Fallos en la igualdad: las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

October 3, 2017 | Autor: Fabiola Leyton | Categoría: Bioethics, Women and Gender Studies
Share Embed


Descripción

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

Fallos en la igualdad: las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo María Casado y Fabiola Leyton*

Introducción La existencia de diferencias significativas entre mujeres y hombres tanto en el acceso a la educación como en la posterior incorporación al mundo de la ciencia -y, en general, al mundo del trabajo y el desarrollo profesional-, continúa siendo característica de nuestros

sistemas

económicos y sociales, pese a la reiterada afirmación de su inaceptabilidad y pese a la existencia de políticas públicas dirigidas a corregirlas. Existe un consenso generalizado en la idea de que el desequilibrio mujeres-hombres no es admisible y constituye, además, un obstáculo al desarrollo en la actual economía basada en el conocimiento; pese a ello el hecho constatable es que existe, a pesar de los esfuerzos globales por asegurar el acceso femenino a la educación primaria, secundaria y universitaria, y por mejorar la igualdad en el mundo laboral para las mujeres. Estos esfuerzos se han implementado de manera desigual y han obtenido tan magros resultados que obligan a reconocer que la representación femenina en el ámbito de la educación y en el de la ciencia, la investigación y el desarrollo 1 aún no se cumple de manera satisfactoria,; y que su presencia y competencia en el mercado laboral no ha subido de forma suficientemente significativa. *

María Casado es Directora del Observatori de Bioètica i Dret, Universitat de Barcelona y Titular de la Cátedra UNESCO de Bioética de la Universitat de Barcelona. Fabiola Leyton es investigadora del Observatori de Bioètica i Dret, Universitat de Barcelona. 1

Entendemos aquí la investigación y el desarrollo experimental como el trabajo creativo realizado de manera sistemática con el fin de aumentar el caudal de conocimientos, incluido el conocimiento del hombre, la cultura y la sociedad, y el uso de estos conocimientos para concebir nuevas aplicaciones. Asimismo, los investigadores se definen como profesionales comprometidos en la concepción o creación de nuevo conocimiento, productos, procesos, métodos y sistemas, así como en el manejo de estos proyectos. (Fuente: Organisation for Economic Cooperation and Development-OECD: Frascati Manual, 2002).

1

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

Si bien la falta de equidad en el acceso a la educación primaria y secundaria es una amenaza para la movilidad social, así como para la obtención de mayores ingresos y, para superar la pobreza 2; no obstante, y aunque muchos países garantizan el acceso femenino a la educación superior, existe una falla global al momento de absorber y aprovechar el gran porcentaje de mujeres que logran finalizar exitosamente una carrera, un máster o incluso un doctorado. Esto se nota en la palpable falta de mujeres en puestos de responsabilidad y decisión no sólo en las empresas del sector privado, sino también en ámbitos como la investigación, la academia y los gobiernos. Con esto se

desperdicia

la

mitad

del

talento

formado,

y

se

continúa

discriminando de manera negativa a las mujeres, lo que constituye una flagrante violación a los derechos humanos de un colectivo que, en estos momentos, representa a más de la mitad de la población del planeta, lo que tiene una incidencia directa en las economías locales, y en las posibilidades de un desarrollo global sostenible. En este contexto, las políticas globales, nacionales y sectoriales de equidad de género sólo pueden tener éxito si, colectivamente, nos abocamos a la tarea de cambiar la definición dominante del éxito, lo que exige una reestructuración de las instituciones y la naturaleza del poder; además de propiciar un cambio social liberatorio y plural que compatibilice los cambios en la jerarquía de valores, en los modelos de familia y de relación laboral, así como en el sistema de responsabilidad procreativa. La inclusión activa de la población femenina en los ámbitos educacional, económico, científico, cultural, entre otros, valoriza y repercute en unos mayores índices de desarrollo humano para su familia, su comunidad, y por supuesto, para su ser individual. Esto significará un cambio social y cultural que afectará al conjunto, al mundo diverso y plural de mujeres y hombres, con sus diferencias, sus proyectos

de

vida

e

itinerarios

biográficos

que

reclaman

el

2

Y con ello, una amenaza a la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio 2015 de la ONU respecto a la igualdad de género.

2

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

establecimiento y la garantía de unas condiciones de compatibilidad e igualdad realmente efectivas. La situación a 2014 El acceso a la educación para niñas y jóvenes es un problema global. La UNESCO estima que hay 556 millones de mujeres analfabetas en países del hemisferio sur (frente a los 315 millones de hombres analfabetos). El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), revela que un total de 101 millones de niños y niñas permanecen aún sin escolarizar. De éstos, 73 millones son niñas. Esto tendrá una directa repercusión no sólo en sus itinerarios vitales personales, sino también en la vida y el desarrollo de sus comunidades más cercanas, en el de su país, en su competitividad internacional, y en la inserción del mismo en la economía global. Esta es una tendencia de sobra estudiada, por cuanto la falta de acceso a la escolarización y la educación primaria y secundaria acentúa la desigualdad de ingresos tanto en países desarrollados como pobres. Según Nallari y Griffith "las mujeres se ven desproporcionadamente afectadas por el aumento de la desigualdad, porque tienden a ganar salarios menores y a tener menos educación, menos habilidades y menos movilidad que los hombres." 3 En un esfuerzo por superar esta situación, desde el año 1975 la UNESCO abordó la situación de la mujer como un problema de integración al desarrollo, y, como valoran Guzmán e Irigoin: "la igualdad de género se ha consolidado progresivamente como un valor y una meta para el desarrollo."4 La Conferencia Mundial sobre Educación celebrada en Dakar, el año 2000, confirió un mayor impulso a las medidas globales contra la inequidad de género y, desde entonces, la participación femenina ha aumentado, especialmente en los niveles superiores de 3

Nallari, R.; Griffith, B.: "Gender and Macroeconomic Policy". The International Bank for Reconstruction and Development and the World Bank, Washington D. C., 2011. En: United Nations Girls' Education Initiative (UNGEI): Gender and Skills Development: A Review Background Paper for the EFA Global Monitoring Report 2012 (UNGEI). P. 7. 4

Guzman, V. ; Irigoin, M.: "La equidad de género en la educación de adultos", en La educación de personas jóvenes y adultas. Santiago, Chile: UNESCO-OREALC, 2000. P. 231.

