Evoluciones del \"arte callejero\" nacionalista de la dictadura a la democracia en Canarias y País Vasco (con Pascal Pragnère)

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Descripción

EVOLUCIONES DEL ‘ARTE CALLEJERO’ NACIONALISTA DE LA DICTADURA A LA DEMOCRACIA EN CANARIAS Y PAÍS VASCO

Néstor García Lázaro Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Pascal Pragnère University College Dublin / Ecole des Hautes Études en Sciences Sociales

Introducción

El graffiti, junto con otros tipos de “arte callejero”, han formado parte de los “repertorios de acción colectiva” de numerosos grupos militantes, especialmente de los que se sitúan en las fronteras de la legalidad 1 . Esta “cultura escrita contestataria contemporánea” empezó a conformarse a finales de la década de 1960 según el antropólogo Pedro Araya2. A partir de este momento empezó a ser un elemento común en las calles de distintos puntos del mundo: el Chile de la Unidad Popular, el Portugal de la Revolución de los Claveles, el conflicto de Irlanda del Norte, o la Italia de los años de plomo, por citar algunos ejemplos. Dentro del término “arte callejero”, que tomamos de la propuesta realizada por Chaffee, incluimos todas las formas sistemáticamente empleadas en la comunicación política, y que son más comunes. Este es utilizado por distintos colectivos para informar y persuadir a los potenciales lectores. El uso de este concepto tiene una naturaleza inclusiva, por lo que bajo el mismo podemos incluir carteles, pintura mural, graffiti, pegatinas, octavillas y pancartas, entre muchos otros3. En el presente trabajo queremos hacer una primera aproximación a la utilización que el nacionalismo vasco y canario realizaron de esta herramienta política. En las siguientes páginas prestaremos atención al contexto específico de cada territorio, de la propia configuración y fuerza de ambos nacionalismos, la distribución espacial y temporal de los mismos, así como los temas abordados por cada uno de ellos.

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Béatrice FRAENKEL: “Actes d’écriture: quand écrire c’est faire”, en Andrea Mubi Brighenti (ed.) : The wall and the city, Trento, Professional Dreamers, 2009, p. 21. 2 Pedro ARAYA: “El Mercurio miente (1967): siete notas sobre escrituras expuestas”, Revista Austral de Ciencias Sociales, 14 (2008), pp. 157-172. 3 Lyman G. CHAFFEE: Political protest and street art. Popular tools for democratization in Hispanic countries, Westport, Connecticut / London, Greenwood Press, 1993, pp. 3-5.

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Estado de la cuestión en el Estado Español, País Vasco y Canarias

La bibliografía existente sobre el arte callejero en España durante la década de 1970 es escasa. Además, una gran parte de la misma consiste en la recopilación de textos, como si fueran verdaderos corpus documentales4. El interés de estos trabajos se ha centrado principalmente en Valencia, Barcelona, Madrid y el País Vasco. Durante la transición política acaparó la atención de un gran número de personas debido a que se había convertido en un objeto inherente al paisaje urbano. Así, además de la constatación de la gran variedad de escrituras que cubrían las paredes de las ciudades españolas, algunos individuos intentaron estudiar este fenómeno característico del proceso transicional español. Fernando Arias en Los ´´graffiti´´: juego y subversión, estudia mediante la observación los graffiti en España entre 1974 y 1977. Su principal interés es que la obra se convierta en un documento histórico sobre los graffiti, pero en ese empeño pretende ofrecer una panorámica del mismo. El autor realiza una serie de entrevistas a militantes de distintos “colectivos ideológicos”, así como a un psiquiatra y a un sociólogo para dar una visión completa. Además intenta realizar una clasificación tipológica.5 Pedro Sempere aunque trabaja el tardofranquismo, se centra especialmente en estudiar la Ley para la Reforma Política, y la posible asimilación que desde distintos sectores se está 4

Para el caso de los carteles tenemos los siguientes trabajos: Ramón PINO, y Wally ROSELL (coords.): Espagne 1936 – 1975 : les affiches des combattant-e-s de la liberté. Tome 2, 2. Les éditions libertaires, St-Georges d’Oléron, 2007 ; Jabi UBIERNA, Jabi (zuzendari eta koordinatzailea): Euskal Herriko kartelak, askatasunaren irudiak. (3 volúmenes), Tafalla, Txalaparta, 1997. Para textos impresos de distinta naturaleza contamos con la recopilación realizada por Javier Domínguez para la lucha obrera, y el de Francisco Déniz para el movimiento estudiantil : Javier DOMINGUEZ: La lucha obrera durante el franquismo en sus documentos clandestinos (1939-1975), Bilbao, Desclée de Brouwer, 1987; y F. Antonio DÉNIZ RAMÍREZ: El movimiento estudiantil canario. Selección de textos y documentos (1966 – 1982), Santa Cruz de Tenerife – Las Palmas de Gran Canaria, Editorial Benchomo, 1993. También contamos con el catálogo de la exposición realizada en la Universidade de Coruña en 2007 sobre pegatinas de la transición: En transición, Coruña, Universidade da Coruña, 2007. El graffiti y la pintura mural también cuentan con un gran número de libros en los que aparecen recogidos mediante la fotografía o transcripción de los mismos: Alexandre CIRICI y Pau BARCELÓ: Murals per la llibertat, Barcelona, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 1.977; equipo FAD: Pintadas: Barcelona, de Puig Antich al Referéndum, Barcelona, La Gaya Ciencia, 1.977; Emmanuel LIZCAINO: Pintadas del referéndum, Madrid, Equipo Diorama, 1.977; Federico GAN BUSTOS: La libertad en el W. C. Para una sociología del Graffiti. Barcelona, Dopesa, 1.978; Jesús CONTE: Les parets parlen. Les pintades de la protesta en temps de llibertat (1976-2000). Barcelona, Editorial Mediterrània, 2000; Joan NAVALS, Eduard SUBIRÀ, Sergi MUÑOZ y Antoni LAPLANA: Graffiti político y laboral, Barcelona, Edicions Pub-21, [col.lecció activitats], 1979. 5 Fernando ARIAS: Los ´´graffiti´´: juego y subversión, Valencia, Lindes / comunicación, 1977.

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haciendo del graffiti a comienzos de la transición. También presta atención a las técnicas, soportes y transformaciones de los textos en “los muros del posfranquismo”.6 La propaganda electoral de las elecciones de junio de 1977 fueron estudiadas por Sylvie y Gérard. I. Martí desde la perspectiva de la semiología. Los autores hicieron un estudio profundo de la primera campaña de la democracia española. Estos se centraron en los distintos tipos de mensajes confeccionados (mediante carteles, prensa y octavillas) por los grupos políticos que se presentaban en la ciudad de Madrid, observando las palabras clave y temas dominantes en cada uno de ellos, así como el proceso de comunicación de los mismos.7 La obra de referencia sobre el arte callejero en el País Vasco es el trabajo de Lyman Chaffee que estudia el periodo de los años 70 y 808, centrado en la tesis que el arte callejero es una forma alternativa de comunicación de masas, barata y eficaz. El contexto, la legislación y el desarrollo de los murales en este periodo sostiene esa tesis. El antropólogo Jeremy McClancy analizó el acto de pintar murales como un rito iniciático o un rito de pasaje para demostrar la capacidad de un individuo para integrar grupos clandestinos o violentos; este autor se centra en los años 809. Pauliina Raento añadió interesantes aportaciones a estos trabajos, explicando que el arte callejero tiene una importante capacidad de movilización. Su estudio se centró en áreas muy especificas, como las partes viejas y peatonales de las ciudades del litoral, especialmente Bilbao y San Sebastián10. Según Pauliina Raento, estos sitios fueron elegidos por su valor simbólico, político y cultural; contribuyendo la disposición de los carteles y murales al control del espacio público. Cynthia Irwin explica que estas expresiones permiten conectar el pasado con el presente y dar una continuidad política a la movilización11. Finalmente, Pascal Pragnère conecta el desarrollo de los murales del País Vasco a nuevas dinámicas transnacionales de

