\"Explotación del bosque y paisaje natural en la Tierra de Plasencia (1350-1550)\", IX Congreso de Historia Agraria, Bilbao, 1999, págs. 441- 454

August 8, 2017 | Autor: J. Clemente Ramos | Categoría: Landscape Urbanism, Historia ambiental, Economia Rural, Historia Forestal
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Descripción

(Bilbao, 1999)

SEHA DEPARTAMENTO DE HISTORIA E INSTITUCIONES ECONÓMICAS UPV /EHU

EXPLOTACiÓN DEL BOSQUE Y PAISAJE NATURAL EN LA TIERRA DE PLASENCIA (1350-1550)1 Julián Clemente Ramos Universidad de Extremadura

RESUMEN:

La Tierra de Plasencia presenta unas características peculiares en relación con el aprovechamiento del bosque y con el paisaje natural dentro de la Extremadura bajomedieval. De todos modos, el crecimiento demográfico y (as transformaciones habidas en el mundo rural en el siglo XV tendrán, igual que en otras jurisdicciones, una influencia fundamental. Durante la Baja Edad Media se asiste, al menos no hay rastro documental anterior, a una explotación maderera de castañares y pinares. Este aprovechamiento de especies de crecimiento rápido permite una mejor conservación de las dehesas de encinas y robles, de las que sólo se obtendrá leña y, fundamentalmente, alimento para el ganado. El castaño también va a ser aprovechado por su fruto, que se utilizará tanto para la alimentación animal como humana. Este elemento dotará a las comunidades de montaña de una economía muy particular. Las formas de explotación y la protección del bosque permite que el paisaje adehesado de la tierra placentina presente una degradación limitada, muy alejada de la documentada en otros alfoces extremeños. Sólo en alguna comarca y quizás en algunos señoríos los fenómenos de degradación han adquirido cierta importancia.

INTRODUCCiÓN

La Tierra de Plasencia ocupaba todo el cuadrante nororiental de la actual provincia de Cáceres e incluía espacios geográficamente muy diversos. Por un lado, están las zonas de montaña (valles del Ambroz y Jerte; La Vera), vinculadas a relieves del Sistema Central; al sureste de La Vera, y limitado por los ríos Tiétar, que sirve de límite entre ambas comarcas, y Tajo, se extiende el Campo Arañuelo placentino, un terreno llano, con relieves muy moderados, producto de las fracturas que sobre un terreno rígido origina el movimiento alpino. Es un espacio sedimentario que vierte casi en su totalidad al río Tiétar. Al sur del Tajo se extiende el territorio denominado entre Tajo y Almonte, que marca el límite con el también extenso alfoz de Trujillo. Presenta alturas moderadas con una orientación del relieve claramente herciniana; también aparecen algunas zonas llanas de mejores posibilidades agrarias. La Tierra de Plasencia se caracteriza, dentro de Extremadura, por una elevada pluviometría. La orografía y, en menor medida, la influencia atlántica van a producir precipitaciones de entre cerca de 700 y más de 1.000 mm. 2 . Mientras las zonas llanas se acercan o superan la primera cantidad pero

1Trabajo realizado dentro del Proyecto" Hombre y medio ambiente en la historia" (PRI961 00036), financiado por la Junta de Extremadura (Consejería de Educación y Juventud-Fondo Social Europeo). Las abreviaturas utilizadas en el presente trabajo son las siguientes: ACP: Archivo de la Catedral de Plasencia; AHN: Archivo Histórico Nacional; AHPC: Archivo Histórico Provincial de Cáceres; AMP: Archivo Municipal de Plasencia. 2Navalmoral, en el Campo Arañuelo y próxima al Tajo, se acerca a la primera cantidad; Talayuela, más próxima al Tiétar y por ello a los relieves del Sistema Central, se acerca a la segunda pese a situarse sólo a 350 metros de altura (se incluiría dentro de la España húmeda dentro del índice de Dantin y Revenga); Plasencia, la zona entre el Tajo y el Almonte, y el sexmo de las aldeas menudas tienen precipitaciones situadas entre las de. Navalmoral y Talayuela: Plasencia, 800 mm.; Serradilla, 842 mm.; Casas de Miravete, 791,1 mm.; Romangordo, 639,1 mm. Las comarcas montañosas del Sistema Central superan holgadamente los 1.000 mm.: Barrado, 1.526; Piornal, 1.690; Robledillo de la Vera; 1.125; Tejeda del Tiétar, 1.033 (E. Martínez de Pisón (dir.), Paisajes naturales de Segovia, Avila, Toledo y Cáceres, Madrid, 1977, págs. 191, 196, 197; Caracterización agroclimática de la provincia de Cáceres, Madrid, 1986, págs. 111 Y 122-9; J. L. Cruz Reyes, Transformación del espacio y economía de subsistencia del Valle del Jerte, Cáceres, 1983, pág . 60).