3

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

educación. Como ilustra la UNESCO en su Atlas Mundial de la Igualdad de Género en la Educación: "desde 1970, la matriculación de niñas que cursan la educación primaria ha aumentado más rápidamente que la de niños (especialmente en América del Norte, Europa y Asia Central) y la participación femenina en educación secundaria disminuye respecto de la educación primaria, pero de manera desigual en diferentes países."5 La situación cambia radicalmente cuando se trata de la educación terciaria, que es donde la matrícula femenina ha alcanzado cotas más altas: las tasas femeninas de matrícula han superado las tasas masculinas durante décadas en Europa, América del Norte, Asia Central, América Latina y el Caribe. En dos de cada tres países que reportan datos a UNESCO, las tasas femeninas de matrícula superan a las de los hombres. Es más: "en algunos casos, es bastante más probable que los estudiantes que pasen directamente de la educación secundaria al mercado laboral o educación no formal sean hombres, y no mujeres."6 A pesar de estos avances, la UNESCO manifiesta la preocupación de que en numerosas regiones del globo persisten situaciones de profunda desigualdad. Sólo en Asia Oriental, el Pacífico, Europa Occidental y América del Norte se ha alcanzado la paridad de género en todos los niveles educativos, en el resto del mundo se está alcanzando recién a nivel de educación primaria.7 Al ritmo que se lleva, sentencia la UNESCO, un 46% de países no garantizará la igualdad educativa a los tres niveles en 2015. Para el caso de América Latina y el Caribe, sólo se ha alcanzado la paridad en la educación secundaria y superior. En cuanto a esta última, el acceso femenino a nivel global ha ascendido a un ritmo sin precedentes: a 2008, la tasa de matrícula femenina superó a la masculina por lo menos un 25% en América del

5

Cfr. UNESCO: World Atlas of Gender Equality in Education ( 2011) P. 18 y ss.

6

Ibid. P. 20.

Con excepción de los Estados Árabes, donde sólo la educación terciaria se encuentra más próxima a alcanzar la paridad. 7

4

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

Norte, Europa y América Latina y el Caribe. Aquí la tasa de matrícula universitaria femenina es mucho más alta que la masculina: "En Argentina, Brasil y Venezuela, las tasas masculinas de participación son inferiores en un tercio, un cuarto y dos quintos de las tasas femeninas, respectivamente."8 En Europa sucede algo similar, con leves diferencias que se relacionan directamente con el Producto Interno Bruto (PIB) de cada país: mientras más riqueza existe, más probabilidad de que las mujeres finalicen exitosamente una carrera universitaria en mayor proporción que los matriculados de sexo masculino. Como resaltan Buchmann, Diprete y McDaniel, una vez la mujer ingresa a la educación superior tiende a superar al hombre en términos de puntuaciones, evaluaciones y culminación del programa. 9Sin embargo, algo cambia en la representatividad femenina cuando se trata del ámbito de la investigación y la ciencia: las mujeres representan sólo el 29% de los investigadores a nivel global. En el 37% de los países que reportan a UNESCO, las mujeres constituyen menos de un tercio del número total de investigadores. Sólo el 15% de los países han alcanzado la paridad de género: mientras América Latina cuenta con la proporción más alta (46%) de investigadoras, éstas sólo alcanzan el 33% en Europa. Las investigadoras

mujeres

superan

en

número

a

sus

contrapartes

masculinas en escasamente once países (Argentina, Azerbaiyán, Cabo

8

P. 70. Según Papadópulos y Radakovich (2005) en la región se ha trabajado con éxito durante las últimas décadas en consolidar estructuras igualitarias de oportunidades entre varones y mujeres. Así, hoy en día las mujeres casi igualan a los estudiantes varones matriculados en las universidades, y en algunos casos les han superado en número, alcanzando mayorías significativas en algunas carreras. Es lo que los autores llaman “feminización de la matrícula”, y que presenta tres niveles de desarrollo en toda la región: feminización incipiente (menor al 50% de la matrícula total, en países como Perú y Bolivia), feminización igualitaria (entre 47%-53% del total en países como Colombia, Chile, Costa Rica, Cuba, El Salvador y México) y la feminización de la matrícula tanto a nivel medio (entre 54%-60% en Argentina, Brasil y Venezuela) como a un nivel alto (más del 60% del total de las matrículas en Uruguay, República Dominicana y Panamá). Ver: Papadópulos, J. y Radakovich, R.: "Educación Superior y Género en América Latina y el Caribe", en Informe sobre la Educación Superior en América Latina y el Caribe 2000-2005. La metamorfosis de la educación superior. Ed. UNESCO IESALC , 2006, Pp. 117-128. 9

Buchmann, C.; DiPrete, T.; McDaniel, A.: "Gender inequalities in education". Annual Review of Sociology, Vol. 34. Pp. 325.

