazer mercedes, assí es estrechíssimo en pedir agradecimiento. Assí leemos en las sagradas Letras que apenas acabava de hazer un beneficio a su pueblo quando luego mandava que perpetuamente le agradeciesse. Libró a su pueblo d ela esclavitud de Egipto, y luego mandó que se hiciesse una fiesta solemníssima cada año en memoria de este beneficio. Mató también todos los Primogénitos de los egipcios y luego mandó que todos los Primogénitos de su pueblo, que en adelante naciessen, se le ofreciessen en el templo en memoria deste beneficio. Llovió sobre ellos el maná quarenta años en el desierto, y luego que empezó a inviarles este admirable mantenimiento mandó que se recogiese cierta porción en un vaso y se guardase en el Santuario para que los venideros tuviessen memoria de aquel beneficio. Pues si tan grande cuydado puso el Señor de que en su pueblo huviesse perpetuo agradecimiento a aquellos beneficios temporales, que pedirá por los soberanos beneficios de la Redempción, vocación y justificación, por medio de los quales puso en nuestras manos todas las riquezas y bienes del cielo? Verdaderamente dixo bien un santo que no avía de respirar tantas vezes el

327

Mayormente siendo esta la condición de Dios, que así como es liberalísimo en hacer mercedes, así es estrechísimo (si así se puede llamar) en pedir agradecimiento [...] y así leemos en el Testamento Viejo que apenas acababa de hacer a su pueblo un beneficio, cuando luego daba orden cómo hobiese perpetua memoria y agradecimiento del. Y así en sacando su pueblo de Egipto, luego a la hora, antes aun de la salida, mandó que se hiciese una fiesta solemnísima cada año en memoria del (Ex., 12). Mató también para este fin todos los primogénitos de los egipcios y luego mandó que todos los primogénitos del pueblo, que de ahí adelante naciesen se le ofreciesen en memoria deste beneficio (Ex., 13). Proveyoles luego de maná cuarenta años en el desierto y en comenzándola a enviar, mandó que se cogiese cierta cuantidad del en un vaso y se guardase en el sanctuario (Ex., 16) para que todas las generaciones venideras tuviesen memoria de aquel beneficio. [...]. Pues si tan especial cuidado tuvo este Señor de proveer como hubiese memoria de su pueblo eterno agradecimiento de beneficios temporales, ¿qué pedirá por este beneficio inmortal, pues el ánima que él nos dio es inmortal? [...]. Por donde concluye un santo que no había el hombre de respirar tantas veces cuan-

328

V. LEÓN

hombre, quantas se avía de acordar de Dios para amarle, servirle, y agradecer sus beneficios. Pues qué pena merecerá el olvido y bestial ingratitud que se ve en los hombres. Muchas penas tiene Dios aparejadas para los ingratos, pero la más justa y ordinaria es despojarles de los beneficios recebidos, pues no acuden al Dador con el devido agradecimiento dellos. Por esso dize san Bernardo que la ingratitud es destruidora de los beneficios, derramadora de las virtudes y perdición de los merecimientos, viento abrasador que seca la fuente de la Divina misericordia, y los manantiales de su gracia; porque para el ingrato todo se agota en castigo de su culpa. Y si tan grande mal es olvidarse del Bienhechor, quánto mayor será ofenderle y ofenderle con sus mismos beneficios? El primer grado de ingratitud, dize Séneca, es no corresponder al Bienhechor con beneficios. El segundo olvidarlos de corazón. El tercero es hazer mal a quien te hizo bien, y éste es el mayor. Pues qué será ofender al Bienhechor con los mismos bienes que le dio? Y esto hazen los hombres con Dios. Pues qué cosa más abominable? Quál sería la traición de una mujer casada si las joyas con que su marido la avía regalado, las diesse ella a un adúltero para tener más segura su mala correspondencia. Si alguna cosa fea se pudiesse pintar en el mun-

__________ 152 153

LUIS DE GRANADA, Obras, VI, 19-20. LUIS DE GRANADA, Obras, VIII, 58.

tas se había de acordar de Dios. Porque así como siempre es, así siempre había de estar dando gracias por el ser inmortal que del recibió.152 ¿Pues de qué pena será merecedora tan grande bestialidad? Muchas penas penas tiene Dios aparejadas para los ingratos; mas la justa y más ordinaria es despojarlos de todos los beneficios recibidos, pues no acuden al dador con el debido agradescimiento dellos. Porque como dice san Bernardo, el desagradescimiento es un viento abrasador que seca el arroyo de la divina misericordia y la fuente de su clemencia y la corriente de su gracia.