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Pedro SEMPERE: Los muros del posfranquismo, Madrid, Miguel Castellote Editor, 1977. Sylvie y Gérard I. MARTÍ: Los discursos de la calle. Semiología de una campaña electoral, Barcelona, Ruedo Ibérico. Ibérica de Ediciones y Publicaciones, 1.978. 8 Lyman CHAFFEE: “Social conflict and alternative mass communications: public art and politics in the service of Spanish-Basque nationalism” European Journal of Political Research, 16 (5), (1988), pp. 545-572, y Lyman G. CHAFFEE: Political Protest… 9 Jeremy MACCLANCY: Expressing Identities in the Basque Arena, Oxford, Santa Fe, New Mexico, James Currey; School for Advanced Research Press, 2007. 10 Pauliina RAENTO: “Political mobilisation and place‚Äêspecificity: Radical nationalist street campaigning in the Spanish Basque country”, Space and Polity, 1 (2), (1997), pp. 191-204. 11 Cynthia L. IRVIN: Militant Nationalism: Between Movement and Party in Ireland and the Basque Country, Minneapolis, MN, University of Minnesota Press, 1999, p. 156. 7

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legitimación y de movilización a finales de los años 70 y durante la década de los 80, imitando el modelo de Irlanda del Norte e inscribiéndose en una dinámica global.12 Otros trabajos como el de Lourdes Méndez evocan brevemente el surgimiento de pinturas murales con ocasión de eventos como el aniversario del bombardeo de Gernika en 198713. El panorama descrito para España y el País Vasco, contrasta con el conocimiento que tenemos sobre este tipo de escrituras en Canarias. Aunque la historiografía canaria la ha incluido en las –escasas– aproximaciones que ha realizado al tardofranquismo y la transición, tan sólo contamos con la recopilación de textos del movimiento estudiantil canario realizado por Francisco Déniz, un libro en donde se recopilan los graffiti en la isla de Tenerife durante la segunda mitad de la década de 1980, y las primeras propuestas realizadas por Néstor García Lázaro en el marco de su investigación doctoral.14

Contexto País Vasco

El fin del régimen dictatorial y la transición hacia la democracia permitieron un uso más “democrático” –es decir que no fuese reservado a las organizaciones clandestinas– que permitió la recuperación del espacio público, de la calle. Como se discute más abajo, el número de murales y de carteles aumentó considerablemente a partir de 1976. La década de los 70 empezó en el País Vasco con un clima de tensiones y de violencia: debido al proceso de Burgos en el que fueron juzgados los líderes de ETA arrestados después del asesinato del jefe de la policía de Gipuzkoa Melitón Manzanas, el 2 de agosto de 196815. Este juicio contribuyó a dar al conflicto político en el País Vasco un eco internacional, un apoyo y una legitimidad considerable al movimiento nacionalista radical vasco, en particular 12

Pascal PRAGNÈRE: 2010. “Peintures murales en Irlande du Nord et au Pays Basque : mobilisation et création d’identité nationale”, Cahiers du MIMMOC, 5, (2010). Del mismo autor, en preparación: De Belfast à Bilbao, peintures murales politiques en Irlande du Nord et au Pays Basque, 2012. 13 Lourdes MÉNDEZ: “Du Guernica au Gure Aitaren Etxea et à la Paloma de la Paz. Oeuvres d'art, artistes et enjeux politiques au Pays Basque espagnol”. Anthropologie et Sociétés, 19 (3), (1995), pp.199-217. 14 F. Antonio DÉNIZ RAMÍREZ: El movimiento estudiantil canario…; Luis RENART ESCALER: Graffiti, Santa Cruz de Tenerife, Ediciones Idea, Centro de la Cultura Popular Canaria, 1994; Néstor GARCÍA LÁZARO: “Aproximación a las escrituras subversivas en Canarias: 1959 – 1989”, en Roberto González Zalacain (coord.): Actas de las III Jornadas “Prebendado Pacheco” de Investigación Histórica, Tegueste, Ilustre Ayuntamiento de la Villa de Tegueste, 2011, pp. 387-399. Este autor también ha presentado comunicaciones a congresos, y seminarios, cuyas actas no han sido publicadas. 15 Fue el primer asesinato planeado por parte de ETA. El 7 de junio había sido asesinado el policía José Ángel Pardines, y el autor de su asesinato, el jefe de ETA Xabi Etxebarrieta murió en un tiroteo unas horas después. Numerosos líderes y militantes de ETA fueron arrestados en la consecutiva ola de represión.

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gracias a la intervención de intelectuales reconocidos como Jean Paul Sartre o Gisèle Halimi. Frente a la presión internacional, Franco convirtió seis penas de muerte en encarcelamientos. Una nueva dinámica fue impulsada por estos acontecimientos: ETA aumentó su participación en movimientos sociales y su capacidad operativa. El número de víctimas continuó aumentando a lo largo de los últimos años del franquismo y durante la transición hacia la democracia16. Mientras se esperaba una disminución de las tensiones sociales, de la represión y de la violencia después de la muerte de Franco, las esperanzas de muchos activistas políticos – particularmente de los nacionalistas– se vieron desilusionadas: como lo demuestra Sophie Baby, el nivel de violencia y de represión aumentó durante la transición política17. En el País Vasco las reivindicaciones nacionalistas se añadieron a las aspiraciones sociales. Si el Partido Nacionalista Vasco integró el proceso de transición hacia la democracia, ETA decidió aumentar la violencia con el doble objetivo de desestabilizar al estado para obtener la independencia del País Vasco y una amnistía general, y para desarrollar la conciencia nacional manteniendo el esquema de la espiral acción-represión. Durante todo este periodo, el gobierno reprimió duramente los movimientos sociales y nacionalistas en el País Vasco, para poder al mismo tiempo manejar la transformación de las estructuras del estado, preservar la unidad nacional y conservar el apoyo de las fuerzas de seguridad18. Los sucesos del 3 de marzo de 1976 en Vitoria19, la prohibición del Aberri Eguna de 197720, la interrupción de las San Fermines en 1978 o la continuación de la tortura fueron ejemplos de lo que deslegitimó el proceso democrático en las narrativas de los nacionalistas radicales. La pervivencia de grupos parapoliciales como el Batallón Vasco Español (BVE 1975-81) o luego del Grupo Antiterrorista de Liberación (GAL) también participaron a esta deslegitimación.

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ETA asesinó a 42 personas entre 1970 y 1975, y a 261 personas entre 1976 y 1980. (Fuente: COVITE (8 septiembre 2012): http://www.fundacionvt.org/index.php?option=com_dbquery&Itemid=82&task=ExecuteQuery&qid=1&previous Task ). 17 Sophie BABY: Violence et politique dans la transition démocratique espagnole (1975-1982), Tesis Doctoral, Paris I La Sorbonne y Universidad Complutense de Madrid, 2006. Tambien: Sophie BABY: 2007. “Violence et politique dans la transition démocratique espagnole”, Bulletin de l'Institut Pierre Renouvin, 25 (1), (2007), pp.189-196. La violencia mató a más de 700 personas en España entre 1975 y 1982. 18 Leer Emmanuel-Pierre GUITTET: Antiterrorisme clandestin, antiterrorisme officiel. Chroniques espagnoles de la coopération en Europe. Outremont, Québec, Athéna, 2010. 19 5 obreros fueron matados por la policía y 150 personas heridas por balas en una manifestación. 20 Día de la Patria, al que sin embargo acudieron 50.000 personas.