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no la segunda, las de montaña (especialmente La Vera y el Valle del Jerte) si lo hacen de modo holgado. No se dan en este territorio los condicionantes clásicos de la España árida que favorecen el predominio, a veces exclusivo, de la encina. Por ello, la actividad humana será un factor decisivo para explicar en muchos casos el peso de las diversas especies arbóreas. La Tierra de Plasencia presenta en la Baja Edad Media y comienzos de la Edad Moderna una problemática vinculada al bosque muy particular. Frente a la situación documentada en otras zonas, en la jurisdicción placentina aunque se desarrolla una protección importante de este espacio vegetal no puede hablarse de escasez, ni siquiera para la segunda mitad del siglo XVI. Esto es lo que le permite consolidarse como un espacio exportador de madera. Esta importante riqueza forestal no impide que desde antes de mediados del siglo XV se dibuje con claridad la necesidad de redactar nuevas ordenanzas que regulen de modo más estricto la explotación de los diversos productos silvícolas. En este sentido, la problemática que se desarrolla en nuestro ámbito de estudio es asimilable a la que se documenta en otros territorios. El crecimiento de la población y la proliferación de rozas produjo la necesidad de reglamentar y hacer compatibles la creciente explotacion agraria del espacio con el mantenimiento del bosque. En la Baja Edad Media toda la Tierra de Plasencia no está bajo la jurisdicción directa de la ciudad. Diversas aldeas han sido señorial izadas, aunque siguen participando en el aprovechamiento y explotación de los espacios comunales del alfoz. De este modo, tanto Plasencia y las aldeas que siguen bajo su dependencia como las villas señoriales seguirán explotando los mismo espacios comunales y tendrán, al menos en teoría, similares derechos. Esto, sin embargo, va a generar una importante conflictividad debido al deseo de Plasencia de romper con costumbres que tenían su origen en una etapa en que todo el espacio del alfoz estaba bajo su directa jurisdicción. Más que la señorialización será la problemática bajomedieval la que introducirá cambios paulatinos en este apartado.

EXPLOTACiÓN Y PROTECCiÓN DEL BOSQUE

Al igual que en otros espacios, en la baja Edad Media se va a desarrollar una problemática en relación con el bosque y el aprovechamiento de los espacios incultos muy vinculada a un importante crecimiénto demográfico. La ecuación población/recursos va a verse alterada de modo significativo. Esto va ' a afectar tanto a las formas de aprovechamiento como a la necesidad de una creciente protección que permita el mantenimiento de unos espacios necesarios para la obtención de diversas materias primas y la explotación ganadera. El crecimiento demográfico en la Tierra de Plasencia durante el siglo XV es intenso. Entre 1395 y 1494, la población se duplica. Así sucede en La Vera, mientras en Trasierra (valle del Ambroz) y valle del Jerte se incrementa en un 50% y en el Campo Arañuelo se quintuplica. Las ordenanzas de Alvaro de Estuñiga de 1471 sobre el cuarto de las dehesas y la concesión de dehesas boyales a muchas aldeas son una manifestación de la agrarización de la economía rural y de la creciente presión sobre los recursos 3 . Las rozas para crear nuevos espacios agrarios se realizan en el monte y van a producir la disminución de la cubierta arbórea. En cualquier caso, aunque la tierra de Plasencia en la baja Edad Media tiene una problemática en relación con el bosque muy similar a"la de otras zonas, presenta unos resultados bien distintos. Durante este periodo, Plasencia se consolida como una zona exportadora de madera y la presión creciente sobre el bosque no impedirá que mantenga gran parte de su extensión. La ciudad contesta en 1567 a Felipe 11, que intentaba desarrollar las repoblaciones forestales, que "tiene montes en harta cantidad de en~inares, robledos e alcornoques e quexigos e pinares e castañares e otros arboles de montes bajos e altos", por lo que" no ay ne~esidad de plantar montes sino que se guarden e conserven los que ai criados"; más que el aprovisionamiento de madera preocupa la escasez de hierbas para el ganad0 4 . Sin duda, esta situación no puede explicarse solamente por la abundancia inicial de espacios arbolados, sino sobre todo por su protección y control.