Y si tan grande mal es olvidarse de este Señor, ¿cuánto mayor será ofenderle y ofender lo con sus mismos beneficios. El primer grado de ingratitud, dice Séneca, que es no responder al bienhechor con beneficios. El segundo es olvidarlos de corazón, el tercero es hacer mal a quien te hizo bien y éste parece el mayor. Pues, qué será hacer mal y ofender al bienhechor con los mismos bienes que él te dio? No sé si ha habido hombre en el mundo que haya hecho con otro hombre lo que los hombres hacen con Dios.153 [...]. Pues, ¿qué cosa más abominable? ¿Cuál sería la traición de la mujer casada si las joyas que su mari-

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

do, ésta parece que lo sería. Pues qué otra cosa hazen los hombres quando emplean la salud, las fuerzas, la hermosura y las riquezas y los bienes que Dios les dio en ofenderle? Con las fuerzas se hazen más sobervios, con la hermosura más vanos, con la salud más olvidados de Dios, con la hazienda más poderosos para tragarse los flacos y competir con los mayores para regalar su carne y comprar la castidad de muchas inocentes mugeres y hazer que ellas vendan como otro Judas el precio de la sangre de Christo y ellos la compren por dinero como hizieron los judios.

No aguardes que en la hora de la muerte se haga este cargo tan peligroso, que quanto es mayor tanto será más estrecha la cuenta que se te pidirá. Indignación de Dios es dar mucho a quien lo agradece poco, y señal de reprobación es darlo a quien siempre usa mal dello. Tengamos por suma afreta que las bestias nos hagan ventaja en esta virtud de agradecimiento, pues ellas son agradecidas a sus bienhechores y vosotros no. Porque si los varones de Nínive se levantaran en juicio...

__________ 154

LUIS DE GRANADA, Obras, VI, 19-23.

329

do le inviase para honrarla y provocarla más a su amor, las diese ella a su adúltero para ganarle la voluntad y tener más segura su afición? Si alguna cosa fea se pudiese en el mundo pintar, ésta parece que lo sería, y aquí la injuria no es más que de hombre a hombre, que es de un igual a otro igual. Pues, ¿cuánto mayor mal es cuando ésta mesma injuria se hace contra Dios? Pues, ¿qué otra cosa hacen los hombres cuando las fuerzas y la salud y los bienes que Dios les dio emplean en malas obras? Con las fuerzas se hacen más soberbios, con la hermosura más vanos, con la salud, más olvidados de Dios, con la hacienda más poderosos para tragarse los flacos y competir con los mayores y para regalar sus carnes y comprar la castidad de la innocente doncella y hacer que ella venda como otro Judas (Mat., 26), el precio de la sangre de Cristo y ellos la compran por dinero como hicieron los judíos. No guardes, pues, hermano, a que a la hora de la muerte se te haga este cargo tan peligroso, que cuanto es mayor, tanto será más estrecha la cuenta que se te pidiere. Linaje de juicio es dar mucho a quien lo agradece poco; y señal de reprobación es darlo a quien siempre usa mal dello. Tengamos por último linaje de afrenta que las bestias nos hagan ventaje ene sta virtud, pues ellas son agradecidas a sus bienhechores y nosotros no. Porque si los varones de Nínive se levantaron en juicio [...].154