5

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

Verde, Georgia, Kazajstán, Latvia, Letonia, Lesotho, Myanmar, Filipinas y Venezuela).10 “No hay pruebas de que el género esté relacionado con el éxito en la investigación científica”, escribía la bióloga Mary Osborn en una carta dirigida a la revista Nature 11 en 1992, y resaltaba que, por entonces, sólo el 1% de directivos del Max Planck Institut eran mujeres. Desde los '90, el desequilibrio entre mujeres y hombres se ha ido poniendo de manifiesto de manera reiterada gracias a los informes del grupo de Helsinki, de la European Technology Assessment Network (ETAN) y de la Comisión Europea She Figures de 2003, 2006 y 200912. Pero ni los informes ni las políticas establecidas para revertir esta brecha han dado hasta hoy el resultado deseado. El informe She Figures de 2009 afirma que sólo el 30% de científicos son hoy mujeres que, además, cobran salarios inferiores en puestos similares, y que los espacios de responsabilidad siguen ocupados por hombres. Las medidas que se han arbitrado en los últimos años consiguen que haya más mujeres y más doctoras, pero luego eso no se refleja ni en todos los sectores ni en todos los lugares del escalafón. Por otro lado, el mismo informe señala que “hay una relación inversa entre el dinero gastado en inversión I+D en el sector empresarial y el número de mujeres: el sector empresarial es donde las mujeres están menos representadas”13 y, realmente, bien puede afirmarse que en el mundo de la economía la representación femenina es aun más baja que en el de la ciencia. Igual que ocurre en la universidad, en los organismos de investigación se produce una “segregación vertical” de las mujeres: con el 44% de mujeres “postdoc”, hay 36% en el nivel medio y solo el 18% en el grupo superior de profesoras. Sólo el 13% de instituciones de educación superior

10

UNESCO, 2011. Op. Cit. P. 78.

11

Osborn, M. Nature 1992; 360: 101.

y el 9% de universidades están

12

European Technology Assessment Network (ETAN), Adressing the gender balance in research policy, 2000; European Comission: She Figures 2009; European Commission: Women in Industrial Research. Speeding Up Changes in Europe (WIR) 2004. 13

She Figures, 2009. P. 24.

6

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

dirigidas por mujeres. Solo el 22% de los puestos en los consejos de administración están ocupados por mujeres.

14

Las mujeres están representadas en la investigación científica de la siguiente manera: a 2009, en Latinoamérica y el Caribe un 45,2% del staff eran mujeres, un 34% en Europa, 34,5% en África, 18,9% en Asia y 39,2% en Oceanía.15 Los datos desagregados podemos visualizarlos en el siguiente cuadro:

14

A nivel europeo, las mujeres están subrrepresentadas en la investigación de los 27 países que conforman la Unión Europea -asociados y aspirantes. Letonia es el único país de la UE en que las investigadoras son mayoría en todos los sectores: educación superior, negocios y gobierno; y sólo otros seis estados (Bulgaria, Estonia, Lituania, Portugal, Eslovaquia y Rumanía) alcanzan tasas de más de un 40% de mujeres investigadoras. Fuente: Husu, L. y de Cheveigné, S.: "Gender and gatekeeping of excellence in research funding: European perspectives". En: Riegraf, B.; Aulenbacher, B., Kirsch-Auwärter, E. y Müller, U. (Eds.): GenderChange in Academia. Remapping the Fields of Word, Knoledge, and Politics from a Gender Perspective. VS Verlag-Springer, Heidelberg, 2010. P. 45.Ya el 2004, en el Documento del Observatori de Bioètica i Dret de la Universitat de Barcelona, sobre Mujeres y Ciencia se decía: “Habiendo transcurrido varias décadas desde la incorporación masiva de la mujer a la educación superior (las mujeres constituyen más de la mitad de la población de estudiantes de licenciatura y el 55% de graduadas en la UE) esta presencia femenina no se refleja en los niveles superiores de la carrera científica. Dado que los comités de política científica, distribución de recursos, concesión de becas, miembros de academias y direcciones de colegios profesionales, están formados por científicos que pertenecen al nivel superior, en éstos hay un mayor déficit de mujeres. Desde entonces, y a partir de los trabajos de C. Wenneras y A. Wold (Nature 387: 341-343, 1997) y del MIT (http://web.mit.edu/fnl/women/women.html) se ha puesto de manifiesto de forma irrefutable que si las mujeres no logran alcanzar la cima no es por falta de productividad científico/académica. A igualdad de méritos el puesto de trabajo que se obtiene es más bajo, y el tiempo promedio que se tarda en superar un nivel determinado es siempre superior al de los hombres. Para que la mujer consiga un puesto de trabajo en áreas científicas y tecnológicas se requiere por lo menos duplicar el nivel de competencia de los candidatos masculinos. La tabla del MEC sobre la proporción de catedráticos/ catedráticas en las Universidades Españolas es suficientemente indicativa“. Este Documento puede consultarse en: www.bioeticayderecho.es/documentos. 15

Las estadísticas se presentan en el número total de personas empleadas en Investigación y Desarrollo, incluyendo a las empleados de tiempo completo y parcial. Fuente: UNESCO Institute for Statistics Factsheet Women in Science, octubre de 2012.

7

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

Fig.1: Presencia femenina en la investigación científica en América Latina y el Caribe

Fuente: UNESCO Institute for Statistics, Factsheet Women in

Science, 2012. Nota: -1: 2009, -2: 2008, -3: 2007, -4: 2006, -5: 2005, -6: 2004, -7: 2003, -8: 2002, -9: 2001, -10: 2000, -11: 1999, -12: 1998, -13: 1997.