3J. L. Martín Martín y J. M. Sánchez Estévez, "Plasencia y su tierra en el siglo XV", Norba, 11 (1981), pág . 198; E, C. de Santos Canaleja, La historia medieval de Plasencia y su entorno geo-histórico: la Sierra de Béjar y la Sierra de Gredas, Cáceres, 1986, págs, 348-50 , 40 rdenanzas de Plasencia (Bibl. Pub . de Cáceres, manuscr. 35), fols, 536r, 539v-540r y 547r.

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Explotación del bosque y paisaje natural en la Tierra de Plasencia (1350-1550)

Esta peculiar situación explica que la redacción de ordenanzas proteccionistas sea tardía. Si bien, no conocemos su cronología precisa, es llamativo que se reunan en un códice en 1548; las penas por tala de castaños o pinos no debían ser muy anteriores, dada su elevada cantidad. En Trujillo o Cáceres contamos con ordenanzas del monte a finales del XV o principios del XVI5. En el conflicto que sobre el aprovechamiento del Campo Arañuelo mantienen a mediados de siglo XV Plasencia y los señoríos de su Tierra se percibe con claridad que está comenzando una nueva fase en la relación con el medio natural y, en particular, con el bosque 6 . La novedad de ciertas normativas produce un rechazo en cuanto suponen la limitación y regulación más precisa de diversos aprovechamientos. Como contraste se alude a unos com~ortamientos y usos que quizás se remonten a la repoblación, pero que ya no pueden mantenerse . ¿En que consistían estos antiguos usos y hábitos de explotación del bosque? Por un lado, y a diferencia de las prácticas vigentes en la segunda mitad del XV y en el XVI, se realiza un aprovechamiento menos selectivo de las especies arbóreas. Aunque el pino es la más explotada (suele citarse la primera; no debemos olvidar que en el Campo Arañuelp no hay castañares), se mencionan también los robles, encinas, alcornoques y "otra madera qualquiera". Por tanto, aunque pinos y quercíneas, que se destinan a los mismos usos, sean las fundamentales, no hay especies inicialmente excluidas 8 . Es sintomático sobre la importancia de estas últimas que Alfonso Martínez, vecino de Jarandilla, no sepa precisar las normas de explotación de los pinares pero pueda concretar que" las ensinas e robres del Canpo de Arañuelo" se usaban "para labrar e para faser casas e tinadores e ~ahurdas e para las otras cosas que querían"g. Sobre los demás aspectos, la información es contradictoria, pues, sin duda, los testigos mezclan normas recientes, que se han asentado solidamente desde que Plasencia pasó a depender jurisdiccionalmente de Pedro de Estuñiga (1442), con otras más antiguas. Hay, sin embargo, algunas informaciones de extraordinario valor al precisar de modo nítido el contraste entre las costumbres tradicionales y las nuevas . Por un lado, las primeras permitían un aprovechamiento del bosque menos restrictivo, talándose no sólo arboles secos sino también verdes 10. Por otro, probablemente no sería necesario la obtención de licencias, que en un primer momento, y rompiendo con las costumbres tradicionales, solo se utilizarían para la madera y tea verdes. En cualquier caso, se obtenían fácilmente 11.Es posible que ciertas normas tendentes a limitar el comercio de la madera y de otros productos forestales tengan como finalidad no tanto limitar esta actividad como impedir su venta fuera del termino 12. Pasamos así a la regulación de la saca de estos productos, actividad hasta entonces totalmente libre.