330

V. LEÓN

BIBLIOGRAFÍA AGUILAR PIÑAL, F., “Una sátira sevillana contra Olavide: La vida de don Guindo Cerezo”, Archivo Hispalense 217 (1988). ALBIÑANA, S., “La Universitat de València i els jesuïtes. El conflicto de les aules de Gramàtica (1720-1733)”, en Studia Historica et Philologica in honores M. Batllori, Roma 1984, 11-31. Universidad e Ilustración. Valencia en la época de Carlos III, Valencia 1988. ALCÁZAR MOLINA, C., Los hombres del despotismo ilustrado en España: el conde de Floridablanca: su tiempo y su obra, J. Hernández (pról.), Murcia 2008. ÁLVAREZ DE MORALES, A., Inquisición e ilustración, Madrid 1982. ANDRÉS MORELL, J., Origen, progresos y estado actual de toda la literatura. Elocuencia, historia, gramática, III, Valencia 2000. APPOLIS, E., Les jansénistes espagnoles, Burdeaux 1966. ANES, G., El Antiguo Régimen: los Borbones, IV, Madrid 1971. BALBAS, J.A., Castellonenses ilustres. Apuntes biográficos, Castellón 1883. BENAVENT MONTOLIU, J.F., “La imagen de Espaða en Alemania. De la Ilustraciñn al Romanticismo”, Estudis 25 (1999). BERTRÁN, F., Pláticas dominicales que por los años 1739 compuso y predicó en las iglesias de Bétera y Masamagrell su cura y después canónigo lectoral de Valencia, el Ilmo. Y Excmo. Señor Don [...] obispo de Salamanca, Inquisidor General de las España, Caballero prelado, Gran Cruz de la Real, Distinguida Orden Española de Carlos III, etc. etc., 2 vol., ms. 25 y 40. Colección Cartas Pastorales y Edictos del Excmo. Sr. D. [...], obispo de Salamanca, Madrid 1983. CÁRCEL ORTÍ, Mª.M., Relaciones sobre el estado de las diócesis valencianas, Valencia 1989. CLIMENT, J., Sermones del Ilustrísimo Señor Don Joseph Climent, obispo de Barcelona, II, Oficina de Bernardo Pla, Barcelona 1801. DANVILA COLLADO, M., Historia general de España. Reinado de Carlos III, El Progreso Editorial, Madrid 1891. DEFOURNEAUX, M., Pablo de Olavide o el afrancesado, M. Martínez Camaró (tr.), Sevilla 1990. DORADO, D., Historia de la ciudad de Salamanca, Imp. Adelante, Salamanca 1861.

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

331

EGIDO, T., “La expulsiñn de los jesuitas de Espaða”, en R. García Villoslada (dir.), Historia de la Iglesia de España, V, La Iglesia en la España contemporánea, Madrid 1979. “Regalismo y relaciones Iglesia Estado (s. XVIII)”, en R. García Villoslada (dir.), Historia de la Iglesia de España, V, La Iglesia en la España contemporánea, Madrid 1979. ERASMO, D., La Paráclesis o exhortación al estudio de las letras divinas, D. Alonso (ed. y pról.), Madrid 1971, (ed. facsimilar). FERRER DEL RÍO, A., Historia del reinado de Carlos III de España, Imp. de la Esperanza, Madrid 1856. GARCÍA CÁRCEL, R. – MORENO MARTÍNEZ, D., Inquisición. Historia crítica, Madrid 2000. GARCÍA TROBAT, P., “Los grados de la Universidad de Gandía (1630-1772)”, en Universidades españolas y Americanas, Valencia 1987. GIMÉNEZ LÓPEZ, E., “La enseðanza en el seminario de nobles educandos tras la expulsión de los jesuitas. Un capítulo de la lucha por el control de la enseðanza en Valencia”, Revista de Historia Moderna. Anales de la Universidad de Alicante 20 (2002). HERNÁNDEZ, B., Sermonario manuscrito del Colegio de San Estanislao de Salamanca, Madrid 1983. HERNÁNDEZ, T.M., “Enseðanza de latinidad y humanidades en la renovaciñn pedagógica del Seminario Andresiano de Nobles (1763-1785)”, Estudis 23 (1997). HERNÁNDEZ, T.M. – LEÓN NAVARRO, V., “La pugna entre jesuitas y escolapios en Valencia por el control de la enseñanza secundaria (1737-1760)”, Estudis 24 (1998). JIMÉNEZ LOZANO, J., El sambenito, Barcelona 1972. LAMBERT, A., Dictionaire de Thélogie catholique, Paris 1925. LANZ DE CASAFONDA, M., Diálogos de Chindulza (sobre el estado de la cultura española en el reinado de Fernando VI), F. Aguilar Piñal (ed., intr. y notas), Oviedo 1972. LEÓN NAVARRO, V., “El influjo de fray Luis de Granada en las pláticas dominicales de Felipe Bertrán (1704-1783)”, en Mayans y la Ilustración, Valencia 1981. “El castellonense Felipe Bertrán. Una nueva aportación al estudio de su espiritualidad ante la celebración del bicentenario de su muerte (17831983)”, Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura LIX/II (1983). Luis de Granada y la tradición erasmista en Valencia. El siglo XVIII, Alicante 1986.