Estas cifras están reflejadas en la estadística y en el análisis del Atlas UNESCO, que revela que un mejor nivel educativo no significa necesariamente mejores oportunidades de empleo para las mujeres. Aún sean mejores para los estudios, ellas aún enfrentan caídas y discriminación en los mercados laborales y terminan trabajando en empleos donde no llevan a la práctica ninguna -o casi ninguna- de las habilidades adquiridas. En el caso de América Latina, por ejemplo, de los cargos directivos ocupados por población mixta con más de 13 años de formación, el sexo es un predictor importante de éxito, porque la participación masculina aquí duplica y triplica la femenina: "En este grupo altamente educado, el acceso a cargos de decisión es menor para la mujer que para los varones en todo el continente. Para los varones el promedio del continente es de 6.86% mientras que para las mujeres es apenas el 2,92%." 16 Sin ir más lejos, según los hallazgos del estudio The College Payoff. Education, Occupations, Lifetime Earnings 16

Papadópulos y Radakovich, Op. Cit. P. 78

8

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

llevado a cabo en la Universidad de Georgetown en Estados Unidos (2011), una mujer con su grado académico universitario gana lo mismo que un hombre que no terminó su carrera universitaria, e incluso, éstas deben tener un grado académico de doctorado para ganar lo mismo que un hombre con bachillerato.17 La inequidad salarial así como las disparidades de acceso a puestos de poder entre varones y mujeres, a favor de los primeros, confirma la inexistencia de paridad en el ámbito laboral y muestra cómo hasta el presente existen dificultades para que las mujeres accedan a puestos estratégicos que disminuyan la brecha de género en la toma de decisiones y en las élites de poder. Esta misma situación se refleja en sendos informes globales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD): "la sobrerrepresentación femenina en la educación superior aún no se traduce en una representación proporcional en el mercado laboral, o en el acceso a cargos de liderazgo y toma de decisiones."18 Buscando explicaciones Desde nuestro punto de vista hay dos causas en la inequidad de la presencia femenina en educación, ciencia y en el trabajo: por una parte las relacionadas con los valores y actitudes sobre el "rol" de la mujer en la sociedad -y en concurso con ello el rol desempeñado por los varones-, y por otra parte las que se relacionan con la forma en que nos organizamos social, legal, culturalmente para dar respuesta a estos valores para dar cumplimiento a las expectativas creadas. Lo que nos informan las cifras no se deriva de la mala voluntad de “otro”. No se trata de dividir la sociedad en dos, mujeres contra hombres y hombres contra mujeres; por el contrario se trata de averiguar las 17

Carnevale, A.; Rose, S.; Cheah, B.: The College Payoff. Education, Occupations, Lifetime Earnings. Center on Education and the Workforce, Georgetown University, 2011. 18

OCDE: Atlas of Gender and Developement: How Social Norms Affect Gender Equality in Non-OECD Countries. Paris, 2010; y PNUD: Informe sobre Desarrollo Humano 2009: Superando barreras - Movilidad y desarrollo humanos. Nueva York, 2009. En: UNESCO (2011) Op. Cit. 71.

9

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

razones de lo que pasa y poner remedio conjuntamente para desarrollar en libertad el propio modelo. Dicho en términos jurídicos: tener

libertad y disponer de las condiciones que permitan el

libre

desarrollo de la personalidad. Se parte de dos situaciones: tanto hay niñas esperando por un acceso igualitario al sistema educativo, como mujeres que lo alcanzan y llevan su carrera al cenit, topando en ese "techo de cristal" hasta ahora ineludible , que pone trabas al desarrollo personal, social, económico y representa una violación a los derechos de las mujeres. Estas aspiraciones de género, el acceso a la educación y a una igualdad en los beneficios del empleo y del desarrollo económico no se deben tanto a la discriminación intencionada como a unos valores que están sitos en las raíces de nuestra cultura y nuestra sociedad. En nuestro contexto, el prejuicio no es intencionado, pero es real. Y, además, a menudo está inserto en la propia opción de las mujeres en cuanto a la jerarquización de las metas y la planificación de la propia trayectoria laboral en un mundo "hecho a medida de ellos". Vale la pena señalar que las jóvenes que no son conscientes de que aun hoy exista el techo de cristal, suelen pensar que la discriminación es algo del pasado y propio de generaciones anteriores; además, consideran tales planteamientos victimistas y rechazan sentirse parte de un colectivo discriminado y necesitado de ayudas. La tentación de considerar que los méritos y los esfuerzos propios son tan grandes que permitirán “llegar” es demasiado dulce y obedece a la interiorización de una de las reglas más repetidas en la educación: “si vales y te esfuerzas serás premiada con el logro buscado”. No obstante el valor del esfuerzo personal y de la formación, es bueno reconocer que, áun tratándose de elementos importantes y necesarios, sin duda, es falaz que necesariamente conduzcan al éxito; la vida demuestra que entran en juego otros factores fuera del control de la voluntad propia por los que personas con igual mérito y dedicación -las mujeres- caen del sistema. 10

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

Como expresa Casado: "las discusiones decimonónicas que excluyen a las mujeres de la razón, la soberanía, el conocimiento y el poder hoy están felizmente superadas en el debate teórico, aunque no siempre en la vida real. La idea de que las mujeres no son aptas para el ejercicio de ciertas ciencias, estereotipos culturales de género, legitiman prácticas sociales discriminatorias: las mujeres como subordinadas. La educación y los valores que aun subyacen en los modelos tradicionales de lo femenino y lo masculino hacen que las mujeres estén en desventaja en un mundo competitivo, ya que su socialización las moldea como “princesas rosas” encantadoras, dulces, comprensivas, no impositivas, esperando ser salvadas y despertadas por el príncipe." 19 Este mismo modelo educativo las constriñe desde lo cultural cuando se constata el predominio de la matrícula femenina en carreras asociadas al espacio de lo privado, el cuidado y la atención de personas dependientes, enfermos, etc.20 A los hombres, por su parte, se les educa en valores de fortaleza y aventura, de osadía y gallardía; un “príncipe azul” que gana batallas, es fuerte ante los obstáculos, vence dragones y decide valientemente. Como nuestro mundo es competitivo y despiadado, es indudable reconocer que con estos modelos educativos enviamos mejor preparados a los hombres que a las mujeres.