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Mientras el PNV estaba negociando un estatuto de autonomía, las reivindicaciones de la izquierda abertzale estallaban en las calles: por la amnistía total, la independencia y el socialismo, contra la tortura y contra la central nuclear de Lemoniz. La movilización también se desarrolló acerca de las etapas del proceso democrático: elecciones a la asamblea constituyente, referéndum constitucional21, estatuto de autonomía o elecciones autonómicas. La violencia de ETA también fue en aumento, culminando con 92 personas asesinadas en 1980.

Contexto Canarias

“Canarias: ¿autonomía o independencia?” era el título de un artículo publicado en abril de 1970 en la publicación Frente Democrático. En él se suscitaba un debate sobre la futura autonomía o independencia de las islas, en el marco de un futuro régimen democrático. Hasta ese momento dicho debate había sido silenciado dentro de la militancia comunista canaria, por parte de la dirección provincial y central del PCE.22 En una primera parte del artículo, “un compañero partidario”, abogaba por “el camino hacia la liberación por esa autonomía total que, hablando claro y rápido, se llama Independencia o, más popularmente, CANARIAS LIBRE.”23 De esta manera volvía el nacionalismo canario a estar presente en el debate político de las islas, después de la experiencia del movimiento Canarias Libre a comienzos de la década de 1960.24 Durante primera mitad de la década de 1970 existen pocos grupos de nacionalistas canarios de izquierda dentro de las islas. 21

El PNV llamó a la abstención y HB a votar ‘no’: el texto fue aprobado por una minoría del cuerpo electoral (votantes 44.65%, de los cuales 74.6% aprobaron el texto). 22 Sobre el debate en torno a la cuestión nacional canaria entre los comunistas grancanarios durante la década de 1960 véase Agustín MILLARES CANTERO y Pilar DOMÍNGUEZ PRATS: “La cuestión nacional entre los comunistas grancanarios (1959-1971)” en Manuel BUENO, Carmen GARCÍA y José HINOJOSA (coords.): Historia del PCE. I Congreso, 1920-1977, Madrid, Fundación de Investigaciones Marxistas, 2007, vol. II, pp. 153-165. 23 La postura de la publicación era la de luchar por una autonomía, y una vez conseguida la misma que fuera el pueblo canario quien escogiera libremente su destino, incluso independizarse de España, FRENTE DEMOCRÁTICO, nº 12, 10 de abril de 1970, Archivo Municipal de La Laguna, Policía Municipal, Propaganda Política. También encontramos esta publicación en AHPCE, Publicaciones periódicas, sig. 36/6. 24 Sobre el movimiento Canarias Libre, Domingo GARÍ HAYEK: Historia del Movimiento Canarias Libre: 1960-1962, Las Palmas de Gran Canaria, Benchomo, 1990; Néstor GARCÍA LÁZARO: “El movimiento Canarias Libre: génesis del nacionalismo canario”, en Ángeles BARRIO ALONSO, Jorge HOYOS PUENTE, Rebeca SAAVEDRA ARIAS (eds.): Nuevos horizontes del pasado: culturas políticas, identidades y formas de representación, Santander, Publican, Ediciones de la Universidad de Cantabria, 2011 (cd).

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Hasta 1970 la lucha armada no estará explícita en el ideario del MPAIAC, por la que seguirá apostando hasta 1979, momento en el que la organización ya se encontraba seriamente debilitada. Esta idea fue tomada de los principales líderes e ideólogos de los movimientos de liberación africanos. Siendo utilizada para conseguir una repercusión internacional, que sirviera de complemento a la vía diplomática abierta por dicho movimiento, ya que su líder había dado órdenes estrictas para que los artefactos no produjeran muertos o heridos. La fase de “propaganda armada” comenzó el primero de noviembre de 1976, aniversario de la independencia argelina, y no cesaron hasta abril de 1978. En este año el Estado español lanzó una contraofensiva contra el MPAIAC, dentro y fuera de las islas, para frenar los éxitos que estaba cosechando a nivel internacional. Con las detenciones practicadas y el intento de asesinato a su líder, Antonio Cubillo, dejó debilitado al Movimiento, restándole la influencia que había adquirido en Canarias y el extranjero. Esta actividad armada se centró en las capitales de las islas de Tenerife y Gran Canaria, que eran los principales núcleos de población de las mismas: Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria. La presencia del movimiento en el interior de las islas comenzó a ser real a partir de diciembre de 1975, cuando comienza la emisión de La Voz de Canarias Libre desde Argel.25 En 1974 comienza en Canarias un auge en las luchas de la clase obrera para mejorar sus condiciones de vida, que con el paso del tiempo dará las condiciones para que se cree un movimiento nacional-popular canario. Entre 1976 y 1977 dentro una fase ascendente, la clase obrera se colocará en la vanguardia de la confrontación política, implicando en sus luchas al conjunto de la población. Fruto de ello, “Unas luchas, en principio, puramente laborales, se van transformando en luchas políticas populares -y no sólo obreras-, creando un contexto favorable para la radicalización sindical y política, con la aparición de un sindicato nacionalista, el Sindicato Obrero Canario, y de una organización política y electoral autodeterminista, el Pueblo Canario Unido”. Su declive vendrá a partir de 1978, coincidiendo con la ofensiva contra el MPAIAC, gracias a una ofensiva de la clase dominante, que se basaría en tres puntos: fomento de los sindicatos españoles, UGT y CCOO; la utilización de 25

Zebensui LÓPEZ TRUJILLO: Imaginar la nación canaria: el papel de Antonio Cubillo en el resurgimiento de los movimientos obrero y nacionalista (1956-1978), 2010. Trabajo de investigación inédito. Diplomatura en Estudios Avanzados y Suficiencia Investigadora (DEA). Departamento de Historia. Universidad de La Laguna, pp. 85-100; Miguel Ángel CABRERA ACOSTA y Zebensui LÓPEZ TRUJILLO: “Antonio Cubillo: de la oposición al franquismo al nacionalismo africanista canario”, en Xosé Manuel NÚÑEZ SEIXAS y Fernado MOLINA APARICIO (eds.): Heterodoxos de la Patria: biografías de nacionalistas atípicos de la España del siglo XX, Granada, Comares, 2011, pp. 221-241.

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los medios de comunicación; y la utilización de los partidos políticos de implantación estatal, UCD, PSOE y PCE, para debilitar al campo nacional-popular canario.26 A pesar del panorama descrito, la coalición, de izquierda nacionalista, Unión del Pueblo Canario consiguió el apoyo electoral de un gran número de personas en 1979. En las elecciones celebradas dicho año consiguió un diputado por Las Palmas, Fernando Sagaseta, y la alcaldía de la ciudad más poblada de las islas, Las Palmas de Gran Canaria, además de concejales en muchos otros ayuntamientos de las islas.

Contexto legal

En este contexto de violencia y de transformaciones constitucionales, las expresiones de arte callejero estaban sujetas a una serie de evoluciones legales. La dictadura franquista en 1944 tipificó por primera vez en un Código Penal el delito de propagandas ilegales, que sufrió algunas modificaciones, sin relevancia, a lo largo de la dictadura y de la transición política a la democracia. Según el artículo 251,

Por propaganda se entiende la impresión de toda clase de libros, folletos, hojas sueltas, carteles, periódicos y todo genero de publicaciones tipográficas o de otra especie, así como su distribución o tenencia para ser repartidos, los dibujos o escritos en paredes, vallas o edificios, los discursos, la radiodifusión u otro procedimiento que facilite la publicidad. También tendrán esta consideración el uso de símbolos o emblemas propios de las organizaciones a que se refiere el número segundo del párrafo primero de este artículo [“Realizar o proyectar un atentado contra la seguridad del Estado, perjudicar

26 Alberto MARRERO MARTELL y Ricardo GUERRA PALMERO: “Lucha de clases y lucha nacional, Canarias:

1974 – 1978” en Francisco Morales Padrón (coord..): XIII Coloquio de Historia Canario-Americana; VIII Congreso Internacional de Historia de América (AEA) (1998), Las Palmas de Gran Canaria, 2000, pp. 2784 2807. Aunque los autores de este trabajo achacan el debilitamiento del campo nacional-popular a una ofensiva de la , nosotros añadimos que también lo fue del Estado español dentro de su estrategia de ofensiva total contra el nacionalismo canario. Domingo Garí realizó un trabajo centrado sobre la conflictividad laboral en la isla de Tenerife entre 1975 y 1977, Domingo GARÍ HAYEK: Tenerife en rojo. Luchas obreras en la transición política, 19751977, Valencia, La Nave, 2010.