332

V. LEÓN

“Las visitas ad limina del obispo Felipe Bertrán”, Anales Valentinos 41 (1995). “Probabiliorismo frente a probabilismo. Felipe Bertrán: un antijesuita doctrinal”, en A. Mestre Sanchis y E, Giménez Lñpez (ed.), Disidencias y exilios en la España moderna, Alicante 1997. “Juan Bautista Hermán y Francisco Fabián y Fuero. Algunos apuntes para la comprensiñn del personaje y su tiempo”, Estudis 25 (1999). Lluita pel control de l'educació valenciana al segle XVIII. Jesuïtes, escolapis i il.lustrats, Gandia 2010. LEÓN NAVARRO, V. – HERNÁNDEZ, T.M., “El Real Seminario de Nobles Educandos de Valencia (1767-1784). ¿Un símbolo del reformismo educativo?”, Anales Valentinos 55 (2002). LEÓN NAVARRO, V. – RAMÍREZ ALEDÓN, G., “Felipe Bertrán en sus testamentos”, Estudis 21 (1995). LLORENTE, J.A., Historia crítica de la Inquisición en España, Madrid 1980. LÓPEZ URDÁÑEZ, J.L., “El caso Olavide. El poder absoluto de Carlos III al descubierto”, en S. Muðoz Machado (ed.), Los grandes procesos de la historia de España, Barcelona 2002, 309-334. LUIS DE GRANADA, Los seis libros de la Rhetórica eclesiástica o de la manera de predicar, escritos en latín por el VP fr. [...], vertidos en español y dados a luz por el Ilustrísimo Señor obispo de Barcelona para instrucción de sus feligreses, Imp. de Juan Jolis y Bernardo Pla, Barcelona 1775. Obras, VI, Madrid 1944. Obras, VIII, Madrid 1945. Obras, XI, Madrid 1945. MADOZ, P., Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España, de Alicante, Castellón y Valencia, Valencia 1982. MAYANS Y SISCAR, G., Epistolario VIII. Mayans y Martínez Pingarrón, 2, Los mateístas y la cultura ilustrada, A. Mestre Sanchis (trans., estudio y notas), Valencia 1988. Epistolario VI. Mayans y Pérez Bayer, A. Mestre (trans., notas y est. preliminar), Valencia 1977. Epistolario XIX. Correspondencia de los hermanos Mayans con el canónigo Juan Bautista Hermán, 2, V. León Navarro (est. preliminar, trans. y notas), E. León La Parra (colab.), Valencia 2002. Epistolario XVIII. Correspondencia de los hermanos Mayans con el canónigo Juan Bautista Hermán, 1, V. León Navarro (est. preliminar, trans. y notas), E. León La Parra (colab.), Valencia 2001.

FELIPE BERTRÁN Y CASANOVA...