19

Casado, M.: "Sobre la persistencia del desequilibrio entre mujeres y hombres en el mundo de la ciencia", Revista de Bioética y Derecho 21, 2011, Pp. 7-13.9-10. 20

Papadópulos, J. y Radakovich, R.: "Educación Superior y Género en América Latina y el Caribe", en Informe sobre la Educación Superior en América Latina y el Caribe 20002005. La metamorfosis de la educación superior. Ed. UNESCO IESALC , 2006, Pp. 122.

11

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

Los desiguales caminos del éxito La pantalla de la igualdad teórica engaña: desde los niveles básicos de la enseñanza se ha ido construyendo una falaz idea de igualdad que, si bien se corresponde con la teoría y las leyes fundamentales, es falsa en la realidad cotidiana. Los efectos de esta pantalla de hipotética igualdad sesgan el análisis habitual de la mayoría de las personas hasta el punto de llevar a creer que lo que en realidad va sucediendo en cada itinerario biográfico es casual. Pero no lo es: los datos que hemos referido lo demuestran. Conseguida la igualdad legal es necesaria la igualdad real que no puede existir mientras para las mujeres sea necesaria una dolorosa elección entre carrera y vida familiar mientras que para los hombres el tener familia sea un plus que suma incluso en el mundo laboral, con la idea de que aporta estabilidad y responsabilidad al sujeto. Como lo indica la UNESCO "la sobrerrepresentación de la mujer en la educación superior no es, necesariamente, producto de la adopción de medidas a favor de ellas [...] más bien reflejan, en parte, los cambiantes valores y actitudes sobre el rol y las aspiraciones de la mujer en la sociedad que, a su vez, representan el legado del cambio social."21 En el mismo sentido, el informe sobre Género y Desarrollo de Habilidades de UNESCO es enfático en destacar que "el crecimiento económico por sí solo no puede erradicar la inequidad de género. Está estructuralmente informado por las leyes, prácticas culturales y políticas de gobierno que han resultado en una jerarquía social que garantiza mayor poder a los niños y hombres que a las niñas y mujeres. Mejorando el acceso al entrenamiento, educación y desarrollo de habilidades ayudará a aminorar la inequidad facilitando el empleo de las mujeres más jóvenes. Teniendo a más mujeres incorporadas al mercado laboral influenciará también las relaciones de género en la sociedad." 22

21

UNESCO (2011), Op. Cit. P. 71.

22

UNGEI, 2012. Op. Cit. P. 10.

12

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

La exclusión de muchas mujeres del ámbito de lo público tiene que ver con barreras institucionales, claras y ocultas, pero también con el deseo de las propias mujeres de no competir o, si optan por hacerlo, establecerlo en los términos de una decisión propia. En este último supuesto se trata de competir en términos que implican la planificación de carreras, de metas que obligan a convertirse en madres invisibles y que llevan aparejadas la conciencia de culpabilidad por las decisiones personales adoptadas respecto de la eventual vida familiar. Un distinto concepto de “vida privada” y el desinterés hacia formas de éxito normativamente exitosas -socialmente establecidas- puede estar en la base de que muchas mujeres escojan caminos que las alejan de la carrera profesional competitiva que las podría llevar a puestos de la más alta representación y responsabilidad. Puede también ser que para muchas mujeres –quizás podríamos decir que para ciertas “personas”, mujeres y hombres- es otra la definición personal del éxito y éste se considere más bien como un logro personal y como una experiencia privada que como un reconocimiento externo. Como expresión de la combinación de esfuerzo y resultado: logro propio e independiente. El éxito, el triunfo considerado como experiencia personal que se interpreta en términos de satisfacción y que no siempre es medido por la obtención de cosas. Todos estos fenómenos, a juicio de las sociólogas Ruth Milkman y Eleanor Townsley se derivan de una desigualdad que es persistente y sistemática, que está adentrada tan profundamente en la vida social y cultural que "en rigor no resulta necesario un acto voluntario de discriminación para mantener la desigualdad de género". 23 Es decir, finalmente todo remite a unos esquemas mentales, conductuales y a un comportamiento colectivo, social y cultural por el que se relega a la mujer a la invisibilidad y la opacidad de lo privado, y pareciera que aún se la castiga cuando se atreve a violar la sacralidad del hogar para 23

Milkman, R.; Townsley, E.: “Gender and the Economy” en Neil Smelser, N. y Swedberg, R. (eds.): The Handbook of Economic Sociology, Princeton University Press y Russell Sage Foundation, 1994. Pp. 604.

13

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

integrarse a la vida formativa, educativa, ocupacional. Toda la exclusión que vivimos las mujeres en nuestra sociedad consiste en una discriminación basada en el sexo, lo que tiene serias consecuencias para las mujeres que son sus víctimas, independientemente de nacionalidades, etnias, edades, estratos socioeconómicos, o incluso, su nivel de formación académica. Junto a Ceci y Williams 24 consideramos, con carácter general, que la pobre representación femenina en la ciencia y en puestos directivos se debe a dos factores asociados más bien al ámbito de lo privado y lo familiar: el factor fertilidad y elección de estilos de vida al mismo tiempo que con la forma de distribución de las tareas del hogar. Según esos investigadores, si las mujeres optan por no continuar con carreras científicas ello se asocia a sus ideas sobre lo que implica la formación de una familia, la crianza de los hijos y la elección de estilos de vida; y sería solo secundariamente adjudicable a las diferencias de sexo con sus compañeros científicos varones. Porque existen diferencias significativas entre los sexos en cuanto a las horas que se dedican al trabajo y a las preferencias de estilos de vida, ya que las mujeres estarían presionadas a tener hijos tempranamente, lo que las hundiría en sus expectativas laborales: "El sistema de permanencia [de las carreras científicas] tiene fuertes desincentivos para que las mujeres tengan hijos, y explican por qué hay más mujeres que hombres en la academia que no tienen hijos, e incluso, en el caso de las mujeres con carrera y con hijos tienen el doble de probabilidades de declarar que tuvieron menos hijos de los deseados, que sus compañeros varones poseedores de una carrera científica."25 Al mismo tiempo, el horario laboral es otro escollo a la hora de buscar la equidad en el trabajo, en la ciencia y la investigación, pues éste tiende a la dedicación absoluta; así, el tiempo para la vida personal resulta 24

Ceci, S.; Williams, W.: "Understanding current causes of women's underrepresentation in science", Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), (2011) 108; 8: 3157-3162. 25

Ceci, S.; Williams, W. (2011). Op. Cit. P. 3161.