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su crédito, prestigio o autoridad o lesionar los intereses u ofender la dignidad de la Nación española”]27

Durante la década de 1970 este delito se castigaba, entre otras, con las penas de prisión menor y multa de 10.000 a 500.000 pesetas la propaganda que siguiera algunos de los siguientes fines:

1.º Subvertir violentamente, o destruir, la organización política, social, económica o jurídica del Estado. 2.º Destruir o relajar el sentimiento nacional. 3.º Atacar a la unidad de la Nación española o promover o difundir actividades separatistas. 4.º Realizar o proyectar un atentado contra la seguridad del Estado, perjudicar su crédito, prestigio o autoridad o lesionar los intereses u ofender la dignidad de la Nación española.28

Dentro de los cuatro supuestos que prevé el primer artículo del Capítulo XI del Código Penal se encuentra la defensa de la unidad de la Nación Española en sus distintas vertientes (organización, sentimiento, seguridad y prestigio). Estos fines, desde la óptica franquista, podían ser perseguidos por partidos comunistas, organizaciones sindicales, grupos cristianos y los nacionalistas. Pero para no dejar ningún tipo de duda, en el tercer punto se alude a los que promuevan o difundan actividades separatistas, quienes atacarían a la unidad de España. Desde 1959 el arte callejero también era un acto contrario al orden público, atendiendo al apartado f del artículo 2º de la Ley de Orden Público de 30 de julio, como

Todos aquellos por los cuales se propague recomiende o provoque la subversión o se haga la apología de la violencia o de cualquier otro medio para llegar a ella.

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Ley 23/1976, de 19 de julio, sobre modificación de determinados artículos del Código Penal relativos a los derechos de reunión, asociación, expresión de las ideas y libertad de trabajo. Esta redacción es la versión de 1976, la última modificación que estuvo en vigor hasta la derogación del delito. 28 Artículo 251, Capítulo XI. De las propagandas ilegales, Código Penal [de 1973]. Texto refundido conforme a la Ley 44/1971, de 15 de noviembre. Edición Oficial, Madrid, Imprenta Nacional del Boletín Oficial del Estado, 1973.

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De este modo entraba dentro de las competencias de los gobernadores civiles de las provincias del Estado, pudiendo hacer uso para impedir tales alteraciones de las “Fuerzas de Seguridad del Estado” y “las demás Unidades de Seguridad y Vigilancia”.29 Hasta enero de 1977, este delito era juzgado por el Tribunal de Orden Público, que había sido creado la década anterior. A lo largo de su existencia fueron procesados 2.622 casos por propaganda ilegal, de un total de 11.621.30 Cuando el TOP fue suprimido el 4 de enero de 1977, fue creada la Audiencia Nacional, con competencias semejantes. En los años siguientes se fueron sancionando una serie de leyes contra el terrorismo, que eran aplicadas a todo el entorno independentista, que permitieron, por ejemplo, 10 días de incomunicación contra sospechosos de actos terroristas 31 . El delito de enaltecimiento del terrorismo fue introducido en 197932, y luego fueron incorporados los delitos de incitación a la rebelión y de apología de la insurrección33. De esta manera, aunque el delito de propaganda ilegal fue derogado y suprimido del Código Penal en 1980, quien pintaba un mural o pegaba un cartel podía ser arrestado bajo las disposiciones anteriores. A pesar del panorama descrito también existió, a partir de 1977, una legislación que favoreció la realización y difusión de propaganda en la calle, por parte de los partidos durante los períodos de campaña electoral. Gracias a esta legislación todos los grupos que concurren en las elecciones “dispondrán de la misma superficie” en “los lugares para la colocación gratuita de carteles” dispuestos por los ayuntamientos.34

Algunas preguntas

Como lo ha demostrado Sophie Baby, el periodo de transición fue muy violento. Además, fue un periodo en que se generaron muchas expectaciones, en particular en relación con la libertad de expresión, o las aspiraciones nacionalistas. Así se plantean las siguientes interrogaciones. ¿Se produjo una intensificación de la expresión en forma de arte callejero 29

Ley 45/1959, de 30 de julio de Orden Público. Juan José del ÁGUILA: El TOP. La represión de la libertad (1963 – 1977), Barcelona, Editorial Planeta, 2001, p. 251. 31 Real Decreto-Ley nº21/1978, Sobre medidas en relación con los delitos cometidos por bandas y grupos armados, 29 de junio de 1978, y Real Decreto-Ley 56/1978 del 4 de diciembre de 1978 sobre crímenes de terrorismo. 32 Real Decreto-Ley 3/79 del 26 de enero 1979. 33 Ley Orgánica 2/81 del 4 de mayo de 1981 por la defensa de la democracia. 34 Real Decreto-Ley 20/1977, de 18 de marzo, sobre Normas Electorales. 30

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después de la muerte de Franco? ¿Cambiaron los temas nacionalistas durante la transición hacia la democracia? ¿Evolucionó el tipo de representaciones en términos de imagen y simbología durante dicha transición?

CANARIAS

Fuentes utilizadas

La parte dedicada a Canarias se ha realizado con un total de 74 registros concernientes a graffiti, pintura mural y una gran variedad de textos impresos (octavillas, pegatinas, carteles, y pancartas). Estos han sido recabados en los fondos del Gobierno Civil de Las Palmas, conservados en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas, y en el fondo de la Policía Municipal de La Laguna, del Archivo Municipal de La Laguna; así como tras la consulta de la prensa partidaria del período.

En contraste con lo ocurrido en el País Vasco, en Canarias han sido escasos los proyectos que han tenido como objetivo la conservación del acervo documental de las organizaciones políticas, sociales y sindicales del período estudiado. Solo contamos con los proyectos emprendidos por el PCE en Canarias, y la Biblioteca de la Universidad de La Laguna, que aloja los fondos del PUCC. En la actualidad desconocemos el paradero de la documentación de las dos grandes centrales sindicales nacionalistas, el Sindicato Obrero Canario y la Confederación Canaria de Trabajadores, así como las de la coalición política Unión del Pueblo Canario. La del MPAIAC está en unas condiciones que no son las más optimas para su conservación y consulta. La forma en la que nos hemos acercado a nuestro objeto de estudio, nos permite conocer los lugares y períodos en los que esta propaganda fue distribuida por la geografía insular.