5M a A. Sánchez Rubio, Documentación medieval. Archivo Municipal de Trujillo, 111, Cáceres, 1985, pág. 11, sitúa las recopilacion de las ordenanzas de Trujillo en 1428-43 y 1516-7; M a D. García Oliva, Documentación histórica del Archivo Municipal de Cáceres (1475-1504), Cáceres, 1988, doc. 122. 6Es un fenómeno relativamente generalizado : d . J. Clemente Ramos, "El medio natural en la vertiente meridional del Tajo extremeño en la Baja Edad Media", Anuario de Estudios Medievales (en prensa), nota 182. 7 Alfonso Gutierres ., escribano de Serrejón, lo retrotrae a 45-50 años, señalando que lo ayo" a ames antiguos"; Alfonso Martínez de la Serradilla, también de Serrejón, habla de setenta años atrás; en la sentencia del 5 de julio de 1451 se alude a "los tienpos pasados" (AHN , Frías, leg . 1367, n° 1, fols . 342v, 346v y 421 r). 8Veamos algunas referencias concretas: " asy pinos como de robres e ensinas ", " asy pinos como robres en ensinas e alcornoques e de otra madera qualquiera" , "los robres e ensinas e frexnos e quexigos e otros arboles" (AHN, Frías, leg . 1367, n° 1, fols. 152v, 160v, 227r) 9AHN , Frías, leg. 1367, n° 1, fol. 262v. 10Andrés Martín el Viejo, de Jaraicejo, nos informa de que los vecinos de Jaraicejo "sacan madera del dicho canpo e monte de arañuelo ... asi verde como seco syn dar ni pagar cosa alguna "; Alfonso Grrs., de Serrejón, nos dice que hasta que Plasencia pasó a la jurisdicción de los Estuñiga, los vecinos de los señoríos y los de la ciudad" cortavan e sacavan e Ilevavan madera verde y seca la que avia menestar... syn contradic;ion nin enbargo alguno" (AHN, Frías, leg . 1367, n° 1, fols . 317v y 342v) 11 Pascual González de Pasarón sostiene sobre las licencias para cortar madera verde que "yendo a la pedir que la davan" (AHN, Frías, leg . 1367, n° 1, fol. 338r) . 1has testimonios de Juan Sanchez y de Marcos Martínez no muestran posiblemente dos fases de la política forestal en este aspecto . El primero dice que se podía sacar la tea necesaria" asy de c;epas como de pino caydo asy para sus casas como para lo vender"; el segundo señala que aunque se podía hacer un libre uso de los pinares de Campo Arañuelo para obtener madera, "sy para vender alguna madera avian de cortar madera ... que se abenian con los arrendadores del verde" (AHN, Frías, leg. 1367, n° 1, fols. 287v Y 294v) . Alfonso García de la Xara, de Valdehuncar, indica que la obligación de obtener licencia para cortar de lo verde tiene como finalidad que" personas de fuera de los señorios e de la c;ibdad e su tierra e termino con entrase a lasacar" (Ibíd, 314v).