14

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

casi inexistente y la presión profesional es cada vez más y más perentoria, lo que, evidentemente, obliga a elegir entre profesión o familia a, por lo menos, uno de los miembros de cada grupo familiar. Tradicionalmente la mujer es la que opta por adoptar las tareas de cuidado de los hijos y los dependientes. Aunque hoy en ciertos sectores -especialmente entre los profesionales de la educación y en ciertos trabajos con flexibilidad horaria- se apuntan tendencias más igualitarias, que no obstante son minoría en el conjunto y porque, en general, el compartir tareas domésticas y familiares suele asociarse a la idea de “ayuda” más que a la conciencia personal de que existen unas tareas comunes que corresponden a todos. El ascenso de las mujeres no es solo una cuestión de liberación de la mujer, sino de reestructuración de la sociedad y revisión de la cultura dominante, que está necesitada de un profundo análisis crítico. Es, además, imprescindible reconocerse para integrarse en el grupo: participar y ser, mostrar y tener ejemplos. No hay que olvidar que las mujeres han intervenido en todas las revoluciones y proyectos emancipatorios, luchando codo a codo con sus compañeros hombres, bajo la utópica idea de que una vez modificadas las estructuras sociales “luego arreglaremos lo de las mujeres”. Sin embargo, el advenimiento de nuevos sistemas de organización política nunca llevó a cambiar las condiciones de vida de las mujeres, reproduciéndose una y otra vez modelos

patriarcales

en

el

seno

de

las

organizaciones

autodenominadas como progresistas. Propuestas para la igualdad 1.- Corrección de las estructuras que mantienen y reproducen la subordinación social de las mujeres Las mujeres solo pueden tener éxito si cambia la definición dominante del éxito, lo cual exige una reestructuración de las instituciones y de la naturaleza del poder y un cambio social liberatorio y plural que 15

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

compatibilice los cambios en la jerarquía de valores, en los modelos de familia y en el sistema de responsabilidad procreacional. Las posibilidades de revertir la situación de desequilibrio entre mujeres y hombres, en la educación, la ciencia y el liderazgo a diferentes niveles requiere ante todo la adopción de medidas co-educativas. Dichas medidas ya están -en teoría- vigentes y deben incidir en la necesidad de educar en valores compartidos y en la de respetar las diferencias; ambas cosas son necesarias, pues si bien es preciso respetar y fomentar el ejercicio de la libertad para llevar a cabo los distintos proyectos vitales de cada ser humano en particular, también es necesario tener presente que existen valores comunes e intereses compartidos, que son precisamente los que facilitan la vida en común. Como expresa el Documento sobre Mujeres y Ciencia del Observatori de Bioètica i Dret: “Alcanzar mayores niveles de igualdad real entre mujeres y hombres no es sólo una cuestión de buenas prácticas individuales, sino que exige la corrección de las estructuras que mantienen y reproducen la subordinación social de las mujeres. Si este cambio estructural no se afronta, la discriminación no desaparecerá, y las acciones positivas superficiales ayudarán a mantener y encubrir la desigualdad. Las políticas públicas por la igualdad pueden resultar un peligro si no van dirigidas al núcleo de la discriminación, porque proyectan una imagen de cambio y progreso pero sólo constituyen una mera operación cosmética.“26 2.- Tomar medidas político-jurídicas positivas para favorecer la igualdad de género Una vez puestas en vigor tales estrategias, será preciso ir más allá y tomar medidas político-jurídicas positivas y concretas que favorezcan y fomenten la igualdad de género en la educación, en la ciencia y en las instancias de decisión, pues ya hemos visto que el mero conocimiento y 26

Observatori de Bioètica i Dret Universitat de Barcelona: Documento sobre Mujeres y Ciencia, Barcelona, 2004. P. 32. Disponible online en el enlace http://www.pcb.ub.es/bioeticaidret/archivos/documentos/Mujeres_y_Ciencia.pdf

16

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

la educación no bastan para cambiar la realidad. Así, habrá que peguntarse cuáles son los límites del derecho a la hora de intervenir en las elecciones de las personas y cuáles son las obligaciones del Estado a fin

de

establecer

las

condiciones

de

posibilidad

para

que,

efectivamente, tales elecciones sean libres. Este es un importante debate, sobre los modelos de vida y sobre el papel del derecho, que está abierto y que resulta ser de los más importantes y significativos en un momento en que las apelaciones a la crisis económica son pretexto para la restricción de libertades de todo tipo.27 Ceci y Williams proponen, desde el modelo norteamericano, algunas estrategias tales como permitir hacer pausas en la carrera en el momento en que se quiere formar una familia. Según ellos las Comisiones

de

Equidad

de

Género

de

las

universidades

norteamericanas han sugerido complementar la jornada laboral con subvenciones para posibilitar la crianza de los hijos; la posibilidad de extender

los

permisos

sin

costo;

la concesión

de

suplementos

presupuestarios para contratar a investigadores postdoctorales que sustituyan temporalmente a los investigadores ausentes -lo que permite mantener el ritmo durante las pausas dedicadas a la familia-; reducción de la responsabilidad docente para las mujeres con hijos recién nacidos, subvenciones para la reconversión [laboral] tras licencias y permisos relacionados a la familia, cuidado de los niños para asistir a reuniones profesionales, entre otros.28 El problema del tiempo dedicado al trabajo debería ser fácilmente removible y la adopción de medidas drásticas de conciliación entre la vida laboral y la familiar para todos, sería algo absolutamente decisivo para cambiar el estado de las cosas. Por ejemplo, si todas las empresas acabasen su horario laboral a las 5 de la tarde, como bien sucede en otros países; si efectivamente los horarios fuesen de 35 horas semanales -o incluso de 40- y se respetasen a rajatabla en todos los puestos del sistema, se verían allanados los 27

Véase, por ejemplo, el interesante libro de S. Rodotá La vida y las reglas. Madrid: Trotta, 2010. 28

Ibid.