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Análisis del Corpus

Debido a la beligerancia del PCE, y al ser las posturas independentistas minoritarias dentro del comunismo insular, una característica de la propaganda nacionalista realizada en la primera mitad de la década de 1970 es que esta no estará firmada por ninguna organización, salvo el material impreso en la isla de Tenerife por la Federación Comunista Canaria durante 1972. 35 Año en el que surgen los núcleos iniciales del Partido Comunista Canario (provisional), PCC (p), tras “la comprensión del hecho colonial y la realidad nacional, velada, de Canarias. Nacionalismo Revolucionario y Socialismo se fundían así en una misma perspectiva”, al plantearse “la necesidad de dar a Canarias una aplicación correcta del marxismo-leninismo”. 36 Este será también el año en el que más arte callejero hemos recopilado, siete referencias (53,84% del período 1970-1975, y 10,44% del total de años), en el período comprendido entre 1970-1975, que suma el 19,40% sobre el total (1970-1979). En 1976, al igual que en el resto del Estado37, surgió un aumento considerable de la propaganda realizada y difundida en la calle, que tuvo su correlato en la de factura nacionalista (29,85% del total del período). Esta dinámica se mantendrá hasta 1978, para decaer en 197938. En esta segunda etapa los distintos documentos repartidos en la calle, así como las pintadas, empezarán a estar firmadas por un amplio abanico de organizaciones políticas y sindicales, sin que ninguna sobresalga sobre las demás. A pesar de ello, es digna de mención la actividad llevada a cabo por el MPAIAC y el Sindicato Obrero Canario, que representarán cada uno el 10,14% del total. En el caso del movimiento liderado por Antonio Cubillo desde Argel, se explica en la concepción que tenía de la “Lucha Revolucionaria”, que se desarrollaría en etapas sucesivas, donde: “Una primera etapa por ejemplo consiste en lo que estamos haciendo nosotros en estos momentos, una Propaganda Intensa, escrita y oral entre todos los sectores de la población canaria.”, para que después se produjera la “toma de 35

De la que sólo tenemos constancia de la misma para ese año. El porcentaje de propaganda sin autoría reconocida supone el 37,68% del total del período 1970-1979. 36 Declaración del Partido Comunista Canario (provisional) sobre el cambio de nombre que pretende el Partido Comunista de España para pasar a llamarse Partido Comunista Canario, 15 de julio de 1976, Archivo La Transición en Canarias (ALTEC), caja 26. Este archivo se encuentra depositado en la Biblioteca de la Universidad de La Laguna. 37 Pedro SEMPERE: Los muros…; Fernando ARIAS: Los ´´graffiti´´… 38 Este descenso en 1979, con un ejemplo recabado, puede ser debido a una merma de las fuerzas nacionalistas debido a la ofensiva estatal realizada el año anterior; o porque no se han conservado la mayoría de los testimonios referidos a este año, por diversas razones.

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conciencia nacional”. 39 Respecto al SOC, se explica al ser uno de los sindicatos más combativos del período, en un contexto de destrucción del tejido productivo canario y regresión de los derechos de la clase trabajadora. Las islas en las que apareció este “arte callejero” fueron las de Gran Canaria (46,38%), Tenerife (31,88%) y Lanzarote (21,74%). Éstas son las islas en las que se concentró la conflictividad laboral, política y social a lo largo de la década, especialmente entre 1974 y 1978. Dentro de cada una de ellas, las pintadas, octavillas y demás propaganda se concentraron en las capitales insulares de Gran Canaria y Lanzarote, Las Palmas de Gran Canaria y Arrecife respectivamente. En Tenerife se concentra en la ciudad universitaria de La Laguna. Así el “arte callejero” se centró en los núcleos poblacionales más importantes de las islas. Una característica de la propaganda nacionalista canaria, al igual que el resto de la confeccionada en el archipiélago, es el del predominio del texto sobre la imagen, incluso en las manifestaciones más simbólicas como pudieran ser los murales. Durante los primeros años nos encontramos con una serie de pintadas en las que se escribe “Viva Canarias Libre”, a la que en ocasiones se añade el término “y Socialista”. Suelen ir vinculadas a otras cuyo texto trata la situación de los bajos salarios de la clase trabajadora. En los textos impresos (pasquines, panfletos, pegatinas y octavillas) se caracteriza la relación de Canarias respecto al Estado de “opresión colonial”, de la que solo sacan beneficios “la minoría privilegiada canaria, los monopolios extranjeros y el Estado Español”. Estos analizan las condiciones de vida de la clase obrera canaria, y la crisis de algunos sectores económicos en las islas. Para revertir esta situación, la única solución para Canarias pasaba por “su liberación a través del Socialismo y la Independencia”, que tenía que ser conseguida por el pueblo trabajador. En el segundo período que hemos delimitado (1976-1979) uno de los temas principales sigue siendo el de la movilización obrera, denunciando los sindicatos nacionalistas las condiciones específicas que sufren los trabajadores de determinadas empresas o sectores productivos. Estos “abusos” vienen motivados por la situación colonial de las islas, por un

39

Departamento de Formación Política del Movimiento por la Autodeterminación y la Independencia del Archipiélago Canario (M.P.A.I.A.C.). [para nuestros militantes]: La reconquista de Canarias o el Nacionalismo revolucionario canario (N.R.C.)., (sin fecha), p. 4, AHPCE, Nacionalidades y regiones, Canarias, Caja 68, Carpeta 2/3.

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lado; y por el imperialismo capitalista por el otro, con empresas multinacionales o controladas por extranjeros. En el plano laboral, de la enseñanza, destaca la campaña realizada para boicotear las oposiciones de magisterio realizadas en 1977. En ella se intentaba defender la “cultura canaria” frente a una avalancha de opositores venidos de toda España, que iban a dejar en paro a los “maestros canarios”, además de vincularlo en un proceso general de españolización de las islas y negación de la cultura autóctona. Las pintadas se limitarán a pedir la independencia para Canarias, al mismo tiempo que recordar que las islas no eran un territorio español. Gran parte de la propaganda escrita estaba inserta en campañas mucho más amplias. Es el caso de la denuncia realizada por Pueblo Canario Unido, sobre la no legalización por parte del Estado Español de dicha formación electoral. Durante 1978 no solo se distribuyeron octavillas explicando los motivos por los que no se legalizaba dicha coalición electoral, sino que también se acudía a programas radiofónicos para debatir sobre dicha cuestión 40 . Este también es el caso de la denuncia del acuerdo pesquero hispano-marroquí. El último gran tema es el de las detenciones de nacionalistas canarios entre 1977 y 1978, que generó un gran número de comunicados a la población canaria en los que se denunciaban las torturas e irregularidades sufridas durante sus detenciones. Incluso, en ocasiones se llegó a escribir la palabra “asesinos” en la entrada de alguna comisaría de policía, para denunciar las atrocidades cometidas por las FOP en las mismas. La pintura mural de carácter nacionalista aparece en 1979 en el contexto de las elecciones celebradas en dicho año, siendo utilizada por Unión del Pueblo Canario para romper el cerco informativo al que se veía sometido por defender la autodeterminación de Canarias41.

Representaciones y simbología utilizadas

Respecto a las dos centrales sindicales de carácter nacionalista, las imágenes utilizadas serán exclusivamente las que representan a las mismas. En el caso del Sindicato Obrero

40

Las fuerzas políticas canarias ante la posible legalización de "Pueblo Canario Unido", Radio Atlántico, programa “Debate”, 29 de octubre de 1978. Biblioteca de la Universidad de La Laguna, Biblioteca de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. 41 Para la proporción de los temas tratados remitimos a la tabla 3.

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Canario, se representará a las siete islas canarias debajo de las siglas de la organización. En el caso de la Confederación Canaria de Trabajadores, el símbolo que les identifica estará formado por un puño derecho que sostiene una espiga y una llave inglesa, enmarcado por siete estrellas. El MPAIAC se limitará a pintar la bandera nacional canaria, que es la que dicho movimiento creó en 1964, y que en la década de 1970 empieza a ser asumida por el resto de fuerzas nacionalistas como la bandera que representa los anhelos de independencia de Canarias42. Sin embargo, en la propaganda impresa solo aparecen las siglas de la organización, sin ninguna imagen asociada. La Unión del Pueblo Canario realizará una serie de pinturas murales en 1979 de cara a las elecciones celebradas dicho año. En ellas siempre aparece la pintadera canaria, su símbolo, que vincula a la coalición con el pasado pre-colonial insular, al elegir uno de los elementos de la cultura canaria de aquella época. En estas pinturas siempre estarán presentes los colores de la bandera nacional canaria: blanco, azul, amarillo y verde.