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Ju/ián Clemente Ramos

Este modelo de aprovechamiento del bosque choca con el crecimiento de la población, que se manifiesta con claridad antes de mediados del siglo Xv, y va a producir una necesidad de mayor protección . Pese al enfrentamiento entre los señoríos de la tierra y Plasencia, que defenderán posturas encontradas, es sintomático que Jarandilla realice unas ordenanzas de castañares en 1443 13 . Las nuevas normativas que aparecen en Plasencia por estos mismos años obedecen a una problemática muy similar derivada de la ~ueva coyuntura demográfica y agraria. La coincidencia entre el surgimiento de esta nueva situación y el paso de esta ciudad a manos de Pedro de Estuñiga va a generar una relación conflictiva con los señoríos del término, sobre todo porque las nuevas normativas se aplicarán de modo discriminatorio. En 1440, antes de que los Estuñiga instalen su poder en Plasencia, ya estaban redactadas" c;iertas ordenanc;as e estatutos que disen antiguamente aver fecho e ordenado e agora de nuevo establesido c;erca de los pastos e landes e vellotas de los montes e canpos de Arañuelo,,14. Sin embargo, la conflictividad debió aumentar desde 1446, cuando Plasencia remite una carta a Jarandilla, y presumiblemente a los demás señoríos, sobre las nuevas normas de aprovechamiento de las dehesas de quercíneas en el Campo Arañuelo 15. Pedro de Estuñiga continuará con el desarrollo de normas de explotación del bosque más restrictivas. En 1463 prohíbe el corte de encinas o alcornoques así como desmochar o cortar cualquier rama; sólo en momentos de estricta necesidad podrá practicarse el ramoneo siguiendo unas normas precisas 16. Es sintomático que se detecte un interés en que la Tierra tenga un aprovechamiento más exclusivo de la madera 17. Asimismo, casi una tercera parte de las licencias se conceden sobre arboles secos, quemados, "machios". En esta etapa que se dibuja en la relación hombre/bosque, las nuevas normas afectarán por igual a las aldeas placentinas y a las villas de señorío; sin embargo, al margen de la equiparación normativa, hay un trato desigual que perjudica sensiblemente a éstas últimas. En el interrogatorio ya aludido de 1451, Alfonso Fernández el mozo, vecino de Cuacos, aldea de Plasencia, señala que se necesita una licencia para cortar madera, lo que se aprovecha desde hace poco para negársela a los habitantes de los señoríos 18. Las nuevas normativas no impidieron el retroceso del bosque 19. Incluso serán juzgadas posteriormente como excesivamente permisivas. Durante el resto del siglo XV quizás los cambios fueran limitados en este ámbito. Al menos no se reunen las ordenanzas como se hará en otros concejos extremeños. Sin embargo, nuestra visión está lastrada por la inexistencia de actas municipales entre 1466 y 1521 . En las primeras décadas del siglo XVI, la protección del bosque se intensifica . Aunque no se respete, se prohíbe la saca de madera fuera del termino, lo que Plasencia se hace confirmar por Carlos 120. Si comparamos las actas de 1462-5 y 1522-6, se aprecia en éstas últimas una política más restrictiva en la concesión de licencias de saca . Pasan de representar el 21,7% del total a un 9,3 %, porcentaje que podría elevarse a un 13.3% si consideramos en este grupo a los señoríos de la tierra. Más importante que el dato cuantitativo es que la concesión requiera en algunos casos un estudio previo. 13En una lista de documentos presentados en el conflicto que mantuvieron Jarandilla y Plasencia se alude a "unas ordenanc;as que hizo Jarandilla cerca de los castaños y castañares y verde del los, año de 443 " (AHN, Frías, leg . 1369, n° 36, fol. 7v) 14AHN, Frías, leg. 1369, n° 1, f O 1V. En 1451 se alude a ordenanzas nuevas hechas diez años antes (AHN, Frías, leg . 1367, n01, fol. 13v) 15En este año se documentan prendas hechas a vecinos de Jarandilla en el Campo Arañuelo; asimismo, 1446 se señala como el comienzo de frecuentes disputas entre ésta villa y Plasencia (AHN, Frías, leg. 1369, n° 4, y leg. 1367, n° 1, fol. 69v; sobre la carta señalada, fols. 69v-78r). 16AMP, Actas de Plasencia de 1462-5, fols. 17 y 20v-21 r. 17 Al conceder el concejo un permiso para cortar pinos en los pinares del Moreno y la Bazagona, se precisa "questa madera sea para proveymiento de la c;ibdat e su tierra e no para fuera del termino " ; en otra licencia se precisa" que las gamellas que fisiere, que las traga la terc;ia parte a esa c;ibdad a vender, e las otras que las venda a los de tierra de Plasenc;ia" (AMP, Actas de Plasencia de 1462-5, fols. 43r y 24r). Igualmente, el intento de impedir la saca de madera fuera de la Tierra es una de las razones que explica la aparición de las licencias para cortar madera (AHN, Frías, leg. 1367, n° 1, f O 314v). 18AHN, Frías, leg. 1367, n° 1, f O 259v; otro testigo señala que ayo decir que Plasencia hacía más o menos tres años había redactado una ordenanza "e mandado que no se consintiese sacar madera alguna a ningunos ni algunos de los vesinos de las dichas villas de señorios e que desde estos dichos tres años que no osan algunos de los vesinos de las villas cortar ni sacar segund solian salvo si algunos se atreven a lo sacar asy lo toman que lo prendan por ello" (ibid., f O 312) 19Los de Jarandilla señalan que los castañares de Plasencia estaban muy dañados a finales del siglo Xv, en oposición a los de su término (AHN, Frías, Leg . 1369, n° 16, f O 2r); sin embargo, poco después se constata como la creación de viñas y huertas por los vecinos de Jarandilla ha dañado algunos castañares como los de Parral y Serradilla (AHN, Frías, Leg. 1370, n° 8, f O 7v). 20AMP, doc. de 11-enero-1555, f O 6r-v.

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Explotación del bosque y paisaje natural en la Tierra de Plasencia (J 350- 7550)

Galisteo solicita en 1522 madera para la obra de la fortaleza, por lo que" cometieron al señor Santos de Medina, regidor, que venga a Galisteo e vea la madera que se a gastado de la que fue dada al señor e para la cobrar de la dicha fortaleza e vea la obra que agora haze de nuevo e tase la madera que a menester para la obra que agora se haze de mas de la que le fue dada e traya la tasa
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