17

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

impedimentos mayores para el acceso de las mujeres a los puestos de responsabilidad -que exigen quedarse en las oficinas sin horario alguno. 3.- Conocer el estado de la cuestión En el ámbito científico en concreto, existe un amplísimo consenso en que estamos desperdiciando más de la mitad de los cerebros formados y en que esto no es admisible ni sostenible, por lo que es preciso diseñar medidas y estrategias para evitar que siga ocurriendo y, además, ponerlas en práctica. A día de hoy ya hemos de ser bien conscientes de que si bien lo primero se ha hecho, lo segundo no. Desde las políticas establecidas por la Unión Europea se propone, como primer paso para lograr la igualdad de género en la ciencia, promover y publicar informes y estudios que expliquen lo que sucede y lo den a conocer ampliamente en cada contexto; así, se han diseñado estrategias diversas que comienzan con el análisis de la situación real de las mujeres en el mundo de la investigación y la academia para poder, luego, instaurar medidas que la modifiquen en el sentido deseado 29. Cada país miembro, cada gobierno, ha debido analizar la realidad existente en su contexto y reconocer la importancia de las políticas que buscan la paridad en ese ámbito. Ello no obstante, puede decirse sin ambages que, en este ámbito, las políticas establecidas no se cumplen. 4.- Exigir el cumplimiento de las medidas correctoras En el momento actual ya no hay que demostrar la necesidad de tomar medidas correctoras, porque estas medidas ya se han establecido; simplemente hay que hacerlas cumplir. 30 Las Directivas son obligatorias en todos los campos del derecho comunitario, pero en este terreno, en la práctica, parecen ser mas “blandas”. Se han establecido acciones 29

Según se recoge en el Documento del OBD sobre Mujeres y Ciencia: “La Comisión Europea ha definido la igualdad transversal como fundamento de la democracia y lamenta las insuficiencias que todavía existen respecto de la igualdad de oportunidades. Desde esta perspectiva, se preconiza la introducción del "mainstreaming" de género, la igualdad de oportunidades o la igualdad transversal en las políticas científicas.” P. 32 30

Ver "Notas finales aclaratorias" del Documento sobre Mujeres y Ciencia del OBD: http://www.pcb.ub.es/bioeticaidret/archivos/documentos/Mujeres_y_Ciencia.pdf

18

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

positivas, imposición de cupos, medidas de transversalidad de género y promoción de la igualdad (en los programas Marco V, VI y VII de la Unión Europea), mejoras en la políticas de selección y empleo de científicos, políticas de empleo respetuosas con las obligaciones familiares, medidas para la participación en la toma de decisiones: cuotas en los partidos políticos, equilibrio de género en los comités de expertos, medidas inclusivas para las interlocutoras sociales, promoción de asociaciones universitarias y científicas 31, incluso la inversión de la carga de la prueba en la discriminación por el Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea (TJCE). Como expresa la misma Mary Osborn “las instituciones pueden ser reformadas de varias maneras. En primer lugar, a través de las personas que encabezan los puestos de dirección. […] financiando actividades de promoción de la equidad de género o modernizando y renovando los recursos humanos de las universidades. […] Las medidas legales pueden ser también muy efectivas, como se muestra en las leyes de Noruega, Suecia y Reino Unido sobre igualdad de género en los entes públicos. En 2008, Noruega introdujo una legislación al respecto que requería un mínimo del 40% de ambos géneros en las plantillas de las compañías privadas.[...] Y si la velocidad de cambio es demasiado lenta, la manera más efectiva de lograrlo sería exigir a las instituciones un progreso en la equidad de género como condición imprescindible para recibir ayudas de la Unión para investigación.” 32 Aún con todo, hay que insistir en el seguimiento de todas estas medidas y en la exigencia de cifras fiables que suministren los datos desagregados

por géneros y por puestos de trabajo. Si bien por lo

general podríamos afirmar que se tiende a eliminar las prácticas directas de discriminación, hoy se trata de identificar las invisibles e 31

Tales como Women and Science Unit, Belgian Women in Science (BeWiSe), The National Contact Centre-Women in Science (República Checa), European Platform of Women Scientists, Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas – AMIT http://www.amit-es.org/, entre otras. 32

Osborn, M.: Cómo lograr la equidad de género en ciencia. Boletín de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM) 158, 2008. Pp. 4-5.

19

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

imperceptibles, pero que existen y que son las responsables de la permanencia de la inequidad en la representación femenina. Conclusiones Para Mary Osborne, la equidad de género en la ciencia es importante por cuatro razones: equidad, excelencia, eficacia y eficiencia. 33 Para nosotras, esto es aplicable también para la equidad de género en la educación; pues como dice Osborne, la discriminación de género viola el principio de equidad y el ethos científico que dice reconocer y valorar el mérito individual; lo que también sucede en situaciones de inequidad en el acceso a la paridad educativa. El uso inadecuado del talento femenino decrece el total de investigadores disponibles -y de inteligencias, ideas, masa crítica de ciudadanía informada y pensante-. No tiene sentido educar a las mujeres y formarlas en diferentes áreas de la ciencia o la tecnología -allende de las áreas "clásicamente" femeninas en educación- para que después no seamos capaces de utilizar ese conocimiento y habilidades adquiridas para mejorar el nivel de vida tanto de las propias mujeres y sus familias como de la sociedad y mejorar los índices de desarrollo local y global. En el trabajo realizado en 2004 por el Grupo del Observatorio de Bioética y Derecho, compuesto por las Dras. Maria Jesús Buxó, María Casado,

Teresa

Freixes,

Ana

Sánchez

Urrutia

y

Carmina

Virgili

-coordinado por la Dra. Roser Gonzàlez Duarte 34- se analizaban las medidas para corregir la desigualdad de género en ciencia y se proponían cuatro recomendaciones concretas para reequilibrar la situación femenina: conciliación real entre la vida profesional y familiar, las acciones positivas, la igualdad de trato y la participación equilibrada en

la

toma

de

decisiones.