Conclusión general de Canarias

Se puede apreciar la dificultad del nacionalismo canario en construir su identidad, que estuvo más vinculada a la tradición comunista, que a la de la creación de una simbología canaria basada en el pasado precolonial, aunque por este hecho se considerase a Canarias como una colonia, entre otros motivos. Este problema puede ser debido a la existencia de dos tendencias básicas dentro del nacionalismo canario, que rivalizan entre ellas: uno independentista vinculado a las luchas anticoloniales de África; y un nacionalismo “autodeterminista-federalista” vinculado a las luchas democratizadoras y sociales de Europa43. Como hemos observado el nacionalismo recobró importancia a comienzos de la década de 1970 en el contexto de una crisis económica, y unas peores condiciones de vida de la población canaria respecto al resto del estado. Así, los primeros nacionalistas, percibieron bajo una óptica marxista, que estos factores eran fruto de la situación colonial de Canarias. A partir de ese momento ligaron la lucha por las mejoras de la clase obrera canaria a las de la

42

Zebensui LÓPEZ TRUJILLO: Imaginar la nación canaria…, p. 83. Domingo GARÍ HAYEK: Historia del nacionalismo canario. Historia de las ideas y de la estrategia política del nacionalismo canario en el siglo XX, Las Palmas de Gran Canaria – Santa Cruz de Tenerife, Editorial Benchomo, 1992. 43

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independencia, con la que se conseguiría revertir el expolio al que se veían sometidas las islas por parte del Estado español y el capitalismo internacional. Aunque, una parte del nacionalismo canario intentó construir un pasado histórico basado en la cultura prehispánica de las islas, en la propaganda parece que pesó más el componente de clase que el de la construcción nacional, limitado al uso del mapa de las islas, los colores de la bandera o las siete estrellas verdes.

PAÍS VASCO

Fuentes utilizadas

La sección dedicada al País Vasco se ha realizado con un corpus de 614 carteles y de 77 murales. Aquí no se han incorporado los graffiti porque los que han sido fotografiados son muy pocos y representan una parte menor de lo que pudo existir; también, lo que se analiza aquí incluye una dimensión visual más elaborada. Los carteles estudiados han sido observados en fotografías de periódicos o semanales de la época, fondos personales y en el fondo del archivo de los Benedictinos de Lazkao. Siendo completado con el trabajo muy completo de la editorial nacionalista Txalaparta44. Aunque sea muy numerosa, no se puede asegurar que esta colección esté completa, pero se puede pensar que represente una parte significativa de lo que existió. Cuantos ejemplares fueron impresos o cuantos fueron pegados y dónde, son datos que no están disponibles. Así los ejemplares analizados están estudiados sin considerar su amplitud de difusión. No obstante, este corpus se compone de dos segmentos claramente distintos, de 1970 a 1975, y de 1976 a 1979. Al contrario, los murales son todos únicos y se conoce el lugar dónde fueron pintados. Todos los murales pertenecen al segundo periodo de los carteles. Se situan sobre todo en el litoral y en las partes viejas y suburbanas de Bilbao y Donostia, y también en el centro-este de Gipuzkoa, como lo muestra Pauliina Raento 45 . Eso corresponde también con las zonas de mayor actividad nacionalista que delimita MacClancy46.

44

Jabi UBIERNA (ed.): Euskal Herriko Kartelak, Askatasunaren irudiak 1, 1793-1979… Pauliina RAENTO: “Political mobilization…” 46 Jeremy MACCLANCY: Expressing Identities… 45

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Análisis del corpus

Los murales de este corpus fueron pintados en los años 76-80, así que están analizados con el segundo periodo en que se reparten los carteles. El hecho de que fueran pintados en este periodo está seguramente relacionado con el tiempo necesario para pintarlos, porque los autores corrían menos riesgos después del final de la dictadura, aunque la ley no había cambiado. Los carteles se dividen en dos periodos, de 1970 a 1975, y de 1976 a 1979. El año 1975 fue un año de transición entre los dos porque hubo más carteles, y fueron en proporción más nacionalistas y políticos. Se nota un cambio claro a partir de este año. En el periodo 197075, 79 carteles fueron consultados, 53.1% de los cuales eran nacionalistas. Los demás 46.9% eran relacionados con la cultura tradicional (fiestas, baile, canto, deportes) pero sin una connotación nacionalista. En 1975, 96.2% de los carteles eran nacionalistas. En el periodo de la transición 1976-79, 535 carteles fueron consultados, 86.5% de los cuales eran nacionalistas. Las siguientes etapas del análisis se enfocan sobre los carteles nacionalistas exclusivamente, es decir 42 en 1970-75 y 463 en el periodo de la transición. Esta producción –diez veces más importante que en el periodo anterior– reflejaba el crecimiento de la actividad política en el espacio público, la intensidad de la movilización social durante la transición, y las aspiraciones de la población nacionalista. Los murales recogidos en este periodo fueron exclusivamente nacionalistas. Esto ocurrió con una legislación que no cambió, e incluso se hizo más dura hacia la apología de la violencia. En el periodo 1970-75, 16.6% de los carteles promovían la lengua vasca, 26.1% glorificaban ETA, y 35.7% defendían la causa de los presos47. En el periodo de la transición (1976-79), 17.2% de los carteles trataban de los presos y la amnistía, 16.1% de las cuestiones institucionales (independencia, estatuto de autonomía o constitución), y 14.2% glorificaban la izquierda abertzale (Herri Batasuna, Hasi, Kas...). En cuanto a los murales, sus mensajes correspondían con los primeros temas de los carteles: 16.8% para los presos y amnistía, 24.6% por las cuestiones constitucionales, pero 16.8% por la ecología. A pesar de hacer menos apología de partidos de la izquierda abertzale (pero más de ETA), se puede concluir que el modo de expresión de los murales es más específico de la izquierda abertzale porque se trata más la independencia (24.6%), 47

ecología (16.8%),

Se puede consultar más detalle en la Tabla 1.

17

sindicalismo (5.2%) o de feminismo (6.4%), que son temas relacionados con la izquierda abertzale. No hay ningún mural del PNV. Al contrario, los carteles no son un modo de expresión específico de ninguna organización. Antes de 1976, la presencia de ETA era proporcionalmente mucho más importante en la producción de carteles, y supuestamente también en el espacio público, porque era la única organización con capacidad de acción. Su proporción de protagonismo diminuyó considerablemente durante la transición (1.0% en carteles; 5.2% en murales), especialmente con la legalización de los partidos que compitieron con ETA en el control del espacio público. Una posible consecuencia de esa pérdida de la dominación del espacio público por parte de ETA fue la intensificación de su violencia terrorista para compensar su relativa desaparición del arte callejero. Una segunda consecuencia de la legalización de partidos, el número de carteles de partidos políticos aumentó: el PNV –ausente del primer periodo– se hizo presente con 10.5% de los carteles, y la izquierda abertzale con 14.2% de carteles y 5.2% de murales. También se multiplicaban las ocasiones para las organizaciones de movilizar y de dirigirse a la población, como elecciones o referéndums. El tema de la lengua fue promovido en proporción más alta entre 1970 y 1975 (16.6%) que durante la transición (9.9% y 6.4% en murales). Es posible que se diluyera en el creciente número de temas representados durante la transición. El tema de los presos y de la amnistía fue un tema importante en ambos periodos, y en todos los medios: 35.7% en carteles de 1970-75, 17.2% en 1976-79 y 16.8% en murales. El tema de la independencia estuvo casi ausente antes de 1975 (2.3% de carteles), y apareció en proporción importante después (16.1% de carteles, 24.6% de murales). Este crecimiento se puede explicar con la ventana de oportunidad que fue la transición hacia la democracia para las aspiraciones nacionalistas. La intensificación de la violencia y de la represión, y la necesidad de movilizar por el medio de procesos de victimización también pueden explicar el crecimiento de la celebración de martirios (11.4% de los carteles). Temas como la ecología –especialmente contra la central nuclear de Lemoniz– o el feminismo se encuentran mayoritariamente en murales (respectivamente 16.8% y 6.4%). Su relación con este medio se puede explicar por la necesidad de difundir a largo plazo o de instalar más durablemente un tema menos familiar para la población del País Vasco a esta época, en una perspectiva de propaganda educativa.