333

Epistolario X. Mayans con Manuel Roda y el conde de Aranda, A. Mestre Sanchis (trans., est. preliminar y notas), Valencia 1990. El Orador Christiano ideado en tres diálogos, Valencia 1733. MESTRE SANCHIS, A., “Influjo erasmiano en la espiritualidad del Inquisidor General Felipe Bertrán”, Anales Valentinos 2 (1975) 277-296. Ilustración y reforma de la Iglesia. Pensamiento político-religioso de don Gregorio Mayans y Siscar (1699-1781), Valencia 1968. “La reforma de la predicaciñn en el siglo XVIII. (A propñsito de un tratado de Bolifñn)”, Anales Valentinos 3 (1976) 79-119. “Un grupo de valencianos en la corte de Carlos III”, Estudis 4 (1975). Humanistas, políticos e ilustrados, Alicante, 2002. MORENO MARTÍNEZ, D., La invención de la Inquisición, Madrid 2004. MENÉNDEZ PELAYO, M., Historia de los heterodoxos españoles, II, Madrid 1978. MURIEL, A., Historia de Carlos IV, Madrid 1959. OLAECHEA, R., “En torno al exjesuita Gregorio Iriarte hermano del Conde de Aranda”, Archivium Historicum Societatis Iesu 23 (1964). “Anticolegialismo del Gobierno de Carlos III”, Cuadernos de Investigación. Geografía e Historia II (1976). PERDICES BLAS, L., Pablo de Olavide (1725-1803). El ilustrado, Madrid 1995. PÉREZ APARICIO, C., “Guerra de Sucesiñn y participaciñn del clero”, en Estudios de Historia de Valencia, Valencia 1978. PÉREZ BAYER, F., Por la libertad de la literatura española, A. Mestre Sanchis (est. preliminar), Alicante 1991 Diario histórico de la reforma de los Seis Colegios Mayores de Salamanca, Valladolid y Alcalá, A. Mestre Sanchis, J. Catalá Sanz y P. Pérez García (ed. y est. preliminar), Valencia 2002. PESET, M., (coord.), Historia de la Universidad de Valencia, Valencia 1999, 3 vol. PESET, M. (et al.), (ed. y est. preliminar), Bulas, Constituciones y Documentos de la Universidad de Valencia (1707-1724). La Nueva Planta y la devolución del Patronato, Valencia 1977. PESET, M. (et al.), (ed. y est. preliminar), Bulas, Constituciones y Documentos de la Universidad de Valencia (1725-1733). Conflictos con los jesuitas y las nuevas constituciones, Valencia 1978. SALA BALUST, L., “Un Convictorio Carolino en el recinto de nuestro SeminarioUniversidad”, Salmantica 1 (1945).

334

V. LEÓN

“Don Felipe Bertrán, Fundador del Seminario de Salamanca”, Salmantica 3 (1947). “Tenaz empeðo del obispo Bertrán por la fundaciñn del Seminario de Salamanca”, Hispania Sacra IX (1956). Visitas y reforma de los colegios mayores de Salamanca en el reinado de Carlos III, Valladolid 1958. “Breve historia del Seminario de San Carlos de Salamanca”, Salmanticensis VII (1960). SANCHIS SIVERA, J., Nomenclátor geográfico histórico de los pueblos de la diócesis de Valencia, Valencia 1922. SAUGNIEUX, J., Les jansénistes et le renouveau de la prédication dans l'Espagne de la seconde moitié du XVIII siécle, Lyon 1976. Le jansénisme espagnole au XVIII siécle, ses composantes et ses sources, Oviedo 1975. SEMPERE Y GUARINOS, J., Ensayo de una biblioteca española de los mejores escritores del reinado de Carlos III, Madrid 1969. SOLSONA BENAGES, F.J., La teología pastoral en la España de la Ilustración. El obispo Felipe Bertrán y Casanova (1704-1783), Tesina inédita, Castellón 1986. RÍOS LLORET, R., El grupo valenciano en la reforma de los Colegios Mayores durante el reinado de Carlos III, Tesina dirigida por A. Mestre, Valencia 1977. TELLECHEA IDÍGORAS, J.I., “La diñcesis de Salamanca en la Relatio del obispo Beltrán (1768)”, Salmanticesis (enero-abril 1991). TORT, F., Josep Climent i Avinent (1706-1781). Contribución a la historia de la teología pastoral tarraconense en el siglo XVIII, Barcelona 1978. VÁZQUEZ ARTÉS, C., Escolásticos e ilustrados. El pensamiento de José Climent, obispo de Barcelona, Tesis dirigida por A. Mestre Sanchis, 2010, (en prensa). VERGARA, J., “El regalismo jansenista, los obispos ilustrados y san Carlos Borromeo, factores del desarrollo y configuración de los Seminarios en el siglo XVIII”, Revista Española de Pedagogía 176 (1987). VICENTE BAJO, J.A., Episcopologio Salmantino desde la antigüedad hasta nuestros días, Salamanca 1901. VILLANUEVA, J.L., Vida literaria, G. Ramírez Aledón (ed., intr. y notas), Alicante 1996.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.