Hoy

en

día

muchas

de

esas

33

Osborn, M.: "Gender Equity in Science". En: Riegraf, B.; Aulenbacher, B.; KirschAuwärter, E.; Müller, U.: Gender Change in Academia. Re-Mapping the Fields of Work, Knowledge, and Politics from a Gender Perspective. Ed. Springer-Verlag, Heidelberg, 2010. P. 423. 34

Citado anteriormente y que se encuentra disponible en la página Web de este centro de investigación http://www.bioeticayderecho.es/documentos

20

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

recomendaciones siguen siendo válidas y todavía bien necesarias; y de poco o nada valdrán los esfuerzos reales por la integración femenina si no se llega a un consenso de políticas emanadas desde los gobiernos, desde la Unión Europea, el sector público y el privado; tanto para beneficiar a las mujeres en etapas de formación como a las profesionales de diversos ámbitos, como para poner de manifiesto la discriminación de género en el ámbito de la investigación científica y tecnológica. Esto exige hacer un seguimiento de las políticas de género que se instituyan y verificar su cumplimiento en el futuro según los indicadores básicos internacionales, desagregados por sexo por lo que se refiere a la asignación de recursos económicos, la distribución del tiempo y el espacio y la accesibilidad a la información, entre otros aspectos como la propiciación de políticas de igualdad de trato, incluyendo las acciones positivas, para la conciliación real entre la vida profesional y familiar y la participación equilibrada entre hombres y mujeres en los procesos de toma de decisiones. Y sobre todo, asegurar el compromiso serio y riguroso del sector formativo público y privado en cuanto a la paridad, la introducción de políticas de igualdad no discriminatorias y de cláusulas de género en sus estatutos. Como ciudadanos particulares también tenemos un rol importante, todos, pues tanto los hombres como las mujeres podemos ejercer nuestros derechos humanos para contribuir a la consecución de una sociedad completa, a su desarrollo cultural, social, político, económico, etc. Y para superar la discriminación de género desde un ámbito personal, social e institucional.

21

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

Bibliografía Buchmann, C.; DiPrete, T.; McDaniel, A.: "Gender inequalities in education". Annual Review of Sociology, 34, (2008) 319-337. Carnevale, A.; Rose, S.; Cheah, B.: The College Payoff. Education, Occupations, Lifetime Earnings, Georgetown University, Washington D. C (2011). Casado, M.: "Sobre la persistencia del desequilibrio entre mujeres y hombres en el mundo de la ciencia", Revista de Bioética y Derecho 21 (2011) 7-13. Ceci, S.; Williams, W.: "Understanding current causes of women's underrepresentation in science", Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) 108, 8 (2011) 3157-3162. Guzman, V. ; Irigoin, M.: "La equidad de género en la educación de adultos". En: UNESCO-OREALC: La educación de personas jóvenes y adultas. Santiago, Chile (2000). Husu, L. y de Cheveigné, S.: "Gender and gatekeeping of excellence in research funding: European perspectives." En: Riegraf, B.; Aulenbacher, B., Kirsch-Auwärter, E. y Müller, U.: GenderChange in Academia. Remapping the Fields of Word, Knowledge, and Politics from a Gender Perspective. VS Verlag-Springer, Heidelberg (2010). Milkman, R.; Townsley, E.: “Gender and the Economy”. En: Neil Smelser, N. y Swedberg, R. (eds.): The Handbook of Economic Sociology, Princeton University Press y Russell Sage Foundation (1994). Nallari, R.; Griffith, B.: Gender and Macroeconomic Policy. The World Bank, Washington D. C. (2011). Observatori de Bioètica i Dret, Universitat de Barcelona: Documento sobre Mujeres y Ciencia. Barcelona (2004). Osborn, M. Prospect for women in science. Nature, Cartas 12/11/1992; 360: 6400, P. 101. --- Cómo lograr la equidad de género en ciencia. Boletín de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM) 158, (2008) 1-5. --- "Gender Equity in Science". En: Riegraf, B.; Aulenbacher, B.; KirschAuwärter, E.; Müller, U.: Gender Change in Academia. Re-Mapping the Fields of Work, Knowledge, and Politics from a Gender Perspective. Ed. Springer-Verlag, Heidelberg (2011). Papadópulos, J. y Radakovich, R.: "Educación Superior y Género en América Latina y el Caribe". En: UNESCO IESALC: Informe sobre la 22

Fallos en la igualdad:las mujeres en la educación, la ciencia y el liderazgo

Educación Superior en América Latina y el Caribe 2000-2005. La metamorfosis de la educación superior. Santiago, Chile (2006) 117-128. Rodotá, S.: La vida y las reglas. Ed. Trotta, Madrid (2010). UNESCO: World Atlas of Gender Equality in Education, Paris (2012). UNESCO: Science, Technology and Gender: An International Report. Paris (2007). United Nations Girls' Education Initiative (UNGEI): Gender and Skills Development: A Review Background Paper for the EFA Global Monitoring Report 2012. New York (2012).

23

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.