18

[TABLA 1 al final del artículo]

Representaciones, imágenes y símbolos utilizados

Las 46 imágenes del periodo de 1970 a 1975 producen datos poco significativos porque sólo el conjunto de la izquierda abertzale y ETA produjeron carteles nacionalistas. Las representaciones más frecuentes en esa época fueron retratos u homenajes (21.7%), de los cuales 60% provinieron de la izquierda abertzale. 15.2% de las imágenes representaban cuerpos y muertos, de los cuales 42.8% fueran producidos por la izquierda abertzale; 13.0% representaban mapas del País Vasco. Imágenes de hombres armados constituían 13.0% del total (de las cuales 83.3% originaban de ETA). 10.8% de las imágenes representaban a Ikurriñas. Hombres armados representaban 33.3% de las imágenes utilizadas por ETA, mientras que 30.0% de las de la izquierda abertzale eran retratos de martirios, 15% cuerpos y muertos. En conclusión, las representaciones más frecuentes eran los retratos de víctimas de la represión o martirios, y cuerpos de muertos, especialmente en los carteles de la izquierda abertzale. Eso pone de relieve su estrategia de victimización para movilizar en un contexto muy opresivo y represivo, sin perspectivas de futuro, lo que explica la ausencia de referencias a la independencia o a la autonomía. Los carteles de ETA aportan una respuesta a la falta de perspectivas y al estatuto de víctima o de oprimido con la glorificación de la lucha armada en sus carteles.

En el periodo de 1976 a 1979, el corpus examinado procura 540 imágenes. Es delicado compararlo con el periodo anterior porque nuevos actores irrumpieron en el paisaje político y la tolerancia hacia las expresiones callejeras se liberalizó relativamente. Aparecieron y se estructuraron las organizaciones políticas, y asumieron o firmaron muchos carteles. En este periodo las imágenes más frecuentes son representaciones de la nación (36.3%), de la lucha por la libertad nacional (18.6%), y de la opresión (25.4%). El tema de la nación se decompone más específicamente en Ikurriñas (13.7%), personajes estereotípicos con boina o vestidos tradicionales (8.3%), mapas del País Vasco (7.7%) y paisajes estereotípicos vascos con pueblo y monte (6.6%). El tema de la lucha nacionalista se compone de escenas de manifestación y de lucha (10.9%) y de puños levantados (7.7%). La opresión fue representada

19

por retratos de martirios o héroes (13.5%), cárceles o ventanas barradas (6.7%), y cuerpos o muertos (5.2%). Se puede identificar de qué entorno provinieron estas representaciones. Por ejemplo 45.2% del total de las Ikurriñas fueron utilizadas por la izquierda abertzale y 26.6% por el PNV ciertamente debido a que la izquierda abertzale produjo más carteles en el periodo. También, 33.3% de los retratos fueron producidos por la izquierda abertzale, 12.5% por ETA y 27.7% por el PNV, continuando así la estrategia de homenaje y victimización utilizada por la izquierda abertzale en el periodo anterior. 53.4% de las escenas de manifestación y de lucha provinieron de la izquierda nacionalista, 18.9% de los sindicatos y 1.7% del PNV, lo que situaba claramente el posicionamiento de clase de esos partidos y que explica las acusaciones de la izquierda abertzale contra el PNV en este periodo, acusándole de ser un partido burgués. El puño levantado fue utilizado casi únicamente por la izquierda nacionalista (73.1%) y los sindicatos (9.7%), mientras que el PNV sólo lo utilizó en 2.4% de la ocurrencias. Personajes con boinas o ropa tradicional fueron más representados por la izquierda nacionalista (34.0%), el PNV (20.4%) y otras organizaciones (40.9%). 31.7% de los mapas fueron utilizados por la izquierda abertzale y 14% por el PNV. De manera similar, representaciones de paisaje fueron más utilizadas por la izquierda abertzale (37.1%) que por el PNV (22.8%). Las representaciones de la cárcel no estaban utilizadas por el PNV; la izquierda abertzale totalizó 52.7% de ésas y otras organizaciones como el movimiento pro-amnistía y asociaciones de familiares de presos totalizaron 41.6%. Cuerpos y muertos o víctimas de la represión no fueron representados por el PNV; 75% de estas representaciones provenían de la izquierda abertzale. Así, los partidos nacionalistas tradicionales (PNV) y los radicales de izquierda (Herri Batasuna, KAS, Hasi...) utilizaron con una frecuencia comparable a los retratos y a las representaciones estereotípicas (Ikurriña, paisajes, mapas, personajes). Al contrario, estas dos corrientes del nacionalismo se oponen por la utilización casi exclusiva de símbolos de lucha de clases (manifestaciones, puños, trabajadores) y de víctimas (cuerpos, carceles) por el lado de la izquierda abertzale, y de símbolos tradicionales (cruz vasca –Lauburu– 44.4%, roble de Gernika 50%) por el lado de los nacionalistas moderados. Los moderados nunca utilizaron símbolos de represión o de victimización en este periodo. Eso fue pensado cuidadosamente. Entonces se puede concluir que la utilización de representaciones visuales por parte de los nacionalistas moderados del PNV fue destinada a fomentar un nacionalismo positivo que

20

glorificaba el País Vasco para suscitar la adhesión pero sin intentar provocar reacciones brutales. Al contrario, las representaciones y simbología utilizadas por la Izquierda abertzale fueron pensadas para desarrollar un nacionalismo conflictivo: se situaba en la oposición de clases, y las imágenes negativas y mórbidas fueron elegidas para fomentar reacciones y movilización. En consecuencia de que fueron usadas para legitimar el recurso al nacionalismo conflictivo y violento gracias a la visibilidad de las injusticias. El análisis de las imágenes mas utilizadas por los nacionalistas moderados y radicales confirman esas observaciones. Las más utilizadas por el PNV son la Ikurriña (23.4% de sus imágenes), retratos (24.6%), personajes estereotípicos (11.1%), paisajes (9.5%), mapas del País Vasco (7.4%) y el Roble de Gernika (7.4%). La izquierda abertzale utiliza más la Ikurriña (13.7% de sus imágenes), manifestaciones (12.9%), puños (12.5%), retratos (10.0%), cuerpos y muertos (8.7%) y cárceles (7.9%).

[TABLA 2 al final del artículo] Así la visión más positiva y alegórica del PNV se opone a la concepción más mórbida o negativa y más orientada hacia procesos de movilización conflictiva de la izquierda abertzale. En los años siguientes, la izquierda abertzale trató cambiar este posicionamiento iniciando una campaña que asociaba lucha y fiesta, martxa eta borroka.

Conclusión general del País Vasco

Existe una continuidad entre los temas utilizados por los nacionalistas radicales en los últimos años del Franquismo y durante la transición hacia la democracia. Pero con la democratización, el paisaje político resulta fundamentalmente trasformado. Frente al Franquismo, las organizaciones políticas y sus entornos respectivos fueron relativamente solidarios. En la transición, aumentó la competición entre dichas organizaciones. En consecuencia, las estrategias políticas y comunicativas de los nacionalistas moderados y radicales divergieron. Los moderados –en particular el PNV– construyeron una imagen positiva de su movimiento, legitimando las instituciones y aceptando el estatuto de autonomía. Al contrario, la izquierda abertzale orientó sus campañas de comunicación callejera, poniendo el énfasis en un estatuto de víctima –a veces de víctima de una colonización– que utilizó para negar la legitimidad de las instituciones y acentuar la necesidad de la lucha y de la

21

movilización de masas. Así también se legitimaba el uso de la violencia en la espiral acción– represión. También las divergencias de clase entre ambas corrientes se hicieron evidentes en las representaciones callejeras. En complemento, se puede notar que el tema de la independencia surge con fuerza durante la transición, porque aprovecha una ventana de oportunidad, pero que no fue popular antes. La ideología de las dos tendencias nacionalistas aparece de manera muy escasa, como si ese tema fuera reservado a otros tipos de comunicación menos directos. En las elecciones al parlamento autónomo vasco de 1980, el PNV ganó mucho más votos que la Izquierda abertzale48. Después de este resultado, la izquierda radical inició su campaña de “fiesta y lucha” para intentar dar una imagen menos negativa y mórbida de sus estrategias de comunicación política.

Conclusión general sobre el nacionalismo canario y vasco.

Durante toda la década de 1970 estuvo vigente la legislación franquista sobre el delito de propagandas ilegales, que desde 1976 abarcaba a un mayor número de “procedimiento[s] que facilite[n] la publicidad”. A pesar de ello, parece que el escenario posterior a la muerte del dictador fue más tolerante respecto a este tipo de manifestaciones, lo que explica el gran número de “arte callejero” que hemos recopilado para el período 1976-1979 respecto al anterior. A pesar de ser un fenómeno de amplitudes muy diferentes, rasgos comunes aparecen evidentes entre el arte callejero nacionalista canario y vasco: estas expresiones se desarrollan a partir de 1976, y los murales son un fenómeno que surgen más tarde. También los temas utilizados en los mecanismos de comunicación y de movilización son mayoritariamente similares, como la amnistía, las banderas, las cuestiones institucionales, la represión, la lucha obrera, y la solidaridad internacional. Sin embargo, parece que el tema de la independencia y de las condiciones de vida fue más constante en Canarias entre los dos periodos, tal vez debido al carácter insular de Canarias (sin limites territoriales con otros territorios españoles) y a su historia que hizo la percepción de la opresión colonial más fuerte que en el País Vasco, y consecutivamente el recurso a procesos de victimización menos intensos.

48

PNV recogió 38.1% de los votos, y Herri Batasuna 16.5%.

22

Por otro lado, el nacionalismo canario, de fuerte tradición marxista, parecía ver en la independencia la herramienta con la que conseguir mejorar las condiciones de existencia de la clase obrera canaria, entendida en un sentido amplio. De este modo, en su propaganda hizo hincapié en este hecho, dejando los elementos de la cultura canaria a otras manifestaciones artísticas y herramientas de difusión que consideraban más efectivos (la nueva canción canaria, programas de radio, literatura científica preocupada en el estudio de los “aborígenes canarios” y distintas manifestaciones folklóricas). Por el contrario, en el País Vasco el estudio muestra que el arte callejero nacionalista cumplió varias funciones: una propaganda educativa como en el caso de la ecología; de victimizar al pueblo vasco que se moviliza por su independencia, y fomento de los estereotipos de lo vasco. Siendo mucho más amplio en sus temas que el canario, que puede ser debido al retraso que algunos movimientos, como el ecologista, pudieran tener en Canarias respecto al País Vasco. Respecto a la distribución espacial, el estudio realizado parece indicar que el “arte callejero” nacionalista se circunscribe en los ámbitos de actuación del mismo en los dos lugares. Esto puede ser debido a que es ahí donde las organizaciones tienen un cierto apoyo popular, desistiendo de “colonizar” nuevos territorios para propagar su ideario.

23

Tabla 1: proporciones temáticas de carteles y murales (%)

Carteles 1970-75

Carteles 1976-79

Murales 1976-80

Lengua vasca

16.6

9.9

6.4

Presos, amnistía

35.7

17.2

16.8

Represión, tortura

9.5

5.6

3.8

/

11.4

5.2

2.3

16.1

24.6

Ecología

/

5.1

16.8

Feminismo

/

0.6

6.4

Sindicalismo

/

4.1

5.2

PNV

/

10.5

0.0

Izquierda abertzale

/

14.2

5.2

ETA

26.1

1.0

5.2

Aberri Eguna

9.5

/

/

Drogas

/

/

3.8

Solidaridad internacional

/

0.8

/

42

463

77

Temas

Martirios Independencia, estatuto autonomía, constitución

N

24

Tabla 2: Carteles y murales de la Transición (%)

Imágenes Puños levantados Mapa del País Vasco Paisaje, monte, pueblo Casa vasca Ikurriña Personajes tradicionales Personajes armados Cuerpos, muertos Gernika (Picasso) Roble de Gernika Retratos de martirios Manos encadenadas Che Guevara Cárceles Lauburu (cruz vasca) Manifestació n, lucha Trabajadores Símbolos heraldicos Total

PNV 2.4 1.2 14.6 7.4 22.8 9.8 28.5

Izquierda Abertzale 73.1 12.5 31.7 5.4 37.1 5.4 21.4

4.9 26.0

75.0

10.0

40.0 1.2

50.0

33.3 7.4

27.7

33.3 24.6

/

40.0 /

/

100 /

/

52.7 /

44.4

33.3 4.9

1.7

53.4 1.2

/

50.0 /

9.5

52.3

22.2

18.9

/

24.1

42.8

4.7

N= 9 1.3

25.5

/

N= 36 10.3

/

4.0

2.9

41.6

/

1.7

N= 2 /

4.6

/

12.9

/

5.5

/

N= 15 4.8

/

/

1.2

46.6

/

/

N= 72 12.4

4.6

/

7.9

22.2

13.3

/

N= 12 1.3

6.9

/

0.8

16.6

4.1

/

N= 10 3.4

/

36.0

2.5

50.0

/

12.5

N= 28 2.7

/

/

10.0

14.2

/

/

N= 5 /

2.3

/

1.6

/

3.5

/

N= 44 12.4

/

8.0

1.6

40.9

/

7.1

N= 73 7.5

/

16.0

8.7

/

15.0

/

80.0

N= 14 4.8

16.2

8.0

N= 35 8.9

50.0

9.5

4.5

0.4

37.1

/

12.0

N= 41 13.1

/ /

4.1

20.0

46.3

/

/

N= 41 3.4

4.6

4.0

Total

12.1

4.8

2.8

Otros

9.3

4.0

6.2

/ /

2.4

13.7 34.0

/

9.7 4.0

/

45.2

11.1

Sindicatos

2.4

1.2

23.4 20.4

ETA

N= 58 9.6

7.1 18.6

4.7

N= 14 0.6

28.5

N= 21

2.4

4.5

4.0

2.3

4.1

N= 81

N= 240

N= 25

N= 43

N= 145

534

25

Tabla 3: proporciones temáticas de propaganda nacionalista en Canarias (%)

Período 1970-75

Período 1976-79

Período 1970-79

Amnistía

/

3.45

2.73

Bandera canaria Independencia, estatuto de autonomía, situación de crisis por situación colonial Oposiciones magisterio

/

5.17

4.11

60

22.41

30.14

/

6.89

5.47

/

18.96

15.06

/

20.69

16.43

40

20.69

24.66

/

1.72

1.37

15

58

73

Temas

Referendum, elecciones Represión, detención, tortura, asesinatos Sindicalismo, lucha obrera Solidaridad internacional Total

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